Está en la página 1de 2

BONOS

Un bono, en sentido financiero, consiste en un título de deuda que puede emitir el Estado
(gobiernos nacionales, provinciales, municipales, etc.), empresas privadas (industriales,
comerciales o de servicios) o instituciones supranacionales (corporaciones de fomento, bancos
regionales). Estas herramientas pueden tener renta de carácter fijo o variable y permiten que
el emisor consiga fondos de manera directa del mercado.

Dicho en otras palabras, se trata de una obligación financiera que responde a una promesa de
pago que se realizará en el futuro y para la cual se presenta un documento en un papel donde
se deja plasmado el monto, la cantidad de tiempo de la que dispone el deudor para poder
devolver el préstamo y de qué forma será dicha devolución (plazos, tipo de pago, etc)

Lo habitual es que el bono sea un título al portador que puede negociarse en el marco de una
bolsa de valores. El bono, dicen los expertos, supone un compromiso que contrae el emisor
para garantizar de este modo la devolución del capital original con el agregado de los
correspondientes intereses (que suelen formar lo que se conoce como cupón). En el caso de
los intereses de tipo variable, lo más frecuente es que se actualicen a partir de alguna clase de
índice tomado como referencia (como ocurre, por ejemplo, con el euribor).

Es interesante mencionar que existen diversos tipos de bonos, entre los cuales aparecen los
bonos convertibles (que pueden canjearse por acciones de emisión nueva a un valor ya fijado
con anticipación), los bonos canjeables (posibles de ser cambiados por acciones ya existentes),
los bonos cupón cero (sólo abonan intereses cuando se amortizan), los bonos de caja (emitidos
por empresas y reembolsables al vencimiento fijado), los bonos de deuda perpetua (no
contemplan la devolución del capital principal, sino que proponen el pago de intereses de
manera indefinida) y los bonos basura (ofrecen un elevado rendimiento ya que se consideran
títulos de alto riesgo).

Un bono también puede ser una tarjeta, emitida por una empresa o por el Estado, que puede
canjearse por artículos de primera necesidad o utilizarse como descuento en una compra. Por
ejemplo: “El precio de lista del colchón era de 200 pesos, pero como tengo un bono de
descuento del 10%, terminé pagando 180 pesos”.

Aspectos importantes del contrato

Existen muchos casos de personas que, por recomendación de sus asesores financieros, han
invertido su dinero comprando bonos, ¿por qué lo hacen? Porque se cree que es la mejor
forma de preservar el capital, una forma de ahorrar sin pagar más que lo que se estipula en el
contrato; esto se debe a que los bonos tienen un flujo presumible de dinero y se puede
conocer el valor que tendrá hasta el final del plazo. Es muy común este tipo de inversiones en
personas que desean ahorrar para el futuro de sus hijos, para comprar una casa o incluso
incrementar el valor de sus pensiones.

Las condiciones que se encuentran inscritas en el documento que lo identifica:

* La maduración: Indica la fecha en la que deberá saldarse la deuda, generalmente responde a


un rango que puede ir de uno a treinta años, pero siempre depende del tipo de bono del que
se trate;

* El contrato: Al existir una cantidad indeterminada de bonos diversos, también la hay de


contratos; en ellos se especifica la obligación de cada parte y las condiciones del pago, entre
otros detalles importantes de la transacción;

* Los intereses: Pueden ser fijos o variables y en base a esto también depende el periodo de
tiempo con el que se cuenta para pagarlos;

*Las tasas tributarias: Dependiendo del tipo de bono estas tasas pueden variar; en algunos
casos los intereses se encuentran libres de impuestos y en otros no.

De acuerdo a los objetivos que se tengan al asumir esta deuda, convendrá más uno u otro y es
sumamente recomendable tener un especialista en inversiones a quien acudir en caso de
dudas, que pueda asesorarnos correctamente en torno a los pasos a seguir.

También podría gustarte