Está en la página 1de 23

1

ENTRE VIVOS Y MUERTOS. EL ALMA COMO


OBJETO DE ANÁLISIS
Milton Eyzaguirre Morales1

(Preliminar)

1. Almas, ajayus, jacha almas, corajes, etc.


Chullpas

El punto de partida para llevar adelante mi trabajo esta vinculado


fundamentalmente con el estudio de ñatitas2 en la ciudad de La Paz.

Usualmente las personas hablan de las ñatitas, vinculado su


actividad a las almas, espíritus que no han abandonado sus restos
óseos y cuyas manifestaciones son escuchadas por nosotros los
seres vivos.

“... (su nombre es ) Germán de los Ríos ... es mi tío.... mi mami antes de que
ella falleciera, hace seis años, vino al Cementerio un día y antes de que lo
incinerarán lo recogió ... mi tío falleció trágicamente en un accidente, falleció
electrocutado justamente en Yungas, entonces mi mami lo quería mucho,
muchísimo a mi tío. Es por esa razón que lo tenemos ... cuida bastante, la
creencia de nosotros los que mayormente tenemos ñatitas es porque se dice
que ellos cuidan la casa. Y es verdad, cuando uno no esta en la casa, digamos
uno está de viaje , no se... ellos hacen mucho ruido en la casa ... además que
no hay nadie en el hogar ellos hacen mucho ruido... entonces para que la
gente crea que hay alguien”

1
Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana.
Maestrante en Ciencias Sociales Mención Antropología y Sociología. Docente universitario.
eyz1962@yahoo.com
2
Restos óseos, específicamente cráneos humanos, que reciben una serie de atenciones durante el
año siendo su fiesta el 8 de noviembre.
2

A partir de esta narración podemos realizar una serie de aproximaciones


al concepto de alma que se tiene en el mundo andino, fundamentalmente
porque de manera cultural se explica la presencia de un ser en este
espacio. Este concepto no es monolítico, es un concepto bastante
dinámico que acompaña a los seres vivientes y a los muertos por
bastante tiempo.

Con referencia al primer punto se afirma la presencia de una fuerza


inmanente en el espacio, un espíritu o alma, un ser no físico que habita
en los hogares y cuya presencia no puede ser explicada de manera
“científica” pero sí culturalmente. De esta manera trataré de realizar
aproximaciones a cuales son aquellos factores que provocan los ruidos,
principalmente por las noches.

En el mundo andino en general se suele atribuir a las personas varias


almas, que no están articuladas al pensamiento religioso católico que
concibe sólo la presencia de un alma el cual se va al purgatorio, una vez
que muere su portador, y espera ahí el juicio final ... hasta el final de los
tiempos.

La referencia de las almas en nuestro espacio y en la ritualidad andina es


diferente ya que las personas pueden llegar a tener entre dos y siete
almas, inclusive dependiendo de sexo al cual responde la persona. Esta
realidad plural no tiene que ver con los niveles de perfeccionamiento que
tan bien se han insertado en nuestro contexto relacionado con religiones
esotéricas o inclusive el budismo. Estamos hablando de un espacio en el
cual este tipo de influencias no ha existido, de un espacio con una calidad
filosófica que trata de explicar fenómenos inexplicables.
3

El subtítulo que compete desarrollar esta relacionado al número de almas


que poseen los seres vivientes, tema bastante desconocido en el ámbito
urbano, ya que se considera en algunos lugares que la presencia de un
alma es único y exclusivo. En el mundo andino existen diferentes
versiones en este sentido, muchas de ellas ya muy arraigadas a la
religión católica afirman que todas las personas poseen simple y
llanamente un alma.

Pero muy al contrario de esta aseveración, en el espacio andino hay


diferente información que confirma la presencia de dos, tres, cuatro ..
cinco e inclusive siete almas en cada persona. En este sentido, de
acuerdo a datos proporcionados por Clemente Mamani, en entrevista
personal, una de estas almas es la que se queda con la ñatita, caso que
no ocurre en la religión católica, donde el alma “única” de la persona va a
esperar el juicio final, para ingresar al cielo o al infierno, o en el peor de
los casos, como sucede en otras religiones, el alma “única” se reencarnan
infinidad de veces hasta lograr la perfección.

En la época prehispánica seguramente existieron algunas


denominaciones con las cuales se hace referencia a estas entidades
como el alma, el ánimo entre otros, de esta manera recurrimos al
diccionario de Ludovico Bertonio quien dice al respecto ...

“Alma: Alma, por que ya uen, y ufan defte vocablo” (Bertonio,


1612 (1984): 39).

“Anima comencar a tener el hombre, en el vientre de su


madre. Haquechafitha” (Bertonio, 1612 (1984): 53).
4

Haquechafitha: Tener alma ya la criatura, eftar ya concebida


ha nitha huahua haquechasipana sullutauina. Morio antes de
ser animada la criatura ... arriuar el que estaua muy enfermo”
(Bertonio, 1612 (1984): 12).

Haque cancaña; el fer, o la naturaleza humana” (Bertonio,


1612 (1984): 120).

En todo este contexto por lo menos se pueden encontrar diferentes


concepciones, aquella que está vinculada con el ánimo y es denominada
haquechafitha que se refiere a la presencia del ser, el alma dentro de la
criatura, antes de nacer, aquella que en situaciones de susto es pérdida
por el niño.

Dos almas

El tema es bastante apasionante, al respecto Peter Gose en un trabajo


realizado en Huaquirca3 habla de una dupla entre el alma y el ánimo, que
según su investigación es la base de otros conceptos (Gose, 2001: 124).
Para Gose el alma “... registra la forma corporal y el carácter moral de la
persona tal como se desarrollaron en vida”. A su vez refiriéndose al ánimo
concreta su visión de la siguiente manera:

“El ánimo mantiene la vida y la salud del individuo, y es responsable


para la vitalidad, animación, conciencia, coraje y capacidades
sensoriales. Una interdependencia entre alma y ánimo existe, dado que
el desarrollo físico y moral del alma presupone su animación... No
obstante hay una asimetría en esta relación, dado que se realiza dentro
del cuerpo, que tiene una afinidad decidida con el alma. La indiferencia
relativa del ánimo frente al cuerpo se expresa en su proclividad a dejar

3
“Huaquirca se ubica al fin de un camino ramal que sale de la carretera Lima-Cusco cerca de
Chalhuanca y transita con cuidado por la puna para luego bajar al valle de Antabamba” (Gose,
2001: 29)
5

su cuerpo cuando la persona se asusta, una condición conocida como


susto” (Gose, 2001:125)

Gose conoce a este tipo de entidades espirituales también como “alma


mayor” (alma) y “alma menor” (ánimo).

Tschopik, que realiz{o una investigaci{on denominada “Magia en


Chucuito” afirmaba lo siguiente

“El alma de una persona se llama qamasa: La qamasa es como una


sombra, ch´iwu, y está con uno mientras vive. Está en todo el cuerpo. No
es lo mismo que el aliento samama. Éste esta en todo el cuerpo y lo deja
cuando muere ...” (Tschopik, 1968:159)

Dias después la misma persona da a Tschopik datos diferentes, sin


tomar en cuenta lo expuesto con anterioridad.

“El alma se llama axayu. No sé en que parte del cuerpo se encuentra,


creo que está en todo el... él axayu y el qamasa son diferentes . Cada
persona tiene los dos . Cuando uno se asusta quien en realidad se
asusta es el qamasa” (Tschopik, 1968: 158-159)

Tres almas

Si bien en el mundo andino las personas logran hablar de dos almas,


existen otras tradiciones orales que afirman la presencia de tres almas.
En comunicación verbal con la investigadora Filomena Miranda4 me
informaba que en el mundo andino aymara existe también la presencia de
tres almas: El jacha alma (alma mayor o gran alma), el alma y el jiska
alma (pequeña alma), asegurándome que la más importante era el jacha
alma. Es decir la división se complica conforme se va ampliando el tema.
Por otro lado La Barre confirma esta presencia “tripartita”.

“La Barre escribe que el alma verdadera es hañayu (término desconocido


en Chucuito) pero que un hombre tiene tres sombras en total, incluyendo
el axayu y el ánima” (Tschopik, 1968: 159)

4
Lingüísta aymara.
6

A su vez un comentario bastante interesante realizado por Tschopik, con


relación a que La Barre, invalida el hecho de que una de las almas puede
quedarse en este espacio convirtiéndose en una “aparición”, dato que
más bien puede confirmarse con las declaraciones que realizan las
personas al escuchar a las ñatitas en sus casas.

“La Barre es casi correcto al escribir que los humanos tiene almas
múltiples y que “... cuando muere un hombre, cualquiera de sus almas
puede vivir, convirtiéndose en una aparición” (Tschopik, 1968: 160)

Otra de las informaciones referida al tema las describe Yampara


confirmando la presencia de un número de almas, de acuerdo a las
regiones donde se localizan las investigaciones o el origen de los
investigadores.

“AJAYU, parte de un ser viviente en relación con la naturaleza y las


fuerzas sobrenaturales. JAÑAYU. La energía del ser viviente en relación
con las fuerzas sobrenaturales. Estos elementos van siempre en tres,
como parte de estos dos está el ANIMU que sería la fuerza espiritual y
seguridad de sí mismo”. (Yampara, 1989: 11)

La presencia de tres almas en diferentes contextos ha generado la


búsqueda de diferente información. Una de las autoras que habla al
respecto, pero que no es citada como un texto clásico dentro de las
investigaciones es María Luisa Valda que hace referencia a este hecho
de la siguiente forma:

“Según la filosofía aymara, la persona humana está compuesta del


cuerpo físico y del síquico; este último esta dividido en tres, que son: el
Jacha ajayu (el gran espíritu,) el jiska ajayu (pequeño espíritu), la
kamasa, a la que también denomina chchihui, que quiere decir sombra ...
los que hacen mezcla con el español dicen: el Jacha Ajayu (espíritu
mayor), el animo (el alma) y el coraje...

El Jacha ajayu es la parte más vital y más importante del ser humano, es
equivalente a la concepción del alma en los católicos, este elemento solo
puede tenerlo el hombre, y su separación significa la muerte física. El
jiska ajayu, que comúnmente se conoce, con el nombre de ajayu o
7

espíritu, es inferior a aquel, pues este lo tienen los animales y también


las personas y del cual pueden separarse, perdiéndose temporal o
definitivamente en el hombre” (Valda, 1964: 25)

El kamasa (coraje) “... es una parte inferior del espíritu, y mucho más
sutil que el ajayu; los mestizos la denominan sombra. Esta kamasa,
coraje o sombra es el periespìritu de las personas; e infaliblemente esta
representada por un animal. Por lo general, es la madre la primera en
descubrir y conocer la clase de kamasa que ha de tener su hijo; porque a
veces, antes del alumbramiento, ella tiene la visión, por ejemplo de un
caballo, o ha soñado que amamantaba a un cachorro de perro o de
cualquier otro animal: entonces está segura de haber descubierto la
kamasa de su hijo... Así ocurre con todas y cada una de las personas;
absolutamente, sin excepción ... con la cual se define la característica
individual del hombre, que la demuestra durante toda su vida, en todos y
cada uno de sus actos y sentimientos” (Valda, 1964: 31).

La autora afirma que en el momento de la muerte el jacha ajayu se


va sobre el lomo de su perro, el cual ha sido muerto para acompañar
a su difunto dueño, atravesando el río que separa a los vivos de los
muertos. También dan infinidad de comodidades a los restos físicos
del difunto para “... el momento en que el jacha ajayu vuelva unirse con el
cuerpo físico; mientras tanto el jiska ajayu, va extinguiéndose poco a poco hasta
desaparecer completamente” (Valda, 1964:28). En este sentido el alma no

tiene un espacio temporal limitado para su desaparición lo que


implicaría que las ñatitas tendrían esta alma o jiska ajayu que ayuda
a los seres vivientes en sus peticiones.

Mario Montaño Aragón ha detectado la presencia de tres almas en las


personas
“Ahí está el Jacha Ajayu, el maduro; el Jisk´a Ajayu, el niño y el
Saramaña, el que descansa. Los dos primeros conviven en la persona y,
según cual predomina, es el carácter de ésta. El tercero asoma cuando
se muere, entonces reposa en un nivel donde nadie puede robarlo,
aunque vuelve de tiempo en tiempo” (La Razón, 2004: A14).

Tres y siete
8

Para Gose, que realiza su trabajo antropológico en Huaquirca confirma la


presencia de tres almas, pero en los varones, confirmando además el
hecho de que existen siete almas en las mujeres, por esta razón son más
habladoras5.

“... una mujer me dijo que los hombres tienen tres almas, cada uno con
su destino separado en la otra vida, mientras las mujeres tiene siete”
(Gose, 2001: 125)

El problema de definir el alma y las diferentes entidades que forman parte


de su conjunto se complica en tanto los informantes tienen un
conocimiento que esta siendo afectado por diferentes factores
principalmente los relacionados con el factor cultural que provoca un
cambio bastante importante en las concepciones.

“La relación íntima entre alma y cuerpo persiste; por lo tanto mucha
gente andina siente que una autopsia contamina el alma... el objeto
principal de los ritos de la muerte es romper este lazo y despachar el
alma a la otra vida. Pero esas versiones que dan tres almas a la gente
siempre reservan una para el cadáver enterrado (el alma del centro)”
(Gose, 2001: 126)

Por otro lado con relación al número tres en el texto de Tomás Huanca se
hace referencia a diferentes plegarias realizadas por el yatiri de la
localidad de Chu´samarka y dirigida al achachila “awki Jillimani”6, una de
ellas dice los siguiente:

“Kiriyasan waxt´astam misa win achachilanaka


Creyendo en ti ellos te ofrecen una MISA
Jich´´asti jupataki
Y ahora ((achachila)) para ellos,
Animupataki, ajayupataki, kuräajipataki ...
Para su ((ánimo)), ((ajayu)), ((coraje)) ...” (Huanca, 1989: 93)
“Se invoca por la integración psicosomática de la persona en sus
diversos niveles: por el ánimu ´alma´que les mantienen con vida: por

5
En el contexto andino, normalmente se refiere a las personas habladoras a aquellas que poseen
un mayor grado de inteligencia que las demás. El término hablador no tiene el concepto que se
maneja en algunos espacios urbanos refiriéndose a aquella persona que “habla mucho y dice poco”
o a otros como los denominados “pajpacos”, vendedores de medicinas caseras, especialistas en
realizar retóricas verbales para convencer a sus receptores en la compra de sus productos, que
finalmente no solucionan problemas de salud.
6
Montaña cercana a la ciudad de La Paz, que es considerada una deidad con bastante
poder, inclusive invocada desde poblaciones bastante distantes a la ciudad de La Paz.
9

su ajayu ´vigor, espíritu´ que hace que ellos estén en condiciones


normales o saludables: y por kuraji ´coraje´ que hace posible que
ellos enfrenten las dificultades con valentía” (Huanca, 1989: 93-94)

Cuatro

Teniendo conversaciones con Jhonny Gutiérrez un amigo y estudiante de


la carrera de Historia7 de la UPEA8 que trabaja como mecánico y chapista
en la ciudad de El Alto y cuyo origen se encuentra en la población de
Achacachi, me informaba que su abuela, años atrás9 le había comentado
que las personas tenían cuatro almas, y que todas estas eran visibles
cuando se proyectaba en una luz principalmente provocada por el sol o la
luna, es decir, se podían ver por persona cuatro sombras. Si por alguna
razón una persona no veía una o varias sombras que representaban a las
cuatro almas quería decir que alguna de ellas se había perdido y era
importante recuperarla.

Realizando indagaciones bibliográficas pude encontrar algunos datos


relacionados con la presencia de cuatro almas:

“... Saturnino Choque, un informante de 18 años, dijo que todo hombre


tiene cuatro (almas): el ajayu, el jañayu, el coraje y el ánima. Todos ellos
tienen forma humana y corresponden todos a la palabra castellana de
`alma´ que a su vez es la sombra del hombre” (Carter y Mamani, 1982:
348).

En este sentido la palabra alma se asimila al denominativo de sombra


como un concepto similar. Esta explicación es una de las muchas que se
tiene sobre el alma, aparentemente se habla de la sombra, similar al dato

7
Hasta la fecha (01/06/05) y durante más de un año se están realizando gestiones para
crear la carrera de Historia en la UPEA, lamentablemente la colaboración de los
tecnócratas de la universidad impiden su creación.
8
Universidad Pública de El Alto, en la ciudad de El Alto-Bolivia.
9
No precisó una fecha concreta en que recibió ésta información, afirmando más bien
que era recurrente la información de su abuela al respecto.
10

anterior, pero en este caso las cuatro serían componentes del alma como
tal. En el siguiente dato las cosas son diferente ya que el alma no es el
conjuncionador de los espíritus de la persona, más bien se le asigna
características diferentes:

“Epifanio Condori (27 años) enumero las mismas cuatro almas (ajayu,
jayañu, coraje, anima) pero afirmó que el ajayu era el que equivalía
especialmente al `alma´. Decía que cualquiera de estas podía perderse
conduciendo a la enfermedad” (Carter y Mamani, 1982: 348).

Cinco almas

No es muy común encontrar datos sobre la presencia de cinco almas en


los seres humanos, pero los datos que tenemos son bastante explícitos al
respecto, asignando a cada denominativo elementos bastantes
particulares:

“... Cornelio Canaviri, un yatiri y adivino de avanzada edad. El decía que


todo hombre tenía cinco almas: el ajayu, el ánima, el jayañu, el qamasa y
el coraje. El más importante de todos es el ajayu – la sombra principal
del hombre. Cuando desaloja el cuerpo , la persona se enferma con
gravedad, y puede llegar a morirse ... El ánima es la sombra pequeña
que todo hombre posee. Es posible perderla a esta también, pero el
llamarla nuevamente es relativamente fácil. La pérdida del ajayu nunca
conduce a la muerte porque el cuerpo aún posee su sombra grande o
ajayu. El jayañu es un alma de menos importancia aún. Uno puede
perderla también a causa del susto, lo cual se manifiesta en leves
dolores de cabeza y mareos. El qamasa se revela principalmente en la
habilidad del hombre para impresionar e intimidar a los demás. Un
hombre altivo y despótico tiene el qamasa grande y fuerte; un hombre
tímido es el qamasa débil. Como en el caso de las demás almas, el
qamasa puede perderse. Cuando esto sucede la persona se deprime y
pierde los ánimos y la confianza en sí misma. La última de las cinco
almas, el coraje, es precisamente el valor, el alma que ayuda a las
persona a enfrentarse con los que tienen qamasa grandes y fuertes. El
que tiene el coraje bien desarrollado no se asusta fácilmente, casi nunca
se enferma, ni tiene miedo de caminar sólo en la noche” (Carter y
Mamani, 1982: 349-350).
11

Si hacemos una revisión pormenorizada de los datos podemos llegar a la


conclusión de que estas almas, por lo menos una de ellas se queda con
la persona que muere formando parte activa de la relación entre vivos y
muertos, ya que su trabajo es desarrollar labores agrícolas, ser
protectores, y generadores de abundancia, elementos presentes en varias
deidades andinas como los Achachilas los Auquis, la Pachamama, el
Ekekko, u otras como la siguiente.

El guardián de la casa

Este espíritu protector, según Tschopik, está vigente desde la época


incaica. A este espíritu que fue documentado en Chucuito el año 1968
se le llama “uiwiri” que es llamado también “uta achachila” (guardián
de la casa). Los datos más concretos referentes a la existencia de
este espíritu lo encontramos en esta investigación, el investigador hizo
entrevistas a varios comunarios quienes le dieron algunas
características de los “uiwiri”

“... eran como la gente antigua... Durante una sesión, uiriwi puriyaña, lo
primero que usted oye es al guardián trepando y arañando en el techo ...
El guardián es como un padre; vigila y cuida a las personas de la casa:
Siempre es bueno. Algunas veces el espíritu del lugar es malos y allí uno
no puede construir su casa, pero el guardián es siempre bueno. Pero si
uno no vive adecuadamente en la casa, el guardián puede castigarlo con
enfermedades” (Tschopik, 1968: 112).

Un elemento bastante importante y que además de los otros


elementos que relaciona al espíritu con alguna posible actividad
posterior que realiza la ñatita es la posibilidad de que pueda castigar el
robo del habitante que vive en su espacio como de aquel otro que
viene de fuera:
12

“Si un hombre es ladrón, el guardián lo hace pobre y hace que sus


cosechas y animales empobrezcan. Alberto Estrada era un ladrón. El
guardián lo castigó y lo volvió tan pobre que por último perdió su
casa...El guardián puede decir a veces quién ha robado algo o donde se
encuentra...” (Tschopik, 1968: 113-114)

El autor no simplemente habla de los espíritus tan focalizados como


aquellos que existen en la casa, sino que hace una distinción con
otros espíritus denominados como los espíritus del lugar. Las
características de estos se pueden sintetizar de la siguiente forma:

“... son como hombres viejos... nadie puede oírlos, únicamente se


pueden oír sus voces...” (Tschopik, 1968: 117)

“Corrige y castiga la conducta socialmente desaprobada, descubre los


robos, la infidelidad conyugal y condena la ociosidad, el descuido y la
codicia... si una casa ha sido robada, pregunto al espíritu de lugar de
aquella casa quién lo hizo: el siempre lo sabe. El espíritu del lugar coge
el alma del hombre y la trae a la casa donde se realiza la sesión.
Entonces hago las preguntas. Cualquiera de los presentes puede
preguntar. A veces el alma del ladrón, trata de mentir y dice: “No soy el
ladrón”, pero el espíritu del lugar siempre sabe quién es el que ha
robado”. (Tschopik, 1968: 118)

Este espíritu además de contar con estas facultades, tiene atributos tan
importantes, que pueden estar relacionados con las alianzas
matrimoniales entre diferentes personas. En algunos textos consultados
se dice que cuando una mujer se casa y debe abandonar su hogar
paternal, ella, su esposo y familiares deben pedir permiso al espíritu de la
casa...

“... para sacar el alma de la mujer de la casa paterna. Se la transporta a


la casa del varón y allí, nuevamente, se completa este rito: a eso se
llaman Hunt`achiuna. En muchos casos la pareja se junta sin completar
estos rituales. Cuando la mujer muere o sucede alguna desgracia a la
pareja, o siempre son pobres, se les dice que es por no haber realizado
los ritos” (Valderrama y Escalante, 1997: 158)10

10
Datos elaborados de un trabajo etnográfico en comunidades de Apurimac, Cusco, Arequipa y
Huancavelica en el Perú. “Cuando un hombre saca a la mujer de su casa, él debe hacer un pago. Al
llevarla a la nueva casa donde van a radicar (aunque ésta sea la casa de los padres del varón) deben
13

Mucho más que simplemente almas

Las ñatitas en sí mismas son una “fuerza espiritual” que protege a sus
devotos, dándoles salud, les brinda abundancia, satisfacciones amorosas
entre algunos atributos y que puede generar otra explicación sobre los
ruidos en la casa, que inicialmente difieren de aquella primera relacionada
con los denominados espíritus de la casa, aunque desde mi perspectiva
posiblemente sean los mismos seres espirituales aunque con diferente
nombre, ya que en la época prehispánica, de acuerdo a datos de Cieza
de León se hace referencia a que los muertos permanecían en la casa:

“En la provincia de Xauxa que es cosa muy principal en los reynos del
Perú los meten en un pellejo de una oveja fresco, y con el lo cosen
formándole por de fuera el rostro, narices, boca y los demás, y desta
suerte lo tienen en sus propias casas” (Cieza de León, 1986: 196)

Aunque estos datos no hablan de las referencias a las cuales me abocaré


para el desarrollo del tema es bastante importante tomar en cuenta que el
cuerpo esta presente en el espacio cotidiano de los habitantes
prehispánicos, tal cual ocurre en la actualidad con los devotos de las
ñatitas, quienes habitan espacio especiales del hogar inclusive en las
mesas de luz contiguas a los catres de los dormitorios.

Perder el ajayu, el ánimo u otra alma

Después de este cúmulo de información podemos establecer entonces


que tenemos varias entidades espirituales que sirven de sustento a
nuestro cuerpo. En este sentido es común escuchar, en áreas rurales y
urbanas cercanas a ciudades altiplánicas, la frase “ha perdido su ajayu”.

hacer otro pago, llamado Hunt`achicuy: un pago completo que se entierra bajo el fogón, o bien
bajo el batán, para que la mujer este siempre atenta a la cocina; o bien en el batán donde ella
muele la jora para la chicha, los cereales y otros alimentos para elaborar las comidas” (Valderrama
y Escalante, 1997: 159)
14

El ajayu entonces es una de las almas que puede salir con mayor
facilidad del cuerpo, ya que no es preciso que la persona muera para
perder el ajayu.

Por estas razones los ajayus de los niños en la mayoría de los casos no
representan entidades con fuerza para pedir algún deseo:

“... los fetos tienen alma y que las de los niños nacidos muertos regresan
a la tierra en las granizadas... (la) esencia espiritual (del alma) es muy
débil al nacer e incrementa su fuerza gradualmente en forma paralela al
proceso del crecimiento fisiológico, hasta que en la edad madura declina
progresivamente. Por eso las almas de los niños no están tan
fuertemente adheridas como las de los adultos. Cualquier miedo súbito,
caída o accidente pueden sacudir el alma, o una parte del mismo puede
escapar del pequeño cuerpo; esta esencia incorpórea queda en el sitio
del susto o del accidente ” (Tschopik, 1968: 161)

La vida del niño en este sentido corre peligro, normalmente son


tradicionales algunas formas de evitar que el ajayu o ánimo se salga del
cuerpo del niño. Los padres preparan especialmente huayrurus, semilla
de color rojo y negro muy común, para diferentes prácticas rituales. Estas
semillas impiden que ésta entidad espiritual abandone el cuerpo del niño,
semillas que puesta por debajo de la almohada del niño evitan cualquier
peligro.

Otra técnica para evitar la pérdida del ajayu consiste en hacer escupir al
niño tres veces en el lugar donde ha caído o se ha asustado, obligándole
a comer tierra inmediatamente sucedido el percance. Por otro lado,
muchas madres prefieren no dejar colgada la ropa de las wawas11 en la
noche, ya que esto podría provocar la pérdida del ajayu.

Pero si por alguna razón el ajayu se ha perdido existen una serie de


prácticas para que vuelva al cuerpo, desde las más domésticas como salir
15

a llamar al bebé con su gorro o alguna prenda de vestir o inclusive con su


mamadera12, pasando por aquellas otras como salir a una calle donde se
encuentren cuatro caminos para llamar al bebé, arrojando azúcar y
portando además un chicote o cinturón para que el ajayu regrese rápido.
En este sentido el ajayu o ánimo es el nombre con el que más se conoce
a esta entidad.

Esta “virtud” del ajayu parece cuestionar a la gente ya que si esta entidad
espiritual se escapa con mayor facilidad del cuerpo de un recien nacido o
de un niño no es posible pedir a la ñatita de un niño o niña abundancia,
fertilidad, etc, porque su alma es bastante débil.

Las personas mayores también pueden perder el ajayu, uno de estos


casos es presentado por Spedding:

“En el caso de una mujer que murió con vómitos y diarrea aguada, un
cuadro clínico parecido al cólera ... los asistentes a sus exequias
opinaban que más bien el “tío del río” (donde había ido a lavar ropa y
donde su hijo la encontró inconsciente en medio de charcos de vómito)
había comido su ajayu (ánimo, fuerza vital)” (Spedding, 1996: 81).

La pérdida del alma en algunas regiones se denominaba “ajayu sarakata”


(Valda, 1964: 18) que es una enfermedad provocada por la “catjata”13
definida como “... la maldad de la naturaleza ejercida sobre el ajayu”
(Valda, 1964: 18) que fundamentalmente aparece cuando un joven se
apoya accidentalmente en una huaca o deidad representada por una
piedra grande. En este caso los padres del joven deberían ir hasta el
lugar y de acuerdo al grado de enojo de la deidad se le sacrificaba

11
Bebés.
12
Mamila para tomar leche.
13
Katjata para Fernández que define a aquella persona “agarrado por alguna enfermedad
producida por el apresamiento del ajayu, de una persona, por parte de un ser maléfico”.
(Fernández, 1995: 523)
16

inclusive un cordero para que la enfermedad desaparezca. Esta


enfermedad puede venir también por el susto cuando una persona ha
estado a punto de caer en un precipicio o ahogarse en el río.

Pero existen otros factores como el perder espíritus por medio de los
“yankas” (espíritus malignos ... seres inferiores al supaya” (Valda,
1964:19) difícil de curar o no curable siendo este último caso denominado
“chactayata”. Por otro lado según la autora el ajayu puede separarse
cuando el individuo duerme e ir a pasear. El especialista en hacer
regresar a los ajayus se llama kiujjatar ajayus (atraer al espíritu) (Valda,
1968: 20). Según narra la autora un niño había perdido su ajayu, al doblar
una esquina se encontró de frente a un camello, animal que llegó a su
población juntamente con un circo. El especialista que evidencia este
suceso en coca y mullu14 posteriormente realizó su trabajo de atraer al
ajayu elevando oraciones a los Achachilas y a la Pachamama. Según la
informante el ajayu tomó la forma de mariposa para regresar al cuerpo del
niño.
Los curanderos llaman al ajayu como “vente vente .... animus corajes” refiriéndose a la entidad
espirtual perdida.

Si bien las entrevistas no confirman este hecho, muchas de las personas


afirman que existe la presencia de un “ser que protege, cuida y da
bienestar a sus propietarios”. Es una fuerza o espíritu presente en la
ñatita.

14
Se denomina mullku a los animales (estrellas de mar, espongidus, caracoles) que
llegan desde la costa del Pacífico peruana o ecuatoriana y cuyo uso se ha convertido en
común en la zona andina, denominándose en la época incaica como el alimento de los
dioses. Se puede ampliar este aspecto revisando algunos trabajos de John Murra.
17

“...concepto de las almas ... es... esencial para comprensión del ritual de
la muerte” (Carter y Mamani, 1982: 347)

A manera de conclusión

Las almas están presentes en todo el espacio andino, lo que queda es


reconfigurar lingüísticamente los términos usados, y rescatar la memoria
oral que queda de ellos.

Todo el espacio andino, estaría relacionado ya sea con almas actuales o


antiguas, siendo el sustento de la forma de articulación de su realidad, ya
que en todo el espacio se encuentra deidades estas que pertenecieron a
los ancestros y que articulan su realidad.

Los ruidos en las casas provocados por las ñatitas es explicada por la
presencia de un alma que se queda con los restos, de tal forma que si la
muerte ha sido violenta esta entidad espiritual esta más apegada a
soporte físico, es decir la cabeza humana (ñatita).

Bibliografía
Acosta, Orlando
1998 La muerte en el contexto Uru: Caso Chipaya. En Eco
Andino. Revista Semestral del Centro Ecológico y Pueblos
Andinos (CEPA) Año 3 No. 5. Ed. CEPA. Oruro-Bolivia.

Bertonio, Ludovico
1612 (1984) Vocabulario de la Lengua Aymara. Ed. CERES-IFEA-
MUSEF. Cochabamba- Bolivia.

Bubba, Cristina
1997 Los Rituales a los Vestidos de María Titiqhawa, Juana Palla
y otros fundadores de los ayllus de Coroma. En Saberes y
18

Memorias en los Andes (Thérèse Bouysse-Cassagne comp.)


Ed. CREEDLA-IFEA. Lima-Perú.

Carter, William y Mauricio, Mamani


1982 Irpa Chico: Individuo y Comunidad en la Cultura Aymara. Ed.
Juventud. La Paz-Bolivia.

Cieza de León, Pedro


1986 Crónica del Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú,
Lima-Peru.

Eliade, Mircea
1985 Lo Sagrado y lo Profano. Ed. Labor/Punto Omega.
Barcelona-España.

Fernández, Gerardo
1997 El Banquete Aymara. Ed. HISBOL. La Paz-Bolivia

Ferrando, Juan
1950 Iconografía de los Santos. Ed. Omega S.A. Barcelona-
España.

Gose, Peter
2001 Aguas Mortíferas y Cerros Hambrientos. Rito Agrario y
Formación de Clases en un Pueblo Andino. Ed. Mama
Huaco. La Paz-Bolivia.

Huanca, Tomás
1989 El Yatiri en la Comunidad Aymara. Ed. Centro Andino de
Desarrollo Agropecuario (CADA). LA Paz-Bolivia.

Lanman y Kemp-Barclay & Co.


2005 Almanaque Pintoresco de Bristol para el año 2005:
Calculado Expresamente para la República del Perú y Cuya
Corrección se Garantiza. Lima-Perú.

Lecoq, Patrice y Sergio Fidel


2000 Algunos aspectos de la vida y de los ritos ganaderos en
Ventilla, una comunidad pastoral del Sud de Potosí, Bolivia
en Pastoreo Altoandino. Realidad, sacralidad y
posibilidades. Ed. Plural-MUSEF. La Paz-Bolivia.
19

Maidana, Freddy
2004 Taraqu Cuna de la Morenada. Ed. Druck S.R.L. La Paz-
Bolivia.

Standen, Vivien
2001 Pueblos de la Costa. En Pueblos del Desierto entre el
Pacífico y los Andes. Ed. Universidad de Tarapacá. Arica-
Chile.

Santos, Roberto
1987 Dos Casos de “Brujería” durante el periodo colonial en La
Paz Siglo XVIII. En Anales de la Reunión Anual de Etnología
1987 No. 1 . Tomo 1. Ed. MUSEF. La Paz-Bolivia.

Spedding, Alison
1996 Morir en Yungas en Revista 7-8 del Museo Nacional de
Etnografía y Folklore. Ed. MUSEF. La Paz-Bolivia.
Valda, María Luisa
1964 Costumbres y curiosidades de los aymaras. La Paz-Bolivia.

Valderrama Ricardo y Carmen Escalante


1997 Ser Mujer: Warmi Kay La Mujer en la Cultura Andina en Más
Allá del Silencio (Denise Arnold comp.) Ed. CIASE/ILCA. La
Paz-Bolivia.

Yampara, Simón
1989 Presentación en El Yatiri en la Comunidad Aymara. Ed.
CADA. La Paz-Bolivia.

La Razón
2004 El Ajayu habla, respira, acaricia y suspira para anunciar la
muerte. En periódico La Razón, 31 de octubre de 2005.

Entrevistas
Mamani, Clemente
2004 Entrevista en Radio San Gabriel....

Laura, Danilo
20

2002 Entrevista en su casa (La Paz), Preste de la Ñatita Mama


Pancha y dueño de Panchito y Justina, el 7 de Noviembre
de 2002

Lima, René
2000 Entrevista en el callejón cercano a la parada de Buses a
Copacabana (Cementerio). Dueño de la ñatita Raul, el 8 de
noviembre del 2000.
21

ALMA ANIMO AXAYU ALIENTO


Ludovico “Anima
Bertonio comencar a
tener el hombre,
en el vientre de
su madre.
Peter Gose Alma mayor Alma menor

“El animo
mantiene la vida
y la salud del
individuo, y es
responsable
para la vitalidad,
animación,
conciencia,
coraje y
capacidades
sensoriales. Una
interdependencia
entre alma y
ánimo existe,
dado que el
desarrollo físico
y moral del alma
presupone su
animación... No
obstante hay una
22

asimetría en esta
relación, dado
que se realiza
dentro del
cuerpo, que
tiene una
afinidad decidida
con el alma. La
indiferencia
relativa del
ánimo frente al
cuerpo se
expresa en su
proclividad a
dejar su cuerpo
cuando la
persona se
asusta, una
condición
conocida como
susto” (Gose,
2001:125)

Tschopik No es lo
Qamasa ... él axayu y mismo que el
es como una el qamasa aliento
sombra, son samama.
ch´iwu, y diferentes . Éste esta en
está con uno Cada todo el
mientras persona cuerpo y lo
vive. Está en tiene los deja cuando
todo el dos . muere ...
cuerpo. Cuando uno
se asusta
El alma se quien en
llama axayu. realidad se
asusta es el
qamasa”

La Barre Hayañu Sombra Sombra


(sombra)
23

También podría gustarte