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en la estrella musical más grande de la década; cómo llegue a ser lo que para
muchos no es más que un sueño, cómo el mundo creyó que morí y qué fue lo que
pasó en realidad.
Mayo de 1988, crecí en S. Hanover St. #708. Soy el tercer hijo de una familia de
seis: papá, mamá, mis hermanos mayores, Gregory y Cecil, mi hermano menor,
estábamos juntos, no había duda de que éramos hermanos. Sin embargo, ellos eran
de tono más claro y de ojos de color, mientras que yo era más moreno de piel y de
ojos color café. Supongo que los genes de papá fueron los dominantes para mí.
Mi madre, Cassandra Stone, era una mujer blanca como el gis y la recuerdo
siempre con unas gigantescas ojeras que hacían juego con su color de pelo.
Cassandra era enfermera de tiempo completo del Hospital Johns Hopkins, por lo
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casa de fijo los días viernes y sábados, pero cualquiera que tenga o haya tenido un
Mi papá, George Williams, fue el mejor hombre que pude conocer y soy
afortunado de haberle dicho: “Padre”. Era un tipo que, por su aspecto, a simple vista,
parecía que podría partirte como rama y que sería más fácil sacarle una sonrisa a
un juez mal encarado antes que a él. Medía casi dos metros, de ojos enormes y con
un bigote tupido que había reemplazado cualquier labio que hubiera debajo; pero lo
que más lo caracterizaba eran sus enormes cejas. Era un hombre robusto, por no
decir pasado de peso; también era la persona más sabia, cariñosa e inteligente que
de todo: desde navegarlo hasta repararlo; si algo fallaba en el barco él sabía qué
hacer para solucionar cualquier problema, podía identificar un desperfecto sólo por
el sonido. Conocía ese buque como la palma de su mano, y yo, desde que puedo
privada!
Fue en 1996 el año en que, a pesar de mi corta edad y casi sin darme cuenta,
descubrí a qué quería dedicarme de por vida. Recuerdo que llegaba todos los días
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de la escuela y me tomaba más tiempo abrir la puerta de la entrada de casa, que
bicicleta azul y me iba al hospital a ver a mamá para después irme al muelle a pasar
Esa era una semana especial. ¡El barco se quedaría en tierra durante siete
días! Sé lo que están pensando: ¿cómo un niño de ocho años iba a andar en
bicicleta, solo, en la ciudad? Baltimore, en esas épocas, era una de las ciudades
azul con blanco y aún puedo sentir en mi nariz ese característico olor que solamente
los cuartos unos tras otros. Yo buscaba a mamá, corriendo por todo el lugar. Mi
- ¡Matt! -, escuché, a lo lejos, a una voz que era tanto gentil como firme,
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- Hola, ma -, respondí, girando y caminando hacia mi pálida y cansada
madre.
Ella hablaba y caminaba de prisa, sin mirarme, mientras leía hojas y revisaba
- Hay mucho que hacer, hijo, y el día solo tiene 24 horas. ¿Irás al muelle
con papá?
básicas: “¿cómo estás? Bien, ¿y tú?”. Nada profundo o complicado. Aunque sólo
tenía ocho años, creo que lograba comprender mi situación. Convivir con un
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hermano siete años mayor me ayudó a entender ciertas cosas de manera distinta a
lo usual.
cafetería, al mismo tiempo. Sí, al mismo tiempo. Era una habilidad mía. No los
robaba, sólo que mamá nunca se los tomaba y yo suponía que se le acumulaban y
al ser “buen hijo”, ayudaba a mi madre con sus pesadas cargas. Hacía esto todos
los días.
parte de la tripulación y renunciabas a todo lo que hubieras deseado ser: tus sueños
los dejabas en el fondo del mar. ¿Cementerio de sueños? ¡Esa lata frigorífica era
encontraba. ¡Vaya pesadilla! Aunque, a decir verdad, había algo de razón para los
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Me faltaban unas catorce cuadras para llegar a Inner Harbor, cuando
escuché -lo último que escuché- un claxon. El sonido se desvanecía. Lo único que
recuerdo después de eso fue un destello fulminante y un oscuro absoluto. Ese día
Como si levantara pesas de plomo con mis párpados, sin saber cuánto
tiempo pasó o dónde estaba, abrí los ojos. Comencé poco a poco a recuperar la
que lentamente formaron palabras. Todo estaba borroso; parecía estar filtrado a
través de una lupa mal aumentada. Las voces rebotaban y reverberaban como por
debajo del mar. Ajustando mi vista, logré identificar a las personas que estaban en
mi cuarto de hospital: mamá, papá y mi hermana Cecil con él bebe Carl cargado en
sus brazos. Mis padres discutían mientras mi hermana intentaba, sin mucho éxito,
guerra.
- ¡Claro! ¡Yo soy la culpable!, ¿no? ¡Debería estar en casa cuidando de los
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Sus ojos eran tan rojos y cristalinos que por un segundo creí que en cualquier
momento saldría lumbre de ellos. A mi parecer, mamá pasaba por “una crisis por
falta de sueño” y aquel accidente había sido la última gota en el proverbial vaso.
accidente.
- Gracias a Dios, Matt está bien -, dijo, mientras dio un paso al frente
Luego, ella se calmó, o al menos parecía que lo hizo. Pasó del fulgurante
- ¿Qué clase de padres somos, George? ¡Un niño de su edad, solo en las
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- Amor, necesitas descansar. Ven, siéntate a mi lado.
Mi madre estaba encendida, otra vez. Los incesantes llantos de Carl tampoco
rebasaba. Supimos por su tono que en realidad no estaba tan calmado como
con ojos más calmados. Eran tal para cual… mi madre, como una llamarada, podía
encenderse pronto pero así se calmaba. Papá era más como agua. No cabe duda,
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- ¿Le operaron el brazo?— preguntó, apelando a la médica interior de su
- Nada fuera de lo normal -, dijo. Ella sabía lo que mi padre intentaba lograr,
los llantos.
- ¿Entonces?
prominentes cejas. Mamá suspiró: estaba más tranquila, pero aún cerca de
siempre me pareció fascinante cómo mis padres podían hablarse sin decir nada.
Había cierto ritmo, como una conversación cualquiera. Carl soltó una pequeña risilla
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Mamá se acercó a mí. Posó sus brazos alrededor de mi cuello y me apretó
- ¡Perdóname, hijo!
Cassandra se quedó conmigo esa noche y durmió por trece horas seguidas.
Supe que fueron tantas porque aprendí algo de ella: ronca. Fuerte. Por sus
ronquidos, tardé una eternidad en poder conciliar el sueño. Pero le encontré el beat
romper el brazo de manera compuesta, en tres partes, para que mi madre pudiera
descansar por más de medio segundo, y abrazarse de mí casi trece horas. Fue una
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Junto a la pared del baño, recargada y perfectamente acomodada, estaba
una caja rectangular que llamó mi atención. Me invadió el peor tipo de curiosidad.
Era una caja simple, sin pretensiones. Atrapó mi mirada y desde que la vi, no dejé
de pensar en qué había dentro de ella… Al poco tiempo, entraron papá y Greg.
la noche, papá tomó la caja, que para ese momento ya me mataba de intriga.
sonrisa pícara.
- Podría estar peor… ¡pudo haber sido el brazo que sí uso!-, respondí,
escondido.
hombre.
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Que a los ocho años de edad mi padre me considerara “todo un hombre” fue,
para mí, un evento. Sentí mi pecho erguido como si se llenara de una emoción
caliente y en mi cara, sin poder evitarlo, se dibujó una sonrisa torpemente adorable,
que no podía ocultar, ni borrar. Era tan fuerte, ¡que mis mejillas terminaron dormidas!
me sonrojaba.
- ¡Ábrelo y ve!
Mi padre parecía un niño el día de navidad. Greg observó la escena con una
ceja arqueada.
Papá rompió la caja como si fuera él quien tenía ocho años, Yo le ayudé lo
más que pude con mi brazo bueno. La habitación estaba llena de una emoción
dentro.
¡UNA GUITARRA ELÉCTRICA! ¡La más bonita que habían visto mis ojos!
¡Una Epiphone Emperor li Joe Pass nuevecita! Era una dama de color ocre en el
centro que se tornaba más oscuro a las orillas, con suculentos y algo seductores
adornos dorados. Era una dama con filo, y mucha clase. Olía ¡increíble! mejor que
cualquier otro instrumento que haya tenido después. Para mí, toda guitarra quiere
prioridades cambian. Papá cambió sus sueños y la fama mundial por canciones
el físico, era yo el más parecido a mi padre, y así como amaba estar con él en el
las fiestas infantiles con mi maravillosa imitación de Michael Jackson. Papá decía
que yo era “entonado” y que tenía facilidad para la música y un excelente ritmo…
pero, ¿una guitarra? Mientras pasaba mis manos por el instrumento laqueado y
guitarra. ¡Debió haberle costado una fortuna! Las cosas se estaban poniendo serias.
Los siguientes tres meses los pasé con el brazo enyesado. Se suponía que
no debía moverlo o hacer cualquier tipo de esfuerzo con él, pero como los dedos sí
podía usarlos y estos técnicamente no son parte del brazo, aproveché ese tiempo
Aprendí todos los círculos que pude, agilicé los dedos casi a la perfección.
ocho y absorbía como esponja, la música era mi agua. Al poco tiempo, mi “Epi” y yo
éramos uno.
escuché todos los cassettes que mis padres guardaban en el ático. A pesar de que
me parecía el lugar más tenebroso de la casa, en ese tiempo me valía la pena entrar
ahí. Cada descubrimiento musical para mí era un tesoro; incluso, al verme tan
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contento y entregado, papá me regaló una tornamesa vieja, de las buenas, que a él
le había regalado mi abuelo; con el mismo entusiasmo, devoré todos los vinilos que
aún conservaba. Claro que en casa había uno que otro disco compacto, pero aún
cinta y el grano del acetato me volvían loco. Descubrí en ese entonces la magia que
Louis Armstrong, los Bee Gees, Queen, The Beatles, Elvis, ¡toda la buena música
de los ochenta, setenta, y décadas anteriores que podía imaginar! Era como un
bebé escuchando al mundo por primera vez. ¿Cómo no había yo descubierto ese
Estaba yo impaciente; ¡moría por ver si mi brazo aún servía! Quería rascarme sin la
necesidad de usar cualquier objeto que tuviera a mi alcance y quería, sobre todo,
saber cómo se acoplaría mi brazo a “Epi”. Cosas normales que piensa un niño-
músico.
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Papá y yo fuimos al hospital. Nos recibió mi madre. Tenía ese aspecto como
entró al lugar un médico al que mis padres trataban con familiaridad. Tomó una
yeso. Todo pasó por mi cabeza en ese momento: “¿y si me corta el brazo? ¿qué tal
que me rebana un dedo? ¿este señor sí sabrá cómo hacer este trabajo?” y, sin
planearlo y con toda la espontaneidad del mundo, dije,en voz alta: “planeo tocar
guitarra, Doc”.
Mi brazo parecía una pata de pollo mal nutrida, hueso cubierto de piel. Yo estaba
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El médico llenó a mis padres de recomendaciones y mandatos y mamá, papá y
yo regresamos a casa.
fue a la cocina. Suspiré, aliviado, al darme cuenta de que a pesar que el brazo me
dolía y el doctor recomendó no forzarlo las primeras veinte horas, ¡se acoplaba! No
Papá se sentó a verme. Cecil dormía en uno de los sillones, aprovechando todo
el tiempo que podía sin los llantos del bebé, quien dormía en su corral al lado de mi
- ¡Sólo toca!
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Sacudí mis manos y empecé a tocar lo primero que me vino a la mente, “Hey
Jude”, de los Beatles; toqué y canté la canción que más influencia tiene en mi vida,
estática mordiendo mis huesos y músculos. Lo ignoré y toqué. Cada nota, arpeggio,
melodía icónica… debo admitir que en ese entonces, no cantaba muy bien; era
entonado, pero todo salía de la garganta y, la verdad, me hacía falta practicar más
Fue el momento en el que todo encajó. Dicen que la vida tiene montañas y valles.
Aún no encuentro palabras para describir lo que sentí cuando al final, escuché
Todos reían. Cecil, quien despertó al inicio de la canción, solo atinó a decirme: “mira,
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Después de practicar y perfeccionar mi repertorio de diecinueve canciones e
impulsado, casi obligado por mi padre, tuve mi primer tour. Local. Nada exclusivo.
El lugar donde siempre toqué, donde era todo un Rock Star, era en el CEMETERY
gustaba el nombre. Y así, toqué y canté cada vez que pude, durante un año.
base mal puesto en la alfombra color café que tenía un chicle pegado que jamás
pudimos quitar y la enorme pecera que iluminaba todo el cuarto, solos Greg y yo,
escuchando Jimmy Hendrix después del colegio, tuve con él una de las
Sonreí.
- ¡No lo sé! Digo, me encanta esto, pero también me gustaría seguir los pasos
de papá.
- ¿De qué hablas? Esto es más increíble que estar todo el día en un barco
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- Sí, lo sé. Pero… ¿crees que pueda lograrlo?
lograr.
- Y, ¿si sólo les gusto porque soy un niño o porque son conocidos de papá? –
- ¡No digas tonterías! Todos sabíamos que esto pasaría. El único que se ponía
a cantar con papá desde los cuatro años eras tú. Es más, ¿qué te parece si
- ¿ De verdad?
- ¡Sí! ¡Pensemos! – Dijo él, mientras tomaba su cuaderno. - ¿Qué tal “Matt
Williams”?
- ¿El actor?
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- ¡Cierto!
para siempre.
- ¿STONE?
- ¡SUENA BIEN! – Dije con tanta emoción que me puse a saltar en el colchón
Y de ese día en delante, Mathew Williams dejó de existir y nació mi alter ego. Y
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TRACK 2
Era otoño del año 2002 y a mis quince años, lideraba, con mi mejor amigo de
la escuela, Raymond Ventura, nuestra primera banda: "The Misters“. Ray era de
ascendencia oriental, con el pelo extremadamente lacio, una pulgada más alto que
yo. Calzaba siempre unos Converse negros que juro que eran sus pies. Los dos
teníamos quince años y éramos fans de Frank Zappa y de una banda a la que
perteneció llamada “The Masters” –de donde copiamos nuestro original nombre-.
Ray tocaba la guitarra y hacía coros, yo era la voz principal y la armonía. Lo normal
prepuberto favorito: Joaquín García, trece años, batería; un galán rebosante, según
sus fans. Yo digo que era el fuego latino lo que de él llamaba la atención. Y al final,
Wallace Hunt, dieciséis años, amo y maestro del bajo y encargado de romper
estereotipos: larguirucho con lentes enormes, de fondo de botella, y con más dientes
en donde nos dejaran: concursos del colegio o festivales que hacían en la ciudad,
en su mayoría. Éramos más “callejeros”. El asfalto y una avenida cerca del puerto
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ganábamos lo usamos siempre para nuevo equipo. Dedicados y decididos,
Para ese entonces y apoyado siempre por mis padres y mi familia, aprendí a
tocar piano, nada complicado, lo básico, pero mi favorita seguía siendo Epi; ¡a esa
The Doors, Metallica, una que otra de Coldplay y otros grupos que iban agarrando
popularidad en aquel momento, pero los clásicos no los cambiábamos por nada. Y,
créanlo o no, ¡teníamos nuestros fans! Digo, eran nuestros amigos, los amigos de
En cada show, nos miraban un par de ojos azules color mar, que me
desconcertaban y me hacían sentir bien, del bien de tipo raro: intensos. Cada
concierto, esos ojos tomaban mi mirada sin soltarla. Llegó a tal punto, que cada que
castaño y ondulado, ojos grandes y hermosos que apresaban con su azul muy
intenso y esas pecas regadas que me volvían loco. Ella vivía en Birmingham,
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Inglaterra, cuando sus padres se divorciaron y su mamá, Vanessa Dimelow decidió
mudarse a Baltimore a vivir con su hermana. Eran tres en esa familia: su madre,
Mirella y su hermano mayor: Adam Collingwood. Pasaron siete años desde que ella
vivió cerca de mí y yo no la noté. Les digo, las hormonas, estaba hecho un desastre.
un juego de práctica.
cualquier forma, era mi mejor amigo y yo le seguía el juego. Joaquín, golpeando sus
- Ray, según la sagrada historia de las bandas, el vocalista tiene prioridad para
ligarse a fans…
granel!
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Wallace nos observaba, distante, con sus codos apoyados en las rodillas. Ray
- Como sea – dijo Ray, en un tono más serio. - El hecho es que esa chica
Ventura.
Un pájaro pasó volando demasiado cerca del campo y los deportistas gruñeron
asco que le dio la popó del ave en su uniforme. Todos miramos a Ventura,
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Después de los ensayos, entrábamos a casa de Ray y hacíamos flyers para
veces, hasta los policías –muchos de ellos amigos de papá-, nos ayudaban a
poco más de veinte personas. Era un día muy soleado y como el pasto del lugar
un lado del parque, perros que ladraban, un coche con algún tripulante tocando el
apagaba para poder tocar sin tanto escándalo. ¡Teníamos qué adaptarnos a lo que
había! Y así, entre el caos, mis ojos se encontraron a unos ojos azules conocidos y
comencé a temblar. Ahí estaba: ella. La causante de mis torpes afectos y fuente de
fantasías y acciones en privado. Nos veía muy atenta a nuestra música y sin
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- ¡Nada mal, chicos!
Nunca sentí mis rodillas tan débiles y mi cerebro tan idiota como en ese
momento. Aún ahora, recuerdo el color de esa dulce voz y se me pone la piel de
gallina y sin tener obsesión alguna con el pasado, recuerdo ese momento como uno
como actuar, qué decir. ¿Dónde pongo mis manos? ¿Qué le digo? Comencé a sudar
frío y a temblar; y con la voz más tonta e insegura realicé la pregunta menos
masoquista…
Me hice el sorprendido. Aunque obvio sabía que ella estaba en todos los
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- ¡A… ah! ¿De verdad? Y… aquí entre nos, ¿qué se siente ser masoquista?
- No está tan mal, ¿sabes? Te acostumbras-. Sus ojos se encontraron con los
míos, y su tono cambió, más privado, más suave. -Creo que ya me volví su
- Mirella… Mirella Collingwood – dijo ella, sin hacerse hacia atrás ni apartar su
- Mu… mucho gusto – créeme que sí, lindura, ¡el gusto es todo mío!, pensé –
Yo soy…
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pasaban en la escuela. Tardé en recuperarme unos veinte segundos y mi voz,
- Ju… ju… ¡Jude está bien! – Salvé la situación con una risita entre nerviosa y
pícara y rasqué mi cabeza. Ella sonrío, dando otro paso más hacia adelante.
- Invítame a salir – dijo ella. Yo sentía su calor y su tono parecía un poco orden,
Sonreí; no sabía qué podía sonreír de ese modo mientras en mi cabeza las ideas
volaban y mis piernas dejaron de temblar. Tardé varios segundos en respirar normal
- Muy bien, Mirella, la fan número uno y masoquista, ¿te gustaría salir
conmigo?
Sentí las miradas fulminantes de los chicos que con toda intención recogían el
equipo con una lentitud que nunca antes tuvieron. ¡Nadie dábamos crédito! ¡Me
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- ¿Conoces los helados de Freud? -, me preguntó, con sus ojos azules bien
- Sí…
- ¡Perfecto!
- Mañana, ¿a las cuatro está bien? -, dije yo, un poco más tranquilo, fingiendo
- Es una cita.
Ella dio un paso atrás y yo vi sus mejillas, rojas como las mías. Lanzó un guiño
de milagro!
Los chicos se acercaron con la misma cara de incredulidad que yo tenía; cuatro
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- ¡¿Una MUJER te acaba de invitar a salir?! – preguntó Joaquín, sorprendido
brusca hacia delante. - ¿Lo ven? La ley del vocalista de la banda de Joaquín
¡es cierta!
No dije más. Encogí los hombros, di media vuelta y seguí recogiendo el equipo.
Regresé al CEMETERY OF DREAMS a eso de las seis. Corrí dentro del buque,
- ¡PAPÁ! ¡PAPÁAAAAAAAAAAAA!
Gritaba yo, extasiado. Hacía ruidos muy raros, como perico loco, desquiciado.
- ¡PAPÁAAAAA!
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Mi padre se asomó de un camarote y corrió a mi encuentro tan pronto como
pudo; la cara roja y los ojos abiertos me mostraron que mis alaridos lo espantaron.
- ¿Tú….?
- ¿Ajá?...
- ¡MUY BIEN HIJO!... Oye, espera… ¿no es esa la niña de la que siempre
hablas?
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No era un secreto que ella me gustaba; toda mi familia notó mi nerviosismo antes
- ¡SÍ! – Grité yo. Sin poder contener la emoción. - ¿Qué me voy aponer?
¿Crees que Greg me preste una de sus lociones? ¡¿Debo llevarle flores,
y con voz calmada y seria, como el experto que era en menesteres de hijos
dijo:
- Hijo, te daré dos consejos: primero, sé tú mismo y segundo, las niñas pueden
horas.
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Creo que el segundo consejo era una broma, no estoy seguro, tenía demasiadas
George me observó y dedujo lo que estaba pensando: “¡no estoy yo para bromas!”.
cantarle o escribirle una canción… ya sabes, ¡usa tus ventajas!-. Palmeó mis
Juan!-.
Asentí antes de irme. Estaba muy contento, ¡flotando! Incrédulo. Llegué a casa
tan pronto como pude y les conté a Greg y a Cecil; mamá también escuchó algo,
cuenta, por la cara de hastío de mis hermanos, que tampoco podía hablar de otro
molesto.
Esa noche, escribí una canción, “Tres horas”; fue fácil escribirla, no sé si escribir
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Al día siguiente, regresé del colegio a la una de la tarde a prepararme para mi
cita. Estaba ansioso, emocionado. Greg llegaría en una hora para cuidar a Carl,
quien a pesar de que ya tenía dos años más de los que tenía yo cuando me
a demonios que parecían títeres, con un soundtrack rockero, más pegado a metal
juego divertido. De pronto, mi hermano, sin poner pausa, volteó a verme y me dijo:
- ¡Hey Carl, lenguaje! – dije sin levantar la cara, fingiendo estar concentrado
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después de un concierto, y n o e s m i n o v i a -, dije, partiendo en sílabas
- ¡AJÁ! Yo sólo tengo diez años y soy pequeño aún… qué sé yo de la vida y
comenzó a reírse.
pistola.
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- Sí, bueno… - observé el juego y el nivel que no podía superar y recordé que
el genio de mi hermano odia perder a nivel ¡enfermizo! - ¿Sí sabes que yo,
Carl volteó a verme con ojos fulminantes. No le hizo gracia. Sabía que le había
tirado una carnada y él la había tomado con gusto. Con la sonrisa Williams dibujada
en mi rostro, pregunté: — ¿en serio quieres hacer esto? —. Sin respuesta verbal,
me lancé sobre él y le hice cosquillas hasta que ambos rodamos por el piso. Los
dos reíamos fuerte, cuando nos dimos cuenta que Cecil se encontraba observando,
recargada en la puerta.
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- No, no. Sólo iremos a comer helado —respondí mientras me arreglaba la
—.
Como respuesta, dibujé una sonrisa antes de salir del cuarto de Carl. Ella
nunca llegó, pero como Cecil estaba ya en casa, decidí irme. Salí de casa con trece
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dólares en la billetera, que en esa época, para mí, era mucho dinero. Pensé que ya
era tarde y apuré el paso. Llegué una hora más temprano de lo planeado.
Dando vueltas por Inner Harbor, planeando discursos y frases coquetas, la vi.
Todo se me olvidó. Ella vestía un short negro y una blusa rosa. Saludó a lo lejos,
Nos encontramos a mitad del camino y nos saludamos con un beso falso en las
que tenía un zapato en la boca… ¡torpe de mí! Ella sonrió, sonrojada… calmó
mi nerviosismo.
Ella eligió primero, vainilla con chocolate; yo, fresa. Sentados en una banca
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nuestro momento rom-com, de esos que sólo pasan en el primer acto de películas
de Hollywood. Una comparación algo acertada. En fin, le conté mis dos anécdotas
más grandes: cómo nació Jude Stone y el brazo roto. Ella me contó sobre su familia
y sus propios accidentes, como el que sólo llegue a conocer como “el pie de crema
El tiempo se fue rápido; de pronto, eran las ocho y media de la noche; estaba
minutos hacia su casa en S. High St. #13, esquina con Watson St. Nada cerca de
casa; una casa bonita, similar a la mía. – Lo pasé muy, MUY bien. ¿Tú?-.
- ¡También yo!
- ¿Lo suficiente para hacerlo costumbre? ¿Todos los martes, a las cuatro?
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Me miró fijamente; yo no aparté mis ojos de los suyos y tomé su mano. Ella
sonrió y se acercó a mí… me quedé impávido y sentí cómo besó mi mejilla derecha,
Llegué a casa a las 9:30. En el lado positivo, seguía con la cabeza en las nubes
y casi flotando por encima del suelo. En mi mente, había trascendido los límites de
los mortales porque le gustaba a la chica que me gustaba. Por el otro lado, el sermón
donde el soldado está detrás de líneas enemigas, rodeado, con sólo la foto de su
balbuceos.
ensayar con The Misters, pero lo que más me dolía era no poder ver a Mirella los
días que habíamos quedado. Con Ray de mensajero acompañado de Wallace quien
verificaría que ella la recibiera, le hice llegar una carta donde expliqué la situación.
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Me respondió al día siguiente con un lindo mensaje: “perdón si te metí en problemas.
Creo que debemos hacernos mejores amigos del tiempo la próxima vez. Recuerda
que vuela cuando la pasas tan bien. Besos, Mirella”. Me había sacado la lotería al
Siempre esperábamos a que oscureciera un poco para ver las estrellas y platicar,
lugar, una pequeña colina en el medio del parque que parecía sacada de algún
estrellas, recostados en el pasto. Reíamos por algo tonto que alguno de los dos dijo
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Sólo salió. No lo pensé. Sentí un vacío en el estómago y mi corazón se desquició.
Ella guardó silencio unos segundos que para mí fueron eternos… estaba
relación que teníamos… de pronto, ella volteó hacia mí… tomó mi barbilla con su
me besó! Sus labios eran suaves, guías absolutas de esta nueva aventura.
flotando entre las nubes, a la mía. Saludé a mis hermanos, a mis papás, y fui a mi
cuarto; ¡tenía que escribir! Tres horas ya no era suficiente para Mirella, necesitaba
escribir… en menos de una hora, compuse la canción que años después fue mi
primer (y según los críticos, mi mejor) sencillo: Beneath the Stars. Apenas terminé,
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- ¿Y dices que la escribiste tú?- dijo, mirándome por el rabillo de su ojo.
- Sí.
de frente.
- ¡No! ¡La acabo de escribir! – dije al tiempo que sacudía mi cabeza de lado a
estoy casi seguro que no te imaginas lo que te espera, pero tienes talento,
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¡Qué pregunta! Desde hacía tiempo yo sabía a qué quería dedicarme el resto de
- Para lo que valga hermano: estoy seguro que lo vas a lograr. Tócala de
Esa noche, dormí contento, con los ánimos hasta el cielo. Greg siempre fue
honesto conmigo. No sólo decidí de manera formal el rumbo profesional que tomaría
mi vida sino que ¡tenía novia! Imaginé con ella, con sus ojos azules, que yo llenaría
estadios y sería una leyenda, inspiraría a otros para seguir sus sueños. Me
Un año después, Mirella regresó a Londres con su familia, y dejó Baltimore atrás
junto con mi corazón roto y la canción más personal que escribí y que cambiaría mi
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TRACK 3
El 2008 fue un año cargado de presentaciones. También fue el del final para
“The Misters”.
Vamos en orden. En esos tiempos, teníamos más shows que cualquier otra
banda local; nos presentábamos todo el tiempo en el Current Gallery. Tan populares
producíamos nuestros demos; no era el mejor equipo del mundo, ni siquiera el mejor
mejor fiesta del año! Alquilamos una bodega cerca del puerto y, por la noche,
gente y fans por todas partes. Invitamos a otras bandas a tocar y cerramos nosotros,
Baltimore estaba ahí. Era ¡genial! Pero a pesar de la alegría y emoción del
parada allí, mirándome, cantando entre el público. Imaginaba verla, por segundos,
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en cualquier mujer que pasaba… me aferraba al pasado, me costaba trabajo dejarla
Tan grande era la fiesta y tanto alboroto hizo en Baltimore desde semanas
musical. El más importante era, sin duda alguna, Louis Madisson: “Midas”. Le
amigo de Greg de nombre Thomas Crew, me avisó que el Rey Midas quería
conocerme.
Louis era un hombre como de mi estatura, con poco cabello sin llegar a ser
calvo, un color de piel muy rosada y ojos café claros. Todos los que de alguna
todo el mundo en el medio; trabajó con artistas como Foo Fighters, Christina
industria, se contaban historias del gran “Midas”. Una de las más famosas era que
él puso a Blink 182 en un escenario por primera vez. Me sentía intimidado de tan
sólo estar parado a su lado… ¡no podía creer que él estaba en MI fiesta!
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Thomas me llevó de la mano hacia donde Louis y Greg estaban platicando y
tomando un trago. En el trayecto, unos fans me pidieron fotos, así que me detuve y
dejé que las tomaran mientras sentía los ojos de Lou observándome. Sentí que mi
entrevista comenzaba ahí. Al llegar, extendí mi mano y fingiendo una seguridad que
no tenía, me presenté.
- Así que tú eres el famoso Jude Stone – dijo él, en un tono sarcástico. - ¡Por
conocerme, sino evaluarme, como era ¡o b v i o! ¡No se ganó el apodo de Midas por
nada! Después de una larga charla y unos cuantos tragos, prometí que no hablaría
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con nadie de nuestra entrevista, preocupado, entre otros asuntos de
confidencialidad y esas cosas, porque yo era menor de edad. Cerró nuestra charla,
Antes de subirse a su coche, sacó su tarjeta, me la entregó y con voz firme, dijo:
- Mira, Jude, seré franco y directo: iré a los Los Ángeles en unos cuantos días
y quiero que vengas conmigo. Escuché tus “demos”, vine hoy a verte y
- ¡CLARO QUE SÍ LOUIS! Le diré a los chicos y arreglaremos todo para irnos,
sé que…
muy, MUY serio, casi imperativo. – No dije “The Misters”. Dije que TÚ tienes
mucho potencial -Se hizo un silencio incómodo que duró unos segundos.
- Piénsalo.
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Y así, Louis Madisson entró a su elegante y muy caro auto, cerró la puerta,
arrancó y se fue. Me dejó atónito, inmóvil, mirando la tarjeta color blanco marfil que
sostenía en mis manos como si fuera un tesoro, pensando en una de las decisiones
- ¿¡CÓMO TE FUE?!
Baltimore era rutinaria y monótona. Desde hacía algún tiempo y a pesar de todas
las presentaciones que tenía con mi banda, me sentía atrapado en una burbuja
donde la creatividad y los sueños morían poco a poco. Cada día lo mismo: ensayos
parte, los mismos fans de siempre y la ausencia de sus ojos azules entre el
público… mis sueños estancados en esa bahía, día con día. Incluso mis visitas al
CEMETERY eran cada vez menos frecuentes, aunque no perdía contacto con papá.
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- Bien -. Le respondí, en tono cortante. – Pero no quiero hablar de eso. ¡Esto
Greg me conocía. Supo por mi cara y mi actitud evasiva que algo había pasado
en mi conversación con El Rey Midas, pero guardó silencio y, como el buen amigo
- Entonces… ¿nos dejas? -. El tono de Ray era serio, distante. Sus facciones
duras.
- Jude – retomó la palabra Ray, calmando los ánimos - todo ciclo termina.
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vida; ninguno tenemos el talento que tú tienes. Si hoy, como regalo de
desperdicies…
fue necesario dar más explicación. No fue necesario decir que esa, había sido la
ves futuro en mí, sería fabuloso trabajar juntos Te veré pronto. Saludos, Jude Stone”.
letrero que decía “JUDE STAIN”. En ese momento, me di cuenta de que esto era
real, aunque escribieran mal mi nombre –error que por cierto, no volvió a suceder
52
Caminé con él hacia la entrada del aeropuerto, donde me esperaba un auto gris
nuevo; parecía que recién había salido de la agencia. Me subí. Fuimos a Sound City
Studios, un lugar que sólo había visto en documentales. Jamás imaginé que un día
estaría ahí, ¡era un sueño hecho realidad! ¡Nirvana grabó Nevermind en ese lugar!
¡Queens of the Stone Age, Neil Young, Metallica, Johnny Cash! Era ¡increíble!
Sentía una emoción que aún ahora no puedo describir… después de unos minutos
de estar anonadado e incrédulo, vi a Louis que salió de una sala de juntas con una
dirigía adentro. Sólo pude asentir. — ¡Vamos! ¡Cierra la boca muchacho! ¡Vas
a empezar a babear! —.
mis estudios una vez transferido a LACM1. Lou y la disquera, me dijeron que era
indispensable tener una educación formal si quería ser de los grandes. Incluso el
1
Los Angeles College of Music
53
Rey del Pop sabía de ballet, tap y muchas disciplinas más de baile. La disquera y
veces me invadía la añoranza y el sentir que de una u otra forma, por seguir mi
sencillo sería “Beneath the Stars”, una canción romántica que de seguro sería un
éxito con las jóvenes en el verano y homónima al disco. Según los expertos, era
inmediato.
54
Un mes después, el 25 de Junio del 2009, el Rey del Pop, Michael Jackson, fue
alcanzó el número uno en Billboard. Sin yo saberlo, el Rey mismo me dejó pase
vivía en el aire. Los aeropuertos eran casi mi casa; perdía constantemente la noción
del tiempo, me costaba trabajo saber qué día era y, en ocasiones, todo pasaba tan
de prisa que no lograba distinguir las estaciones del año. Cada lugar que iba, la
gente gritaba por mí y conocían mi nombre. Yo era una estrella. Esto era la codiciada
divertidas.
55
Dos sillones situados frente a frente (aunque presentados en tres-cuartos), una
pantalla atrás y una decoración para dar una sensación abierta, de hogar en la
me di un aplauso juguetón. Una de las lecciones que Louis más se esforzó en que
la verdad es una sensación muy extraña, eso de pisar un lugar y tener a fans
56
- ¿Pequeño?
- ¡Sí! Pequeño… imagina que eres yo y que todas esas personas te escuchan
y toman lo que dices en serio. Hay jóvenes que intentan imitarte, y hay otros
nuevo-. - Me hace sentir pequeño… siento que aún tengo mucho qué
trabajar-.
La conductora asintió y el público escuchaba, atento. Sentí que lo que dije fue
poner los codos sobre la mesa, masticar con la boca cerrada, ser tú mismo y
no comprometer tus valores, tratar como quieres que te traten, etcétera. Pero,
- ¿En serio?
57
El público se rio, yo me reí y el resto de la entrevista estuvo repleta de anécdotas
menos pesadas. Resulta que tenía un buen ritmo en las entrevistas, según Lou.
ventas de ambos álbumes rompieron todos los records, hasta hacíamos bromas
que la RIAA2 pronto tendría que inventar un nivel más que el Diamante.
A mis 22 años, tenía nueve Grammys en mi haber y más conciertos de los que
puedo recordar. A la mayoría de las personas esto les podría sonar a una pesadilla:
estudios; pero yo amaba todo ese alboroto. Cada parte de mis días los disfrutaba al
máximo, conocer tantos lugares, ver lo que mis canciones causaban en las
personas, todo era increíble. Lo que me parecía curioso es que mientras más dinero
ganaba, menos me tenía que preocupar por gastarlo. A cada restaurante que
íbamos el gerente nos despedía con un típico “cortesía de la casa Sr. Stone”; cada
que llegábamos a los cuartos de hotel había algún lujoso regalo. Una vez, ¡me
2
Recording Industry Association of America
58
regalaron una consola de video juego que ni siquiera salía al mercado aún! Viviendo
así y sin contar impuestos, ¿en qué momento iba a gastar todo lo que ganaba?
todo se redujo al mismo sitio con las mismas preguntas de siempre. Mis respuestas
televisión. A Carl y Cecil gritando eufóricos mientras mamá los callaba, a mi papá
sonará raro, pero sentí de pronto que mi vida estaba convertida en una prisión de la
cual no quería salir, y cada acto criminal que cometía sumaba más y más años a
mi condena.
Un día, el avión privado en el que ya volaba porque era imposible para mí volar
en línea comercial, aterrizó en Europa. Era la primera vez que visitábamos aquel
continente y tocaba dar una serie de conciertos que eran parte del Tour “Closer to
You”. Conocí Francia, Italia, Bruselas, Madrid, Barcelona y sólo faltaba Londres. Un
59
aquí? ¿Irá al concierto? ¿La veré? ¿Se acordara de mí?, preguntas de ese tipo
dentro de mí. Mirella Collingwood, la chica de mis sueños, el amor de mi vida, ¿qué
si lo veo de otro modo, dándome pie a que contestara qué era lo que me
- Bien, bien, un poco nervioso — dije, a medias, con mis piernas temblando
en el que nunca hemos tocado, pero bien. Digo, hasta hoy Europa ha sido
increíble, ¿no?-.
- Sabes a qué me refiero — continuó él, dando vueltas a las páginas sin voltear
a verme. Puedo jurar que no estaba leyendo nada. Y si mis nervios lo habían
- ¿Cómo crees que me siento? — repliqué, casi levantando mi voz más allá de
un gruñido. La frente me sudaba y movía las rodillas tan aprisa, que logré
60
aparecer debajo de las nubes. —No puedes perder el control de esta manera,
¿ok? Darás un gran show como siempre y listo. No hay nada más, no hay
destino para completar la gira; todo será tan rápido que apenas te darás
cuenta de que estuviste aquí. Así que, ¡calma! En este negocio, no queda
- No puedo evitarlo, Lou. La verdad es que nunca dejo de pensar en ella, así
que estoy aquí? ¿Sabrá del show de mañana? ¿Se habrá casado? ¿Tendrá
alucinógenos. Nunca los comí o probé, pero de haberlo hecho, seguro así se
Hotel? Igual eso ayuda a que te distraigas. No sé a ti, pero el jetlag aún me
está matando y me caería muy bien un masaje, de esos con velas y aroma-
mala su idea.
61
Cuando salimos del aeropuerto, no podía creer lo que estaba presenciando: un
mar de personas estaban gritando tan fuerte que no alcanzaba a escuchar nada de
lo que me decían los de seguridad que iban a mi lado. Los fans parecían lluvia
torrencial golpeando violentamente contra una lámina de aluminio. Decir que era
una locura hubiera sido no hacerle justicia a la situación; nunca había cantado en
Caminaba entre tres gorilas que la disquera puso a fin de protegerme de los fans
más entusiastas, esos que sin quererlo llegan a ser violentos. La verdad es que
esos escoltas me daban más miedo que la multitud: empujaban de forma grotesca
cabeza en puré. A su vez, no podía evitar voltear a donde estaba toda la gente de
vez en cuando, buscando aquella cara entre flashes, letreros gigantes, gritos,
a su madre. Como había prensa, me tomaron esa cara, y nunca pude ni quise
explicar en futuras entrevistas… fue mucho tiempo motivo de burla. Los medios:
implacables.
golpearla y de gritar tan fuerte que parecía que iban dentro con nosotros. Era
62
espeluznante, y creo que nunca llegué a tolerar del todo a aquel caos. A mi lado
hermosura de todas las latinas del mundo, los ojos más coquetos que vi en mi vida
y ese enorme pelo rizado con el que luchaba todos los días. Ella estaba inclinada
hacia atrás, se tapaba los oídos y cerraba los ojos con demasiada fuerza. Letty
Por fin llegamos al hotel, uno de los hoteles más lujosos en el que había estado
un riñón. Sentía que caminaba con un letrero que decía “El famoso Jude Stone”
Letty. Todo dentro del mismo hotel sin necesidad de salir a la calle, lo cual era
pero la gente se abarrotaba afuera como si estuvieran regalando dinero. Fue una
terapia. Creo que mi apego yacía en que ella se había convertido en mi conexión
con casa.
63
- Jude, mañana es el día más pesado.
Letty repasaba las actividades del día del show mientras cenábamos en la zona
- ¿A qué hora salimos? — le pregunté, con la ilusión de que fuera lo más tarde
posible.
limpiaba su boca antes de beber un poco de su copa de vino. Eso era justo
quien se fue a su cama. No sé si ella se durmió rápido, pero yo me quede poco más
de una hora con los ojos bien abiertos, simplemente contemplando la lujosa
64
habitación. Parecía que cada que un huésped la desocupaba cambiaban incluso el
papel tapiz de las paredes. Todo parecía nuevo. ¿Lo mejor? el mini bar tenía todo
fue la excepción: soñé estar con él, parados en la proa del CEMETERY. Los dos
- Sí, Londres. Pa, todo ha sido demasiado rápido, ojalá estuvieras aquí para
verlo.
una cabina. Luego otra. El cielo se volvía gris. El mar comenzaba a hervir. ¿¡Qué
pasa?! ¡Qué está pasando!, gritaba mientras todo a mi alrededor se volvía una
poco, deshaciéndose cual pintura puntillista que rodaba hacia a mí. Su cara se
desmoronó como duna. La alarma enmudeció en agonía. Quise correr hacia él, pero
conocía de él se convertía en algo gris, sin facciones, sin detalles; sin rastro
alguno de vida.
- ¡Jude! —, gritaba Letty, más fuerte que el sonido de la alarma en mis sueños,
66
Abrí los ojos con una bocanada de aire y sudor frío empapándome.
- ¡Estoy bien! Estoy bien. Ya.… ya me desperté —, dije, con voz seca y
jadeante. Banda dentada. ¿Qué tenía que ver una simple banda dentada en
esa… pesadilla o lo que fuera? Tal vez el alcohol caro me hacía alucinar.
Aquel día comenzó con sobresalto y caos, y todo me indicaba que seguiría así:
asomaba de repente entre aquella gris mañana, y el viento era frío. Un día muy
Inglés, pero no por eso menos brumoso. Las entrevistas se me hacían eternas y el
camino de un lugar a otro y las chicas que nos perseguían por toda la ciudad lo
hacían intolerable. Las primeras veces el caos me parecía gracioso, pero a estas
Por fin, llegamos al lugar del concierto, el majestuoso “The O2”. Un lugar
que ¡todos los boletos se habían vendido! Ya había hecho conciertos masivos; ya
había estado parado ante multitudes grandes, pero seguía pareciéndome increíble
cómo podía reunirse tanta gente en una ciudad en la que jamás había estado, sólo
faltaban algunos detalles para realizar mi prueba de sonido. Montar las gigantes
pantallas que volaban encima del stage, tanta gente coordinando mil cosas al mismo
tiempo, repasando visuales una y otra vez. Era un arte lograr que todo saliera bien.
pareció injusto que los aplausos me los llevara yo, habiendo tanta gente detrás de
mucho esfuerzo.
Terminé mi prueba de sonido; sólo quedaban cosas para las que no necesitaba
volver a cantar. Estaba parado frente al escenario, viendo cómo ponían las últimas
- Hola, famoso.
Apreté la botella de agua que sostenía en mis manos tan fuertemente, que derramé
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y romper la ilusión. Tras unos instantes, junté el coraje suficiente y logré que mi
Todo se detuvo por un segundo eterno. Creí haber olvidado esa sensación de
presencia y su voz tenían una familiaridad y sencillez, sin pretensión alguna. Verla
su cálida piel. Pero me detuve. Fue ella quien agarró mi mano y comprobó que no
era un sueño.
69
- ¡Mirella! — exclamé, tomándola en mis brazos. No medí la fuerza del abrazo
en sus brazos.
- ¡Creí que jamás volvería a verte! ¡¿Cómo… ?! Espera, ¿cómo lograste entrar
Tenía muchas cosas que platicarle, pero la parte lógica de mi cerebro, que
actuaba cuando quería, hizo hincapié en que, en teoría, el O2 debía estar cerrado
para todo público. Sólo miembros del staff podían entrar. Y, créanme, Mirella no
70
Podía sentir, detrás de mí, en el escenario, a Louis haciéndose el despistado.
- Oye, sí sabes que hoy es martes y son las cuatro, ¿verdad? Sé que estamos
Y así, viajé en el tiempo; siete años atrás. Ahí estaba ella, frente a mí una vez
71
Ahí estaba una mesa dispuesta para dos. ¿Lou? ¿Letty? ¿Ambos? No podía
explicármelo… no hacía falta. Daba miedo lo bien que esos dos me conocían.
Logré relajarme y la cena pasó de una forma agradable, tranquila, familiar. Había
olvidado que rápido pasaba el tiempo a su lado. Platicamos siete años de nuestras
vidas mientras comíamos. Me contó que su madre se había vuelto a casar pero que
no sentía que estuviera funcionando tan bien; dijo que Adam, su hermano, acaba
Nunca dejé de hacerlo, y su mano en la mía me dijo que ella me amaba a mí...
Esa noche, di el concierto más espectacular de mi carrera. Todo fluyó con tanta
facilidad y energía que logré hacer lo más difícil que cualquier artista puede lograr:
hacer que el público sintiera que ese show no había sido ensayado.
72
- Jude… esto es un “adiós”… sí lo sabes, ¿verdad? -. Pude sentir sus lágrimas
pecho, sus lágrimas corriendo por sus mejillas. – Aún no es nuestro tiempo…-
, añadió.
verdad. Ese estilo de vida mío tan lleno de caos y ella, buscando una maestría.
conciliar el sueño, mirándola dormir, hermosa, bella como me pareció desde la vez
73
Preparábamos lo último en el lobby del hotel, antes de partir al aeropuerto.
Mirella hablaba con el equipo y ayudaba a subir las maletas en los camiones y en
estábamos a toda prisa. Pálida. Pasaba su mano frenéticamente por su cabello, tic
- Jude…
lugar apartado, sin gente, y me dio la noticia. No sentí nada en un principio… luego
vida.
cadáveres ni el buque mismo. Creen que fue una tormenta. Se estaba preparando
74
Jamás imaginé que el regreso a mi tierra fuera tan lúgubre. Mis hermanos, al
a Cecil y a Carl llorando afuera. Yo, me quedé ahí. Dentro de la ornamentada iglesia,
Siempre he pensado que hay varios tipos de dolores. Desde los que te hacen
gritar en agonía o sólo sentirte incómodo, hasta los que te tumban y te hacen sentir
como si te costara trabajo respirar, porque hasta el aire duele. Pero lo que sentía,
triunfaba en todo tipo de dolor o pesar que pudiera sentir. No sentía nada más. No
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Caí en la cuenta de mi soledad. Vivía en un mundo ajeno al de mi familia y a la
chica que amaba, eran pocas las personas que me conocían más allá de “el famoso
Jude Stone”; quienes se me acercaban iban por mi fama y dinero la mayoría de las
Estaba sentado en una iglesia vacía, solo, llorando en silencio por el padre del que
mundo en el que vivía tenía para mi pena. Pocas horas después de aterrizar, tuve
una entrevista post-tour. Fue en un estudio de una cadena que nunca me gustó y lo
afectaría mis planes para el siguiente sencillo. Todos los días, insensiblemente y sin
76
TRACK 4
Aún ahora, cuando cierro mis ojos, puedo recordar todo: revivir cada detalle.
terminando de preparar hasta el último detalle del stage. Producción, staff, afinando
guitarras, colocándome los inears. Y ahí estoy yo: en medio de toda esa tormenta
y hacer lo que hago casi todos los días: cantar… las notas se han convertido en mi
aire.
volvían más severos; tenía ataques de pánico, a veces justo al terminar un show. El
77
desvelo comenzó a afectar mi postura y temperamento; todo se convirtió de pronto
Extrañaba poder ir al cine sin tener que tomar en cuenta miles de protocolos de
seguridad; ir a un restaurante por una hamburguesa sin que ésta se enfriara por
fans que no entienden el concepto de privacidad; anhelaba caminar por la calle sin
maldito recuerdo de una vida normal. Pasaban meses, incluso años sin ver a mi
familia, gracias a dios por los teléfonos celulares. Pisar Baltimore se había vuelto
literalmente imposible. Lo que soñé tantos años, todo lo que desee por tanto tiempo
querer ser el artista más grande de todos los tiempos, no quedaba nada. De mí,
quedaba el cínico que constantemente pensaba en todas esas personas que darían
sus vidas por probar lo que yo vivía a diario, por entrar a un mundo del que yo quería
salir. Odiaba mi fama. Me sentía hastiado, aburrido, harto de esa vida… y aunque
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Desde tiempo atrás, más de un año, en cada concierto que daba, a cada
lugar que iba, estaba un hombre que atrajo mi atención. Era alto, entre los 35 y 40
años, usaba lentes para ver, tenía una nariz aguileña inconfundible; vestía siempre
un abrigo negro con franjas cafés a los costados y un sombrero del mismo color
ese sujeto. Y a pesar de que tenía algunos fans mayores de cuarenta, él era
despediría, por un tiempo, de los escenarios. Parar un poco el ritmo, preparar nuevo
álbum. Muchos shows, entrevistas, meet and greets… ¡aquello era exhaustivo! Sólo
79
- Mmmmm… creo que tiene poco más de un año sin faltar a casi nada —
risa burlona.
Lo miré con una cara seca, lentamente dejando aparecer una sonrisa.
- Eres un idiota... más bien ¡tú dime! ¿Por qué caminabas raro el otro día eh?
Descansa Jude.
- ¡Descansa!
80
- Te quiero amigo
- Oye… ¿Lou?
- ¿Sí?
- Deja de meterte sexualmente con mis fans para que puedan conocerme.
- ¡Ja! ¡Idiota!
Lou cerró la puerta mientras yo me quedé con una sonrisa burlona pintada en
mi cara. ¡Si tan sólo me sintiera así de calmado por dentro! A pesar de la distracción
por parte de Lou, no podía evitar dejar de pensar en ese hombre, fan o yo qué sé.
Verlo con tanta frecuencia, en tantos lugares, me hacía sentir como el blanco
el inicio del fin para la gira actual. Mi cara en aquellas entrevistas se veía un poco
ida y demacrada por la falta de sueño, sin mucha expresión. A menudo los
escapado un poco de mi rostro. Letty se daba cuenta de todo y no sólo sabía cómo
me sentía en todo momento, sino que actuaba para ayudarme; era como si
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Los sueños con papá se volvieron continuos: los cataclismos en el CEMETERY
que no podía descifrar, la pregunta que él me hacía siempre sobre la banda dentada
del motor 2, todo el sin sentido de ese momento onírico. Seguro todo eran palabras
y miedos que aprendí y tuve de niño yendo tanto a aquel barco, pero nada explicaba
ese momento en que todo implotaba y se venía abajo. Mi único enlace con la
Supe por ellos que Carl no salía de casa: se la pasaba con su novia. Greg y su
mujer planeaban tener un hijo; Mi mamá estaba bien. Superó el luto y dejó de
trabajar tanto. Ella y Carl se peleaban, pero nada alarmante o que necesitara
intervención profesional. Cecil hacía su vida, más distante, un poco más alejada.
Mi relación con Greg aún era buena. Él sabía qué sentía, aunque no lo dijera, y
atinaba a decirme:
- ¿Por qué no lo haces? Olvídate de todo por un tiempo, descansa. Deja que
tus fans te extrañen. Así vuelves con más ganas. Tienes casas aquí en
- Un contrato no es cosa fácil Greg. Aún tengo fechas que cubrir y están
82
Lou está intentando conseguir más de seis meses de descanso… eso sería
fantástico.
- Si es tan difícil salir de un contrato, seis meses es más que suficiente, ¿no?
Sólo aguanta un poco más, termina esta gira, luego descansas un tiempo y
Charlamos por espacio de una hora. Era muy bueno para mí escucharlos a
conocían. Lou quería lo mejor para mí, Letty también, pero sólo mi familia sabía qué
decir y cómo decirlo. Esa noche dormí tranquilo, incluso no recuerdo haber soñado
con papá.
esta visita. Nueva York, La Gran Manzana, uno de mis lugares favoritos. Aún en mi
parecía un loft, decorado humildemente: como casa. Pagué una fortuna para lograr
tenerlo así: ese departamento era el sueño de todo soltero. Desde las fiestas que
83
hice ahí, hasta los momentos tranquilos, me encantaba ese lugar. Era mi casa fuera
de casa.
- Amo Nueva York — le dije, lanzándome al sillón de la sala, subiendo los pies
a la mesa.
- ¿Está todo bien? Has tenido esa cara todo el día, Lou, ¿qué pasa? —me
No había necesidad de que dijera más. Supe que algo terrible estaba
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Alguien chocó en la calle, afuera. Adentro, todo eclosionó. No podía parpadear,
estaba inmóvil, mis ojos se llenaban de lágrimas, sin poder evitarlo. Había lumbre
mente.
- Dijiste que no, ¿cierto, Louis? -. Me sentía cada vez más alterado. Mi mirada
- ¡¿De qué carajos me sirve tenerte como manager si no vas a abogar por mis
angustia.
85
Olvidé que también Lou pasaba por tiempos estresantes.
que les importa es que siga teniendo éxito tras éxito, ¡a nadie le importa cómo
cumplirás con el contrato; diles por donde se pueden meter sus opiniones.
¡Eres un imbécil!
Nuestro tono había subido más y más. Nuestros gritos se escuchaban en todo
frustrado, con ganas de mandar, de una vez y por todas, mi carrera al carajo.
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- ¡No puedes decirme que es tan difícil conseguirme, a MÍ, la más grande
para perjudicarte.
- ¡Tú no serias nada sin mí! Sin mí, ¡no tendrías nada! Estabas en descenso
cuando te conocí ¿¡“Rey Midas”!? ¡Ja! ¡Yo le regresé el peso al nombre Louis
Continué disparando una serie de insultos cada vez más hirientes, por algunos
minutos.
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- Jude -, dijo él, sereno de nuevo. - Escucha por favor lo que me estás diciendo.
Guardé silencio. Tomé mi abrigo y mi bufanda, caminé hacia la puerta aún muy
enfadado y vociferé un último “maldito inútil”, sin saber si era dirigido a él, o a mí
Salí corriendo del edificio. Era Enero del 2014 y el frío traspasaba mi ropa y
contener el llanto. Era desgarrador, no podía parar. El coraje que tenía con todo era
una cuerda de espinas que me desgarraba de adentro hacia fuera; sentía que me
llorando a causa de mis terribles insultos y me sentí muy mal. Me dolía la cabeza.
No podía procesar lo que estaba pasando. Lou tenía razón: yo aún era un niño…
Cruzando la calle, estaba este bar, Orion. Construido para parecer un pub
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prácticamente solo. Dos mesas ocupadas al fondo, con muy pocas personas.
Duré unos 40 minutos ahí sentado, con la mirada ida y mi mente procesando
todo, pensando en lo idiota que había sido con Lou, pensando en que nunca debí
abrir la boca cuando solo existía ira y coraje en mí. Que idiota fui. Un reverendo y
total imbécil.
De pronto, sentí una mirada que pesaba toneladas, tan intensa que atravesaba
entrada: el hombre misterioso que veía en casi todos mis shows. Sus lentes
desértico del lugar sólo lo hacía más tétrico. Sentí mucho miedo, “y claro, hoy
moriré”, pensé, mientras veía cómo esa silueta caminaba hacia mí a paso pesado.
mi mirada en él.
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Se sentó pesadamente a mi lado, ajustando sus lentes.
- ¿Entonces, podrías explicarme por qué demonios llevo casi dos años
viéndote a cada lugar que voy, incluyendo este bar, en donde nadie que me
que se dedica este hombre que ves en todas partes, necesito saber que a
nadie le contarás que hablaste conmigo hoy. Te sonará muy rara la pregunta
Su rostro me era tan familiar que sentía que lo conocía muy bien. Por alguna
oportunidad a su historia.
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Él sonrió. Como si supiera algo que yo no sabía. No me gustó esa sonrisa.
- Jude, podrás creer lo que te diré, o no. Igualmente, podrás ir a contarle a todo
- Ok, una vez más. Mi nombre es Arthur Walker y pertenezco a una asociación
llamada Blue Bayou, nos dedicamos a darles un retiro a los artistas con fama
mundial. Desde hace algunos años, pusimos nuestra mirada en ti. Jude,
91
- Es normal que estés escéptico, pero no te estoy mintiendo. Tú sabes mejor
que otros que, cuando la fama crece de manera descomunal, la vida de las
celebridades se vuelve imposible: sólo viven para un trabajo que al final del
nunca lo has sentido, nunca has querido escapar de esta locura, de los y las
Tal vez fue el alcohol, o mi estado de ánimo. De pronto, todo lo que él decía
cobró sentido para mí, aunque no se lo quería demostrar. Era verdad, odiaba mi
quería aceptar que había una salida fácil a todo esto. Sonaba demasiado
entrar en confianza.
estoy ofreciendo es un retiro definitivo, una salida de este infierno que estás
viviendo.
92
- ¡No me digas! – dije, sarcásticamente. – Y… ¿cómo hacen eso, eh? de paso
Su tono era seguro, firme. Ignoró cualquier burla que pude haberle hecho, le dio
algún cuento se convirtió en los inicios de una obsesión mal sana. Me auto-
convencía con tanta facilidad de que todo lo que me decía, todo eso increíble y
alocado, era real; no quería aceptarlo, pero era inevitable no tener todos esos
estaban ofreciendo el escape que llevaba buscando por años y, si entendí bien,
aparte de eso existía la posibilidad de verme cara a cara con… no, no podría ser
real. ¿Qué era eso? ¿Cómo podía ser? ¿En qué parte del mundo podría estar? Lo
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- Y… ¿exactamente cómo funciona? —pregunté, observándolo
quisieras, o dentro de veinte años. Puedes pertenecer al club de los 27, aún
mundial y la tragedia sucede justo antes de que empiece. Después, todos tus
ticket de tu último show. Las ventas de tus discos se dispararán por los cielos,
Sentí confusión. Dudaba y creía todo al mismo tiempo. Cada cosa que decía
Arthur con el pasar de los minutos iba tomando más sentido, no lógica, sólo sentido.
¿Por qué habría estado ahí casi dos años espiándome? Tampoco dejaba de pensar
por el nivel de susceptibilidad que yo tenía necesitaba creer en algo así y me estaba
dejando llevar? Pero, ¿qué tal si sí existía ese lugar y sí era cierto lo que me decía?
94
recuperar mi vida, alejarme de todo. ¿Y mi familia, Lou, Letty? ¿Con que dolor
Era mucho por procesar y como él me lo había dicho, ¿a quién le podría decir
que me creyera?, ¿con quién podría verificar si era verdad o no?, ¿en qué sitio de
internet podría investigar? Todo aquello era un salto de fe… una ciega confianza en
- Blue Bayou es como el paraíso Jude, no hay evidencia de que este ahí, uno
pidiendo la cuenta.
- ¿Puedo pensarlo?
Me entregó su tarjeta.
95
- Ya no me verás Jude -, contestó, tan calmado como siempre. – Espero tu
llamada.
- Piénsalo mil veces, o cuantas veces más lo necesites, porque una vez que
Se levantó y se retiró del lugar sin despedirse. Pagó por los tragos.
Lou que decía: “siento mucho por lo que pasamos, espero mañana podamos platicar
con más tranquilidad. Lou”. Me fui a dormir sin más. Decir que estaba exhausto no
le hacía justicia a cómo me sentía. No podía estar parado por un minuto más.
96
Al día siguiente, me vi con Lou y sin pensarlo dos veces le dije:
- Lou, siento mucho todo lo de ayer. Estaba muy irritado y cansado. Así qu…
- No haremos gira del disco nuevo por América y Europa —. Pude ver su cara
Los ojos de Lou se abrieron tanto que parecía que iban a salir de sus lugares en
97
- Terminaremos esta gira, nos meteremos a grabar el nuevo disco,
fuera la gran cosa. Si tan sólo supiera mi amigo lo que tenía planeado -.
confundido.
- Alguien más listo que yo dijo que uno no puede simplemente huir de su
Terminamos los pendientes que quedaban ese mes y, justo como la disquera
llamó Jude Stone, al fin y al cabo, toda lápida necesita un nombre. Todas las
Durante dos meses y medio no salí del cuarto de grabación. Era tan peculiar
saber que esto sería lo último que haría como artista. Grababa las canciones una y
otra vez, no quería terminar, eran demasiadas emociones con las que luchaba y
quería que todo quedara bien, lo suficientemente trágico y profundo. Era mi manera
de asimilar mi “muerte”.
98
La disquera y Lou preparaban la gira más grande que realizaría en mi vida.
semanas, las cuales las pase en Baltimore con mi familia; ya había tomado mi
perdonaría algún día el daño que estaba a punto de ocasionarle a todos ellos… a
mamá, Greg, Cecil, Carl, Lou, Letty… y Mirella. Bueno, supongo que nuestro tiempo
nunca llegaría.
Cuando regresé a Los Ángeles organicé en mi casa una reunión a la cual invite
a mis amigos más cercanos, obviamente Lou y Letty estaban ahí. Pasamos una
Honestamente, la pase muy bien, aunque por mi cabeza sólo existía el conocimiento
de que éste sería el último día que vería a todos ellos. Casi me mataba la tristeza
de pensar que sería la última plática con Lou, mi gran amigo, pero la libertad era
gira, pero eso no impidió que ella y Lou se fueran un poco tarde de casa. Nunca
Lo tomé por un hombro con demasiada fuerza y lo jalé para darle un abrazo filial.
99
- Louis Madisson, eres el mejor manager de todo el mundo y sin duda mi mejor
amigo. Ninguna otra persona podría haber guiado mi camino como lo has
hecho tú.
Arthur.
- Alexander Waxx, bienes raíces BB, ¿quién habla? — dijo su voz del otro lado.
- Quiero ir a Blue Bayou — fue lo único que dije. Pasó un largo segundo.
Eran las 11:49 de la noche. No podía dejar de ver el reloj ni de temblar. Estaba
100
A las 12 en punto, un carro negro nada ostentoso estaba afuera de mi casa,
motor encendido. Sólo me subí y me fui. Así de sencillo, sin palabras o sin
pensar en la primera vez que viajé a verme con Lou a Sound City Studios.
¡Demonios! Toda mi vida pasaba por mi mente, como cuando dicen que vas a morir.
Fue bastante apropiado. Me llevaron hasta San Pedro, al puerto de los Ángeles y
órdenes. Los lujos eran demasiado: tenía una televisión más grande que una pared
en mi camarote, jamás había visto un frigo-bar tan lleno de licor, dulces y chocolates,
el menú era simplemente una estupidez, el baño era enorme e incluso las toallas
llevaban bordado “JS”. Ni en la cúspide de mi fama había tenido tantas cosas. ¿Qué
101
ligera, y me tuve que sentar para procesar lo que estaba a punto de pasar.
Al día siguiente, Miércoles 5 de Abril del 2014, todos los canales de televisión y
todo se consumió completamente por las llamas y cada quien tenía su propia
circuito… Como fuera, Jude Stone había muerto calcinado; el cadáver, demasiado
Toda mi vida, todo lo que logré, mi carrera, mi fortuna, hechas cenizas. Mientras,
102
TRACK 5
BLUE BAYOU
Abrí los ojos con un sobresalto que por poco me tira de la cama, bañado en
sudor. Mis sueños eran cada vez más frecuentes e intensos. Tardé un poco en
parte de atrás de mi nuca. Hacía calor: un clima tropical. Me levanté, fui al baño y
paciencia se hacía cada día menos. No sé si sería el barco o todo lo que en ese
momento rodeaba mi vida, pero todos los días, pensaba mucho en él. ¿Cómo
lograba papá, cuando vivía, estar a la deriva tanto tiempo, sin ver ninguna otra cosa
más que mar? Pensaba en mi familia: mi madre, mis hermanos… mis amigos: Lou,
nada ganaba: mi decisión estaba puesta en práctica, ya no había vuelta atrás. Era
- Calor, ¿verdad?
103
Dijo Arthur, al tiempo en el que entró a mi lujoso camarote vistiendo una
Volví a mover la cabeza, esta vez expresando negación, y lancé otro gruñido
Obedecí, de mala gana. Caminamos hacia la proa del barco. Fuera del
incesante calor, era un día hermoso. A unos cuarenta kilómetros, asomaba a la vista
una enorme isla, verde de punta a punta. No podía parpadear y apenas podía creer
por dentro. No había una sola nube encima así que el sol provocaba un brillo
104
- ¿Eso es….?
Contemplé fijamente ese majestuoso lugar, por casi diez minutos, recargado
nos acercábamos a ella. Cuando llegamos al puerto, corrí a tomar las cosas que
Arthur y su equipo prepararon para mí. Todo estaba empacado, perfectamente listo.
De pie, a un costado de la cama, David, una de las personas que me atendió durante
todo el viaje.
casa.
- Vamos, déjame ayudarte -, le dije a David, tomando una de las valijas por
la agarradera.
flotante en la que había vivido casi diez días. Me sentí aliviado de pisar tierra firme.
como un tren del futuro, irreal. Justo al final del muelle, del lado izquierdo, se
encontraban estacionados dieciséis lujosos carros de golf. El olor del lugar resultaba
increíble, sobrenatural: el aire más fresco y puro que jamás había olido, flores, mar,
Arthur subió a uno de los carros de golf, el número 14, y comenzó a andar
cuando subí con él. Pasamos por la playa que atrapó mi mirada como luz a una
mosca. Era la playa más increíble en la que había estado nunca, multiplicada por
Llegamos a una glorieta que tenía una fuente muy grande y en el centro
decía “El lugar de todos”. Al oeste, otro poste con tres letreros más. El de hasta
arriba decía “Jim”, el de en medio, casi con las mismas medidas: “Freddie” y al final,
El camino que daba hacia el este tenía un poste similar aunque un poco más
alto, los letreros decían “John” y “Amy”. Dos personas martillaban un tercer letrero
bañaba por completo y esta vez no era por el calor. En toda la isla, existían tres
conclusiones.
- ¿A dónde vamos?
otros tipos de lugares tan variados como lujosos. Los letreros de “El lugar de todos”
aparecían uno tras otro, hasta que al dar vuelta en una curva los árboles dejaron al
descubierto una enorme casa. Era gigante, la palabra que más representaba a Blue
el sol iluminaba con gran fuerza aunque se mantenía el clima agradable; mis ojos
las cámaras, lejos de la atención de todo el mundo sobre mí, lejos de todo. Era un
Jude, quiero que respires, muy hondo y profundo. No quiero que te vayas
108
La puerta tenía tres metros de altura y era de acero sólido. Al entrar, había
dos arcos que separaban varios pasillos; las paredes eran muy rústicas al igual que
sentido del olfato y aún se alcanzaba a ver el hermoso patio por medio de los
piedras que evitaba que nos mojáramos por el agua que estaba a nuestros pies.
vista aún un poco nublada. Al entrar a la sala, antes de recuperar el enfoque, una
mujer saltó sobre mí gritando tan fuerte que ensordeció los murmullos por completo.
Logré zafarme y hacerme un poco hacia atrás. Era ella, con esos enormes
ojos, el cabello negro y el sexy lunar por encima de su labio. Amy. Amy estaba
mesa de vidrio, a Elvis y Bob. Ambos me miraron. En la mesa de billar que estaba
junto a la ventana del cuarto, Freddie pausó su juego contra Cerati. En el comedor,
109
- Michael, ¡él ya está aquí!
- Bienvenido, Jude —, dijo, con esa tenue voz que sólo había escuchado
en sus entrevistas.
palabra “sosténganlo”.
Todos entendieron.
- Ya, ya, a todos les pasa — dijo Amy, alejando el algodón con alcohol de
mi nariz.
- ¿Les pasa? ¡Ja! Amy, ¡tú ni siquiera llegaste a la primer glorieta consiente!
Creo que llego aquí desmayada, ¿no abuelo? — la evidenció Freddie, con
110
El bigote seguía ahí. Tampoco se había arreglado los dientes. Era el Freddie
que idolatraba.
- ¡Oh, sí! — dijo Amy, dándome una palmada en la cabeza. —Bastante real
—.
- Todos pensamos igual que tú, chico —, dijo Freddie, mientras me pasaba
no saber que en realidad era él, El Rey. Todos estaban más grandes que
la última vez que los vi en pantalla, pero sus facciones icónicas ahí
seguían.
loco con sus ruidos y cosas. Llámame abuelo, Jude. Me encanta platicar,
111
Elvis regresó al viejo sillón y se sentó haciendo ruidos de que le dolían hasta
las uñas. Yo no lograba asimilar todo lo que pasaba. Seguía ahí, con mi cara pálida,
y esperó una risa que no vino. Yo seguía incrédulo. Por su tono inferí que
era algo obvio… culpo a mi ajetreada mente por no conectar los puntos y
juguetón.
112
Arthur terminó de darme un rápido recorrido por El lugar de todos. Era una
orientación. Había una sala de cine en donde proyectaban todas las películas que
llegaban a Blue Bayou. Había cuartos de vapor, spas, albercas, un cuarto de juegos.
Aparte de la sala principal en donde estaba la mesa de billar, había una sala más
de juntas con sillones acomodados en forma circular y una mesa de centro de vidrio
grueso.
confesé.
pero uno que no le puedo contar a nadie —. Su voz sonó algo cansada y
conocer tu casa?-.
- Buena respuesta.
113
Nos subimos de nuevo al carrito de golf y tomamos el camino empedrado del
- Por este camino viven Karen y Bob -, dijo, señalando el lado izquierdo del
- ¿Bob Mar…?
a vivir tan cerca. Siempre supe que los Carpenters no tenían tan buen
Tardé un segundo, pero logré enfocar el edificio. Era grande, como las otras.
- Ahí vive John Bonham. Justo detrás de su casa está el hogar de Dennis
Wilson.
No sólo me había enterado que Santa existe, sino que vivía relativamente
cerca de mi casa.
114
- Así es —, contestó, sonriendo.
Casi grito. Casi. Logré componerme, pero… digo, John Bonham y Dennis
Wilson. Mis vecinos. Y como broche de oro, también me mostró las casas de
cancha de soccer.
- Estas son las oficinas de Blue Bayou — dijo Arthur, señalando el lugar —
corazón de este lugar. Todo se maneja desde aquí. Aquí vivo yo y todo el
monstruoso edificio.
lugar para quejarme, todas las personas que trabajan aquí renunciaron a
la glorieta en donde estaba la estatua de Foxhearth, pero esta vez en lugar de tomar
parecía una comuna donde había tres casas separadas aproximadamente 200
hombre muy delgado, tenía el cabello muy largo y alborotado, supongo que por la
humedad del lugar, su barba era tan frondosa y larga que le tapaba por completo el
rostro.
- Eres el nuevo inquilino, ¿verdad amigo? — me dijo, con sus manos en los
116
Llegamos a la casa y el extraño y yo nos dimos la mano. Arthur sólo tenía
poco, fui identificando cada detalle de su rostro detrás de esa tupida barba. Era el
era.
- Sí. Mucho
él podría creer esto… desee con toda el alma que estuviera conmigo. Me invadió
vida de aquellos que me amaron? Suspiré… debía dejar de lado esas ideas o no
117
podría vivir esta experiencia. sólo observaba. Greg tendría que haber estado ahí,
hace años.
- Nos vemos pronto por aquí, amigo. Bienvenido — John caminó hacia su
húmedo.
con la boca abierta, una casa de dos pisos y unos 350 metros cuadrados.
Era muy parecida a mi ex-casa en LA; los acabados eran muy similares
118
con el plus de unos gigantes ventanales y una chimenea del lado
izquierdo.
Abrí la puerta y me llegó un punzante olor a pintura fresca; todo era nuevo.
había visto, al fondo se alcanzaba a ver una cocina que parecía la cocina de un chef
profesional, la sala tenía unos sillones que al sentarte parecía que te hundías en
nubes y había una tele inmensa era una televisión de 100 pulgadas con el mismo
catalogo que había en el cine del lugar de todos. En la habitación siguiente había
Arthur caminaba a mi lado sin decir nada. El baño era ¡gigante!, junto a la
sala había unas escaleras para el segundo piso. La casa se sentía más grande por
adentro.
Toda el área del segundo piso estaba destinada para mí: mi recámara. En el
centro de la habitación, había una cama queen size; frente a ella, otra televisión
apenas un poco más pequeña que la de la sala y al fondo un escritorio con una
computadora nueva. El baño de mi cuarto era tan grande que podría haber vivido
119
Yo no dejaba de tocar todo… contemplaba todo… era como si el cuarto
entero estuviera hecho de oro, o tal vez yo era una persona fácil de impresionar.
Posiblemente ambos.
medio para ver el mundo real. YouTube, música, todas las noticias, tú
dilo. Incluso tenemos gente que tiene un ojo en tu familia y puede crearse
un status para que los veas por aquí, es el símbolo del ojo. Obviamente,
no puedes tener ningún contacto con nadie del exterior, sólo es para que
hacia la cama y me aventé como niño de 8 años en ella. No podía dejar de gritar y
espectacular, tenía como vecinos a John y a Amy, estaba viviendo en una fantasía,
Me despertó la alarma que programé a las ocho en punto. La cena era a las
nueve.
todos estaba muy cerca de casa; cortando camino por la casa del abuelo y Michael,
el trayecto era de más o menos 15 minutos; 25, si me iba por el camino empedrado.
El problema era que aún no estaba nada familiarizado con el lugar, así que me fui
marcha. Cual niño, seguía viendo todo alrededor, extasiado. Luces por toda la isla
- Gran fan señor Stone, gran fan —me dijo, regresando su mirada hacia el
camino.
consciente de que no sólo vivía con estrellas, sino que ¡era una estrella!´
- Matthew
- ¿Por qué?
de risa que tuvo. - Dios, ¡eres tan crédulo como en las entrevistas!
122
Sin darme cuenta, estábamos ya en el lugar de todos.
decepcionado.
- ¡Eso apesta!
- Fue mi placer Jude… y es verdad lo que dije: soy muy fan de tu música,
¿eh?
Una vez adentro, escuché el murmullo: era fuerte y más intenso que en la
mañana.
Canciones mías fondeaban las bocinas que había por todo el lugar, y yo no
dejaba de sentir mariposas en mi interior. Fui al comedor y ahí estaban todos, muy
123
- ¡Ya llegó el niño nuevo! — gritó Amy, tan optimista por mi llegada como
música.
asumido que también yo era una estrella, no sería fácil acostumbrarme. Freddie,
Michael, John, Hendrix, Cerati, Bob, Elvis, Karen, Kurt, Jim, Bonzo, Dennis, Amy y
yo. No es nada fácil asimilar algo así. ¿Cómo comprender que no era una mentira?
- Hey, ¿cómo estas amigo? Ven, siéntate acá conmigo. Kurt, Bonzo ¿ya
conocen a Jude?
124
En ese lado de la mesa estaba también Karen, quien me estaba observando
detenidamente.
fría.
un Whiskey.
dulce beso en los labios. — Con puro anciano aquí, ya era hora que
movimiento con la mano. Arthur entro al lugar y se fue directo hacia donde
- Y bien, Jude, ¿ya estas más tranquilo? —me preguntó Arthur, poniendo
su mano en mi hombro.
- Un poco, sí… pero aún necesito más whiskey —contesté con una risita
125
Arthur dio un aplauso y una decena de meseros comenzaron a salir con
platillos que traían un delicioso manjar: cortes de carne gigantes, puré de papa,
pasta a la crema y, aunque no soy una persona de ensaladas, ésta también se veía
cortes de carne como en su bella Argentina. Luego se levantó y golpeó una copa
abuelo y todo se quedó en silencio, incluso apagaron la música, con gran respeto.
- Jude Stone, es un honor para nosotros que estés aquí hoy, que ahora
mosquitos o al calor.
126
Todos chocaron sus copas, brindando por mi llegada. Yo estaba de pie, en
medio de ese sueño, contemplando a todos, viendo a todos mis ídolos platicando a
simplemente escuché.
toqué mi cena… no lograba aún probar bocado. Estar sentado ahí era abrumador y
ligeramente asfixiante.
perfecto.
cenas de mi vida.
127
TRACK 6
ROBERT COLT
Desperté, al día siguiente, sin sobresalto por pesadillas y con una terrible
nuevos amigos. Aún puedo recordar ese momento con claridad si cierro los ojos. Mi
holgada y casual. Salí al balcón, que parecía un piso entero extra, y en el pórtico de
combinación para que mi cabeza reventara por partes. Gracias a Dios tenía lentes
128
Jim volteó hacia mí y me acercó el Bloody Mary más espeso que había tomado en
día .
sonrisa mientras los tres chocábamos mi vaso de Bloody Mary con sus
botellas de cerveza.
poco la música — respondí, con un poco de pena por lo último que dije.
- ¡Ja! Te entiendo, hermano —dijo Jim, con una solemnidad particular —yo me
sentía igual. No podía hacer nada sin que el mundo se volviera loco, si
129
Mi cara se volvió más importante que mi música. Mi nombre más grande que
mi propio arte.
cualquier momento y jamás volveré a verla -. Parecía que John había llorado
mucho por el tema, pero aún así, su voz era muy triste.
—le dije.
Jim lo tomó por el hombro mientras me miraba, sugiriéndome con sus ojos que
130
- Okay, una duda — cambié de tema para dejar de arruinar su día con mi
lugar gozando de su vida. Tal vez las Bahamas, nunca dejaba de hablar de
ese lugar. Nadie conoció su cara. Tenía prótesis y maquillaje cuando pasó
todo el teatro, así que quiero pensar que encontró paz en algún lado.
Más de cuarenta años, wow —. Abrió sus ojos cuando terminó el cálculo y
bebió de su cerveza.
Sin darme cuenta, ya había dejado el Bloody Mary y había tomado tres cervezas.
Hasta me había olvidado de la resaca cuando uno de los carros se estacionó frente
a nosotros. De éste bajó un hombre flaco y alto, de pelo largo y apenas un poco
ondulado, supongo que por la humedad de la isla; tenía una barba mal lograda que
no le cubría toda la cara, quedaban huecos sin cabello en ella y con lentes.
frente de los tres —Jude, es hora de darte el recorrido por la isla como debe
de ser, ¿vamos?
- Anda Jude, nada un poco en Blue Bayou, lo vas a amar —sugirió la leyenda
donde quieras ir, lo que quieras comer y beber, si necesitas ropa, cualquier
132
- Así es, y será un honor — dijo, con optimismo.
no hizo bromas?
- ¡Ese Matt!, ¡Maldita sea! No se puede hablar con él dos minutos en serio —
dijo Robert mientras tapaba sus ojos con sus palmas de las manos simulando
vergüenza.
- Tranquilo, Robert. Estuvo bien. ¿Cuánto tiempo tienes viviendo aquí? —le
cuando yo tenía tres años. Ya vivían aquí Jim, El abuelo, John, Bob, Bonzo,
Dennis, Karen y Hendrix. Con Hendrix, Jim y el Abuelo fue que inició todo
esto en los años setenta, mis padres se encargaban de lo que salía y entraba
133
- Qué curioso, mi padre se dedicaba a algo similar, en Baltimore — dije,
- Un día, yo tenía once años, ellos fueron a un viaje en el barco por víveres y
niño.
Pude ver, claramente, que era un tema sensible para Robert. Parecía que tenía
- Pero por lo menos tú sabes que el tuyo no te abandonó — concluyó él, con
la mirada decepcionada.
Quise cambiar el tema, nuevamente. Creo que era mi día de “no ser atinado
preguntando”.
- ¿Y qué otras cosas haces en la isla Robert? No creo que sólo te dediques a
esa playa turquesa donde el mar se mezclaba perfecto con el azul del cielo. A lo
mis pies.
- ¡Mira a este guapo que trajo Robert! — dijo Amy, con una amplia sonrisa —
Mis ojos se toparon con los de ella por un segundo. Le sonreí. Ella me sonrió de
regreso. Bajé mi cabeza, no sin antes notar el sonrojo que le habían provocado mis
ojos. Eso me dio la confianza de caminar más hacia adelante y meterme al mar tras
135
quitarme la playera. Caminé por el tranquilo mar lentamente hacia ellos y, mirando
¡ni siquiera en mis años de gloria con Beach Boys tomaba así! ¡Es un
confusión era lógica para Amy. — Pero… — dije, buscando la forma de ser
gentil y respetuoso.
- ¿Pero qué? —me interrumpió, sonriendo. — ¿Creíste todo lo que dijeron que
fue mi vida al final? Cielo, yo odiaba las drogas. ¿Arthur no te explico las
pólizas? La mía incluyó una dieta que me mataba de hambre y una polémica
relación amorosa con las jeringas. Esa novela oscura generó bastante dinero
y heme aquí.
sobredosis de Amy si todo el tiempo estaba “drogada”? O del mismo Dennis, que
amaba el Mar tanto como el alcohol y era lógico que se metiera a echarse un
estado enamorado del mar y las playas, y sí nos la pasábamos tomando. Era
Estuve cerca de una hora platicando con ellos dos. Historias que me impactaban
el día metido ahí. Honestamente, creo que no existía mejor retiro para Dennis que
Después de salir del agua, secarme y vestirme, volví al carro donde me estaba
alejándonos de ahí. —Jude, te tengo una sorpresa, iba a dejarla para el final,
137
- Ya verás.
Siguió manejando hacia el otro lado de la isla, pasamos por la glorieta donde
vivían Hendrix y Cerati y tomamos una pequeña desviación que decía “puerto dos”.
abastecimiento
hincado en el muelle.
- ¡¿Cómo es posible?!
- Una gran coincidencia. Podríamos entrar, pero los que están ahí arriba son
saltar y gritar al ver ese enorme barco. Mi papá. Ahí estaba, de alguna forma,
conmigo. Nos quedamos ahí alrededor de media hora, sólo contemplando el barco
dicho George cuando era más pequeño. Al final, me acerque a tocarlo, no podía
encontramos a Bonzo, que caminaba bajo el sol fumando un cigarro. Nos detuvimos
bueno fue encontrarlos. Este sol hijo de puta estaba acabando con mi
cordura.
la intriga.
14 de Mayo para ser exactos, hay un concierto en Blue Bayou en donde todos
antes de eso. Es una de las cosas que nos inventamos para no volvernos
- ¡Wow!
“Wow” fue lo único que logre decir. ¿Se imaginan? Freddie cantando a dueto
con Kurt o a Bob con Cerati, ¡qué locura! Un concierto de unas de las leyendas
músicos.
140
- Así es — dijo Robert, como si hubiera leído mi mente. — Es una verdadera
locura. ¿Te puedes imaginar a Michael junto con el abuelo mezclando sus
éxitos?
desgraciado!
La idea me volvía loco, ¡que suerte llegar justo un mes antes de ese gran
espectáculo! Bonzo y Rob se rieron de buena gana ante lo que dije, yo me les uní
en risas.
Llegamos al edificio más grande que había en toda la isla. Bonzo se bajó del
enorme corporación.
141
El aire acondicionado hacía que descansara mi alma. En la recepción, había una
mujer, Sandy, que estaba detrás de un enorme escritorio. Tenía el pelo más chino
del mundo y unos pequeños ojos que hacían que a simple vista pareciera estar
dormida; nunca había visto unos dientes tan grandes. En especial con esa particular
cara de enfado. En el lugar solo había una puerta roja del lado derecho del escritorio
mostraba un pedazo de la isla. En total, cerca del 95% de la isla estaba monitoreada.
descompone.
- Ahí es donde le dan servicio a los carros, a los vagones del monorriel, a toda
Seguí viendo por muchísimas cámaras. Hasta el área más insignificante era
Robert apuntó a unos cuartos blancos, sin decoración, con apenas lo suficiente
para funcionar. Comparados con las lujosas casas, la mía incluída, se veía un
contraste terrible.
- Créelo o no, nunca he estado en una. Para mí esto es casa —me dijo, con
optimismo.
- Pues casi, ¿eh? Todas las líneas de gas están conectadas a la Gran Bertha.
fuera de la nada, pero era una pregunta que de repente nació y para la que
quería una respuesta. Colt no parecía como Arthur, no lo podía ver viviendo
- Ajá. Bueno, hay un viejito que entra a la cárcel muy joven y cuando lo ponen
de quedar libre.
No lo había pensado así, pero él tenía unas razones fuertes para no querer irse.
Robert y yo salimos del lugar y nos dirigimos al lugar de todos. Mientras más
platicaba con él, descubría incrédulo cuánto teníamos en común, que gran sujeto.
144
- Cuando quieras ir a casa, solo llámame del teléfono que está adentro y
- ¡Gracias Robert!
Robert se fue y entré a la elegante casa. Ya estaban ahí Bonzo, Michael, Kurt y
- Que bueno que llegas —dijo Kurt, apenas levantando la mirada mientras
del caos que era verlos trabajar, el choque de egos. Todos eran demasiado grandes,
- ¿Siempre tienes que ser tan dramático? Deberías fumarte un porro y relajarte
—contestó Kurt. Bonzo sólo se tapaba los oídos y me volteaba a ver con
que John, comandaba mucho más respeto y autoridad. — Esta noche Jude
¿quedó claro?
La noche nos atrapó y después de unas largas horas, el cartel del concierto
Del otro lado de la línea, escuché cómo Robert se desgarraba la garganta de tanto
146
¡Amigo! Había encontrado a un gran amigo, a un hermano, en aquel lugar. El
147
TRACK 7
EL CONCIERTO
cristal.
Ajustando la mirada, logré ver que eran Freddie y Hendrix, lanzándolas; si tenían
Me tomé mi dulce tiempo en bajar, portando nada más que una bata, una cara
148
Si ellos no tenían la decencia de decirme buenos días, yo tampoco lo haría. No
en mi estado de ánimo.
- Sabemos que tú eres el encargado del show, Judy boy —me dijo, en un tono
- Sí, pero ellos me advirtieron que esto podría pasar y que por ninguna
circunstancia podía…
- Sí, sí, como digas… no lo notarán hermano, esos viejos olvidan hasta su
brazo igual que Freddie. —sólo debes acomodarme a mí con Amy y a Freddie
Bostecé.
- Pero…
149
- Jude, ¡hermano! Por favor, solo hazlo. No tienes ni idea la pesadilla que es
“Al contrario. Sé perfectamente que tan necios son”. Le dije, sin palabra alguna, sólo
con Karen - concluyó Freddie, con la voz de la sabiduría detrás de él. Yo sólo
quería descansar.
No podía negarme, no podía hacer que ellos dos se molestaran conmigo. Estaba
cansado, no tenía la fortaleza de Lou para esos casos, y eso me hizo acceder a
sus deseos más rápido que cualquier decisión que había tomado en mi vida. No fue
150
- ¿Te convencieron, verdad? — preguntó, dándome una ligera palmada en la
- Son un dolor de muela ese par, pero no te preocupes, en realidad nadie nota
pregunté.
John estaba sólo. Era un sentimiento que los dos entendíamos bien. Y ahí
estaba yo. A punto de desayunar con una de las personas claves en la influencia
151
Una vez adentro, John se sentó en el piano que estaba en el recibidor y comenzó
Sé la historia del porqué te llamas Jude — me dijo, sin dejar de ver las teclas de
aquel piano.
- Si tan solo supieras de que sencilla manera Paul tocó las notas de las que
152
Recuerdo, como si hubiera sido ayer, aquel momento. Uno de los más
estómago.
palabras.
De pronto, Amy entró corriendo a casa, jadeando. Le tomó como medio minuto
recuperar el aliento.
153
- Jude, Jude, cantemos junt… — interrumpió su frase abruptamente al vernos
- ¡Qué casualidad! Pero bueno, menos mal no me tocó con Karen — contestó
- No pienses que no me doy cuenta, Jude Stone. Siempre hacen lo mismo con
los sorteos del cartel — dijo ella, amenazándome con otro pellizco. — Sobre
todo Freddie y Hendrix, tengo dos años haciendo esto con Hendrix.
154
Los tres nos quedamos en mi casa hasta las cinco de la tarde. ¡El tiempo se fue
volando!
bayou parecía terminársele el repertorio de historias. Por ejemplo, John nos contaba
anécdotas de su banda que nos mataban de risa y que nunca salieron al aire
mientras que el porro que él fumaba hacia que los ataques de risa fueran más
severos para Amy y para mi sin siquiera tocar aquel cigarro. Con sólo tres días en
la isla, ya me sentía totalmente parte de la familia. Los muertos nos llevamos bien.
Dos semanas después, luego de mil alegatos con todos, el cartel final estaba listo
opinión sobre algo, se limitaba a decir “yo no estoy organizando así es que hagan
lo que quieran”. Resultaba increíble cómo una mujer que en lo cotidiano podía ser
tan linda, para el trabajo se comportara como una niña berrinchuda, voluntariosa,
155
Después de muchos desacuerdos y un arduo trabajo, el cartel de nuestro festival
baterías.
éxitos.
¡Vaya concierto! Sentía que el único que no encajaba en esa locura de show
era yo. Unas de las leyendas más grandes de la música y Jude Stone de chaperón.
De pronto y casi sin notar la velocidad con la que pasó el tiempo, estábamos a
finales de Abril y todos los días hacía algo distinto. Día tras día, había pláticas
156
Robert y yo nos volvimos inseparables. Él iba conmigo a todas partes. Por el
contrario, a Arthur lo veía muy poco. Al principio pensaba que su ausencia se debía
a que iba al mundo real a reclutar a más candidatos, o a espiar las carreras de ellos
como lo había hecho conmigo; tal vez, era el hombre misterioso de alguien más.
prácticamente se había vuelto mío. Recorrí todos los caminos de Blue Bayou hasta
Me dirigí a casa de Bob y Karen para ver cómo estaban. En cuanto entré a los
157
Me quedé dentro del carro, viendo todo el terreno. Era muy similar a donde
vivíamos Amy, John y yo, lo cual tenía sentido. A lo lejos, alcancé a ver a Karen
casa estaba construida igual que la mía, pero él la había vuelto más cómoda,
más como una comuna. Puede que por afuera nuestras casas se vieran
- Soda está bien, este mes ya cubrí mi cuota de alcohol — le contesté, mientras
me frotaba la panza.
- Y ¿cómo van tus ensayos con John? —me preguntó mientras sacaba una
dado uno en toda mi vida! ¿Qué puedo decir? le tengo confianza a John, algo
ha de saber, ¿no?
158
Bob se sentó en un sillón que se veía comodísimo, soltó una carcajada mientras
cabeza. Supongo que no había ni mejor ni peor tiempo para preguntarle, que antes
del concierto.
no iba a mis conciertos por mi música, iban solo por verme, por ver al rasta
farsa, de ese teatro sin obra, pero el dinero y la fama corrompen todo. Lo
único que importaba eran el maldito dinero y la estúpida fama. Aprendí que
- Pero el dinero importa, Bob. Sin él no estaríamos aquí. Sin dinero no podrías
159
- ¡Ja! ¿Así le dicen los niños hoy en día? No me malinterpretes, sé que el
depredadores insaciables…
a la soda.
- La gente se creía toda la mierda que escuchaba —siguió Bob —por ser
“famoso”, la gente consumía lo que les poníamos en sus mesas. ¿De qué
mierda servía una canción salida de mi corazón cuando tenía más éxito con
una canción con letra estúpida? Ya no notaban diferencia. Sólo por ser yo,
era seguro que lo compraban. Y además, ¡coño!, ¡me volví más famoso
muerto que vivo! Dime, Jude, ¿por qué no ponernos a los artistas a competir
interesante. ¡Oye Bob, esta nueva canción es una mierda, esfuérzate más
para seguir viniendo a tus conciertos! Pero, no, nada; los fans son tan
160
Estaba de acuerdo con lo que decía. Al fin y al cabo, fueron los fans que se
- Ok, pon atención, este fue el gran plan de Blue Bayou para mi muerte,
amputar por mis creencias religiosas hizo metástasis y morí, fin. ¿Puedes
entero se lo tragó. Todo el mundo lo creyó. Eso fue lo que me hizo reafirmar
mi decisión de largarme. Nada me duele más que haber dejado a mis hijos,
los extraño todos los días pero, ¿supongo que es el ciclo de la vida no? La
gente muere a diario. El mundo iba en picada cuando llegué a esta isla y el
161
Yo sólo asentí. Tenía sentido lo que decía y de algún modo, me simbró. Al fin y
- ¡Ya viste la hora que es?- preguntó, con una gigantesca sonrisa.
- Mmmmm… son las 4:20 — le dije, mientras veía mi reloj sin entender por
qué.
Bob.
Pasé aquella tarde fumado hasta el copete con él. No podía parar de sonreír, los
ojos se me cerraban sin poder evitarlo, Bob sólo sonreía mientras cambiaba de
162
canción al grandioso playlist que tenía en su ipod. Imagínense eso, Bob con un
producto Mac.
- ¡Tienes que tocar para mí! —le dije, arrastrando un poco las palabras y
- ¿Could you be love? ¿Puedes cantar Could you be love para mí?
Bob tomó una de sus guitarras y comenzó a afinarla. Después de unos treinta
segundos empezó a tocar ese riff que te hacía vibrar. La noche nos alcanzó mientras
cantábamos los éxitos de Bob que lo habían convertido en la leyenda que era, las
lágrimas no paraban de caer por mi cara que seguía lidiando con los estragos del
Mayo llegó y con él, mi primer platica a solas con el abuelo desde mi llegada a
la isla.
minutos.
163
Elvis era todo un personaje. Para ser sincero, sus pláticas eran las mejores, tan
interesantes que podía estarme el día entero con él. Al abuelo lo querías desde el
Cerati y Hendrix tenían un poco más de una hora que se habían ido del mar cuando
pasar a verlo cuando tengas tiempo. Fue muy especifico y un poco insistente.
164
Nos despedimos y regresé a la playa. Me quedé un par de horas más nadando
estabas buscando.
- ¡Bah! Una estupidez. Mientras más viejo eres, más accidentes te pueden
Estúpida fuga.
165
- Tienen que venir a reparar eso, abuelo. Tal vez poner algo de luces en tu
- Sí, lo sé. En fin, ¿cómo estás tú, Jude, cómo va tu estancia hasta hoy?
- ¡Increíble! — contesté, efusivo —la he pasado ¡de maravilla! Todos son tan
- Sí, recuerdo que solía ir todo el tiempo. No hay mejor lugar en toda la isla
Él se rió.
- Jude, hablé con John y me dijo que por las noches escucha gritos que
provienen de tu casa. Que algunas madrugadas tus gritos son tan fuertes
166
- ¿De verdad? — contesté, avergonzado y con el rostro de mil colores. — No
barcos gracias a él, era un gran hombre. Cuando mi carrera estalló, empecé
a vivir en mis giras, dejé de ver a mi familia, lo usual en esta vida. Un día mi
madre llamó, solo para decirme que mi padre había muerto; una tormenta
inesperada y dejó de existir. Llamó para decirme que aquel barco donde pasó
de él. No pude abrazarlo una vez más. Simplemente un día dejo de estar…
aquel barco, solos, me dice algo del motor dos y de la banda dentada. De
167
terremoto y todo empezara a caerse. Todo hace implosión incluyendo mi
padre…
un miedo terrible.
tan constante. Al final, todos los sueños terminan significando algo, está en
nuestro inconsciente. Cuando era niño, todo el tiempo me soñaba con una
- ¿Tú que crees? —él me vio fijamente a los ojos y sonrío. Con esa mirada
168
Uno…dos…tres…cuatro…
concierto.
stage estaba sobre el mar y terminaba en la arena. Toda la isla estaba invitada y
antorchas y decenas de focos que estaban por encima de todo. A los extremos
estaban dos baterías para la ansiada batalla entre Bonzo y Dennis. El piano parecía
un espejo, había un stand con cinco guitarras acomodadas en él, algunas sillas y
sorprendentemente cálido.
- Nadie en este mundo estaría listo para algo así Arthur, podría decirte que
estoy preparado.
169
- Saldrá increíble, todos los años se pone mejor y con tu llegada, será un buen
Sonreí.
Freddie cantó la primer nota que abriría ese gran concierto; sólo un grito y todo
puente musical de aquella canción, justo antes de ese magnífico himno, Michael se
170
El lugar temblaba, sentía que el mar podía salirse por los aplausos y gritos que
No podría describir lo que sucedió cuando cantaron “We are The Champions”
con “Black or White”, mi mente no podía asimilar tanto. “We will Rock You”? ¡Ya!
Continuaron Cerati y Jim. Todo lo que veía y escuchaba era más que magia, era
real.
Cuando fue el turno de Kurt y Bob, cantaron una canción que habían compuesto
meses atrás, la desgarradora voz de Kurt me dejó sin parpadear mientras Bob daba
el toque sublime con cada armonía que hacía. “The Horrible Truth”, así se llamaba
razón por la que todos habíamos coincidido en Blue Bayou, o era lo que yo había
171
entendido de ella. Una horrible verdad que los fans y el mundo entero no conocían,
dificultaba un poco, se podía sentir a kilómetros el peso de los años en todo su ser.
Bonzo y Dennis por fin se apoderaron del lugar, se sentaron en sus baterías y
Parecía que estaban jugando ping pong, nadie en el lugar podíamos parpadear.
- Nunca lo habían hecho así — dijo Robert, sin apartar su mirada de esos
monstruos.
completamente seca.
172
Después de unos minutos, los dos se detuvieron y del fondo del escenario
apareció Amy, caminando hacia el frente, cantando muy bajito. De repente, estaba
parada en medio del stage y empezó a cantar en serio, con esa poderosa voz de
blues que sólo ella tenía. Hendrix, Amy, Bonzo y Dennis nos dieron el espectáculo
de la noche. Ella parecía encantadora de serpientes, en serio yo era como una cobra
concluir el festival.
creo que todos han tenido la oportunidad de platicar con él y se han dado
cuenta, como yo, del gran sujeto que es. Estoy muy contento con su llegada
ensordecían mi entrada.
173
Entré al escenario y John me dio un fuerte abrazo. Bonzo se sentó en la batería
John comenzó a tocar a puro piano “Beneath the Stars”. Empecé a cantar.
Hendrix y Bonzo se fueron uniendo poco a poco a la canción que una vez más
revivía con esos Titanes. John continuó con el siguiente verso; yo no podía dejar de
verlo cantando mi canción. Si tan sólo papá hubiera podido ver aquel momento.
Entre la gente, veía a Rob, Amy y Bob coreándo mi canción. Amy me lanzaba
besos y guiños con su enorme ojo. Imagine, 3 Hours, Without Her y Woman fueron
siento como si llevara una vida entera viviendo aquí! — dije. — ¡Esta noche
Bonzo. Para finalizar este show quiero cantar la primera canción que canté
174
John asintió con la cabeza y comenzó a tocar esas notas que me hacían un nudo
cantábamos.
papá, Greg, Cecil, Carl, Mirella, Raymond, Joaquin, Walter, Lou, Letty; en esos
175
TRACK 8
LA HORRIBLE VERDAD
- ¿Y bien?
- ¿Y bien qué?
- Se besaron, Jude.
- Fue parte del juego, Jim, nada más. Castigo igual a beso.
- ¡Sí! ¡Pero el castigo no incluía lengua ni el minuto que duró! — me dijo, Jim
4 de Noviembre del 2014, el día que besé a Amy. Algunos de nosotros habíamos
Fue un beso apasionado, esa es la verdad… creo que los dos lo necesitábamos.
Yo no sé cuánto tiempo tenía Amy sin besar a alguien, pero a mí, siete meses me
estaban matando. Lo único que temía era que las cosas se pusieran raras entre
nosotros.
176
- Sí, fue un beso muy apasionado, amigo — intervino Rob. Parecía que se
- Bueno, los besos son apasionados ¿no? O dime Rob ¿la pared no te besa
- Eso parece, Jim — dijo Robert, quitando de pronto la risa burlona que había
Tenía que buscar el momento adecuado para ir a casa de Amy y platicar del
El teléfono de casa sonó. Rob se levantó a atenderlo mientras Jim se tapaba los
oídos como niño pequeño. Después de unos segundos, Rob giró y me ofreció el
teléfono.
177
- Jude, es para ti.
Hacía una tarde calurosa, el viento soplaba fuerte y el aire era caliente. Ese día,
la fruta ese día, se echaría a perder en horas por el intenso calor, y como a Arthur
- ¡Llévate fruta a casa Jude! no planeaba quitarla toda hoy, pero el calor la
mataría, es demasiada.
- Como gustes.
178
Freddie se había dado a la tarea de sembrar todo lo que pudiera crecer en la
isla: fresas, sandias, melones, papayas. Incluso tenía un árbol de duraznos. Era
Salí de ahí con tres kilos de fruta, que dejé en casa para ir con Arthur. Intentaba
entrar y salir de casa tan aprisa como podía para no encontrarme con Amy; parecía
niño de secundaria evadiendo a la chica guapa del salón. Aunque mis esfuerzos por
evadirla eran innecesarios, ya que no había señas de Amy por ningún lado. Eso era
poco común.
Me dirigí a las oficinas. Me pareció que la isla se sentía desierta. El infernal calor
mirada en la computadora.
179
- Déjame avisarle que estás aquí.
pasábamos por los interminables cuartos, hasta que llegamos a su oficina. Era
enorme. Detrás de su escritorio, había una pecera casi del tamaño de su pared; una
pequeña pero acogedora sala y un muro lleno de discos compactos. Podría calcular
- Siéntate – dijo él, observándome mirar fijamente los discos. - Cuando quieras
- Jude, primero que nada, gracias por venir – Su tono se relajó. - Quería decirte
180
- Sí, claro, lo que necesites, Arthur — contesté, de inmediato.
- Necesito que seas mis ojos en la isla, Jude, que me tengas informado de
- No, no, todo está perfecto. Sólo necesito un reporte para saber que todo
estoy. Si ves algo raro, lo anotas y esperas a mi regreso, sólo quiero tener
- Eso es irrelevante – dijo, sin inmutarse por mi pregunta. – Sólo digamos que
181
- Está bien, lo haré. Va a ser bueno tener algo en que ocuparme.
haciendo calor. Tomé el tren hacia el lugar de todos, donde me estaba esperando
Robert.
- Sólo avisarme que saldrá de viaje un buen tiempo y quería que lo supiera —
, mentí. Era difícil engañar a Rob, pero sentía un fuerte compromiso con
Arthur.
últimamente!
182
- No, no he tenido oportunidad. No la he visto siquiera en su patio.
calor de todo el día, hicieron la perfecta combinación para que comenzara a dolerme
la cabeza. Rob me dejó en la puerta de Amy y me quedé tres minutos ahí, parado
como estúpido, pensando lo que le diría. Tomé valor y toqué el timbre, no hubo
respuesta. Después de insistir otras tres veces, apenas alcancé a escuchar su voz.
- ¿Quién es?
183
Después de un rato de insistencia, Amy abrió la puerta. Tenía los ojos hinchados
de tanto llorar. Noté de inmediato que tenía un golpe en su labio inferior y un moretón
en su frente.
- Hola, muñeco — me dijo, con un intento de sonrisa; las lágrimas caían por
sus mejillas.
- ¡¿Quiénes?!, ¡¿De quienes hablas?!— dije, enfurecido, con una furia que me
184
Sentí un enorme hoyo en el estómago. El intenso coraje que tenía comenzaba
- Por favor Jude, no quiero que esto se haga más grande de lo que es. No te
Me tomó de los brazos y buscó mi mirada, que aún no lograba orbitar de nuevo.
- ¿Qué tan seguido ocurre esto? — pregunté, empuñando mis manos, sin
185
Estaba aterrada.
- Jude, ¡NO!
186
- ¡¿De qué carajos estás hablando Rob?! ¡¿Qué demonios sucede en este
- No hay nada que podamos hacer Jude, muchos hemos intentado detener
esos abusos, pero meterse es inútil y cada vez se vuelve más peligroso.
- ¡Son casi ancianos Rob! — exploté — ¡Hay dos mujeres! ¡No me digas que
no debo meterme!
Llegamos a la corporación y salté del auto antes de que Rob pudiera detenerme.
187
La ignoré.
Crucé las puertas que daban a las gigantes cámaras de Blue bayou y seguí
gritando.
- ¡ARTHUR!
- ¡Jude! El barco de Arthur salió hace cuarenta minutos — dijo Sandy, de pie,
detrás de mí.
Jamás había corrido tan rápido en toda mi vida como aquel día. Salí sin darme
Llegamos al puerto tan rápido como el carro podía acelerar y a la distancia, logré
ver el barco que había zarpado. De nuevo corrí hasta estar en la orilla del muelle.
188
- ¡Jude! ¡Tienes que tranquilizarte! — exclamó Rob, mientras me tomaba por
- Tenemos que ir con Kurt y Amy para que nos digan que fue lo que pasó —
logré decir.
“The Horrible Truth”; esa cruda canción que escribieron Kurt y Bob, no hablaba
del infierno que vivíamos con la fama, no hablaba de lo hartos que estábamos de
todo el cuento de ser personajes tan famosos, ¡no hablaba de que la realidad de
nuestras perfectas vidas no era color de rosa! La primera vez que escuché esa
canción la mal interpreté por completo. Esa canción hablaba del verdadero infierno
No podía dejar pasar esto por alto y resignarme a que esa era la forma de vida
189
- Hermano, no tienes que meterte para nada en esto. Llevamos viviendo
escenario para nosotros. Así son los malditos cobardes con poder, me temo
- ¡Tenemos que hacer algo! —dije, casi gritando. Yo no iba a aceptar que mi
- Son cuarenta y ocho personas las que forman ese estúpido clan — dijo Amy,
quien había memorizado todo lo que pudo de esas personas a las que
somos los culpables… hay otros que creo que lo hacen por aburrimiento, o
peor, por diversión… porque lo disfrutan. Se hacen llamar “El club de los
como tú, cariño, pero no tiene caso. No se gana nada más que una peor
calidad de vida...
- Claro que Arthur ha sabido de esto, pero no hay pruebas suficientes, querido
la mañana?
190
- Somos viejos, descuidados. La gente vieja dice incoherencias — contestó
Kurt, resignado.
Kurt y Amy siguieron hablando por espacio de una hora. Contándome historias
de terror.
Esa noche, nos quedamos en casa de Amy ella, Kurt, y yo. No hablamos más
del tema. No hubo alcohol, no hubo risas. Todo estaba envuelto en un ambiente de
Al día siguiente, organicé una reunión con los demás en el lugar de todos. Mi
que esto pasara. Sobre mi cadáver, este “Club” lastimaría a estas personas, estas
191
- ¿Alguien me puede explicar qué pasa aquí? — dije, de pronto mirando al
grupo de leyendas.
- Hemos aprendido a vivir con esto todos los años. Tal vez Kurt cometió un
club?
Andrew y Bradley eran dos operativos de bajo nivel en Blue Bayou. El primer
maldito, tenía una calva que hacía que el brillo del sol cegara tus ojos y una mirada
broma, que me parecía que Andrew tenía ojos de asesino en serie. Y Bradley
parecía duende: ojos saltones, orejas grandes, narizón y una sonrisa sedienta de
192
quiero que te metas en ningún problema, ni que te venga la brillante idea de
levantarte en armas. Quiero que dejes pasar este mal momento y que siga
todo igual para ti como hasta hoy. No tienes nada de qué preocuparte.
- No me vengas con esas idioteces, abuelo, le han roto el labio a Amy, Kurt
que te resbalaste?
Michael me interrumpió.
mandan al hospital, ¿qué crees? ¡Ellos son el hospital! Tienes que calmarte.
mía: de odio y coraje. Bob no dejaba de mirar al suelo, Dennis tenia cara de que en
193
cualquier momento estallaría y se pondría de mi lado. Todos se veían tan
Cerati tajantemente.
Terminó la reunión.
momento vería a aquel clan y sólo por ser el nuevo me dieran la bienvenida a su
manera. ¿En quién podía confiar del staff? Aún, por momentos, me parecía increíble
lo que estaba pasando… tenía que hacerle caso a los demás… tenía que ser
qué estarían llenos mis apuntes. Salí corriendo a casa de mi vecino. Entré, agitado.
- Llegué aquí en 1980, Jude, llevo treinta y cuatro años viviendo en este lugar,
- ¿Y qué tan grave es, son constantes estos ataques? —pregunté, con miedo
a la respuesta.
194
- Más de lo que cualquier humano podría soportar —concluyó.
celebrar al igual que año nuevo. Se sentía en el aire el ambiente hostil en el que
vivíamos a diario.
su posible muerte.
Era Junio. Habían pasado ocho meses desde la partida de Arthur, ocho meses
Cada que tenían oportunidad, buscaban provocarme para que reaccionara con
agresividad, para darme una paliza. Esos hijos de puta abusaban de todos los que
vivían en la isla, incluso Rob no salía exento de las provocaciones y golpes que
en Rob: él era de los buenos. Arthur tenía que volver ya, las cosas se estaban
saliendo de control.
195
“17-Junio-2015
Arthur:
¡Tienes que regresar, la isla es una maldita locura! Bob tiene desde el 11 de mayo
en el hospital sin despertar. Está muy delicado. Tememos por su vida Arthur. Blue
Bayou parece una prisión, los ataques son cada vez más constantes, golpean a
infierno en cuanto pusiste un pie fuera de aquí. Andrew es un mal nacido, he tenido
protagonizada por el club de los cuarenta y ocho. Blue Bayou era una pesadilla de
196
- Es Bob, el saldrá de esta, chicos. Digo, vamos, es Bob —dijo Michael, con
- ¿Y para qué querría salir de esta, Michael, para que lo rematen? — dije,
contestó Bonzo, cada vez más harto. — En cualquier momento nos pueden
Eso dolió. Pero, por más que intentaba buscar, no encontraba otra cosa más
Terminé de pasar la tarde con Rob en casa, el ambiente se sentía tenso en cada
nada, todo se había deteriorado muy rápido, no podía dejar de pensar en pasar el
resto de mis días en ese infierno. Me daban ataques de pánico de solo pensarlo.
197
- Nunca habían sido así de intensos los ataques Jude. Nunca habían llegado
- Es Bob. Ha despertado.
Fuimos al hospital tan rápido como pudimos. Al lado de Bob, el abuelo sujetaba
comer y no terminé con una gelatina. Andrew entró con el maldito de Bradley
me dijeron que si creía que los cocineros trabajaban a lo estúpido. Sólo les
dije que me dejaran en paz, les pregunté que si ahora la isla era una cárcel.
gelatina.
Bob rompió en llanto mientras apretaba las sábanas con todas sus fuerzas.
contestó el abuelo.
Pasé los próximos tres días con Bob en la playa. No me moví de su lado en toda
constantes. A Michael no lo veía, era el hombre con más manías que había
199
Amy y yo nos hacíamos mucha compañía. Y, a pesar de que Karen y Bob
Parecían una pareja que llevaba casada toda la vida y la mujer se la pasaba
Había parado de escribir los estúpidos reportes, había perdido la esperanza del
regreso de Arthur. Ni siquiera Rob podía tener información de él, no había manera
de saber nada.
Estábamos en casa Rob, Cerati y yo. En ese tiempo fumaba más que nunca,
tabaco y mariguana. Cerati había llegado a casa con unas cervezas y nos
contar conmigo. Tendré cincuenta y cinco, pero aún puedo lanzar buenos
solos Rob y yo allí, sin decir nada. Mi cerebro se sentía muy pesado, pero con la
200
- ¿Quieres otra cerveza? —preguntó Rob rompiendo el silencio.
- Claro, dije, con media sonrisa y un tono de voz exhausto. Fue entonces
la pared.
- Buenas tardes Jude, ¿todo en orden? —preguntó el calvo y líder con un intento
de sonrisa. Era como ver a algo querer ser humano, pero sin atinarle a los detalles
Él me observó.
Todos comenzaron a tirar mis cosas al piso, destruyendo cada parte que
201
- Hijo de pu… —antes de que mi puño llegara a su destino, sentí un golpe en
rompe mi costilla.
aliento.
piso, la rodilla contra mis riñones, y una mano pegando mi cara contra el suelo.
- Encontramos esto, señor —dijo uno de los que revisaba mi casa mientras le
- Creo que es momento que la estrella conozca al club completo —dijo Bradley
202
Andrew le dio unas palmadas en el cráneo, como perro, mientras leía mis
reportes.
- Tranquilo, Brad —lo peor es que el matón ese lo obedeció. Andrew entonces
sangre. —Me hieres, Jude. ¿Matarme? Pero si somos iguales. —con otro
aquí. No seas tan hipócrita. Tú y yo somos iguales —. En sus ojos vi una furia
- ¿Qué haremos con él? —volvió a cuestionarlo Bradley. Su voz tan seca y sin
- ¡¿Qué tal?! ¡El nuevo comploteando contra mí! — exclamó el líder de los 48.
con diversión. — ¿Tú sabias algo de estas reuniones? —le preguntó a Rob,
203
- Yo… — comenzó a hablar Colt.
- Okay. Ahora te explicaré qué sucederá, ¿vale? Cada uno de tus amiguitos
Levantó su dedo índice y me invitó a callar —. Esto les servirá de lección por
por uno. Como eres nuevo, puedes escoger quién será el primero: ¿la puta
Con un esfuerzo bárbaro y gruñendo como un animal, logré zafarme de los tipos
- ¡MALDITO! – grité.
204
Mis nudillos se enterraron en su mandíbula, y esto lo desorientó. Sin embargo,
Rob intentó meterse y sólo recibió el mismo castigo que me daban a mí.
Sentía los puñetazos y patadas en cada parte de mi cuerpo. Podía sentir como
algunos de mis huesos tronaban en pedazos, como cristal en llamas. Pensé que
moriría.
205
Un segundo de pausa. Andrew me tomó por el pelo y me susurró al oído: “Dulces
sueños, estrellita”.
Su puño tomó tanta altura que lo perdí de vista. Observé cómo caía a gran
Lo último que pensé fue que Amy y yo nunca llegamos hablar de nuestro beso…
206
TRACK 9
- Pa, te necesito.
- Sujétenlo.
207
¿Qué carajos pasaba? ¿Dónde estaba? Escuchaba, de lejos, oraciones
- Hola — intenté decir; solo salió un sonido seco y adolorido. No sentía la mitad
tranquilo.
208
Mi cara estaba hinchada, estuve a poco de perder el ojo izquierdo. Respiraba
por la boca, con dificultad. Tenía rotas la nariz, una pierna y ocho costillas. Tenía
tal vez para advertirles a los médicos que no dejaran morir a su “juguete nuevo”.
Arthur no regresaba aún. Tuve miedo, mucho, pero sabía que mientras estuviera en
el hospital y convaleciente en casa, estaba seguro. Ni Andrew sería tan tonto como
Me dieron de alta. Pasaban los días. Las semanas parecían meses, las horas
se escurrían como miel por la pared. Todo fluía con demasiada lentitud.
209
Tenía dominado el manejo de las muletas, pero aun así, me tomaba tiempo
Iba mucho a la playa. Era el único lugar donde me sentía más o menos tranquilo.
Muchas cosas pasaban por mi mente y mis emociones estaban muy revueltas. Me
sentía frustrado, enojado conmigo mismo por haber puesto en riesgo a los demás,
temeroso por mi propia vida… las noticias en la isla seguían llegando: los ojos
210
- ¿Puedo acompañarte?
- ¡Claro!
- No fuiste tú quien creyó que podía cambiar las cosas. Todo fue mi culpa.
Él suspiró.
- Al principio no era así, ¿sabes? Clint manejaba este lugar con amor. Andrew
era un niño no más grande que Arthur, amaba este lugar, era un buen chico.
- ¿Qué pasó? – Suspiró. - Clint murió. Arthur tomó el poder de la isla y todo
fue bueno por un tiempo. Hasta que Arthur comenzó a ausentarse. Salía a
- No lo sé amigo… si tuviera qué adivinar, diría que fue la isla. El no poder salir
de aquí, el saber que aquí morirá, el no poder nunca ver el mundo… piénsalo:
- Tal vez sí, pero nada justifica el querer matar a golpes a los que vivimos aquí.
- Lo sé. Andrew perdió la cordura. Hizo ese club de los cuarenta y ocho y junto
Y apuesto a que muchos de sus miembros no saben por qué siguen a ese
par de idiotas.
212
No hablamos más. Nos quedamos largo rato en silencio. Mirando al mar.
Julio pasó muy lento. Mi recuperación hacía mis días tediosos, como si todo
fuera la parte aburrida de una película, pero volví a tener contacto con todos.
el Lugar de todos no eran como al principio. Ya no se veía esa casa con todos sus
inquilinos en ella. Cuando iba, me tocaba ver sólo a tres o cuatro reunidos ahí: los
llamada de John.
213
- Jude — me saludó Cerati al entrar a la casa de John.
- ¿Qué hay chicos? —dije, dejándome caer en el sillón, poniendo mis muletas
a un lado.
- Veo que estás mejor — dijo Freddie, alborotando mi pelo con su mano.
- Quería matarlos, Jude, te juro que quería matarlos —añadió Freddie mientras
no ha habido incidentes tan graves, ¿no? — dije, con una pequeña risa.
- Yo pienso que si seguimos manteniendo el perfil bajo, no hay razón para que
- Michael tiene razón —dijo Cerati. — Con el susto que se llevó Andrew y
- Vaya mierda vivir de esta manera —dije, observando el dibujo que hacía
Michael en mi yeso.
214
Esa noche no pude dormir, me la pasé dando vueltas en la cama. Aún faltaban
pórtico alumbrando el aire con la luz que hacía el porro que se fumaba.
inquietaba. Tenía también una terrible comezón en la pierna que no podía rascar.
215
Cuando bajé a la cocina a desayunar, alguien llamó a mi puerta violentamente.
Me asusté.
estaba ida, tenía la cara hinchada y roja, todas las características de haber estado
Un terrible dolor invadió mi estómago. Sabía que algo muy malo había pasado,
con tan solo verlos. Amy no dejaba de llorar. Le escurrían las lágrimas.
dolor llenó cada parte de mi cuerpo. Las lágrimas salían de mis ojos, sin poder
216
- Rob — dije, tratando de contener las lágrimas. —Llévame con él.
Amy lloraba mientras le gritaba a John, quien estaba en su casa, que viniera a
John corrió hacia mí y me abrazó tan fuerte que me era imposible mover un
músculo.
Intenté empujarlo, pelear, pero la tierra volvió a jalarme hacia ella. No podía
217
- Tranquilo hijo, no hay nada que podamos hacer — dijo John con lágrimas en
sus ojos.
Casi todos, fuimos a su casa. Vimos cómo sacaban su cuerpo cubierto en una
casa, apenas alcanzaba a ver su silueta detrás de sus cortinas, John tampoco
estaba en el lugar, ninguno de esos viejos podía dejar de llorar. Freddie estaba
llegaría su momento, uno a uno y que eventualmente la isla quedaría sin inquilinos
218
Elvis murió un 4 de agosto del 2015 a la edad de 80 años. Según la autopsia, él
mismo día y pudimos hacerle una misa de despedida. John estaba desconsolado,
yo no podía seguir llorando más, la mitad de la isla estaba en aquella misa. Esa
triste tarde la adornaban decenas de velas que iluminaban toda la playa. Jim se
- Yo llegué a este lugar hace cuarenta y cuatro años, Hendrix llevaba un año
aquí y seis años después, llegó Elvis, mi abuelo. Hendrix no me dejara mentir,
cuidaba; a todos ustedes les tocó la bienvenida que daba el abuelo. Después
planeado por el abuelo. Ahora, hoy no es un día para estar tristes, es un día
en el cual celebraremos la vida del abuelo, del legado que le dejó al mundo
219
Jim levantó su copa de champagne mirando al cielo y todos los que estábamos
Esa noche, fui a casa del abuelo. Robert no se despegaba de mi lado. Sólo
admirando sus más de veinte guitarras. Rob encontró unos viejos álbumes de fotos
con todo el mundo, verdaderos tesoros: Jerry Lee Lewis, Jackie Wilson, Johnny
Cash, Chuck Berry…; fotos de sus conciertos detrás de bambalinas, fotos con su
familia. Se veía tan feliz. Esas fotos podían costar una fortuna.
Encontré un álbum lleno de fotos del abuelo en la isla, desde su llegada con
todos los demás. Eran tan jóvenes cuando llegaron aquí, las imágenes clásicas que
el mundo conoció, y, por supuesto, ahí estaba yo. Tomé ese álbum como mi
220
herencia, había una foto de todos juntos en “El lugar de todos”, era hermosa, aún
Me quedé un buen rato sentado en la cama del Rey, pasando las hojas de ese
álbum fantástico, con el baño frente a mí. Por alguna extraña razón, con la
desolación que sentía, fijé mi vista en el suelo del baño y una terrible angustia me
invadió: como un balde de agua helada que recorrió mi cuerpo. Dejé de lado el
- Rob, necesito que hagas algo por mí —, le dije, sin quitar mi vista del baño.
Deseaba estar equivocado, pero tenía una sensación extraña en la boca del
221
Decidí explicarle lo que pasaba por mi mente.
dijo algo sobre una fuga en su baño y que resbaló… no quiero pensar que
ese reporte.
minutos.
- ¡Jude!
abierta.
222
- ¿Tienes manera de revisar las cámaras de seguridad del área de Michael y
el abuelo?
Robert asintió y volvió a irse por unos minutos. Cuando volvió, estaba pálido,
ponerlo, la piel se me congeló. No podía creer lo que estaba viendo: era Bradley,
entrando a casa del abuelo con otros cuatro individuos, justo la noche que murió.
Adelanté el video unos 25 minutos y vi que los cinco individuos salieron de su casa;
Arthur.
No sentí coraje ni ganas de vengarme, como otras veces. Por primera vez en
mi vida, experimenté un miedo que no puedo explicar. Estaba seguro de que esas
224
TRACK 10
2 AÑOS DESPUÉS
Dejé de rasurar mi barba ocho meses atrás; el pelo me creció casi treinta
Los hogares de todos los que vivíamos en la isla parecían estar abandonados
asemejaban ni un poco a las golpizas que recibimos Kurt, Bob, Yo, o la que estaba
yo, cuando se aproximó Andrew con parte de su clan. Amy apretó mi mano con
gran fuerza.
225
- Pintarán sus casas por dentro y por fuera. Mañana que la pintura haya
quites esa barba, corta tu pelo y date un baño — hizo cara de asco.
- Tal vez ayudaría si hubiera gas en las casas, estoy harto de bañarme con
repente tanto interés, tanta atención hacia nosotros?, ¿Por qué comenzó a
- Eso fue raro — dijo Dennis, cuando Andrew se fue. — ¿Por fin se habrán
226
- No, tiene que ser algo más. Estas personas no pueden ser racionales de un
- Chicos, tengo noticias. Fui a la corporación y escuché que este sábado llega
ningún rostro: Arthur estaba por volver. ¡Diablos! Arthur; no recordaba si quiera su
casi todo lo que traía dentro, Amy y John se sabían mi ensayo de memoria y, sin
No tenía sentido decirle todo lo que había pasado, sería meter en problemas a
todos con Andrew si Arthur se marchaba de nuevo. No, tendría que pensar en cómo
227
abordar este problema. Además, una duda seguía firmemente planteada en mi
cabeza.
- No sé si sea tan buena idea hablar con Arthur de todo esto que ha pasado
- ¿Qué es lo peor que puede pasar, Jude? Aunque no digas nada ellos
- Pero Jude tiene razón Fred -, intervino John. - Podrían empeorar de nuevo
siempre, matarlo? No creo que sean cosas que puedan suceder —añadió
del abuelo quedaría impune y esos malditos estarían ahí, como si nada hubiera
228
Cada argumento tenía sus puntos a favor. Era una situación muy difícil.
podíamos perder, qué podíamos ganar? La cuestión era que no vivía sólo en ese
lugar, todos pasábamos por lo mismo en Blue Bayou, no podía tomar una decisión
así sin tomar en cuenta a los demás o sin pensar bien en las consecuencias.
La última vez que no pensé, recibí la paliza de mi vida y el abuelo murió, pero
La noche cayó y todos regresamos a nuestras casas, era martes y faltaban sólo
cuatro días para que Arthur volviera. Malditos cuatro días en los que sabía que mi
mente me volvería loco. Estaba por subirme a acostar cuando de pronto, alguien
llamó a la puerta.
- ¿Si? — pregunté.
Tras instantes de shock, abrí la puerta. Ahí estaba él, de pie, debajo del foco que
cuerpo.
229
- ¿Tú, pidiendo permiso para entrar? Eso es nuevo — le dije, mientras le abría
- Seré claro y directo. Arthur vuelve el sábado y como sé que eres un valiente
que no juegues con fuego, si Arthur sabe algo de lo que ha pasado aquí, te
- ¿Crees que valdría la pena meterte en problemas por un rumor del cual ni
Lo único que se venía a mi mente era el disco de los videos donde se veía
secamente.
Judy.
230
Sus palabras me hicieron sentir escalofrío.
- Algún día, pagarás por todo lo que has hecho, Andrew, eso te lo prometo —
mía —. Si abres la boca, puede pasar otro accidente como el que le paso a
tu querido abuelo.
Las lágrimas brotaron de mis ojos. Sentí mucha impotencia, e ira. Quería
matarlo, no debía dejar que el miedo me invadiera. Arthur tenía que saber la
verdad… ¡tenía que saberlo todo! Él tenía que escucharme, ¡nos había abandonado
- ¿Qué quería?
231
- ¿No piensas decirle, verdad? —me preguntó con preocupación.
- Rob, tiene que saberlo — dije — Algo tiene que hacer por nosotros ese
- ¿Y qué te hace pensar que Arthur está exento de esos maniacos, Jude? ¿En
serio crees que al saber de esto, él los regañe y los mande a la esquina,
atacan a Arthur?
del cual estaba cegado. Él tenía razón, pero yo siempre he sido demasiado terco.
Los días eran eternos. Era Jueves 14 de septiembre del 2017, el cumpleaños de
- Y… ¿les gustó el pastel? Lo hice con todo mi amor — dijo Karen mientras le
232
- Es perfecto querida, sabes que amo tus pasteles —le contestó la
- Espero que le hayas puesto suficiente azúcar esta vez —comentó Cerati
abrazo.
- Lo dices porque tú tienes 29, Jude. Ni a los 30 has llegado, que trauma.
- Lo sé, eres una vieja como todos los que viven aquí — respondí, mientras le
y hacía mucho tiempo que no nos juntábamos sin que faltara uno en esa casa. Por
indescriptible, había pasado mucho tiempo desde la última vez que la había visto
233
sonreír tanto. Sin embargo, la falta del abuelo se podía sentir en todo el lugar. Su
ausencia era enorme… aquel viejo sillón, vacío, nos pesaba como plomo.
- Quiero hacer un brindis — dijo Amy. — Por el abuelo, porque aunque han
pasado dos años, lo sigo sintiendo aquí, y quiero decir lo que él hubiera dicho
- ¡“No cuentes los años, cuenta las historias que te han dejado”! .
misma sintonía aquel día. Amy y yo comenzamos a bailar y Karen y Bob nos hicieron
- Creo que tienen razón, John, sería mejor no mover las aguas y causarnos
234
El viernes siguiente lo pasé sólo, en casa, pensando. Esa noche no pude dormir.
Llegó el sábado. Temía ver a Arthur y recibirlo con un golpe. Mis sentimientos me
traicionaban, sentía una fuerte presión en la cabeza de volver a ver a aquel hombre
Arthur llegó a las 8:40 de la noche. Sin pensarlo dos veces, salí corriendo a la
corporación. Llegué más rápido de lo normal, y ahí estaba Rob, esperando justo
- Jude, por favor, no lo hagas. No empeores las cosas para los demás —me
dijo.
- Confía en mí, todo estará bien, Arthur sabrá que hacer. Él tiene que saberlo.
235
Entré al lobby y vi a Sandy, sentada detrás de su escritorio, con la cara de
escritorio. No puedo explicar lo que sentí al verlo, tenía ganas de llorar y lanzarme
236
- Jude, tenía demasiados pendientes allá afuera, ¿por qué me estas
Las palabras no salían de mi boca, parecía que me habían quitado la voz con
- Arthur, este lugar ha sido un infierno desde el momento en que te fuiste. Nos
intenta calmarte...
237
- ¡Tienes que creerme, maldita sea! ¿Eres idiota? ¡Tienes que escucharme!
cara.
- En este disco está la prueba de que Bradley asesinó al abuelo hace dos años.
Arthur puso el disco y comenzamos a ver aquel video infernal. Podía ver entrar
a casa del abuelo a esos cobardes, era como revivir ese trago amargo de dos años
exactamente a las 3:58. Pude ver de nuevo esos movimientos que me aterraban,
eran bestias salvajes. Arthur estaba callado, impávido… quitó el disco del
238
- ¿Alguien más sabe de esto? —preguntó.
- Sólo este…
Mi corazón latía tan rápido que sentía que se me saldría del pecho cuando colgó
el teléfono.
locos! ¡Son capaces de todo! Temo que incluso tú corras riesgo, son cuarenta
y ocho personas.
Él no dijo nada.
239
Andrew y Bradley entraron a la oficina. Había comenzado a sudar, Andrew no
- Jude Stone me ha dado una terrible noticia — dijo Arthur, tan frío como
Imaginen mi sorpresa.
- Son unos idiotas y se arrepentirán por esto - les dijo, antes de suspirar y dejar
Andrew y Bradley me tomaron por los brazos mientras este último me sacaba el
su escritorio.
Su voz era aterradoramente calmada, pero su mirada denotaba una furia que
congeló mi sangre.
240
- ¿Cómo pudiste matar a ese anciano sin darte cuenta de que estabas siendo
cuarenta y ocho, ¿tienen idea que pasaría si todos en la isla nos atacaran, si
se enteraran que matamos a uno de ellos? No, no lo saben, porque son unos
completamente congelado.
- ¡Por favor! ¡Dime que esto es una broma! —dije, susurrando mis palabras.
Estaba aterrorizado.
- No tuviste que meterte más de lo debido, todo pudo haber funcionado bien,
pero tenías que meter tus narices —siguió Arthur. — Llegué a pensar que al
241
Me costaba trabajo respirar, y no sólo por el golpe.
- Lamento decepcionarte.
- No entiendo —balbuceé.
oficina.
Él suspiro.
ellos no, ¿algo tienen que hacer para no volverse locos, cierto?
Todo aquello tenía que ser una pesadilla. Despierta Jude, despierta, me repetía
242
Tan profesional como siempre, Arthur contestó:
- No, no lo es. Sólo te contaré algo, chico: hace muchos años, los papás de tu
amigo Rob comenzaron a pensar que todo esto estaba mal, comenzaron a
ponerse en contra nuestra. Eran de los pocos que salían de esta isla, no
causes más problemas y, por favor, no metas ideas en las cabezas de estos
ancianos, han pasado por mucho como para que los hagas sufrir más. No
eres un héroe, nunca lo serás, mejor disfruta tu estancia en Blue Bayou; por
desahogó con un golpe en mi estómago, tan fuerte, que me dejó por completo sin
243
- Te lo advertí, Jude — me dijo, mientras se marchaban del lugar. No hubo
No podía llorar más. Mis ojos estaban completamente secos. Comencé a golpear
el piso hasta que mis puños empezaron a sangrar. Tanta impotencia, tanto coraje
encima de mí. Rob entró a mi casa, dando pequeños pasos; parecía un zombie, su
de él.
escuché.
- Ellos… ellos asesinaron a mis padres por querer justicia para Blue Bayou.
No puedo creerlo, no puedo creer que Arthur sea parte de todo esto — dijo,
244
Mi corazón se rompió, mi estómago se hundió y me sentí como el idiota más
grande del mundo. ¿Cuántas veces me sugirieron que dejara esto en paz? Pero no,
Nunca había visto esa mirada en él, parecía de pronto que sus ojos estaban
hechos de lumbre.
245
TRACK 11
constantemente que fuera a tener un ataque de ira. Si eso sucedía, Arthur se daría
cuenta de que no era yo el único que sabía la verdad, y eso suponía un riesgo para
Rob y para todos. Por fin entendí cómo se sintieron todos antes…
esto.
Rob me pasó dos cuadernos. Tenían la pasta de cuero color café y se veían
muy desgastados.
246
- ¿Qué es esto?
todo, como si los hubiera olvidado ahí. Creo que son diarios — dijo
Matthew.
nosotros ánimo y coraje: sentíamos que, de algún modo, podríamos ganar la batalla
- Jude, por favor, que no haya nadie más — dijo Rob, mientras Matthew se
ponía al volante.
- Claro, no te preocupes.
Rob llegó a casa como a las once de la noche. Mathew no fue. Era una noche
“Abril 1984.
Un día más que paso en esta prisión, siento que me voy a volver loco. Odio tener
que poner buena cara a todos ellos y ser su maldito chofer y sirviente. Qué asco me
Arthur F.”
“Noviembre 1984.
Hola diario, aún creo que es una estupidez esta “terapia”, pero, me lo ha pedido casi
como una tarea. Es absurdo, pero, en fin... hoy llevé a Elvis, Bob, Bonzo y Hendrix
escuchando sus estúpidas historias. Me quería morir. Bien ese fue mi día, ¿te
Arthur F.”
248
“Agosto 1987.
Mañana será la primera vez en 15 años que podré salir de esta isla. Me ha dejado
años más este cantante estará harto de todo. No sé cómo le hace para leer el
cansancio en los rostros de esa gente. Bueno, no importa, saldré de aquí. Es una
de las mejores noticias de toda mi vida, solo quería que quedara escrito aquí.
Arthur F”.
Pasábamos las hojas y leíamos muy rápido. Los apuntes estaban llenos de
un odio insidioso que parecía haber estado alimentando por años a Arthur. Un odio
que se notaba lo había carcomido por dentro poco a poco… se leía que en verdad
Arthur odiaba Blue Bayou y a los que vivíamos ahí. Firmados siempre por “Arthur
F”... ¿cual podría ser su segundo nombre? ¿Fred, Francis? En verdad sentía lástima
por él.
“5 de Octubre 1989.
Hoy Blue Bayou está de luto, por fin el cáncer venció a Clint Foxhearth, Hoy murió
mi Padre.
Arthur F”.
249
- Su… ¡¿Padre?!… ¿¡Arthur es hijo de Clint Foxhearth!? — le pregunté a
Rob, incrédulo.
- Aparentemente… pero, ¿por qué lo ocultó todos estos años, por qué se
cambió el apellido a Walker, por qué ninguno de los demás nos ha dicho
la verdad?
Rob estaba tan confundido como yo, lo podía notar en sus expresiones.
era un cazador de talentos por los años 50’s. Toda su vida intentó ser el manager
fondos que él; ningún artista creyó en él jamás. “El loco Clint”, así lo llamaban.
Supimos, por lo que Arthur escribió, que su padre soñaba mucho, más de lo que
debía.
los hermanos más ricos de Estados Unidos, dueños de la mitad de Los Ángeles.
Tenían cientos de negocios en los cuales no sólo invertían y ganaban, sino que se
convertían en expertos del tema. Estos hermanos amaban al padre de Arthur como
si fuera un Robinson más. Nos enteramos que Clint les contaba a ellos, con
en artistas; pero para ellos era un negocio muy arriesgado, un negocio donde
250
sueños y la suerte. Era algo en lo que no podían arriesgarse a invertir: un arma de
doble filo.
“Clint me contaba todo el tiempo de los conciertos y festivales a los que iba cuando
joven. La mayoría de los artistas lo conocían muy bien, por lo regular todos lo habían
en donde Hendrix había pasado toda la tarde con él después de su show y le platicó
lo cansado que estaba de todo. Hendrix le dijo a mi padre “Ojalá existiera un paraíso
Ese fue el momento en el que Clint tuvo aquella revelación. Ese fue el
momento en que lo supo: ¿para qué crearlos, si les puedo ayudar a desaparecer?
de negocios con el Loco Clint. Planearon la compra de una isla, invirtieron en que
fuera el secreto más grande del mundo y con las primeras cinco celebridades
Tal vez Clint no era bueno para alentar a artistas a que creyeran en él, pero
251
Entre el padre de Arthur y los Robinson encontraron la isla tras meses de
operaciones en el 68. Estaba planeado que el lugar se llamaría “Star Island”, pero
cuando descubrieron esa playa, decidieron que no podía tener otro nombre más
padre de Arthur no podían creer el éxito que tenían, jamás se lo imaginaron… pero
con todo el éxito del mundo viene el infortunio. Los Robinson murieron en un
paraíso.
convirtió en su obsesión más grande. Tan grande que se olvidó de lo más importante
“4 de Noviembre, 1989.
Lo admito… tengo mucho coraje, desde niño. Crecí con demasiado coraje. Parece
que mi padre amaba mucho más a todas esas celebridades que a mí. Andrew
hace increíble cómo llore la muerte de ese señor, y que hoy, después de un mes de
Mañana pondremos una estatua en su honor, después de todo el creó todo esto, se
le debe su mérito al hombre. Dicen que abraces a tus padres en vida todo lo que
con el cajón.
Arthur Walker”.
- Eso lo explica todo… nunca imaginé el odio que podía tener Arthur hacia
No sabía si culpar a Clint por negligente, a los Robinson por darle fondo a
esto, o a Arthur por demente. Para mí, todos compartían la misma culpa.
- Esto parece sacado de una novela, Jude —dijo Rob, sin soltar el diario.
Seguimos leyendo.
253
“Julio- 1990.
No sé por qué sigo escribiendo en ti, ya no está el que me lo exigía. Supongo que
descontento y odio hacia los inquilinos de este lugar, creo que el estar atrapado aquí
una junta con todos los que están a punto de estallar, incluso puedo correr peligro
yo.
Arthur Walker”.
“Agosto- 1990
Somos cuarenta y ocho. Simplemente no lo puedo creer. Estas personas odian vivir
aquí tanto como yo, no son felices. Les he dado la oportunidad de desahogar su
frustración de la manera que ellos quieran, incluso si los inquilinos por “accidente”
son mal tratados. Sé que suena un poco psicópata, pero tengo que ver por la salud
mental de quienes tienen funcionando este lugar. Sólo he puesto una regla: no
asesinar a nadie.
Arthur Walker”.
Miré a Rob fijamente y supe que su petición era seria… pasé las páginas con
rapidez.
254
“Enero- 1993
Los Colt se estaban convirtiendo en un dolor de cabeza. Justo hace una semana
hablé con Samuel, pero no me quiso escuchar. Ellos estaban hablando de más. Mi
intención nunca fue eliminarlos, pero no podía permitir que pusieran en riesgo la
demonios haré con él. Malditos Colt, si tan solo se hubieran callado.
Arthur Walker”.
- No, sigamos.
“Abril- 1994.
Hoy llegó a la isla Kurt, aún esta incrédulo de todo esto. Elvis ya le ha organizado
su bienvenida. Me gusta ser el líder del club de los cuarenta y ocho. Aunque yo no
estarán toda su vida aquí, se merecen tener este club. Por ahora, me toca ponerle
buena cara a todos y perder mi tiempo enseñándole el lugar a este niño de 27 años.
255
Arthur Walker”.
sin parar y decidimos tomar un descanso. No quería cerrar los ojos por temor a
“Agosto-2009
financiando todo este teatro. Necesitamos uno más para poder retirarnos para
siempre, para abandonar este maldito lugar. Tenemos que ser pacientes. Uno más,
sólo uno más. Este niño Stone parece ser la cereza en el pastel, ¿quién los va a
extrañar, quién los va a buscar, quién les llorará? De todos modos, todos ellos ya
Arthur Walker”.
“Abril- 2013
Falta muy poco, con la llegada de Jude a la isla y el dinero que hemos recaudado,
al fin podemos continuar con nuestro plan. En verdad las armas no creo que sean
necesarias, pero Andrew tiene razón, en el peor escenario somos cuarenta y ocho
256
contra ciento dieciséis. No queremos correr riesgos. Mi viaje largo se aproxima, sólo
Arthur Walker”
Sentí una fuerte presión en el pecho. Me costaba trabajo asimilar todo lo que
leía en esos diarios; esos malditos nos iban a abandonar en la isla, nos dejarían
morir de hambre, sin medicinas, se iban a largar y sólo sería cuestión de tiempo que
se fueran acabando los suministros poco a poco. Me quede frío, la cara de Rob
peligro inminente.
entrecortado.
haremos?—preguntó Rob.
257
- Lo primero es advertir a los demás —dije, frotándome la barba con la
planes.
- Tenemos que ser muy discretos Jude —dijo Rob, señalando lo obvio.
cuadernos. Nuestra única ventaja era que ellos no sabían que conocíamos su plan,
teníamos que actuar antes, pero, ¿qué demonios íbamos a hacer? La solución se
escapaba cada vez que me acercaba a ella. Sin darme cuenta, me quedé dormido.
- ¡Despierta!
- Te quiero, viejo.
- ¡Despierta!
258
Rob me jaloneaba, fuertemente.
marcha, sin dejar de ver hacia atrás por el retrovisor por si alguien nos seguía.
Llegamos a donde vivían Bob y Karen y continuamos a pie por entre los árboles,
para después bajar por un enorme acantilado donde había unas viejas escaleras,
casi cayéndose. Yo aún iba un poco adormilado, pero descendimos hasta que la
brisa del mar nos mojaba la cara. Arribamos a lo que parecía una bodega en ruinas.
mientras bostezaba.
telarañas hasta que llegamos a un cuarto donde había unas grandes cajas de
madera.
con explosivos?
259
Sonriendo, Rob abrió una de la cajas mientras me decía eso. Los bastones
solución, pero no era alguien para discutir con las oportunidades que se me
Teníamos un plan.
260
TRACK 12
EL PLAN
—Jude, deja de correr riesgos. Por favor deja ir esta obsesión que tienes,
John alzó la voz tan fuerte que incluso Freddie agachó la mirada. Él jamás me había
hablado así.
- Jude, tenemos que contarte algo —dijo Freddie. —Sabía que un día
llegarías con esta loca idea. Hace muchos años, Janis vino conmigo y con
el abuelo a decirnos que quería escapar. Ella estuvo tres meses hablando
todos los días acerca de huir, nos la pasábamos diciéndole lo mismo que
a ti, pero vaya que era testaruda la mujer. Al igual que tú, Janis era la más
uno de los cuarenta y ocho te dabas cuenta que corrían con la misma
261
Freddie hizo una pausa y soltó una pequeña carcajada mientras recordaba
aquellos tiempos.
- Ella era una chica especial, pero nunca pudimos persuadirla, ella quería
largarse de ∫aquí. Punto. Un día dijo que si su plan no salía como ella lo
miedo nada, hablaba de su gran plan delante de todos, no temía que los
meses...
día ya no estaba. Jamás volvimos a saber nada de ella, y para ser sincero,
De verdad todos ellos habían pasado por mucho, lo menos que necesitaban
era correr más peligro, pero tenían que saber lo que estaba pasando, tenían que
conocer lo que tramaba el Club y de una buena vez debía confesarles qué papel
con esa gente. ¿Tú crees que somos estúpidos, crees que nos tragamos
eterno porro.
pidieron que continuara. Les conté todo: de los videos de la noche en que murió el
abuelo, del encuentro que tuve con Arthur y su confesión, de los diarios y de quien
era en realidad. Incluso para Freddie y John, saber que Arthur Walker era Arthur
Foxhearth los dejó boquiabiertos. Cuando les conté del plan que ellos tenían, el
- Primero, necesitamos tener una junta en la playa, quiero que todos estén
presentes.
peleando.
tenía, podíamos notar que ese lugar no lo había visitado nadie en 20 años, pero no
263
podíamos confiarnos a que alguien nos siguiera. Todo estaba escondido en mi casa;
Esa tarde, Amy llegó a casa y nos fuimos juntos a Blue Bayou. Le conté todo
en el camino. Absolutamente todo nuestro plan. Nunca había visto a Amy tan
A ella no le gustó esta idea, quería participar, pero el plan ya estaba hecho.
264
- ¿En serio? No sé por qué no se me ocurrió antes — dijo ella. —
Ahora tenía que aprender a pilotar un buque. No podría ser tan complicado,
¿o sí?
Llegamos a Blue Bayou, Rob había llevado a todos a la junta. Matthew, por
su cuenta, tenía la tarea de ir avisando a todos los trabajadores que iban a escapar
con nosotros. Al final teníamos que sacar a 116 personas de ahí, parecía un plan
imposible.
- Bien, les contaré el plan — les dije a los demás artistas, mientras todos
265
- Así es, los mismos que utilizaron para construir este lugar —seguí — los
- Okay, hermano, pero eso suena a un plan bastante ruidoso- dijo Bob,
lógicamente preocupado.
por el hombro. — Rob está armando una bomba que podremos detonar
noche Kurt, Bonzo, Bob y Jim irán al barco del puerto dos y deshabilitarán
que matar...
unos incómodos momentos, afirmaron asintiendo con la cabeza, sin una sola
objeción.
- Excelente-, continué. - Los primeros que subirán al barco serán todos los
- Si explota el reactor, ¿no está eso conectado a todos los ductos de gas y
- Creo que lo que Dennis intentó preguntar fue que, si la explosión será tan
- No, esa explosión creará una gran ola que nos alejará de la isla.
Todos guardaron silencio durante largo rato. Podía verse el miedo en sus
rostros. Lo único que se escuchaba eran las olas del mar que se estampaban en las
- ¡Si! Another one bites the dust… another one bites the dust —. Comenzó
a repetir aquella frase una y otra vez hasta que contagio a todos en el
lugar.
- Another one bites the dust… another one bites the dust…
orgullo y sonrió.
- ¿Que están haciendo todos aquí? ¿No será otra de tus reuniones verdad,
Me quedé como idiota sin saber qué decir. Simplemente, no podía enunciar
268
- Sí, Brad, estamos ideando cómo explotar la isla e imaginando como
volarás con ella en mil pedazos — dijo Jim, siguiendo el “juego” de Kurt.
Ninguno de nosotros podía creer a lo que estaban jugando esos dos. Sin
embargo, al escucharlo en boca de alguien más, dicho con tanta naturalidad, hasta
- ¿Desde cuándo está prohibido convivir con tus amigos? Aquí es más
—dijo Bob.
Totalmente.
Podía sentir nervios en cada parte de mi cuerpo, pero la emoción era tanta
que sentía que iba a estallar. El saber que todos apoyaban nuestro plan me
269
- Así es amigo. Esa semana será la última que estará el barco en el muelle,
Cerati reían a carcajadas y hacían ruidos como si fueran ladrones del mar.
- Todo saldrá bien — les dije. - En 9 días estaremos lejos de aquí y este
nuestro plan es hasta el 20 y que ellos vayan a irse antes —dijo Michael
contestó Hendrix.
isla, es algo que tienen muy bien programado. Créeme que estos 9 días
que faltan no son cruciales para ellos ni para nosotros. Ten un poco de fe
— le dije.
270
- Bueno, creo que es hora de que nos separemos. No quiero que regrese
- Chicos, todo saldrá bien. Lo que más me asusta es llegar al mundo real y
16 de Octubre de 2017.
todos, de casa de Bob y Karen, de cada posible ruta de escape que necesitaba
considerar. Todo parecía perfecto. Todo tenía que salir bien si lo hacíamos con
silencio y sigilo.
Aquel día, fui al mar a darme el último chapuzón en aquella hermosa playa,
según mis cálculos. Nadé durante un buen rato y me quedé ahí, solo, contemplando
entre los dedos. Qué maravilloso hubiera sido poder vivir ahí por siempre sin que
271
Llegué a casa como a las 5:30 de la tarde. Rob estaba parado justo en medio
de la sala.
- Hola. Ya está todo listo, he repasado todo mínimo unas tres veces este
día. Sólo nos quedan tres Rob, tres días más y nos largamos de aquí.
Rob no contestó nada. Sudaba demasiado y tenía los ojos tan abiertos como
Detrás del muro de mi cocina se asomó el cañón de una pistola que apuntaba
justo a la cabeza de Rob. Bradley apareció detrás del arma con una sonrisa sedienta
de sangre.
- Bradley, baja el arma por favor — le dije, mientras tomó a Rob por el
272
- Qué listos fueron en la playa — dijo —me estaban diciendo la verdad.
- Todo esto es tu culpa, Jude— dijo Bradley, apuntando la pistola hacia mí.
- ¡Todo!
tuvo. El golpe fue tan fuerte que inmediatamente la sangre comenzó a fluir como
mis fuerzas, nudillos tornándose blancos. Éramos dos contra uno, la ventaja estaba
273
por completo de nuestro lado. Recuerdo ese momento como si fuera ayer, no sentía
que mis manos estuvieran apretando con fuerza, pero su cara me decía lo contrario.
Vi cómo la vida lo abandonaba poco a poco. Sus ojos se tornaron tan rojos
como la sangre que le seguía saliendo de la nariz; las lágrimas le salían a chorros,
los pataleos y forcejeos eran cada vez más débiles; hasta que por fin, dejó de
moverse.
Rob me tomó por los brazos y comenzó a alejarme del cuerpo de Bradley.
comenzado a temblar.
una eternidad, miré a Rob y con toda la seriedad del mundo, le dije:
Teníamos que escapar esa misma noche. No pasaría mucho tiempo: Andrew iba a
sucedido.
Matthew por su parte, alistó a todos los que trabajaban en Blue Bayou. Yo fui
con John, Amy, Michael, Hendrix y Kurt. Rob y los demás chicos se reunieron con
nosotros. Lo que íbamos a hacer dentro de 3 días había que hacerse en 5 horas.
Teníamos muy poco tiempo para repasar el plan una vez más. Todo nos tenía
que salir al pie de la letra y sólo había dos finales: escapar o morir intentándolo. Sin
presión.
Todos sabían perfectamente lo que tenían que hacer, sólo era cuestión de
que cayera la noche por completo para que los cuarenta y ocho dejaran de dar
rondines.
275
- Bien — les dije a todos — 8:30. Kurt, Bonzo, Bob y Jim llegarán a
Tenía que presionarlo dos veces, uno para activar, otro para accionar. El ver
aquel foco verde prenderse me provocaba demasiada ansiedad y miedo, pero sabía
- Perfecto. Ok, chicos —les dije a todos. — A las 10 tienen que ir lo más
distracción.
- Provocaré un incendio.
- Estás loco si crees que irás solo, muñeco —me dijo Amy.
276
Freddie levantó la mano y dijo:
Sabía que no podría persuadirlos. Sabía que dijera lo que dijera, nada los
- Gracias, amigo.
mataban, el no saber cómo iban las otras partes del plan me estaba dejando sin
uñas.
Freddie y Cerati.
277
- ¿Seguiré sin convencerte verdad? —le pregunté a Amy.
- Ok, Jude – dijo Rob -, necesito que me pongas atención y repasemos esto
todos. En una hora, Kurt y los chicos irán al barco a neutralizar a los
para llevar a los demás cuando vea las llamas. Jude, todo el perímetro de
cerillo y arrojarlo a la marca que hice. En caso de que nos descubran, ese
muro de fuego no los dejará salir y nos dará por lo menos 10 o 15 minutos
El plan era todo menos perfecto, pero era el que teníamos. Nada tenía que
salir mal.
Recorrí mi casa por última vez, ese lugar donde había pasado los últimos 4
años de mi vida. Los demás estaban en el estudio, tan nerviosos como yo. Recordé
la primera vez que entré, la emoción que sentí al ver esa hermosa casa.
angustiante: pensé en que vería de nuevo a mi familia… ¿Qué les iba a decir?
hubiera sucedido.
todos moríamos.
salvaje y animal.
279
- ¿Cómo se sienten? —preguntó John.
- Todo saldrá bien chicos. En un par de horas estaremos muy lejos de este
- Sólo quiero que los demás no tengan ningún problema con su parte del
- Relájate Jude, nuestra entrada es hasta las 10. No puedes estar así dos
- Lo sé, pero tienes que tomarlo con calma, todos estamos en esto, todos
Dieron las 8:30 y justo en ese momento supimos que no había marcha atrás.
Mi paranoia me hacía pensar que en cualquier momento vería a Kurt y a los demás
del día era mi plan y los demás no debían verme dudar. Los minutos pasaban como
horas mientras yo daba vueltas por toda la casa, tenía intensas ganas de vomitar:
siempre, poco iluminada. Bajé del carro, dejándolo lo más lejos que pude de la
corporación. Al acercarme a buscar la marca que Rob había hecho, sentí una fuerte
mirada.
Volteé y lo vi: fumando un cigarro, viéndome directo a los ojos: Andrew. ¿Qué
carajo hacia ahí? Todos habían bajado del carro conmigo, a pesar de haberles
¡Han tomado el barco! Repito, ¡Los hijos de puta han tomado el barco y lo
Después del tercer intento, lo logré… como por inercia, Andrew se detuvo, perplejo.
- ¡Corran! —grité.
Llegar al carro se hizo eterno, sentía que cada pierna me pesaba 100 kilos.
282
Comenzaron a dispararnos. Las detonaciones eran estruendosas, las balas
nos pasaban rozando, ¡era aterrador! Podía sentir el calor de las balas pasando
cerca de nosotros.
Teníamos 10 minutos máximo para estar arriba del barco y detonar los explosivos
en la Gran Bertha. Aceleraba tan fuerte que llegue a pensar que mi pie atravesaría
Al llegar al puerto bajamos muy rápido y corrimos por el muelle. Los chicos
comenzaron a subir al barco, cuando un grito estruendoso hizo que todo el cuerpo
se me congelara.
- ¡JUDE STONE!
Permanecí inmóvil, en silencio. No tenía nada que decirle. Arthur, para mí,
era sólo un insecto al que había que aplastar, pero no sabía cómo.
283
- ¿Nada qué decir? Lástima — dijo, mientras se preparaba a disparar de
nuevo.
Matt bajó del auto como si nada, pasó por mi lado y murmuró:
Yo le seguí y grité:
- ¡Ya! ¡Ahora!
- Rob —dije
Todo sucedió en cámara lenta. Dejé de escuchar los gritos de los tripulantes.
285
No pude hacer nada al respecto. Las lágrimas comenzaron a salir de mis
Yo sabía que el mundo real lo aterraba… sabía que Robert Colt prefería morir
con esa isla que huir de ella. Mis gritos enmudecieron cualquier ruido que hubiera
Era cuestión de minutos para que todo comenzara a estallar, sólo nos
el chillido que soltó era aterrador: parecía como si el barco fuera a partirse por la
mitad.
- ¡El barco se detuvo! ¡El barco se detuvo! – gritaba Karen; estaba al inicio
había matado a un hombre con mis propias manos y había sido testigo de la muerte
de otro a manos de mi amigo. Tenía suficientes razones para volverme loco, pero
no podía dejarme llevar por la crisis que inundaba el ambiente. Si todos nos
suelo. Era estúpido decirlo en voz alta. Pero era lo único que se venia a
mi mente .
Llegué al cuarto de máquinas tan rápido como pude. Recordé las lecciones
acercarme por completo, comencé a reír y a llorar. ¡No podía ser! Lo que estaba
direcciones… perdí la cordura por un breve momento, voltee a todos lados llorando
cuando mis huesos explotaron. Fue un dolor que quedó completamente olvidado
Subí de nuevo con todos los demás tan aprisa como mis piernas me lo
permitían, sujetando mi mano y lidiando con uno de los dolores más intensos que
había sentido en mi vida. Era tanto, que tuve que pelear para mantenerme
piso y logré asomarme por un pequeño hoyo que había. No veía nada. Ningún
Todos fueron guardando silencio, uno por uno… a nuestro alrededor, había
estruendosa explosión hizo temblar todo el aire. La luz nos cegó por un momento.
288
Un gigante hongo de lumbre no dejaba de crecer. El calor era
Nos fuimos levantando, poco a poco, uno por uno, a presenciar aquel
momento.
Ahí estaba yo: parado en la proa del barco, viendo como Blue Bayou
explotaba parte por parte. Justo como en mi sueño, todo iba desapareciendo,
devorado por sí mismo. Las explosiones no se detenían, se podía ver a los lejos
dejado una enorme nube negra, por un momento descansó mi alma y me integré a
la celebración.
289
- ¡No! ¡No, no, no! ¡Amy, no! ¡Ayuda!
- ¡Te vamos a ayudar! ¡Te vas a poner bien! ¡Lo juro! Sólo necesitamos un
Ella sonrió y trató de decir algo, pero su voz era demasiado débil. No
alcanzaba a escuchar, tuve que acercarme lo suficiente para oír sus últimas
palabras.
corporación.
Amy murió el 16 de Octubre del 2017, el día que escapamos de Blue Bayou.
290
TRACK14
ESTAMOS DE VUELTA
cuerpo de Amy en mis brazos. Los demás llamaban a la puerta intentando sacarme
de mi miseria.
Mi mente estaba agotada. Por otro lado, mi tarea aún no estaba terminada.
Debía guiar el barco hasta encontrar tierra, de otra manera estaríamos a la deriva,
Todos me observaron.
- Necesitamos hacer una ceremonia para Amy y Rob —les dije —es lo
necesitas comer.
291
La ceremonia fúnebre se llevó a cabo en la proa. Toda la tripulación estaba
ahí. Yo había perdido la capacidad de llorar, debía decir unas últimas palabras para
- Mi padre siempre me dijo que no hay éxito sin sacrificio. Me decía que los
grandes logros no salen baratos y nunca en mi vida había pagado tan alto
precio por uno. El día que puse un pie en Blue Bayou por primera vez, la
primer persona que saltó a mis brazos y me llenó de besos fue Amy.
Jamás olvidaré aquel momento. Hoy perdí a dos personas que en todo
este tiempo se convirtieron en más que amigos. Amy y Rob vivirán por
porque sé que Amy y Rob están felices por nosotros y sé que sus muertes
no fueron en vano.
- ¡Chicos! —exclamé.
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Todos guardaron silencio.
- Yo aún sigo aquí, con vida. Creo que los que se merecen todo el crédito
son Amy y Rob, ellos dieron sus vidas porque saliéramos de ese infierno.
Podía sentirse cómo la tristeza envolvía a cada uno de los que estábamos
ahí.
nosotros se movió hasta que las llamas la consumieron por completo. Arrojamos
sus cenizas al mar. No dejaba de pensar en la bienvenida que le daría el abuelo allá
desesperados.
recurrente.
vez, aterrador.
preocupado y angustiado.
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Yo ya tenía una respuesta en mente.
nuestra libertad y nos llevaron a vivir a una isla llamada Blue Bayou. Eso
nos raptó?
- Así es, Michael. Cuando nos digan que “morimos” y nos enseñen las
- ¿Un fan millonario nos secuestró a todos, uno por uno, y nos llevó a esta
Me acerqué a ver el radar y noté que un pequeño punto había aparecido justo
enfrente de nosotros.
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Michael y yo corrimos a cubierta.
horizonte pero el reflejo del sol en aquel lejano punto confirmaba solo una cosa:
nuestra salvación.
bengalas que había en el botiquín. Sólo tenía tres disparos, sólo tres oportunidades.
A los pocos minutos, la cubierta estaba abarrotada por todo Blue Bayou. Más
bengalas, juro que aquellos gritos se podían escuchar hasta la luna. Todos movían
sus brazos sin dejar de aullar en forma de señal. Tomé la pistola, la cargué, apunté
y dispare. La luz llegó demasiado alto, y nadie quitaba la vista de aquel barco. No
Voltee a ver a todos y cargue el tercero y último tiro. Cerré mis ojos. Sólo uno debe
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Sólo veía cómo subía y subía, dejando esa enorme estela roja detrás. Todo
se quedó en silencio… voltee a ver a John y muy a lo lejos, se escuchó cómo aquel
momento. ¡Gracias, gracias, gracias!, repetía una y otra vez, mientras el sonido de
bodega, sólo faltaba platicar con todos lo que le diríamos a la prensa y lo que
ese barco.
matarme…- le dije.
- Jude, desde que empezaste con esa loca idea de escapar, tú salvaste la
Arthur me llevó. Así fue como llegue a Blue bayou, muero por ver a mi
Matthew Williams y hace doce días salimos huyendo de quien nos tenía
- ¿Cuántos son?
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- Ciento dieciséis…—me quedé pensando por un momento y corregí. —
tomaremos control del barco. Por cierto, ¿puedo hacerte una pregunta?
—me dijo.
- Claro —contesté.
- Eres idéntico a un cantante que murió hace años, Jude Stone, ¿te lo han
dicho?
Todos, absolutamente todos, pudieron dormir por fin. La paz había llegado,
deje caer en una de las camas y, aunque no eran las mas cómodas,
los ojos me encontré solo en aquel cuarto. Tras levantarme, me dirigí a la cocina,
moría de hambre.
que había preparado Karen con anterioridad. Sabía que eran de ella. Los había
- Sí, suele hacer eso — le dije sonriendo y dando una mordida gigantesca
moría por ver a mi amigo de nuevo y, antes que mi familia, quería que él estuviera
presente. Debía pensar bien cómo iba a manejar la noticia para ellos.
significaba una cosa: estábamos cerca de tierra. Con mucha calma subí a la cubierta
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y empecé a visualizar los grandes rascacielos que solo pueden caracterizar a esa
mi lado.
Teníamos un plan hecho. Uno que sólo nosotros podíamos llevar a cabo.
característica sonrisilla.
por hora; comencé a sentir esos nervios que me atrapaban al inicio de mi carrera
antes de subirme al escenario. La cara de todos tenía el mismo aspecto: ver edificios
reflejaba en cada una de sus facciones mientras yo sonreía al borde del llanto. Ahí
- ¡Maldita sea!, ¡¿qué fue lo que pasó, dónde estuviste todos estos años?
- Creo que se me bajó la presión —dijo con los ojos cerrados mientras se
como si descubriéramos el mundo por primera vez. Cada vez estábamos más cerca
del “Knickerbocker”. Lou había conseguido tantas habitaciones como había podido,
final, no sólo éramos doce, éramos ciento catorce personas que necesitábamos
asilo.
Llegamos al hotel y fuimos los doce al penthouse del lugar, pasamos por el
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Nadie nos volteó a ver, ni un poco, ¡quien lo pensaría! Sólo había susurros
de: mira ahí va un tipo que se parece a John, o ¿viste a aquel hombre que era
idéntico a Kurt?
¿Quién lo pensaría?
Lou seguía sin poder asimilar todo aquello. Esa noche le conté todo, mientras
los chicos me apoyaban con partes que olvidaba. No me faltó un solo detalle, con
platiqué de Arthur y su club, de las golpizas que nos daban y de cómo casi nos
familia?
- Muchas gracias, Lou, no sabes el gusto que me da verte —dije con toda
sinceridad.
le pregunté.
- ¿Quien?
- ¡No te creo!
No pude dormir ni una sola hora, estuve toda la noche pegado a la ventana
los brazos de mi familia sin la necesidad de tener que vérmelas con la prensa; sólo
Los rayos del sol comenzaban a rebotar en los ventanales de los enormes
ruidos. Al medio día, recibí una llamada de Lou que me decía que estaban a punto
de abordar el avión. Planeamos que les dijera que me harían un homenaje en Nueva
York. Me di un baño para estar presentable para ellos, no podía con los nervios.
Unas horas después las puertas de aquel cuarto se abrieron y entro Lou seguido
- Matt… ¿qué es esto, cómo puede ser? — decía mi madre sin nada de
aire.
- No es fácil de explicar hermano, pero te juro que les diré todo — dije, sin
sorpresa.
- Matthew, ¿eres tú? —me preguntó Cecil con una voz apenas audible.
- Nos dijeron que moriste Jude, vimos tu casa hecha cenizas —dijo Greg
les costó asimilar aquella noticia, pero al final se unieron a nosotros. No podía dejar
de llorar, los besé a todos y no paraba de decirles cuánto los amaba y cuanta falta
me habían hecho.
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Por fin pude tranquilizarme, estaba con ellos.
Con una sonrisa, los llevé a donde estaban los demás, John, Bonzo y
platiqué todo, en especial la mentira del secuestro. No podía tolerar la idea de que
- Todos —contesté fríamente —los demás que rescatamos son los que no
estaban de acuerdo con los tratos que nos daban. Eran de los buenos.
ellos y que de alguna manera había logrado explicarles lo que sucedió. Carl me
Hospedé a mi familia en dos habitaciones del hotel. Cecil me confesó que hacía
- Sigo sin creerlo, ¿de verdad estas aquí? — me preguntó Greg, mientras
escapamos, él añadió:
- Más te vale, Matt —me dijo con un golpe en el hombro mientras se fue a
su cuarto.
- ¿Por qué no? todo el mundo está durmiendo a estas horas —dijo Bob.
- Ay, Bob, ¡estamos en Nueva York! ¡Este lugar nunca duerme! — comentó
Freddie.
Sin pensarlo dos veces, salimos los doce del cuarto y subimos a un elevador,
clima era perfecto, se respiraba felicidad, y cualquiera creería que éramos un grupo
de imitadores.
personas y colores. Parecía que eran las doce del medio día. Nos quedamos
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parados en el centro de Time Square viendo todos los letreros como si estuviéramos
viendo la octava maravilla del mundo. De pronto sentí dos flashes en mi rostro.
fotografiarnos. No pasó mucho cuando los flashes cesaron y los rostros de la gente
- ¡No puede ser! —dijo un hombre, mientras quitaba la cámara de sus ojos.
Nosotros sólo nos veíamos, sin poder hacer nada. Los flashes y el barullo se
- ¡¿John?!
- ¡¿Freddie?!
todas las fotos y videos se comenzaron a hacer virales en las redes sociales.
echaban encima. ¿Son ustedes? ¿Son imitadores? ¿Quiénes son? eran algunas de
las preguntas que nos hacían, sin éxito. Ninguno de ellos, o nosotros, sabía cómo
Entre el caos, logré ver como Lou llegaba en una camioneta y salía de ella
las leyendas, e incluso para mí era enorme ver a todos reunidos ahí. Fijé mi mirada
policía y a la prensa, no emitían un solo ruido. Jamás había visto a tanta gente en
calma.
grité.
cara me delataba a kilómetros por ver a todas esas personas dirigiéndose a toda
El hotel estuvo rodeado por más de veinte mil personas durante dos
semanas. Los medios de comunicación tenían que llegar por helicóptero. Estuvimos
esas dos semanas contándole a cada uno de los diferentes canales y medios lo que
había pasado con nosotros. No fue una tarea fácil, y estoy seguro que muchos no
- Así es — contesté.
en el año dos mil veintiocho. Fue un paro cardiaco que lo sorprendió en la cama de
su casa.
Bob murió un año después que Hendrix, a los ochenta y cuatro años. Aún
pudo disfrutar unos años más cantando sus canciones. Murió rodeado de sus hijos.
Bonzo tenía setenta y siete años cuando murió de un infarto. Todos dicen
que fue una congestión alcohólica. Cuando eres rockstar, eres rockstar.
John murió el cuatro de febrero de este año, a la edad de noventa y dos. Dio
un par de conciertos más sin contar las giras que hicimos juntos. Él se retiró por
Ayer, veinticuatro de junio del dos mil treinta y dos, se fue Dennis,
hecho en el de los demás, honrando su memoria. Fue doloroso ir viendo como cada
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En Baltimore, mandé construir una pequeña capilla con altares de todos
ellos, un lugar donde me podía sentar a platicar con mis amigos, incluyendo el altar
del abuelo con la verdadera fecha de su muerte; el de Amy, el de Rob y por supuesto
el de mi padre.
Hoy, a mis cuarenta y cuatro, quiero que todo el mundo sepa quiénes fueron
en realidad todos ellos y de mis vivencias junto a las leyendas más grandes que han
En algún lugar del mundo, existe una isla. Una isla donde viví cuatro años de
mi vida junto a personas increíbles; un lugar lleno de magia, pero detrás de cada
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