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BALTASAR CASTIGLIONE "EL CORTESANO" (1528)

El ideal humano que el escritor Castiglione presenta en su obra como


alcanzable contiene en lo esencial todos los motivos capitales de la representación
humana de la plenitud del Renacimiento y coincide con el ideal cortesano.
En primer lugar, se destaca del perfecto hombre de mundo que sea
polifacético, que tenga la misma educación de las aptitudes corporales y de las
espirituales, que sea hábil tanto en el manejo de las armas como en artes de la
sociedad refinada, diestro en la poesía y en la música, familiarizado con la pintura
y las ciencias. Las figuras heroicas del arte del pleno Renacimiento son la
traducción visual del idealismo humano y social. Castiglione ve la quintaesencia
de la elegancia en conservar la calma y mesura en todas las circunstancias,
evitando la ostentación y exageración, en aparecer abandonado e indolente, en
portarse en sociedad con inafectado descuido y no con forzada dignidad.
En su texto, el autor describe ciertos rasgos que caracterizan al cortesano,
algunos vienen dados y otros corresponden a aquello que es necesario cultivar:

1- Linaje – El cortesano debe ser “de buen linaje; porque mayor desproporción
tienen los hechos ruines con los hombres generosos que lo bajos. El de noble
sangre si desvía del camino de sus antepasados, amancilla el nombre de los
suyos y no solamente no gana mas pierde lo ganado.”

“…la nobleza de linaje es casi una clara lámpara que alumbra y hace que se
vean las buenas y las malas obras y encienda y pone espuelas para la virtud, así
como el miedo a la infamia como con la esperanza de la gloria.”

2- Aptitud física - “Buena disposición y miembros bien formados”. Fuerza y


soltura. Se debe ser hábil y diestro “en todo aquello que de un buen hombre de
guerra se requiere.” La más importante es “ser diestro en toda suerte de armas a
pie y a caballo y saberse aprovechar de ellas.”

3- Evitar la afectación en el habla y los modales – Es imprescindible “huir de


este vicio que los latinos han llamado afectación.” Así se obtiene la gracia. “Esta
tacha es aquella que suele ser odiosa a todo el mundo” debemos guardarnos de
ella “con todas nuestras fuerzas, usando en toda cosa cierto desprecio o
descuido, con el cual se encubra el arte y se muestre que todo lo que se hace y
dice, se viene de suyo sin fatiga y casi sin habello pensado…”
Así se “será tenido por excelente obtendrá la gracia en todo, especialmente en
hablar”

4- Claridad y sencillez en el habla– “Buen seso y presteza”. “Abundancia no


confusa”

“No muestre vanidad ni muchachería en nada. Y si le acaeciere hablar de alguna


materia oscura o difícil, conviene que, con las palabras y sentencias bien distintas,
declare sutilmente su intención y con una cierta manera diligente y no pesada
desembrase y deja llana toda forma de hablar dudosa.”

También debe saber hablar con “gravedad y fuerza” cuando sea necesario y así
sepa “mover las pasiones y sentimientos que hay en nuestros corazones.”

Todo debe hacerse sin gran trabajo, de manera que el que escucha piense que él
también puede hacerlo y solo se de cuenta de la dificultad cuando intente probarlo
y no esté lejos de alcanzarlo.

6- Hombría de bien y limpieza en las costumbres - Sólo esto contiene la


“prudencia, bondad, el esfuerzo y la virtud que los filósofos llaman temperancia.”

7- Instrucción/ Educación - El cortesano debe ser “medianamente instruido” en


las letras, “a lo menos en las de humanidad” y debe conocer la lengua latina más
que la griega, “por las diversas y maravillosas cosas que en ellas hay escritas.”
Debe conocer a poetas y oradores y no cesar de leer historias.

A su vez, debe ejercitarse “en escribir en metro y prosa mayormente en nuestra


lengua vulgar no solo porque encuentre gusto en ello sino para complacer a las
mujeres; que “ordinariamente huelgan con semejantes cosas”

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