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La juventud representa una etapa importante de la vida. Allí donde las decisiones
se plantean al joven para que opte por las mejores elecciones en su vida; una
carrera, un estilo de vida adecuado, hábitos sanos, un proyecto de vida que le
oriente hacia la consecución de sus metas, entre otras cosas, confluyen en el
joven y le sugieren hondas inquietudes.
De otra parte, el mundo actual, sabemos, manifiesta desde hace varias décadas,
una marcada crisis de valores; es decir, no es que los valores nunca hayan
existido, y ahora en el presente deseemos ponerlos en práctica; tampoco que
sean relativos, es decir, que puedan ser interpretados y vividos de manera propia
y particular según la conveniencia del individuo; mucho menos que nadie los
practique, pues existen personas con valores aprendidos en la vida familiar con
una alta calidad y sentido humano, que los viven en su cotidianidad, por encima de
los obstáculos.
Los grandes valores que hoy posee nuestra juventud los podríamos reducir a tres
principales:
1. La autenticidad y la sinceridad
Quieren demostrar, y de hecho demuestran lo que son, sin unas fórmulas sociales
convenidas que ellos consideran hipocresía.
2. La libertad
Los jóvenes quieren, reclaman y viven la libertad, sin ataduras que ellos tienen por
injustas; pero al mismo tiempo ofrecen también esa responsabilidad que ellos
creen necesaria.
3. Inconformidad
Que demuestran ante un mundo que no les gusta. Ciertas formas sociales las
consideran vacías y hasta hipócritas.
Todo esto son valores muy positivos y muy dignos de tenerse en cuenta cuando
vienen las quejas contra la manera de ser de nuestros jóvenes.
LOS CONTRAVALORES
Pero tampoco cerramos los ojos al ver los contravalores que crean esa
problemática tan preocupante, y que podríamos reducir también a tres
fundamentales, resumen de todos los otros:
En primer lugar -y es lo que más salta a la vista- está la rebeldía de que hacen
gala en cada momento. No soportan ninguna autoridad. Los padres, los
educadores, los constituidos en autoridad, los que la naturaleza, la sociedad y
hasta el mismo Dios han puesto delante para guiarnos, son para a los jóvenes casi
unos enemigos. Los jóvenes vienen a decirse:
YO y el GRUPO -mi persona y los compañeros-, con las mismas reglas de juego
que nosotros determinamos, son la única autoridad reconocida. La obediencia,
entonces, está de más y los papás y educadores no saben qué hacer.
¿Qué valores posee ese joven universitario?. Hay que asumir que ese joven (casi
adolescente todavía), que ingresa en los recintos universitarios trae de los niveles
educativos precedentes un nivel de desarrollo de su personalidad, y por tanto,
determinados valores, los cuales hay que conocer antes de plantearse educarlos.
¿Cuáles valores educar?. Ante todo hay que delimitar los valores trascendentes,
los esenciales, de acuerdo con el modelo del profesional con que se trabaje, para
evitar de esa forma concentrar las influencias y no perder esfuerzos ni tiempo al
intentar educar demasiados valores al unísono. Además, hay que compatibilizar el
enfoque analítico de los valores: considerarlos cada uno por separado, con el
enfoque sintético: buscar la condicionalidad interna entre ellos, porque algunos se
presuponen, al estimular la aparición de otros.
En caso de los universitarios los valores estan ahi nadamas que no se practican
mucho ya que si ha habido cambios porque ya no hay respeto de alumno-maestro
o de maestro-alumno por la misma liberacion del alumno porque ya no hay limite
con su vocabulario o con sus acciones o comportamiento dentro del aula sin
embargo y de hecho son las personas quienes les otorgan un determinado valor,
dependiendo del agrado o desagrado que producen.Es en el pensamientoy en la
mente donde los valores se aprenden, cobran forma y significado; es decir, es
subjetivo.
Las personas valoran al preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras,
al formular metas y propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante
creencias, intereses, sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y
acciones. Desde el punto de vista ético, la importancia del proceso de valoración
deriva de su fuerza orientadora en aras de una moral autónoma del ser humano.
"Tiene razón el liberalismo cuando dice que la sociedad es para el hombrey no el
hombre para la sociedad, pero diciendo la mitad de la verdad escamotea la otra
mitad: que el hombre que se refugia en su "interés privado" y se pone como
horizonte el "bien particular" desentendiéndose del Bien Común está violando su
dignidad de hombre y da la espalda a la tarea ética que le correspondería en
cuanto hombre digno."
"Ideales que actúan al modo de causas finales, esto es, son, por una parte, el
motor que pone en marcha nuestra acción y, a la vez, la meta que queremos
alcanzar una vez puestos los medios adecuados. Por lo tanto, los valores son
finalidades y no medios y, por ello, estimables por sí mismos y no con vista a
alguna otra cosa".
INTRODUCCION
Los valores hacen referencia a modelos ideales de actuar y de existir que el ser
humano aprecia, desea y busca, y a través de los cuales interpreta el mundo y da
significado a su existencia.
Nosotros nos vamos a situar en el marco de la cultura de paz, marco del que
emanan valores como la solidaridad, la justicia, el respeto, la libertad, la
responsabilidad, la cooperación, la tolerancia, etcétera.
Desde este marco axiológico vamos a plantear una serie de propuestas que
buscan la coherencia entre nuestro pensamiento y nuestras acciones orientadas a
promover entre los alumnos una formación en valores desde las clases de
educación física y, más concretamente, profundizaremos en el papel que las
actividades y metodologías cooperativas pueden jugar en todo ese proceso.