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TRABAJO DECENTE EN EL PERÚ

INTRODUCCIÓN

El mundo avanza vertiginosamente, no solo en tecnología sino también en la


búsqueda de un modo de vida basada en justicia social.

Las revoluciones siempre ha sido el motor de la historia, pues con ella se han
conseguido que se reconozcan muchos derechos, el derecho a un trabajo, a la
educación, etc., son conquistas de esas revoluciones que dieron un giro de
trecientos sesenta grados a la historia. De ahí que en el mundo contemporáneo
nace un concepto de que un trabajador debe recibir por su fuerza de trabajo los
beneficios, compensaciones, cuidado en su trabajo, etc., esto se ha resumido en
dos palabras un TRABAJO DECENTE O UN EMPLEO DIGNO que significan
hoy por hoy el respeto a los derechos labórales protegidos en las constituciones
de cada Estado.

El concepto del trabajo decente lanzada en 1999 por la Organización


Internacional del Trabajo, se transformó en un llamado de atención en momento
de plena vigencia del neoliberalismo (G.G.T.R.A, 2011).

Este es un planteamiento original de la socialdemócrata, que de entonces a


hoy es otro objetivo de lucha todavía no conseguido en su totalidad.

En el presente ensayo, se desarrolla de manera ágil, completa, somera y


descriptiva como se viene avanzando en el Perú con cumplimento de los
derechos laborales.

Ciertamente, es muy crudo profundizar en el tema, puesto que los datos


estadísticos sólo recogen a las personas del ámbito urbano, más no de las áreas
rurales, en donde se vive sin recibir un incentivo por su trabajo en las lejanas
tierras, bosques, etc.

Hacerle frente a la desigualdad debe partir de cada ciudadano cociente,


exigiendo a su gobierno el cumplimento de promesas electorales.

No se puede hablar de crecimiento económico en términos de PBI cuando los


jóvenes, el campesinado, etc., carecen de protección social, de empleo, mucho
se puede hablar se seguridad laboral, negociación colectiva y que la cifra de la
PEA no refleja el porcentaje de personas con empleo digno.
DESARROLLO

La desigualdad en el mundo siempre ha existido desde tiempos remotos, es


decir, desde la famosa Ley de la Selva según el cual el fuerte se impone al
débil, es el nombre dado popularmente al funcionamiento social en ausencia de
toda ley, presuponiendo que se impondrá la tiranía de los más fuertes, en
analogía al funcionamiento, real o supuesto, del mundo animal. Generalmente
implica una valoración negativa de dicha "ley", y una defensa de la existencia de
la Ley y el Orden.
También se llama la ley del más fuerte. Esto también hace referencia a: "El pez
grande se come al chico", etc. El verdadero significado de esta es que el más
fuerte predomina sobre los demás, pero para uno más fuerte hay otro más fuerte.
De entonces a hoy parece haberse impuesto una nueva ley. LA LEY DEL MAS
VIVO, de aquel ser humano que sin escrúpulos se aprovecha de la ingenuidad
de los demás, de la ambición, la codicia del empresario que hace trabajar a sus
obreros sin darles una remuneración, compensación, trato digno, etcétera; pues
poco o nada le importa cumplir con la ley y se empeña en cumplir con los 10
mandamientos de todo buen burgués. Los cuales considero la causa para
mantener la desigualdad, y por consiguiente la falta de un trabajo decente.
 PRIMER MANDAMIENTO: AMARAS AL DINERO SOBRE TODAS LAS
COSAS.
 SEGUNDO MANDAMIENTO: TOMARAS EL NOMBRE DE LA PATRIA
EN VANO
 TERCER MANDAMIENTO: SANTIFICARAS LAS FIESTAS
 CUARTO MANDAMIENTO: OBEDECERAS A TU PADRE Y... Y,
BUENO, A LA MADRE NO, PORQUE LOS BURGUESES NO LA
SUELEN TENER
 QUINTO MANDAMIENTO: NO MATARAS... SI NO ES NECESARIO.
 SEXTO MANDAMIENTO: NO FORNICARAS.
 SEPTIMO MANDAMIENTO: NO ROBARAS... EN PEQUEÑAS
CANTIDADES.
 OCTAVO MANDAMIENTO: NO DIRAS MENTIRITAS... INVENTA
GRANDES CALUMNIAS.
 NOVENO MANDAMIENTO: NO DESEARAS LA MUJER DE TU
PROJIMO... DESEA MEJOR A TU PROJIMO PARA PONERLO A
TRABAJAR
 DECIMO Y ÚLTIMO MANDAMIENTO DE TODO BUEN BURGUES: NO
DESEARAS INVERTIR TUS BIENES. GUARDALOS EN UN BANCO
EXTRANJERO. (Galeano, 2004)
A pesar de haber conseguido derechos fundamentales que se estudian en las
Universidades 1era, 2da, 3era y hasta 4ta generaciones, estas pues no se ha
hecho efectivo en la realidad; pues no existe una igualdad entre todos el hombre,
mucho menos la igualdad entre y mujeres.
Para entrar en materia, es decir, tratar del trabajo decente en el Perú, “es
necesario resaltar que este es un concepto muy reciente, exactamente lanzada
en 1999 por la Organización internación del trabajo, que con el tiempo se ha
transformado en un llamado de atención por decirlo de alguna forma al
neoliberalismo tan arraigado en nuestro tiempo” (G.G.T.R.A, 2011)
Vale decir, que para el Trabajo decente, “se estudian cuatro elementos:
elementos: el empleo, la protección social, los derechos de los trabajadores, y
el diálogo social” (Ghai, 2003).
“El trabajo decente es un concepto profundo contenido ético y que tiende a
resaltar la importancia de los derechos de los trabajadores y de los calidad de
las condiciones de trabajo” (Trabajo, 2001).
Teniendo claro la definición del trabajo decente, daré algunos alcances
comparativos del trabajo decente en el Perú, un estudio realizado el 2012 y otro
recientemente realizado el 2016 para que el lector contraste los datos
estadísticos y variables.
TRABAJO DECENTE EN EL PERU
Trabajo decente” es pues una la categoría que ha encontrado la OIT para
calificar al trabajo con derechos o trabajo en planilla, como lo denominamos en
el Perú. Aquí tenemos un agudo contraste entre el crecimiento del Producto
Bruto Interno (PBI) y el porcentaje de trabajo decente. Mientras que el primero
ha estado entre el 6 y el 7% en los últimos diez años el trabajo decente apenas
alcanza al 12% de la Población Económicamente Activa (PEA). El panorama se
completa con una informalidad del 75% de la PEA ocupada, un pequeño
porcentaje de desocupación abierta de algo más del 6% y una cantidad de
trabajadores que trabajan en empresas formales pero a los que no se les
reconocen todos sus derechos. El resultado es una gran creación de riqueza que
contrasta con una pequeñísima creación de puestos de trabajo con plenos
derechos. Bernardo Kliksberg, el reputado intelectual que reflexiona sobre la
relación entre ética y economía, nos señala, que la cifra macroeconómica más
importante no es el crecimiento del PBI, sino el porcentaje de la PEA que tiene
trabajo decente. Kliksberg nos dice que el trabajo decente, al brindar derechos y
estabilidad, da perspectiva a las personas y produce integración social, es decir,
crea sociedad. Este contraste que tenemos en el Perú entre gran creación de
riqueza y poquísimo trabajo decente, explica la aguda desigualdad social y la
persistencia de altos índices de pobreza, lo que da como resultado una sociedad
desintegrada y con muchas dificultades para ser representada políticamente. ¿A
qué se debe esta situación? Por una parte, tanto el Perú prehispánico como el
colonial nos dejan un fuerte legado de trabajo gratuito, bajo formas esclavistas y
serviles, que en muchos casos llegaron hasta bien entrado el siglo XX. Por otra,
hemos tenido desde la colonia un predominio de modelos económicos de
exportación de materias primas que se han caracterizado por la creación de
pocos puestos de trabajo, escaso valor agregado y muy poco eslabonamiento
con el resto de la economía. La ofensiva neoliberal de los últimos veinte años, al
no tocar sino más bien profundizar el modelo ancestral y su desconsideración
por el trabajo, ha multiplicado el dinero circulante en la economía pero ha
mantenido sino profundizado su desigual distribución.
De esta manera, se ha generado una cultura contraria a la creación de puestos
de trabajo y más todavía de trabajo bien remunerado y con derechos. Esto ha
llegado al exceso de considerar los derechos laborales como “sobrecostos” o
“trabas” que deben ser eliminados. De lo que se trata en la visión dominante es
de crear la mayor cantidad de riqueza en el menor tiempo posible sin atender las
necesidades de la mayoría.
La creación de puestos de trabajo, sin embargo, ha sido la bandera más repetida
en las últimas campañas electorales –recordemos a Toledo, García y Humala
para olvidarla como tantas otras promesas una vez llegados al poder. Hoy, sin
embargo, las grietas del modelo ponen sobre la mesa las reivindicaciones
laborales más urgentes. La ley general del trabajo, largamente debatida en los
últimos años, espera su turno para convertirse en ley. Si seguimos fomentando
empleo precario y mantengamos el modelo extractivista no seremos un país
desarrollado.
A contracorriente del reclamo popular el gobierno de turno impone una
legislación de carrera pública, denominada Ley Servir, que recorta los derechos
laborales. Por último, el aumento del salario mínimo tiene gran apoyo de la
población y de los expertos, pero ello no conmueve a las minorías que manejan
nuestra economía.
Tanta miopía en un tema crucial puede llevar a resultados inesperados e
indeseables. Ojalá que hubiera algo más de atención al agudo problema laboral.
El Índice de Trabajo Decente (ITD) permite medir la evolución de la calidad del
empleo que se genera en el país. Para ello utiliza 5 indicadores:
1.-contrato/registro,
2.- salario mínimo,
3.- jornada laboral no mayor a 48 horas semanales,
3.- afiliación en algún seguro de salud y
4.- a un sistema de pensiones.
El punto no es que las personas tengan empleo, sino qué clase de empleo
consiguen. Por lo general, el de los peores horarios, uno en que no se respetan
los derechos laborales ni se cuenta con beneficios sociales. Nada más como
indicador cabe recordar algunos resultados del sondeo que publicó la PUCP con
motivo del Día del Trabajador, en mayo de este año: solo el 13% de los
encuestados -de 31 distritos de Lima- dijo estar en planilla como trabajador
estable. Además, menos del 30% de los consultados contaba con beneficios
sociales (seguro, plan de jubilación, gratificación, vacaciones, pago adecuado de
horas extras y CTS). Según los analistas laborales de la universidad estos
porcentajes están cayendo desde el año 2008. ¿Qué hacer ante este panorama,
cuando desde el propio Estado se dilata la aplicación de políticas laborales
adecuadas y se permite que muchos peruanos, sobre todo jóvenes, acepten
condiciones laborales abusivas ante el abismo que significa el desempleo?
Quienes quieren llegar al gobierno el 2011 deberían comprometerse a reivindicar
sus derechos. (República, ¿Tienes tú un trabajo decente?, 2010)

LA MEDICIÓN DEL TRABAJO DECENTE EN EL AÑO 2012

La medición del trabajo decente en el año 2012, se realiza a través de una


metodología sencilla que permite captar el déficit del trabajo decente desde el
trabajador individual, es decir, desde un nivel micro. La propuesta plantea,
mediante la combinación de indicadores definidos como básicos y
complementarios , analizar los diferentes grados de déficit de trabajo decente de
toda la población ocupada, para lo cual se ha dividido en dos grupos: asalariados
y no asalariados conforme a las variables sexo, nivel educativo, edad, actividad
económica, etc. Se utilizó los datos de la Encuesta Nacional de Hogares y
Condiciones de Vida (ENAHO) del INEI del 2012. Sin embargo, la ENAHO es
insuficiente para obtener toda la información que se requiere para construir un
indicador que abarque todas las dimensiones del trabajo decente. Considerando
estas limitaciones, las variables utilizadas de la base de datos de la ENAHO son
las que se muestran a continuación:
INDICADORES ASALARIADOS NO ASALARIADOS
BASICOS Tipo de contrato Registro del negocio o
actividad en la
SUNAT(RUC,RUS,otro)
Ingreso laboral Ingreso laboral

COMPLENTARIOS Jornada de trabajo Jornada de trabajo

Seguro de saludo Seguro de saludo Jornada de trab

Afiliación al sistema de Afiliación al sistema de Seguro de salu


pensiones pensiones

Para la construcción del Índice de Trabajo Decente (ITD), las variables han sido
dicotomizadas, es decir, se les ha asignado solamente dos valores: “1” si cumple
y “0” si no cumple con las condiciones dignas (en este caso aceptables) que se
supone debe tener la actividad o trabajo que realizan.
Indicadores Cumple no cumple
Básico Modalidades -Asalariado: tiene -Asalariado: sin contrato
de algún tipo de contrato -No asalariado: el negocio o actividad
contratación (indefinido, modal, está registrado
recibo por honorarios,
etc.)
-No asalariado: su
negocio actividad está
registrado en la
SUNAT(persona
natural o jurídica)

Índice que mide el trabajo decente desde el puesto de trabajo


Indicadores Cumple No cumple
Ingreso menor a
S/. 718,75
Ingresos El ingreso es
mayor o igual a
la remuneración
mínima(S/.
718,75.
Ponderado del
año 2012)
Complementarios Jornada Trabaja hasta Trabaja mas 48
Laboral 48 horas semanales
semanales

Seguro de Tiene algún tipo No tiene seguro


Salud de seguro de de salud
salud
Sistema Afiliado a algún No está afiliado al
de sistema de sistema de
pensiones pensiones pensiones

Fuente: Informe: El Trabajo Decente en el Perú: Una mirada al 2012


Una vez definido los parámetros se construye un indicador final por el cual se
establecen 5 niveles en la escala del Índice de Trabajo Decente. A partir del cual
se puede estimar y conocer la manera cómo se distribuye la población ocupada
entre el “ideal” de trabajo, y los diferentes niveles de déficit de trabajo decente.

A continuación se muestra la descripción de cada uno de los niveles, siendo el


nivel 1 aquel que representa el trabajo decente, dentro de la metodología
utilizada, y el nivel 5 representa todo lo contrario (Requena, 2012)
Nivel 1: Cumple con todos los indicadores básicos y todos los complementarios
Nivel 2: Cumple con todos los indicadores básicos
Nivel 3: Cumple al menos con uno de los indicadores básicos

Nivel 4: No cumple con indicadores básicos pero al menos con algunos de los
indicadores complementarios
Nivel 5: No cumple con ningún indicador

En el 2012, en el nivel 1 del ITD (nivel de cumplimiento pleno de los 5 indicadores


a la vez) se ha encontrado al 12% de toda la PEA ocupada del país (asalariados
y no asalariados). Del 2008 en adelante, el nivel 1 ha venido ampliando su
cobertura. Ha subido 5 puntos desde ese entonces. Ello significa que pausada
pero sostenidamente viene mejorando la calidad del empleo en el país.
Por parte, a pesar de las políticas desfiscalización por parte del gobierno Cada
año, desde hace una década, millones de personas se movilizan reclamando a
sus Estados políticas laborales que garanticen el acceso a empleos decentes,
con derechos y protección social, donde se puedan ejercer las libertades
sindicales sin discriminaciones de ningún tipo. En el Perú las centrales y
organizaciones sindicales aprovechan la conmemoración para exigirle al
Gobierno y al Congreso, cumplan con sus compromisos laborales.
SITUACIÓN DEL TRABAJO DECENTE EN EL PERU 2016

Cada 7 de octubre se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD).


Con motivo de la fecha, el Programa Laboral de Desarrollo (PLADES) publicó
una nueva edición del Informe sobre la situación del Trabajo Decente en el Perú
(2016), actualizando el balance sobre la evolución de diversos indicadores
laborales y de empleo en el último año.

El Programa Laboral de Desarrollo (PLADES) viene pues monitoreando los


principales indicadores del Trabajo Decente desde el año 2010, llamando la
atención sobre las brechas que aún persisten en nuestro mercado laboral, pese
a los avances registrados en los últimos años.

El informe de PLADES se realiza en un marco del Proyecto Trabajo Decente en


América Latina: perspectiva sindical acerca de los indicadores sociales anuales
en 7 países de la región, es financiado por la DGBBW de Alemania y ejecutado
por la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañía
Multinacionales.

Para ello, PLADES ha utilizado fuentes de Instituto Nacional de Estadística e


Informática y del Banco Central de Reserva del Perú y el Ministerio de Trabajo
y Promoción del Empleo. Ha analizado los siguientes aspectos

INFORMALIDAD Y SUBEMPLEO

La informalidad y el subempleo siguen siendo el principal problema laboral en el


país. A pesar de las mejoras en las tasas de empleo y ocupación alcanzadas
durante el periodo de crecimiento económico (2004–2012), el empleo generado
(incluso el formal) fue precario e inestable. Como ejemplo, el 75% de los empleos
privados formales que se crearon fueron a plazo fijo, es decir, inestables. Una
porción importante bajo regímenes laborales “especiales”.

DESIGUALDAD ECONOMICA

La desigualdad económica sigue siendo un rasgo estructural de nuestro mercado


laboral. Con el decrecimiento de los últimos años, el coeficiente de Gini se
mantuvo estanco en 0.44 en los últimos cuatro años. Esto es, no disminuyó.

POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA

Durante el 2016 la Población Económicamente Activa (PEA) –que asciende a


16´903,700 personas– aumentó en 405,600; un crecimiento de 2.45% respecto
del año anterior. Se registró un mayor avance en el empleo femenino que el
masculino.

TASA DE ACTIVIDAD

Asimismo, la tasa de actividad creció en 0.6% durante el 2016; pero vista en


perspectiva, presenta una tendencia a la baja a lo largo de la década. Lo mismo
sucede con la tasa de empleo, que sigue una evolución decreciente desde el
2010; y también con la tasa de desempleo, que aumentó en 0.7% respecto del
año anterior, ubicándose en 4.2%. En el caso de los jóvenes entre 15 y 24 años,
el desempleo llega a 10.8%.

ESTRUCTURA OCUPACIONAL

En términos globales, durante el 2016 la estructura ocupacional mantuvo la


tendencia registrada años (sino décadas) atrás. En términos absolutos,
predominan los asalariados privados, los independientes (hombres) y del trabajo
familiar no remunerado (mujeres). Asimismo, en términos de PEA ocupada,
lideran los sectores Servicios No Personales (28.2%); Agricultura, ganadería,
pesca y silvicultura (25%), Comercio (18%) e Industria de consumo (7.5%).
FORMALIDAD LABORAL

•Los avances en términos de formalidad laboral son bastantes modestos. Si bien


la Tasa de Empleo Informal disminuyó en –1.2% el 2016, todavía 11´661,912
personas laboran en la informalidad: el 72% de la PEA Ocupada. Esta situación
afecta más a las mujeres (75.1%) que a los hombres (69.5%). La informalidad
en los jóvenes (de 14 a 24 años) llega a 87.1%. El empleo informal se concentra
en el trabajo asalariado e independiente.

NIVEL DE INGRESOS

Con relación al nivel de ingresos, se registró un incremento en el porcentaje de


trabajadores que reciben menos de 1 RMV (al pasar de 45.7% a 49.4%), pero
se registró también retrocesos de –1 % y –2.8% en la población que recibe entre
1 y 2 RMV y más de 2 RMV, respectivamente.

SINDICALIZACIÓN

Durante el 2016 se registró un promedio anual de 375,669 trabajadores


sindicalizados; 19,234 menos que el 2015. Se mantiene así la tendencia
decreciente de la tasa de afiliación (cae de 5.3% el 2014, a 5% el 2016), sobre
todo en el sector privado. En la administración pública, por el contrario, aumentó
de 14.3% a 14.5% en el mismo lapso.

NEGOCIACION COLECTIVA

En lo que respecta a la negociación colectiva, el 2016 se presentaron 548 pliegos


(110 menos que en 2015), mientras que el total de convenios registrados fue 352
(20 adicionales a los contabilizados el año anterior). Apenas el 2.6% de la PEA
asalariada privada (166,747 trabajadores) está cubierta por un convenio
colectivo. (PLADES, 2016)

SITUACIÓN DE LOS JÓVENES

Los jóvenes peruanos que concluyen la educación formal y salen al mercado


laboral tardan —en promedio— 12 meses para encontrar un "empleo decente",
lo cual no implica necesariamente formalidad; mientras que aquellos que no
completaron la secundaria tienen que esperar aproximadamente 31 meses. (21,
2016). Es decir: los jóvenes que consiguen un empleo casi inmediatamente son
tres de cada cinco, mientras que los otros dos esperan, por lo menos, cinco
meses. Aunque el primer trabajo de la mayoría es de "mala calidad", es decir, en
el sector informal de la economía.
Alfonso Grados, El ministro de Trabajo y Promoción del Empleo del Perú, señalo
en un diario de circulación nacional: "para los jóvenes peruanos el primer empleo
es un momento muy difícil". Ello porque la gran mayoría busca una oportunidad
sin tener una formación técnica o profesional concluida, lo cual los lleva a
trabajos con bajos niveles de productividad y salarios. Esto explica la situación
crítica en que se encuentra nuestro país, como lo revelado Diario Gestión. Una
investigación de la Red Latinoamericana de Investigaciones sobre Compañías
Multinacionales (RedLat) muestra que el mercado laboral peruano es uno de los
peores de la región en cuanto al cumplimiento de la remuneración mínima legal.
(Gestion, 2016)
Colombia y Perú registran bajas tasas de afiliación, reflejo de un mercado
informal predominante. Así, los números recolectados apuntan que, cuanto
mayor la acción sindical y la efectiva representación de los trabajadores, mejores
los resultados en el reparto de las riquezas y en la promoción de la igualdad
social. Asimismo el Diario La República ha informado que, “América Latina se
enfrenta al desafío de la desigualdad, por lo que los derechos laborales resultan
transcendentales” (República, 2013)
Por otra parte, la Organización de la Naciones Unidas se ha pronunciado
respecto al trabajo decente e igualdad de género y las políticas para mejor el
acceso y a la calidad del empleo de las mujeres: “El empleo y las condiciones de
vida de las mujeres son dos variables fundamentales para avanzar hacia el
desarrollo equitativo y sostenible de América Latina y el Caribe”. (ONU, 2013).
Con un presidente neoliberal que fue promotor en su momento de la más
conocida Ley pulpin, seguiremos estancados en cuento a la atención de los
derechos de los jóvenes se refiere.
CONCLUSIONES
1. América Latina vive una situación de desigualdad casi extrema,
principalmente Perú y Colombia, las autoridades tendrán que trabajar
por la implementación de los derechos laborales.
2. Las políticas antisindicales hicieron que los trabajadores sindicalizados
del sector privado del Perú disminuya en 6% en el año 2016, lo cual deja
puerta abierta para el abuso del empleador. Mientras que en el sector
público se nota un ligero incremento porcentual del 14.3% a 14.5%.

3. En el 2016 se presentaron 548 pliegos (110 menos que en 2015),


mientras que el total de convenios registrados fue 352 (20 adicionales a
los contabilizados el año anterior). Apenas el 2.6% de la PEA asalariada
privada (166,747 trabajadores) está cubierta por un convenio colectivo.

4. El mayor problema del Perú es la informalidad y subempleo, estudiado


mucho antes por economistas como Hernando de Soto. A pesar de las
mejoras en las tasas de empleo y ocupación alcanzadas durante el
periodo de crecimiento económico (2004–2012), el empleo generado
(incluso el formal) fue precario e inestable. Como ejemplo, el 75% de los
empleos privados formales que se crearon fueron a plazo fijo, es decir,
inestables. Una porción importante bajo regímenes laborales
“especiales”.

5. El gobierno mediante el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo


debe crear un organismo para combatir la informalidad, y castigar con
una pena privativa a los empleadores que cumplan con lo dispuesto por
las leyes. Asimismo el 7 de octubre debe ser una Jornada por el Trabajo
Decente que tenga convocatoria nacional.

6. El ciudadano debe exigir no solo empleo sino qué calidad de empleo.


Porque en general se consigue empleo en el de los peores horarios, uno
en que no se respetan los derechos laborales ni se cuenta con beneficios
sociales.

7. En el Perú se agudiza un contraste entre el crecimiento del Producto


Bruto Interno (PBI) y el porcentaje de trabajo decente. Mientras que el
primero ha estado entre el 6 y el 7% en los últimos diez años el trabajo
decente apenas alcanza al 12% de la Población Económicamente Activa
(PEA). El panorama se completa con una informalidad del 75% de la PEA
ocupada, un pequeño porcentaje de desocupación abierta de algo más
del 6% y una cantidad de trabajadores que trabajan en empresas
formales pero a los que no se les reconocen todos sus derechos.
BIBLIOGRAFÍA
21, P. (2016). Empleo decente es dificil de conseguir para el 80% de jovenes peruanos. Lima,
Perú.

G.G.T.R.A (2011). Trabajo decente para una vida digna. Argentina.

Galeano, E. (2004). Las venas abiertas de América Latina. Buenos Aires, Argentina.

Gestion, D. (2016). La mitad de los trabajadores del Perú recibe menos del salario minimo
legal. Lima, Perú.

Ghai, D. (2003). Trabajo decente, concepto e indicadores.

ONU (2013). Trabajo decente e igualdad de género. Chile.

PLADES (2016). Informe sobre la situacion del trabajo decente en el Perú. Lima, Perú.

República, L. (2010). ¿Tienes tú un trabajo decente? Lima, Perú.

República, L. (2013). Crecimiento económico, pero con empleo decente. Lima, Perú.

Requena, J. G. (2012). Informe: el trabajo decente en el Perú. Lima, Perú.

Trabajo, O. I. (2001). Formacion para el trabajo decente. Uruguay .

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