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El reiki es una disciplina japonesa milenaria que utiliza las manos para restablecer la
salud y equilibrar los campos energéticos. No existen referencias escritas de esta antigua
técnica, que fue redescubierta a principios del siglo pasado gracias al monje y catedrático
japonés Mikao Usui. Su nombre, reiki, es una palabra sánscrita que significa “Energía
Vital Universal”.
Según la filosofía del reiki, la enfermedad física, emocional, mental o espiritual surge
cuando se bloquea algún campo energético. Al restablecer mediante la técnica del reiki el
flujo normal de energía, nuestro cuerpo puede poner en marcha de manera eficaz su sistema
de supervivencia y restablecer la salud y la vitalidad. Por esto, el reiki trabaja sobre los
distintos campos con los siguientes beneficios:
Aunque para las personas escépticas puede resultar un argumento con matices mágicos, lo
cierto es que tiene bastante relación con algunas premisas de la Física Cuántica. Además,
las personas que lo practican aseguran que tiene resultados extraordinarios. De hecho, cada
vez más hospitales y centros clínicos lo incorporan como terapia complementaria al
tratamiento convencional.
Existen distintos grados de reiki que se pueden aprender poco a poco o de manera
intensiva, dependiendo del centro y del curso en particular.
Una vez aprendida la técnica, cualquier persona puede ofrecer reiki. Eso sí, la intuición,
la sensibilidad y el compromiso de cada terapeuta son valores añadidos que cada persona
desarrolla de manera independiente y que debemos tener en cuenta a la hora de elegir
terapeuta de confianza.
En España, al igual que ocurre con muchas otras terapias alternativas y sistemas más
naturales y alternativos, vamos un paso por detrás. Pero la buena noticia es que ya existen
unos cuantos hospitales públicos como el “Gregorio Marañón” o el “Hospital de La
Paz”, ambos en Madrid, que han empezado a utilizar el reiki tras comprobar los efectos
beneficiosos que ejerce en sus pacientes.
El diario ABC también informa en un artículo reciente que el personal sanitario de los
hospitales madrileños “Ramón y Cajal” y “Doce de Octubre” reciben cursos de reiki.
Con mucha frecuencia, la terapia de reiki utiliza aceites esenciales para trabajar sobre las
emociones, además de sobre los canales energéticos.
Es probable, aunque no necesario para que funcione, que al recibir una sesión de reiki
sintamos determinadas emociones o sensaciones corporales, como por ejemplo frío o
calor, cosquilleo, llanto repentino o risa que surge sin explicación o motivo. Esto puede
deberse a la movilización de las energías que habían quedado estancadas. De hecho, hemos
experimentado en nuestra propia piel ese estado emocional que invade toda racionalidad de
pensamiento.
Concluyendo, el reiki…
Concluyendo, el reiki es una terapia inofensiva, muy eficaz para las personas que confían
en ella y cada vez más empleada por el sistema sanitario convencional, a pesar de estar
considerada por la comunidad científica como una pseudociencia, ya que no existen
estudios clínicos ni científicos que confirmen su eficacia más allá del efecto placebo.
Sin embargo, el reiki ha sido utilizado desde la antigüedad y sigue los fundamentos
energéticos del cuerpo humano (y de la vida en general) a los que la ciencia moderna se
acerca a través de la Física Cuántica.
Tocar es algo maravilloso, dar y recibir calor a través de las manos es una experiencia llena
de amor y compasión que, sin duda, deberíamos practicar con más frecuencia. Por eso, no
sólo te animamos a recibir sesiones de reiki sino a aprender reiki para poder aplicar esta
técnica armoniosa a tu familia y a cualquier persona que se cruce en tu camino y a quien te
apetezca ayudar.