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ElEsclavoAfricano PDF
ElEsclavoAfricano PDF
Por
Ramón Alejandro Montoya
© Primera edición: 2016
El esclavo africano en San Luis Potosí durante los siglos xvii y xviii
Cuidado de la edición:
Dr. José Ramón Ortiz Castillo
Diseño y maquetación:
MRRPP. Lucía Ramírez Martínez
ISBN: 978-607-9343-86-6
Hecho en México.
ÍNDICE
Introducción ��������������������������������������������������������������������������������������������������3
Capítulo I.
El comercio de esclavos en San Luis Potosí ��������������������������������������35
Capítulo III.
Los esclavos africanos en la sociedad potosina.��������������������������165
Consideraciones Finales.������������������������������������������������������������������������213
Bibliografía�������������������������������������������������������������������������������������������������221
Mapas��������������������������������������������������������������������������������������������������������������265
INTRODUCCIÓN
Introducción 3
pesar de la eminencia de una sociedad novohispana en la cual es muy difícil
desasociar los componentes hispanos, lo indígena y el ingrediente africano.
En el conjunto de interrogantes sobre la población de origen africano en
el México virreinal, la presencia del negro en la periferia septentrional de
la Nueva España, también llamada frontera norteña y frontera chichimeca,
es un tema del cual se ha hablado muy poco y apenas se esta integrando en
la larga lista de miradas historiográficas sobre la participación de distintos
grupos humanos en la dinámica demográfica y social del también llamado
norte bárbaro.
Si bien nos queda claro que las remesas más numerosas de población afri
cana que llegaron a la Nueva España se concentraron en zonas en las cua-
les hasta nuestros días sobreviven rasgos de la sangre africana como lo son
algunas zonas costeras del Golfo de México y del Océano Pacífico (estados
actuales de Veracruz, Oaxaca y Guerrero), también es pertinente reconocer
que estos espacios no fueron las únicas porciones de la geografía del México
virreinal a donde fueron llevados los negros esclavos por lo cual es n
ecesario
ampliar nuestra capacidad de reconocer las huellas del africano en otras la-
titudes del antiguo reino.
En la historiografía sobre la Nueva España, los estudios de la población
africana gradualmente han ido ganando terreno y han abierto nuevas pers-
pectivas de análisis en regiones diferentes a aquellas que en un momento
concentraron la atención de los investigadores. Esta condición emergente
nos ha permitido entender nuevos aspectos del pasado de los negros novo-
hispanos en distintos escenarios y en distintos capítulos del pasado virreinal.
Sin embargo, el vacío más evidente lo encontramos en la historiografía es-
pecializada en torno a la presencia africana en el norte de la Nueva España y
en particular, en los reales mineros septentrionales. Así mismo, tampoco se
ha explorado a profundidad el papel que desempeñaron los esclavos africa-
nos en la producción minera ni se ha reconocido la importancia de la escla
vitud en la dinámica económica del norte minero y ganadero, al igual que
sabemos muy poco acerca del lugar que los africanos y sus descendientes
ocuparon en la estructura social y demográfica de los centros urbanos de
esas latitudes.
Sobre la presencia de los esclavos en los reales de minas, quedan muchos
asuntos pendientes por resolver aún, ya que a pesar de las sólidas contribu
Introducción 5
se inscribe el comercio de esclavos como parte del gran trasplante del negro
en la población novohispana.
En el San Luis del Potosí novohispano, a diferencia de otras latitudes en
donde son evidentes las raíces africanas, no existe una memoria del pasado
en la cual se incluyan a los esclavos africanos y a sus descendientes. Los
negros no guardan un lugar en el imaginario potosino sobre la época virrei-
nal y mucho menos sobre sus huellas impresas en la cultura local. Ya nadie
los recuerda como parte de las comparsas que alegraban a los vecinos de
San Luis Potosí los jueves de Corpus en los siglos xvii y xviii cuando en las
figuras gigantescas que representaban a las cuatro porciones de las razas del
universo hispano desfilaba una pareja de negros acompañando a los moros,
los indios y a los españoles1. Tampoco en la toponimia podemos rescatar in-
formes que nos hablen sobre la dimensión espacial de los africanos y apenas,
nuestra imaginación histórica nos provoca a especular que posiblemente en
lugares que hoy día se llaman Monte Obscuro o que se llamaron el Puesto
del Negrito ubicado a seis leguas de la ciudad de San Luis, alguna vez se
asentó población de origen africano. Lo que sí es posible apreciar en algunos
datos sobre la geografía histórica de San Luis Potosí es la identificación de
nombres de lugares asociados a la población africana. En el actual municipio
de Villa de Zaragoza, la Hacienda de San Antonio de la Sauceda de los Mula-
tos nos arroja alguna luz sobre la obscuridad de las pieles de este componen-
te humano y más aún cuando al interior de esta demarcación hasta nuestros
días persiste el nombre de una comunidad (puerto) que al menos desde el
siglo xviii ha llevado el nombre de El Congito2 como si fuera una versión di-
minuta del Congo que fue origen de los tantos esclavos desterrados que fue-
ron arrancados del África para inclusive ser vendidos en territorio potosino.
En las obras enciclopédicas sobre la historia de San Luis Potosí, la presencia
del africano no cuenta con un lugar3 y apenas es reconocida en función de
1
Martínez Rosales, “Los gigantes de San Luis…”, p. 598.
2
ACM-INAH. Fondo Parroquial, Disciplina, Padrones, Asientos 1792, Caja 1327, Exp. 1249. Pa-
drón de 1792 de San Francisco de los Pozos en la cual se incluye la parcialidad llamada “Puerto del
Conguito” conformada de 14 casas y 62 personas.
3
Muchos vecinos de la capital potosina recuerdan vívidamente que en la década de 1970 por las
calles de la ciudad desfila una comparsa patrocinada por la fábrica de goma de mascar “Chicles
Victoria”, la cual posteriormente daría pie a los célebres “Chicles Canel`s”. La imagen corporativa
de la marca era precisamente un negrito de reluciente dentadura y con cabello ensortijado que
desfilaba entre la gente regalando muestras de las golosinas. De esta época, la gente con rasgos
africanos desaparecieron del imaginario hasta el primer lustro del siglo xxi cuando a la ciudad
empezarían a llegar contingentes de estudiantes provenientes de África así como migrantes pro-
venientes de Centroamérica.
4
Velázquez, Historia de San Luis…,p. 521
5
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Gobierno, Visitas, Informes 1790-1791, Caja 508, Exp. 94, 1791.
6
Peñalosa, “La poesía de…, p.117
Introducción 7
de convivencia étnica y a la cual llegarían europeos de diferentes reinos, de
varias provincias de la vieja España, para interactuar con gente de sangre
mezclada, e indígenas de diferentes latitudes como los originarios de la pro-
vincia michoacana y de los valles centrales de México que compartían entre
si la identidad novohispana de finales del siglo xvi. Con ellos también inter
actuaron individuos que eran remanentes de la población ya sedentaria de
grupos originalmente nómadas genéricamente llamados chichimecas, sinó-
nimo de “bárbaros” en el discurso de la época. A todos estos componentes,
se añadió casi naturalmente la población de origen africana, representada
en su inmensa mayoría por los esclavos que llegaron a la frontera norte de la
Nueva España en un proceso de migración forzada de enorme dimensión.
Así, en la medida que el poblado se fue consolidando como un real de minas
dedicado a la explotación y beneficio de los minerales provenientes de las
vetas del Cerro de San Pedro, y como lugar estratégico en las rutas de comu-
nicación en el norte de la Nueva España, surgió una versión de colectividad
organizada, que si bien se definió como un pueblo español en la dimensión
legal, en la realidad sirvió de un espacio de fundición étnica en el cual los
esclavos africanos fueron un ingrediente indispensable en el menaje cultural
y económico del colono hispano.
Sin embargo, este presupuesto no ha sido suficiente para reconocer la pre-
sencia de los esclavos africanos en el inicial asentamiento humano de San
Luis y sus minas. Tal pareciera que la historiografía potosina no había culti-
vado una visión sobre la esclavitud en la dimensión regional ni de los pasos
de la población africana en la esfera demográfica y en la sociedad colonial. A
los estudiosos del pasado potosino, este tema puede ser extraño en el sentido
de lejanía en cuanto al origen geográfico del esclavo y la identificación del
mismo como ajeno a la tierra y que es exótico en cuanto al lugar que ocupa-
ba en la sociedad7.
Por muchos años, en el marco de la historiografía sobre el San Luis Po-
tosí colonial, el esclavo africano había sido prácticamente un desconocido
en el imaginario sobre el pasado y buena parte del conocimiento histórico
producido por la escuela más tradicional de hacer historia a nivel regional
se había enfocado en resaltar el protagonismo tanto de exploradores épicos
7
Meillassoux, Antropología de la…, p.77.
8
Peña, Estudio histórico sobre…,1979.
9
Carmagnani, “La estructura demográfica…, p. 455.
Introducción 9
oficios). En la última parte del texto daremos cuenta de las maneras en las
cuales, la población de origen africana se integró (en cautiverio y en liber-
tad) en el complejo tejido social y población de este centro minero-comer-
cial en el cual construyó un lugar durante buena parte del período virreinal
hasta su integración en el proceso de mestizaje. En este horizonte, la preten-
sión ulterior del trabajo se orienta en situar la dimensión histórica y multifa-
cética de la presencia de esclavos africanos tanto en el pasado potosino como
en la emergencia de una nueva frontera en los estudios sobre el septentrión
minero novohispano: la de los esclavos fronteros.
En el cumplimiento de los objetivos de cada sección de la obra se privile-
giará la aportación de nuevos argumentos a los capítulos escritos sobre el pa-
sado virreinal potosino para consolidar una mirada integradora y diferente
sobre la población africana en el escenario de la frontera norte n ovohispana.
Los ejes de análisis por los cuales transitaremos en nuestra revisión del pro
tagonismo de los esclavos en San Luis Potosí desde la última porción del
siglo xvi hasta el siglo xviii darán cuenta de aspectos tales como el volumen
de la trata negrera, el escenario comercial y social en los cuales la esclavi-
tud se desarrolló en las esferas locales y regionales. Así mismo, r evisaremos
la actuación de los comerciantes de cautivos, sus redes y los mecanismos
que les permitieron llevar a cabo la circulación de cautivos y la vertebración
de un mercado de esclavos local en la frontera norte de la Nueva España,
conectado a los centros de distribución interna y con el mundo atlántico.
Como complemento al estudio de la trata de esclavos, la segunda parte del
trabajo se enfocará en revisar la integración de la africano a la población y
sociedad del San Luis Potosí virreinal. En esta porción del trabajo y en base
a la documentación disponible, intentaremos reconstruir las maneras y ma-
nifestaciones con las cuales se percibió al esclavo en la sociedad y economía
potosina en el espacio temporal del estudio.
La última parte estará consagrada a reconstruir los caminos de la resisten-
cia cultural del esclavo y la incorporación de la población de origen africano
tanto en la dinámica poblacional como en el tejido social de un real de mi-
nas los reales de minas como San Luis Potosí, sujeto también a una muta-
ción en su configuración original. Uno de los grandes retos del trabajo será
explicar cómo encajó el sistema esclavista en un centro minero del septen-
trión novohispano, en el cual y en concordancia con otros poblados de la
Introducción 11
social. Sin lugar a dudas, en las propuestas teóricas apuntaladas desde la his-
toria social y la demográfica así como desde la perspectiva de la etnohistoria,
se puede afirmar que la semilla plantada por Aguirre Beltrán en la década
de 1940, ha contribuido a ampliar el catálogo de temas de estudio sobre la
población negra en el pasado regional mexicano. Incluso, se han logrado
articular trabajos sobre determinadas regiones históricas de nuestro país en
donde se suponía una presencia muy discreta de africanos pero a la luz de
las nuevas miradas historiográficas, se ha ido integrando naturalmente a la
población negra como el tercer (o segundo) gran componente demográfico
y cultural del México virreinal. Así mismo, se ha avanzado en la revisión del
paradigma que explica la presencia del africano en el pasado colonial dentro
del marco de estudio del movimiento (forzado) de población más formida-
ble que se ha experimentado en la triangulación entre la vieja Europa, África
y el Nuevo Mundo.
Entre los estudios más importantes que han tratado el pasado de la pobla
ción negra en Hispanoamérica sobresalen los trabajos de Bowser para el caso
del Perú (1974), Mellafe en su concisa síntesis sobre América Latina (1973),
tema que es trabajado en las contribuciones similares de Schwartz (2002) y
Ares y Stella (2000). Por su parte, Thomas (1998) ha elaborado una de las
enciclopedias más extensas sobre la historia de la esclavitud y en la cual se
abren generosas aproximaciones acerca del africano en el mundo atlántico.
En el ámbito de las obras que abordan el caso de la población negra y afro-
mestiza en México, a las contribuciones clásicas como las de Aguirre Beltrán
en términos generales (1944,1946, 1958), se agregan las propias de Love para
la ciudad de México (1971) y Carroll para Veracruz (1991), trabajos que se
han unido a una nueva corriente de estudios en donde encontramos a au-
tores como Martínez Montiel (1994), Ngou-Mve (1994), Bennett (2005) al
igual que las de Vincent (1994) y Vinson (1995). En la particularidad de los
estudios regionales del México colonial, las contribuciones historiográficas
se han enfocado en dar cuenta de la presencia negra en los lugares de des-
tino de la gran diáspora africana en la Nueva España. Subrayamos también
en este conjunto a estudios adicionales sobre el negro en Veracruz como los
trabajos de Naveda (1987), y Winfield Capitaine (1984) entre otros. A este
catálogo de obras se le deben agregar los propios que discuten reconstruc-
ciones históricas del legado africano en Michoacán (Chávez, 1994), en la
10
Guevara Sanginés, “Perspectivas metodológicas en los…”, p. 80.
Introducción 13
se puede erigir a su interior. En primer lugar, el reiterado reconocimiento
de la escasez de mano de obra como el principal impedimento para asegurar
la producción permanente de metales. En segundo término, el señalamiento
de las repetidas peticiones de negros que hicieron los mineros a la Corona
en distintos momentos para justamente conjurar la amenaza del des abasto
de trabajadores.
En este orden de ideas, nuestra primera gran interrogante se dirigió justa-
mente en intentar responder porqué las remesas de esclavos africanos fue-
ron prácticamente inútiles en la minería?11 Interrogante que prontamente se
transformó en otra pregunta asociada a las causas por las cuales la población
de origen africano no había despertado el interés de los estudiosos del pasa-
do del septentrión colonial mexicano.
En este sentido, entre los pocos estudios que han subrayado la presencia de
actores históricos que podríamos denominar esclavos fronterizos norteños,
reconocemos la aportación del estudio sobre la negritud cautiva en Saltillo
por Valdés y Dávila (1989) así como por Reyes Costilla y González (2001)
ambos en el marco de la historia social en la cual tanto se reconstruye tanto
el pasado de la población africana como el de los personajes europeos a quie-
nes les sirvieron o bien los usaron como mercancía. En complemento del
estudio del norte negro, el trabajo de Gómez Danés (1996) al mismo tiempo
que intenta rescatar el estudio del esclavo en la historiografía etnocentrista,
resalta la participación del africano en el Nuevo Reino de León como coloni-
zador y como objeto mercantil que sirvió tanto en ámbito de la servidumbre
como en el desarrollo de la ganadería del noreste.
En la esfera de los estudios sobre la minería novohispana y la inserción del
africano en esta actividad económica, el estudio sobre la explotación de las
minas de Taxco nos sirve como una referencia para entender el uso de escla-
vos africanos no tanto en las tareas de extracción de mineral que estaba en
manos de los indios, sino en el intento de optimizar la producción de los ya-
cimientos en función de una supuesta fortaleza física del africano a quien se
le confiaron las tareas de quebrado, secado y refinación de los minerales. En
Taxco, los empresarios mineros aprenderían con un alto costo, la ineficacia
del esclavo negro al interior de las minas, pero sí sabrían aprovechar la uti-
11
Ngou-Mvé, “Historia de la población…”, p. 44
12
Reynoso, “Esclavos en las minas…”, p. 146.
13
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p.96.
14
Von Mentz, Trabajo, sujeción y libertad…,p. 185.
15
Von Mentz, “Esclavitud en centros minero…”,p. 260-261.
16
Comunicación Personal con Peter Bakewell, Zacatecas, Zacatecas, Marzo de 2005.
Introducción 15
Sin embargo, a pesar de esta invitación que Bakewell nos hace para escuchar
las voces dormidas del africano en las ciudades del México colonial, él mis-
mo en su importante trabajo sobre Zacatecas no pudo incorporar una pro-
funda mirada sobre al africano esclavo en las minas sino se enfocó en otros
temas y preocupaciones que enfrentaron los empresarios vascos para pro-
ducir plata así como para consolidar una sociedad minera. La reducida aten-
ción que Bakewell le dedicó al análisis de la esclavitud es un aspecto que está
presente también en otros estudios de la minería colonial novohispana. En
muchas de las obras, tal parece que el mejor camino para entender la par-
ticipación del africano esclavo y libre como actor histórico en los centros
minero del norte de la Nueva España fue el de continuar por la ruta marca-
da por algunos cronistas contemporáneos. En este sentido, buena parte de
los estudios sobre los reales de minas del norte novohispano, sino es decir
todos, se han apoyado insistentemente en el trabajo del Obispo de Guadala-
jara Alonso de la Mota y Escobar y su indispensable Descripción Geográfica
de los Reynos de Nueva Galicia, Viscaya y León que se ha convertido en un
referente historiográfico obligado para el estudio de la negritud en el sep-
tentrión de la Nueva España. En este trabajo, Mota y Escobar nos traduce la
realidad de los esclavos africanos en las minas zacatecanas con tal grado de
agudeza que muchas de sus aseveraciones se han transformado en formida-
bles sentencias sobre el africano en la Nueva España como aquella que dice
que en torno a los negros es malo tenerlos, pero peor carecer de ellos.
En el ámbito de la minería de la América Hispana, es importante resaltar
que los trabajos que han abordado la participación de negros en esta indus-
tria, han subrayado la presencia del esclavo africano en la producción de
oro de aluvión o también llamados “lavaderos de oro”(Sharp, 1976 y Wade,
1997). Sin embargo, esta no fue la realidad de los reales de minas norteños,
por lo cual en la generación de conocimiento sobre el pasado de los centros
mineros todavía encontramos varias lagunas en cuanto a la explicación de
cómo se dio la incorporación de los negros en las labores de extracción de
mineral y beneficio de metales en las haciendas de beneficio de patio o bien
utilizando el método de fundición que fue el binomio de producción de me-
tales en la Nueva España
Para ampliar nuestra percepción en torno a este tema, es necesario recono-
cer dos presupuestos teóricos. El primero de ellos esta asociado al hecho de
17
Lane, “Africans and natives,… p. 162.
Introducción 17
dinámicas del trabajo minero, en el Cerro de San Pedro se observaron las
características propias de la minería argentífera pero para producir oro y
plata lo cual hace del caso potosino una peculiaridadque apenas se esta aso-
mando en el catálogo historiográfico sobre la minería y del norte próximo
de la Nueva España18.
En todo recorrido teórico sobre de la minería de la plata novohispana, el
estudio de Zacatecas nos ha servido de referencia ya que desde mediados del
siglo xvi, este real de minas fue el centro productor más importante dentro
y fuera de la Nueva Vizcaya. Pero, la producción constante de plata en Za-
catecas, como en otros reales de minas norteños, estaba condicionada por
varios factores. Entre los problemas más agobiantes a los que se enfrentaron
los empresarios mineros se reconocen: el abasto de azogue, el suministro de
alimentos para dar de comer a los operarios así como a las bestias de carga
y de fuerza motriz. Pero sobre todo, una preocupación constante fue el ase-
gurar la concurrencia de mano de obra para mantener las minas trabajando.
Ante la poca utilidad de la esclavitud practicada con la población de pueblos
nómadas que escasamente fue usada para laborar en las minas zacatecanas,
se privilegió el trabajo libre asalariado, que se convirtió en la norma más uti-
lizada en los reales de minas más importantes del septentrión novohispano.
En ocasiones, para retener a las cuadrillas de trabajadores y arraigarlos a un
feudo minero, los empresarios ofrecieron a sus operarios mineros (barrete-
ros y tenateros principalmente) el usufructo mismo de los yacimientos en el
otorgamiento del llamado “partido”. Esta práctica de remuneración no era
otra cosa más que el otorgamiento de una porción de mineral proveniente
de las minas en los que laboraban. Los trabajadores, por ellos mismos po-
dían seleccionar el mineral de los “partidos”, fundirlos, refinarlos y vender
los lingotes o tejos de plata a los rescatadores de plata. Otro recurso emplea-
do para asegurar una nómina mínima de empleados fue el darles adelantos
de sueldo y préstamos sobre las jornadas de trabajo comprometidas, pres-
taciones que no impidieron que los trabajadores abandonaran sus labores.
Ante este horizonte económico de mucha plata por beneficiar y poca mano
de obra existente y disponible, fue comprensible el reclamo que frecuente-
mente hicieron los mineros de Zacatecas para ser rescatados, y hacer llegar
18
Montoya, San Luis del Potosí…, 2009.
19
Román Gutiérrez, “Origen de los barrios, …p.3.
20
García González, Familia y sociedad en Zacatecas,…pp. 32, 115.
21
Mota y Escobar en Bakewell, Minería y Sociedad en el México,…p. 72.
Introducción 19
minas estaba contratada bajo el esquema salarial no tanto esclavizada, y la
presencia de africanos como esclavos sujetos al servicio de las casas.
A la distancia de la época de la visita del Obispo, otros trabajos han vuelto
la mirada hacia el pasado de la ciudad de Zacatecas y en este sentido, la obra
de Bakewell reconoce solamente al actor africano en el esquema tributario
fiscal resultado del proceso de la compraventa de esclavos. Así mismo, el
autor recupera el tema de los precios de los esclavos en función de la distan-
cia entre los mercados de esclavos y los puntos de su comercialización en el
norte de la Nueva España. Sobre el mercado interno de esclavos en Zacate-
cas, Bakewell nos ofrece una perspectiva muy limitada sobre aspectos como
los mecanismos de compraventa, la relación de los precios entre negros y los
mulatos, así como las diferencias en el costo de acuerdo a la edad y el sexo.
Siguiendo las informaciones de la Mota y Escobar, Bakewell calcula que los
negros llegaron a cubrir hasta un 20% de la fuerza de mano requerida en la
minería zacatecana y señala que muy pocos esclavos africanos fueron orien-
tados a las labores dentro de las vetas por su poca resistencia a la exposición
al frío y la humedad. Sirvieron mejor a sus dueños en las tareas de acarreo
y lavado de metales en las haciendas de beneficio. En el balance final de la
obra, Bakewell no explora a profundidad la participación del africano en la
estructura demográfica y social de Zacatecas del siglo xvii.
Para el Zacatecas del siglo xviii, los trabajos de García González nos han
permitido percibir que la presencia de la población africana continuaba vi-
gente en el periodo de estudio y que incluso algunas de las riquezas que se
obtuvieron en las bonanzas mineras del momento fueron suficiente para
que algunas negras y mulatas las recibieran aún siendo sirvientas de amos
ricos. Los costosos vestidos y joyas con los cuales se vistieron a las negras
fueron reflejo de la opulencia de las ganancias mineras de finales del siglo
xviii22 y son aspectos que nos ilustran cambios substanciales en la vida de
los esclavos de Zacatecas sobre quienes esta pendiente de realizarse un es-
tudio a fondo.
La segunda joya de la minería novohispana fue el real de minas de Gua-
najuato ya que se le ha identificado como el escenario de mayor producción
de plata durante el siglo xviii. Desde su fundación como poblado norteño a
22
García González, Familia y sociedad en Zacatecas,…p. 162.
23
Velásquez, La Huella negra…, p. 14.
24
Brading, Mineros y comerciantes…,p. 331.
Introducción 21
la negritud esclava. Guevara Sanginés en su trabajo sobre las raíces africanas
en este poblado minero reconoce que la invisibilidad en la cual se encuen-
tran los esclavos en los estudios históricos se debe a la importancia exacerba
da que se ha construido alrededor del protagonismo del español como prin-
cipal actor del pasado de poblados como Guanajuato25. En la búsqueda de
ofrecer una nueva mirada al pasado oscuro de Guanajuato, la autora propo-
ne una revisión de la participación de los negros que tiene como punto de
partida la identificación de los lugares de origen de los esclavos en la madre
África. Así mismo, se considera importante saber cuáles fueron los puntos
de entrada y de comercialización de los cautivos, o bien los métodos a través
de los cuales resistieron la subyugación. Las huellas del africano se pueden
reconstruir también a través de la toponimia, o bien por medio del estudio
de los mecanismos por los cuales en los africanos cambiaron de propietario
ya sea como objeto en las dotes, en las herencias, garantías y en las promesas
de pago. Por último, la autora propone que tan importante es conocer las
vías de la esclavitud como los caminos para obtener la libertad26.
Al igual que en el caso expuesto por Bakewell para Zacatecas, Guevara S.
tiene muchas dificultades para documentar las fluctuaciones en el comercio
de esclavos, así como el trabajo del esclavo africano en las minas de Guana
juato. Lo que sí se obtiene en el estudio es el reconocimiento del papel des-
empeñado por los negros en el servicio doméstico, en la agricultura de ce-
reales y en el campo de la ganadería. Para el siglo xviii, el auge económico
de la minería de Guanajuato tal parece que sirvió de marco para apreciar el
gradual abaratamiento del precio de los eslavos y el aumento en las inicia-
tivas de obtención de la libertad de los mismos en un poblado norteño con
característica de multietnicidad y en donde las relaciones entre los esclavos
y sus propietarios hispanos fueron amistosas y pacíficas a pesar de las sen-
tencias de los hispanos más recalcitrantes que recitaban en algunas máximas
su sentir sobre los pueblos mineros y sus vecinos. Una de ellas, la podemos
aplicar a un rincón de la Nueva España como Guanajuato:
“Minas sin plata, sin verdad mineros,
mercaderes por ella codiciosos,
25
Guevara Sanginés, “Participación de los africanos …, p. 138.
26
Ibid. p. 151.
Al inicio del siglo xix tal parece que la historia de los africanos y sus des-
cendientes en Guanajuato parece detenerse en el tiempo28, pero es precisa-
mente en este periodo y en los albores del siglo siguiente, cuando en Gua-
najuato se congelaron imágenes de los descendientes de africanos que nos
brindan una paradójica oportunidad de abrir una ventana al pasado y ver
directamente un reflejo de los esclavos africanos que visitaron un estudio fo-
tográfico en Guanajuato. Ante la contundencia de la imagen, se puede pues
proponer un cambio de dirección en la manera de abordar el problema de
la invisibilidad historiográfica en la cual se encuentran todavía cautivas mu-
chas Áfricas en el pasado mexicano.
En un escenario más lejano en el horizonte septentrional de la Nueva Espa-
ña, podemos reconocer también la presencia del africano en la comunidad
minera de Parral. Ubicada actualmente en la porción sur del estado mexica-
no de Chihuahua, fue un real de minas que posiblemente ha sido el que más
ha llamado la atención de los estudiosos de la minería y coincidentemente
también de la población africana de su interior como parte de las aportacio-
nes que se han entretejido para analizar a este poblado minero.
En un amplio catálogo de temas y perspectivas de estudio, el pasado de Pa-
rral ha sido explicado a partir de aproximaciones económicas y geográficas,
con los recursos metodológicos de la historia demográfica, y en el caso que
27
Relación de Dorantes, 1604. Baudot en Falcón Gutiérrez, Guanajuato, minería, comercio…,p. 25.
28
Velásquez, Op. Cit., p. 15.
Introducción 23
nos incumbe, sobre la esclavitud de africanos en el siglo xvii también se han
escrito varios capítulos sobre el periodo de apogeo del comercio n egrero.
Por orden de antigüedad, el trabajo pionero sobre la comunidad minera de
Parral de Robert West está fundamentado en los aspectos geográficos de los
reales de minas norteños, en los cuales se inscribe también a los poblados de
Santa Bárbara, Parral y Santa Eulalia dentro del escenario económico de la
minería en la Sierra Madre Occidental. En todos ellos, los mineros se enfren-
taron al obstáculo de la distancia como principal problema en el abasteci-
miento de los insumos mineros. La distancia hacia los mercados de mano de
obra del centro del reino, hizo que en Parral se desarrollaran ciertas caracte-
rísticas para llevar a cabo el reclutamiento de trabajadores. En tres distintos
momentos de su desarrollo como centro minero, en Parral se implementa-
ron tres fórmulas para el enrolamiento de la fuerza de trabajo: 1) al inicio
de la época colonial y del poblado en sí, se llevó a cabo la incorporación de
trabajadores forzados a través del repartimiento; 2) durante la colonia tar-
día, prevaleció la modalidad del trabajo libre, voluntario y asalariado; 3) una
tercera opción y la menos empleada para procurar mano de obra, consistió
en el uso de esclavos indios, tomados en cautividad por medio de acciones
bélicas, en el marco de la “guerra justa”. En esta última circunstancia, el uso
de esclavos nativos estuvo plenamente justificado en la política colonial ya
que esta práctica coadyuvaría en el sometimiento de los grupos de nómadas
del norte de la Nueva España. Pero estas condiciones no fueron los únicos
métodos, ya que en algunos episodios en el pasado de Parral, coincidieron
las tres variantes, e incluso se les agregó la modalidad de la esclavitud de los
negros africanos29.
Dentro de los argumentos de West en torno a la esclavitud y para hacer
visibles a los africanos de Parral, el autor se apoya en los fundamentos de
la tradición romana que era parte de la mentalidad de los colonos españo-
les en la cual la apropiación de esclavos estaba justificada al considerar al
cautivo como un ser humano de categoría ínfima. Pero, en este centro mi-
nero, el argumento mencionado tal parece que se ajustó mejor al caso de
la subyugación de los genéricamente llamados chichimecas de los territo-
rios norteños y en una escala reducida con la población de origen africano.
29
West, The Mining Community…, p. 47.
30
Mayer, The Black on New Spain´s…, p. 8.
31
Ibid., p. 26.
Introducción 25
queda al descubierto que muchos esclavos, principalmente negras y mula-
tos, se las ingeniaron para ahorrar y pagar el precio de su libertad.
El caso de Parral nos sirve de referencia y de coincidencia con los otros po-
blados mineros, para subrayar la vigencia de la esclavitud indígena en el nor-
te de la Nueva España, y de cómo ésta imprimió un matiz muy peculiar en el
desarrollo de las sociedades esclavistas de los centros mineros del norte. El
tema de la esclavitud indígena ha sido abordado en tratados clásicos como
el de Zavala (1994) y en años más recientes, el trabajo de Ferrer (2011) es
una provocación para reconsiderar la esclavitud de los pueblos chichimecas
del norte de la Nueva España. En este escenario historiográfico, estaríamos
en la posición de integrar dentro de la ecuación de estudio de la esclavitud,
la particular de los nativos y la trata negrera. Basta recordar y enfatizar que
los centros mineros a los que nos hemos referimos se erigieron en territorios
en donde no existían asentamientos poblacionales sedentarios, por lo cual
los empresarios mineros buscaron atraer con diferentes medios a los contin-
gentes de trabajadores principalmente indios y mulatos del sur y occidente
de la Nueva España32 pero también emplearon esclavos indios en las minas
que fueron perseguidos y cazados para tal fin.
El trabajo más reciente sobre el real de minas de Parral y dentro del pano-
rama de la Provincia de Santa Bárbara lo encontramos en los hallazgos de
Cramaussel (2006) quien examina una vez más el aspecto de la población
en tierras bárbaras y la escasa presencia de los esclavos africanos. Tomando
como referencia la obra de Mayer, la autora nos invita a reflexionar acerca
de las razones por las cuales ha prevalecido la invisibilidad histórica del es-
clavo negro en el norte de México en un escenario historiográfico en el cual
tal parece que se reconoce mejor la blancura característica de la época por-
firiana y la propia de las relaciones regionales entre el norte de México y los
Estados Unidos33.
A partir de un análisis de la información parroquial en la cual se e ntretejen
datos de los bautizos, se establece el lugar del africano en la estructura po-
blacional de Parral en donde representaron el 5% de los habitantes, cifra que
refleja la baja tasa de crecimiento demográfico de los negros en este escena-
32
Alatriste, Desarrollo de la industria…,p.21.
33
Cramaussel, Poblar la frontera…, 185.
34
Ibid. p. 146.
35
Ibid. p. 204-205.
Introducción 27
El centro minero de Parral estaba articulado al interior de un distrito en la
Provincia de Santa Bárbara al cual perteneció también Santa Eulalia que ha
sido estudiado por Hadley (1979) quien reconstruye aspectos de la minería
y la sociedad en el siglo xviii. El periodo de estudio a pesar de que es lejano
a la época de apogeo del comercio de esclavos africanos, nos ubica en un
momento de prevalencia de la población con sangre africana en el protago-
nismo de los mulatos libres y esclavos participando en la minería al lado de
los indios. Los pocos negros de los que se habla en el pasado de Santa Eulalia,
son reconocidos a la sombra de dos aspectos: 1) su elevado precio, y 2) su
escasa participación en la minería de extracción y de una utilidad limitada
dentro de las haciendas de beneficio36. Lo interesante de esta aportación his-
toriográfica, es que además que dar cuenta de las características prevalecien-
tes en la esclavitud del siglo xviii, es el hecho de que este poblado minero
fue el escenario de muchas iniciativas para dotar a los esclavos de la libertad,
ya sea por adquisición de la manumisión por los mismos cautivos o bien por
voluntad de los dueños de esclavos quienes facilitaron el camino de la liber-
tad. Ante esta circunstancia, negros libres como los de Santa Eulalia, pudie-
ron experimentar cierto grado de movilidad social pero en primer lugar, ser
dueños de sí mismos. Inclusive alguno que otro negro compró más que su
libertad y se insertó en el padrón de dueños de establecimientos comerciales,
con lo cual podemos apreciar los nuevos rostros del africano en los reales de
minas septentrionales de la Nueva España en la historiografía del siglo xviii,
época de mutación en la sujeción del africano y del surgimiento del sistema
esclavista del mulato.
Sobre la ciudad San Luis Potosí colonial, en años recientes se han inte-
grado estudios como el de Montoya (2009) que propone una mirada revi-
sionista del pasado demográfico y social potosino en el cual el protagonista
africano apenas es reconocible en el análisis de las nóminas de trabajadores
de las minas y del mercado matrimonial de la ciudad que al igual que el sis-
tema esclavista, se transformó en el siglo xviii. En la misma época, San Luis
36
Hadley, Minería y sociedad…,p. 54.
Introducción 29
servidumbre urbana en la cual fueron usados principalmente los esclavos.
El mineral de Charcas al ser un poblado de frontera, fue el escenario en don-
de se favoreció la interacción de grupos socio-raciales y el mestizaje como
procesos que contribuyeron a la gradual desaparición de la sangre africana
y el debilitamiento de la sociedad esclavista a finales del siglo xviii37. En
cuanto a las referencias de estudio del africano y sus descendientes, también
vale la pena resaltar el esfuerzo realizado por García López (1988) al señalar
algunos instrumentos de compraventa a manera de inventarios de fondos.
En la medida que se profundice en el estudio sobre el comercio de esclavos
en San Luis como zona de contacto y como real de minas, será posible reco-
nocer desde otra perspectiva la presencia del negro en la frontera norte de la
Nueva España y será viable también inscribir el “pasado oscuro potosino” en
la discusión general sobre el comercio de esclavos en la Nueva España y de
considerar la presencia del africano más allá de las actividades económicas
como la minería.
La realización del trabajo que el lector ahora tiene en sus manos ha reque-
rido de la consulta de diversos archivos y de fuentes muy variadas, en com-
plemento al andamio teórico expuesto. El gran reto de estudiar el comercio
de esclavos en la Nueva España implica la identificación de las fuentes de
distinta naturaleza en las cuales se puedan recopilar datos sobre el fenómeno
teniendo en mente que el tráfico de los seres humanos en el pasado (como lo
sigue siendo en el presente) es un tema muy propicio para las prácticas clan-
destinas y al ocultamiento de los registros, propios del contrabando.
El estudio tiene un componente cuantitativo en la medida de accesibilidad
a las fuentes que nos permiten tanto la construcción de series como una
aproximación estadística. En complemento a los datos numéricos, el trabajo
también ha sido beneficiado por la existencia de cuerpos documentales que
descubren el universo social detrás de los números. En ningún momento,
este estudio se ha planteado la pertinencia de revisar las cifras que en el mar-
co historiográfico se han ofrecido para dimensionar el comercio de esclavos
37
Noyola, “La población negra…, p. 4.
Introducción 31
Alcaldía Mayor para lo cual se ha identificado como andamio heurístico los
siguientes cuerpos documentales.
Protocolos de la Alcaldía Mayor de San Luis Potosí. Para el análisis del
tráfico de los negros esclavos, los Libros de Protocolos de los Escribanos Pú-
blicos de San Luis Potosí son una fuente valiosa ya que registran minuciosa
mente los componentes involucrados en la compraventa de los cautivos in-
dios, africanos, chinos y de afrodescendientes. En la capital potosina, los
registros más antiguos de los escribanos se remontan justamente a los pri-
meros años del poblado en 1592 y se encuentran resguardados en la sección
de Alcaldía Mayor de San Luis Potosí del Archivo Histórico del Estado. Al
interior de cada libro y en cada acta de los contratos protocolizados se re-
gistran los nombres de los vendedores, de los compradores así como de los
intermediarios del comercio de esclavos en calidad de apoderados. Los da-
tos personales de los esclavos incluyen su nombre38, su origen geográfico, la
edad, el grado de asimilación a la cultura de los dueños39 y el precio pactado
en la transacción. En muy pocos casos, se registra si el esclavo cuenta con
algún oficio. Las actas también ilustran las inscripciones de los sellos de los
comerciantes de esclavos, de las marcas de fuego e incluso las leyendas con
los cuales se marcaron a los esclavos en el rostro, el pecho o los brazos. Estas
marcas las hemos convertido en valiosas fuentes y de cierta manera repre-
sentan un método para poder apreciar una porción de la piel que podemos
considerar como documento histórico a la par que representan las “mar-
cas registradas” de los tratantes o logotipos comerciales. En muchos de los
contratos, la información vertida en cada acta en relación a los compradores
y vendedores, se habla más de los personajes por cuyas manos transita la
propiedad de un esclavo, señalando la ocupación, la vecindad y los cargos
ocupados por los europeos que vendieron y compraron cautivos de distinta
naturaleza. Con datos de esta naturaleza es posible hacer cruzamientos de
información y así descubrir los nudos de las redes comerciales que permitía
el mercado de esclavos en un lugar como San Luis Potosí. Los últimos aspec-
38
En la totalidad de los casos recopilados por esta investigación, en ninguna transacción de com-
praventa de esclavos se inscribió nombres propios distintos a la nomenclatura cristiana. Uno de
los nombre para esclavos más usados fue Antón, mientras que entre las mujeres, los apelativos de
Gracia, Lucía y Catalina fueron muy recurrentes.
39
“Bozal”, “ladino”, “entre bozal y ladino” o bien, “más bozal que ladino”.
40
Winfield Capitaine, Esclavos en el Archivo Notarial…, 1984.
Introducción 33
fondos documentales se custodian series documentales que incluyen diver-
sos temas y que nos han servido para recolectar evidencia para el estudio de
la participación del africano en la vida cotidiana de San Luis Potosí. Entre
las colecciones más completa de sus series sobresale el Archivo del Ayunta-
miento con los Libros de Cabildo en los cuales se pueden hallar datos acerca
de la población negra en forma de títulos de propiedad de esclavos, así como
en los fondos correspondientes a la Alcaldía Mayor de San Luis Potosí y de
Charcas. En la profundidad documental de la Alcaldía Mayor, la Secretaría
General de Gobierno, la de Intendencia y la propia de las Provincias Inter-
nas, se resguardan informes sobre causas criminales, administrativas, judi-
ciales y civiles, que nos revelan la participación de la gente con ascendencia
africana en asuntos de distinta naturaleza, como denuncias, pleitos por cau-
sas criminales, civiles y administrativas. Así mismo, en algunos documentos
se arrojan luces sobre las actividades económicas y en especial, nos han in-
teresado los relacionados con la participación del africano en la minería. De
acuerdo a la información recopilada en los archivos señalados, complemen-
tada con la bibliografía, hemos intentado extraer una visión integradora del
comercio de esclavos en San Luis Potosí desde su fundación hasta la segunda
mitad del siglo xviii con lo cual estaremos en la posición de inscribir el caso
de la esclavitud africana en suelo potosino dentro de la discusión general
sobre el comercio de esclavos en la Nueva España y de la consideración del
africano en el pasado del norte del México virreinal.
1
Montoya, San Luis del..., 2009.
2
Mota y Escobar, Descripción Geográfica de los…, p. 140.
3
West, The Mining Community…, p. 47.
4
Ferrer, Guerreros y Esclavos..., p. 44.
5
AGI, Audiencia de México, 22, N. 125.
6
AHESLP. FP A-02, 1592, 741. (AGI, Audiencia de México, 58-3-11)
7
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p. 20.
8
Ngo-Mvé, “Historia de la población…, pp. 44-45.
9
Peralta Rivera, El comercio negrero…p. 7.
10
Mota y Escobar, Descripción geográfica de los…, pp. 150-151.
11
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p. 46.
12
West, The Mining Community…,p. 47.
Por el año de 1560, al mismo tiempo que los centros mineros más impor-
tantes de la Nueva España, intentaban consolidarse como reales de minas,
en la frontera norte se hizo más intensa la empresa bélica para reducir a los
chichimecas. Hacer la guerra a los nómadas era por un lado asegurar las vías
de comunicación entre la capital novohispana y los poblados mineros, pero
también era la oportunidad de tomar cautivos, de esclavizar a los llamados
bárbaros del norte con la ayuda de los indios aliados.13
Incluso, en la década de 1580, entre el personal militar asignado en la fron-
tera septentrional de la Nueva España se practicaba la esclavitud del chichi-
meca como un mecanismo para completar el sueldo del personal militar.14
Así mismo, los colonos que desde mediados del siglo xvi empezaron a in-
cursionar en los territorios norteños, incluyeron en el menaje común de la
caravanas a algunos esclavos de piel obscura. En 1551, en las noticias acerca
de un ataque a una caravana en pleno territorio de las bandas de nómadas,
los nativos de la nación guachichil fueron señalados como los responsables
del asesinato de un carretonero portugués, dos negros y cinco indios, al ser-
13
Zavala, Los esclavos indios…, pp. 269-271.
14
Powell, La guerra chichimeca…,p. 118.
15
Powell, Capitán Mestizo:…, p. 39.
16
Powell, Ibid. p. 80.
17
Powell, Ibid., p. 304
18
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p. 33.
19
Rout, The African Experience…,p. 10.
20
Thomas, La trata de esclavos…,p. 39.
21
Rout, Op. Cit., p. 20.
22
Phillips, La esclavitud desde la época…, p. 239, 241.
23
Thomas, Op.Cit., p. 54.
24
Lewis, “African Mexicans…, p. 1.
25
Ibid, p. 1
26
Bowser, “Africans in Spanish American…,p. 357.
27
Aguirre Beltrán, “The slave trade in…,p. 412.
28
Peralta Rivera, El comercio negrero…, p. 8.
29
Wheat, The Afro-Portuguese Maritime World…, p. 20.
Más allá de la polémica interminable acerca del volumen real del tráfico de
esclavos que pasaron al nuevo mundo, este trabajo privilegia la perspectiva
sugerida por Thomas33 en cuanto a la recomendación de reconstruir cada
historia de la trata de esclavos a partir de las experiencias locales ya que en
cuanto a una percepción más general, la cantidad de trabajos sobre el tema
ahora apuntalan en gran medida el pasado del proceso en sí.
Ya hemos señalado que en el plano historiográfico, la población de <origen
africano de San Luis todavía se encuentra atrapada en un molde de a partheid
imaginario mientras que el tema de la esclavitud en la frontera septentrional
de la Nueva España apenas esta empezando a arrojar luces en cuanto a des-
cifrar este pasado obscuro.
30
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…,1977.
31
Vinson y Vaughn, Afroméxico. El pulso…, pp. 13-14.
32
AHESLP. AMSLP. A-33 1592, 1 de abril de 1592.
33
Thomas, Op. Cit.
34
AHESLP. PAM, A-3, 1592. Legajo 1.
35
AGN, Inquisición, Vol. 146, Exp. 1, 1597.
36
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…, p. 231.
37
AGI, Audiencia de México, 22, N. 32
38
AGI, Audiencia de México, 22, N. 82
39
Pedro Gómez Reynel, ha sido identificado como el asentista quien dirigió en buena medida el
comercio de esclavos a través de los contratos controlados entre 1595 a 1640 y parte del complejo
entramado de asentistas portugueses en cuya red participaron también Juan Rodríguez Coutiño,
Antonio Fernández, Manuel Rodríguez Lamego, Melchor Gómez Ángel y Cristóbal Méndez Sosa.
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…, p. 100-114.
40
AGI, Audiencia de México, 24, N. 40
41
AHESLP.AMSLP, A-3, 1594.1
42
Mgou-Mve, El África Bantú en…, p. 85.
43
AGI, Contaduría, 851, f. 345.
44
AHESLP. AMSLP, A-2, 1594, 28 de mayo.
45
AHESLP. PAM, A-3, 1592., 11 de marzo de 1593.
46
Antón, criollo de Portugal, 30 años, en un precio de 450 pesos de oro común.
47
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…, p.116.
48
En el Diccionario de Autoridades, el término “BOZAL” es un adjetivo que denota lo inculto, lo
que necesita ser pulido y es usado comúnmente para referirse a los esclavos “recién venidos de sus
tierras: y se aplica también a los rústicos. Es lo contrario de ladino.” Diccionario de Autoridades,
2002 [1726], T.I, p. 666
49
Las subastas de esclavos al igual que las de otros bienes de los bienes embargados a vecinos de
San Luis Potosí se llevaban a cabo “en lugar público acostumbrado” y paradójicamente, los avisos
e informaciones previas a los remates y durante los mismos, se hacían por medio de la voz de un
negro pregonero, mientras que los avisos públicos que el cabildo potosino hacía conocer a los
ciudadanos, frecuentemente eran divulgados por mulatos pregoneros, lo cual nos lleva a presumir
que los africanos y sus descendientes eran usados en estas tareas posiblemente por su capacidad de
emitir con su voz las informaciones. (AHESLP. AMSLP, A-3, 1604.1)
50
AHESLP. AMSLP, A-3, 1598.1
51
AHESLP.PAM, A-3, 1602.1 y 1602.2.
52
AHESLP. AMSLP, A-43, 1598
53
AHESLP. AMSLP, A-3, 1598.2
54
AHESLP. AMSLP, A-44, 1594.1, 12 de enero de 1594.
55
AHESLP.AMSLP, A-43, 1595, 15 de junio de 1595.
56
AHESLP. AMSLP, A-3, 1606.2
57
Mayer, The Black on New Spain´s Northern…, p. 8.
58
AGN, Inquisición, Vol. 249, Exp. 25, 1600.
59
AHESLP. AMSLP, A-3, 1605.1
60
En 1607, el vecino y minero de San Luis Potosí, Gerónimo Tudor para aliviar la carga de deuda
por 260 pesos que tenía con Miguel Ruíz, empeñó a su esclavo Agustín, de tierra Angola de 18
años de edad.
61
AHESLP. AMSLP, A-3, 1604.1
62
AGI, Audiencia de México, 223, No. 13
63
AGI, Audiencia de México, 24, N. 62
64
AHESLP. AMSLP A-44 Causa criminal, 1601, 14 de marzo.
67
Bernand, Negros esclavos y libres…, p. 29.
68
AHESLP. PAM, 1621.5, 17 de noviembre.
69
Bowser, “Africans in Spanish American…, p. 367.
70
AHESLP, AMSLP, A-44, 1606.2, 10 de abril de 1606.
71
Van den Berghe, “The african diáspora…, p. 536.
72
AHESLP. PAM, 1611.3.
73
Mayer, The Black on New Spain´s…, p. 13.
74
AHESLP. PAM, 1611.3. Alfaro incluso fue demandado por clientes como Antona Gallegos.
75
AHELSP. AMSLP, 16 de febrero de 1612.
76
AHESLP. AMSLP, 1642.2, 20 de junio.
77
Comunicación personal con Román Basurto Larrañaga, Bilbao, España, febrero de 2013.
78
Cortés López, Esclavo y colono…, p. 133.
79
Peralta Rivera, El comercio negrero en América…, p. 249.
80
AHESLP. AMSLP, A-2, 1612
81
AHESLP. AMSLP, 1612.2, 30 de abril de 1612.
82
AHESLP. AMSLP, 1613.1, 27 de febrero de 1613.
83
AHESLP, AMSLP, 1613.1, 27 de febrero de 1613.
84
Con una edad promedio de 17.5 años para 10 hombres y mujeres.
85
Mgou-Mve, El África Bantú en…, pp. 172-173.
86
Wheat, The Afro-Portuguese Maritime World…, p. 103.
87
El Capitán Andrés Merino de Guzmán se desempeñó como vendedor de esclavos africanos
provenientes de sus cargamentos transportados en navíos como el “San Francisco” que llegó a
inicios del mes de febrero de 1619 al puerto de Veracruz con una nómina de 111 negros de los
150 que sacó de África, de Angola. Los 39 esclavos restantes murieron en el trayecto. (Vila Vilar,
Hispanoamérica y el tráfico, Cuadro 3 en Apéndices.)
E
n San Luis Potosí, Merino de Guzmán logró la venta protocolizada de al menos cuatro piezas
(todos varones) entre 1619 y 1620. En el primer momento, le vendió al Bachiller Diego Paz y Joan
Castillo esclavos angoleños, igual que como lo hizo con el mercader Miguel Ruiz en 1620 con la
venta de un cautivo procedente de “Tierra Mina” de 10 años de edad propiedad del Capitán Martín
Gil, vecino de la ciudad de México.
88
Gracia, angola, bozal, 18 años de edad en 450 pesos, vendida en 1619.
89
Vila Vilar, Hispanoamérica y el tráfico, Cuadro 3, Apéndices.
90
Ver Calimbos números 3,4,5,6,7,8 y 9 en Apéndices,
91
AHESLP. AMSLP, 1621.4
92
García de León, “La malla inconclusa…”, pp. 64-67.
93
Xiquipil. Vocablo de la lengua Náhuatl (xiquipilli) que se usa para nombrar al morral, saco o
bolsa de fibra vegetal en el cual se transportan los metales del interior de las minas hacia fuera. Así
mismo, es una medida o unidad con la cual se calcula el trabajo a destajo de los tenateros, quienes
son los encargados del acarreo de los minerales que son derrumbados por los barreteros con la
ayuda de una pica o barreta de hierro.
94
AHESLP. AMSLP, 1621.3; 1623.3
95
AHESLP. PAM, 1617.1
Con base a este inventario, tal parece que en los 15 últimos años de su vida,
Josephe de Briones había duplicado el número de esclavos de su posesión ,
aunque en esta nueva nómina, los indios cautivos habían desaparecido dan-
do paso al acopio de chinos y africanos. Más allá de la composición étnica de
sus cautivos, de Briones en manifiesto su fuerte inclinación por la posesión
de esclavos.
Un año antes del fallecimiento de Briones, en un informe de los beneficios,
pueblos y lenguas habladas en el Obispado de Michoacán se describieron las
minas potosinas así como sus principales centros de procesamiento de los
minerales, incluyendo la nómina de los trabajadores asignados a cada mi-
nero en las cuales podemos resaltar la proporción de la participación de los
96
AHESLP. PAM, A-3, 1632.1
Pero así como algunos documentos nos ofrecen la oportunidad para re-
construir la nómina de esclavos de los empresarios más influyentes en el
distrito minero de San Luis Potosí, otros documentos son más escuetos en
describir a qué actividades se dedicaban los esclavos africanos tanto en las
minas como en las haciendas de beneficio al lado de indios y mestizos. Inclu-
so, más allá de la identificación en los contratos de compraventa en la cual
se señala la sujeción de los esclavos a la servidumbre, los datos sobre el papel
que desempeñaron los negros africanos en un lugar como San Luis Potosí,
no queda del todo claro en el pasado obscuro del poblado. Los escasos indi-
cios que nos ilustran acerca del trabajo de los negros en las tareas mineras
son los testimonios sobre los seis esclavos propiedad de Francisco Díez del
Campo de los cuales se decía “que suben a las bocaminas” o bien, se puede
reconstruir el caso de un negro esclavo del minero Matías Pardo quien lo
conservaba en su hacienda de beneficio desempeñando labores de acuerdo
97
Colmenares, Historia económica y social de Colombia…, p. 49.
98
López Lara, El Obispado de Michoacán …,pp. 60-62.
99
AHESLP. AMSLP, 1621.3
100
AHESLP. PAM, 1617.2, leg. 1.
101
AHESLP. AMSLP, 1620.2, Exp. 19
102
El minero potosino Pedro de Esquivel Albornoz encargó a Pedro de Adriansen la tarea de ir a
buscar esclavos negros, mulatos o chinos a su nombre a la ciudad de México. La edad de los cauti-
vos debía ser de 15 a 20 años. En un caso complementario, el Administrador General del Estanco
de la pólvora y Salitre de la Nueva España, Antón Rodríguez de Miranda, dio su autorización para
que el dueño de recua, Luis Camacho llevara a vender a San Luis Potosí dos esclavas que había
adquirido en el mercado de cautivos de la ciudad de México. AHESLP, Protocolos A-3, 1628.1
103
AHESLP. PAM, A-3, 1628.1
104
AHESLP. PAM, A-3, 1625.2
105
Hendrick y Mandell, “The portuguese community…, 2003.
106
Mayer, The Black on New Spain´s…, p. 8.
107
AGI, Audiencia de México, 63.
108
AHESLP. PAM. A-3, 1625.3
110
AHESLP. AMSLP, 1621.3, 7 de junio de 1621.
111
AHESLP. PAM, A-3, 1626.2.
112
Ver Calimbo número 33 en Apéndices.
113
AHESLP, PAM, A-3, 1633.1
114
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…, p. 53.
115
Phillips, La esclavitud desde la…, p. 221.
116
AHN, Diversos, 31, Doc. 33
117
Para el año de 1636, cambiaron de dueño siete mulatos esclavos, la cual es la cifra más alta en
ese momento específico.
118
AGI, Audiencia de México, 1684.
119
AHESLP, PAM, A-3, 1640.0, Exp. 7
120
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio…, p. 54, 64.
121
Montoya, San Luis del Potosí…, 2009.
122
AGI, Audiencia de México, 371.
1
Aguirre Beltrán, El negro esclavo…, p. 94.
2
Vila Vilar, Hispanoamérica y el comercio de esclavos…, p. 64
3
Ibid…, p. 213.
4
Martínez Montiel, Afroamérica I. …,p. 235
5
Bernand, Negros esclavos y libres…, p. 15
6
Bowser, “Africans in Spanish American...,p. 367.
7
Montoya, San Luis del Potosí, 2009.
8
Cáceres Gómez, Rutas de la esclavitud…, p. 10.
9
Ver López Lara, El Obispado de Michoacán…, 1973.
10
Mgou, Mve, El África Bantú en la colonización…, pp. 180-181.
11
Aguirre Beltrán, El negro esclavo en Nueva España…, p. 20.
12
Gómez Danés, Negros y Mulatos…, p. 13-14.
13
Nájera, “Los Afrojalicienses,…, p. 24.
14
Vila Vilar, “Aspectos marítimos del comercio…, p. 114.
15
Aguirre Beltrán, “The slave trade in..., pp. 420-421.
16
García de León, Tierra Adentro, Mar en Fuera…, pp. 507-512; 513-514.
17
Donoso Anes, “Algunos aspectos relacionados…, p. 1097.
18
Aguirre Beltrán, “San Thome, pp. 339, 344.
19
Otero, “Lugares que fueron..., p. 11.
20
Chávez Carbajal, Propietarios y esclavos…, p. 100.
21
AHESLP. AMSLP 1647.3
22
AHESLP. AMSLP 1651.1
23
Martínez Rosales, “Los comisarios de la…, p. 428.
24
Ver Capítulo 1.
25
AGI, Audiencia de México, 36, N. 57
26
García de León, Tierra Adentro, Mar en fuera…, p. 540.
27
Klein, “Blacks, p. 171.
28
Carmagnani, “Demografía y sociedad…, p. 423,
29
AHESLP. AMSLP 1654.1, 16 de febrero.
30
AHESLP. AMSLP, 1654.3, 2 de octubre de 1654.
31
Langue y Salazar, Dictionnaire del termes…, p. 576.
32
AHESLP. PAM, A-3, 1609.3.
33
AHESLP. PAM, A-3, 1656.
34
Martínez Montiel, Afroamérica I…, pp. 245-246.
35
Mentz, Trabajo, sujeción y libertad…, p. 120.
36
Carroll, Blacks in Colonial…, p. 67.
37
AHESLP. PAM, A-3, 1662.
38
AHESLP. AMSLP, 1671.4, 7 de octubre.
39
AGI, Indiferente, 2077, N. 386.
40
AHESLP. AMSLP, 1660.1, 10 de marzo.
41
AHESLP. AMSLP, 1660.2, 5 de mayo.
42
AHESLP. AMSLP, 1667.1, 29 de marzo.
43
AHESLP. AMSLP, 1667.1, 5 de febrero.
44
AHESLP.AMSLP, 1670.2, 27 de junio.
45
Carmagnani, “Demografía y sociedad…, p. 445.
46
Donoso Anes, “Algunos aspectos relacionados…, p.1097.
47
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p. 51.
48
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 4.
49
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…,p. 18.
50
Manning, “Migrations of Africans…, p. 285.
51
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 27.
52
García Fuentes, El comercio español…, p. 188.
53
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 37.
54
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 185.
55
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, pp. 67-81.
56
Slack, “The chinos in New Spain…,p. 42.
57
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 186.
58
AHESLP. AMSLP, 1667.1, 12 de mayo.
66
Carrillo Cázares, Partidos y Padrones…, pp. 18-19.
67
Carrillo Cázares, Michoacán en el otoño…, p. 110
68
AMBNAH, Rollo No. 757m 22 pp.; ACM-INAH, Negocios Diversos, Leg. 66.
69
Ochoa Serrano, Afrodescendientes sobre piel…, p. 57.
70
AHESLP. PAM, 1664.
71
AHESLP. PAM, A-3, 1687.
72
Guevara Sanguinés, “Participación de los africanos…, p. 157.
73
AMBNAH, Serie San Luis Potosí, Rollo No. 11.
74
Carrillo Cázares, Partidos y Padrones…, pp. 18-19.
75
AHESLP. AMSLP, 1689.2, 5 de octubre.
76
AHESLP. AMSLP, 1683.3, 1 de octubre.
77
AHESLP. AMSLP, 1691, 6 de enero.
78
Serrano López, “Población de color…, p. 81.
79
AHESLP. AMSLP, 1682.4, 3 de octubre.
80
AHESLP. AMSLP, A-43, 1598.1, Exp. 7.
81
AGI, Audiencia de México, 63.
82
Las noticias provenientes de las zonas de producción de maíz de la Huasteca, pronosticaron que
no habría escasez del grano y que esta circunstancia podría ayudar para que la gente de San Luis
adquiriera el alimento aprecio más bajos. Además, se presentaron algunas lluvias que hicieron
que los pastos crecieran y se alimentase a los animales de carga y tiro. AHESLP. AMSLP, 1696.2,
11 de julio.
83
Chávez Carbajal, Propietarios y esclavos…, p. 102.
84
Martínez Montiel, Inmigración y diversidad…, p. 31.
85
Torres Ramírez, La Compañía Gaditana…, pp. 2-5.
86
AHESLP. AMSLP, 1706.3
87
Armas y Solís, “La mercancía humana…, p. 30.
88
Torres Ramírez, La Compañía Gaditana…, pp. 10-11.
89
Armas y Solís, “La Mercancía Humana…, p. 31.
90
AHESLP. AMSLP, 1772.2, 23 de enero.
91
Lavrin, “Women in Spanish…, p. 351.
92
Valdés y Dávila, Esclavos negros en Saltillo…, p. 25.
93
ACM. INAH, Fondo Parroquial/Disciplinar/Padrones/Asientos, Caja 1291, 1759, Exp. 449.
94
Velázquez Gutiérrez, “Juntos y revueltos…, p. 337.
95
García Martínez, La negritud en Querétaro…, p. 16.
96
Fernández, “Esclavos de ascendencia…, p. 76.
97
AHESLP. AMCH, Civil, 1713, 3 de diciembre.
98
Suárez Blanch, “La reconstrucción de la…, p. 9.
99
AGI, Contratación, 5522, N. 1, R. 16, 1776.
100
Ver Gráfica No. 15.
101
Manning, “Migrations of Africans…, p. 285.
102
Lovejoy, “The Children of Slavery…, p. 203.
103
AGN, Instituciones Coloniales, Indiferente Virreinal/ Caja 5655, Exp. 027, 1793.
104
Torres Ramírez, La Compañía Gaditana…, p. 77.
105
Valdés y Dávila, Esclavos negros en Saltillo…, p. 29.
106
Velázquez, Mujeres de origen africano…, p. 30.
A inicios del año 1633, un vecino de San Luis Potosí de origen heleno
como su apellido, Jorge Griego Melisto, compareció ante las autoridades de
la Alcaldía Mayor para conceder el perdón a la pena de muerte con la cual
estaba sentenciado Jorge Silva por el asesinato de un mulato esclavo de la
propiedad de Griego Melisto. En la carta de exposición de motivos, el amo
detalló todas las circunstancias que envolvieron la muerte de su cautivo en
el marco de su aprehensión reiterada. El testimonio del comerciante griego
nos ofrece a través del espejo documental una vívida descripción de cómo
era vista la corporeidad de su cautivo. Así mismo, la trama documental nos
permite adentrarnos en la manifestación del sentido de la esclavitud a través
de los significados compartidos por los actores en torno al mulato el cual pa-
rece que antes de ser tomado en cuenta como ser humano era una mercancía
con atributos y defectos. A través de las vetas de información del juicio para
otorgar el perdón a quien había matado al mulato, las palabras de Griego
así como las de los que aprehendieron a Diego es posible y en la medida del
sesgo de la percepción, nos permiten construir una mirada dirigida a la po-
blación africana e intentar de reconstruir en lo posible cómo fue advertida
108
Velázquez, La huella negra…, p. 15.
109
Cope, The Limits of Racial…, p. 95.
110
Kopytoff, “Slavery. p. 221
111
Love, “Negro Resistance to…, p. 94
112
Phillips, La esclavitud desde…, p. 44
113
AHESLP. PAM, A-3, 1633.1
114
Camba Ludlow, Imaginarios Ambiguos…, p.111.
115
King, “Descriptive Data on Negro…, pp. 208-211
116
Torres Ramírez, La Compañía Gaditana…, p. 135
117
Valdés y Dávila, Esclavos negros en Saltillo…, p. 3
118
AHESLP. PAM, 1619.1
119
Mondragón Barrios, Esclavos Africanos en…, p. 31
120
AHESLP. PAM, 1628.2
121
Peralta Rivera, El comercio negrero…,p. 226
122
Bowser, El esclavo africano…, p. 120.
123
Mondragón, “La actividad comercial…, p. 40
124
AHESLP. PAM, 1621.3
125
AHESLP. PAM, 1619.1La carencia de proteína en la dieta de los esclavos en la Nueva España
frecuentemente les ocasionaba padecimientos como oftalmía, pelagra y escorbuto. Castañón Gon-
129
AHESLP. AMSLP, 1637.4, 7 de diciembre.
130
Wheat, The Afro-Portuguese Maritime…,pp. 63-64
131
Casals, “Africanos y Afrodescendientes…, p. 38.
132
Casals, “Representaciones del cuerpo esclavo…, p 120.
133
Cortés Alonso, “La imagen del otro…, p. 263
134
Yelvington, “The Anthropology of Afro-Latin…, pp. 244-245
135
Suárez Blanch, “La reconstrucción de la identidad…,1999.
136
Thomas, La Trata de Esclavos…, pp. 393-394
137
Naveda Chávez-Hita, Esclavos Negros en las…, p. 32
138
Mellafe, Breve historia de la esclavitud…, p. 76
139
Boyd-Bowman, “Slaves in Early Colonial…, p. 139.
140
En este orden de significados, cabe hacer la aclaración que en la base bibliográfica del presente
trabajo, en algunas obras se encontraron los registros gráficos de los carimbos provenientes de
diferentes momentos y distintos traficantes de esclavos. Sin excepción, en todos los registros refe-
renciados, no existen semejanzas con las marcas de fuego que se encontraron en los libros de los
registros de las compraventas de esclavos en San Luis Potosí. (Veáse, Torres Ramírez, La Compañía
Gaditana de Negros… y Vega Franco, El Tráfico de esclavos con América…). Tampoco se encon-
traron referencias de marcas utilizadas para los indios esclavos (Ver Zavala, Los esclavos indios).
A nivel local, el único equivalente que hemos encontrado para hacer un comparativo entre marcas
de fuego y manifestaciones de propiedad es a través de los padrones de los hierros usados por los
dueños de Ganado de la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, recopilados en la
estadística ordenada por Martín de Mendalde en el año de 1675. Entre los 136 fierros recopilados,
ninguno guarda semejanza con los calimbos de los esclavos vendidos en San Luis Potosí durante
el siglo xvii. Sin embargo, la lista de los ganaderos y sus fierros nos ofrece también la perspecti-
va de saber cuántos de ellos además de manifestar las dimensiones de sus actividades pecuarias,
tenían sirvientes con sangre africana bajo su tutela. Entre los 136 ganaderos, solamente seis de
ellos manifestaron sirvientes negros, entre ellos Alejo de Sifuentes declaró el servicio de un negro
manco que le ayudaba a cuidar un lote de 30 mulas, 80 caballos, 300 cabras y 30 vacas en un sitio
cercano s Santa María del Río. Así mismo, se enlistaron a 24 sirvientes mulatos libres, los cuales en
terminus numéricos representaron un 20% de la cantidad de sirvientes indios registrados en 1675
por los ganaderos de la Alcaldía Mayor de San Luis Potosí. Cordero de Burgos, 1675: El Alcalde
Mayor…, pp. 16-59.
141
AHESLP. PAM, 1595.
142
AHESLP. PAM, 1603 y 1604.
143
AHESLP. PAM, 1621.4
144
AHESLP. PAM, 1657.
145
Pedro Sebastián el mozo, le vendió al presbítero Diego de Ortiz en 1632, el esclavo Agustín
de los Reyes, criollo de La Habana y “herrado en el rostro con el letrero Juan Farfán”(AHESLP.
PAM, 1632.1)
H
ernando de Valdés vendió a su esclavo de nombre Antón, angola de 34 años, “herrado en el rostro
con letras que dicen Valdés” (AHESLP.PAM, 1636.1).
146
AHESLP.PAM, 1643
147
AHESLP.PAM, 1645
148
AHESLP.PAM, 1672
149
Ver Apéndices.
150
AHESLP.PAM, 1614.1
151
Phillips, La esclavitud desde…, p. 85.
152
AHESLP.PAM, 1621.2
153
AHESLP.PAM, 1625.2
154
AHESLP.PAM, 1638.1
155
Mayer, The Black on New Spain´s…, p. 29.
156
AHESLP. AMSLP, 1674.2, 12 de mayo
157
AGI, Indiferente, 121, N. 154
158
AHESLP. AMCH, 1681/L1/E9, 13 de agosto.
159
AHESLP. AMSLP, 1799.1, 17 de enero.
160
Armas y Solís, “La mercancía humana…, p. 30.
161
AGN, Instituciones Coloniales, Indiferente Virreinal, Caja 2940, Exp. 035, 1786.
162
Aguirre Beltrán, El negro esclavo en…, p. 41.
163
Velázquez, Mujeres de origen africano…, p. 133.
164
Vega Franco, El Tráfico de Esclavos…, p. 147.
165
Diggs, “Color in Colonial…, p. 403.
Capítulo III. Los esclavos africanos en la sociedad
potosina.
1
Martínez, “The Black Blood…, p. 480
2
Masferrer León, Las familias esclavizadas…, p. 1
3
Davidson, “Negro Slave control…, p. 235, 239
4
Nguema Allo, “El “sistema esclavista”…, p.1
5
Rout, The African Experience…, p. 83.
6
Cortés López, Esclavo y Colono…, p.148
7
Mayer, The Black on New Spain´s…, p. 23
8
AHESLP. AMSLP, A-33, 1598, 21 de febrero.
9
AHESLP. AMSLP, A – 44, 1599, 6 de septiembre.
10
Villa-Flores, “To Lose One´s Soul…, p. 440
11
AHESLP AMSLP, A-44, 1604, 14 de junio.
12
AHESLP AMSLP, A-3, 1605.3, 7 de abril.
13
AHESLP AMSLP. 1609.5, 9 de julio.
14
Ibidem.
15
Phillips, La esclavitud desde…, p.315.
16
Love, “Legal Restrictions on Afro-Indian…, p. 131
17
AHESLP AMSLP, A-44, 1599, 3 de abril.
18
Love, “Negro Resistance to Spanish…, p. 90.
19
AHESLP AMSLP, 1651.3, 4 de mayo.
20
Martínez, “Algunas notas sobre…, p. 50.
21
AHESLP. AMSLP, 1647.3
22
AHESLP. AMSLP, A-44, 1600, 16 de agosto, Exp. 12.
23
AHESLP. PAM, A-3, 1624.2
24
AHESLP. AMSLP, 1623.1, 8 de febrero.
25
Cortés Jácome, “Los esclavos: su vida conyugal…, p. 59.
26
AHESLP. AMSLP, A-44, 1607, 16 de agosto.
27
AGN/Gobierno Virreinal/Ordenanzas/Contenedor02/Vol.4/Exp. 123, 20 de diciembre de 1628.
28
AHESLP AMCH. Órdenes Religiosas, 1687, L1, E11.
29
AHESLP AMCH. Justicia, 1683, L1, E1.
30
AHESLP AMCH. Justicia, 1690, L1, 28.
31
AHESLP. AMSLP, 1669.1, 15 de mayo.
32
AHESLP. AMCH, 1714, A-43, Causa Civil, 26 de junio.
33
AHESLP. AMSLP, A-44, 1597, 14 de enero.
34
AHESLP. AMSLP, 1608.1, 4 de enero.
35
Klein, “Blacks…, p. 182.
36
Love, “Negro Resistance to Spanish…, p. 95.
37
AHESLP. AMSLP, A-44, 1594.1, 3 de octubre.
38
AHESLP. AMSLP, A-44, 1596.2, 14 de julio.
39
AHESLP. AMSLP, 1621.6, 23 de noviembre.
40
AHESLP. AMSLP, 1621.3, 20 de noviembre.
41
AHESLP. AMSLP, A-44, 1602, 20 de marzo.
42
AHESLP. AMSLP, 1644.3, 2 de julio.
43
AHESLP. AMSLP, 1664.2, 6 de mayo.
44
AGN, Inquisición, Vol. 604, Exp. 32, 1665.
45
AHESLP. AMSLP, 1733.1, 28 de enero.
46
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Justicia, Procesos Criminales 1700-1792, C. 837, Exp. 5.
47
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Justicia, Inquisición, 1781-1785, C. 1243, Exp. 127.
48
AHESLP. AMSLP, 1751.1, 29 de enero.
49
AHESLP. AMSLP, 1668.1, 3 de febrero.
50
Reyes Costilla y González de la Vara, “El demonio entre los…, p. 201.
51
AHESLP. AMSLP, 1683.2, 27 de julio
52
AGN, Inquisición, Vol. 360, Exp. 7, 1627, f. 20f.
53
Villa-Flores, “To Lose One´s…, p. 437.
54
Reyes Costilla y González de la Vara, “El demonio entre los…, pp. 201-202.
55
AGN, Inquisición, Vol. 604, Exp. 16, 1665.
56
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Justicia, Inquisición, 1781-1785, C. 1243, Exp. 130, 1782.
57
Reyes Costilla y González de la Vara, “El demonio entre los…, pp. 215. 221.
58
La manufactura de muñecos para hacer el mal, fue también un síntoma de brujería que sería
penado por las autoridades eclesiásticas. Ibíd. p. 213.
59
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Justicia, Inquisición, 1781-1785, C. 1243, Exp. 132, 1782
60
AGN, Inquisición, Vol. 760, Exp. 8, 1715, fs. 133-137.
61
Márquez Rodiles, Origen del comercio de…, p. 43.
65
Vila Vilar, “La evangelización del esclavo…, p. 191.
66
Martínez, “The Black Blood of…, p. 494.
67
AHESLP. AMSLP, 1652.2, 31 de mayo.
68
Masferrer León, “Agua de blancos:…, p. 3
69
Sandoval, De Instaurada Aethiopum…, p. 13v.
70
Phillips, La esclavitud desde…, p. 310.
71
La inconsistencia en las series de bautizos de africanos no nos permiten hacer un cruzamiento
con la evolución del comercio de esclavos en el mismo universo urbano por lo cual privilegiaremos
una aproximación más cualitativa al sacramento del bautismo dentro de la feligresía multiétnica
de la antigua Parroquia Mayor de San Luis, ubicada en el corazón mismo de la traza urbana en el
primer corte de estudio de 1624 a 1640. Posterior a esta fecha, los datos aparecen con más consis-
tencia y se asegura de cierta medida la integridad de las series.
72
Archivo Parroquial de la Parroquia Mayor de San Luis Potosí. Libros de Bautizos de Castas,
Siglo xvii.
73
AHESLP. PAM, A-3, 1629.2, f.33.
74
AHESLP. AMSLP, A-44, 1607, 13 de agosto.
75
Simms, “Miscenegation and Racism:…, p. 236.
76
Masferrer León, Las familias esclavizadas…, p. 8.
77
Masferrer León, “Agua de Blancos:…, p. 200.
78
Tal pareciera que los casos de infantes africanos abandonados después del nacimiento o tam-
bién llamados expuestos fue materia de las instituciones de procuración de justicia en lugar de la
administración de la fe. A mediados del año de 1730, en la Alcaldía Mayor del centro minero de
Santa María de las Charcas se inició un auto por causa criminal contra de quien resultase respon-
sable por el abandono del hijo de un esclavo de nombre Hilario que había sido tirado sin bautizar.
Con las indagatorias salió a la luz que el recién nacido era hijo de Simón Morales y de Lorenza
Gonzáles, esclavos ambos de Andrés Palencia, dueño de la hacienda de Bañón y Tresquila en la
jurisdicción de Charcas. Así mismo, el juicio permitió conocer que los padres mas que abando-
nar a su criatura, intentaron esconderla para que no pasara a formar parte de la nómina de es-
clavos de Palencia. Después de 14 años en el anonimato, el adolecente sería inventariado como
propiedad del dueño de su madre, ya que antes que nada, había nacido de un vientre esclavo.
AHESLP. AMCH, A-44, 1730, Causa criminal, 5 de agosto.
79
En este sentido cabe hacer la aclaración que se realizó una búsqueda de la población negra en
los archivos parroquiales de la ciudad de San Luis Potosí además de la Parroquia Mayor o Sagrario
Metropolitano (Parroquia de San Sebastián, Curato de Tlaxcalilla y Convento de San Francis-
co) resultando que los actos sacramentales involucrando a la población africana se realizaron en
la parroquia española principalmente. En los libros de información sacramental del Curato de
Tlaxcalilla, de mediados del siglo xviii a 1815, se registraron los bautizos de 39 niños con sangre
africana, cuyas “calidades” correspondieron a mulatos, lobos, coyotes en orden descendente. En la
periferia de la ciudad, en otra parroquia en la cual se efectuó búsqueda de población africana, ésta
fue muy reducida en lugares como San Miguel Mexquitic en cuyo archivo conventual apenas se
lograron revisar cinco bautizos de niños negros a mediados del siglo xvii.
80
Vecinos del poblado y por consecuencia sujetos a la jurisdicción de la Parroquia Mayor.
81
En los registros de bautizos del siglo xviii, ya no se registraron ceremonias con adultos. Los
últimos bautizos de negros adultos fueron dos realizados en el año de 1682 cuando un negro ave-
cindado en Sierra de Pinos y uno más de Charcas recibieron el agua bendita en la Parroquia Mayor
de San Luis Potosí, en cuyos registros ya habían pasado unos 34 años del último acto sacramental
con negros adultos vecinos del entonces pueblo de San Luis.
82
En el siglos xviii, en las 39 actas de bautizos de negros, en 11 casos se señalaron a la criaturas
como hijos legítimos y 28 como hijos naturales. Esta proporción fue una tendencia que se había
venido observando desde la segunda mitad del siglo anterior.
83
Love, “Marriage Patterns of…, p. 79.
84
AHESLP. AMSLP, A-44, 1603, 17 de mayo.
85
Cortés Jácome, “Los esclavos: su vida…,p. 57.
86
Masferrer León, Las familias esclavizadas…p. 16.
87
Soriano Hernández, Los esclavos africanos…, p. 19.
88
Castillo Palma, “Matrimonios mixtos y…, p. 108.
89
Carroll, Blacks in Colonial,…p. 90.
90
Bennett, Africans in colonial Mexico…p. 8.
91
Proctor, “La familia y la comunidad…, p. 230.
92
Cortés Jácome, “La memoria familiar…, p. 126.
93
Montoya, San Luis del Potosí,… 2009.
94
Brading, “Grupos étnicos y estructura…, p. 478.
99
Ver Gráfica no. 40
100
Crespi, “Cristianismo y esclavitud…, p. 142.
101
Martínez Ferrer, “La preocupación médica…, p. 75.
102
Monge Juárez, “Paralelismo entre historia…, p. 18.
103
AHESLP. AMSLP, 1629.8, 13 de noviembre.
104
Martínez Ferrer, “La preocupación médica…, p. 83.
105
Gutiérrez Azopardo, La población negra…, pp. 69-70.
106
Chávez Carbajal, Propietarios y esclavos negros…, p. 120.
107
Nguema Allo ,“El “sistema esclavista”…,pp. 4-5
108
Crespi, “Cristianismo y esclavitud…, p. 140.
109
ACM-INAH, Fondo Diocesano, Sección Gobierno, Serie Visitas, Informes 1749, Exp. 42, 1749.
110
Germeten, Black Blood Brothers…, p. 4.
111
Ibid…, p. 27.
112
Germeten, Black Blood Brothers…, pp. 58-59.
113
El protagonismo de la Cofradía de Nuestra Señora de Soledad singularmente es la figura central
de la Procesión del Silencio de la capital potosina que se ejecuta el viernes santo y que tuvo una
revitalización a partir del año de 1954, desde cuando se ha convertido en el evento procesional más
importante de las manifestaciones religiosas de México.
114
Ibid…, pp. 60, 238
1
Peña, et al. San Luis Potosí…, p. 65.
Archivos.
Referencias.
Aguirre Beltrán, Gonzalo (1944). The Slave Trade in Mexico. Hispanic American
Historical Review, 24(3), 412-431.
(1946a). La Población Negra de México, 1519-1810: estudio etnohistórico. México,
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Apéndices y gráficos 235
236 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 237
238 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 239
240 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 241
242 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 243
244 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 245
246 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 247
248 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 249
250 Ramón Alejandro Montoya
Apéndices y gráficos 251
Inventario de Calimbos de Esclavos Africanos en la Ciudad de San Luis
Potosí, Siglos xvii y xviii.
N° de Carimbo1 Descripción del Descripción Tratantes4 Ubicación del
Contexto(s)2 del Carimbo en
Esclavo(s)3 cuerpo
15 a) El Capitán Varón del Simón de Villa- Marcados
Duarte López congo, 12, nueva, mulato en ¿?
otorga poder a Si- “Guiamar”, libre llevaba a
món de Villanue- 10; María, 15; vender esclavos
va para vender 5 Magdalena negros a las
piezas de esclavos del Congo, 16; minas de Zaca-
de Guinea, bo- Lucía, 16 y An- tecas y San Luis
zales tonio, 14 años Potosí.
de edad.
26 El Capitán Alon- Isabel, Angola, Comprada ??
so de Guajardo 18 años, en 360 originalmente
vende a Francis- pesos de oro del Capitán
co Rodríguez común. Merino de
Guzmán, quien
la entregó
marcada.
8
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.1
9
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.1 y 1623.2
10
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.1
11
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.1
12
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1622.2
13
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí,
14
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.2
15
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.2
16
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.3
17
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.3, 1622.2 y 1625.3
1921 Sebastián de [ ] [ ] [ ]
Yyarzabal vende
a Joseph de
Briones.
2022 Sebastián de [ ] [ ] [ ]
Yyarzabal vende
a Joseph de
Briones.
18
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
19
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
20
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
21
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
22
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
23
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1622.1
24
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1622.2
25
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1623.2
26
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1624.1
27
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1624.1
28
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1624.1
29
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1624.1
30
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1624.1, 1624.3
31
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1625.3
32
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1625.3
33
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1626.1
34
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1626.3
35
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1626.3
36
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1629.1
37
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1629.1
38
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1740
39
AHESLP Protocolos Alcaldía Mayor de San Luis Potosí, 1621.4
265
266 Ramón Alejandro Montoya
Mapas 267
268 Ramón Alejandro Montoya
P rivilegiando una mirada minuciosa en el plano documental (archivos
locales, nacionales y del extranjero), El esclavo Africano en San Luis
Potosí reconstruye la presencia de africanos en este Real de Minas del
norte próximo de la Nueva España desde los días de su fundación hasta
la época de consolidación del poblado en el siglo XVII. A través de la
extensa documentación, el trabajo busca desmontar varios presupuestos
historiográficos que han ponderado la actuación del negro africano como
mano de obra en la minería. La nueva imagen del africano en los planos
cuantitativo y cualitativo que el autor nos ofrece es ante todo una invitación
para hacer visible a un sector de la población virreinal del septentrión
novohispana que en buena medida, ha permanecido invisible en la mirada
de los estudiosos de la sociedad y la minería a pesar de la contundencia
del color de la piel de los protagonistas.