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CUENTOS CORTOS

El árbol mágico

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un
árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo
verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra,


supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se
tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el
árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces
el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un
camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate. El niño pudo llevar a todos sus
amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por
favor" y "gracias", son las palabras mágicas.

SANTILÍN

Santilin es un osito muy inteligente, bueno y respetuoso. Todos lo quieren mucho, y sus
amiguitos disfrutan jugando con él porque es muy divertido. Le gusta dar largos paseos
con su compañero, el elefantito. Después de la merienda se reúnen y emprenden una
larga caminata charlando y saludando a las mariposas que revolotean coquetas,
desplegando sus coloridas alitas. Siempre está atento a los juegos de los otros animalitos.
Con mucha paciencia trata de enseñarles que pueden entretenerse sin dañar las plantas,
sin pisotear el césped, sin destruir lo hermoso que la naturaleza nos regala. Un domingo
llegaron vecinos nuevos. Santilin se apresuró a darles la bienvenida y enseguida invitó a
jugar al puercoespín más pequeño. Lo aceptaron contentos hasta que la ardillita, llorando,
advierte: - Ay, cuidado, no se acerquen, esas púas lastiman.El puercoespín pidió
disculpas y triste regresó a su casa. Los demás se quedaron afligidos, menos Santilin,
que estaba seguro de encontrar una solución.

Pensó y pensó, hasta que, risueño, dijo:

- Esperen, ya vuelvo. Santilin regresó con la gorra de su papá y llamó al puercoespín. Le


colocaron la gorra sobre el lomo y, de esta forma tan sencilla, taparon las púas para que
no los pinchara y así pudieran compartir los juegos. Tan contentos estaban que, tomados
de las manos, formaron una gran ronda y cantaron felices.

FIN

EL NUEVO AMIGO

Erase un crudo día de invierno. Caía la nieve, soplaba el viento y Belinda jugaba con unos
enanitos en el bosque. De pronto se escucho un largo aullido.

¿Que es eso? Pregunto la niña .


Es el lobo hambriento. No debes salir porque te devoraría le explico el enano sabio. Al
día siguiente volvió a escucharse el aullido del lobo y Belinda , apenada, pensó que todos
eran injustos con la fiera. En un descuido de los enanos, salio, de la casita y dejo sobre la
nieve un cesto de comida. Al día siguiente ceso de nevar y se calmo el viento. Salio la
muchacha a dar un paseo y vio acercarse a un cordero blanco, precioso.

¡Hola, hola! Dijo la niña. ¿Quieres venir conmigo? Entonces el cordero salto sobre Belinda
y el lobo, oculto se lanzo sobre el, alcanzándole una dentellada. La astuta y maligna
madrastra, perdió la piel del animal con que se había disfrazado y escapo lanzando
espantosos gritos de dolor y miedo. Solo entonces el lobo se volvió al monte y Belinda
sintió su corazón estremecido, de gozo, más que por haberse salvado, por haber ganado
un amigo.

El niño y los clavos

Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y
le dijo que cada vez que perdiera la calma, clavase un clavo en la cerca del patio de la
casa. El primer día, el niño clavó 37 clavos. Al día siguiente, menos, y así el resto de los
días. Él pequeño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal
carácter que tener que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el niño
no perdió la calma ni una sola vez y fue alegre a contárselo a su padre. ¡Había
conseguido, finalmente, controlar su mal temperamento! Su padre, muy contento y
satisfecho, le sugirió entonces que por cada día que controlase su carácter, sacase un
clavo de la cerca. Los días pasaron y cuando el niño terminó de sacar todos los clavos fue
a decírselo a su padre.Entonces el padre llevó a su hijo de la mano hasta la cerca y le
dijo: – “Has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos
los agujeros que quedaron. Jamás será la misma. Lo que quiero decir es que cuando
dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter dejas una cicatriz, como estos
agujeros en la cerca. Ya no importa que pidas perdón. La herida siempre estará allí. Y una
herida física es igual que una herida verbal. Los amigos, así como los padres y toda la
familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a
mejorar. Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón
abierto para recibirte”. Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los
clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y
colorín colorado, este cuento se ha acabado.

El papel y la tinta

Había una hoja de papel sobre una mesa, junto a otras hojas iguales a ella, cuando una
pluma, bañada en negrísima tinta, la manchó completa y la llenó de palabras. “¿No
podrías haberme ahorrado esta humillación?”, dijo enojada la hoja de papel a la tinta. “Tu
negro infernal me ha arruinado para siempre”. “No te he ensuciado”, repuso la tinta. “Te
he vestido de palabras. Desde ahora ya no eres una hoja de papel sino un mensaje.
Custodias el pensamiento del hombre. Te has convertido en algo precioso”. En ese
momento, alguien que estaba ordenando el despacho, vio aquellas hojas esparcidas y las
juntó para arrojarlas al fuego. Sin embargo, reparó en la hoja “sucia” de tinta y la devolvió
a su lugar porque llevaba, bien visible, el mensaje de la palabra. Luego, arrojó el resto al
fuego.

CUENTOS MEDIANO

Mal genio

Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una
bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en
la cerca de detrás de la casa.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los
días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal
carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su
padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por fin,
controlar su mal temperamento.

Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que
controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.

Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos
los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la cerca de
detrás de la casa y le dijo:

- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en
todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.

Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal
carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto que
pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida
verbal.

Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay
que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una palabra
de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que
el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín colorado, este
cuento se ha acabado.

Carrera de zapatillas

Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano
porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos
junto al lago.
También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que
no quería ser amiga de los demás animales.

La jiraba comenzó a burlarse de sus amigos:

- Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.

- Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.

- Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.

Y entonces, llegó la hora de la largada.

El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con
moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados.

La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de
comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada.

Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!

- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.

Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:

- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos
diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos
cuando lo necesitamos.

Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas,
que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.

Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas,
preparados, listos, ¡YA!

Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que
además había aprendido lo que significaba la amistad.

Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son.

FIN

El caracolillo Gustavillo

Gustavillo era un caracolillo que vivía feliz en el fondo del mar; se mecía al ritmo de las
corrientes marinas, reposaba en la arena, buscando algún rayo de sol y de vez en cuando
daba sus paseos.

Un día un cangrejo le vio y le dijo:

- ¿Puedo vivir contigo?


Gustavillo se lo pensó dos veces y al final decidió ser, como un antepasado suyo un
cangrejo ermitaño.

Empezaron a vivir juntos el cangrejo dentro del caracol y al poco comenzaron los
problemas: el cangrejo se metía las pinzas en la nariz, hacía ruidos cuando comía, no
ayudaba en la limpieza...

Una mañana Gustavillo le dijo al cangrejo todo lo que no se debía hacer, con paciencia ,
explicándole que:

- Hurgarse en la nariz, es de mala educación y además puede hacer daño

- Se mastica siempre con la boca cerrada

- Hay siempre que colaborar en la limpieza y orden de dónde se vive

El cangrejo se quedó callado, salió de la casa y se perdió durante varios días.

Cuando volvió habló con Gustavillo y entre los dos juntitos hicieron una lista de las cosas
que, para estar juntos, debían hacer para que todo funcionara bien.

A partir de ese momento se acoplaron a convivir juntos y fueron muy, muy felices, el
cangrejo, daba a Gustavillo largos paseos y el caracolillo arropaba al cangrejo cuando
había marea.

FIN

Uga la tortuga

¡Caramba, todo me sale mal! se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que no es


para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca consigue
premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.

¡Esto tiene que cambiar! se propuso un buen día, harta de que sus compañeros del
bosque le recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.

Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas como
amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas de camino
hacia la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.

-¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis
compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.

- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el
trabajo en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor que sabes,
pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y
esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te
quedarás con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.

Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La
constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos;
por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.

- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien
que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.

Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.

Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía
porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.

- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles metas,


sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes fines.

La liebre y la tortuga

En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de
pregonar que ella era la más veloz y se burlaba de ello ante la lentitud de la tortuga.

- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta! Decía la liebre riéndose
de la tortuga.

Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:

- Estoy segura de poder ganarte una carrera.

- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.

- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy ingreída, aceptó la apuesta.

Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho señaló los
puntos de partida y de llegada, y sin más preámbulos comenzó la carrera en medio de la
incredulidad de los asistentes.

Astuta y muy confiada en si misma, la liebre dejó coger ventaja a la tortuga y se quedó
haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que
caminaba despacio, pero sin parar. Sólo se detuvo a mitad del camino ante un prado
verde y frondoso, donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera. Allí se
quedó dormida, mientras la tortuga siguió caminando, paso tras paso, lentamente, pero
sin detenerse.
Cuando la liebre se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una corta
distancia de la meta. En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era
muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!

Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse
jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un obstáculo para
alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie

CUENTOS LARGOS

El gigante tragón

Érase una vez una abuelita que vivía con sus tres nietas. Las tres niñas ayudaban en las
tareas del hogar por el cariño que sentían a su abuela.

Un día la abuelita les dijo que en cuanto acabaran cada una de ellas su faena de la casa,
podían bajar a la bodega a merendar pan con miel. Al poco rato la pequeña de las tres
hermanas acabó su labor y marchó a la bodega.

Nada más llegar, en la puerta y sin llegar a entrar, escuchó una voz que cantaba:

- Pequeña, pequeñita, no vengas acá, tralará, tralará...

-¿De dónde ha salido esa voz?, se preguntó la pequeña, y decidió entrar. Zas!! en ese
mismo momento el gigante Tragón la metió en un saco y la cerró.

Al cabo de media hora, la hermana mediana acabó su labor y le dijo a su abuelita que
marchaba a merendar pan con miel a la bodega.

-Está bien - le dijo la abuelita- y de paso dile a tu hermana que está tardando demasiado
en volver a casa.

-Muy bien abuela, se lo diré. En cuanto llegó a la puerta de la bodega, justo antes de
entrar, escuchó una voz que cantaba:

-Mediana, medianita, no vengas acá, tralará, tralará...

-¿Quién anda ahí? Preguntó la niña, y aunque no escuchó respuesta, decidió entrar. Zas!!
De nuevo el gigante Tragón encerró a la hermana mediana en el saco junto a la pequeña.

Pasado ya mediodía, la abuela se acercó a la hermana mayor y le preguntó

-¿Todavía no has acabado?

-Me falta poco abuelita, ya voy.

-Hazme un favor, déjalo ya, acércate a la bodega a ver que hacen tus hermanas, se está
haciendo muy tarde... Y así lo hizo, pero cuando llegó a la puerta de la bodega pudo oír a
alguien cantar:
-Mayor, mayorcita, no vengas acá, tralará, tralará... Con toda curiosidad se acercó y Zas!!!
Las tres hermanas acabaron en el saco del gigante Tragón.

Con toda la preocupación del mundo la abuelita salió a buscar a sus nietas, y al llegar a la
puerta de la bodega escuchó cantar:

-Abuela, abuelita, no vengas acá, tralará, tralará...

-Ay Dios mío, mis niñas, seguro que ese gigante Tragón las ha cogido... Pues la abuelita
ya conocía al malvado gigante.

Corrió y corrió en busca de ayuda pero no encontró a nadie, y sentada en una roca
llorando por sus nietas, se le acercó una avispa a preguntar:

-Ancianita, ¿qué le sucede? ¿Se encuentra usted bien?

-Mis nietas, las ha raptado el gigante Tragón, pobrecitas mías.

-No se preocupe abuelita, ese malvado tendrá su merecido. Enseguida la avispa avisó a
todas sus amigas del enjambre, y con voz de ataque gritaron:

-Vamos a por ese gigante malvado, hay que darle su merecido, ¡¡¡adelante compañeras!!!!

En el momento que el gigante Tragón salía de la bodega camino al bosque, todas las
avispas empezaron a picotearle sin parar. Éste salió corriendo temeroso de los picotazos
y olvidándose allá mismo del saco con las tres pequeñas.

Las niñas pudieron salvarse de las garras del gigante Tragón gracias a unas avispas muy
avispadas. Finalmente, la abuelita y sus tres adorables nietas marcharon a casa para
merendar un rico pan con miel.

FIN

El huevo que pía

La gallina de plumaje dorado se levantó del escondite donde empollaba sus huevos.
Llevaba días debajo de un frondoso helecho del jardín. Mientras escarbaba buscando
gusanos en la tierra, cantaba como si se sintiera feliz.

Mamá gallina

- Ca-ca-ca-ca-ca, ca-ca-ca-ca-ca… Adrién aguzó el oído para escuchar el canto


monótono de la gallina. Aquello era nuevo para él.

- Abuelita, ¿qué es eso?

- Es la gallina cantando.

- Quiero verla.
- Te la mostraré de lejos, porque te puede picar.

- ¿Por qué?

- Porque está echada.

- ¿Por qué? Adrién continuó haciendo preguntas.

La abuela ya no sabía cómo satisfacer su curiosidad. Lo llevó al patio. Tan pronto vio la
gallina, quiso acercarse para cogerla, pero ésta erizó el plumaje y corrió hacia él,
amenazante.

Adrién se protegió, asustado y lloroso, en los brazos de la abuela. Fue sólo un susto. Era
la primera vez que pasaba unos días en la finca de la abuela. Había vivido sus escasos
cuatro años en la ciudad y las visitas al campo habían sido breves.

Los días en el campo eran fascinantes para él. Que su abuela hiciera tostones de un
plátano verde que cogió de una de sus matas, lo dejó embelesado. Su madre también
hacía tostones, pero los sacaba de una bolsa del congelador.

Que su abuela abriera una vaina y muchos granos de gandules, cayeran en sus manos, le
parecía un cuento. Su madre abría una lata y allí estaban los gandules. En el campo
ocurrían muchas cosas nuevas a los ojos de Adrién.

Al día siguiente, la abuela se acercó al helecho donde la gallina se ocultaba y vio gozosa
algunos cascarones esparcidos por el nido y unos polluelos aún mojados y cegatos.

Le pareció un espectáculo para su nietecito. Subió corriendo hasta la sala donde el niño
coloreaba con su abuelo.

- Ven, quiero mostrarte algo.

- ¿Qué?

- Vamos para que veas los pollitos que tuvo la gallina.

- ¿Y si me pica?

- No dejaré que te pique.

Adrién estaba maravillado, ya había tres pollitos con la gallina que los paseaba orgullosa.

- Pío- pío-pío, decían los pollitos, siguiendo a la madre. De pronto, la abuela escuchó un
piar profundo dentro de uno de los huevos que aún quedaban.

Lo cogió con extremo cuidado. Mientras el niño miraba embelesado, la abuela iba
rompiendo el cascarón. Primero apareció un diminuto pico, después la cabeza y luego el
resto del cuerpo pequeño, amarillo y mojado.

Minutos después, el pollito corría con la madre y piaba feliz.


- Ese pollito es mío.- Dijo con seguridad.

- Sí, mi amor, ese es tu pollito.

- Quiero cogerlo.

- No puedes cogerlo hasta que esté grande.

- ¿Por qué? - Porque la gallina no quiere que lo cojan.

- ¿Por qué? Antes de ella alcanzar a contestar, la gallina se acercó con su hermosa cría.
Sus cánticos distrajeron a Adrién, y la abuela creyó que se habían acabado las preguntas.

- Pío-pío-pío.

- Abuela, ¿quién les enseñó a cantar?

FIN

El granjero y el tokaebi

Cuenta esta historia que hace muchos años en un país de Asia llamado Corea, un
hombre vivía con su esposa en una pequeña granja. Los dos se querían mucho y
disfrutaban de una vida tranquila rodeados de sus animales, lejos del bullicio de la
ciudad. No necesitaban mucho más para ser verdaderamente felices.

En verano, tras acabar las faenas diarias, solían cenar junto a una gran ventana que
abrían de par en par para poder contemplar cómo la brillante luna iba subiendo
lentamente a lo más alto del cielo y escuchar los pequeños sonidos que solo se aprecian
cuando todo está en silencio. Para ellos, disfrutar de ese momento mágico no tenía
precio.

Pero una noche, mientras compartían el exquisito arroz con verduras que tan bien
preparaba la mujer, escucharon unos alaridos terroríficos.

– ¡¿Pero qué es ese escándalo?!

– No lo sé, querida, pero algo muy grave debe estar sucediendo ¡Salgamos afuera a
echar un vistazo!

Se levantaron de la mesa asustados y abrieron con mucho sigilo la puerta. Frente a ellos,
junto a las escaleras de la entrada, vieron seis monstruos no demasiado grandes pero
feísimos que estaban peleándose y chillando como energúmenos.

La mujer se llevó las manos a la cabeza.

– ¡Oh, no, son monstruos tokaebi que vienen a molestarnos! Ten cuidado con lo que les
dices no vayan a enfadarse con nosotros ¡Ya sabes que tienen muy mala baba!

El buen hombre, a pesar del miedo a las represalias, se armó de valor y les gritó:
– ¡Fuera de aquí! ¡Estas tierras son de nuestra propiedad, largaos inmediatamente!

Los tokaebi, lejos de acobardarse y poco dispuestos a obedecer, comenzaron a reírse a


carcajadas. Uno de ellos, el que parecía llevar la voz cantante, se atrevió a decir:

– ¡Ja, ja, ja! ¿Qué os parece, compañeros?… ¡Que nos larguemos, dice este! ¡Ja, ja, ja!

Al granjero le temblaban las piernas pero sacó fuerzas de flaqueza.

– ¿No me habéis oído? ¡Quiero que os vayáis ahora mismo, dejadnos tranquilos!

Nada, ni caso. Los tokaebi se quedaron mirando al granjero con cara burlona y el jefecillo
de la banda dio unos pasos hacia adelante.

– ¡Oye, tú, granjero de pacotilla!… Dices que estos terrenos son tuyos pero yo digo que
son míos ¡A ver cómo arreglamos este desagradable asunto!

El buen hombre y su esposa se quedaron estupefactos, pero tenían clarísimo que la


granja y las tierras donde vivían eran suyas desde hacía más de veinte años y no iban a
consentir que un arrogante monstruito se saliera con la suya.

– ¡¿Pero qué dices?! ¡Esta casa y esta tierra son nuestras! ¡Mi esposa y yo somos los
legítimos dueños!

El tokaebi se había levantado ese día con muchas ganas de fastidiar a alguien y siguió
chinchando al hombre con su tonillo insolente.

– ¡No pongas esa cara, granjero! Me parece que tenemos un problema de difícil solución
porque es tu palabra contra la mía, así que… ¡te propongo un reto!

– ¡¿Qué reto?!

– ¡Uno muy fácil! Tú me harás una pregunta a mí y yo te haré una pregunta a ti. Quien la
acierte será el dueño de todo esto ¿Te atreves a aceptar mi propuesta o eres un gallina?

El granjero apretó los dientes para contener la rabia ¡Ese desvergonzado tokaebi le
estaba llamando cobarde! En el fondo de su alma sentía que no debía entrar en su juego
porque además se lo jugaba todo a una pregunta, pero o aceptaba o jamás se libraría su
presencia.

– Está bien, acepto. Acabemos con esto de una vez por todas.

– ¿Habéis oído chicos?… Parecía un miedica pero no… ¡este granjero es un tipo valiente!

El hombre tuvo que aguantar las ganas de darle una patada en el culo y mandarlo a la
copa del árbol más alto. Su paciencia estaba a punto de agotarse.

– ¡Pregúntame lo que quieras, no te tengo miedo!

El tokaebi se quedó pensativo unos segundos.


– Está bien, vamos a ver… ¿Cuántos vasos se necesitan para vaciar el mar?

El granjero se concentró bien para no fallar la respuesta.

– Depende del tamaño del vaso: si es tan grande como el mar, un único vaso es suficiente
para vaciarlo. Si el tamaño del vaso es como la mitad del mar, se necesitan dos.

El tokaebi se sorprendió por tan buen razonamiento y muy a su pesar tuvo que dar la
respuesta por válida.

– ¡Grrr! ¡Está bien, está bien, has acertado! Veo que eres más listillo de lo que aparentas
¡Ahora pregúntame tú a mí!

El hombre se colocó de perfil en el umbral de la puerta, con un pie dentro de la casa y otro
fuera. Mirando al tokaebi a los ojos, le preguntó:

– ¿Estoy entrando o saliendo?

La inteligente pregunta indignó al monstruo porque era imposible saberlo.

– ¡Grrr! ¡Menuda pregunta, granjero! ¡No lo sé, no lo sé!

– ¡Ah!… ¡¿Qué no lo sabes?! ¡Pues he ganado el reto y ya te estás largando de mis


tierras!

El jefe de los tokaebis echó chispas por la boca de la furia que le invadió, pero tuvo que
cumplir su palabra porque muchos testigos habían presenciado su estrepitosa derrota.

De muy mala gana dijo a sus colegas:

– ¡Vámonos, aquí ya no pintamos nada! ¡Hasta nunca, granjero sabiondo!

El granjero y su esposa contemplaron en silencio cómo los seis monstruos se adentraban


en el bosque y desaparecían entre las sombras. Cuando los perdieron de vista se dieron
la mano, entraron en la casa, y con una sonrisa inmensa de felicidad se terminaron el
delicioso arroz con verduras que habían dejado a medias.

El pez de oro

Una vez una pareja de ancianos muy pobres que vivía junto a la playa en una humilde
cabaña. El hombre era pescador, así que él y su mujer se alimentaban básicamente de
los peces que caían en sus redes.

Un día, el pescador lanzó la red al agua y tan sólo recogió un pequeño pez. Se quedó
asombradísimo cuando vio que se trataba de un pez de oro que además era capaz de
hablar.

– ¡Pescador, por favor, déjame en libertad! Si lo haces te daré todo lo que me pidas.
El anciano sabía que si lo soltaba perdería la oportunidad de venderlo y ganar un buen
dinero, pero sintió tanta pena por él que desenmarañó la red y lo devolvió al mar.

– Vuelve a la vida que te corresponde, pescadito ¡Mereces ser libre!

Cuando regresó a la cabaña su esposa se enfadó muchísimo al comprobar que se


presentaba con las manos vacías, pero su ira creció todavía más cuando el pescador le
contó que en realidad había pescado un pez de oro y lo había dejado en libertad.

– No me puedo creer lo que me estás contando… ¿Tú sabes lo que vale un pez de oro?
¡Nos habrían dado una fortuna por él! Al menos podías haberle pedido algo a cambio,
aunque fuera un poco de pan para comer.

El buen hombre recordó que el pez le había dicho que podía concederle sus deseos, y
ante las quejas continuas de su mujer, decidió regresar al a orilla.

– ¡Pececito de oro, asómate que necesito tu ayuda!

La cabecita dorada surgió de las aguas y se quedó mirando al anciano.

– ¿Qué puedo hacer por ti, amigo?

– Mi mujer quiere pan para comer porque hoy no tenemos nada que llevarnos a la boca
¿Podrías conseguirme un poco?

– ¡Por supuesto! Vuelve con tu esposa y tendrás pan más que suficiente para varios días.

El anciano llegó a su casa y se encontró la cocina llena de crujiente y humeante pan por
todas partes. Contra todo pronóstico, su mujer no estaba contenta en absoluto.

– Ya tienes el pan que pediste… ¿Por qué estás tan enfurruñada?

– Sí, pan ya tenemos, pero en esta cabaña no podemos seguir viviendo. Hay goteras por
todas partes y el frío se cuela por las rendijas. Dile a ese pez de oro amigo tuyo que nos
consiga una casa más decente ¡Es lo menos que puede hacer por ti ya que le has salvado
la vida!

Una vez más, el hombre caminó hasta la orilla del mar.

– ¡Pececito de oro, asómate que necesito tu ayuda!

– ¿Qué puedo hacer por ti, amigo?

– Mi mujer está disgustada porque nuestra cabaña se cae a pedazos. Quiere una casa
nueva más cómoda y confortable.

– Tranquilo, yo haré que ese deseo se cumpla.

– Muchísimas gracias.
Se dio la vuelta dejando al pez meciéndose entre las olas. Al llegar a su hogar, la cabaña
había desaparecido. Su lugar lo ocupaba una coqueta casita de piedra que hasta tenía un
pequeño huerto para cultivar hortalizas.

Su mujer estaba peinándose en la habitación principal.

– ¡Imagino que ahora estarás contenta! ¡Esta casa nueva es una monada y más grande
que la que teníamos!

– ¿Contenta? ¡Ni de broma! No has sabido aprovecharte de la situación ¡Ya que pides,
pide a lo grande! Vuelve ahora mismo y dile al pez de oro que quiero una casa lujosa y
con todas las comodidades que se merece una señora de mi edad.

– Pero…

– ¡Ah, y nada de huertos, que no pienso trabajar en lo que me queda de vida! ¡Dile que
prefiero un bonito jardín para dar largos paseos en primavera!

El hombre estaba harto y le parecía absurdo pedir cosas que no necesitaban, pero por no
oír los lamentos de su esposa, obedeció y acudió de nuevo a la orilla del mar.

– ¡Pececito de oro, asómate que necesito tu ayuda!

– ¿Qué puedo hacer por ti, amigo?

– Siento ser tan pesado pero mi mujer sueña con una casa y una vida más lujosa.

– Amigo, no te preocupes. Hoy mismo tendrá una gran casa y todo lo que necesite para
vivir en ella ¡Incluso le pondré servicio doméstico para que ni siquiera tenga que cocinar!

– Muchas gracias, amigo pez. Eso más de lo que nunca soñamos.

Casi se le salen los ojos de las órbitas al llegar a su casa y encontrarse una mansión
rodeada de jardines repletos de plantas exóticas y hermosas fuentes de agua.

– Madre mía… ¡qué barbaridad! Esto es digno de un rey y no de un pobre pescador como
yo.

Entró y el interior le pareció fastuoso: muebles de caoba, finísimos jarrones chinos,


cortinas de terciopelo, vajillas de plata… ¡Todo era tan deslumbrante que no sabía ni a
dónde mirar!

Creía que lo había visto todo cuando su mujer apareció ataviada con un vestido de tul
rosa, y enjoyada de arriba abajo. No venía sola sino seguida de tres doncellas y tres
lacayos.

– ¡Esto es increíble! ¡Jamás había visto una casa tan grande y tan bonita! ¡Y tú, querida,
estás impresionantemente guapa y elegante!… Imagino que ahora sí estarás
satisfecha… ¡Hasta tenemos criados!
Con aires de emperatriz, la anciana contestó:

– ¡No, no es suficiente! ¿Todavía no te has dado cuenta de lo importante que sería


capturar ese pez y tenerlo siempre a nuestra disposición? Podríamos pedirle lo que nos
diera la gana a cualquier hora del día o de la noche ¡Lo tendríamos todo al alcance de la
mano!

¡La ambición de la mujer no tenía límites! Antes de que el pobre pescador dijera algo,
sacó a relucir el plan que había maquinado para hacerse con el pececito de oro.

– Atraparlo es difícil, así que lo mejor será ir por las buenas. Ve al mar y dile al pez de oro
que quiero ser la reina del mar.

– ¿Tú… reina del mar? ¿Para qué?

– ¡Que no te enteras de nada, zoquete! Todos los seres que viven en el mar han de
obedecer a su reina sin rechistar. Yo, como reina, le obligaría a vivir aquí.

– ¡Pero yo no puedo pedirle eso!

– ¡Claro que puedes, así que lárgate a la playa ahora mismo! O consigues el cargo de
reina del mar para mí o no vuelves a entrar en esta casa ¿Te queda claro?

Dio tal portazo que el marido, atemorizado, salió corriendo y llegó hasta la orilla una vez
más. Con mucha vergüenza llamó al pez.

– ¡Pececito de oro, asómate que necesito tu ayuda!

– ¿Qué puedo hacer por ti, amigo?

– Mi mujer insiste en seguir pidiendo ¡Ahora quiere ser la reina del mar para ordenarte
que vivas en nuestra casa y trabajes para ella!

El pez se quedó en silencio ¡Esa mujer había llegado demasiado lejos! No sólo estaba
abusando de él sino que encima lo tomaba por tonto. Miró con pena al anciano y de un
salto se sumergió en las profundidades del mar.

– Pececito de oro, quiero hablar contigo ¡Sal a la superficie, por favor!

Desgraciadamente el pez había perdido la paciencia y no volvió a asomarse.

El hombre regresó a su casa y se quedó hundido cuando vio que todo se había esfumado.
Ya no había fuentes, ni jardines, ni palacete ni sirvientes. Frente a él volvía a estar la
pobre y solitaria cabaña de madera en la que siempre habían vivido. Tampoco su mujer
era ya una refinada dama envuelta en tules, sino la esposa de un humilde pescador,
vestida con una falda hecha de retales y zapatillas de cuerda.
¡Adiós al sueño de tenerlo todo! Muy a su pesar los dos tuvieron que continuar con su
vida de trabajo y sin ningún tipo de lujos. Nunca volvieron a saber nada de aquel pececito
agradecido y generoso que les había dado tanto. La ambición sin límites tuvo su castigo.

El rey sabio

Hace muchos, muchos años en una ciudad de Irán llamada Wirani, hubo un rey que
gobernaba con firmeza su territorio. Había acumulado tanto poder que nadie se atrevía a
cuestionar ninguna de sus decisiones: si ordenaba alguna cosa, todo el mundo obedecía
sin rechistar ¡Llevarle la contraria podía tener consecuencias muy desagradables!

Podría decirse que todos le temían, pero como además era un hombre sabio, en el fondo
le respetaban y valoraban su manera de hacer las cosas.

En Wirani solo había un pozo pero era muy grande y servía para abastecer a todos los
habitantes de la ciudad. Cada día centenares de personas acudían a él y llenaban sus
tinajas para poder beber y asearse. De la misma manera, los sirvientes del rey recogían
allí el preciado líquido para llevar a palacio. Así pues, el pobre y el rico, el rey y el
aldeano, disfrutaban de la misma agua.

Sucedió que una noche de verano, mientras todos dormían, una horripilante bruja se
dirigió sigilosamente al pozo. Lo tocó y comenzó a reírse mostrando sus escasos dientes
negros e impregnando el aire de un aliento que olía a pedo de mofeta ¡Estaba a punto de
llevar a cabo una de sus maquiavélicas artimañas y eso le divertía mucho!

– ¡Ja, ja, ja! ¡Estos pueblerinos se van a enterar de quién soy yo!

Debajo de la falda llevaba una bolsita, y dentro de ella, había un pequeño frasco que
contenía un líquido amarillento y pegajoso. Lo cogió, desenroscó el pequeño tapón, y dejó
caer unas gotas en el interior del pozo mientras susurraba:

– Soy una bruja y como bruja me comporto ¡Quien beba de esta agua se volverá
completamente loco!

Dicho esto, desapareció en la oscuridad de la noche dejando una pequeña nebulosa de


humo como único rastro.

Unas horas después los primeros rayos del sol anunciaron la llegada del nuevo día. Como
siempre, se escucharon los cantos del gallo y la ciudad se llenó del ajetreo diario.

¡Esa mañana el calor era sofocante! Todos los habitantes de Wirani, sudando como
pollos, corrieron a buscar agua del pozo para aplacar la sed y darse un baño de agua
fría. Curiosamente, nadie se dio cuenta de que el agua no era exactamente la misma y
algunos hasta exclamaban:

– ¡Qué delicia!… ¡El agua del pozo está hoy más rica que nunca!
Todos la saborearon excepto el rey, que casualmente se encontraba de viaje fuera de la
ciudad.

Pasó el caluroso día, pasó la noche, y el nuevo amanecer llegó como siempre, pero lo
cierto es que ya nada era igual en la ciudad ¡Todo el mundo había cambiado! Por culpa
del hechizo de la bruja, hombres, mujeres, niños y ancianos, se levantaron nerviosos y
haciendo cosas disparatadas. Unos deliraban y decían cosas sin sentido; otros
comenzaron a sufrir alucinaciones y a ver cosas raras por todas partes.

No había duda… ¡Todos sin excepción habían perdido el juicio!

El rey, ya de regreso, fue convenientemente informado de lo que estaba sucediendo y


salió a dar un paseo para comprobarlo con sus propios ojos. Los ciudadanos se
arremolinaron en torno a él, y al ver que no se comportaba como ellos, empezaron a
pensar que se había vuelto loco de remate.

Completamente trastornados salieron corriendo en tropel hacia la plaza principal para


decirse unos a otros:

– ¿Os habéis dado cuenta de que nuestro rey está rarísimo? ¡Yo creo que se ha vuelto
majareta!

– ¡Sí, sí, está como una cabra!

– ¡Tenemos que expulsarlo y que gobierne otro!

Imagínate un montón de personas fuera de control, totalmente enloquecidas, que de


repente se convencen de que las chifladas no son ellas, sino su rey. Tanto revuelo se
formó que el monarca puso el grito en el cielo.

– ¡¿Pero qué demonios está pasando?! ¡Todos mis súbditos han perdido el seso y
piensan que el que está loco soy yo! ¡Maldita sea!

A pesar de la difícil papeleta a la que tenía que enfrentarse, decidió mantener la calma y
reflexionar. Rápidamente, ató cabos y sacó una conclusión que dio en el clavo:

– Ha tenido que ser por el agua del pozo… ¡Es la única explicación posible! Sí, está claro
que todos han bebido menos yo y por eso me he salvado… ¡Apuesto el pescuezo a que
esto es cosa de la malvada bruja!

Mientras cavilaba, vio de reojo a un alfarero que llevaba una jarra de barro en la mano.

– ¡Caballero, présteme la jarra!

– ¡Aquí tiene, majestad, toda suya!

El monarca la agarró por el asa, apartó a la gente a codazos y dando grandes zancadas
se plantó frente al pozo de agua sin ningún tipo de temor. Los habitantes de Wirani se
apelotonaron tras él conteniendo la respiración.
– Así que pensáis que el loco soy yo ¿verdad? ¡Pues muy bien, ahora mismo voy a poner
solución a esta desquiciante situación!

El rey metió la jarra en el pozo y bebió unos cuantos sorbos del agua embrujada. En
cuestión de segundos, tal como había sentenciado la bruja, enloqueció como los demás.

Y… ¿sabes qué pasó? Pues que los perturbados ciudadanos comenzaron a aplaudir
porque pensaron que al fin el rey ya era como ellos, es decir… ¡que había recobrado la
razón!

CHISTES

1. -¿Por qué Bob Esponja no tiene la espalda verde? -Porque si tuviese la espalda verde
sería ScotchBrite.

2. -¿Por qué está feliz la escoba? -Porque ba-rriendo.

3. -¿Cuál es la última letra del abecedario? -La ‘o’. -…¿No es la ‘z’? -Claro que no. Si no,
sería ‘abecedarioz’.

4. -¡Estoy cansado de que todos hablen a mis espaldas! -Pero si usted es taxista… -¡Ah!
Es verdad.

5. Un niño va en bicicleta y le dice a su madre: -¡Mamá, mamá, sin manos! -¡Mamá,


mamá, sin piernas! De repente se cae de cara, se levanta y dice: -Mamá, mamá, sin
dientes!

LEYENDA

NOCHE ESTRELLADA

Una joven pareja decide dar un paseo nocturno por el bosque cercano a su ciudad para
ver las estrellas y el firmamento sin la polución de la urbe. En el momento de regresar a
casa, el muchacho se da cuenta que el coche no arranca. Tras un rato intentándolo, él le
propone a ella esperarle en el coche mientras va a pedir ayuda. Ella, aunque algo
asustada, acepta. Nada más partir él, cierra bien todos los seguros.

El tiempo pasa y su novio aún no ha regresado...Siguen pasando los minutos y el miedo


en ella cada vez es mayor. De repente, ella empieza a escuchar un ruido en el exterior,
más concretamente en el techo del coche. Parecía como si una rama de árbol rozará con
el coche por el aire que soplaba fuera. Aunque era extraño, porque no estaban próximos a
ningún árbol. Aunque asustada, al final termina durmiéndose.

Al amanecer, la muchacha es despertada por la policía. Extrañada, ella abre la ventanilla


y le piden que salga del coche, pero que no mira detrás de ella. Evidentemente, se volvió
y vio a su novio muerto, colgando de la rama de un árbol mientras sus pies rozaban el
techo del coche.
LA LEYENDA DEL SOMBRERÓN

Una de las leyendas más conocidas sobre este personaje de la cultura guatemalteca y
además también es muy conocida en Aguadas, Caldas dice así: Una noche El Sombrerón
caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella
con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le llevó serenata una y otra noche,
pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el
punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El
Sombrerón.

Llevó a su hija a un convento creyendo que ahí iba a estar mejor, pero la niña siguió sin
comer y un día despertó con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese día murió.
Luego en el velorio, apareció El Sombrerón llorando y sus lágrimas eran como cristales.
Jamas olvida a las muchachas que ha amado. También se cuenta que les hace trenzas a
los caballos y mulas... Se cuenta también que este espanto a parte de enamorar a
muchachas jóvenes, gusta por cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en
las noches agotándolos. Por ello, las bestias durante el día no cumplen las tareas sumado
a que se vuelven hostiles con las personas, los campesinos y finqueros al ver este
comportamiento buscan si el Sombrerón no les ha hecho trenzas en la greñas. Si es así,
el animal ya no sirve para tareas...

Una forma de saber si el Sombrerón está haciendo de las suyas en fincas y casas, es
colocar ya sea cerca de un balcón de casa o cerca de los establos una silla y mesa de
pino recién elaboradas, junto a aguardiente y una guitarra en noche de luna y deben
guardar silencio todas las personas, sólo así se escuchará la guitarra y los cantos del
Sombrerón. Al Sombrerón le atraen las muchachas de pelo largo y ojos grandes, por ello,
cuando se sospecha que está tras una joven se le debe cortar el pelo a esta para que el
Sombrerón no se gane el alma de la joven.

LEYENDA DEL NIÑO DEL BOTE

Se cuenta que en el domicilio que se ubica en Calle Galeana 1976, cerca de lo que es hoy
el puente sobre la avenida ayuntamiento. Vivía un matrimonio con su pequeño hijo. Hubo
un tiempo en que el pequeño se mostraba sumamente nervioso y preguntaba a sus
padres -¿Quién juega y llora en la azotea todas las noches?-, los padres no le tomaban ni
la mas mínima importancia, y decían: -ha de ser un gato ¡duérmete!-,

El pobre niño despertaba a media noche, asustado, porque sobre el techo de su cama se
escuchaban gemidos, y el sonido de una lata rodando continuamente de un lugar a otro.
Llamaba a sus padres, pero estos desde su habitación le ordenaban volver a dormir.
Incluso intentaba dormir con ellos, pero también se lo impedían. Una de tantas ocasiones,
el matrimonio fue despertado a mitad de la noche por un grito de terror proveniente de la
habitación del niño, y después de eso no pudieron encontrarlo por ningún lado.

Dieron aviso a las autoridades y al siguiente día, al volver a casa después de un largo día
buscando a su hijo, ven un bote atado con un lazo colgar de la azotea. Con algo de enojo
el hombre sube a la azotea, y ve otro bote tirado sobre el techo de la recamara de su hijo,
al acercarse ve a su hijo en un rincón, sentado en cuclillas, abrazando sus piernas, tiene
el cuerpo totalmente arañado y su rostro muestra un gesto de infinito terror…¡Sin vida!. El
matrimonio se mudó, pero en su nuevo hogar, a media a noche los despertó el sonido de
un bote rodando en la azotea, y parado frente a su cama, vieron a su hijo diciendo: -Me
asusta el ruido de allá arriba-. Después de eso no lo volvieron a ver, pero cada año en el
aniversario de su muerte, se escucha el ruido del bote y el llanto del niño.

LEYENDA DE LOS MUERTOS QUE REGRESAN

Una familia se encontraba pacífica y feliz, pero entonces sufrió la muerte del padre de la
casa, así fue como la madre y el pequeño se unieron para continuar sus vidas de la mejor
manera posible. Ellos salieron adelante, pero con el tiempo fueron perdiendo la vida otros
familiares y perdidos en tanto dolor es que a la madre del niño se le ocurre que sería una
excelente idea crear un gran altar para poder homenajear a los muertos en su día, pero
ella no lo haría dentro de la casa o en el garaje, sino que usaría la terraza para que sea
enorme y muy importante.

Todos aquellos que conformaban la familia y que aún se encontraban con vida, iban
directamente hacia el altar que esta mujer había construido para dejar allí sus ofrendas y
así es como crecía cada vez más. Luego de un tiempo, todos se sintieron conformes con
la obra de arte y homenaje que habían creado.

Fue así que llegó el 1 de noviembre y entonces ella escuchó una voz que la llamaba del
otro lado de la ventana, por eso se levantó de la cama. De pronto comenzó a ver sombras
en toda la casa, las vio en su habitación, en la ventana, en el living y todas le indicaban
que vaya a la terraza. Ahí es donde fue y se encontró algo que le lleno el corazón de
felicidad, ahí estaban todos los muertos a los cuales le había construido el altar
disfrutando de todo lo que habían dejado para ellos.

LA LEYENDA DE LA TATUANA

Hay relatos que cuentan que hace muchos años, en época colonial, hubo en Guatemala
una joven y bella mujer de origen mulato a la que llamaban Tatuana, que disfrutaba con
los placeres de la carne y con los placeres del lujo, los cuales no estaban bien vistos en
una sociedad recatada y religiosa. Así pues, se acusó a la joven de brujería y de hacer
maleficios para conseguir a los hombres. Se le acusó de codicia y de no seguir los
preceptos de la iglesia. Por todas estas razones fue juzgada por el tribunal de la Santa
Inquisición, y fue condenada a muerte. La Tatuana se negó a recibir la gracia de
confesión de sus pecados antes de morir. Cuentan, que la noche anterior a su muerte,
pidió como última gracia un trozo de carbón, unas velas y unas rosas blancas. Con estas
tres cosas hizo en la celda una especie de altar donde realizó una hechicería. Con el
carbón pintó en la pared una gran barca mientras recitaba conjuros, y se dice que se
presentó ante ella el mismo demonio. El demonio le sacó de la celda montada en la barca
que había pintado en la pared, y se dice que todavía se la puede ver en los días que
llueve grandes aguaceros.
Se cree que los antecedentes de esta leyenda provienen de la mitología maya, y más
concretamente de la leyenda de Chimalmat (Diosa que se vuelve invisible por causa de
un encantamiento).

FABULA

LA ZORRA Y EL CANGREJO DEL MAR

Un cangrejo quien se encontraba dispuesto en realizar un cambio a su vida monótona y


solitaria, decidió salir de lo profundo del mar para encontrar una nueva vida en la playa

De pronto, apareció una zorra con muchas ansias de comer y no tuvo más remedio que
aprovechar lo que consideraba una oportunidad para saciar su hambre.

Tras ser capturado y a punto de ser tragado, el cangrejo exclamó:

“Bien que me pase todo esto, si viviendo tranquilamente en el mar, decidí comportarme
como si perteneciera a la tierra”

MORALEJA

Si intentas entrar a terrenos desconocidos, toma primero las precauciones debidas, no


vayas a ser derrotado por lo que no conoces.

ZEUS Y APOLO

Apolo tomo su arco y precipitadamente disparó su flecha, pero Zeus conociendo que
apolo era muy habilidoso en esta competición esparció su pierna, tanto como Apolo había
logrado lanzar su flecha, demostrando que no alcanzo más allá de donde él se
encontraba.

MORALEJA

Cuando competimos con rivales mucho más poderosos, no sólo no los pasaremos, sino
que además se burlarán de nosotros

EL SOL Y LAS RANAS

Llegó el verano y se celebraban las bodas del Sol.

A la llegar del verano se iba a festejar las nupcias del Sol.

Todos los animales celebraban con jubilo el evento, por poco también las ranas se dirigian
hacia la fiesta; cuando una de las rana emitio con fuerzas:

-¡Imprudentes! ¿Qué razones tienes para alborozarse? En estos momentos es él solo y


deja todo sin humedad, seca todos los embalse; si conquista mujer y llega a procrear un
hijo de tan forma. ¿qué tendremos que soportar?

MORALEJA
Antes de celebrar un acontecimiento, primero ve sus futuras consecuencias.

AFRODITA Y LA GATA

Se encontraba una gata enamorada de un elegante joven y esta le suplico a la diosa


Afrodita que la convirtiera en mujer.

La diosa, al sentir lastima por su sufrimiento le concedió su deseo, la transformó en una


bella doncella, por lo tanto el joven al verla quedo seducido por su belleza, invitándola a
su casa.

Encontrándose los dos sosegados en el aposento matrimonial, Afrodita deseaba saber si


al convertir la gata a mujer, con esto también había cambiado su carácter, por lo que soltó
un ratón en medio del aposento.

No teniendo en cuenta la gata de su situación, sin pensarlo se levantó de la cama y siguió


al ratón para devorarlo. En aquel momento Afrodita, molesta, la retorno a su estado
original.

MORALEJA

El cambio de estado de una persona, no la hace cambiar de sus instintos.

LA ZORRA Y EL CUERVO HAMBRIENTO

Un débil, delgado y famélico cuervo se colocó en una higuera, y al percatarse de que los
higos aún estaban verdes, se mantuvo en su lugar para esperar que maduraran.

Por el árbol, paso lentamente una zorra y al darse cuenta del eternizado y hambriento
cuervo allí posado le preguntó qué hacía. Entonces, al conocer el motivo del cuervo le
dijo:

Estas muy equivocado perdiendo tiempo creyendo en una esperanza distante; la


esperanza solo se abastece de hermosas ilusiones, pero no de comida.

MORALEJA

Si tienes una necesidad inmediata, de nada te servirá pensar satisfacerla con cosas
inalcanzables.

CANICIONES DE CUNA

Estrellita dónde estás

Estrellita donde estás

me pregunto quién serás.

Estrellita dónde estás


me pregunto quién serás.

En el cielo o en el mar

un diamante de verdad.

Estrellita dónde estás

me pregunto quién serás.

Estrellita dónde estás

me pregunto quién serás.

Estrellita dónde estás

me pregunto quién serás.

En el cielo o en el mar

un diamante de verdad.

Estrellita dónde estás

me pregunto quién serás.

Canción de La pancita

Desde que yo estaba en la

pancita de mamita

tu me veías, tu me veías.

Y cuando estoy jugando

o durmiendo en mi camita

tu me ves y nunca me dejas.

Por eso yo digo gracias Señor,

por estar conmigo

y cuidarme con amor.

Por eso yo digo gracias Señor,

por estar conmigo

y cuidarme con amor.


Canción 'Es hora de ir a la cama'

Bebé duerme

Hasta mañana si Dios quiere,

que descansen bien

llegó la hora de acostarse

y soñar también

Porque mañana será otro día

hay que vivirlo con alegría

Todas las horas del día

hay que pasarlas muy bien

a la mañana la escuela

para estudiar y aprender

Y cuando llega la tarde

jugar o ver la TV

luego cenar en familia

y buenas noches

porque el día ya se fue

Hasta mañana si Dios quiere,

que descansen bien

llegó la hora de acostarse

y soñar también

Porque mañana será otro día

hay que vivirlo con alegría

Antes de ir a la cama

no hay que olvidarse también

de cepillarse los dientes


y del pisito después

Pedir a Dios por los niños

y por la gente con fe

por este mundo travieso

que se olvidó de querer.

Canción Los cochinitos

Los cochinitos ya están en la cama,

muchos besitos les dio su mamá,

y calientitos los tres en pijama

dentro de un rato los tres roncarán. Uno soñaba que era Rey

y de momento quiso un pastel

su real ministro le hizo traer

quinientos pasteles nomás para el.

Otro soñaba que en el mar

en una barca iba a remar

más de repente a embarcar

se cayó de la cama y se puso a llorar.

Los cochinitos ya están en la cama,

muchos besitos les dio su mamá,

y calientitos los tres en pijama

dentro de un rato los tres roncarán.

El más pequeño de los tres

un cochinito lindo y cortés

ese soñaba con trabajar

para ayudar a su pobre mamá.

y así soñando sin descansar


los cochinitos pueden jugar

ronca que ronca y vuelve a roncar

a país de los sueños se van a jugar.

Canción de Pin Pon

Pin pon es un muñeco,

muy guapo y de cartón, de cartón,

se lava la carita

con agua y con jabón, con jabón.

Se desenreda el pelo,

con peine de marfil, de marfil,

y aunque se da tirones

no grita y dice ¡uy!, dice ¡uy!

Pin Pon toma su sopa

y no ensucia el delantal

pues come con cuidado

como un buen colegial

Apenas las estrellas

comienzan a salir, a salir,

Pin pon se va a la cama

se acuesta y a dormir, a dormir.

Y aunque hagan mucho ruido

con el despertador

Pin Pon no hace caso

y no vuelve a despertar

Pin Pon dame la mano

con un fuerte apretón


que quiero ser tu amigo

Pin Pon, Pin Pon, Pin Pon.

POEMAS

DE OLA EN OLA

De ola en ola,

de rama en rama,

el viento silba

cada mañana.

De sol a sol,

de luna a luna,

la madre mece,

mece la cuna.

Esté en la playa

o esté en el puerto,

la barca mía

EN MEDIO DEL PUERTO

En medio del puerto,

con velas y flores,

navega un velero

de muchos colores.

Diviso a una niña

sentada en la popa:

su cara es de lino,

de fresa, su boca.

Por más que la miro,

y sigo mirando,
no sé si sus ojos

son verdes o pardos.

En medio del puerto,

con velas y flores,

se aleja un velero

de muchos colores.

EL GATO

El gato

cuando está ronco

imita al pato.

El gato se vuelve loco

cuando aparece un ratón

y lo invita poco a poco

para ver televisión.

Mi gato

es cojín esponjado

junto a mi lado.

LOS RATONES

Juntáronse los ratones

para librarse del gato;

y después de largo rato

de disputas y opiniones,

dijeron que acertarían

en ponerle un cascabel,

que andando el gato con él,

librarse mejor podrían.


Salió un ratón barbicano,

colilargo, hociquirromo

y encrespando el grueso lomo,

dijo al senado romano,

después de hablar culto un rato:

¿Quién de todos ha de ser

el que se atreva a poner

ese cascabel al gato?

Mariposa del aire

¡que hermosa eres!

Mariposa del aire

dorada y verde.

Luz de candil…

Mariposa del aire,

quédate ahí, ahí, ahí.

No te quieres parar,

pararte no quieres…

Mariposa del aire,

dorada y verde.

Luz de candil…

Mariposa del aire,

quédate ahí, ahí, ahí.

quédate ahí.

Mariposa ¿estás ahí?

POEMA DE AMISTAD

AMISTAD
Una amistad como la nuestra

es un regalo especial.

Disfrutamos tantas cosas similares,

y compartimos tantos momentos

maravillosos y divertidos.

Me respetas por mi firmeza espiritual

y yo te admiro por la tuya.

Nos alentamos mutuamente

en los momentos difíciles

y juntos reímos en los buenos momentos.

Sé que contigo no tengo que fingir...

Una amistad como la nuestra es un regalo precioso...

Podemos contar nuestros

más íntimos sueños y anhelos,

alentarnos mutuamente para alcanzar

más éxitos y mayor felicidad,

y enjugarnos nuestras lágrimas

en los momentos de tristeza y frustración.

Eres una luz que ilumina mi vida

y tienes un lugar muy especial en mi corazón.

VERDADERA AMISTAD

es aquella amistad a la que puedes adorar,

En la que siempre podrás confiar,

A la que sin importar que pase siempre la vas a apoyar,

Y sin importar nada no la has de defraudar,

Solo así podrás reconocer cuando es una verdadera amistad.


SUERTE LA MÍA POR TUS PALABRAS...

Suerte la mía por tus palabras

porque aún al llorar siento que estás

que me escuchas y me hablas

suerte la mía por tu amistad

y que por muchos años pueda durar

AQUÍ POR TI

El pasado no se puede deshacer u olvidar

El futuro es todo a lo que podemos aspirar

Desaría haber estado a tu lado

Todas las veces que has llorado

De corazón te digo que es verdad:

Siento mucho lo que has batallado

Pero sola otra vez no estarás

Y la felicidad seguro encontrarás

Tus sueños se verán cumplidos

Y yo podré disfrutarlos contigo.

Mi alma como amigo...

Cuando creas que tu mundo

Se empieza a derrumbar

Puede estar tu vida,

Arreglando su lugar.

Si la batalla sientes muy difícil

Entrégate sin más,

Pues las mejores guerreras

Nunca dejan de luchar.


Quiero que recuerdes

Que tienes potencial

Y que tú presencia en este mundo

Lo hace hermoso cada día más.

Mejores cosas en tu vida

Pronto llegaran

Así que por favor resiste

Solo un poquito más.

POEMA DE LOS SIMBOLOS PATRIOS

POEMA A LA BANDERA.

Yo tengo una Bandera

Bandera bicolor,

Que indica que sigamos

la senda del honor.

Mi Bandera y mi Escudo

con su bello quetzal

simbolizan la patria,

Guatemala inmortal.

La Monja Blanca

simboliza belleza, arte y paz.

Esta planta crece en otras plantas por

lo cual se denomina epìfita (epi-encima fitòn-planta).

Es una orquìedea y como tal tiene un pètalo transofrmado

en el centro, el làbelo, que sirve de base para

su polinización por los insectos. Esta plata es hermafrodita,

el fruto es una especie de càpsula,


misma que contiene millones de semillas,

las cuales necesitan un hongo determinado para germinar,

motivo por el cual es muy escasa.

El Escudo

Yo tengo un Escudo

Un escudo multicolor,

Que indica que sigamos

la senda del honor.

Mi Escudo y mi bandera

con su bello quetzal

simbolizan la patria,

Guatemala inmortal.

La Ceiba

Esta ceiba que da sombra a mi casa

es propiamente heráldica. Sería

el emblema perfecto de tu escudo

si esto que grabo aquí fuera tu lema:

Ella no sabe de lo que de ella escribo

pues ser lo que es y no saberlo es ella.

QUETZAL

Hoy tengo el espíritu del pájaro Quetzal, para volar hacia tu lado

mirarte desde lejos,

ya que no puedo ni tocarte,

ni sentirte, sólo amarte. Cientos de años han pasado

desde que me dijiste que era algo más valioso

que el metal o la piedra preciosa,


que mis colores de «librea verde y dorada»

CANCINES DE AMOR

Letras de Te Amo

Amor te amo

amor te quiero

sin ti mi vida

sin ti me muero

Te quiero y no te dejare de querer

por que no puedo

estar contigo me hace muy feliz

y siento tocar el cielo

te extraño y cada dia que pasa mas y mas te deseo

Mi cama te llama y quiere que tu en ella

estes durmiendo

amor te amo

amor te quiero

tu eres mi vida

tu eres mi cielo

quiero tu alma para seguir viviendo

tocar tu cuerpo sentir tus besos

amor te amo

amor te quiero

sin ti mi vida

sin ti me muero

amor te amoo

te extraño y cada dia que pasa mas y mas te deseo


Mi cama te llama y quiere que tu conmigo

estes durmiendo

amor te amo

amor te quiero

tu eres mi vida

tu eres mi cielo

quiero tu alma para seguir viviendo

tocar tu cuerpo sentir tus besos

amor te amo

amor te quiero

sin ti mi vida

sin ti me muero.

Mi bello angel

Miras con tanta dulzura, hermosa criatura

Tu mi bello ángel que cayó del cielo ...

Soy un simple pobre que ando enamorada que corrió con suerte

Que logro obtenerte por obra divina

Pues no pense en que llegaria alguien mas en mi vida

solo tu eres la persona el que me ilusiona el que

me misiona por ti pierdo el rumbo y en cada segundo

me voy de este mundo consentirte a ti.

Entre el cielo y el infierno

Solo hay un espacio, solo hay un abismo

Es que yo pierdo el ritmo cuando no estas a mi lado

Y me quedo sola, {sola sin ti}.

Viniste a reconformarme a rehabilitarme tú mi bello ángel


q estaba perdido, siento que después de ti

Yo soy otra persona ya no me conozco

Que paso conmigo

Por eso te digo que tú

Solo tú eres la persona, la que me ilusiona

La que me emociona, por ti pierdo el rumbo

Y en cada segundo me voy de este mundo

Con sentirte a ti

Entre el cielo y el infierno

Solo hay un espacio, solo hay un abismo

Es que yo pierdo el ritmo cuando no estas

Y me quedo sola, {sola sin ti}...

Solo tú eres la persona, el que me enamora cada dia

el que me emociona, por ti pierdo el rumbo

Y en cada segundo me voy de este mundo

Con sentirte a ti a mi lado

Entre el cielo y el infierno

Solo hay un espacio, solo hay un lugar para ti y

Es que yo pierdo el ritmo cuando no estas a mi lado

Y me quedo sola, {sola sin ti}...{SOLO SIN TI}.

FIN...

Cuando dices que me amas

Te hago esta canción

para que veas cuanto te quiero

te dedico mi amor

y mi corazón entero.
Cuando estás a mi lado,

me siento mágica,

en ti voy soñando,

cada vez eres más guapa.

Cuando hay silencio,

vale más que mil palabras

y tu mirada,

vale más que mil te quieros.

Cuando dices que me amas,

me lo demuestras,

me abrazas y así

unimos nuestras fuerzas.

Cuando dices que me amas,

me proteges cada día mas.

Buenos días princesa

Dime si habrá algo más bonito que despertar a tu lado cada día,

susurrarte que te quiero es mi particular manía

si apareces en mis sueños, me adormeces, me meces

con tus dedos, me enloqueces eres mi única alegría.

Y cada mañana pienso robarte uno de tus besos

amarrado a la razón de un corazón que late en verso,

regalarte amaneceres y placer en cada esquina

de la cama, siempre seguira viva nuestra llama.

Eres lo mejor que tengo, lo mejor que tuve,

lo mejor que tendré en esta vida, un amor que sube

llega hasta las nubes y allí vuela, jugar a no perderte,


a abrazarte fuerte a quererte tanto que me duela,

A tu lado todo es diferente

el olor de tu perfume me enamora cuando vuelves,

pasear de la mano a tu lado hasta perderme,

decirte que te quiero, "te quiero" y así sera para siempre

y se, que no puedo bajarte una estrella

pero tambien se que te voy a tratar como a una de ellas,

ni te imaginas la cara de tonto que se me queda

cuando leo tus mensajes y te imagino aqui cerca

y por mucha distancia que nos separe piensalo,

el corazón no cambia de opinión

y si te soy sincero la mejor manera de decirte que te quiero

cada día es escribiendo esta canción.

Y eres tú, la única que me hace sentir vivo,

que me enseño a querer como se quiere de verdad,

capaz de despertar las ilusiones y sentidos,

viajar a nuestros sueños de la mano hasta el final.

Eres unica, la musa de mi música princesa

saldremos adelante a pesar de los problemas,

y lo que no a separado la distancia

no lo va a separar nadie bailemos bajo la luna nuestro tema...

Prefiero parar el tiempo, cambio toda una vida

por un segundo a tu lado en este cuento

mi niña, vivo de tus sonrisas y me pierdo

en tu mirada, cada mañana me inunda tu recuerdo

y quiero tenerte cerca tan cerca que no respire,


en el choque de tus labios mi boca no saldrá ilesa,

a pesar de la distancia quien la sigue la consigue

déjame decirte que: buenos días mi princesa.

Hoy quiero, llevarte el desayuno hasta la cama,

que me comas a besos mi boca nunca se acaba,

amarte hasta de madrugada, mientras escalas

por mi cuerpo gastaremos el tiempo entre las sábanas.

Subir hasta la luna cada noche, quererte hasta que duela

contando las estrellas a tu lado, pensarte con los labios,

dibujar corazones con tu nombre y llevarte a mi planeta de la mano.

Júrame que me quieres, promete que me esperarás por siempre,

que todo lo que sientes será eterno,

que el miedo ya no vuelve, que sepas que nunca vas a perderme,

que tu eres niña lo mejor que tengo y que sueño

con verte en un futuro aquí a mi lado,

mariposas en el vientre miradas que se cruzaron

y acabaron de la mano sin separarse un segundo,

si tiramos la toalla será pa ducharnos juntos...

12 Rosas

Cuando recibas esta carta tú, seguro abriste ya ese sobre azul

Que a tu puerta muy temprano llego, con 12 rosas en el interior

El calendario te dirá el porque, el remitente te hablará de mí

Y otra vez mi recuerdo brillara con mas luz, sentirás talvez amor que tu aun me sigues
amando y pensaras mil cosas dormirás junto las rosas que mande
Son 12 rosas que hablaran por mí

Son 12 rosas que te gritan vuelve

Y cada una significa un mes llorándote

Son 12 rosas que hablaran de ti

Del gran amor que para mi tu eres

Se que sientes lo mismo por mi perdóname

Sin ti no se que hacer

Cariño aleja a un lado ese orgullo

Que solamente nos tortura más

Un amor como el nuestro no se puedo apagar, ir adentro de tu corazón, tu tampoco has


dejado de quererme piensas en volver a verme tal como lo pienso yo

Son 12 rosas que hablaran por mí

Son 12 rosas que te gritan vuelve

Y cada una significa un mes llorándote

Son 12 rosas que hablaran de ti

Del gran amor que para mi tu eres

Se que sientes lo mismo por mi perdóname

Sin ti no se que hacer

Y por si acaso piensas no volver

Recuerda siempre que yo te adore

Son 12 rosas que hablaran por mí

Son 12 rosas que te gritan vuelve

Y cada una significa un mes llorándote

Son 12 rosas que hablaran de ti

Del gran amor que para mi tu eres

Se que sientes lo mismo por mi perdóname,

Sin ti no se que hacer.


CANCIONES DE DESAMOR

'MI SOLEDAD Y YO'

Que tal te va

allí es de día o es de noche

es bonita esa ciudad

para ir de vacaciones

y el hotel era verdad

que es tan romántico y lujoso,

como en la publicidad

con esas playa de las fotos.

en madrid está lloviendo

y todo sigue como siempre

solamente que no estás

y el tiempo pasa lentamente

estoy loco por que vuelvas

hace tanto que te fuiste

no te irá a enamorar allí

lo prometiste.

Por favor, cuando puedas llámame

que mi soledad y yo

sin ti no nos llevamos bien.

me paso el día planeando

nuestro encuentro imaginario.

Te besaré, como nadie en este mundo te besó,

te amaré, con el cuerpo, con la mente, con la piel y el corazón

vuelve pronto te esperamos, mi soledad y yo.


Ya no te entretengo más

sé que te está esperando alguien.

dile que debe hablar más bajo

al que ha dicho que no tardes.

sólo un último favor te pido antes de colgar,

dile que te cuide mucho,

me prometes que lo harás.

y ahora cálmate que no note que has llorado,

disimula que estás bien como yo lo hago.

Y mientras seguiré pensando

en nuestro encuentro imaginario

Te besaré, como nadie en este mundo ...

La De La Mala Suerte

Abriste una ventana despertando una ilusión

Cegando por completo mi razón

Mantuve la esperanza conociendo tu interior

Sintiendo tan ajeno tu calor

Probé de la manzana por amor

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor

Quiero que mi corazón te olvide

Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte

Sólo te he pedido en cambio tu sinceridad

Quiero que el amor al fin conteste

Por Qué siempre soy yo la de la mala suerte

Vienes, me acaricias y te marchas con el sol

Me duele solo ser tu diversión


Dices que me amas que no hay nadie como yo

Que soy la dueña de tu corazon

Pero alguien más está en tu habitación

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor

Quiero que mi corazón te olvide

Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte

Sólo te he pedido en cambio tu sinceridad

Quiero que el amor al fin conteste

Por Qué siempre soy yo la de la mala suerte

Y no, no pasa nada si el amor

No es perfecto, siempre y cuando sea honesto

Y no, ¿ya para que pedir perdón?

No es correcto

No puedo compartir lo que no se me dio

No soy la dueña de tu corazón

Yo soy quien sobra en esta habitación

Quiero ya no amarte y enterrar este dolor

Quiero que mi corazón te olvide

Quiero ser como tú, quiero ser yo la fuerte

Solo te he pedido en cambio tu sinceridad

Quiero que el amor por fin conteste

Por Qué siempre soy yo la de la mala suerte

Como Me Acuerdo

Hoy quiero hablar de ti,

de lo que yo te amé

Me dueles tanto, tanto


que sólo soy viento

Viento llegó, viento pasó y cómo me acuerdo

Sólo por ti viví, gracias a ti

Yo seguiré, viento llegó, viento se fue

y cómo me acuerdo

Ay, yo te llamo, yo que te llamo

CORO

Donde estés, ven volando a mi lado

Dónde andarás

Dónde andarás, lejos de mí

Quién te dará lo que te di

Quién dormirá abrazado a ti, como yo,

cómo me acuerdo, amor,

como si fuera ayer

Viento llegó, viento pasó, y tú no estás aquí

Ay, viento pasó, y yo, cómo me acuerdo, amor

Ay, yo te llamo, yo que te llamo

Donde estés, ven volando a mi lado

Hey, voy a buscarte por donde estés pa' que,

pa' que vuelvas a mí, así nos volvamos

a enamorar

Ay, yo te llamo, yo que te llamo

Donde estés, ven volando a mi lado

Hey, voy a buscarte por donde estés pa' que,

pa' que vuelvas a mí, y así

nos volvamos a enamorar.


'AHORA QUIEN'

A quien van a engañar ahora tus brazos?

a quien van a mentirle ahora tus labios?

a quien vas a decirle ahora te amo?

y luego en el silencio le daras tu cuerpo

detendras el tiempo sobre en la almohada

pasaran mil horas en tu mirada solo

existira la vida amandote

Ahora quien?

Y quien te escribira poemas y cartas?

y quien te contara sus miedos y faltas?

a quien le dejaras dormirse en tu espalda?

y luego en el silencio le diras te quiero

te tendra su aliento sobre tu cara

perdera su rumbo en tu mirada y se le

olvidara la vida amandote

Ahora quien? (ohhh)

Ahora quien? si no soy yo me miro y lloro

en el espejo y me siento estupido ilogico

y luego te imagino toda regalando el olor

de tu piel tus besos tu sonrisa eterna y hasta

el alma en un beso en un beso va el alma

y en mi alma hasta el beso que pudo ser (2x)

Ohh...ahora quien?

A quien le dejaras tu aroma en la cama?

a quien le quedara el recuerdo mañana?


a quien le pasaran las horas con calma?

y luego en el silencio deseara tu cuerpo

te dentendra el tiempo sobre su cara pasara

mil horas en la ventana se le acabara la voz

llamandote

Ahora quien? ahora quien?

Ahora quien? si no soy yo me miro y lloro

en el espejo y me siento estupido ilogico

y luego te imagino toda regalando el olor

de tu piel tus besos tu sonrisa eterna y hasta

el alma en un beso en un beso va el alma

y en mi alma hasta el beso que pudo ser

Ohh tus besos tu sonrisa eterna y hasta el

alma en un beso en un beso va el alma y

en mi alma hasta el beso que pudo ser

Ohh ahora quien?tani.

'NO LLORAR'

Hablame suavemente

hay algo en tus ojos

No cuelgues la cabeza en la tristeza

Y por favor no llores

Sé cómo te sientes dentro de mí

Yo he estado ahí antes

Algo cambia dentro de ti

Y no sabes

No llores esta noche


todavía te amo bebe

No llores esta noche

No llores esta noche

Hay un cielo arriba de ti bebé

Y no llores esta noche

Dame un susurro

Y dame un suspiro

Dame un beso antes que tú

Dime adiós

No lo tomes tan duro ahora

Y por favor no lo tomes tan mal

Todavía estaré pensando en ti

Y los tiempos que tuvimos ... bebé

Y no llores esta noche

No llores esta noche

No llores esta noche

Hay un cielo arriba de ti bebé

Y no llores esta noche

Y por favor recuerda que yo nunca mentí

Y por favor recuerda

cómo me sentía dentro ahora, cariño

Tienes que hacerlo a tu manera

Pero estarás bien ahora azúcar

Te sentirás mejor mañana

Ven la luz de la mañana ahora bebé

Y no llores esta noche


Y no llores esta noche

Y no llores esta noche

Hay un cielo arriba de ti bebé

Y no llores

No llores nunca

No llores esta noche

Bebé quizás algún día

No llores

No llores nunca

No llores

Esta noche

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