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DESAFIOS Y MILAGROS DE LA MEDICINA

Basado en historias de personas que con descubrimientos han salvado miles de vidas.

James Snou medico de 70 años, con un corazón dañado que pone a prueba todo lo que la medicina
puede ofrecer a tal punto donde el corazón puede ser recuperado o cambiado. Jeins adquirió una
infección llamada endocarditis bacteriana, esta infección consumió la válvula de su corazón; según
el doctor Stephen Couvey se acumularon partículas en la válvula mitral esto hizo que se rompieran
los cordones de la válvula; el doctor Couvey utilizara una nueva técnica novedosa donde reconstruirá
la válvula por medio de una pequeña incisión al lado del pecho.

Para realizar una cirugía como esta depende de un conocimiento detallado de la anatomía humana
actual, anteriormente a mediados del siglo xvi los médicos tenían un conocimiento incompleto de la
anatomía humana, todo cambio gracias a los estudios que hizo Andrés Vesalio en 1530 teniendo en
cuenta que para ese entonces era prohibido la disección en cuerpos humanos, todo aquello que se
sabía era por estudios realizados en animales y escritos que había dejado el medico griego Galeno,
pero Andrés Vesalio robaba los cuerpos en el cementerio para así poder examinarlos, en 1537 se
fue a la escuela de medicina de Padua allí culmino sus estudios, luego fue encargado del
departamento de anatomía y cirugía durante cinco años, donde notaba que no concordaban ciertas
cosas aprendidas con lo que estaba viendo en el cuerpo humano. Vesalio estuvo en desacuerdo con
Galeno y en 1543 decidió revelar lo que él había encontrado, creo el primer libro de anatomía donde
explica de la mejor manera todo aquello encontrado y estudiado del cuerpo humano, desde entonces
fue aclamado el padre de la anatomía humana.

Retomando el caso de James Snou quien para su cirugía el cardiólogo Fred Bright realiza un
procedimiento llamado cateterismo cardiaco que implica inyectar un pigmento en los vasos
sanguíneos alrededor del corazón para q sean más fáciles de observar con los rayos x. Esto unos
100 años atrás era algo imposible y en la década de los 80´s se decía que un cirujano que se
atreviera a suturar una herida cardiaca perdería la estima de sus colegas. Pero en los años 20
Werner Forssmann consideraba que se podía colocar un tubo en el corazón humano para poder
inyectar medicamentos o tintes para verle de una manera más fácil por medio de rayos x; durante su
residencia en la cruz roja quería experimentarlo pero como no podía con los pacientes lo iba a hacer
con el mismo, de esa manera en un quirófano se hizo una incisión en la vena antecubital de su brazo,
e introdujo un catéter urinario dentro de la aurícula derecha de su propio corazón. Luego, caminó
hasta el departamento de radiología, donde le fue tomada una radiografía mostrando el catéter en
su corazón. A pesar de que fue despedido por este hecho, Forssmann recibió el Premio Nobel de
Fisiología o Medicina en 1956 por sus estudios pioneros en cardiología. El premio fue compartido
con André Frédéric Cournand, y Dickinson W.

El equipo quirúrgico se prepara para la cirugía de James Snou, donde los gérmenes son la batalla
principal, actualmente se gastan millones de dólares y horas en los hospitales para combatirlos, pero
a mediados del siglo xix nadie sabía lo que eran los gérmenes y las enfermedades e infecciones que
estos trasmitían. En ese entonces los estándares de limpieza no eran nada similares a los actuales,
los cirujanos operaban con trajes de carniceros y los instrumentos utilizados no eran esterilizados,
pero Ignac Semmelweis encargado de la clínica de obstetricia de Viena donde se presentaban a
diario muertes de mujeres debido a la fiebre puerperina; no se sabía porque y se convirtió en un gran
enigma. Unos decían que era a causa del miedo que ellas sentían y otros pensaban q tenía que ver
si las mujeres estaban casadas o no pero Semmelweis noto que en una de las clínicas que era
manejada por las parteras era menos la mortalidad que en la clínica que era manejada por los
médicos, esto lo llevo a realizar varios experimentos que no lograron llevarlo a una respuesta, pero
un día su colega Coleshka se cortó un dedo en la autopsia de una mujer, el murió fue entonces
cuando Semmelweis pensó que había algo en la sangre que producía esto. De este modo noto lo
que estaba sucediendo, los estudiantes realizaban autopsias en estas mujeres y no se lavaban las
manos para examinar a las que daban a luz; entonces noto que por medio de sus heridas era
trasmitida la infección, Semmelweis obligo a todos los médicos a lavarse las manos con una solución
de limón cloratado y fue entonces cuando la mortalidad disminuyo de manera notable, pero esto fue
rechazado por sus colegas y lo declararon lunático; treinta años después de su muerte finalmente
recibió el reconocimiento de su descubrimiento.

Se han tomado todas las precauciones para la cirugía de James Snou, ya casi listo para iniciar
anestesia dada por el doctor Ostrosky, que permite al paciente dormir durante el procedimiento y no
sentir ningún dolor, esto en la actualidad es algo maravillo puesto que en años anteriores más
exactamente a mediados del siglo xix los cirujanos llevaban al paciente al sótano donde no se
escucharan los gritos, también eran amarrados o varios hombres lo sujetaban mientras se operaba;
entonces se consideraba que el cirujano que más rápido lo hiciera era el mejor ya que no tomaba
mucho tiempo, evitaba más dolor al paciente y en muchos casos evitaba la muerte debido al shok
que esto les producía; finalmente esto llegaría a su final gracias al doctor John Gorren que en 1846
él se encontraba junto con sus estudiantes y colegas en un quirófano donde extirparía un pequeño
tumor en el cuello. William Morton convenció al doctor Gorren para que le dejara mostrar el
medicamento que dormiría al paciente y evitaría el dolor quirúrgico, Morton cubrió el rostro del
paciente con la esencia y efectivamente el paciente quedo profundo, se realizó la cirugía muy
tranquilamente, y fue así como William Morton cambiaría el siclo de la cirugía, su gran
descubrimiento era éter y óxido nitroso las dos sustancias más conocidas para dar anestesia. Pero
Jackson eran quien había descubierto que el éter funcionaba como anestésico lo que paso fue que
en su demostración no salió muy bien entonces Morton tomo la idea y la volvió aplicar en mayor
cantidad al final se disputaron el título de quien sería el autor de este nuevo anestésico que era un
gran giro y avance en la cirugía. Morton sufrió un ataque el cual le produjo la muerte y Jackson perdió
la razón y murió en un hospital para enfermos mentales.

Retomando el caso de James Snou; preparado para su cirugía, ya está anestesiado, pero el doctor
Couvey aún no puede operar la válvula ya que necesita detener su corazón, para eso se necesita la
maquina corazón pulmón artificial O puente cardiopulmonar que se encarga de oxigenar la sangre
que recorre el cuerpo del paciente mientras el corazón está detenido. En los años 60 cuando el
doctor Couvey comenzó su entrenamiento médico, la cirugía a corazón abierto era una nueva
frontera, la cirugías que se realizaban en el resto del cuerpo ya había progresado en el siglo xx, pero
la cirugía de corazón aun no, puesto que si se detenía el corazón provocaría la muerte del paciente;
pero un joven residente llamado John Gibbon en 1930 durante sus estudios en el hospital general
de Massachusetts donde una noche se le pidió que se quedara despierto observando una mujer que
tenía un coagulo en la arteria pulmonar; durante la noche el noto que tomaba un color azul cada vez
más intenso, la mujer murió y fue entonces cuando él pensó en algo que pudiera crear un puente
sobre el corazón que desviara la circulación para que la sangre se oxigenara y poder así extraer el
coagulo de la arteria pulmonar y evitar muchas muertes por esta causa. Fue entonces unos años
después cuando creo la maquina pero necesitaba probarla en un paciente ya que junto a su esposa
hacían estudios pero con gatos, en 1935 después de muchos intentos Gibbon tuvo éxito de detener
el corazón de un gato pero pasarían 20 años más de trabajo para que esta máquina detuviera el
corazón de un paciente, el 6 de mayo de 1953 Gibbon utilizo la máquina para operar a Cecilia
Bavolek joven de 18 años que tenía un agujero entre dos de las cámaras del corazón; la cirugía salió
muy bien fue un éxito y probo al mundo que su máquina corazón pulmón artificial funcionaba y daba
nueva vida a la cirugía de corazón abierto. Regresando así al caso del paciente el doctor James
Snou quien también salió muy bien de su cirugía dado de alta a los tres días después, saliendo del
hospital caminando y con una pequeña incisión en el pecho y todo gracias a los grandes avances de
la medicina, a los médicos que gracias a su coraje y brillantes dejan un legado grandioso y los
mejores métodos para la cirugía cardiovascular.
BIBLIOGRAFIA

 https://www.youtube.com/watch?v=gZJ8D4UC0JU
 http://instrumentacioncardiovascular2018a.weebly.com

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