Otro factor de selección es la condición de la superficie a inspeccionar ya que
si es una superficie rugosa, como sería el caso de una unión soldad o una pieza fundida, se debe emplear un penetrante líquido removible con agua. Pero si la superficies es tersa y pulida, es preferible emplear penetrante removible con solvente. Finalmente cuando se requiere una inspección de alta calidad o con problemas de sensibilidad, se puede emplear un penetrante pos-emulsificable.
Penetrantes pos-emulsificables: Requieren de la aplicación de una sustancia
para provocar que el penetrante se solubilice en el agua. Se pueden emplear emulsificantes hidrosolubles o liposolubles, dependiendo de la sensibilidad y de la rapidez con la que se quiera realizar la inspección. Una vez que ha transcurrido el tiempo de emulsificación, el exceso de penetrante se lava de forma similar a como se hace con los penetrantes removibles con agua.
Penetrantes removibles con solvente: Se retiran de la superficie empleando
un material absorbente que pueda ser tela o papel, con la condición que no dejen pelusa y en caso necesario, se puede humedecer el material absorbente con el removedor que e emplea para la limpieza previa. Una recomendación muy importantes es la de evitar lavar la superficie con el removedor; además de ser un desperdicio de este material, el removedor disuelve y elimina al penetrante que se introdujo en las discontinuidades.
Reveladores en Solución: Generalmente son soluciones acuosas y tienen la
ventaja con respecto a los reveladores en suspensión de no necesitar de una agitación continua para mantener la solución homogénea. Se aplican por inmersión o rociado, seguido de un secado al aire o en estufa.