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Metodos Matematicos de La Fisica
Metodos Matematicos de La Fisica
DE LA FÍSICA
JOSÉ MIGUEL MARÍN ANTUÑA
Introducción 15
2 Funciones Cilı́ndricas 43
3
4 ÍNDICE
7.2 Formas canónicas de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden . . . 220
11.3.3 Problemas que requieren el uso de funciones esféricas. Armónicos esféricos 458
Bibliografı́a 839
Introducción General
Titular una obra con un nombre tan general como el de Métodos Matemáticos de la Fı́sica puede
parecer ambicioso y por veces resultar peligroso, pues tratar de abarcar todos los métodos que
utiliza la ciencia fı́sica para el estudio de los procesos y fenómenos fı́sicos en un libro que
pretende servir de texto para estudiantes universitarios, requiere una selección cuidadosa para
no convertirse en una acumulación enciclopédica de todos los diversos temas que pudieran
agruparse bajo un tı́tulo tan general.
Por eso, lo primero que el autor entiende necesario aclarar es que los objetivos que persigue no
son otros que brindar a los estudiantes de la Licenciatura en Fı́sica en nuestro paı́s un libro de
texto para la disciplina que con el mismo nombre aparece dentro del Plan de Estudios de la
carrera de Fı́sica en las universidades cubanas.
La base de los materiales que se desarrollan en la obra está constituida por el curso que por
45 años el autor ha impartido a los estudiantes de Fı́sica en la Universidad de La Habana y su
experiencia de dos años de trabajo en la Universidad de Angola. Parte de los contenidos del
libro han sido objeto de estudio en diversos cursos de postgrado dados por el autor tanto en
Cuba como en otros paı́ses visitados como profesor invitado. Es lógico pensar por lo tanto que
el deseo de una exposición más amplia de los contenidos haya impuesto la necesidad de analizar
ciertas cuestiones y contenidos de forma más detallada de lo que comunmente puede hacerse
en el marco de un programa de conferencias. También se incluyen por la misma razón algunos
temas que no entran en el contenido de dicho programa, pero que son de utilidad al fı́sico y al
ingeniero, o que a veces complementan los aspectos teóricos básicos.
La estructura general de la obra es la siguiente: Una primera parte dedicada a las funciones
especiales de la Fı́sica Matemática y una segunda parte que estudia las ecuaciones de la Fı́sica
Matemática y en la que, fundamentalmente, se estudian, sobre la base de problemas fı́sicos
concretos, las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden y sus diversos métodos de
solución. El énfasis fundamental está en las ecuaciones lineales y se hace mención de algunos
problemas que se tratan con ecuaciones no lineales. Se introducen, además, modernas técnicas
computacionales, tanto para el desarrollo de las figuras del libro, como para proponer al lector la
solución de algunos problemas mediante el uso de programas de computación que en la carrera
son estudiados previamente.
El contenido no agota, por supuesto, los métodos matemáticos que utiliza la Fı́sica, pero se
abordan los principales que en todo curso deben ser conocidos por los estudiantes de esta
especialidad. El libro que se presenta es una segunda edición corregida y ampliada de la
primera publicada por la Universidad de La Habana en 1992; por ello, los criterios y sugerencias
15
16 José Marı́n Antuña
recibidas por el autor sobre la primera edición han tratado de ser tenidas en cuenta en la que
hoy se presenta al lector. Los criterios y sugerencias que sobre la presente edición los lectores
puedan hacerle llegar al autor serán recibidos con agradecimiento, toda vez que ello redundará
en el futuro mejoramiento del contenido de la obra. Su aceptación entre nuestros profesores
y alumnos de pregrado y de postgrado, ası́ como de otros especialistas será para el autor el
principal reconocimiento de que su labor no ha sido en vano.
El libro, fruto de largos años de la impartición del curso de conferencias del autor a los estu-
diantes de Fı́sica de la Universidad de La Habana, ha recibido de esa práctica docente el sello
que lo distingue. El contacto constante con un auditorio vivo, cuya asimilación podı́a obser-
varse en las conferencias y luego durante los exámenes, condujo como cosa natural a prestar
mucha atención al aspecto de la claridad y la accesibilidad de la exposición del material, lo que
hace que el libro se diferencie del estilo comunmente usado en la literatura monográfica. Por
ello, en ocasiones, esta metodologı́a conduce a repeticiones posibles de evitar con otra forma de
exponer el material. Sin embargo, es opinión del autor que esa otra forma de exposición más
”económica” pudiera conducir a pérdidas en la accesibilidad del contenido.
En este sentido es bueno recordar las palabras del gran matemático y notable pedagogo alemán
F. Klein, quien en 1924 escribió: ”siempre hay gente que asemejándose a los escolásticos me-
dievales, empieza la enseñanza con las ideas más generales, defendiendo este método como si
fuera el único método cientı́fico. Pero esta sugerencia no es cierta, pues enseñar cientı́ficamente
significa instruir a un ser humano a pensar cientı́ficamente y no aturdirlo desde el mismo
comienzo con una sistematización frı́a, aunque tuviera esta un aspecto cientı́fico”.
De acuerdo con esto, el autor conscientemente evitó lo más posible toda clase de simbolismo
especial y lo sustituyó con palabras descriptivas. Todo simbolismo especial reduce las formu-
laciones y representa grandes comodidades para quienes lo han asimilado, es decir, para las
personas que siempre están en contacto con este tipo de lenguaje sintético. Pero el simbolismo
resulta un obstáculo bastante serio con frecuencia para un amplio cı́rculo de lectores que, sin
ser especialistas en el dominio dado, sienten deseos o tienen la necesidad de familiarizarse con
dicho dominio. Guiado por esta misma idea, el autor, ya se ha dicho, siempre vincula en el texto
las ecuaciones que se estudian, los métodos de solución que se desarrollan y la interpretación
de los resultados que se obtienen con la Fı́sica que está ligada a ellos y evita todo lo posible un
tratamiento abstracto desprovisto del ropaje fı́sico del material. Sin embargo, ello no impide
tener presente en todo momento el rigor matemático indispensable en el tratamiento de todos
los temas.
Capı́tulo 1
Comenzaremos nuestro estudio con algunos aspectos teóricos de carácter general que nos serán
de gran utilidad posteriormente.
17
18 José Marı́n Antuña
d dy
k(x) q(x)y + p(x)y = 0, 8a < x < b (1.1)
dx dx
donde k(x) > 0, q(x) 0 y p(x) > 0 son funciones definidas en el intervalo [a, b] y que pueden
tener en éste diversas caracterı́sticas que analizaremos posteriormente; es cierto parámetro.
La ecuación (1.1) recibe su nombre del hecho de que, para casos diferentes de las funciones
k(x), q(x) y p(x), nos da distintas ecuaciones, cuyas soluciones son funciones especiales. Por
ejemplo, veamos los casos siguientes:
2
1. k(x) = x, q(x) = ⌫x , p(x) = x, a = 0, b = x0 (⌫ es un número cualquiera). En este caso,
la ecuación (1.1) nos da:
✓ ◆
d dy ⌫2
x + x y = 0, 80 < x < x0 (1.2)
dx dx x
dividiendo toda la ecuación por x:
✓ ◆
1 d dy ⌫2
x + y = 0, 80 < x < x0 (1.3)
x dx dx x2
p
Si introducimos el cambio de variables x0 = x, obtenemos
✓ ◆
1 d 0 dy ⌫2
x 0 + 1 y = 0, 80 < x0 < x00 (1.4)
x0 dx0 dx x02
La ecuación (1.4) se conoce con el nombre de ecuación de Bessel. Sus soluciones son
llamadas funciones cilı́ndricas y aparecen al resolver problemas de la Fı́sica Matemática
en dominios cilı́ndricos.
2. k(x) = 1 x2 , q(x) = 0, p(x) = 1, a = 1, b = 1. En este caso, la ecuación (1.1) adopta
la forma,
d dy
(1 x2 ) + y = 0, 8 1<x<1 (1.5)
dx dx
que se conoce con el nombre de ecuación de Legendre. Sus soluciones son los llamados
polinomios de Legendre.
m2
3. k(x) = 1 x2 , q(x) = 1 x2
(m entero), p(x) = 1, a = 1, b = 1. La ecuación (1.1) se
convierte en:
d dy m2
(1 x) y + y = 0, 8 1<x<1 (1.6)
dx dx 1 x2
que se denomina ecuación de los polinomios asociados de Legendre. Tanto la
ecuación de Legendre (1.5), que es un caso particular de (1.6), como la propia ecuación
de los polinomios asociados de Legendre (1.6), aparecen al resolver problemas en dominios
esféricos.
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 19
2 x2
4. k(x) = e x , q(x) = 0, p(x) = e ,a= 1, b = 1. En este caso la ecuación (1.1) se
transforma en
d x2 dy x2
e + e y = 0, 8 1<x<1 (1.7)
dx dx
que es conocida con el nombre de ecuación de Hermite. Sus soluciones son los poli-
nomios de Hermite y aparecen al resolver el problema del oscilador cuántico.
que se reduce a (1.8) para s = 0 y cuyas soluciones son los llamados polinomios ge-
neralizados de Laguerre. De los ejemplos expuestos vemos la importancia de hacer
un estudio de las caracterı́sticas generales de la ecuación (1.1) y de las soluciones a ella
asociadas. Para ello debemos precisar algunos aspectos de la teorı́a de ecuaciones dife-
renciales.
La ecuación (1.1) del epı́grafe anterior es una ecuación diferencial lineal ordinaria con coeficien-
tes variables de segundo orden que tendrá dos soluciones linealmente independientes. De los
diferentes ejemplos que, como casos particulares, hemos analizado en el epı́grafe anterior se ve
que existen determinados puntos, donde k(x) = 0. Nuestro interés en el presente epı́grafe es in-
vestigar las caracterı́sticas del comportamiento de las dos soluciones linealmente independientes
de nuestra ecuación en el entorno de tales puntos. Tiene lugar la siguiente afirmación.
Teorema 1
d dy
k(x) q(x)y + p(x)y = 0 (1.11)
dx dx
1. Si y1 (x) es acotada, pero diferente de cero en x = a, entonces y2 (x) tiene en ese punto
una singularidad logarı́tmica, o sea, es del orden de ln x 1 a para x ! a.
2. Si y1 (x) tiene un cero de orden n en x = a, entonces y2 (x) tiene en ese punto un polo de
orden n.
Demostración:
Como y1 (x) por hipótesis es acotada en x = a, en el entorno de ese punto podrá expresarse
como una serie de Taylor de la forma
con
(a) 6= 0
(a) 6= 1
donde n 0. En la expresión (1.12) tenemos que si n = 0, y1 (x) será acotada, pero diferente
de cero en x = a, lo que corresponde al primer caso del enunciado. Si n > 0, entonces y1 (x)
tendrá en x = a un cero de orden n, como se plantea en el segundo caso del enunciado.
d
[k(x)y10 ] q(x)y1 + p(x)y1 ⌘ 0 (1.13)
dx
d
[k(x)y20 ] q(x)y2 + p(x)y2 ⌘ 0 (1.14)
dx
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 21
d d d
y2 (x) [k(x)y10 ] y1 (x) [k(x)y20 ] ⌘ [k(x)(y2 y10 y1 y20 )] ⌘ 0 (1.15)
dx dx dx
donde C es cierta constante que, evidentemente, es diferente de cero, ya que la expresión entre
paréntesis a la izquierda de la ecuación (1.16) es el wronskiano de las soluciones y1 , y2 que es
diferente de cero, ya que las soluciones son linealmente independientes. De (1.16) obtenemos,
después de dividir por y12 (x):
✓ ◆
y1 y20 y2 y10 d y2 C
⌘ = (1.17)
y12 dx y1 k(x)y12
Z x
Cdx
y2 (x) = y1 (x) + C1 (1.18)
x0 k(↵)y12 (↵)
Como no hay condiciones impuestas, el punto x0 es arbitrario. Tomémoslo de forma tal que las
funciones '(x) y (x) no cambien de signo dentro del intervalo de integración. Sustituyendo en
(1.18) las expresiones (1.10) y (1.12) y aplicando el teorema del valor medio integral, obtenemos:
Z x0
n d↵
y2 (x) = (x a) (x) C1 C 2 (↵)(↵
=
x '(↵) a)2n+1
Z x0
⇤ d↵
= (x a)n (x) C1 + C (1.19)
x (↵ a)2n+1
C
C⇤ = , 8x⇤ 2 [x, x0 ] (1.20)
'(x⇤ ) 2 (x⇤ )
Z x0
⇤ d↵
y2 (x) = (x) C1 + C = (x)[C1 2 + C ⇤ ln(↵ a)|xx0 =
x ↵ a
x0 a
= (x) C1 + C ⇤ ln (1.21)
x a
La igualdad (1.21) demuestra que, efectivamente, en este caso la solución y2 (x) tiene en
x = a una singularidad logarı́tmica.
n C⇤ 1
y2 (x) = (x a) (x) C1 + |x0 =
2n (↵ a)2n x
C⇤ (x a)n C⇤ 1
= C1 (x)(x a)n (x) n
+ (x) (1.22)
2n (x0 a) 2n (x a)n
Demostrado el teorema.
El teorema que acabamos de demostrar nos servirá de base para fundamentar posteriormente
el comportamiento de las soluciones que hallemos para los distintos casos particulares que
estudiaremos de la ecuación (1.11).
d
L[y] ⌘ [k(x)y 0 ] q(x)y (1.23)
dx
donde L[y] es, evidentemente, un operador diferencial lineal. Entonces, la ecuación generatriz
de las funciones especiales tiene la forma:
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 23
La solución de este problema será la solución acotada de nuestra ecuación. La situación descrita
se presenta, por ejemplo, en el caso de la ecuación de Legendre, donde k(x) = 1 x2 se hace
cero en x = 1 y x = 1.
En otros casos puede ocurrir que k(a) = 0, pero k(b) 6= 0. Entonces desde un punto de vista
matemático, avalado por el teorema del epı́grafe anterior, para seleccionar la solución acotada,
la condición a imponer en x = a será |y(a)| < 1. La condición en el otro extremo, x = b,
quedará a imponer en correspondencia con el problema fı́sico que estemos resolviendo. En la
segunda parte del presente libro veremos que, en términos generales, estas condiciones pueden
ser:
Entonces, suponiendo, para fijar ideas, la condición de frontera de primer tipo, el problema de
frontera en este caso quedará planteado de la siguiente manera:
Esta situación se presenta, por ejemplo, en el caso de la ecuación de Bessel, en la que k(x) = x
se hace cero en el punto x = 0 solamente.
El problema de frontera (1.25) o (1.26) ası́ planteado es conocido con el nombre de problema de
Sturm-Liouville o problema de autovalores y autofunciones y con él nos encontraremos
en multitud de ocasiones en la segunda parte del presente libro al desarrollar el método de se-
paración de variables para la solución de los diferentes problemas de las ecuaciones en derivadas
parciales de la Fı́sica Matemática.
24 José Marı́n Antuña
Definición:
Aquellos valores de para los cuales el problema de Sturm-Liouville tiene solución no trivial se
llaman autovalores del problema. Las soluciones no triviales que les corresponden reciben
el nombre de autofunciones del problema.
tales que
lim n =1 (1.28)
n!1
q(x)
n > min (1.29)
p(x)
Demostración:
Independientemente de que esta demostración puede efectuarse sobre la base de la teorı́a
de las ecuaciones integrales, no es difı́cil percatarse de la validez de (1.29) a partir de los
siguientes razonamientos. Colocando el autovalor n y su correspondiente autofunción
yn (x) en la ecuación (1.24), obtenemos la identidad:
d
[k(x)yn0 ] q(x)yn + n p(x)yn ⌘0 (1.30)
dx
Multiplicando (1.30) por yn (x) e integrando, después de aplicar integración por partes,
nos queda:
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 25
Z b Z b Z b
yn (x)k(x)yn0 (x)|ba k(x)[yn0 ]2 dx q(x)yn2 dx + n p(x)yn2 dx ⌘ 0 (1.31)
a a a
El primer sumando en la expresión (1.31) es cero en virtud del planteamiento del problema
de frontera. Por consiguiente, para n obtenemos:
Rb Rb Rb
a
q(x)yn2 dx + a k(x)[yn0 ]2 dx q(x⇤ ) a yn2 dx q(x)
n = Rb > Rb > min (1.32)
p(x)yn2 dx p(x⇤ ) a yn2 dx p(x)
a
3. Las autofunciones correspondientes a distintos autovalores son ortogonales entre sı́ con
peso p(x) en el intervalo [a, b], es decir:
Z b
yn (x)ym (x)p(x)dx =k yn k2 nm (1.33)
a
Demostración:
Esta propiedad es también fácil de establecer en estos momentos. Escribamos las identi-
dades que se obtienen de la ecuación (1.24) al sustituir en ella dos autovalores distintos
n 6= m y sus correspondientes autofunciones. Obtenemos:
d
[k(x)yn0 ] q(x)yn + n p(x)yn ⌘0 (1.35)
dx
d 0
[k(x)ym ] q(x)ym + m p(x)ym ⌘0 (1.36)
dx
Multipliquemos (1.35) por ym (x) y (1.36) por yn (x), restemos ambas expresiones e inte-
gremos entre a y b. Obtenemos:
Z b⇢ Z b
d d
ym [k(x)yn0 ] 0
yn [k(x)ym ] dx + ( n m) yn ym p(x)dx ⌘ 0 (1.37)
a dx dx a
Z b⇢ Z b
d d d
ym [k(x)yn0 ] 0
yn [k(x)ym ] dx ⌘ [k(x)(ym yn0 0
yn ym )]dx = 0 (1.38)
a dx dx a dx
26 José Marı́n Antuña
1
X
f (x) = fn yn (x) (1.39)
n=1
Antes de pasar al estudio particular de cada caso de la ecuación generatriz de las funciones
especiales, es conveniente detenernos, siquiera brevemente, en el análisis de un método amplia-
mente utilizado en la solución de ecuaciones diferenciales ordinarias y que es el de la búsqueda
de la solución en la forma de una serie de potencias. En los cursos de ecuaciones diferenciales
ordinarias comunmente se limitan a mostrar que se puede formalmente satisfacer la ecuación
diferencial con cierta serie de potencias, sin abordar la demostración de la convergencia de
dicha serie. En el presente epı́grafe realizaremos un estudio sistemático apoyados en la teorı́a
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 27
de donde se ve claramente que es una ecuación lineal de segundo orden con coeficientes variables.
Por ello, analizaremos en el plano complejo z la ecuación
donde A(z), P (z) y Q(z) son funciones analı́ticas. La función incógnita y(z) es también una
función de la variable compleja z = x + iy. Para el caso en que z = x, la ecuación (1.41) es un
caso particular de (1.42), donde los coeficientes son definidos como A(x) = k(x), P (x) = k 0 (x),
Q(x) = p(x) q(x). Supongamos en (1.42) que el coeficiente A(z) no es identicamente nulo, ya
que, de lo contrario, no estarı́amos en presencia de una ecuación de segundo orden. Dividiendo
toda la ecuación (1.42) por A(z), obtenemos la ecuación en forma reducida:
donde
P (z) Q(z)
p(z) = , q(z) = (1.44)
A(z) A(z)
Supongamos que A(z) 6= 0 en cierto cı́rculo |z z0 | < R. Entonces, en dicho cı́rculo las funciones
p(z) y q(z) serán analı́ticas. Tiene lugar la siguiente afirmación.
Teorema 2
Si los coeficientes p(z) y q(z) de la ecuación (1.43) son funciones analı́ticas en el cı́rculo |z z0 | <
R, entonces en dicho cı́rculo existe la solución analı́tica y única de la ecuación (1.43), que
satisface las condiciones iniciales (1.45).
Demostración:
Introduzcamos la notación
28 José Marı́n Antuña
Entonces la ecuación (1.43) puede escribirse como el siguiente sistema equivalente de dos ecua-
ciones diferenciales de primer orden:
En aras de lograr una simetrı́a en las fórmulas que habremos de obtener, analizaremos el caso
general del sistema de ecuaciones lineales:
y demostraremos que el sistema (1.48) tiene solución analı́tica en el cı́rculo |z z0 | < R que
satisface las condiciones
si los coeficientes del sistema (1.48) son funciones analı́ticas en el cı́rculo en cuestión. Para
ello utilizaremos el método de aproximaciones sucesivas. Escribamos el sistema (1.48) con las
condiciones (1.49) en forma de dos ecuaciones integrales equivalentes:
Z z
u = ↵+ [a(z)u + b(z)v]dz
Zz0z
v = + [c(z)u + d(z)v]dz (1.50)
z0
Como en el cı́rculo |z z0 | < R, por hipótesis, las funciones a(z), b(z), c(z) y d(z) son analı́ticas,
serán acotadas, lo que significa que para cierto número positivo M se cumplirá en el cı́rculo
que
Además, en virtud de la analiticidad, las integrales en (1.50) no dependen del camino de inte-
gración. Construyamos las aproximaciones sucesivas, proponiendo:
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 29
Z z
un+1 = ↵ + [a(z)un + b(z)vn ]dz
Zz0z
vn+1 = + [c(z)un + d(z)vn ]dz (1.53)
z0
con n = 1, 2, ...
Sean
Entonces:
Z r
u1 = ↵ + [a(z)↵ + b(z) ]ei' dr (1.56)
0
Z r
u2 = ↵ + [a(z)u1 + b(z)v1 ]ei' dr (1.59)
0
30 José Marı́n Antuña
Z r
u2 (z) u1 (z) = [a(z)(u1 u0 ) + b(z)(v1 v0 )]ei' dr (1.60)
0
por lo que, teniendo en cuenta (1.51), (1.54), (1.57) y (1.58), es fácil obtener que:
(2M r)2
|u2 (z) u1 (z)| < m (1.61)
2!
y, de forma análoga:
(2M r)2
|v2 (z) v1 (z)| < m (1.62)
2!
(2M r)n+1
|un+1 (z) un (z)| < m (1.63)
(n + 1)!
(2M r)n+1
|vn+1 (z) vn (z)| < m (1.64)
(n + 1)!
Las expresiones (1.63) y(1.64) indican, de acuerdo con el criterio de Weierstrass, que las series
1
X
u0 (z) + [un+1 (z) un (z)]
n=0
X1
v0 (z) + [vn+1 (z) vn (z)] (1.65)
n=0
Demostrado el teorema.
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 31
Corolario.
Si los coeficientes p(z) y q(z) de la ecuación (1.43) son funciones analı́ticas en un cı́rculo con
centro en el punto z0 , entonces su solución puede expresarse como una serie de potencias de
z z0 convergente absoluta y uniformemente en dicho cı́rculo y esta solución es única para las
condiciones iniciales (1.45).
Demostración:
1
X
y(x) = cn (z z0 )n (1.66)
n=0
Demostrado el corolario.
Por último, destaquemos que la solución hallada en el cı́rculo |z z0 | < R puede ser prolongada
analı́ticamente a todo el dominio D de analiticidad de los coeficientes p(z) y q(z) por el método
conocido de prolongación analı́tica estudiado en el libro de Teorı́a de Funciones de Variable
Compleja del autor.
Teorema
32 José Marı́n Antuña
Si z0 es un polo o un punto singular esencial para los coeficientes p(z) y q(z) de la ecuación
(1.43), entonces existen dos soluciones linealmente independientes de esta ecuación que pueden
expresarse en términos de series de Laurent multiplicadas por una potencia finita de (z z0 ).
Demostración:
Supongamos que p(z) y q(z) tienen en z0 un polo o una singularidad esencial. Entonces en el
anillo 0 < |z z0 | < R estas funciones admiten un desarrollo en serie de Laurent de la forma:
1
X
p(z) = an (z z0 )n
1
1
X
q(z) = bn (z z0 )n (1.69)
1
Cualquier solución de la ecuación (1.43) puede ser prolongada analı́ticamente en el anillo con
centro en z0 y, al dar una vuelta alrededor de este punto, esta solución de la ecuación puede,
en general, tomar nuevos valores. Esto significa que el punto z0 en términos generales puede
ser para la solución de la ecuación (1.43) un punto de ramificación.
donde aik son ciertas constantes. Las ecuaciones (1.70) significan que, al dar una vuelta alrede-
dor del punto singular z0 , las soluciones linealmente independientes sufren una transformación
lineal. Es fácil ver que
ya que, si aceptáramos la igualdad a cero en (1.71), las soluciones ȳ1 , ȳ2 se diferenciarı́an entre
sı́ sólo por un factor constante, lo que significarı́a que serı́an linealmente dependientes, cosa que
es imposible, ya que la prolongación analı́tica de soluciones linealmente independientes tiene
que dar funciones linealmente independientes.
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 33
ȳ = y (1.72)
Si esta solución existe, tendrá que ser, forzosamente, combinación lineal de las soluciones y1 ,
y2 :
y = b1 y1 + b2 y 2 (1.73)
Para que el sistema (1.76) tenga solución no trivial, deberá cumplirse que:
(a11 ) a21
=0 (1.77)
a12 (a22 )
La ecuación algebraica (1.77) tiene, en general, dos raı́ces 1 , 2 que serán los valores posibles
del factor en (1.72) para obtener coeficientes b1 , b2 diferentes de cero.
Ello significa que estos valores de son los únicos posibles para la existencia de la solución de
la ecuación (1.43) que, al dar una vuelta alrededor de z0 , se multiplique por dicho número.
Para las raı́ces 1, 2 de la ecuación (1.77) tendremos dos soluciones linealmente independientes
dadas por
1 1
r1 = ln 1, r2 = ln 2 (1.79)
2⇡i 2⇡i
y1 y2
, (1.82)
(z z0 )r1 (z z0 )r2
al dar una vuelta alrededor del punto z0 permanecen univaluadas, es decir, son funciones
analı́ticas univaluadas en el entorno de z0 y, por consiguiente, en dicho entorno se expresarán a
través de series de Laurent. De esta manera, las soluciones construidas tendrán en el entorno
de z0 las siguientes expresiones:
1
X
r1
y1 = (z z0 ) cn (z z0 )n
1
1
X
y2 = (z z0 )r2 dn (z z0 )n (1.83)
1
Por otra parte, si la ecuación (1.77) tiene una sola raı́z múltiple, es decir, si 1 = 2, entonces
podemos construir una solución en la forma
ȳ1 = 1 y1 (1.84)
Veamos una segunda solución y2 linealmente independiente de y1 . Al dar una vuelta alrededor
del punto singular z0 , esta solución se transforma linealmente de la forma
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 35
( 1 ) a21
=0 (1.86)
0 (a22 )
que, de acuerdo con lo dicho, tiene una sola raı́z múltiple = 1. Por lo tanto, a22 = 1, de
manera que de (1.85) obtenemos:
ȳ2 y2 a21
= + (1.88)
ȳ1 y1 1
y2 a21 y2
ln(z z0 ) ⌘ a ln(z z0 ) (1.89)
y1 2⇡i 1 y1
al dar una vuelta alrededor de z0 , será una función analı́tica univaluada y podrá ser expresada
como un desarrollo en serie de Laurent. Por consiguiente, en este caso, teniendo en cuenta
(1.83), las soluciones de la ecuación (1.43) pueden expresarse en el entorno del punto singular
z0 en la forma:
1
X
r1
y1 = (z z0 ) cn (z z0 )n
1
1
X
y2 = (z z0 )r2 dn (z z0 )n + ay1 ln(z z0 ) (1.90)
1
donde
a21
a=
2⇡i 1
Demostrado el teorema.
36 José Marı́n Antuña
Los resultados obtenidos en el punto anterior son de ı́ndole puramente teórico, ya que no
permiten en la práctica obtener las soluciones de nuestra ecuación. En el presente punto
veremos un caso particular de gran importancia que se basa en el siguiente concepto.
Definición.
El punto singular aislado z0 de los coeficientes p(z) y q(z) de la ecuación (1.43) se llama punto
singular regular de la ecuación, si las series de Laurent en (1.83) o en (1.90) tienen un
número finito de miembros en la parte principal. En caso contrario, el punto singular z0 se
llama irregular.
Es fácil ver que, en este caso, incrementando r1 y r2 en un número entero, podemos lograr que
las series de potencias en (1.83) y (1.90) no contengan términos de potencias negativas, es decir
que -por ejemplo para (1.83)- en el caso en que el punto z0 sea un punto singular regular para
la ecuación (1.43), las soluciones de dicha ecuación tendrán en el entorno de z0 la forma:
1
X
r1
y1 = (z z0 ) cn (z z0 )n
n=0
1
X
y2 = (z z0 )r2 dn (z z0 )n (1.91)
n=0
Teorema
Para que el punto z0 sea un punto singular regular de la ecuación (1.43), es necesario y suficiente
que sea un polo de primer orden para el coeficiente p(z) de la ecuación y un polo de segundo
orden para el coeficiente q(z) como máximo. Es decir, que la ecuación (1.43) tenga la forma:
p1 (z) 0 q1 (z)
y 00 + y + y=0 (1.92)
z z0 (z z0 )2
Demostración:
1. Necesidad:
Exigiendo que (1.93) sean identidades, es decir, que y1 y y2 sean soluciones de la ecuación,
obtenemos para p(z) y q(z) las expresiones:
y200 y1 y100 y2
p(z) = (1.94)
y20 y1 y10 y2
y100 y10
q(z) = p(z) (1.95)
y1 y1
y2
= (z z0 )r2 r1
f (z) (1.96)
y1
donde f (z) es analı́tica en z0 , ya que es el cociente de dos funciones analı́ticas expresadas por
series de potencias positivas.
✓ ◆
d y2
(z) = y20 y1 y10 y2 ⌘ y12 = (z z0 )2r1 '(z)[(z z0 )r2 r1
f (z)]0 (1.97)
dz y1
donde
" 1
#2
X
'(z) = cn (z z0 )n
n=0
donde (z) es una función analı́tica en z0 dada por la expresión entre corchetes en (1.98).
Derivando, obtenemos:
0 0
(z) = (r1 + r2 1)(z z0 )r1 +r2 2
(z) + (z z0 )r1 +r2 1
(z) (1.99)
38 José Marı́n Antuña
0 0
(z) 1 r1 r 2 (z)
p(z) = = + (1.100)
(z) z z0 (z)
La expresión (1.100) significa que, efectivamente, p(z) tiene un polo de primer orden en z0 . Por
otra parte, de acuerdo con la teorı́a de residuos, la derivada logarı́tmica y10 /y1 tiene en z0 un
polo de primer orden, ya que de (1.91) se ve que y1 tiene un cero en z0 . Por consiguiente, y100 /y1
tendrá un polo de segundo orden en z0 . De (1.95) concluimos, por tanto, que, efectivamente,
q(z) tiene en z0 un polo de segundo orden.
Demostrada la necesidad.
2. Suficiencia:
Supongamos que p(z) tiene un polo de primer orden y q(z) un polo de segundo orden en z0 .
Demostremos que, entonces, las soluciones de la ecuación (1.43), que ahora adquiere la forma
(1.92), se expresan por (1.91); ello significará que el punto z0 es singular regular de la ecuación,
de acuerdo con la definición. De nuevo nos limitaremos al caso en que r1 6= r2 . En aras de
simplificar los cálculos, consideraremos z0 = 0. Escribamos la ecuación (1.92), después de
multiplicarla por z 2 , en la forma:
1
X
r
y=z cn z n (1.102)
n=0
Trataremos de demostrar que esta serie converge uniformemente, con lo que quedará demostrado
que la solución tiene la forma (1.102) y que, por lo tanto, z0 es un punto singular regular.
Derivando (1.102), obtenemos:
1
X 1
X
0 n+r 1 00
y = (n + r)cn z , y = (n + r)(n + r 1)cn z n+r 2
(1.103)
n=0 n=0
1
X 1
X 1
X
(n + r)(n + r 1)cn z n+r + p1 (z) (n + r)cn z n+r + q1 (z) cn z n+r (1.104)
n=0 n=0 n=0
1
X 1
X
k
p1 (z) = ak z , q1 (z) = bk z k (1.105)
k=0 k=0
Colocando (1.105) en (1.104) e igualando a cero los coeficientes para distintas potencias de z,
se obtienen las ecuaciones para determinar los coeficientes cn :
c0 f0 (r) = 0
c1 f0 (r + 1) + c0 f1 (r) = 0
c2 f0 (r + 2) + c1 f1 (r + 1) + c0 f2 (r) = 0 (1.106)
..............................................
cn f0 (r + n) + cn 1 f1 (r + n 1) + ... + c0 fn (r) = 0 (1.107)
f0 ( ) = ( 1) + a0 + b0
fn ( ) = an + bn , n = 1, 2, ... (1.108)
que es una ecuación de segundo grado. Sea r1 una raı́z de (1.109) tal, que para todo n entero
positivo, se cumpla que
Entonces, las restantes ecuaciones (1.106) nos permiten determinar sucesivamente c1 , c2 ,... El
coeficiente c0 permanece arbitrario y jugará, obviamente, el papel de constante arbitraria que
figura en la solución de la ecuación homogénea (1.101). Podemos, por lo tanto, tomar c0 = 1.
Demostremos que la serie ası́ construida (1.102) converge en un entorno de z = 0. Sea R el
radio de convergencia de las series (1.105). Para R1 < R, evidentemente
m1 m2
|ak | < k
, |bk | < k (1.111)
R1 R1
donde m1 y m2 son constantes relacionadas con las cotas de las funciones analı́ticas p1 (z) y
p2 (z). Entonces
40 José Marı́n Antuña
m1 + m2 M
|ak | + |bk | < k
< k (1.112)
R1 R1
donde M > m1 + m2 .
La relación
|r| + n |r| + n
= ! 0, n ! 1 (1.113)
f0 (r + n) (r + n)(r + n 1) + (r + n)a0 + b0
f1 (r + n 1) f2 (r + n 2) fn (r)
cn = cn 1 cn 2 ... c0 (1.115)
f0 (r + n) f0 (r + n) f0 (r + n)
Por lo tanto:
fk (r + n k) = bk + (r + n k)ak
por lo que
Siempre existirá un número positivo P suficientemente grande tal, que para los primeros N
coeficientes se cumpla que:
pk
|ck | < , k = 0, 1, 2, ..., N 1 (1.118)
R1k
Funciones Especiales de la Fı́sica Matemática 41
P >1+M (1.119)
Para los restantes coeficientes a partir de cN podemos utilizar (1.114). Demostremos a partir de
(1.114) que, si (1.118) se cumple para ck con k = 0, 1, 2, ..., n 1, entonces se cumple también
para k = n. Efectivamente, de acuerdo con (1.114), (1.116) y (1.117), tenemos que
|cn | < (|a1 | + |b1 |)|cn 1 | + ... + (|an | + |bn |)|c0 | (1.120)
M M M
|cn | < |cn 1 | + 2 |cn 2 | + ... + n |c0 | (1.121)
R1 R1 R1
Teniendo en cuenta que (1.118) se cumple para ck con k = 0, 1, 2, ..., n 1, tendremos que:
M n 1 M (P n 1) 1
|cn | < (P + Pn 2
+ ... + 1) ⌘ (1.122)
R1n P 1 R1n
P n+1 (1 + M )P n + M > 0
Es decir
P n [P (1 + M )] + M > 0 (1.123)
M (P n 1)
< Pn (1.124)
P 1
Pn
|cn | < (1.125)
R1n
lo que demuestra que, efectivamente, (1.118) se cumple para k = n también. Ası́ pues, hemos
demostrado que, si (1.118) se cumple para cierto k y para los subsiguientes se cumple (1.114),
entonces (1.125) se cumple para toda n. Pero la serie
42 José Marı́n Antuña
1
X Pn
zn (1.126)
n=0
R1n
converge absolutamente en el cı́rculo |z| < R1 /P . Por lo tanto, en este cı́rculo converge abso-
lutamente también la serie de la fórmula (1.102) y puede ser derivada miembro a miembro.
Ası́ pues, hemos demostrado que la fórmula (1.102) nos da, efectivamente, una solución de la
ecuación (1.101) en el entorno del punto z = 0. Ello implica, evidentemente, que dicha serie
converge en todo el cı́rculo |z| < R en el que convergen las series (1.105), ya que en caso
contrario la función definida en el entorno de z = 0 por la serie (1.102) deberı́a tener en el
cı́rculo |z| < R un punto singular diferente de z = 0, lo que es imposible.
Demostrada la suficiencia.
Demostrado el teorema.
Comúnmente, a las series del tipo (1.102) o (1.91) se les llama series de potencias genera-
lizadas.
Como conclusión de la teorı́a desarrollada en este espı́grafe podemos decir que, si el punto z0
es un punto singular regular de la ecuación, ello significa que los coeficientes p(z) y q(z) tienen
un polo de primer orden y de segundo orden en z0 , respectivamente, y que la solución de la
ecuación puede buscarse en forma de una serie de potencias generalizada con centro en z0 . Si,
por el contrario, el punto z0 es regular para los coeficientes p(z) y q(z), entonces la solución de
la ecuación se podrá buscar como una serie de potencias común y corriente con centro en z0 .
Estos resultados nos permitirán en el próximo capı́tulo acometer la búsqueda de la solución de
la ecuación de Bessel en la forma de una serie de potencias generalizada.
Capı́tulo 2
Funciones Cilı́ndricas
✓ ◆
1 d dy ⌫2
x + 1 y=0 (2.1)
x dx dx x2
✓ ◆
1 0
00 ⌫2
y + y + 1 y=0 (2.2)
x x2
43
44 José Marı́n Antuña
funciones cilı́ndricas, en 1824 obtuvo las fórmulas recurrentes para las soluciones de la ecuación
(2.1) en un trabajo relacionado con el movimiento de los planetas alrededor del sol, profundizó
en el estudio de las propiedades de sus soluciones y obtuvo la representación integral de las
mismas. Demostró, además, que la solución de la ecuación tiene un número infinito de ceros y
confeccionó las primeras tablas de las funciones conocidas hoy en dı́a como funciones de Bessel.
Dado que el punto x = 0 es singular regular para la ecuación (2.2), de acuerdo con la teorı́a
desarrollada en el último epı́grafe del capı́tulo anterior, buscaremos su solución en forma de
una serie de potencias generalizada con centro en el punto x = 0. Es decir, propondremos la
solución en la forma:
1
X
y(x) = ak xk+ (2.3)
k=0
1
X 1
X
0 k+ 1 00
y = ak (k + )x , y = ak (k + )(k + 1)xk+ 2
(2.4)
k=0 k=0
1
X 1
X
2 k+ 2
[(k + )(k + 1) + (k + ) ⌫ ]ak x + ak xk+ = 0 (2.5)
k=0 k=0
1
X 1
X
2 2 k+ 2
[(k + ) ⌫ ]ak x + ak 2 xk+ 2
=0 (2.6)
k=0 k=2
1
X
2
[ ⌫ 2 ]a0 x 2
+ [( + 1)2 ⌫ 2 ]a1 x 1
+ {[(k + )2 ⌫ 2 ]ak + ak 2 }xk+ 2
=0 (2.7)
k=2
Para que la igualdad a cero en (2.7) sea válida, deberán ser iguales a cero los coeficientes que
acompañan a las potencias de x, en virtud de la independencia lineal de éstas. Por consiguiente,
concluimos para el coeficiente que acompaña a x 2 que:
2
[ ⌫ 2 ]a0 = 0 (2.8)
Funciones Cilı́ndricas 45
= ±⌫ (2.9)
1
Para el coeficiente que acompaña a x , igualmente, tenemos que
El corchete en (2.10) nunca es igual a cero en virtud de (2.9), por lo que tendrá que ser
a1 = 0 (2.11)
De (2.12) obtenemos para los coeficientes ak de la solución propuesta (2.7) la siguiente fórmula
recurrente:
ak 2
ak = (2.13)
(k + )2 ⌫2
La expresión (2.13) nos indica que todos los coeficientes pares se expresan a través de a0 y
todos los coeficientes impares a través de a1 , lo que de (2.11) implica que todos los coeficientes
impares son iguales a cero; por consiguiente, sólo quedan los coeficientes pares. Haciendo
k = 2m, obtenemos para ellos la expresión:
a2m 2 a2m 2
a2m = ⌘ (2.14)
(2m + )2 ⌫2 (2m + + ⌫)(2m + ⌫)
Analicemos uno de los casos posibles del valor de dados por (2.9). Especı́ficamente, conside-
remos el caso en que = ⌫. Tendremos entonces que
a2m 2 a2m 2
a2m = ⌘ 2
(2.15)
(2m + 2⌫)2m 2 m(m + ⌫)
a2m 4
a2m 2 = (2.16)
22 (m 1)(m + ⌫ 1)
46 José Marı́n Antuña
a2m 6
a2m 4 = (2.17)
22 (m 2)(m + ⌫ 2)
................................................
a2
a4 = (2.18)
22 2(2 + ⌫)
a0
a2 = (2.19)
22 1(1 + ⌫)
Colocando (2.19) en (2.18) y ası́ sucesivamente, hasta colocar (2.16) en (2.15), obtenemos,
finalmente:
( 1)m a0
a2m = (2.20)
22m m!(⌫ + 1)(⌫ + 2)...(⌫ + m)
(m + ⌫ + 1)
(⌫ + 1)(⌫ + 2)...(⌫ + m) = (2.21)
(⌫ + 1)
donde
Z 1
(s) = xs 1 e x dx (2.22)
0
(s + 1) = s (s) (2.23)
( 1)m a0 (⌫ + 1) ( 1)m a0 (⌫ + 1)
a2m = ⌘ (2.24)
22m m! (m + ⌫ + 1) 22m (m + 1) (m + ⌫ + 1)
1
X 1
X
k+
y(x) = ak x ⌘ a2m x2m+⌫ (2.25)
k=0 m=0
1
a0 = (2.26)
2⌫ (⌫ + 1)
Colocando (2.26) en (2.24) y a su vez (2.24) en (2.25), obtenemos, finalmente, para la solución
de la ecuación de Bessel (2.2) en el caso = ⌫ la expresión:
1 2m+⌫
X ( 1)m x2
J⌫ (x) = (2.27)
m=0
(m + 1) (m + ⌫ + 1)
1 2m ⌫
X ( 1)m x2
J ⌫ (x) = (2.28)
m=0
(m + 1) (m ⌫ + 1)
De acuerdo con la teorı́a general desarrollada en el capı́tulo 1, la función (2.28) será para ⌫ > 0
y no entero la otra solución linealmente independiente de la ecuación de Bessel (2.1), ya que
para los valores señalados de ⌫, de (2.28) se ve que J ⌫ (x) tiene en x = 0 un polo de orden
⌫. Por consiguiente, para ⌫ > 0 y no entero la solución general de la ecuación de Bessel (2.1)
tendrá la forma
donde A y B son constantes arbitrarias. Sin embargo, la segunda solución linealmente indepen-
diente de la ecuación de Bessel (2.1) aún no está totalmente determinada, ya que para ⌫ = 0
(2.28) coincide con (2.27) por lo que habrá que establecer la expresión de esa segunda solución
para el caso en que ⌫ = 0. Además, para valores enteros de ⌫ = n, es fácil ver que, en virtud
de que (m n + 1) es infinitamente grande en módulo para 0 m n 1, los primeros n
sumandos en (2.28) son iguales a cero por lo que, haciendo el cambio de ı́ndice de sumatoria
m n = k, obtenemos de (2.28):
n 1 2m n 1 2m n
X ( 1)m x2 X ( 1)m x2
J n (x) = + ⌘
m=0
(m + 1) (m n + 1) m=n
(m + 1) (m n + 1)
X1 x 2m n X1 2k+2n n
( 1)m
2
( 1)k+m x2
⌘ = =
m=n
(m + 1) (m n + 1) k=0
(k + n + 1) (k + 1)
1 2k+n
X ( 1)k x2
n
= ( 1) ⌘ ( 1)n Jn (x) (2.30)
k=0
(k + 1) (k + n + 1)
Es decir, que para ⌫ = n las funciones (2.27) y (2.28) son linealmente dependientes, por
lo que para valores enteros de ⌫ aún habrá que determinar la segunda solución linealmente
independiente de la ecuación de Bessel (2.1). A fin de establecer una expresión de la solución
general de la ecuación de Bessel que, a diferencia de (2.29), sea válida para cualquier ⌫, en
el próximo epı́grafe definiremos la otra solución linealmente independiente de la ecuación de
Bessel y otras funciones cilı́ndricas de utilidad en la Fı́sica Matemática.
donde J⌫ (x) y J ⌫ (x) son las soluciones de la ecuación de Bessel halladas en el epı́grafe anterior,
dadas por (2.27) y (2.28), respectivamente. Para valores no enteros del parámetro ⌫, (2.31) no
es más que una combinación lineal de ambas soluciones, por lo que esta función será también
solución de la ecuación de Bessel. Redefiniendo convenientemente las constantes A y B en
(2.29), la solución general de la ecuación de Bessel, obviamente, podrá expresarse en este caso
como:
Funciones Cilı́ndricas 49
Veamos ahora qué ocurre en el caso en que ⌫ es entero. Es evidente que no se puede evaluar
directamente ⌫ = n (n = 0, 1, 2, ...) en la expresión (2.31), ya que en ese caso tiene lugar una
indeterminación del tipo 0/0. Tomemos, por lo tanto, el lı́mite de la función de Neumann (2.31)
para ⌫ ! n (n = 0, 1, 2, ...). Aplicando la regla de L’Hospital, obtenemos:
⇣ ⌘
@J⌫ @J ⌫
@⌫
cos ⌫⇡ ⇡J⌫ sin ⌫⇡ @⌫
lim N⌫ (x) ⌘ Nn (x) = lim (2.33)
⌫!n ⌫!n ⇡ cos ⌫⇡
⇢✓ ◆ ✓ ◆
1 @J⌫ n @J ⌫
Nn (x) = ( 1) (2.34)
⇡ @⌫ ⌫=n @⌫ ⌫=n
⇣ x ⌘⌫ xX
1
( 1)k x2
2k ⇣ x ⌘⌫ X
1
( 1)k x2
2k 0
@J⌫ ⌫ (k + ⌫ + 1)
= ln 2
⌘
@⌫ 2 2 k=0 (k + 1) (k + ⌫ + 1) 2 k=0 (k + 1) (k + ⌫ + 1)
1 2k+⌫
x X ( 1)k x2
⌘ J⌫ (x) ln (k + ⌫ + 1) (2.35)
2 k=0
(k + 1) (k + ⌫ + 1)
donde la función
0
⌫ (k
+ ⌫ + 1) d
(k + ⌫ + 1) = ⌘ ln (k + ⌫ + 1) (2.36)
(k + ⌫ + 1) d⌫
es la derivada logarı́tmica de la función gamma, para la cual se conocen las siguientes propie-
dades:
Xn
1
(n + 1) = + (2.37)
m=1
m
(1) = (2.38)
donde
= 0.5772156649015325... (2.39)
( n
)
X 1 1 p
3
= lim ln n ⇡ ( 10 1) (2.40)
n!1
m=1
m 2
✓ ◆ 1 2k
" k
#
@J⌫ x X ( 1)k x2 X 1
= J0 (x) ln + ⌘
@⌫ ⌫=0 2 k=0
(k + 1) (k + 1) m=1
m
1 2k 1 2k k
x X ( 1)k x2 X ( 1)k x2 X 1
⌘ J0 (x) ln + + ⌘
2 k=1
(k!)2 k=1
(k!)2 m=1
m
x h
i X1
( 1)k x2
2k
Xk
1
⌘ J0 (x) ln + (2.41)
2 k=1
(k!)2 m=1
m
✓ ◆ h i X1 2k
Xk
@J ⌫ x ( 1)k x2 1
⌘ J0 (x) ln + + (2.42)
@⌫ ⌫=0 2 k=1
(k!)2 m=1
m
Por lo tanto, colocando (2.41) y (2.42) en (2.34), obtenemos para la función de Neumann de
orden cero la expresión:
2 h x i 1
2 X ( 1)k x2
2k
Xk
1
N0 (x) = J0 (x) ln + (2.43)
⇡ 2 ⇡ k=1 (k!)2 m=1
m
Nótese que para x ! 0 esta función tiene una singularidad logarı́tmica, lo que era de esperar,
de acuerdo con la teorı́a general desarrollada en el capı́tulo anterior, ya que J0 (x) ! 1 para
x ! 0, es decir, es acotada y diferente de cero en x = 0.
Funciones Cilı́ndricas 51
Veamos ahora el caso en que ⌫ = n > 0. Aquı́ hay que tener cuidado en la derivación de
(2.28), por lo que dicho cálculo lo efectuaremos detalladamente. De acuerdo con la fórmula
complementaria de la función gamma
⇡
(x) (1 x) = (2.44)
sin ⇡x
tendremos que:
⇡ ⇡
(1 ⌫ + k) (⌫ k) = ⌘ (2.45)
sin(⌫ k)⇡ ( 1)k sin ⌫⇡
n 1 2k ⌫ 1 2k ⌫
X ( 1)2k x2 sin ⌫⇡ X ( 1)k x2
J ⌫ (x) = (⌫ k) + (2.46)
k=0
(k + 1) ⇡ k=n
(k + 1) (k ⌫ + 1)
@J ⌫ ⇣x⌘ ⌫ xX
1
( 1)k x2
2k
= ln +
@⌫ 2 2 k=0 (k + 1) (k ⌫ + 1)
n 1
X x 2k ⌫
2 sin ⌫⇡ 0
+ (⌫ k) + cos ⌫⇡ (⌫ k) +
k=0
(k + 1) ⇡
1 2k ⌫
X ( 1)k x2
+ (k ⌫ + 1) (2.47)
k=n
(k + 1) (k ⌫ + 1)
Por lo tanto:
✓ ◆
(n k) ⇣ x ⌘2k
n 1
X
@J ⌫ x n
n
= J n (x) ln + ( 1) +
@⌫ ⌫=n 2 k=0
(k + 1) 2
1 2k n
X ( 1)k x2
+ (k n + 1) (2.48)
k=n
(k + 1) (k n + 1)
✓ ◆
(n k) ⇣ x ⌘2k
n 1
X
@J ⌫ x n
n
= J n (x) ln + ( 1) +
@⌫ ⌫=n 2 k=0
(k + 1) 2
1 2k+n
X ( 1)k x2
n
+ ( 1) (k + 1) (2.49)
k=0
(k + 1) (k + n + 1)
donde hemos llamado de nuevo k a l. Teniendo en cuenta (2.37) y (2.38) y la relación (2.30)
del epı́grafe anterior, de (2.49) obtenemos:
✓ ◆ i h (n k) ⇣ x ⌘2k
n 1
X
@J ⌫ n x n
n
= ( 1) Jn (x) ln + + ( 1) +
@⌫ ⌫=n 2 k=0
(k + 1) 2
1 2k+n k
X ( 1)k x2 X 1
n
+ ( 1) (2.50)
k=1
(k + 1) (k + n + 1) m=1 m
ya que
1 2k+n
X
( 1)k x2
(k + 1) =
k=0
(k + 1) (k + n + 1)
" #
⇣ x ⌘n 1
1
X ( 1)k x2
2k+n
X k
1
= + + =
2 (n + 1) k=1 (k + 1) (k + n + 1) m=1
m
1 2k+n 1 2k+n k
X ( 1)k x2 X ( 1)k x2 X 1
= + (2.51)
k=0
(k + 1) (k + n + 1) k=1 (k + 1) (k + n + 1) m=1 m
y la serie del primer sumando, que acompaña a , no es otra cosa que Jn (x). Además, de
(2.35) tenemos que:
✓ ◆ hi ⇣ x ⌘n 1 X
n 1 2k+n k+n
@J⌫ x 1 X ( 1)k x2 X 1
= Jn (x) ln + (2.52)
@⌫ ⌫=n 2 2 n! m=1 m k=1 (k + 1) (k + n + 1) m=1 m
2 h x i 1 X (n k) ⇣ x ⌘2k n 1 ⇣ x ⌘n 1
n 1
Nn (x) = Jn (x) ln +
⇡ 2 ⇡ k=0 (k + 1) 2 ⇡ 2 n!
1 2k+n
" k+n k
#
1X ( 1)k x2 X 1 X 1
+ (2.53)
⇡ k=1 (k + 1) (k + n + 1) m=1 m m=1 m
Nótese que el segundo sumando en (2.53) evidencia que la Nn (x) tiene en x = 0 un polo de
orden n, resultado que era de esperar de acuerdo con la teorı́a general desarrollada en el capı́tulo
anterior, ya que Jn (x) tiene en x = 0 un cero de orden n.
Los comportamientos analizados para la función de Neumann (2.43) y (2.53) en el entorno del
punto x = 0, donde para la ecuación de Bessel k(x) = 0, nos permiten afirmar, de acuerdo
con la teorı́a general desarrollada en el capı́tulo anterior para la ecuación generatriz de las fun-
ciones especiales, que, efectivamente, la función de Neumann es la segunda solución linealmente
independiente de la ecuación de Bessel.
Es conveniente plantear que hubiéramos podido proceder de otra forma: Utilizando la expresión
(1.18) del capı́tulo anterior, la segunda solución linealmente independiente de la ecuación de
Bessel hubiera podido ser escrita en la forma:
Z x
Cd↵
Nn (x) = Jn (x) + C1 (2.54)
x0 ↵Jn2 (↵)
El cálculo de la expresión (2.54) nos conducirı́a a las expresiones (2.43) y (2.53) de la función
de Neumann, con una selección adecuada de las constantes C y C1 . De la fórmula (2.54) se ve
directamente que Nn (x) crece indefinidamente en módulo cuando x ! 0 con las singularidades
requeridas (Teorema del capı́tulo anterior), de donde se desprende que es la segunda solución
linealmente independiente de la ecuación de Bessel.
1 2k
X ( 1)k x2
J0 (x) = 1 + (2.55)
k=1
(k!)2
J0 (x) ! 1, 8x ! 0 (2.56)
2
N0 (x) ⇠ ln x, 8x ! 0 (2.57)
⇡
1 2k+n
xn X ( 1)k x2
Jn (x) = + (2.58)
2n (n + 1) k=1 (k + 1) (k + n + 1)
lo que evidencia que esta función tiene en x = 0 un cero de orden n. En concordancia con esto,
de la fórmula (2.53) se ve que la función de Neumann de orden n tiene en el entorno de x = 0
un comportamiento asintótico de la forma:
2n (n 1)! 1
Nn (x) ⇠ , 8x ! 0 (2.59)
⇡ xn
lo que está en correspondencia con el polo de orden n que dicha función debe tener en x = 0,
de acuerdo con la teorı́a general desarrollada en el capı́tulo anterior. Como se aprecia de (2.57)
y (2.59), la función de Neumann tiende a 1 para x ! 0, la de orden cero como un logaritmo
y la de orden n > 0 como una hipérbola.
Definamos ahora otras dos funciones cilı́ndricas que son de gran utilidad en diferentes problemas
prácticos de la Fı́sica Matemática; ellas, por supuesto, serán combinaciones lineales de las
funciones de Bessel y de Neumann. Llamaremos función de Hankel de primer tipo a la
función:
r ⇣
2 ⇡ ⇡⌘
J⌫ (x) = cos x ⌫ (2.63)
⇡x 2 4
r ⇣
2 ⇡ ⇡⌘
N⌫ (x) = sin x ⌫ (2.64)
⇡x 2 4
r
2 i(x ⌫ ⇡2 ⇡
)
H⌫(1) (x) = e 4 (2.65)
⇡x
r
2 i(x ⌫ ⇡2 ⇡
)
H⌫(2) (x) = e 4 (2.66)
⇡x
La validez de las fórmulas (2.63)-(2.66) para x ! 1 será demostrada, posteriormente, con todo
rigor teórico. Aunque su obtención se hará considerando que x ! 1, es posible comprobar
por métodos computacionales que, para valores de x > 10, la diferencia entre los valores dados
por las expresiones (2.63)-(2.66) y por las fórmulas (2.27), (2.53), (2.60) y (2.61) es del orden
de la millonésima, por lo que estas fórmulas asintóticas son utilizables en la práctica para tales
valores de x. Los gráficos de algunas funciones de Bessel y de Neumann pueden observarse en
la Fig. 2.1 y la Fig. 2.2, respectivamente.
" #
X1 k x 2k+⌫
d ⌫ d ( 1)
[x J⌫ (x)] ⌘ x⌫ 2
=
dx dx k=0
(k + 1) (k + ⌫ + 1)
1 1
d X ( 1)k x2k+2⌫ X ( 1)k 2(k + ⌫)x2k+2⌫ 1
= = =
dx k=0 2⌫ (k + 1) (k + ⌫ + 1) k=0 2⌫ (k + 1) (k + ⌫ + 1)
1 2k+⌫ 1
X ( 1)k (k + ⌫) x2
⌫
= x ⌘ x⌫ J⌫ 1 (x) (2.67)
k=0
(k + 1)(k + ⌫) (k + ⌫ + 1)
56 José Marı́n Antuña
donde hemos tenido en consideración la expresión (2.27) de la función de Bessel y las propiedades
de la función gamma.
d ⌫
[x J⌫ (x)] ⌘ x⌫ J⌫ 1 (x) (2.68)
dx
d 1 1
J⌫ (x) ⌘ J⌫+1 (x) (2.69)
dx x⌫ x⌫
Puede demostrarse que las relaciones de recurrencia (2.68) y (2.69), ası́ como las que de ellas
derivemos, son válidas, igualmente, para todas las funciones cilı́ndricas. Hallemos algunas otras
Funciones Cilı́ndricas 57
La expresión (2.70) nos indica que los máximos y los mı́nimos de J0 (x) coinciden con los ceros
de J1 (x). Por otra parte, si en (2.68) hacemos ⌫ = 1, obtenemos:
d ⌫
[x J1 (x)] = xJ0 (x) (2.71)
dx
Z x
⇠J0 (⇠)d⇠ = xJ1 (x) (2.72)
0
⌫
J⌫0 (x) + J⌫ (x) = J⌫ 1 (x) (2.73)
x
⌫
J⌫0 (x) + J⌫ (x) = J⌫+1 (x) (2.74)
x
Las fórmulas (2.73) y (2.74) son fórmulas de recurrencia útiles. Sumando (2.73) y (2.74), se
puede obtener que:
2⌫
J⌫+1 (x) = J⌫ (x) J⌫ 1 (x) (2.75)
x
La expresión (2.75) es una importante fórmula de recurrencia que nos establece los valores de
la función de orden ⌫ + 1 en términos de los valores de las funciones cilı́ndricas de órdenes ⌫ y
⌫ 1 inmediatos anteriores. Gracias a ella, es suficiente conocer los valores de J0 (x) y J1 (x)
para establecer los valores de J2 (x), J3 (x), etc. y los valores de N0 (x) y N1 (x) para hallar los
valores de N2 (x), N3 (x), etc. Por ello, las tablas que aparecen en los libros contienen sólamente
los valores de las funciones cilı́ndricas de orden cero y de orden uno.
Es necesario aclarar, sin embargo, que -aunque lo dicho es válido teóricamente- en la práctica,
al trabajar con la fórmula (2.75) en una computadora para el cálculo de los valores numéricos
de funciones cilı́ndricas de órdenes muy superiores a partir de los valores funcionales de las
funciones de orden cero y de orden uno, se van introduciendo en las iteraciones errores de
redondeo, producto de la representación aproximada de los números en la computadora, lo
que hace que los valores numéricos que se obtengan puedan ser bastante diferentes de los
que realmente les corresponden a las funciones. Este hecho debe tenerse en cuenta, a fin de
no cometer errores en el cálculo de las funciones cilı́ndricas de órdenes superiores; existen
aproximaciones polinomiales a las funciones cilı́ndricas -posibles de encontrar en la literatura
especializada sobre métodos numéricos- que permiten efectuar los cálculos de funciones de
órdenes superiores con la precisión que se necesite.
En la ecuación de Bessel
✓ ◆
1 d 0 ⌫2
[xy ] + 1 y=0 (2.76)
x dx x2
resuelta por nosotros en el epı́grafe 1, hagamos el cambio de variables x = ↵r, donde ↵ es cierto
parámetro. Entonces la ecuación (2.76) toma la forma
Funciones Cilı́ndricas 59
✓ ◆
1 d 0 ⌫2
[rR ] + ↵2 R=0 (2.77)
r dr r2
Supongamos que la ecuación (2.77) es resuelta en cierto intervalo (r1 , r2 ). Esta ecuación es un
caso particular de la ecuación generatriz de las funciones especiales estudiada en el capı́tulo
2
anterior, con k(r) = r, q(r) = ⌫r , p(r) = r y = ↵2 por consiguiente, de acuerdo con la
teorı́a general estudiada en dicho capı́tulo, sus soluciones serán ortogonales en el intervalo en
cuestión con peso p(r) = r para distintos valores del autovalor ↵. El cuadrado de la norma de
las autofunciones, de acuerdo con la expresión (1.34), será
Z r2 Z r2
2 2 2
N ⌘k y(↵r) k ⌘k R k = y (↵r)rdr ⌘ R2 (r)rdr (2.79)
r1 r1
A continuación buscaremos una expresión de cálculo para esta norma, válida para cualquier
función cilı́ndrica. Como caso particular, obtendremos la expresión para la función de Bessel
en el intervalo (0, r0 ).
Introduzcamos la notación
✓ ◆
1 d 0 ⌫2
[rR1 ] + ↵12 R1 = 0 (2.81)
r dr r2
Multipliquemos (2.77) por rR1 y (2.81) por rR y restemos ambas expresiones. Obtenemos:
d d
[rR0 ]R1 [rR10 ]R + (↵2 ↵12 )RR1 r = 0 (2.82)
dr dr
Es decir
d
[rR1 R0 rRR10 ] = (↵12 ↵2 )RR1 r (2.83)
dr
Z r2
0
[rR1 R rRR10 ]|rr21 = (↵12 ↵ ) 2
RR1 rdr (2.84)
r1
Por consiguiente:
Z r2
{r[R1 R0 RR10 ]}|rr21
RR1 rdr = (2.85)
r1 ↵12 ↵2
Z r2
{r[y(↵1 r)↵y 0 (↵r) y(↵r)↵1 y 0 (↵1 r)]}|rr21
y(↵r)y(↵1 r)rdr = (2.86)
r1 ↵12 ↵2
Z r2
2 {r[y(↵1 r)↵y 0 (↵r) y(↵r)↵1 y 0 (↵1 r)]}|rr21
N= y (↵r)rdr = lim (2.87)
r1 ↵1 !↵ ↵12 ↵2
La fórmula (2.87) nos da la expresión general del cuadrado de la norma de cualquier función
cilı́ndrica en el intervalo (r1 , r2 ). Si, en particular, y(↵r) = J⌫ (↵r), r1 = 0 y r2 = r0 , obtenemos
para el cuadrado de la norma de la función de Bessel la expresión:
Z r0
2 r0 [J⌫ (↵1 r0 )↵J⌫0 (↵r0 ) J⌫ (↵r0 )↵1 J⌫0 (↵1 r0 )]
N⌫ =k J⌫ (↵r) k = J⌫2 (↵r)rdr = lim (2.88)
0 ↵1 !↵ ↵12 ↵2
N⌫ = lim r0 f (↵, ↵1 , r0 )
↵1 !↵
donde
[r0 J⌫0 (↵1 r0 )↵J⌫0 (↵r0 ) J⌫ (↵r0 )J⌫0 (↵1 r0 ) J⌫ (↵r0 )↵1 r0 J⌫00 (↵1 r0 )]
f= (2.89)
2↵1
✓ ◆
1 0 ⌫2
J⌫00 (↵1 r0 ) = J (↵1 r0 ) 1 J⌫ (↵1 r0 ) (2.90)
↵1 r0 ⌫ ↵12 r02
Funciones Cilı́ndricas 61
Z r0 ⇢ ✓ ◆
2 r0 0 ⌫2
N⌫ ⌘k J⌫ (↵r) k ⌘ J⌫2 (↵r)rdr = 2
[J⌫ (↵r0 )] + 1 J⌫2 (↵r0 ) (2.91)
0 2 ↵2 r02
Las expresiones obtenidas en este epı́grafe serán utilizadas durante la solución de los problemas
de frontera de la Fı́sica Matemática en la segunda parte de la presente obra, dedicada a las
ecuaciones en derivadas parciales de la Fı́sica Matemática. De acuerdo con lo visto en el capı́tulo
anterior, podemos afirmar que las funciones cilı́ndricas forman un espacio funcional normado
de infinitas dimensiones, ya que el sistema de las funciones cilı́ndricas es cerrado y completo. El
teorema del desarrollo estudiado en dicho capı́tulo podrá ser aplicado aquı́: Cualquier función
continua y dos veces diferenciable y acotada en (0, r0 ) admite un desarrollo en serie de funciones
de Bessel:
1
X
f (r) = fn⌫ J⌫ (↵n(⌫) r) (2.92)
n=1
donde
Z r0
1
fn⌫ = f (r)J⌫ (↵n(⌫) r)rdr (2.93)
N⌫ 0
En el año 1732 Daniel Bernoulli planteó y resolvió el problema sobre las oscilaciones de una
cadena pesada colgada verticalmente. Supongamos que una cadena pesada y homogénea AM B
de longitud l está colgada verticalmente en el punto B y que bajo la acción de la fuerza de la
gravedad realiza oscilaciones alrededor de la posición de equilibrio. Si llamamos t al tiempo, x
a la longitud del arco desde el punto A al punto variable M y u = u(x, t) al desplazamiento del
punto M de la vertical (Fig. 2.3), entonces la ecuación de las oscilaciones pequeñas será
✓ 2 ◆
@2u @ u @u
=g x 2 + (2.94)
@t2 @x @x
Siguiendo los razonamientos hechos por Bernoulli, resolveremos la ecuación (2.94) por el método
de separación de variables. Para ello, en primer lugar, buscaremos su solución particular que
62 José Marı́n Antuña
tenga la forma del producto de dos funciones, una de ellas dependiente sólo de la variable x y
la otra dependiente sólo de la variable t:
T 00 xX 00 + X 0
=g = !2 (2.96)
T X
T 00 + ! 2 T = 0
!2
xX 00 + X 0 + X = 0 (2.97)
g
donde A y ' son ciertas constantes. La segunda ecuación (2.97) puede escribirse de la siguiente
manera:
d !2
[xX 0 ] + X = 0 (2.99)
dx g
g 2 gy
x= 2
y , dx = dy (2.100)
4! 2! 2
⇣ g ⌘
2
X(x) = X y ⌘ Y (y) (2.101)
4! 2
2! 2 d gy 2 2! 2 dY !2
+ Y =0 (2.102)
gy dy 4! 2 gy dy g
Es decir:
1 d dY
y +Y =0 (2.103)
y dy dy
La ecuación (2.103) no es otra cosa que la ecuación de Bessel de orden cero. Su solución general
será:
64 José Marı́n Antuña
Regresando a la variable inicial y teniendo en cuenta (2.100), de (2.104) obtenemos para X(x):
✓ r ◆ ✓ r ◆
x x
X(x) = BJ0 2! + CN0 2! (2.105)
g g
donde B y C son constantes arbitrarias. Desde el punto de vista fı́sico, es evidente que, para
x ! 0, la solución debe ser acotada. Como la función de Neumann no lo es, ello implica
que, forzosamente, tiene que ser C = 0. La constante B podemos tomarla igual a 1, ya que
en la expresión para T (t) aparece ya la constante arbitraria A. Por consiguiente, la solución
particular de la ecuación (2.94) será:
✓ r ◆
x
u(x, t) = AJ0 2! sin(!t + ') (2.106)
g
La solución (2.106) que hemos hallado tiene que cumplir la evidente condición de frontera en
el extremo x = l:
u(l, t) = 0 (2.107)
para todo t, ya que la cadena está fija por ese extremo (Fig. 2.3). Ello significa, de (2.106),
que deberá cumplirse que
s !
l
J0 2! =0 (2.108)
g
(0)
Por consiguiente, si llamamos µk a las raı́ces de la ecuación
J0 (µ) = 0 (2.109)
obtenemos que las frecuencias ! de las oscilaciones no son arbitrarias, sino que vendrán dadas
por la expresión
(0) r
µ g
!k = k (2.110)
2 l
r ◆ !
✓ (0) r
(0) x µk g
uk (x, t) = Ak J0 µk sin t + 'k (2.111)
l 2 l
con k = 1, 2, 3, ...
La fórmula (2.111) nos indica que, para k fijo, los puntos de la cadena oscilan con la misma
frecuencia !k con una amplitud que varı́a de punto en punto por la ley
✓ r ◆
(0) x
Ak J 0 µk
l
Como para x = 0, J0 (0) = 1, el coeficiente Ak no es otra cosa que la amplitud del extremo
libre A de la cadena. Al variar k, es decir, al tomar diferentes ceros de la función de Bessel
J0 (x), la frecuencia !k varı́a, ası́ como también varı́a la forma de la amplitud de oscilación de
la cadena. En las figuras. 2.4, 2.5 y 2.6 aparece la ley de variación de la amplitud de los puntos
de la cadena al tomar el primero, segundo y tercer cero de la función de Bessel (es decir, para
k = 1, 2, 3, respectivamente).
En la segunda parte de la presente obra veremos que las oscilaciones reales por el método de
separación de variables se expresan como la superposición de todas las soluciones particulares
(2.111) de la ecuación (2.94) por todas las posibles k. Como k toma infinitos valores, la solución
tendrá la forma
r ◆ !
1
X ✓ (0) r
(0) x µk g
u(x, t) = Ak J 0 µk sin t + 'k (2.112)
k=1
l 2 l
Los coeficientes Ak y 'k se determinan a partir de las condiciones iniciales: la elongación inicial
y la velocidad inicial de los puntos x de la cadena, que deben ser dadas como funciones conocidas
de x:
1 ✓ r ◆
X (0) x
'(x) = Ak sin 'k J0 µk (2.114)
k=1
l
66 José Marı́n Antuña
1
X (0) r ✓ r ◆
µ g (0) x
(x) = Ak k sin 'k J0 µk (2.115)
k=1
2 l l
De acuerdo con el teorema del desarrollo visto en el epı́grafe 3 del capı́tulo anterior, de las series
(2.114) y (2.115) obtenemos, para los coeficientes, las expresiones:
Z l ✓ r ◆
1 (0) x
Ak sin 'k = '(x)J0 µk xdx (2.116)
k J 0 k2 0 l
s Z ✓ r ◆
1 2 l l (0) x
Ak cos 'k = 2 (0)
(x)J0 µk xdx (2.117)
k J 0 k µk g 0 l
El cuadrado de la norma, teniendo en cuenta (2.109), (2.91) del epı́frafe anterior y la fórmula
recurrente (2.70) del epı́frafe 2, será:
Funciones Cilı́ndricas 67
1 (0)
k J0 k2 = J12 (µk ) (2.118)
2
En la segunda parte de la presente obra se verá que el proceso de las oscilaciones de una
membrana se describe mediante la ecuación
@2u
= a2 r 2 u (2.119)
@t2
para 0 ' < 2⇡, donde u(r, ', t) es la elongación del punto (r, ') de la membrana en el
instante t. Debido a la expresión del laplaciano en coordenadas polares tendremos, si buscamos
la solución en la forma:
68 José Marı́n Antuña
de la ecuación (4.26):
✓ ◆
00 1 @
2 @v 1 @2v
T v=a T r + (2.121)
r @r @r r2 @'2
1 @ 1 @2v
T 00 r @r
r @v
@r
+ r 2 @'2
= = (2.122)
a2 T v
T 00 + a2 T = 0 (2.123)
p p
T (t) = A cos at + B sin at (2.124)
1 @ 1 @2v
r @r
r @v
@r
+ r2 @'2
+ =0 (2.125)
v
1 d 1
(rR0 ) + 2 00
R+ R =0 (2.127)
r dr r
r2
Para separar variables en (2.127), multipliquemos por R
. Obtenemos:
d
r dr (rR0 ) 00
+ r2 = = 2
(2.128)
R
La constante que aparece en (2.128) viene dada por el hecho de que a la izquierda tenemos una
función que depende sólo de r y a la derecha una función que depende sólo de '. De (2.128)
obtenemos para (') la ecuación:
00 2
+ = 0, 80 ' 2⇡ (2.129)
Es posible demostrar que la solución general de esta ecuación correspondiente a una periodicidad
de 2⇡, es decir, que cumpla con la obvia condición de que
✓ ◆
1 d 0 n2
[rR ] + 1 R = 0, 80 r < r0 (2.132)
r dr r2
p
Si en (2.132) hacemos el cambio de variables x = r obtenemos, haciendo y(x) ⌘ R(r):
✓ ◆
1 d 0 n2
[xy ] + 1 y=0 (2.133)
x dx x2
p p
y(x) ⌘ R(r) = EJn ( r) + F Nn ( r) (2.134)
Pero, como las oscilaciones de la membrana, evidentemente, tienen que ser acotadas y la función
de Neumann no lo es en r = 0, F = 0 y nos queda la solución en la forma:
p
R(r) = Jn ( r) (2.135)
donde hemos considerado E = 1, ya que las funciones T (t) y (') contienen ya constantes
arbitrarias. Teniendo en cuenta (2.124), (2.131) y (2.135), la solución particular de la ecuación
(2.119) de las oscilaciones de la membrana será:
p p p
un (r, ', t) = [An cos at + Bn sin at] · [Cn cos n' + Dn sin n']Jn ( r) (2.136)
Supongamos, para fijar ideas, que el borde de la membrana está fijo. Esto significa que la
elongación para r = r0 es cero todo el tiempo: u(r0 , ', t) = 0. De (2.136) ello nos da que:
p
Jn ( r 0 ) = 0 (2.137)
(n)
Por consiguiente, si llamamos µk , k = 1, 2, ... a las raı́ces de la ecuación
Jn (µ) = 0 (2.138)
p (n)
µk
= (2.139)
r0
Funciones Cilı́ndricas 71
Buscaremos la solución general de la ecuación (2.119) como la superposición de todas las posibles
soluciones particulares (2.136) con la consideración (2.139), es decir:
1 X
1
" # !
X (n)
µk
(n)
µk
(n)
µk
u(r, ', t) = An cos at + Bn sin at ·[Cn cos n'+Dn sin n']Jn r (2.140)
k=1 n=0
r0 r0 r0
Las constantes que figuran en la expresión (2.140) se determinan a partir de las condiciones
iniciales (elongación inicial y velocidad inicial) que se impongan al problema. En la segunda
parte de esta obra se estudiará minuciosamente cómo proceder en estos tipos de problemas.
Para concluir este epı́grafe, consideremos uno de los armónicos circulares de la solución encon-
trada:
!
(n)
µk
cos n'Jn r
r0
Para n = 0 tendremos el armónico principal de la membrana, cuyo gráfico viene dado por la
figura 2.7, n = 1 nos dará el primer modo que se puede ver en la figura 2.8 y el segundo modo
correspondiente a n = 2 se ve representado en la figura 2.9.
(x, z) = e 2 (z )
x 1
z (2.141)
donde x es un parámetro real fijo. Ella se conoce con el nombre de función generatriz de la
función de Bessel. Tal denominación obedece al hecho de que como, evidentemente, es una
función que tiene un punto singular esencial en z = 0 y en z = 1, admite un desarrollo con
centro en cero en serie de Laurent
1
X
(x, z) = an (x)z n (2.142)
1
Funciones Cilı́ndricas 73
cuyos coeficientes an (x) coinciden con la función de Bessel Jn (x) con n entero (ver ejercicio 6 del
Capı́tulo ”Series de Funciones Analı́ticas” del libro ”Teorı́a de Funciones de Variable Compleja”
del autor).
Demostremos que esto es efectivamente ası́. De acuerdo con la teorı́a de las series de Laurent,
los coeficientes del desarrollo (2.142) serán:
Z
e z (z z )
x 1
1
an (x) = (2.143)
2⇡i C z n+1
2⇣
z= (2.144)
x
Z x2
1 ⇣x⌘ e⇣ 4⇣
an (x) = d⇣ (2.145)
2⇡i 2 C1 ⇣ n+1
x2
Para la función e 4⇣ tiene validez el desarrollo:
⇣ 2 ⌘k
1 ( 1)k x 1 2k
x2 X 4⇣ X ( 1)k x2
e 4⇣ = ⌘ (2.146)
k=0
k! k=0
k!⇣ k
1 x 2k Z
1 X ( 1)k 2 e⇣
an (x) = d⇣ (2.147)
2⇡i k=0 k! C1 ⇣ n+k+1
Z
1 e⇣ 1
n+k+1
d⇣ = (2.148)
2⇡i C1 ⇣ (n + k)!
Por consiguiente, para los coeficientes an (x) del desarrollo (2.142) obtenemos:
1 2k
X ( 1)k x2
an (x) = ⌘ Jn (x), 8n 0 (2.149)
k=0
k!(n + k)!
Para n < 0 no es difı́cil ver que, si cambiamos en (2.141) z por z1 , la función generatriz
permanece invariable. Esto significa que a n (x) = ( 1)n an (x), es decir, que para valores
negativos de n, teniendo en cuenta (2.30) de este capı́tulo, obtenemos:
1
X
(x, z) = e (z )=
x 1
2 z Jn (x)z n (2.151)
1
Es decir, que, efectivamente, los coeficientes del desarrollo de la función generatriz en serie de
Laurent son las funciones de Bessel de orden entero. La expresión (2.151) es útil para obtener
Funciones Cilı́ndricas 75
algunas caracterı́sticas de las funciones de Bessel de orden entero. Si en (2.151) hacemos z = ei' ,
entonces
1
X
eix sin ' = Jn (x)ein' (2.152)
1
lo que significa que una onda plana admite el desarrollo (2.152) en serie de funciones cilı́ndricas.
Tomando parte real y parte imaginaria en (2.152), obtenemos:
1
X X1
cos(x sin ') = J0 (x) + Jn (x) cos n' + Jn (x) cos n'
n=1 1
1
X X1
sin(x sin ') = Jn (x) sin n' + Jn (x) sin n' (2.153)
n=1 1
1
X
cos(x sin ') = J0 (x) + 2 J2n (x) cos 2n'
n=1
1
X
sin(x sin ') = 2 J2n 1 (x) sin(2n 1)' (2.154)
n=1
Las fórmulas (2.154) no son otra cosa que el desarrollo de las funciones cos(x sin ') y sin(x sin ')
en serie trigonométrica de Fourier. En virtud de la teorı́a de Fourier y aplicando las conocidas
fórmulas para el cálculo de los coeficientes de Fourier, se obtienen las siguientes representaciones
integrales para las funciones de Bessel de orden entero:
Z
1 ⇡
J2n (x) = cos(x sin ') cos 2n'd', 8n = 0, 1, 2, ...
⇡ 0
Z
1 ⇡
J2n 1 (x) = sin(x sin ') sin(2n 1)'d', 8n = 1, 2, ... (2.155)
⇡ 0
Es fácil comprobar que las fórmulas (2.155) pueden ser unificadas en una sola expresión:
Z ⇡
1
Jn (x) = cos(n' x sin ')d', 8n = 0, 1, 2, ... (2.156)
⇡ 0
Es conveniente destacar que la fórmula (2.156), conocida con el nombre de integral de Bessel
para n entero y de importancia en la teorı́a de la difracción, será obtenida en el próximo epı́grafe
como un caso particular de una integral de Bessel más general, válida para cualquier ı́ndice ⌫
de la función de Bessel.
e 2 (z ) · e 2b (z ) = e a+b
2 ( )
a 1 1 1
z
z z z (2.157)
se obtiene que:
1
X 1
X 1
X
n k
Jn (a + b)z = Jk (a)z · Jk (b)z k (2.158)
1 1 1
1
X
Jn (a + b) = Jk (a)Jn k (b) (2.159)
1
expresión que se conoce con el nombre de teorema de la suma de las funciones de Bessel
de orden entero.
En los epı́grafes 1 y 2 del presente capı́tulo definimos las funciones cilı́ndricas con ayuda de series
de potencias. Veremos ahora otra representación que resulta de mucha utilidad y que, entre
otras cosas, nos permitirá establecer el comportamiento asintótico de las funciones cilı́ndricas
para x ! 1 enunciado en las fórmulas (2.63)-(2.66) del epı́grafe 2.
Z
1
H⌫(1) (x) = e ix sin '+i⌫'
d' (2.160)
⇡ C1
Z
1
H⌫(2) (x) = e ix sin '+i⌫'
d' (2.161)
⇡ C2
Funciones Cilı́ndricas 77
donde x y ⌫ son parámetros reales tales que x > 0, ⌫ 0 y ' = '1 + i'2 es una variable
compleja de integración. Para determinar cómo tomar los contornos de integración C1 y C2
en el plano complejo ', hagamos un análisis del integrando. Para que las integrales (2.160) y
(2.161) converjan por contornos abiertos en el plano ', la parte real del exponente tiene que
ser menor que cero; de manera que, cuando '2 tienda a ±1, la exponencial tienda a cero.
Analicemos la parte real del exponente. Tenemos:
Re[ ix sin ' + i⌫'] = Re[ ix sin '1 cosh '2 + x sinh '2 + i⌫'2 ] =
= x cos '1 sinh '2 ⌫'2 < 0 (2.162)
La desigualdad (2.162) deberá cumplirse al crecer indefinidamente en módulo '2 , para que las
integrales (2.160) y (2.161) por contornos abiertos sean convergentes. Es fácil ver que, si '2 > 0,
entonces sinh '2 > 0 y, como x > 0, la desigualdad (2.162) se cumplirá para valores de '1 tales
que
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
⇡ 3⇡ 5⇡ 7⇡ 9⇡ 11⇡
'1 2 ± ,± , ± ,± , ± ,± , ... (2.163)
2 2 2 2 2 2
Por consiguiente, en el semiplano superior '2 > 0 en las franjas sombreadas (Fig. 2.10) se
cumplirá la desigualdad (2.162). Para '2 < 0 tendremos que sinh '2 < 0 y, como x > 0,
tendremos que (2.162) se cumplirá si cos '1 > 0. Esto tendrá lugar si '1 cumple que
⇣ ⇡ ⇡ ⌘ ✓ 3⇡ 5⇡ ◆ ✓ 7⇡ 9⇡ ◆
'1 2 , , ± ,± , ± ,± , ... (2.164)
2 2 2 2 2 2
Por lo tanto, en el semiplano inferior '2 < 0 en las franjas sombreadas (Fig. 2.10) se cumplirá
la desigualdad (2.162).
Es conveniente observar que, para '2 < 0, el segundo sumando en (2.162) es positivo, sin
embargo ésto no altera el análisis hecho ya que, para '2 ! 1, se cumple que sinh '2 '2 y,
por consiguiente, predomina el signo del primer sumando en dicha expresión.
Es conveniente destacar que, por ejemplo, la integral (2.160) pudiera tomarse por otro contorno,
que cumpla con el requisito indispensable para la convergencia de la integral de estar dentro
de las franjas sombreadas, como es el contorno C10 en la figura 2.11. En este caso es fácil ver
(1)
que la relación entre la función H⌫ (x) definida en la fórmula (2.160) por la integral por C1 y
la integral por C10 serı́a
78 José Marı́n Antuña
Figura 2.10: Contornos en el Plano Complejo para el cálculo de las funciones de Hankel
Z
ei⌫4⇡
H⌫(1) (x) = e ix sin '+i⌫'
d' (2.165)
⇡ C10
Aún más, de acuerdo con el teorema de Cauchy de la teorı́a de funciones de variable compleja,
los contornos C1 y C2 pueden ser deformados como se quiera, siempre que permanezcan den-
tro de las franjas sombreadas, sin que por ello se modifique el valor de la integral. Incluso la
deformación de los contornos puede conducir a que parte de ellos salga de los lı́mites de las
franjas rayadas y las integrales continuarı́an siendo convergentes. Esta posibilidad de defor-
mación de los contornos, dada por el formidable teorema de Cauchy, será utilizada por nosotros
posteriormente.
Demostremos que las funciones (2.160) y (2.161) aquı́ definidas son funciones cilı́ndricas; es
decir, que satisfacen la ecuación de Bessel. Multiplicando la ecuación de Bessel por x2 , ésta
puede ser escrita en la forma siguiente:
Funciones Cilı́ndricas 79
ix sin '
K(x, ') = e , (') = ei⌫' (2.167)
Z
1
H⌫(l) (x) = K(x, ') (')d' (2.168)
⇡ Cl
(l)
donde l puede tomar los valores 1 y 2. Nuestro objetivo es demostrar que L[H⌫ (x)] ⌘ 0.
Tenemos que:
80 José Marı́n Antuña
Z Z Z
1 1 1
L[H⌫(l) (x)] =L K(x, ') (')d' = L[K ]d' = L[K] d' (2.169)
⇡ Cl ⇡ Cl ⇡ Cl
Kx = i sin 'K,
Kxx = sin2 'K, K'' = ix sin 'K x2 cos2 'K (2.170)
Z ⇢ Z Z
1 1
L[H⌫(l) (x)] = 2
(⌫ K + K'' ) d' ⌘ ⌫ 2
K d' + K'' d' (2.173)
⇡ Cl ⇡ Cl Cl
Analicemos por separado la segunda integral. Integrando dos veces por partes y teniendo en
cuenta que 0 = i⌫ y que 00 = ⌫ 2 , obtenemos:
Z Z Z Z
0 0 0 00 2
K'' d' = K' |Cl K' d' = K |Cl + K d' = ⌫ K d' (2.174)
Cl Cl Cl Cl
En (2.174) hemos tenido en cuenta el hecho de que K' 0 y K 00 tienden a cero cuando '2 !
±1, ya que las curvas Cl de integración están tomadas por las franjas sombreadas de la figura
2.10. Colocando (2.174) en (2.173), queda, finalmente:
⇢ Z Z
1
L[H⌫(l) (x)] = ⌫ 2
K d' ⌫ 2
K d' ⌘0 (2.175)
⇡ Cl Cl
lo que significa que, efectivamente, las integrales (2.160) y (2.161) definen funciones cilı́ndricas.
Más adelante podremos constatar que dichas integrales nos dan, precisamente, las funciones de
Hankel de orden 1 y 2 respectivamente.
Funciones Cilı́ndricas 81
Z
1 1
J⌫ (x) = [H⌫(1) (x) + H⌫(2) (x)] = e ix sin '+i⌫'
d' (2.176)
2 2⇡ C0
Demostremos que la integral (2.176) es la función de Bessel de orden ⌫ obtenida por nosotros
por medio de series en el epı́grafe 1 del presente capı́tulo. Para ello hagamos el siguiente cambio
de variables:
x i(' ⇡)
z= e (2.177)
2
No es difı́cil comprobar que el contorno C0 del plano complejo ' se transforma mediante (2.177)
en el contorno C ⇤ del plano complejo z representado en la figura 2.13.
82 José Marı́n Antuña
donde el radio de la circunferencia que rodea a z = 0 es x/2. Las rectas que forman el contorno
C ⇤ están trazadas por el borde superior y el borde inferior, respectivamente, de la parte positiva
del eje real. De (2.177) tenemos que:
idz x x 2z 2z ⇣ x ⌘⌫
d' = , ei' = ei⇡ ⌘ , e i'
= e i⇡
⌘ , ei⌫' = ei⌫⇡ (2.178)
z 2z 2z x x 2z
Z ⇢ Z ⇣ x ⌘⌫
1 ei' e i' 1 x
( x
+ 2z ) idz
J⌫ (x) = exp ix + i⌫' d' = e 2 2z x ei⌫⇡ =
2⇡ C0 2i 2⇡ C⇤ 2z z
Z ⇣ x ⌘⌫
1 x2 dz
= e z e 4z ei⌫⇡ (2.179)
2⇡i C ⇤ 2z z
⇣ 2 ⌘k
1 x 1 x 2k
x2
X 4z X
2
e 4z = ⌘ (2.180)
k=0
k! k=0
z k k!
Z 1
X x 2k ⇣ x ⌘⌫ 1 x 2k+⌫ Z
1 z dz X ei⌫⇡
J⌫ (x) = e 2
ei⌫⇡ = 2
e zz k ⌫ 1
dz (2.181)
2⇡i C⇤ k=0
z k k! 2z z k=0
k! 2⇡i C⇤
Z Z 0 Z
z s 1 x s 1
I= e z dz ⌘ e x dx + e z z s 1 dz (2.182)
C⇤ 1 C"
Z 1 Z
(s 1)2⇡i x s 1
I = [e 1] e x dx + e z z s 1 dz (2.183)
" C"
Sobre la circunferencia C" tenemos que |e z | < M (es analı́tica y por lo tanto acotada), y,
además, |z s 1 | = "s 1 , |dz| = "s d'. Por lo tanto, para la integral por C" tenemos:
Z
e z z s 1 dz < 2⇡M "s ! 0, 8" ! 0 (2.184)
C"
ya que s > 0. Por consiguiente, tomando el lı́mite para " ! 0 en (2.183), obtenemos:
Z 1
(s 1)2⇡i
I = [e 1] e x xs 1 dx ⌘ [e(s 1)2⇡i
1] (s) (2.185)
0
donde
Z 1
(s) = e x xs 1 dx (2.186)
0
84 José Marı́n Antuña
es la conocida función gamma de Euler. De (2.185) obtenemos para la función (s) la siguiente
representación
Z
1
(s) = e z z s 1 dz (2.187)
e(s 1)2⇡i 1 C⇤
donde el contorno C ⇤ , en virtud del teorema de Cauchy, es el de la figura 2.13. Para la función
gamma es conocida la fórmula del complemento:
⇡
(s) (1 s) = (2.188)
sin ⇡s
1 sin ⇡(s + 1)
= ( s) (2.189)
(s + 1) ⇡
Z
1 sin ⇡(s + 1) 1
= (s 1)2⇡i
e z z s 1 dz =
(s + 1) ⇡ e 1 C⇤
(s+1)⇡i Z
sin ⇡(s + 1) e
= e z z s 1 dz =
⇡ e(s+1)⇡i e (s+1)⇡i C ⇤
Z
es⇡i
= e z z s 1 dz (2.190)
2⇡i C ⇤
Por consiguiente:
Z
ei⌫⇡ ei⌫⇡ 2⇡i 1 ( 1)k
e zz k ⌫ 1
dz = = (2.191)
2⇡i C⇤ 2⇡i e(k+⌫)⇡i (k + ⌫ + 1) (k + ⌫ + 1)
1 2k+⌫
X ( 1)k x2
J⌫ (x) = (2.192)
k=0
k! (k + ⌫ + 1)
De esta manera queda comprobado que la integral (2.176) nos da, precisamente, la función de
Bessel de orden ⌫. Ello, en virtud de la definición de las funciones de Hankel dada en el epı́grafe
2 del presente capı́tulo, nos permite afirmar que, efectivamente, las integrales (2.160) y (2.161)
representan a las funciones de Hankel de orden 1 y 2, respectivamente.
Funciones Cilı́ndricas 85
Z ⇡ Z ⇡ Z ⇡+i1
1 ix sin '+i⌫' ix sin '+i⌫' ix sin '+i⌫'
J⌫ (x) = e d' + e d' e d' (2.193)
2⇡ ⇡+i1 ⇡ ⇡
exp{ ix sin ' + i⌫'} = exp{ x sinh '2 ⌫'2 ± i⌫⇡} (2.194)
donde ' = '1 + i'2 . Colocando (2.194) y (2.193) y teniendo en cuenta que en la primera y
tercera integral d' = id'2 y en la segunda d' = d'1 , obtenemos:
Z 0 Z ⇡
1 x sinh '2 ⌫'2 i⌫⇡
J⌫ (x) = e e id'2 + cos(⌫'1 x sin '1 )d'1
2⇡ 1 ⇡
Z 1
1 x sinh '2 ⌫'2 i⌫⇡
e e id'2 (2.196)
2⇡ 0
En (2.196) hemos tenido en consideración el hecho de que la integral del seno entre ⇡ y ⇡ es
cero, por ser el integrando impar. Sustituyamos en (2.196) las variables mudas de integración
por '; después de simples transformaciones obtenemos, finalmente:
Z ⇡ Z 1
1 sin ⌫⇡ x sinh ' ⌫'
J⌫ (x) = cos(⌫' x sin ')d' e d' (2.197)
⇡ 0 ⇡ 0
Z ⇡
1
Jn (x) = cos(n' x sin ')d' (2.198)
⇡ 0
Las expresiones (2.197) y (2.198) son de gran utilidad en la teorı́a de la difracción y en otras
aplicaciones y reciben el nombre de Integrales de Bessel. Obsérvese que la fórmula (2.198)
obtenida como caso particular de (2.197) para ⌫ = n entero coincide con la fórmula (2.156)
obtenida en el epı́grafe anterior a partir del análisis de la función generatriz de la función de
Bessel.
86 José Marı́n Antuña
Z
1
H⌫(1) (x) = e ix sin '+i⌫'
d' (2.199)
⇡ C1
Como se ve de la figura 2.14, el contorno C1 lo tomamos por el segmento ( ", ") sobre cierto
eje s centrado en el punto ( ⇡2 , 0) del plano complejo ' y girado en un ángulo ✓ con respecto
Funciones Cilı́ndricas 87
al eje real, más dos semirrectas paralelas al eje imaginario. Hagamos un análisis del integrando
en (2.199). Como
Re[ ix sin ' + i⌫'] = x cos '1 sinh '2 ⌫'2 < 0 (2.200)
tendremos que
ix sin '+i⌫'
e ! 0, 8x ! 1 (2.201)
rápidamente para toda ', excepto en el punto ' = ( ⇡2 , 0) donde Re[ ix sin '] = 0. Esto
significa que, cuando x ! 1, todo el valor de la integral (2.199) se va concentrando, cada
vez más, en el entorno del punto ( ⇡2 , 0) y, por lo tanto, para x muy grande, el aporte de las
integrales por las semirrectas superior e inferior del contorno C1 es despreciable y que todo el
valor de la integral (2.199) estará, prácticamente, en el segmento ( ", "). Esto significa que, al
alejarnos del punto ( ⇡2 , 0) en distintas direcciones con x muy grande, el integrando en (2.199)
decrece rápidamente. Busquemos la dirección, es decir, el valor del ángulo ✓, para la que este
decrecimiento es el más rápido. Tenemos que en el entorno del punto ( ⇡2 , 0)
⇡
'= + sei✓ (2.202)
2
Por lo tanto:
⇣⇡ ⌘
s2 i2✓
i✓
i sin ' ⌘ i cos + ' = i cos(se ) = i 1 e + ... ⇡
2 2
s2 s2 s2
⇡i 1 (cos 2✓ + i sin 2✓) = i 1 cos 2✓ i sin 2✓ =
2 2 2
2
s s2
= sin 2✓ + i 1 (cos 2✓) (2.203)
2 2
En (2.203) hemos despreciado -en el desarrollo del coseno en serie de Taylor- los términos de
orden superior a s2 , por ser s 2 ( ", ") pequeña. Colocando esta expresión en la parte del
integrando dependiente de x, obtenemos que:
h i
2 s2
ix sin ' x s2 sin 2✓ ix 1 cos 2✓
e ⇡e e 2
! 0, 8x ! 1 (2.204)
El segundo factor exponencial es oscilante, de manera que la tendencia a cero en (2.204) para
x ! 1 se debe a la primera exponencial y será la más rápida posible cuando sin 2✓ = 1, es
decir, para 2✓ = ⇡2 . Por consiguiente, tomando el ángulo ✓ igual a:
⇡
✓ = ✓0 = (2.205)
4
88 José Marı́n Antuña
lograremos que el decrecimiento del integrando, al alejarnos del punto ( ⇡2 , 0), sea el más
rápido posible, de manera que, tomando esa dirección, la integral (2.199) se podrá sustituir,
aproximadamente, por la integral por el segmento ( ", ") con " pequeño, cuando x ! 1. En
ese caso nos quedará:
h i
2 s2 2
ix sin ' x s2 sin 2✓0 ix 1 cos 2✓0 x s2
e =e e 2
=e eix (2.206)
⇡ ⇡
ya que sin 2✓0 = sin 2
= 1 y cos 2✓0 = cos 2
= 0. Además, de (2.202) tendremos que:
i ⇡4
d' = dse (2.207)
Colocando (2.205), (2.206) y (2.207) en (2.199), luego de sustituir la integral por C1 por la
integral solamente por el segmento ( ", "), obtenemos:
Z "
1 2 i4 ⇡
eix ei⌫ ( 2 +se ) dse i 4 =
⇡
x s2 ⇡
H⌫(1) (x) ⇡ e
⇡ "
Z
1 " x s2
e 2 dsei(x ⌫ 2 4 )
⇡ ⇡
= (2.208)
⇡ "
⇡
En (2.208) hemos despreciado, en el tercer exponente, se i 4 en comparación con la constante
⇡
2
, ya que el primero es mucho menor que el segundo en virtud de que s 2 ( ", ") y " es muy
pequeño. Haciendo en (2.208) el cambio de variables
r r
x x
⇠=s , d⇠ = ds (2.209)
2 2
obtenemos:
Z "p x r Z 1
r
1 2
⇠2 2 1(x ⌫ ⇡2 ⇡
)! 1 ⇠2 2 1(x ⌫ ⇡2 ⇡
) , 8x ! 1 (2.210)
H⌫(1) (x) ⇡ px e d⇠ e 4 e d⇠ e 4
⇡ " 2
x ⇡ 1 x
p
Como la integral de Poisson que figura a la derecha de (2.210) es igual a ⇡, obtenemos,
(1)
finalmente, que la función H⌫ (x) tiene, para x muy grande, el siguiente comportamiento
asintótico:
r
2 i(x ⌫ ⇡2 ⇡
) , 8x ! 1
H⌫(1) (x) = e 4 (2.211)
⇡x
(2)
partir de la expresión integral (2.161) del epı́grafe anterior, para la función H⌫ (x) el siguiente
comportamiento asintótico:
r
2 i(x ⌫ ⇡2 ⇡
) , 8x ! 1
H⌫(2) (x) = e 4 (2.212)
⇡x
⇡
'= + sei✓ (2.213)
2
i✓ s2 s2
i sin ' = i sin( ') = i cos(se ) = sin 2✓ i 1 cos 2✓ (2.214)
2 2
2
ix sin ' x s2 ix
e =e e (2.215)
⇡
El ángulo de mayor decrecimiento en este caso será ✓0 = 4
. El resto del razonamiento nos
conducirá consecuentemente a la expresión (2.212).
De acuerdo con las definiciones (2.60) y (2.61) para las funciones de Hankel, tendremos para
las funciones de Bessel y Neumann las expresiones:
1
J⌫ (x) = [H⌫(1) (x) + H⌫(2) (x)] (2.216)
2
1 (1)
J⌫ (x) = [H (x) H⌫(2) (x)] (2.217)
2i ⌫
por lo que, teniendo en cuenta las expresiones asintóticas (2.211) y (2.212), obtenemos au-
tomáticamente para las funciones de Bessel y Neumann las siguientes fórmulas asintóticas:
r ⇣
2 ⇡ ⇡⌘
J⌫ (x) = cos x ⌫ , 8x ! 1 (2.218)
⇡x 2 4
r ⇣
2 ⇡ ⇡⌘
N⌫ (x) = sin x ⌫ , 8x ! 1 (2.219)
⇡x 2 4
90 José Marı́n Antuña
Es conveniente destacar que las igualdades en las fórmulas (2.211), (2.212), (2.218) y (2.219)
son aproximadas. Dicha aproximación está dada por una magnitud del orden de x3/2 , lo que
puede verificarse a partir de la siguiente afirmación general.
Lema 1
Toda función cilı́ndrica puede ser expresada para valores grandes de x en la forma
✓ ◆
sin(x + !1 ) 1
y⌫ (x) = A1 p +O (2.220)
x x3/2
1
donde A1 6= 0 y !1 son ciertas constantes y O x3/2
es una magnitud del orden de x3/2 .
Demostración:
En la ecuación de Bessel
✓ ◆
00 1 0 ⌫2
y + y + 1 y=0 (2.221)
x x2
v(x)
y(x) = p (2.222)
x
✓ 1 ◆
00 ⌫2 4
v + 1 v=0 (2.223)
x2
donde A(x) y !(x) son ciertas funciones de x y A(x) 6= 0 para toda x, ya que, en caso contrario,
v y v 0 serı́an idénticamente nulas a la vez, lo que implicarı́a que v(x) serı́a idénticamente nula.
De (2.224) tendremos que:
✓ 1 ◆
00 0 0 ⌫2 4
v = A cos(x + !) A(! + 1) sin(x + !) = 1 A sin(x + !) (2.226)
x2
Funciones Cilı́ndricas 91
donde en (2.226) hemos tenido en cuenta la ecuación (2.223). De aquı́ concluimos que:
1 ✓ ◆
0 ⌫2 4 2 1
! = sin (x + !) = O (2.227)
x2 x2
y que:
1 ✓ ◆
A0 !0 ⌫2 4 1
= = sin(x + !) cos(x + !) = O (2.228)
A tan(x + !) x2 x2
Como
Z a
!(x) = !(a) ! 0 (⇠)d⇠ (2.229)
x
lim !(a) = !1
a!1
✓ ◆
1
!(x) = !1 + O (2.230)
x
✓ ◆
1
A(x) = A1 1 + O (2.231)
x
✓ ◆
1
v(x) = A1 sin(x + !1 ) + O (2.232)
x
Demostrado el lema.
Lema 2
92 José Marı́n Antuña
Demostración:
Supongamos que existen dos funciones cilı́ndricas ȳ⌫ (x), ȳ¯⌫ (x) que tienen el mismo compor-
tamiento asintótico para x ! 1. De acuerdo con el lema anterior, ello significarı́a que
Ā1 = Ā¯1 , ! ¯1
¯1 = ! (2.233)
será también solución de la ecuación de Bessel, es decir, será también una función cilı́ndrica.
Pero para ella, en virtud de (2.233), tendrı́amos el siguiente comportamiento asintótico para
x ! 1:
✓ ◆
1
v(x) = O (2.235)
x3/2
lo que está en contradicción con el lema anterior que establece que, para cualquier función
cilı́ndrica, su comportamiento asintótico tiene la forma (2.220). Por lo tanto deberá ser v(x) ⌘ 0,
lo que significa que ȳ⌫ (x) ⌘ ȳ¯⌫ (x).
Demostrado el lema.
q
Los cálculos realizados en el presente epı́grafe nos permitieron establecer que A1 = ⇡2 para
nuestras funciones cilı́ndricas. A las fórmulas asintóticas obtenidas (2.211), (2.212), (2.218) y
(2.219) deberá sumarse la expresión
✓ ◆
1
O
x3/2
de acuerdo con el primer lema demostrado, a fin de lograr una igualdad exacta en dicho desa-
rrollo asintótico. El segundo lema nos garantiza que las fórmulas asintóticas obtenidas definen
de forma unı́voca a las funciones cilı́ndricas a que corresponden.
Un caso particular de importancia en las aplicaciones está dado por aquél en el que ⌫ es
semientero:
Funciones Cilı́ndricas 93
1
⌫ = n + , n = 0, ±1, ±2, .... (2.236)
2
Como veremos a continuación, en este caso las funciones cilı́ndricas se expresan a través de
funciones elementales.
1
1 2k+ 2
X ( 1)k x2
J1/2 (x) = (2.237)
k=0
k! (k + 3/2)
✓ ◆✓ ◆✓ ◆ ✓ ◆
1 1 3 31 1
(k + 3/2) = k + k k ··· =
2 2 2 22 2
1 · 3 · 5 · · · (2k 3)(2k )(2k + 1) p (2k + 1)!! p
= ⇡ ⌘ ⇡ (2.238)
2k+1 2k+1
p
ya que (1/2) = ⇡. Colocando (2.238) en (2.237), queda:
1 1 p
X 1
( 1)k x2k+1 2 2k+1 X ( 1)k x2k+1 2
J1/2 (x) = p
2k+1/2 k! ⇡(2k + 1)!!
= p p k =
k=0
2 k=0
x ⇡2 k!(2k + 1)!!
r 1 r
2 X ( 1) xk 2k+1
2
= ⌘ sin x (2.239)
⇡x k=0 (2k + 1)! ⇡x
y que
r ⇣
2 ⇡⌘
J1/2 (x) = cos x (2.242)
⇡x 2
94 José Marı́n Antuña
r
2
J 1/2 (x) = cos x (2.243)
⇡x
Teniendo en cuenta (2.239) y (2.242), ası́ como la fórmula (2.31) que define a la función de
Neumann de orden ⌫, es fácil calcular que:
r
J1/2 (x) cos 12 ⇡ J 1/2 (x) 2
N1/2 (x) = ⌘ cos x (2.244)
sin 12 ⇡ ⇡x
Es decir:
r ⇣
2 ⇡⌘
N1/2 = sin x (2.245)
⇡x 2
Por consiguiente, de acuerdo con la definición de las funciones de Hankel (fórmulas (2.60) y
(2.61)), obtenemos:
r
(1) 2 i(x ⇡
)
H1/2 (x) = e 2 (2.246)
⇡x
r
(2) 2 i(x ⇡
)
H1/2 (x) = e 2 (2.247)
⇡x
Nótese que, como era de esperar, J1/2 (x) y N1/2 (x) tienen comportamientos asintóticos para
x ! 0:
r
p 2 sin x
J1/2 (x) = x ! 0, 8x ! 0
⇡ x
r
1 2
N1/2 (x) = p cos x ! 1, 8x ! 0
x ⇡
1
como x1/2
(polo de orden 1/2).
Para todo x > 0, como puede apreciarse de (2.242) y (2.244), sus expresiones coinciden con su
comportamiento asintótico para x ! 1.
Funciones Cilı́ndricas 95
El resto de las funciones de orden semientero pueden calcularse con ayuda de la fórmula de
recurrencia (2.75). Ası́, tendremos:
r
2 12 2 1
J3/2 (x) = J1/2 (x) J 1/2 (x) = sin x cos x (2.248)
x ⇡x x
r ✓ ◆
23 2 3 3
J5/2 (x) = 2 J3/2 (x) J1/2 (x) = 1 sin x cos x (2.249)
x ⇡x x2 x
y, en general:
r ✓ ◆ ✓ ◆
2 1 1
Jn+1/2 (x) = Pn sin x + Qn cos x (2.250)
⇡x x x
En diversos problemas fı́sicos se obtiene una ecuación muy parecida a la ecuación de Bessel:
✓ ◆
1 ⌫2
y + y0
00
1+ 2 y=0 (2.251)
x x
La única diferencia de la ecuación (2.251) con la ecuación de Bessel está en el signo menos
delante del 1. Las soluciones de esta ecuación no serán funciones oscilantes. Con el objetivo de
resolver la ecuación (2.251) hagamos el siguiente cambio de variables:
✓ ◆
d⇠ ⇠
⇠ = ix, dx = , y(x) = y = Y (⇠) (2.252)
i i
✓ ◆
d2 Y i dY i2 ⌫ 2
i2 2 + i 1+ 2 Y =0
d⇠ ⇠ d⇠ ⇠
Es decir:
✓ ◆
d2 Y dY ⌫2
+ + 1 Y =0 (2.253)
d⇠ 2 ⇠ d⇠ ⇠2
La ecuación (2.253) es la ecuación de Bessel de orden ⌫. Su solución general puede ser expresada
en la forma:
Como se ve, la solución general (2.255) de la ecuación (2.251) se expresa como una combinación
lineal de funciones cilı́ndricas de argumento imaginario. Por ello, la ecuación (2.251) se conoce
con el nombre de Ecuación de Bessel de argumento imaginario. Los coeficientes A y B
en (2.255) son, en general, complejos.
Analicemos la primera de las dos soluciones linealmente independientes que figuran en la fórmula
(2.255), es decir, la función de Bessel de argumento imaginario. Tenemos que:
1 2k+⌫ 1 2k+⌫
X ( 1)k ix2 X ( 1)k ( 1)k i⌫ x
J⌫ (ix) = = 2
= i⌫ I⌫ (x) (2.256)
k=0
(k + 1) (k + ⌫ + 1) k=0 (k + 1) (k + ⌫ + 1)
1 2k+⌫
X ( 1)k x2
I⌫ (x) = (2.257)
k=0
(k + 1) (k + ⌫ + 1)
De (2.257) se ve que es una función real de argumento real x, monótona creciente que, de
acuerdo con (2.256), se define a través de la función de Bessel de argumento imaginario por la
fórmula:
1
I⌫ (x) = J⌫ (ix) (2.258)
i⌫
notación que fue introducida por Basset en 1888 en un trabajo sobre Hidrodinámica.
I0 (x) ! 1, 8x ! 0
I⌫ (x) ⇠ x⌫ , 8x ! 0 (2.259)
r ⇣
1 1 2 ⇡ ⇡⌘
I⌫ (x) = ⌫ J⌫ (x) = ⌫ cos ix ⌫ =
i i ⇡ix 2 4
r r
1 2 1 h i(ix ⌫ ⇡2 ⇡4 ) i 1 1 h x i(⌫ ⇡2 + ⇡4 ) i
+ e i(ix ⌫ 2 4 ) = ⌫+1/2 + ex ei(⌫ 2 + 4 ) =
⇡ ⇡ ⇡ ⇡
= ⌫ e e e
i ⇡ix 2 i 2⇡x
r r r
1 1 x i ⇡ (⌫+1/2) 1 1 x ⇥ i ⇡ ⇤⌫+1/2 1 1 x ⌫+1/2
= ⌫+1/2 e e2 = ⌫+1/2 e e2 = ⌫+1/2 e i (2.260)
i 2⇡x i 2⇡x i 2⇡x
x
donde dentro del corchete hemos despreciado el primer sumando, ya que e ! 0, 8x ! 1.
De (2.260) obtenemos, finalmente:
r
1 x
I⌫ (x) = e , 8x ! 1 (2.261)
2⇡x
Es de notar que esta fórmula asintótica no depende de ⌫, es decir, todas las funciones de
Infeld de cualquier orden tienden a infinito, de acuerdo con (2.261). Los gráficos de I⌫ (x) para
distintas ⌫ se muestran en la figura 2.15.
98 José Marı́n Antuña
⇡ ⌫+1 (1)
K⌫ (x) = i H⌫ (ix) (2.262)
2
(1) 2i 2⌫ 1
H0 (x) ⇠ ln x, H⌫(1) (x) ⇠ i , 8x ! 0 (2.263)
⇡ ⇡ x⌫
K0 (x) ⇠ ln x, 8x ! 0 (2.264)
1
K⌫ (x) ⇠ 2⌫ 1
, 8x ! 0 (2.265)
x⌫
Estos resultados indican que la función (2.262) es la segunda solución linealmente independiente
de la ecuación (2.251). Por consiguiente, la solución general de la ecuación (2.251) puede ser
expresada en la forma:
r r
⇡ ⌫+1 2 i(ix ⌫ ⇡2 ⇡
) = ⇡ i⌫+1 1 2 x i ⇡2 (⌫+ 12 )
K⌫ (x) = i e 4 e e =
2 ⇡ix 2 i1/2 ⇡x
r
⇡ ⌫+1/2 x 1
= i e ⌫+1/2
2x i
Es decir, que:
r
⇡ x
K⌫ (x) = e , 8x ! 1 (2.267)
2x
De la expresión de I⌫ (x) se ve que esta función es real de argumento real x. Sin embargo, de la
expresión definitoria de K⌫ (x) esa conclusión no es evidente. Encontremos una expresión para
K⌫ (x) que evidencie que es una función real de variable real para toda x.
Tomemos la expresión (2.160) de la función de Hankel de primer tipo a través de una integral
de contorno y hagamos una prolongación analı́tica, considerando la variable x compleja: x =
x1 + ix2 . Debemos entonces reanalizar los dominios de convergencia de dicha integral. Tenemos
en este caso que:
Re[ ix sin '] = Re[ i(x1 + ix2 )(sin '1 cosh '2 + i cos '1 sinh '2 )] =
= x2 sin '1 cosh '2 + x1 cos '1 sinh '2
100 José Marı́n Antuña
x2 sin '1 cosh '2 + x1 cos '1 sinh '2 < 0 (2.268)
a) Para '2 > 0, si sin '1 < 0 y cos '1 < 0, es decir, para ⇡ < '1 ⇡2 .
⇡
b) Para '2 < 0, si sin '1 < 0 y cos '1 > 0, es decir, para 2
'1 < 0.
⇡
Tomemos por contorno de integración la recta ' = 2
+ i'2 como se muestra en la figura 2.16.
Entonces tendremos:
Funciones Cilı́ndricas 101
Z Z
1 1 1 ix sin( ⇡/2+i'2 )+i⌫( ⇡/2+i'2 )
H⌫(1) (x) = e ix sin '+i⌫'
d' = e id'2 =
⇡ C ⇡ 1
Z Z 1
1 1 ix cosh '2 ⌫'2 i ⇡2 ⌫ 1
= e d'2 · e = ⌫+1 eix cosh '2 ⌫'2 d'2 (2.269)
⇡i 1 ⇡i 1
i ⇡2 ⌫ 1
donde hemos tenido en cuenta que e = i⌫
.
Z 1
1
H⌫(1) (x) = ⌫+1 eix cosh ⌘ ⌫⌘
d⌘ (2.270)
⇡i 1
Z 1
1 x cosh ⌘ ⌫⌘
K⌫ (x) = e d⌘ (2.271)
2 1
Z 1
x cosh ⌘
K0 (x) = e d⌘ (2.272)
0
Las fórmulas (2.271) y (2.272) son válidas para toda x > 0 y, además de ser fórmulas útiles
para diferentes cálculos fı́sicos matemáticos y de la Fı́sica Teórica, nos demuestran que, efecti-
vamente, la función de Macdonald es una función real de x en todo el eje. La función K⌫ (x) es
monótona decreciente y su gráfico para ⌫ = 0, 1, 2 se muestra en la figura 2.17.
Para resolver el problema, introduzcamos un sistema de coordenadas cilı́ndricas (r, ', z) con
origen en el centro de una de las bases del cilindro de la figura 2.18 y llamemos u(r, ', z) al
102 José Marı́n Antuña
potencial electrostático en el interior del cilindro. Como no existen cargas en dicho interior, el
problema a resolver será:
Como las condiciones de frontera no dependen del ángulo ', la solución será simétrica respecto
a ': u = u(r, z). Teniendo en cuenta la forma del laplaciano en coordenadas cilı́ndricas, la
ecuación del problema (2.273) será:
✓ ◆
2 1 @ @u @2u
r u= r + =0 (2.274)
r @r @r @z 2
1 d
(rR0 )Z + rZ 00 = 0 (2.276)
r dr
1 d Z 00
(rR0 ) = = (2.277)
rR dr Z
donde la constante que aparece a la derecha viene dada por el hecho de que en (2.277) tenemos
a un lado una expresión que es función sólo de r y al otro lado una función sólo de z. De
(2.277) y teniendo en cuenta las condiciones de frontera del problema (2.273), obtenemos, para
la función Z(z), el siguiente problema:
104 José Marı́n Antuña
Z 00 + Z = 0, 80 < z < l
Z(0) = 0 (2.278)
Z(l) = 0
n⇡ ⇣ n⇡ ⌘2
Zn (z) = sin z, n = , n = 1, 2, 3, ... (2.279)
l l
1 d
(rR0 ) nR =0 (2.280)
r dr
Como el potencial u(r, z) tiene que ser acotado, a la ecuación (2.280) debepimponérsele que
|R| < 1. ⇣Veamos
⌘ qué ecuación es ésta. Haciendo el cambio de variables x = n r y llamando
x
R(r) = R p n = y(x), obtenemos de (2.280):
1 d
(xy 0 ) y=0 (2.281)
x dx
Comparándola con (2.251), vemos que ésta es la ecuación de Bessel de argumento imaginario
para ⌫ = 0. Por lo tanto, de acuerdo con (2.266), su solución general será:
⇣ n⇡ ⌘ ⇣ n⇡ ⌘
Rn (r) = An I0 r + Bn K0 r (2.283)
l l
Como la solución tiene que ser acotada dentro del cilindro, debe cumplirse que Bn = 0. Ası́
pues, la solución particular de la ecuación (2.274) tendrá la forma:
⇣ n⇡ ⌘ n⇡
un (r, z) = An I0 r sin z, n = 1, 2, 3, ... (2.284)
l l
Buscaremos la solución del problema (2.273) como la superposición de todas las posibles solu-
ciones particulares, es decir:
1
X ⇣ n⇡ ⌘ n⇡
u(r, z) = An I0 r sin z (2.285)
n=1
l l
Funciones Cilı́ndricas 105
1
X ⇣ n⇡ ⌘ n⇡
u(r0 , z) = f (z) = An I0 r0 sin z (2.286)
n=1
l l
La expresión (2.286) no es otra cosa que el desarrollo de la función f (z) en serie de Fourier
seno. Suponiendo que f (z) cumple los requisitos para dicho desarrollo, los coeficientes del
mismo serán:
⇣ n⇡ ⌘ 2 Z l n⇡
An I0 r0 = f (z) sin zdz ⌘ fn (2.287)
l l 0 l
fn
An = n⇡
(2.288)
I0 r
l 0
por lo que la solución del problema (2.273) será, una vez colocado (2.288) en (2.285):
1
X n⇡
I0 l
r n⇡
u(r, z) = fn n⇡
sin z (2.289)
n=1
I0 l 0
r l
donde fn son los coeficientes de Fourier de la función f (z), dados por (2.287). Si, como caso
particular, f (z) = A sin 2⇡l z, entonces, en virtud de la ortogonalidad de los senos, tendremos de
(2.287):
Z l
2 2⇡ n⇡
fn = A sin z sin zdz = A n2 (2.290)
l 0 l l
con
n2 = 0, 8n 6= 2, n2 = 1, 8n = 2
2⇡
I0 l
r 2⇡
u(r, z) = A 2⇡
sin z (2.291)
I0 l 0
r l
⌫2
xy 00 + y 0 y xy = 0 (2.292)
x
p
o, llamando x = x1 , en la forma:
00 0 ⌫2
x1 y + y y x1 y = 0 (2.293)
x1
Debido al signo menos que aparece delante del término que contiene a p(x) = x, esta ecuación
no es exactamente un caso particular de la ecuación generatriz de las funciones especiales,
aunque se mantenga válido el hecho de que el punto x = 0 es un punto singular regular de la
ecuación. Ello conduce a la conclusión de que esta ecuación nunca constituirá un problema de
autovalores como en el caso de la ecuación de Bessel de argumento real y no podrá hablarse de
ortogonalidad de I⌫ y K⌫ para distintas . En el ejemplo desarrollado, los valores de , como
se ve, fueron obtenidos como autovalores del problema de frontera para la función Z(z), lo que
confirma lo dicho y no como autovalores de la ecuación de Bessel de argumento imaginario.
Capı́tulo 3
Polinomios de Legendre
Los polinomios de Legendre pueden ser obtenidos, en primera instancia, como resultado de
analizar la solución fundamental de la ecuación de Laplace en el espacio. Por solución funda-
mental de la ecuación de Laplace se entiende la función
1
u= (3.1)
R
donde R es la distancia entre dos puntos cualesquiera del espacio y que corresponde fı́sicamente
al potencial creado en un punto por una carga unitaria y puntual colocada en el otro punto.
Precisemos lo dicho, considerando que tenemos una carga unitaria y puntual colocada en M0 ,
el potencial creado por dicha carga en el punto M (Fig. 3.1) de acuerdo con (3.1) será:
1 1
u= =p (3.2)
R r2 2rr0 cos ✓ + r02
Llamemos:
x = cos ✓, ( 1 x 1) (3.3)
107
108 José Marı́n Antuña
1 1 r
u= p , ⇠= , 8r < r0
r0 1 2x⇠ + ⇠2 r0
1 1 r0
u= p , ⇠ = , 8r > r0 (3.4)
r 1 2x⇠ + ⇠ 2 r
Nótese que, para cualquiera de las dos variantes en (3.4), siempre 0 ⇠ < 1. De esta manera,
hemos expresado la solución fundamental de la ecuación de Laplace en el espacio en la forma:
1 1 r
= (x, ⇠), 0 ⇠ = < 1, 8r < r0
R r0 r0
1 1 r0
= (x, ⇠), 0 ⇠ = < 1, 8r > r0 (3.5)
R r r
1
(x, ⇠) = p (3.6)
1 2x⇠ + ⇠ 2
1
X
(x, ⇠) = Pn (x)⇠ n (3.7)
n=0
1 ✓ ◆n
1 1 X r
= Pn (cos ✓) , 8r < r0
R r0 n=0 r0
1 1X
1 ⇣ r ⌘n
0
= Pn (cos ✓) , 8r > r0 (3.8)
R r n=0 r
Más adelante podremos identificar la expresión (3.8) como un desarrollo de la solución funda-
mental en serie de funciones llamadas Armónicos Esféricos. Esta expresión es de utilidad en
diferentes aplicaciones de la Fı́sica.
Tratemos de encontrar una expresión concreta para los polinomios de Legendre aquı́ definidos.
Obtendremos, a continuación, una fórmula diferencial para los polinomios de Legendre. Para
ello, hagamos una prolongación analı́tica al plano complejo ⇣ = ⇠ + i⌘ de la función (3.7).
Obtenemos la serie de Taylor:
1
X
(x, ⇣) = Pn (x)⇣ n (3.9)
n=0
De acuerdo con la teorı́a de las series de Taylor desarrollada en el libro ”Teorı́a de Funciones
de Variable Compleja” del autor, tendremos para los coeficientes del desarrollo (3.9) que:
Z
1 @n 1 (x, ⇣)d⇣
Pn (x) = n
|⇣=0 = (3.10)
n! @⇣ 2⇡i C ⇣ n+1
110 José Marı́n Antuña
p
1 1 2x⇣ + ⇣ 2
z= (3.11)
⇣
z x z 2 2zx + 1
⇣=2 , d⇣ = 2 dz (3.12)
z2 1 (z 2 1)2
Además:
p z2 2zx + 1
1 2x⇣ + ⇣ 2 = (3.13)
z2 1
Z
1 1 (z 2 1)n 1 dn
Pn (x) = n n+1
dz = n n
[(z 2 1)n ]|z=x (3.14)
2 2⇡i C1 (z x) 2 n! dz
Aquı́ hemos tenido en cuenta que, de acuerdo con (3.12), el contorno C1 en el plano complejo z,
imagen del contorno C del plano ⇣, será un contorno cerrado que rodea al punto z = x, imagen
de ⇣ = 0 y, además, hemos aplicado la fórmula generalizada de Cauchy. De (3.14) obtenemos
para los polinomios de Legendre la siguiente fórmula diferencial de cálculo:
1 dn
Pn (x) = [(x2 1)n ] (3.15)
2n n! dxn
que se conoce con el nombre de Fórmula de Rodrigues, ya que fue obtenida por primera vez
por el matemático francés de origen portugués de ese apellido en 1814 en un trabajo publicado
en la revista ”Correspondencia de la Escuela Politécnica” de ese año.
P0 (x) = 1 (3.16)
P1 (x) = x (3.17)
Polinomios de Legendre 111
3 1
P2 (x) = x2 (3.18)
2 2
5 3
P3 (x) = x3 x (3.19)
2 2
35 4 15 2 3
P4 (x) = x x + (3.20)
8 4 8
Los gráficos construidos a partir de las fórmulas (3.16)-(3.20) indican algunas regularidades.
En primer lugar, se observa que todos los polinomios pasan por el punto (1, 1). Además, se ve
que los polinomios con n par son funciones pares, con simetrı́a, por tanto, respecto al eje Oy,
de manera que pasan todos por el punto ( 1, 1), en tanto que los polinomios con n impar son
funciones impares, con simetrı́a respecto al origen de coordenadas que es un cero de los mismos
112 José Marı́n Antuña
y pasan por el punto ( 1, 1). Nótese también que son polinomios de grado n y que sus n
ceros son reales y se encuentran en el intervalo ( 1, 1); su derivada de orden k se ve que tiene
n k ceros en dicho intervalo. Podremos percatarnos a continuación de que las regularidades
observadas son propiedades generales de los polinomios de Legendre para toda n.
1
X 1
X
1 1
(1, ⇠) = Pn (1)⇠ n = p ⌘ = ⇠n (3.21)
n=0 1 2⇠ + ⇠2 1 ⇠ n=0
La última igualdad a la derecha de (3.21) está dada por el hecho de que, al ser ⇠ < 1,
la función 1 1 ⇠ es la suma de la serie geométrica. Comparando las dos series en (3.21),
concluimos que, efectivamente:
Pn (1) = 1 (3.22)
Demostrada la propiedad.
Demostración:
Sustituyendo en (3.15) x por x, obtenemos:
1 dn 1 1 dn
Pn ( x) = [(( x)2 1)n ] = [(x2 1)n ] = ( 1)n Pn (x)
2n n! d( x)n 2n n! ( 1)n dxn
Demostrada la propiedad.
Polinomios de Legendre 113
La fórmula (3.23) nos evidencia que, si n es par, Pn (x) es una función par y, por lo tanto,
contiene sólo potencias pares de x y si n es impar, Pn (x) es una función impar, por lo que
sólo contiene potencias impares de x.
1
X 1
(0, ⇠) = Pn (0)⇠ n = p (3.25)
n=0 1 + ⇠2
X1
1 ( 1)n (2n 1)!! 2n
p =1+ ⇠ (3.26)
1 + ⇠2 n=1
(2n)!!
Pn ( 1) = ( 1)n (3.27)
Demostración:
Es evidente a partir de las propiedades 1 y 3.
Demostrada la propiedad.
6. Para todo n los polinomios de Legendre Pn (x) tienen n ceros en el intervalo abierto ( 1, 1)
y su derivada de orden k tiene n k ceros en dicho intervalo.
Demostración:
Analicemos la fórmula de Rodrigues (3.15). En ella figura la función
en ( 1, 1). De manera similar concluimos que u000 tiene al menos tres ceros en ( 1, 1) y
ası́ sucesivamente, hasta llegar a que la enésima derivada u(n) tiene al menos n ceros en
( 1, 1). Pero como u(n) es un polinomio de grado n, por lo tanto, el número de ceros
en ( 1, 1) será exactamente n, con lo que queda demostrada la primera afirmación de la
propiedad. Por consiguiente, los n ceros del polinomio de Legendre de grado n son todos
reales y se encuentran contenidos en el intervalo ( 1, 1).
Demostremos ahora la segunda afirmación de la propiedad.
Como Pn (1) 6= 0 y Pn ( 1) 6= 0 por las propiedades 1 y 5 (fórmulas (3.22) y (3.27)), si
suponemos que x1 , x2 ,..., xn son los n ceros de Pn (x), que según lo demostrado están en
el intervalo ( 1, 1), tendremos que en los intervalos ( 1, x1 ) y (xn , 1) no se cumplen los
requisitos del teorema de Rolle, pero en los n 1 intervalos (x1 , x2 ), (x2 , x3 ),..., (xn 1 , xn )
sı́ se cumplen dichos requisitos, por lo que, por Rolle, Pn0 (x) tiene al menos n 1 ceros en
( 1, 1). Como Pn0 (x) es un polinomio de grado n 1, ya que es la derivada de un polinomio
de grado n, podemos afirmar que Pn0 (x) tiene exactamente n 1 ceros en ( 1, 1). De
la misma forma concluimos que Pn00 (x) tiene exactamente n 2 ceros en ( 1, 1) y ası́
(k)
sucesivamente, hasta llegar a que Pn (x) tiene exactamente n k ceros en ( 1, 1).
Demostrada la propiedad.
7. Para todo n 1 se cumple que
@ 1 3 (x ⇠)
= (1 2x⇠ + ⇠ 2 ) 2 (2⇠ 2x) = (3.30)
@⇠ 2 1 2x⇠ + ⇠ 2
Por consiguiente:
@
(1 2x⇠ + ⇠ 2 ) (x ⇠) = 0 (3.31)
@⇠
De (3.7) tenemos que
1
X X 1
@ n
= Pn (x)⇠ , = nPn (x)⇠ n 1
(3.32)
n=0
@⇠ n=1
1
X 1
X 1
X
nPn (x)⇠ n 1
2x⇠ nPn (x)⇠ n 1
+ ⇠2 nPn (x)⇠ n 1
Es decir:
1
X 1
X 1
X 1
X 1
X
n 1 n n+1 n
nPn (x)⇠ 2nxPn (x)⇠ + nPn (x)⇠ xPn (x)⇠ + Pn (x)⇠ n+1 = 0
n=1 n=1 n=1 n=0 n=0
(3.34)
La segunda y la tercera sumatoria en (3.34) podemos comenzarlas en n = 0 en vez de en
n = 1, ya que con ello no harı́amos más que agregar un cero. Agrupando en (3.34) por
potencias iguales, obtenemos:
1
X 1
X 1
X
n 1 n
nPn (x)⇠ (2n + 1)xPn (x)⇠ + (n + 1)Pn (x)⇠ n+1 = 0 (3.35)
n=0 n=0 n=0
1
X 1
X 1
X
(n + 1)Pn+1 (x)⇠ n (2n + 1)xPn (x)⇠ n + nPn 1 (x)⇠ n = 0 (3.36)
n=0 n=0 n=1
1
X
[(n + 1)Pn+1 (x) (2n + 1)xPn (x) + nPn 1 (x)]⇠ n = 0 (3.37)
n=0
2n + 1 n
Pn+1 (x) = xPn (x) Pn 1 (x) (3.38)
n+1 n+1
En el presente epı́grafe comprobaremos que los polinomios de Legendre son las soluciones aco-
tadas en el intervalo [ 1, 1] de la ecuación
d
[(1 x2 )y 0 ] + y = 0, = n(n + 1) (3.39)
dx
d
[(1 x2 )y 0 ] + y = 0, 8 1<x<1
dx
|y(±1)| < 1 (3.40)
Demostremos que los polinomios de Legendre son las autofunciones del problema de frontera
de Sturm-Liouville (3.40) correspondientes a los autovalores = n(n + 1). Tomemos la función
generatriz (3.6) y derivémosla respecto a x. Obtenemos:
@ 1 3 ⇠
= (1 2x⇠ + ⇠ 2 ) 2 ( 2⇠) = (3.41)
@x 2 1 2x⇠ + ⇠ 2
@
(1 2x⇠ + ⇠ 2 ) =⇠ (3.42)
@x
@
(1 2x⇠ + ⇠ 2 ) = (x ⇠) (3.43)
@⇠
@ @
⇠ (x ⇠) =0 (3.44)
@⇠ @x
Polinomios de Legendre 117
1
X 1
X
⇠ nPn (x)⇠ n 1
(x ⇠) Pn0 (x)⇠ n = 0 (3.45)
n=1 n=0
Es decir:
1
X 1
X 1
X
nPn (x)⇠ n xPn0 (x)⇠ n + Pn0 (x)⇠ n+1 = 0 (3.46)
n=1 n=0 n=0
1
X 1
X 1
X
nPn (x)⇠ n
xP00 (x) xPn0 (x)⇠ n + Pn0 1 (x)⇠ n = 0 (3.47)
n=1 n=1 n=1
Como P0 (x) = 1, el segundo sumando en (3.47) se anula. Agrupando (3.47), nos queda:
1
X
[nPn (x) xPn0 (x) + Pn0 1 (x)]⇠ n = 0 (3.48)
n=1
Esta fórmula relaciona un polinomio de Legendre con su derivada y con la derivada del polinomio
inmediato anterior.
Coloquemos, ahora, ⇠ dada por (3.42) y ⇠ @@⇠ dada por (3.44) a la derecha de la evidente
identidad:
✓ ◆
@ @
⇠ (⇠ ) ⌘ ⇠ ⇠ + (3.50)
@⇠ @⇠
Obtenemos:
@ @ 1 @ @
⇠ (⇠ ) ⌘ ⇠ (x ⇠) + (1 2x⇠ + ⇠ 2 ) = (1 ⇠x) (3.51)
@⇠ @x ⇠ @x @x
Es decir:
118 José Marı́n Antuña
@ @
⇠ (⇠ ) (1 ⇠x) =0 (3.52)
@⇠ @x
1
! 1
@ X X
⇠ ⇠ Pn (x)⇠ n
(1 ⇠x) Pn0 (x)⇠ n = 0 (3.53)
@⇠ n=0 n=0
1
X 1
X 1
X 1
X
Pn (x)⇠ n+1
+ nPn (x)⇠ n+1
Pn0 (x)⇠ n + xPn0 (x)⇠ n+1 = 0 (3.54)
n=0 n=0 n=0 n=0
En la primera, segunda y cuarta sumatoria de (3.54) sustituiremos n+1 por n y como en realidad
la tercera sumatoria comienza en n = 1, ya que el término para n = 0 es cero, obtenemos:
1
X 1
X 1
X 1
X
Pn 1 (x)⇠ n + (n 1)Pn 1 (x)⇠ n Pn0 (x)⇠ n + xPn0 1 (x)⇠ n = 0 (3.55)
n=1 n=1 n=1 n=1
Derivemos (2.20):
nPn0 1 (x) Pn00 (x) + 2xPn0 (x) + x2 Pn00 (x) nPn (x) nxPn0 (x) = 0 (3.59)
Polinomios de Legendre 119
nxPn0 (x) nPn (x) (1 x2 )Pn00 (x) + 2xPn0 (x) nPn (x) nxPn0 (x) = 0 (3.60)
Cancelando el primer y último término en (3.60) y multiplicando toda la identidad por ( 1),
nos queda:
Es decir:
d
[(1 x2 )Pn0 (x)] + n(n + 1)Pn (x) ⌘ 0 (3.62)
dx
La identidad (3.62) prueba que, efectivamente, los polinomios de Legendre son las autofunciones
del problema (3.40) correspondientes al autovalor n = n(n + 1) en el intervalo ( 1, 1).
Como la ecuación de Legendre es un caso particular de la ecuación generatriz de las funciones es-
peciales, de acuerdo con la teorı́a general allá desarrollada, podemos afirmar que los polinomios
de Legendre son ortogonales con peso p(x) = 1 en el intervalo ( 1, 1), es decir que
Z 1
Pn (x)Pm (x)dx =k Pn k2 nm (3.63)
1
Z 1
2
k Pn k = Pn2 (x)dx (3.64)
1
es el cuadrado de la norma de los polinomios de Legendre. Además, podemos afirmar que tiene
lugar el teorema del desarrollo: Si la función f (x) es continua y dos veces diferenciable en
( 1, 1) y acotada en los extremos de este intervalo, admite un desarrollo en serie de polinomios
de Legendre:
1
X
f (x) = fn Pn (x) (3.65)
n=0
Z 1
1
fn = f (x)Pn (x)dx (3.66)
k P n k2 1
120 José Marı́n Antuña
Para poder aplicar el teorema del desarrollo, como se ve, es necesario tener el valor de la norma
de los polinomios de Legendre. Por ello, en el próximo epı́grafe nos dedicaremos a su cálculo.
Las aplicaciones de estos polinomios de Legendre a problemas de la Fı́sica Matemática serán
estudiadas más adelante.
n+1 n
xPn (x) = Pn+1 (x) + Pn 1 (x) (3.67)
2n + 1 2n + 1
2n 1 n 1
Pn (x) = xPn 1 (x) Pn 2 (x) (3.69)
n n
Z 1 Z 1
2 2n 1 n 1
k Pn k ⌘ Nn = Pn (x)Pn (x)dx = Pn (x) xPn 1 (x) Pn 2 (x) dx =
1 1 n n
Z 1 Z 1
2n 1 n 1
= xP n(x)Pn 1 (x)dx Pn (x)Pn 2 (x)dx (3.70)
n 1 n 1
donde hemos sustituido uno de los polinomios por la expresión (3.69). En (3.70) la segunda inte-
gral es cero en virtud de la ortogonalidad de los polinomios; en la primera integral sustituyamos
xPn (x) por su expresión dada por (3.67). Obtenemos:
Z 1
2n n+1 1 2
Nn = Pn+1 (x) + Pn 1 (x) Pn 1 (x)dx =
n 1 2n + 1 2n + 1
2n 1 2n 1
= k Pn 1 k2 ⌘ Nn 1 (3.71)
2n + 1 2n + 1
Polinomios de Legendre 121
donde hemos tenido en cuenta que la primera integral es cero por la ortogonalidad de los poli-
nomios. Ası́ pues, obtenemos una fórmula que relaciona el cuadrado de la norma del polinomio
de Legendre de grado n con el cuadrado de la norma del polinomio de grado n 1:
2n 1
Nn = Nn 1 (3.72)
2n + 1
2n 3
Nn 1 = Nn 2 (3.73)
2n 1
2n 5
Nn = Nn 3 (3.74)
2n + 3
..............................................
3
N2 = N1 (3.75)
5
1
N2 = N0 (3.76)
3
y como
Z 1 Z 1
N0 = P02 (x)dx = dx = 2 (3.77)
1 1
2n 1 2n 3 2n 5 31
Nn = ··· 2 (3.78)
2n + 1 2n 1 2n 3 53
Z 1
2 2
Nn ⌘k Pn k = Pn2 (x)dx = (3.79)
1 2n + 1
122 José Marı́n Antuña
m dm 1 m dn+m
Pn(m) (x) = (1 x2 ) 2 m
Pn (x) ⌘ n (1 x2 ) 2 [(x2 1)n ] (3.80)
dx 2 n! dxn+m
Directamente de la definición (3.80), puede establecerse una serie de propiedades para los
polinomios asociados de Legendre:
Propiedades.
(m)
1. Las funciones Pn (x) son polinomios de grado n si m es un número par.
Demostración:
Evidentemente, la función
dm
v= Pn (x) (3.81)
dxm
es un polinomio de grado n m, en virtud de ser la derivada de orden m de un polinomio
de grado n. Sea m = 2k. Entonces, de (3.80):
Demostrada la propiedad.
Demostración:
Polinomios de Legendre 123
dn+m
Pn(m) ( x) = (1 ( x)2 )m/2 [(( x)2 1)n ] =
dxn+m
dn+m
= ( 1)n+m (1 x2 )m/2 n+m
[(x2 1)n ] ⌘ ( 1)n+m Pn(m) (x)
dx
Demostrada la propiedad.
4. Se verifica que
(m)
Es conveniente destacar que los polinomios asociados de Legendre Pn (x) tienen, exactamente,
n ceros en el intervalo cerrado [ 1, 1], lo que coincide con el hecho de que ellos son polinomios
de grado n. Es decir, todas las raı́ces de (3.80) son reales y están en el intervalo cerrado [ 1, 1];
de ellos, n m raı́ces están en el intervalo abierto ( 1, 1) y las m raı́ces restantes están en
los extremos del intervalo x = ±1, ya que, del factor (1 x2 )m/2 , se ve que los extremos del
(m)
intervalo son ceros de orden m/2 para Pn (x) cada uno.
(m)
Como, para m impar, las funciones Pn (x) no son polinomios, sino funciones irracionales debido
p (m)
a la presencia del factor 1 x2 que se aprecia en (3.83), algunos autores dan a Pn (x) el
nombre de funciones asociadas de Legendre, en lugar de polinomios asociados de Legendre
que hemos utilizado nosotros. Es evidente que para m = 0
Introduzcamos la notación
u = Pn (x) (3.88)
m m
Pn(m) (x) = (1 x2 ) 2 u(m) ⌘ (1 x2 ) 2 v (3.89)
Es decir:
Derivemos a su vez (3.92), lo que significa derivar por segunda vez (3.90). Obtenemos:
m
v = (1 x2 ) 2 y (3.98)
Por consiguiente:
m m
v 0 = (1 x2 ) 2 y 0 + mx(1 x2 ) 2
1
y (3.100)
m m
v 00 = (1 x2 ) 2 y 00 + 2mx(1 x2 ) 2 1 0
y +
m m
+[m(1 x2 ) 2 1 + 2mx2 (m/2 + 1)(1 x2 ) 2
2
]y (3.101)
m m
(1 y 00 + 2mx(1 x2 ) 2 1 y 0 +
x2 ){(1 x2 ) 2
h ⇣ ⌘ i
2 m
1 2 m 2 m
2
+ m(1 x ) 2 + 2mx + 1 (1 x ) 2 y}
2
m m
(m + 1)2x{(1 x2 ) 2 y 0 + mx(1 x2 ) 2 1 y} +
m
+[n(n + 1) m(m + 1)](1 x2 ) 2 y ⌘ 0 (3.102)
m2
(1 x2 )y 00 2xy 0 y + n(n + 1)y ⌘ 0 (3.104)
1 x2
Con (3.104) queda demostrado que los polinomios asociados de Legendre son las autofunciones
del problema de frontera
d 2 0 m2
[(1 x )y ] y + y = 0, 8 1<x<1
dx 1 x2
|y(±1)| < 1 (3.105)
con m fijo.
La ecuación del problema (3.105) (es decir, la ecuación (3.104), que es la misma) se conoce con
el nombre de ecuación de los polinomios asociados de Legendre. Esta ecuación es un caso
2
particular de la ecuación generatriz de las funciones especiales con k(x) = (1 x2 ), q(x) = 1mx2 ,
p(x) = 1 y, como k(x) = 0 para x = ±1, su segunda solución linealmente independiente tendrá
en esos puntos polos de orden m/2. Esta segunda solución no tiene interés para los problemas
de la Fı́sica Matemática y, por consiguiente, no la estudiaremos. En virtud de la teorı́a general
estudiada para la ecuación generatriz de las funciones especiales, podemos afirmar que los
polinomios asociados de Legendre son ortogonales con peso p(x) = 1 en el intervalo ( 1, 1)
para distintos autovalores, es decir, que
Z 1
Pn(m)
1
(x)Pn(m)
2
(x)dx =k Pn(m)
1
(x) k2 n1 n2 (3.107)
1
(m)
donde k Pn1 (x) k2 es el cuadrado de la norma de los polinomios asociados, dado por la
expresión
Z 1
k Pn(m) (x) 2
k⌘ Nn(m) = [Pn(m) (x)]2 dx (3.108)
1
Además, de acuerdo con el teorema del desarrollo, cualquier función f (x) continua y dos veces
diferenciable en ( 1, 1) y acotada en sus extremos, admite un desarrollo en serie de polinomios
asociados de Legendre:
1
X
f (x) = fnm Pn(m) (x) (3.109)
n=m
Polinomios de Legendre 127
Z 1
1
fnm = (m)
f (x)Pn(m) (x)dx (3.110)
k Pn (x) k2 1
Lo dicho significa que el sistema de los polinomios asociados de Legendre forma una base de un
espacio funcional normado de infinitas dimensiones, cuyos elementos pueden expresarse como
la combinación lineal (3.109) de los elementos de la base.
(1 x2 )m+1 u(m+2) (m + 1)2x(1 x2 )m u(m+1) [m(m +1) n(n +1)](1 x2 )m u(m) ⌘ 0 (3.111)
Es decir:
d
[(1 x2 )m+1 u(m+1) ] = [n(n + 1) m(m + 1)](1 x2 )m u(m) (3.112)
dx
d
[(1 x2 )m u(m) ] = [n(n + 1) m(m 1)](1 x2 )m 1 u(m 1)
(3.113)
dx
Analicemos, ahora, la expresión del cuadrado de la norma. De (3.110) tenemos que, integrando
(m)
por partes, luego de sustituir Pn (x) por su expresión:
Z 1 Z 1
Nn(m) = Pn(m) (x)Pn(m) (x)dx = (1 x2 )m/2 u(m) (1 x2 )m/2 u(m) dx =
1 1
Z 1
= (1 x2 )m u(m) u(m) dx = (1 x2 )m u(m) u(m 1) 1
| 1
1
Z 1
d
[(1 x2 )m u(m) ]u(m 1)
dx (3.114)
1 dx
Z 1
Nn(m) = [n(n + 1) m(m 1)] (1 x2 )m 1 u(m 1) (m 1)
u dx =
1
(m 1)
= [n(n + 1) m(m 1)]Nn (3.115)
Colocando (3.116) en (3.115), obtenemos una expresión para el cuadrado de la norma del
polinomio de orden m en función del cuadrado de la norma del polinomio de orden m 1:
Por lo tanto:
Nn(m 1)
= (n + m 1)(n m + 2)Nn(m 2)
(3.118)
Nn(m 2)
= (n + m 2)(n m + 3)Nn(m 3)
(3.119)
...............................................
(0)
y como, por (3.87), Pn (x) = Pn (x), por la fórmula (3.79), tendremos que
2
Nn(0) ⌘ Nn = (3.122)
2n + 1
Colocando (3.122) en (3.121), (3.121) en (3.120) y ası́ sucesivamente, hasta colocar (3.118) en
(3.117), obtenemos:
2
Nn(m) = (n + m)(n + m 1)(n + m 2) · · · (n + 1)n(n 1) · · · (n m + 1) (3.123)
2n + 1
Polinomios de Legendre 129
Para escribir la norma hallada en forma más compacta, multipliquemos y dividamos en (3.123)
por (n m)!. De esta manera obtenemos, finalmente, para el cuadrado de la norma de los
polinomios asociados de Legendre la expresión:
Z 1
(n + m)! 2
k Pn(m) 2
k⌘ Nn(m) = [Pn(m) (x)]2 dx = (3.124)
1 (n m)! 2n + 1
Nótese que, para m = 0, (3.124) se convierte en (3.79). Igualmente, la ecuación del problema
(3.105) se convierte, para m = 0, en la ecuación de Legendre (3.62), ya que los polinomios
asociados de Legendre, según (3.87), se convierten en los polinomios de Legendre para m = 0.
Los polinomios de Legendre estudiados en este capı́tulo fueron introducidos en el Análisis por
primera vez por Legendre en 1784. Los polinomios asociados de Legendre aparecen en los
problemas de la Fı́sica Matemática, en primera instancia, como resultado de la solución de la
ecuación de Laplace en coordenadas esféricas y permiten definir las funciones conocidas con el
nombre de armónicos esféricos que serán estudiados más adelante.
u t = a2 r 2 u (3.125)
mantenga todo el tiempo nula sobre la frontera: u|r=r0 = 0. Ası́ pues, el problema a resolver
en coordenadas esféricas es
u t = a2 r 2 u
u(r, ✓, 0) = Ar cos ✓ (3.126)
u(r0 , ✓, t) = 0
No hemos considerado la temperatura dependiente del ángulo ', ya que ni la condición inicial,
ni la de frontera dependen del mismo, lo que significa que el problema tiene simetrı́a respecto
a este ángulo. Para resolver el problema (3.126) propondremos la solución en la forma:
T r2 v
= = (3.128)
a2 T v
donde la constante aparece en (3.128) por tener a la izquierda una función sólo de t. De
(3.128) obtenemos para T (t) la ecuación diferencial ordinaria
T 0 + a2 T = 0 (3.129)
a2 t
T (t) = Ce (3.130)
donde C es una constante arbitraria. Para v(r, ✓) obtenemos de (3.128) la siguiente ecuación a
la que añadimos la condición de frontera que se deriva de la condición de frontera de (3.126):
Desde un punto de vista fı́sico hay que exigir que |v| < 1, ya que la solución del problema
(3.126) debe ser, evidentemente, acotada. Para resolver la ecuación (3.131), que es una ecuación
de Helmholtz, propongamos la solución en la forma:
1 d 2 0 1 1 d
2
(r R )⇥ + 2 (sin ✓⇥0 )R + R⇥ = 0 (3.133)
r dr r sin ✓ d✓
r2
Multipliquemos (3.133) por R⇥
. Obtenemos:
d 1 d
dr
(r2 R0 ) 2 sin ✓ d✓
(sin ✓⇥0 )
+ r = =↵ (3.134)
R ⇥
La constante ↵ aparece en (3.134) por figurar a la izquierda una función sólo de r y a la derecha
una función sólo de ✓. Ası́ pues, para ⇥(✓) se obtiene el problema:
1 d
(sin ✓⇥0 ) + ↵⇥ = 0 80 < ✓ < ⇡
sin ✓ d✓
|⇥(✓)| < 1 (3.135)
d
[(1 x2 )y 0 ] + ↵y = 0 8 1<x<1
dx
|y(x)| < 1 (3.137)
Para R(r), de (3.134) y, teniendo en cuenta los valores de ↵ dados en (3.139), obtenemos la
ecuación:
132 José Marı́n Antuña
d 2 0
(r R ) + ( r2 n(n + 1))R = 0
dr
|R| < 1 (3.140)
✓ ◆
1 d 2 0 n(n + 1)
(r R ) + R = 0
r2 dr r2
|R| < 1 (3.141)
R(r0 ) = 0
w(r)
R(r) = p (3.142)
r
Entonces:
w0 w w00 w0 3w
R0 = p p , R00 = p p + 2p (3.143)
r 2r r r r r 4r r
2
!
1 n + 12
w00 + w0 + w=0 (3.144)
r r2
La ecuación (3.144) no es más que la ecuación de Bessel de orden n + 1/2. Su solución acotada
es
p
w(r) = Jn+1/2 ( r) (3.145)
!
(n)
1 ⌫k
Rn (r) = p Jn+1/2 r (3.146)
r r0
(n)
donde hemos llamado ⌫k , (k = 1, 2, 3, ...) a las raı́ces de la ecuación
Polinomios de Legendre 133
!2
⌫
(n)
a
!
k t (n)
r0 1 ⌫k
unk (r, ✓, t) = Cnk e p Jn+1/2 r Pn (cos ✓) (3.148)
r r0
La solución general del problema será la superposición de todas las posibles soluciones particu-
lares (3.148), es decir:
!2
1 X
1 ⌫
(n)
a
!
X k
r0
t 1
(n)
⌫k
u(r, ✓, t) = Cnk e p Jn+1/2 r Pn (cos ✓) (3.149)
n=0 k=1
r r0
1 X
1
!
X 1
(n)
⌫k
Ar cos ✓ = Cnk p Jn+1/2 r Pn (cos ✓) (3.150)
n=0 k=1
r r0
Z !
r0 (1)
1 p ⌫k
C1k = Ar rJ3/2 r rdr (3.151)
k J3/2 k2 0 r0
Esta integral puede calcularse con ayuda de las fórmulas recurrentes para las funciones cilı́n-
dricas. El resultado da:
✓ ◆4
r0 (1) (1)
2A (1) [⌫k ]5/2 J5/2 (⌫k )
⌫k
C1k = p⇡ (1)
(3.152)
1 0
r03 2 (1) [J3/2 (⌫k )]2
⌫k
2m0
r2 + [E U (r)] = 0 (3.153)
~2
donde se exige que | | < 1. (r, ✓, ') es la función de onda que describe el estado de la
partı́cula, E es la energı́a total de la partı́cula, m0 su masa y U (r) es la energı́a potencial.
h
~= = 1.05 · 10 27
erg · s (3.154)
2⇡
✓ ◆
1 d 2 0 R 1 @ @Y 1 @2Y
(r R )Y + 2 sin ✓ + +
r2 dr r sin ✓ @✓ @✓ sin2 ✓ @'2
2m0
+ [E U ]RY = 0 (3.156)
~
Introduzcamos la notación
✓ ◆
1 @ @Y 1 @2Y
r2✓' Y ⌘ sin ✓ + (3.157)
sin ✓ @✓ @✓ sin2 ✓ @'2
r2
que es la parte angular del laplaciano en coordenadas esféricas y multipliquemos por RY
la
ecuación (3.156). Obtenemos:
d
dr
(r2 R0 ) 2m0 r2 r2✓' Y
+ [E U (r)] = = (3.158)
R ~ Y
donde es una constante dada por el hecho de que a la izquierda en (3.158) tenemos una
función sólo de r. Para Y (✓, ') obtenemos la ecuación y las evidentes condiciones:
1 d 1 d2
(sin ✓⇥0 ) + ⇥ + ⇥ =0 (3.161)
sin ✓ d✓ sin2 ✓ d'2
sin2 ✓
Multiplicando (3.161) por ⇥
, nos queda:
d
sin ✓ d✓ (sin ✓⇥0 ) 00
+ sin2 ✓ = =↵ (3.162)
⇥
donde la constante ↵ viene dada por el hecho de que a la izquierda y a la derecha en (3.162)
tenemos funciones sólo de ✓ y de ', respectivamente. De (3.162) para se obtiene el problema:
00
+↵ = 0
(' + 2⇡) = (') (3.163)
1 d m2
(sin ✓⇥0 ) ⇥ + ⇥ = 0 80 < ✓ < ⇡
sin ✓ d✓ sin2 ✓
|⇥(✓)| < 1 (3.165)
obtenemos de (3.165)
d m2
[(1 x2 )y 0 ] y+ y = 0 8 1<x<1
dx 1 x2
|y(x)| < 1 (3.167)
136 José Marı́n Antuña
1 d 2 0 n(n + 1) 2m0
(r R ) R+ [E U (r)]R = 0 (3.169)
r2 dr r 2 ~
1 2 2m0 E
r✓' Y + Y =0 (3.170)
r 2 ~2
1 2m0 E
n(n + 1) + =0 (3.171)
r 2 ~2
~2 n(n + 1)
En = (3.172)
2m0 r2
2
Si U (r) = er , o sea, el potencial de Coulomb, tendremos el problema del átomo de hidrógeno
y ası́ sucesivamente. Nótese que para la parte angular se obtuvieron las funciones
Ynm (✓, ') = {Anm cos m' + Bnm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (3.173)
Los ejemplos que hemos visto en este epı́grafe son de carácter ilustrativo para que el lector tenga
una visión de la variada e importante aplicación que tienen los polinomios de Legendre en la
Polinomios de Legendre 137
solución de diversos problemas fı́sicos. Por supuesto, se requiere un estudio más detallado de
las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden y de sus métodos de solución para una
comprensión más cabal de los ejemplos desarrollados. Ese estudio será efectuado más adelante
en el presente libro.
138 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 4
Estudiemos los polinomios de Hermite, que aparecen al resolver el problema del oscilador
armónico cuántico.
Definiremos formalmente los polinomios de Hermite como los coeficientes del desarrollo de la
siguiente función
⇠2 2 (⇠ x)2
(x, ⇠) = e2x⇠ ⌘ ex e (4.1)
en serie de potencias de ⇠ y que, por tal motivo, recibe el nombre de función generatriz de
los polinomios de Hermite. Ası́ pues, tendremos el desarrollo
1
X ⇠n
(x, ⇠) = Hn (x) (4.2)
n=0
n!
donde Hn (x) son los polinomios de Hermite. Busquemos una expresión diferencial para los
polinomios; haciendo la prolongación analı́tica de la función (4.1) al plano complejo ⇣ = ⇠ + i⌘
y teniendo en cuenta el desarrollo en serie de Taylor de variable compleja, tendremos:
139
140 José Marı́n Antuña
Z 2 2 Z (⇣ x)2
@n n! ex e (⇣ x) 2 n! e d⇣
Hn (x) = n
|⇣=0 = n+1
d⇣ ⌘ ex (4.3)
@⇣ 2⇡i C ⇣ 2⇡i C ⇣ n+1
z=x ⇣, dz = d⇣ (4.4)
Z 2 Z 2
n!
x2 e z ( dz) 2 n! ( 1) e z ( dz)
Hn (x) = e n+1
= ex (4.5)
2⇡i C1 (x z) 2⇡i ( 1)n+1 C1 (z x)n+1
2 dn x2
Hn (x) = ( 1)n ex [e ] (4.6)
dxn
La fórmula (4.6) es una expresión diferencial para los polinomios de Hermite, los cuales tienen
las siguientes propiedades:
an = 2n (4.7)
2. Para todo n:
Demostración:
De la fórmula diferencial (4.6), sustituyendo x por x, se obtiene:
Polinomios de Hermite y Laguerre 141
x)2 dn ( x)2 2 1 dn x2
Hn ( x) = ( 1)n e( [e ] = ( 1)n ex [e ] = ( 1)n Hn (x)
d( x)n ( 1)n dxn
Demostrada la propiedad.
@
= 2⇠ (4.10)
@x
Colocando en (4.10) la expresión (4.2), tendremos:
1
X 1
X 1
⇠ n
⇠n X ⇠ n+1
Hn0 (x) = 2⇠ Hn (x) = 2Hn (x) (4.11)
n=0
n! n=0
n! n=0
n!
1
X n 1
X
⇠ ⇠n
Hn0 (x) = 2Hn 1 (x) (4.12)
n=0
n! n=1
(n 1)!
De la fórmula diferencial (4.6) es obvio que H0 (x) = 1 y, por tanto, H00 (x) = 0. Por
consiguiente, de (4.12) obtenemos:
1
X n 1
X
⇠ ⇠n
Hn0 (x) = 2Hn 1 (x) (4.13)
n=1
n! n=1
(n 1)!
@
= (2x 2⇠) (4.15)
@⇠
Colocando en (4.15) la expresión (4.2), se obtiene:
1
X X 1 1
X
⇠n 1 ⇠n ⇠ n+1
Hn (x) = 2xHn (x) 2Hn (x) (4.16)
n=1
(n 1)! n=0 n! n=0
n!
1
X 1 1
⇠n X ⇠n X ⇠n
Hn+1 (x) = 2xHn (x) 2Hn 1 (x) (4.17)
n=0
n! n=0
n! n=1
(n 1)!
Es decir:
1
X X1 1
X
⇠n ⇠n ⇠n
H1 (x) + Hn+1 (x) = 2xH0 (x) + 2xHn (x) 2Hn 1 (x) (4.18)
n=1
n! n=1
n! n=1
(n 1)!
Pasando en (4.17) todos los sumandos para la izquierda, teniendo en cuenta que, de
acuerdo con (4.6), H0 (x) = 1, H1 (x) = 2x y agrupando en potencias iguales, obtenemos:
1
X ⇠n
[Hn+1 (x) 2xHn (x) + 2nHn 1 (x)] =0 (4.19)
n=1
n!
La fórmula de recurrencia (4.14) resulta de utilidad para hallar los polinomios de Hermite de
grados superiores a través de los polinomios de grados inferiores. No es difı́cil obtener algunos
polinomios de Hermite:
H0 (x) = 1 (4.20)
H1 (x) = 2x (4.21)
Nótese que se verifica (4.7) para los polinomios hallados. Igualmente se comprueba que, en
concordancia con (4.8), los polinomios son funciones impares de x para n impar (y por lo tanto
sólo contienen potencias impares de x) y son funciones pares de x para n par.
0
Hn+1 (x) 2Hn0 (x) 2xHn (x) + Hn00 (x) ⌘ 0 (4.27)
0
Hn+1 (x) = 2(n + 1)Hn (x) (4.28)
La identidad (4.29) nos indica que los polinomios de Hermite son solución de la ecuación
diferencial
y 00 2xy 0 + y = 0 8 = 2n (4.30)
x2
Si multiplicamos por e , la ecuación (4.30) puede ser escrita en la forma:
d x2 0 x2
[e y]+ e y=0 (4.31)
dx
Por consiguiente, la ecuación (4.31) será soluble en todo el eje 1 < x < 1 y los polinomios
de Hermite corresponderán a determinadas condiciones de frontera a imponer para x ! ±1.
Esas condiciones de frontera, que nos permiten determinar por autofunciones los polinomios de
Hermite correspondientes a los autovalores = 2n, surgen del problema fı́sico que conduce a la
ecuación de Hermite; dichas condiciones están constituidas por la exigencia de que la solución
2
de la ecuación (4.31) crezca con menos rapidez que la función ex /2 para x ! 1. En aras de
lograr una mayor comprensión de lo dicho, veremos a continuación el problema del oscilador
armónico cuántico.
Supongamos que tenemos una partı́cula cuántica que oscila en el eje x en el entorno del punto
de equilibrio x = 0. Si m0 es la masa de la partı́cula y ! la frecuencia de las oscilaciones,
entonces la energı́a potencial del oscilador será:
m0 ! 2 x2
U (x) = (4.32)
2
d2 2m0 m0 ! 2 x2
+ 2 E =0 (4.33)
dx2 ~ 2
r
~
x= ⇠ (4.34)
m0 !
d2 2E
+ ⇠2 =0 (4.35)
d⇠ 2 ~!
x2
(x) = u(x)e 2 (4.36)
Para lograr que la solución (x) sea acotada, debemos exigir que la función u(x) crezca con
2
menos rapidez que ex /2 para x ! 1. Entonces tendremos que
x2
00
(x) = [u00 2xu0 (1 x2 )u]e 2 (4.37)
Polinomios de Hermite y Laguerre 145
00 0 2 2E
u 2xu (1 x )u + x2 u = 0 (4.38)
~!
Es decir, llamando
2E
= 1 (4.39)
~!
obtenemos:
Nótese que la ecuación (4.40) es idéntica a la ecuación (4.30) que satisfacen los polinomios de
Hermite. A (4.40) debemos imponer la condición de frontera de que u(x) crezca con menos
2
rapidez que ex /2 para x ! 1. Demostremos que las autofunciones de este problema de
frontera son los polinomios de Hermite estudiados en el punto anterior y que los autovalores
que les corresponden son = 2n. En virtud de que x = 0 es un punto regular de la ecuación
(4.40), buscaremos la solución, de acuerdo con lo estudiado en el primer capı́tulo, en forma de
una serie de potencias:
1
X
u(x) = ak x k (4.41)
k=0
1
X 1
X 1
X
k 2 k 1
k(k 1)ak x 2x kak x + ak x k = 0 (4.42)
k=2 k=1 k=0
Es decir
1
X 1
X 1
X
k 2 k
k(k 1)ak x 2kak x + ak x k = 0 (4.43)
k=2 k=0 k=0
donde hemos comenzado a sumar desde k = 0 en la segunda serie, ya que ello simplemente
equivale a sumar un cero. En la primera serie a la izquierda de (4.43) llamemos k a k 2.
Obtenemos entonces:
1
X 1
X 1
X
k k
(k + 2)(k + 1)ak+2 x 2kak x + ak x k = 0 (4.44)
k=0 k=0 k=0
146 José Marı́n Antuña
Ası́ pues, para los coeficientes de la serie (4.41) obtenemos la siguiente fórmula recurrente:
2k
ak+2 = ak (4.46)
(k + 2)(k + 1)
La fórmula (4.46) nos indica que los coeficientes pares vienen todos expresados a través de a0 ,
mientras que los coeficientes impares vienen todos expresados a través de a1 . Los coeficientes a0
y a1 son arbitrarios, pues, al ser la ecuación (4.40) homogénea y de segundo orden, su solución
general contendrá dos constantes arbitrarias. De esta manera, en principio, queda resuelta la
ecuación (4.40) por la serie (4.41). Analicemos para k ! 1 la relación de dos coeficientes
inmediatos; de acuerdo con (4.46)
ak (k + 2)(k + 1) k
= ⇠ , 8k ! 1 (4.47)
ak+2 2k 2
2
Por otro lado tenemos que la serie de la función ex es:
X xk X 1
x2
e = k
⌘ bk x k , b k = k
(4.48)
k=0,2,4,... 2
! k=0,2,4,... 2
!
k+2
bk 2
! k k
= k
= + 1 ⇠ , 8k ! 1 (4.49)
bk+2 2
! 2 2
Es decir, de (4.47) y (4.49) se ve que, para k ! 1, la relación entre los coeficientes de nuestra
serie solución (4.41) es del mismo orden que la de los coeficientes del desarrollo de la función
2
ex en serie de potencias, lo que significa que, si nuestra solución (4.41) fuese efectivamente una
2
serie, es decir, si tuviese infinitos términos, serı́a del orden de ex :
2
u ⇠ ex (4.50)
Pero entonces (4.41) no serı́a la solución buscada de nuestro problema, pues nosotros nece-
2
sitamos hallar la solución de la ecuación (4.40) que crezca con menos rapidez que ex /2 para
x ! ±1, con el fin de que la solución (4.36) de nuestro problema fı́sico permanezca acotada
para x ! ±1.
Polinomios de Hermite y Laguerre 147
Ası́ pues, concluimos que, para que la expresión (4.41) nos de la solución de la ecuación (4.40)
con el debido comportamiento para x ! ±1, es necesario que la fórmula (4.41) no sea una
2
serie de infinitos sumandos, ya que entonces serı́a del orden de ex según (4.50). Es decir, (4.41)
tiene que ser una suma finita de términos. En otras palabras, la serie (4.41) debe cortarse en
algún lado. Un análisis de la fórmula recurrente (4.46) nos permite concluir que si exigimos
que para cierto n fijo:
= 2n (4.51)
y si exigimos, además, que si n es par a1 = 0, entonces tendremos, de acuerdo con (4.46), que:
a1 = a3 = · · · = a2k+1 = 0, 8k
6 0, a2 =
a0 = 6 0, · · ·, an 6= 0; an+2 = · · ·a2k = 0, 82k > n (4.52)
a0 = a2 = · · · = a2k = 0, 8k
6 0, a3 =
a1 = 6 0, · · ·, an =
6 0; an+2 = · · ·a2k = 0, 82k + 1 > n (4.53)
n
X
u(x) = ak x k (4.54)
k=0
lo que significa que las soluciones de (4.40) serán polinomios de grado n y serán, por tanto,
2
funciones que, para x ! ±1, crecerán con menos rapidez que ex /2 . Los valores del parámetro
, dados por (4.51), serán los autovalores del problema de frontera planteado para la ecuación
(4.40) y, de (4.54), las autofunciones que les corresponden son, de acuerdo con (4.52) y (4.53),
respectivamente:
El ejemplo fı́sico del oscilador cuántico nos permite, pues, concluir que los polinomios de Hermite
son las autofunciones del problema
d x2 0 x2
[e y]+ e y = 0, 8 1<x<1 (4.56)
dx
2
Ecuación a la que se le impone la condición de que y crezca con menos rapidez que ex /2 para
x ! ±1. Para este problema, los autovalores correspondientes son los dados por (4.51). De
acuerdo con (4.39) vemos que la energı́a del oscilador cuántico toma valores discretos:
✓ ◆
1
En = ~! n + , 8n = 0, 1, 2, ... (4.57)
2
es decir, la energı́a del oscilador está cuantificada; ninguna partı́cula del micromundo puede
oscilar con energı́as cuyos valores no correspondan a los dados por (4.57). Esto es totalmente
diferente a la Mecánica Clásica, en la que para el oscilador la energı́a, dada por la expresión
p2 m0 ! 2 x2
E= + (4.58)
2m0 2
donde p es el impulso de la partı́cula, toma valores continuos. Nótese que de (4.57) se obtiene
que en el estado básico (n = 0) el oscilador cuántico tiene una energı́a básica diferente de cero:
~!
E0 = (4.59)
2
que, como se demuestra comúnmente en los cursos de Mecánica Cuántica, está vinculada con
la relación de indeterminación de Heisenberg. La teorı́a del oscilador cuántico sienta las bases
para la teorı́a cuántica de la radiación, la explicación de los espectros de los átomos y sirve
como fundamento para la creación de la teorı́a cuántica de los campos.
El problema (4.56) es un caso particular del problema de la ecuación generatriz de las funciones
2 2
especiales, con k(x) = e x , p(x) = e x . Por consiguiente, podemos afirmar que los polinomios
2
de Hermite son ortogonales en ( 1, 1) con peso e x , es decir:
Z 1
x2
Hn (x)Hm (x)e dx =k Hn (x) k2 nm (4.60)
1
1
X
f (x) = fn Hn (x) (4.61)
n=0
convergente absoluta y uniformemente para toda x. Los coeficientes del desarrollo vendrán
dados por la fórmula
Z 1
1 x2
fn = f (x)Hn (x)e dx (4.62)
k H n k2 1
Z 1
2 x2
k H n k ⌘ Nn = Hn2 (x)e dx (4.63)
1
Sustituyamos para ello en (4.63) uno de los polinomios por su fórmula diferencial (4.6) e inte-
gremos una vez por partes; obtenemos:
Z 1 Z 1 n
x2 2 d 2 2
Nn = Hn (x)Hn (x)e dx = Hn (x)( 1)n ex n
[e x ]e x dx =
1 1 dx
Z 1
dn 1 x2 1 dn 1 2
= ( 1)n Hn (x) [e ]| 1 ( 1)n Hn0 (x) n 1 [e x ]dx (4.64)
dxn 1 1 dx
El primer sumando a la izquierda en (4.64) es cero, ya que los polinomios crecen con menos
2
rapidez que ex cuando x ! ±1. Sustituyendo en la integral a la izquierda en (4.64) la primera
2
fórmula recurrente (4.9) y multiplicando y dividiendo el integrando por ex , obtenemos:
Z 1
n 1 dn 1 x2 2 x2
Nn = ( 1) 2nHn 1 (x) n 1 [e ]ex e dx ⌘
1 dx
Z 1
x2
⌘ 2n Hn 1 (x)Hn 1 (x)e dx ⌘ 2nNn 1 (4.65)
1
Ası́ pues, hemos obtenido una fórmula recurrente para el cuadrado de la norma del polinomio
de Hermite de grado n, en función del cuadrado de la norma del polinomio de grado n 1. De
(4.65) podemos escribir que
Nn = 2nNn 1 (4.66)
150 José Marı́n Antuña
...........................................
N2 = 2 · 2N1 (4.69)
N1 = 2 · 1N0 (4.70)
Z 1 Z 1
2 x2
p
N0 = H02 (x)e x dx = e dx = ⇡ (4.71)
1 1
p
Nn ⌘k Hn k2 = 2n n! ⇡ (4.72)
El cuadrado de la norma (4.72) nos permite aplicar la fórmula (4.62) para el cálculo de los
coeficientes del teorema del desarrollo de una función en la serie (4.61).
En diversos problemas de la Mecánica Cuántica aparecen los polinomios de Laguerre que estu-
diaremos a continuación.
Los polinomios de Laguerre los definiremos formalmente como los coeficientes del desarrollo de
la función
x⇠
e 1 ⇠
(x, ⇠) = (4.73)
1 ⇠
Polinomios de Hermite y Laguerre 151
en serie de potencias de ⇠. Debido a ello, la función (4.73) se conoce con el nombre de función
generatriz de los polinomios de Laguerre. Tendremos, por lo tanto, que
1
X ⇠n
(x, ⇠) = Ln (x) (4.74)
n=0
n!
Busquemos una expresión para estos polinomios en términos de una fórmula diferencial. Para
ello hagamos la prolongación analı́tica de la función (4.73) al plano complejo ⇣ = ⇠ + i⌘;
entonces, de acuerdo con la teorı́a de las series de Taylor de la teorı́a de funciones de variable
compleja, tendremos:
Z x⇣
@n n! e 1 ⇣ d⇣
Ln (x) = |⇣=0 = (4.75)
@⇣ n 2⇡i C 1 ⇣ ⇣ n+1
x x x
z= , 1 ⇣= , d⇣ = 2 dz (4.76)
1 ⇣ z z
Z Z
e z(1 )
x
n! z xdz n! x z n e z dz
Ln (x) = n+1 2
= e (4.77)
2⇡i C1
x
1 x z 2⇡i C1 (z x)n+1
z z
dn n x
Ln (x) = ex [x e ] (4.78)
dxn
La fórmula (4.78) es una expresión diferencial para los polinomios de Laguerre. De ella es
evidente que las funciones Ln (x) son polinomios de grado n, ya que la enésima derivada xn e x
por la fórmula de Leibnitz es
n
X n
X
[xn e x ](n) = Cnk (xn )(n k)
(e x )(k) = e x
Cnk (xn )(n k)
( 1)k (4.79)
k=0 k=0
donde
152 José Marı́n Antuña
n!
Cnk = (4.80)
k!(n k)!
n
X
Ln (x) = Cnk ( 1)k (xn )(n k)
(4.81)
k=0
Es decir:
n!
Ln (x) = n! n · n!x + n(n 1) · · · 3x2 + · · · + ( 1)n xn (4.82)
2!(n 2)!
De la expresión (4.82) se ve que los polinomios de Laguerre contienen todas las potencias de x
hasta el grado n y se destacan los coeficientes:
L0 (x) = 1 (4.84)
L1 (x) = 1 x (4.85)
L2 (x) = 2 4x + x2 (4.86)
u = z (n) (4.90)
z = xn e x
(4.91)
xz 0 + (x n)z ⌘ 0 (4.92)
xz 00 + (x n + 1)z 0 + z ⌘ 0 (4.93)
u ⌘ e x Ln (x) (4.98)
Por lo tanto:
154 José Marı́n Antuña
Por consiguiente, concluimos que los polinomios de Laguerre son soluciones de la ecuación
diferencial
xy 00 + (1 x)y 0 + y = 0, 8 = n (4.102)
d
[xe x y 0 ] + e x y = 0 (4.103)
dx
Debido al interés que para la Fı́sica tiene, procederemos a plantear y resolver el problema
de frontera de los polinomios de Laguerre y a obtener la solución por el conocido método de
búsqueda de la solución por medio de series de potencias. Las condiciones que surgen de la
Fı́sica conducen a la exigencia de que la solución de la ecuación (4.103) debe ser acotada para
x = 0 y crecer para x ! 1 con rapidez no mayor que una potencia finita de x. Es decir, que
el problema de frontera se plantea en los siguientes términos:
d
[xe x y 0 ] + e x y = 0, 80 < x < 1
dx
|y(0)| < 1 (4.104)
y ⇠ xn , 8x ! 1
1
X
y(x) = ak x k (4.105)
k=0
Entonces:
1
X 1
X
0 k 1 00
y (x) = kak x , y (x) = k(k 1)ak xk 2
(4.106)
k=1 k=2
1
X 1
X 1
X
k 2 k 1
x k(k 1)ak x + (1 x) kak x + ak x k = 0 (4.107)
k=2 k=1 k=0
Es decir:
1
X 1
X 1
X 1
X
k 1 k 1 k
k(k 1)ak x + kak x kak x + ak x k = 0 (4.108)
k=1 k=0 k=1 k=0
1
X 1
X 1
X 1
X
k k k
(k + 1)kak 1 x + (k + 1)ak+1 x kak x + ak x k = 0 (4.109)
k=1 k=0 k=1 k=0
En (4.109) la primera y la tercera sumatoria pueden comenzarse desde k = 0, ya que con ello
sólo se añadirı́a un cero a la expresión. Por consiguiente, de (4.109) obtenemos, después de
agrupar:
1
X
[(k + 1)kak 1 + (k + 1)ak+1 kak + ak ]xk = 0 (4.110)
k=0
k
ak+1 = ak (4.112)
(k + 1)2
156 José Marı́n Antuña
De (4.112) se ve que todos los coeficientes de la solución propuesta vienen expresados en función
de a0 , que es arbitrario. La arbitrariedad de a0 no nos debe asustar, ya que, como la ecuación
(4.103) es homogénea, su solución, multiplicada por cualquier constante, sigue siendo solución.
Más adelante escogeremos el coeficiente arbitrario a0 de manera conveniente. La solución
obtenida cumple con el requisito del problema (4.104) en x = 0. Para que cumpla con la
condición de que crezca como xn para x ! 1 tenemos que exigir que la serie se corte en un
número n fijo. Ello se logra tomando
=n (4.113)
que serán, por tanto, los autovalores del problema (4.104). De esta manera, la solución (4.105)
queda en forma de un polinomio de grado n:
n
X
y(x) = ak x k = a0 + a1 x + a2 x 2 + · · · + an x n (4.114)
k=0
a1 = a0 (4.115)
1 (1 )( )
a2 = a1 = a0 (4.116)
22 22
(2 )(1 )( )
a3 = 2 2
a0 (4.117)
32
(3 )(2 )(1 )( )
a4 = a0 (4.118)
42 32 22
...........................................................................
donde hemos tenido en cuenta (4.113). Con el fin de que la solución polinomial (4.114) coincida
con los polinomios de Laguerre anteriormente definidos, elegimos el coeficiente arbitrario a0 =
n!. Entonces, de (4.119) se ve que an = ( 1)n . Ası́, de acuerdo con (4.83), los polinomios
(4.114) solución del problema (4.104) serán los mismos polinomios de Laguerre dados por (4.78)
y (4.81), como los coeficientes del desarrollo de la función generatriz en serie de potencias.
Polinomios de Hermite y Laguerre 157
Nótese que, en virtud de que la ecuación del problema (4.104) es un caso particular de la
ecuación generatriz de las funciones especiales, los polinomios de Laguerre serán ortogonales en
(0, 1) con peso e x , es decir:
Z 1
Ln (x)Lm (x)e x dx =k Ln k2 nm (4.120)
0
Z 1
2
Nn ⌘k Ln k = L2n (x)e x dx (4.121)
0
Igualmente, podemos afirmar que tiene lugar el teorema del desarrollo: cualquier función con-
tinua con segunda derivada continua en (0, 1), acotada en x = 0, admite un desarrollo en serie
de polinomios de Laguerre:
1
X
f (x) = fn Ln (x) (4.122)
n=0
convergente absoluta y uniformemente en (0, 1). Los coeficientes fn del desarrollo vienen dados
por:
Z 1
1
fn = f (x)Ln (x)e x dx (4.123)
k L n k2 0
Z 1 Z 1
dn n x x
Nn = L2n (x)e x dx = Ln (x)ex [x e ]e dx =
dxn
Z0 1 0
dn dn 1
= Ln (x) n [xn e x ]dx = n 1 [xn e x ]|1
0 +
0 dx dx
Z 1
dn 1
+( 1) L0n (x) n 1 [xn e x ]dx (4.124)
0 dx
Z 1
dn 2 n x 1 dn 2 n x
Nn = ( 1)L0n (x) [x e ]|0 + ( 1)2 L00n (x) [x e ]dx (4.125)
dxn 2 0 dxn 2
En (4.125) el primer término de nuevo es cero. Al integrar n veces por partes, se obtiene:
Z 1
n
Nn = ( 1) L(n) n x n n
n (x)x e dx = ( 1) ( 1) n! (n + 1) = (n!)
2
(4.126)
0
donde hemos tenido en cuenta que an = ( 1)n y que la enésima derivada del polinomio es,
(n)
simplemente, Ln (x) = an n!. Además, de acuerdo con la definición de la función gamma de
Euler:
Z 1
xn e x dx ⌘ (n + 1) = n! (4.127)
0
ya que n es entero. Por consiguiente, el cuadrado de la norma del polinomio de Laguerre Ln (x)
queda de la forma:
Z 1
2
Nn ⌘k Ln k = L2n (x)e x dx = (n!)2 (4.128)
0
Con la norma obtenida podemos aplicar la fórmula (4.123) del cálculo de los coeficientes del
desarrollo (4.122) de una función en serie de polinomios de Laguerre.
En la Fı́sica aparecen unos polinomios más generales que los estudiados en este epı́grafe y que
veremos a continuación.
d s+1 x 0
[x e y ] + xs e x y = 0 (4.129)
dx
cuya solución se busca en el intervalo (0, 1) bajo la condición de que la solución sea acotada en
x = 0 y crezca para x ! 1 como una potencia finita de x. En (4.129) s 0 es cierto número.
La ecuación (4.129) se conoce con el nombre de ecuación generalizada de Laguerre. Nótese
que para s = 0 esta ecuación coincide con la ecuación de Laguerre (4.103).
La expresión
Polinomios de Hermite y Laguerre 159
x⇠
e 1 ⇠
s (x, ⇠) = (4.130)
(1 ⇠)s+1
1
X ⇠n
s (x, ⇠) = Qsn (x) (4.131)
n=0
n!
donde Qsn (x) son los polinomios generalizados de Laguerre. Con vistas a hallar una
fórmula diferencial para estos polinomios, prolonguemos al plano complejo ⇣ = ⇠ + i⌘ la función
(4.130). Entonces, para los coeficientes del desarollo (4.131) tendremos, de acuerdo con la teorı́a
de las series de Taylor de la teorı́a de funciones de variable compleja:
Z x⇣
n! e 1 ⇣ d⇣
Qsn (x) = (4.132)
2⇡i C (1 ⇣)s+1 ⇣ n+1
Z
n! e z z n+s dz dn
Qsn (x) =e x x s
n+1
= ex x s
n
[e z z n+s ]|z=x (4.133)
2⇡i C1 (z x) dz
donde C1 es un contorno en el plano complejo z que rodea al punto z = x. Ası́ pues, finalmente,
obtenemos para los polinomios generalizados de Laguerre la fórmula diferencial:
dn
Qsn (x) = ex x s
[e x xn+s ] (4.134)
dxn
Si tenemos en cuenta el hecho de que, de acuerdo con la fórmula de Leibnitz para la enésima
derivada del producto de funciones
n
X n
X
[xn+s e x ](n) = Cnk (xn+s )(n k)
(e x )(k) ⌘ Cnk ( 1)k (xn+s )(n k)
(4.135)
k=0 k=0
donde Cnk vienen dados por (4.80), entonces, no es difı́cil ver que los polinomios generalizados
de Laguerre (4.134) se expresan como:
n
X (n + s + 1)
Qsn (x) =x s
Cnk ( 1)k (xn+s )(n k)
⌘ + · · · + ( 1)n xn (4.136)
k=0
(s + 1)
160 José Marı́n Antuña
(n + s + 1)
a0 = , an = ( 1)n (4.137)
(s + 1)
Nótese que los polinomios generalizados de Laguerre se transforman en los polinomios de La-
guerre estudiados al inicio de este epı́grafe para s = 0, es decir:
xz 0 + (x n s)z ⌘ 0 (4.140)
xz (k+1) + (x n s + k)x(k) + kz (k 1
⌘0 (4.141)
u = e x xs y (4.143)
y, por lo tanto:
h ⇣ s⌘ i
u0 = x s e x
y0 1 y (4.144)
x
⇣s ⌘ ✓ ◆
00 2s s s2
u =x e s x
y 00 + 2 0
1 y + 1 + y (4.145)
x x x2 x2
Polinomios de Hermite y Laguerre 161
xy 00 + (s x + 1)y 0 + ny ⌘ 0 (4.146)
d s+1 x 0
[x e y ] + xs e x y ⌘ 0, 8 = n (4.147)
dx
con lo que queda demostrado que, efectivamente, los polinomios generalizados de Laguerre son
las autofunciones acotadas en x = 0 y que crecen como una potencia finita de x para x ! 1
de la ecuación (4.129), correspondientes a los autovalores = n.
Z 1
Qsn (x)Qsm (x)xs e x dx =k Qsn k2 nm (4.148)
0
Z 1
k Qsn 2
k⌘ Nns = [Qsn (x)]2 xs e x dx (4.149)
0
Además, tiene lugar el teorema del desarrollo: cualquier función continua, dos veces diferencia-
ble en (0, 1) y acotada en x = 0 admite el desarrollo
1
X
f (x) = fn Qsn (x) (4.150)
n=0
convergente absoluta y uniformemente. Los coeficientes del desarrollo vienen dados por la
expresión
Z 1
1
fn = f (x)Qsn (x)xs e x dx (4.151)
k Qsn k2 0
Z 1
k Qsn 2
k⌘ Nns = n! xn+s e x dx = n! (n + s + 1) (4.152)
0
dn s
[Q (x)] = ( 1)n n! (4.153)
dxn n
Z 1
(s) = xs 1 e x dx (4.154)
0
Ası́ pues, puede apreciarse que la norma de los polinomios generalizados de Laguerre, dada por
(4.152) se convierte en la norma de los polinomios de Laguerre (4.128) para s=0.
Por el interés que desde el punto de vista fı́sico tiene, veremos, a modo de aplicación de los
polinomios de Laguerre estudiados en este epı́grafe, la solución del problema del átomo de
hidrógeno. Este constituye uno de los problemas más simples de la Mecánica Cuántica y
fue una de las confirmaciones exitosas fundamentales de la misma, ya que permitió dar una
explicación teórica correcta a los espectros del hidrógeno conocidos desde el punto de vista
experimental con anterioridad. De la misma forma permitió explicar teóricamente los espectros
de todos los átomos hidrogenoides (con un electrón de valencia en la última capa) como es, por
ejemplo, el sodio.
Un átomo de hidrógeno está formado por un electrón que se mueve en el campo electrostático
de su núcleo, formado por un protón. Por ello, la energı́a potencial del mismo será,
e2
U (x, y, z) = (4.155)
r
donde r es la distancia del electrón al núcleo, e es la carga del electrón y e es la carga del
núcleo del átomo. Por consiguiente, la ecuación de Schrodinger estacionaria que describe el
movimiento del electrón en este potencial será:
Polinomios de Hermite y Laguerre 163
2 2m0 e2
r + 2 E+ =0 (4.156)
~ r
donde m0 es la masa del electrón, ~ la constante de Planck y E la energı́a total del electrón.
La función de onda depende de las coordenadas espaciales del electrón y su interpretación
fı́sica es que su módulo al cuadrado es una densidad probabilı́stica, es decir, la probabilidad de
encontrar al electrón en el elemento de volumen. Por ello, impondremos que sea una función
normalizada, o sea, que cumpla que
Z Z Z 1
| |2 dxdydz = 1 (4.157)
1
Nuestro objetivo será hallar los valores de la energı́a E (autovalores) para los cuales la ecuación
(4.156) tiene solución continua en todo el espacio y que tienda a cero para r ! 1.
Ası́ las cosas, en el sistema de coordenadas esféricas con centro en el núcleo fijo, la ecuación de
Schrodinger (4.156) toma la forma:
✓ ◆
1 @ 2@ 1 2 2m0 e2
r + 2 r✓' + 2 E + =0 (4.158)
r2 @r @r r r r
donde r2✓' es la parte angular del laplaciano en coordenadas esféricas que definimos en la
fórmula (3.157). Para resolver la ecuación (4.158) propondremos la solución en la forma:
(m)
Ylm (✓, ') = {Alm cos m' + Blm sin m'}Pl (cos ✓) (4.160)
Aquı́ hemos utilizado l en lugar de n, como hicimos anteriormente, ya que en Mecánica Cuántica
se acostumbra a designar por n a otro número cuántico llamado número cuántico principal.
Colocando (4.162) en (4.158), obtenemos para la función radial P (r) la ecuación:
✓ ◆
d2 P 2 dP 2m0 e2 l(l + 1)
+ + E+ P =0 (4.163)
dr2 r dr ~2 r r2
e2 ~2 l(l + 1)
Uef = + (4.164)
r 2m0 r2
El primer sumando en (4.164) está dado por la interacción coulombiana entre el electrón y
el protón y el segundo sumando viene dado por las fuerzas centrı́fugas. En Mecánica Clásica
comúnmente se introduce este mismo concepto de potencial efectivo, sólo que en el segundo
sumando aparece en el numerador el cuadrado del momento angular en lugar de la expresión
cuántica ~l(l + 1). El gráfico de esta energı́a potencial efectiva puede verse en la figura 4.1.
De la figura 4.1 se aprecia que, si la energı́a total del electrón es negativa (E < 0), entonces, su
movimiento tendrá lugar en la región que está limitada por dos barreras potenciales con radio
mı́nimo rmin y radio máximo rmax (el análogo clásico darı́a órbitas elı́pticas); en lı́nea curva
aparece el gráfico aproximado que tendrı́a una de las soluciones de la ecuación (4.163). Producto
de ello, el espectro energético, como veremos más adelante, será discreto. Si E 0, se aprecia
de la figura 4.1 que la barrera de la derecha no existe; por consiguiente, la posición del electrón
para r ! 1 no tiene cota. En el análogo clásico E > 0 darı́a órbitas hiperbólicas y E = 0
darı́a una órbita parabólica. La solución para E 0 nos darı́a un espectro energético continuo;
sin embargo, no vamos a detenernos en su estudio, ya que para nosotros tiene interés en este
momento solamente el caso de órbitas cerradas (E < 0), que son las únicas que, lógicamente,
corresponden a la existencia de átomos estables. Introduzcamos por unidad de longitud la
magnitud
~2
a= = 0.529 · 10 8 cm. (4.165)
m0 e2
que se conoce con el nombre de radio de Bohr y por unidad de energı́a la magnitud:
Polinomios de Hermite y Laguerre 165
m0 e4 e2
E0 = ⌘ (4.166)
~2 a
que es la energı́a del estado básico según la teorı́a de Bohr. Introduzcamos, por último, las
siguientes magnitudes adimensionales:
r E
⇢= , "= <0 (4.167)
a E0
d2 P 2 dP 2 l(l + 1)
2
+ + 2" + P =0 (4.168)
d⇢ ⇢ d⇢ ⇢ ⇢2
y(⇢)
P (⇢) = p (4.169)
⇢
d2 y 1 dy 2 s2
2
+ + 2" + y=0 (4.170)
d⇢ ⇢ d⇢ ⇢ 4⇢2
s = 2l + 1 (4.171)
Teniendo en cuenta que " < 0, introduzcamos como variable real independiente la magnitud:
p
x=⇢ 8" (4.172)
✓ ◆
d2 y dy x s2
x 2+ + y+ y=0 (4.173)
dx dx 4 4x
1
=p (4.174)
2"
d2 y1 1
y1 = 0 (4.175)
dx2 4
x
y1 = e 2 (4.176)
Por otro lado, para x muy pequeñas (x ! 0) la ecuación (4.173) es aproximadamente igual a:
d2 y0 1 dy0 s2
+ y0 = 0 (4.177)
dx2 x dx 4x2
Polinomios de Hermite y Laguerre 167
y0 = xs/2 (4.178)
En virtud del análisis efectuado, la solución de la ecuación (4.173) para toda x la buscaremos
en la forma
x
y(x) = y0 y1 w ⌘ xs/2 e 2 w (4.179)
donde w(x) deberá ser una función acotada en x = 0 y que crezca como una potencia finita de
x cuando x ! 1 para que y(x) sea acotada en todo el eje. De (4.179) tenemos:
✓ ◆
0 s/2 x
0 s 1
y =x e 2 w +w (4.180)
2x 2
⇣s ⌘ ✓ ◆
00 x 1 2 s s2
y =x s/2
e 2 w00 + w0 1 +w + (4.181)
x 4 2x 2x2 4x2
xw00 + (s x + 1)w0 + 0
w=0 (4.182)
0 s+1
= (4.183)
2
La ecuación (4.182) no es otra cosa que la ecuación de los polinomios generalizados de Laguerre
(4.147). Su solución con la asintótica requerida viene dada, según vimos, por los polinomios
generalizados de Laguerre:
0
= nr , 8nr = 0, 1, 2, ... (4.185)
Es conveniente aclarar que al número entero (4.185) le hemos puesto el subı́ndice r debido a
que corresponde a la solución de la parte radial de la solución de la ecuación de Schrodinger
168 José Marı́n Antuña
(4.158). De acuerdo con (4.183) y (4.171) obtenemos para el autovalor dado por la expresión
(4.174):
1
⌘p = nr + l + 1 = n, 8n = 1, 2, 3, ... (4.186)
2"
La igualdad al número entero n a la derecha de (4.186) está dada por el hecho de que nr y l
son, respectivamente, números enteros. En Mecánica Cuántica se acostumbra a denominar al
número n, número cuántico principal, en tanto que nr se llama número cuántico radial
y l número cuántico orbital.
Teniendo en cuenta (4.167), (4.169), (4.172), (4.179) y (4.184), no es difı́cil obtener, finalmente,
para la función de onda (4.159) del electrón en el átomo de hidrógeno la expresión:
s s
1 4 (2l + 1)!(l m)!
nlm (r, ✓, ') = 3/2
·
(na) n(n l 1)!(n + 1)! 2"m ⇡(l + m)!
✓ ◆l ✓ ◆
2r r2
2l+1 2r
· e na Qn l 1 Ylm (✓, ') (4.187)
na na
donde
y donde, para hallar el coeficiente delante de (4.187), se tuvo en cuenta la condición (4.157) y
las expresiones de las normas de los polinomios generalizados de Laguerre, de los polinomios
asociados de Legendre y de las funciones trigonométricas. El módulo al cuadrado de la función
(4.187) hallada da la probabilidad de encontrar al electrón en un elemento de volumen en el
punto (r, ✓, ') del espacio. El número
que aparece como resultado de la separación de variables para obtener los armónicos esféricos
asociado a la variable angular ' recibe el nombre de número cuántico magnético. No es
difı́cil percatarse de que para un valor fijo dado del número cuántico principal n y como el
número cuántico radial nr siempre es positivo, el número cuántico orbital l no puede ser mayor
que n 1. Es decir, para un valor dado del número cuántico principal n, el número cuántico
orbital puede tomar n valores (l = 0, 1, 2, ..., n 1); además, a cada uno de esos valores posibles
de l le corresponden 2l + 1 valores del número cuántico magnético m. Por consiguiente, como
el número cuántico principal n -de acuerdo con (4.186)- determina un nivel energético En del
electrón en el átomo, resulta que para un valor dado de la energı́a En del electrón corresponden
Polinomios de Hermite y Laguerre 169
n 1
X
(2l + 1) = 1 + 3 + 5 + · · · + (2n 1) ⌘ n2 (4.190)
l=0
autofunciones (4.187) diferentes, lo que significa que cada nivel energético es n2 veces degene-
rado. Los autovalores energéticos de los posibles estados del electrón en el átomo de hidrógeno,
de acuerdo con (4.186) y teniendo en cuenta (4.166), vendrán dados por:
m0 e4
En = , 8n = 1, 2, 3, ... (4.191)
2~2 n2
Estos resultados permiten dar una explicación rigurosa a las diferentes lı́neas espectrales que
se observan para el átomo de hidrógeno. Como la energı́a y la frecuencia están relacionadas
por la expresión E = h⌫, para las frecuencias correspondientes a estos niveles energéticos
obtenemos la expresión
m0 e4 R
⌫n = 2 2
= 2 (4.192)
2~ n h n
donde
m0 e4
R= (4.193)
2~2 h
es la constante de Rydberg. La frecuencia ⌫nn1 que puede observarse en una lı́nea espectral
corresponde a una transición del electrón del estado de energı́a En al estado de energı́a En1 .
Dicha frecuencia, que es la del cuanto de luz emitido por el átomo al realizar el electrón la
transición de un estado a otro, será:
1 1
⌫nn1 = R (4.194)
n21 n2
1
⌫n1 =R 1 (4.195)
n2
1 1
⌫n2 = R (4.196)
4 n2
1 1
⌫n3 = R (4.197)
9 n2
Funciones Hipergeométricas
En algunos problemas fı́sicos aparece una ecuación que fue tratada por primera vez por Gauss
y a cuyo estudio y solución dedicaremos el presente capı́tulo.
d2 y dy
x(1 x) +[ (1 + ↵ + )x] ↵ y=0 (5.1)
dx2 dx
donde ↵, y son ciertas constantes. La ecuación (5.1) recibe el nombre de ecuación hiper-
geométrica de Gauss. Para ella los puntos x = 0 y x = 1 son puntos singulares regulares,
por lo que en la búsqueda de la solución en el entorno de ambos puntos debemos proponer
series de potencias generalizadas, de acuerdo con la teorı́a desarrollada anteriormente.
1
X
y(x) = an xn+ (5.2)
n=0
171
172 José Marı́n Antuña
1
X 1
X
y0 = (n + )an xn+ 1
, y 00 = (n + )(n + 1)an xn+ 2
(5.3)
n=0 n=0
1
X 1
X
x(1 x) (n + )(n + 1)an xn+ 2
+ [ (1 + ↵ + )x] (n + )an xn+ 1
n=0 n=0
1
X
↵ an xn+ = 0 (5.4)
n=0
Es decir:
1
X
[(n + )(n + 1) + (n + )]an xn+ 1
n=0
1
X
[(n + )(n + 1) (1 + ↵ + )(n + ) + ↵ ]an xn+ = 0 (5.5)
n=0
1
X
[(n + + 1)(n + ) + (n + + 1)]an+1 xn+
n= 1
1
X
[(n + )(n + 1) (1 + ↵ + )(n + ) + ↵ ]an xn+ = 0 (5.6)
n=0
Es decir:
1
X
1
[ ( 1) + ]a0 x + {[(n + + 1)(n + ) + (n + + 1)]an+1
n=0
[(n + )(n + 1) (1 + ↵ + )(n + ) + ↵ ]an }xn+ = 0 (5.7)
( 1) + ⌘ ( 1+ )=0 (5.8)
Funciones Hipergeométricas 173
ya que tiene que cumplirse que a0 6= 0, pues de (5.7) se ve que an+1 se expresa en términos de
an , por lo que -de ser a0 igual a cero- obtendrı́amos an ⌘ 0 para toda n y no habrı́a solución.
De (5.8) obtenemos dos valores posibles para el parámetro :
1 =0
2 =1 (5.9)
(n + )(n + + ↵ + ) + ↵
an+1 = an (5.10)
(n + + 1)(n + + )
que constituye una fórmula recurrente para los coeficientes de la serie (5.2). Analicemos estos
coeficientes para los dos valores posibles del parámetro dados por (5.9).
n(n + ↵ + ) + ↵
an+1 = an (5.11)
(n + 1)(n + )
Pero, evidentemente:
(n + ↵)(n + )
an+1 = an (5.13)
(n + 1)(n + )
Por consiguiente:
(n + ↵ 1)(n + 1)
an = an 1 (5.14)
n(n + 1)
..............................................................
(1 + ↵)(1 + )
a2 = a1 (5.15)
2(1 + )
↵
a1 = a0 (5.16)
174 José Marı́n Antuña
Sustituyendo (5.16) en (5.15) y ası́ sucesivamnete hasta sustituir (5.14) en (5.13), obtenemos:
(↵ + n)
(↵)n = ⌘ ↵(↵ + 1) · · · (↵ + n 1) (5.18)
(↵)
(↵)n+1 ( )n+1
an+1 = a0 (5.19)
(n + 1)!( )n+1
X1
(↵)n ( )n xn
F (↵, ; ; x) = (5.20)
n=0
( )n n!
(↵)n ( )n xn
cn = (5.21)
( )n n!
(n + ↵)(n + )
= lim x = |x| < 1 (5.22)
n!1 (n + )(n + 1)
Funciones Hipergeométricas 175
Es decir, la serie (5.20) converge absoluta y uniformemente para |x| < 1. Analicemos qué ocurre
para x = ±1. Si x = 1, entonces es fácil ver que
1
cn (n + )(n + 1) 1+ n
1+ n
= = ↵
(5.23)
cn+1 (n + ↵)(n + ) 1+ n
1+ n
Es obvio que, para n suficientemente grande, ↵/n y /n son menores que 1, por lo que, desa-
rrollando por la fórmula de la progresión geométrica, de (5.23) obtenemos:
✓ ◆⇣ ⌘✓ ◆✓ ◆
cn 1 ↵ ↵2 ↵3 2 3
= 1+ 1+ 1 + + ... 1 + + ... =
cn+1 n n n n2 n3 n n2 n3
↵ +1 n
= 1+ + (5.24)
n n2
donde n es acotada: | n | < A. En virtudPdel criterio de Gauss, que dice que si, para los
elementos de una serie numérica cualquiera un , se puede establecer que
un µ n
=1+ + p (5.25)
un+1 n n
entonces la serie converge absolutamente para µ > 1, podemos afirmar que la serie (5.20)
converge absolutamente para x = 1 si ↵ + 1 > 1, es decir, si
↵ >0 (5.26)
Para x = 1 tenemos de (5.20) una serie alternante para la que es fácil comprobar que
cn ↵ +1 n
=1+ + (5.27)
cn+1 n n2
por lo que, por el criterio de Gauss, podemos afirmar que la serie (5.20) converge absolutamente
en x = 1, también, si cumple (5.26). Ası́ pues, podemos afirmar que la serie (5.20), que define
a la función hipergeométrica, converge absoluta y uniformemente para |x| 1 y se debe cumplir
(5.26) para x = ±1. La función hipergeométrica recibió esa denominación debido a que es fácil
constatar que para ↵ = = = 1 se obtiene la conocida serie geométrica. Efectivamente, de
acuerdo con (5.18):
1
X 1
X 1
X
(1)n (1)n xn n!n! xn
F (1, 1; 1; x) = = = xn (5.28)
n=0
(1)n n! n=0
n! n! n=0
(n + ↵ + 1)(n + + 1)
an+1 = an (5.31)
(n + 1)(n + 2 )
↵0 = ↵ +1
0
= +1 (5.32)
0
=2
(n + ↵0 )(n + 0 )
an+1 = an (5.33)
(n + 1)(n + 0 )
Comparando (5.33) con (5.13), vemos que los coeficientes en este caso tienen la misma estructura
que en el caso = 1 = 0. Por lo tanto, la solución que se obtiene para el caso en que
= 2=1 será, de (5.2):
1
X (↵ + 1)n ( + 1)n xn+1
y= ⌘ x1 F (↵ + 1, + 1; 2 ; x) (5.34)
n=0
(2 )n n!
donde F es la misma función hipergeométrica definida por (5.20). Por consiguiente, la solución
general de la ecuación hipergeométrica (5.1) en el entorno de x = 0 será la combinación lineal
de ambas soluciones, es decir:
Para hallar la solución de la ecuación (5.1) en el entorno de su otro punto singular regular
x = 1, hagamos, simplemente, el cambio de variables:
⇠=1 x (5.37)
✓ ◆
d2 y dy
⇠(1 ⇠) 2 + [ (1 + ↵ + )(1 ⇠)] ↵ y=0 (5.38)
d⇠ d⇠
Es decir:
d2 y dy
⇠(1 ⇠) + [1 + ↵ + (1 + ↵ + )⇠] ↵ y=0 (5.39)
d⇠ 2 d⇠
Por su estructura, la ecuación (5.39) es igual a (5.1), sólo que, en lugar de , está el parámetro
1+↵+ . Por consiguiente, podemos afirmar que la solución de (5.39) será:
↵
y(⇠) = AF (↵, ; 1 + ↵ + ; ⇠) + B⇠ F( , ↵; 1 ↵ + ; ⇠) (5.40)
por lo que, sustituyendo (5.37), concluimos que en el entorno del punto x = 1 la solución general
de la ecuación hipergeométrica (5.1) será:
↵
AF (↵, ; 1 + ↵ + ;1 x) + B(1 x) F( , ↵; 1 ↵ + ;1 x) (5.41)
F (↵, ; ; 0) = 1 (5.42)
Demostración:
De (5.20) es evidente que
1
(↵)0 ( )0 X (↵)n ( )n xn
F (↵, ; ; x) = + (5.43)
( )0 n=1
( )n n!
d ↵
F (↵, ; ; x) = F (↵ + 1, + 1; + 1; x) (5.44)
dx
Demostración:
De acuerdo con (5.20) tenemos que:
1 1
d d X (↵)n ( )n xn X (↵)n ( )n xn 1
F (↵, ; ; x) ⌘ = =
dx dx n=0 ( )n n! n=1
( )n (n 1)!
X1
(↵)n+1 ( )n+1 xn
= (5.45)
n=0
( )n+1 n!
(↵ + n + 1) ↵ (↵ + n + 1) (↵ + n + 1)
(↵)n+1 = = =↵ = ↵(↵ + 1)n (5.46)
(↵) ↵ (↵) (↵ + 1)
Colocando (5.46) en (5.45), obtenemos:
1
X ↵(↵ + 1)n ( + 1)n xn
d ↵
F (↵, ; ; x) = = F (↵ + 1, + 1; + 1; x) (5.47)
dx n=0
( + 1)n n!
Demostrada la propiedad.
F (↵, ; ; x) = F ( , ↵; ; x) (5.48)
Demostración:
Es evidente a partir de la propia definición (5.20) de la función.
Funciones Hipergeométricas 179
Es decir:
00 1 x
(1 2
x )y 1 2 2y 0 + n(n + 1)y = 0 (5.52)
2
O sea:
La ecuación (5.53) no es más que la ecuación de Legendre con = n(n+1) cuyas soluciones
son los polinomios Pn (x). Es decir, efectivamente, se cumple (5.49).
Demostrada la propiedad.
Esta propiedad nos permite ver a los polinomios de Legendre como un caso particular de
las funciones hipergeométricas lo que, en ocasiones, puede resultar de utilidad.
Es conveniente destacar que, para ↵ = n (entero negativo), la función hipergeométrica,
efectivamente, se convierte en un polinomio de grado n, ya que si escribimos la función
en la forma
X1
(↵)k ( )k xk
F (↵, ; ; x) = (5.54)
k=0
( )k k!
(↵ + k)
(↵)k = ⌘ ↵(↵ + 1) · · · (↵ + k 1) (5.55)
(↵)
entonces:
180 José Marı́n Antuña
( 1)k n!
( n)k = , 8k n
(n k + 1)
( n)k = 0, 8k > n (5.57)
por lo que la serie (5.54) se corta en k = n y nos da, por lo tanto, un polinomio de grado
n, lo que está en correspondencia con la propiedad que acabamos de demostrar.
5. Se cumplen las siguientes relaciones:
F ( n, 1; 1; x) = (1 + x)n (5.58)
✓ ◆
1 3
xF , 1; ; x2 = arcsin x (5.60)
2 2
✓ ◆
1 3
xF , 1; ; x2 = arctan x (5.61)
2 2
Demostración:
Comprobemos la validez de (5.58) y (5.59); las igualdades (5.60) y (5.61) quedan al lector
como ejercicio.
De acuerdo con (5.54) y (5.57), podemos escribir que:
X1 n
( n)k (1)k ( x)k X ( 1)k n! ( 1)k xk
F ( n, 1; 1; x) = = =
k=0
(1) k k! k=0
(n k + 1) k!
n
X n!
= xk ⌘ (1 + x)n (5.62)
k=0
k!(n k)!
X1 X1
(1)k (1)k ( x)k k!
xF (1, 1; 2; x) = x =x ( 1)k xk =
k=0
(2) k k! k=0
(k + 1)!
X1 X1
( 1)k xk ( 1)k xk
= x = ⌘ ln(1 + x) (5.63)
k=0
k+1 k=1
k
✓ ◆
2 m/2 1 x (n + m + 1)
(x 1) F m n, n + m + 1; m + 1; = Pn(m) (x) (5.64)
2 2m m! (n m + 1)
(m)
donde Pn (x) son los polinomios asociados de Legendre.
Demostración:
Si en la ecuación (5.50) llamamos:
1 x
↵=m n, = n + m + 1, = m + 1, ⇠ = (5.65)
2
no es difı́cil obtener para
✓ ◆
1 x
y=F m n, n + m + 1; m + 1; (5.66)
2
la ecuación:
Llamemos:
(n + m + 1) 1 2
u = (x2 1)m/2 y ⌘ (x 1)m/2 y (5.68)
2m m! (n m + 1) K
y = K(x2 1) m/2
u (5.69)
De aquı́:
✓ ◆
0 2 m/2 0 mx
y = K(x 1) u u (5.70)
x2 1
⇥ 00 ⇤
y 00 = K(x2 1) m/2
u 2mx(x2 1) 1 u0 m(x2 1) 1 u +
✓ ◆
m2
+ K(x2 1) m/2
+ m 2x2 (x2 1) 1 u (5.71)
2
2 00 0 m2
(1 x )u 2xu u + n(n + 1)u = 0 (5.72)
1 x2
182 José Marı́n Antuña
(m)
que es la ecuación de los polinomios asociados de Legendre. Por lo tanto u = Pn (x) y
de (5.68) se obtiene, por consiguiente, (5.64).
Demostrada la propiedad.
donde
Z 1
(m) (n)
B(m, n) = = xm 1 (1 x)n 1 dx (5.74)
(m + n) 0
( )n ( + n) ( ) ( + n) ( ) ( )
= = =
( )n ( ) ( + n) ( ) ( + n) ( )
( + n) ( ) ( ) ( + n) ( ) ( + )
= ⌘ =
(n + ) ( ) ( ) ( +n= ) ( ) ( )
B( + n, )
= (5.75)
B( , )
donde hemos tenido en cuenta la definición de la función beta (5.74). Colocando (5.75)
en (5.54), obtenemos para la función hipergeométrica:
1
X
1 (↵)n
F (↵, ; ; x) = xn B( + n, )=
B( , ) n=0
n!
1
X Z 1
1 (↵)n n +n 1 1
= x t (1 t) dt =
B( , ) n=0
n! 0
Z 1 1
X
1 1 1 (↵)n
= t (1 t) dt (tx)n dt (5.76)
B( , ) 0 n=0
n!
1
X
↵
(1 y) = an y n (5.77)
n=0
Funciones Hipergeométricas 183
1 dz
z= , dy = (5.79)
1 y z2
Entonces, de (5.78), obtenemos:
Z
1 z n+↵ 1 dz 1 dn n+↵+1
an = = [z ]|z=1 =
2⇡i C1 (z 1)n+1 n! dz n
1 (↵) 1 (n + ↵) (↵)n
= (n + ↵ 1)(n + ↵ 2) · · · (↵ + 1)↵ = = (5.80)
n! (↵) n! (↵) n!
1
X
↵ (↵)n
(1 tx) = (tx)n (5.81)
n=0
n!
Por consiguiente, la serie que aparece en el integrando de (5.76) puede ser sustituida por
(5.81), de manera que (5.76) nos da (5.73).
Demostrada la propiedad.
En virtud de los razonamientos efectuados, la fórmula integral de la función hiper-
geométrica (5.73) es válida sólo para |x| < 1 y para > 0 y > , de acuerdo con
la definición de la función beta de Euler.
d2 y dy
x +( x) ↵y = 0 (5.82)
dx2 dx
donde y ↵ son ciertas constantes. La ecuación (5.82) se conoce con el nombre de ecuación
hipergeométrica confluente. Como el punto x = 0 es singular regular para esta ecuación,
buscaremos su solución en forma de una serie de potencias generalizada:
184 José Marı́n Antuña
1
X
y(x) = an xn+ (5.83)
n=0
1
X 1
X
0 n+ 1 00
y (x) = (n + )an x , y (x) = (n + )(n + 1)an xn+ 2
(5.84)
n=0 n=0
1
X 1
X 1
X
n+ 2 n+ 1
x (n + )(n + 1)an x + (n + )an x x (n + )an xn+ 1
Es decir:
1
X 1
X
{(n + )(n + 1) + (n + )}an xn+ 1
{(n + ) + ↵}an xn+ = 0 (5.86)
n=0 n=0
1
X 1
X
{(n + + 1)(n + ) + (n + + 1)}an+1 xn+ (n + + ↵)an xn+ = 0 (5.87)
n= 1 n=0
de donde:
1
X
1
[ ( 1) + ]a0 x + {(n + + 1)(n + + )an+1 (n + ) + ↵)an }xn+ = 0 (5.88)
n=0
( 1+ )=0 (5.89)
n+ +↵
an+1 = an (5.90)
(n + + 1)(n + + )
Funciones Hipergeométricas 185
= 0, =1 (5.91)
n+↵
an+1 = an (5.92)
(n + 1)(n + )
n+ 1 1+↵ ↵
an = an 1 , · · ·, a2 = a1 , a1 = a0 (5.93)
n(n + 1) 2(1 + 1
Colocando (5.93) en (5.92) y teniendo en cuenta la notación (5.18) de este capı́tulo, obtenemos,
finalmente:
(↵)n+1
an+1 = a0 (5.94)
( )n+1 (n + 1)!
1
X (↵)n xn
F (↵; ; x) = (5.95)
n=0
( )n n!
Analicemos ahora el caso en que =1 . De acuerdo con (5.83), aquı́ la solución tendrá la
forma
1
X
1
y(x) = x an xn ⌘ x1 u(x) (5.96)
n=0
y 0 = (1 )x u + x1 u0 (5.97)
186 José Marı́n Antuña
y 00 = (1 )x 1
u + 2(1 )x u0 + x1 u00 (5.98)
Sustituyendo (5.96), (5.97) y (5.98) en la ecuación (5.82) para u(x) se obtiene la ecuación:
u(x) = F (↵ + 1; 2 ; x) (5.100)
y(x) = x1 F (↵ + 1; 2 ; x) (5.101)
donde 6= n (entero positivo), excepto en el caso en que = 1, para el cual ambas soluciones
(5.95) y (5.101) coinciden. De esta forma, la solución general de la ecuación hipergeométrica
confluente (5.82) será:
La ecuación (5.82) recibe el nombre de ecuación hipergeométrica confluente, ya que puede ser
obtenida de la ecuación hipergeométrica (5.1) por la confluencia del punto singular x = 1 al
infinito. Si en la ecuación (5.1) sustituimos x por x/ , es fácil obtener:
⇢ ✓ ◆ ✓ ◆
x 00 1 ↵
x 1 y + + + 1 x y0 ↵y =0 (5.103)
de donde la expresión entre llaves deberá ser igual a cero. Tomando en esta última el lı́mite
para ! 1, se obtiene:
xy 00 + [ x]y 0 ↵y = 0 (5.104)
1
X (tx)n
= etx (5.108)
n=0
n!
F (↵; ; x) = ex F ( ↵; ; x) (5.109)
Demostración:
De acuerdo con la fórmula integral (5.105) tenemos que, sustituyendo 1 t por t:
Z 1
1
F( ↵; ; x) = (1 t)↵ 1 t ↵ 1
e xt
dt =
B( ↵, ↵) 0
Z 1
1
= t↵ 1 (1 t) ↵ 1 xt
e e x dt = e x F (↵; ; x) (5.110)
B( ↵, ↵) 0
188 José Marı́n Antuña
d ↵
F (↵; ; x) = F (↵ + 1; + 1; x) (5.111)
dx
Demostración:
Teniendo en cuenta que
(↵ + n + 1) ↵ (↵ + n + 1)
(↵)n+1 = =↵ = ↵(↵ + 1)n (5.112)
(↵) ↵ (↵ + 1)
1
X (↵)n xn 1 1
X (↵)n+1 xn
d ↵
F (↵; ; x) = = = F (↵ + 1; + 1; x) (5.113)
dx n=0
( )n (n 1)! n=0 ( )n+1 n!
xy 00 + (1 x)y 0 + my = 0 (5.115)
que es la ecuación de Laguerre con = m, cuya solución es, como sabemos, el polinomio
de Laguerre de grado m.
Demostrada la propiedad.
Es oportuno destacar que, de acuerdo con la expresión (5.57), debido a que ↵ = m < 0,
la serie (5.95) se corta en n = m y nos da, efectivamente, un polinomio, como era de
esperar.
Sea el número complejo s = + it, donde y t son reales. Entonces, para > 0 la serie
X1
1
⇣(s) = (6.1)
n=1
ns
converge uniformemente para todo dominio tal que 1 + y, en consecuencia, define una
función analı́tica de s. La función (6.1) se conoce con el nombre de Función Zeta de Rie-
mann, ya que, aunque ya fue analizada inicialmente por Euler, fue Riemann en su memoria
sobre los números simples quien la estudió detalladamente y descubrió sus propiedades más
relevantes.
1
X 1
⇣(s, a) = (6.2)
n=1
(a + n)s
donde a es una constante dada por la relación 0 < a 1. La rama que se toma de las funciones
analı́ticas que se suman es arg(a + n) = 0. Es obvio de (6.1) y (6.2) que ⇣(s, 1) = ⇣(s).
189
190 José Marı́n Antuña
Como
Z 1
s
(a + n) (s) = xs 1 e (n+a)x
dx (6.3)
0
N Z
X 1
(s)⇣(s, a) = lim xs 1 e (n+a)x
dx =
N !1 0
n=0
⇢Z 1 Z 1
xs 1 e ax
xs 1
(N +1+a)x
= lim x
dx x
e dx (6.4)
N !1 0 1 e 0 1 e
Z 1
2 (N +a)x
x e dx = (N + a)1 ( 1) (6.5)
0
Z 1
1 xs 1 e ax
⇣(s, a) = x
dx (6.6)
(s) 0 1 e
Las funciones de Mathieu que estudiaremos en este epı́grafe aparecen en los problemas de la
Fı́sica Matemática relacionados con el cilindro elı́ptico. Por ejemplo, la ecuación hiperbólica
bidimensional que describe las oscilaciones de una membrana es:
utt = a2 r2 u (6.7)
Esta ecuación fue estudiada por Mathieu en el año 1868 en relación con las oscilaciones de una
membrana elı́ptica de la forma siguiente. Supongamos que la membrana se encuentra en el
plano (x, y) en la posición de equilibrio y oscila con frecuencia !. Entonces, proponiendo la
solución de la ecuación (6.7) en la forma
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 191
!2
vxx + vyy + v=0 (6.9)
a2
Sean (±h, 0, 0) los focos de la membrana elı́ptica; introduzcamos nuevas variables reales ⇠, ⌘
definidas por medio de la ecuación compleja
de manera que
Estas variables fueron introducidas por primera vez por Lamé quien llamó parámetro ter-
mométrico a la variable ⇠; hoy en dı́a se conocen con el nombre de coordenadas confocales.
Las curvas sobre las que ⇠ ó ⌘ son constantes son, evidentemente, elipses e hipérbolas confocales
con la frontera. Si tomamos ⇠ 0 y ⇡ < ⌘ ⇡, entonces a cada punto (x, y, 0) del plano
le corresponde uno y sólo un par de valores (⇠, ⌘). La ecuación diferencial (6.9) en las nuevas
coordenadas toma la forma:
h2 ! 2
v⇠⇠ + v⌘⌘ + (cosh2 ⇠ cos2 ⌘)v = 0 (6.12)
a2
v = F (⇠)G(⌘) (6.13)
1 h2 ! 2 1 h2 ! 2
F⇠⇠ + 2 cosh2 ⇠ = G⌘⌘ 2
cos2 ⌘ = (6.14)
F (⇠) a G(⌘) a
✓ ◆
h2 ! 2
F⇠⇠ + cosh2 ⇠ F (⇠) = 0 (6.15)
a2
✓ ◆
h2 ! 2
G⌘⌘ cos2 ⌘ G(⌘) = 0 (6.16)
a2
d2 u
+ (A 16q cos 2z)u = 0 (6.17)
dz 2
h2 ! 2 h2 ! 2
A= , q= (6.18)
2a2 32a2
En los problemas fı́sicos que conducen a la ecuación de Mathieu, la constante A no está dada
a priori y, por tanto, debemos ver cómo determinarla. A partir de consideraciones fı́sicas en
el problema de las oscilaciones de la membrana es evidente que v(x, y) debe ser una función
unı́voca del punto y, por consiguiente, deberá cumplirse la condición de que
La condición (6.19) es suficiente para la determinación del conjunto de valores posibles del
parámetro A para q conocida, de forma similar al hecho de que la solución de la ecuación
uzz + Au = 0 tiene periodo 2⇡ si y sólo si A es el cuadrado de un número entero.
Existen otros problemas de la Fı́sica Matemática que conducen a las funciones de Mathieu, tales
como las ondas en la superficie de un lı́quido en un recipiente cilı́ndrico con frontera elı́ptica, la
determinación de la forma de un movimiento vorticial en un cilindro elı́ptico, el debilitamiento
de la fuerza magnética en un cilindro metálico y otros. La ecuación de Mathieu aparece también
en un problema de la dinámica del cuerpo rı́gido que tiene interés general (ver A. W. Young,
Proc. Edinburgh Math. Soc., XXXII, 81).
Una ecuación diferencial similar a la ecuación de Mathieu, pero de carácter más general, aparece
al determinar el movimiento del perigeo de la Luna por el método de Hill. Esta ecuación,
llamada ecuación de Hill, tiene la forma:
1
!
d2 u X
+ ✓0 + 2 ✓n cos 2nz u=0 (6.20)
dz 2 n=1
Ası́ pues, hemos visto que en problemas fı́sicos, a diferencia de los astronómicos, la constante
A en la ecuación de Mathieu se elige como función de q, de forma tal que la ecuación tenga
solución periódica.
Sea G(z) dicha solución periódica. Entonces G(z) será no sólo periódica, sino, además, una
función entera de z, ya que es evidente que todos los puntos del plano complejo z, excluyendo
el infinito, son puntos regulares de la ecuación (6.17).
En el caso 3:
194 José Marı́n Antuña
1
{G(z) + G( z)} (6.21)
2
1
{G(z) + G( z)}
2
será una solución periódica impar de la ecuación de Mathieu. Estas dos soluciones forman un
sistema fundamental. Por ello es suficiente concentrar nuestra atención solamente en aquellas
soluciones periódicas de la ecuación de Mathieu que sean o bien pares, o bien impares. Estas
soluciones y sólo ellas reciben el nombre de funciones de Mathieu.
Es posible demostrar que las funciones de Mathieu satisfacen la ecuación integral de Fredholm
homogénea
Z ⇡
G(⌘) = ek cos ⌘ cos ✓ G(✓)d✓ (6.22)
⇡
p
donde k = 32q. Este resultado fue publicado por Whittaker en 1912 y permite construir por
un procedimiento simple las funciones pares de Mathieu.
Es posible demostrar que cuando la excentricidad de la elipse tiende a cero, la ecuación integral
para las funciones pares de Mathieu (6.22) toma en el lı́mite la forma
Z ⇡
1
Jn (x) = eix cos ✓ cos n✓d✓ (6.23)
2⇡in ⇡
Construyamos ahora las funciones de Mathieu. Para ello observemos que si en la ecuación de
Mathieu (6.17) tomamos el caso particular q = 0, entonces las soluciones periódicas se obtienen
para A = n2 , donde n es cualquier número entero. Dichas soluciones serán:
Las funciones de Mathieu que conducen a (6.24) cuando q ! 0 las representaremos por
ce0 (z, q), ce1 (z, q), ce2 (z, q), ...
se1 (z, q), se2 (z, q), ... (6.25)
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 195
La notación (6.25) fue introducida por Whittaker: coseno y seno del cilindro elı́ptico. Las
funciones cen (z, q), sen (z, q) se conocen con el nombre de funciones de Mathieu de orden
n. Los cálculos efectuados arrojan las siguientes expresiones para las primeras funciones de
Mathieu:
1 ⇢ r+1 r
X 2 q 2r+3 r(3r + 4)q r+2
ce0 (z, q) = 1 + + O(q r+4 ) cos 2rz (6.26)
r=1
r!r! (r + 1)!(r + 1)!
1 ⇢
X 2r q r 2r+1 rq r+1 2r q r+2
ce1 (z, q) = cos z + + + O(q r+3 ) cos(2r + 1)z
r=1
(r + 1)!r! (r + 1)!(r + 1)! (r 1)!(r + 2)!
(6.27)
1 ⇢
X 2r q r 2r+1 rq r+1 2r q r+2
se1 (z, q) = sin z + + + + O(q r+3 ) sin(2r + 1)z
r=1
(r + 1)1r! (r + 1)!(r + 1)! (r 1)!(r + 2)!
(6.28)
⇢
40 3
ce2 (z, q) = 2q + q + O(q 5 ) cos z +
3
X1 ⇢
2r+1 q r 2r+1 r(47r2 + 222r + 247)q r+2
+ + 2 (r + 2)!(r + 3)!
+ O(q r+4 ) cos(2r + 2)z (6.29)
r=1
r!(r + 2)! 3
Son de destacar los siguientes resultados relacionados con las funciones de Mathieu:
Z ⇡
cem (z, q) cen (z, q) dz = 0, 8m 6= n (6.30)
⇡
Z ⇡
sem (z, q) sen (z, q) dz = 0, 8m 6= n (6.31)
⇡
Z ⇡
cem (z, q) sen (z, q) dz = 0, 8m, n (6.32)
⇡
que establecen la ortogonalidad de dichas funciones. Los siguientes desarrollos pueden ser de
utilidad en las aplicaciones fı́sicas:
1
X
k cos z cos ✓
e = An cen (z, q) cen (✓, q) (6.33)
n=0
196 José Marı́n Antuña
1
X
cos(k sin z sin ✓) = Bn cen (z, q) cen (✓, q) (6.34)
n=0
1
X
sin(k sin z sin ✓) = Cn sen (z, q) sen (✓, q) (6.35)
n=0
En particular, es posible demostrar que como caso lı́mite de (6.34) y (6.35) se puede obtener el
desarrollo
1
X
iz sin '
e = Jn (z)ein' (6.36)
1
El método que veremos es aplicable a cualquier ecuación lineal con coeficientes periódicos que
sean funciones univaluadas de la variable independiente; el carácter de las soluciones generales
de algunas ecuaciones particulares de este tipo ya hace tiempo fue señalado por los astrónomos
a partir de las condiciones bajo las que surgen dichas ecuaciones. Sus conclusiones fueron
confirmadas por la siguiente investigación analı́tica publicada por Floquet en 1883.
Como g(z + 2⇡) y h(z + 2⇡) evidentemente son soluciones de la ecuación1 , podrán expresarse
como combinaciones lineales del sistema fundamental, es decir:
1
Estas soluciones pueden no coincidir con g(z) y h(z) respectivamente, ya que la solución de una ecuación
con coeficientes periódicos no es obligatoriamente periódica. Por ejemplo, la función no periódica u = ez sin z
es solución de la ecuación con coeficiente periódico
uz (1 + cot z)u = 0
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 197
c1 ↵1 + c2 1 = c1
c1 ↵2 + c2 2 = c2 (6.40)
donde es una constante. Las ecuaciones (6.40) tienen solución no trivial si y sólo si
↵1 1
=0 (6.42)
↵2 2
Si es una raı́z cualquiera de la ecuación (6.42), entonces puede construirse la función F (z)
solución de la ecuación diferencial dada y tal que cumpla con (6.41).
= e2⇡µ
µz
y escribimos '(z) en lugar de e F (z), entonces tendremos que
µ(z+2⇡)
'(z + 2⇡) = e F (z + 2⇡) = '(z) (6.43)
Por consiguiente, la ecuación diferencial tiene una solución particular de la forma eµz '(z),
donde '(z) es una función periódica con periodo 2⇡.
Nosotros vimos que en los problemas fı́sicos los parámetros que aparecen en la ecuación dife-
rencial deben ser elegidos de forma tal que = 1 sea raı́z de la ecuación cuadrática y que
198 José Marı́n Antuña
entonces cierta solución es periódica. Sin embargo, en los problemas astronómicos en los que
los parámetros son dados a priori en general 6= 1 y, por lo tanto, no existe solución periódica.
u = c1 eµz '(z) + c2 e µz
'( z) (6.44)
Como conclusión, veamos el método de solución de Hill. Una vez que ha sido hallado el carácter
funcional general de la solución de las ecuaciones con coeficientes periódicos por el teorema de
Floquet, se podrı́a esperar que la obtención de las soluciones de las ecuaciones de Mathieu y
de Hill fuera relativamente sencilla; sin embargo, ésto en realidad no es ası́. Por ejemplo, en el
caso de la ecuación general de Mathieu es necesario obtener una solución de la forma
donde '(z) es una función periódica y µ es una función de los parámetros A y q. La dificultad
radica en la determinación de µ; una vez hecho ésto, la determinación de la función '(z) es de
menor dificultad.
El primer método desarrollado con éxito se debe a la pluma de Hill. Veamos la ecuación de
Hill:
Tienen interés los dos casos siguientes; los razonamientos en cada uno de ellos serán idénticos:
1. El caso astronómico, cuando z es real y la función J(z) puede ser desarrollada en la serie
1
X
✓n
n=0
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 199
converge absolutamente.
2. El caso es que z es una variable compleja y J(z) es una función analı́tica en una franja del
plano que contiene al eje real y limitada por dos rectas paralelas al eje real. El desarrollo
de la función J(z) en serie de Fourier
1
X
J(z) = ✓0 + a ✓n cos 2nz (6.48)
n=1
P
tiene entonces validez dentro de la franja y, al igual que antes, la serie ✓n converge
absolutamente.
Proponiendo ✓ n = ✓n , busquemos la solución de la ecuación de Hill en la forma
1
X
u = eµz bn e2niz (6.49)
1
Es conveniente destacar que en el caso 2 esta solución será analı́tica en la franja señalada.
En el caso 1 se puede demostrar que los coeficientes bn que se obtienen son tales que la
serie
1
X
n 2 bn
1
1 1
! 1
!
X X X
2 (µ+2ni)z 2niz (µ+2ni)z
(µ + 2ni) bn e + ✓n e bn e =0 (6.50)
1 1 1
1
X
(µ + 2ni)2 bn + ✓m bn m =0 (6.51)
m= 1
(iµ) = 0 (6.53)
donde
(iµ 2m)2 ✓0 ✓m n
Am,m = 2
, Am,n = , m 6= n (6.56)
4m ✓0 4m2 ✓0
El determinante |Am,n | es sólo convergente condicionalmente, ya que el producto de los
elementos de la diagonal principal no es convergente absolutamente. Se puede, sin em-
bargo, obtener un determinante convergente absolutamente 1 (iµ) mediante la división
de la enésima ecuación lineal (6.51) por ✓0 (iµ 2n)2 en lugar de dividirla por ✓0 4n2 .
El determinante será
donde
✓m n
Bm,m = 1, Bm,n = , m 6= n (6.58)
(2m iµ)2 ✓0
1
X
✓n
n=0
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 201
p ⇢
Y ✓0 (iµ 2n)2
(iµ) = 1 (iµ) lim (6.59)
p!1
n= p
✓0 4n2
y por consiguiente:
p p
sin ⇡2 (iµ ✓0 ) sin ⇡2 (iµ + ✓0 )
(iµ) = 1 (iµ) p (6.60)
sin2 ⇡2 ✓0
sin2 ⇡2 iµ
(iµ) = (0) p (6.65)
sin2 ⇡2 ✓0
Las raı́ces del determinante de Hill son, por consiguiente, las raı́ces de la ecuación
⇣⇡ ⌘ ⇣⇡ p ⌘
sin2 iµ = (0) sin2 ✓0 (6.66)
2 2
Una vez determinado µ de esta manera, los coeficientes bn pueden ser expresados a través
de b0 y de los menores del determinante (iµ) y la solución de la ecuación diferencial de
Hill queda efectuada.
Hill demostró que, para el problema astronómico desarrollado por él, se puede obtener
una aproximación muy buena del valor de µ tomando solamente las tres filas y las tres
columnas centrales del determinante.
La función entera
1
X n 1 ⇢
1 + 2
Ai(x) = 3 3
sin (n + 1)⇡ (31/3 x)n (6.67)
32/3 ⇡ n=0
n! 3
se llama Integral de Airy o Función de Airy, debido a que para valores reales de x es igual
a la integral
Z 1 ✓ ◆
1 t3
cos + xt dt (6.68)
⇡ 0 3
que por primera vez apareció en el año 1838 en las investigaciones de Airy en Óptica. Se puede
demostrar que esta función es solución de la ecuación
y 00 xy = 0 (6.69)
p ✓ ◆ ✓ ◆
x 2 3/2 2 3/2
Ai(x) = I 1/3 x I1/3 x 8x > 0
3 3 3
p ✓ ◆ ✓ ◆
|x| 2 3/2 2 3/2
= J 1/3 |x| + J1/3 |x| 8x < 0 (6.70)
3 3 3
La ecuación (6.69) tiene dos soluciones más: Ai(!x) y Ai(! 2 x), donde ! = e2⇡i/3 es la raı́z
cúbica de la unidad. Estas tres soluciones están relacionadas entre sı́ por la expresión
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 203
Z
2 1 2s s3
Ai(⌫ ) = e⌫ 3 ds (6.73)
2⇡i I
donde I es el eje imaginario integrado desde i1 hasta +i1. Aplicando el teorema de Cauchy
nos percatamos de que el contorno I puede ser sustituido por un contorno L, compuesto por
dos rayos, desde ! 2 1 hasta 0 y después desde 0 hasta !1 y, como la integral a lo largo de L
converge uniformemente respecto a ⌫ para cualquier dominio del plano ⌫, la igualdad
Z
2 1 2s s3
Ai(⌫ ) = e⌫ 3 ds (6.74)
2⇡i L
Es posible demostrar por el método del declive que el comportamiento asintótico de la función
de Airy para x ! 1 es
1 2 3
x2
Ai(x) ⇡ p 1 e 3 (6.75)
2 ⇡x 4
1. Exponencial Integral
Z x
et
Ei(x) = dt, 8x < 0 (6.76)
1 t
204 José Marı́n Antuña
2. Logaritmo Integral
Z x
dt
li(x) = , 80 < x < 1 (6.77)
0 ln t
3. Seno Integral
Z ⇣
1
sin t ⇡⌘
si(x) = dt, si(0) = (6.78)
x t 2
4. Coseno Integral
Z 1
cos t
ci(x) = dt, 8x > 0 (6.79)
x t
Z 1 " Z x
dt dt
li(x) = lim + (6.82)
"!0 0 ln t 1+" ln t
Para x > 0 la función Ei(x) toma valores complejos y por Ei(x) se representa la parte real de
Ei(x).
Sin ofrecer ninguna demostración, enumeremos simplemente algunas relaciones importantes con
las funciones integrales:
Z x ✓ ◆2
sin2 x sin t
Si(2x) = + dt (6.91)
x 0 t
X1
xk
Ei(x) = C + ln( x) + , 8x < 0 (6.92)
k=1
kk!
X1
xk
Ei(x) = C + ln x + , 8x > 0 (6.93)
k=1
kk!
1
X (ln x)k
li(x) = C + ln( ln x) + , 80 < x < 1 (6.94)
k=1
kk!
1
X (ln x)k
li(x) = C + ln(ln x) + , 8x > 1 (6.95)
k=1
kk!
1
⇡ X x2k 1
si(x) = + ( 1)k+1 (6.96)
2 k=1 (2k 1)(2k 1)!
1
X x2 k
ci(x) = C + ln x + ( 1)k (6.97)
k=1
2k(2k)!
x
li(x) ⇡ (6.98)
ln x1
206 José Marı́n Antuña
Si(x) ⇡ x (6.99)
⇡
si(x) ⇡ x (6.100)
2
✓ ◆
ex 1! 2! 3!
Ei(x) = 1 + + 2 + 3 + ... (6.102)
x x x x
✓ ◆ ✓ ◆
cos x 2! 4! sin x 1! 3! 5! cos x
si(x) = 1 2
+ 4 ... 3
+ 5 ... ⇡ (6.103)
x x x x x x x x
✓ ◆ ✓ ◆
sin x 2! 4! cos x 1! 3! 5! sin x
ci(x) = 1 2
+ 4 ... 3
+ 5 ... ⇡ (6.104)
x x x x x x x x
ex
Ei(x) ⇡ (6.105)
x
x
e
Ei( x) ⇡ (6.106)
x
li(1.4513692346...) = 0 (6.109)
Z x mx
1 e
Ei( mt)dt = xEi( mx) (6.116)
0 m
Z 1 ✓ ◆
pt 1 p2
e Ci(qt)dt = ln 1 + 2 (6.117)
0 p q
Z 1
pt 1 p
e si(qt)dt = arctan (6.118)
0 p q
Z 1 Z 1
⇡
cos tCi(t)dt = sin tsi(t)dt = (6.119)
0 0 4
Z 1 Z 1
2 ⇡
Ci (t)dt = si2 (t)dt = (6.120)
0 0 2
Z 1
Ci(t)si(t)dt = ln 2 (6.121)
0
Z 1 Z 1
⇡
ci(↵t)ci( t)dt = si(↵t)si( t)dt = , 8↵ >
0 0 2↵
⇡
= , 8↵ < (6.122)
2
208 José Marı́n Antuña
Z x ✓r ◆
⇤ ⇡t2 ⇡
S (x) = sin dt = S x (6.125)
0 2 2
Z x ✓r ◆
⇤ ⇡t2 ⇡
C (x) = cos dt = C x (6.126)
0 2 2
Z x2
1 sin t
S(x) = p p dt (6.127)
2⇡ 0 t
Z x2
1 cos t
C(x) = p p dt (6.128)
2⇡ 0 t
Z x
2y
S(xy) = p sin(y 2 t2 )dt (6.129)
2⇡ 0
Z x
2y
C(xy) = p cos(y 2 t2 )dt (6.130)
2⇡ 0
r 1
2X x4k+3
S(x) = ( 1)k (6.131)
⇡ k=0 (2k + 1)!(4k + 3)
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 209
r 1
2X x4k+1
C(x) = ( 1)k (6.132)
⇡ k=0 (2k)!(4k + 1)
Con las funciones de Bessel y con la función de error las Integrales de Fresnel se relacionan
mediante las expresiones:
Z x2
1
S(x) = J 1 (t)dt (6.133)
2 0
2
Z x2
1
C(x) = J 1 (t)dt (6.134)
2 0
2
r ✓ ◆ r Z z
i z 2 2
C(z) + iS(z) = Erf p = eit dt (6.135)
2 i ⇡ 0
r Z z
1 p 2 it2
C(z) iS(z) = p Erf (z i) = e dt (6.136)
2i ⇡ 0
1
lim S(x) = lim C(x) = (6.137)
x!1 x!1 2
⇢ ⇢
1 1
lim x⇢ S(x) = lim ⇢
x C(x) = 0, 8⇢ < 1 (6.138)
x!1 2 x!1 2
Z p
cos(↵2 p2 ) 1
S(↵x)dx = pS(↵p) + p (6.139)
0 ↵ 2⇡
Z p
sin(↵2 p2 )
C(↵x)dx = pC(↵p) p (6.140)
0 ↵ 2⇡
Z p 2
1
1 2 2 cos ⇡8 sin p2
S(x) sin(2px)dx = , 8p > 0 (6.141)
0 2 ⇡ p
Z p 2
1
1 2 2 cos ⇡8 sin p2
C(x) sin(2px)dx = , 8p > 0 (6.142)
0 2 ⇡ p
210 José Marı́n Antuña
Z x
2 t2
(x) ⌘ Erf (x) = p e dt, [Erf (1) = 1] (6.143)
⇡ 0
Z 1
2 t2
Erf c(x) = 1 Erf (x) = p e dt (6.144)
⇡ x
Para la Función de Error tienen lugar las siguientes fórmulas de derivación y de integración:
d 2 x2
[Erf (x)] = p e (6.145)
dx ⇡
Z
1 x2
Erf (x)dx = xErf (x) + p e +C (6.146)
⇡
Z x2
1 e t
Erf (x) = p p dt (6.147)
⇡ 0 t
Z x
2y y 2 t2
Erf (xy) = p e dt (6.148)
⇡ 0
r Z x qt
p q e
Erf ( qx) = p dt (6.149)
⇡ 0 qt
1 1
2 X x2k 1 2 x2
X 2k x2k+1
Erf (x) = p ( 1)k+1 =p e (6.150)
⇡ k=1 (2k 1)(k 1)! ⇡ k=0
(2k + 1)!!
1
X 1
p 1 x k+ e x
Erf ( x) = 1 e ( 1)k 1
2
+ Rn (6.151)
⇡ k=0 xk+ 2 ⇡
Otras funciones especiales de la Fı́sica Matemática 211
donde
1
n+
|Rn | < n+ 12
2
'
8x = xei' y '2 < ⇡ 2 (6.152)
|x| cos 2
2
e x 1 1·3 1·3·5
Erf c(x) ⇡ p 1 2
+ + ... (6.153)
⇡x 2x (2x2 )2 (2x2 )5
212 José Marı́n Antuña
Introducción a las Ecuaciones de la
Fı́sica Matemática
Por ecuaciones de la Fı́sica Matemática comunmente se entiende aquellas ecuaciones que descri-
ben los procesos fı́sicos. La Fı́sica utiliza, fundamentalmente, para la descripción matemática
de los problemas que estudia, las ecuaciones diferenciales. De ellas, las llamadas ecuaciones
diferenciales ordinarias son estudiadas en otros libros, por lo que en el presente nos dedicare-
mos, principalmente, al estudio de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden que
aparecen en los problemas en los que se estudian diferentes procesos fı́sicos relacionados con la
Hidrodinámica, la Teorı́a de la Elasticidad, la Electrodinámica, la Mecánica Cuántica, etc.
Desde el punto de vista del objeto de estudio de este tema, ası́ como de la presentación y
desarrollo de los métodos de solución y de los resultados que se obtienen, el contenido del mismo
es esencialmente matemático. Sin embargo y siguiendo la tónica del curso de conferencias que
le sirve de base, no se realiza un estudio abstracto de las ecuaciones, sino que, constantemente,
se vincula el material con la base fı́sica que lo acompaña y se hace énfasis en la interpretación
fı́sica de los resultados que se obtienen. A lo largo de todo el texto se hace el tratamiento
necesario de la función de Green correspondiente a cada problema de frontera de cada tipo
de ecuación, en un intento de mostrar los aspectos comunes más generales de ese importante
concepto fı́sico matemático. Un capı́tulo se dedica especialmente a ese concepto.
Siguiendo el espı́ritu de nuestro trabajo, se ilustran los métodos teóricos con ejemplos esclare-
cedores y se proponen al lector ejercicios sobre la materia desarrollada para la comprobación
del grado de asimilación de los conocimientos. Sin embargo, no pretendemos catalogar la obra
como un libro amplio en ejercicios.
213
214 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 7
En términos generales, una ecuación en derivadas parciales con n variables independientes tiene
la forma:
✓ ◆
@u @u @ 2 u
F x1 , ..., xn , u, , ..., , , ... = 0
@x1 @xn @x21
donde las variables independientes son x1 , x2 ,..., xn y u(x1 , x2 , ..., xn ) es la función incógnita que
se desea hallar. En dependencia del orden de la mayor derivada que en esta ecuación aparezca,
estaremos en presencia de ecuaciones en derivadas parciales de primer orden, de segundo orden
o de órdenes superiores. Las ecuaciones en derivadas parciales de primer orden son abordadas
en otros textos y el estudio de sus métodos de solución no tiene interés en nuestro curso. Ver,
por ejemplo, el libro ”Ecuaciones Diferenciales y Cálculo Variacional” de L. Elsgoltz, Editorial
Mir, Moscú, 1969, Capı́tulo 5.
Las ecuaciones de tercer y de cuarto orden -y aún de órdenes superiores- requieren de estudios
que se salen del marco de nuestra obra, dado que tienen aplicación en algunos problemas aislados
de la Fı́sica que no abordaremos en el presente libro.
Las ecuaciones que presentan interés para nosotros son las ecuaciones en derivadas parciales de
segundo orden, que son las clásicas a las que dedicaremos en este momento nuestra atención.
Con el objetivo de llegar a una clasificación de las mismas que esté acorde con las necesidades de
la Fı́sica que nos ocupa, reduciremos nuestro estudio a las que dependen sólamente de dos varia-
bles independientes. La correspondiente clasificación para el caso de mayor número de variables
independientes puede obtenerse como una generalización de la que en este epı́grafe desarrolla-
remos, toda vez que siempre habremos de circunscribir nuestro estudio a aquellos casos que
215
216 José Marı́n Antuña
respondan a procesos fı́sicos clásicos, conocidos. Desde el punto de vista matemático, puede re-
sultar de interés, aparte de la clasificación que ofrecemos en el presente capı́tulo, la clasificación
de las ecuaciones en ultrahiperbólicas, parabólicas elı́pticas, parabólicas hiperbólicas, etc.
Ası́ pues, nos dedicaremos al estudio de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden
con dos variables independientes que, en general, tienen la forma
En ellas, x, y son las variables independientes, u es la función incógnita a determinar y por medio
de subı́ndices denotamos el proceso de derivación parcial respecto a la variable subindicada.
Dentro de la clase de estas ecuaciones tienen particular interés para la Fı́sica las que son lineales
con respecto a sus derivadas de orden superior. En ese caso, la ecuación tiene la forma
Con vistas a lograr una clasificación de esta ecuación, trataremos de reducirla a su forma más
simple, es decir, de llevarla a lo que se conoce con el nombre de forma canónica de la ecuación.
Con ese fin efectuaremos un cambio de variables dado por las ecuaciones
⇠ = ⇠(x, y)
⌘ = ⌘(x, y) (7.2)
y exigiremos que este cambio de variables sea no degenerado, es decir, que el jacobiano de
la transformación sea diferente de cero. Como se sabe, en este caso existe la transformación
inversa
x = x(⇠, ⌘)
y = y(⇠, ⌘)
Bajo estas condiciones, calculemos las derivadas en las nuevas variables, considerando ya la
función u como función de las nuevas variables. Aplicando la regla de la cadena, obtenemos
para las primeras derivadas:
ux = u⇠ ⇠x + u⌘ ⌘x
uy = u⇠ ⇠y + u⌘ ⌘y
Clasificación de las ecuaciones 217
Volviendo a aplicar la regla de la cadena a estas primeras derivadas, se obtienen las siguientes
expresiones para las segundas derivadas que figuran en la ecuación (7.1)
Sustituyendo las expresiones (7.3), (7.4) y (7.5) en la ecuación (7.1), obtenemos, después de
agrupar convenientemente:
u⇠⇠ [a11 ⇠x2 + 2a12 ⇠x ⇠y + a22 ⇠y2 ] + 2u⇠⌘ [a11 ⇠x ⌘x + a12 (⇠x ⌘y + ⇠y ⌘x ) + a22 ⇠y ⌘y ] +
+u⌘⌘ [a11 ⌘x2 + 2a12 ⌘x ⌘y + a22 ⌘y2 ] + u⇠ [a11 ⇠xx + 2a12 ⇠xy + a22 ⇠yy ] +
+u⌘ [a11 ⌘xx + 2a12 ⌘xy + a22 ⌘yy ] + F (⇠, ⌘, u, u⇠ , u⌘ ) = 0
F̄ = u⇠ [a11 ⇠xx + 2a12 ⇠xy + a22 ⇠yy ] + u⌘ [a11 ⌘xx + 2a12 ⌘xy + a22 ⌘yy ] + F (⇠, ⌘, u, u⇠ , u⌘ ) (7.9)
Nótese que dentro del paréntesis elevado al cuadrado que aparece a la extrema derecha de la
ecuación (7.11) está el jacobiano de la transformación efectuada, de manera que la relación
(7.11) significa que el discriminante de la ecuación permanece invariante ante la transformación
efectuada.
Al llegar a la ecuación (7.10) aparentemente no hemos logrado nada, ya que esa ecuación es,
en su forma, igual a la ecuación (7.1). La diferencia consiste en que en la ecuación (7.10) los
coeficientes que la acompañan están por determinar. Precisamente, para llevar esta ecuación
a su forma canónica (más simple) escogeremos las nuevas variables ⇠ y ⌘ de forma tal que se
cumpla que
En otras palabras, escogeremos las nuevas variables ⇠ y ⌘ en función de x, y como las dos
primeras integrales de la ecuación
La ecuación (7.14) es una ecuación de segundo grado en derivadas parciales de primer orden.
Resolviéndola algebráicamente, obtenemos:
p
a12 ± a212 a11 a22
zx + zy = 0 (7.15)
a11
Si llamamos
q
P (x, y) = a11 , Q(x, y) = a12 ± a212 a11 a22
P zx + Qzy = 0 (7.16)
Esta ecuación es una ecuación lineal en derivadas parciales de primer orden, cuya solución viene
dada por la solución de su ecuación caracterı́stica (ver ”Ecuaciones Diferenciales y Cálculo
Variacional” de L. Elsgoltz. Editorial Mir, Moscú, 1969, Capı́tulo 5):
dx dy
=
P Q
Clasificación de las ecuaciones 219
Es decir
p
dy Q a12 ± a212 a11 a22
= =
dx P a11
p p
dy a12 + a212 a11 a22 dy a12 a212 a11 a22
= , = (7.18)
dx a11 dx a11
de manera que para ella tenemos, en general, dos soluciones independientes; es decir, dos
primeras integrales:
tendremos, respectivamente, que se igualarán a cero los coeficientes ā11 y ā22 de la ecuación
(7.10), de manera que ésta quedará reducida a su forma canónica.
Ahora bien, las caracterı́sticas (7.19) de la ecuación (7.1) evidentemente dependen del signo del
discriminante de la ecuación que figura bajo el radical en las ecuaciones (7.18). Atendiendo al
signo de este discriminante, surge la siguiente clasificación de la ecuación (7.1).
Definición:
Obtengamos las formas canónicas de los tres tipos de ecuaciones arriba clasificadas.
En este caso, el discriminante a212 a11 a22 > 0, de manera que la ecuación caracterı́stica (7.17)
tiene sus dos primeras integrales (7.19) reales. Ası́ pues, tomando como nuevas variables
logramos que los coeficientes ā11 y ā22 de la ecuación (7.10) sean cero. En virtud de (7.11), ā12 6=
0, ya que el discriminante, por hipótesis, es definido positivo y el jacobiano de la transformación
es diferente de cero. Por consiguiente, la ecuación (7.10) se reduce a
En ocasiones, es preciso trabajar con una segunda forma canónica, la que obtendremos a con-
tinuación. Para ese fin, introduzcamos dos nuevas variables ↵ y por medio de las ecuaciones
1 1
↵ = (⇠ + ⌘), = (⇠ ⌘) (7.23)
2 2
1 1
d↵ = (d⇠ + d⌘), d = (d⇠ d⌘) (7.24)
2 2
Clasificación de las ecuaciones 221
Como se sabe, el segundo diferencial es invariante, de manera que podemos escribir que
1
d2 u = u⇠⇠ d⇠ 2 + 2u⇠⌘ d⇠d⌘ + u⌘⌘ d⌘ 2 = u↵↵ (d⇠ 2 + 2d⇠d⌘ + d⌘ 2 ) +
4
1 2 1
+ 2u↵ (d⇠ d⌘ 2 ) + u (d⇠ 2 2d⇠d⌘ + d⌘ 2 ) (7.26)
4 4
1
2u⇠⌘ = (u↵↵ u )
2
Es decir
1
u⇠⌘ = (u↵↵ u ) (7.27)
4
u↵↵ u = 1 (7.28)
En este caso, el discriminante de la ecuación a212 a11 a22 < 0. Por consiguiente, aquı́ las dos
primeras integrales de la ecuación caracterı́stica (7.17) son complejo conjugadas:
de nuevo logramos reducir a cero los coeficientes ā11 y ā22 , en tanto que el coeficiente ā12 6= 0
por consideraciones evidentes a partir de la expresión (7.11), debido a que el discriminante y el
jacobiano de la transformación son ambos diferentes de cero.
2ā12 u⇠⌘ + F̄ = 0
u⇠⇠⇤ = (7.31)
Aunque pudiéramos tomar la ecuación (7.31) como una forma canónica de la ecuación elı́ptica
(y, de hecho, lo es), con ella prácticamente nunca se trabaja, ya que tiene la dificultad de ser
compleja. Introduzcamos dos nuevas variables reales de la forma siguiente:
1 1
↵ = (⇠ + ⇠ ⇤ ) ⌘ Re⇠, = (⇠ ⇠ ⇤ ) ⌘ Im⇠ (7.32)
2 2i
Comparando los coeficientes que acompañan al producto d⇠d⇠ ⇤ en (7.33), llegamos a que
1
2u⇠⇠⇤ = (u↵↵ + u )
2
Es decir
1
u⇠⇠⇤ = (u↵↵ + u ) (7.34)
4
u↵↵ + u = 1 (7.35)
Clasificación de las ecuaciones 223
En este caso el discriminante a212 a11 a22 = 0. Por consiguiente, la ecuación caracterı́stica
(7.17) no se descompone en las dos ecuaciones (7.18), como en los casos anteriores, sino que es
una sola ecuación
dy a12
= (7.36)
dx a11
⇠ = '(x, y) (7.37)
logramos que el coeficiente ā11 se reduzca a cero. Como variable independiente ⌘ en la trans-
formación tomamos cualquier función independiente de '(x, y), pero ella ya no hará cero al
coeficiente ā22 , de manera que ā22 6= 0. Como, en virtud de la relación (7.11), tenemos que
donde, como se ve, L[u] es un operador lineal con respecto a las derivadas de segundo orden de
la función incógnita u(x, y). De forma similar a como ocurre para las ecuaciones diferenciales
ordinarias y las ecuaciones en derivadas parciales de primer orden, las funciones u(x, y) que
convierten en identidad la ecuación (7.41) forman una familia de funciones que, en general,
dependen de varias constantes de integración. Ello significa que, para seleccionar una solución
determinada de dicha familia, es necesario imponer determinadas condiciones a la solución.
Para fijar ideas, supongamos que queremos resolver la ecuación (7.41) en el dominio rectangular
definido por las expresiones x0 < x < x1 , y0 < y < y1 . Generalmente, las condiciones que se
imponen a la solución de la ecuación (7.41) están relacionadas con los valores que debe tomar
la función solución u(x, y) en los extremos de los intervalos (x0 , x1 ) y (y0 , y1 ). En los casos
de ecuaciones hiperbólicas o parabólicas, generalmente uno de estos intervalos, por ejemplo, el
correspondiente a la variación de la variable y, es semiinfinito: (y0 , 1).
El problema matemático (7.42) ası́ planteado, como se ve, está compuesto por la ecuación
(7.41) que describe, en términos generales, determinado proceso fı́sico y cuya solución u(x, y)
deseamos encontrar, bajo la premisa de que dicha solución cumpla las condiciones impuestas
en los puntos x0 , x1 , y0 , y1 .
Es evidente que hay que responder a varias preguntas que surgen como resultado del plantea-
miento del problema (7.42).
En primer lugar, hay que indagar si son necesarias las condiciones impuestas a la ecuación
para la existencia de la solución. En nuestro libro, en lugar de dedicarnos a la demostración
Clasificación de las ecuaciones 225
En segundo lugar, hay que establecer si estas condiciones impuestas son suficientes para la
selección de una solución del conjunto de soluciones posibles. La respuesta a esta pregunta la
da el teorema de unicidad, que a lo largo del libro se irá demostrando para cada uno de los
tipos de ecuaciones que iremos estudiando.
Por definición, los problemas matemáticos en los que las soluciones dependen de forma continua
de las condiciones impuestas o, dicho de otro modo, en los que a pequeñas variaciones de las
condiciones impuestas corresponden pequeñas variaciones de la solución, se llaman problemas
correctamente planteados o problemas correctos de la Fı́sica Matemática. En caso
contrario, el problema se dice que es incorrecto o que está incorrectamente planteado.
La necesidad de que el problema planteado sea correcto viene dada por el hecho de que la
ecuación (7.41), que figura en el problema (7.42), responde a un modelo matemático, mediante
el cual describimos un proceso fı́sico determinado, en tanto que, en la práctica, las condiciones
que se imponen a la solución en el problema (7.42) son establecidas de la realidad fı́sica -ya
sea mediante mediciones experimentales o consideraciones teóricas- con cierto grado de error
o inexactitud. De ahı́ que sea de importancia capital poder garantizar que la solución que
obtengamos con ese cierto grado de error difiera poco de la solución exacta, que obtendrı́amos
de poder imponer condiciones exactas, sin error alguno. Es decir, que la solución aproximada,
obtenida a partir de condiciones aproximadas, sea muy parecida a la respuesta exacta que da
la naturaleza.
Desgraciadamente, no todos los problemas que se pueden plantear son siempre correctos.
Más adelante, en el último epı́grafe del capı́tulo que trata del planteamiento de los proble-
mas matemáticos, volvemos sobre este tema y ponemos un ejemplo de problema incorrecto y,
además, exponemos algunas ideas generales desarrolladas para acometer la solución de los pro-
blemas incorrectos de la Fı́sica Matemática, aunque, en general, el tema se sale de los marcos de
la presente obra. En nuestro libro de Ecuaciones Integrales desarrollamos de forma más amplia
el método regularizador de Tı́jonov para la solución de las ecuaciones integrales de Fredholm
de primer tipo, las que constituyen problemas incorrectos.
Digamos, por último, algo sobre las caracterı́sticas en sı́ de la solución del problema (7.42). La
mayorı́a de los métodos matemáticos que se emplean para resolver el problema (7.42) exigen
condiciones de continuidad y diferenciabilidad de la solución y de las condiciones impuestas,
que no siempre logran cumplirse en la realidad. En el caso en que dichas condiciones sean
226 José Marı́n Antuña
Las soluciones generalizadas están ı́ntimamente relacionadas con las llamadas funciones gene-
ralizadas.
Sea una función f (x) integrable en el intevalo (a, b) a la que en lo adelante llamaremos función
de base o función de prueba. Consideremos la sucesión de funciones Fn (x) en el intervalo
(a, b) y definamos el producto interno de estas funciones como
Z b
(Fn (x), f (x)) ⌘ Fn (x)f (x)dx (7.43)
a
Si existe el lı́mite
entonces, la función F (x) -lı́mite débil de la sucesión Fn (x) para n ! 1- es una función
generalizada.
Para ilustrar las ideas, supongamos que en la condición u(x0 , y) = '(y) del problema (7.42),
la función '(y) no cumple los requisitos que permitan hallar la solución clásica u(x, y) del
problema, pero que existe -para cierta función de base integrable f (y)- una sucesión de funciones
{'n (y)} que sı́ cumplen esos requisitos y tal que
Entonces, resolviendo el problema para 'n (y), obtenemos las soluciones un (x, y); llamaremos
solución generalizada de nuestro problema a la función generalizada u(x, y) dada por
Independientemente de que, en el cuerpo del texto, más adelante, definiremos una de las fun-
ciones generalizadas más importantes e históricamente la primera, que es la función delta de
Dirac, con la que trabajaremos para definir el importante concepto de función de Green y
de solución fundamental, por el interés actual que para la Fı́sica Matemática tienen, el lec-
tor interesado en ampliar sus conocimientos al respecto puede remitirse al libro ”Funciones
Generalizadas” del autor de la presente obra.
Clasificación de las ecuaciones 227
1.
@2u @2u @2u @u @u
+ 2 3 +2 +6 =0
@x2 @x@y @y 2 @x @y
2.
@2u @2u @ 2 u @u @u
2
+ 4 + 5 2
+ +2 =0
@x @x@y @y @x @y
3.
@2u @2u @2u @u @u
2 +↵ + + cu = 0
@x2 @x@y @y 2 @x @y
4.
@2u @2u @2u @u
2 cos x (3 + sin2 x) y =0
@x2 @x@y @y 2 @y
5.
@2u @2u 2
2@ u @u
y2 2
+ 2xy + 2x 2
+y =0
@x @x@y @y @y
6.
2 @2u @2u 2
2@ u @u
tan x 2 2y tan x +y 2
+ tan3 x =0
@x @x@y @y @x
7.
@2u @2u @2u @u 1 @u
+ 2 sin x cos2 x + cos x + sin 2x =0
@x2 @x@y @y 2 @x 2 @y
8.
@2u @2u @2u @u @u
x2 + 2xy 3y 2 2x + 4y + 16x4 u = 0
@x2 @x@y @y 2 @x @y
9.
@2u 2
2 @ u @u @u
(1 + x2 ) + (1 + y ) + x + y =0
@x2 @y 2 @x @y
228 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 8
En el presente capı́tulo estudiaremos una serie de procesos fı́sicos que se describen con ecuaciones
hiperbólicas, parabólicas y elı́pticas como las que estudiamos y clasificamos en el capı́tulo
anterior.
Consideremos una barra sólida suficientemente fina. El término ”suficientemente fina” sig-
nificará para nosotros que las dimensiones lineales caracterı́sticas de su sección transversal son
muy pequeñas en comparación con su longitud, de forma tal que los procesos oscilatorios trans-
versales puedan ser despreciados y que sólo se tengan en consideración las oscilaciones a lo largo
del eje axial de la barra. Llamaremos Ox al eje de coordenadas trazado a lo largo del eje axial
de la barra. En virtud de la suposición hecha, solamente consideraremos las oscilaciones en el
sentido de este eje, de manera que cada punto de la barra (en rigor, cada sección transversal
de la barra) se caracterizará por una coordenada x de dicho eje.
Analicemos dos puntos cercanos entre sı́ de la barra, dados por las coordenadas x y x + x.
(Fig. 8.1).
229
230 José Marı́n Antuña
Antes de la deformación producida por la acción exterior, la distancia entre los puntos x y
x + x era x. Después de haberse desplazado, dicha distancia será:
Esto significa que, producto de la acción exterior que deformó la barra, el segmento x de la
misma se estiró la magnitud u(x + x, t) u(x, t). Por consiguiente, el estiramiento medio de
la barra en el segmento x (es decir, el estiramiento por unidad de longitud) será:
u(x + x, t) u(x, t)
x
De aquı́ que el estiramiento relativo de la barra producido por la acción exterior en el instante
t será:
Problemas fı́sicos 231
Producto de ese estiramiento relativo, como se sabe, surgen en la barra fuerzas elásticas de
restitución que tratan de llevar los puntos de la misma a su posición de equilibrio, como resultado
de lo cual se producen oscilaciones a lo largo de la barra. Nuestro objetivo es, precisamente,
hallar la ecuación que describe ese proceso oscilatorio de la barra.
Como se sabe de Fı́sica, la ley de Hooke establece que las fuerzas de restitución que surgen al
deformar un sólido son proporcionales al estiramiento relativo ocurrido. De aquı́ que las fuerzas
de restitución tienen, en nuestro caso, la forma
@u(x, t)
(x, t) = k(x) (8.1)
@x
donde el coeficiente de proporcionalidad que figura en la fórmula (8.1) se conoce con el nombre
de módulo de Young y se relaciona con el módulo de Hooke mediante la expresión k = SE,
donde S es el área de la sección transversal de la barra y E es el módulo de Hooke.
Con el objetivo de obtener la ecuación que describe el proceso oscilatorio de los puntos de la
barra en el entorno de su posición de equilibrio, nos auxiliaremos de una ley de conservación: la
ley de conservación de la cantidad de movimiento, que establece que la variación de la cantidad
de movimiento es igual a la suma de los impulsos de las fuerzas que actúan sobre el sistema.
@u(x, t)
⇢(x)dx
@t
Z x2
@u(x, t)
C(t) = ⇢(x)dx (8.2)
x1 @t
Z x2
@u(x, t2 ) @u(x, t1 )
C(t2 ) C(t1 ) = ⇢(x)dx (8.3)
x1 @t @t
232 José Marı́n Antuña
De acuerdo con la ley, esta variación de la cantidad de movimiento deberá ser igual al impulso
de las fuerzas que actúan sobre el segmento (x1 , x2 ) considerado.
@u(x2 , t) @u(x1 , t)
(x2 , t) (x1 , t) = k(x2 ) k(x1 )
@x @x
de manera que el impulso de esta fuerza resultante en el transcurso del elemento de tiempo dt
será
@u(x2 , t) @u(x1 , t)
dI = k(x2 ) k(x1 ) dt
@x @x
ya que el impulso de una fuerza es el producto de su intensidad por el tiempo durante el cual
ésta actúa.
Problemas fı́sicos 233
Por consiguiente, el impulso de esta fuerza durante el intervalo de tiempo (t1 , t2 ) vendrá dado
por la expresión:
Z t2
@u(x2 , t) @u(x1 , t)
I= k(x2 ) k(x1 ) dt (8.4)
t1 @x @x
Consideremos que, además de las fuerzas de restitución, sobre la barra actúan determinadas
fuerzas externas, distribuidas en su acción sobre la barra, con una densidad por unidad de
longitud igual a F (x, t). Entonces, estas fuerzas le imprimen al segmento (x1 , x2 ) en el intervalo
de tiempo (t1 , t2 ) un impulso que vendrá dado por
Z t2 Z x2
I= F (x, t)dxdt (8.5)
t1 x1
Teniendo en consideración las fórmulas (8.3), (8.4) y (8.5), la ley de conservación de la cantidad
de movimiento del segmento (x1 , x2 ) de la barra en el intervalo de tiempo (t1 , t2 ) toma la forma
Z x2 Z t2
@u(x, t2 ) @u(x, t1 ) @u(x2 , t) @u(x1 , t)
⇢(x)dx = k(x2 ) k(x1 ) dt +
x1 @t @t t @x @x
Z 1t2 Z x2
+ F (x, t)dxdt (8.6)
t1 x1
Analicemos, por separado, cada una de las integrales que aparecen en la expresión (8.6).
Z x2
@u(x, t2 ) @u(x, t1 )
⇢(x)dx = [ut (x̄, t2 ) ut (x̄, t1 )]⇢(x̄) x =
x1 @t @t
= utt (x̄, t̄)⇢(x̄) x t (8.7)
La primera integral que figura a la derecha en la expresión (8.6) es tratada de forma idéntica:
Z t2
@u(x2 , t) @u(x1 , t)
k(x2 ) k(x1 ) dt = [k(x2 )ux (x2 , t̄¯) k(x1 )ux (x1 , t̄¯)] t =
t1 @x @x
@
= [k(x̄¯)ux (x̄¯, t̄¯)] x t (8.8)
@x
234 José Marı́n Antuña
A la integral de la extrema derecha en la expresión (8.6) le aplicamos dos veces el teorema del
valor medio integral, obteniendo ası́:
Z t2 Z x2
F (x, t)dxdt = F (x̄¯, t̄¯) x t (8.9)
t1 x1
@
utt (x̄, t̄)⇢(x̄) x t = [k(x̄¯)ux (x̄¯, t̄¯)] x t + F (x̄¯, t̄¯) x t (8.10)
@x
@
⇢(x)utt = [k(x)ux ] + F (x, t) (8.11)
@x
Esta ecuación (8.11) es la que describe el proceso de las oscilaciones longitudinales de una barra.
Es una ecuación diferencial en derivadas parciales de segundo orden del tipo hiperbólico. Si
la barra considerada es homogénea y de sección transversal constante, entonces ⇢ = const y
k = const, de manera que la ecuación (8.11) toma la forma
k
a2 = (8.13)
⇢
1
f (x, t) = F (x, t) (8.14)
⇢
que tiene dimensiones de aceleración y que, fı́sicamente, es la densidad de las fuerzas externas
por unidad de masa.
Problemas fı́sicos 235
Consideremos una cuerda de longitud l que, por medio de una acción exterior, se deforma
levemente, sacándose de su posición de equilibrio. La deformación dada a la cuerda hace surgir
en ella determinadas fuerzas de restitución que tienden a llevarla a la posición de equilibrio y
que serán la causa del surgimiento de oscilaciones en la cuerda. Nuestro objetivo es hallar la
ecuación que describe ese proceso oscilatorio.
Consideremos la cuerda como un hilo muy fino (es decir, al igual que en el caso de la barra,
que las dimensiones lineales de su sección transversal son muy pequeñas en comparación con
su longitud), elástico y flexible. La flexibilidad, matemáticamente, se expresa por el hecho de
que las tensiones en la cuerda son siempre tangentes al perfil instantáneo de la cuerda.
Nos interesa analizar las oscilaciones planas de la cuerda. Por eso, podemos describir la cuerda
en su posición de equilibrio con la ayuda de un eje cartesiano Ox trazado a lo largo de su
longitud (Fig. 8.3) y con un eje perpendicular u la elongación de los puntos de la cuerda en
cada instante de tiempo.
La elongación u(x, t) es una función que caracteriza la posición (el estado) del punto x de la
236 José Marı́n Antuña
cuerda en el instante t.
Obtendremos la ecuación que describe el proceso de las oscilaciones de la cuerda a partir del
principio variacional de acción mı́nima de Hamilton, aunque de forma similar al ejemplo anterior
pudiera obtenerse a partir de la ley de la conservación de la cantidad de movimiento.
p
ds = 1 + u2x dx (8.15)
p
ds dx = ( 1 + u2x 1)dx (8.16)
p 1
1 + u2x = 1 + u2x (8.17)
2
1
ds dx = u2x dx (8.18)
2
1
dU = ku2x dx (8.19)
2
Z l
1
U= ku2x dx (8.20)
2 0
Problemas fı́sicos 237
Por otra parte, si llamamos ⇢ a la densidad lineal de la cuerda, entonces la energı́a cinética del
elemento dx de cuerda será:
1
dT = ⇢u2t dx (8.21)
2
Z l
1
T = ⇢u2t dx (8.22)
2 0
Z l
1
L=T U= [⇢u2t ku2x ]dx (8.23)
2 0
Z t1 Z t1 Z l
1
S= Ldt = [⇢u2t ku2x ]dxdt (8.24)
t0 2 t0 0
De acuerdo con el principio de acción mı́nima de Hamilton , el proceso fı́sico en la cuerda ocurre
de forma tal, que el funcional (8.24) alcanza un mı́nimo. El funcional (8.24) es un funcional de
una función de varias variables, es decir, de la forma
Z Z
F (x, y, u, ux , uy )dxdy (8.25)
D
Por lo tanto, su extremal vendrá dada por la solución de la ecuación de Ostrogradsky (ver el
libre de Ecuaciones Diferenciales y Cálculo Variacional de L. Elsgoltz, ya mencionado):
@ @
Fu {Fp } {Fq } = 0 (8.26)
@x @y
Sustituyendo (8.27) en (8.26), obtenemos la ecuación diferencial para la extremal del funcional
(8.24):
238 José Marı́n Antuña
@ @
{kux } {⇢ut } = 0 (8.28)
@x @t
Es decir:
k
a2 = (8.31)
⇢
La ecuación (8.30) ha sido obtenida, considerando la no existencia de fuerzas externas que den
energı́a al sistema. Si existiesen fuerzas externas con densidad por unidad de longitud F (x, t)
aplicadas a la cuerda, entonces, repitiendo el procedimiento anterior y teniendo en cuenta el
aporte de esas fuerzas a la lagrangiana, se obtendrı́a la ecuación que describe el proceso de las
oscilaciones de la cuerda en la forma:
donde
1
f (x, t) = F (x, t) (8.33)
⇢
Los dos ejemplos vistos hasta aquı́ nos indican que los procesos oscilatorios en barras y cuerdas
se describen con ecuaciones hiperbólicas. Podemos afirmar que, en general, todos los procesos
oscilatorios en medios en los que sólo se tienen en cuenta las oscilaciones en una dimensión
espacial, se describen con este tipo de ecuación.
Para deducir la ecuación que describe el proceso de las oscilaciones transversales de una mem-
brana, procederemos de manera similar a como hicimos en el punto anterior para obtener la
ecuación de las oscilaciones transversales de una cuerda. Consideremos una membrana que,
en estado de equilibrio, ocupa determinada región D del plano (x, y). Mediante cierta acción
exterior la membrana sufre determinada deformación que la saca levemente de su posición de
equilibrio. Entonces, surgirán fuerzas de restitución que tienden a llevar a la membrana, de
nuevo, a dicha posición y que serán la causa del surgimiento de sus oscilaciones. Denotemos por
u(x, y, t) la elongación del punto (x, y) de la membrana en el instante t. Esta función caracteriza
la posición (el estado) de cada punto (x, y) de la membrana en cada instante. Al desplazarse
de su posición de equilibrio, la membrana adquiere una energı́a potencial proporcional a la
deformación sufrida por ella. Es evidente que el elemento de membrana deformada será:
q
ds = 1 + u2x + u2y dxdy (8.34)
donde dxdy es el elemento de membrana sin deformar, en estado de equilibrio (Fig. 8.4).
q
ds dxdy = ( 1 + u2x + u2y 1)dxdy (8.35)
q 1
1 + u2x + u2y ⇡ 1 + (u2x + u2y ) (8.36)
2
1
ds dxdy = (u2x + u2y )dxdy (8.37)
2
Z Z
1
U= k(u2x + u2y )dxdy (8.38)
2 D
Z Z
1
T = ⇢u2t dxdy (8.39)
2 D
Z Z
1
L=T U= [⇢u2t k(u2x + u2y )]dxdy (8.40)
2 D
Z t1 Z t1 Z Z
1
S= Ldt = [⇢u2t k(u2x + u2y )]dxdydt (8.41)
t0 2 t0 D
Aplicando el principio de acción mı́nima de Hamilton a este funcional, la extremal vendrá dada
por la solución de la generalización de la ecuación de Ostrogradsky:
Problemas fı́sicos 241
@ @ @
Fu {Fut } {Fux } {Fuy } = 0 (8.42)
@t @x @y
donde aquı́
@ @ @
{Fut } + {Fux } + {Fuy } = 0 (8.44)
@t @x @y
Es decir:
utt = a2 r2 u (8.46)
que es una ecuación hiperbólica en dos dimensiones espaciales que rige las oscilaciones de la
membrana. En ella hemos llamado
k
a2 = (8.47)
⇢
donde
1
f (x, y, t) = F (x, y, t) (8.49)
⇢
El lector puede ver otra manera de deducir la ecuación de las oscilaciones de la membrana en
otros textos, como por ejemplo, Tikhonov y Samarsky, Ecuaciones de la Fı́sica Matemática.
Una extensión lógica de los razonamientos arriba efectuados nos conducen a que la ecuación
que describe el proceso oscilatorio en tres dimensiones es
donde M = (x, y, z) es, en este caso, un punto tridimensional, el laplaciano que figura en la
ecuación es tridimensional y la función de estado o ”elongación” u = u(x, y, z, t) es función de
las tres coordenadas espaciales y del tiempo. Sin embargo, en lo expresado no queda clara la
naturaleza fı́sica de esta función u, de manera que, si bien lo dicho es matemáticamente correcto,
es conveniente, en aras de ganar claridad en el significado fı́sico de la ecuación (8.50), analizar
algunos ejemplos fı́sicos de oscilaciones en tres dimensiones espaciales, cosa que haremos en los
dos puntos siguientes.
@E
rotH = " + E (8.51)
@t
@H
rotE = µ (8.52)
@t
⇢
divE = (8.53)
"
divH = 0 (8.54)
donde " y µ son, respectivamente, las permitividades eléctrica y magnética del medio y su
conductividad eléctrica. Las ecuaciones (8.51) y (8.52) constituyen un sistema de ecuaciones
escalares con seis incógnitas, donde están mezclados los campos. Pero no es difı́cil encontrar
las ecuaciones para cada vector aparte; apliquemos el operador rot a (8.51):
@
rot rotH = " rotE + rotE (8.55)
@t
Problemas fı́sicos 243
✓ ◆ ✓ ◆
2 @ @H @H
grad divH r H=" µ + µ (8.56)
@t @t @t
1 @2H 1 @H
r2 H = 2 2
+ 2 (8.57)
a @t b @t
1 1
a2 = , b2 = (8.58)
"µ µ
No es difı́cil hallar que en un medio sin cargas el vector E satisface la misma ecuación (8.57).
La ecuación (8.57) es un sistema de tres ecuaciones para las tres componentes escalares del
vector H. Podemos analizar dos casos extremos:
@2H
2
= a2 r 2 H (8.59)
@t
que es una ecuación hiperbólica del tipo (8.50). Nótese que, en este caso, el significado
de la función u es cada una de las componentes del campo magnético. De esta manera
queda establecida, a partir de la teorı́a electromagnética de Maxwell, la existencia de
ondas electromagnéticas en medios no conductores que se propagan con velocidad
1
a⌘c= p (8.60)
"µ
2. Si el medio es un buen conductor, entonces "µ, por lo que el primer sumando
en (8.57) es despreciable en comparación con el segundo, de manera que se obtiene la
ecuación
@H
= b2 r2 H (8.61)
@t
que es una ecuación parabólica en tres dimensiones espaciales que describe un proceso
puro de difusión del campo en el interior del conductor, producto de la alta disipación
energética en el mismo. Más adelante veremos otros ejemplos fı́sicos de procesos que se
describen con ecuaciones parabólicas en el epı́grafe correspondiente. Si las constantes ", µ,
son del mismo orden, es decir, si las corrientes de desplazamiento no son despreciables
con respecto a las corrientes de conductividad, entonces la ecuación (8.57) es una ecuación
hiperbólica que describe un proceso ondulatorio amortiguado, producto de la disipación
de la energı́a por la conductividad.
244 José Marı́n Antuña
Para un fluido compresible -como el aire- en Hidrodinámica se establece que la ecuación que
describe su movimiento es
@v 1
+ (v · r)v = rp + f (8.62)
@t ⇢
que es la ecuación de Euler y en la que v(x, y, z, t) es el vector de las velocidades de las partı́culas
del fluido en el punto (x, y, z) en el instante t, ⇢(x, y, z, t) es la densidad del fluido, p(x, y, z, t)
es la presión del fluido y f (x, y, z, t) es la densidad de las fuerzas externas que actúan sobre el
fluido.
El hecho de que el fluido es un medio continuo compresible se expresa por medio de la ecuación
de continuidad:
@⇢
+ r · (⇢v) = 0 (8.63)
@t
Además, el estado termodinámico del fluido se expresa por medio de la ecuación de estado, que
relaciona la presión con la densidad y que, por tanto, tiene la forma general
p = f (⇢) (8.64)
El sistema de ecuaciones (8.62)-(8.64) forma un sistema de cinco ecuaciones con cinco incógnitas:
vx , vy , vz , ⇢, p y con ellas se describen, en esencia, todos los procesos de fluidos hidro y
aerodinámicos ideales, es decir, sin viscosidad. Utilizaremos estas ecuaciones para deducir la
ecuación que describe el proceso de propagación del sonido en el aire y en otros medios fluidos.
La deducción la efectuaremos bajo dos consideraciones que, dadas las caracterı́sticas de la
atmósfera, son aceptables: 1) que las fuerzas externas son despreciables, o sea f = 0 y 2) que
el proceso de propagación del sonido es adiabático, es decir, que la ecuación de estado (8.64)
es de la forma
✓ ◆
p ⇢
= (8.65)
p0 ⇢0
Consideraremos, además, que las oscilaciones son de pequeñas amplitudes, de manera que se
puedan despreciar órdenes superiores de las velocidades, de sus gradientes y de la variación de
la densidad.
Problemas fı́sicos 245
⇢ ⇢0
s= (8.66)
⇢0
⇢ = ⇢0 (1 + s) (8.67)
p = p0 (1 + s) ⇡ p0 (1 + s) (8.68)
1 r[ p0 (1 + s)] p0 rs p0
rp ⇡ = ⇡ rs (8.69)
⇢ ⇢0 (1 + s) ⇢0 (1 + s) ⇢0
@v p0
= rs (8.70)
@t ⇢0
@⇢ @s
= ⇢0 (8.71)
@t @t
@s
⇢0 + ⇢0 r · v = 0 (8.72)
@t
Por consiguiente:
@2s @v
2
+r· =0 (8.73)
@t @t
246 José Marı́n Antuña
@2s
= a2 r 2 s (8.74)
@t2
que es una ecuación hiperbólica que establece la propagación de las ondas sonoras en el fluido
con velocidad
r
p0
a= (8.75)
⇢0
r
p0
a= = 336m/s
⇢0
Hasta aquı́ hemos visto algunos procesos fı́sicos que se describen con ecuaciones hiperbólicas.
Por supuesto, no hemos agotado, ni con mucho, el conjunto de problemas de la Fı́sica que se
describen con este tipo de ecuación; sin embargo, es útil señalar que, en general, todos los
procesos fı́sicos oscilatorios en la naturaleza que tienen carácter lineal son descritos por una
ecuación de tipo hiperbólico similar a (8.12), si el proceso es unidimensional en el espacio, o a
(8.50), si el proceso oscilatorio es multidimensional.
También es conveniente expresar que con la ecuación hiperbólica del tipo (8.50) -la cual, ob-
viamente, se reduce a (8.12) en el caso unidimensional- no se agota la descripción de todos los
procesos oscilatorios lineales. Las oscilaciones transversales de una barra son un ejemplo de lo
dicho; éstas se describen por una ecuación del tipo (8.12) pero que en la parte derecha aparece,
en lugar de uxx , uxxxx .
Desde el punto de vista térmico sabemos que un cuerpo se encuentra en equilibrio, si la tempe-
ratura en todos sus puntos es la misma. Si la temperatura no es constante en todos los puntos
del cuerpo, se producirá un flujo de energı́a en forma de calor de las partes más calientes a
las más frı́as, haciendo variar la temperatura de cada punto del cuerpo en cada momento de
tiempo. Por consiguiente, podemos tomar a la temperatura u(M, t) de cada punto M {x, y, z}
del cuerpo en cada instante t como la función que caracteriza el estado termodinámico del
Problemas fı́sicos 247
W = kru (8.76)
donde k es un coeficiente de conductividad térmica que depende del material y que toma valores
dentro de un rango muy amplio; por ejemplo, para el vidrio es muy pequeño y para algunos
metales es muy grande. En aras de simplificar la deducción de la ecuación fenomenológica que
describe el proceso de propagación del calor, emplearemos algunas expresiones idiomáticas no
del todo ortodoxas en el contenido fı́sico de las mismas; además, supondremos que el medio
es isótropo, de manera que k es una magnitud escalar; en caso contrario serı́a un tensor y la
deducción serı́a más complicada que la que aquı́ ofrecemos.
Para ello, consideremos un cuerpo de volumen V y superficie S (Fig. 8.5). Tomemos sobre
la superficie S un elemento d de la misma y tracemos en él el vector normal exterior a la
superficie n.
Evidentemente, el flujo de calor que sale del cuerpo de volumen V hacia el exterior (o que entra
al cuerpo a través de la superficie S, ello depende del signo del gradiente de temperatura) a
través del elemento de superficie d en la unidad de tiempo será W · nd , de manera que, en
el intervalo de tiempo t = t2 t1 , a través de toda la superficie S pasará la cantidad de calor:
Z t2 Z Z Z t2 Z Z Z
Q1 = dt W · nd = dt r · W dP (8.77)
t1 S t1 V
Aquı́ P = {⇠, ⌘, ⇣}. Por consiguiente, la cantidad de calor que permanece dentro del cuerpo y
eleva su energı́a interna y su temperatura en el intervalo t será:
Z Z Z
Q2 = c⇢[u(P, t2 ) u(P, t1 )]dP (8.78)
V
248 José Marı́n Antuña
Por último, supongamos que dentro del cuerpo de volumen V existen fuentes de calor dis-
tribuidas con densidad F (P, t); es decir, que esas fuentes generan la cantidad de calor F (P, t)
en la unidad de tiempo y en la unidad de volumen del cuerpo. Entonces, el calor generado por
esas fuentes en todo el cuerpo en el intervalo t será:
Z t2 Z Z Z
Q3 = dt F (P, t)dP (8.79)
t1 V
Establezcamos la ecuación de balance de calor. El calor generado por las fuentes es igual al
calor destinado a elevar la temperatura del cuerpo, más el calor que se escapa a través de la
superficie. Es decir:
Q3 = Q1 + Q2 (8.80)
Z Z Z Z t2 Z Z Z Z t2 Z Z Z
c⇢[u(P, t2 ) u(P, t1 )]dP = dt r · W dP + dt F (P, t)dP
V t1 V t1 V
(8.81)
Analicemos cada una de las integrales de la ecuación (8.81) por separado. Para la integral de
la izquierda, aplicando sucesivamente el teorema del valor medio integral y el teorema del valor
medio diferencial, obtenemos:
Z Z Z
c⇢[u(P, t2 ) u(P, t1 )]dP = c⇢[u(P̄ , t2 ) u(P̄ , t1 )]V = c⇢ut (P̄ , t̄)V t (8.82)
V
donde P̄ 2 V y t̄ 2 t.
Para las primeras de las integrales de la parte derecha de (8.81), haciendo los mismos pasos,
obtenemos:
Z t2 Z Z Z
dt r · W dP = r · W |P̄¯,t̄¯V t (8.83)
t1 V
Por último, para la segunda integral de la parte derecha de (8.81), aplicando el teorema del
valor medio integral para la integración en el tiempo y en el volumen, obtenemos:
Z t2 Z Z Z
¯
dt F (P, t)dP = F (P̄, t̄¯)V t (8.84)
t1 V
¯
donde P̄ 2 V y t̄¯ 2 t. Sustituyendo (8.82), (8.83) y (8.84) en (8.81), queda, después de
cancelar V y t:
¯
c⇢ut (P̄ , t̄) = r · W |P̄¯,t̄¯ + F (P̄, t̄¯) (8.85)
Es decir, dividiendo por c⇢ y denotando por a2 = k/c⇢ y f (M, t) = F (M, t)/c⇢, obtenemos la
ecuación
ut = a2 r2 u + f (M, t) (8.89)
Supongamos que queremos investigar la propagación de calor a lo largo de una barra muy fina,
es decir, de sección transversal tan pequeña en relación con su longitud, que las variaciones de la
temperatura en los ejes y, z son despreciables. Entonces, cada punto de la barra se caracterizará
por su temperatura u(x, t), función sólo de su coordenada y del tiempo y el laplaciano en la
ecuación (8.89) contendrá sólamente la segunda derivada con respecto a x. Además, la función
f (M, t) en (8.89) que, de acuerdo con su definición, es la cantidad de calor generado por las
fuentes en la unidad de volumen y en la unidad de tiempo, medido en unidades c⇢ de calor,
dependerá sólamente de la coordenada x de la barra y del tiempo t, de manera que, de la
ecuación (8.89), obtenemos para el proceso de propagación de calor a lo largo de una barra
fina, cuya superficie longitudinal consideramos aislada térmicamente (para que a través de ella
no fluya calor) la ecuación
que es una ecuación parabólica de dos variables independientes del tipo de las estudiadas en el
capı́tulo de clasificación de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden.
a su estructura matemática, similitud con el punto anterior, de manera que nuestro recipiente
puede representarse con la misma Fig. 8.5.
Es conocido que, si esta concentración no es igual en todos los puntos del recipiente, tendrá
lugar el proceso de difusión de la sustancia, fluyendo ésta de los puntos de mayor concentración
a los puntos de menor concentración. Es decir, se establece un flujo de sustancia que, de acuerdo
con la ley de Nernst, es proporcional al gradiente de la concentración:
P = Dru (8.92)
Z t2 Z Z Z t2 Z Z Z
M1 = dt P · nd = dt r · P dP (8.93)
t1 S t1 V
Z Z Z
M2 = [u(P, t2 ) u(P, t1 )]dP (8.94)
V
Por último, si llamamos F (P, t) a la densidad de las fuentes de sustancia dentro del recipiente, es
decir, la cantidad de sustancia generada por las fuentes en la unidad de volumen y en la unidad
de tiempo, entonces en el intervalo t esas fuentes darán en todo el volumen del recipiente la
cantidad de sustancia
Z t2 Z Z Z
M3 = dt F (P, t)dP (8.95)
t1 V
252 José Marı́n Antuña
Evidentemente, la cantidad de sustancia generada por las fuentes tiene que ser igual a la suma
de la cantidad de sustancia que permanece en el recipiente más la que fluye a través de su
superficie:
M3 = M 1 + M 2 (8.96)
Z Z Z Z t2 Z Z Z Z t2 Z Z Z
[u(P, t2 ) u(P, t1 )]dP = dt r · P dP + dt F (P, t)dP (8.97)
V t1 V t1 V
Aplicando a la ecuación (8.97) el mismo procedimiento de utilizar el teorema del valor medio
que aplicamos a la ecuación (8.81), obtenemos, después de realizar el proceso lı́mite de reducción
del volumen V a un punto M y del intervalo t a un instante t, la siguiente expresión:
que es la ecuación que describe el proceso de difusión. Para llevarla a la misma forma del caso
anterior, llamemos a2 = D, f (M, t) = F (M, t). Entonces, la ecuación adquiere la forma
ut = a2 r2 u = f (M, t) (8.100)
que es una ecuación parabólica idéntica a (8.89), sólo que, en este caso, el significado fı́sico de
la función u, del parámetro a2 y de la función f son diferentes al caso anterior.
Si suponemos que la difusión se efectúa en una sola dimensión, a lo largo de un tubo de sección
pequeña en comparación con su longitud, de forma tal que la difusión en el sentido de los ejes y,
z pueda ser ignorada, entonces la concentración será sólo función de x, t al igual que la densidad
de las fuentes, de manera que la ecuación (8.100) se transforma en
En la difusión de gases radiactivos, como por ejemplo el radón, a la par de su difusión tiene
lugar la desintegración de sus átomos, de manera que la concentración del gas disminuye con
el tiempo. En este caso, la ecuación que describe el proceso de difusión es la misma ecuación
(8.100) en la que las fuentes serán negativas (sumideros) y proporcionales a la concentración
de gas, ya que, mientras mayor sea la concentración de gas que haya en un punto, más intensa
será la desintegración. Por consiguiente, la densidad de nuestras fuentes en este caso será
f (M, t) = ↵u (8.102)
u t = a2 r 2 u ↵u (8.103)
Es conocido que si un átomo de uranio 235 es bombardeado con un neutrón lento, su núcleo
se descompone en dos mitades, produciéndose el fenómeno de fisión, que libera cierta cantidad
de energı́a del núcleo. Esta reacción nuclear libera, además, neutrones que salen del núcleo de
uranio fisionado, de manera que si la energı́a de estos neutrones es baja, es decir, si se logra
que sean también neutrones lentos, entonces, al chocar contra nuevos núcleos de uranio, se
repetirá el proceso descrito de liberación de energı́a y de nuevos neutrones, originándose lo que
se conoce con el nombre de reacción en cadena. Este proceso es la base de las llamadas
pilas atómicas para el uso pacı́fico de la energı́a nuclear. Si el proceso se hace incontrolable,
se produce la explosión atómica. El concepto de neutrón lento significa que los neutrones
tienen velocidades térmicas, es decir, del orden de las velocidades de las moléculas de un gas.
u t = a2 r 2 u + u (8.104)
donde es un coeficiente que depende del material fisionable, en este caso, el uranio.
De los ejemplos vistos concluimos que los procesos de propagación de calor y de difusión se
describen por medio de ecuaciones parabólicas. Existen otros modelos fı́sicos que se describen
254 José Marı́n Antuña
con esta ecuación, pero, en esencia, se reducen a procesos de difusión de diversa naturaleza.
En el próximo epı́grafe estudiaremos los procesos fı́sicos que se describen con ecuaciones elı́pti-
cas, con lo que quedará completo el análisis de los principales procesos fı́sicos que se describen
con nuestras ecuaciones.
ut = a2 r2 u + f (M, t) (8.105)
r2 u = F (M ), 8M 2 V (8.106)
r2 u = 0, 8M 2 V (8.107)
y se conoce con el nombre de ecuación de Laplace. Como sabemos, las funciones que
son solución de la ecuación de Laplace se llaman funciones armónicas.
Ası́ pues, las distribuciones estacionarias de temperatura se describen con la ayuda de
una ecuación elı́ptica del tipo de Laplace o de Poisson. No es difı́cil comprobar, de forma
similar, que los procesos de difusión estacionarios se describen por las ecuaciones (8.106)
y (8.107), en dependencia de la existencia o no de fuentes.
Problemas fı́sicos 255
r ⇥ v = 0, 8M 2 V (8.108)
v= r', 8M 2 V (8.109)
r · v = 0, 8M 2 V (8.110)
r2 ' = 0, 8M 2 V (8.111)
µ @H
r⇥E = , r · E = 4⇡⇢ (8.112)
c @t
" @E 4⇡
r⇥H = + j, r · H = 0 (8.113)
c @t c
donde " y µ son las constantes dieléctrica y magnética del medio, ⇢ la densidad de cargas
dentro del volumen V y j la intensidad de corriente por unidad de volumen en V . E y
H son las intensidades del campo eléctrico y magnético, respectivamente, c la velocidad
de la luz. Hemos escrito estas ecuaciones en sistema gaussiano, considerando el medio
isótropo y homogéneo (" y µ constantes).
Supongamos que el proceso es estacionario. Entonces, @ E , @ H , j son iguales a cero. Del
@t @t
primer par de ecuaciones, o sea, (8.112) tendremos que
256 José Marı́n Antuña
r ⇥ E = 0, 8M 2 V (8.114)
lo que significa que el vector de intensidad de campo eléctrico es potencial; es decir, que
existe una función escalar '(x, y, z) llamada potencial electrostático, tal que
E= r', 8M 2 V (8.115)
Debemos destacar dos cosas. En primer lugar, que las fuerzas periódicas armónicas del
tipo (8.118) son muy comunes en los problemas de la naturaleza, por lo que tiene im-
portancia el estudio especı́fico de este tipo de fuente de energı́a de las oscilaciones. En
segundo lugar, que, tal como está dicho, no resulta claro el término empleado de ”tiempo
suficientemente grande”. Más adelante, en el capı́tulo dedicado al estudio de las oscila-
ciones en el espacio abierto, veremos con precisión y rigurosidad qué se entiende por este
término y demostraremos a cabalidad que, efectivamente, la solución adopta la forma
(8.119).
Por el momento, aceptando la validez de lo dicho, de (8.119) tenemos que:
Problemas fı́sicos 257
por lo que, colocando estas expresiones y (8.118) en (8.117), obtenemos, luego de cancelar
convenientemente, para la función de la amplitud:
r2 v + k 2 v = F (M ) (8.120)
!
k=
a
que es el número de onda y
1
F (M ) = f (M )
a2
La ecuación (8.120) obtenida es una ecuación elı́ptica que se conoce con el nombre de
ecuación de Helmholtz. En este caso ella puede ser escrita en la forma general:
r2 v + cv = f (M ) (8.121)
donde
!2
c = k2 = >0 (8.122)
a2
Ası́ pues, la amplitud de las oscilaciones estabilizadas satisface una ecuación de Helmholtz
con parámetro c > 0. Estas oscilaciones pueden ser mecánicas, electromagnéticas o de la
más variada naturaleza fı́sica.
ut = Dr2 u ↵u (8.124)
r2 u + cu = 0 (8.125)
↵
c= 2 = <0 (8.126)
D
3. Proceso estacionario de reacción en cadena
Como vimos antes, al bombardear átomos de uranio 235 con neutrones lentos, dichos
átomos se fisionan, liberando energı́a y nuevos neutrones que, a su vez, fisionan nuevos
átomos, produciéndose la llamada reacción en cadena. Los neutrones deben ser térmicos,
es decir, su velocidad debe ser ”lenta”, es decir, del orden de la velocidad de las moléculas
de un gas que se difunde. Por eso, podemos considerar el proceso como de difusión
de un gas neutrónico en un volumen que contiene uranio y en el que hay distribuida
una fuente de neutrones proporcional a la concentración de neutrones, ya que, mientras
más neutrones haya, más átomos serán fisionados y, por consiguiente, más neutrones se
generarán.
Por lo tanto, la ecuación de difusión de los neutrones será:
ut = Dr2 u + ↵u (8.127)
r2 u + cu = 0 (8.128)
↵
c = k2 = >0 (8.129)
D
Pese a la aproximación clásica, este modelo describe, en términos generales, bastante bien
la realidad.
r2 v + cv = 0 (8.130)
c = k2 = >0 (8.131)
1
r2 ' 'tt = 0 (8.132)
a2
donde '(M, t) es una función que describe el proceso ondulatorio que se propaga con
velocidad a. Si la onda es monocromática, la solución de (8.132) puede expresarse en la
forma
i!t
'(M, t) = e (M ) (8.133)
2 !2
r + 2 =0 (8.134)
a
que es una ecuación de Helmholtz. Introduciendo en (8.134) la longitud de onda
2⇡a
= (8.135)
!
obtenemos para (8.134) la expresión:
4⇡ 2
r2 + 2
=0 (8.136)
Con vistas a obtener a partir de esta ecuación de onda, que tiene en general un carácter
universal, la ecuación que permita describir el movimiento ondulatorio de los electrones,
colocamos en lugar de la expresión de la longitud de onda de de Broglie:
h 2⇡~
= = (8.137)
m0 v p
donde h = 2⇡~ = 6.6249 · 10 27 erg · s es la constante de Planck; m0 , v y p son, res-
pectivamente, la masa de reposo, la velocidad y el momentum del electrón. Teniendo en
cuenta, además, la ley de conservación de la energı́a:
p2
+ V (M ) = E = const. (8.138)
2m0
hallamos que
4⇡ 2 2m0
= [E V (M )] (8.139)
2 ~2
Colocando (8.139) en (8.136), obtenemos la llamada ecuación de Schrödinger esta-
cionaria:
260 José Marı́n Antuña
2m0
r2 + [E V (M )] = 0 (8.140)
~2
que sirve de base para la resolución de muchos problemas fundamentales de la Mecánica
Cuántica no relativista y que es una ecuación de Helmholtz. En ella, como se ve,
2m0
c= [E V (M )] (8.141)
~2
no es una constante, sino una función de las coordenadas.
donde
m⇡ c
k0 = (8.144)
~
La ecuación (8.143) es una ecuación de Helmholtz. Si en ella suponemos k0 = 0, lo
que ocurrirı́a si la masa de reposo es tomada igual a cero, se obtendrı́a una ecuación de
Laplace, a la que responde el campo gravitacional.
Los ejemplos vistos, de las más variadas ramas de la Fı́sica, permiten percatarnos de la im-
portancia que tiene la ecuación de Helmholtz. Muchos otros ejemplos podrı́an ser presentados
para resaltar aún más esa importancia.
Con este epı́grafe concluimos el estudio de los problemas fı́sicos que se describen con ecuaciones
de la Fı́sica Matemática en derivadas parciales de segundo orden y pasaremos al estudio de cómo
plantear los problemas matemáticos para las ecuaciones estudiadas, a fin de poder seleccionar,
de entre todas las posibles soluciones, la que responda al problema fı́sico concreto que deseamos
investigar.
Capı́tulo 9
En el presente capı́tulo nos dedicaremos al estudio de las condiciones matemáticas que hay que
imponer a las distintas ecuaciones que hemos visto en el capı́tulo anterior con el objetivo de
seleccionar la solución que responda al proceso fı́sico que estemos investigando, de entre todas
las soluciones de la familia de soluciones posibles. Como una consecuencia lógica, abordaremos
el análisis de la unicidad de la solución del problema que resulte de imponer dichas condiciones
y otros aspectos de interés por su importancia.
La ecuación hiperbólica que obtuvimos en el capı́tulo anterior tiene, en una dimensión espacial,
la forma
Desde el punto de vista de su estructura matemática, ambas ecuaciones son idénticas. Por
contener hasta las segundas derivadas con respecto al tiempo y con respecto a las coordenadas
espaciales, su solución general contendrá varias constantes de integración que generan una
familia infinita de funciones que las convierten en identidad. Del conjunto de todas las posibles
soluciones de la ecuación, debemos escoger aquella que corresponda al fenómeno fı́sico concreto
que queremos describir.
Para ello debemos imponer a la ecuación determinadas condiciones fı́sicas que vienen dadas por
261
262 José Marı́n Antuña
Las condiciones a imponer son de dos tipos: condiciones iniciales y condiciones de frontera (o
de contorno).
Tanto en el caso unidimensional, como en el caso de varias dimensiones espaciales, las condi-
ciones iniciales surgen de dar:
1. La elongación inicial de los puntos del medio o de la magnitud fı́sica que oscila:
Para el caso de una cuerda o barra oscilante, es decir, para el problema unidimensional,
será
ut (M, 0) = (M ) (9.6)
donde las funciones ' y son conocidas. Con estas condiciones se determinan las dos
constantes de integración con respecto al tiempo.
Caso unidimensional:
Veamos, inicialmente, cómo se expresan las condiciones de frontera en el caso de los problemas
en una dimensión espacial. En este caso estaremos hablando de oscilaciones transversales de
cuerdas u oscilaciones longitudinales de barras, para fijar ideas.
que son las condiciones de frontera de primer tipo homogéneas, reflejan, fı́sicamente, el
hecho de que, en el caso de la ecuación hiperbólica que nos ocupa, los extremos de la
cuerda o barra no se mueven, están fijos todo el tiempo.
donde h es cierta constante conocida y µ(t) y ⌫(t) son funciones conocidas del tiempo.
Las condiciones de frontera de tercer tipo (9.14) y (9.15) corresponden, fı́sicamente, a la
situación -dicho en términos generales- en que está dada la ley de intercambio energético
de la cuerda o barra con el medio ambiente exterior a través de cada uno de los extremos.
Para poder comprender fı́sicamente cómo se llega a este tipo de condición de frontera,
analicemos el siguiente ejemplo: consideremos que el extremo x = 0 de la barra se encuen-
tra unido elásticamente a una pared por medio de un muelle de coeficiente de elasticidad
↵ (Fig. 9.1).
Entonces la fuerza de restitución de la barra en el extremo x = 0 actúa sobre el muelle, ha-
ciendo que éste se estire o se encoja. Como ambas fuerzas deben ser iguales en magnitud,
ya que no suponemos la existencia de otras fuerzas externas, tendremos que
que, como se ve, es la condición de frontera de tercer tipo arriba expresada por la ecuación
(9.14), pero homogénea. Nuestro análisis nos conduce a concluir que la condición de
tercer tipo homogénea, en el caso de la ecuación hiperbólica, corresponde, fı́sicamente, a
la existencia de una unión elástica del extremo, sin la acción de fuerzas externas.
Planteamiento de los problemas matemáticos 265
Si existiera, además, una fuerza externa aplicada de intensidad f (t) en el extremo, en-
tonces habrı́a que sumarla a la parte derecha de la ecuación (9.16), de manera que, después
de dividir por k toda la ecuación, obtendrı́amos la ecuación (9.14), donde µ(t) = f (t)/k.
Debemos señalar que en la ecuación (9.15), correspondiente al extremo x = l, aparece un
signo más en lugar de un signo menos, producto de que en ese extremo la relación entre las
fuerzas es al revés, ya que en x = 0 un desplazamiento positivo (u(0, t) > 0) corresponde
a un estiramiento del muelle, en tanto que en el extremo x = l un desplazamiento positivo
(u(l, t) > 0) corresponde a un encogimiento del muelle (Fig. 9.2)
Un análisis similar es factible de realizar en el caso de la unión elástica de los extremos
de la cuerda.
Las condiciones de frontera de primero, segundo y tercer tipo aquı́ estudiadas son las principales
y sobre las cuales centraremos nuestro estudio, pero no son, ni con mucho, las únicas condiciones
de frontera posibles.
No son difı́ciles de concebir otras condiciones de frontera diferentes a las hasta aquı́ estudiadas.
Por ejemplo, si la unión elástica del extremo no es con un muelle lineal, sino con un objeto que
266 José Marı́n Antuña
no se someta a la ley de Hooke, entonces la condición de frontera será no lineal, digamos del
tipo
Otras condiciones de frontera pueden ser obtenidas en dependencia de las caracterı́sticas del
fenómeno fı́sico que las genera. A modo de ejemplo presentamos dos casos: Si el extremo de la
barra recibe una resistencia a su movimiento proporcional a su velocidad, entonces la condición
de frontera contendrá la derivada con respecto al tiempo:
Es importante destacar que el planteamiento adecuado de las condiciones de frontera para las
ecuaciones en derivadas parciales de la Fı́sica Matemática, condiciones que deben ser obtenidas a
partir del análisis fı́sico del fenómeno o proceso que se quiere describir, es, en muchas ocasiones,
una tarea ardua y de cuidado. En nuestro libro, con el fin de estudiar los métodos principales de
solución y las conclusiones más importantes a nivel de un curso de pregrado, nos limitaremos
al tratamiento de los problemas en los que se utilicen sólamente las condiciones de frontera
de primero, segundo y tercer tipo arriba definidas, ya que ellas abarcan un número bastante
amplio de problemas fı́sicos posibles.
En el caso en que el proceso oscilatorio sea en un dominio de dos o tres dimensiones espaciales,
las condiciones de frontera de primero, segundo y tercer tipo adquieren las siguientes formas:
@u
|S = ⌫(M, t) (9.22)
@n
donde ⌫(M, t) es una función conocida de M = (x, y, z) 2 S y de t.
3. Condición de frontera de tercer tipo
En este caso está dado el intercambio energético con el exterior a través de la frontera S,
o sea:
@u
|S hu|S = (M, t) (9.23)
@n
A la solución de los problemas con estas condiciones dedicaremos nuestra atención en el futuro.
268 José Marı́n Antuña
Una vez conocidas las condiciones iniciales y de frontera a imponer a la ecuación, podemos
plantear los llamados problemas de frontera. Comencemos planteando los problemas unidi-
mensionales. Si las condiciones a imponer en los extremos de la cuerda o barra son ambas de
primer tipo, estaremos ante el llamado Primer Problema de Frontera (o de contorno);
si ambas son de segundo tipo, tendremos el Segundo Problema de Frontera (o de con-
torno) y, por último, si son ambas de tercer tipo, entonces tendrı́amos el Tercer Problema
de Frontera (o de contorno). Pueden darse casos, además, en los que se impongan condi-
ciones de tipos diferentes en los extremos; en ese caso estarı́amos en presencia de problemas
mixtos que no reciben una denominación especial. Ello sucederı́a, por ejemplo, en el caso en
que, digamos, en el extremo x = 0 de la cuerda estuviera dada la ley de movimiento del mismo:
u(0, t) = µ(t), en tanto que en el extremo x = l estuviera dada la fuerza que actúa sobre el
mismo: ux (l, t) = ⌫(t).
Ası́ las cosas, el Primer Problema de Frontera se plantea en los siguientes términos:
Nótese que la solución de la ecuación se busca en el intervalo abierto (0, l) y para tiempos
rigurosamente mayores que cero, en tanto que las condiciones que se imponen deben cumplirse
en los intervalos cerrados. Ello implica que, para la compatibilidad del problema, debe cumplirse
que '(0) = µ(0), '(l) = ⌫(0), (0) = µ0 (0) y (l) = ⌫ 0 (0).
Es necesario hacer las siguientes aclaraciones. El hecho de que se exija que la función cumpla con
la ecuación diferencial en el dominio abierto {0 < x < l, t > 0} significa que esta función debe
tener hasta las segundas derivadas continuas respecto a x y a t en dicho dominio, para que pueda
hablarse de la existencia de la solución; para el primer problema de frontera habrá que exigir,
además, la continuidad de la primera derivada respecto a t para t 0 y, para el segundo y tercer
problema de frontera, además, la continuidad de la primera derivada respecto a x en el intervalo
cerrado 0 x l. Como comprobaremos más adelante al estudiar los métodos de solución,
esas condiciones son indispensables para garantizar la existencia de la solución clásica, ya que,
como veremos, con estas caracterı́sticas, estas son las condiciones necesarias para demostrar
la existencia de la solución. Nosotros no demostraremos un teorema de existencia, sino que,
en la medida en que desarrollemos los métodos de solución y encontremos dichas soluciones,
demostraremos la existencia de las mismas junto con las condiciones de validez para dicha
existencia.
Sin embargo, es lógico hacerse la siguiente pregunta: ¿Son suficientes las condiciones impuestas
para determinar una solución? La respuesta a esta interrogante la da el teorema de unicidad
que a continuación demostraremos.
Teorema de Unicidad.
Demostración:
será solución de un problema con ecuación homogénea y todas las condiciones homogéneas:
Z l Z l Z l
dE
= kvx vt |l0 kvt vxx dx + ⇢vt vtt dx = kvx vt |l0 + {⇢vtt kvxx }vt dx (9.31)
dt 0 0 0
La integral que figura a la extrema derecha de (9.31) se anula, ya que la expresión entre
llaves es cero en virtud de la ecuación del problema (9.28). Por consiguiente,
E
= kvx (l, t)vt (l, t) kvx (0, t)vt (0, t) (9.32)
dt
Pero, en virtud de las condiciones de frontera del problema (9.28)
v(0, t) = 0, v(l, t) = 0
por lo que
v(x, 0) = 0, vt (x, 0) = 0
por lo que
Z l
1
E(t) = {kvx2 (x, t) + ⇢vt2 (x, t)}dx = 0 (9.36)
2 0
Pero, esto último significa que v(x, t) es constante para toda x y todo t y será, por tanto,
igual a sus valores para t = 0, o para x = 0, o para x = l, es decir,
v(x, t) ⌘ 0 (9.38)
lo que significa que u1 (x, t) ⌘ u2 (x, t), con lo que queda demostrado el teorema de unicidad
para el Primer Problema de Frontera.
La demostración ha sido obtenida con rigor matemático. Sin embargo, un somero análisis
fı́sico nos llevarı́a a la misma conclusión, ya que, por ser la ecuación del problema (9.28)
homogénea -lo que, fı́sicamente, significa que no existen fuerzas externas aplicadas sobre la
cuerda- y ser, además, iguales a cero la elongación inicial, la velocidad inicial y los valores
de la elongación en la frontera, resulta que no existe ninguna causa fı́sica que provoque
las oscilaciones de la cuerda, de manera que ésta tendrá que permanecer, forzosamente,
todo el tiempo en reposo.
Obsérvese que la función auxiliar (9.29) utilizada en la demostración no es otra cosa que
el funcional de la energı́a total de la cuerda que responde al problema (9.28). De ahı́
es lógico esperar que, al no haber ningún aporte energético al sistema, ni por fuerzas
aplicadas, ni por estı́mulos iniciales o estı́mulos en la frontera, la energı́a total del sistema
se mantenga todo el tiempo nula y su única extremal posible venga dada por (9.38).
En este caso, para la derivada de la función auxiliar (9.29) obtenemos la misma expresión
(9.32). En esta última, en virtud de las condiciones de frontera (9.39)
vx (0, t) = 0, vx (l, t) = 0
dE
= kh2 v(l, t)vt (l, t) kh1 v(0, t)vt (0, t) = [kh2 v(l, t)vt (l, t) + kh1 v(0, t)vt (0, t)] =
dt
1d
= [kh2 v 2 (l, t) + kh1 v 2 (0, t)] (9.41)
2 dt
1
E(t) = [kh2 v 2 (l, t) + kh1 v 2 (0, t)] (9.42)
2
De (9.42) concluimos que E(t) 0, pero (9.29) nos dice que E(t) 0. La única forma
de cumplir, simultáneamente, ambas conclusiones es que sea E(t) ⌘ 0. El resto de la
demostración es igual a los dos casos anteriores.
Planteamiento de los problemas matemáticos 273
En este caso no se imponen condiciones de frontera y sólo se exige que la solución u(x, t) sea
acotada. Se pide hallar la función continua y acotada en 1 < x < 1, t 0 que satisfaga la
ecuación y las condiciones
Este problema, en el que sólo aparecen condiciones iniciales, se llama Problema de Cauchy.
Si la cuerda es semiinfinita, habrá que dar una condición de frontera. Esto quiere decir que
estamos buscando las oscilaciones cerca de uno de los extremos de una cuerda larga para un
rango de valores del tiempo tal, que la acción del otro extremo sobre las oscilaciones no se hace
sentir todavı́a.
Con el objetivo de buscar la solución -que ya sabemos única- de los problemas planteados, es
conveniente tratar de descomponerlos en problemas más simples, ya que es obvio que inten-
tar resolver de un inicio, digamos, los problemas (9.24), (9.25) ó (9.26) o cualquier problema
mixto en los que, tanto la ecuación, como todas las condiciones iniciales y de frontera, son no
homogéneas, es una tarea difı́cil.
La linealidad, tanto de la ecuación que queremos resolver, como de las condiciones iniciales y
de frontera que a ella se imponen, nos permite establecer un importante teorema, conocido con
el nombre de Principio de Superposición:
Teorema
(i)
utt = a2 u(i)
xx + fi (x, t), 80 < x < l, t > 0
(i)
u (x, 0) = 'i (x), 80 x l
(i)
ut (x, 0) = i (x), 80 x l (9.48)
u(i) (0, t) = µi (t), 8t 0
u(i) (l, t) = ⌫i (t), 8t 0
donde i = 1, 2, ..., n.
Entonces la función
n
X
u(x, t) = u(i) (x, t) (9.49)
i=1
donde
n
X
f (x, t) = fi (x, t) (9.51)
i=1
276 José Marı́n Antuña
n
X
'(x) = 'i (x) (9.52)
i=1
n
X
(x) = i (x) (9.53)
i=1
n
X
µ(t) = µi (t) (9.54)
i=1
n
X
⌫(t) = ⌫i (t) (9.55)
i=1
y exigiremos que las funciones u(i) (x, t) (i = 1, 2, 3) sean las soluciones de tres problemas que
construiremos de la siguiente manera:
u(1) (x, t) será la solución de un problema con la ecuación homogénea, las condiciones iniciales
del problema para u(x, t) y con condiciones de frontera homogéneas del mismo tipo que las del
problema para u(x, t).
u(2) (x, t) será la solución de un problema con la ecuación no homogénea en la que figurará
la misma inhomogeneidad de la ecuación del problema para u(x, t) y condiciones iniciales ho-
mogéneas y condiciones de frontera homogéneas del mismo tipo que las del problema para
u(x, t).
u(3) (x, t) será la solución de un problema con la ecuación homogénea, con condiciones iniciales
homogéneas y con condiciones de frontera iguales a las del problema para u(x, t).
Planteamiento de los problemas matemáticos 277
Para ejemplificar lo dicho, busquemos la solución del problema (9.24) en la forma (9.56). En-
tonces, en virtud de lo expresado arriba, u(1) (x, t), u(2) (x, t) y u(3) (x, t) serán las soluciones,
respectivamente, de los siguientes problemas:
(1)
utt = a2 u(1)
xx , 80 < x < l, t > 0
(1)
u (x, 0) = '(x), 80 x l
(1)
ut (x, 0) = (x), 80 x l (9.57)
(1)
u (0, t) = 0, 8t 0
u(1) (l, t) = 0, 8t 0
(2)
utt = a2 u(2)
xx + f (x, t), 80 < x < l, t > 0
(2)
u (x, 0) = 0, 80 x l
(2)
ut (x, 0) = 0, 80 x l (9.58)
u(2) (0, t) = 0, 8t 0
u(2) (l, t) = 0, 8t 0
(3)
utt = a2 u(3)
xx , 80 < x < l, t > 0
(3)
u (x, 0) = 0, 80 x l
(3)
ut (x, 0) = 0, 80 x l (9.59)
u(3) (0, t) = µ(t), 8t 0
u(3) (l, t) = ⌫(t), 8t 0
De forma similar se procederá con cualquier otro problema. Sólo habrı́a que tener en conside-
ración que las condiciones de frontera deben corresponder a las del problema en cuestión.
Una vez establecida esta reducción del problema general mediante su descomposición en pro-
blemas más simples, se puede comenzar a estudiar los métodos de solución de todos los pro-
blemas planteados para ecuaciones hiperbólicas, pero primero veremos lo relacionado con el
planteamiento de los problemas para las ecuaciones parabólicas y elı́pticas.
ut = a2 r2 u + f (x, t) (9.61)
de manera que sólamente habrá que imponer una condición inicial. Si el proceso fı́sico que se
estudia es el de la propagación del calor, dicha condición inicial consistirá en dar la temperatura
inicial de los puntos de la barra, en el caso unidimensional, o de los puntos del cuerpo, en el
caso de varias dimensiones espaciales. Ello, matemáticamente, se expresará por las ecuaciones:
Supongamos que tenemos una barra de longitud l. Entonces las condiciones de frontera a
imponer en los extremos x = 0 y x = l de la barra podrán ser de tres tipos fundamentales:
@u
|S = µ(M, t), 8M 2 S (9.67)
@n
donde S es la frontera del dominio donde se quiere resolver el problema y n es el vector
normal a la superficie, exterior al dominio en cuestión. El significado fı́sico en este caso
es el mismo: que se conoce el flujo de calor o de sustancia, según el caso, a través de la
frontera.
Es conveniente destacar que, en el caso más general, las constantes h que figuran en (9.68)
y (9.69) no tienen que ser, necesariamente, iguales, por lo que, en general, escribiremos
h1 y h2 .
En el caso de varias dimensiones espaciales, la condición de frontera de tercer tipo adopta
la forma:
✓ ◆
@u
hu(M, t) |S = µ(M, t), 8M 2 S (9.70)
@n
Las condiciones de frontera hasta aquı́ obtenidas son condiciones lineales y es con ellas con
las que trabajaremos. Sin embargo, no son las únicas condiciones que pudieran obtenerse.
Pudiera darse el caso, por ejemplo, de que el intercambio de calor con el medio ambiente
se realizara, no siguiendo la ley lineal de Newton, sino de acuerdo con la ley de radiación
de Stefan-Boltzmann. Entonces, la condición serı́a no lineal y adoptarı́a la forma:
ux = h(T 4 u4 )
Nosotros nos limitaremos a las condiciones lineales arriba obtenidas en nuestro estudio;
como es conocido, las ecuaciones no lineales conducen a grandes complicaciones de cálculo
que no son objeto de análisis en la presente obra.
Si las condiciones de frontera que se imponen a la ecuación son de primer tipo, obtenemos el
llamado Primer Problema de Frontera. Para las condiciones de segundo y tercer tipo, res-
pectivamente, tendremos el Segundo y Tercer Problema de Frontera. Pueden plantearse
también problemas mixtos, si en cada extremo de la barra en el caso unidimensional o en dife-
rentes secciones de la frontera en el caso multidimensional, se imponen condiciones de frontera
de diferentes tipos.
Ası́, por ejemplo, el primer problema de frontera en el caso unidimensional se plantearı́a en los
siguientes términos:
Planteamiento de los problemas matemáticos 281
De manera similar se plantean los problemas mixtos, en los que, en un extremo está impuesta
una condición de un tipo y en el otro extremo, una condición de otro tipo.
Es necesario aclarar aquı́ que, al igual que en el epı́grafe anterior, deben cumplirse las condi-
ciones de compatibilidad entre las funciones que aparecen en la condición inicial y en las condi-
ciones de frontera, para que el problema tenga sentido.
Hallar la función u(x, t) definida y continua para 1 < x < 1, t 0 que cumpla la ecuación
y la condición inicial:
donde se exigen las mismas condiciones matemáticas a las funciones que fueron impuestas en
el problema de la ecuación hiperbólica en la recta infinita que vimos en el epı́grafe anterior. Si
el problema se resuelve en el entorno de uno de los extremos de una barra muy larga, de forma
tal que la influencia del otro extremo no está presente, el problema se plantearı́a en la recta
semiinfinita y habrı́a que incluir una condición de frontera en el extremo. Ası́, por ejemplo, el
primer problema de frontera en la recta semiinfinita se plantearı́a en los siguientes términos:
Lo primero que debemos analizar es si los problemas planteados tienen solución única y estable.
La unicidad se requiere para que el método de solución que desarrollemos sea confiable; la esta-
bilidad, es decir, la condición de que el problema sea correcto, se requiere dada la importancia
que ello tiene para la Fı́sica, debido a la imprecisión con que pueden ser dadas las condiciones.
Tiene lugar el siguiente teorema, conocido como Principio del valor máximo y mı́nimo.
Teorema.
Demostración:
1) Para el máximo.
En el plano de fase (x, t), que se ve en la Fig. 9.3, queremos demostrar que u(x, t) alcanza su
máximo valor en un punto de la frontera ennegrecida.
y supongamos que en un punto interior (x0 , t0 ) (ver figura 9.3) la función alcanza un máximo,
es decir, que se cumple que
y, además,
La primera de las dos desigualdades en (9.81) contiene la igualdad a cero, pues la condición de
máximo estarı́a entonces dada por la igualdad a cero de la tercera derivada y la negatividad
de la cuarta derivada. La segunda desigualdad contiene la posibilidad de ser mayor que cero,
porque, al no ser la lı́nea t = T frontera del dominio considerado, el punto interior (x0 , t0 )
pudiera ser con t0 = T y, en tal caso, el máximo pudiera alcanzarse en ese punto con derivada
positiva.
Demostremos que, supuesta la existencia de este punto interior (x0 , t0 ) de máximo, existirá otro
punto (x1 , t1 ), interior también, cercano a (x0 , t0 ), en el que la ecuación no se cumple. Esto
serı́a una contradicción con la hipótesis del teorema, de donde concluirı́amos que el máximo no
puede alcanzarse en un punto interior.
284 José Marı́n Antuña
Además, como es obvio que k(t0 t) kT , tomando la constante k de forma tal que cumpla
que kT < 2" , es decir,
"
k< (9.84)
2T
tendremos que
Planteamiento de los problemas matemáticos 285
"
v(x, t) u(x, t) + (9.85)
2
Por consiguiente, de (9.85) y teniendo en cuenta (9.79), concluimos para v(x, t) que, evaluada
en los puntos de la frontera,
"
v(x, t)|x=0,x=l,t=0 M + (9.86)
2
Por otro lado, la función v(x, t) es continua, por lo que tendrá un máximo en cierto punto
(x1 , t1 ). Es decir, en este punto se cumplirá que
donde, en (9.87) hemos tenido en cuenta (9.83). La comparación de (9.86) y (9.87) nos permite
concluir que, en virtud de la forma en que fue escogida la constante k, según (9.84), el punto
(x1 , t1 ) no pertenece a la frontera. Como en este punto la función (9.82) alcanza su máximo
valor, se cumplirá que
De (9.88) concluimos que en (x1 , t1 ) no se cumple la ecuación para u(x, t), ya que uxx (x1 , t1 ) 0,
en tanto que ut (x1 , t1 ) k > 0. Como ésto contradice la hipótesis del teorema, ya que el punto
(x1 , t1 ) es interior y en él se debe cumplir la ecuación, concluimos que este punto no puede existir
y como su existencia estaba condicionada por la existencia del punto (x0 , t0 ) interior de máximo
de u(x, t), concluimos que este punto tampoco puede existir. Por lo tanto, efectivamente, la
función u(x, t) sólo puede alcanzar su máximo en x = 0, ó en x = l, ó en t = 0.
2) Para el mı́nimo.
Demostrado el teorema.
Con la ayuda del principio del valor máximo y mı́nimo podemos demostrar, fácilmente, la
unicidad y la estabilidad del primer problema de frontera.
286 José Marı́n Antuña
Teorema de Unicidad.
Demostración:
Supongamos que el problema tiene dos soluciones u1 (x, t) y u2 (x, t); entonces, es fácil ver que
la función v(x, t) = u1 (x, t) u2 (x, t) será solución del problema todo homogéneo:
Pero, de acuerdo con el principio del valor máximo y mı́nimo y en virtud de las condiciones de
frontera del problema (9.89), los valores máximo y mı́nimo de v(x, t) son iguales a cero. Por
consiguiente, v(x, t) ⌘ 0 para 0 < x < l, 0 < t T , de donde concluimos que u1 (x, t) ⌘ u2 (x, t).
Demostrado el teorema.
Teorema de estabilidad.
Dos soluciones de la ecuación ut = a2 uxx +f (x, t) que se diferencien poco entre sı́ en el momento
inicial o en la frontera, se diferenciarán poco entre sı́ en todo momento t y en cualquier punto
x. Es decir, el primer problema de frontera de la ecuación parabólica es correcto.
Demostración:
ó
ó
Entonces, para la función v(x, t) = u1 (x, t) u2 (x, t) y en virtud de (9.90), (9.91) y (9.92),
tendremos que:
Planteamiento de los problemas matemáticos 287
|v(x, 0)| < ", |v(0, t)| < ", |v(l, t)| < " (9.93)
que son su mı́nimo y su máximo, pues v(x, t) satisface la ecuación homogénea. Por lo tanto,
de acuerdo con el principio del valor máximo y mı́nimo, tendremos para 0 < x < l, 0 < t T
que:
" < min v(x, t)|x=0,x=l,t=0 < v(x, t) < max v(x, t)|x=0,x=l,t=0 < " (9.94)
Es decir:
v(x, t) ⌘ |u1 (x, t) u2 (x, t)| < ", 80 < x < l, 0 < t T (9.95)
Demostrado el teorema.
Gracias a estos dos teoremas podemos dedicarnos tranquilamente a elaborar los métodos de
solución del problema planteado. El primer teorema nos garantiza que la solución que encon-
tremos será única; el segundo nos garantiza algo importante en la Fı́sica: la condición inicial
y las condiciones de frontera, que surjan del experimento con un margen de error, nos darán
soluciones muy similares al comportamiento real de la naturaleza.
Digamos, por último, algunas palabras sobre la unicidad de los otros problemas de frontera
(9.72) y (9.73).
Si llamamos
tendremos, de las condiciones de (9.96) que, como v(x, 0) = 0, vx (x, 0) = 0 y, por lo tanto
w(x, 0) = 0 (9.98)
288 José Marı́n Antuña
y, además:
w(0, t) = 0 (9.99)
w(l, t) = 0 (9.100)
Z x
v(x, t) = w(⇠, t)d⇠ (9.101)
0
de donde
Z x
vt (x, t) = wt (⇠, t)d⇠, vxx (x, t) = wx (x, t) (9.102)
0
Z x
wt (⇠, t)d⇠ = a2 wx (x, t)
0
Es decir, la función w(x, t) satisface la ecuación homogénea con condición inicial y condiciones
de frontera de primer tipo homogéneas dadas por (9.98), (9.99) y (9.100). Por lo tanto, de
acuerdo con el principio del valor máximo y mı́nimo, w(x, t) ⌘ 0. Es decir, vx (x, t) ⌘ 0. Esto
significa que v(x, t) es sólo función de t:
De la condición inicial del problema (9.96) concluimos que C(0) = 0 y, colocando (9.103) en la
ecuación del problema (9.96), obtenemos para la función C(t) el problema de Cauchy
Ct = 0
C(0) = 0 (9.104)
cuya única solución es la trivial: C(t) ⌘ 0. Por consiguiente u1 (x, t) = u2 (x, t) y queda
demostrada la unicidad.
Planteamiento de los problemas matemáticos 289
En el caso del tercer problema de frontera (9.73), de manera análoga a como hemos procedido
hasta aquı́, es posible demostrar la unicidad y la estabilidad de su solución.
r2 u = f (M ) (9.105)
Buscaremos aquı́ las soluciones de esta ecuación que se conocen con el nombre de soluciones
fundamentales y que tienen gran importancia en toda la teorı́a de las ecuaciones elı́pticas.
Supongamos que la función, solución de la ecuación de Laplace (es decir, la ecuación (9.105) con
parte derecha igual a cero) para r 6= 0, goza de simetrı́a esférica: u(r, ✓, ') ⌘ U (r). Entonces,
la ecuación (9.105) homogénea -teniendo en cuenta la expresión del laplaciano en coordenadas
esféricas y tomando sólamente la parte radial de la misma- adopta la forma:
✓ ◆
2 1 d 2 dU
r u= 2 r =0 (9.106)
r dr dr
Nótese que esta ecuación, ası́ escrita, tiene sentido sólo para r 6= 0. Su primera integral es:
290 José Marı́n Antuña
dU
r2 = C1 (9.107)
dr
donde hemos puesto el signo menos a la constante por comodidad. Integrando (9.107), obtene-
mos:
C1
U (r) = + C2 (9.108)
r
1
U (r) = (9.109)
r
e
U (r) =
r
Supongamos que la función en este caso goza de simetrı́a cilı́ndrica: u(r, ', z) = U (r). Entonces
la ecuación de Laplace, teniendo en cuenta la forma del laplaciano en coordenadas cilı́ndricas
y tomando sólo la parte radial del mismo, tiene la forma:
✓ ◆
2 1 d dU
r u= r =0 (9.110)
r dr dr
dU
r = C1 (9.111)
dr
Planteamiento de los problemas matemáticos 291
U (r) = C1 ln r + C2 (9.112)
1
U (r) = ln (9.113)
r
2. Fórmulas de Green
Hallaremos, a continuación, unas relaciones integrales muy útiles en el estudio de las ecuaciones
elı́pticas y, en general, en toda la Fı́sica Matemática y que son una consecuencia directa de la
fórmula de Gauss-Ostrogradsky. Como sabemos del Análisis Matemático, si un campo vectorial
A tiene componentes continuas en V + S y primeras derivadas continuas en V , donde V es
cierto dominio en R3 de frontera dada por la superficie S, entonces:
Z Z Z Z Z
r · AdP = A · ndS (9.114)
V S
Sean, ahora, u(x, y, z) y v(x, y, z) dos funciones continuas con primeras derivadas continuas en
V + S y segundas derivadas continuas en V . Escogeremos por campo A al vector
A = urv (9.115)
@u
A · n = urv · n ⌘ u (9.117)
@n
Z Z Z Z Z
2 @v
{ur v + ru · rv}dP = u dS (9.118)
V S @n
A = vru (9.119)
Z Z Z Z Z
2 @u
{vr u + ru · rv}dP = v dS (9.120)
V S @n
Z Z Z Z Z ⇢
2 2 @v @u
{ur v vr u}dP = u v dS (9.121)
V S @n @n
Nótese que la segunda fórmula de Green es una expresión más simétrica, obtenida a partir de
la primera fórmula de Green. Si el volumen V es multiconexo, entonces por superficie S se
entenderá toda la frontera de V con la normal colocada de forma tal que siempre sea exterior
a V.
La fórmula (9.121) es válida para cualesquiera funciones u y v continuas con primeras derivadas
continuas en V + S y segundas derivadas continuas en V . Tomemos en ella una función v muy
especı́fica:
1
v= (9.122)
rM P
p
rM P = (x ⇠)2 + (y ⌘)2 + (z ⇣)2
es la distancia de M a P .
En el volumen biconexo V V" de superficie frontera S + S" u y v satisfacen los requisitos para
la validez de la segunda fórmula de Green (9.121), por lo que podemos escribir:
Z Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z ⇢ ✓ ◆
2 1 1 2 @ 1 1 @u
ur r u dP = u dSP
V V" rM P rM P S+S" @nP rM P rM P @n
(9.123)
✓ ◆
2 1
r =0
rM P
Z Z Z Z Z ⇢ ✓ ◆
1 2 @ 1 1 @u
r udP = u dSP +
V V" rM P S @nP rM P rM P @n
Z Z ⇢ ✓ ◆
@ 1 1 @u
+ u dSP (9.124)
S" @nP rM P rM P @n
Calculemos el valor de la integral sobre S" en la expresión (9.124). Como S" es una superficie
Planteamiento de los problemas matemáticos 295
esférica, la normal exterior al volumen V V" tiene igual dirección y sentido contrario al radio
(Fig. 9.5). Por consiguiente:
✓ ◆ ✓ ◆
@ 1 @ 1 1 1 1
|S" = |r=" = 2 ; |S" = (9.125)
@n r @r r " r "
Sustituyendo (9.125) en la integral sobre S" , queda (los subı́ndices M P los obviamos por co-
modidad):
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z Z
@ 1 1 @u u 1 @u
u dSP = dS dS =
S" @nP rM P rM P @n "2 S" " @n
Z ZS" Z Z
1 1 @u
= 2 u(P )dS dS (9.126)
" S" " S" @n
La función u y sus primeras derivadas son, por hipótesis, continuas, por lo que en (9.126)
podemos aplicar el teorema del valor medio a las integrales. Teniendo en cuenta que
Z Z
dS = 4⇡"2
S"
es el área de la superficie esférica S" , obtenemos para las integrales a la derecha de (9.126):
Z Z
1 1
u(P )dS = u(P ⇤ )4⇡"2 = 4⇡u(P ⇤ ) ! 4⇡u(M ), 8" ! 0 (9.127)
"2 S" "2
Z Z ✓ ◆ ✓ ◆
1 @u 1 @u 2 @u
dS = |P ⇤⇤ 4⇡" = 4⇡" |P ⇤⇤ ! 0, 8" ! 0 (9.128)
" S" @n " @n @n
donde P ⇤ 2 S" y P ⇤⇤ 2 S" . Además, cuando " ! 0, la integral de volumen V V" en (9.124)
tiende al valor principal de la integral impropia en el volumen V . Teniendo en cuenta este
hecho y las expresiones (9.127) y (9.128), al hacer " ! 0, de (9.124) obtenemos:
Z Z Z Z Z ⇢ ✓ ◆
1 2 @ 1 1 @u
r udP = u dSP + 4⇡u(M ) (9.129)
V rM P S @nP rM P rM P @n
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 1 @u @ 1 1 r2 u
u(M ) = u(P ) dSP dP (9.130)
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
296 José Marı́n Antuña
Z Z Z
r · AdS = A · ndl (9.131)
S C
Z Z Z
2 @v
{ur v + ru · rv}dS = u dl (9.132)
S C @n
Z Z Z ⇢
2 2 @v @u
{ur v vr u}dS = u v dl (9.133)
S C @n @n
1
v = ln
rM P
y rodeamos al punto M con un cı́rculo S" de radio " y frontera C" (Fig. 9.6), teniendo en
cuenta que r2 v = 0 en S S" tendremos:
Z Z ⇢ ✓ Z ◆
2 1 @ 1 @u 1
r u ln dSP = u ln ln dlP (9.134)
S rM P C+C" @n rM P @n rM P
@ d
Para la integral por la circunferencia C" no es difı́cil ver que, como @n
= dr
:
Z ✓ ◆ Z
@ 1 u(P ⇤ )
u ln dl = dl = u(P ⇤ )2⇡ ! 2⇡u(M ), 8" ! 0 (9.135)
C" @n rM P " C"
Z ✓ ◆
@u 1 @u 1
ln dl = |P ⇤⇤ 2⇡" ln ! 0, 8" ! 0 (9.136)
C" @n r @n "
donde P ⇤ 2 C" y P ⇤⇤ 2 C" , en virtud del teorema del valor medio aplicado, ya que u y sus
derivadas son continuas.
Planteamiento de los problemas matemáticos 297
Z ⇢ ✓ ◆ Z Z
1 @u 1 @ 1 1 1
u(M ) = ln u(P ) ln dlP r2 u ln dSP (9.137)
2⇡ C @n rM P @nP rM P 2⇡ S rM P
Obsérvese que el divisor en (9.130) y (9.137) no es otra cosa que el ángulo (sólido o plano)
bajo el que se ve, desde el punto M , la frontera (S o C) del dominio considerado. No es difı́cil
comprobar que, si el punto M está sobre la frontera, se obtiene la mitad del ángulo. Si M no
pertenece al dominio, ni a su frontera, entonces, al ser continua la solución fundamental junto
con sus derivadas dentro del volumen o superficie de integración, la tercera fórmula de Green se
reduce a la segunda. O sea, que la tercera fórmula de Green puede escribirse, en forma general,
de la siguiente manera:
En tres dimensiones:
298 José Marı́n Antuña
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 @u @ 1 r2 u
⌦u(M ) = u(P ) dSP dP (9.138)
S rM P @n @nP rM P V rM P
donde
⌦ = 4⇡, 8M 2 V
⌦ = 2⇡, 8M 2 S (9.139)
⌦ = 0, 8M no 2 V + S
En dos dimensiones:
Z ⇢ ✓ ◆ Z Z
@u 1 @ 1 1
⌦u(M ) = ln u(P ) ln dlP r2 u ln dSP (9.140)
C @n rM P @nP rM P S rM P
donde
⌦ = 2⇡, 8M 2 S
⌦ = ⇡, 8M 2 C (9.141)
⌦ = 0, 8M no 2 S + C
En el caso bidimensional, este resultado nos recuerda un hecho ya conocido, pues una función
armónica en dos dimensiones es la parte real o la parte imaginaria de una función analı́tica
que, como sabemos, tiene infinitas derivadas, también analı́ticas. Para tres dimensiones este
resultado es nuevo.
Por último, como quiera que las integrales de superficie en (9.130) son funciones armónicas
y la integral de volumen contiene al laplaciano de la función u, podemos concluir que todo
potencial, es decir, toda función dos veces diferenciable con segundas derivadas continuas en
Planteamiento de los problemas matemáticos 299
un volumen V de frontera S, puede expresarse como la suma de dos funciones armónicas (las
integrales de superficie) construidas a partir de los valores de la función y de sus derivadas
sobre la superficie frontera del volumen, más una función (la integral de volumen) que depende
de las caracterı́sticas de la fuente que genera al potencial (ya que r2 u caracteriza a la fuente
que genera al campo).
Desde el punto de vista fı́sico, ésto significa que todo potencial se puede expresar como la suma
de tres potenciales: las integrales de superficie, que se denominan potenciales de superficie
(de capa simple y de doble capa, respectivamente) y la integral de volumen que se llama
potencial de volumen.
Esta consideración fı́sica de la tercera fórmula de Green nos va a permitir, más adelante, elaborar
un método de solución de los problemas con ecuaciones elı́pticas que estará basado en la teorı́a
de potenciales.
Las fórmulas de Green en el espacio abierto tienen validez, si las funciones u y v son regulares
en el infinito; veamos qué significa este concepto.
Definición.
A @u A @u A @u A
|u| < ; < 2; < 2; < 2 (9.142)
R @x R @y R @z R
Sea el volumen infinito V (espacio abierto, exterior a la superficie S). Para comprobar la validez
de las fórmulas de Green en este volumen infinito si las funciones son regulares, tomemos con
centro en el origen de coordenadas y radio R > R0 una esfera de superficie SR (Fig. 9.7).
Llamemos VR al dominio limitado por las superficies S y SR . Para ese dominio finito tiene
lugar la primera fórmula de Green:
Z Z Z Z Z Z Z
2 @v @v
{ur v + ru · rv}dP = u dS + u dS (9.143)
VR S @n SR @n
@v @v A 3B
u = |u| < (9.144)
@n @n R R2
Z Z Z Z
@v 3AB 3AB
u dS < dS = 4⇡R2 ! 0, 8R ! 1 (9.145)
SR @n R3 SR R3
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 1 @u @ 1 1 r2 u
u(M0 ) = u(P ) dSP dP
4⇡ Sa rM0 P @n @nP rM0 P 4⇡ Va rM0 P
(9.148)
Como u es armónica en Va , la integral de volumen es cero. Además, como Sa es una esfera
@ d
centrada en M0 , @n = dr manera que
✓ ◆ ✓ ◆
@ 1 d 1 1
|Sa = |r=a = (9.149)
@n r dr r a2
y, además,
1 1
|Sa = (9.150)
rM0 P a
302 José Marı́n Antuña
Figura 9.8: Demostración del teorema del valor medio para funciones armónicas
Z Z Z Z
1 @u 1
u(M0 ) = dSP + u(P )dSP (9.151)
4⇡a Sa @n 4⇡a2 Sa
La primera integral en (9.151) es cero, en virtud del teorema del flujo, con lo que queda
demostrada la propiedad.
Este teorema se demuestra en el caso bidimensional de forma idéntica y la fórmula del
valor medio, en ese caso, toma la forma:
Z
1
u(M0 ) = u(P )dlP (9.152)
2⇡a Ca
u(M0 ) u(M )
Como M0 es interior del dominio V , siempre podemos encontrar una esfera Sr , centrada
en M0 y radio r, contenida totalmente en V . (Fig. 9.9)
Figura 9.9: Demostración del teorema del valor máximo y mı́nimo para funciones armónicas
Z Z Z Z
1 u(M0 )
u(M0 ) = u(P )dS dS = u(M0 ) (9.153)
4⇡r2 Sr 4⇡r2 Sr
304 José Marı́n Antuña
v(M ) = u(M )
que, evidentemente, es armónica. Como, según vimos, u(M ) alcanza su máximo sobre la
frontera, por lo tanto, v(M ) alcanza su mı́nimo sobre la frontera también.
Demostrado el teorema.
Este teorema tiene dos interesantes corolarios.
Corolario 1.
Si las funciones u y U son continuas, con derivadas continuas, en V + S y armónicas en
V y, si u U sobre S, entonces, u U en V .
Demostración:
La función v = U u es armónica en V y, además, v 0 en S. Es decir, su máximo y su
mı́nimo son no negativos. Por consiguiente, v = U u 0 en todo V .
Demostrado el corolario.
Corolario 2.
Si las funciones u y U son continuas, con derivadas continuas, en V + S y armónicas en
V y, si |u| U sobre S, entonces |u| U en V .
Demostración:
Tenemos, por hipótesis, que
Planteamiento de los problemas matemáticos 305
U u U 8M 2 S
Por el corolario 1, cada una de las dos desigualdades se cumplen también para todo V .
Demostrado el corolario.
Hasta aquı́ hemos estudiado los aspectos teóricos generales imprescindibles para acometer
el planteamiento y la resolución de los problemas para las ecuaciones elı́pticas tipo Poisson.
Pasaremos, de inmediato, a ver cómo se plantean los problemas de frontera para este tipo de
ecuaciones.
Problema interno.
Se plantea en los siguientes términos: Hallar la función u(M ), continua en V + S, que satisfaga
la ecuación y la condición de frontera:
r2 u = f (M ) 8M 2 V
u|S = '(M ) (9.154)
Teorema de unicidad.
Demostración:
r2 v = 0 8M 2 V
v|S = 0 (9.155)
Es decir, v será armónica y la condición nula en la frontera nos dice que su máximo y su mı́nimo
son, ambos, iguales a cero. Por el principio del valor máximo y mı́nimo, concluimos que la única
solución posible de (9.155) es v ⌘ 0, lo que significa que u1 (M ) ⌘ u2 (M ).
306 José Marı́n Antuña
Demostrado el teorema.
Teorema.
r2 ui = f (M ) 8M 2 V
ui |S = 'i (M ) (9.156)
donde i = 1, 2 y si se cumple que |'1 '2 | < ", entonces, |u1 u2 | < ", para todo M 2 V .
Demostración:
r2 v = 0 8M 2 V
v|S = '1 (M ) '2 (M ) (9.157)
De (9.158) tenemos que |v| < ", lo que implica que |u1 u2 | < " para todo M 2 V .
Demostrado el teorema.
r2 u = f (M ) 8M 2 S
u|C = '(M ) (9.159)
Problema externo.
Veamos cómo se plantea el problema de Dirichlet, cuando se quiere resolver en el espacio abierto,
infinito, exterior a cierta superficie S. En este caso, además de la condición sobre la frontera S,
habrá que imponer el comportamiento de la función en el infinito. El problema queda planteado
en los siguientes términos:
r2 u = 0 8M 2 V
u|S = '(M ) (9.160)
u(M ) ! 0 8M ! 1
El dominio V de frontera S es, en este caso, el espacio exterior infinito a la superficie S, según
se muestra en la figura 9.11.
vista matemático. Sin embargo, en la vida diaria, casi siempre las fuentes están localizadas
en una región del espacio. Nosotros, a la hora de plantear los problemas externos, trataremos
de que las fuentes se encuentren contenidas en el espacio finito envuelto por la superficie S,
de manera que el problema a resolver en el exterior de S sea el problema (9.160). Claro está,
si el lector se encuentra con una situación fı́sica en la que le sea imposible considerar ésto,
porque las fuentes estén distribuidas por todo el espacio infinito, entonces tendrá que plantear
el problema, considerando la ecuación no homogénea en (9.160).
Teorema de unicidad.
Demostración:
r2 v = 0 8M 2 V
v|S = 0 (9.161)
v(M ) ! 0 8M ! 1
Demostremos que este problema tiene, sólamente, solución trivial v ⌘ 0. Para ello supongamos
lo contrario; es decir, que existe al menos un punto M0 tal, que v(M0 ) 6= 0. Para fijar ideas,
digamos que v(M0 ) = A > 0. Como, por hipótesis, v ! 0 para M ! 1, siempre podremos
encontrar una esfera, centrada en M0 , de radio R lo suficientemente grande (Fig. 9.12) como
para que
A
v|SR <
2
Pero, entonces, resultarı́a que la función v, armónica en el dominio finito limitado por las
fronteras S y SR
alcanzarı́a un máximo en un punto interior del dominio, lo que contradice el principio del
valor máximo y mı́nimo. Por consiguiente, no puede existir ni un sólo punto M0 con esas
caracterı́sticas. O sea, efectivamente, v ⌘ 0 y, por lo tanto, u1 ⌘ u2 .
Demostrado el teorema.
r2 u = 0 8M 2 S
u|C = '(M ) (9.162)
|u(M )| N 8M ! 1
Teorema de unicidad.
Demostración:
r2 v = 0 8M 2 S
v|C = 0 (9.163)
|v(M )| 2N 8M ! 1
ln Rr
w(M ) = 2N R1 (9.164)
ln R
Planteamiento de los problemas matemáticos 311
Por lo tanto, por el corolario 2 del principio del valor máximo y mı́nimo,
|v(M )| 0 (9.167)
lo que implica que v(M ) ⌘ 0, ya que el módulo no puede ser negativo. O sea, u1 (M ) ⌘ u2 (M ).
312 José Marı́n Antuña
Demostrado el teorema.
Problema interno.
Hallar la función u(M ), continua y con primeras derivadas continuas en V + S, que satisfaga
r2 u = f (M ) 8M 2 V
@u
|S = '(M ) (9.168)
@n
Z Z Z Z Z
'(M )dS = f (M )DP (9.169)
S V
Teorema.
Demostración:
Planteamiento de los problemas matemáticos 313
r2 v = 0 8M 2 V
@u
|S = 0 (9.170)
@n
Tomemos en la primera fórmula de Green (9.118) u y v ambas iguales a la función v del problema
(9.170). Tendremos:
Z Z Z Z Z
2 @v
{vr v + rv · rv}dP = v dS (9.171)
V S @n
Z Z Z
(rv)2 dP = 0
V
@v @v @v
lo que significa que rv ⌘ 0. Es decir, @x
⌘ 0, @y
⌘ 0, @z
⌘ 0. Por lo tanto, v ⌘ const.
Demostrado el teorema.
Hallar la función u(M ), continua y con primeras derivadas continuas en S + C, que satisfaga
r2 u = f (M ) 8M 2 S
@u
|C = '(M ) (9.172)
@n
donde el dominio S está en el plano y la frontera C es una curva cerrada. Para este caso, la
condición de compatibilidad, dada por el teorema de la divergencia, que en tres dimensiones
era (9.169), se expresa de la siguiente manera:
Z Z Z
'(M )dl = f (M )dS (9.173)
C S
constante en los problemas fı́sicos, aunque, desde el punto de vista matemático, es una cons-
tante cualquiera que estarı́a relacionada con el punto de referencia que tomemos para medir el
potencial.
Problema externo.
Hallar la función u(M ), continua y con primeras derivadas continuas en V + S, que satisfaga
r2 u = 0 8M 2 V
@u
|S = '(M ) (9.174)
@n
u(M ) ! 0 8M ! 1 (9.175)
En el problema (9.174) hemos escrito la ecuación homogénea, basados en las mismas conside-
raciones de ı́ndole fı́sica que usamos al plantear el problema externo de Dirichlet. El dominio
V de frontera S es el mismo mostrado en la figura 9.11. y, en este caso, no es necesario exigir
ya, que el flujo a través de la frontera S sea cero; es decir, la integral de superficie por S de
'(M ) no tiene que ser cero, pues las fuentes que generan el campo pueden estar en el dominio
complementario, interior a la superficie S.
El tercer problema de frontera surge, cuando está dado el intercambio energético con el medio
exterior a través de la frontera. El problema interno se plantea de la siguiente manera:
Hallar la función u(M ), continua y con primeras derivadas continuas en V + S, que satisfaga
r2 u = f (M ) 8M 2 V
✓ ◆
@u
hu |S = '(M ) (9.176)
@n
En el presente punto veremos cómo se realiza el planteamiento del problema matemático para
la ecuación de Helmholtz. En términos generales, en tres dimensiones espaciales el problema
interno se plantea de la siguiente forma:
r2 u + cu = f (M ) 8M 2 V
u|S = '(M ) (9.177)
@u
|S = '(M )
@n
ó
✓ ◆
@u
hu |S = '(M ) (9.178)
@n
Con el objetivo de sacar conclusiones acerca de la solución del problema (9.177), analicemos el
problema todo homogéneo:
r2 u + cu = 0 8M 2 V
u|S = 0 (9.179)
1. c = 2 < 0.
En este caso, tiene lugar el Principio del Valor Máximo y Mı́nimo que enunciaremos de
la siguiente manera.
Teorema.
La solución de la ecuación r2 u 2 u = 0, definida en el dominio V de frontera S, no
puede alcanzar en el interior de V , ni un máximo positivo, ni un mı́nimo negativo.
Demostración:
316 José Marı́n Antuña
2. c = k 2 > 0.
En este caso, el problema (9.179) es un problema que se conoce con el nombre de Pro-
blema de Sturm-Liouville y que se caracteriza porque puede tener soluciones no tri-
viales para determinados valores del parámetro c.
Más adelante estudiaremos con detalle este problema, pero anticipemos que, aquellos
valores de c, para los cuales el problema (9.179), con c = k 2 > 0, tiene soluciones diferentes
de cero se llaman autovalores o valores propios del problema; las soluciones no triviales
que les corresponden se llaman autofunciones o funciones propias del problema.
Sean c = k 2 = n , con n = 1, 2, 3, ..., los autovalores del problema (9.179). En relación
con la solución del problema (9.177), con c = k 2 > 0, tiene lugar la siguiente alternativa:
Si el problema (9.179) tiene sólo solución trivial (es decir, si c 6= n , o sea, el parámetro
c de la ecuación no coincide con ningún autovalor del problema (9.179)), entonces, el
problema (9.177), con ese valor del parámetro c, tiene solución única. Pero si el problema
Planteamiento de los problemas matemáticos 317
(9.179) tiene solución diferente de cero (o sea, si el parámetro c coincide con un autovalor),
entonces, el problema (9.177), con ese valor del parámetro c, o bien no tiene solución, o
bien tiene infinitas soluciones. Esta afirmación se conoce con el nombre de Alternativa
de Fredholm y es estudiada con mayor detalle en el libro de Ecuaciones Integrales
del autor, donde se analiza la equivalencia entre un problema de Sturm-Liouville y una
ecuación integral de Fredholm de segundo tipo homogénea.
El concepto que vamos a estudiar aquı́ y al que ya hicimos referencia anteriormente es de enorme
importancia, como tendremos ocasión de percatarnos. Enunciemos la siguiente importantı́sima
definición.
Definición:
Los problemas de la Fı́sica Matemática en los que la solución depende de forma continua de las
condiciones que se imponen, se llaman problemas correctos o correctamente planteados
de la Fı́sica Matemática. En el caso contrario, se llaman problemas incorrectos.
Esta definición es muy importante y, de hecho, hemos tenido que ver con ella en el transcurso
de los planteamientos de los problemas de frontera que hemos estudiado en este capı́tulo.
Efectivamente, en el epı́grafe correspondiente al planteamiento de los problemas para la ecuación
parabólica, además de la unicidad de la solución de los problemas planteados, demostramos un
teorema de estabilidad; de hecho allı́ estábamos diciendo que los problemas de frontera para
la ecuación parabólica eran correctos. Igualmente, en el planteamiento de los problemas de
frontera para las ecuaciones elı́pticas hicimos alusión a la estabilidad de la solución de los
problemas planteados e, incluso, demostramos el teorema sobre la estabilidad de la solución del
problema de Dirichlet para la ecuación de Poisson. Aunque no hicimos una referencia explı́cita
al carácter correcto de los problemas planteados para la ecuación hiperbólica y para la ecuación
de Helmholtz, es justo y necesario destacar aquı́ que las soluciones de esos problemas también
son estables; es decir, esos problemas son correctamente planteados.
¿Por qué es importante que sean correctos los problemas de frontera que hemos venido estu-
diando? La respuesta a esta pregunta está dada por el hecho simple de que, habitualmente, las
condiciones (iniciales y de frontera), que se imponen a las ecuaciones con que trabajamos, son
obtenidas a partir de mediciones o de cálculos que tienen un cierto grado de error. Ello conduce
a la necesidad de que las soluciones de la ecuación que resolvamos, que modela cierto proceso
fı́sico, con dichas condiciones aproximadas a la realidad, sean soluciones que se aproximen a la
solución exacta dada por la naturaleza.
318 José Marı́n Antuña
Es decir, para tener garantı́a de que, al resolver un problema con condiciones impuestas que
se diferencien algo de la realidad fı́sica, debido al error de las mediciones, la solución que se
obtenga se diferencie poco de la realidad, o sea, se parezca a la respuesta que da la naturaleza
con las condiciones exactas, es indispensable que el problema que resolvamos sea un problema
correcto. En caso contrario, serı́a totalmente inútil buscar la solución, pues, si el problema
fuera incorrecto, a pequeñas variaciones de las condiciones impuestas, pudieran ocurrir grandes
variaciones de la solución, de manera que la solución obtenida, en tal caso, pudiera no parecerse
en nada a la realidad de la naturaleza.
Claro está, nos hemos cuidado de que los problemas que en el presente libro abordemos, sean
problemas correctos; pero, desgraciadamente, no todos los problemas de la Fı́sica Matemática
que aparecen en la vida son problemas correctos. Un ejemplo clásico de problema incorrecto es
el siguiente. Intentemos resolver el problema siguiente para la ecuación de Laplace:
uxx + uyy = 0
u(x, 0) = '(x) (9.182)
uy (x, 0) = (x)
Nótese que si, en la ecuación del problema (9.182), en vez de un más, tuviéramos un signo
menos, serı́a una ecuación hiperbólica y el problema serı́a un problema de Cauchy para la
ecuación hiperbólica que, como demostraremos en el próximo capı́tulo, donde estudiaremos el
método de ondas viajeras, es un problema correcto. Sin embargo, producto de ser una ecuación
de Laplace, el problema (9.182) resulta ser incorrecto. Efectivamente; no es difı́cil comprobar
que, si '(x) ⌘ '1 (x) = 0 y (x) ⌘ 1 (x) = 0, la solución del problema (9.182) es u1 (x, y) = 0.
1
Sin embargo, si '(x) ⌘ '2 (x) = a
sin ax y (x) ⌘ 2 (x) = 0, la solución vendrá dada por la
expresión
1
u2 (x, y) = sin ax cosh ay
a
Esto significa que, para valores muy grandes del parámetro a, (a ! 1), mientras que
1
|'2 (x) '1 (x)| = sin ax ! 0
a
1
|u2 (x, y) u1 (x, y)| = sin ax cosh ay ! 1
a
es decir, ambas soluciones son enormemente diferentes entre sı́. Esto nos hace concluir que,
efectivamente, el problema (9.182) es incorrecto. Este problema fue estudiado por Hadamard
a principios del siglo 20.
Planteamiento de los problemas matemáticos 319
Es lógico preguntarse: ¿qué hacer en estos casos? ¿Tendremos que renunciar a resolver el
problema planteado por la naturaleza? La respuesta es estimulante: Por supuesto que no.
Existe toda una teorı́a para la solución de los problemas incorrectos de la Fı́sica Matemática
de la cual aquı́ sólo expondremos la esencia, ya que un estudio detallado de ella se saldrı́a de
los marcos de nuestros objetivos actuales.
L[u] = 0 (9.183)
donde L es cierto operador lineal cuya naturaleza matemática no interesa y supongamos que
este problema es incorrecto. Entonces, en su lugar se resuelve la ecuación auxiliar
donde µ es cierto operador que se escoge de acuerdo con la naturaleza del problema en cuestión
y ↵ es un parámetro posible de ser variado de forma continua; entonces se exige:
2. Que la solución del problema auxiliar (9.184) converja a la solución del problema inco-
rrecto (9.183), cuando ↵ ! 0.
Una vez concluido el estudio del planteamiento de los problemas matemáticos de todos los tipos
de ecuaciones que obtuvimos anteriormente a partir del análisis de diferentes procesos fı́sicos y
garantizada la unicidad y la estabilidad de las soluciones de dichos problemas, podemos pasar
al estudio de los diferentes métodos con que se puede acometer la solución de estos problemas
planteados. A ello nos dedicaremos en el libro, a partir del próximo capı́tulo.
320 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 10
que, según vimos anteriormente, describe los procesos de oscilaciones de cuerdas y barras y, en
general, de oscilaciones de cualquier naturaleza fı́sica en una dimensión espacial.
Considerando esta ecuación como un caso particular de la ecuación (7.1), en el que la variable
t juega el papel de la variable y de aquella ecuación y teniendo en cuenta la teorı́a desarrollada,
podemos afirmar que la ecuación caracterı́stica (7.17) de allá adopta, para la ecuación (10.1)
de aquı́, la forma:
321
322 José Marı́n Antuña
x at = C1 , x + at = C2 (10.4)
Por consiguiente, de acuerdo con la teorı́a desarrollada, tomando como nuevas variables
u⇠⌘ = 0 (10.6)
u⇠ = f (⇠)
Z
u= f (⇠)d⇠ + f2 (⌘) ⌘ f1 (⇠) + f2 (⌘) (10.7)
La expresión (10.7) nos indica que la solución general de la ecuación (10.6) tiene la forma de
la suma de dos funciones de cada una de las variables por separado. Las funciones f1 y f2 en
(10.7) son arbitrarias; lo único que deben cumplir es que sean dos veces diferenciables respecto
a sus argumentos.
Regresando a las variables iniciales, obtenemos que la solución general de la ecuación hiperbólica
homogénea (10.1) tiene la forma:
Veamos qué significado fı́sico tiene la solución obtenida. Analicemos la función f1 (x at). En
un sistema de coordenadas x0 , t0 , que se mueva con velocidad a, de izquierda a derecha, en
relación con el sistema x, t y que viene dado por la transformación de Galileo
x0 = x at, t0 = t (10.9)
nuestra función queda independiente del tiempo: f1 (x at) = f1 (x0 ). Asociando el proceso
fı́sico, digamos, a las oscilaciones transversales de una cuerda, ésto significa que, viajando en
este sistema primado, se observa todo el tiempo el mismo perfil de la cuerda. Por consiguiente,
la función f1 (x at) describe una onda viajera que se propaga con velocidad a de izquierda a
derecha a lo largo de la cuerda. Un análisis similar nos lleva a la conclusión de que la función
Método de Ondas Viajeras 323
f2 (x + at) describe una onda viajera que se mueve en sentido contrario, de derecha a izquierda,
con velocidad a.
Según fue indicado arriba, las funciones f1 y f2 son funciones arbitrarias, dos veces diferenciables
respecto a su argumento. La imposición de condiciones a la ecuación permitirá la determinación
de estas funciones.
Supongamos, ahora, que queremos hallar las oscilaciones de una cuerda o barra infinita sobre
la que no hay fuerzas externas aplicadas, si se conocen la elongación y la velocidad iniciales
de sus puntos. Es decir, supongamos que queremos resolver el problema de Cauchy para la
ecuación hiperbólica homogénea, que se plantea en los términos siguientes:
En virtud de lo desarrollado en el epı́grafe anterior, la solución tendrá la forma general dada por
la expresión (10.8). Hallaremos las funciones f1 y f2 de forma tal, que esta solución satisfaga,
además, las condiciones iniciales. Es decir, exigimos que:
Integrando esta última ecuación y uniéndola con (10.11), obtenemos el siguiente sistema para
hallar las funciones f1 y f2 :
324 José Marı́n Antuña
Z x
'(x) 1
f1 (x) = (↵)d↵ (10.15)
2 2a x0
Z x
'(x) 1
f2 (x) = + (↵)d↵ (10.16)
2 2a x0
De esta manera, hemos obtenido la forma especı́fica de las funciones f1 y f2 , dadas las condi-
ciones iniciales del problema de Cauchy. Colocando (10.15) y (10.16) en (10.8), obtenemos:
Z x+at Z x at
'(x + at) 1 '(x at) 1
u(x, t) = + (↵)d↵ + (↵)d↵ (10.17)
2 2a x0 2 2a x0
Z x+at
'(x + at) + '(x at) 1
u(x, t) = + (↵)d↵ (10.18)
2 2a x at
La fórmula (10.18) nos da la solución, que sabemos que es única, del problema (10.10), bajo
la suposición de que las funciones '(x) y (x) cumplen determinados requisitos. A saber, la
función '(x) debe ser dos veces diferenciable con derivadas continuas respecto a su argumento
y (x) debe ser una vez diferenciable con derivada continua respecto a su argumento en el
intervalo ( 1, 1). Suponiendo cumplidos estos requisitos, no es difı́cil comprobar que (10.18)
satisface la ecuación y las condiciones iniciales del problema (10.10).
Ahora bien, las condiciones impuestas a las funciones '(x) y (x) han sido formuladas desde
un punto de vista estrictamente matemático, con el objetivo de poder derivar la fórmula (10.18)
hasta las segundas derivadas con respecto a x y a t. ¿Significa ésto que si las funciones '(x) y
(x) no cumplen esas condiciones no existirá la solución? Es evidente que responder afirmati-
vamente serı́a absurdo, ya que la naturaleza no sabe nada de Matemática y si la elongación y
la velocidad iniciales no pudieran describirse por medio de funciones dos veces diferenciables y
una vez diferenciable respectivamente, no por ello la cuerda, ante ese estı́mulo inicial, dejarı́a
de oscilar. El proceso fı́sico ocurrirı́a de todas formas. En este caso no existirá la solución en
Método de Ondas Viajeras 325
donde, como siempre, (', f ) significa el producto interno de estas funciones y '(x) y (x) son
las condiciones iniciales de nuestro problema. Entonces, la solución generalizada del problema
será la función generalizada u(x, t) definida por
donde un (x, t) será la solución dada por la fórmula de D’Alembert correspondiente a 'n (x) y
n (x).
Ası́ pues, hemos demostrado un teorema de existencia que se enuncia de la siguiente manera: Si
la función '(x) es dos veces diferenciable y la función (x) es una vez diferenciable respecto a su
argumento en ( 1, 1), entonces, para el problema de Cauchy (10.10), existe la solución clásica,
dada por la fórmula de D’Alembert (10.18); en caso contrario, existe la solución generalizada.
Es posible hacer el razonamiento arriba expuesto en términos generales para todos los métodos
de solución que estudiaremos.
Teorema.
Para cualquier t0 y cualquier " > 0, existe un (", t0 ) > 0 tal que, si se cumple que
donde u1 (x, t) y u2 (x, t) son las soluciones del problema de Cauchy correspondientes a las
condiciones iniciales '1 (x), 1 (x), y '2 (x), 2 (x), respectivamente. Es decir, el problema de
Cauchy para la ecuación hiperbólica en la recta infinita es correcto.
Demostración:
1 1
u1 (x, t) u2 (x, t) = ['1 (x + at) '2 (x + at)] + ['1 (x at) '2 (x at)] +
2 2 Z x+at
1
+ [ 1 (↵) 2 (↵)]d↵ (10.21)
2a x at
1 1
|u1 (x, t) u2 (x, t)| |'1 (x + at) '2 (x + at)| + |'1 (x at) '2 (x at)| +
2 Z 2 Z x+at
x+at
1 1 1 1
+ | 1 (↵) 2 (↵)|d↵ < + + d↵ =
2a x at 2 2 2a x at
+ [x + at x + at] = + t (1 + t0 ) < " (10.22)
2a
"
(", t0 ) <
1 + t0
Habı́amos visto que la fórmula de D’Alembert (10.18) no es más que la superposición de dos
ondas viajeras:
1
f1 (x at) = '(x at) (x at) (10.23)
2
1
f2 (x + at) = '(x + at) + (x + at) (10.24)
2
Z x
1
(x) = (↵)d↵ (10.25)
2a x0
Para una mejor comprensión del comportamiento de estas funciones, analicemos el ”espacio de
fase” (x, t) que, en este caso,es un plano. Como sabemos, las rectas
Método de Ondas Viajeras 327
son las caracterı́sticas de la ecuación utt = a2 uxx . Por consiguiente, las funciones f1 (x at) y
f2 (x + at), respectivamente, serán constantes a lo largo de esas caracterı́sticas.
x at = x1 , x at = x2 (10.27)
Evidentemente, en la franja oblicua limitada por el segmento (x1 , x2 ) del eje x y las carac-
terı́sticas (10.27) del plano de fase, la perturbación será diferente de cero, en tanto que en el
resto del plano será cero. Esto es ası́ por el hecho de que la función f1 (x at) representa una
onda viajera, que se mueve de izquierda a derecha con velocidad a. Por consiguiente, las carac-
terı́sticas (10.27) no son otra cosa que las trayectorias, en el plano de fase, del frente anterior y
del frente posterior de la onda f1 (x at) que, en el instante inicial fue generada en el intervalo
(x1 , x2 ), de manera que f1 (x at) 6= 0 sólo para x1 < x at < x2 .
x + at = x1 , x + at = x2 (10.28)
serán las trayectorias del frente anterior y posterior en el plano de fase de la onda f2 (x + at),
que viaja de derecha a izquierda.
Si trazamos todas las caracterı́sticas que pasan por los puntos x1 y x2 , el plano de fase quedará
dividido en seis regiones, numeradas del 1 al 6 (Fig. 10.1).
Es fácil ver que en el triángulo 1 se encuentran superpuestas las dos ondas f1 (x at) y f2 (x+at);
en la franja 2 solamente está f1 (x at), en la franja 3 sólo está f2 (x + at) y en las regiones
4, 5 y 6 la cuerda está en reposo. En 5 y en 6, porque a los puntos correspondientes todavı́a
no ha llegado la perturbación originada en (x1 , x2 ) en el instante inicial y en 4, porque ya por
esos puntos pasó de largo la perturbación. Como consecuencia, concluimos que, en el caso
de las oscilaciones de una cuerda, los frentes anterior y posterior de las perturbaciones están
perfectamente definidos y no existen consecuencias prolongadas del paso de la perturbación:
una vez que ésta ha pasado, el punto regresa al estado de reposo. En Fı́sica este hecho se
conoce con el nombre de Principio de Huygens y es de gran importancia; más adelante,
en el capı́tulo referente a los problemas en el espacio abierto, volveremos a ver este principio,
cuando estudiemos las oscilaciones en el espacio abierto.
Tomemos ahora un punto (x0 , t0 ) del plano de fase y tracemos las dos caracterı́sticas que pasan
por él. Estas serán:
328 José Marı́n Antuña
Evidentemente, estas caracterı́sticas cortan al eje x en dos puntos: (x0 at0 , 0) y (x0 + at0 , 0),
formándose, de esta manera, un triángulo de vértices dados por los puntos M = (x0 , t0 ),
P = (x0 at0 , 0) y Q = (x0 + at0 , 0). Este triángulo se llama triángulo caracterı́stico del
punto (x0 , t0 ) (Fig. 10.2).
Z x0 +at0
'(x0 + at0 ) + '(x0 at0 ) 1
u(x0 , t0 ) = + (↵)d↵ (10.30)
2 2a x0 at0
Z
'(P ) + '(Q) 1
u(x0 , t0 ) = + (↵)d↵ (10.31)
2 2a PQ
La expresión (10.31) nos dice que la elongación del punto x0 en el instante t0 viene dada,
exclusivamente, por las elongaciones iniciales de los puntos equidistantes x0 at0 y x0 + at0 y
las velocidades iniciales de los puntos del segmento (x0 at0 , x0 + at0 ). Este resultado era lógico
de esperar desde el punto de vista fı́sico, ya que en el caso de las elongaciones, por ejemplo,
estarán en el punto x0 en el instante t0 solamente aquellas elongaciones que en el instante inicial
se encontraban a la distancia at0 hacia la izquierda y hacia la derecha del punto x0 , pues estas
perturbaciones viajan a lo largo de la cuerda con velocidad a.
obtenemos la ley de movimiento de ese punto. Por otro lado, si dejamos fijo t = t0 y hacemos
variar x, tendremos el perfil de la cuerda en ese instante. Veamos cómo se pueden construir
esos perfiles para distintos momentos de tiempo. Analicemos, inicialmente, sólo el caso en el
que hay una elongación inicial dada y no hay velocidades iniciales en la cuerda. En este caso,
las ondas que se propagan en la cuerda reciben el nombre de ondas de forma.
1
u(x, t) = ['(x + at) + '(x at)] (10.33)
2
Método de Ondas Viajeras 331
Sea '(x) la función cuyo perfil aparece en la figura 10.3(a) con lı́nea gruesa.
De acuerdo con la fórmula (10.33) evaluada para t = 0, esta función está formada por la
superposición de dos ondas que, en ese instante inicial, coinciden (con lı́neas finas en la figura
10.3(a).), una de las cuales, a medida que t crezca, se moverá de izquierda a derecha, en tanto
que la otra lo hará de derecha a izquierda, hecho que señalamos con unas flechitas junto al
vértice de la cresta de cada una de esas dos ondas. Nótese que cada una de estas dos ondas
tiene amplitud igual a '(x)/2, para que su superposición dé la onda inicial '(x).
A medida que el tiempo crece, estas ondas se moverán con velocidad a en sentido contrario,
de forma tal que al transcurrir el tiempo t = 4al , cada una de ellas se habrá desplazado a la
izquierda y a la derecha, respectivamente, la distancia l/4, ocupando las posiciones que se ven
en la figura 10.3(b). La superposición de ambas ondas dará el perfil que, con lı́nea gruesa, se
observa en esa figura.
2l
Para t = 4a , la posición de las ondas será la que se observa en la figura 10.3(c) y su superposición
3l
dará el perfil dibujado con la lı́nea gruesa. Para t = 4a pueden verse las posiciones de las ondas
y el perfil de la cuerda en la figura 10.3(d). Por último, a partir de t = al , ambas ondas se
separan, de forma tal que, en lo adelante, se verán dos crestas independientes con amplitud igual
a la mitad de la elongación inicial dada, que se mueven hacia la izquierda y hacia la derecha con
6l
velocidad a, separándose paulatinamente, de manera que, por ejemplo, para t = 4a , el perfil de
la cuerda será el que se muestra en la figura 10.3(e).
Con ayuda de Mathematica el lector puede obtener los resultados de la figura 10.3. Una forma
que le sugerimos probar es la siguiente. Realice y corra el siguiente programa:
LegendLabel > ”Label”, LegendF unction > ”F rame”, LegendM argins > 5], Right];
{x, 1.5x01, 1.5x01}, P lotRange > {0, 1.5x01}, ImageSize > M edium,
Axis, AxesLabel > {x, u[x, N [at]]}, P lotLegends > legend, AspectRatio >
table[i, n] = T able[P lot[{u1[x + at], u1[x at], u[at]}, {x, 1.5x01, 1.5x01},
P lotRange > {0, 1.5x01}, P lotStyle > {{Blue, Dashed}, {Red, Dashed},
T hickness[.005]},
(2x01)/Sqrt[3]}}, AxesStyle > Directive[F ontSize > 7], AxesLabel > {x, u[x, N [at]]},
g1 = GraphicsGrid[{table[0, 2], table[3, 2], table[6, 2]}, ImageSize > F ull, F rame > All]
Este programa es una idea de cómo proceder; el lector es invitado a crear todo lo posible según
su experiencia personal en el uso de las técnicas de computación. El programa arriba esbozado
permite obtener la relación de figuras que se ofrece en la figura 10.4
El ejercicio 1 propuesto al final de este capı́tulo ilustra de manera minuciosa el modo de trabajar
con el plano de fase (x, t) para la obtención de las expresiones analı́ticas de la solución, por lo
que le recomendamos al lector su solución.
Veamos, ahora, el caso en el que no se da elongación inicial a la cuerda, sino que sólo se le
imprime una velocidad inicial v0 , constante, en el segmento (x1 , x2 ). En este caso, las ondas
que se propagan reciben el nombre de ondas de velocidad.
La función (x) de la velocidad inicial dada a la cuerda tiene el gráfico que se muestra en la
figura 10.5.
Fı́sicamente, ésto se puede obtener, dándole un golpe seco al segmento (x1 , x2 ) de la cuerda,
digamos, con una regla de ancho x2 x1 .
Como no existe elongación inicial, en este caso la solución de D’Alembert tendrá la forma
donde la función (x) viene dada por (x0 es un número arbitrario y lo tomamos igual a cero):
Z x
1
(x) = (↵)d↵ = 0, 8x < x1
2a 0
(xx1 )v0
(x) = , 8x1 < x < x2 (10.36)
2a
(x2 x1 )v0
(x) = , 8x > x2
2a
Por consiguiente, en este caso la situación gráfica del perfil de la cuerda para distintos momentos
de tiempo será la que se muestra en la figura 10.6 (en ésta se ha considerado que x2 = 2x1 ).
La fórmula (10.35) nos indica que el perfil de la cuerda en cada instante está formado por la
superposición de una onda que viaja de derecha a izquierda con velocidad a y una onda idéntica,
pero con amplitud negativa, que viaja de izquierda a derecha, también con velocidad a. En el
instante t = 0, ambas ondas se compensan (Fig. 10.6(a)), por lo que la cuerda tiene, en ese
instante, elongación inicial nula, cosa que coincide, como era de esperar, con el planteamiento
Método de Ondas Viajeras 335
del problema. A medida que el tiempo crece, va levantándose, partiendo del segmento (x1 , x2 ),
una cresta que, después de alcanzar la altura
(x2 x1 )v0
2a
va abriéndose, a medida que su frente derecho y su frente izquierdo se van desplazando hacia la
derecha y la izquierda, respectivamente. En las figuras 10.6(b), (c) y (d) se muestra, con lı́nea
gruesa, el perfil de la cuerda en distintos instantes.
El análisis efectuado nos conduce a la siguiente pregunta: ¿Qué sucederá si el golpe es dado a
la cuerda con un instrumento cada vez más fino, de forma tal que el intervalo (x1 , x2 ) al que se
le imprime la velocidad inicial es cada vez más pequeño y en el lı́mite tiende a un punto? ¿Cuál
será la respuesta del sistema, en este caso de la cuerda, a este golpe puntual e instantáneo dado,
336 José Marı́n Antuña
Trataremos de dar respuesta a esta incógnita. Para ello debemos ver, primero, cómo se expresan,
matemáticamente, esos golpes puntuales, cosa que hasta el momento desconocemos.
En la Fı́sica, a la vez que con magnitudes continuas como la masa de un cuerpo, la carga de
un cuerpo, el impulso de una fuerza durante cierto intervalo de tiempo, etc., es necesario, muy
a menudo, trabajar con magnitudes puntuales o con magnitudes instantáneas como son, por
ejemplo, la masa puntual, la carga puntual, el impulso instantáneo, etc.
Claro está, estas magnitudes puntuales son abstracciones matemáticas de realidades fı́sicas,
ya que, en realidad, por muy pequeña que sea una partı́cula, siempre tendrá determinado
volumen diferente de cero; por muy breve que sea el tiempo que actúe una fuerza, éste siempre
será diferente de cero. Sin embargo, con cierto grado de aproximación puede trabajarse con
Método de Ondas Viajeras 337
conceptos abstractos de masa puntual, carga puntual, impulso instantáneo y debemos encontrar
una representación matemática de ellos, ya que en la Fı́sica son utilizados frecuentemente.
Fue precisamente un fı́sico, el inglés Paul A. M. Dirac, quien introdujo por primera vez la
representación matemática de las magnitudes puntuales o instantáneas (o sea, puntuales en el
tiempo) y a la que trataremos de llegar a partir del análisis de un fenómeno fı́sico.
Supongamos que este volumen tiene una densidad originalmente concebida, dada por la ex-
presión
⇢n (P ) > 0, 8P 2 V"M
n
0
⇢n (P ) = 0, 8P no 2 V"M
n
0
(10.37)
donde V"M
n
0
es una esfera de radio "n , centrada en el punto M0 . Supongamos, además, que esta
densidad cumple que
338 José Marı́n Antuña
Z Z Z Z Z Z
⇢n (P )dP = ⇢n (P )dP = 1 (10.38)
M
V V"n 0
O sea, el cuerpo de volumen V tiene una masa por unidad de volumen que sólo es diferente de
cero dentro de cierta esfera y esa densidad es tal, que la masa total es unitaria.
Un cuerpo con semejante masa creará un potencial gravitacional en un punto M del espacio
que, evidentemente, vendrá dado por la expresión
Z Z Z
⇢n (P )
un (M ) = dP (10.39)
V rM P
Supongamos ahora que, para n ! 1, los radios "n ! 0. Entonces, al hacer n ! 1, la esfera
V"M
n
0
se irá haciendo cada vez más pequeña, cerrándose sobre el punto M0 .
Veamos el lı́mite a donde tiende nuestro potencial en este caso. Tenemos, aplicando el teorema
del valor medio integral y teniendo en cuenta (4.2):
Z Z Z Z Z Z
⇢n (P ) ⇢n (P )
lim un (M ) = lim dP = lim dP =
n!1 n!1 V rM P n!1 V"n 0 rM P
M
Z Z Z
1 1 1
= lim ⇢n (P )dP = lim = (10.40)
n!1 rM P ⇤ M
V"n 0 n!1 rM P ⇤ rM M0
donde P ⇤ 2 V"M
n
0
.
Este resultado, fı́sicamente, es el potencial creado en el punto M por una masa puntual unitaria
colocada en el punto M0 .
Es decir, si tomamos como densidad de un cuerpo cualquier función ⇢n (P ) que satisfaga las
condiciones definitorias (10.37) y (10.38), entonces, el lı́mite del potencial creado por un cuerpo
con esa densidad, cuando el cuerpo se reduce a un punto, es el potencial de una masa puntual
y unitaria.
Es obvio que este resultado es el mismo, sea cual sea la función ⇢n (P ) que tomemos, siempre
que ésta cumpla los dos requisitos básicos (10.37) y (10.38).
En otras palabras: Una sucesión de funciones {⇢n (P )}, n = 1, 2, 3, ..., definidas por (10.37) y
(10.38) tiene un lı́mite determinado. A ese lı́mite le llamaremos función delta de Dirac y lo
representaremos por (P, M0 ).
La sucesión de funciones {⇢n (x)} podemos tomarla como queramos, siempre que cumpla con
(10.37) y (10.38), es decir
Z b Z "n
⇢n (x)dx ⌘ ⇢n (x)dx = 1 (10.42)
a "n
Para simplificar nuestro razonamiento, tomemos por {⇢n (x)} la sucesión dada por:
1
⇢n (x) = , 8x 2 ( "n , "n )
2"n
⇢n (x) = 0, 8xno 2 ( "n , "n ) (10.43)
Ahora, al hacer tender n ! 1, "n ! 0, de forma tal que todo el tiempo el área bajo la curva,
es decir, la integral (10.42), siga valiendo uno, la altura del rectángulo irá creciendo a medida
que su base se estrecha, obteniéndose el cuadro que se observa en la figura 10.9.
Como ”valor lı́mite” (dicho valor lı́mite, en la forma en que hasta ahora lo hemos venido
entendiendo, carece de sentido) de la sucesión {⇢n (x)} obtenemos, pues, una ”función” que
vale cero para toda x 6= 0 e infinito para x = 0, ¡pero que, simultáneamente, su integral vale
uno!
Cuando Dirac introdujo esta función, que denotaremos por (x), en los años 20-30 del siglo
XX, se produjo una conmoción entre los matemáticos, ya que ésto rompı́a con todo lo que
el ”sentido común” hasta ese momento habı́a venido dando como valedero e, incluso, algunos
hasta le llamaron ”función patológica”. Pero la vida es ası́ y, a veces, el ”sentido común” nos
juega estas malas pasadas. Pese a todo, hubo que plegarse a la realidad y, como la práctica
es, en definitiva, el criterio de la verdad y esta función tenı́a múltiples aplicaciones y con ella
se obtenı́an resultados fı́sicos correctos, los matemáticos se dedicaron al estudio del asunto y,
posteriormente, fue surgiendo la teorı́a de las llamadas ”funciones generalizadas” a las que ya
hemos hecho referencia y a las que el autor le dedica un libro aparte y con las que se logra dar
una justificación rigurosa, desde el punto de vista matemático, a la función delta de Dirac y,
además, ampliar estas nuevas concepciones.
Ası́ pues, resumiendo, podemos definir, formalmente, la función delta de Dirac como la función
que cumple las siguientes proposiciones
(x) = 0, 8x 6= 0
(x) = 1, 8x = 0 (10.44)
340 José Marı́n Antuña
Z 1
(x)dx = 1 (10.45)
1
(x x0 ) = 0, 8x 6= x0
(x x0 ) = 1, 8x = x0 (10.46)
Z 1
(x x0 )dx = 1 (10.47)
1
Z b
(x x0 )dx = 0, 8x0 no 2 (a, b)
a
Z b
(x x0 )dx = 1, 8x0 2 (a, b) (10.48)
a
que le da un sentido más preciso y una mayor utilidad en las aplicaciones fı́sicas que haremos.
La propiedad fundamental de la función delta de Dirac puede establecerse con relativa sencillez.
Analicemos la integral
Z b
I= f (x) (x)dx (10.49)
a
donde f (x) es cierta función. Si el punto x = 0 no pertenece al intervalo (a, b) es evidente que
I = 0. Pero si a < 0 < b, aplicando el teorema del valor medio integral, podemos hacer
Z b Z " Z "
I= f (x) (x)dx = f (x) (x)dx = f (x̄) (x)dx = f (x̄) (10.50)
a " "
donde hemos utilizado (10.45) y x 2 ( ", "). Al hacer tender " ! 0, x̄ ! 0, por lo que queda
Z b
f (x) (x)dx = f (0), 8a < 0 < b (10.51)
a
Z b
f (x) (x x0 )dx = f (0), 8x0 2 (a, b)
a
Z b
f (x) (x x0 )dx = 0, 8x0 no 2 (a, b) (10.52)
a
Al parecer, todo está claro. Sin embargo, aunque hayamos hecho las cosas con osadı́a, no
podemos dejar de reconocer que aquı́ todavı́a no hay nada claro. Las cosas, a pesar de todo,
tienen que tener su rigor matemático y aquı́, para nuestro mal, hemos pasado por encima del
rigor. Hemos dicho que el lı́mite de la sucesión {⇢n (x)} es la función delta. Pero ¿cómo entender
ese lı́mite, por demás realmente extraño? ¿De qué tipo de lı́mite estamos hablando? En otras
palabras, ¿qué tipo de convergencia de sucesiones tenemos frente a nosotros?
Recordemos cuántas formas distintas existen de definir el lı́mite de una sucesión funcional, o
sea, cuántos tipos de convergencia existen.
342 José Marı́n Antuña
1. Se dice que esta sucesión converge uniformemente en (a, b) si, para " > 0, existe un
N (") > 0 tal que, para n > N y m > N cualesquiera, se cumple que
2. Se dice que la sucesión {un (x)} converge en media (en media cuadrática) en (a, b) si,
para " > 0, existe un N (") > 0 tal que, para n > N y m > N cualesquiera, se cumple
que
Z b
[un (x) um (x)]2 dx < " (10.54)
a
3. Se dice que la sucesión {un (x)} converge débilmente en (a, b) si, para cualquier función
integrable f (x) en (a, b), la sucesión numérica
Z b
cn = f (x)un (x)dx (10.55)
a
converge. Es decir, si para " > 0 existe un N (") > 0 tal que, para n > N y m > N
cualesquiera
Z b
|cn cm | ⌘ f (x)[un (x) um (x)]dx < " (10.56)
a
Veamos ahora la definición de función delta que dimos, con el fin de ver qué significa el lı́mite
aquel.
Tenı́amos la sucesión
Z b Z x0 +"n
⇢n (x, x0 )dx ⌘ ⇢n (x, x0 )dx = 1 (10.58)
a x 0 "n
Método de Ondas Viajeras 343
Tenemos que
Z b Z x0 +"n Z x0 +"n
f (x)⇢n (x, x0 )dx ⌘ f (x)⇢n (x, x0 )dx ⌘ f (x̄) ⇢n (x, x0 )dx =
a x 0 "n x 0 "n
Z b
= f (x̄) ! f (x0 ) ⌘ f (x) (x x0 )dx (10.59)
a
donde |x̄ x0 | < "n . En (10.59) la última igualdad está dada por la definición de la función
delta. De aquı́ concluimos que
Z b
f (x)[⇢n (x, x0 ) (x x0 )]dx < ", 8n > N (") (10.60)
a
Como la definición de función delta de Dirac es válida para cualquier sucesión {⇢n (x, x0 )} que
cumpla con (10.57) y (10.58), veamos una función ⇢n (x, x0 ) particular, que cumple con esas
propiedades. Sea en ( ⇡, ⇡):
n
1 1X
⇢n (x, x0 ) = + cos m(x x0 ), 8|x x0 | < " n
2⇡ ⇡ m=1
⇢n (x, x0 ) = 0, 8|x x0 | > "n (10.61)
Es fácil comprobar que, con a = ⇡ y b = ⇡, esta función cumple con (10.58). Por consiguiente,
su lı́mite débil nos debe dar la función (x x0 ). Tenemos:
344 José Marı́n Antuña
Z ⇡ Z ⇡
1
f (x)⇢n (x, x0 )dx = f (x)dx +
⇡ 2⇡ ⇡
Xn ⇢ Z Z
cos mx0 ⇡ sin mx0 ⇡
+ f (x) cos mxdx + f (x) sin mxdx (10.62)
m=1
⇡ ⇡ ⇡ ⇡
La expresión a la derecha de (10.62) no es otra cosa que la suma parcial de la serie trigonométrica
de Fourier para f (x0 ). Por consiguiente:
Z ⇡ Z ⇡
lim f (x)⇢n (x, x0 )dx = f (x0 ) ⌘ f (x) (x x0 )dx (10.63)
n!1 ⇡ pi
1
1 1X
(x x0 ) = + cos m(x x0 ) (10.64)
2⇡ ⇡ m=1
Z Z " 1
#
⇡ ⇡
1 1X
(x x0 )f (x)dx = + cos m(x x0 ) f (x)dx = f (x0 ) (10.65)
⇡ ⇡ 2⇡ ⇡ m=1
Pero, no obstante lo dicho, lo mejor que tiene la función (x x0 ) es que con ella se puede
trabajar formalmente, tratándola como una función ”normal”, aunque, después, los resultados
deban interpretarse sólo a través de integrales (como convergencia débil). Por ejemplo, de haber
desarrollado formalmente (x x0 ) en serie de Fourier:
1
a0 X
(x x0 ) = + {am cos mx + bm sin mx} (10.66)
2 m=1
obtendrı́amos:
Z ⇡
1 1
a0 = (x x0 )dx = (10.67)
⇡ ⇡ ⇡
Z ⇡
1 1
am = (x x0 ) cos mxdx = cos mx0 (10.68)
⇡ ⇡ ⇡
Método de Ondas Viajeras 345
Z ⇡
1 1
bm = (x x0 ) sin mxdx = sin mx0 (10.69)
⇡ ⇡ ⇡
Z 1
1
(x x0 ) = ei!(x x0 )
d! (10.70)
2⇡ 1
aunque, de nuevo, esta igualdad es formal y debe entenderse solamente como convergencia
débil, es decir, que cobra sentido sólo a través de integrales.
Definición.
Es decir, el problema en el que la velocidad inicial es una delta de Dirac y la elongación inicial
es cero.
Z x+at
1 1
G(x, x0 , t) = (↵ x0 ) = , 8|x x0 | < at
2a x at 2a
= 0, 8|x x0 | > at
346 José Marı́n Antuña
Es decir:
1
G(x, x0 , t) = ✓(at |x x0 |) (10.72)
2a
Interpretemos fı́sicamente qué significado tiene dar una velocidad inicial en forma de delta y
qué quiere decir fı́sicamente la función de Green. Para ello, analicemos el siguiente problema:
Este problema significa, suponiendo que fı́sicamente describe las oscilaciones transversales de
una cuerda infinita, que a dicha cuerda le imprimimos una velocidad inicial v0 en el intervalo
(x1 , x2 ). Por muy ”seco” que sea el golpe que le demos a la cuerda en ese intervalo para
imprimirle esa velocidad, en realidad estaremos dándole a la cuerda, durante un intervalo
de tiempo t pequeño, determinado impulso, que vendrá dado por la expresión (suponemos
constante la densidad de la cuerda):
Z x2
I=⇢ v0 dx (10.74)
x1
Z x2
I
= v0 dx (10.75)
⇢ x1
I
=1
⇢
Para que ésto suceda, la velocidad deberá tener un valor determinado. Supongamos ahora lo
siguiente: Tratemos de reducir el intervalo (x1 , x2 ) cada vez más y, simultáneamente, hacer más
”seco” el golpe, o sea, reducir t, exigiendo, a la vez, que el valor de I/⇢ siga siendo unitario.
Evidentemente, el valor de la velocidad v0 que se imprima deberá crecer a medida que disminuya
(x1 , x2 ) y t ! 0. En el lı́mite, al reducir el intervalo (x1 , x2 ) al punto x0 y t ⌘ t ! 0,
Método de Ondas Viajeras 347
para que el impulso-longitud siga siendo unitario, tendremos que sustituir v0 por (x x0 ).
Como resultado, obtenemos un impulso puntual (aplicado sólo en el punto x0 de la cuerda),
instantáneo (aplicado sólo en el instante inicial t = 0) y de valor I/⇢ = 1.
Ası́ pues, concluimos que dar por velocidad inicial (x x0 ) significa, fı́sicamente, dar a la
cuerda un impulso inicial I/⇢ unitario, instantáneo (en t = 0) y puntual (en x = x0 ). La
respuesta de la cuerda (es decir, cómo ella oscila en este caso) es la función de Green.
Una vez definida, obtenida y analizada fı́sicamente la función de Green, pasemos a resolver el
problema de Cauchy de la ecuación hiperbólica no homogénea en la recta infinita. Fı́sicamente,
buscaremos la expresión de las oscilaciones de una cuerda infinita, provocadas por la acción de
una fuerza dada con densidad por unidad de longitud F (x, t). Como sabemos, la inhomogenei-
dad de la ecuación será f (x, t) = F (x, t)/⇢. Consideraremos sólo el problema con condiciones
iniciales nulas:
ya que, de tener condiciones iniciales diferentes de cero, el problema podrı́a descomponerse, por
el principio de superposición, en dos problemas, uno de ellos el (10.76) que hemos planteado
y otro que serı́a el problema de la ecuación homogénea con condiciones iniciales diferentes de
cero, cuya solución ya conocemos y que viene dada por la fórmula de D’Alembert.
Para resolver el problema (10.76), cambiemos las variables x y t, respectivamente, por las
variables ⇠ y ⌧ , de forma que la ecuación del problema (10.76) se escribirá en la forma
G⌧ ⌧ = a2 G⇠⇠
G(x, ⇠, 0) = 0 (10.78)
G⌧ (x, ⇠, 0) = (x ⇠)
348 José Marı́n Antuña
Hagamos algunas aclaraciones útiles y necesarias para la comprensión del problema (10.78)
planteado. De acuerdo con la definición (10.71) de la función de Green, ésta convierte en
indentidad el problema
y para G(x, ⇠, t ⌧ ) tenemos que Gt = G⌧ ; Gtt = ( 1)2 G⌧ ⌧ ⌘ G⌧ ⌧ y Gxx = G⇠⇠ , por lo que,
en términos de las variables ⇠ y ⌧ , el problema definitorio de la función de Green será (10.78).
Ası́ las cosas, multipliquemos -como se dijo arriba- la ecuación (10.77) por la función de Green
G(x, ⇠, t ⌧ ) e integremos respecto a ⇠ por toda la recta, desde 1 hasta 1 y respecto a ⌧
desde 0 hasta t. Obtenemos entonces:
Z tZ 1 Z tZ 1
u⌧ ⌧ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = a2 u⇠⇠ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ +
0 1 0 1
Z tZ 1
+ f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (10.79)
0 1
Veamos por separado las dos primeras integrales de la ecuación (10.79). Tenemos, integrando
por partes:
Z tZ 1 Z 1 Z tZ 1
u⌧ ⌧ Gd⇠d⌧ = u⌧ Gd⇠|t0 u⌧ G⌧ d⇠d⌧ =
0 1 1 0 1
Z 1 Z tZ 1
= [u⌧ (⇠, t)G(x, ⇠, 0) u⌧ (⇠, 0)G(x, ⇠, t)]d⇠ u⌧ G⌧ d⇠d⌧ =
1 0 1
Z 1 Z tZ 1
= uG⌧ d⇠|t0 + uG⌧ ⌧ d⇠d⌧ =
1 0 1
Z 1 Z tZ 1
= [u(⇠, t)G⌧ (x, ⇠, 0) u(⇠, 0)G⌧ (x, ⇠, t)]d⇠ + uG⌧ ⌧ d⇠d⌧
1 0 1
Z tZ 1 Z tZ 1
u⌧ ⌧ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = u(x, t) + uG⌧ ⌧ d⇠d⌧ (10.80)
0 1 0 1
En los pasos realizados en la integración por partes es conveniente hacer las siguientes aclara-
ciones. Al integrar por partes tomamos u = G(x, ⇠, t ⌧ ); de ahı́, du = dG(x,⇠,t
d(t ⌧ )
⌧)
d(t ⌧ ) =
dG(x,⇠,t ⌧ )
d⌧
( d⌧ ) = G⌧ d⌧ , de manera que queda clara la operación realizada.
Actuando de forma similar con la segunda de las integrales de (10.79) y teniendo en cuenta
que, en virtud de (10.72), la función de Green en ±1 es cero, obtenemos:
Z tZ 1 Z tZ 1
2 2
a u⇠⇠ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = a uG⇠⇠ d⇠d⌧ (10.81)
0 1 0 1
Z tZ 1 Z tZ 1
2
u(x, t) + [G⌧ ⌧ a G⇠⇠ ]u(⇠, ⌧ )d⇠d⌧ = f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (10.82)
0 1 0 1
La integral a la izquierda en (10.82) es cero en virtud de que la expresión entre corchetes del
integrando es cero, por (10.78). Ası́ pues, finalmente, obtenemos que la solución del problema
de la ecuación no homogénea (10.76) viene dada por la fórmula:
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (10.83)
0 1
Este resultado, al que hemos llegado por un procedimiento rigurosamente matemático, puede ser
obtenido igualmente por medio de un razonamiento fı́sico, cosa que, a veces, resulta conveniente,
toda vez que éstos son métodos matemáticos de la Fı́sica y, por lo tanto, las ideas fı́sicas
deben estar siempre presentes en el tratamiento de nuestras ecuaciones. Recordemos que la
inhomogeneidad f (x, t) de nuestra ecuación (10.76) era f (x, t) = F (x, t)/⇢, de donde la fuerza
por unidad de longitud que está aplicada a la cuerda es F (x, t) = ⇢f (x, t). Esta fuerza le
imprimirá al elemento d⇠ de la cuerda, durante el intervalo de tiempo d⌧ un impulso que será
de manera que el elemento de impulso-longitud por unidad de masa en este caso será
dI
= f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ (10.85)
⇢
Si este elemento de impulso-longitud por unidad de masa hubiera sido unitario, la respuesta
del elemento d⇠, es decir, su elongación, hubiera sido la función de Green G(x, ⇠, t ⌧ ). Por
consiguiente, para un impulso dI/⇢ veces superior, la respuesta será dI/⇢ veces G, es decir:
350 José Marı́n Antuña
Esta serı́a la respuesta del elemento de cuerda d⇠, si la fuerza que le imprime el impulso (10.85)
actuara solamente durante el tiempo d⌧ . Por lo tanto, para hallar la respuesta de toda la
cuerda, teniendo en cuenta que la fuerza actúa no sólo el tiempo d⌧ , sino todo el tiempo (0, t),
habrá que integrar (10.86) respecto a ⇠ por toda la cuerda y respecto a ⌧ desde 0 hasta t,
obteniéndose, por lo tanto, la misma expresión (10.83).
Observemos que si, con la ayuda de la fórmula (10.83) nos proponemos resolver formalmente
el siguiente problema:
obtenemos por solución, en virtud de la regla para integrar la función delta de Dirac:
Z tZ 1
u(x, t) = (⇠ x0 ) (⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ ⌘ G(x, x0 , t) (10.88)
0 1
Es decir, la función de Green. Este resultado es lógico, si tenemos en cuenta que la fuerza
F (x, t) = ⇢ (x x0 ) (t) actúa sólo en el punto x0 y en el instante t = 0 y le imprime a la
cuerda un impulso-longitud por unidad de masa
Z tZ 1
I
= (x x0 ) (t)dxdt = 1
⇢ 0 1
Por consiguiente, concluimos que los problemas (10.71) y (10.87) son equivalentes. Es decir, es
equivalente definir la función de Green como la respuesta a una velocidad inicial en forma de
delta y definirla como la respuesta a una fuerza aplicada en forma del producto de dos deltas,
ya que el resultado de ambos tipos de excitaciones, fı́sicamente hablando, es el mismo.
Es necesario destacar que la fórmula (10.83) nos da la solución del problema de la ecuación no
homogénea en la forma del producto de la inhomogeneidad de la ecuación por la función de
Green desplazada en el tiempo, integrando por el tiempo transcurrido (0, t) y por el espacio
correspondiente (en este caso, la recta infinita, desde 1 hasta 1); es decir, en forma de una
convolución, en el espacio considerado y en el tiempo transcurrido, de la inhomogeneidad de
la ecuación con la función de Green. Más adelante podremos percatarnos de que éste no es un
resultado casual, sino la expresión de una ley general.
operador diferencial lineal L[u], la solución generalizada de la ecuación L[u] = (x) se llama
Solución Fundamental de dicho operador y que, por tanto, la función de Green aquı́ definida
y la que definiremos en otros problemas de frontera, no es más que la solución fundamental del
operador correspondiente al problema que estemos estudiando y correspondiente a determinadas
condiciones (iniciales y de frontera) impuestas a la ecuación formada con dicho operador. En
este sentido debemos destacar el hecho de que la función de Green con la que por primera
vez aquı́ nos hemos encontrado es, en realidad, una función generalizada, ya que su verdadero
sentido lo adquiere a través de integrales.
Digamos algo más. En el caso que nos ocupa como, de acuerdo con (10.72), la función de Green
es
1
G(x, ⇠, t ⌧) = ✓(a(t ⌧) |x ⇠|) (10.89)
2a
concluimos, de la fórmula (10.83), que la solución del problema (10.76) se puede escribir como
Z tZ x+a(t ⌧ ) Z Z
1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ ⌘ f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ (10.90)
2a 0 x a(t ⌧ ) S
donde S no es otra cosa que el triángulo caracterı́stico para el punto (x, t) (Fig. 10.2).
No es difı́cil comprobar que (10.90) es, efectivamente, la solución del problema (10.76). En
primer lugar, es evidente de (10.90) que u(x, 0) = 0. Además, utilizando la regla conocida para
la derivación respecto a un parámetro de las integrales paramétricas con lı́mites dependientes
del parámetro, tenemos que:
Z t Z x
1 1
ut = {f (x + a(t ⌧ ), ⌧ ) + f (x a(t ⌧ ), ⌧ )}d⌧ + f (⇠, ⌧ )d⇠ (10.91)
2 0 2a x
La última integral en (10.91) es, evidentemente, igual a cero, de donde es obvio que u(x, 0) = 0.
Z t
1 1 1
utt = {fx0 (x + a(t ⌧ ), ⌧ )a fx0 (x a(t ⌧ ), ⌧ )a}d⌧ + f (x, t) + f (x, t) (10.92)
2 0 2 2
Z t
1
uxx = {fx0 (x + a(t ⌧ ), ⌧ ) fx0 (x a(t ⌧ ), ⌧ )}d⌧ (10.93)
2a 0
Colocando (10.92) y (10.93) en la ecuación del problema (10.76), comprobamos que la convierte
en identidad, con lo que queda demostrada la validez de la solución (10.90).
352 José Marı́n Antuña
Vamos ahora a estudiar el problema de las oscilaciones de una cuerda semiinfinita. Matemá-
ticamente, en este caso, además de la ecuación y las condiciones iniciales, habrá que imponer
una condición de frontera en el extremo de la cuerda. Es decir, suponiendo -para fijar ideas-
que la condición de frontera es de primer tipo, el problema a resolver será:
Aquı́ estamos en presencia del primer problema de frontera para la recta semiinfinita. El
segundo problema de frontera se plantearı́a con la condición de frontera de segundo tipo:
Con vistas a hallar la solución del problema (10.97), desarrollaremos el llamado Método de
Prolongación. Para ello, veamos el siguiente problema en la recta infinita:
Lema.
Si las condiciones iniciales del problema (10.98), (x) y (x), son funciones impares de su
argumento, entonces, la solución de (10.98) cumple que U (0, t) = 0. Si (x) y (x) son
funciones pares, entonces, la solución de (10.98) cumple que Ux (0, t) = 0.
Demostración:
La solución del problema (10.98) viene dada por la fórmula de D’Alembert que, en este caso,
tiene la forma
Z x+at
(x + at) + (x at) 1
U (x, t) = + (↵)d↵ (10.99)
2 2a x at
Entonces, evidentemente
Z at
(at) + ( at) 1
U (0, t) = + (↵)d↵ = 0
2 2a at
en virtud de (10.100), con lo que queda demostrada la primera afirmación del lema.
0 0
(x + at) + (x at) 1
Ux (x, t) = + [ (x + at) (x at)]
2 2a
de donde, evidentemente
0
(at) + 0 ( at) 1
Ux (0, t) = + [ (at) ( at)] = 0
2 2a
0
ya que, como (x) es par, (x) es impar.
Demostrado el lema.
354 José Marı́n Antuña
Con ayuda de este lema podemos resolver el problema (10.97). Para ello, resolveremos el pro-
blema (10.98) en la recta infinita, donde las funciones (x) y (x) las construimos, prolongando
de forma impar las funciones '(x) y (x) del problema (10.97) hacia el semieje negativo:
Entonces, tendremos una cuerda infinita que oscila según la ley (10.99) y para la cual, en virtud
del lema demostrado, se cumple que U (0, t) = 0. Por solución del problema (10.97) tomamos
ya que esta función satisface la ecuación para 0 < x < 1, t > 0, satisface las condiciones
iniciales y satisface, además, por construcción, la condición de frontera de (10.97).
Para escribir de forma explı́cita la solución (10.103), debemos tener en cuenta el signo de los
argumentos en las funciones que aparecen en (10.99), de acuerdo con la definición de (x) y de
(x) dada por (10.102).
Ası́, como x + at, para x > 0, siempre es positivo, sólo tenemos que ocuparnos del argumento
x at. Tenemos dos casos posibles:
a) x at > 0.
En este caso, teniendo en cuenta (10.102), la solución del problema (10.97), de acuerdo con la
fórmula (10.99), será:
Z x+at
'(x + at) + '(x at) 1 x
u(x, t) = + (↵)d↵, 8t < (10.104)
2 2a x at a
La fórmula (10.104) nos indica que, para un punto x de la cuerda, en el intervalo de tiempo
0 < t < xa , éste se mueve como si fuera un punto de una cuerda infinita, ya que (10.104) es
idéntica a la solución de D’Alembert de la cuerda infinita. Es decir, que para este rango de
valores del tiempo, la presencia de la frontera fija x = 0 no ha podido todavı́a hacerse sentir en
el movimiento de dicho punto, ya que la velocidad de propagación de la información a lo largo
de la cuerda es a.
b) x at < 0.
En este caso, por ser un argumento negativo y en virtud de (10.102), tendremos que
Z x+at Z at x Z x+at
(↵)d↵ = (↵)d↵ + (↵)d↵ (10.106)
x at x at at x
En la expresión (10.106), la primera integral a la derecha es cero, por ser la integral de una
función impar entre lı́mites simétricos y el integrando de la segunda integral es (↵), ya que los
lı́mites de integración son, ambos, positivos. Teniendo en cuenta (10.105) y (10.106), concluimos
que, en este caso, la solución viene dada por la ley
Z x+at
'(x + at) + '(at x) 1 x
u(x, t) = + (↵)d↵, 8t > (10.107)
2 2a at x a
lo que significa que, para tiempos t > xa , el punto x de la cuerda ya siente la influencia de la
frontera y, por lo tanto se mueve con una ley diferente del caso de la cuerda infinita.
vemos que, mientras más lejos se encuentre el punto x de la frontera x = 0 de la cuerda, más
tiempo éste se moverá como si perteneciera a una cuerda infinita.
Supongamos, ahora, que queremos resolver el segundo problema de frontera para la ecuación
homogénea en la recta semiinfinita con condición de frontera de segundo tipo homogénea:
En este caso, en virtud del lema demostrado, lo que procede es efectuar una prolongación par
de las condiciones iniciales del problema (10.108), de manera que las condiciones iniciales del
problema (10.98) en la recta infinita en este caso vendrán dadas por las expresiones
Entonces, la solución de (10.108) vendrá dada por la fórmula (10.99), en la que deberá hacerse
un análisis similar del signo del argumento x at, con vistas a escribir, explı́citamente, la
solución en los distintos intervalos de tiempo.
356 José Marı́n Antuña
Ejemplo 1.
Supongamos que queremos resolver el problema (10.97) con '(x) dada en la figura 10.11(a)
con lı́nea gruesa en el intervalo (l, 3l) y supongamos que (x) = 0. Entonces, estaremos en
presencia de un proceso de propagación de ondas de forma en una cuerda semiinfinita x > 0
con extremo x = 0 fijo. Prolonguemos la cuerda al semieje negativo x < 0; de acuerdo con el
lema demostrado, la condición inicial '(x) será prolongada de forma impar, de manera que en
el intervalo ( 3l, l) tendremos una cresta como la dibujada con lı́neas de puntos en la figura
Método de Ondas Viajeras 357
10.11(a). Dicha cresta está dibujada con lı́neas de puntos para significar el hecho de que es
una onda ”virtual”, es decir, una construcción matemática que empleamos para resolver por el
método de prolongación nuestro problema. Como es fácil entender, de acuerdo con la solución
de ondas de forma en las recta infinita, tanto la cresta real en x > 0, como la virtual en x < 0,
se descompondrán en dos crestas de amplitud mitad que se moverán hacia la izquierda y hacia
la derecha, respectivamente.
Figura 10.11: Movimiento de ondas de forma en la recta semiinfinita con extremo fijo.
En la figura 10.11(b), (c), (d), (e) y (f) se presentan las posiciones de dichas ondas viajeras
kl
en los instantes tk = 2a respectivamente. Las flechitas junto a las crestas indican el sentido
del movimiento de cada una de ellas y, con lı́nea gruesa aparece el perfil de la cuerda real, es
decir, sólo para x > 0. Como la prolongación de la cuerda al semieje x < 0 es una abstracción
matemática, dada por la aplicación del lema y no existe realmente, en la figura 10.11 todas las
ondas que se mueven en dicho semieje están dibujadas con lı́neas de puntos, para significar que
no son ondas reales, sino virtuales, consecuencia de la aplicación del método de prolongación a
la solución del problema.
Nótese que, para los tiempos t < al , el perfil de la cuerda semiinfinita es igual al que ésta tendrı́a
si fuera infinita, pero, a partir del instante t = al , comienza a influir la acción de la frontera
y varı́a, por tanto, la ley de movimiento de los puntos de la cuerda, en concordancia con el
358 José Marı́n Antuña
análisis que efectuamos arriba de las expresiones analı́ticas de la solución. Nótese, además, que
el resultado fı́sico que se obtiene, como era de esperar, es que la onda se refleja en el extremo
fijo de la cuerda x = 0, cambiando su fase, por lo que en la figura 10.11(f) se ve que la cresta
reflejada está por debajo, moviéndose hacia la derecha.
Ejemplo 2.
Figura 10.12: Movimiento de ondas de velocidad en la recta semiinfinita con extremo fijo.
Al igual que en el ejemplo anterior, con lı́neas de puntos están representadas las ondas en el
semieje x < 0, para indicar que no son reales, sino una abstracción matemática, consecuencia de
Método de Ondas Viajeras 359
Digamos, por último, que si quisiéramos resolver estos mismos ejemplos en la cuerda semiin-
finita, cuyo extremo x = 0 está libre (condición ux (0, t) = 0), entonces, de acuerdo con el lema
y el principio de prolongación que éste sustenta, las prolongaciones tendrán que ser realizadas
de forma par.
Ello significa que, en el caso del Ejemplo 1, la cresta virtual en el semieje x < 0 deberá
construirse como se muestra en la figura 10.13 y luego mover, como indican las flechitas, las
crestas de amplitud mitad hacia la izquierda y hacia la derecha y tomar como perfil de la cuerda
el que se obtenga en el semieje x > 0. Puede comprobarse que el resultado fı́sico que, en este
caso, se obtiene es que la onda se refleja en el extremo libre sin cambiar de fase. Dejamos al
lector la realización gráfica de este resultado para que constate por sı́ mismo la validez de esta
afirmación.
Figura 10.13: Prolongación par en el caso de recta semiinfinita con extremo libre.
360 José Marı́n Antuña
En el caso del segundo ejemplo, cuando el extremo x = 0 está libre, la prolongación par de la
función (x) implica la prolongación impar de su integral (x), por lo que, en la Fig. 10.12(a)
sólo hay que cambiar el sentido del movimiento de las ondas virtuales que aparecen en el semieje
x < 0, es decir, mover hacia la derecha la onda dibujada con lı́neas de puntos con amplitud
positiva (por encima del eje x) y hacia la izquierda la de amplitud negativa (por debajo del eje
x). El lector debe construir por sı́ solo el perfil de la cuerda (x > 0) para los tiempos indicados,
a modo de ejercicio.
Al igual que en los casos de la recta infinita, proponemos al lector obtener estos mismos gráficos
con la ayuda de la programación por ejemplo con el uso del Mathematica.
Aquı́ consideramos las condiciones iniciales nulas ya que, en caso contrario, el principio de
superposición nos permitirı́a desdoblar el problema en dos: uno serı́a el problema (10.97) ya
resuelto y el otro el (10.110) que acabamos de plantear.
Desde el punto de vista fı́sico, podemos decir que, como no hay condiciones iniciales, ni fuerzas
actuando sobre la cuerda y lo único que se mueve es el extremo x = 0 por la ley dada como
condición de frontera en (10.110), por lo tanto, según el método de ondas viajeras, sólo podrá
surgir una onda que viaje de izquierda a derecha, es decir, que la solución tendrá la forma:
⇣z ⌘
f (z) = µ (10.112)
a
✓ ◆ ⇣
x at x⌘
f (x at) = µ =µ t (10.113)
a a
Método de Ondas Viajeras 361
⇣ x⌘ x
u(x, t) = µ t , 8t > (10.114)
a a
x
u(x, t) = 0, 8t <
a
Es decir,
⇣ x⌘ ⇣ x⌘
u(x, t) = ✓ t µ t
a a
se puede aplicar el método de ondas viajeras de manera similar a lo hecho arriba. El resultado,
que se deja al lector a modo de ejercicio, se obtiene en la forma
Z ⇣
t
x⌘
u(x, t) = a ⌫ ⌧ d⌧ (10.116)
0 a
en el que, fı́sicamente hablando, las oscilaciones de una cuerda semiinfinita con extremo x = 0
fijo y con elongación inicial y velocidad inicial nulas son provocadas por una fuerza aplicada a
la misma, la solución tendrá la expresión:
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G1 (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (10.118)
0 0
donde la función de Green que aparece bajo el signo de integración se obtiene mediante la
prolongación impar de la velocidad inicial deltaica que la define; es decir, G1 (x, ⇠, t) será la
solución del problema
Es lógico preguntarse cómo actuar en el caso en que la cuerda tenga una longitud finita. Para
aplicar el método de ondas viajeras, tendrı́amos que hacer prolongaciones pares o impares en
los extremos de la cuerda, en dependencia de si los extremos están libres o fijos y aplicar
los métodos estudiados en este capı́tulo. Aunque en principio ello es factible, sin embargo
resulta muy engorroso y nada práctico, pues las ondas empiezan a reflejarse y su superposición
es muy difı́cil de construir. Esto sin hablar ya de que, si las condiciones de frontera son de
tercer tipo, el procedimiento se hace mucho más complejo. Por ello, en el próximo capı́tulo
nos dedicaremos al estudio de otro método de solución, el método de separación de variables,
que no sólo resulta útil para resolver los problemas de oscilaciones de cuerdas finitas sin las
dificultades operativas arriba mencionadas del método de ondas viajeras para ese caso, sino que
resulta un método -como veremos- extraordinariamente potente y aplicable, además de para
las ecuaciones hiperbólicas, para las ecuaciones parabólicas y para las ecuaciones elı́pticas.
3. Una cuerda infinita recibe en el instante inicial t = 0 un golpe seco en el punto x = x0 que
le imprime un impulso I. Hallar la elongación u(x, t) de la cuerda para t > 0, suponiendo
que la elongación inicial de la cuerda es nula.
364 José Marı́n Antuña
En el presente capı́tulo desarrollaremos uno de los métodos más universales y útiles de trabajo
en la resolución de los problemas de frontera de las ecuaciones de la Fı́sica Matemática y que,
en esencia, está basado en los desarrollos de funciones en series de Fourier en una base de
funciones que forman un sistema ortogonal y completo de funciones.
Supongamos que queremos hallar las oscilaciones transversales de una cuerda de longitud l
que es excitada por una elongación y una velocidad iniciales dadas, sin haber fuerzas externas
aplicadas sobre ella. Supondremos, inicialmente, a fin de ilustrar el método de separación de
variables cuyo estudio es objeto de nuestro capı́tulo, que los extremos de la cuerda están fijos.
Es decir, resolveremos el primer problema de frontera homogéneo de la ecuación hiperbólica
homogénea con condiciones iniciales dadas. Su planteamiento matemático es:
367
368 José Marı́n Antuña
Supongamos, también, que queremos hallar la temperatura de una barra de longitud l provo-
cada por una distribución inicial de temperaturas en la barra dada por una función conocida,
si los extremos de la barra se mantienen todo el tiempo a temperatura cero. Es decir, que-
remos resolver el problema de la ecuación parabólica homogénea con condición inicial dada y
condiciones de frontera de primer tipo homogéneas:
Con el objetivo de resolver los problemas (11.1) y (11.2), plantearemos los siguientes proble-
mas auxiliares, consistentes en la ecuación que se quiere resolver (hiperbólica o parabólica,
según el caso), las condiciones de frontera del problema que se quiere resolver (en ambos casos
planteados, las condiciones de primer tipo) y la exigencia de que la solución tenga la forma
de un producto de dos funciones, una dependiente solamente de la coordenada espacial y otra
dependiente solamente del tiempo, exigiendo que dicha solución sea no trivial. Es decir, para
los problemas (11.1) y (11.2) plantearemos los siguientes problemas auxiliares:
Para resolver los problemas (11.3) y (11.4), coloquemos explı́citamente la solución propuesta
en la ecuación de cada problema. Entonces obtenemos:
T 00 X = a2 T X 00 , T 0 X = a2 T X 00 (11.5)
T 00 X 00 T0 X 00
= = , = = (11.6)
a2 T X a2 T X
A la extrema derecha de ambas ecuaciones (11.6) hemos escrito una constante ( ) debido a
que, a la izquierda en cada una de dichas ecuaciones, tenemos una función dependiente sólo de
t, en tanto que, a la derecha, tenemos una función sólo dependiente de x. Por consiguiente, por
ejemplo, si evaluamos la parte izquierda de ambas ecuaciones para un tiempo fijo dado t = t0 ,
obtenemos que la función de x a la derecha de ambas ecuaciones es igual a una constante y, de
forma similar, si evaluamos a la derecha en un punto x = x0 , la función de t de la izquierda
en ambas ecuaciones es una constante. A esa constante en las ecuaciones la denotamos por ,
donde el signo menos ha sido puesto por comodidad, en virtud de consideraciones que se harán
evidentes más adelante.
De esta manera, de (11.6) obtenemos, para la función T (t), las siguientes ecuaciones:
T 00 + a2 T = 0, T 0 + a2 T = 0 (11.7)
donde, en general, lo único que se exige por ahora es que la solución sea no trivial, es decir,
T (t) 6= 0. Las ecuaciones (11.7) son ordinarias y sus soluciones son, respectivamente:
p p
T (t) = A cos at + B sin at (11.8)
a2 t
T (t) = Ce (11.9)
Para la función X(x) de ambas ecuaciones (11.6) se obtiene, tanto para el caso hiperbólico,
como para el parabólico, la misma ecuación X 00 + X = 0, a la que podemos imponer condiciones
que salen de las condiciones de frontera del problema inicial. Efectivamente, en virtud de los
problemas auxiliares (11.3) y (11.4), tenemos que
y, como la función T (t) no puede ser idénticamente cero, esto significa que X(0) = 0, X(l) = 0.
Por consiguiente, para el caso hiperbólico y para el parabólico obtenemos el mismo problema
para hallar la función X(x):
370 José Marı́n Antuña
X 00 + X = 0, 80 < x < l
X(0) = 0 (11.10)
X(l) = 0
X(x) 6= 0
Definición:
Aquellos valores de , para los cuales el problema (11.10) tiene solución no trivial se llaman
autovalores o valores propios de dicho problema. Las soluciones no triviales que les corres-
ponden se llaman autofunciones o funciones propias del problema. El problema (11.10)
recibe el nombre de problema de autovalores o problema de Sturm-Liouville.
1. = µ2 < 0.
En este caso, la ecuación del problema (11.10) será
X 00 µ2 X = 0 (11.11)
X(x) = C1 eµx + C2 e µx
(11.12)
x(0) = C1 + C2 = 0
X(x) = C1 [eµx e µx
] = 2C1 sinh µx
2. = 0.
En este caso, la ecuación de (11.10) serı́a
Método de Separación de Variables 371
X 00 = 0 (11.13)
X(x) = C1 x + C2 (11.14)
3. > 0.
En este caso, la ecuación de (11.10) tiene por solución general
p p
X(x) = C1 cos x + C2 sin x (11.15)
Exijamos que (11.15) cumpla con las condiciones de frontera del problema (11.10). Ten-
dremos:
X(0) = C1 = 0
De (11.16):
p
X(l) = C2 sin l=0 (11.17)
C2 no puede ser igual a cero, pues, entonces, la solución serı́a la trivial y nosotros estamos
buscando las soluciones no triviales. Por consiguiente, de (11.17) concluimos que tiene
que cumplirse que
p
sin l=0 (11.18)
p
La ecuación (11.18) se cumplirá para l = n⇡, con n = 1, 2, 3, ... Por lo tanto, los
autovalores del problema (11.10) son:
⇣ n⇡ ⌘2
n = , n = 1, 2, 3, ... (11.19)
l
y, en virtud de (11.16), las autofunciones del problema (11.10) serán:
n⇡
Xn (x) = sin x, n = 1, 2, 3, ... (11.20)
l
Nótese que el número entero n no puede tomar el valor cero, pues, en ese caso, X0 (x) ⌘ 0
serı́a trivial y, por consiguiente, no serı́a autofunción.
372 José Marı́n Antuña
Una vez halladas las autofunciones y los autovalores del problema (11.10), escribiremos las
soluciones (11.8) y (11.9) de las ecuaciones (11.7) sólo para los autovalores (11.19), ya que ellos
son los únicos que dan autofunciones, es decir, soluciones no triviales de (11.10) y, por lo tanto,
soluciones no triviales de los problemas auxiliares (11.3) y (11.4).
Las soluciones de los problemas auxiliares (11.3) y (11.4) serán, por lo tanto:
n n⇡a n⇡a o n⇡
un (x, t) = An cos t + Bn sin t sin x (11.21)
l l l
2 n⇡
un (x, t) = Cn e ( l ) t sin
n⇡a
x (11.22)
l
Las funciones (11.21) y (11.22) satisfacen en cada caso, para toda n, la ecuación y las condiciones
de frontera de los problemas (11.1) y (11.2), respectivamente. Por lo tanto, por superposición,
proponemos:
1 n
X n⇡a n⇡a o n⇡
u(x, t) = An cos t + Bn sin t sin x (11.23)
n=1
l l l
1
X 2 n⇡
Cn e ( l ) t sin
n⇡a
u(x, t) = x (11.24)
n=1
l
Por construcción, estas soluciones propuestas satisfacen la ecuación y las condiciones de fron-
tera, respectivamente, de los problemas.
Método de Separación de Variables 373
En (11.23) aparecen dos constantes a determinar a partir de las condiciones iniciales del pro-
blema (11.1) y en (11.24) una constante a determinar a partir de la condición inicial del pro-
blema (11.2).
Exijamos, pues, que las soluciones (11.23) y (11.24) satisfagan, además, las condiciones iniciales
de los problemas respectivos. Tendremos entonces:
1
X n⇡
u(x, 0) = An sin x = '(x) (11.25)
n=1
l
1
X n⇡a n⇡
ut (x, 0) = Bn sin x = (x) (11.26)
n=1
l l
1
X n⇡
u(x, 0) = Cn sin x = '(x) (11.27)
n=1
l
Z l
2 n⇡
An ⌘ ' n = '(⇠) sin ⇠d⇠ (11.28)
l 0 l
Z l
n⇡a 2 n⇡
Bn ⌘ n = (⇠) sin ⇠d⇠ (11.29)
l l 0 l
de donde:
Z l
l 2 n⇡
Bn ⌘ n = (⇠) sin ⇠d⇠ (11.30)
n⇡a n⇡a 0 l
Z l
2 n⇡
Cn ⌘ 'n = '(⇠) sin ⇠d⇠ (11.31)
l 0 l
Ası́ pues, las soluciones de los problemas (11.1) y (11.2) vienen dadas, respectivamente, por
las fórmulas (11.23) y (11.24), donde los coeficientes de los desarrollos An , Bn para el caso
374 José Marı́n Antuña
hiperbólico y Cn para el caso parabólico vienen dados por las fórmulas (11.28), (11.30) y
(11.31), respectivamente.
En primer lugar, las autofunciones y los autovalores obtenidos en el desarrollo arriba realizado
son para el primer problema de frontera, que es el que hemos aquı́ desarrollado para ilustrar el
método de separación de variables; pero, si las condiciones de frontera de los problemas (11.1)
y (11.2) fueran de segundo o de tercer tipo, o condiciones mixtas, al efectuar el procedimiento
arriba descrito se obtendrı́an otras autofunciones y otros autovalores.
En segundo lugar, aún hay que esclarecer las condiciones matemáticas de validez de lo que arriba
hemos realizado, pues los desarrollos que nos condujeron a las soluciones (11.23) y (11.24) han
sido realizados formalmente, sin preocuparnos por si eran factibles o no; simplemente supusimos,
tácitamente, que podı́an ser efectuados.
Sin embargo, vale la pena señalar lo siguiente. Para las autofunciones Xn (x) y los autovalores
n , soluciones del problema de Sturm-Liouville (11.10) -que en nuestro caso concreto vienen
dados por (11.19) y (11.20)- vemos que:
1. n > 0 son ordenables, es decir, 1 < 2 < ... < n < ... y
lim n =1
n!1
Z l Z l
n⇡ m⇡ l
Xn (x)Xm (x)dx = sin x sin xdx = nm ⌘k Xn k2 nm
0 0 l l 2
3. Si f (x) es continua, junto con sus derivadas hasta la de segundo orden en el intervalo
abierto (0, l) y cumple las condiciones de frontera del problema de Sturm-Liouville (11.10):
f (0) = f (l) = 0, admite el desarrollo
1
X n⇡
f (x) = fn sin x
n=1
l
con
Z l
l n⇡
fn = f (⇠) sin ⇠d⇠
2 0 l
Por lo tanto, aquı́ nos encontramos ante un caso particular de la situación general analizada
cuando estudiamos la ecuación generatriz de las funciones especiales.
Método de Separación de Variables 375
11.1.3 Ejemplo
Antes de hacer un análisis detallado de las condiciones matemáticas de validez del método de
separación de variables aquı́ desarrollado, veamos un ejemplo ilustrativo del método.
Sea una cuerda de longitud l, con extremos fijos, que oscila producto de que, estando inicial-
mente en equilibrio (es decir, con elongación inicial cero), recibe una velocidad inicial parabólica,
dada por
v0 x(l x)
l2
Evidentemente, la solución de este problema viene dada por la fórmula (11.23) y sólo tenemos
que calcular los coeficientes An y Bn . En virtud de (11.28) tendremos
Z l
2 n⇡
An = 0 · sin ⇠d⇠ = 0 (11.33)
l 0 l
Z l Z l
2 v0 ⇠(l ⇠) n⇡ 2v0 n⇡
Bn = 2
sin ⇠d⇠ = 2 ⇠(l ⇠) sin ⇠d⇠ =
n⇡a 0 l l l n⇡a 0 l
4v0 l n 8v0 l
= [1 ( 1) ] = , 8n = 2m + 1
a(n⇡)4 an4 ⇡ 4
= 0, 8n = 2m
Por consiguiente
8v0 l
B2m+1 = 4
, 8m = 0, 1, 2, ... (11.34)
a⇡ (2m + 1)4
1
8v0 X 1 (2m + 1)⇡a (2m + 1)⇡
u(x, t) = 4 sin t sin x (11.35)
a⇡ m=0 (2m + 1)4 l l
Obsérvese que la serie (11.35) converge con gran rapidez. Para m = 0 tenemos el armónico
principal (el primer sumando de la serie), que aporta la mayor energı́a a la cuerda, pues su
amplitud es la mayor. Para el segundo armónico (m = 1) tenemos que éste es 314 = 81 1
veces
1 1
menor y el tercer armónico (m = 2) es 54 = 625 veces menor. O sea, dos o tres sumandos de la
serie ya dan, prácticamente, toda la energı́a de la cuerda oscilando, con exactitud hasta en la
milésima (tercera cifra significativa) y los restantes prácticamente ni se sienten, pues a penas
aportan energı́a.
El análisis detallado de la energı́a que aporta cada armónico a la cuerda lo haremos más
adelante. Primero debemos establecer con precisión las condiciones matemáticas de validez del
método de separación de variables para el caso que hemos desarrollado en los puntos 1 y 2 de
este epı́grafe, ya que, hasta ahora, este desarrollo ha sido hecho formalmente.
Es necesario establecer los requisitos que deben cumplir las funciones '(x) y (x) que aparecen
en las condiciones iniciales de los problemas (11.1) y (11.2) para que el método sea válido.
Lo primero que tenemos que exigir es que las series (11.23) y (11.24) converjan uniformemente
para 0 x l y t 0, ya que, de acuerdo con el planteamiento de los problemas, la solución
debe ser continua en ese rango de valores.
Veamos primero el caso del problema (11.1). En el caso de la solución (11.23) para el pro-
blema hiperbólico, para el enésimo término de la serie (11.23) podemos establecer el siguiente
mayorante numérico:
n⇡a n⇡a n⇡
An cos t + Bn sin t sin x |An | + |Bn | (11.36)
l l l
1
X 1
X
|An |, |Bn |
n=1 n=1
o, lo que es lo mismo, en virtud de (11.28) y (11.30), deben ser convergentes las series numéricas
(las constantes las obviamos, pues ellas no influyen en la convergencia):
Método de Separación de Variables 377
1
X X1
1
|'n |, | n| (11.37)
n=1 n=1
n
Además, la función u(x, t), dada por (11.23), debe ser derivable con respecto a t, lo que significa
que la serie debe poder ser derivada término a término. Para ello, la serie derivada
1 n
X n⇡a n⇡a n⇡a n⇡a o n⇡
ut = An sin t + Bn cos t sin x (11.38)
n=1
l l l l l
tiene que converger uniformemente. Hallando el mayorante numérico del enésimo término de
la serie (11.38), concluimos que deben ser convergentes las series numéricas:
1
X 1
X
n|'n |, | n| (11.39)
n=1 n=1
Por último, necesitamos, también, que u(x, t) sea derivable dos veces respecto a ambos argu-
mentos, lo que significa que las series
X1 ⇢ ⇣ n⇡a ⌘2 ⇣ n⇡a ⌘2
n⇡a n⇡a n⇡
utt = An cos t + Bn sin t sin x (11.40)
n=1
l l l l l
1 n
X n⇡a n⇡a o ⇣ n⇡ ⌘2 n⇡
uxx = An cos t + Bn sin t sin x (11.41)
n=1
l l l l
tienen que ser convergentes uniformemente. Las series (11.40) y (11.41) tienen el mismo ma-
yorante numérico, lo que conduce a concluir que deben ser convergentes las series numéricas:
1
X 1
X
n2 |'n |, n| n| (11.42)
n=1 n=1
Teorema:
entonces, la serie
378 José Marı́n Antuña
1
X
nk |fn |
n=1
converge, donde
Z l
2 n⇡
fn = f (⇠) sin ⇠d⇠
l 0 l
En virtud de este teorema concluimos que las series mayorantes (11.37), (11.39) y (11.42) serán
convergentes, si se cumplen las siguientes condiciones:
1. '(x) tiene primera y segunda derivadas continuas y tercera derivada seccionalmente con-
tinua en 0 x l y se cumple que
Veamos, de manera similar, el caso del problema (11.2). En el caso de la solución (11.24) para
la ecuación parabólica tenemos que exigir, también, que u(x, t) sea continua para 0 x l
yt 0, lo que -de acuerdo con la teorı́a de series funcionales- la serie debe ser convergente
uniformemente en ese rango de valores de x y de t. Además, la solución debe tener primera
derivada continua respecto a t y segunda derivada continua respecto a x, para que satisfaga
el planteamiento del problema. Todo esto implica las siguientes exigencias matemáticas a la
función '(x), temperatura inicial de la barra:
Supongamos que la función '(x) es continua y seccionalmente lisa para 0 < x < l y que cumple
las condiciones de frontera del problema de Sturm-Liouville (11.10), es decir, que '(0) = '(l) =
0. Entonces '(x) admite el desarrollo en serie de Fourier de senos (11.27) con los coeficientes
dados por (11.31) y, además, de acuerdo con la teorı́a de las series de Fourier, la serie de los
coeficientes converge absolutamente, es decir, la serie
1
X 1
X
|'n | ⌘ |Cn |
n=1 n=1
converge. Pero, entonces tenemos que los miembros de la serie (11.24), solución del problema
(11.2), tienen por mayorante la expresión
2 n⇡
Cn e ( l ) t sin
n⇡a
x |Cn |
l
Método de Separación de Variables 379
ya que
2
e ( l )
n⇡a
t
1
n⇡
sin x 1
l
Por consiguiente, de acuerdo con el criterio de Weierstrass, la serie (11.24) converge uniforme-
mente para 0 x l y t 0 y define a una función continua.
Analicemos ahora las derivadas, suponiendo la posibilidad de derivar bajo el signo de sumatoria.
Tendremos:
1 ⇣
X n⇡a ⌘2 2 n⇡
Cn e ( l ) t sin
n⇡a
ut = x (11.45)
n=1
l l
1 ⇣
X n⇡ ⌘2 2 n⇡
Cn e ( l ) t sin
n⇡a
uxx = x (11.46)
n=1
l l
Como la función '(x) es continua en el intervalo (0, l), por lo tanto será acotada, es decir,
|'(x)| < C, por lo que de (11.31) podemos concluir que |Cn | < 2C. Ası́ pues, para las series
(11.45) y (11.46) podemos obtener el mismo mayorante numérico convergente:
2 n⇡ 2
n2 Cn e ( l ) t sin x < 2Cn2 e ( l )
n⇡a n⇡a
t0
(11.47)
l
Ambas series tienen el mismo mayorante, porque las constantes no influyen para nada en la
convergencia. En la expresión (11.47) hemos tomado t t0 > 0 para que la serie del mayorante
converja, ya que si hacemos t0 = 0 en el mayorante, su serie serı́a divergente. De aquı́ que la
convergencia uniforme de ut y de uxx sólo se pueda garantizar para t > 0.
Si colocamos (11.45) y (11.46) en la ecuación del problema (11.2), comprobamos que la con-
vierten en identidad, con lo que queda comprobada la validez del método desarrollado de
solución.
Por consiguiente, concluimos que las condiciones matemáticas de validez del método de sepa-
ración de variables en el caso parabólico aquı́ analizado son:
2. '(0) = '(l) = 0
Entonces, la solución vendrá dada por la expresión (11.24) con los coeficientes (11.31).
Estas condiciones arriba expresadas son condiciones matemáticas suficientes, que deben cum-
plirse para la validez del método desarrollado de separación de variables en el primer problema
de frontera.
En principio serı́a necesario hacer un análisis similar de la validez del método para el segundo
problema de frontera, para el tercer problema de frontera y para los problemas mixtos. Este
análisis, aunque parezca tedioso para un fı́sico, no deja de ser indispensable, ya que es preciso
conocer, con rigor, las condiciones que deben cumplirse para que tenga sentido la solución que
buscamos. Sin embargo, no vamos a abordar ahora este asunto, no porque sea tedioso, sino
porque, posteriormente, veremos que, del análisis teórico del problema de Sturm-Liouville, se
establecen las condiciones generales suficientes para que una función pueda ser desarrollada en
una serie de autofunciones; esto fue parcialmente visto en el capı́tulo que trató sobre la ecuación
generatriz de las funciones especiales, pero, dada la importancia que tiene, le dedicaremos un
apartado especial al esquema general de separación de variables. En el caso aquı́ desarrollado,
hemos visto unas autofunciones muy particulares que responden a condiciones de frontera de
primer tipo: X(x) = sin n⇡ l
x. En la teorı́a general veremos que, dadas determinadas condiciones
para la función f (x), ésta será desarrollable en una serie del tipo
1
X
f (x) = fn Xn (x) (11.48)
n=1
Z l
1
fn = f (⇠)Xn (⇠)d⇠ (11.49)
k Xn k2 0
En el caso del problema (11.1) de la ecuación hiperbólica tenemos que los términos (11.21) de
la solución dada por la serie (11.23) pueden ser transformados, si los coeficientes An y Bn son
escritos de la siguiente forma:
p Bn
Cn = A2n + Bn2 , ↵n = arctan (11.51)
An
n⇡
un (x, t) = Cn sin x cos !n (t n) ⌘ An (x) cos !n (t n) (11.52)
l
n⇡a
p ↵n
donde !n = l
= na es, fı́sicamente, una frecuencia de oscilación y n = !n
es cierta fase.
Tenemos ası́ que cada punto x de la cuerda oscila con una amplitud fija An (x) = Cn sin n⇡ l
xy
todos los puntos de la cuerda oscilan con la misma fase (para n fijo). Es decir, cada sumando (o
sea, cada armónico) un (x, t) describe una onda estacionaria con frecuencia propia !n = n⇡a l
.
De esta manera concluimos que la solución (11.23) es una superposición de infinitas ondas
estacionarias y el método de separación de variables, conocido también con el nombre de método
de Cauchy -a diferencia del método de ondas viajeras de D’Alembert- puede llamarse método
de ondas estacionarias.
Como la cuerda es un medio continuo y tiene, por lo tanto, infinitos grados de libertad, tendrá
también infinitas frecuencias propias.
El armónico principal (el tono principal, hablando en términos musicales) será el correspon-
diente al número n = 1. Los subarmónicos (overtonos o subtonos) corresponderán a los números
n = 2, 3, ... Las amplitudes Cn van decreciendo, ya que An y Bn tienden a cero para n tiende a
1, según vimos.
Calculemos, ahora, la energı́a que cada armónico aporta a la cuerda. La energı́a será la suma
de la energı́a cinética y la energı́a potencial. Por lo tanto, teniendo en cuenta que k = a2 m:
Z l( ✓ ◆2 ✓ ◆2 )
1 @un @un
En = m +k dx =
2 0 @t @x
Z ⇢
1 l n⇡ 2 !n
2
2 n⇡
= mCn2 !n2 sin2 x sin2 !n (t n ) + a 2
mCn 2 cos x cos2 !n (t n) dx
2 0 l a l
Z l Z l
2 n⇡ n⇡ l
sin xdx = cos2 xdx =
0 l 0 l 2
obtenemos, finalmente:
382 José Marı́n Antuña
lm!n2 2 lm!n2 2
En = Cn ⌘ (An + Bn2 ), 8n = 1, 2, 3, ... (11.53)
4 4
Se ve, por lo tanto, que cada armónico aporta una cantidad de energı́a a la cuerda que es
menor, a medida que n crece, ya que Cn ! 0 para n ! 1. La variación de la energı́a de
un armónico a otro es discreta. Este análisis nos permite comprender porqué, por ejemplo,
al pulsar por su centro a una cuerda de guitarra, se oye un sonido especial, diferente a si
la pulsamos por otra parte. Efectivamente, supongamos que damos una elongación inicial
'(x) > 0 simétrica a la cuerda (pulsándola por su punto medio). Supongamos, además, para
simplificar el razonamiento, que la velocidad inicial (x) = 0. Entonces, en la solución (11.23)
tendremos que, de acuerdo con (11.28) y (11.30), los coeficientes Bn = 0 y, además,
Z l Z l
2 ⇡ 2 2⇡
A1 = '(⇠) sin ⇠d⇠ 6= 0, A2 = '(⇠) sin ⇠d⇠ = 0,
l 0 l l 0 l
Método de Separación de Variables 383
Z l
2 3⇡
A3 = '(⇠) sin ⇠d⇠ 6= 0
l 0 l
Resulta conveniente hacer la siguiente aclaración. Como hemos podido ver, de acuerdo con
(11.53), el espectro de energı́as de los armónicos de la cuerda oscilante es discreto, pues la
energı́a de cada armónico depende de n = 1, 2, ... Este es el principio de cuantificación de la
energı́a en la Mecánica Cuántica, sólo que, en el caso clásico que aquı́ hemos estudiado, el
sentido fı́sico lo tiene la expresión (11.23), es decir, la superposición de todos los armónicos,
mientras que en la teorı́a cuántica cada armónico un tiene un sentido fı́sico concreto asociado a
la densidad de probabilidad de encontrar la partı́cula cuántica que el modelo describe en cierto
punto del espacio.
En realidad, lo que en la teorı́a cuántica tiene sentido es |un |2 como la densidad de probabilidad
de que la partı́cula se encuentre en determinado elemento de volumen del espacio.
Hallemos la función de Green para los problemas (11.1) y (11.2) planteados al inicio del presente
epı́grafe y resueltos por el método de separación de variables.
Comencemos con el caso del problema de la ecuación hiperbólica (11.1). Para ello, coloquemos,
explı́citamente, los coeficientes An y Bn dados por (11.28) y (11.30), respectivamente, en la
expresión (11.23) de la solución. Tendremos:
u(x, t) =
X1 ⇢ Z l Z l
2 n⇡ n⇡a n⇡ 2 n⇡ n⇡a n⇡
= '(⇠) sin ⇠d⇠ cos t sin x+ (⇠) sin ⇠d⇠ sin t sin x
n=1
l 0 l l l n⇡a 0 l l l
384 José Marı́n Antuña
Z lX1
2 n⇡ n⇡ n⇡a
u(x, t) = sin x sin ⇠ cos t'(⇠)d⇠ +
0 n=1 l l l l
Z lX1
2 n⇡ n⇡ n⇡a
+ sin x sin ⇠ sin t (⇠)d⇠ (11.54)
0 n=1 n⇡a l l l
Con vistas a escribir (11.54) en forma más compacta, introduzcamos la siguiente notación.
Llamemos:
X1
2 n⇡ n⇡ n⇡a
G(x, ⇠, t) = sin x sin ⇠ sin t (11.55)
n=1
n⇡a l l l
Z l Z l
@G(x, ⇠, t)
u(x, t) = '(⇠)d⇠ + G(x, ⇠, t) (⇠)d⇠ (11.56)
0 @t 0
La fórmula (11.56) es una expresión integral de la solución del problema (11.1) que es equivalente
a la fórmula (11.23). Tratemos de resolver, con su ayuda, el problema cuya solución es, por
definición, la función de Green. Es decir, a una cuerda de longitud l con sus extremos fijos y
con elongación inicial cero, le damos en el instante inicial un impulso-longitud por unidad de
masa unitario, instantáneo y puntual en el punto x0 . Es decir, matemáticamente, el problema
a resolver es:
Z l
u(x, t) = G(x, ⇠, t) (⇠ x0 )d⇠ = G(x, x0 , t) (11.58)
0
Ası́ pues, la función (11.55) no es otra cosa que la función de Green de la cuerda finita con
extremos fijos, es decir, la función de Green del primer problema de frontera de la ecuación
Método de Separación de Variables 385
Antes de pasar a analizar el caso del problema para la ecuación parabólica, quisiéramos resaltar
lo siguiente. Para cualesquiera condiciones de frontera homogéneas, de primero, segundo, tercer
tipo o mixtas, al resolver el problema de Sturm-Liouville (11.10), se obtienen determinadas
autofunciones y determinados autovalores, correspondientes a las condiciones de frontera del
problema en cuestión.
Sin embargo, si las condiciones de frontera fueran de segundo tipo, por ejemplo, las autofun-
2
ciones serı́an cos n⇡
l
x con los mismos autovalores n = n⇡
l
, lo que el lector puede comprobar
con facilidad.
Ası́ las cosas, nuestros resultados hasta aquı́ vistos pueden ser generalizados, expresando que,
para el problema de frontera con condiciones de frontera (c.f.) de cualquier tipo homogéneas
Entonces, la solución del problema (11.59), con el método de separación de variables, tendrá la
forma
386 José Marı́n Antuña
1
X p p
u(x, t) = {An cos n at + Bn sin n at}Xn (x) (11.61)
n=1
donde los coeficientes del desarrollo vendrán dados por las fórmulas
Z l
1
An = '(⇠)Xn (⇠)d⇠ (11.62)
k Xn k2 0
Z l
1
Bn = p 2
(⇠)Xn (⇠)d⇠ (11.63)
n a k Xn k 0
donde
Z l
2
k Xn k = Xn2 (x)dx (11.64)
0
1
X p
1
G(x, ⇠, t) = p 2
Xn (x)Xn (⇠) sin n at (11.65)
n=1 n a k Xn k
que, como siempre, será la elongación de la cuerda -con las condiciones de frontera homogéneas
correspondientes- en el punto x en el instante t, si en el punto x0 en el instante inicial t = 0 a la
cuerda se le imprimió un impulso-longitud por unidad de masa unitario (I/⇢ = 1), instantáneo
y puntual. O sea, que la función de Green (11.65) será la solución del problema
Z l
u(x, t) = G(x, ⇠, t) (⇠ x0 )d⇠ = G(x, x0 , t) (11.67)
0
Método de Separación de Variables 387
1
X 1
(x x0 ) = Xn (x0 )Xn (x) (11.68)
n=1
k Xn k2
Veamos, ahora, el caso de la ecuación parabólica. Siguiendo las ideas generalizadoras expresadas
arriba, en lugar del problema particular (11.2) con condiciones de frontera homogéneas de
primer tipo, consideraremos el problema más general
1
X 2t
na
u(x, t) = Cn e Xn (x) (11.70)
n=1
Z l
1
Cn = '(⇠)Xn (⇠)d⇠ (11.71)
k Xn k2 0
1
X Z l
1 2
u(x, t) = 2
'(⇠)Xn (⇠)d⇠e n a t Xn (x) =
n=1
k Xn k 0
Z lX1
1 2
= 2
Xn (x)Xn (⇠)e n a t '(⇠)d⇠ (11.72)
0 n=1 k Xn k
Introduciendo la notación
388 José Marı́n Antuña
1
X 1 na
2t
G(x, ⇠, t) = Xn (x)Xn (⇠)e (11.73)
n=1
k Xn k2
Z l
u(x, t) = G(x, ⇠, t)'(⇠)d⇠ (11.74)
0
Z l
u(x, t) = G(x, ⇠, t) (⇠ x0 )d⇠ = G(x, x0 , t) (11.76)
0
Analicemos qué significa, fı́sicamente, esta función. El hecho de que la temperatura inicial de
la barra tenga la forma de una delta de Dirac en x = x0 significa que en el instante t = 0 en el
punto x = x0 se desprendió la cantidad de calor
Z l
Q= c⇢ (x x0 )dx = c⇢ (11.77)
0
ya que la cantidad de calor es igual a la capacidad calorı́fica por masa y por temperatura. La
ecuación (11.77) nos indica que la cantidad de calor desprendida instantáneamente en el punto
x = x0 en el instante inicial t = 0 es la unidad de calor, medida en calorı́as. Por consiguiente, la
función G(x, x0 , t) es, efectivamente, la función de Green; es decir, la temperatura del punto x
de la barra en el instante t, si en el instante inicial en el punto x0 actuó una fuente instantánea,
unitaria y puntual de calor.
una función delta de Dirac en la condición inicial de la temperatura. En ambos casos la función
de Green, como hemos visto, es una función generalizada. Más adelante profundizaremos sobre
estos conceptos de la función de Green; por una parte al estudiar los problemas de las ecuaciones
hiperbólicas y parabólicas en varias dimensiones espaciales y también al estudiar los problemas
para las ecuaciones elı́pticas. También volveremos sobre el concepto al estudiar la llamada
solución fundamental de un operador diferencial. Podemos percatarnos de la unidad intrı́nseca
que existe entre todos estos conceptos.
En los problemas planteados hemos considerado las condiciones iniciales homogéneas, pues, si
fueran diferentes de cero, con la ayuda del principio de superposición, podemos descomponer
el problema en dos: el primero con la ecuación homogénea y las condiciones iniciales diferentes
de cero, ya resuelto por nosotros en los puntos anteriores y los problemas (11.78) y (11.79)
aquı́ planteados. Nótese que, sin embargo, las condiciones de frontera que hemos puesto son
homogéneas. Ello está dado por el hecho de que utilizaremos las autofunciones definidas en
los puntos anteriores para construir la solución de estos problemas. No es ocioso recordar que
para la obtención de las autofunciones -es decir, para resolver el problema de Sturm-Liouville-
se requiere que las condiciones de frontera -cualesquiera que ellas sean- sean homogéneas.
Tanto para el problema (11.78), como para el problema (11.79), procederemos de la siguiente
manera. Para las condiciones de frontera homogéneas del problema (11.78) o (11.79), re-
solviendo el problema de Sturm-Liouville, hallamos las autofunciones Xn (x) y los autovalores
n y proponemos la solución de ambos problemas en la forma de un desarrollo en dichas auto-
funciones:
390 José Marı́n Antuña
1
X
u(x, t) = un (t)Xn (x) (11.80)
n=1
donde los coeficientes un (t), que son, en general, funciones de t, están por determinar. Además,
suponemos que la inhomogeneidad de la ecuación puede ser desarrollada en una serie de auto-
funciones:
1
X
f (x, t) = fn (t)Xn (x) (11.81)
n=1
donde, por definición, los coeficientes fn (t) -que son funciones de t- se expresan por la fórmula:
Z l
1
fn (t) = f (⇠, t)Xn (⇠)d⇠ (11.82)
k Xn k2 0
Debe recalcarse que para la validez de esto es indispensable que la función f (x, t) cumpla los
requisitos del teorema del desarrollo en serie de autofunciones, es decir, que sea una función
continua, hasta con sus segundas derivadas continuas en el intervalo abierto (0, l) y que cumpla
con las condiciones de frontera del problema de Sturm-Liouville.
Hasta aquı́ lo propuesto es idéntico, tanto para el caso del problema de la ecuación hiperbólica
(11.78), como para el caso del problema de la ecuación parabólica (11.79). A continuación
analizaremos, primero, el problema (11.78). Colocando la solución (11.80) propuesta y el desa-
rrollo (11.81) de la función f (x, t) en la ecuación del problema (11.78), obtenemos:
1
X 1
X 1
X
ün (t)Xn (x) = a 2
un (t)Xn00 (x) + fn (t)Xn (x) (11.83)
n=1 n=1 n=1
Pero, las autofunciones Xn (x) convierten a la ecuación del problema de Sturm-Liouville (11.10)
en identidad, por lo que se verifica que Xn00 ⌘ n Xn . Colocando en (11.83) queda, después de
agrupar bajo un solo signo de sumatoria:
1
X
2
{ün + na un fn (t)}Xn (x) ⌘ 0 (11.84)
n=1
Como las autofunciones forman una base ortogonal y completa, la única forma de que la iden-
tidad (11.84) se cumpla es que sea idénticamente nula la expresión entre llaves. Ello significa
que las funciones un (t) deben ser soluciones del siguiente problema de Cauchy:
Método de Separación de Variables 391
2
ün + na un = fn (t), 8t > 0
un (0) = 0 (11.85)
u̇n (0) = 0
En el problema (11.85) las condiciones iniciales nulas salen del hecho de que, al evaluar la
solución propuesta y su primera derivada respecto a t en t = 0, como Xn (x) 6= 0, debe cumplirse
que un (0) = 0 y que u̇n (0) = 0.
La solución del problema (11.85) puede hallarse, por ejemplo, por el método de variación de
parámetros estudiado en los cursos de ecuaciones diferenciales ordinarias. El resultado es:
Z t p
1
un (t) = p fn (⌧ ) sin n a(t ⌧ )d⌧ (11.86)
na 0
De esta manera, queda resuelto el problema (11.78), ya que la solución viene dada por la
expresión (11.80), donde los coeficientes un (t) se expresan por (11.86). En esta última fórmula
las funciones fn (t) están dadas por (11.82). Intentemos encontrar una expresión compacta para
la solución hallada. Para ello, coloquemos, explı́citamente, los coeficientes un (t) dados por
(11.86) en la solución (11.80), teniendo, además, en cuenta la expresión (11.82). Tendremos:
1
X Z t Z l p
1 1
u(x, t) = p f (⇠, ⌧ )Xn (⇠)d⇠ sin n a(t ⌧ )d⌧ Xn (x) =
n=1 na 0 k Xn k2 0
Z tZ lX
1 p
1
= p 2
Xn (x)Xn (⇠) sin n a(t ⌧ )f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧
0 0 n=1 n a k Xn k
1
X p
1
G(x, ⇠, t ⌧) = p X
2 n
(x)Xn (⇠) sin n a(t ⌧)
n=1 n a k Xn k
por lo que, finalmente, para la solución del problema de la ecuación hiperbólica no homogénea
(11.78) queda la expresión:
Z tZ l
u(x, t) = G(x, ⇠, t ⌧ )f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ (11.87)
0 0
Veamos, ahora, la solución del problema (11.79) para la ecuación parabólica no homogénea.
Colocando la solución propuesta (11.80) y el desarrollo (11.81) de la función f (x, t) en la
ecuación del problema (11.79), obtenemos:
392 José Marı́n Antuña
1
X 1
X 1
X
u̇n (t)Xn (x) = a 2
un (t)Xn00 (x) + fn (t)Xn00 (x) (11.88)
n=1 n=1 n=1
1
X
2
{u̇n + na un fn (t)}Xn (x) ⌘ 0 (11.89)
n=1
donde hemos tenido en cuenta, de nuevo, que las autofunciones cumplen la identidad Xn00 ⌘
n Xn . Por consiguiente, teniendo en cuenta la condición inicial homogénea del problema
(11.79), llegamos a que las funciones un (t) deben ser soluciones del siguiente problema de
Cauchy:
2
u̇n + na un = fn (t), 8t > 0
un (0) = 0 (11.90)
La solución del problema (11.90) puede ser hallada también, por ejemplo, por el método de
variación de parámetros y es:
Z t
2 (t
na ⌧)
un (t) = fn (⌧ )e d⌧ (11.91)
0
de manera que, en principio, queda resuelto el problema (11.79) mediante la expresión (11.80),
donde los coeficientes un (t) vienen dados por (11.91). Las funciones fn (t) están dadas por la
fórmula (11.82). Con vistas a hallar una expresión compacta de la solución obtenida, al igual
que en el caso hiperbólico, coloquemos, explı́citamente, (11.91) en (11.80), teniendo en cuenta
la expresión (11.82). Tendremos:
1 Z
X t Z l
1 na
2 (t ⌧)
u(x, t) = 2
f (⇠, ⌧ )Xn (⇠)d⇠e d⌧ Xn (x) =
n=1 0 k X n k 0
Z tZ lX1
1 na
2 (t ⌧)
= X (x)Xn (⇠)e
2 n
f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ (11.92)
0 0 n=1 k Xn k
1
X 1 na
2 (t ⌧)
G(x, ⇠, t ⌧) = Xn (x)Xn (⇠)e
n=1
k Xn k2
Método de Separación de Variables 393
Z tZ l
u(x, t) = G(x, ⇠, t ⌧ )f (⇠, ⌧ )d⇠d⌧ (11.93)
0 0
Resulta oportuno destacar que en ambos casos -hiperbólico y parabólico- hemos obtenido la
solución del problema de la ecuación no homogénea en la forma de una integral en el tiempo
transcurrido (de 0 a t) y en el espacio considerado (en este caso de 0 a l) del producto de la
inhomogeneidad de la ecuación por la función de Green correspondiente, evaluada en t ⌧ .
En el capı́tulo dedicado a estudiar el método de ondas viajeras nosotros habı́amos llegado a
este mismo resultado al resolver el problema de la ecuación no homogénea de las oscilaciones
en una cuerda infinita; sólo que allá habı́amos obtenido una integración entre 1 e 1 en
el espacio, pues estábamos en el caso de la recta infinita. Allá, además, la función de Green
era la correspondiente al problema en la recta infinita, en general distinta a la función de
Green obtenida en este capı́tulo, donde hemos abordado los problemas en la recta finita. Sin
embargo, es de destacar que la ley para la expresión de la solución del problema de la ecuación
no homogénea es la misma, sólo que integrando en el espacio correspondiente y colocando en la
integral la función de Green que corresponda al problema. En el transcurso del desarrollo del
curso podremos percatarnos de que este resultado, aquı́ obtenido y comentado nuevamente, es
una ley general. Aún más, podremos percatarnos, cuando estudiemos el concepto de solución
fundamental de un operador diferencial, que siempre la solución de una ecuación no homogénea
se puede expresar como la convolución en el espacio y en el tiempo de la inhomogeneidad de la
ecuación por la solución fundamental del operador, que no será más que la función de Green
cuando se le impongan las condiciones de frontera correspondientes al problema fı́sico que se
quiere estudiar.
Por supuesto, para esclarecer más esto último que aquı́ hemos expresado, veamos la siguiente
situación. La fórmula (11.87) -que es idéntica en su forma a la (11.93)- es, en principio,
válida para hallar la solución de la ecuación -hiperbólica o parabólica- no homogénea con
cualquier inhomogeneidad, siempre que las condiciones iniciales y de frontera sean homogéneas.
Intentemos, con su ayuda, hallar la solución generalizada de los siguientes problemas:
Aplicando la fórmula (11.87), o su equivalente (11.93), en ambos casos obtenemos que la solución
es
394 José Marı́n Antuña
Z tZ l
u(x, t) = G(x, ⇠, t ⌧ ) (⇠ x0 ) (⌧ )d⇠d⌧ ⌘ G(x, x0 , t) (11.96)
0 0
Es decir, la función de Green. Esto nos permite afirmar que los problemas definitorios (11.57)
y (11.75) de la función de Green en el caso, respectivamente, de la ecuación hiperbólica y de la
ecuación parabólica, son equivalentes a los problemas (11.94) y (11.95).
Esta equivalencia se comprende, además, a partir del significado fı́sico de los problemas plantea-
dos, pues, en el caso del problema (11.94), la inhomogeneidad en la forma del producto de las
deltas de Dirac en el espacio y en el tiempo significa que una fuerza actúa sobre la cuerda
instantánea (en el momento t = 0) y puntualmente (en el punto x0 ), imprimiéndole a la cuerda
el impulso-longitud por unidad de masa
Z tZ l
I
= (x x0 ) (t)dxdt = 1
⇢ 0 0
Z tZ l
Q= c⇢ (x x0 ) (t)dxdt = c⇢
0 0
Ası́ las cosas, podemos afirmar que la función de Green no es más que la solución fundamental
del operador diferencial, adaptada a las condiciones fı́sicas de frontera del problema que estemos
estudiando. Esta afirmación se comprenderá a plenitud, cuando estudiemos con detalles más
adelante el concepto de solución fundamental en el capı́tulo dedicado al método de la función
de Green.
Antes de hacer otra cosa, veamos algunos ejemplos que puedan ilustrar adecuadamente lo aquı́
dicho.
1. Supongamos que una cuerda de longitud l tiene un extremo fijo y el otro libre. En este
caso el problema a resolver será:
Método de Separación de Variables 395
X 00 + X = 0, 80 < x < l
X(0) = 0 (11.98)
X 0 (l) = 0
Resolviendo este problema, hallamos que, en este caso, los autovalores y las autofunciones
son:
2
(2n + 1)⇡
n =
2l
(2n + 1)⇡
Xn (x) = sin x, 8n = 0, 1, 2, ... (11.99)
2l
X1 ⇢
(2n + 1)⇡a (2n + 1)⇡a (2n + 1)⇡
u(x, t) = An cos t + Bn sin t sin x (11.100)
n=0
2l 2l 2l
1
X 4 (2n + 1)⇡ (2n + 1)⇡ (2n + 1)⇡a
G(x, ⇠, t) = sin x sin ⇠ sin t (11.103)
n=0
(2n + 1)⇡a 2l 2l 2l
396 José Marı́n Antuña
p (2n + 1)⇡a
!n = na =
2l
2. Supongamos, ahora, que una cuerda oscila por la acción de una elongación y una velocidad
iniciales dadas si tiene sus dos extremos libres y sobre ella no actúa ninguna fuerza externa.
Es decir, resolvamos el segundo problema de frontera:
X 00 + X = 0, 80 < x < l
X 0 (0) = 0 (11.105)
X 0 (l) = 0
⇣ n⇡ ⌘2
n =
l
n⇡
Xn (x) = cos x, 8n = 0, 1, 2, 3, ... (11.106)
l
Nótese que, en este caso, n parte de cero, pues la función X0 (x) = 1 6= 0 es autofunción.
Por consiguiente, la solución del problema (11.104) tendrá la expresión:
1 n
X n⇡a n⇡a o n⇡
u(x, t) = An cos t + Bn sin t cos x (11.107)
n=0
l l l
Z l
2 n⇡
An = '(⇠) cos ⇠d⇠ (11.108)
l 0 l
Z l
2 n⇡
Bn = (⇠) cos ⇠d⇠ (11.109)
n⇡a 0 l
Método de Separación de Variables 397
Es necesario destacar que en la fórmula (11.108) el factor 2/l debe sustituirse por 1/l
para el caso en que n = 0, ya que la norma de la autofunción X0 (x) = 1 es l, en vez de
l/2.
La función de Green, en este caso, será:
X1
2 n⇡ n⇡ n⇡a
G(x, ⇠, t) = cos x cos ⇠ sin t (11.110)
n=1
n⇡a l l l
Z l Z l Z l
1 @G(x, ⇠, t)
u(x, t) = '(⇠)d⇠ + '(⇠) d⇠ + (⇠)G(x, ⇠, t)d⇠
l 0 0 @t 0
Nótese que, en esta última expresión, hemos escrito, explı́citamente, el valor correspon-
diente al término independiente A0 , que tiene el sentido fı́sico del promedio de la elon-
gación inicial de la cuerda.
3. Supongamos, ahora, que la cuerda oscila con un extremo fijo y el otro con una unión
elástica; es decir, supongamos que queremos resolver el problema mixto de las oscilaciones
de una cuerda de longitud l con primera y tercera condición de frontera homogéneas, si
dichas oscilaciones son provocadas por una elongación y una velocidad iniciales dadas y
si no existen fuerzas aplicadas sobre la cuerda. El problema será:
X 00 + X = 0, 80 < x < l
X(0) = 0 (11.112)
0
X (l) + hX(l) = 0
p p
X(x) = C1 cos x + C2 sin x
p
X(x) = sin x (11.113)
p p p
cos l + h sin l=0
es decir,
p
p
tan l= (11.114)
h
p
Haciendo µ = l, de (11.114) hallamos una ecuación trascendente para hallar los auto-
valores:
µ
tan µ = (11.115)
hl
Las soluciones de esta ecuación trascendente serán las coordenadas µn , (n = 1, 2, ...) de
µ
los puntos de intersección de las ramas de la función y = tan µ con la recta y = hl de
pendiente negativa (Fig. 11.2). La raı́z µ = 0 la desechamos, ya que no da autovalor,
pues, de acuerdo con (11.113), para µ = 0, X(x) = 0.
Por consiguiente, los autovalores y las autofunciones para este problema de frontera serán:
⇣ µ ⌘2
n
n =
l
µn
Xn (x) = sin x, 8n = 1, 2, 3, ... (11.116)
l
1 n
X µn a µn a o µn
u(x, t) = An cos + Bn sin sin x (11.117)
n=1
l l l
1
X µn
u(x, 0) = An sin x = '(x) (11.118)
n=1
l
1
X µn a µn
ut (x, 0) = Bn sin x = (x) (11.119)
n=1
l l
Las expresiones (11.118) y (11.119) indican que las funciones '(x) y (x) se desarrollan
en series de autofunciones por lo que, de acuerdo con (11.48) y (11.49), tendremos, para
los coeficientes de esos desarrollos, que
Método de Separación de Variables 399
Figura 11.2: Gráfico para hallar los autovalores de la ecuación trascendente (11.115).
Z l
1 µn
An = µn '(⇠) sin ⇠d⇠ (11.120)
k sin l
x k2 0 l
Z l
l 1 µn
Bn = µn (⇠) sin ⇠d⇠ (11.121)
µn a k sin l
x k2 0 l
Es conveniente destacar que, tanto la expresión (11.49), como las expresiones (11.120)
y (11.121), se obtienen a partir de los desarrollos (11.48), (11.118) y (11.119), respec-
tivamente, multiplicando estos por la autofunción, integrando y teniendo en cuenta la
ortogonalidad de las autofunciones. Por ejemplo, escribiendo con subı́ndice de suma-
toria n0 la serie (11.48), multiplicando por Xn (x), integrando y teniendo en cuenta la
ortogonalidad de las autofunciones, tendremos:
400 José Marı́n Antuña
Z l 1
X Z l
f (x)Xn (x)dx = fn0 Xn0 (x)Xn (x)dx =
0 n0 =1 0
1
X
= fn0 k Xn0 k2 nn0 = fn k Xn k2
n0 =1
Z l Z
µn µn 1 l 2µn
k sin x k2 = sin 2
xdx = 1 cos x dx =
l 0 l 2 0 l
Z
l 1 l 2µn l l 2µn
= cos xdx = sin l
2 2 0 l 2 4µn l
X1
1 1 µn µn µn a
G(x, ⇠, t) = µn 2
sin x sin ⇠ sin t (11.123)
n=1
µ n a k sin l
x k l l l
Es de destacar que los ejemplos vistos hasta aquı́ han sido problemas con la ecuación
hiperbólica, es decir, problemas, cuyo sentido fı́sico es el de las oscilaciones de, por ejemplo,
Método de Separación de Variables 401
una cuerda. Sin embargo, en el método de trabajo que en dichos ejemplos se desarrolla
para hallar las autofunciones y los autovalores, se llega a un problema de Sturm-Liouville
que -como sabemos- es idéntico al que se obtendrı́a en el caso de un problema parabólico,
ya que, como vimos al inicio del epı́grafe, el problema de Sturm-Liouville para ambos
tipos de ecuaciones es el mismo y en ellos sólo varı́a la ecuación diferencial que se obtiene
para la función dependiente del tiempo. Por consiguiente, estos ejemplos sirven también
para ilustrar la obtención de los autovalores y las autofunciones de los distintos problemas
de frontera para la ecuación parabólica en (0, l). No obstante, veamos algunos ejemplos
especı́ficos ilustrativos de problemas para la ecuación parabólica.
4. Hallemos la temperatura de una barra de longitud l sin fuentes de calor y aislada térmi-
camente en su superficie longitudinal, si sus extremos están aislados térmicamente y la
temperatura inicial es una función arbitraria de x. Consideremos, como caso particular,
cuando la temperatura inicial es U0 constante.
El problema matemático a resolver en este caso es
De acuerdo con lo visto en el ejemplo 2, las autofunciones serán aquı́ las mismas de aquel
caso, por lo que -separando variables- es fácil llegar a la siguiente expresión de la solución:
1
X n⇡ 2
Cn e ( l ) t cos
n⇡a
u(x, t) = x (11.125)
n=0
l
que no es otra cosa que el promedio de la temperatura inicial en la barra. Este resultado
es fı́sicamente comprensible, ya que, como la barra está totalmente aislada del exterior, a
medida que el tiempo crece, el calor dentro de ella tiende a distribuirse uniformemente, de
manera que, en el lı́mite cuando t ! 1, la temperatura de toda la barra será constante
e igual al promedio de su temperatura inicial.
Si la temperatura inicial es U0 constante, tendremos de (11.126) que
402 José Marı́n Antuña
Z l
2U0 n⇡
Cn = cos ⇠d⇠ = U0 n0
l 0 l
f (x, t) = hu
donde
↵p
h=
c⇢
k ux (0, t) = q1 , k ux (l, t) = q2
Por otra parte, para poder aplicar el método de separación de variables -como hemos visto-
es necesario que las condiciones de frontera sean homogéneas; por lo tanto, exigiremos
que la función w(x) sea tal que convierta en homogéneas las condiciones de frontera del
problema para v(x, t). Exigiremos, además, que en la ecuación (11.130), para v(x, t), no
figuren los dos últimos sumandos de la derecha que contienen a w y su derivada. En otras
palabras, buscaremos la función w(x) de forma que sea solución del problema
h
w00 w = 0
a2
w0 (0) = Q1 (11.131)
w0 (l) = Q2
Entonces, para la función v(x, t), nos queda el siguiente problema a resolver:
Separando variables, para la parte espacial obtenemos las autofunciones y los autovalores
del segundo problema de frontera, dados por (11.106). Para la función del tiempo en este
caso la ecuación que se obtiene es:
T 0 + (h + na
2
)T = 0 (11.134)
2
e ( l )
n⇡a
ht t
Tn (t) = Cn e (11.135)
404 José Marı́n Antuña
Finalmente, por lo tanto, la solución del problema (11.133) vendrá dada por la expresión:
1
X 2 n⇡
Cn e ( l ) t cos
n⇡a
ht
v(x, t) = e x (11.136)
n=0
l
Z l
2 n⇡
Cn = ['(⇠) w(⇠)] cos ⇠d⇠ (11.137)
l 0 l
En la fórmula (11.137) debe tenerse presente que, para n = 0, el factor 2/l (inverso de
la norma de la autofunción) debe sustituirse por 1/l. La solución del problema (11.128)
vendrá dada por (11.129), donde v(x, t) es (11.136) con los coeficientes (11.137) y w(x)
es (11.132). Es de interés hacer notar que (11.136) es la solución del problema (11.133)
que responde, fı́sicamente, a la distribución de temperaturas en una barra que, con una
distribución inicial de temperaturas, realiza un intercambio de calor con el medio exterior
a través de su superficie longitudinal, si sus extremos están aislados térmicamente. Debido
al factor e ht se ve que la temperatura de la barra tiende a cero para t ! 1, ya que el
calor se escapa de la barra hacia el exterior a través de la superficie de la barra.
Supongamos que queremos hallar las oscilaciones de una cuerda de longitud l con una fuerza
aplicada, con condiciones iniciales diferentes de cero y condiciones de frontera, también, no
homogéneas. Paralelamente y por la similitud del procedimiento a utilizar, acometeremos el
problema de hallar la temperatura en una barra de longitud l en cuyo interior hay fuentes de
calor, si la condición inicial es diferente de cero y las condiciones de frontera son, también,
diferentes de cero. En ambos casos, para fijar ideas, haremos nuestro análisis para condiciones
de frontera de primer tipo. Además, haremos algunas consideraciones y comentarios para el
acometimiento de problemas similares en los que las condiciones de frontera no homogéneas
sean de otro tipo.
Para poder aplicar el método de separación de variables, según vimos, es necesario que las
condiciones de frontera sean homogéneas. Por consiguiente, buscaremos la solución, tanto del
problema (11.138), como del problema (11.139), en la forma
donde escogeremos la función w(x, t) continua y diferenciable en (0, l) y de forma tal que
el problema que quede para v(x, t) tenga ya condiciones de frontera homogéneas. Es fácil
comprobar que, para v(x, t), se obtiene el siguiente problema:
En el caso hiperbólico:
y, en el caso parabólico:
x
w(x, t) = µ(t) + [⌫(t) µ(t)] (11.144)
l
En el caso hiperbólico:
y, en el caso parabólico:
donde v (1) (x, t) es la solución del problema con la ecuación homogénea del problema (11.145)
ó (11.146), las condiciones iniciales de uno u otro de dichos problemas y las condiciones de
frontera nulas del problema en cuestión y v (2) (x, t) es la solución del problema con la ecuación
no homogénea del problema (11.145) ó (11.146) y las condiciones iniciales y de frontera ho-
mogéneas. Dichos problemas para v (1) (x, t) y v (2) (x, t) ya han sido resueltos por nosotros en
puntos anteriores de este epı́grafe, de manera que, en principio, queda resuelto el problema más
general posible para la ecuación hiperbólica y para la ecuación parabólica unidimensionales en
un segmento finito (0, l) por el método de separación de variables.
Es necesario destacar que, para los problemas de frontera de segundo y tercer tipo y mix-
tos, el procedimiento de proponer la función w(x, t) en la forma (11.144) no es aplicable. El
procedimiento general está basado, como dijimos, en el principio de superposición expuesto an-
teriormente y el lector que intente resolver un problema con condiciones de frontera de segundo,
tercer tipo o mixto, deberá guiarse por lo establecido en dicho principio.
La técnica para hacer homogéneas las condiciones de frontera de un problema, a fin de aplicar el
método de separación de variables, se puede sistematizar. Ya habı́amos visto que para resolver
el primer problema de frontera con condiciones de primer tipo se buscaba la solución en la forma
(11.140) y, entonces, bastaba elegir a w(x, t) en la forma (11.144), pues de esa manera para
v(x, t) se obtenı́an condiciones de frontera homogéneas. El problema para v(x, t) se resolvı́a ya
por el método de separación de variables.
En esencia, para hacer homogéneas las condiciones de frontera de v(x, t), es suficiente construir
una función w(x, t) continua hasta sus segundas derivadas en (0, l) que satisfaga las mismas
condiciones de frontera del problema que se desea resolver. Ası́, por ejemplo, si el problema a
resolver es el segundo problema de frontera, cuyas condiciones son
x2
w(x, t) = µ(t)x + [⌫(t) µ(t)] (11.150)
2l
pues ası́, las condiciones de segundo tipo para v(x, t) se hacen homogéneas.
Supongamos, ahora, que el problema que queremos resolver es un problema mixto con condi-
ciones
En este caso, la función w(x, t) que hace homogéneas las condiciones referidas para v(x, t) puede
tomarse igual a
x2
w(x, t) = µ(t) + ⌫(t) (11.152)
2l
La condición
h 1
a= , c= (11.157)
1 + hl 1 + hl
Método de Separación de Variables 409
✓ ◆
hx x
w(x, t) = 1 µ(t) + ⌫(t) (11.158)
1 + hl 1 + hl
proponemos la función w(x, t) en la forma (11.154). Al exigirle que cumpla las condiciones
(11.159), para los parámetros a, b, c y d se obtienen los valores
h2 1 + h2 l
a= , b=
h1 + h2 + h1 h2 l h1 + h2 + h1 h2 l
h1 1
c= , d= (11.160)
h1 + h2 + h1 h2 l h1 + h2 + h1 h2 l
con lo que queda construida la función que hace homogéneas las condiciones de tercer tipo
para la función v(x, t). Un caso particular de las condiciones de tercer tipo se obtiene cuando
h1 = h2 = h:
En este caso, en la función w(x, t) dada por (11.154) los parámetros a, b, c y d son:
1 1 + hl 1 1
a= , b= , c= , d= (11.162)
2 + hl h(2 + hl) 2 + hl h(2 + hl)
1 + hl 1
a = 1, b = , c = 0, d = (11.164)
h h
✓ ◆
1 + hl 1
w(x, t) = x µ(t) + ⌫(t) (11.165)
h h
Con lo expuesto aquı́, el lector queda en posesión de todos los recursos necesarios para aplicar el
esquema general de separación de variables, desarrollado anteriormente, en cualquier problema
de frontera de ecuaciones hiperbólicas y parabólicas en el intervalo 0 < x < l.
1. Supongamos que sobre una cuerda de longitud l, con sus extremos fijos, actúa una fuerza, por
unidad de longitud, de intensidad F (x, t) = F (x) sin !t; es decir, una fuerza periódica armónica,
con frecuencia ! constante. Queremos hallar la expresión de las oscilaciones, suponiendo que
la elongación inicial y la velocidad inicial son nulas.
Antes de acometer la solución del problema, debemos aclarar que hemos supuesto extremos
fijos para fijar ideas, aunque lo que a continuación desarrollaremos es, en esencia, válido para
cualesquiera condiciones de frontera homogéneas en los extremos de la cuerda. Además, las
condiciones iniciales nulas las proponemos para simplificar la resolución del problema, pues lo
que queremos investigar es lo que aporta, cualitatiamente, al movimiento de la cuerda el hecho
de que la fuerza aplicada tenga la forma arriba propuesta y, como sabemos, de ser diferentes de
cero las condiciones iniciales, por el principio de superposición siempre podrı́amos descomponer
el problema en uno como el que a continuación vamos a resolver y otro que responderı́a a la
ecuación homogénea con condiciones iniciales dadas, que sin dificultades ya sabemos resolver.
Ası́ las cosas, llamando f (x) = F (x)/⇢, queremos resolver el siguiente problema:
El problema (11.166) es un importante caso particular del problema con ecuación no homogénea
y condiciones iniciales y de frontera homogéneas ya estudiado en el punto 7 de este epı́grafe, por
lo que utilizaremos los resultados ya obtenidos. De acuerdo con la fórmula (11.87) y teniendo en
cuenta que, por ser condiciones de frontera de primer tipo, las autofunciones y los autovalores,
respectivamente, son
Método de Separación de Variables 411
n⇡ p n⇡
Xn (x) = sin x, n = (11.167)
l l
y, por lo tanto, en la expresión de la función de Green (11.65) hay que colocar dichas autofun-
ciones y dichos autovalores, la solución del problema (11.166) tiene la forma
Z tZ lX 1
1 2 n⇡ n⇡
u(x, t) = sin x sin ⇠ sin !n (t ⌧ )f (⇠) sin !⌧ d⇠d⌧ =
0 0 n=1 n⇡a l l l
X1 Z l Z t
1 n⇡ n⇡
= sin x f (⇠) sin ⇠d⇠ sin !n (t ⌧ ) sin !⌧ d⌧ =
n=1
n⇡a l 0 l 0
X1 Z t
1 n⇡
= fn sin x sin !n (t ⌧ ) sin !⌧ d⌧ (11.168)
n=1
! n l 0
p n⇡a
donde, recordemos, !n = na ⌘ l
son las frecuencias propias de la cuerda y
Z l
2 n⇡
fn = f (⇠) sin ⇠d⇠ (11.169)
l 0 l
son los coeficientes de Fourier del desarrollo de la función f (x) en serie de autofunciones.
Calculemos la integral que aparece en la extrema derecha en la expresión (11.168). No es difı́cil
ver que, si ! 6= !n , es decir, si la frecuencia de la fuerza aplicada no coincide con ninguna de
las frecuencias propias de la cuerda, se obtiene
Z t
1
I= sin !n (t ⌧ ) sin !⌧ d⌧ = [!n sin !n t ! sin !t] (11.170)
0 !n2 !2
X1
fn 1 n⇡
u(x, t) = 2
[!n sin !n t ! sin !t] sin x (11.171)
! !
n=1 n n
!2 l
Sin embargo si, para n = n0 , ocurre que !n0 = !; es decir, si la frecuencia de la fuerza aplicada
coincide con una de las frecuencias propias de la cuerda, entonces, para ese armónico particular
de la cuerda, el coeficiente que le corresponde será (en la integral I para ese caso consideramos
!n0 = !):
Z t
1
I= sin !(t ⌧ ) sin !⌧ d⌧ = [sin !t !t cos !t] (11.172)
0 2!
por lo que, en el caso en que hay resonancia (o sea, que la frecuencia de la fuerza coincide con
una de las frecuencias propias de la cuerda), la solución será:
412 José Marı́n Antuña
1
X fn 1 n⇡
u(x, t) = [!n sin !n t ! sin !t] sin x+
!n !n ! 2
2 l
n=1(n6=n0 )
fn0 n0 ⇡
+ [sin !t !t cos !t] sin x (11.173)
2! 2 l
El último término en (11.173) crece, en valor absoluto, indefinidamente a medida que t crece,
lo que significa que la elongación de la cuerda se hará, en valor absoluto, cada vez mayor hasta
que, en un momento dado, se parta la cuerda. Es de notar que siempre que la frecuencia
! de la fuerza aplicada coincida con una frecuencia propia cualquiera de la cuerda !n0 esto
ocurrirá, aunque es evidente que, mientras más pequeña sea n0 , menos tiempo durará la cuerda
sin partirse, ya que ! en (11.173) es más pequeña. En los problemas mecánicos esta situación
de resonancia es indeseable y por todos los medios se trata de evitar, a fin de preservar la
integridad de los sistemas mecánicos; es conocida la anécdota de la vida real en la que un grupo
de soldados, al marchar sobre un puente con paso uniforme, de manera que golpeaban el piso del
puente con frecuencia coincidente con una de las frecuencias propias del puente, destrozaron el
mismo y sufrieron un lamentable accidente. Por la misma causa los trenes, al pasar por puentes
de longitud grande no lo hacen a velocidad uniforme; ası́ evitan que las vibraciones del puente,
provocadas por los golpes periódicos de las ruedas del tren al pasar los tramos de longitud
constante de las lı́neas provoquen una acción sobre el puente con una fuerza con frecuencia
igual a una de las frecuencias propias del puente y evitar ası́ que no se produzca el fenómeno de
resonancia que aquı́ hemos visto y el puente se destruya con consecuencias catastróficas para el
tren y los pasajeros que en él viajen. Sin embargo, en los sistemas electrónicos, precisamente lo
que se busca es lograr la resonancia; por ejemplo, en un circuito RLC de sintonı́a de cualquier
radiorreceptor, el capacitor variable se utiliza para lograr la resonancia del sistema con una
de las ondas electromagnéticas que se reciben a través de la antena y, de esa manera, poder
sintonizar la estación que transmite a esa frecuencia. Esto puede verse con más detenimiento
en cualquier curso elemental de radiotécnica y electrónica.
2. Supongamos que una cuerda de longitud l, con sus extremos fijos, oscila, producto de
determinadas condiciones iniciales dadas, en un medio que le ofrece a su movimiento una
resistencia proporcional a la velocidad. Queremos hallar las elongaciones de la cuerda, teniendo
en cuenta todas las posibilidades del valor del coeficiente de proporcionalidad de la resistencia
y despreciando en el proceso la acción de la gravedad.
n⇡a
donde !n = l
son las frecuencias propias de la cuerda.
Aplicando a (11.175) el método de Euler para hallar la solución general, proponemos la solución
como T (t) = ekt , por lo que obtenemos la siguiente ecuación caracterı́stica:
p
k= ⌫± ⌫2 !n2
1. Sea ⌫ < !1 = ⇡a l
. Entonces, las dos raı́ces de (11.176) son complejas, de manera que la
solución general de (11.175) será:
⌫t
Tn (t) = e {An cos !
˜ n t + Bn sin !
˜ n t} (11.177)
p
donde ! ˜ n = !n2 ⌫ 2 son las frecuencias con que oscila, en este caso, la cuerda y que,
evidentemente, son menores que las frecuencias propias de la cuerda. Por consiguiente,
las oscilaciones de la cuerda aquı́ serán
1
X
⌫t n⇡
u(x, t) = e {An cos !
˜ n t + Bn sin !
˜ n t} sin x (11.178)
n=1
l
De la expresión (11.178) es evidente que las oscilaciones van amortiguándose con el tiempo,
debido a la presencia del factor e ⌫t en la expresión de la solución. Estamos, por lo tanto,
en presencia de oscilaciones amortiguadas. Los coeficientes An y Bn se hallan a partir
de las condiciones iniciales del problema (11.174) y para ellos se obtiene:
Z l Z l
2 n⇡ ⌫An 2 n⇡
An = '(⇠) sin ⇠d⇠, Bn = + (⇠) sin ⇠d⇠ (11.179)
l 0 l !
˜n l˜
!n 0 l
⌫t
T1 (t) = e (A1 + B1 t) (11.180)
para n 2 las soluciones, al igual que en el caso anterior, vendrán dadas por (11.177),
por lo que, de acuerdo con (11.180), la solución en este caso será:
( 1
)
⇡ X n⇡
⌫t
u(x, t) = e (A1 + B1 t) sin x + {An cos !
˜ n t + Bn sin !
˜ n t} sin x (11.181)
l n=2
l
3. Sea ⌫ > !1 , digamos, por ejemplo, para fijar ideas, !3 < ⌫ < !4 . En este caso, para
n = 1, 2, 3, las raı́ces de la ecuación caracterı́stica (11.176) son reales, de manera que
n p2 p o
⌫t 2t ⌫ 2 !n
2t
Tn (t) = e An e ⌫ !n
+ Bn e (11.182)
y, para n 4, las Tn (t) vendrán dadas, de nuevo, por (11.177). Por lo tanto, la expresión
de la solución en este caso será
3 n
X p2 p o
⌫t 2t ⌫ 2 !n
2t n⇡
u(x, t) = e An e ⌫ !n
+ Bn e sin x+
n=1
l
1
X
⌫t n⇡
+ e {An cos !
˜ n t + Bn sin !
˜ n t} sin x (11.183)
n=4
l
@u
|S = µ(M, t), 8M 2 S
@n
@u
|S + hu|S = µ(M, t), 8M 2 S
@n
Esto, por supuesto, depende de las caracterı́sticas del problema fı́sico que se desea resolver y
no vamos a abordarlo aquı́ en una forma general.
Es necesario decir que, para los problemas de frontera aquı́ formulados, se puede enunciar
y demostrar el teorema de unicidad de la solución en forma general, al igual que lo hicimos
anteriormente para los problemas planteados en una sola dimensión espacial. No obstante, en
este momento no nos detendremos en el análisis de este aspecto, que consideraremos establecido
y que puede verse como una generalización al caso de varias dimensiones espaciales de los
teoremas demostrados en aquella ocasión. En el libro de Ecuaciones Integrales del autor, al
estudiar la equivalencia entre las ecuaciones integrales y los problemas de frontera, se vuelve a
tocar este aspecto.
Para abordar la resolución de los problemas (11.184) y (11.185) -ası́ como de los problemas
que se deriven de colocar, en lugar de la condición de frontera de primer tipo, una condición
de frontera de segundo o de tercer tipo- por el método de separación de variables, debemos,
inicialmente, hacer cero la condición de frontera. Para ello, buscaremos la solución en la forma
y exigiremos que la función w(M, t) satisfaga la condición del problema que queremos resolver.
En el caso del primer problema de frontera (11.184) o (11.185) esto significa que exigiremos que
Entonces, para la función v(M, t), a partir de (11.184) o (11.185), obtenemos, respectivamente,
los problemas:
ó
y exigimos que v (1) (M, t) y v (2) (M, t) sean, respectivamente, la solución de los problemas siguien-
tes:
(1)
vtt = a2 r2 v (1) , 8M 2 V, t > 0
v (1) (M, 0) = '⇤ (M )
(1) ⇤
vt (M, 0) = (M ) (11.192)
(1)
v |S = 0, 8M 2 S
(2)
vtt = a2 r2 v (2) + f ⇤ (M, t), 8M 2 V, t > 0
v (2) (M, 0) = 0
(2)
vt (M, 0) = 0 (11.193)
v (2) |S = 0, 8M 2 S
(1)
vt = a2 r2 v (1) , 8M 2 V, t > 0
v (1) (M, 0) = '⇤ (M ) (11.194)
v (1) |S = 0, 8M 2 S
(2)
vt = a2 r2 v (2) + f ⇤ (M, t), 8M 2 V, t > 0
v (2) (M, 0) = 0 (11.195)
v (2) |S = 0, 8M 2 S
418 José Marı́n Antuña
Al desarrollo del esquema general de separación de variables en este caso nos dedicaremos a
continuación.
utt = a2 r2 u, 8M 2 V, t > 0
u(M, 0) = '(M )
ut (M, 0) = (M ) (11.196)
c.f.|S = 0, 8M 2 S
ut = a2 r2 u, 8M 2 V, t > 0
u(M, 0) = '(M ) (11.197)
c.f.|S = 0, 8M 2 S
Nótese que hemos puesto en forma genérica que la condición de frontera (c.f. en el plantea-
miento) -que puede ser de cualquiera de los tipos- sea homogénea y que, de forma similar a
como actuamos en el caso de una sola dimensión espacial, comenzamos abordando el problema
de la ecuación homogénea y condiciones iniciales dadas.
utt = a2 r2 u, ut = a2 r2 u
c.f.|S = 0 (11.198)
u(M, t) = v(M )T (t) 6= 0
Método de Separación de Variables 419
T 00 v = a2 T r2 v, T 0 v = a2 T r2 v (11.199)
T 00 r2 v T0 r2 v
= = , = = (11.200)
a2 T v a2 T v
T 00 + a2 T = 0, T 0 + a2 T = 0 (11.201)
p p
T (t) = A cos at + B sin at (11.202)
a2 t
T (t) = Ce (11.203)
En ambos casos, de (11.200) obtenemos para la función v(M ) y teniendo en cuenta la condición
de frontera del problema auxiliar (11.198), el problema:
r2 v + v = 0, 8M 2 V
c.f.|S = 0 (11.204)
Nótese que la ecuación para v(M ) que figura en el problema (11.204) es una ecuación de
Helmholtz para el caso en que c = > 0. Cuando estudiamos el planteamiento de los problemas
para la ecuación de Helmholtz, nosotros hicimos alusión a este problema; ahora veremos en
detalle las afirmaciones que en aquella ocasión hicimos.
Para los autovalores y las autofunciones del problema (11.204) se tienen las siguientes propie-
dades:
1. Los autovalores del problema de Sturm-Liouville forman un conjunto infinito, real y or-
denable:
lim = 1
n!1
o, finalmente,
RRR
(rvn )2 dP
n = R RV R 2 0 (11.206)
v dP
V n
RRR RR
V
(rvn )2 dP h S vn2 dS
n = RRR 2 +RRR 2 0 (11.207)
v dP
V n
v dP
V n
r2 vn + n vn ⌘0 (11.210)
r2 vm + m vm ⌘0 (11.211)
La primera integral de volumen a la izquierda de (11.212) puede ser sustituida por una
integral por la superficie S, de acuerdo con la segunda fórmula de Green:
Z Z Z Z Z ✓ ◆
2 2 @vn @vm
{vm r vn vn r vm }dP = vm vn dS = 0 (11.213)
V S @n @n
Z Z Z
( n m) vn vm dP ⌘ 0 (11.214)
V
Por consiguiente, si n 6= m , la integral de volumen tiene que ser cero, con lo que queda
demostrada la ortogonalidad. Si n = m , la identidad (11.214) se sigue cumpliendo,
aunque la integral se transforma en el cuadrado de la norma de la autofunción que,
obviamente, no es cero, en virtud de la definición de autofunción.
Demostrada la propiedad.
1
X
f (M ) = fn vn (M ) (11.215)
n=1
Z Z Z 1
X Z Z Z
f (P )vm (P )dP = fn vn (P )vm (P )dP =
V n=1 V
X1
= fn k vn k2 nm = fm k vm k2
n=1
Las cuatro propiedades enumeradas nos permiten afirmar que el sistema de autofunciones del
problema de Sturm-Liouville forman una base ortogonal de un espacio funcional de infinitas
dimensiones, cuyos elementos son el conjunto de todas las funciones continuas y dos veces
diferenciables en V .
Hacemos
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
v̄n(1) v̄n(2) dP = v̄n(1) vn(2) dP +↵ [v̄n(1) ]2 dP = 0 (11.221)
V V V
Análogamente, proponemos:
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
v̄n(3) v̄n(1) dP = vn(3) v̄n(1) dP + 1 [v̄n(1) ]2 dP +
V V V
Z Z Z
+ 2 v̄n(1) v̄n(2) dP = 0 (11.224)
V
La integral que acompaña a 2 en (11.224) es cero, en virtud de (11.221), de manera que, para
1 obtenemos:
y de la condición
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
v̄n(3) v̄n(2) dP = vn(3) v̄n(2) dP + 1 v̄n(1) v̄n(2) dP +
V V
Z Z ZV
+ 2 [v̄n(2) ]2 dP = 0 (11.226)
V
como la integral que acompaña a 1 es, de acuerdo con (11.221), igual a cero, obtenemos para
2 la expresión:
A continuación se propondrı́a
Es conveniente, por último, aclarar que, debido a la generalidad de nuestra exposición, aquı́
hemos utilizado un solo número discreto n para caracterizar al conjunto de autovalores y au-
tofunciones. Sin embargo, veremos más adelante que, producto de que los problemas que
resolvemos son en varias dimensiones espaciales, el número n es, en realidad, un conjunto de
Método de Separación de Variables 425
números discretos; la degeneración de los autovalores genera, a su vez, nuevos números. Todo
esto será visto en los ejemplos que, en el futuro, desarrollaremos.
Una vez resuelto el problema de Sturm-Liouville y hallados los autovalores y las autofunciones,
podemos, teniendo en cuenta las soluciones (11.202) y (11.203), escribir la solución del problema
auxiliar (11.198) en la siguiente forma:
p p
un (M, t) = {An cos n at + Bn sin n at}vn (M ) (11.229)
2t
na
un (M, t) = Cn e vn (M ) (11.230)
Para el problema (11.196) buscamos la solución como la superposición de las soluciones (11.229)
del problema auxiliar; es decir:
1
X p p
u(M, t) = {An cos n at + Bn sin n at}vn (M ) (11.231)
n=1
1
X
u(M, 0) = An vn (M ) = '(M ) (11.232)
n=1
1
X p
ut (M, 0) = Bn n avn (M ) = (M ) (11.233)
n=1
Si las funciones '(M ) y (M ) cumplen los requisitos del teorema del desarrollo, entonces, para
los coeficientes An y Bn se obtienen las expresiones:
426 José Marı́n Antuña
Z Z Z
1
An = '(P )vn (P )dP (11.234)
k v n k2 V
Z Z Z
11
Bn = p 2
(P )vn (P )dP (11.235)
n a k vn k V
De esta forma, la solución del problema (11.196) vendrá dada por la expresión (11.231), donde
los coeficientes vienen dados por las fórmulas (11.234) y (11.235). Coloquemos estas últimas
expresiones, explı́citamente, en (11.231). Obtenemos:
1
X Z Z Z p
1
u(M, t) = '(P )vn (P )dP cos n atvn (M ) +
n=1
k v n k2 V
1
X Z Z Z p
1 1
+ p 2
(P )vn (P )dP sin n atvn (M ) (11.236)
n=1 n a k vn k V
Como las series en (11.236), por hipótesis, convergen absoluta y uniformemente, podemos
intercambiar la integración con la sumatoria y obtener:
Z Z Z Z Z Z
@G(M, P, t)
u(M, t) = '(P ) dP + (P )G(M, P, t)dP (11.237)
V @t V
X1 p
v (M )vn (P )
G(M, P, t) = pn 2
sin n at (11.238)
n=1 n a k vn k
La función (11.238) es la función de Green para la ecuación hiperbólica, ya que es fácil com-
probar, con la ayuda de (11.237), que es la solución del problema
utt = a2 r2 u, 8M 2 V, t > 0
u(M, 0) = 0
ut (M, 0) = (M, M0 ) (11.239)
c.f.|S = 0, 8M 2 S
cuya solución es, por definición, la función de Green, ya que, fı́sicamente, este problema responde
a la aplicación de un impulso unitario, instantáneo y puntual en el punto M0 , en el instante
t = 0.
Método de Separación de Variables 427
1
X Z Z Z
2t
na
u(M, t) = Cn e vn (M ) ⌘ '(P )G(M, P, t)dP (11.240)
n=1 V
Z Z Z
1
Cn = '(P )vn (P )dP (11.241)
k v n k2 V
y donde
1
X vn (M )vn (P ) na
2t
G(M, P, t) = e (11.242)
n=1
k vn k2
ut = a2 r2 u, 8M 2 V, t > 0
u(M, 0) = (M, M0 ) (11.243)
c.f.|S = 0, 8M 2 S
1
X
u(M, t) = Tn (t)vn (M ) (11.245)
n=1
y, aceptando que la función f (M, t) satisface las condiciones del teorema del desarrollo, la
expresamos en serie de autofunciones en la forma:
1
X
f (M, t) = fn (t)vn (M ) (11.246)
n=1
donde
Z Z Z
1
fn (t) = f (P, t)vn (P )dP (11.247)
k v n k2 V
1
X 1
X 1
X
Tn00 (t)vn (M ) = a2 Tn (t)r2 vn (M ) + fn (t)vn (M ) (11.248)
n=1 n=1 n=1
1
X
{Tn00 + na
2
Tn fn (t)}vn (M ) = 0 (11.249)
n=1
Teniendo en cuenta las condiciones iniciales del problema (11.244), obtenemos de (11.249) el
siguiente problema de Cauchy para hallar las funciones Tn (t):
Tn00 + na
2
Tn = fn (t), 8t > 0
Tn (0) = 0 (11.250)
Tn0 (0) = 0
Z t p
1
Tn (t) = p fn (⌧ ) sin n a(t ⌧ )d⌧ (11.251)
a n 0
Método de Separación de Variables 429
1
X Z t p
1
u(M, t) = p fn (⌧ ) sin n a(t ⌧ )d⌧ vn (M ) (11.252)
n=1
a n 0
Z tZ Z Z
u(M, t) = f (P, ⌧ )G(M, P, t ⌧ )dP d⌧ (11.253)
0 V
donde
X1 p
v (M )vn (P )
G(M, P, t ⌧) = pn 2
sin n a(t ⌧) (11.254)
n=1 n a k vn k
es la misma función de Green (11.238), obtenida en el inciso anterior, pero evaluada en tiem-
pos t ⌧ . La fórmula (11.253) nos permite concluir que la función de Green es la solución
generalizada del problema
que, por lo tanto, resulta equivalente al problema (11.243), definitorio de la función de Green.
Al igual que en el caso de una dimensión espacial, no es difı́cil comprobar que la inhomogenei-
dad en la ecuación del problema (11.255) corresponde, fı́sicamente, a la presencia de una fuente
unitaria, instantánea y puntual, que imprime un impulso unitario al punto M0 en el instante
t = 0. El problema (11.255) nos evidencia que la función de Green (11.238) (es decir, (11.254))
es la solución fundamental generalizada del operador de D’Alembert en el volumen V , corres-
pondiente a la condición de frontera del problema (11.255). Sobre este concepto de solución
fundamental volveremos cuando estudiemos el método de la función de Green y se precisa con
mayor profundidad en el libro de Funciones Generalizadas del autor.
Nótese que, en su estructura, la fórmula (11.253) tiene la misma forma que obtuvimos al resolver
el problema en una dimensión espacial, tanto en la cuerda finita por el método de separación
de variables, como en la cuerda infinita por el método de las ondas viajeras: la solución viene
expresada como una integración en el tiempo transcurrido (0, t) y en el espacio considerado (en
este caso, el volumen V ; anteriormente, en la cuerda infinita se integraba en ( 1, 1) y, en
la cuerda finita se hacı́a en (0, l)) del producto de la función de Green por la inhomogeneidad
430 José Marı́n Antuña
de la ecuación. Veremos más adelante que esta regla es general y una propiedad intrı́nseca del
concepto de solución fundamental.
Z tZ Z Z
u(M, t) = f (P, ⌧ )G(M, P, t ⌧ )dP d⌧ (11.257)
0 V
1
X vn (M )vn (P ) na
2 (t ⌧)
G(M, P, t ⌧) = e (11.258)
n=1
k vn k2
es la misma función de Green (11.242) del inciso anterior, pero evaluada en tiempos t ⌧ y
que, como se ve, es la solución del problema
que, por tanto, resulta equivalente al problema (11.243), definitorio de la función de Green. La
fuente colocada en el problema (11.259) representa el desprendimiento en M0 , en el instante
t = 0, de la unidad de calor, como no es difı́cil comprobar. Al igual que en el caso hiperbólico,
el problema (11.259) evidencia que la función de Green (11.242) (es decir, (11.258)) es la
solución fundamental generalizada del operador de difusión en el volumen V , correspondiente
a la condición de frontera del problema (11.256).
De nuevo, al igual que en el caso hiperbólico, vemos que la solución del problema viene dada
por una integración, en el tiempo transcurrido y en el espacio considerado, del producto de la
función de Green por la inhomogeneidad de la ecuación. Se aprecia, igualmente, la similitud de
esta expresión de la solución con lo estudiado al resolver la ecuación parabólica no homogénea
unidimensional en una barra de longitud l. Más adelante podremos percatarnos de que, en
la recta infinita, la solución del problema para la ecuación parabólica no homogénea tiene
la misma estructura; es decir, una integral en el tiempo transcurrido (0, t) y en el espacio
considerado (allá será entre 1 y +1) del producto de la función de Green que se obtenga
Método de Separación de Variables 431
por la inhomogeneidad de la ecuación. Como dijimos arriba, esta regularidad -que se cumple
en todos los casos de ecuaciones de la Fı́sica Matemática- será fundamentada en el capı́tulo que
se dedica a la función de Green de la presente obra.
Con las soluciones obtenidas en este punto, ya estamos en condiciones de resolver el problema
más general para las ecuaciones hiperbólicas y parabólicas en varias dimensiones espaciales por
el método de separación de variables en dominios finitos.
Como hemos visto, el problema central radica en la solución del problema de Sturm-Liouville
(11.204) y la obtención, con ello, de las autofunciones y los autovalores del problema de frontera.
En dependencia del tipo de dominio V donde estemos buscando la solución, ésta tendrá diferente
forma. Esto está dado por el hecho de que la expresión del laplaciano en distintos sistemas de
coordenadas tiene diferente estructura.
Sin embargo, si el dominio donde queremos resolver el problema es cilı́ndrico o esférico, en-
tonces, expresar la condición de frontera en coordenadas cartesianas serı́a complejo, ya que ello
conducirı́a a determinadas ecuaciones difı́ciles de trabajar. Pero en coordenadas cilı́ndricas o
esféricas, según el caso, la condición de frontera se expresarı́a por una ecuación simple, mediante
la constancia de una de las variables. Sin embargo, como el laplaciano en coordenadas cilı́ndricas
o esféricas tiene una expresión más compleja, la solución vendrá dada en términos de funciones
especiales. Esta situación es inevitable y trataremos, en próximos epı́grafes, de dar una ejem-
plificación de ello.
Si el dominio donde se desea resolver el problema es más complejo, como, digamos por ejemplo,
elipsoides, hiperboloides, etc. la situación se complica aún más. En ocasiones muy limitadas,
utilizando algún sistema de coordenadas especiales, es posible hallar una solución analı́tica,
pero en la mayorı́a de los casos no queda más remedio que recurrir a los métodos numéricos
de solución, con el uso de las técnicas de computación. Este camino, por veces el más común,
requiere de estudios especı́ficos que no entran dentro del marco del presente libro. En un
capı́tulo posterior haremos una breve incursión en los métodos de diferencias finitas que per-
miten preparar los problemas de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden para
que puedan ser resueltos con la ayuda de las técnicas de computación.
problemas de esta ı́ndole, en aquellos casos en que, por las caracterı́sticas del dominio donde se
busca la solución, es factible la obtención de soluciones analı́ticas por el método de separación
de variables.
Aquı́ estamos ante un primer problema de frontera del tipo del problema (11.197) del epı́grafe
anterior. Para resolverlo, coloquemos un sistema de coordenadas cartesianas con el origen en
uno de los vértices del paralelepı́pedo, según se ilustra en la figura 11.3.
T 0 + a2 T = 0 (11.262)
cuya solución es
Método de Separación de Variables 433
a2 t
T (t) = Ce (11.263)
y para la función v(x, y, z) obtenemos el problema de Sturm-Liouville:
Para resolver el problema (11.264) y hallar los autovalores y las autofunciones, proponemos:
X 00 W + Xr2yz W + XW = 0 (11.266)
donde por r2yz expresamos la parte del laplaciano, correspondiente a las variables y, z. Divi-
diendo (11.266) entre XW y separando variables, queda:
r2yz W X 00
+ = =µ (11.267)
W X
La presencia de la constante µ está dada por el hecho de que, en (11.267), la parte izquierda
es función de y, z, en tanto que la parte derecha es sólo función de x. De aquı́, para W (y, z),
obtenemos la ecuación
y para la función X(x), teniendo en cuenta el primer par de condiciones de frontera del problema
(11.264), obtenemos el siguiente problema unidimensional de Sturm-Liouville:
X 00 + µX = 0, 80 < x < l1
X(0) = 0 (11.269)
X(l1 ) = 0
Debemos destacar el hecho de que el signo asignado a la constante µ en (11.267) está dado
porque debemos obtener -dadas las condiciones de frontera del problema- soluciones oscilantes
en la dirección del eje x, a fin de poder lograr que, en x = 0 y en x = l1 , la solución se reduzca
a cero, lo que no se lograrı́a igualando a µ, ya que, en ese caso, las soluciones de la ecuación
para X(x) serı́an exponenciales reales, que nunca podrı́an hacerse cero, a la vez, en x = 0 y
en x = l1 , a menos que fuera la solución trivial. Este criterio para definir el signo a poner
delante de la constante de separación de variables siempre debe tenerse en cuenta al resolver
los problemas.
Desde el epı́grafe 1 del presente capı́tulo sabemos que el problema (11.269) tiene por solución
las autofunciones y los autovalores siguientes:
✓ ◆2
n⇡ n⇡
Xn (x) = sin x, µn = , 8n = 1, 2, 3, ... (11.270)
l1 l1
Y 00 Z + Y Z 00 + ( µ)Y Z = 0 (11.272)
Z 00 Y 00
+( µ) = =⌫ (11.273)
Z Y
donde la constante ⌫ aparece como resultado de que la parte izquierda en (11.273) es función
sólo de z, en tanto que la derecha lo es sólo de y. De aquı́ y teniendo en cuenta las restantes
condiciones de frontera del problema (11.264), obtenemos para la función Y (y) el problema
unidimensional
Y 00 + ⌫Y = 0, 80 < y < l1
Y (0) = 0 (11.274)
Y (l2 ) = 0
cuya solución, como sabemos, viene dada por las autofunciones y los autovalores:
✓ ◆2
m⇡ m⇡
Ym (y) = sin y, ⌫m = , 8m = 1, 2, 3, ... (11.275)
l2 l2
= µ ⌫ (11.276)
obtenemos el problema:
Z 00 + Z = 0, 80 < z < l3
Z(0) = 0 (11.277)
Z(l3 ) = 0
✓ ◆2
k⇡ k⇡
Zk (z) = sin z, k = , 8k = 1, 2, 3, ... (11.278)
l3 l3
Por consiguiente, de acuerdo con (11.265), (11.271) y (11.276), las autofunciones y los autova-
lores del problema de Sturm-Liouville (11.264) son:
436 José Marı́n Antuña
n⇡ m⇡ k⇡
vnmk (x, y, z) = sin x sin y sin z (11.279)
l1 l2 l3
✓ ◆
2 n2 m2 k 2
nmk =⇡ + 2 + 2 (11.280)
l12 l2 l3
donde:
Nótese que, como habı́amos aclarado anteriormente, en este caso se presentan tres números
discretos, n, m, k, que toman, independientemente entre sı́, valores dentro del conjunto de los
números naturales, producto de ser un problema en tres dimensiones espaciales. La suma de los
autovalores unidimensionales conforma el autovalor del problema de Sturm-Liouville (11.264)
dado por (11.280) y el producto de las autofunciones unidimensionales nos da la autofunción
(11.279) del problema de Sturm-Liouville (11.264).
De acuerdo con el esquema desarrollado, la solución del problema (11.260) vendrá dada por la
expresión:
1 X
X 1 X
1 2 2 2
a2 ⇡ 2 ( n2 + m2 + k2 ) n⇡ m⇡ k⇡
u(x, y, z) = Cnmk e l1 l2 l3
sin x sin y sin z (11.281)
n=1 m=1 k=1
l1 l2 l3
Para hallar los coeficientes Cnmk imponemos a (11.281) la condición inicial del problema (11.260)
1 X
X 1 X
1
n⇡ m⇡ k⇡
f (x, y, z) = Cnmk sin x sin y sin z (11.282)
n=1 m=1 k=1
l1 l2 l3
De aquı́, admitiendo que f (x, y, z) cumple los requisitos del teorema del desarrollo, tendremos:
Z l1 Z l2 Z l3
1 n⇡ m⇡ k⇡
Cnmk = f (⇠, ⌘, ⇣) sin ⇠ sin ⌘ sin ⇣d⇠d⌘d⇣ (11.283)
k v n k2 0 0 0 l1 l2 l3
Z l1 Z l2 Z l3
2 n⇡ m⇡ k⇡ l1 l2 l3
k vn k = sin2 ⇠ sin2 ⌘ sin2 ⇣d⇠d⌘d⇣ = (11.284)
0 0 0 l1 l2 l3 8
Es conveniente hacer algunas reflexiones en relación con la solución obtenida. En primer lugar,
se aprecia que la distribución de la temperatura en el interior del paralelepı́pedo, dada por
Método de Separación de Variables 437
(11.281), satisface -por construcción- la ecuación del problema (11.260) y las condiciones de
frontera de dicho problema en las paredes de dicho paralelepı́pedo, ya que los senos se anulan
para los valores extremos de sus respectivas variables. Además, se ve que esta temperatura
tiende a cero, cuando t ! 1; este resultado era de esperar desde el punto de vista fı́sico,
ya que, si la temperatura de la frontera se mantiene todo el tiempo nula, el calor dentro del
paralelepı́pedo se irá escapando a través de la frontera y, al final, la temperatura del cuerpo
será uniformemente cero en todo su volumen. Por otra parte, es conveniente destacar que la ex-
presión (11.282), obtenida a partir de la condición inicial, no es más que una serie trigonométrica
de Fourier tridimensional; la garantı́a del desarrollo de la función f (x, y, z) en tal serie viene
dada por los requisitos del teorema del desarrollo en serie de autofunciones que enunciamos
en forma general en el epı́grafe anterior, pero, en este caso particular, se aprecia claramente
que, para que dicho desarrollo sea válido, la función f (x, y, z) deberá ser susceptible de ser
prolongada de forma impar hacia afuera del paralelepı́pedo en las tres direcciones coordenadas.
Para ello, como expresa el teorema del desarrollo, es suficiente que esta función cumpla con las
condiciones de frontera del problema (11.264) y sea continua junto con sus derivadas hasta el
segundo orden en el interior del paralelepı́pedo (en el dominio abierto).
T 00 + a2 T = 0 (11.287)
p p
T (t) = A cos at + B sin at (11.288)
Para resolver el problema (11.289) y hallar las autofunciones y los autovalores, proponemos la
solución en la forma:
Y 00 X 00
+ = =µ (11.291)
Y X
X 00 + µX = 0, 80 < x < l1
X(0) = 0 (11.292)
X(l1 ) = 0
problema, cuya solución, como sabemos, viene dada por las autofunciones y los autovalores
unidimensionales:
✓ ◆2
n⇡ n⇡
Xn (x) = sin x, µn = , 8n = 1, 2, 3, ... (11.293)
l1 l1
Introduciendo la notación
⌫= µ (11.294)
y teniendo en cuenta el segundo par de condiciones de frontera del problema (11.289), obtenemos
para Y (y) el problema:
Y 00 + ⌫Y = 0, 80 < y < l2
Y (0) = 0 (11.295)
Y (l2 ) = 0
✓ ◆2
m⇡ m⇡
Ym (x) = sin y, ⌫m = , 8m = 1, 2, 3, ... (11.296)
l2 l2
Teniendo en cuenta (11.290), (11.293), (11.294) y (11.295), hallamos las autofunciones y los
autovalores del problema de Sturm-Liouville (11.289) como:
n⇡ m⇡
vnm = sin x sin y (11.297)
l1 l2
440 José Marı́n Antuña
2 n2 m2
nm =⇡ + 2 (11.298)
l12 l2
donde, en este caso, tenemos dos números n y m que toman independientemente los valores
n = 1, 2, 3, ...; m = 1, 2, 3, ...
De acuerdo con el esquema general de separación de variables, la solución del problema (11.285)
tendrá la expresión:
( s ! s !)
1 X
X 1
n2 m2 n2 m2
u(x, y, t) = Anm cos + ⇡at + Bnm sin + 2 ⇡at ·
n=1 m=1
l12 l22 l12 l2
n⇡ m⇡
· sin x sin y (11.299)
l1 l2
1 X
X 1
n⇡ m⇡
u(x, y, 0) = Axy(l1 x)(l2 y) = Anm sin x sin y (11.300)
n=1 m=1
l1 l2
Como la función que figura en la condición inicial satisface las condiciones del teorema del
desarrollo, tendremos para los coeficientes Anm la expresión:
Z l1 Z l2
4 n⇡ m⇡
Anm = A⇠⌘(l1 ⇠)(l2 ⌘) sin ⇠ sin ⌘d⇠d⌘ (11.301)
l1 l2 0 0 l1 l2
Las integrales que figuran en la expresión (11.301) son fácilmente calculables y se obtiene:
Z l1
n⇡ 4l13
⇠(l1 ⇠) sin ⇠d⇠ = (11.302)
0 l1 (2n + 1)3 ⇡ 3
Z l2
m⇡ 4l23
⌘(l2 ⌘) sin ⌘d⌘ = (11.303)
0 l2 (2m + 1)3 ⇡ 3
Colocando (11.302) y (11.303) en (11.301), obtenemos, finalmente, para los coeficientes Anm :
64Al12 l22
Anm = (11.304)
(2n + 1)3 (2m + 1)3 ⇡ 6
Método de Separación de Variables 441
Los coeficientes Bnm = 0, en virtud de la condición inicial nula para la velocidad. Por consi-
guiente, la solución del problema (11.285) queda, definitivamente, como:
⇣q ⌘
n2 m2
1 1
64Al12 l22 X X cos l12
+ l22
⇡at (2n + 1)⇡ (2m + 1)⇡
u(x, y, t) = sin x sin y (11.305)
⇡ 6 n=0 m=0 (2n + 1)3 (2m + 1)3 l1 l2
Como se aprecia, la solución tiene la forma de una serie bidimensional de Fourier de senos
que converge con mucha rapidez, pues si el primer sumando (n = 0, m = 0) tiene coeficiente
1
1, el sumando correspondiente a n = 0, m = 1 tiene coeficiente 81 ⇡ 0.01, al igual que el
sumando correspondiente a n = 1, m = 0. El sumando correspondiente a n = 1, m = 1 ya
tiene un coeficiente igual a 1/(81)2 ⇡ 0.0001, de manera que es prácticamente despreciable.
La solución obtenida satisface, por construcción, la ecuación y las condiciones iniciales del
problema. Además, dadas las autofunciones que en ella aparecen, también satisface la condición
de frontera. Esta solución expresa las elongaciones de los puntos (x, y) de la membrana en
cada instante t; nótese que a lo largo de los ejes de coordenadas se tienen elongaciones, para
tiempo fijo, que son una extensión al caso bidimensional de los dibujos que hicimos al analizar
fı́sicamente las oscilaciones de una cuerda finita obtenidas por el método de separación de
variables. El lector puede ver los modos de oscilación de la membrana programando por ejemplo
en Mathematica la función Plot3D[Sin[n Pi x] Sin[m Pi y/2], x, 0, 1, y, 0, 0.5], dándole diferentes
valores a n y a m de manera independiente. A continuación en la figura 11.5 se muestran algunos
de los modos de oscilación que pueden obtenerse de esta manera.
De manera totalmente análoga puede resolverse el problema de las oscilaciones en tres di-
mensiones, en el interior de un paralelepı́pedo rectangular, sólo que, en ese caso, aparecerá
la solución en forma de una serie tridimensional de Fourier. La interpretación fı́sica de dicho
resultado estará en dependencia del significado fı́sico que, en dicho problema, tenga la función
u(M, t). Esta puede ser, tanto la concentración de un fluido, si estamos analizando las oscilacio-
nes acústicas en el mismo, como las componentes del vector de intensidad del campo eléctrico
o magnético, si el problema se refiere a las oscilaciones del campo electromagnético, o cual-
quier otro problema fı́sico oscilatorio de otra naturaleza. Le proponemos al lector, a modo de
entrenamiento, que resuelva solo este problema tridimensional.
ut = a2 r2 u, 80 r < r0 , t > 0
u(r, ✓, ', 0) = U0 (11.306)
u(r0 , ✓, ', t) = U1
Como la condición inicial y la condición de frontera son de simetrı́a esférica, ya que para toda ✓
y toda ' tienen el mismo valor, es de esperar que la solución goce de simetrı́a esférica, es decir,
que u(r, ✓, ', t) ⌘ u(r, t). Por ello, el laplaciano tendrá sólo la parte de las derivadas respecto
a r. De aquı́ que el problema (11.306) se pueda reformular de la manera siguiente:
✓ ◆
2 @ 2 u 2 @u
ut = a + , 80 r < r0 , t > 0
@r2 r @r
u(r, 0) = U0 (11.307)
u(r0 , t) = U1
Método de Separación de Variables 443
✓ ◆
2 @ 2 v 2 @v
vt = a + , 80 r < r0 , t > 0
@r2 r @r
v(r, 0) = U0 U1 (11.309)
v(r0 , t) = 0
1
v(r, t) = w(r, t) (11.310)
r
donde la nueva función w(r, t) tiene que cumplir que w(0, t) = 0, para que v(r, t) sea acotada.
No es difı́cil obtener que
@ 2 v 2 @v 1 @v 1
2
+ = wrr , = wt (11.311)
@r r @r r @t r
por lo que, al colocar estas expresiones (11.310) y (11.311) en (11.309), obtenemos para la
función w(r, t) el problema:
1
X ⇣ ⌘2
n⇡a
t n⇡
w(r, t) = Cn e r0
sin r (11.313)
n=1
r0
2r0 (U0 U1 )
Cn = ( 1)n+1 (11.314)
n⇡
Teniendo en cuenta (11.308) y (11.310), la solución del problema (11.306) queda en la forma:
1 ⇣ ⌘2
U1 ) X ( 1)n sin r0 r
n⇡
2r0 (U0 n⇡a
t
u(r, t) = U1 e r0
(11.315)
⇡ n=1
n r
Se aprecia que la temperatura de la esfera viene dada como la temperatura de la frontera más
un desarrollo en autofunciones que constituye una desviación de la temperatura, respecto a la
de la frontera. Cuando t ! 1 se ve que la temperatura de la esfera tiende a tomar el valor
de la temperatura de la superficie, resultado totalmente lógico, toda vez que el calor dentro
de la esfera tiende a escaparse a través de la superficie (si U0 > U1 ) o a entrar en la esfera (si
U0 < U1 ), de manera que la temperatura de la esfera se va estabilizando hasta tomar un valor
constante igual a la temperatura de la superficie U1 .
n⇡
sin r
Nótese que las autofunciones obtenidas para este problema son rr0 . No es difı́cil comprobar
que, de haber resuelto el problema sin hacer la sustitución (11.310), sino buscando las auto-
funciones
p
con la expresión del laplaciano en esféricas, se obtendrı́an las autofunciones como
J1/2 ( r) sin n⇡
r0
r
p
r
, las que son fácilmente reducibles a las autofunciones r que aquı́ hemos obtenido.
Los ejemplos arriba vistos han tenido la condición de frontera de primer tipo. Se le recomienda
al lector, a modo de entrenamiento, resolver problemas similares con condiciones de frontera de
segundo y de tercer tipo, ası́ como también con ecuaciones no homogéneas, a fin de practicar
el esquema elaborado en los epı́grafes anteriores de este capı́tulo.
Veremos aquı́ problemas que, para su solución, es necesario utilizar funciones cilı́ndricas.
1. Supongamos que queremos resolver el problema de las oscilaciones de una membrana circular
de borde fijo, dadas la elongación inicial y la velocidad inicial arbitrarias, si el radio de la
membrana es r0 y no hay fuerzas aplicadas sobre la membrana.
Para resolver este problema, colocamos un sistema de coordenadas polares (r, '), con el origen
en el centro de la membrana. (Fig. 11.6).
donde hemos utilizado f y F para representar la elongación inicial y la velocidad inicial, res-
pectivamente. La condición de borde fijo u|C = 0, en este caso, se expresa en la forma en que
se ve en el planteamiento (11.316).
T 00 + a2 T = 0 (11.318)
p p
T (t) = ↵ cos at + sin at (11.319)
r2 v + v = 0, 80 r < r0
v(r0 , ') = 0 (11.320)
que debemos pasar a resolver ahora, para hallar los autovalores y las autofunciones del primer
problema de frontera en el cı́rculo. Para ello, proponemos la solución en la forma
1 d 1
(rR0 ) + 2 R 00
+ R =0 (11.322)
r dr r
r2
Multiplicando (11.322) por R
para separar variables, obtenemos:
00
r d
(rR0 ) + r2 = = (11.323)
R dr
00
+ = 0 (11.324)
(' + 2⇡) = (')
con
Método de Separación de Variables 447
= n2 , 8n = 0, 1, 2, 3, ... (11.326)
r d
(rR0 ) + r2 n2 = 0 (11.327)
R dr
Multipliquemos por rR2 . Entonces, teniendo en cuenta que la solución debe ser acotada y que,
además, de la condición de frontera del problema de Sturm-Liouville (11.320) se deduce que
R(r0 ) = 0, obtenemos, para R(r), el problema:
✓ ◆
1 d 0 n2
(rR ) + 1 R = 0, 80 r < r0
r dr r2
|R| < 1 (11.328)
R(r0 ) = 0
Para hallar la solución del problema (11.328), hagamos un cambio de variables, proponiendo:
p p
x= r, dx = dr (11.329)
y llamemos
✓ ◆
x
R(r) = R p ⌘ y(x) (11.330)
Entonces
dR p dR p 0
R0 ⌘ = ⌘ y (11.331)
dr dx
p ✓ ◆ ✓ ◆
p d x p 0 n2
p y + y=0 (11.332)
x dx x2
Es decir:
✓ ◆
1 d 0 n2
(xy ) + 1 y =0 (11.333)
x dx x2
✓ ◆
1 d 0 n2
(xy ) + 1 y=0 (11.334)
x dx x2
La ecuación (11.334) no es otra cosa que la ecuación de Bessel de orden n. Por consiguiente,
su solución general será:
p p
R(r) = CJn ( r) + DNn ( r) (11.336)
p
Rn (r) = Jn ( r) (11.337)
p
Rn (r0 ) = Jn ( r0 ) = 0 (11.338)
De (11.338) obtenemos que los autovalores del problema de Sturm-Liouville (11.320) son:
!2
(n)
µm
nm = , 8m = 1, 2, 3, ... (11.339)
r0
(n)
donde µm son las soluciones de la ecuación trascendente Jn (µ) = 0, es decir, los ceros de la
función Jn (µ). (Fig. 11.7.).
" #
(n)
µm
Rnm (r) = Jn r (11.340)
r0
Multiplicando (11.340) por (11.325), obtenemos, finalmente, para las autofunciones del pro-
blema de Sturm-Liouville (11.320) la expresión:
" #
(n)
µm
vnm (r, ') = {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.341)
r0
donde
n = 0, 1, 2, ...; m = 1, 2, 3, ...
Por la teorı́a general del epı́grafe 2 de este capı́tulo, estas autofunciones son ortogonales entre
450 José Marı́n Antuña
Z Z
vnm vn0 m0 dS =k vnm k2 nn0 mm0 (11.342)
S
Z Z Z 2⇡
vnm vn0 m0 dS = {Anm cos n' + Bnm sin n'} · {An0 m0 cos n0 ' + Bn0 m0 sin n0 '}d' ·
S 0
Z r0 " (n) # " (n0 ) #
µm µm0
· Jn r Jn0 r rdr (11.343)
0 r0 r0
En (11.343) las integrales de los productos cos n' cos n0 ' y sin n' sin n0 ' son iguales a cero
para n 6= n0 e iguales al cuadrado de la norma de esas funciones para n = n0 , en tanto que
las integrales de los productos cos n' sin n0 ' y sin n' cos n0 ' son siempre iguales a cero. Para
n = n0 , que es el único caso en que las integrales respecto a la variable ' son diferentes de cero,
la integral respecto a la variable r en (11.343):
Z " # " #
r0 (n) (n)
µm µm0
Jn r Jn r rdr =k Jn k2 mm0 (11.344)
0 r0 r0
pues la ecuación del problema (11.328) es un caso particular de la ecuación generatriz de las fun-
ciones especiales estudiada anteriormente, por lo que sus soluciones, para distintos autovalores,
son ortogonales con peso p = r.
Es necesario destacar, como algo importante, que en la teorı́a desarrollada en el estudio de las
funciones de Bessel no se establece en ningún momento ningún tipo de ortogonalidad de estas
funciones para distintos ⌫ = n, que constituyen en la ecuación de Bessel un parámetro fijo,
sino que la ortogonalidad se establece respecto a diferentes autovalores y estos, como puede
apreciarse, para n fijo, son diferentes para diferentes valores de m. En (11.344) se obtiene para
m = m0 el cuadrado de la norma de las funciones de Bessel. En el capı́tulo de las funciones
cilı́ndricas nosotros obtuvimos la siguiente expresión para el cuadrado de la norma de la función
de Bessel; ésta era:
⇢ ✓ ◆
r02 2 0 2 ⌫2
k J⌫ k = [J⌫ (↵r0 )] + 1 J⌫2 (↵r0 ) (11.345)
2 ↵2 r02
En el caso que nos ocupa, como la condición de frontera del problema condujo a (11.338),
p (n)
tomando ↵ = = µrm0 , obtenemos que en (11.345) el segundo sumando es cero, de manera
que, para la función de Bessel de nuestro primer problema de frontera, queda:
Método de Separación de Variables 451
! Z !
(n) r0 (n)
µm µm r2
k Jn r 2
k⌘ Jn2 r rdr = 0 [Jn0 (µ(n)
m )]
2
(11.346)
r0 0 r0 2
Una vez expresado el cuadrado de la norma (11.346), debemos obtener el cuadrado de la norma
de las autofunciones (11.341). Con ese fin, escribamos dichas autofunciones en la forma:
(1) (2)
vnm (r, ') = Anm vnm (r, ') + Bnm vnm (r, ') (11.347)
" #
(n)
(1) µm
vnm (r, ') = cos n'Jn r (11.348)
r0
" #
(n)
(2) µm
vnm (r, ') = sin n'Jn r (11.349)
r0
Z r0 Z 2⇡
(1) 2 (1)
k vnm k= [vnm (r, ']2 rdrd' =
0 0
Z " # Z
r0 (n) 2⇡
µm r02 0 (n) 2
= Jn2 r rdr cos2 n'd' = [J (µ )] ⇡"n (11.350)
0 r0 0 2 n m
donde
"n = 1, 8n 6= 0 (11.351)
"n = 2, 8n = 0
y, además:
452 José Marı́n Antuña
Z r0 Z 2⇡
(2) 2 (2)
k vnm k= [vnm (r, ']2 rdrd' =
0 0
Z " # Z
r0 (n) 2⇡
µm r02 0 (n) 2
= Jn2 r rdr sin2 n'd' = [J (µ )] ⇡ (11.352)
0 r0 0 2 n m
Nótese que, como cosa natural, al expresar en (11.343), en (11.350) y en (11.351) el elemento de
área dS en polares, dS = rdrd', se obtiene, automáticamente, para la parte radial, el necesario
peso igual a r que se requiere para la ortogonalidad de las funciones de Bessel y para el cálculo
del cuadrado de su norma.
El teorema del desarrollo, expresado en términos generales en el epı́grafe 2 del presente capı́tulo,
tendrá aquı́ la siguiente forma: Cualquier función f (r, ') continua junto con sus derivadas hasta
el segundo orden en 0 r < r0 , 0 ' 2⇡, acotada en r = 0, periódica con perı́odo 2⇡ respecto
a ' y que cumpla con la condición de frontera del problema de Sturm-Liouville, es decir, en
este caso, que se anule en r = r0 , admite un desarrollo en serie de autofunciones convergente
absoluta y uniformemente en 0 r < r0 , 0 ' 2⇡:
1 X
X 1 1 X
X 1
(1) (2)
f (r, ') = Cnm vnm (r, ') ⌘ {Anm vnm (r, ') + Bnm vnm (r, ')} (11.353)
m=1 n=0 m=1 n=0
donde los coeficientes Anm y Bnm se hallan, en virtud de la ortogonalidad, por las fórmulas:
Z Z " #
r0 2⇡ (n)
1 µm
Anm = (1)
f (r, ')Jn r cos n'rdrd' (11.354)
k vnm k2 0 0 r0
Z Z " #
r0 2⇡ (n)
1 µm
Bnm = (2)
f (r, ')Jn r sin n'rdrd' (11.355)
k vnm k2 0 0 r0
Una vez expuestos estos resultados, podemos pasar a terminar de resolver el problema (11.316).
De acuerdo con el esquema general de separación de variables y teniendo en cuenta (11.319) y
(11.341), la solución de (11.316) tendrá a forma:
1 X
1
( )
X µm
(n)
µm
(n)
u(r, ', t) = nm sin at ·
↵nm cos at +
m=1 n=0
r 0 r0
" #
(n)
µm
·{Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.356)
r0
Método de Separación de Variables 453
Exigiendo que esta solución satisfaga las condiciones iniciales del problema (11.316), obtenemos:
1 X
1
" #
X µm
(n)
f (r, ') = ↵nm {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.357)
m=1 n=0
r0
1 X
1
" #
X (n)
µm a
(n)
µm
F (r, ') = nm {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.358)
m=1 n=0
r0 r0
De aquı́, suponiendo que f (r, ') y F (r, ') satisfacen los requisitos del teorema del desarrollo,
calculamos los coeficientes.
2. Resolver el problema del enfriamiento de un cilindro circular infinito de radio r0 con tempe-
ratura inicial u0 constante y temperatura igual a cero en la frontera.
Como hay simetrı́a axial en el problema, basta resolverlo en el cı́rculo de sección transversal
del cilindro. Por consiguiente, el problema a resolver será:
ut = a2 r2 u, 80 r < r0 , t > 0
u(r, ', 0) = u0 (11.359)
u(r0 , ', t) = 0
✓ ◆2
1 X
X 1 (n)
µm
r0
a t
u(r, ', t) = e vnm (r, ') (11.360)
m=1 n=0
donde
" #
(n)
µm
vnm (r, ') = {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.361)
r0
Aquı́ hemos tenido en cuenta las autofunciones y los autovalores del primer problema de frontera
de Sturm-Liouville, obtenidos en el ejercicio anterior. Para hallar los coeficientes Anm y Bnm
utilizamos la condición inicial:
1 X
1
" #
X (n)
µm
u(r, ', 0) = u0 = {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.362)
m=1 n=0
r0
Z " # Z 2⇡
r0 (n)
u0 µm
Anm = (1)
Jn r rdr cos n'd' = 0, 8n 6= 0 (11.363)
k vnm k2 0 r0 0
Z " #
r0 (n)
u0 µm
A0m = (1)
J0 r rdr · 2⇡ (11.364)
k v0m k2 0 r0
Z " # Z 2⇡
r0 (n)
u0 µm
Bnm = (2)
Jn r rdr sin n'd' = 0, 8n, m (11.365)
k vnm k2 0 r0 0
O sea, Bnm = 0 para toda n y toda m, pues la integral del seno es siempre cero.
Por consiguiente, sólo sobreviven los coeficientes A0m , resultado lógico, si tenemos en cuenta
que la condición inicial de nuestro problema es simétrica con respecto al ángulo ', por lo que
la solución no deberá depender de '. Terminemos el cálculo de estos coeficientes. Colocando
el valor del cuadrado de la norma en (11.364) y haciendo el cambio de variables
(0) (0)
µm µm
⇠= r, d⇠ = dr (11.366)
r0 r0
obtenemos, de (11.364):
Z " #
r0 (n)
2u0 2⇡ µm
A0m = (0)
J0 r rdr =
r02 J12 (µm )2⇡ 0 r0
Z µ(0) Z (0)
µm
2u0 m
r0 r0 2u0
= (0)
J0 (⇠) (0)
⇠ (0) d⇠ = (0) (0)
J0 (⇠)d⇠
r02 J12 (µm ) 0 µm µm (µm )2 J12 (µm ) 0
En las operaciones efectuadas hemos tenido en cuenta la fórmula recurrente de las funciones de
Bessel
Z x
J0 (⇠)⇠d⇠ = xJ1 (x) (11.368)
0
Método de Separación de Variables 455
2u0
A0m = (0) (0)
(11.369)
µm J1 (µm )
Colocando en (11.360) los coeficientes hallados (11.363), (11.365) y (11.369), obtenemos, final-
mente, para la temperatura en el cilindro la expresión:
1
✓ (0)
◆2 !
X 1 µm
r0
a t
(0)
µm
u(r, t) = (0) (0)
e J0 r (11.370)
m=1 µm J1 (µm )
r0
quedando, ası́, resuelto el problema. Nótese que para t ! 1 la temperatura del cilindro, que
en t = 0 es u0 , tiende a cero.
3. Hallar las oscilaciones de una membrana circular con borde fijo, si su elongación inicial es
A(r r0 ) cos ' y su velocidad inicial es nula. En coordenadas polares el problema a resolver es
Este es el mismo problema 1 del presente punto, pero con condiciones iniciales especı́ficas, por
consiguiente, de acuerdo con el resultado allá obtenido, la solución será:
1 X
1
( )
X µm
(n) (n)
µm
u(r, ', t) = ↵nm cos at +nm sin at ·
m=1 n=0
r0 r 0
!
(n)
µm
·{Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.372)
r0
1 X
1
!
X (n)
µm
u(r, ', 0) = A(r r0 ) cos ' = ↵nm {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.373)
m=1 n=0
r0
En virtud de la ortogonalidad en (0, 2⇡) del cos ' con sin n' para toda n y con cos n' para
n 6= 1, lo que, en otras palabras, significa que cos ' no se puede desarrollar en serie de sin n'
456 José Marı́n Antuña
y que su desarrollo en cos n' es ella misma, automáticamente concluimos que Bnm = 0 para
toda n y que Anm = 0 para n 6= 1, quedando, por lo tanto, solamente:
1
!
X µm
(n)
A(r r0 ) cos ' = ↵1m A1m cos 'J1 r (11.374)
m=1
r0
Z ! Z 2⇡
r0 (n)
A µm 2A
↵1m A1m = (1)
(r r0 )J1 r rdr cos2 'd' = (1)
Im (11.375)
k v1m k2 0 r0 0 r02 [J10 (µm ]2
Z !
r0 (n)
µm
Im = (r r0 )J1 r rdr (11.376)
0 r0
1 X
1
!
X (n)
µm a
(n)
µm
ut (r, ', 0) = 0 = nm {Anm cos n' + Bnm sin n'}Jn r (11.377)
m=1 n=0
r0 r0
⇣ (1)
⌘
µm
2A cos ' J1 1
Xr µm
(1)
r0
u(r, ', t) = Im cos at (11.378)
r02 m=1
(1)
[J10 (µm )]2 r0
(1)
que, como se ve, es una superposición de ondas de frecuencia µrm0 a y que, para cada instante de
tiempo, tienen la forma de una función cilı́ndrica J1 , es decir, las oscilaciones de la membrana
circular tienen la forma de la superposición de ondas cilı́ndricas estacionarias.
donde ya hemos tenido en consideración el hecho de que, al haber simetrı́a con respecto a ' en
las condiciones, la solución sólo dependerá de r y de t. Esto conducirá, evidentemente, a que
en la solución sólo aparecerá J0 . Es decir, como este problema es igual al problema 1 con otras
condiciones iniciales, en la expresión (11.356) Bnm = 0 para todo n, sólo será diferente de cero
A0m y la solución de (11.379) tendrá la forma:
1
( ) " #
X µm
(0)
µm
(0)
µm
(0)
u(r, t) = A0m ↵0m cos at + 0m sin at J0 r (11.380)
m=1
r0 r0 r0
✓ ◆ 1
" #
r2 X µm
(0)
u(r, 0) = A 1 = A0m ↵0m J0 r (11.381)
r02 m=1
r0
Por consiguiente, por el teorema del desarrollo tendremos, cancelando el 2⇡ del cuadrado de la
norma con el de la integral respecto a ':
Z ✓ ◆ " #
r0 (0)
2A r2 µm
A0m ↵0m = 1 J0 r rdr (11.382)
(0)
r02 J12 (µm ) 0 r02 r0
donde hemos tenido en cuenta (11.367). Calculando la integral, teniendo en cuenta las fórmulas
recurrentes (11.368) y,
Z x
⇠ 3 J0 (⇠)d⇠ = 2x2 J0 (x) + (x3 4x)J1 (x) (11.383)
0
h (0)
i
µm
1
X J0 µm r0
r (0)
u(r, t) = 8A (0) 2 (0)
cos at (11.384)
m=1 [µm ] J1 (µm )
r0
458 José Marı́n Antuña
En este punto veremos problemas con ecuaciones hiperbólicas y parabólicas que requieren la
utilización de las llamadas funciones esféricas que definiremos aquı́, utilizando los polinomios
asociados de Legendre. Anteriormente, al estudiar dichos polinomios, vimos una primera noción
de estas funciones que en el presente punto precisaremos. Como es de esperar, éstas aparecerán
al resolver problemas en dominios esféricos.
1. Hallar las autofunciones y los autovalores del primer problema de frontera de Sturm-Liouville
en una esfera de radio r0 .
r2 v + v = 0, 8M 2 V
v|S = 0 (11.385)
donde, en este caso, hemos puesto la condición de frontera de primer tipo, ya que ese es el
problema que en este ejercicio queremos resolver. Supongamos que el dominio V es una esfera
de radio r0 y que colocamos un sistema de coordenadas esféricas centrado en la esfera. Entonces,
el problema (11.385) adopta la forma:
1 d 2 0 1
2
(r R )Y + 2 r2✓' Y R + RY = 0 (11.388)
r dr r
✓ ◆
1 @ @Y 1 @2Y
r2✓' Y = sin ✓ + (11.389)
sin ✓ @✓ @✓ sin2 ✓ @'2
Método de Separación de Variables 459
r2
Multipliquemos (11.388) por RY
y separemos variables; obtenemos:
d
dr
(r2 R0 ) 2
r2✓' Y
+ r = = (11.390)
R Y
La constante de separación aparece por el hecho de que, en (11.390) a la izquierda, hay una
función que depende sólo de r, en tanto que, a la derecha, hay una función dependiente sólo de
los ángulos ✓ y '.
donde las condiciones impuestas se derivan del hecho de que la solución tiene que ser univaluada
al dar una vuelta completa en el ángulo cı́clico ' y acotada en los valores del ángulo asimutal
✓ donde la ecuación tiene singularidades regulares (ver la expresión de la parte angular del
laplaciano (11.389)). El problema (11.391) es un problema de autovalores. Sus autofunciones
se llaman funciones esféricas o armónicos esféricos.
1 @ 1
(sin ✓⇥0 ) + 00
⇥+ ⇥ =0 (11.393)
sin ✓ @✓ sin2 ✓
@
sin ✓ @✓ (sin ✓⇥0 ) 00
+ sin2 ✓ = =↵ (11.394)
⇥
La nueva constante ↵ de separación de variables es escogida con signo positivo para que las
funciones (') sean periódicas. De (11.394), para ('), obtenemos el problema:
00
+↵ = 0 (11.395)
(' + 2⇡) = (')
460 José Marı́n Antuña
Como sabemos, la solución del problema (11.395) tiene soluciones periódicas sólo cuando ↵ =
m2 , con m = 0, 1, 2, 3, ..., de la forma
d d⇥
sin ✓ sin ✓ m2 ⇥ + sin2 ✓⇥ = 0
d✓ d✓
1 d d⇥ m2
sin ✓ ⇥+ ⇥=0 (11.397)
sin ✓ d✓ d✓ sin2 ✓
Esta ecuación puede ser transformada por medio del siguiente cambio de variables:
El ángulo asimutal ✓ varı́a entre 0 y ⇡. Con el cambio de variables (11.398) la nueva variable x
variará entre 1 y 1. De esta manera, se ve que a la ecuación (11.397) hay que imponerle las
condiciones de acotamiento expresadas en (11.391) en los puntos singulares ✓ = 0 y ✓ = ⇡, o
sea, para x = 1 y x = 1 en la nueva variable. De esta forma, para la función X(x) obtenemos
el problema:
d dX m2
(1 x2 ) X + X = 0, 8 1<x<1
dx dx 1 x2
|X( 1)| < 1 (11.399)
|X(1)| < 1
El problema (11.399), como sabemos, tiene por soluciones los polinomios asociados de Legendre
con autovalores
Con ayuda de (11.396) y (11.402) la solución general del problema (11.391) adquiere la forma
Ynm (✓, ') = {Am cos m' + Bm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.403)
donde
n = 0, 1, 2, 3, ...; m = 0, 1, 2, 3, ..., n
El parámetro m no toma valores mayores que n, pues en tal caso, como sabemos, los polinomios
asociados de Legendre son nulos.
Las funciones (11.403) están formadas, para cada n fijo, por 2n + 1 soluciones linealmente
independientes:
(1)
Ynm (✓, ') = Pn(m) (cos ✓) cos m', Ynm
(2)
(✓, ') = Pn(m) (cos ✓) sin m' (11.404)
que se conocen con el nombre de armónicos esféricos. Tomando como base las exponenciales
complejas para la solución del problema (11.395), los armónicos esféricos pueden escribirse en
la forma:
(1)
Ynm (✓, ') = Pn(m) (cos ✓)e im' (2)
, Ynm (✓, ') = Pn(m) (cos ✓)eim' (11.405)
Las formas (11.404), (11.405) y (11.406) de expresar los armónicos esféricos son equivalentes y
son utilizadas indistintamente en la literatura.
Los armónicos esféricos son llamados armónicos celulares, dado su comportamiento sobre la
(m)
superficie de una esfera. En virtud de que los polinomios asociados de Legendre Pn (cos✓)
tienen n m ceros en el intervalo (0, ⇡) y de que, además, en los polos ✓ = 0 y ✓ = ⇡ de la esfera
son iguales a cero, tendremos que, sobre una superficie esférica, estos polinomios se harán cero
-además de en los polos- en n m paralelos de la esfera. Por otro lado, la función cos m' (el
mismo razonamiento es válido para sin m') se hace cero entre ' = 0 y ' = 2⇡ en 2m valores
del ángulo ', de manera que, sobre la superficie esférica, quedarán definidos 2m meridianos,
462 José Marı́n Antuña
donde los armónicos esféricos son cero. En virtud de su continuidad, en cada una de las celdas
en que queda dividida la superficie esférica por los paralelos y los meridianos mencionados, los
armónicos esféricos mantendrán su signo, por lo que tendrá lugar el cuadro mostrado en la
(1)
figura 11.8., donde aparecen con un punto en su centro las celdas donde Ynm (✓, ') tiene signo
positivo.
Un caso particular se presenta con el armónico esférico Yn0 (✓, ') = Pn (cos ✓). Como sabemos,
los polinomios de Legendre son diferentes de cero en ✓ = 0 y ✓ = ⇡ y tienen n ceros en el
intervalo abierto (0, ⇡) que definirán n paralelos y n + 1 zonas de la esfera en las que dicho
armónico mantendrá el signo. En el casquete correspondiente al polo norte ✓ = 0 de la esfera el
signo del armónico será siempre positivo, pues, como se sabe, Pn (1) = 1. El signo en el casquete
correspondiente al polo sur ✓ = ⇡ dependerá de si n es par o impar. Estos armónicos esféricos
se denominan armónicos zonales, pues alternan sus signos en zonas de la esfera delimitadas
por los paralelos mencionados, según se muestra en la figura 11.9.
Z ⇡ Z 2⇡
Ynm (✓, ')Yn0 m0 (✓, ') sin ✓d✓d' =k Ynm k2 nn0 mm0 (11.407)
0 0
Z ⇡ Z 2⇡ Z ⇡
2 2
k Ynm k = Ynm (✓, ') sin ✓d✓d' = [Pn(|m|) (cos ✓)]2 sin ✓d✓ ·
0 0 0
Z 2⇡
· cos2 m'd' = I1 · I2 (11.408)
0
si usamos el coseno de m', aunque en la última integral (I2 ) en (11.408) puede estar escrito el
sin2 m' en lugar de cos m'.
Z ⇡
(n + |m|)! 2
I1 = [Pn(|m|) (cos ✓)]2 sin ✓d✓ = (11.409)
0 (n |m|)! 2n + 1
I2 = ⇡"m (11.410)
donde
"m = 1, 8m 6= 0 (11.411)
"0 = 2
Por consiguiente, el cuadrado de la norma de los armónicos esféricos viene dado por la expresión:
(n + |m|)! 2⇡"m
k Ynm k2 = (11.412)
(n m)! 2n + 1
Además, es evidente que tendrá lugar el siguiente teorema del desarrollo para los armónicos
esféricos:
Si f (✓, ') es continua, dos veces diferenciable respecto a sus argumentos para 0 < ✓ < ⇡,
0 < ' < 2⇡, periódica respecto a ' y acotada en ✓ = 0 y ✓ = ⇡, entonces, admite el desarrollo
siguiente:
1 X
X n
f (✓, ') = fnm Ynm (✓, ') ⌘
n=0 m=0
1
X 1 X
X n
⌘ An0 Pn (cos ✓) + {Anm cos m' + Bnm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.413)
n=0 n=0 m=0
Z ⇡ Z 2⇡
1
fnm = f (✓, ')Y )nm (✓, ') sin ✓d✓d' (11.414)
k Ynm k2 0 0
Es decir:
Z ⇡ Z 2⇡
1
An = f (✓, ')Pn(|m|) (cos ✓) cos m' sin ✓d✓d' (11.415)
k Ynm k2 0 0
Método de Separación de Variables 465
Z ⇡ Z 2⇡
1
Bn = f (✓, ')Pn(|m|) (cos ✓) sin m' sin ✓d✓d' (11.416)
k Ynm k2 0 0
Es evidente, por el desarrollo efectuado, que los armónicos esféricos son las autofunciones del
problema (11.391) correspondientes a los autovalores n = n(n + 1). Por construcción se ve
que estas autofunciones son degeneradas, ya que, a cada autovalor, le corresponden 2n + 1
autofunciones definidas por el rango de variación del parámetro m para cada valor de n; estas
autofunciones correspondientes a un autovalor ya son ortogonales entre sı́, lo que se evidencia
de (11.410), por lo que no es necesario proceder a su ortogonalización por el método de Schwarz
que explicamos en el epı́grafe 2.
Una vez obtenida y analizada la solución de la parte angular, resolvamos la ecuación de la parte
radial que se obtiene de (11.390):
Dividiendo (11.417) entre r2 y teniendo en cuenta que la solución debe satisfacer la condición
de frontera del problema de Sturm-Liouville (11.385) y debe ser, además, acotada, obtenemos
para R(r) el problema:
2 n(n + 1)
R + R0 +
00
R = 0, 80 r < r0
r r2
R(r0 ) = 0 (11.418)
|R(r)| < 1
y(r)
R(r) = p (11.419)
r
1 (n + 1/2)2
y + y0 +
00
y=0 (11.420)
r r2
p
Haciendo x = r, es fácil ver que (11.420) es la ecuación de Bessel de orden n + 1/2, por lo
que su solución general es:
p p
y(r) = CJn+ 1 ( r) + DNn+ 1 ( r) (11.421)
2 2
C p D p
R(r) = p Jn+ 1 ( r) + p Nn+ 1 ( r) (11.422)
r 2 r 2
Como la solución del problema (11.418) tiene que ser acotada, D = 0, ya que la expresión
1 p
p Jn+ 1 ( r) ! 0
r 2
cuando r ! 0, pues
1
Jn+ 1 (x) ⇠ xn+ 2
2
C p
Rn (r0 ) = p Jn+ 1 ( r0 ) = 0 (11.423)
r0 2
!2
(n)
⌫k
nk = (11.424)
r0
(n) (n+ 12 )
donde ⌫k ⌘ µk son las raı́ces positivas de la ecuación Jn+ 1 (⌫) = 0.
2
!
(n)
1 ⌫k
vnmk (r, ✓, ') = p Jn+ 1 r Ynm (✓, ') ⌘
r 2 r0
!
(n)
1 ⌫k
⌘ p Jn+ 1 r {Anmk cos m' + Bnmk sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.425)
r 2 r0
con lo que queda resuelto el ejercicio. En ocasiones, para estas autofunciones se utiliza otra
expresión; para ello introduzcamos las llamadas funciones esféricas de Bessel:
r r
⇡ ⇡
jn (x) ⌘ n (x) = J 1 (x), n (x) = N 1 (x) (11.426)
2x n+ 2 2x n+ 2
Método de Separación de Variables 467
r r
⇡ (1) ⇡ (2)
⇠n(1) (x) = H 1 (x), ⇠n(2) (x) = H 1 (x) (11.427)
2x n+ 2 2x n+ 2
Entonces, redefiniendo convenientemente los coeficientes, las autofunciones (11.425) pueden ser
expresadas en la forma:
!
(n)
⌫k
vnmk (r, ✓, ') = n r Ynm (✓, ') ⌘
r0
!
(n)
⌫k
⌘ n r {Anmk cos m' + Bnmk sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.428)
r0
Las expresiones (11.425) y (11.428) de las autofunciones son equivalentes. A ellas les corres-
ponden los autovalores (11.424) con los números:
Z ! !
r0 (n) (n)
⌫k ⌫k0
n n r r r2 dr =
0 r0 r 0
Z r0 s !s !
(n) (n)
⇡r0 ⌫k ⇡r0 ⌫k0
= (n)
Jn+ 1 r (n)
Jn+ 1 r r2 dr =
0 2⌫k r 2 r 0 2⌫k0 r 2 r 0
Z r0 ! !
(n) (n)
r0 ⇡ ⌫k ⌫k0
= q Jn+ 1 r Jn+ 1 r rdr =k n k2 kk0
(n) (n) 2 r0 2 r0
2 ⌫k ⌫k0 0
ya que las funciones cilı́ndricas son ortogonales con peso r. El cuadrado de su norma se calcula
fácilmente, teniendo en cuenta el cuadrado de la norma de la función de Bessel:
Es decir:
468 José Marı́n Antuña
Z " !#2
r0 (n)
⌫k r02 0 (n) 2
k n k2 = n r r2 dr = [ n (⌫k )] (11.429)
0 r0 2
2. Resolver el problema del enfriamiento de una esfera de radio r0 , cuya superficie se mantiene
a temperatura cero, si su temperatura inicial es arbitraria.
ut = a2 r2 u, 80 r < r0 , t > 0
u(r, ✓, ', 0) = f (r, ✓, ') (11.430)
u(r0 , ✓, ', t) = 0
1 X
X 1 X
n
2t
nk a
u(r, ✓, ', t) = Cnmk e vnmk (r, ✓, ') (11.431)
n=0 k=1 m= n
donde nk y vnmk (r, ✓, ') son los autovalores y las autofunciones del primer problema de frontera
de Sturm-Liouville, obtenidos en el ejercicio anterior. En forma explı́cita:
✓ ◆
(n)
⌫k
1 X
X 1 X
n Jn+ 1 r0
r
2 2
nk a t
u(r, ✓, ', t) = e p ·
n=0 k=1 m= n
r
·{Anmk cos m' + Bnmk sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.432)
✓ ◆
(n)
⌫k
1 X
X 1 X
n Jn+ 1 r0
r
2
f (r, ✓, ') = p ·
n=0 k=1 m= n
r
·{Anmk cos m' + Bnmk sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.433)
✓ ◆
(n)
⌫k
Z r0 Z ⇡ Z 2⇡ Jn+ 1 r0
r
1 2
Anmk = f (r, ✓, ') · p
k vnmk k2 0 0 0 r
· cos m'Pn(m) (cos ✓)r2 dr sin ✓d✓d' (11.434)
Método de Separación de Variables 469
✓ ◆
(n)
⌫k
Z r0 Z ⇡ Z 2⇡ Jn+ 1 r0
r
1 2
Bnmk = ·
f (r, ✓, ') p
k vnmk k2 0 0 0 r
· sin m'Pn(m) (cos ✓)r2 dr sin ✓d✓d' (11.435)
donde k vnmk k2 es el producto de los cuadrados de las normas de las funciones esféricas de
Bessel y de los armónicos esféricos:
3. Veamos el mismo problema del ejercicio anterior, con el caso particular en que la temperatura
inicial es:
Como en la condición inicial no hay dependencia del ángulo ', por tanto m = 0. Además, como
en dicha condición sólo está P1 (cos ✓), por tanto n = 1 y el resto de los sumandos en (11.432)
desaparece. Por consiguiente, la solución queda en la forma:
✓ ◆
(n)
⌫k
1
X J3 r0
r
2t 2
1k a
u(r, ✓, ', t) = e p A10k P1 (cos ✓) (11.438)
k=1
r
✓ ◆
(n)
⌫k
1
X J3 r0
r
2
ArP1 (cos ✓) = A10k p P1 (cos ✓) (11.439)
k=1
r
de donde, tras cancelar P1 (cos ✓), queda el desarrollo de la función Ar en serie de Bessel. Por
lo tanto, de acuerdo con (11.434):
Z !
r0 (n)
A ⌫k 5
A10k = J3 r r 2 dr (11.440)
k v10k k2 0
2 r0
De la conocida fórmula recurrente
470 José Marı́n Antuña
d ⌫
[x J⌫ (x)] = x⌫ J⌫ 1 (x) (11.441)
dx
integrando, obtenemos:
Z ⇠
⌫
x J⌫ (x) = ⇠ ⌫ J⌫ 1 (⇠)d⇠ (11.442)
0
⌫k1
Por consiguiente, haciendo ⇠ = r0
r, obtenemos:
Z ! ! 72 Z (1)
r0 (n) ⌫k
⌫k 5 r0 5
J3 r r 2 dr = (1)
J 3 (⇠)⇠ 2 d⇠ =
0
2 r0 ⌫k 0
2
! 72
r0 (1) 5 (1)
= (1)
(⌫k ) 2 J 5 (⌫k ) (11.443)
2
⌫k
✓ ◆4
r0 (1) 5 (1)
2A (1) [⌫k ] 2 J 5 (⌫k )
⌫k 2
A10k = p⇡ (1)
(11.444)
1
r03 2 ⌫ (1)
[J 03 (⌫k )]2
k 2
2⌫
J⌫+1 (x) = J⌫ (x) J⌫ 1 (x) (11.445)
x
2 32
J 5 (x) = J 3 (x) J 1 (x) (11.446)
2 x 2 2
Por lo tanto:
ya que
Método de Separación de Variables 471
(1)
J 3 (⌫k ) = 0 (11.448)
2
(1)
por definición de ⌫k .
⌫
J⌫0 (x) = J⌫ 1 (x) J⌫ (x) (11.449)
x
podemos escribir:
3
0 (1) (1) 2 (1) (1)
J 3 (⌫k ) = J 1 (⌫k ) J 3 (⌫k )
(1) 2
⌘ J 1 (⌫k ) (11.450)
2 2
2
⌫k
en virtud de (11.448). Teniendo en cuenta (11.447) y (11.450), (11.444) puede escribirse como:
✓ ◆4
r0 (1) 5
2A (1) [⌫k ] 2
⌫k
A10k = p (1)
(11.451)
r03 ⇡2 1
(1) J 1 (⌫k )
⌫k 2
r
2
J 1 (x) = sin x (11.452)
2 ⇡x
en definitiva queda:
2Ar0
A10k = (1)
(11.453)
sin ⌫k
!2
1 ⌫
(1)
a
!
X 2Ar0 k
r0
t (1)
⌫k a
u(r✓, ', t) = (1)
e 1 r P1 (cos ✓) (11.454)
k=1 sin ⌫k r0
Nótese que la ley de la temperatura de la esfera obtenida cumple con la condición inicial del
problema y además, como era de esperar, para t ! 1, tiende a cero.
Los ejemplos vistos ilustran la forma de proceder en la solución de este tipo de problemas.
Sin embargo, el lector debe entrenarse mediante la solución de otros problemas con diferentes
condiciones de frontera e iniciales, a fin de adquirir la destreza necesaria.
472 José Marı́n Antuña
Como sabemos, para poder aplicar el método de separación de variables, se requieren condi-
ciones de frontera homogéneas respecto a una de las variables, al menos. En este caso, esta
condición se cumple para la variable x, de manera que podemos proponer
X 00 + X = 0, 80 < x < a
X(0) = 0 (11.457)
X(a) = 0
Método de Separación de Variables 473
n⇡ ⇣ n⇡ ⌘2
Xn (x) = sin x, n = (11.458)
a a
Y 00 Y = 0, 80 < y < b
|Y | < 1 (11.459)
n⇡ n⇡
Yn (y) = An cosh y + Bn sinh y (11.460)
a a
1
X n⇡ n⇡ n⇡
u(x, y) = {An cosh y + Bn sinh y} sin x (11.461)
n=1
a a a
1
X n⇡
u(x, 0) = 0 = An sin x (11.462)
n=1
a
1
X n⇡ n⇡
u(x, b) = f (x) = Bn sinh b sin x (11.463)
n=1
a a
Z a
2 n⇡
Bn = f (⇠) sin ⇠d⇠ (11.464)
a sinh n⇡
a
b 0 a
1 Z
2X a
n⇡ sinh n⇡
a
y n⇡
u(x, y) = f (⇠) sin ⇠d⇠ n⇡ sin x (11.465)
a n=1 0 a sinh a b a
474 José Marı́n Antuña
2. Busquemos, ahora, el potencial del campo electrostático dentro del dominio formado por
las placas conductoras y = 0, y = b, x = 0, si la placa x = 0 está cargada a un potencial V
constante y las placas y = 0 y y = b están conectadas a tierra. Dentro del dominio no hay
cargas.
Este problema es similar al anterior, sólo que en este caso el dominio es abierto (Fig. 11.10.).
Teniendo en cuenta el hecho de que las funciones armónicas son acotadas, el problema matemá-
tico a resolver será
Y 00 + Y = 0, 80 < y < b
Y (0) = 0 (11.468)
Y (b) = 0
n⇡ ⇣ n⇡ ⌘2
Yn (y) = sin y n = (11.469)
b b
y:
X 00 X = 0, 8x > 0 (11.470)
|X| < 1
n⇡
x
Xn (x) = Cn e b (11.471)
Las expresiones (11.469) y (11.471) nos dan, de acuerdo con el esquema general de separación
de variables, la solución del problema (11.466) en la forma:
1
X n⇡
x n⇡
u(x, y) = Cn e b sin y (11.472)
n=1
b
1
X n⇡
u(0, y) = V = Cn sin y (11.473)
n=1
b
Z b
2 n⇡ 2V n⇡ b 2V 4V
Cn = V sin ydy = cos y|0 = [1 ( 1)n ] = (11.474)
b 0 b n⇡ b n⇡ (2m + 1)⇡
476 José Marı́n Antuña
1
4V X 1 (2m+1)⇡
x (2m + 1)⇡
u(x, y) = e b sin y (11.475)
⇡ m=0 (2m + 1) b
Las autofunciones (11.469) del problema anterior satisfacen las dos últimas condiciones de
frontera del problema (11.476). Por consiguiente, buscamos la solución en la forma:
1
X n⇡
u(x, y) = un (x) sin y (11.477)
n=1
b
1
X
2 n⇡ n⇡
(x x0 ) (y y0 ) = (x x0 ) sin y0 sin y (11.478)
b n=1
b b
Colocando (11.477) y (11.478) en la ecuación del problema (11.476), obtenemos, para la función
un (x), el siguiente problema:
⇣ n⇡ ⌘2 2 n⇡
u00n un = (x x0 ) sin y0 , 8x > 0
b b b
un (0) = 0 (11.479)
|un (x)| < 1
n⇡ n⇡
x
u1n (x) = sinh x, u2n (x) = e b
b
Por consiguiente, la solución del problema (11.479) será (ver L.E. Elsgoltz. Ecuaciones Dife-
renciales y Cálculo Variacional. Cap. 2 §9):
2 n⇡ n⇡ n⇡
un (x) = sin y0 sinh x0 e b x , 8x x0
n⇡ b b
2 n⇡ n⇡ n⇡
= sin y0 e b x0 sinh x, 8x x0 (11.480)
n⇡ b b
con lo que queda resuelto el problema. Más adelante podrá comprobarse que la solución (11.480)
obtenida no es otra cosa que la función de Green del problema de Dirichlet para la ecuación de
Poisson en el dominio considerado.
4. Supongamos ahora que todas las condiciones de frontera son diferentes de cero, para ver
cómo proceder en ese caso. A modo de ejemplo, resolvamos el siguiente problema:
Por supuesto, deberán cumplirse las condiciones '0 (0) = 0 (0), '0 (b) = 1 (0), '1 (0) = 0 (a)
y '1 (b) = 1 (a).
Como quiera que, para aplicar el método de separación de variables y a fin de hallar las autofun-
ciones, deben haber condiciones de frontera homogéneas, aplicamos el principio de superposición
y proponemos la solución en la forma:
donde las funciones u1 (x, y) y u2 (x, y) satisfacen los siguientes problemas, respectivamente:
1 Z Z b
2X n⇡(a x) b n⇡ n⇡ n⇡
u(x, y) = sinh '0 (⌘) sin ⌘d⌘ + sinh x '1 (⌘) sin ⌘d⌘ ·
b n=1 b 0 b b 0 b
1 Z Z a
sin n⇡
b
y 2X n⇡(b y) a n⇡ n⇡ n⇡
· n⇡ + sinh 0 (⇠) sin ⇠d⇠ + sinh y 1 (⇠) sin ⇠d⇠ ·
sinh b a a n=1 a 0 a a 0 a
sin n⇡
a
x
· n⇡ (11.485)
sinh a b
r2 u = 0, 80 r < a
u(a, ') = A cos ' (11.486)
que consiste en hallar la función armónica en el cı́rculo de radio a, si se conoce su valor sobre
la frontera del cı́rculo como cierta función del ángulo polar ' (0 ' 2⇡), (A es una
constante dada). Resolveremos este problema de Dirichlet por medio del método de separación
de variables. En coordenadas polares la ecuación del problema (11.486) tiene la forma:
1 @ @u 1 @2u
r + 2 2 =0 (11.487)
r @r @r r @'
1 d dR 1 00
r + R =0
r dr dr r2
r2
o, separando variables, mediante la multiplicación por el factor R
,
d
r dr [rR0 ] 00
= = (11.489)
R
El signo de la constante se toma de manera que la función (') sea periódica. Ası́, para
('), obtenemos el problema:
00
+ = 0, 80 ' 2⇡
(' + 2⇡) = (') (11.490)
La condición impuesta a la ecuación en el problema (11.490) es evidente, dado que el valor del
potencial en cada punto es único. La solución general tiene la forma:
p p
(') = A cos ' + B sin '
p p p p
(' + 2⇡) = A cos (' + 2⇡) + B sin (' + 2⇡) = A cos ' + B sin '
p
vemos que tiene que cumplirse que = n, con n = 0, 1, 2, ... Es decir, que los autovalores, en
este caso, son = n2 y la solución del problema (11.490) es:
d
r [rR0 ] n2 R = 0
dr
|R(r)| < 1 (11.492)
r2 R00 + rR0 n2 R = 0
k(k 1) + k n2 = 0
Rn (r) = C1 rn + C2 r n
Dada la condición impuesta en (11.492), C2 = 0, para que la solución sea acotada en el interior
del cı́rculo, de manera que, finalmente, nos queda:
Rn (r) = rn (11.493)
Hemos considerado C1 = 1, ya que esta solución debe multiplicarse por (11.491), en la que
figuran constantes arbitrarias.
Es conveniente hacer aquı́ una importante aclaración: La ecuación de Euler tiene, para n = 0,
la solución particular, fácilmente comprobable,
1
R0 (r) = C0 ln
r
1
Rn (r) = C0 ln + C1 rn + C2 r n
r
pero como en el ejemplo que estamos estudiando la función u es armónica, por lo tanto |u| < 1,
lo que implica que C0 = 0 y C2 = 0, por lo que Rn (r) = rn , como habı́amos escrito arriba. Sin
embargo, en el caso en que, por las caracterı́sticas del problema, haya que tener en cuenta el
caso en que C0 6= 0 (ecuación no homogénea, por ejemplo), no podemos obviar esta solución
particular de la ecuación de Euler. Esto es importante y, como vemos, la solución particular
ln(1/r) aquı́ hallada es, precisamente, lo que se conoce con el nombre de solución fundamental
de la ecuación de Laplace en el plano R2 .
Hecha esta alcaración, de acuerdo con el esquema general de separación de variables, la solución
del problema (11.486) tendrá la forma:
Método de Separación de Variables 481
1
X
u(r, ') = {An cos n' + Bn sin n'}rn (11.494)
n=0
1
X
u(a, ') = {An cos n' + Bn sin n'}an = A cos ' (11.495)
n=0
A1 a = A, An = 0, 8n 6= 1, Bn = 0, 8n
r
u(r, ') = A cos ' (11.496)
a
r2 u = 0, 80 r < a
@u
|r=a = A sin ' + B sin3 ' (11.497)
@n
Debe comprobarse previamente si la condición de flujo nulo se cumple, para que el problema
planteado tenga sentido. No es difı́cil comprobar que, en este caso, ello se cumple.
1
X
u(r, ') = {An cos n' + Bn sin n'}rn (11.498)
n=0
X 1
@u @u
|r=a ⌘ |r=a = n{An cos n' + Bn sin n'}an 1 =
@n @r n=1
✓ ◆
3 3B B
= A sin ' + B sin ' ⌘ A + sin ' sin 3'
4 4
482 José Marı́n Antuña
Por consiguiente:
3B B
An = 0, 8n, B1 = A + , B3 = , Bn = 0, 8n 6= 1, 3
4 12a2
✓ ◆
3B B 3
u(r, ') = A+ r sin ' r sin 3' + C (11.499)
4 12a2
En (11.499) a la solución se le ha sumado una constante ya que, como sabemos, dos soluciones
del problema de Neumann se diferencian entre sı́ en una constante.
r2 u = 0, 80 r < a
✓ ◆
@u
hu |r=a = f (') (11.500)
@n
1
X
u(r, ') = {An cos n' + Bn sin n'}rn
n=0
1
X 1
X
{An nan 1
cos n' + Bn nan 1
sin n'} h {An an cos n' + Bn an sin n'}
n=1 n=1
A0 h = f (')
O sea:
1
X
f (') = A0 h + {An [han nan 1 ] cos n' + Bn [han nan 1 ] sin n'} (11.501)
n=1
Comparando (11.501) con el desarrollo de f (') en serie de Fourier, obtenemos para los coefi-
cientes las siguientes expresiones:
↵0 ↵n n
A0 = , An = n , Bn = (11.502)
2h ha nan 1 han nan 1
Método de Separación de Variables 483
donde:
Z 2⇡ Z 2⇡
1 1
↵n = f (') cos n'd', n = f (') sin n'd' (11.503)
⇡ 0 ⇡ 0
r2 u = 0, 80 r < a
u(a, ') = V1 , 80 < ' < ⇡ (11.504)
= V2 , 8⇡ < ' < 2⇡
1
X
u(r, ') = {An cos n' + Bn sin n'}rn
n=0
1
X
u(a, ') = {An cos n' + Bn sin n'}an = F = V1 , 80 < ' < ⇡
n=0
= V2 , 8⇡ < ' < 2⇡
Por consiguiente:
Z 2⇡ ⇢Z ⇡ Z 2⇡
1 1 V1 + V2
A0 = F d' = V1 d' + V2 d' = (11.505)
2⇡ 0 2⇡ 0 ⇡ 2
Similarmente, se obtiene:
2(V1 V2 )
An = 0, Bn ⌘ B2m+1 =
(2m + 1)⇡a2m+1
Con el fin de lograr un análisis fı́sico más claro de la solución obtenida, hagamos el siguiente
cálculo: Es conocido que
X1
z 2m+1 1 1+z
= ln (11.507)
m=0
2m + 1 2 1 z
Con ayuda de este resultado podemos sumar la serie que figura a la derecha en la expresión
(11.506). Llamando ⇠ = ar , z = ⇠ei' , tendremos:
1 ⇣ ⌘
( 1 1
)
X r 2m+1 sin(2m + 1)' 1 X ⇠ 2m+1 ei(2m+1)' X ⇠ 2m+1 e i(2m+1)'
= =
m=0
a (2m + 1) 2i m=0 2m + 1 m=0
2m + 1
( 1 1
) ⇢
1 X z 2m+1 X z ⇤2m+1 1 1 1+z 1 1 + z⇤
= = ln ln =
2i m=0 2m + 1 m=0 2m + 1 2i 2 1 z 2 1 z⇤
1 1 + z 1 z⇤ 1 1 ⇠ 2 + 2i⇠ sin '
= ln · ⇤
= ln (11.508)
4i 1 z 1 + z 4i 1 ⇠ 2 2i⇠ sin '
y como:
1 i z
arctan z = ln (11.509)
2i i + z
tendremos en (11.508):
X1 ⇣ ⌘
r 2m+1 sin(2m + 1)' 11 1 ⇠ 2 + 2i⇠ sin '
= ln =
m=0
a (2m + 1) 2 2i 1 ⇠ 2 2i⇠ sin '
11 i z 1
= ln = arctan z (11.510)
2 2i i + z 2
y se obtiene:
Método de Separación de Variables 485
2 arcsin '
z= (11.511)
a2 r 2
De la solución obtenida se ve que, si 0 < ' < ⇡, entonces sin ' > 0, por lo que, en la frontera
r = a, se obtiene arctan 1 = ⇡/2, por lo que se cumple que
para ⇡ < ' < 2⇡, como sin ' < 0, en la frontera r = a se obtiene arctan( 1) = ⇡/2, por lo
que
V1 + V2
u(0, ') =
2
Los ejemplos vistos ilustran la aplicación del método de separación de variables a los problemas
que no requieren el uso de funciones especiales. Es necesario aclarar que, si el problema a
resolver en el cı́rculo es externo, la solución del problema (11.492) será r n en lugar de (11.493),
para lograr que el resultado sea acotado. Los ejemplos vistos no pretenden agotar todas las
situaciones posibles, sino brindar algunas ideas de cómo proceder en este tipo de problemas.
De la misma manera que en el punto anterior, ilustraremos el método con algunos problemas
y haremos, además, algunos análisis y consideraciones.
Como hay simetrı́a respecto a ', en coordenadas cilı́ndricas el problema a resolver será:
486 José Marı́n Antuña
✓ ◆
2 1 @ @u @2u
r u= r + =0
r @r @r @z 2
1 d Z 00
(rR0 ) = = (11.514)
r dr Z
Z 00 + Z = 0, 80 < z < l
Z(0) = 0 (11.515)
Z(l) = 0
n⇡
Zn (z) = sin z (11.516)
l
⇣ n⇡ ⌘2
n = , n = 1, 2, 3, ... (11.517)
l
Como la solución del problema (11.513) es armónica y, por lo tanto acotada, para la función
R(r) obtenemos el problema:
1
R00 + R0 nR = 0, 80 r < a
r
|R(r)| < 1 (11.518)
Método de Separación de Variables 487
✓ ◆
p dx x
r = x, dr = p , R(r) = R p ⌘ y(x) (11.519)
1
y 00 + y 0 y = 0
x
|y(x)| < 1 (11.520)
La ecuación del problema (11.520) no es otra cosa que la ecuación de Bessel de argumento
imaginario para ⌫ = 0. Por consiguiente, su solución será:
donde I0 (x) y K0 (x) son las funciones cilı́ndricas de argumento imaginario de orden cero. En
virtud de que la solución debe ser acotada, D = 0, ya que K0 (x) no es acotada en x = 0.
Regresando a la variable inicial, obtenemos, finalmente:
⇣ n⇡ ⌘
Rn (r) = Cn I0 r (11.522)
l
1
X ⇣ n⇡ ⌘ n⇡
u(r, z) = Cn I0 r sin z (11.523)
n=1
l l
1
X ⇣ n⇡ ⌘ n⇡
u(a, z) = Cn I0 a sin z = f (z)
n=1
l l
de donde, suponiendo que f (z) cumple con los requisitos del teorema del desarrollo, hallamos
los coeficientes Cn en la forma:
Z l
2 n⇡
Cn = n⇡
f (z) sin zdz (11.524)
lI0 l
a 0 l
Nótese que las funciones cilı́ndricas de argumento imaginario, por ser monótonas, no constituyen
autofunciones.
r2 u = 0, 80 r < a (11.525)
u(a, ✓, ') = f (✓, ')
1 d 2 0 1
2
(r R )Y + 2 r2✓' Y · R = 0 (11.527)
r dr r
✓ ◆
1 @ @Y 1 @2Y
r2✓' Y = sin ✓ + (11.528)
sin ✓ @✓ @✓ sin2 ✓ @'2
d
dr
(r2 R0 ) r2✓' Y
= = (11.529)
R Y
De (11.529) obtenemos, para la parte angular, el problema de los armónicos esféricos que
resolvimos detalladamente en el punto 3 del epı́grafe anterior:
Ynm (✓, ') = {Am cos m' + Bm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.531)
= n(n + 1) (11.532)
(1)
Ynm (✓, ') = cos m'Pn(m) (cos ✓), Ynm
(2)
(✓, ') = sin m'Pn(m) (cos ✓)
o su expresión equivalente:
(n + |m|)! 2⇡"m
k Ynm k2 = (11.533)
(n |m|)! 2n + 1
donde
"m = 1, 8m 6= 0 (11.534)
"0 = 2
ya que la solución, evidentemente, tiene que ser acotada. Esta es una ecuación de Euler cuya
solución se propone de la forma R = rk . Para k se obtienen los valores
k=n
k= (n + 1)
490 José Marı́n Antuña
Rn (r) = Cn rn + Dn r (n+1)
(11.536)
Es conveniente destacar que aquı́ la solución particular, correspondiente al caso n = 0 (R0 (r) =
1/r), está contenida en la expresión (11.536) y corresponde a la llamada Solución Funda-
mental de la ecuación de Laplace en el espacio R3 , como ya conocemos.
Rn (r) = Cn rn (11.537)
1 X
X n
u(r, ✓, ') = Cnm rn Ynm (✓, ') =
n=0 m= n
1
X n
X
= rn {Am cos m' + Bm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.538)
n=0 m=0
1 X
X n
u(a, ✓, ') = f (✓, ') = Cnm an Ynm (✓, ') ⌘
n=0 m= n
1
X n
X
⌘ an {Am cos m' + Bm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.539)
n=0 m=0
Z ⇡ Z 2⇡
1 1 fnm
Cnm = n f ((✓, ')Ynm ((✓, ') sin ✓d✓d' ⌘ (11.540)
a k Ynm k2 0 0 an
1 X
X n ⇣ r ⌘n
u(r, ✓, ') = fnm Ynm (✓, ') (11.541)
n=0 m= n
a
Método de Separación de Variables 491
Z ⇡ Z 2⇡
1 1
Anm = n f ((✓, ') cos m'Pn(m) (cos ✓) sin ✓d✓d' (11.542)
a k Ynm k2 0 0
Z ⇡ Z 2⇡
1 1
Bnm = n f ((✓, ') sin m'Pn(m) (cos ✓) sin ✓d✓d' (11.543)
a k Ynm k2 0 0
entonces, la única diferencia estarı́a en que, en la solución (11.536), serı́a Cn = 0, para lograr
que la solución sea acotada, de manera que, en lugar de (11.537), la solución de la parte radial
serı́a:
(n+1)
Rn (r) = Dn r (11.545)
Un cálculo similar al efectuado arriba nos conducirı́a a la solución del problema (11.544) en la
forma:
1 X
X n ⇣ a ⌘n+1
u(r, ✓, ') = fnm Ynm (✓, ') (11.546)
n=0 m= n
r
Con este ejemplo concluimos la aplicación del método de separación de variables a las ecuaciones
de Laplace y Poisson. Para adquirir la destreza necesaria en su utilización, el lector debe intentar
resolver varios problemas, tomando como base lo expuesto en el presente punto.
492 José Marı́n Antuña
Según vimos en los capı́tulos donde estudiamos los procesos fı́sicos que se describen con ecua-
ciones de Helmholtz y el planteamiento de los problemas matemáticos, el problema a resolver
en este caso es:
r2 u 2 u = 0, 80 r < r0
u|r=r0 = u0 (11.548)
↵
donde = D . En el problema planteado, en virtud de que en la condición de frontera hay
simetrı́a con respecto a z y a ', la solución dependerá sólo de r. Por ello, la ecuación en
(11.548) en coordenadas cilı́ndricas toma la forma:
1
u00 + u0 2 u = 0 (11.549)
r
donde u = u(r). La ecuación (11.549) no es otra cosa que la ecuación de Bessel de argumento
imaginario, cuya solución general es:
pero, evidentemente, la solución debe ser acotada, por lo que B = 0. Aplicando, además, la
condición de frontera, obtenemos:
de donde se obtiene el valor de A. Por consiguiente, la solución del problema (11.548) será:
I0 (r)
u(r) = u0 (11.552)
I0 (r0 )
2. Resolver el mismo problema anterior en el exterior del cilindro, es decir, para r0 < r < 1.
Método de Separación de Variables 493
En este caso, como la solución tiene que ser acotada, concluimos que, en (11.550), A = 0.
Evaluando en la condición de frontera, obtenemos el valor de B, por lo que, finalmente, la
solución queda en la forma:
K0 (r)
u(r) = u0 (11.553)
K0 (r0 )
1. u|r=r0 = u0
2. u|r=r0 = u0 cos ✓
r2 u 2 u = 0, 80 r < r0
u|r=r0 = u0 (11.554)
Por haber simetrı́a en la condición de frontera respecto a ' y ✓, la solución será u = u(r).
La ecuación del problema (11.554) en coordenadas esféricas adquiere la forma:
2
u00 + u0 2 u = 0 (11.555)
r
Buscamos la solución en la forma:
R(r)
u(r) = p (11.556)
r
I1/2 (r)
u(r) = A p (11.559)
r
494 José Marı́n Antuña
I1/2 (r0 )
u(r0 ) = A p = u0 (11.560)
r0
r2 u 2 u = 0, 80 r < r0
u|r=r0 = u0 cos ✓ (11.562)
y(r)
R(r) = p (11.566)
r
que es una ecuación de Bessel de argumento imaginario de orden 3/2. Su solución acotada
nos conduce, para R(r), de acuerdo con (11.566), a la expresión:
Método de Separación de Variables 495
I3/2 (r)
R)r) = A p (11.568)
r
I3/2 (r)
u(r, ✓) = A p cos ✓ (11.569)
r
I3/2 (r0 )
u(r0 , ✓) = A p cos ✓ = u0 cos ✓ (11.570)
r0
X1 p
r0 In+ 12 (r)
u(r, ✓, ') = p Yn (✓, ') (11.573)
n=0
r In+ 1 (r0 )
2
donde
n
X
Yn (✓, ') = An0 Pn (cos ✓) + {Anm cos m' + Bnm sin m'}Pn(m) (cos ✓) (11.574)
m=1
Z ⇡ Z 2⇡
2n + 1 (n m)!
Anm = f (✓, ') cos m'Pn(m) (cos ✓) sin ✓d✓d' (11.575)
2⇡"m (n + m)! 0 0
Z ⇡ Z 2⇡
2n + 1 (n m)!
Bnm = f (✓, ') sin m'Pn(m) (cos ✓) sin ✓d✓d' (11.576)
2⇡ (n + m)! 0 0
496 José Marı́n Antuña
Aquı́:
"m = 1, 8m 6= 0 (11.577)
"0 = 2
4. Comprobar que en un tubo cilı́ndrico infinito de sección arbitraria y con paredes absolu-
tamente rı́gidas pueden existir, bajo ciertas condiciones, ondas sonoras que se propaguen, es
decir, que el tubo puede ser una guı́a de ondas sonoras. Hallar la menor frecuencia posible (la
mayor longitud de onda posible) de la onda propagada. Analizar los casos de sección circular
y rectangular.
Según vimos en el capı́tulo donde estudiamos los procesos fı́sicos que se describen con ecuaciones
hiperbólicas, para el potencial de velocidades en el interior del tubo tendremos es problema
utt = a2 r2 u
@u
|⌃ = 0 (11.578)
@n
donde ⌃ es la superficie frontera del tubo.(Fig. 11.11). La condición de frontera del problema
(11.578) viene dada por el hecho de que, al ser rı́gidas las paredes del tubo, el gradiente normal
del potencial de velocidades sobre la frontera es nulo. En el problema no consideramos ni
fuentes, ni condiciones iniciales, ya que para resolver el problema no necesitamos estos datos.
u = vei!t (11.579)
r2 v + k 2 v = 0 (11.580)
@v
|⌃ = 0
@n
donde
! 2⇡
k= = (11.581)
a
Colocando un sistema de coordenadas con el eje z como se muestra en la figura 11.11 y pro-
poniendo la solución de (11.580) como
Método de Separación de Variables 497
r22 w Z 00
= k2 = ⌫ (11.583)
w Z
r22 w + ⌫w = 0
@w
|C = 0 (11.584)
@n
donde C es la curva obtenida como intersección de la superficie frontera ⌃ con el plano transver-
498 José Marı́n Antuña
sal (Fig. 11.11). Este segundo problema de frontera para la ecuación de Helmholtz en el plano
es un problema de Sturm-Liouville. Por lo tanto, su solución vendrá dada por las autofunciones
y los autovalores
wn (M ), ⌫n , 8n = 1, 2, 3, ... (11.585)
Z 00 + (k 2 ⌫n )Z = 0 (11.586)
o, llamando
p
n = k2 ⌫n (11.587)
Z 00 + 2
nZ =0 (11.588)
Zn (z) = ei nz
(11.589)
p
k 2 ⌫n z
vn (M, z) = wn (M )ei nz
⌘ wn (M )ei (11.590)
De (11.590) se ve que, si ⌫n0 < k 2 < ⌫n0 +1 , existirán n0 ondas que se propagan a lo largo de la
guı́a de ondas, ya que para ⌫1 , ⌫2 , ..., ⌫n0 (11.590) da expresiones oscilantes. Para k 2 > ⌫n0 +1 ,
de (11.588) tendremos
p p
n = k2 ⌫n = i ⌫n k2 (11.591)
p
⌫n k 2 z
vn (M, z) = wn (M )e (11.592)
que son expresiones que se amortiguan exponencialmente a lo largo del eje z y que, por tanto,
no dan ondas que se propaguen.
2⇡
crit =p (11.593)
⌫n0
ya que todas las ondas con > crit se propagarán en la guı́a, mientras que aquellas con
< crit se amortiguarán.
2⇡
max =p (11.594)
⌫1
p
a ⌫1
fmin = (11.595)
2⇡
Analicemos, ahora, el caso de la guı́a de onda con sección rectangular. En este caso r22 =
@2 @2
@x2
+ @y 2 , de manera que, proponiendo w = X(x)Y (y), el problema (11.584) adopta la forma:
X 00 Y 00
= ⌫= ↵ (11.597)
X Y
de donde
X 00 + ↵X = 0, 80 < x < x0
X 0 (0) = 0 (11.598)
X 0 (x0 ) = 0
✓ ◆2
n⇡ n⇡
Xn (x) = cos x, ↵n = (11.599)
x0 x0
500 José Marı́n Antuña
y, además, llamando
= (⌫ ↵) (11.600)
obtenemos
Y 00 + Y = 0, 80 < y < y0
Y 0 (0) = 0 (11.601)
Y 0 (y0 ) = 0
✓ ◆2
m⇡ m⇡
Ym (y) = cos y, m = (11.602)
y0 y0
n⇡ m⇡
wnm (x, y) = cos x cos y (11.603)
x0 y0
2 n2 m2
⌫nm = ⇡ + 2 , n = 0, 1, 2, 3, ..., m = 0, 1, 2, 3, ... (11.604)
x20 y0
✓ ◆
1 @ @ 1 @2
r22 = r +
r @r @r r2 @'2
r2 R00 + 1r R0 00
+ ⌫r2 = =↵ (11.605)
R
!
(n)
µk
Rnk (r) = Jn r , k = 1, 2, ... (11.607)
r0
Método de Separación de Variables 501
(n)
donde µk son las raı́ces positivas de la ecuación trascendente Jn0 (µ) = 0. Por consiguiente, en
este caso
!
(n)
µk
wnk (r, ') = {An cos n' + Bn sin n'}Jn r (11.608)
r0
16 ⇣ x ⌘4 ⇣ x ⌘3 ⇣x⌘
'(x) = h 2 +
5 l l l
2. Una cuerda de longitud l, con extremos fijos, recibe una elongación inicial dada por la
función
⇡x
'(x) = A sin , 80 x l
l
Hallar las oscilaciones de la cuerda para t > 0, si la velocidad inicial es cero y no hay
fuerzas aplicadas a la cuerda.
3. Hallar las oscilaciones de una cuerda de longitud l con condiciones iniciales nulas, si el
extremo x = 0 se mantiene fijo y el extremo x = l se mueve por la ley A sin !t. (Considerar
! diferente de las frecuencias propias de la cuerda y el caso de resonancia, apartes).
4. Una barra está suspendida verticalmente y oprimida de forma tal, que el desplazamiento
en cada punto es igual a cero. En el instante t = 0 se le libera de la presión, manteniéndola
sujeta de su extremo superior. Hallar las oscilaciones forzadas de la barra, teniendo en
cuenta la presencia de la gravedad.
r2 u = 0, 80 r < a, 0 ' 2⇡
@u
|r=a = A cos ' + B
@n
9. Resolver el problema
r2 u = 0, 80 r < a, 0 ' 2⇡
@u
|r=a = A cos ' + B sin3 '
@n
10. Hallar la solución del tercer problema de frontera interno para la ecuación de Laplace en
el cı́rculo.
12. Resolver el problema del flujo de un lı́quido ideal alrededor de un cilindro de radio a
inmóvil, si la velocidad del lı́quido en el infinito es v 0 .
14. Hallar la solución del problema interno de la ecuación de Laplace en el cı́rculo de radio
a, si la condición de frontera es:
(a)
u|r=a = A sin ', 80 < ' < ⇡
(b)
1
u|r=a = A sin3 ', 8⇡ < ' < 2⇡
3
15. Hallar la función u(r, ', z), armónica en el interior de un cilindro finito de radio a y altura
h, que se anule en las bases del cilindro y en su superficie lateral tome el valor f (z).
16. Las bases del toroide a < r < b, 0 < z < l se mantienen a temperatura u0 = const y sus
superficies laterales a temperatura u1 = const. Hallar la distribución estacionaria de la
temperatura dentro del toroide, si en su interior no hay fuentes de calor.
17. Obtener la expresión del potencial de una carga puntual colocada en el eje de un cilindro
finito 0 < r < a, 0 < z < h, si sus paredes están a potencial cero.
19. Hallar el potencial electrostático dentro de una esfera de radio r0 , si en su interior no hay
fuentes y en su superficie u|r=r0 = 5 sin2 ✓ cos 2'.
20. Hallar el potencial dentro de una esfera de radio r0 sin cargas en su interior, si en su
superficie el potencial es u(r0 , ✓, ') = A sin ✓ sin '.
21. Hallar el potencial electrostático dentro de una esfera de radio a sin cargas internas,
cuya mitad superior está cargada a potencial V1 = const y su mitad inferior a potencial
V2 = const.
23. Hallar la temperatura de una esfera de radio r0 , si en su interior no hay fuentes de calor,
en su superficie ocurre un intercambio de calor con el medio ambiente a temperatura cero
según la ley de Newton y la temperatura inicial de la esfera depende sólo de r: f (r).
24. Hallar las oscilaciones transversales de una membrana rectangular, 0 < x < l1 , 0 < y < l2 ,
con borde fijo, si en el momento inicial está en equilibrio y se le imprime un impulso I,
concentrado en el punto (x0 , y0 ) y si el medio ambiente le ofrece una resistencia a su
movimiento proporcional a la velocidad.
25. Hallar las dimensiones crı́ticas de una pila atómica esférica de radio R, si ésta se encuentra
construida de forma tal, que en su superficie la concentración de neutrones es nula.
27. Hallar las oscilaciones de una membrana circular de radio r0 con condiciones iniciales
nulas, si su borde se mueve mediante la ley A sin !t. Resolver los casos resonante y no
resonante.
29. Hallar las oscilaciones de una membrana circular de radio r0 provocadas por condiciones
iniciales de simetrı́a radial, si el medio ambiente le ofrece una resistencia a las oscilaciones
proporcional a la velocidad.
30. Un recipiente esférico lleno de cierto gas se mueve uniformemente durante un tiempo largo
a velocidad v y, luego, en el instante t = 0, se detiene instantáneamente, permaneciendo
en lo adelante completamente inmóvil. Hallar las oscilaciones del gas dentro de la esfera
provocadas por este hecho.
33. Un recipiente esférico lleno de gas realiza, a partir del instante t = 0, pequeñas oscilaciones
armónicas en la dirección de uno de sus diámetros. La oscilación es A sin !t a lo largo
de dicho diámetro. Hallar las oscilaciones del gas dentro de la esfera, considerando que,
para t < 0, el gas estaba en reposo.
34. Hallar las oscilaciones del aire en el interior de un globo esférico, creadas por oscilaciones
pequeñas de su superficie, dirigidas a lo largo del radio, con velocidad f (✓) cos !t.
Ya desde el siglo pasado, muchos matemáticos comenzaron a trabajar con el llamado cálculo
simbólico, asociando un operador a la acción de derivación y el operador inverso a la acción de
integración; el empleo de la teorı́a de funciones de variable compleja y la teorı́a general de opera-
dores del Análisis Funcional permitieron dar una fundamentación acabada a las transformadas
integrales.
En el libro ”Teorı́a de Funciones de Variable Compleja” del autor se ofrece una exposición
del llamado Método Operacional e, incluso, se dan algunos ejemplos de su utilización en la
resolución de diversos problemas de la Fı́sica Matemática. En el presente capı́tulo veremos una
visión sistematizada de la utilización de dicho método en los problemas que venimos estudiando.
La aplicación del método de transformadas integrales será estudiada aquı́ en su aplicación a los
diferentes problemas de los distintos tipos de ecuaciones que anteriormente definimos.
505
506 José Marı́n Antuña
Por supuesto, ya sabemos que la solución del problema (12.1) viene dada por la fórmula de
D’Alembert, que obtuvimos y analizamos fı́sicamente en aquel capı́tulo. Ejemplificaremos, pues,
la utilización de la transformada de Fourier, resolviendo este problema, ya que como conocemos
el resultado, podemos juzgar sobre la validez de lo que hagamos por lo que obtengamos. La
metodologı́a de trabajo que con el ejemplo desarrollaremos es, no obstante, general y muy útil
en muchos casos y, más adelante, la utilizaremos en otros problemas.
Z 1
F (k) = f (⇠)eik⇠ d⇠ (12.2)
1
entonces, la transformada de Fourier (12.2) existe y define una función analı́tica de la variable
compleja k = k1 + ik2 en la franja a < k2 < b del plano complejo k. En particular, si a < 0
y b > 0, esta franja de analiticidad contiene al eje real k = k1 . La transformada inversa de
Fourier se calcula por la fórmula:
Z 1
1 ikx
f (x) = F (k)e dx (12.4)
2⇡ 1
Z 1+i
1 ikx
f (x) = F (k)e dx (12.5)
2⇡ 1+i
donde es un número tal, que la recta de integración, paralela al eje real, esté contenida dentro
de la franja de analiticidad de F (k), es decir, a < < b.
y, en general:
donde hemos utilizado la notación f (x) $F F (k) para indicar que f (x) tiene a F (k) por
transformada de Fourier.
La relación (12.6) es muy fácil de demostrar utilizando la integración por partes. Por ejemplo,
para la transformada de la primera derivada tenemos, integrando por partes:
Z 1
0
f (x) $ F
f 0 (⇠)eik⇠ d⇠ = f (⇠)eik⇠ |11 ikF (k) ⌘ ikF (k)
1
Entonces, como la transformada de Fourier es, evidentemente, una operación lineal, aplicando
transformada de Fourier al problema (12.1), obtenemos:
Utt + k 2 a2 U = 0, 8t > 0
U (k, 0) = (k) (12.7)
Ut (k, 0) = (k)
De las condiciones iniciales del problema (12.7) se obtienen, para las constantes A(k) y B(k)
las siguientes expresiones:
1 1
A(k) = (k) + (k)
2 2ika
1 1
B(k) = (k) (k) (12.9)
2 2ika
Colocando (12.9) en (12.8) y hallando la transformada inversa, obtenemos, para la solución del
problema (12.1), la expresión:
Z 1 ⇢
1 1 1 1
u(x, t) = (k) + (k) eikat + (k) (k) e ikat
e ikx
dk (12.10)
2 2⇡ 1 2ika 2ika
donde son conocidas las transformadas (k) y (k) de '(x) y (x), respectivamente, por las
fórmulas:
Z 1
(k) = '(⇠)eik⇠ d⇠
1
Z 1
(k) = (⇠)eik⇠ d⇠ (12.11)
1
Por lo tanto, en principio, queda resuelto el problema (12.1); la solución viene dada por la
fórmula (12.10) donde las funciones (k) y (k) están dadas por las fórmulas (12.11). Es con-
veniente destacar que la fórmula (12.10) debe coincidir con la fórmula de D’Alembert, obtenida
anteriormente, ya que -como sabemos- la solución es única. Por lo tanto, transformemos la
expresión (12.10), a fin de verificar que ella coincide con la fórmula de D’Alembert. No es
difı́cil llevar la expresión (12.10) a la siguiente forma:
Z 1
1 1
u(x, t) = (k)[e ik(x at) + e ik(x+at) ]dk +
2 2⇡ 1
Z 1
1 1 1
+ [e ik(x at) e ik(x+at) ]dk (12.12)
2 2⇡ 1 aik
Z 1 Z 1
1 1 ik(x at) 1 1
u(x, t) = (k)e dk + (k)e ik(x+at) dk +
2 2⇡ 1 2 2⇡ 1
Z x+at Z 1
1 1
+ (k)e ik↵ dkd↵ (12.14)
2a 2⇡ x at 1
El primero y el segundo integrando en (12.14) son, respectivamente, '(x at) y '(x + at), por
la definición de transformada de Fourier; en el tercer sumando, el factor 1/2⇡, multiplicado por
la integral interior es (↵), por la definición de transformada de Fourier. Ası́ pues, finalmente,
de (12.14) obtenemos:
Z x+at
1 1 1
u(x, t) = '(x at) + '(x + at) + (↵)d↵ (12.15)
2 2 2a x at
Generalmente, la transformada de Fourier se aplica, por ser bilateral (es decir, que se define para
funciones dadas entre 1 y +1), cuando se quieren resolver problemas en todo el espacio; la
transformada de Laplace en tanto, por ser unilateral (o sea, que se define para funciones dadas
en el semieje, desde 0 hasta +1), se emplea para resolver problemas en rangos de valores
positivos de la variable. Ası́ pues, generalmente, la transformada de Fourier se aplica en el
espacio, en tanto que la transformada de Laplace se aplica en el tiempo. No debemos olvidar
que, en esencia, la transformada de Laplace es la transformada de Fourier unilateral, girada un
ángulo ⇡/2 en el plano complejo, de manera que la afirmación hecha arriba es convencional,
aunque permite automatizar mucho los cálculos en la práctica.
Resolvamos el problema de las oscilaciones de una cuerda semiinfinita, provocadas por el movi-
miento de su extremo por una ley dada. Es decir, resolvamos el problema:
510 José Marı́n Antuña
El problema (12.16) fue resuelto, también por el método de ondas viajeras, de manera que su
solución aquı́ por el método de transformadas integrales nos servirá de comprobación, también,
de la validez de nuestros cálculos.
Apliquemos la transformada de Laplace en el tiempo, suponiendo que u(x, t) y µ(t) son ori-
ginales. Llamemos U (x, p) y M (p), respectivamente, a las transformadas de Laplace de estas
funciones, es decir:
donde, como sabemos, la transformada de Laplace del original f (t) viene dada por la expresión
Z 1
f (t) : F (p) = f (t)e pt
dt
0
p2
Uxx U = 0, 8x > 0 (12.17)
a2
U (0, p) = M (p)
donde hemos tenido en cuenta las conocidas fórmulas para la transformada de Laplace de las
derivadas:
p
x
U (x, p) = M (p)e a (12.18)
de manera que, por la fórmula de Mellin para el cálculo del original a partir de la transformada,
obtenemos:
Método de Transformadas Integrales 511
Z s+i1 Z s+i1
1 1
M (p)ep(t ) dp =
p x
x pt
u(x, t) = M (p)e a e dp = a
2⇡i s i1 2⇡i s i1
⇣ x⌘ x
= µ t , 8t > (12.19)
a a
x
= 0, 8t <
a
que es el mismo resultado obtenido por el método de ondas viajeras. Para obtener el resultado
(12.19) hemos tenido en cuenta que, de acuerdo con la teorı́a de residuos, para poder aplicar el
Lema de Jordan, cerramos por la izquierda para t xa > 0, donde -por definición- el integrando
tiene singularidades y cerramos por la derecha para t xa < 0, donde el integrando es analı́tico.
Los ejemplos hasta aquı́ vistos son de problemas cuyas soluciones conocemos a priori, pues
fueron obtenidas anteriormente por nosotros por el método de ondas viajeras. Ellos, simple-
mente, nos permiten verificar la validez y potencia del uso de las transformadas integrales para
la resolución de problemas de la Fı́sica Matemática. Basados en esta evidencia, a continuación
resolveremos otros problemas con la ayuda de las transformadas integrales que anteriormente
no habı́amos acometido.
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G3 (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.21)
0 0
Ası́ pues, en esencia, lo que queremos hallar es la función de Green G3 (x, ⇠, t), correspondiente
al tercer problema de frontera de la ecuación hiperbólica en la recta semiinfinita. A fin de
resolver el problema, por el método de transformadas integrales, apliquemos al problema (12.20)
512 José Marı́n Antuña
p2 1
Uxx 2
U = F (x, p), 8x > 0 (12.22)
a a2
Ux (0, p) hU (0, p) = 0
La solución del problema diferencial ordinario (12.22), en términos de la función de Green, es:
Z 1
G(x, ⇠, p)
U (x, p) = F (⇠, p)d⇠ (12.24)
0 a2
1
G(x, ⇠, p) = y1 (x)y2 (⇠), 80 x ⇠ < 1 (12.25)
W
1
= y1 (⇠)y2 (x), 80 ⇠ x < 1
W
donde
y1 (x) y2 (x)
W = (12.26)
y10 (x) y20 (x)
es el wronskiano de las funciones y1 (x) y y2 (x) que son, por definición, dos soluciones linealmente
independientes de la ecuación del problema (12.22) con las siguientes caracterı́sticas: y1 (x) debe
satisfacer la condición de frontera del problema (12.22) en x = 0; y2 (x) debe cumplir la condición
de frontera en el otro extremo (o sea, en este caso, ser acotada para x ! 1). Hallemos las
funciones y1 (x) y y2 (x); para ello resolvamos la ecuación:
p2
y 00 y=0
a2
p p
x
y(x) = Ae a + Be a x
Exigiendo que esta solución cumpla la condición de frontera en x = 0 del problema (12.22),
obtenemos la función y1 (x) en la forma:
p
p h p
y1 (x) = e a x + a
p e a
x
(12.27)
a
+h
p
x
y2 (x) = e a (12.28)
2p
W = (12.29)
a
por lo que, finalmente, obtenemos la función de Green en la forma (el lector interesado en
adquirir la necesaria destreza en este tipo de método debe realizar los cálculos aquı́ indicados
de forma individual):
p
a p
(⇠ x) a
h p
(x+⇠)
G(x, ⇠, p) = e a + p e a , 80 x ⇠ < 1
2p a
+h
p
a p
(x ⇠) a
h p
(x+⇠)
G(x, ⇠, p) = e a + p e a , 80 ⇠ x < 1
2p a
+h
es decir,
p
a p
|x ⇠| a
h p
(x+⇠)
G(x, ⇠, p) = e a + p e a (12.30)
2p a
+h
Z 1 p
1 p
|x ⇠| a
h p
(x+⇠)
U (x, p) = F (⇠, p) e a + p e a d⇠ (12.31)
0 2ap a
+h
Pero, de tablas de transformadas integrales (ver, por ejemplo, el libro de Bateman y Erdelyi)
se sabe que:
514 José Marı́n Antuña
✓ ◆ ✓ ◆
1 p |x ⇠| 1 p (x + ⇠)
e a
|x ⇠|
:✓ t ; e a
|x+⇠|
:✓ t (12.32)
p a p a
✓ ◆
1 p (x + ⇠) ha(t x+⇠
)
2h p e a
|x+⇠|
: 2ha✓ t e a (12.33)
a
+h a
donde
✓(t) = 1, 8t > 0
= 0, 8t < 0 (12.34)
Z t ✓ ◆
1 1 p (x + ⇠) ha(s x+⇠
) ds =
2h p e a
|x+⇠|
: 2ha ✓ s e a
p a +h 0 a
Z t ✓ ◆Z t x+⇠
ha(s x+⇠
) ds = 2ha✓ t (x + ⇠) a
hay
= 2ha e a e dy (12.35)
x+⇠
a
a 0
Z 1Z t
1
u(x, t) = d⇠d⌧ f (⇠, ⌧ ) · (12.36)
2a 0 0
" ✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆Z x+⇠
#
t
|x ⇠| |x + ⇠| |x + ⇠| a
hay
· ✓ t ⌧ +✓ t ⌧ 2ha✓ t ⌧ e dy
a a a 0
Por consiguiente, la función de Green del tercer problema de frontera para la ecuación hiperbó-
lica en la recta semiinfinita tiene la forma:
" Z #
at |x+⇠|
1 hs
G3 (x, ⇠, t) = ✓(at |x ⇠|) + ✓(at |x + ⇠|) 2h✓(at |x + ⇠|) e ds
2a 0
(12.37)
Por definición, esta función de Green (12.37) será la solución del problema:
Método de Transformadas Integrales 515
o de su problema equivalente:
1
G3 (x, ⇠, t)|h=0 = [✓(at |x ⇠|) + ✓(at |x + ⇠|)] ⌘ G2 (x, ⇠, t) (12.40)
2a
que serı́a la función de Green en la recta semiinfinita para la ecuación hiperbólica para el
segundo problema de frontera (ux (0, t) = 0) y que puede obtenerse, fácilmente, mediante la
prolongación par de las condiciones iniciales a la recta infinita. Este resultado era de esperar,
ya que, para h = 0, la condición de frontera del problema (12.20) se convierte en la condición
de segundo tipo y, en el capı́tulo del método de ondas viajeras vimos que, para condición de
frontera de segundo tipo en la recta semiinfinita, la solución, por el método de prolongación
se obtiene, realizando una prolongación par de las condiciones iniciales. La función G2 (x, ⇠, t),
por definición, será la solución del problema:
o de su equivalente:
La integral en la función G3 (x, ⇠, t), dada por (12.37), se puede calcular explı́citamente:
Z at |x+⇠|
hs 1⇥ h(at |x+⇠|)
⇤
e ds = 1 e
0 h
1 h(at |x+⇠|)
G3 (x, ⇠, t) = [✓(at |x ⇠|) + ✓(at |x + ⇠|) 2✓(at |x + ⇠|)[1 e ]] (12.44)
2a
1
G3 (x, ⇠, t)|x!1 = [✓(at |x ⇠|) ✓(at |x + ⇠|)] ⌘ G1 (x, ⇠, t) (12.45)
2a
que serı́a la función de Green en la recta semiinfinita para la ecuación hiperbólica para el
primer problema de frontera (cuando h ! 1, en la condición ux (0, t) hu(0, t) = 0 prevalece
el segundo término, por lo que la condición se convierte en u(0, t) = 0, es decir, la condición de
frontera de primer tipo). Esta función puede obtenerse, fácilmente, mediante la prolongación
impar de las condiciones iniciales a la recta infinita. Por definición, (12.45) serı́a la solución del
problema:
Con ayuda de las funciones de Green aquı́ obtenidas, la solución del problema general:
se expresa en la forma:
Z 1 Z 1
@Gi (x, ⇠, t)
u(x, t) = '(⇠) d⇠ + (⇠)Gi (x, ⇠, t)d⇠ +
0 @t 0
Z tZ 1
+ f (⇠, ⌧ )Gi (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.50)
0 0
Para poder decir que todos los problemas de la ecuación hiperbólica en la recta semiinfinita están
resueltos, hay que resolver, además, los problemas con condiciones de frontera no homogéneas.
Ya anteriormente resolvimos el problema con condición de frontera de primer tipo:
(ver problema (12.16)), cuya solución viene dada por la fórmula (12.19). De forma totalmente
análoga se resuelve, aplicando transformada de Laplace, el segundo problema de frontera:
Z ⇣
t
x⌘
u(x, t) = a ✓ ⌧ ⌫(t ⌧ )d⌧ (12.53)
0 a
p2
Uxx U = 0, 80 < x < 1
a2
Ux (0, p) hU (0, p) = M (p) (12.55)
|U | < 1
donde, al igual que antes, hemos llamado M (p) a la transformada de Laplace de µ(t). La
solución de (12.55) es:
p
x
U (x, p) = C(p)e a (12.56)
M (p) p M (p) p
U (x, p) = p e a
x
⌘ a e a
x
:
a
+h p + ha
Z t ⇣ x ⌘ ha(t ⌧ x
) d⌧
: a µ(⌧ )✓ t ⌧ e a (12.57)
0 a
1
e ↵p
: ✓(t ↵)e (t ↵)
(12.58)
p+
Z ⇣
t
x⌘ ha(t ⌧ x
) d⌧
u(x, t) = a µ(⌧ )✓ t ⌧ e a (12.59)
0 a
De esta forma, tenemos completamente resueltos todos los problemas que, en principio, se
pueden presentar en la recta semiinfinita para la ecuación hiperbólica. En el próximo epı́grafe
acometeremos la solución, por el método de transformadas integrales, de problemas con ecua-
ciones parabólicas.
Recordemos que para nosotros, desde un punto de vista fı́sico, una barra infinita será aquella en
la que el proceso fı́sico que analizamos se desarrolla en una región de la barra y en un intervalo
de tiempo tales, que la acción y presencia de los extremos de la barra no se manifiestan sobre
la solución.
Z 1
F
u(x, t) $ U (k, t) = u(x, t)eikt dx
1
Ut = k 2 a2 U, 8t > 0 (12.61)
U (k, 0) = (k)
donde (k) es la transformada de Fourier de la función '(x). La solución del problema (12.61)
es:
k 2 a2 t
U (k, t) = (k)e (12.62)
de manera que, aplicando la transformada inversa de Fourier, obtenemos para la solución del
problema (12.60) la expresión:
Z 1
1 k 2 a2 t ikt
u(x, t) = (k)e e dk (12.63)
2⇡ 1
Z 1 Z 1
1 2 2
u(x, t) = '(⇠)eik⇠ e k a t e ikt d⇠dk =
2⇡ 1 1
Z 1 ⇢Z 1
1 2 2
= '(⇠) e ik(x ⇠) e k a t dk d⇠ (12.64)
2⇡ 1 1
Z 1 Z 1
ik k2 ↵ k2 ↵
I(↵, ) = e e dk ⌘ cos k e dk (12.65)
1 1
que contiene al seno es cero, en virtud de ser impar el integrando y ser una integral entre lı́mites
simétricos.
Esta integral fue calculada con ayuda de la teorı́a de residuos en el ejemplo 6 del punto 4 del
epı́grafe 2 del Capı́tulo 5 del libro ”Teorı́a de Funciones de Variable Compleja” del autor. Su
cálculo, por métodos tradicionales de cálculo de las integrales paramétricas, puede efectuarse,
también, de la siguiente manera. Derivando la integral (12.65) respecto al parámetro e
integrando una vez por partes, obtenemos:
Z 1 Z 1
@I k2 ↵ 1 k2 ↵ k2 ↵
= k sin k e dk = e sin k |11 cos k e dk = I
@ 1 2↵ 2↵ 1 2↵
en virtud de que el primer sumando en la integración por partes es, obviamente, igual a cero.
De esta manera obtenemos una ecuación diferencial para calcular nuestra integral:
@I
+ I=0 (12.66)
@ 2↵
Z 1
r
k2 ↵ ⇡
I(↵, 0) = e dk = (12.67)
1 ↵
No es difı́cil hallar que la solución del problema de Cauchy formado por la ecuación (12.66) y
la condición (12.67) tiene la siguiente expresión:
r
⇡ 2
I(↵, ) = e 4↵ (12.68)
↵
que es la misma expresión que fue obtenida con ayuda de la teorı́a de residuos.
Sustituyendo ↵ y por sus valores y colocando (12.68) en (12.64), obtenemos la solución del
problema (12.60) en la forma que a continuación se expresa:
Z 1
r
1 ⇡ (x ⇠)2
u(x, t) = '(⇠) e 4a2 t d⇠
2⇡ 1 a2 t
es decir:
Z 1
1 (x ⇠)2
u(x, t) = p '(⇠)e 4a2 t d⇠ (12.69)
4⇡a2 t 1
522 José Marı́n Antuña
Si introducimos la notación:
1 (x ⇠)2
G(x, ⇠, t) = p e 4a2 t (12.70)
4⇡a2 t
Z 1
u(x, t) = '(⇠)G(x, ⇠, t)d⇠ (12.71)
1
lim G(x, ⇠, t) = 0, 8x 6= ⇠
t!0
= 1, 8x = ⇠
lo que era de esperar, ya que debe cumplir la condición inicial del problema (12.72).
Igualmente se ve que el máximo de la campana decrece a medida que t crece y el área bajo la
x p⇠
curva todo el tiempo es, haciendo ↵ = 2a t
:
Método de Transformadas Integrales 523
Z 1 Z 1 Z 1
1 (x ⇠)2 1 ↵2
G(x, ⇠, t)dx = p p e 4a2 t dx = p e d↵ = 1
1 2a t ⇡ 1 ⇡ 1
lo que, fı́sicamente, era de esperar, ya que la cantidad de calor total en la barra, todo el tiempo,
tiene que permanecer igual a la unidad c⇢ de calor que en el instante inicial se desprendió en
la fuente instantánea y puntual del punto ⇠.
Obsérvese que en la distribución de temperaturas obtenida resulta que, para cualquier t > 0,
por muy pequeño que éste sea, en cualquier punto x de la barra hay cierta temperatura.
Esto significarı́a que el proceso de propagación de calor ocurre instantáneamente, con velocidad
infinita, cosa que contradice la teorı́a molecular del calor e, incluso, el resultado relativista de
que la velocidad superior lı́mite en la naturaleza es finita.
Esto, sin embargo, no debe inquietarnos. Esta contradicción aparece debido a que nosotros
obtuvimos la ecuación parabólica, que describe el proceso de propagación de calor, a partir
de consideraciones fenomenológicas macroscópicas, como resultado de formular la ecuación de
balance de calor y sin considerar la inercia de las moléculas, ni ninguna otra consideración de
524 José Marı́n Antuña
tipo microscópico. Sin embargo, en virtud de que la curva gaussiana decrece exponencialmente
al alejarse del punto x = ⇠, la temperatura lejos del centro de la campana puede considerarse
prácticamente nula, por lo que la solución obtenida puede aceptarse como una buena aproxi-
mación a la realidad.
Una vez hechas estas consideraciones desde el punto de vista fı́sico y para completar nuestro
análisis, debemos ver, desde el punto de vista matemático, las condiciones de validez de la
solución obtenida.
Para garantizar que, efectivamente, la fórmula de Poisson (12.69) es la solución del problema
(12.60), debemos demostrar que se cumplen las siguientes cuatro proposiciones:
|'(x)| < M,
entonces
Demostración:
Supuesto |'(x)| < M , tenemos que, de (12.69) y haciendo
x ⇠ d⇠
↵= p , d↵ = p
2a t 2a t
Z 1 Z 1
1 (x ⇠)2 M (x ⇠)2
|u(x, t)| p |'(⇠)|e 4a2 t d⇠ < p e 4a2 t d⇠ =
4⇡a2 t 1 4⇡a2
Z 1t 1
M ↵2
p
=p e 2a td↵ = M
4⇡a2 t 1
2. La función u(x, t), dada por (12.69), es continua para |x| L y 0 < t1 T , donde L, t1
y T son cualesquiera.
Demostración:
Tenemos que demostrar que la solución, dada por (12.69), es una función continua en el
rectángulo que se muestra en la figura 12.2.
Para ello, demostraremos que la integral (12.69) converge uniformemente en dicho rectán-
gulo.
Como L es finito, pero arbitrario, al igual que T , ello significará que nuestra solución
satisface los requisitos del planteamiento del problema (12.60).
Método de Transformadas Integrales 525
En (12.73) los integrandos de la segunda y tercera integral son los mismos que el inte-
grando de la primera.
La integral I2 es propia y, por consiguiente, su valor es una función continua. Hallemos
el mayorante para las integrales impropias I1 e I3 .
En primer lugar, tenemos que, para ambas integrales, |⇠| > L. Además, como t t1 ,
tendremos que
1 1
p p
t t1
526 José Marı́n Antuña
y por lo tanto
y, como |'(x)| < M , tendremos para el integrando de las integrales I1 e I3 (donde |⇠| > L)
el siguiente mayorante numérico:
x ⇠ d⇠
↵= p , d↵ = p
2a t 2a t
la solución (12.69) puede expresarse como
Z 1 p
1 ↵2
u(x, t) = p '(x 2a↵ t)e d↵ (12.75)
⇡ 1
Método de Transformadas Integrales 527
p R1 ↵2
En virtud de la integral de Poisson: ⇡= 1
e d↵, podemos escribir:
Z 1
1 ↵2
'(x) = p '(x)e d↵ (12.76)
⇡ 1
Z ⇢Z Z Z
1 1 p ↵2
N N 1
u(x, t) '(x) = p ['(x 2a↵ t) '(x)]e d↵ ⌘ + + (12.77)
⇡ 1 1 N N
Hemos dividido la integral en tres partes para poder analizar el lı́mite cuando t ! 0 en
la integral propia de N a N , teniendo presente la convergencia uniforme de la integral
impropia.
En las integrales laterales, en ( 1, N ) y en (N, 1), podemos decir que:
p p
|'(x 2a↵ t) '(x)| |'(x 2a↵ t)| + |'(x)| < 2M (12.78)
⇢ Z N Z 1
1 ↵2 ↵2
|u(x, t) '(x)| < p 2M e d↵ + 2M e d↵ +
⇡ 1 N
Z N p
1 ↵2
+p |'(x 2a↵ t) '(x)|e d↵ (12.79)
⇡ N
Z 1 Z N p
4M ↵2 1 ↵2
|u(x, t) '(x)| < p e d↵ + p |'(x 2a↵ t '(x)|e d↵ (12.80)
⇡ N ⇡ N
p "
|'(x 2a↵ t '(x)| < (12.82)
2
Por consiguiente, tomando " > 0 y los correspondientes valores de N y t ! 0, tendremos,
considerando (12.81) y (12.82) en (12.80), que:
Z N
" " ↵2
|u(x, t) '(x)| < + p e d↵
2 2 ⇡ N
La condición inicial ha sido considerada nula, ya que, en caso contrario, el principio de super-
posición nos permitirı́a desdoblar el problema en el que acabamos de escribir y el problema
(12.60), cuya solución ya conocemos.
Z tZ 1 Z tZ 1
2
ut G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = a u⇠⇠ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ +
0 1 0 1
Z Zt 1
+ f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.86)
0 1
Integrando una vez por partes la primera integral con respecto al tiempo, tendremos:
Z tZ 1 Z tZ 1
u⌧ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = u(x, t) uG⌧ d⇠d⌧ (12.87)
0 1 0 1
En la obtención de (12.87) hemos tenido en cuenta la condición inicial del problema (12.85),
la condición inicial que cumple la función de Green y la propiedad fundamental de la función
delta de Dirac.
Integrando dos veces por partes la segunda integral y teniendo en cuenta que para ⇠ ! ±1,
las funciones tienden a cero, es fácil obtener:
Z tZ 1 Z tZ 1
u⇠⇠ G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = uG⇠⇠ d⇠d⌧ (12.88)
0 1 0 1
Z tZ 1 Z tZ 1
2
u(x, t) = u[G⌧ + a G⇠⇠ ]d⇠d⌧ + f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.89)
0 1 0 1
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.90)
0 1
530 José Marı́n Antuña
Este resultado era esperado, en virtud del significado fı́sico de la función de Green.
Como se observa, una vez más hemos obtenido la solución de la ecuación no homogénea, como
la integral en el tiempo transcurrido y en el espacio considerado, del producto de la inhomo-
geneidad de la ecuación por la función de Green.
De (12.90) es evidente que la función de Green puede definirse, también, como la solución del
problema:
De esta manera concluimos con nuestro estudio de la propagación de calor en la recta infinita
y pasaremos al estudio de la solución de los problemas en la recta semiinfinita.
Supongamos, inicialmente, que el extremo de la barra, o bien está 1a temperatura cero (primera
condición de frontera homogénea), o bien se encuentra aislado térmicamente (segunda condición
de frontera homogénea).
Esto quiere decir que estamos buscando la distribución de temperaturas en la barra semiinfinita
si su extremo cumple con una de dichas condiciones; es decir, que el problema a resolver será:
Con el objetivo de resolver este problema, veamos un importante y útil lema, similar al que
estudiamos en el capı́tulo correspondiente a las ecuaciones hiperbólicas:
Lema.
Si las funciones (x) y F (x, t) son impares (pares), respecto al argumento x, entonces, la
solución del problema para la recta infinita
Método de Transformadas Integrales 531
Es conveniente aclarar que hemos enunciado el lema en forma de alternativa: si las funciones
son impares, se cumplirá que U (0, t) = 0; por el contrario, si ambas funciones son pares, se
cumplirá que Ux (0, t) = 0.
Demostración:
1 ⇠2
G(0, ⇠, t) = p e 4a2 t
4⇡a2 t
es una función par de ⇠ y, como las funciones (⇠) y F (⇠, ⌧ ) son impares con respecto
a ⇠, los integrandos en (12.94) son impares, de manera que las integrales entre lı́mites
simétricos ( 1, 1) dan cero, con lo que queda demostrado el lema para funciones im-
pares.
2. Para (x) y F (x, t) pares.
Calculando Ux (x, t) y evaluando en x = 0, tendremos:
Z 1 Z tZ 1
Ux (0, t) = (⇠)Gx (0, ⇠, t)d⇠ + F (⇠, ⌧ )Gx (0, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.95)
1 0 1
1 ⇠ ⇠2
Gx (0, ⇠, t) = p e 4a2 t
4⇡a2 t 2a2 t
es una función impar de ⇠ y, como (⇠) y F (⇠, ⌧ ) son pares, los integrandos en (12.95) son
impares, por lo que sus integrales entre lı́mites simétricos ( 1, 1) son iguales a cero, lo
que demuestra la segunda parte del lema.
532 José Marı́n Antuña
Demostrado el lema.
Con ayuda de este lema resolveremos el problema (12.92). Para ello, veamos, inicialmente, el
problema con la ecuación homogénea y condición de frontera de primer tipo homogénea. Es
decir:
En virtud del lema demostrado, haremos una prolongación impar de la condición inicial del
problema (12.96) hacia la parte negativa del eje x y resolveremos en la barra infinita el problema
La solución del problema (12.97) viene dada por la fórmula (12.69); es decir, efectuando los
cálculos:
Z 1
1 (x ⇠)2
U (x, t) = p (⇠)e 4a2 t d⇠ =
4⇡a2 t 1
Z 0 Z 1
1 (x ⇠)2 1 (x ⇠)2
=p '( ⇠)e 4a2 t d⇠ + p '(⇠)e 4a2 t d⇠ (12.98)
4⇡a2 t 1 4⇡a2 t 0
Z 0 Z 1
1 (x+⇠)2 1 (x ⇠)2
U (x, t) = p '(⇠)e d⇠ + p
4a2 t '(⇠)e 4a2 t d⇠ =
4⇡a2 t 1 4⇡a2⇢t 0
Z 1
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
=p '(⇠) e 4a2 t e 4a2 t d⇠ (12.99)
4⇡a2 t 0
La solución del problema (12.96), evidentemente, será u(x, t) = U (x, t) para x > 0.
Z 1
u(x, t) = '(⇠)G1 (x, ⇠, t)d⇠ (12.100)
0
Método de Transformadas Integrales 533
⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
G1 (x, ⇠, t) = p e 4a2 t e 4a2 t (12.101)
4⇡a2 t
De manera totalmente similar, pero realizando una prolongación par, es fácil obtener que la
solución del problema
Z 1
u(x, t) = '(⇠)G2 (x, ⇠, t)d⇠ (12.103)
0
donde
⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
G2 (x, ⇠, t) = p e 4a2 t +e 4a2 t (12.104)
4⇡a2 t
Es evidente que (12.101) y (12.104) son las funciones de Green de los problemas de frontera
correspondientes, ya que son solución, respectivamente, de los problemas (12.96) y (12.102) en
los que, por condición inicial, se tenga (x x0 ).
Es decir, que las funciones de Green (12.101) y (12.104) son, respectivamente, la temperatura
de la barra semiinfinita, si en el punto x0 , en el instante t = 0, se desprende la unidad de calor
instantánea y puntualmente, con el extremo x = 0 a temperatura cero, para el primer caso, o
con el extremo x = 0 aislado térmicamente, para el segundo caso.
El significado fı́sico de las funciones de Green (12.101) y (12.104) puede verse, también, de la
siguiente manera:
podrı́a ser resuelto, con todo rigor, con ayuda del lema, prolongando de forma impar o par,
según el caso, la función f (x, t) y utilizando la fórmula (12.90); este cálculo se le recomienda al
lector a modo de ejercicio.
Sin embargo, nuestros conocimientos sobre el significado fı́sico de la función de Green nos
permiten afirmar que dicha solución tendrá la forma:
Z tZ 1
u(x, t) f (⇠, ⌧ )Gi (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.106)
0 0
Nótese que, de nuevo, la solución del problema de la ecuación no homogénea se obtiene como
la integral respecto al tiempo transcurrido y al espacio considerado (en este caso de 0 a 1) del
producto de la inhomogeneidad de la ecuación por la función de Green.
Por la propia definición, es evidente que la función de Green Gi es la solución del problema
que, obviamente, es equivalente al problema (12.96) o (12.102) en el que por condición inicial
esté la función delta de Dirac.
Veamos, ahora, cómo resolver el problema de frontera con condición de tercer tipo homogénea:
Este problema no puede resolverse con la ayuda del lema demostrado arriba, pues no es posible
aplicar una prolongación, ni par, ni impar en este caso. Por lo tanto, aplicaremos el método de
transformadas integrales que venimos estudiando en el presente capı́tulo.
Método de Transformadas Integrales 535
p '(x)
Uxx 2
U = , 80 < x < 1 (12.109)
a a2
Ux (0, t) hU (0, t) = 0
U (x, p) : u(x, t)
por lo que
La solución del problema (12.109), en términos de la función de Green G(x, ⇠, p), es:
Z 1
'(⇠)
U (x, p) = G(x, ⇠, p) d⇠ (12.110)
0 a2
Construyamos esta función de Green, de forma similar a como procedimos en el primer epı́grafe
del presente capı́tulo. Su forma general es:
donde
1
c(⇠) =
W (⇠)
y1 (⇠) y2 (⇠)
W = (12.112)
y10 (⇠) y20 (⇠)
es el wronskiano de y1 (x) y y2 (x). Estas funciones son dos soluciones linealmente independientes
de la ecuación del problema (12.109) con las siguientes caracterı́sticas: y1 (x) debe satisfacer la
condición de frontera en x = 0 del problema; y2 (x) debe satisfacer la condición de frontera de
536 José Marı́n Antuña
dicho problema en el otro extremo (en este caso, ser acotada para x ! 1). Hallemos estas
funciones. Resolviendo la ecuación
p
y 00 y=0 (12.113)
a2
p p
p p
y(x) = Ae a + Be a (12.114)
p
p p p
p
a
h p
y1 (x) = e a + p
p
e a (12.115)
a
+h
p
p
y2 (x) = e a (12.116)
p
2 p
W = (12.117)
a
" p
p
#
p p
a p h p
G(x, ⇠, p) = p e a |x ⇠| + pap e a (x+⇠) =
2 p +h
a
" #
p p p
a p p 2h p
= p e a |x ⇠| + e a (x+⇠) pp e a (x+⇠) (12.118)
2 p +h
a
Colocando (12.118) en (12.110), obtenemos, para la solución del problema (12.109), la expresión:
Z 1 p
Z 1 p
a p
|x ⇠| a p
(x+⇠)
U (x, p) = p '(⇠)e a d⇠ + p '(⇠)e a d⇠
2 p 0 2 p 0
Z 1 p
1 h p
(x+⇠)
p p
p
'(⇠)e a d⇠ (12.119)
p 0 +h
a
Método de Transformadas Integrales 537
p
1 p 1 (x ⇠)2
p e a
|x ⇠|
:p e 4a2 t
p ⇡t
p
1 p 1 (x+⇠)2
p e a
(x+⇠)
:p e 4a2 t
p ⇡t
✓ ◆
1 2h p
p
hx+h⇠+a2 h2 t x+⇠ p
p p
p
e a
(x+⇠)
: he erf c p + ah t
p +h 2a t
a
Z tZ 1
u(x, t) '(⇠)G3 (x, ⇠, t)d⇠ (12.120)
0 0
donde G3 (x, ⇠, t) es la función de Green del tercer problema de frontera para la ecuación
parabólica en la recta semiinfinita y viene dada por la expresión:
⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
G3 (x, ⇠, t) = p e 4a2 t +e 4a2 t
4⇡a2 t ✓ ◆
1 p 2 2 x+⇠ p
p 2ah ⇡tehx+h⇠+a h t erf c p + ah t (12.121)
4⇡a2 t 2a t
⇢ Z 1
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2 (x+⇠+⌘)2
h⌘
G3 (x, ⇠, t) = p e 4a2 t +e 4a2 t 2h e 4a2 t d⌘
4⇡a2 t 0
Efectivamente, si analizamos la última integral que figura en la fórmula de arriba, se ve, clara-
mente, que ella puede ser procesada de la siguiente manera:
Z 1 Z 1
(x+⇠+⌘)2 1
h⌘ [(x+⇠+⌘)2 +4a2 th⌘]
e 4a2 t d⌘ = e 4a2 t d⌘ =
0 0
Z 1
1
[(x+⇠)2 +2(x+⇠)⌘+⌘ 2 +4a2 th]2
= e 4a2 t d⌘ =
0
538 José Marı́n Antuña
Z 1 p
4(x+⇠)a2 th 4 2 2
+ 4a t2 h y2
=e 4a2 t 4a t 2a te dy =
1p
(x+⇠+2a2 th)
2a t
✓ ◆
p 2 2 x+⇠ p
= a ⇡tehx+h⇠+a h t erf c p + ah t
2a t
con lo que queda demostrada la equivalencia entre ambas expresiones de la función de Green
del tercer problema de frontera para la ecuación parabólica en la recta semiinfinita.
Obsérvese que, en la función de Green G3 (x, ⇠, t), dada por (12.121), si h = 0, se obtiene
⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
G3 (x, ⇠, t)|h=0 = p e 4a2 t +e 4a2 t ⌘ G2 (x, ⇠, t)
4⇡a2 t
es decir, la función de Green en la recta semiinfinita para el segundo problema de frontera, que
obtuvimos por el método de prolongación par de la condición inicial. Esto era de esperar, ya
que la tercera condición de frontera (ux (0, t) hu(0, t) = 0) se transforma, para h = 0, en la
segunda condición de frontera (ux (0, t) = 0).
Z 1 Z 1
(x+⇠+⌘)2 (x+⇠)2 2(x+⇠)⌘ ⌘2
h⌘ h⌘
e 4a2 t d⌘ = e 4a2 t 4a2 t 4a2 t d⌘ ⇡
0 0
Z 1
(x+⇠)2
h⌘ 1 (x+⇠)2
⇡ (h ! 1) ⇡ e 4a2 t e d⌘ = e 4a2 t (12.122)
0 h
Z L (x+⇠)2 2(x+⇠)⌘ ⌘2
h⌘
lim e 4a2 t 4a2 t 4a2 t d⌘
L!1 0
y, antes de tomar el lı́mite, despreciado los exponentes que no contienen a h, frente al que
contiene a h, dado que h ! 1.
⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2 (x+⇠)2
G3 (x, ⇠, t)|h!1 = p e 4a2 t +e 4a2 t 2e 4a2 t =
4⇡a2 t ⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
=p e 4a2 t e 4a2 t ⌘ G1 (x, ⇠, t)
4⇡a2 t
Método de Transformadas Integrales 539
es decir, la función de Green en la recta semiinfinita del primer problema de frontera para
la ecuación parabólica, que obtuvimos por el método de prolongación impar de la condición
inicial, como era de esperar.
se expresa en la forma:
Z 1 Z tZ 1
u(x, t) = '(⇠)Gi (x, ⇠, t)d⇠ + f (⇠, ⌧ )Gi (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (12.124)
0 0 0
con i=1,2,3, respectivamente, para la condición de frontera de primero, segundo y tercer tipo.
Para completar nuestro estudio de la recta semiinfinita, debemos resolver los problemas en los
que la condición de frontera no sea homogénea.
Comencemos viendo el segundo problema de frontera; es decir, cuando está dado el flujo de
calor a través de la frontera como cierta función conocida del tiempo. Por supuesto, en virtud
del principio de superposición, consideraremos, solamente, el caso de la ecuación homogénea y
la condición inicial homogénea, ya que, de no ser ası́, la solución serı́a la superposición de las
soluciones anteriormente obtenidas y la que a continuación obtendremos. Ası́ pues, deseamos
resolver el siguiente problema:
Este problema fue resuelto con la ayuda de la transformada de Laplace en el capı́tulo 7 del
libro ”Teorı́a de Funciones de Variable Compleja” del autor de la presente obra, por lo que aquı́
estudiaremos otra forma de resolverlo, a partir de consideraciones fı́sicas.
La condición de frontera del problema (12.125) dice que hacia la barra, a través del extremo
x = 0, hay un flujo de calor en un intervalo de tiempo t dado por:
Z 1
Q= F (x, t)dx t = c⇢f (t) t (12.128)
1
Este calor fluye, desde x = 0, la mitad hacia la izquierda y la mitad hacia la derecha. Por lo
tanto, si proponemos que el flujo de calor hacia la derecha en la barra (o sea, hacia la semibarra
x > 0) sea el mismo que (12.126):
1
c⇢f (t) t = k⌫(t) t
2
obtenemos que
k
f (t) = 2 ⌫(t) ⌘ 2a2 ⌫(t) (12.129)
c⇢
equivale, energéticamente, a que el flujo hacia dentro de la barra semiinfinita sea ux (0, t) = ⌫(t).
Es decir, ambos problemas (12.125) y (12.127) son equivalentes, si f (t) viene dado por (2.70).
Por lo tanto, sus soluciones serán iguales. Pero el problema (12.127) es un problema en la recta
infinita que ya sabemos resolver; su solución es:
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ =
0 1
Z tZ 1 (x ⇠)2
1
= ( 2a2 ⌫(⌧ ) (⇠) p e 4a2 (t ⌧ ) d⇠d⌧ =
0 1 4⇡a2 (t ⌧ )
Z
2a2 t ⌫(⌧ ) x2
= p p e 4a2 (t ⌧ ) d⌧
2a ⇡ 0 t ⌧
Método de Transformadas Integrales 541
Ası́ pues, finalmente, obtenemos para la solución del problema (12.125) la expresión:
Z t
a ⌫(⌧ ) x2
u(x, t) = p p e 4a2 (t ⌧ ) d⌧ (12.130)
⇡ 0 t ⌧
que, por supuesto, coincide con la obtenida por transformada de Laplace, aunque aquı́ la hemos
obtenido a partir de consideraciones fı́sicas.
que también fue resuelto con ayuda de la transformada de Laplace en el libro de Teorı́a de
Funciones de Variable Compleja.
Buscaremos la función u(x, t), solución del problema (12.131), en la forma u = vx , es decir, la
derivada respecto a x de otra función. Entonces, para v(x, t), obtenemos de la ecuación del
problema (12.131), la siguiente expresión:
vxt = a2 vxxx
vt = a2 vxx + C1 (t)
donde C1 (t), obviamente, es una expresión que sólo depende de t. La condición inicial del
problema (12.131) nos da, para v(x, t):
vx (x, 0) = 0
v(x, 0) = C2
vx (0, t) = µ(t)
Z 1 Z tZ 1
v(x, t) = C2 G2 (x, ⇠, t)d⇠ + C1 (⌧ )G2 (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ +
0 0 0
Z
a t µ(⌧ ) x2
+p p e 4a2 (t ⌧ ) d⌧ (12.133)
⇡ 0 t ⌧
Analicemos las dos primeras integrales que figuran en la fórmula (12.133). Tenemos que:
Z 1 Z 1 ⇢
1 (x ⇠)2 (x+⇠)2
C2 G2 (x, ⇠, t)d⇠ = C2 p e 4a2 t +e 4a2 t d⇠ =
0
(Z 0 4⇡a2 t )
1 p Z 1 p
C2 ↵2 ↵2
= pp e ( 2a td↵) + e 2a td↵ =
2a t ⇡ xp
2a t
xp
2a t
Z 1
C2 ↵2
=p e d↵ = C2 (12.134)
⇡ 1
Z tZ 1 Z t Z 1 ⇢ (x ⇠)2 (x+⇠)2
C1 (⌧ )
C1 (⌧ )G2 (x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ = p e 4a2 (t ⌧ ) +e 4a2 (t ⌧ ) d⇠d⌧ =
0 0 0 4⇡a2 (t ⌧ ) 0
8 9
Z t < Z 1 Z 1 =
C1 (⌧ ) ↵2 ↵2
= p e ( d↵) + e d↵ d⌧ =
0 ⇡ : px px ;
2a (t ⌧ ) 2a (t ⌧ )
Z t Z Z t
C1 (⌧ ) 1 ↵2
= p e d↵d⌧ = C1 (⌧ )d⌧ = F (t) (12.135)
0 ⇡ 1 0
Método de Transformadas Integrales 543
Ası́ las cosas, para la función v(x, t), solución del problema (12.132) nos queda, de (12.133), la
expresión que viene dada por la superposición de las tres expresiones arriba calculadas:
Z t
a µ(⌧ ) x2
v(x, t) = C2 + F (t) p p e 4a2 (t ⌧ ) d⌧ (12.136)
⇡ 0 t ⌧
Z t
x µ(⌧ ) x2
u(x, t) = p e 4a2 (t ⌧ ) d⌧ (12.137)
2a ⇡ 0 (t ⌧ )3/2
De esta forma queda resuelto, también, el segundo problema de frontera para la ecuación
parabólica en la recta semiinfinita, con condición de frontera de segundo tipo no homogénea.
Para poder completar el estudio de la solución de los problemas de frontera para la ecuación
parabólica en la recta semiinfinita, debemos resolver el tercer problema de frontera con condición
de frontera no homogénea. Ası́ pues, a continuación nos dedicaremos a resolver el problema:
p
Uxx U = 0, 80 < x < 1
a2
Ux (0, p) hU (0, p) = M (p) (12.139)
|U | < 1
donde, como siempre, hemos denotado por U (x, p) a la transformada de Laplace de la función
u(x, t) y por M (p) a la transformada de Laplace de la función µ(t). La solución acotada de
(12.139) que cumple con la condición de frontera impuesta es:
p
M (p) p
x
U (x, p) = ap e a (12.140)
p + ha
544 José Marı́n Antuña
Pero, de tablas de transformadas (ver, por ejemplo, Bateman y Erdelyi, Tablas de Transfor-
madas Integrales. Tomo I. Transformadas de Fourier, Laplace y Mellin. Nauka, Moscú, 1969)
se sabe que:
✓ ◆
1 p 1 x2 2t ↵ p
p e ↵ p
:p e 4t e↵ +
erf c p + t (12.141)
p+ ⇡t 2 t
Z z
2 ↵2
erf c(z) = 1 (z), (z) = p e d↵ (12.142)
⇡ 0
Por consiguiente:
✓ ◆
1 p
p 1 x2
ha+h2 a2 t x p
p e a
x
:p e 4a2 t hae erf c p + ha t
p + ha ⇡t 2a t
Z t
u(x, t) = a µ(⌧ ) ·
0
" ✓ ◆#
1 x2
ha+h2 a2 (t ⌧ ) x p
· p e 4a2 (t ⌧ ) hae erf c p + ha t ⌧ d⌧ (12.143)
⇡(t ⌧) 2a t ⌧
Con los problemas resueltos en este epı́grafe queda completamente agotado el tema de la recta
semiinfinita para la ecuación parabólica. Cualquier problema de propagación de calor en una
barra semiinfinita del tipo:
podrá resolverse con la superposición de las fórmulas que hemos obtenido aquı́.
12.2.3 Ejemplo
Z 1 ⇢Z 1 Z 1
u0 (x ⇠)2 (x+⇠)2
u(x, t) = u0 G1 (x, ⇠, t)d⇠ = p e 4a2 t d⇠ e 4a2 t d⇠ =
4⇡a2t
0 0 0
(Z Z 1 ) Z x Z xp
1 p
u0 ↵ 2 ↵ 2 2a t
↵2 2u0 2a t
↵2
=p e d↵ e d↵ = e d↵ = p e d↵ (12.146)
⇡ xp xp xp ⇡ 0
2a t 2a t 2a t
Z z
2 ↵2
(z) = p e d↵
⇡ 0
para la que hay extensas y detalladas tablas, (12.146) nos da la solución en la forma:
✓ ◆
x
u(x, t) = u0 p (12.147)
2a t
Es de notar que, a medida que t crece, va produciéndose una disminución de los valores de la
temperatura de los diferentes puntos de la barra. En el lı́mite, cuando t ! 1, tendremos para
toda x que u(x, t) ! (0) = 0, lo que significa que la barra se ha enfriado totalmente.
En el presente capı́tulo haremos una recapitulación de lo que hemos visto en los capı́tulos
anteriores relacionado con la función de Green, de manera que podamos resumir y condensar las
ideas fundamentales relativas a este importantı́simo concepto y pasaremos a generalizar las ideas
relacionadas con la definición de la función de Green, el concepto de solución fundamental y sus
aplicaciones para resolver los problemas diferentes de las ecuaciones de la Fı́sica Matemática.
Para poder acometer las ideas que desarrollaremos, introduciremos algunos conceptos rela-
cionados con las funciones generalizadas, tratando de hacerlo de manera que el lector pueda
apropiarse de los elementos más importantes vinculados con ello, de forma que le sea útil, tanto
para la comprensión del capı́tulo, como para su futura utilización como fı́sico.
1. Recta infinita.
Cuando en el capı́tulo donde estudiamos el Método de Ondas Viajeras vimos cómo resolver
el problema de las oscilaciones de una cuerda infinita, introdujimos el concepto de Función
de Green para la ecuación hiperbólica en la recta infinita, como la solución del siguiente
problema:
547
548 José Marı́n Antuña
Allı́ vimos que, fı́sicamente, la velocidad inicial deltaica significaba dar un impulso inicial
instantáneo, puntual y unitario (I/⇢ = 1) a la cuerda en el punto x0 , en el instante t = 0.
Con la ayuda de la fórmula de D’Alembert, entonces, obtuvimos, para la función de Green
definida como solución del problema (13.1), la expresión:
1
G(x, x0 , t) = , 8|x x0 | < at
2a
= 0, 8|x x0 | > at
Es decir:
1
G(x, x0 , t) = ✓(at |x x0 |) (13.2)
2a
donde ✓(t) es la función paso unitario de Heaviside, definida por:
Para un instante de tiempo t > 0, el gráfico de esta función se muestra en la figura 13.1.
Es decir, ante una velocidad inicial deltaica, como, aproximadamente se intenta repre-
sentar a la izquierda de la figura 13.1, se obtiene en la cuerda el pulso rectangular, que
se muestra a la derecha en la figura 13.1, cuyos frentes izquierdo y derecho se mueven,
respectivamente, hacia la izquierda y hacia la derecha, con velocidad a.
Por supuesto, es necesario recalcar que lo aquı́ representado es una abstracción matemá-
tica; jamás podremos, en la realidad, aplicar un impulso unitario de forma instantánea
(en t = 0) y puntual (en x = x0 ).
En la realidad sólo podremos dar un golpe -por muy seco que éste sea- durante un intervalo
de tiempo t = t en el instante inicial muy pequeño, pero finito y, además en un intervalo
x centrado en el punto x0 , muy pequeño también (más pequeño, mientras más fino sea
el objeto con el que demos el golpe), pero finito también.
Como resultado de esto, la velocidad inicial se asemejará a una campana de Gauss muy
estrecha, centrada en el punto x0 , muy semejante a una delta de Dirac, pero, al fin y
al cabo con altura finita y, como respuesta a ese estı́mulo, el pulso no será exactamente
rectangular, como el dibujado en la figura 13.1, sino trapezoidal, con sus lados laterales
ligeramente inclinados.
Método de la Función de Green 549
Mientras más puntual y más seco sea el golpe, más parecido al pulso rectangular será el
que se obtenga, pero, lógicamente, nunca podremos obtener con exactitud la situación
representada en la figura 13.1 que, como dijimos, es una abstracción matemática de la
realidad.
También vimos allá que, fı́sicamente, la función de Green (13.2) es solución del siguiente
problema equivalente al problema (13.1):
Vimos, además, que, con ayuda de la función de Green ası́ definida, el problema de la
ecuación no homogénea:
550 José Marı́n Antuña
Z tZ 1
u(x, t) = f (⇠, ⌧ )G(x, ⇠, t ⌧ )d⇠d⌧ (13.6)
0 1
2. Recta semiinfinita.
Anteriormente obtuvimos que, para los problemas de frontera de la ecuación hiperbólica
en la recta semiinfinita, la función de Green adoptaba las siguientes expresiones.
Para el primer problema de frontera (condición de primer tipo: u(0, t) = 0):
1
G1 (x, ⇠, t) = [✓(at |x ⇠|) ✓(at |x + ⇠|)] (13.7)
2a
1
G2 (x, ⇠, t) = [✓(at |x ⇠|) + ✓(at |x + ⇠|)] (13.8)
2a
Y para el tercer problema de frontera (condición de tercer tipo: ux (0, t) hu(0, t) = 0):
1 h(at |x+⇠|)
G3 (x, ⇠, t) = {✓(at |x ⇠|) + ✓(at |x + ⇠|) 2✓(at |x + ⇠|)[1 e ]} (13.9)
2a
Las funciones (13.7), (13.8) y (13.9), por definición, son soluciones, respectivamente, de
los problemas:
Nótese que, de nuevo, la solución del problema con la ecuación no homogénea viene ex-
presada como una integral en el tiempo transcurrido (de 0 a t) y en el espacio considerado
(en este caso, de 0 a +1, ya que estamos en la cuerda semiinfinita) del producto de la
inhomogeneidad de la ecuación por la función de Green correspondiente al problema de
frontera en cuestión, evaluada en t ⌧ ; es decir, la convolución en el tiempo y en el espacio
de la inhomogeneidad de la ecuación por la función de Green correspondiente al problema
de frontera en cuestión.
3. Cuerda finita.
En el caso de las oscilaciones de una cuerda de longitud l, durante el estudio del método
de separación de variables definimos a la función de Green como la solución del problema:
donde por c.f. entendemos las condiciones de frontera de primero, segundo o tercer tipo
homogéneas en los extremos x = 0 y x = l de la cuerda. El problema (13.18) describe,
fı́sicamente, la respuesta de la cuerda a un impulso unitario instantáneo y puntual dado
en t = 0 y en x = x0 .
Por el método de separación de variables hallamos una representación de Fourier para la
función de Green en la forma:
1
X p
1
G(x, x0 , t) = p 2
Xn (x)Xn (x 0 ) sin n at (13.19)
n=1
a n k X k
donde Xn (x) y n son, respectivamente, las autofunciones y los autovalores del problema
de Sturm-Liouville:
De nuevo vemos que la solución viene expresada como una integral (convolución) en
el tiempo transcurrido (de 0 a t) y en el espacio considerado (de 0 a l, ya que ahora
estamos en una cuerda de longitud l) del producto de la inhomogeneidad de la ecuación
del problema, por la función de Green correspondiente, evaluada en t ⌧ .
4. Caso de varias dimensiones espaciales.
En el propio capı́tulo sobre el método de separación de variables definimos la función de
Green como la solución del problema:
utt = a2 r2 u, 8x 2 V, t > 0
u(M, 0) = 0 (13.24)
ut (M, 0) = (M, M0 )
c.f. = 0
1
X p
1
G(M, M0 , t) = p 2
v n (M )v n (M 0 ) sin n at (13.25)
n=1
a n k vn k
r2 v + v = 0, 8M 2 V (13.26)
c.f. = 0
y que el problema
donde, de nuevo, se ve que la solución viene dada como una integral tipo convolución en
el tiempo transcurrido (de 0 a t) y en el espacio considerado (en este caso el dominio V ,
donde se buscan las oscilaciones en varias dimensiones) del producto de la inhomogeneidad
de la ecuación del problema por la función de Green correspondiente, evaluada en t ⌧ .
Es obvio que, en este caso, la función de Green (13.25) tiene el sentido fı́sico de la elon-
gación del punto M en el instante t, si en el punto M0 en el instante inicial t = 0 hay
una fuente unitaria instantánea y puntual de energı́a de las oscilaciones que el problema
(13.24) o su equivalente (13.27) describe.
Lo hasta aquı́ resumido nos da una visión compacta de las funciones de Green para
la ecuación hiperbólica, estudiadas en los capı́tulos anteriores y cómo éstas pueden ser
utilizadas para resolver los problemas que se presenten en esos casos.
El análisis fı́sico de este problema nos permitió afirmar que la temperatura inicial deltaica
significaba que se tenı́a una fuente instantánea (en t = 0), puntual (en x = x0 ) y unitaria
(que desprende en ese punto y en ese instante la unidad de calor c⇢).
Es decir, que la solución del problema (13.30) -que por definición es la función de Green-
es la distribución de las temperaturas en la barra infinita para t > 0, si en el instante
inicial en el punto x = x0 , se desprendı́a la unidad de calor c⇢, de manera instantánea y
puntual.
Para dicha función de Green obtuvimos la siguiente expresión:
Método de la Función de Green 555
1 (x x0 )2
G(x, x0 , t) = p e 4a2 t (13.31)
4⇡a2 t
cuyo gráfico, para un instante t > 0, viene dado por la figura 13.2.
Es decir, ante una temperatura inicial deltaica en la barra, como se representa a la
izquierda en la figura 13.2, se obtiene una temperatura como la que se aprecia a la derecha
en la figura 13.2, para t > 0.
que, por definición, responde al mismo problema (13.36), pero con la condición de frontera
de tercer tipo homogénea.
El problema (13.36) con cualquiera de las tres condiciones de frontera homogénea es
equivalente al problema:
3. Recta finita.
En el caso de la propagación de calor en una barra finita, de longitud l, la función de
Green se definió como la solución del problema:
y por separación de variables obtuvimos, para la función de Green en este caso, la ex-
presión:
1
X 1 na
2t
G(x, ⇠, t) = Xn (x)Xn (⇠)e (13.42)
n=1
k Xn k2
que, de nuevo, tiene la forma de una integral tipo convolución en el tiempo transcurrido y
en el espacio considerado del producto de la inhomogeneidad de la ecuación por la función
de Green correspondiente.
ut = a2 r2 u, 8M 2 V, t > 0 (13.46)
u(M, 0) = (M, M0 )
c.f. = 0
1
X 1 na
2t
G(M, P, t) = vn (M )vn (P )e (13.48)
n=1
k v n k2
Z tZ Z Z
u(x, t) = f (P, ⌧ )G(M, P, t ⌧ )dP d⌧ (13.50)
0 V
Lo que hemos recapitulado aquı́ de lo ya estudiado en capı́tulos anteriores, nos permite sacar
algunas consideraciones generalizadoras.
1
⇤u ⌘ utt r2 u
a2
En todos los casos que hasta aquı́ hemos visto, la función de Green ha resultado ser la solución
del operador con parte derecha deltaica y determinadas condiciones iniciales y de frontera
homogéneas impuestas:
L[u] = (x x0 ) (t)
c.i. = 0 (13.51)
c.f. = 0 (13.52)
en el caso de una dimensión espacial (aquı́ el problema puede estar planteado en una región
finita, semiinfinita o infinita y hemos usado la notación c.i. para las condiciones iniciales y como
antes c.f. para las condiciones de frontera), o, en el caso de varias dimensiones espaciales:
560 José Marı́n Antuña
L[u] = f (M, t)
c.i. = 0 (13.55)
c.f. = 0 (13.56)
Z tZ Z Z
u(M, t) = f (P, ⌧ )G(M, P, t ⌧ )dP d⌧ (13.57)
0 V
Antes de seguir con el contenido de lo que pretendemos estudiar en el presente capı́tulo, debemos
hacer algunas observaciones.
Es conveniente recordar que la función delta de Dirac tiene sentido sólo a través de integrales,
ya que ella es lo que se conoce con el nombre de función generalizada. Por consiguiente, en
rigor, las funciones de Green que hemos visto son también funciones generalizadas.
Sin embargo, habı́amos ya visto una ligera noción de función generalizada, como el lı́mite débil
de una sucesión determinada con una función base:
(', fn ) ! (', f ), 8n ! 1
Sin hacer un estudio especı́fico de las funciones generalizadas, que se expone en el libro arriba
citado, vimos el ejemplo de la función generalizada llamada delta de Dirac. En el próximo
epı́grafe desarrollaremos los conceptos esenciales de las soluciones fundamentales de los opera-
dores diferenciales lineales.
Método de la Función de Green 561
Lo que vamos a exponer a continuación puede hacerse de un modo mucho más general y
abstracto. Simplemente trataremos de concretarnos a lo esencial.
Los problemas que, hasta aquı́ hemos estudiado, se pueden generalizar de la siguiente manera:
Hallar la función u(x, t), continua con sus derivadas en 0 x l, t 0, que cumpla:
⇢ N
X
1 @ @u @ nu
k(x) q(x)u = L[u] ⌘ fn (t) , 80 < x < l, t > 0
p(x) @x @x n=1
@tn
@ mu
|t=0 = 'm (x), m = 0, 1, 2, ..., N 1 (13.58)
@tm
↵1 ux (0, t) 1 u(0, t) = 0
↵2 ux (l, t) + 2 u(l, t) = 0
En el problema (13.58), que es una generalización de los problemas estudiados en los primeros
capı́tulos del presente libro, si N = 1 tenemos una ecuación parabólica y, si N = 2, una ecuación
hiperbólica. En nuestro estudio no hemos visto casos con N > 2, aunque, en principio, pueden
existir.
y para la parte espacial, agregando las condiciones de frontera que salen de las condiciones de
frontera del problema (13.58):
562 José Marı́n Antuña
d
[k(x)X 0 ] q(x)X + p(x)X = 0, 80 < x < l
dx
↵1 X 0 (0) 1 X(0) = 0 (13.61)
0
↵2 X (l) + 2 X(l) = 0
Nótese que la ecuación diferencial del problema (13.61) es, exactamente, la ecuación genera-
triz de las funciones especiales que estudiamos al inicio de la presente obra, de manera que
conocemos las propiedades de los autovalores y de las autofunciones que aquı́ se obtienen.
Veamos, pues, la ecuación diferencial de orden m con coeficientes ak (x) continuos con todas sus
derivadas en Rn (x 2 Rn , n 1):
m
X
ak (x)Dk u = f (x) (13.62)
k=0
d
donde D ⌘ dx
es el operador de derivación y, por consiguiente, Dk es la operación de derivación
k-ésima.
m
X
L(x, D) = ak (x)Dk (13.63)
k=0
Definición:
Z
(f, ') = f (x)'(x)dx (13.66)
m
X
L(D) = ak D k (13.67)
k=0
Definición:
Teorema.
564 José Marı́n Antuña
Toda solución fundamental se determina con exactitud de una solución de la ecuación ho-
mogénea.
Lo que expresa el teorema es que, si E0 (x) es tal que L(D)E0 (x) = 0 y E(x) es solución
fundamental, entonces, E(x) + E0 (x) es, también, solución fundamental del operador L(D).
Recordemos que, para una función f (x), su transformada de Fourier se define como
Z 1
F (k) = f (⇠)eik⇠ d⇠ (13.69)
1
Z 1
1 ikx
f (x) = F (k)e dx (13.70)
2⇡ 1
Como sabemos, la transformada de Fourier de las derivadas de la función f (x) se calculan por
la fórmula:
Teorema.
Para que la función generalizada E(x) sea solución fundamental del operador L(D), es necesario
y suficiente que su transformada de Fourier E(k) satisfaga la ecuación:
L( ik)E(k) = 1 (13.72)
donde
m
X
L(k) = an k n (13.73)
n=0
La demostración de este teorema la obviamos; el lector interesado puede verla en el libro citado.
Lo que nos interesa ahora es sacar la conclusión siguiente:
P (k)E(k) = 1 (13.74)
1
E(k) = (13.75)
P (k)
Z 1
1 e ikx
E(x) = dk (13.76)
2⇡ 1 P (k)
La integral en (13.76) se puede calcular, por ejemplo, con ayuda de la teorı́a de residuos, de
manera que el método aquı́ descrito resulta cómodo y poderoso.
Tácitamente, aquı́ hemos escrito las expresiones para el caso en que x 2 R; en el caso en que
x 2 Rn , la expresión (13.76) se sustituye por la fórmula:
Z
1 1
e ik ·x
E(x) = dk (13.77)
(2⇡)n 1 P (k)
Con ayuda de la solución fundamental E(x) del operador L(D), se puede construir la solución
de la ecuación
Teorema.
Sea f (x) una función generalizada tal, que la convolución E ⇤ f existe en el sentido de función
generalizada. Entonces, la solución de la ecuación (13.78) existe en la clase de funciones gene-
ralizadas y viene dada por la fórmula:
566 José Marı́n Antuña
u=E⇤f (13.79)
Esta solución es única en la clase de funciones generalizadas para las que existe la convolución
con E.
Demostración:
m m
!
X X
L(D)(E ⇤ f ) = ak Dk (E ⇤ f ) = ak D k E ⇤ f = l(D)E ⇤ f = ⇤ f = f
k=0 k=0
La unicidad de esta solución es evidente, ya que la ecuación homogénea L(D)u = 0 sólo tiene
solución trivial.
Efectivamente:
u = u ⇤ = u ⇤ L(D)E = L(D)u ⇤ E = 0
Demostrado el teorema.
Z
f (x) = ⇤ f = f (⇠) (x ⇠)d⇠ (13.80)
Por (13.68), a cada fuente puntual f (⇠) (x ⇠) le corresponde una influencia f (⇠)E(x ⇠). Por
consiguiente, la solución de (13.78) es la superposición de estas influencias, es decir:
Z
u=E⇤f = f (⇠)E(x ⇠)d⇠ (13.81)
De esta manera concluimos nuestro análisis relacionado con la solución fundamental de opera-
dores lineales de x 2 Rn .
Pero, en nuestro esquema general tenemos, además, la ecuación ordinaria (13.60); por eso
estudiaremos, a continuación, la solución fundamental del operador diferencial ordinario.
Método de la Función de Green 567
Sea, por definición, la solución fundamental del operador diferencial lineal ordinario la función
E(t) que cumpla:
dn E dn 1 E
L[E] = + a 1 + ... + an E = (t) (13.82)
dtn dtn 1
En el libro de Teorı́a de Funciones Generalizadas del autor, se demuestra que, en este caso, la
solución fundamental E(t) tiene la forma:
L[E] = 0
E(0) = 0 (13.84)
E0 (0) = 0
.........
(n 1)
E (0) = 1
d d2
L1 = + a, L2 = 2 + a2
dt dt
dZ
+ aZ = 0 (13.85)
dt
Z(0) = 1
at
Z(t) = e (13.86)
568 José Marı́n Antuña
d2 Z
+ a2 Z = 0
dt2
Z(0) = 0 (13.87)
Z 0 (0) = 1
sin at
Z(t) = (13.88)
a
dE
+ aE = (t) (13.89)
dt
es
at
E1 (t) = ✓(t)e (13.90)
d2 E
+ a2 E = (t) (13.91)
dt2
es
sin at
E2 (t) = ✓(t) (13.92)
a
Con los resultados hasta aquı́ obtenidos podemos calcular algunas soluciones fundamentales.
@E
a2 Exx = (x) (t) (13.93)
@t
dE(k)
+ k 2 a2 E = (t) (13.94)
dt
k 2 a2 t
E(k, t) = ✓(t)e (13.95)
Ası́ pues, para la solución fundamental, aplicando la transformada inversa de Fourier, obtene-
mos:
Z 1
✓(t) k 2 a2 t ikx
E(x, t) = e e dk (13.96)
2⇡ 1
✓(t) x2
E(x, t) = p e 4a2 t (13.97)
4⇡a2 t
Del resultado obtenido se ve que aquella función que allá habı́amos llamado ”Función de Green
de la ecuación parabólica en la recta infinita” es, exactamente, la ”Solución fundamental” del
operador parabólico.
@2E
⇤E(x, t) ⌘ a2 r2 E = (x) (t), 8x 2 Rn (13.98)
@t2
@2E @2E
a2 = (x) (t), 8x 2 R1 (13.99)
@t2 @x2
570 José Marı́n Antuña
Aplicando la transformada de Fourier con las mismas notaciones que en el punto anterior,
obtenemos:
d2 E
+ k 2 a2 E = (t) (13.100)
dt2
sin kat
E(k, t) = ✓(t) (13.101)
ka
Z 1
✓(t) sin kat ikx
E(x, t) = e dk (13.102)
2⇡a 1 k
Z 1 Z at
F ikx
✓(at |x|) $ ✓(at |x|)e dx ⌘ eikx dx =
1 at
1 1 2
= eikx |atat = (eikat e ikat
)= sin kat (13.103)
ik ik k
sin kat
Por consiguiente, la transformada inversa de k
es:
sin kat F 1
$ ✓(at |x|) (13.104)
k 2
✓(t) 1
E(x, t) = ✓(at |x|) ⌘ ✓(at |x|) (13.105)
2a 2a
El resultado obtenido (13.105) nos indica que -al igual que en el caso de la ecuación parabólica-
la función de Green de la hiperbólica en la cuerda infinita, obtenida por nosotros en el método
de ondas viajeras, no es otra cosa que la solución fundamental del operador de D’Alembert en
R1 .
En el libro de Teorı́a de Funciones Generalizadas del autor puede verse el cálculo correspon-
diente; aquı́ sólo presentaremos el resultado.
✓(at |x|)
E(x, t) = p , 8x 2 R2 (13.106)
2⇡ (at)2 |x| 2
✓(t)
E(x, t) = ✓((at)2 |x|2 ), 8x 2 R3 (13.107)
2⇡a
A estos mismos resultados llegaremos por otra vı́a cuando estudiemos el proceso de propagación
de ondas en el espacio abierto, en el capı́tulo correspondiente del presente libro.
Resumiendo lo visto en el presente epı́grafe, podemos decir que las soluciones fundamentales
de los operadores son funciones generalizadas solución de la ecuación que se forma con dicho
operador cuando por parte derecha se coloca la función delta de Dirac. Además, aquello que
llamamos función de Green es, en esencia lo mismo; ella coincide con la solución fundamental
del operador cuando se calculó en todo el espacio-tiempo ( 1 < x < 1, t > 0) y, para
dominios acotados, dadas determinadas condiciones de frontera, la función de Green es la
forma que adopta la solución fundamental del operador correspondiente para esa región y esas
condiciones y es, también, una función generalizada.
Para concluir nuestro estudio del método de la función de Green, pasaremos a continuación al
estudio de esta función en el caso de las ecuaciones elı́pticas.
13.3.1 Definición
Anteriormente estudiamos que las funciones 1/r y ln(1/r) eran, respectivamente, la solución
fundamental de la ecuación de Laplace en el espacio R3 y en el plano R2 . En aquella ocasión
llegamos a dichas soluciones fundamentales buscando aquellas soluciones de la ecuación de
Laplace que tuvieran la mayor simetrı́a posible en el espacio considerado.
El análisis fı́sico que entonces realizamos nos condujo a concluir que ambas funciones eran los
potenciales creados en todo el espacio por una carga unitaria y puntual colocada en el origen
de las coordenadas.
De acuerdo con lo que hemos visto en el epı́grafe anterior, lo dicho significa que se cumplen las
siguientes ecuaciones:
572 José Marı́n Antuña
✓ ◆ ✓ ◆
2 1 3 2 1 1
r = (r), 8R , r ln = (r), 8R2 (13.108)
4⇡r 2⇡ r
En las expresiones (13.108) hemos colocado las constantes y los signos adecuados para que
haya una correspondencia total con todas las fórmulas asociadas a esta teorı́a (el número 4⇡
corresponde al ángulo sólido que abarca todo el espacio R3 y el número 2⇡ al ángulo plano
que abarca todo el plano R2 ; el signo menos aparece producto de la correspondencia necesaria
que debe existir con las fórmulas integrales de Green que obtuvimos a partir de la fórmula de
Gauss-Ostrogradsky).
Tratemos, a continuación, de construir la función de Green que nos permita resolver los pro-
blemas de frontera de Dirichlet, Neumann y Tercer Problema para la ecuación de Poisson; es
decir, los problemas:
De Dirichlet:
r2 u = f (M ), 8M 2 V (13.109)
u|S = '(M )
De Neumann:
r2 u = f (M ), 8M 2 V (13.110)
@u
|S = '(M )
@n
r2 u = f (M ), 8M 2 V (13.111)
✓ ◆
@u
hu |S = '(M )
@n
Todo el desarrollo lo efectuaremos para el caso tridimensional y, luego, haremos las considera-
ciones oportunas para el caso bidimensional.
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 1 @u @ 1 1 r2 u
u(M ) = u(P ) dSP dP (13.112)
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
Ella depende del laplaciano de la función u en el volumen V , que es una expresión conocida en los
tres problemas planteados (13.109), (13.110) y (13.111). Además, depende, simultáneamente,
de los valores de la función u y de los valores de su derivada normal sobre la superficie frontera
del volumen.
Por ello, tratemos de transformar la fórmula de manera que se pueda eliminar en ella el término
desconocido; para ello, escribamos la segunda fórmula de Green en la que por u tomaremos la
misma función que queremos encontrar y por v tomaremos una función por determinar a la que
lo único que le exigiremos es que sea armónica en el volumen V , es decir: r2 v = 0 en V .
Bajo estas consideraciones, podemos escribir la segunda fórmula de Green en la forma siguiente:
Z Z ⇢ Z Z Z
@u @v
0= v u dS vr2 udP (13.113)
S @n @n V
Z Z ⇢ Z Z Z
@u @G(M, P )
u(M ) = G(M, P ) u(P ) dSP r2 u · G(M, P )dP (13.114)
S @n @nP V
1
G(M, P ) = +v (13.115)
4⇡rM P
Como la función v está por definir (de ella sólo sabemos que r2 v = 0), si queremos resolver el
@u
problema (13.109) en el que está dado el valor de u sobre S, como desconocemos el valor de @n
sobre S, eliminamos el término en (13.114) que lo contiene, eligiendo la función armónica v de
forma tal, que se cumpla que
574 José Marı́n Antuña
G|S = 0 (13.116)
Z Z Z Z Z
@G(M, P )
u(M ) = '(P ) dSP + f (P )G(M, P )dP (13.117)
S @nP V
La condición (13.116) significa que v se escoge de forma que sea la solución del problema:
r2 v = 0, 8M 2 V (13.118)
1
v|S = |P 2S
4⇡rM P
Para poder determinar quién es la función G(M, P ), resolvamos con ayuda de la fórmula
(13.117) arriba obtenida el siguiente problema de Dirichlet cuya solución, por definición, es
la función de Green de este problema:
r2 u = (M, M0 ), 8M 2 V (13.119)
u|S = 0
Z Z Z
u(M ) = (P, M0 )G(M, P )dP = G(M, M0 ) (13.120)
V
Ası́ pues, la función G(M, M0 ) es la función de Green del problema de Dirichlet y, fı́sicamente,
se puede interpretar como el potencial creado en el punto M por una carga unitaria y puntual
colocada en M0 , si la superficie S se encuentra conectada a tierra (pues G|S = 0).
Propiedad 1:
Demostración:
Para demostrar la propiedad, excluyamos el punto M con una esfera V" de superficie S" centrada
en M y radio " (Fig. 13.3).
Además, sobre S, G|S = 0 y el radio " se puede tomar lo suficientemente pequeño como para
que G|S" > 0, ya que 1/r ! 1 para r ! 0, en tanto que v -por ser armónica en V - permanece
acotada.
Propiedad 2:
Esta propiedad establece lo que se conoce en Fı́sica con el nombre de Principio de Recipro-
cidad: el potencial creado en P por una carga puntual colocada en M es igual al creado en M
por la misma carga colocada en P .
Demostración:
Z Z Z Z Z ⇢
2 2 @G2 @G1
{G1 r G2 G2 r G1 }dP = G1 G2 dS (13.121)
V V1 V2 S+S1 +S2 @n @n
La integral de volumen en (13.121) se anula, pues G1 y G2 son armónicas dentro del dominio
de integración. Además, la integral por la superficie S también se anula, ya que G1 y G2 son
iguales a cero sobre dicha superficie.
Z Z ⇢
@G2 @G1
G1 G2 dS = 0 (13.122)
S1 +S2 @n @n
1 @G1 1 @v
G1 |S1 = + v, y |S1 = |S (13.123)
4⇡" @n 4⇡"2 @r 1
@G2
Además, @n
es acotada sobre S1 , pues es armónica en dicho punto; es decir:
@G2
|S1 < A (13.124)
@n
Z Z
@G2 1
G1 dS + v A4⇡"2 ! 0, 8" ! 0 (13.125)
S1 @n 4⇡"
Z Z Z Z
@G1 1 @v
G2 dS = G(M2 , P ) dS =
S1 @n S1 4⇡"2 @r
@v
= G(M2 , P ⇤ ) G(M2 , P ⇤ ) |P ⇤ 4⇡"2 ! G(M2 , M1 ), 8" ! 0 (13.126)
@r
@v
ya que |
@r S1
es acotada. Aquı́ P ⇤ 2 S1 y, por lo tanto, P ⇤ ! M1 para " ! 0.
Z Z ⇢
@G2 @G1
G1 G2 dS ! G(M1 , M2 ), 8" ! 0 (13.127)
S2 @n @n
G(M2 , M1 ) G(M1 , M2 ) = 0
Es decir:
G(M1 , M2 ) = G(M2 , M1 )
Demostrada la propiedad.
@G
|S = 0 (13.128)
@n
Sin embargo, hay que tener cuidado con las cosas que, aparentemente, parecen lógicas, pues
nos pueden conducir a resultados erróneos.
r2 G = (M, M0 ) (13.129)
Z Z Z Z Z
2 @G
r GdP = dS (13.130)
V S @n
Con vistas a satisfacer la ecuación (13.130), en lugar de (13.128) exigiremos que la función v
sea tal que se cumpla que
Método de la Función de Green 579
@G 1
|S = (13.131)
@n S
Z Z Z Z Z
u(M ) = '(P )G(M, P )dSP + f (P )G(M, P )dP + huiS (13.132)
S V
donde
Z Z
1
huiS = u(P )dS (13.133)
S S
es el promedio del potencial inducido sobre la superficie S por la carga unitaria y puntual
colocada en el interior, en el punto M .
Nótese que la solución (13.132) obtenida es una ecuación integral, ya que la función buscada
u(M ) aparece, también, dentro de la integral. Esto hace que el problema de Neumann sea un
problema difı́cil y en el que, por lo general, los autores hacen poco hincapié.
Recuérdese que dos soluciones del problema de Neumann se diferencian entre sı́ en una cons-
tante. Esa constante, generalmente, es, desde el punto de vista electrostático, el promedio del
potencial inducido sobre la superficie, por lo que, si este dato es conocido experimentalmente, el
problema puede resolverse directamente; en caso contrario, para hallar la solución del problema
no quedará más remedio que acometer la solución de la ecuación integral.
Por otra parte, si la superficie S es abierta (infinita), entonces S = 1, por lo que huiS = 0, lo
que equivale a decir que, en tal caso, se puede proponer la condición (13.128) y resolver.
Supongamos, ahora, que queremos resolver el problema (13.111). En este caso, de la fórmula
(13.114) obtenemos:
Z Z ⇢ Z Z Z
@G
u(M ) = ['(P ) + hu]G u dSP + f (P )G(M, P )dP =
S @n V
Z Z ⇢ Z Z Z
@G
= '(P )G(M, P ) u(P ) hG dSP + f (P )G(M, P )dP (13.134)
S @n V
Con vistas a obtener una solución en términos de funciones conocidas, debemos eliminar el
segundo sumando en la integral de superficie, lo que se logra eligiendo la función v en la
función de Green (13.115), de forma tal que se cumpla que
580 José Marı́n Antuña
@G
hG |S = 0 (13.135)
@n
Z Z Z Z Z
u(M ) = '(P )G(M, P )dSP + f (P )G(M, P )dP (13.136)
S V
De esta manera quedan resueltos los problemas de frontera de la ecuación de Poisson con ayuda
de la función de Green.
En el caso de dos dimensiones espaciales, todo el desarrollo es análogo al hasta aquı́ efectuado.
Tomamos la tercera fórmula de Green en el plano:
Z ⇢ ✓ ◆ Z Z
1 @u 1 @ 1 1 1
u(M ) = ln u(P ) ln dlP r2 u ln dSP (13.137)
2⇡ C @n rM P @nP rM P 2⇡ S rM P
y tomamos la segunda fórmula de Green en el plano en la que u es la misma función que aparece
en (13.137) y por v tomamos una función arbitraria, pero armónica en S:
Z ⇢ Z Z
@u @v
0= v u dl r2 u · vdS (13.138)
C @n @n S
Z ⇢ Z Z
@u @G(M, P )
u(M ) = G(M, P ) u(P ) dlP r2 u · G(M, P )dSP (13.139)
C @n @nP S
1 1
G(M, P ) = ln +v (13.140)
2⇡ rM P
que tiene todas las mismas caracterı́sticas y propiedades de la función (13.115) del caso tridi-
mensional y es la función de Green de la ecuación de Poisson en R2 .
Método de la Función de Green 581
r2 u = f (M ), 8M 2 S (13.141)
u|C = '(M )
G|C = 0 (13.142)
Z Z Z
@G(M, P )
u(M ) = '(P ) dlP + f (P )G(M, P )dSP (13.143)
C @nP S
r2 u = f (M ), 8M 2 S (13.144)
@u
|C = '(M )
@n
@G 1
|C = (13.145)
@n l
Z Z Z
u(M ) = '(P )G(M, P )dlP + f (P )G(M, P )dSP + huiC (13.146)
C S
donde
Z
1
huiC = u(P )dl (13.147)
l C
r2 u = f (M ), 8M 2 S (13.148)
✓ ◆
@u
hu |C = '(M )
@n
✓ ◆
@G
hG |C = 0 (13.149)
@n
Z Z Z
u(M ) = '(P )G(M, P )dlP + f (P )G(M, P )dSP (13.150)
C S
Se recomienda al lector que efectúe los cálculos indicados en este punto, a fin de que obtenga
por sı́ mismo los resultados expresados.
13.3.6 Ejemplos
1. Hallemos la función de Green del problema de Dirichlet en el semiplano superior y > 0.
Como estamos en el caso bidimensional, la función de Green tendrá la forma dada por la
ecuación (13.140). A fin de lograr que
G|C ⌘ G|P 2C = 0
colocamos una carga puntual igual y negativa en el punto M 0 simétrico con M , respecto
a la frontera C, que, en este caso, es el eje x (Fig. 13.5).
El potencial creado por dicha carga colocada en M 0 será v, de manera que la función de
Green, en este caso, tendrá la forma
1 1 1 1
G(M, P ) = ln ln (13.151)
2⇡ rM P 2⇡ rM 0 P
Nótese que la función
1 1
v= ln
2⇡ rM 0 P
es, en el semiplano superior, una función armónica, ya que el punto donde el laplaciano
es desigual de cero para ella es M 0 , que está fuera del dominio y > 0.
Es obvio que con esta función se logra anular la función de Green sobre C, pues cuando
P 2 C (es decir, sobre el eje x), las distancias rM P y rM 0 P se hacen iguales (ver Fig. 13.5).
Método de la Función de Green 583
Denotando las coordenadas de los puntos, según indica la figura 13.5, por:
Es decir:
p
1 (x ⇠)2 + (y + ⌘)2
G(x, y, ⇠, ⌘) = ln p
2⇡ (x ⇠)2 + (y ⌘)2
O, finalmente
1 (x ⇠)2 + (y + ⌘)2
G(x, y, ⇠, ⌘) = ln (13.152)
4⇡ (x ⇠)2 + (y ⌘)2
584 José Marı́n Antuña
La expresión (13.152) es la función de Green del semiplano superior y > 0 para el problema
de Dirichlet.
Nótese que, efectivamente,
G|C = G|⌘=0 = 0
Desde el punto de vista fı́sico, la igualdad a cero del potencial (13.152) sobre la frontera
y = 0 quiere decir que las lı́neas de campo son perpendiculares a dicha frontera en todos
los puntos; siempre es conveniente tener en cuenta el significado fı́sico que tienen los
resultados que se obtienen.
Con ayuda de la función hallada resolvamos en el semiplano superior el problema:
r2 u = 0, 8y > 0 (13.153)
u(x, 0) = f (x)
La solución vendrá dada por la fórmula (13.143). En ella la integral de superficie desa-
parece, ya que la ecuación es homogénea y sólo queda la integral por C que, en este caso,
es el eje ⇠ desde 1 hasta +1.
@G
Como tenemos que, aquı́, dlP = d⇠ y '(P ) = f (⇠), sólo queda calcular |
@nP P 2C
.
Tenemos, después de cálculos sencillos (la normal exterior al dominio y > 0 está indicada
en la figura 13.5):
@G @G 1 y
|P 2C = |⌘=0 = (13.154)
@nP @⌘ ⇡ (x ⇠)2 + y 2
r2 u = 0, 8y > 0 (13.156)
u(x, 0) = cos x
Z 1 ⇢
1 y cos ⇠d⇠ y ei⇠
u(x, y) = = Re 2⇡i Res , x + iy =
⇡ 1 (x ⇠)2 + y 2 ⇡ (x ⇠)2 + y 2
ix y
e e
= Re iy = e y cos x (13.158)
iy
@G
|C = 0 (13.159)
@n
No es difı́cil percatarse de que, en este caso, la función de Green es:
1 1 1 1
G(M, P ) = ln + ln (13.160)
2⇡ rM P 2⇡ rM 0 P
donde M , M 0 y P son los mismos puntos que aparecen en la figura 13.5.
Fı́sicamente esto equivale a colocar en el punto M 0 , simétrico con M respecto a la frontera,
una carga igual y del mismo signo a la carga puntual que está en el punto M .
La derivada del potencial igual a cero en la frontera significa, como se sabe, que el campo
electrostático sobre dicha frontera es nulo.
El lector debe intentar dibujar cómo serán las lı́neas de fuerza del campo creado por estas
dos cargas en este caso.
1 1
G(M, P ) = (13.161)
4⇡rM P 4⇡rM 0 P
Denotando las coordenadas de los puntos por
1 1
G(x, y, z, ⇠, ⌘, ⇣) =
4⇡ [(x ⇠) + (y ⌘)2 + (z ⇣)2 ]1/2
2
1 1
(13.162)
4⇡ [(x ⇠)2 + (y ⌘)2 + (z + ⇣)2 ]1/2
r2 u = 0, 8z > 0 (13.163)
u(x, y, 0) = f (x, y)
@G @G 1 1
|P 2S = |⇣=0 = (13.164)
@nP @⇣ 2⇡ [(x ⇠)2 + (y ⌘)2 + z 2 ]3/2
que el lector debe efectuar a modo de ejercicio, por lo que la solución vendrá dada por la
expresión
Z 1 Z 1
1 zf (⇠, ⌘)d⇠d⌘
u(x, y, z) = (13.165)
2⇡ 1 1 [(x ⇠)2 + (y ⌘)2 + z 2 ]3/2
No es difı́cil comprobar que para el semiespacio superior, en virtud de que el área del
plano (x, y), frontera de dicho dominio, es infinita, la función de Green del problema de
Neumann será:
1 1
G(M, P ) = + (13.166)
4⇡rM P 4⇡rM 0 P
@G
ya que con ella se garantiza la condición |
@nP P 2S
= 0.
Los puntos M , M 0 y P son los mismos arriba considerados.
Los ejemplos de función de Green que hemos hallado en el punto anterior están basados en
un criterio y una interpretación que dan origen al llamado método de las imágenes elec-
trostáticas para hallar la función de Green de un problema. Veamos su esencia.
Obsérvese que el primer sumando 4⇡r1M P de la función de Green es, fı́sicamente, el potencial
creado en todo punto P del espacio por una carga puntual unitaria colocada en el punto M 2 V .
La función v será, entonces, otro potencial creado en V por ciertas cargas que se colocarán
fuera de V , de forma tal que el potencial resultante sobre la superficie S sea G|S = 0. Es obvio
que dichas cargas tienen que estar fuera de V , pues, de acuerdo con (13.118), la función v es
armónica en V .
Esas cargas que se colocan detrás de la superficie S, fuera del dominio V , se conocen como las
imágenes de la carga colocada en el punto M y el método para hallar de esta forma la función
de Green se llama método de las imágenes electrostáticas, debido a su interpretación.
Método de la Función de Green 587
De hecho, en los ejemplos anteriores hemos aplicado este método, pues hemos colocado en M 0
una carga de signo negativo, es decir, la imagen de la carga en M , de forma tal que el potencial
resultante sobre la frontera sea cero.
Vamos a aplicar este método, ahora, en la búsqueda de la función de Green del problema de
Dirichlet en otros casos, para ilustrarlo.
Supongamos que tenemos una esfera de radio a. Coloquemos la carga unitaria en el punto M .
Debemos buscar la carga (o cargas) imagen fuera de la esfera que haga cero el potencial sobre
su superficie.
Con ese objetivo veamos el punto M 0 conjugado (es decir, simétrico) con M en la esfera y
tomemos un punto P sobre la superficie. Tracemos las distancias rM P , rM 0 P y el radio a. De
esta manera, obtenemos los triángulos OM P y OM 0 P , donde O es el centro de la esfera (Fig.
13.6).
OM · OM 0 = a2
Esto quiere decir que los lados que forman el ángulo O, común a ambos triángulos, son pro-
porcionales. Por lo tanto, los triángulos son semejantes y la proporcionalidad se cumplirá para
los terceros lados. Es decir, tendremos que:
OM a rM P
= = (13.167)
a OM 0 rM 0 P
De (13.167) obtenemos:
OM r
rM P = rM 0 P ⌘ rM 0 P (13.168)
a a
donde hemos llamado r = OM . Ası́ pues, cuando el punto P está sobre la superficie S, se
cumple la igualdad
1 a 1
= (13.169)
rM P r rM 0 P
a 1
v= (13.170)
r 4⇡rM 0 P
1
ya que esta función toma para P 2 S el valor 4⇡rM P
y, por tanto, G|S = 0. Ası́ pues, la función
de Green en la esfera queda en la forma
1 a 1
G(M, P ) = (13.171)
4⇡rM P r 4⇡rM 0 P
1 1 1 a 1
G(M, P ) = ln ln (13.172)
2⇡ rM P 2⇡ r rM 0 P
Método de la Función de Green 589
✓ ◆
0 a2
M = (r, ') y, por tanto M = ,'
r
p
rM P = r2 2r⇢ cos(' ↵) + ⇢2 (13.173)
y, además:
s✓ ◆2 r
r r a2 a2 r 2 ⇢2
rM 0 P = 2 ⇢ cos(' ↵) + ⇢2 = a2 2r⇢ cos(' ↵) + (13.174)
a a r r a2
2 2
1 a2 2r⇢ cos(' ↵) + ra⇢2
G(r, ', ⇢, ↵) = ln 2 (13.175)
4⇡ r 2r⇢ cos(' ↵) + ⇢2
r2 u = 0, 8r < a (13.176)
u(a, ') = f (')
@G @G 1 r 2 a2
|P 2C = |⇢=a = (13.177)
@nP @⇢ 2⇡a r2 2ar cos(' ↵) + a2
Z 2⇡
1 a2 r 2
u(r, ') = f (↵)d↵ (13.178)
2⇡ 0 r2 2ar cos(' ↵) + a2
Construyamos la función de Green del problema de Dirichlet del cuadrante en el espacio de-
limitado por los semiplanos z = 0 con x > 0 y x = 0 con z > 0. (Fig. 13.7).
Colocamos en M la carga unitaria. Para hacer cero el potencial sobre el plano x = 0, colocamos
simétricamente una carga negativa en el punto M10 .
Para hacer cero el potencial sobre el plano z = 0, colocamos simétricamente una carga negativa
en el punto M20 .
Pero, la carga en M10 crea un potencial diferente de cero sobre el plano z = 0 y la carga en M20
crea un potencial diferente de cero sobre el plano x = 0.
Para compensar esos potenciales, colocamos una carga positiva en el punto M30 que es, por la
geometrı́a del problema, simétrica, simultáneamente, a las cargas de los puntos M10 y M20 .
1 1 1 1 1
G(M, P ) = + (13.179)
4⇡ rM P rM10 P rM20 P rM30 P
Construyamos la función de Green del problema de Dirichlet en el dominio encerrado por dos
placas paralelas colocadas a la distancia l una de la otra.
Colocamos una imagen en el punto M00 = (x, y, z). Con ella hacemos cero el potencial sobre
el plano z = 0. Pero, en z = l dicho potencial no es cero, por lo tanto, colocamos en M10 la
imagen de M y en M1 la imagen de M00 , haciendo ası́ igual a cero el potencial sobre z = l.
Aquı́
Pero con esto se rompe el equilibrio en z = 0. Para hacer cero el potencial sobre esa superficie,
colocamos en M 0 1 = (x, y, 2l + z) la imagen de M10 y en M 1 = (x, y, 2l z) la imagen de
M1 .
Este proceso tenemos que continuarlo hasta el infinito, obteniendo la distribución de cargas que
se observa en la figura 13.8.
1
1 X 1 1
G(M, P ) = (13.180)
4⇡ n= 1 rn rn0
donde
p
rn = (⇠ x)2 + (⌘ y)2 + (⇣ zn )2 (13.181)
p
rn0 = (⇠ x)2 + (⌘ y)2 + (⇣ zn0 )2 (13.182)
De manera similar se resuelven otros problemas con ayuda del método de las imágenes elec-
trostáticas aquı́ ejemplificado.
Por último, debemos recalcar que, aunque el problema fı́sico que estemos resolviendo no res-
ponda a un problema de potencial electrostático, sino, por ejemplo, describa una distribución
estacionaria de temperaturas, el método de las imágenes electrostáticas permite encontrar la
función de Green que, colocada en la fórmula integral, da la solución de dicho problema, aunque
la interpretación fı́sica no sea electrostática.
r2 u + cu = f (M ) (13.183)
Método de la Función de Green 593
r2 u + cu = 4⇡ (r) (13.184)
Hagámoslo de manera similar a como actuamos para la ecuación de Laplace, es decir, busque-
mos las soluciones de la ecuación de Helmholtz que tengan una singularidad en el origen de
coordenadas.
Veremos por separado los casos tridimensional y bidimensional y, dentro de ellos, los corres-
pondientes a los distintos signos del parámetro c de la ecuación.
Caso tridimensional
Buscaremos la solución con simetrı́a esférica: u(r, ✓, ') = U (r). Entonces, la ecuación de
Helmholtz homogénea, escrita en coordenadas esféricas, tendrá la forma para r 6= 0
✓ ◆
1 d 2 dU
r + cU = 0 (13.185)
r2 dr dr
v(r)
U (r) = (13.186)
r
Entonces
dU v0 v
=
dr r r2
y, por lo tanto
✓ ◆
d 2 dU d
r = [rv 0 v] = rv 00 (13.187)
dr dr dr
594 José Marı́n Antuña
Colocando (13.187) en la ecuación (13.184), con r 6= 0, nos queda, después de las cancelaciones:
v 00 + cv = 0 (13.188)
p p
v1 = eir c , v1 = e ir c
(13.189)
1. c = k 2 > 0.
En este caso, de (13.189) obtenemos:
v1 = eikr , v1 = e ikr
eikr e ikr
U1 (r) = , U2 (r) = (13.190)
r r
Ambas funciones dadas por (13.190) satisfacen los requisitos de la solución fundamental;
es decir, tienen una singularidad tipo polo simple en r = 0, lo que equivale a decir que
satisfacen la ecuación (13.184) y, además, ambas decrecen y tienden a cero a medida que
r crece, o sea, a medida que nos alejamos del origen de las coordenadas.
Esto, fı́sicamente, es necesario que ocurra, pues -como sabemos- la inhomogeneidad
deltaica en la ecuación (13.184) significa la presencia de una fuente unitaria del campo
descrito por la ecuación de Helmholtz; por lo tanto, es lógico que, al alejarnos de dicha
fuente, el campo decrezca.
2. c = 2 < 0.
Ahora, de (13.189) obtenemos:
r
v1 = e , v2 = er
Por consiguiente, la única solución fundamental posible en este caso es
r
e
U (r) = (13.191)
r
que es la que tiene la singularidad requerida en r = 0 y, además, tiende a cero para
r ! 1. La otra posible solución desde el punto de vista matemático, con v2 carece de
sentido fı́sico, ya que, al alejarnos de la fuente del potencial, ella crece.
Lo aquı́ obtenido está en concordancia con el hecho ya estudiado al plantear los problemas
matemáticos para la ecuación de Helmholtz; allá vimos que para c = 2 < 0, se cumplı́a
el teorema de unicidad, en tanto que, para c = k 2 > 0, no.
Método de la Función de Green 595
Es conveniente destacar que todas las soluciones fundamentales (13.190) y (13.191) aquı́ obte-
nidas se reducen a la solución fundamental del operador de Laplace cuando c = 0. Esto está
en correspondencia con el hecho de que el operador de Helmholtz se reduce al de Laplace para
c = 0.
Caso bidimensional
Buscaremos en R2 la solución con simetrı́a polar: u(r, ') = U (r). Entonces, la ecuación de
Helmholtz homogénea en coordenadas polares adopta la forma:
✓ ◆
1 d dU
r + cU = 0 (13.192)
r dr dr
pues la parte angular del laplaciano en polares desaparece. Veamos los dos casos posibles para
c.
1. c = k 2 > 0.
En este caso la ecuación (13.192) es:
✓ ◆
1 d dU
r + k2U = 0 (13.193)
r dr dr
que, haciendo el cambio de variable x = kr, vemos que no es más que la ecuación de
Bessel de orden cero.
Expresemos sus dos soluciones linealmente independientes como funciones de Hankel:
(1) (2)
U1 (r) = H0 (kr), U2 (r) = H0 (kr) (13.194)
2. c = 2 < 0.
En este caso, la ecuación (13.192) nos da:
596 José Marı́n Antuña
✓ ◆
1 d dU
r 2 U = 0 (13.196)
r dr dr
L[u] = r2 u + cu (13.198)
Z Z ⇢ Z Z Z
@v @u
u v dS = {ur2 v vr2 u}dP (13.199)
S @n @n V
Z Z ⇢ Z Z Z
@v @u
u v dS = {ur2 v + ucv vr2 u vcu}dP ⌘
@n @n
Z ZS Z V
Z Z Z
2 2
⌘ {u[r v + cv] v[r u + cu]}dP ⌘ {uL[v] vL[u]}dP
V V
Es decir, obtenemos que la segunda fórmula de Green sigue siendo válida si en la integral de
volumen sustituimos el operador de Laplace por el operador de Helmholtz:
Z Z ⇢ Z Z Z
@v @u
u v dS = {uL[v] vL[u]}dP (13.200)
S @n @n V
Caso c = k 2 > 0
Veamos el caso en que c = k 2 > 0 y tomemos en (13.200) por función v una de las soluciones
fundamentales de la ecuación de Helmholtz:
ikrM P
e
v= (13.201)
rM P
Sin embargo, podemos ahorrarnos esos cálculos si tenemos en cuenta que, de acuerdo con
(13.184), para (13.201) se cumple que:
ikrM P
e
L[v] ⌘ L = 4⇡ (M, P ) (13.202)
rM P
cosa que ahora podemos afirmar en virtud de lo estudiado en el epı́grafe 2 del presente capı́tulo,
ya que (13.201) es una solución fundamental del operador L.
Z Z ⇢ ✓ ikrM P
◆ ikrM P Z Z Z
@ e e @u
u dSP = 4⇡ u(P ) (M, P )dP
S @nP rM P rM P @n V
Z Z Z ikrM P
e
L[u] dP (13.203)
V rM P
598 José Marı́n Antuña
Z Z ⇢ ikrM P
✓ ikrM P
◆ Z Z Z ikrM P
1 e @u @ e 1 e
u(M ) = u dSP L[u] dP
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
(13.204)
Más adelante comprobaremos que esta fórmula describe la amplitud de oscilaciones estabi-
lizadas en el espacio, cuando estudiemos ese tema y la fórmula de Kirchho↵. Por ello, esta
tercera fórmula de Green para el operador de Helmholtz se conoce, también, como Fórmula
de Kirchho↵ estacionaria.
Es evidente que si, en lugar de (13.201), tomamos la otra solución fundamental del operador
de Helmholtz:
eikrM P
v= (13.205)
rM P
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 eikrM P @u @ eikrM P 1 eikrM P
u(M ) = u dSP L[u] dP (13.206)
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
Desde el punto de vista matemático, no podemos dar un criterio que nos permita discernir cuál
de las dos fórmulas debe ser utilizada a la hora de resolver los problemas fı́sicos que conduzcan
a la ecuación de Helmholtz. Para obtener tal criterio es necesario tener en consideración el
origen fı́sico del problema.
Asociado a ésto tenemos que dicha amplitud, multiplicada por la dependencia temporal ei!t
responde a la realidad fı́sica en el sentido de que nos da en el punto M y en el instante t el
valor del campo ondulatorio en función de valores de dicho campo en tiempos anteriores, t ar ,
donde a es la velocidad de propagación de la perturbación.
Método de la Función de Green 599
La dependencia temporal e i!t con la fórmula (13.206) nos darı́a la conclusión de que el valor del
campo ondulatorio en el punto M en el instante t estarı́a determinado por los valores de dicho
campo en tiempos posteriores, t + ar ; es decir, que el campo ondulatorio vendrı́a determinado
por sus valores en tiempos posteriores, en el futuro, cosa que, desde el punto de vista fı́sico e
incluso filosófico, carece de sentido.
Por consiguiente, concluimos que, a la hora de determinar con cuál de las dos fórmulas, (13.204)
o (13.206), debemos trabajar, es necesario remontarnos al origen fı́sico del problema y tener en
cuenta la dependencia funcional respecto al tiempo considerada.
Lo hasta aquı́ dicho tiene validez en el análisis clásico de las fórmulas; existen ramas en la
Fı́sica donde la dependencia de la solución respecto a valores futuros de la misma no es algo
que pueda considerarse absurdo.
Caso c = 2 < 0
Veamos, ahora, el caso en que c = 2 < 0. Aquı́ tomamos en la segunda fórmula de Green
(13.200) por v la única solución fundamental del operador de Helmholtz:
rM P
e
v= (13.207)
rM P
y efectuamos exactamente los mismos pasos realizados para la obtención de la fórmula (13.204);
como resultado obtenemos:
Z Z ⇢ rM P
✓ rM P
◆ Z Z Z rM P
1 e @u @ e 1 e
u(M ) = u dSP L[u] dP
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
(13.208)
Las fórmulas (13.204), (13.206) y (13.208) son un análogo de la tercera fórmula de Green
obtenida anteriormente con el operador de Laplace y se llaman Fórmulas de Green para la
ecuación de Helmholtz.
Nótese que las tres se reducen a la tercera fórmula de Green con el operador de Laplace para
c ! 0, resultado lógico, ya que, para c ! 0, la ecuación de Helmholtz se reduce a la ecuación
de Laplace.
Como se puede apreciar, las tres fórmulas mencionadas establecen que cualquier función con-
tinua con primeras derivadas continuas en V + S y segundas derivadas continuas en V es sus-
ceptible de ser expresada como la superposición de tres integrales: dos integrales de superficie
y una integral de volumen.
600 José Marı́n Antuña
Estas fórmulas no son posibles de utilizar directamente para la solución de los problemas de
frontera para la ecuación de Helmholtz, ya que, en el planteamiento de los mismos, no se dan,
@u
simultáneamente, los valores de la función y los de su derivada normal @n sobre la superficie S,
frontera del dominio V . Por ello y de forma análoga a como procedimos en el epı́grafe anterior,
haremos lo siguiente.
Z Z ⇢ Z Z Z
@u @v
0= v u dS {vL[u] uL[v]}dP (13.209)
S @n @n V
Si sumamos, entonces, (13.209) con cada una de las tres fórmulas (13.204), (13.206) y (13.208),
obtenemos la siguiente expresión integral:
Z Z ⇢ Z Z Z
@u @G(M, P )
u(M ) = G(M, P ) u(P ) dSP L[u]G(M, P )dP (13.210)
S @n @nP V
1. Para c = 2 < 0:
rM P
e
G(M, P ) = +v (13.211)
rM P
2. Para c = k 2 > 0:
e±ikrM P
G(M, P ) = +v (13.212)
rM P
Aquı́ el signo + o -, según vimos arriba, se toma de la Fı́sica.
L[u] = f (M ), 8M 2 V (13.213)
u|S = '(M )
escogemos a v en la función (13.212) de forma tal que G|S = 0 y la solución del problema
(13.213), a partir de (13.210), se obtiene en la forma:
Método de la Función de Green 601
Z Z Z Z Z
@G(M, P )
u(M ) = '(P ) dSP + f (P )G(M, P )dP (13.214)
S @nP V
L[u] = f (M ), 8M 2 V (13.215)
@u
|S = '(M )
@n
@u
entonces, se escoge la función v de forma tal que |
@n S
= 0 y la solución del problema (13.215)
será:
Z Z Z Z Z
u(M ) = '(P )G(M, P )dSP + f (P )G(M, P )dP (13.216)
S V
L[u] = f (M ), 8M 2 V (13.217)
✓ ◆
@u
hu |S = '(M )
@n
@u
entonces, escogiendo v de forma tal que @n
hu |S = 0, la solución de (13.217) queda expre-
sada por la fórmula (13.216).
Z ⇢ Z Z
@v @u
u v dl = {uL[v] vL[u]}dS (13.218)
C @n @n S
1. Caso c = k 2 > 0:
Veamos, primero, el caso en que c = k 2 > 0. Si sustituimos en (13.218) v por la solución
fundamental de la ecuación de Helmholtz expresada como U2 en (13.194), entonces, te-
niendo en cuenta que no es difı́cil demostrar que
(2)
L[U2 ] ⌘ L[H0 (kr)] = 4i (r) (13.219)
602 José Marı́n Antuña
Z ⇢
i @u (2) @ (2)
u(M ) = H (krM P ) u(P ) [H0 (krM P )] dlP
4 C @n 0 @nP
Z Z
i (2)
L[u]H0 (krM P )dSP (13.220)
4 S
Z ⇢ Z Z
@ (2) @u (2) (2)
u [H0 (kr)] H (kr) dl = L[u]H0 (kr)dS (13.221)
C+C"M @n @n 0 S S"M
Z ✓ ◆
@u (2) @u (2)
H0 (kr)dl = |M ⇤ H0 (k")2⇡" ⇡
C"M @n @n
✓ ◆ ✓ ◆
@u 2 k"
⇡ |M ⇤ 1 i ln 2⇡" ! 0, 8" ! 0 (13.222)
@n ⇡ 2
ya que, obviamente,
lim ln(k")" = 0.
"!0
Además:
Z !
(2)
@ (2) dH0 (kr)
u [H0 (kr)]dl ⇡ u(M ⇤⇤ ) |r=" 2⇡" ⇡
C"M @n dr
⇡ 4iu(M ⇤⇤ ) ! 4iu(M ), 8" ! 0 (13.223)
pues
Método de la Función de Green 603
(2)
dH0 (kr) dJ0 dN0 2 2 k
|r=" = |r=" i |r=" ⇡ i (13.224)
dr dr dr ⇡ k" 2
2. Caso c = 2 < 0:
Para obtener la tercera fórmula de Green para la ecuación de Helmholtz en dos dimen-
siones para el caso en que c = 2 < 0 procederemos de la siguiente forma.
Sustituimos en la segunda fórmula de Green (13.218) la función v por la solución funda-
mental K0 (r) y excluimos, de nuevo, el punto M con el cı́rculo S"M de frontera C"M de
la Fig. 3.1. Tendremos:
604 José Marı́n Antuña
Z ⇢ Z Z
@ @u (2) (2)
u [K0 (kr)] H (kr) dl = L[u]H0 (kr)dS (13.225)
C+C"M @n @n 0 S S"M
⇡ (1)
K0 (r) = H (ir) (13.226)
2 0
y en virtud del comportamiento asintótico para x ! 0 de la función de Hankel
✓ ◆
(1) 2 x
H0 (x) ⇡ 1 + i ln (13.227)
⇡ 2
tendremos en el entorno de r = 0:
✓ ◆
⇡ 2 ir ir ⇡ r
K0 (r) ⇡ i 1 + i ln = ln +i = ln (13.228)
2 ⇡ 2 2 2 2
y, sobre C"M :
Z ⇢
1 @u @
u(M ) = K0 (rM P ) u(P ) [K0 (rM P )] dlP
2⇡ C @n @nP
Z Z
1
L[u]K0 (rM P )dSP (13.232)
2⇡ S
Con ayuda de las fórmulas (13.220) y (13.232) y haciendo el mismo procedimiento efectuado
para la obtención de la función de Green en tres dimensiones espaciales, concluimos que, en el
caso bidimensional la función de Green de la ecuación de Helmholtz es:
i (2)
G(M, P ) = H0 (kr) + v (13.234)
4
2. Para el caso c = 2 < 0:
1
G(M, P ) = K0 (r) + v (13.235)
2⇡
Supongamos la dependencia funcional respecto al tiempo en las ondas del tipo ei!t . Entonces, en
tres dimensiones, tomando las soluciones fundamentales de la ecuación de Helmholtz, tenemos
que
es una onda esférica convergente, es decir, que viaja desde el infinito hacia el origen de coorde-
nadas, mientras que
1 ikr i!t 1
e e = ei(!t kr)
(13.237)
r r
es una onda esférica divergente, que viaja desde el origen de coordenadas hacia el infinito.
(1)
H0 (kr)ei!t (13.238)
606 José Marı́n Antuña
es una onda cilı́ndrica convergente, o sea, que viaja desde el infinito hacia el origen de coorde-
nadas, en tanto que
(2)
H0 (kr)ei!t (13.239)
es una onda cilı́ndrica divergente, es decir, que viaja desde el origen de coordenadas hacia el
infinito.
i!t
Si la dependencia temporal fuera e la situación serı́a exactamente al revés.
2. Hallar por el método de las imágenes electrostáticas la función de Green del problema de
Dirichlet para la ecuación de Laplace en el cuarto de cı́rculo cuya frontera en coordenadas
polares se define por las ecuaciones r = R, 0 ' ⇡/2.
5. Hallar la función de Green y la solución del primer problema de frontera y del segundo
problema de frontera para la ecuación de Helmholtz con c = k 2 > 0 en el semiespacio
superior z > 0.
Primero, estudiaremos los potenciales para la ecuación elı́ptica de Poisson y después estudiare-
mos los potenciales correspondientes a la ecuación de Helmholtz.
Sabemos que el potencial creado en el punto M del espacio por una carga e colocada en el
punto P es
e
u= (14.1)
rM P
Las integrales de esta función se conocen con el nombre de potenciales y a su estudio nos
dedicaremos de inmediato.
Supongamos que tenemos en cierto cuerpo de volumen V (Fig. 14.1) una carga distribuida con
densidad ⇢(P ).
607
608 José Marı́n Antuña
⇢(P )dP
rM P
Por consiguiente, el potencial que creará el cuerpo cargado de volumen V sobre el punto M
será:
Z Z Z
⇢(P )dP
u(M ) = (14.2)
V rM P
Supongamos, ahora, que tenemos una superficie cargada con densidad superficial de carga µ(P )
(Fig. 14.2)
Un razonamiento idéntico nos lleva a concluir que el potencial creado en M por toda la superficie
será:
Método de la Teorı́a de Potenciales 609
Z Z
µ(P )dSP
u(M ) = (14.3)
S rM P
Supongamos, ahora, que tenemos un dipolo formado por las cargas e y e colocadas a la
distancia l entre sı́ (Fig. 14.3).
1 1 ✓ ◆
e e r2 r1 @ 1
u(M ) = = e l ⇡ N (14.4)
r1 r2 l @lP rM P
La igualdad aproximada a la derecha de (14.4) es más exacta, mientras mayor sea la distancia
rM P y menor sea el parámetro l del dipolo.
Por consiguiente, si tenemos una superficie dipolar como se muestra en la figura 14.4, con
densidad dipolar ⌫(P ), entonces, el potencial que dicha superficie creará sobre el punto M será:
Z Z ✓ ◆
@ 1
u(M ) = ⌫(P ) dSP (14.5)
S @nP rM P
La expresión (14.5) corresponde a la superficie dipolar cuya capa anterior está cargada negati-
vamente, la normal es exterior a dicha capa, según se ve en la figura 14.4.
Nos dedicaremos al estudio de estos potenciales que, según puede observarse, no son otra cosa
que los tres sumandos que figuran en la tercera fórmula de Green.
Z Z
1
u(M ) = ⇢(P ) ln dSP (14.6)
S rM P
2. Potencial de capa simple (de lı́nea simple):
Z
1
u(M ) = µ(P ) ln dlP (14.7)
C rM P
3. Potencial de doble capa (doble lı́nea):
Z ✓ ◆
@ 1
u(M ) = ⌫(P ) ln dlP (14.8)
C @nP rM P
Como se puede observar, las integrales escritas son propias, si el punto M no pertenece al
dominio de integración, pero si M pertenece al dominio de integración, son integrales impropias.
Sea la función F (M, P ) dada en cierto dominio V y no acotada en el entorno del punto M 2 V ,
es decir, F (M, P ) ! 1 para P ! M .
Es evidente que, dada esta circunstancia, la integral de F (M, P ) en el dominio V no puede ser
definida como el lı́mite de sumas integrales, ya que éste divergirı́a.
Supongamos, además, que dado cualquier dominio V que contenga al punto M en su interior,
la función F (M, P ) en el dominio V V es acotada e integrable en el sentido corriente de la
palabra; es decir, que la integral
Z Z Z
F (M, P )dP (14.9)
V V
existe como lı́mite de sumas integrales. Por se representa el diámetro del dominio V y se
considera que, para ! 0, el dominio V se cierra sobre el punto M , es decir, se reduce a dicho
punto.
Definición 1:
Z Z Z Z Z Z
F (M, P )dP = lim F (M, P )dP (14.10)
V !0 V V
Si este lı́mite existe, es finito y no depende de la forma en que V se cierra sobre el punto M ,
entonces la integral (14.9) se llama convergente; en caso contrario se llama divergente.
Es conveniente aclarar que decimos que para ! 0 la integral (14.9) tiende a un lı́mite finito
determinado que no depende de la forma en que el dominio V se cierre sobre el punto M , si
para cualquier sucesión de dominios
cada uno de los cuales contiene al punto M en su interior y cuyos diámetros satisfacen la
condición
n ! 0, 8n ! 1 (14.12)
donde se supone que la sucesión (14.11) se cierra monótonamente sobre M , es decir, que V 1
V 2 ... V n ... la sucesión correspondiente de números
Método de la Teorı́a de Potenciales 613
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
F (M, P )dP, F (M, P )dP, ..., F (M, P )dP, ... (14.13)
V V 1
V V 2
V V n
De hecho, este concepto de valor principal, que tiene grandes aplicaciones en la Fı́sica Mate-
mática, lo utilizamos en la deducción de la tercera fórmula de Green.
Definición 2:
Z Z Z
|F (M, P )|dP (14.14)
V
Definición 3:
Sea la función F (M, P ) definida al inicio de este punto. La integral impropia (14.10) se llama
convergente uniformemente en el punto M0 2 V , si para " > 0 existe un (", M0 ) > 0 tal
que, para cualquier punto M de la esfera K M0 con centro en M0 y radio y cualquier dominio
V 2 K M0 , se cumple que
Z Z Z
F (M, P )dP < " (14.15)
V
1
F (M, P ) = ↵
(14.16)
rM P
Tomando con centro en M y radio 2 la esfera K2M (ver figura 14.7), tendremos, evidentemente,
tomando coordenadas esféricas:
Z Z Z Z Z Z Z Z Z Z Z Z
dP dP dP dP
↵
↵
↵
↵
=
V rM P V rM P K 0 rM P
M
K2M r
Z 2⇡ Z ⇡ Z 2
1 2 r3 ↵ 2
= d' sin ✓d✓ r dr = 4⇡ | , 8↵ 6= 3, (14.17)
0 0 0 r↵ 3 ↵0
= 4⇡ ln r|20 , 8↵ = 3
De (14.17) es evidente que, cuando ! 0, el resultado es tan pequeño como se quiera sólo en el
caso en que ↵ < 3 y para ↵ 3 la parte derecha en (14.17) tiende a infinito. Por consiguiente,
la integral de la función (14.16) es convergente uniformemente para ↵ < 3.
Si el análisis hubiese sido hecho para integrales bidimensionales, hubiéramos obtenido ↵ < 2.
En general, para integrales múltiples, ↵ < n, donde n es la dimensión del espacio en que se
integra.
Teorema.
Demostración:
Z Z Z Z Z Z Z Z Z
F (M, P )dP |F (M, P )|dP < F0 (M, P )dP < " (14.18)
V V V
Demostrado el teorema.
Corolario.
C
Si |F (M, P )| < ↵
rM
, con ↵ < 3 y C cierta constante, entonces la integral impropia de F (M, P )
P
616 José Marı́n Antuña
1
Figura 14.7: Convergencia de la integral de ↵
rM
.
P
Veamos, ahora, una condición suficiente para la dependencia continua respecto al parámetro
en las integrales impropias.
Teorema.
Sea la función f (M, P ) continua respecto a sus argumentos en el dominio V siempre que P 6= M
y que f (M, P ) ! 1 para P ! M . Sea, además, '(P ) una función acotada e integrable en el
dominio V . Entonces, si la integral
Z Z Z
u(M ) = f (M, P )'(P )dP (14.19)
V
converge uniformemente en los puntos del dominio V , la función u(M ), definida por dicha
integral, es continua en V .
Método de la Teorı́a de Potenciales 617
Demostración:
Tendremos:
Z Z Z Z Z Z
u(M ) = f (M, P )'(P )dP + f (M, P )'(P )dP ⌘ u1 (M ) + u2 (M ) (14.20)
V1 V V1
Como el punto M0 está fuera de V V1 , la segunda integral es propia y, por lo tanto, la función
u2 (M ) es continua; es decir, para " > 0 existirá un (") > 0 tal que, si rM1 M0 < , se cumplirá
que
"
|u2 (M1 ) u2 (M0 )| < (14.21)
3
618 José Marı́n Antuña
Como, por hipótesis, la integral (14.19) converge uniformemente, para " > 0 existirá un 0 (") > 0
tal que, si rM1 M0 < 0 , se cumplirá que
" "
|u1 (M1 )| < y |u1 (M0 )| < (14.22)
3 3
|u(M1 ) u(M0 )| |u1 (M1 )| + |u1 (M0 )| + |u2 (M1 ) u2 (M0 )| < " (14.23)
Demostrado el teorema.
Los aspectos aquı́ estudiados de las integrales impropias paramétricas son suficientes ya para
abordar el estudio de los potenciales definidos en el punto 1 del presente epı́grafe, a lo que nos
dedicaremos de inmediato.
Pasemos, ahora, al estudio del potencial de volumen dado por la expresión (14.2). Considerare-
mos que la función ⇢(P ) que figura en dicha expresión y que tiene el sentido fı́sico de densidad
de carga (o de masa) en el volumen, es una función acotada en V ; es decir, que
⇢(P ) C
< (14.25)
rM P rM P
Como la potencia de rM P en (14.25) es ↵ = 1 < 3, en virtud del corolario del criterio suficiente
de convergencia uniforme estudiado en el punto anterior, podemos afirmar que la integral (14.2)
converge uniformemente para M 2 V y por el último teorema del punto anterior define una
función continua en el dominio V .
Hagamos un análisis similar para las primeras derivadas del potencial de volumen (14.2).
Veamos primero el caso en que M no pertenece al dominio de integración V . Entonces, como
la integral es propia, podemos derivar bajo el signo de integración:
Método de la Teorı́a de Potenciales 619
Z Z Z ✓ ◆ Z Z Z
@u @ 1 ⇠ x
= ⇢(P )dP = 3
⇢(P )dP (14.26)
@x V @x rM P V rM P
Similarmente:
Z Z Z
@u ⌘ y
= 3
⇢(P )dP (14.27)
@y V rM P
Z Z Z
@u ⇣ z
= 3
⇢(P )dP (14.28)
@z V rM P
No es difı́cil comprobar que estas expresiones de las primeras derivadas del potencial de volumen
son válidas en el caso en que M pertenece a V . Efectivamente, como
⇠ x
<1
rM P
tenemos que
⇠ x ⇠ x ⇢(P ) C
3
⌘ 2
< 2 (14.29)
rM P rM P rM P rM P
y como aquı́ la potencia de rM P es ↵ = 2 < 3, tendremos que integral (14.26) converge unifor-
memente para M 2 V y define a una función continua en ese dominio. Idéntico razonamiento
nos conduce a la convergencia uniforme y la continuidad de las derivadas dadas por (14.27) y
(14.28).
Por lo tanto, el potencial de volumen tiene primeras derivadas continuas en todo el espacio, las
que se hallan, simplemente, derivando bajo el signo de integración.
Desde el punto de vista fı́sico estas primeras derivadas son -sin tener en cuenta el signo- las
componentes de la fuerza del campo en cada punto.
Veamos, ahora, las segundas derivadas del potencial de volumen. En el caso en que M no
pertenezca a V , la integral es propia, se puede derivar bajo el signo de integración, de manera
que:
Z Z Z ✓ ◆ Z Z Z ⇢
@2u @2 1 3(x ⇠)2 1
= ⇢(P )dP = 5 3
⇢(P )dP (14.30)
@x2 V @x2 rM P V rM P rM P
De forma similar:
Z Z Z ⇢
@2u 3(y ⌘)2 1
= 5 3
⇢(P )dP (14.31)
@y 2 V rM P rM P
620 José Marı́n Antuña
Z Z Z ⇢
@2u 3(z ⇣)2 1
= 5 3
⇢(P )dP (14.32)
@y 2 V rM P rM P
No es difı́cil observar, sumando (14.30), (14.31) y (14.32), que, para los puntos M exteriores al
dominio de integración V , el potencial de volumen satisface la ecuación de Laplace; es decir, es
una función armónica.
Las fórmulas (14.30), (14.31) y (14.32) no pueden ser utilizadas para calcular las segundas
derivadas del potencial de volumen en los puntos M pertenecientes a V , ya que para ellas no
se cumple el corolario del punto anterior que hasta ahora hemos utilizado. Efectivamente, no
es difı́cil obtener que
⇢
3(x ⇠)2 1 4C
5 3
⇢(P ) < 3
(14.33)
rM P rM P rM P
Esto significa que las segundas derivadas del potencial de volumen en el interior de V deben
ser calculadas siguiendo otro procedimiento.
Z Z Z Z Z Z
⇢(P )dP ⇢(P )dP
u(M ) = + ⌘ u1 (M ) + u2 (M ) (14.34)
V KM rM P KM rM P
La integral u1 (M ) es propia, ya que se toma por un dominio que excluye al punto M . Por lo
tanto puede ser derivada bajo el signo de integración:
Z Z Z ✓ ◆
@ 2 u1 @2 1
= ⇢(P ) 2 dP (14.35)
@x2 V KM @x rM P
Z Z Z ✓ ◆ Z Z Z ✓ ◆
@u2 @ 1 @ 1
= ⇢(P )dP ⌘ ⇢(P )dP =
@x KM @x rM P K M @⇠ rM P
Z Z Z ✓ ◆ Z Z Z
@ ⇢(P ) 1 @⇢
= dP + dP =
K M @⇠ rM P K M rM P @⇠
Z Z Z Z Z
⇢(P ) 1 @⇢
= cos ↵dSP + dP (14.36)
S M rM P K M rM P @⇠
Z Z ✓ ◆ Z Z Z ✓ ◆
@ 2 u2 @ 1 @ 1 @⇢
= ⇢(P ) cos ↵dSP + dP (14.37)
@x2 SM @x rM P KM @x rM P @⇠
Esta derivación bajo el signo de integración, que nos condujo a (14.37), es factible ya que, por
una parte, la superficie esférica S M no contiene al punto M , ya que éste es el centro de la misma
622 José Marı́n Antuña
y, por lo tanto, dicha integral es propia y puede derivarse bajo el signo de integración; por otro
lado, en la integral de volumen por K M , suponiendo la continuidad de @⇢/@⇠, es evidente que
la aplicación del corolario del punto anterior nos confirmarı́a la convergencia uniforme de dicha
integral, justificándose ası́ la derivación bajo el signo de integración.
Z Z Z ✓ ◆ Z Z Z Z Z Z
@ 1 @⇢ ⇠ x @⇢ dP
dP 3
dP < C1 2
=
KM @x rM P @⇠ K M rM P @⇠ K M rM P
Z 2⇡ Z ⇡ Z
r2 dr
= C1 d' sin ✓d✓ = 4⇡C1 ! 0, 8 ! 0 (14.38)
0 0 0 r2
Z Z ✓ ◆ Z Z
@ 1 ⇠ x
⇢(P ) cos ↵dSP = ⇢(P ) 3
cos ↵dSP =
SM @x rM P SM rM P
Z Z Z Z
1 ⇠ x cos2 ↵
= ⇢(P ) 2 cos ↵dSP = ⇢(P ) 2
dSP (14.39)
SM r M P rM P SM rM P
Aplicando a (14.39) el teorema del valor medio integral y teniendo en consideración el hecho
de que, al integrar por toda la superficie esférica S M , el cos ↵ toma todos los valores posibles,
igual que el cos y el cos , donde y son los ángulos directores, respectivamente, de rM P
con los ejes y y z, podemos escribir, continuando la expresión (14.39):
Z Z ✓ ◆ Z Z
@ 1 ⇤ cos2 ↵
= ⇢(P ) cos ↵dSP = ⇢(P ) 2
dSP =
SM @x
rM P SM rM P
⇤ Z Z
⇢(P ) 1
= 2
{cos2 ↵ + cos2 + cos2 }dSP =
3 S M rM P
⇤ Z 2⇡ Z ⇡
⇢(P ) r2 4⇡ 4⇡
= d' sin ✓d✓ 2 = ⇢(P ⇤ ) ! ⇢(M ), 8 ! 0 (14.40)
3 0 0 r 3 3
Aquı́ P ⇤ 2 S M según el teorema del valor medio; hemos tenido en cuenta el hecho de que la
suma de los cuadrados de los cosenos directores es igual a uno y hemos utilizado coordenadas
esféricas.
Tomando, pues, el lı́mite cuando ! 0, tendremos que (14.35) tenderá al valor principal de la
integral impropia:
Método de la Teorı́a de Potenciales 623
Z Z Z ✓ ◆
@ 2 u1 @2 1
lim =VP ⇢(P ) 2 dP (14.41)
!0 @x2 V @x rM P
y, además:
@ 2 u2 4⇡
lim = ⇢(M ) (14.42)
!0 @x2 3
Por consiguiente, obtenemos para la segunda derivada respecto a x del potencial de volumen
en el interior del dominio de integración V la expresión:
Z Z Z ✓ ◆
@2u @2 1 4⇡
=VP ⇢(P ) 2 dP ⇢(M ) (14.43)
@x2 V @x rM P 3
Z Z Z ✓ ◆
@2u @2 1 4⇡
=VP ⇢(P ) 2 dP ⇢(M ) (14.44)
@y 2 V @y rM P 3
Z Z Z ✓ ◆
@2u @2 1 4⇡
=VP ⇢(P ) 2 dP ⇢(M ) (14.45)
@z 2 V @z rM P 3
r2 u = 4⇡⇢(M ) (14.46)
para M 2 V . Es decir, que dentro del dominio de integración, el potencial de volumen satisface
la ecuación de Poisson, donde en la inhomogeneidad figura la densidad de las cargas (o masas)
que generan el campo.
Z Z Z ✓ ◆
2 1
VP ⇢(P )r dP = 0
V rM P
⇣ ⌘
1
ya que r2 rM P
= 0 8M 6= P y el valor principal implica (pues es un lı́mite) que M 6= P .
Las propiedades estudiadas del potencial de volumen permiten utilizar dicho potencial para
resolver problemas con la ecuación de Poisson.
Es necesario destacar que lo hasta aquı́ desarrollado es para el potencial de volumen en R3 ; para
el potencial de volumen en R2 (14.6) todo es similar; sólo el factor 4⇡ en (14.46) se sustituye
por 2⇡.
624 José Marı́n Antuña
El potencial de doble capa viene dado por la expresión (14.5). Transformemos esta expresión
de manera de obtener una más fácil de trabajar; para ello coloquemos en un punto P de la
superficie la normal n, según se muestra en la figura 14.10. Llamemos al ángulo entre los
vectores n y r M P y ' a su suplemento.
Entonces tendremos:
✓ ◆ ✓ ◆
@ 1 1 n · rM P n · rP M
= n · rP = 3
= 3
=
@nP rM P rM P rM P rM P
|n||r P M | cos cos cos '
= 3
= 2 = 2
(14.47)
rM P rM P rM P
donde ' es el ángulo que forma la distancia rM P con la normal interna a la superficie S. Es
obvio que este ángulo depende de los puntos M y P .
Método de la Teorı́a de Potenciales 625
Z Z
cos '(M, P )
u(M ) = 2
⌫(P )dSP (14.48)
S rM P
Un análisis similar nos llevarı́a, en el caso bidimensional, a la siguiente expresión del potencial
(14.8):
Z ✓ ◆ Z
@ 1 cos '(M, P )
u(M ) = ln ⌫(P )dlP = ⌫(P )dlP (14.49)
C @nP rM P C rM P
donde ' es, también, el ángulo entre la distancia rM P y la normal interior a la curva C.
Esto es comprensible, ya que nuestro potencial de doble capa tiene la forma de una de las
integrales de superficie (o de lı́nea) que figuran en la tercera fórmula de Green que -como
sabemos- son funciones armónicas.
x2 00
y(x) = y(0) + xy 0 (0) + y (✓x), 0 < ✓ < 1
2
Pero, por la forma en que hemos escogido las coordenadas, y(0) = 0, y 0 (0) = 0, por lo que
x2 00
y(x) = y (✓x) (14.50)
2
s s
p y 00 (✓x)
2
y 00 (✓x)
2
rM P = x2 + y 2 = x2 + x4 =x 1+ x2 (14.51)
2 2
Ası́ pues:
y xy 00 (✓x)
cos ' = = r h 00 i2
rM P
2 1 + x2 y (✓x)2
de manera que:
y 00
k=
(1 + y 02 )3/2
cos ' 1 1
lim = y 00 (0) = k(P ) (14.53)
rM P !0 rM P 2 2
Como por hipótesis k(P ) es continua, para ⌫(P ) continua el integrando en (14.49) es continuo
a lo largo de la curva. Esto implica que, efectivamente, la integral sobre la curva C converge,
o sea, para puntos M 2 C esta integral da valores u(M ) finitos; esto significa que existe el
potencial de doble capa sobre la curva de integración.
Un análisis similar nos llevarı́a a concluir la existencia de dicho potencial sobre superficies de
curvatura continua.
Sin embargo, veremos que el potencial de doble capa es discontinuo sobre el dominio de in-
tegración, es decir, que sufre un salto sobre la superficie o curva de integración, al pasar del
interior al exterior de la misma.
Veamos, inicialmente, el caso en que la densidad ⌫(P ) es constante e igual a ⌫0 . Entonces, para
el potencial de doble capa en el plano tendremos, de (14.49), la expresión:
Z Z
0 cos ' cos '
u (M ) = ⌫0 dl = ⌫0 dl (14.54)
C r C r
Donde denotamos por u0 (M ) al valor del potencial para ⌫(P ) = ⌫0 = const en el punto P .
Por ser los ángulos de lados perpendiculares entre sı́ y de la misma denominación, el ángulo
bajo el que se cortan los elementos dl y d es '. Por lo tanto:
cos 'dl d
cos 'dl = d , = = d! (14.55)
r r
Z
0
u (M ) = ⌫0 d! = ⌫0 ⌦ (14.56)
C
donde ⌦ es el ángulo plano que se abre al recorrerse toda la curva C. Es, por lo tanto, evidente
que:
⌦ = 2⇡, 8M dentro de C
= ⇡, 8M 2 C (14.57)
= 0, 8M f uera de C
Por consiguiente:
Método de la Teorı́a de Potenciales 629
u0 (M ) = ⌫0 ⌦ = 2⇡⌫0 , 8M dentro de C
= ⇡⌫0 , 8M 2 C (14.58)
= 0, 8M f uera de C
Ası́ pues, para ⌫(P ) = ⌫0 = const, u0 (M ) toma valores constantes en el interior de C, sobre C
y en el exterior de C, de forma tal que se cumple que:
donde los subı́ndices ”int” y ”ext” significan, respectivamente, que el potencial se evalúa en
un punto cualquiera interior y en un punto cualquiera exterior del contorno C, pues el valor
del potencial en todos los puntos interiores y exteriores a la curva C son constantes. u0 (M )|C
significa el potencial evaluado en un punto del contorno C.
cos 'dS
= d!
r2
u0 (M ) = ⌫0 ⌦ = 4⇡⌫0 , 8M dentro de S
= 2⇡⌫0 , 8M 2 S (14.61)
= 0, 8M f uera de S
Veamos ahora qué sucede, si ⌫(P ) es una función continua y acotada no constante.
Z Z
0 cos '
I(M ) = u(M ) u (M ) = [⌫(P ) ⌫0 ] 2
dSP (14.64)
S rM P
Sea " > 0. Como ⌫(P ) es continua en P0 , para cierta ⌘ > 0 existirá siempre un entorno S1 2 S
de P0 tal, que
Z Z Z Z
0 cos ' cos '
I(M ) = u(M ) u (M ) = [⌫(P ) ⌫0 ] 2 dSP + [⌫(P ) ⌫0 ] 2
dSP ⌘ I1 + I2
S1 rM P S S1 rM P
(14.66)
Z Z
| cos '|
|I1 (M )| |⌫(P ) ⌫0 | 2
dSP < ⌘BS (14.67)
S1 rM P
Z Z
| cos '|
BS 2
dSP
S1 rM P
la que existe, ya que -según vimos- esta integral converge, supuesta la curvatura continua de la
superficie. Por lo tanto, tomando
"
⌘<
BS
Por otra parte, I2 (M ) es propia. Por consiguiente, hemos demostrado que la integral (14.66)
converge uniformemente en P0 y es, por tanto, una función continua en dicho punto.
Si por ”int” y ”ext” representamos ahora el lı́mite cuando se tiende al punto P0 2 S desde
adentro y desde afuera, respectivamente, lo anteriormente demostrado implicará que
por ser I(M ) continua en P0 y como, según (14.64), u(M ) = u0 (M ) + I(M ), tendremos que:
donde P0 2 S.
Las expresiones (14.69) y (14.70) nos permiten afirmar que, para ⌫(P ) variable, las relaciones
de discontinuidad del potencial de doble capa se siguen cumpliendo, si por los subı́ndices ”int”
y ”ext” se entiende, en lugar de la evaluación en un punto interior y en un punto exterior,
respectivamente, el lı́mite cuando se tiende a la superficie desde el interior y desde el exterior.
Ası́ pues, queda demostrado que se cumplen, para el potencial de doble capa, las relaciones:
En dos dimensiones:
En tres dimensiones:
El salto que efectúa el potencial de doble capa al pasar del interior al exterior del dominio es:
En dos dimensiones:
En tres dimensiones:
El potencial de doble capa puede ser utilizado para resolver el problema de Dirichlet de la
ecuación de Laplace. Veremos un caso bidimensional. Supongamos que queremos resolver el
problema:
r2 u = 0, 8M 2 S (14.77)
u|C = f (M )
Z
cos '(M, P )
u(M ) = ⌫(P )dlP (14.78)
C rM P
ya que el potencial de doble capa (14.78) satisface la ecuación de Laplace del problema (14.77).
La función ⌫(P ) es aún desconocida y debe ser hallada de la condición de frontera del problema
(14.77).
Como en el planteamiento del problema de Dirichlet se exige que la solución sea continua en
S + C, la condición de frontera no se puede satisfacer evaluando directamente sobre el contorno
frontera C, ya que en ese caso la solución no serı́a continua en S + C, sino tomando el lı́mite
interior, es decir:
Ası́ pues:
Z
cos '(M, P )
⇡⌫(M ) + ⌫(P )dlP = f (M ) (14.79)
C rM P
donde M 2 C.
Introduzcamos una sistema de coordenadas a lo largo del contorno C a partir de cierto punto
O, llamando x a la longitud del arco OM de dicho contorno, s a la longitud del arco OP y l a
la longitud de todo el contorno C (Fig. 14.13).
Z l
1 1
⌫(x) + K(x, s)⌫(s)ds = f (x) (14.80)
⇡ 0 ⇡
Figura 14.13: Para la solución del problema de Dirichlet con un potencial de doble capa.
cos '(x, s)
K(x, s) = (14.81)
r(x, s)
Para las ecuaciones integrales con núcleo simétrico existen métodos de solución bien establecidos
que se estudian en el libro ”Ecuaciones Integrales” del autor.
Resolviendo la ecuación integral (14.80), obtenemos la función ⌫(M ) que, colocada en el po-
tencial de doble capa (14.78), nos da la solución del problema (14.77).
Las expresiones (14.3) y (14.7) nos dan el potencial de capa simple en tres y dos dimensiones,
respectivamente. Estos eran:
634 José Marı́n Antuña
En tres dimensiones:
Z Z
µ(P )dSP
u(M ) = (14.82)
S rM P
En dos dimensiones:
Z
1
u(M ) = µ(P ) ln dlP (14.83)
C rM P
Haremos un análisis para el caso tridimensional y los resultados los extenderemos al caso bidi-
mensional.
Demostraremos que, a diferencia del potencial de doble capa, el potencial de capa simple es
una función continua en todo el espacio. Para ello, probaremos que la integral (14.82) converge
uniformemente en los puntos de la superficie S, siempre que µ(P ) sea acotada. Tomemos un
punto P0 de la superficie S y tracemos con centro en él y radio la esfera ⌃P0 (Fig. 14.14).
Z Z Z Z
µ(P )dSP µ(P )dSP
u(M ) = + ⌘ u1 (M ) + u2 (M ) (14.84)
S1 rM P S2 rM P
Coloquemos, con centro en el punto P0 , un sistema local de coordenadas, de forma tal, que el
plano (x, y) sea tangente a la superficie S1 en P0 y el eje z sea paralelo a la normal exterior a
la superficie en ese punto, según se muestra en la figura 14.14.
Llamemos, por último, al ángulo formado en un plano entre el plano (x, y) y la cuerda de S1
Método de la Teorı́a de Potenciales 635
que pase por P0 y el punto de intersección de S con la esfera ⌃P0 , según se indica en la figura
14.14.
dS 0 d⇠d⌘
dS = = < 2d⇠d⌘ (14.85)
cos cos
p p
rM P = (x ⇠)2 + (y ⌘)2 + (z ⇣)2 (x ⇠)2 + (y ⌘)2 = rM 0 P (14.86)
y, como µ(P ) es, por hipótesis, acotada, es decir, |µ(P )| < A, obtenemos, integrando en
coordenadas polares, que:
636 José Marı́n Antuña
Z Z Z Z Z Z
µ(P )dSP d⇠d⌘ d⇠d⌘
|u1 (M )| = < 2A < 2A =
S1 rM P S10 rM 0 P K2M rM 0 P
0
Z 2 Z 2⇡
rdrd'
= 2A = 8⇡A (14.87)
0 0 r
Es decir, que
si escogemos
"
=
8⇡A
lo tanto, demostrado que el potencial de capa simple (14.82) converge uniformemente sobre S
y define, por ello, una función continua en todo el espacio.
Sin embargo, la derivada normal del potencial de capa simple es discontinua sobre la superficie.
Veamos esto.
Figura 14.16: Para la discontinuidad de la derivada normal del potencial de capa simple.
No es difı́cil percatarse de que los ángulos ', ✓ y , que tienen como vértice al punto P , no
tienen que estar, necesariamente, en el mismo plano, ya que el vector normal n no tiene por
qué estar en el mismo plano que rM P y N N 0 .
638 José Marı́n Antuña
cos(⇡ )⌘ cos = cos ' cos ✓ + sin ' sin ✓ cos ⌦ (14.89)
Z Z ✓ ◆ Z Z
@u(M ) @ 1 cos
= µ(P ) dSP = 2
µ(P )dSP (14.90)
@z S @z rM P S rM P
Z Z Z Z
@u(M ) cos ' sin '
= µ(P ) cos ✓ 2 dSP µ(P ) sin ✓ cos ⌦ 2
dSP (14.91)
@z S rM P S rM P
El primer sumando de la derecha en (14.91), sin considerar su signo, no es otra cosa -por su
estructura- que un potencial de doble capa con densidad ⌫(P ) = µ(P ) cos ✓:
Z Z
cos '
u1 (M ) = µ(P ) cos ✓ 2
dSP (14.92)
S rM P
Z Z
sin '
I(M ) = µ(P ) sin ✓ cos ⌦ 2
dSP (14.93)
S rM P
es una integral, cuya convergencia uniforme sobre la superficie S es fácil de demostrar, en virtud
de que sin ✓ y sin ' tienden a cero, cuando P tiende a P0 . Por lo tanto, denotando con subı́ndice
”int” al lı́mite interior, cuando M ! P0 , tendremos, en virtud de las propiedades demostradas
para el potencial de doble capa (14.92) y de la continuidad de (14.93), que:
✓ ◆
@u(P0 ) @u(P0 )
= u1 (P0 ) 2⇡µ(P0 ) I(P0 ) ⌘ 2⇡µ(P0 ) (14.96)
@z int @z
Método de la Teorı́a de Potenciales 639
✓ ◆
@u(P0 ) @u(P0 )
= + 2⇡µ(P0 ) (14.97)
@z ext @z
Pero, todo lo hemos hecho, considerando al eje z dirigido en el sentido de la normal interna.
Por consiguiente, para la normal externa habrı́a que cambiar el signo del cos , obteniéndose,
finalmente:
✓ ◆
@u(M ) @u(M )
= |S + 2⇡µ(M ), 8M 2 S (14.98)
@n int @n
✓ ◆
@u(M ) @u(M )
= |S 2⇡µ(M ), 8M 2 S (14.99)
@n ext @n
Las fórmulas (14.98) y (14.99) expresan las relaciones de discontinuidad de la derivada normal,
respecto a la normal exterior a la superficie S, del potencial de capa simple sobre la superficie
de integración y tienen conocida aplicación en Fı́sica.
Con la ayuda del potencial de capa simple es posible resolver el problema de Neumann para
la ecuación de Laplace, de forma análoga a como hicimos con el potencial de doble capa en la
solución del problema de Dirichlet.
Por último, no es difı́cil obtener, en el caso bidimensional (14.83) las relaciones de discontinuidad
en la forma:
✓ ◆
@u(M ) @u(M )
= |C + ⇡µ(M ), 8M 2 C (14.100)
@n int @n
✓ ◆
@u(M ) @u(M )
= |C ⇡µ(M ), 8M 2 C (14.101)
@n ext @n
Como se aprecia de (14.98), (14.99), (14.100) y (14.101), el salto que sufre la derivada normal
del potencial de capa simple sobre la frontera del dominio de integración al pasar del interior
al exterior del dominio es:
En dos dimensiones:
✓ ◆
@u(M )
= 2⇡µ(M ) (14.102)
@n
En tres dimensiones:
640 José Marı́n Antuña
✓ ◆
@u(M )
= 4⇡µ(M ) (14.103)
@n
Para c = 2 < 0:
Z Z ⇢ rM P
✓ rM P
◆ Z Z Z rM P
1 e @u @ e 1 e
u(M ) = u(P ) dSP L[u] dP
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
(14.104)
en tres dimensiones y:
Z ⇢
1 @u @
u(M ) = K0 (rM P ) u(P ) [K0 (rM P )] dlP
2⇡ C @n @nP
Z Z
1
L[u]K0 (rM P )dSP (14.105)
2⇡ S
en dos dimensiones.
Para c = k 2 > 0:
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
1 e±ikrM P @u @ e±ikrM P 1 e±ikrM P
u(M ) = u(P ) dSP L[u] dP
4⇡ S rM P @n @nP rM P 4⇡ V rM P
(14.106)
en tres dimensiones y:
Z ⇢
i @u (j) @ (j)
u(M ) = H (krM P ) u(P ) [H0 (krM P )] dlP
4 C @n 0 @nP
Z Z
i (j)
L[u]H0 (krM P )dSP (14.107)
4 S
Las fórmulas (14.104)-(14.107) nos permiten afirmar que, también en el caso de la ecuación de
Helmholtz, la función u(M ) se puede expresar como la suma de tres potenciales que son:
En tres dimensiones:
Para c = k 2 > 0:
Z Z Z
e±ikrM P
u1 (M ) = f (P )dP (14.108)
V rM P
Z Z
e±ikrM P
u2 (M ) = µ(P )dSP (14.109)
S rM P
Z Z ✓ ◆
@ e±ikrM P
u3 (M ) = ⌫(P )dSP (14.110)
S @nP rM P
y, para c = 2 < 0:
Z Z Z rM P
e
u1 (M ) = f (P )dP (14.111)
V rM P
Z Z rM P
e
u2 (M ) = µ(P )dSP (14.112)
S rM P
Z Z ✓ rM P
◆
@ e
u3 (M ) = ⌫(P )dSP (14.113)
S @nP rM P
En dos dimensiones:
Para c = k 2 > 0:
Z Z
(j)
u1 (M ) = H0 (krM P )f (P )dSP (14.114)
S
Z
(j)
u2 (M ) = H0 (krM P )µ(P )dlP (14.115)
C
Z
@ (j)
u2 (M ) = (H (krM P ))⌫(P )dlP (14.116)
C @nP 0
y, para c = 2 < 0:
642 José Marı́n Antuña
Z Z
u1 (M ) = K0 (rM P )f (P )dSP (14.117)
S
Z
u2 (M ) = K0 (rM P )µ(P )dlP (14.118)
C
Z
@
u2 (M ) = (K0 (rM P ))⌫(P )dlP (14.119)
C @nP
Los potenciales (14.108), (14.111), (14.114) y (14.117) se conocen con el nombre de potenciales
de volumen para la ecuación de Helmholtz; los potenciales (14.109), (14.112), (14.115) y
(14.118) con el nombre de potenciales de capa simple para la ecuación de Helmholtz y
los potenciales (14.110), (14.113), (14.116) y (14.119) con el nombre de potenciales de doble
capa para la ecuación de Helmholtz.
Obsérvese que todos ellos se reducen a los potenciales estudiados en el epı́grafe anterior, cuando
c ! 0. Por ello, simplemente enunciaremos -sin demostración- sus principales propiedades. El
lector puede comprobar la validez de las mismas, realizando análisis similares a los efectuados
en el epı́grafe anterior.
r2 u + cu = 4⇡f (M ), 8M 2 V (14.120)
r2 u + cu = 0, 8M no 2 V
En dos dimensiones:
r2 u + cu = Cf (M ), 8M 2 S (14.121)
r2 u + cu = 0, 8M no 2 S
2. Existe sobre el dominio de integración, es decir, la integral que lo define converge en los
puntos M 2 S (en R3 ) o M 2 C (en R2 ).
En dos dimensiones:
en tres dimensiones, y
en dos dimensiones.
644 José Marı́n Antuña
2. La integral que lo define converge uniformemente en los puntos del dominio de integración,
por lo que el potencial de capa simple es una función continua en todo el espacio.
✓ ◆ ✓ ◆
@u @u
= 2⇡µ(M ), 8M 2 S (14.131)
@n ext @n S
En dos dimensiones:
✓ ◆ ✓ ◆
@u @u
= + ⇡µ(M ), 8M 2 C (14.132)
@n int @n S
✓ ◆ ✓ ◆
@u @u
= ⇡µ(M ), 8M 2 C (14.133)
@n ext @n S
Como puede verse, la derivada normal del potencial de capa simple es discontinua sobre el
dominio de integración y sufre un salto, al pasar del interior al exterior de dicho dominio
dado por:
En tres dimensiones:
✓ ◆
@u
= 4⇡µ(M ) (14.134)
@n
En dos dimensiones:
✓ ◆
@u
= 2⇡µ(M ) (14.135)
@n
De manera similar a como vimos para el caso de los potenciales para la ecuación de Poisson,
los potenciales de la ecuación de Helmholtz pueden usarse para resolver distintos problemas de
frontera con la ecuación de Helmholtz.
Método de la Teorı́a de Potenciales 645
2. Hallar el potencial de capa simple con una distribución de cargas de densidad constante
µ = µ0 sobre una esfera.
Sugerencia. Buscar la solución de la ecuación r2 u = 0 fuera y dentro de la esfera y
utilizar la condición de discontinuidad de la derivada normal del potencial de capa simple
sobre la superficie de la esfera.
646 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 15
Más tarde, por medio de las transformadas integrales, obtuvimos la solución de otros pro-
blemas de la ecuación hiperbólica, ası́ como de la ecuación parabólica en el espacio abierto
unidimensional.
Luego vimos cómo se plantean los problemas de frontera para la ecuación de Poisson en el
espacio abierto; entonces vimos que, en tres dimensiones, era necesario exigir -para garantizar
la unicidad de la solución- que ésta fuera regular en el infinito, en tanto que para los problemas
en dos dimensiones sólo era necesario exigir que la solución en el infinito fuera acotada.
647
648 José Marı́n Antuña
ut = a2 r2 u, 8M 2 R3 , t > 0 (15.1)
u(M, 0) = '(M )
Z Z Z 1
F (k) = f (P )eik·r dP (15.2)
1
Z Z Z 1
1
f (M ) = F (k)e ik·r dk (15.3)
(2⇡)3 1
✓ ◆3 Z Z Z 1
1 (x ⇠)2 +(y ⌘)2 +(z ⇣)2
u(M, t) = p '(P )e 4a2 t dP (15.4)
4⇡a2 t 1
Obsérvese que la fórmula (15.4) es una generalización a tres dimensiones de la solución para
la propagación de calor en la barra infinita que fue obtenida en el capı́tulo que dedicamos al
método de transformadas integrales. La función de Green (solución fundamental del operador
de propagación de calor) en este caso es:
✓ ◆3
1 (x ⇠)2 +(y ⌘)2 +(z ⇣)2
G(M, P, t) = p e 4a2 t (15.5)
4⇡a2 t
ut = a2 r2 u, 8M 2 R3 , t > 0 (15.6)
u(M, 0) = (M, P )
Con ayuda de la función (15.5) es posible hallar la solución del problema de propagación de
calor en el espacio abierto, si en éste hay fuentes de calor con densidad F (M, t), es decir, la
solución del problema:
Problemas en el Espacio Abierto 649
Z tZ Z Z 1
u(M, t) = f (P, ⌧ )G(M, P, t ⌧ )dP d⌧ (15.8)
0 1
donde la función G está dada por (15.5) y, por las propiedades de la función delta de Dirac,
será solución del problema
tendrá por solución la superposición de las soluciones de los problemas (15.1) y (15.7), es decir,
la suma de las fórmulas (15.4) y (15.8).
1 @2u
= r2 u + f (M, t) (15.11)
a2 @t2
⇤u = f (M, t) (15.12)
650 José Marı́n Antuña
donde el operador
1 @2
⇤u = 2 2 r2 (15.13)
a @t
La importancia fı́sica de los procesos descritos por esta ecuación es sobradamente conocida, por
lo que dedicaremos este epı́grafe a su estudio.
Buscaremos una expresión general para la solución de la ecuación hiperbólica (15.11), donde
u = u(M, t), M = (x, y, z). La expresión que vamos a encontrar nos dará la solución de
la ecuación (15.11) en un punto M del espacio en un instante t, en función de valores de la
solución en instantes anteriores en otros puntos de espacio.
Supongamos que tenemos cierto dominio tridimensional V de superficie frontera S y que en él
tiene lugar cierto proceso fı́sico oscilatorio que viene expresado por la ecuación (15.11).
1 2 1
2
utt = urr + ur + 2 r2✓' u + f (15.14)
a r r
✓ ◆
1 @ @u 1 @2u
r2✓' u = sin ✓ + (15.15)
sin ✓ @✓ @✓ sin2 ✓ @'2
⇣ r⌘
t⇤ = t t0 (15.16)
a
⇣ ⇣ r ⌘⌘
⇤
u(r, ✓, ', t) ⌘ u r, ✓, ', t + t0 ⌘ U (r, ✓, ', t⇤ ) (15.17)
a
Problemas en el Espacio Abierto 651
⇣ ⇣ r ⌘⌘
f (r, ✓, ', t) ⌘ f r, ✓, ', t⇤ + t0 ⌘ F (r, ✓, ', t⇤ ) (15.18)
a
Entonces, evidentemente:
@u @U @U @t⇤ @U 1 @U 1
ur ⌘ = + ⇤ = + ⌘ Ut + Ut⇤ (15.19)
@r @r @t @r @r a @t⇤ a
2 1
urr = Urr + Urt⇤ + 2 Ut⇤ t⇤ (15.20)
a a
Además:
2 2 2 @
Urt⇤ + Ut⇤ ⌘ (rUt⇤ ) (15.22)
a ar ar @r
obtenemos:
2 1 2 @
r2 U ⌘ Urr + Ur + 2 r2✓' U = (rUt⇤ ) F ⌘ (r, ✓, ', t⇤ ) (15.23)
r r ar @r
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
⇤ 1 @U ⇤ @ 1 r2 U
4⇡U (M, t ) = U (P, t ) dSP dP (15.24)
S r @n @n r V r
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z Z Z Z
⇤ 1 @U ⇤ @ 1 2 @ F
4⇡U (M, t ) = U (P, t ) dSP + 2
(rUt⇤ )dP + dP
S r @n @n r V ar @r V r
(15.25)
652 José Marı́n Antuña
Como el elemento de volumen dP = r2 sin ✓d✓d'dr ⌘ r2 d⌦dr, calculemos la primera de las dos
integrales de volumen que figuran a la derecha de (15.25):
Z Z Z Z Z Z Z Z
2 @ 2 @ 2
I= 2
(rUt⇤ )dP = (rUt⇤ )d⌦dr = rUt⇤ d⌦ (15.26)
V ar @r a V @r a S
En (15.26) hemos efectuado la integración por la variable radial r, de forma que nos queda la
integral de superficie por la frontera que limita al volumen V .
El ángulo plano bajo el cual se cortan dicha esfera y la superficie S será ↵ y será igual al ángulo
entre la normal exterior a la superficie S en el punto P .
dS1 dS cos ↵
d⌦ = 2
= (15.28)
r r2
@r @r
= cos ↵ ⌘ cos ↵ (15.29)
@n @r
@r dS
d⌦ = (15.30)
@n r2
Z Z
2 @r @U
I= dS (15.31)
S ar @n @t⇤
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
⇤ 1 @U @ 1 2 @r @U F
4⇡U (M, t ) = U + dSP + dP (15.32)
S r @n @n r ar @n @t⇤ V r
⇣ r⌘
U (M, t⇤ ) ⌘ u(M, t) = u M, t⇤ + t0 ⌘ u(M, t⇤ + t0 ) (15.33)
a
@u @U @U @t⇤ @U @u @t⇤ @r 1 @r @u
= + ⇤ = + =
@n @n @t @n @n @t @r @n a @n @t
@U @u
pues @t⇤
⌘ @t
, obtenemos que:
@U @u 1 @r @u
= (15.34)
@n @n a @n @t
654 José Marı́n Antuña
Z Z ⇢ ✓ ◆ Z Z Z
⇤ 1 1 @u @ 1 1 @r @u 1 f
u(M, t + t0 ) = u + dSP + dP (15.35)
4⇡ S r @n @n r ar @n @t 4⇡ V r
En la expresión (15.35) hay que tener presente que los integrandos en la integral de superficie
y en la integral de volumen están evaluados, de acuerdo con (15.16), en
rM P
t = t⇤ + t0
a
Z Z ⇢ ✓ ◆
1 1 @u @ 1 1 @rM P @u
u(M, t) = [u] + dSP +
4⇡ S rM P @n @nP rM P arM P @nP @t
Z Z Z
1 [f ]
+ dP (15.36)
4⇡ V rM P
En ella los corchetes significan que la función dentro de ellos se evalúa, no en t, sino en el
llamado tiempo local
rM P
t0 = t (15.37)
a
⇣ rM P ⌘
[u] = u P, t (15.38)
a
Fı́sicamente, ello significa que la perturbación en (M, t) está dada por valores de la fuente en
instantes anteriores, ya que esa influencia se mueve en el espacio con velocidad a.
rM P
t t0 = (15.39)
a
Una señal que salga del punto P en el instante local t0 llega al punto M en el instante t si
rM P
=t t0 , con t0 < t
a
Por lo tanto, la fórmula de Kirchho↵ es lo que se conoce en Fı́sica como fórmula de los
potenciales retardados.
Caso tridimensional
Supongamos que queremos hallar la expresión de las oscilaciones de cierto ente fı́sico en el
espacio de tres dimensiones, provocadas por determinadas condiciones iniciales, es decir por una
elongación inicial y una velocidad inicial, en ausencia de fuentes. Esto significa que queremos
resolver el siguiente problema de Cauchy:
1
utt = r2 u, 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = '(M ) (15.40)
ut (M, 0) = (M )
El problema (15.40) es una extensión a R3 de las oscilaciones en R (la cuerda infinita) que
estudiamos por el método de ondas viajeras.
La solución general de la ecuación del problema (15.40), como sabemos, viene dada por la
fórmula de Kirchho↵ (15.36); en ella -como la función f (M, t) = 0 en este caso- la integral de
volumen desaparece y sólo queda la integral por la superficie S:
Z Z ⇢ ✓ ◆
1 1 @u @ 1 1 @rM P @u
u(M, t) = [u] + dSP (15.41)
4⇡ S rM P @n @nP rM P arM P @nP @t
Escojamos adecuadamente esta superficie, de manera que podamos utilizar los datos iniciales
que nos da el problema (15.40). Como, en general para cualquier función v:
Problemas en el Espacio Abierto 657
⇣ rM P ⌘
[v] = v P, t (15.42)
a
⇣ ✓ ◆
rM P ⌘ at
[v] = v P, t = v P, t = v(P, 0) (15.43)
a a
Por consiguiente, por superficie de integración S en la fórmula (15.41) tomaremos una esfera
M
Sat , de radio at, centrada en el punto M donde buscamos la solución. Entonces, para las
expresiones que figuran en el integrando tendremos:
@u @u(P, 0) @'(P )
= = (15.45)
@n @n @n
@u @u(P, 0)
= = (P ) (15.46)
@t @t
Además, en este caso, @/@n = @/@r. Por lo tanto, en la fórmula (15.41) tendremos que:
✓ ◆
1 @u @ 1 1 @' 1 1 @
[u] ⌘ + ' 2 ⌘ 2 (r'(P )) (15.47)
rM P @n @nP rM P r @r r r @r
1 @rM P @u 1 @r 1
= (P ) = (P ) (15.48)
arM P @nP @t ar @r ar
M
Colocando (15.47) y (15.48) en (15.41), cuando la superficie de integración es Sat , nos queda:
Z Z ⇢
1 @ 1
u(M, t) = 2
(r'(P )) + (P ) dS (15.49)
M
Sat r @r ar
Z ⇡ Z 2⇡ ⇢
1 @ r
u(M, t) = (r'(P )) + (P ) sin ✓d✓d' =
4⇡ 0 0 @r a
⇢ Z Z Z ⇡ Z 2⇡
1 1 @ ⇡ 2⇡ at
= at'(P ) sin ✓d✓d' + (P ) sin ✓d✓d' (15.50)
4⇡ a @t 0 0 0 0 a
Ası́ pues, finalmente, para la solución del problema (15.40) queda la expresión:
⇢ Z ⇡ Z 2⇡ Z ⇡ Z 2⇡
1 @
u(M, t) = t '(P ) sin ✓d✓d' + t (P ) sin ✓d✓d' (15.51)
4⇡ @t 0 0 0 0
La expresión (15.51) recibe el nombre de fórmula de Poisson para la solución del problema
de Cauchy de la ecuación homogénea de las oscilaciones en el espacio abierto.
⇢ Z ⇡ Z 2⇡ Z ⇡ Z 2⇡
1 @ a2 t2 a2 t2
u(M, t) = '(P ) sin ✓d✓d' + (P ) sin ✓d✓d' (15.52)
4⇡ @t 0 0 a2 t 0 0 a2 t
( Z Z Z Z )
1 @ '(P ) (P )
u(M, t) = dS + dS (15.53)
4⇡a2 @t M
Sat t M
Sat t
La expresión (15.53) es la misma fórmula de Poisson (15.51), escrita de otra forma. Ella nos
da la solución del problema de Cauchy en el punto (M, t), en función de la perturbación y la
velocidad iniciales sobre la superficie de una esfera centrada en M y de radio at.
Obsérvese que el radio de la esfera de integración crece con el tiempo, de manera que sobre las
oscilaciones del punto M influyen condiciones iniciales de puntos cada vez más lejanos. Este
resultado es, fı́sicamente, comprensible pues, si la velocidad de propagación de la perturbación
es a, para cada instante t el estado del punto M -puesto que no hay fuentes- dependerá de la
perturbación inicial de los puntos que se encuentran a la distancia at del punto M .
La influencia de las condiciones iniciales de los puntos más cercanos ya pasó por M y la de los
puntos más alejados aún no ha llegado a dicho punto en el instante t.
M
Debe destacarse el hecho de que la esfera Sat es una esfera matemática de integración que no
representa ningún ente fı́sico; es una superficie de integración que, partiendo del punto M en
el instante t = 0, se expande hacia el infinito con el crecimiento de t, de forma tal que, en la
integración sobre ella, se toman las condiciones iniciales de puntos cada vez más alejados del
punto M . Más adelante ampliaremos aún más el análisis fı́sico de la solución obtenida.
Problemas en el Espacio Abierto 659
Caso bidimensional
1
utt = r22 u, 8M 2 R2 , t > 0
a2
u(x, y, 0) = '(x, y) (15.54)
ut (x, y, 0) = (x, y)
que se obtiene en el caso tridimensional, cuando las condiciones iniciales y, por consiguiente
la solución, tienen simetrı́a con respecto a la variable z. Por eso, podemos usar la fórmula de
Poisson (15.53) recién obtenida, en la que no haya dependencia respecto a z.
Como ahora las funciones ' y no dependen de z, es decir, tienen iguales valores para toda z,
M
podremos hacer las siguientes modificaciones en las integrales por la superficie esférica Sat .
Introduzcamos un sistema local de coordenadas (x0 , y 0 , z 0 ), con origen en el punto M (Fig. 15.3).
Como x,y,z son las coordenadas del punto M y ⇠,⌘,⇣ son las coordenadas del punto de in-
tegración P en el sistema de coordenadas inicial, tendremos que las coordenadas de P en el
sistema nuevo serán:
x0 = ⇠ x
y0 = ⌘ y (15.55)
z0 = ⇣ z
M
Por otra parte, como ' y no dependen de z, la integral por el casquete superior de la esfera Sat
M
puede ser sustituida por la integral por el cı́rculo ⌃at . Igualmente, la integral por el casquete
M
inferior de la esfera Sat puede sustituirse por la integral por el cı́rculo ⌃M
at .
M
Esto conduce a que la integral por Sat en la fórmula (15.53) se convierte en dos veces la integral
0 0
por el cı́rculo ⌃M
at en el plano (x , y ).
Para efectuar esa sustitución, es necesario sustituir el elemento de esfera dS por el elemento de
área del cı́rculo d . Para ello, observemos que, de acuerdo con la figura 15.3,
d d⇠d⌘
dS = ⌘ (15.56)
cos cos
p
r2 x02 y 02
cos = (15.57)
r
660 José Marı́n Antuña
M
Sustituyendo en (15.53), pues, la integración por Sat por dos veces la integración por ⌃M
at y
teniendo en cuenta (15.55), (15.56) y (15.57) y el hecho de que, al ser ' y independientes de
z, también la solución será independiente de z, obtenemos:
Z Z
1 @ '(⇠, ⌘) atd⇠d⌘
u(x, y, t) = 2
2 p +
4⇡a @t ⌃M
at
t (at)2 (⇠ x)2 (⌘ y)2
Z Z
1 (⇠, ⌘) atd⇠d⌘
+ 2 p (15.58)
4⇡a2 ⌃M
at
t (at)2 (⇠ x)2 (⌘ y)2
Z Z
1 @ '(⇠, ⌘)d⇠d⌘
u(x, y, t) = p +
2⇡a @t ⌃M
at
(at)2 (⇠ x)2 (⌘ y)2
Z Z
1 (⇠, ⌘)d⇠d⌘
+ p (15.59)
2⇡a ⌃M
at
(at)2 (⇠ x)2 (⌘ y)2
Caso unidimensional
Desde el punto de vista metodológico, resulta de interés utilizar los resultados anteriores para
resolver el problema de Cauchy de la ecuación hiperbólica de las oscilaciones en una dimensión
espacial:
1
utt = uxx , 8 1 < x < 1, t > 0
a2
u(x, 0) = '(x) (15.60)
ut (x, 0) = (x)
cuya solución es conocida desde el capı́tulo donde desarrollamos el método de ondas viajeras
del presente libro. Podemos tomar para ello la fórmula de Poisson bidimensional (15.59) en la
que consideraremos que ' = '(x), = (x), M = (x, 0). Es decir, que integraremos por el
cı́rculo con centro en (x, 0) y radio at que se muestra en la figura 15.4 y que no es más que
el mismo cı́rculo que aparece en la fórmula (15.59), adaptado a la situación de simetrı́a de las
condiciones respecto a la variable y.
Es decir, tendremos:
662 José Marı́n Antuña
Z Z
1 @ '(⇠)d⇠d⌘
u(x, t) = p +
2⇡a @t ⌃x
at
(at)2 (⇠ x)2 ⌘ 2
Z Z
1 (⇠)d⇠d⌘
+ p (15.61)
2⇡a ⌃x
at
(at)2 (⇠ x)2 ⌘2
Z b
d↵ ↵
p = arcsin |ba (15.62)
a A2 ↵ 2 A
Z Z Z x+at
'(⇠)d⇠d⌘
p = '(⇠)d⇠ ·
⌃x
at
(at)2 (⇠ x)2 ⌘2 x at
Z p(at)2 (⇠ x)2
d⌘
·2 p =
0 (at)2 (⇠ x)2 ⌘2
Z x+at p 2
⌘ (at) (⇠ x)2
= 2 '(⇠)d⇠ · arcsin p |0 =
x at (at)2 (⇠ x)2
Z x+at Z x+at Z x+at
⇡
= 2 '(⇠)d⇠ · arcsin 1 = 2 '(⇠)d⇠ · = ⇡ '(⇠)d⇠ (15.63)
x at x at 2 x at
Z Z Z x+at
(⇠)d⇠d⌘
p =⇡ (⇠)d⇠ (15.64)
⌃x
at
(at)2 (⇠ x)2 ⌘2 x at
Z x+at
@
'(⇠)d⇠ = '(x + at) · a '(x at) · ( a) (15.65)
@t x at
Z x+at
'(x + at) + '(x at) 1
u(x, t) = + (⇠)d⇠ (15.66)
2 2a x at
Es decir, como era de esperar la fórmula de Poisson, en el caso unidimensional, no es otra cosa
que la fórmula de D’Alembert obtenida por nosotros por el método de ondas viajeras y también
por el método de transformadas integrales.
Supongamos en la fórmula de Poisson en tres dimensiones (15.53), que las condiciones iniciales
' y son diferentes de cero (para fijar ideas, ' > 0 y > 0) en cierto dominio V0 del espacio
e iguales a cero en el resto del espacio. Ello responde, fı́sicamente, a la creación de cierta
664 José Marı́n Antuña
perturbación inicial en esa región, que habrá de comenzar a propagarse, desde V0 , en todas
direcciones, con velocidad a.
La fórmula de Poisson nos dice que el estado del punto M en el instante t viene determinado
como el resultado de la integración de las condiciones iniciales sobre la superficie de una esfera
centrada en M y de radio at.
d
u(M, t) = 0, 8t < (15.67)
a
Esto significa que, para esos valores del tiempo, la perturbación originada, inicialmente, en V0
Problemas en el Espacio Abierto 665
no ha tenido tiempo de llegar -viajando con velocidad a- hasta el punto M y éste se encuentra
en estado de reposo, no perturbado; el frente anterior de la perturbación que se mueve, viajando
desde V0 hacia afuera, no ha llegado aún al punto M .
M
Si d < at < D, es decir, si el tiempo t cumple que d/a < t < D/a, la esfera Sat corta a V0 y,
por lo tanto, en la intersección, ' 6= 0 y 6= 0 y, por ello
d D
u(M, t) 6= 0, 8 < t < (15.68)
a a
Esto significa que la perturbación, salida de V0 en el instante inicial, está pasando por el punto
M y éste -en ese rango de valores del tiempo- se encuentra en estado excitado.
M
Cuando at > D, o sea, para tiempos t > D/a, la esfera de integración Sat de nuevo no corta al
dominio V0 y, por lo tanto, sobre ella ' = 0, = 0 y, de nuevo
D
u(M, t) = 0, 8t > (15.69)
a
Como resultado de este análisis, concluimos la existencia, bien definida, de un frente anterior y
un frente posterior de la onda que se propaga, no existiendo, por lo tanto, fenómenos duraderos
de consecuencia en el estado del punto M ; éste, del estado de reposo, pasa a un estado excitado
y regresa, nuevamente, al estado de reposo.
La existencia de un frente anterior y un frente posterior bien definidos se conoce con el nombre
de Principio de Huygens. Al no existir fenómenos de consecuencia, cada punto del espacio
excitado en el instante t puede mirarse como un nuevo punto generador de ondas que se pro-
pagan a partir de él para tiempos mayores que t, que es la forma práctica en que el principio
de Huygens es utilizado comunmente en Optica.
Ası́ las cosas, si suponemos que V0 es una esfera de radio R, para un tiempo dado t podemos
dibujar la zona perturbada, con el frente anterior a la distancia at + R del centro de la esfera
V0 y el frente posterior a la distancia at R de dicho centro.
Esta zona perturbada está formada por los puntos M3 para los que sus esferas de integración
M3
Sat cortan a V0 .
Los puntos M2 son aquellos que están en reposo, porque -en el instante t- la perturbación ya
M2
pasó por ellos y su esfera de integración Sat contiene en su interior a V0 , mientras que los
M1
puntos M1 están en reposo por no haber llegado aún a ellos la perturbación y su esfera Sat de
integración aún no ha llegado a V0 .
Recuérdese que en todo este análisis el tiempo t es fijo. El cuadro descrito se ilustra en la figura
15.6, donde la zona perturbada está sombreada.
666 José Marı́n Antuña
Figura 15.6: Frente anterior y frente posterior para un tiempo fijo t, caso tridimensional.
A medida que t crece, todo el cuadro mostrado en la figura 15.6 se amplı́a, ya que at crece.
manera que
d
u(M, t) = 0, 8t < (15.70)
a
Esto significa que la perturbación, originada en S0 , no ha tenido tiempo aún de llegar -viajando
con velocidad a- al punto M y éste se encuentra en estado reposo.
d D
u(M, t) 6= 0, 8 < t < (15.71)
a a
668 José Marı́n Antuña
de manera creciente.
Para at > D, las integrales en la fórmula (15.59) siguen siendo diferentes de cero siempre, ya
que el dominio S0 queda siempre contenido dentro del cı́rculo de integración ⌃M
at y, por lo tanto
D
u(M, t) 6= 0, 8t > (15.72)
a
Por consiguiente, concluimos que, en el caso bidimensional, si bien existe un frente anterior de la
perturbación que se propaga, partiendo de S0 , no existe un frente posterior. Hay consecuencias
duraderas en el estado de ese punto; éste, una vez excitado, permanece en estado perturbado
todo el tiempo y no tiene lugar el principio de Huygens.
Este resultado, ciertamente, puede parecer extraño y ha sido obtenido por medio de un análisis
puramente matemático de la expresión de la fórmula de Poisson bidimensional y, como hemos
visto, está dado por el hecho de que, en la fórmula (15.59), la integración se efectúa por la
superficie del cı́rculo ⌃M
at que, a partir de cierto instante, siempre habrá de contener al dominio
S0 .
Sin embargo dicho resultado tiene una explicación muy comprensible desde el punto de vista
fı́sico. Efectivamente, la razón está en el hecho de que un problema bidimensional se obtiene
a partir de un problema tridimensional con simetrı́a en el eje z. En la realidad, fı́sicamente,
todos los problemas son siempre tridimensionales, pues nuestro espacio objetivo y real es de
tres dimensiones.
En el resultado obtenido lo que se refleja es el hecho de que al punto M siempre van a estar
llegando, a partir de t = d/a, perturbaciones originadas en secciones transversales de área S0
más alejadas del plano (x, y) escogido para resolver el problema, con respecto a z y que llegarán
a M más debilitadas, por estar a una distancia real (tridimensional) mayor. (Ver figura 15.8).
Supongamos que queremos, ahora, hallar la solución del problema en el espacio abierto:
1
utt = r2 u + f (M, t), 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = 0 (15.73)
ut (M, 0) = 0
en principio, por todo el espacio. Las condiciones iniciales las consideramos nulas, ya que,
en caso contrario, el principio de superposición nos permitirı́a descomponer el problema en el
presente (15.73) y el ya resuelto (15.40) en el punto 2 del presente epı́grafe.
Con vistas a resolver el problema (15.73), utilizaremos, de nuevo, la fórmula de Kirchho↵ (15.36)
M
en la que, de nuevo, tomaremos la esfera centrada en M de radio at, Sat , de volumen VatM . Esto
lo hacemos ası́ para que, en virtud de que las condiciones iniciales del problema (15.73) son
iguales a cero, las integrales de superficie -que nos llevarı́an, de nuevo, a la fórmula de Poisson-
se anulen y nos quede, solamente, la integral por el volumen de la esfera. Como
⇣ rM P ⌘
[f ] = f P, t
a
de acuerdo con la notación establecida, la solución del problema (15.73) queda, automática-
mente, en la forma:
670 José Marı́n Antuña
Z Z Z
1 f P, t rMa P
u(M, t) = dP (15.74)
4⇡ M
Vat rM P
En la solución (15.74) la integración se efectúa por el volumen esférico VatM que va expandiéndose
a medida que crece el tiempo, de manera que sobre el estado del punto M influyen fuentes cada
vez más lejanas, que generan perturbaciones que viajan con velocidad a.
Veamos en este caso la solución fundamental del operador de D’Alembert o función de Green
del problema (15.73). Como sabemos, ésta es la respuesta a la acción de una fuente unitaria,
instantánea y puntual, colocada en el punto M0 , es decir, la solución del problema:
1
utt = r2 u + (M, M0 ) (t), 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = 0 (15.75)
ut (M, 0) = 0
Z Z Z ⇣
1 1 rM P ⌘
u(M, t) = (P, M0 ) t dP =
4⇡ M rM P
Vat a
= 0, 8at < rM M0
1 ⇣ r M M0 ⌘
= t , 8at > rM M0 (15.76)
4⇡rM M0 a
✓ t
r
M M0 ⇣ rM M0 ⌘
a
G(M, M0 , t) = t (15.77)
4⇡rM M0 a
Problemas en el Espacio Abierto 671
Nótese que, de acuerdo con el resultado, la elongación en el punto M producida por la fuente
unitaria, instantánea y puntual colocada en M0 en t = 0, es igual a cero para todo t 6= rM M0 /a,
que es el instante en el que, con velocidad a, la perturbación llega al punto M .
La función (15.77) es una función generalizada lo que, como sabemos, significa que tiene sentido
sólo a través de integrales, ya que ella, de tratar de interpretarla clásicamente, nos darı́a una
elongación infinita en M , cuando t = rM M0 /a.
Z tZ Z Z
u(M, t) = G(M, P, t ⌧ )f (P, ⌧ )dP d⌧ ⌘
0 R3
Z tZ Z Z ⇣ Z Z Z
1 rM P ⌘ 1 f P, t rMa P
⌘ t f (P, ⌧ )dP d⌧ = dP
0 R3 4⇡rM P a 4⇡ M
Vat rM P
Es bueno destacar que, en la mayorı́a de los procesos fı́sicos reales, las fuentes están localizadas
en una región finita del espacio. Si f (M, t) 6= 0 en cierto volumen finito V0 , entonces, llamando,
respectivamente, d y D a la menor distancia y a la mayor distancia del punto M , donde se
busca la solución, a la región V0 , evidentemente obtendremos que:
d
u(M, t) = 0, 8t < (15.78)
a
Z Z Z
1 f P, t rMa P d D
u(M, t) = dP, 8 < t < (15.79)
4⇡ M \V
Vat 0
rM P a a
Z Z Z
1 f P, t rMa P D
u(M, t) = dP, 8t > (15.80)
4⇡ V0 rM P a
Por último, si el problema a resolver contiene fuentes y condiciones iniciales diferentes de cero
en cierto dominio V0 , es decir, si queremos resolver el problema general:
1
utt = r2 u + f (M, t), 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = '(M ) (15.81)
ut (M, 0) = (M )
( Z Z Z Z ) Z Z Z
1 @ '(P ) (P ) 1 f P, t rMa P
u(M, t) = dS + dS + dP
4⇡a2 @t M
Sat t M
Sat t 4⇡ V0M rM P
(15.82)
d
u(M, t) = 0, 8t < (15.83)
a
Matemáticamente, esto viene dado por el hecho de que el radio at de la esfera de integración
es menor que la mı́nima distancia d, por lo que ésta no corta al dominio V0 todavı́a.
M
Para valores del tiempo tales que d/a < t < D/a, la superficie esférica Sat tiene intersección
no nula con el dominio V0 , por lo que las integrales de superficie en la expresión (15.82) son
diferentes de cero. Es decir, la influencia de las condiciones iniciales ha llegado al punto M y
ha modificado su estado. Pero, además, la intersección de la esfera VatM con el dominio V0 es
también diferente de cero, por lo que la influencia de las fuentes contenidas en V0 también da
su aporte al estado del punto M .
M
Para valores del tiempo t > D/a, la superficie esférica Sat ya no corta al dominio V0 , por lo que
las integrales de superficie en (15.82) son de nuevo iguales a cero. Esto significa que la ”chispa”
o el ”ruido” creado por las condiciones iniciales pasó a través del punto M y siguió de largo su
viaje en el espacio con velocidad a. Sin embargo, la esfera VatM contiene totalmente al dominio
V0 ; el estado del punto M vendrá dado por la expresión (15.80).
En lo adelante, las oscilaciones del punto M estarán determinadas, únicamente, por la acción
de las fuentes contenidas en V0 , estabilizándose en este sentido la situación; la influencia de las
condiciones iniciales se hizo sentir sobre el estado del punto M y ya no volverán a influir más
sobre éste.
En la práctica cotidiana conocemos múltiples ejemplos de esta ”chispa” o este ”ruido” ocasio-
nado por la acción de las condiciones iniciales. Es conocido que, si estamos oyendo el radio y
alguna persona enciende una luz, en el receptor escuchamos un ”chasquido”. Este es producido
por la onda electromagnética que, a modo de condición inicial, surge al empezar a circular la
corriente, cuando se enciende la luz; ella viaja por el espacio a la velocidad de la luz, actúa
sobre la antena de nuestro radiorreceptor, produce ese desagradable sonido y sigue de largo.
M
Matemáticamente hablando, la esfera de integración Sat , centrada en la antena de nuestro
radiorreceptor, expandiéndose, llegó hasta el lugar del circuito eléctrico, donde se originó la
perturbación inicial al encenderse la luz; en ese instante la integral dió un valor diferente de
Problemas en el Espacio Abierto 673
cero y la esfera siguió expandiéndose, al crecer t, volviendo a dar cero las integrales por su
superficie.
No es difı́cil percatarse de que la función de Green (15.77) es la misma solución fundamental del
operador de D’Alembert (13.107) del epı́grafe 2 del capı́tulo en el que estudiamos el método de
la Función de Green, aunque allı́ solamente presentamos, sin realizar los cálculos, el resultado;
las diferencias entre ambas expresiones están motivadas por la diferencia en la forma de escribir
allá y aquı́ el operador de D’Alembert y el lector puede, fácilmente, comprobar la igualdad
de ambas funciones. Por consiguiente, verificamos que la función de Green aquı́ obtenida es,
precisamente, la solución fundamental del operador de D’Alembert en el espacio tridimensional.
1
utt = r2 u + (M, M0 ) (t), 8M 2 R2 , t > 0
a2
u(M, 0) = 0 (15.84)
ut (M, 0) = 0
puede efectuarse a partir de (15.77) por el llamado Método del Descenso de Hadamard.
Dicho método consiste en la afirmación de que (es válido para cualquier función):
Z 1
G2 (M, P, t) = G3 (M, P, t)dz (15.85)
1
✓ ◆
✓ t RMa P RM P
G3 (M, P, t) = t (15.86)
4⇡RM P a
2 2 2 2 2 2
donde RM P = rM P + z y rM P = x + y , o sea, la distancia en el espacio y en el plano,
respectivamente. Tendremos entonces:
Z 1 Z 1 RM P ✓ ◆
1 ✓ t a RM P
G2 (M, P, t) = G3 (M, P, t)dz = t dz (15.87)
1 4⇡ 1 RM P a
Z 1 RM P RM P
1 L ✓ t a
t a
2 (M, P, p) = dz (15.88)
2⇡ 0 RM P
674 José Marı́n Antuña
⇢ ✓ ◆ ✓ ◆ Z s+i1
RM P RM P 1
L ✓ t t = ⇥(q) (p q)dq (15.89)
a a 2⇡i s i1
donde
Z 1 ✓ ◆ Z 1
RM P qt qt 1 q
R
⇥(q) = ✓ t e dt = e dt = e a MP (15.90)
0 a RM P
a
q
Z 1 ✓ ◆
RM P (p q)t p
R q
(p q) = t e dt = e a MP e a RM P (15.91)
0 a
Ası́ pues:
⇢ ✓ ◆ ✓ ◆ Z s+i1
RM P RM P 1 1 p RM P
L ✓ t t = e a dq =
a a 2⇡i s i1 q
1 p
R 1 p
= e a MP · 2⇡iRes , 0 = e a RM P (15.92)
2⇡i q
Por lo tanto:
Z 1 Z 1 p
1 p
R dz 1 p 2
rM P +z
2 dz
2 (M, P, p) = e a MP = e a p (15.93)
2⇡ 0 RM P 2⇡ 0
2
rM P + z2
y como una fórmula integral para las funciones de MacDonald dice que:
Z 1 p
B A2 +⇠ 2 d⇠
K0 (AB) = e p (15.94)
0 A2 + ⇠ 2
1 ⇣r ⌘
MP
2 (M, P, p) = K0 p (15.95)
2⇡ a
✓(t A)
K0 (Ap) : p (15.96)
t2 A2
rM P
1 ✓ t a
G2 (M, P, t) = q (15.97)
2⇡ 2
rM
t2 a2
P
1
utt = uxx + (x x0 ) (t), 8x 2 R, t > 0
a2
u(x, 0) = 0 (15.98)
ut (x, 0) = 0
puede aplicarse también el método del descenso de Hadamard. Un cálculo sencillo nos darı́a:
✓ ◆
a |x ⇠|
G1 (x, ⇠, t) = ✓ t (15.99)
2 a
que puede ser llevada a la forma de la solución fundamental del operador de D’Alembert
(13.105), teniendo en cuenta las modificaciones que tienen lugar producto de la manera diferente
de escritura del operador aquı́ y allá.
Ası́ pues, la función de Green del espacio abierto unidimensional coincide -como era de esperar-
con la solución fundamental del operador de D’Alembert en R y que ya habı́amos estudiado
por primera vez en el capı́tulo en el que vimos el método de ondas viajeras.
Supongamos que en el problema (15.81) del epı́grafe anterior las fuentes son, como en una
buena parte de los casos fı́sicos reales, periódicas armónicas; es decir, de la forma:
1
utt = r2 u + f (M )ei!t , 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = '(M ) (15.101)
ut (M, 0) = (M )
Consideremos el caso más común con la realidad, que es cuando las funciones ', y f están
localizadas en cierta región del espacio V0 . Entonces, de acuerdo con el análisis efectuado en el
epı́grafe anterior, para tiempos suficientemente grandes, es decir, para t > D/a, donde D es la
mayor distancia del punto M -en el que buscamos la solución- al dominio V0 , las integrales de
superficie en la solución (15.82) se anulan y la solución de nuestro problema vendrá dada por
la fórmula (15.74) que, en este caso, dará:
Z Z Z Z Z Z
1 f (P ) i!(t rM P
) dP = 1 f (P ) ikrM P
u(M, t) = e a e dP ei!t ⌘ v(M )ei!t
4⇡ V0 rM P 4⇡ V0 rM P
(15.102)
Hemos llegado a una conclusión importante: Para tiempos suficientemente grandes, si las osci-
laciones son provocadas por una fuerza periódica armónica, dichas oscilaciones se estabilizan
con la misma frecuencia de la fuente que las genera; es decir, son también armónicas y tienen
la expresión general:
Veamos qué ecuación satisface la amplitud de las ondas estabilizadas. Para ello, coloquemos
(15.103) en la ecuación del problema (15.101). Obtenemos:
1
( ! 2 )v · ei!t = r2 v · ei!t + f (M )ei!t
a2
Es decir:
r2 v + k 2 v = f (M ) (15.104)
Ya habı́amos visto para esta ecuación cómo se planteaban y resolvı́an sus problemas internos
por los distintos métodos de solución. Debemos, ahora, acometer la solución de los problemas
externos para esta ecuación.
Antes de pasar a ello, es conveniente ver -desde un punto de vista estrı́ctamente metodológico-
cómo obtener la expresión de la tercera fórmula de Green para la ecuación (15.104) a partir de
la fórmula de Kirchho↵ que dedujimos al principio del presente capı́tulo. Tenı́amos que:
Z Z ⇢ ✓ ◆
1 1 @u @ 1 1 @rM P @u
u(M, t) = [u] + dSP +
4⇡ S rM P @n @nP rM P arM P @nP @t
Z Z Z
1 [f ]
+ dP (15.105)
4⇡ V rM P
rM P
[u] = v(P )ei!(t a ) ⌘ v(P )ei!t e ikrM P
(15.106)
@u @v(P ) i!t ikrM P
= e e (15.107)
@n @n
@u
= v(P )i!ei!t e ikrM P
(15.108)
@t
[f ] = f (P )ei!t e ikrM P
(15.109)
Z Z ⇢ ✓ ◆
i!t 1 1 @v i!t ikrM P i!t ikrM P @ 1
v(M )e = e e v(P )e e dSP +
4⇡ S rM P @n @nP rM P
Z Z Z Z Z
1 i! @rM P i!t ikrM P 1 f (P )ei!t e ikrM P
+ v(P )e e dSP + dP (15.110)
4⇡ S arM P @nP 4⇡ V rM P
✓ ikrM P
◆ ✓ ◆
@ e ikrM P @ 1 1 @rM P ikrM P
=e ik e (15.111)
@nP rM P @nP rM P rM P @nP
Z Z ⇢ ikrM P
✓ ikrM P
◆ Z Z Z ikrM P
1 e @ e 1 e
v(M ) = v(P ) dSP + f (P ) dP
4⇡ S rM P @nP rM P 4⇡ V rM P
(15.112)
que es la misma tercera fórmula de Green para la ecuación de Helmholtz que obtuvimos en
el capı́tulo donde estudiamos el método de la función de Green cuando utilizamos la solución
fundamental de la ecuación de Helmholtz
ikrM P
e
(15.113)
rM P
y que, por lo tanto, denominaremos también, en virtud de la forma en que la hemos obtenido,
Fórmula de Kirchho↵ para las oscilaciones estabilizadas. Si la dependencia temporal
en (15.103) hubiera sido e i!t , se hubiera obtenido lo mismo, pero con
eikrM P
(15.114)
rM P
En aquel capı́tulo, cuando obtuvimos estas terceras fórmulas de Green a partir de la ecuación
de Helmholtz, no tenı́amos un criterio para decidir cuál de las dos tomar, con el signo más, o
con el signo menos.
Aquı́ ya tenemos un criterio: Si v(M ) es la amplitud de las ondas estabilizadas, que satisface
la ecuación (15.104) y la dependencia temporal es ei!t , tomamos (15.113); si la dependencia
temporal es e i!t , tomamos (15.114).
Este criterio fı́sico es importante para escoger la solución correcta, que describa el proceso que
se estudia, es decir, para la unicidad de la solución.
r2 v + k 2 v = f (M ), 8M 2 V (15.115)
v|S = '(M )
por el método, digamos, de la función de Green que ya vimos, analizamos fı́sicamente el pro-
blema que da origen a (15.115): Si la dependencia temporal es ei!t , tomamos la función de
Green en la forma:
e ikrM P
G(M, P ) = +w (15.116)
4⇡rM P
Problemas en el Espacio Abierto 679
eikrM P
G(M, P ) = +w (15.117)
4⇡rM P
En ambos casos, como queremos resolver el primer problema de frontera, exigimos que w sea tal
que se cumpla que G|S = 0 y la solución, entonces, como vimos allá, se expresa por la fórmula:
Z Z Z Z Z
@G(M, P )
v(M ) = '(P ) dSP + f (P )G(M, P )dP (15.118)
S @nP V
Estudiaremos, ahora, algo que, ex profeso, habı́amos pospuesto: los planteamientos de los
problemas para la ecuación de Helmholtz en el espacio abierto.
Veremos cómo se plantean los problemas de frontera en el espacio infinito para la ecuación de
Helmholtz
r2 u + cu = f (M ) (15.119)
Haremos énfasis sólo en las condiciones en el infinito, ya que, si existen condiciones sobre cierta
superficie S acotada, con ayuda de los potenciales de superficie para la ecuación de Helmholtz es-
tudiados en el capı́tulo correspondiente a la Teorı́a de Potenciales, puede construirse la solución
que la satisfaga. Siempre consideraremos que la función f (M ) es diferente de cero sólo en cierto
680 José Marı́n Antuña
dominio V0 ; es decir, que las fuentes están localizadas en esa región, ya que eso corresponde a
la mayorı́a de los problemas fı́sicos.
1) c = 2 < 0
En este caso, el problema se plantea en los siguientes términos: Hallar la función u(M ) continua,
con primeras y segundas derivadas continuas en R3 , que cumpla
r2 u 2 u = f (M ), 8M 2 R3 (15.120)
u ! 0, 8M ! 1
donde, como hemos dicho, f (M ) es diferente de cero sólo en el interior del dominio acotado V0
y cero fuera de él. La exigencia de que la solución se haga cero, cuando M ! 1, está dada
por el sentido fı́sico del problema. Recuérdese que el problema (15.120) describe determinados
procesos de difusión; a medida que nos alejemos de las fuentes, la concentración debe disminuir.
La solución del problema (15.120) puede expresarse en términos del potencial de volumen:
Z Z Z
e rM P
u(M ) = f (P ) dP (15.121)
V0 4⇡rM P
¿Podrá existir otra solución que no venga dada por la expresión (15.121)? La respuesta la da
el siguiente teorema de unicidad:
Teorema.
Demostración:
Supongamos que existen dos soluciones u1 (M ) y u2 (M ) del problema (15.120). Entonces, para
la función w(M ) = u1 (M ) u2 (M ), tendremos el problema
r2 w 2 w = 0, 8M 2 R3 (15.122)
w ! 0, 8M ! 1
Si suponemos que w 6= 0, entonces existirı́a al menos un punto M0 tal, que w(M0 ) = A > 0.
Tomemos una esfera SR con centro en M0 y radio R lo suficientemente grande, como para que
se cumpla que
Problemas en el Espacio Abierto 681
A
|w(M )||SR (15.123)
2
Esto siempre es factible, ya que, por (15.122), w ! 0 para M ! 1. Pero (15.123) significa que
la función w, que es solución de la ecuación homogénea, alcanza un máximo positivo, no sobre
la superficie de la esfera SR , sino en su centro. Esto contradice el principio del valor máximo
para este caso de la ecuación de Helmholtz estudiado anteriormente. Por consiguiente, w ⌘ 0.
Demostrado el teorema.
Ası́ pues, en el caso en que c = 2 < 0, no existe ningún tipo de dificultad; el problema
(15.120) está completamente definido y la condición impuesta en el infinito es suficiente para
determinar una única solución.
2) c = k 2 > 0
Por analogı́a con el caso anterior, el problema matemático aquı́ se plantearı́a como la búsqueda
de la solución del problema
r2 u + k 2 u = f (M ), 8M 2 R3 (15.124)
u ! 0, 8M ! 1
El problema (15.124) tiene, evidentemente, por posibles soluciones los dos potenciales de vo-
lumen factibles de construir con las dos soluciones fundamentales de la ecuación de Helmholtz
en este caso:
Z Z Z
e ikrM P
u(M ) = f (P ) dP (15.125)
V0 4⇡rM P
Z Z Z
eikrM P
u(M ) = f (P ) dP (15.126)
V0 4⇡rM P
ya que ambas funciones satisfacen la ecuación y la condición en el infinito del problema (15.124).
Por consiguiente, desde el punto de vista matemático, el problema (15.124) no está unı́vo-
camente planteado; faltan condiciones para garantizar la unicidad de la solución. Es decir,
debemos encontrar qué condición o condiciones más hay que imponer en el problema (15.124)
en el infinito que nos permita determinar una de las dos posibles soluciones.
Existen varios criterios de posible utilización y que reciben el nombre genérico de Principios
de Radiación. Estudiemos los más importantes de ellos.
682 José Marı́n Antuña
La condición que debemos añadir al problema (15.124) tiene un carácter esencialmente fı́sico:
Queremos obtener la solución del problema que corresponda a la amplitud de una onda diver-
gente, es decir, que viaje desde la fuente hacia el infinito, ya que ésta es la que tiene sentido.
Es obvio que, si al inicio del problema tenı́amos la dependencia temporal ei!t , necesitamos
escoger la solución (15.125); si fuera e i!t , necesitarı́amos (15.126).
Pero este criterio de selección debe ser reflejado en el propio problema (15.124), en forma de
una condición matemática a satisfacer por la solución del mismo. Este criterio será la condición
de radiación de Sommerfeld a cuya obtención nos dedicaremos de inmediato.
Supongamos que queremos, por ejemplo, seleccionar la solución (15.125); veamos cómo se
escribe ello matemáticamente.
ikr
e
u0 = (15.127)
r
Tenemos que:
ikr ikr
du0 e e
= ik (15.128)
dr r r2
Es decir:
ikr
✓ ◆
du0 e 1
+ iku0 = ⌘o (15.129)
dr r2 r
donde o(1/r) significa una magnitud de orden superior a 1/r y r es la distancia desde el origen
de coordenadas hasta el punto donde se mide la función u0 .
Como puede apreciarse, si una fuente puntual está colocada en el origen de coordenadas, en-
tonces la onda que ella emite es esférica, es decir:
ei(!t kr)
u(M, t) = = u0 (r)ei!t (15.130)
r
Demostremos que la misma relación es satisfecha por la solución fundamental desplazada, tal
como aparece en (15.125):
Problemas en el Espacio Abierto 683
e ikrM P
u0 (M, P ) = (15.131)
4⇡rM P
o sea, consideremos que la onda esférica es provocada por una fuente puntual colocada en el
punto P y en el punto M medimos el campo. (Fig. 15.9).
p
rM P = r2 + ⇢2 2r⇢ cos ✓ (15.132)
ikrM P ikrM P
@u0 (M, P ) @u0 (M, P ) @rM P e @rM P e @rM P
= = ik 2
@r @rM P @r rM P @r rM P @r
o sea:
684 José Marı́n Antuña
Pero:
✓ ◆
@rM P 2r 2⇢ cos ✓ 1
= p ⇡1+O , 8r ! 1 (M ! 1) (15.134)
@r r 2 + ⇢2 2r⇢ cos ✓ r
donde O(1/r) es una magnitud del mismo orden que 1/r. Además, obviamente:
✓ ◆ ✓ ◆
1 1 1
=O , 8r ! 1 y u0 (M, P ) = O , 8r ! 1 (15.135)
rM P r r
Por lo tanto:
✓✓ ◆◆ ✓ ◆ ✓ ◆✓ ✓ ◆◆
@u0 (M, P ) 1 1 1 1
= iku0 (M, P ) 1 + O O O 1+O =
@r r r r r
✓ ◆
1
= iku0 (M, P ) + o
r
✓ ◆
@u0 (M, P ) 1
+ iku0 (M, P ) = o (15.136)
@r r
Comprobemos, por último, que el potencial de volumen (15.125) cumple la misma relación.
Introduzcamos la notación:
@u
L[u] ⌘
+ iku (15.137)
@r
que es un operador que actúa sólo sobre r (es decir, sólo sobre M ). Tendremos:
Z Z Z Z Z Z ikrM P
e ikrM P f (P ) e
L[u1 ] = L f (P ) dP = L dP =
V0 4⇡rM P V0 4⇡ rM P
✓ ◆Z Z Z ✓ ◆
1 f (P ) 1
=o dP = o (15.138)
r V0 4⇡ r
ikrM P
✓ ◆
e 1
L =o (15.139)
rM P r
y que
Z Z Z
f (P )
dP
V0 4⇡
es un número.
Ası́ pues, queda establecido que u1 (M ) dada por (15.125) cumple idéntica relación:
✓ ◆
@u1 (M ) 1
+ iku1 (M ) = o (15.140)
@r r
@u1 (M )
lim r + iku1 (M ) = 0 (15.141)
r!1 @r
Ası́ las cosas, el problema (15.124) deberá ser planteado en los siguientes términos:
r2 u + k 2 u = f (M ), 8M 2 R3 (15.142)
✓ ◆
1
u = O , 8r ! 1
r
✓ ◆
@u 1
+ iku = o , 8r ! 1
@r r
Una vez planteado el problema (15.142) es lógico plantearse si ya son suficientes estas condi-
ciones para determinar una solución única del problema. La respuesta viene dada por la
siguiente afirmación.
Teorema
Demostración:
686 José Marı́n Antuña
r2 w + k 2 w = 0, 8M 2 R3 (15.143)
✓ ◆
1
w = O , 8r ! 1
r
✓ ◆
@w 1
+ ikw = o , 8r ! 1
@r r
Z Z ⇢ ✓ ◆
1 @w e ikrM P @ e ikrM P
w(M ) = w(P ) dSP (15.144)
4⇡ M
SR @n rM P @n rM P
Como estamos integrando sobre una superficie esférica, la derivada normal es la derivada res-
pecto al radio, por lo que:
Z Z ⇢
1 @w e ikr ik 1
w(M ) = w(P ) e ikr dSP =
4⇡ M
SR @r r r r2
Z Z Z Z ✓ ◆ ✓ ◆
1 e ikr @w w 1 1 2 1
= + ikw + dS = o 2 r d⌦ = o (15.145)
4⇡ M
SR r @r r 4⇡ M
SR r r
ikr
✓ ◆
e 1
=O (15.146)
r r
✓ ◆
@w 1
+ ikw = o (15.147)
@r r
✓ ◆
w 1
=o (15.148)
r r
De acuerdo con (15.145), w(M ) -que es una función evaluada en M y que, por lo tanto, no
puede depender del radio R de la esfera- tiende a cero cuando R ! 1. Por lo tanto concluimos
que w(M ) ⌘ 0, lo que significa que u1 (M ) ⌘ u2 (M ).
Demostrado el teorema.
Problemas en el Espacio Abierto 687
De acuerdo con el teorema que acabamos de demostrar, el problema (15.142) está ya totalmente
definido; tiene solución única.
Ası́ pues, para el caso c = k 2 > 0, hay que imponer, además, en el infinito la condición de
radiación de Sommerfeld.
En primer lugar, si quisiéramos plantear el problema de manera que la solución sea u2 (M ) dada
por (15.126), que responde a una onda divergente, si la dependencia temporal fuera e i!t , la
condición de radiación de Sommerfeld que se impone es:
✓ ◆
@u1 (M ) 1
iku1 (M ) = o (15.149)
@r r
@u1 (M )
lim r iku1 (M ) = 0 (15.150)
r!1 @r
p @u1 (M )
lim r + iku1 (M ) = 0 (15.151)
r!1 @r
que responde a una dependencia temporal del tipo ei!t y que elige la solución fundamental
(2)
H0 (kr) y:
p @u1 (M )
lim r iku1 (M ) = 0 (15.152)
r!1 @r
i!t (1)
que responde a una dependencia temporal e y que elige la solución fundamental H0 (kr).
Por último, es conveniente destacar que si el problema a plantear consiste en hallar la solución
de la ecuación de Helmholtz en el espacio exterior a una superficie dada S, entonces deberá
imponerse en el problema (15.142), además, la correspondiente condición de frontera sobre S;
@u
si es un problema de Dirichlet, por ejemplo, será u|S dada, si es el problema de Neumann, @n |S
dada.
Entonces, por el estudio realizado podemos afirmar que a la solución hallada en este epı́grafe
habrá que sumarle una integral de superficie del tipo general
Z Z ⇢
@u @
u(M ) = G(M, P ) u(P ) G(M, P ) dSP (15.153)
S @n @nP
688 José Marı́n Antuña
Con este tipo de problemas están relacionados los de difracción de una onda sobre un cuerpo
acotado y constituyen un amplio campo en la Fı́sica Matemática.
Sin hacer desarrollos, sino, simplemente, a modo informativo, diremos que, por ejemplo, el
problema de la difracción de una onda plana que se propaga en el sentido positivo del eje x,
sobre un cuerpo de superficie S, se plantea como el problema de hallar la función u en el exterior
de S que cumpla:
r2 u + k 2 u = 0 (15.154)
@u
u|S = 0 o |S = 0
@n
u = eikx + u⇤ (15.155)
Son correctos también los problemas de difracción en los que una superficie finita S separa a
dos medios: uno exterior, en el que la función buscada satisface la ecuación
r2 u + k 2 u = 0 (15.156)
r2 u1 + k12 u1 = 0 (15.157)
de manera que sobre la frontera de ambos medios S se cumplan las condiciones de frontera
u|S = u1 |S (15.158)
@u @u
p |S = q |S , con p > 0 y q > 0
@n @n
u = eikx + u⇤ (15.159)
Es posible demostrar que los problemas de difracción ası́ planteados son correctos. El plantea-
miento y demostración del carácter correcto de los problemas de la teorı́a de la difracción, en
el caso de cuerpos de frontera infinita conducen a grandes dificultades de tipo matemático.
Se puede formular el principio de radiación en forma tal, que sea aplicable, prácticamente, a
todos los problemas de difracción de ondas estabilizadas.
Las condiciones de radiación de Sommerfeld pueden ser sustituidas por otros principios de
radiación elaborados, principalmente, por autores rusos posteriormente. (Ver, A.G. Sveshnikov.
Principio de Radiación. Doklady AN SSSR, 73, 5 (1950)).
Para comprender, tanto el significado fı́sico de esta sustitución, como el procedimiento para
obtener la solución deseada, desarrollemos las ideas, partiendo del problema fı́sico que conduce
a dicho coeficiente c complejo.
1
r2 u = utt + ut f (M )ei!t (15.160)
a2
r2 u + cu = f (M ) (15.162)
donde
c ⌘ q2 = k2 i! (15.163)
iqr
e eiqr
ū0 = , ū¯0 = (15.164)
r r
donde
p
q = k 2 i! =
8s sp 9
< pk 2 + ! 2 2 + k2 k2 + !2 2 k2 =
= ± i ⌘ q0 iq1 (15.165)
: 2 2 ;
El signo delante de los radicales se elige de forma tal que q1 > 0. Entonces, las soluciones
fundamentales serán, de (15.164):
iqr iq0 r
e e q1 r
ū0 = = e (15.166)
r r
eiqr eiq0 r q1 r
ū¯0 = = e (15.167)
r r
Por consiguiente, la única solución de la ecuación (15.162) acotada en el infinito será el potencial
formado con la solución fundamental (15.166):
Z Z Z
e iq0 r q1 r
ū(M ) = f (P ) e dP (15.168)
V 4⇡r
Z Z Z Z Z Z
e iq0 r q1 r e ikr
lim ū(M ) = lim f (P ) e dP = f (P ) dP ⌘ u1 (M ) (15.169)
!0 !0 V 4⇡r V 4⇡r
donde u1 (M ) es la solución de nuestra ecuación original (15.124) sin absorción compleja, corres-
pondiente a una onda divergente. Nótese que q0 > 0, ya que 2q0 q1 = ! y escogimos el signo
del radical de forma tal que q1 > 0.
Resumiendo, para la dependencia temporal ei!t , escogiendo el signo de las raı́ces de forma tal
que q1 > 0, obtenemos la unicidad del problema con absorción compleja, cuya solución única
será (15.168) y, tomando el lı́mite para ! 0 de esta solución, obtenemos la única solución del
problema original (15.124) que tiene sentido fı́sico.
Si, por el contrario, tuviéramos la dependencia e i!t , entonces, escogiendo de nuevo los signos
de las raı́ces de forma tal que q1 > 0, tendrı́amos, en virtud de que 2q0 q1 = ! , como q1 > 0,
que q0 < 0 y, por tanto, q0 ! k para ! 0. Por ello quedarı́a:
Z Z Z Z Z Z
e iq0 r q1 r eikr
lim ū(M ) = lim f (P ) e dP = f (P ) dP ⌘ u2 (M ) (15.170)
!0 !0 V 4⇡r V 4⇡r
es decir, nos quedarı́a de nuevo determinada la única solución del problema (15.124) con sentido
fı́sico.
De esta manera, vemos que el principio de absorción lı́mite queda enunciado en los siguientes
términos:
La condición que debemos añadir al problema (15.124) que corresponda a una onda divergente
consiste en exigir que la función u(M ) sea el lı́mite de la solución acotada de la ecuación con
absorción compleja de primer tipo, cuando la parte imaginaria de la absorción compleja tiende
a cero.
El principio de absorción lı́mite que hemos estudiado aquı́ tiene la ventaja, con respecto a
la condición de radiación de Sommerfeld, de que permite seleccionar la solución única de la
ecuación de Helmholtz correspondiente a la onda que parte de la fuente hacia el infinito, sin
preocuparnos de cuál es su comportamiento en el infinito, sino, simplemente, aplicando una
técnica muy concreta y automatizada.
i!t
u1 (M ) = lim u(M, t)e (15.171)
t!1
donde u(M, t) es la solución del problema no estacionario de Cauchy con condiciones iniciales
nulas
1
utt = r2 u + f (M )ei!t , 8M 2 R3 , t > 0
a2
u(M, 0) = 0 (15.172)
ut (M, 0) = 0
1
⇤u ⌘ r2 u utt = L[u]ei!t (15.173)
a2
! 2 i!t
⇤u(M, t) = ⇤[u(M )ei!t ] = r2 uei!t + ue (15.174)
a2
L[u] ⌘ e i!t
⇤[u(M )ei!t ] (15.175)
y, por lo tanto:
i!t
u(M ) = u(M, t)e (15.177)
Ası́ pues, para hallar la amplitud u(M ), solución de la ecuación de Helmholtz que corresponda
a la onda divergente desde la fuente hacia el infinito, si la fuente tiene la dependencia temporal
ei!t , se calcula el lı́mite (15.171).
i!t
De forma similar, para la dependencia temporal e ,
Problemas en el Espacio Abierto 693
Las relaciones (15.171) y (15.178) constituyen lo que se conoce con el nombre de Principio
de Amplitud Lı́mite y, como es lógico, resulta trivial en el espacio abierto, pues ahı́, según
vimos, para t > D/a (tiempos ”suficientemente grandes”) la igualdad se cumple.
Sin embargo, para dominios más complejos es necesario tomar el lı́mite para t ! 1.
Esto es obvio, ya que la función u(M, t), en la etapa inicial del proceso oscilatorio, no es
rigurosamente periódica, pero, en el transcurso del tiempo, las oscilaciones del sistema se van
estabilizando en forma de oscilaciones periódicas con la frecuencia de la fuente aplicada, según
vimos anteriormente.
Es decir, que transcurrido un tiempo suficientemente grande, la solución del problema (15.172)
-incluso con condiciones iniciales no nulas- adopta la forma (15.176).
El principio de amplitud lı́mite aquı́ enunciado puede ser empleado en otro tipo de ecuaciones
que describan procesos oscilatorios de naturaleza más compleja y constituye un método que
permite juzgar, con relativa facilidad, si el proceso oscilatorio que se estudia tiene un régimen
estabilizado o no, cosa que para distintas aplicaciones y conclusiones fı́sicas resulta de interés
y que no siempre es evidente como, obviamente, lo es en el caso de la ecuación de oscilaciones
de D’Alembert que aquı́ hemos estudiado.
1. Una esfera de radio r0 se encuentra llena, en el instante inicial, con un gas de concentración
u0 ; fuera de la esfera la concentración de dicho gas es cero. Hallar la función u(M, t) que
caracteriza el proceso de difusión del gas en el espacio no acotado exterior.
(a)
y
694 José Marı́n Antuña
(b)
⇡
'(M ) = A cos r, dentro de la esf era de radio r0
2r0
= 0, f uera de la esf era de radio r0
4. Resolver el problema de las oscilaciones del semiespacio z > 0 con condiciones de frontera
de primero o de segundo tipo homogénea, si:
(a) está dada una excitación localizada, es decir, la velocidad inicial y la elongación
inicial son diferentes de cero en cierto dominio V0 del semiespacio en cuestión.
(b) Hay una fuerza concentrada en un punto que actúa según una ley arbitraria.
En el presente capı́tulo estudiaremos otro método para resolver problemas con ecuaciones
hiperbólicas, parabólicas y elı́pticas, el Método de Diferencias Finitas, que constituye un
procedimiento para acomodar los problemas que con él se van a resolver a su solución numérica
por máquinas computadoras y que se utiliza cuando ninguno de los métodos analı́ticos ante-
riormente estudiados se puede emplear.
Además del método de diferencias finitas que aquı́ acometeremos, existe -en el caso de las
ecuaciones elı́pticas- el Método de Representaciones Conformes cuyo estudio el lector
interesado puede hacerlo en el libro de Teorı́a de Funciones de Variable Compleja del autor de
la presente obra.
Comenzaremos estudiando el método de diferencias finitas para el caso más simple de las
ecuaciones elı́pticas: la ecuación de Laplace.
La esencia del método de diferencias finitas consiste en la transformación del problema dife-
rencial en un problema en diferencias finitas; es decir, en un problema equivalente, susceptible
de ser programado para ser resuelto en una máquina computadora y obtener una respuesta
numérica. En otras palabras, las máquinas computadoras no saben resolver ecuaciones di-
ferenciales, ya que no pueden trabajar con infinitesimales, sino que sólo pueden operar con
diferencias finitas y el método que vamos a estudiar a continuación es el que se encarga de
traducir el problema diferencial a un lenguaje con el que la máquina pueda trabajar.
Lo dicho arriba no obvia el hecho de que en la actualidad existen numerosos programas comer-
ciales que resuelven muchos problemas de ecuaciones diferenciales ordinarias y en derivadas
695
696 José Marı́n Antuña
parciales, por lo que la aplicación de los métodos en diferencias finitas puede muchas veces ser
obviada. Sin embargo, en muchas ocasiones, el investigador no encuentra el software apropiado
al problema concreto que necesita resolver; en tal caso tiene que recurrir a la aplicación de los
algoritmos que en este capı́tulo desarrollamos. De ahı́ la utilidad del mismo.
r2 u = 0, 8M 2 V (16.1)
u| = f (M )
De esta manera, obtenemos una red, cuyos nudos serán los puntos (xi , yj ), algunos de los cuales
estarán dentro del dominio V , según se muestra en la figura 16.1.
Denotemos por Vh al dominio discreto formado por los nudos de la red que se encuentren
contenidos totalmente dentro del dominio V y denotemos por h a la frontera de dicho dominio
-también discreta- formada por aquellos puntos de la red -internos a V también- más cercanos a
la frontera del dominio V (son los puntos que en la figura 16.1 se destacan en forma gruesa).
Aproximadamente y con mayor exactitud mientras más fina sea la partición, es decir, mientras
menor sea h, podemos escribir:
Por consiguiente:
@ 2 u(xi , yj ) 1 u(xi + h, yj ) u(xi , yj ) u(xi , yj ) u(xi h, yj )
⇡ =
@x2 h h h
1
= 2 [u(xi + h, yj ) + u(xi h, yj ) 2u(xi , yj )] (16.4)
h
@ 2 u(xi , yj ) 1
2
= 2 [u(xi , yj + h) + u(xi , yj h) 2u(xi , yj )] (16.5)
@y h
Sustituyendo (16.4) y (16.5) en la ecuación del problema (16.1), obtenemos lo que llamaremos
ecuación de Laplace en diferencias finitas y que representaremos por:
1
r2h u = [u(xi + h, yj ) + u(xi h, yj ) + u(xi , yj + h) + u(xi , yj h) 4u(xi , yj )] = 0 (16.6)
h2
Al sustituir la ecuación del problema (16.1) por la ecuación en diferencias finitas (16.6), pasamos
de argumentos continuos a argumentos discretos; es decir, los nudos de la red formada por
nuestra partición.
Para obtener el problema en diferencias finitas equivalente al problema (16.1), debemos hallar,
ahora, un equivalente de la condición de frontera del problema (16.1). Es evidente que p la
distancia de cada punto que forma la frontera discreta h a la frontera es menor que h 2.
698 José Marı́n Antuña
u| h
= fh (16.7)
con la que significamos que el valor de la función u en cada punto de h se toma igual al valor
numérico de f (M ), evaluada en el punto de más cercano al correspondiente punto de h .
No puede dejarse de tener en cuenta el hecho de que, pese a su escritura compacta, el problema
en diferencias finitas (16.8) es un gran conjunto de ecuaciones algebraicas lineales cuya solución
debemos hallar. Resolver el problema (16.8) significa hallar los valores de la función discreta
u(xi , yj ) en los puntos del dominio discreto Vh bajo la condición de que sus valores sobre los
puntos de la frontera discreta h están dados por los números fh .
Dada la forma de la ecuación en diferencias finitas (16.6), se ve que la función en cada punto
(xi , yj ) se expresa como el promedio de sus valores en los puntos vecinos inmediatos:
1
u(xi , yj ) = [u(xi + h, yj ) + u(xi h, yj ) + u(xi , yj + h) + u(xi , yj h)] (16.9)
4
Esta realidad expresada por (16.9) nos va a ser de gran utilidad a la hora de buscar la solución
del problema (16.8).
La solución del problema en diferencias finitas (16.8) tiene las siguientes propiedades.
1
M = u(x0 , y0 ) = [u(x0 + h, y0 ) + u(x0 h, y0 ) + u(x0 , y0 + h) + u(x0 , y0 h)]
4
1
[4u(x0 , y0 )] = M (16.11)
4
Es decir, M M . Ası́ pues, todo queda demostrado, ya que, si se cumpliese la desigualdad
estarı́amos frente a un absurdo y, por tanto, (x0 , y0 ) no puede estar dentro de Vh . Sólo
puede cumplirse la igualdad; pero ello implicarı́a que u(xi , yj ) = u(x0 , y0 ) = const. en los
cuatro puntos vecinos inmediatos.
Repitiendo el razonamiento en los nuevos cuatro puntos y ası́ sucesivamente, llegarı́amos
a abarcar todo Vh hasta llegar a h y concluirı́amos que el máximo se alcanza dentro de
Vh -y, a su vez, también en h - sólo cuando u(xi , yj ) es constante.
Por lo tanto, si no es constante, el máximo sólo se podrá alcanzar sobre h.
sólo tiene solución trivial, ya que el valor máximo y el valor mı́nimo -en virtud de la
condición de frontera- es cero.
Por un conocido teorema del Algebra Lineal ésto implica que el sistema no homogéneo
(16.8) tiene solución única.
Demostrado el teorema.
700 José Marı́n Antuña
Una vez vistas las principales propiedades de la solución del problema en diferencias finitas,
debemos tratar de hallar dicha solución. Tenemos un sistema de ecuaciones lineales algebraicas,
por lo que, en principio, podrı́amos resolverlo por alguno de los métodos conocidos como, por
ejemplo, el método de Cramer, el de Gauss, etc. Sin embargo, existe aquı́ una dificultad y es
que nosotros debemos hacer una partición muy fina de nuestro dominio V y, por consiguiente,
el número de ecuaciones que podemos obtener es muy grande. Ningún método de solución que
se base en la inversión de la matriz del sistema es aplicable, ya que no existe ninguna máquina
computadora con capacidad de memoria suficiente para almacenar tal cantidad de números;
además, el tiempo de operación que tales métodos consumirı́an serı́a enorme.
Por todo lo dicho, es necesario buscar otros métodos de solución de los problemas en diferencias
finitas, lo que ha dado pie al desarrollo de toda una ciencia matemática cuyo estudio requerirı́a
un tiempo mucho mayor de lo que comúnmente puede hacerse en el marco de un curso general
de métodos matemáticos como el presente.
Sin embargo, en éste y los epı́grafes siguientes daremos una información lo más amplia posible
de la idea de tales métodos de solución y remitiremos al lector interesado en profundizar en
esta ciencia de los métodos en diferencias finitas a la literatura especializada que sobre el tema
existe.
Con el objetivo de dar solución al problema (16.8) procederemos de la siguiente manera. In-
troduzcamos una notación más breve y cómoda; llamemos:
[1]
vij | h
= fh
[n] 1 [n 1] [n 1] [n 1] [n 1]
vij = [vi+1,j + vi 1,j + vi,j+1 + vi,j 1 ], 8Mij 2 Vh (16.15)
4
Método de Diferencias Finitas 701
[n]
vij | h
= fh (16.16)
Este proceso se repite cuantas veces sea necesario. Tiene lugar un importantı́simo teorema:
Teorema
Para cualquier aproximación inicial arbitraria, el proceso de las aproximaciones sucesivas, dadas
por (16.15) y (16.16), converge, para n ! 1, a la solución del problema en diferencias finitas
(16.8).
Demostración:
Analicemos la función
[n] [n]
wij = vij vij (16.17)
[n]
donde vij son los valores de la enésima iteración del proceso de aproximaciones sucesivas, dados
por (16.15) y (16.16) y vij son los valores de la solución del problema en diferencias finitas (16.8).
Evidentemente:
[n]
wij | h
=0 (16.18)
Llamémosle
(1)
h a los puntos de Vh que están a la distancia h de h,
(2)
h a los puntos de Vh que están a la distancia 2h de h,
(3)
h a los puntos de Vh que están a la distancia 3h de h,
etc.
(1)
A modo de ilustración, en la figura 16.1, los puntos de h se muestran con unas estrellitas y
(2)
los puntos de h con unos circulitos.
(N )
Es obvio que siempre hallaremos un último conjunto de puntos h situados a la distancia N h
de h . Llamémosle
[n]
An = max wij (16.19)
✓ ◆
[n+1] 3 1
wij | (1) An ⌘ 1 An (16.21)
h 4 4
ya que, al menos, uno de los valores dentro del corchete en (16.20) -al evaluar esta expresión
(1)
sobre h se encuentra sobre h y, por tanto, se anula, en tanto que los otros tres son menores
o iguales que An , dada la definición (16.19).
Además:
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
[n+1] 1 3 3 3 1 1 1
wij | (2) 3An + An = + 2 An = 1 + 1 An =
h 4 4 4 4 4 4 4
✓ ◆
1 1 1
= 1 + An
4 4 42
(2)
ya que, al evaluar (16.20) sobre h , al menos uno de los valores dentro del corchete está sobre
(1) 3
h y es menor o igual que 4 An , en tanto que los otros tres son menores o iguales que An . Es
decir, obtenemos que
✓ ◆
[n+1] 1
wij | (2) 1 An (16.22)
h 42
Igualmente, se obtiene:
✓ ◆
[n+1] 1
wij | (3) 1 An (16.23)
h 43
y ası́ sucesivamente:
✓ ◆
[n+1] 1
wij | (N ) 1 An (16.24)
h 4N
[n+1]
An+1 = max wij (16.25)
donde
✓ ◆
1
↵= 1 <1 (16.27)
4N
An+1
<1 (16.28)
An
de manera que, por el criterio de D’Alembert para sucesiones, concluimos que la sucesión {An }
converge y su lı́mite para n ! 1 es cero.
Si introducimos, ahora
[n]
Bn = min wij (16.29)
[n]
Bn wij An (16.30)
[n]
y An ! 0 y Bn ! 0 para n ! 1, concluimos que wij ! 0 para n ! 1, es decir que:
[n]
lim vij = vij (16.31)
n!1
Demostrado el teorema.
Es conveniente recalcar que esta convergencia tiene lugar para cualquier aproximación inicial
[0]
vij que se tome. Ahora bien, el teorema no establece ningún criterio sobre la rapidez de dicha
convergencia. Lo formidable del teorema es que nos asegura que -sea cual sea la aproximación
inicial que tomemos- el método de las aproximaciones sucesivas siempre converge a la solución
del problema en diferencias finitas (16.8). Pero la rapidez de dicha convergencia dependerá,
lógicamente, de cuán cercana a la realidad tomemos la aproximación inicial.
Hemos demostrado que este último problema tiene solución única y que ella puede ser hallada
por el método de las aproximaciones sucesivas que siempre converge a dicha solución.
704 José Marı́n Antuña
Nos queda, por último, establecer la relación existente entre la solución del problema en dife-
rencias finitas (16.8) y la solución del problema diferencial (16.1) que es, en definitiva, el que
queremos resolver. Esta relación la establece el siguiente teorema.
Teorema.
Para cualquier " > 0, puede hallarse una h0 (") > 0 tal, que para un paso h < h0 se cumple que:
donde uij ⌘ u(xi , yj ) es la solución del problema diferencial (16.1) evaluada en los puntos de
la red Vh y vij ⌘ v(xi , yj ) son los valores de la solución numérica del problema en diferencias
finitas (16.8) que también y sólamente están dados en los puntos de la red Vh .
Demostración:
En primer lugar, podemos afirmar que como u(x, y) es armónica, ya que es la solución del
problema diferencial (16.1), es continua; es decir, que para " > 0 dado se puede hallar una
(") > 0 tal que, si rM1 M2 < , se cumple que
"
|u(M1 ) u(M2 )| < (16.32)
2
"
|uij vij || h
= |uij | h
vij | h | = |uij | h
u| | < (16.33)
2
✓ ◆
x2 + y 2
w=v u " 1 (16.34)
2D2
donde llamamos D a una magnitud mayor que la distancia desde el origen de coordenadas hasta
el punto de la frontera más lejano a dicho origen de coordenadas. Ello significa que
x2 + y 2 1
2
< (16.35)
2D 2
⇢ ✓ ◆
x2 + y 2
w| h
= v u " 1 | h
<0 (16.36)
2D2
"
(v u)| h
<
2
y, por (16.35)
✓ ◆
x2 + y 2 "
" 1 | h
>
2D2 2
mh2
|r2h u r2 u| (16.37)
6
r
12"
h < h0 < (16.38)
mD2
2"
|r2h u r2 u| ⌘ |r2h u| < (16.39)
2D2
2" 2"
r2h w = r2h v r2h u + = r2h u + >0 (16.40)
2D2 2D2
pues r2h v = 0, ya que v es la solución del problema (16.8) y hemos tenido en cuenta (16.39).
De (16.40) concluimos que:
1
[wi+1,j + wi 1,j + wi,j+1 + wi+,j 1 ] > wij (16.41)
4
706 José Marı́n Antuña
Es decir, que el promedio de w en los cuatro puntos que rodean al punto (i, j) es mayor que el
valor de w en dicho punto.
max w|Vh + h
= max w| h
<0 (16.42)
De aquı́ que w < 0 en todos los puntos Vh + h. Ello significa -de (16.34)- que:
✓ ◆
x2 + y 2
v u<" 1 <" (16.43)
2D2
✓ ◆
x2 + y 2
w̄ = u v " 1 (16.44)
2D2
w̄| h
< 0, r2h w̄ > 0
de donde se concluye que, también, w̄ < 0 en todos los puntos de Vh + h. Por consiguiente,
u v < "; es decir
Demostrado el teorema.
Tenemos que:
Método de Diferencias Finitas 707
1 1
r2hx u = [ui+1,j + ui 1,j 2uij ] ⌘ [ui+1,j uij uij + ui 1,j ] (16.48)
h2 h2
2
1 @ uij h2 @ 4 uij h4 @ 2 uij @ 4 uij h2
r2hx u = 2 2 + 2 ⌘ + (16.51)
h @x2 2 @x4 4! @x2 @x4 12
@ 2 uij @ 4 uij h2
r2hy u = + (16.52)
@y 2 @y 4 12
Por consiguiente:
@2u @2u h2
|r2h u r2 u| ⌘ r2h u = {uxxxx + uyyyy } (16.53)
@x2 @y 2 12
Ası́ pues, con este teorema queda garantizado que la solución del problema en diferencias finitas
(16.8) se aproxima a la solución del problema diferencial (16.1) con mayor exactitud, mientras
menor sea el paso h de la partición que se efectúe.
Como conclusión del epı́grafe, veamos los resultados de la solución arriba expuesta para un
ejemplo concreto en el que el dominio es una elipse y la condición de frontera es el producto
de sin x por sin y. En la figura 16.2 se ve el dibujo obtenido con la ayuda de un programa en
Mathematica que muestra las curvas equipotenciales del ejemplo en cuestión. Esperamos que
los lectores elaboren sus propios programas y obtengan resultados similares.
708 José Marı́n Antuña
✓ ◆
@u @ @u
= k(x, t) (16.54)
@t @x @x
sabemos que el método de separación de variables es aplicable sólo en el caso en que k(x, t) =
k1 (x)k2 (t); sin embargo, con frecuencia aparecen problemas en los que el coeficiente de conduc-
tividad térmica no puede ser expresado en esta forma e, incluso, en los que dicho coeficiente
depende de la temperatura, que son los casos de la llamada ecuación cuasilineal de conducción
de calor.
Es conocido que la solución analı́tica de las ecuaciones no lineales es posible sólo en casos muy
particulares.
Obviamente, hay que exigir que el problema en diferencias finitas que ası́ se obtiene sea soluble
y que su solución, al crecer el número de nudos de la red, converja -es decir, se acerque- a la
solución del problema diferencial del que inicialmente partimos.
Lo hasta aquı́ descrito es, en esencia, lo que fue realizado en el epı́grafe anterior para el problema
de Dirichlet de la ecuación de Laplace.
Supongamos que la variable x está definida en el intervalo cerrado [0, l]. Hagamos una partición
de dicho intervalo con ayuda de los puntos xi = ih donde i = 1, 2, 3, ..., N ; h > 0. Es decir,
710 José Marı́n Antuña
proponemos una partición del intervalo [0, l] en N partes iguales de longitud h = l/N cada una
de ellas.
Llamaremos red del intervalo [0, l] al conjunto de puntos xi que representaremos por !h ; es
decir, !h = {xi = ih, i = 0, 1, 2, ..., N }. El número h, o sea, la distancia entre cada punto o
nudo de la red !h se llama paso de la red.
El intervalo [0, l] puede ser dividido, también, en N partes por medio de los puntos arbitrarios
x1 < x2 < ... < xN 1 < l; en tal caso, obtenemos la red !h = {xi , i = 0, 1, 2, ..., N, x0 = 0, xN =
l} con paso hi = xi xi 1 dependiente del número i del nudo xi .
Si hi = h = l/N = const. para todos los valores de i, entonces, la red se llama uniforme.
En algunas ocasiones puede resultar más cómodo definir la función de red de f (x) de otra
manera.
El conjunto de nudos (xi , tj ) está, evidentemente, formado por las intersecciones de las rectas
x = xi , con las rectas t = tj , de forma similar a como procedimos en el epı́grafe 1, aunque, en
este caso, una de las dimensiones del rectángulo es espacial y la otra temporal.
Sea la función de red vij = v(xi , tj ) definida en los nudos de la red !h,T . Definamos las
operaciones de derivación en diferencias finitas de la siguiente manera.
vi,j+1 vij
(vij )t = (16.55)
⌧
vij vi,j 1
(vij )t̄ = (16.56)
⌧
Además, a la expresión:
vi,j+1 vi,j 1
(vij )t̂ = (16.57)
2⌧
Método de Diferencias Finitas 711
En relación con las derivadas en diferencias finitas aquı́ introducidas, surge el concepto de
escala de un operador.
Llamaremos escala de un operador al conjunto de nudos de una red que se utiliza para
definir dicho operador; ası́, por ejemplo, para la derivada (16.55) la escala está formada por los
puntos t = tj+1 y t = tj con i constante, para la derivada (16.56) la escala está formada por
los puntos t = tj y t = tj 1 con i constante, para (16.57) la escala será t = tj+1 y t = tj 1 con
i constante y para (16.58) será x = xi 1 , xi , xi+1 con j constante.
donde es un número arbitrario, no es difı́cil percatarse de que (16.60) tiene una escala de seis
puntos. Este operador ponderado (16.60) se utiliza con mucha frecuencia en la construcción
de esquemas en diferencias finitas; nótese que, si = 0 obtenemos el operador ⇤ para valores
fijos de t = tj , en tanto que, para = 1, obtenemos dicho operador para valores fijos de t = tj+1 .
(uij )t y ut (xi , tj )
ui,j+1 uij
ut (xi , tj ) =
⌧
u(xi , tj ) + ⌧ ut (xi , tj ) + O(⌧ 2 ) u(xi , tj )
= ut (xi , tj ) = O(⌧ ) (16.61)
⌧
donde hemos aplicado la fórmula de Taylor a ui,j+1 de manera consecuente. De acuerdo con
(16.61), diremos que el operador
(uij )t
se aproxima a la derivada ut en la red !h,T con orden O(⌧ ), donde -como siempre- O(⌧ ) significa
una magnitud del mismo orden que ⌧ .
Tenemos que, si u tiene hasta cuarta derivada continua respecto a x, entonces, aplicando la
fórmula de Taylor:
h2
ui±1,j = u(xi ± h, tj ) ± hux (xi , tj ) + uxx (xi , tj ) ±
2
h3
± uxxx (xi , tj ) + O(h4 ) (16.62)
6
⇤ui,j+1 = uxx (xi , tj+1 ) + O(h2 ) = uxx (xi , tj ) + ⌧ Uxxt (xi , tj ) + O(⌧ 2 + h2 ) =
= uxx (xi , tj ) + O(⌧ + h2 ) (16.63)
A fin de llevar este problema a un problema en diferencias finitas, introduzcamos la red !h,T
definida en el punto 1 de este epı́grafe.
Con ayuda de los operadores anteriormente definidos planteemos el siguiente problema en dife-
rencias finitas:
donde fij se puede definir, por ejemplo, de la siguiente manera: fij = f (xi , tj ).
Es conveniente aclarar que la función fij puede ser definida de formas diferentes; por ejemplo,
pudiéramos definirla por la siguiente relación:
f (xi+1 , tj ) + f (xi 1 , tj )
fij =
2
utilizando otra escala. Esto depende de las caracterı́sticas del problema que estemos resolviendo.
Es posible demostrar que, mediante la construcción de escalas más complicadas puede lograrse
un orden de aproximación superior al aquı́ analizado. Por ejemplo, no es difı́cil comprobar que,
si en lugar de la ecuación del problema en diferencias finitas (16.66), tomamos el operador
En virtud de las fórmulas (16.61) y (16.64), podemos establecer el orden de aproximación del
problema en diferencias finitas (16.66) al problema diferencial (16.65). Para ello introduzcamos
las siguientes notaciones.
Llamemos
En este caso, se dice que el problema en diferencias finitas (16.66) se aproxima al problema
diferencial (16.65) con orden O(⌧ +h2 ); es decir, la solución numérica del problema en diferencias
finitas (16.66) se aproxima con ese orden a la solución del problema diferencial (16.65).
Como dijimos arriba, escogiendo escalas más complicadas pueden lograrse órdenes de aproxi-
mación mayores. Esto es un problema de gran importancia, ya que, si logramos un esquema
en diferencias finitas que converja más rápidamente a la solución del problema diferencial cuya
solución queremos hallar, estaremos ahorrando tiempo de máquina en la computadora que este-
mos utilizando y el lector comprende la importancia capital que este ahorro tiene en los medios
modernos de cómputo.
A la construcción de esquemas en diferencias finitas que converjan con mayor rapidez está
dedicada toda una ciencia que, por supuesto, es imposible agotar en el marco del presente
libro.
Existe, además, una amplia literatura sobre el tema de autores de diferentes paı́ses.
También es posible definir otras normas de las funciones de redes como sigue:
( N M ) 12
XX
k v k= |vij |2 (16.73)
i=1 j=1
( N ) 12
X
k vj k= |vij |2 (16.74)
i=1
y otras.
Definición:
donde las normas en (16.75) son una cualquiera de las posibles normas definidas en !h,⌧ y en
!h .
Teorema.
Se aprecia que, por la forma en que está enunciado, este teorema constituye la condición
suficiente para la estabilidad del esquema en diferencias finitas.
716 José Marı́n Antuña
Demostración:
Aplicando, reiteradamente, la valoración (16.76) que, por hipótesis, se cumple tendremos que:
k vj+1 k (1 + C1 ⌧ ) k vj k +C2 ⌧ k f k (1 + C1 ⌧ )2 k vj 1 k +
+C2 ⌧ k f k {1 + (1 + C1 ⌧ )} ... (1 + C1 ⌧ )j k v0 k +
+C2 ⌧ k f k ·{1 + (1 + C1 ⌧ ) + ... + (1 + C1 ⌧ )j }
(1 + C1 ⌧ )j k ' k +C2 ⌧ k f k (1 + C1 ⌧ )j (16.77)
Demostrado el teorema.
Introduzcamos la notación
a2 ⌧
= (16.80)
h
Entonces:
Entonces:
y, por consiguiente:
k vj k ⌧ k f k vi,j+1 k vj k +⌧ k f k
Es decir, finalmente:
De (16.89) obtenemos:
k vj+1 k (1 2 ) k vj k +2 k vj k +⌧ k f k (16.91)
de donde:
o sea:
y, como q = 4 1 > 1, el error crece con la rapidez de una progresión geométrica, lo que
demuestra la afirmación.
Sea Lx,t u = f cierta ecuación diferencial y Lh,⌧ vij = fij su aproximación en diferencias finitas,
llamada también su análogo. Analicemos la diferencia:
donde uij = u(xi , tj ) ⌘ u(x, t)|!h,⌧ ; es decir, la solución de la ecuación diferencial evaluada en
los nudos de la red.
La magnitud zij definida por (16.96) se denomina exactitud del esquema en diferencias finitas
y la pregunta de rigor es si tenderá zij a cero para h y ⌧ tendientes a cero; en otras palabras,
si convergirá la sucesión de soluciones del esquema de diferencias finitas {vij }h⌧ a la solución
exacta u(x, t) de la ecuación diferencial en la sucesión de redes !h,⌧ , cuando h, ⌧ ! 0.
k z k= O(⌧ k + hp ) (16.97)
entonces, se dice que el esquema tiene una exactitud de orden k respecto a ⌧ y de orden p
respecto a h.
De la valoración (16.97) está claro que para ⌧ ! 0 y h ! 0 tiene lugar la convergencia del
esquema en diferencias finitas.
Método de Diferencias Finitas 719
Veamos cómo obtener la valoración (16.97). Frecuentemente aquı́ se utiliza el resultado del
siguiente teorema:
Teorema.
Para los problemas lineales en diferencias finitas, de la estabilidad respecto a la parte derecha y
del error de la aproximación se desprende su convergencia uniforme con un orden de exactitud
que coincide con el orden del error de la aproximación.
Demostración:
es decir, igual criterio de linealidad que para el operador diferencial Lx,t . Supongamos que el
esquema Lh,⌧ tiene un orden de error de aproximación:
donde uij = u(x, t)|!h,⌧ y u(x, t) es la solución exacta del problema Lx,t u = f .
Sea vij la solución del problema en diferencias finitas Lh,⌧ vij = fij . Entonces:
Lh,⌧ zij = Lh,⌧ vij Lh,⌧ uij = Lh,⌧ vij fij (Lh,⌧ uij fij ) (16.100)
pero
de donde se desprende la convergencia del esquema en diferencias finitas con el orden de error
de la aproximación.
Demostrado el teorema.
Por consiguiente, podemos concluir que los esquemas implı́cito y explı́cito estudiados por
nosotros convergen para ⌧ ! 0 y h ! 0 a la solución exacta del problema diferencial (en
el caso del esquema explı́cito, bajo la condición de que < 1/2).
720 José Marı́n Antuña
El esquema permite efectuar los cálculos sucesivos en la capa j + 1, si se conocen los valores en
la capa j.
Por consiguiente, no hay nada que hacer, el propio esquema permite hallar la solución mediante
la aplicación directa de las fórmulas.
Veamos, a continuación, el esquema implı́cito; es decir, cuando = 1. Este puede ser escrito
de la siguiente forma:
Supongamos que son conocidos los valores en la capa j; se necesita calcular los valores en la
capa j + 1.
Para resolver este sistema existe un método universal conocido con el nombre de Método de
corrido. Desarrollemos la esencia de dicho método.
Consideremos el sistema
Ai y i 1 Ci yi + Bi yi+1 = Fi
y0 = ↵y1 + (16.105)
yN = y N 1 +
En el sistema (16.105) hemos puesto una generalización de las condiciones de frontera; en él,
además, i = 1, 2, ...N 1.
1. Ai , Bi , Ci > 0.
Método de Diferencias Finitas 721
2. Ci Ai + Bi .
3. 0 ↵ 1, 0 1.
yi 1 = ↵i yi + i (16.106)
con i = 1, 2, ..., N y ↵i y i son los llamados coeficientes de corrido que deben ser hallados.
Ai (↵i yi + i) Ci yi + Bi yi+1 = Fi
es decir:
Agrupando, obtenemos:
Para que la igualdad a cero en (16.108) se cumpla, exigimos que los corchetes sean iguales a
cero; entonces, como resultado, obtenemos:
Bi
↵i+1 = (16.109)
Ci ↵i Ai
Ai i + Fi
i+1 = (16.110)
Ci ↵i Ai
Estas relaciones permiten hallar los coeficientes de corrido, ya que de la primera condición de
frontera del problema (16.105), teniendo en cuenta (16.106), tenemos que:
↵1 = ↵, 1 = (16.111)
722 José Marı́n Antuña
yN = y N 1 + (16.112)
yN 1 = ↵N yN + N
se obtiene:
N +
yN = (16.113)
1 ↵N
A continuación, conocidos los coeficientes de corrido y yN , por las fórmulas (16.106) hallamos
el conjunto de los demás valores de yi .
Demostremos, por último, que 0 ↵i 1, lo que garantiza la estabilidad del corrido (es decir,
el no aumento de los errores). Para ↵1 tenemos, obviamente, que
0 ↵1 = ↵ 1 (16.114)
Bi Bi Bi
↵i+1 = = 1 (16.115)
Ci ↵i Ai Ai + Bi ↵i Ai Bi + (1 ↵i Ai )
ya que 0 ↵i 1. Por consiguiente, por inducción completa, queda demostrado que todos
los coeficientes ↵i cumplen la relación requerida, lo que garantiza la estabilidad del método de
corrido.
Con lo anteriormente expuesto concluimos esta introducción a los métodos de diferencias finitas.
Debemos recalcar que, ni con mucho, hemos agotado el tema. Los métodos de diferencias finitas
pueden ser aplicados con igual éxito a las ecuaciones hiperbólicas y también a ecuaciones de
cualquier tipo con coeficientes variables.
En esto último radica la mayor utilidad del método, pues si, en ocasiones, resulta difı́cil obtener
soluciones analı́ticas de problemas con coeficientes constantes, dicha dificultad es mucho mayor
en el caso de ecuaciones con coeficientes variables.
Los métodos de diferencias finitas aquı́ estudiados pueden extenderse, también, al caso de varias
variables espaciales. En este sentido, la complejidad radica en que la red será multidimensional
y, por tanto, los sistemas de ecuaciones a resolver, más complicados. En esos casos cobra mayor
importancia aún la búsqueda de algoritmos que tengan órdenes de aproximación grandes, de
manera que la solución numérica en computadoras se realice con la mayor rapidez posible.
Método de Diferencias Finitas 723
Como expresamos arriba, el lector interesado puede referirse a la literatura especializada que
sobre este tema existe.
724 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 17
En el presente capı́tulo veremos algunas ideas generales relacionadas con la solución de ciertos
casos de ecuaciones no lineales que aparecen al resolver problemas de la Fı́sica, sin intentar con
ello abarcar el universo de problemas y de métodos de solución de tales problemas y ecuaciones.
Una visión más abarcadora y profunda requiere la lectura de literatura especializada sobre este
importante tema. Nos limitaremos, por lo tanto, a presentar algunas de las ecuaciones no
lineales más importantes en el desarrollo de problemas de la Fı́sica Matemática.
En 1895 Korteweg y de Vries mostraron que las ondas superficiales en aguas someras se descri-
bı́an con una ecuación diferencial en derivadas parciales esencialmente no lineal. Este no era
un fenómeno nuevo, pues en épocas tan tempranas como 1847 Stokes mostró que las ondas de
superficie en aguas profundas podı́an tener carácter no lineal. Las dificultades para la búsqueda
de soluciones de tales ecuaciones siempre condujo al intento de intentar aproximaciones lineales
a los fenómenos estudiados, siempre que fı́sicamente ello fuera factible. El empleo de métodos
numéricos para la solución de problemas descritos con ecuaciones no lineales fue desde épocas
tempranas el recurso más recurrido por investigadores de dichos procesos en la Hidrodinámica,
la Geofı́sica, la Meteorologı́a y los fenómenos dewcritos en medios continuos en general.
Uno de los logros notables de la teorı́a de ondas no lineales en dispersión fue el descubrimiento
en 1967 de un método exacto de integración de la ecuación de Korteweg-de Vries por un grupo
de fı́sicos norteamericanos (Krustal, Gardner, Green, Miura: Methods for solving the Korteweg-
de Vries equation. Phys. Rev. Lett. 1967, 19, pp. 1095-1097). Lo notable del procedimiento
hallado fue que para integrar la ecuación no lineal, resulta necesario resolver en secuencia dos
problemas lineales: uno para una ecuación diferencial y el otro para una ecuación integral. El
descubrimiento de este método, llamado método del problema inverso, atrajo la atención
725
726 José Marı́n Antuña
A continuación desarrollaremos los aspectos fundamentales del método del problema inverso
para la ecuación de Korteweg-de Vries y el popular concepto de solitón.
La ecuación de KdV se obtiene al describir de forma aproximada las ondas largas no lineales
en aguas someras. Esta ecuación es:
✓ ◆
3 h2
⌘t + c 0 1+ ⌘ ⌘x + 0 c0 ⌘xxx = 0 (17.1)
2h0 6
p
En ella h0 es la profundidad del fluido, c0 = gh0 es la velocidad de las ondas largas en aguas
someras y g la aceleración de la gravedad. ⌘ = ⌘(x, t) es la forma de la superficie libre del
fluido.
Llevaremos la ecuación (17.1) a la llamada forma canónica. Parta ello, introduzcamos una
nueva variable dependiente u según la ley
⌘ = Au + B
x t
,
x0 t0
que de nuevo representaremos por x y t (es decir: tvieja = t0 tnueva ; xvieja = x0 xnueva ). Aquı́
tomamos
h0 h0 2 4h0
t0 = ; x0 = p ; B= h0 ; A = p
c0 3
t 3 3
t
Tenemos entonces:
Por lo tanto, tras sencillas operaciones se obtiene la llamada forma canónica de la ecuación
de KdV que, como se observa, además de ser una ecuación no lineal, es de tercer orden:
ut 6u ux + uxxx = 0 (17.2)
La ecuación de KdV (17.2) tiene un grupo de propiedades formidables, una de las cuales es que
ella tiene un número infinito de leyes de conservación, o sea, de integrales de movimiento. Para
deducir esas leyes, usemos la llamada transformación de Gardner-Miura
✓ ◆
@ 2
1+" + 2" w R[w] = 0 (17.4)
@x
donde
llamada ecuación de Gardner. Ello implica por (17.4) que la función u definida según (17.3)
satisface la ecuación de KdV (17.2). Es decir, si u es solución de (17.2), entonces w es solución
de (17.4) y viceversa, si w es solución de la ecuación de Gardner (17.6), entonces u dada por
(17.3) es solución de la ecuación de KdV (17.2).
La función u como solución de la ecuación de KdV no depende de " y, por lo tanto, la solución
formal (17.3) ası́ como la de la ecuación para w en forma de una serie de potencias de " tiene
la forma
1
X
w= "n wn [u] (17.7)
n=0
728 José Marı́n Antuña
Colocando la serie (17.7) en la ecuación (17.4) e igualando los coeficientes de iguales potencias
de " podemos corroborar que todas las funciones wn satisfacen la ecuación de Gardner que
reescribiremos en la forma siguiente:
@ @ @2
wn + 3wn2 2"2 wn3 + wn = 0 (17.8)
@t @x @x2
Z 1
d
wn [u]dx = 0
dt 1
Z 1
In = wn [u]dx = const.
1
para todo número n = 1, 2, ... Ası́ pues, existe un número infinito de integrales de movimiento
In para la ecuación de Korteweg-de Vries. Las primeras no triviales de ellas tienen la forma
Z 1 Z 1
I0 = u(x, t)dx, I2 = u2 (x, t)dx,
1 inf ty
Z 1
1
I4 = u3 + u2x dx, ...
1 2
Además, la presencia de las leyes de conservación mencionadas resulta ser una propiedad muy
útil empleable con frecuencia para el control de los cálculos numéricos durante la solución de
la ecuación de KdV encomputadoras.
Métodos de solución de ecuaciones no lineales 729
Veremos cómo resolver la eacuación de KdV a partir de las ideas desarrolladas por Kruskal,
Gardner, Green y Miura. El método de integración que ellos desarrollaron consoste en lo
siguiente. Ellos notaron que con la ecuación de KdV está estrechamente ligada la ecuación
diferencial
que es la ecuación estacionaria de Schrodinger con potencial u(x, t) que es una función que
depende de t como parámetro y es un parámetro numérico. Veamos algunas cuestiones
teóricas generales necesarias para el desarrollo de lo que posteriormente veremos.
Z 1
max (1 + |x|)|f (x)|dx < 1
0tT 1
Segundo problema: Hallar para 0 las soluciones acotadas de (17.9) que se comporten
de la siguiente manera:
donde k 2 = y las funciones a(x, t) y b(x, t) deben ser obtenidas. Desde el punto de vista
fı́sico ambos problemas pueden interpretarse de la forma siguiente: Sobre la base de la teorı́a
de los problemas de Sturm-Liouville en la Mecánica Cuántica, el primero de los problemas
como el de hallar los autovalores (los niveles de energı́a cuánticos) de los llamados estados
ligados definidos por las funciones de onda (x, t) normadas a la unidad en L2 (R1 ). El segundo
problema, como el de la dispersión de una onda plana de amplitud unitaria en el potencial
u(x, t). Los coeficientes b(k, t) y a(k, t) se interpretan entonces como los coeficientes de reflexión
y de trasmisión respectivamente, debiendo cumplirse que |a(k, t)|2 + |b(k, t)|2 = 1, expresión
que refleja la ley de conservación de la energı́a en la dispersión.
El primer problema para (17.9) puede tener solución solamente para < 0, de manera que
dichas soluciones tienen para x ! 1 un comportamiento asintótico del tipo m (x, t) ⇠
730 José Marı́n Antuña
cm (t)e m x donde m = 2m son los autovalores. Por consiguiente, para las autofunciones
1
m normadas a la unidad en L2 (R ) correspondientes a los autovalores m = 2m , los coefi-
cientes cm (t) pueden definirse como
( t)x
cm (t) = lim me
x!1
Supongamos ahora resueltos ambos problemas para la ecuación (17.9) de manera que estén
definidos los conjuntos {m , cm } y {a(k, t), b(k, t)}. Estos conjuntos se llaman datos de la
dispersión para el potencial u(x, t). La búsqueda de estos conjuntos para el potencial
u(x, t) dado constituye el problema directo de dispersión.
Supongamos ahora conocido el conjunto {m , cm }, {a(k, t), b(k, t)} que constituye los datos de
la dispersión para cierto potencial u(x, t). Planteemos el problema de buscar el potencial u(x, t)
a partir de dichos datos. Este problema se conoce con el nombre de problema inverso de
dispersión.
Resulta que los datos de la dispersión son suficientes completamente para la determinación
unı́voca del potencial. El procedimiento para obtenerlo es como sigue. Con los datos de la
dispersión se construye la función
n
X Z 1
1
B(x, t) = c2m (t)e m x + b(k, t)eikx dk (17.11)
m=1
2⇡ 1
Z 1
K(x, y, t) + B(x + y, t) + B(y + z, t)K(x, z, t)dz = 0 (17.12)
x
d
u(x, t) = 2 K(x, x, t) (17.13)
dx
para determinar la función u(x, t) que es el potencial buscado y, por tanto, la solución del
problema inverso de dispersión.
Diremos que la solución del problema de Cauchy (17.14) es decreciente rápidamente si la función
u(x, t) y todas sus derivadas respecto a x hasta el tercer orden inclusive son funciones decre-
cientes rápidamente. La posibilidad de usar el problema inverso de dispersión para construir
soluciones decrecientes rápidamente de (17.14) se basa en los dos teoremas siguientes:
Teorema 1
Teorema 2
3
cm (t) = cm (0)e4m t , 2m = m, (a)
8ik3 t 2
b(k, t) = b(k, 0)e , k = > 0, (b) (17.15)
a(k, t) = a(k, 0), (c)
Supongamos demostrados ambos teoremas. Veamos sus consecuencias. Sea u(x, t) solución
decreciente rápidamente del problema (17.14) con u0 (x) decreciente rápidamente. Entonces,
los datos de la dispersión para esta función vista como potencial en (17.9) están relacionados
con los datos de la dispersión para el potencial u0 (x) ⌘ u(x, 0) por las fórmulas (17.15). Por lo
tanto, conociendo los datos de la dispersión para u0 (x) y construyendo y resolviendo la ecuación
(17.12) se puede hallar la función u(x, t).
Ası́ pues, llegamos al esquema siguiente para buscar soluciones de (17.14) decrecientes rápida-
mente:
Se analiza la ecuación
xx +[ u0 (x)] = 0
Se determinan los datos de la dispersión {m , cm (0)} y {a(k, 0), b(k, 0)} para la condición inicial
u(x, 0) = u0 (x).
A partir de aquı́, con las fórmulas (17.15) se hallan cm (t) y bm (k, t) y con ellas se construye el
núcleo
732 José Marı́n Antuña
n
X Z 1
3 1 3 t+ikx)
B(x, t) = c2m (0)e(8m t m x) + b(k, 0)e(i8k dk (17.16)
m=1
2⇡ 1
Entonces se resuelve la ecuación integral (17.12) con el núcleo (17.16) y con la fórmula (17.13) se
determina la solución u(x, t) del problema de Cauchy (17.14) para la ecuación de Korteweg-de
Vries.
Ası́ pues, la integración de KdV con condición u(x, 0) = u0 (x) en la clase de funciones de-
crecientes rápidamente se reduce a la solución en secuencia de dos problemas lineales (¡!): un
problema directo de dispersión para el potencial u0 (x) y la ecuación (17.12) con núcleo (17.16).
17.1.4 Solitones
Veamos el caso más simple de construcción de la solución del problema de Cauchy (17.14) para
la ecuación de KdV basados en el método arriba visto del problema inverso. Sea
Métodos de solución de ecuaciones no lineales 733
2
u0 (x) =
cosh2 x
2
xx + + =0
cosh2 x
B(x, t) = 2e(8t x)
Z 1
(8t x y) (8t y)
K(x, y, t) + 2e + 2e K(x, z, t)e z dz = 0 (17.17)
x
Propongamos la solución como K(x, y, t) = L(x, t)e y . Colocando en (17.17) se obtiene, después
de simplicar
L + 2e(8t x)
+ e8t Le 2x
=0
2ex
L(x, t) =
1 + e(2x 8t)
y por lo tanto
2e(x y)
K(x, y, t) =
1 + e(2x 8t)
2
u(x, t) = 2 (17.18)
cosh (x 4t)
La expresión (17.18) es la solución del problema de Cauchy (17.14) con condición inicial dada
por la figura 17.1. Esta solución es un caso particular de una solución más general de la ecuación
de KdV que es (es una familia de soluciones):
734 José Marı́n Antuña
1 2 1
u(x, t) = ↵ 2
⇥1 ↵3 t
⇤ (17.19)
2 cosh 2 ↵(x x0 ) 2
que se conocen con el nombre se solitones. Son ondas viajeras de forma constante y velocidad
directamente proporcional a la amplitud de la solución.
Veamos cualitativamente el carácter de la interacción de tales ondas solitones. Sean dos solu-
ciones uj = uj (x, t, ↵j , x0j ) con j = 1, 2 de la forma (17.19) que están lejos una de otra, o sea,
que x02 x01 > 0 para fijar ideas y grande. Sea también ↵1 > ↵2 . Entonces estos dos solitones
prácticamente no interactúan y se propagan independientemente uno del otro. Sin embargo,
con el tiempo, el solitón u1 con mayor velocidad ↵12 de propagación alcanza al solitón u2 y tiene
lugar una interacción no lineal entre ellos.
Resulta notable que, después de esa interacción, los solitones u1 y u2 se separan sin cambios en
su forma y el solitón u1 se moverá en lo adelante delante del solitón u2 .
El único resultado de la interacción es que ambos solitones reciben un ”salto de fase” o sea, las
magnitudes x0j reciben un incremento x0j de manera que x01 > 0 y x02 < 0. Es decir,
el solitón u1 ”salta” hacia delante (a la derecha) en x01 y el solitón u2 recibe un ”rechazo”
hacia atrás en la magnitud x02 .
En relación con lo discutido, intentaremos dar una definición de solitón como sigue: Llamaremos
solitones a aquellas soluciones de ecuaciones no lineales que tienen forma de ondas viajeras
compactas que interactúan de forma tal que después de la interacción mantienen invariante su
forma y sólo reciben un incremento en sus fases. Se invita al lector a intentar una graficación
de estas ondas y de su interacción con el uso de las técnicas computacionales a su alcance.
Ecuación de Whitham
Z 1
ut + u ux + K(x s)us (s, t)ds = 0 (17.20)
1
que describe ondas lineales con dispersión arbitraria. Bajo determinadas consideraciones y
formas concretas del núcleo K(x s) describe procesos fı́sicos reales y puede ser deducida de
leyes fı́sicas generales. Es una ecuación muy rica desde el punto de vista de la teorı́a de las
ondas no lineales. La profundización de su estudio y del alcance de sus aplicaciones puede verse
en la literatura especializada. Aquı́ solamente mostraremos algunos casos particulares. Sea el
núcleo de la ecuación de Witham de la forma
⇡ ⌫|x|
K0 (x) = e (17.21)
4
donde ⌫ = ⇡2 . Este núcleo con exactitud de un factor es la función de Green del operador
Dx2 ⌫ 2 en toda la recta R1 y se cumple que
Z 1
K̂v = K(x s)v(s)ds
1
@
con el núcleo K0 (x). Aquı́ Dx = @x
.
Las soluciones de la ecuación (17.20) pueden buscarse bajo la suposición de varias condiciones;
a saber:
1. Buscaremos soluciones que junto con sus primeras derivadas decrezcan en el infinito de
manera ”suficientemente rápida”. El grado de tal decrecimiento llamado ”suficientemente
rápido” se comprenderá más adelante.
tiene un núcleo par, es decir K( x) = K(x). Esto ocurre cuando la velocidad de fase
!
c(k) = |k| es una función par del número de onda k. Se puede verificar que en este caso
el operador K̂ es simétrico en L2 (R1 ), es decir
736 José Marı́n Antuña
Dx K̂ = K̂Dx
A partir de las propiedades arriba enunciadas, la ecuación de Whitham (17.20) puede escribirse
en forma de la la ley local de conservación:
@u @ u2
+ + K̂u = 0 (17.23)
@t @x 2
1 2
cu u + A = K̂0 u (17.24)
2
✓ ◆
1 2
(Dx2 2
⌫ ) cu u ⌫ 2A = ⌫ 2u
2
Multipliquemos esta última igualdad por Dx (cu u2 /2) = (c u)u0 e integremos; obtenemos
"✓ ◆2 # ✓ ◆
u2 u 3
u2
(c u)2 u2x =⌫ 2
cu 2
cu + 2 2
+ 2⌫ A cu +B
2 3 2
donde B es otra constante de integración. Para obtener soluciones del tipo de ondas solitarias
supongamos A = B = 0 y escribamos
✓ ◆
u2 2
(c u)2 u2x =⌫ u 2 2
c u + c2 c (17.25)
4 3
La forma (17.25) de escribir nuestra ecuación es muy cómoda para hacer un análisis cualitativo
de sus soluciones con ayuda del plano de fase (u, ux ). Sin embargo, aquı́ haremos un estudio
Métodos de solución de ecuaciones no lineales 737
✓ ◆ r ✓ ◆ r
2 4 c 2 4 c
u0 = 2 c 2 , u1 = 2 c +2
3 9 3 3 9 3
✓ ◆2
2 dx (c u)2
⌫ = ⇥ u2 2
⇤ = f 2 (u) (17.27)
du u2 4
c 3
u + c2 c
Z u
'(u) = f (⇠)d⇠
u0
Aquı́ no buscaremos una forma explı́cita para '(u), sino que nos limitaremos solamente al
análisis cualitativo de la solución, lo que resulta suficiente para nuestros propósitos.
Del análisis de la parte derecha de (17.27) se observa que, bajo la suposición de (17.26), la
dx
derivada du siempre tiene signo definido y para u ! 0+ y para u ! u0 tiende a +1
y a 1, respectivamente. Sabiendo esto, podemos representar cualitativamente la función
(x x0 )2 = '2 (u) como se muestra en la figura 17.2 (a) y como consecuencia de ello, usando
la relación conocida entre el gráfico de una función y el de su inversa, podemos representar la
función u = u(x) como aparece en la figura 17.2 (b).
Uno de los efectos más interesantes que se observan en la teorı́a de ondas no lineales en el agua
es la existencia de una amplitud lı́mite para las ondas viajeras estabilizadas, ya sean periódicas
o solitarias. La esencia de este efecto consiste en que la amplitud de la onda estabilizada no
puede ser mayor que cierta magnitud máxima. Y ocurre que la cresta de la onda con amplitud
lı́mite se hace aguda en su punto superior y tiene la forma de un pico simétrico. Este fenómeno
738 José Marı́n Antuña
fue predicho teóricamente por primera vez por Stokes. Stokes calculó el ángulo de agudeza que
resultó igual a 120 grados para las ondas estabilizadas en una profundidad infinita. ¿Existe este
fenómeno para las ondas descritas por la ecuación de Whitham? Para núcleos K(x) de tipo
general la respuesta es bien difı́cil, pero para el núcleo especı́fico estudiado arriba es sencilla.
✓ ◆2 4 2
2 dx 3
u
⌫ = 2
du ( 4
u)
u2 3 4
O sea
1
A propósito, esta dependencia es también un efecto tı́pico no lineal.
Métodos de solución de ecuaciones no lineales 739
✓ ◆2
2 dx 4
⌫ = (17.28)
du u2
4
En el intervalo 0 < u 3
esta ecuación se integra fácilmente y ello da
⌫
|x x0 | 4 ⇡|x x0 |
u(x) = u0 e 2 = e 4
3
4 ⇡
|x x0 4
|
t
u(x, t) = e 4 3
3
Esta función describe una onda de amplitud lı́mite con perfil agudo en el vértice de la onda (ver
figura 17.2 (c)). En el caso que aquı́ analizamos el ángulo de agudeza ' = 2 arctan ⇡3 ⇡ 930 . No
resulta esperable que la ecuación de Whitham con K(x) arbitrario nos dé un ángulo de agudeza
igual a los 120 grados de Stokes, pero el resultado principal aquı́ obtenido es que la ecuación
modelo de Whitham es capaz de describir ese efecto no lineal sutil de la existencia de ondas
estabilizadas solitarias de amplitud lı́mite y de su agudización en la cresta de la onda.
Todos los que han estado a la orilla del mar han observado el proceso de avance de las olas
desde el mar abierto hacia la orilla. Sin dudas, se pueden destacar tres etapas principales de
la evolución de las olas al acercarse a la orilla. Lejos de la orilla en donde la profundidad es
grande, las olas tienen un carácter suave; esta etapa será llamada etapa de las olas suaves. Al
acercarse a la orilla, cuando la profundidad es comparativamente menor, las olas aumentan su
amplitud, alcanzan su amplitud lı́mite y se agudizan en su vértice. En esta segunda etapa estas
olas serán llamadas olas de amplitud lı́mite. Al alcanzar las aguas someras, las olas de amplitud
lı́mite comienzan a destruirse, plegándose hacia adelante en su movimiento. Esta etapa será
llamada etapa de destrucción de las olas. Las etapas arriba descritas de evolución de las olas
se ven dibujadas esquemáticamente en la figura 17.3
r Z 1
3 g
⌘t + c 0 ⌘x + ⌘⌘x + Kh (x s)⌘s (s, t)ds = 0 (17.29)
2 h 1
740 José Marı́n Antuña
que se propone usar para describir las olas en aguas someras junto a la orilla. Esta ecuación
ha sido construida de la forma siguiente. Los
p términos diferenciales se toman iguales a los de
la ecuación de Korteweg-de Vries con c0 = gh donde g y h son la aceleración de la gravedad
y la profundidad del lı́quido, respectivamente. El núcleo del término integral se define por la
igualdad
Z r
1
1 g tanh(kh) ikx
Kh (x) = e dk (17.30)
2⇡ 1 k
q
donde c(k) = g tanh(kh)
k
es la velocidad de fase que responde a la relación de dispersión para
ondas en la superficie de un lı́quido de masa grande y de profundidad h. Con el cambio de
variables
s s
2 h 2 h
⌘= u c0
3 g 3 g
Métodos de solución de ecuaciones no lineales 741
la ecuación (17.29) se convierte en una ecuación de Whitham del tipo (17.20) y, por lo tanto,
todos los resultados obtenidos antes para esa ecuación tienen validez para la ecuación (17.29).
r
g ⇣x⌘
Kh (x) = D (17.31)
h h
donde
Z s
1
1 tanh µ iµz
D(z) = e dµ
2⇡ 1 µ
✓ ◆ 1
1 2 2
⇡ z2
D(z) ⇠ ⇡ z e
2
para z ! 1.
Supongamos que la orilla hacia la que viajan las olas es suave en el sentido de que a la distancia
de varias longitudes de onda la profundidad no varia de manera sustancial de forma que puede
considerarse constante. Es decir, a distancias d caracterı́sticas para olas de una etapa dada de
su evolución la profundidad del lı́quido varı́a poco. O sea, dh ⌧ 1.
Las consideraciones arriba realizadas permiten un análisis de las diferentes etapas de las olas
acercándose a la orilla. En la etapa de profundidad grande las olas avanzando desde el mar
abierto son olas viajeras suaves periódicas que se describen bien con la ecuación de Whitham. El
término no lineal en este caso juega solo el papel de factor que controla los efectos dispersivos
sin permitir a las ondas desperdigarse a causa de las diferentes velocidades de fase de las
componentes armónicas.
Al pasar a profundidades menores, las crestas traseras de las olas se encuentran a una profun-
didad mayor por lo q que tienen velocidades mayores de propagación, lo que se desprende de que
p
c0 = gh y c(k) = g tanh(kh)k
y comienzan a alcanzar a las crestas delanteras. Como resultado
de ello, ocurre una disminución del periodo de las olas. Sin embargo, la energı́a de las olas para
una longitud de onda permanece sin variar en virtud de la ausencia de disipación de la energı́a
(o de una disipación no significativa), lo que conduce a una aumento de la amplitud de las olas.
Las amplitudes de las olas crecen solo hasta cierta amplitud lı́mite y las olas se convierten en
olas de amplitud lı́mite y se agudizan en su vértice superior. El efecto de la no linealidad se
manifiesta aquı́ en la acotación de la ampltud máxima posible. Ası́ se llega a la etapa de las olas
de amplitud lı́mite. Como vemos, esta etapa también se describe con la ecuación de Whitham.
742 José Marı́n Antuña
Las olas de amplitud lı́mite al pasar a las aguas someras comienzan a deformarse volteándose
sobre sı́ mismas y se destruyen. La causa de este fenómeno puede entenderse fácilmente con
ayuda del análisis de la ecuación de Whitham. Para profundidades pequeñas (h ! 0) el núcleo
del término integral tiende casi en todos lados a cero, su influencia se hace pequeña al punto
de desaparecer casi y no puede compensar la acción del término no lineal que crece con la
disminución de la profundidad y conduce a la tendencia a la ola a volcarse sobre sı́ misma. En
otras palabras, en esta tercera etapa de evolución de las olas la acción del término integral es
pequeña (lo que está asociado a una débil influencia de la dispersión) y las soluciones de la
ecuación (17.29) se comportan como las de la ecuación
ut + uux = 0 (17.32)
Veamos este caso con detalles, debido a su importancia. La comparación de (17.32) con la
ecuación de Euler o con la de Korteweg-de Vries permite ver que contiene una no linealidad
tı́pica cuadrada como la que aparece habitualmente en las ecuaciones fundamentales de la
Hidrodinámica. Por ello, su estudio es interés metodológico.
u = f (x ut) (17.33)
Es decir
Ası́, si u(x, t)satisface la ecuación (17.32), entonces la función (17.33) también la satisface lo
que teniendo en cuenta la condición inicial del problema planteado para la ecuación (17.32):
u(x, 0) = u0 (x) nos da como solución de tal problema de Cauchy:
Aquı́ no nos ocuparemos del análisis de la relación (17.35) e intentaremos obtener los resultados
necesarios para comprender lo dicho arriba respecto a la destrucción de las olas en las aguas
someras.
dt dx
=
1 u(x, t)
o sea
dx
= u(x, t) (17.36)
dt
que se conoce con el nombre de caracterı́stica de la ecuación (17.32). Sea x = x(t) solución de
la ecuación (17.36). Entonces
d dx
u(x(t), t) = ut + ux = ut + uux |x=x(t) = 0
dt dt
Es decir, u(x(t), t) es constante sobre la curva x = x(t) y por lo tanto, como se desprende de
(17.36), x = x(t) es una lı́nea recta en el plano (x, t) con pendiente u(x(t), t) = u(x(0), 0) =
u0 (0) determinada por la función inicial u0 (⇠), ⇠ = x(0). Para esta recta se puede escribir la
ecuación
t x ⇠
= (17.37)
1 u0 (⇠)
De esta manera, obtenemos una familia uniparamétrica de rectas que dependen del parámetro
⇠ y que tienen la propiedad de que la solución de la ecuación (17.32) sobre estas rectas es
constante. Esto permite a partir de la función inicial u0 (⇠) determinar la función u(x, t) en
cualquier instante de tiempo t. Mostremos cómo esto se hace en la práctica.
Supongamos que la función inicial u0 tiene la forma que se representa en la figura 17.4 (a) y
es igual a cero fuera del intervalo ⇠ 2 [a, b]. Escojamos cierto punto ⇠k 2 [a, b] y construyamos
1
su caracterı́stica ⇠k : x = ⇠k + tu0 (⇠k ) con pendiente tan ' = u0 (⇠ k)
en la figura 17.4 (b). A lo
largo de toda esta caracterı́stica se cumple que u(x, t)| ⇠k = u0 (⇠k ).
Tracemos en la figura 17.4 (b) la recta horizontal t = t1 y veamos el punto de intersección de esta
recta con la caracterı́stica ⇠k . Sea este punto de coordenadas (xk , t1 ). Coloquemos ahora en
el plano (x, u) el punto de coordenadas (xk , u0 (⇠k )). Tras hacer construcciones similares para
los distintos puntos ⇠k 2 [a, b] obtenemos un conjunto de puntos (xk , u0 (⇠k )) que conforman
cierta curva en el plano (x, u) que es el gráfico de la solución u(x, t) de la ecuación (17.32) en
el instante de tiempo t = t1 (ver figura 17.4 (c)). Con la ayuda de este procedimiento podemos
calcular la función u(x, t) en cualquier instante de tiempo.
744 José Marı́n Antuña
Regresemos a la figura 17.4 (b) y notemos que, a partir de cierto instante de tiempo t = tp , es
decir, para todo t > tp , las caracterı́sticas correspondientes a distintos ⇠k comienzan a cortarse
lo que conduce a que, para t > tp el perfil de la solución u(x, t) resulta no unı́voco; o sea, a
un valor de x le pueden corresponder dos o más valores de la función u(x, t) (ver la lı́nea de
puntos en la figura 17.4 (c)). De esta forma, aquı́ nos topamos con el fenómeno llamado de
volteo sobre sı́ mismas de las ondas. Comprender este fenómeno de volteo de las ondas sobre
sı́ mismas resulta fácil, si miramos la expresión (17.35) de la solución de la ecuación (17.32)
dada la condición inicial u(x, 0) = u0 (x). De dicha expresión de la solución se desprende que,
mientras mayor sea la amplitud de un punto, este se desplaza con mayor velocidad. Por esto,
los puntos del vértice de la onda se adelantan en su movimiento a los puntos más bajos de la
onda.
Con el análisis efectuado de la ecuación de Whitham damos fin al estudio de esta importante
ecuación no lineal. A continuación veremos brevemente otras ecuaciones.
En relación con la teorı́a de haces modulados en óptica no lineal, con la investigación de los
llamados ”solitones de la envolvente” para ondas en aguas profundas y con toda una serie de
otros problemas aplicados ha surgido la necesidad de estudiar la siguiente ecuación no lineal
Veamos inicialmente la cuestión de la existencia de solución del tipo de ondas viajeras de forma
especial
donde v(x) es cierta función real. La onda de la forma (17.39) debe interpretarse como una
onda plana modulada con envolvente de la forma v(x).
Como se exige que v(x) sea real, es necesario suponer k = 2c . Introduzcamos la notación
2
↵ = k 2 ! = c4 !; entonces, la ecuación (17.40) se convierte en
v 00 ↵v + ⌫v 3 = 0
⌫ 4
v 02 = A + ↵v 2 v
2
Para el caso de A = 0 y ⌫ y ↵ mayores que cero, obtenemos para la envolvente una solución
del tipo de onda solitaria
r
2↵ 1
v(x) = p
⌫ cosh[ ↵x]
746 José Marı́n Antuña
r ⇣ ⇣ ⌘ ⌘
2↵ i xc c2
↵ t 1
u(x, t) = e 2 4 p (17.41)
⌫ cosh[ ↵(x ct)]
Ecuación seno-Gordon
Otra ecuación importante para las aplicaciones fı́sicas que es factible de ser integrada es la
ecuación seno-Gordon
que, con la ayuda del conocido cambio de variables t = x+y, z = x y y utilizando la invarianza
del segundo diferencial de forma similar a como hicimos en el capı́tulo correspondiente a la
clasificación de las ecuaciones en derivadas parciales de segundo orden, puede ser expresada en
la forma
d2 u sin u
2
= (17.44)
dz 1 c2
que es la ecuación del péndulo matemático. Esta ecuación tiene soluciones de dos tipos:
Tomando el lı́mite para k ! 1 en las fórmulas (17.45) y (17.46) obtenemos una solución singular
de la ecuación (17.44) que se expresa en términos de funciones elementales
z z
±p 0
u(z) = 4 arctan e 1 c2 (17.47)
que comunmente llaman solitón de la ecuación (17.43). Las soluciones del tipo (17.46) y (17.47)
son llamadas con frecuencia fluxones, lo que está relacionado con su significado en la teorı́a
de las transiciones de Josephson.
748 José Marı́n Antuña
Capı́tulo 18
Los conceptos que aquı́ desarrollaremos serán de utilidad, también, para la comprensión del
libro de Ecuaciones Integrales del autor.
El lector interesado en profundizar en los contenidos de esta materia deberá recurrir a la amplia
literatura especializada que sobre el mismo existe.
Definición 1:
749
750 José Marı́n Antuña
z =x+y (18.1)
y= x (18.2)
y si estas operaciones satisfacen los siguientes ocho axiomas:
1. La suma es conmutativa: x + y = y + x
2. La suma es asociativa: x + (y + z) = (x + y) + z
6. El producto es asociativo: ↵( x) = (↵ )x
Como ejemplos de espacios lineales podemos mencionar a todos los espacios vectoriales que se
estudian en los cursos de Algebra Lineal.
Es conveniente destacar en esta definición que los elementos que forman el espacio lineal X aquı́
definido pueden ser de la más diversa naturaleza; por ejemplo, pueden ser números reales, o
números complejos, o vectores -entendidos éstos como un conjunto (finito o infinito) ordenado
de números reales o complejos, o funciones, o vectores funcionales, o matrices, o conjuntos de
matrices, etc.
Es decir, que el concepto de espacio lineal aquı́ abordado es una generalización y una abstracción
de nuestros conceptos habituales de espacio lineal.
Definición 2:
Un espacio lineal X se llama normado, si existe una ley mediante la cual a cada elemento
x 2 X se pone en correpondencia un número no negativo, que representaremos por el sı́mbolo
k x k 0, llamado norma del elemento x, tal que se cumplan los axiomas siguientes:
1. k x k= 0 si y sólo si x = 0.
3. k x + y kk x k + k y k, 8x, y 2 X.
El axioma 3 se conoce con el nombre de desigualdad triangular.
Debemos destacar que la ley que define la norma en un espacio lineal normado puede ser
muy diversa, en dependencia de la naturaleza de los elementos que forman el espacio. A fin de
esclarecer estos conceptos, veamos los principales ejemplos de espacios normados que se utilizan
en la práctica.
n
X
k x k= |xn | (18.6)
k=1
Hasta aquı́ hemos visto ejemplos de espacios de dimensión finita. Veamos otros ejemplos.
1
X
k x k= |xn | (18.8)
k=1
bajo la suposición de que dicha serie converge. Este espacio es una generalización a
dimensión infinita del espacio del ejemplo 4.
752 José Marı́n Antuña
v
u1
uX
k x k= t |xn |2 (18.9)
k=1
9. El espacio c0 de las sucesiones que tienden a cero x = (x1 , x2 , ...) con la norma:
11. El espacio C[a, b] de las funciones x(t) continuas en [a, b] con la norma:
12. El espacio C n [a, b] de las funciones x(t) derivables con derivadas continuas hasta el orden
n en [a, b] con la norma:
n
X
k x k= max |x(k) (t)| (18.14)
t2[a,b]
k=0
13. El espacio M [a, b] de las funciones x(t) acotadas en [a, b] con la norma:
14. El espacio K de las funciones finitas continuas en la recta real, que son iguales a cero
fuera de cierto intervalo propio de cada función, con la norma:
15. El espacio Lp [a, b] de las funciones x(t) continuas en [a, b] con la norma:
⇢Z b
1
p
k x k= |x(t)|p dt (18.17)
a
n
X
k x k= |x(a)| + sup |x(tk ) x(tk 1 )| (18.18)
k=1
donde la cota superior se toma por todas las posibles particiones finitas del segmento
[a, b].
Recordemos que una función x(t) definida en [a, b] se llama función de variación
acotada si existe una constante C tal que, para toda partición del segmento [a, b]:
a = t0 < t1 < t2 < ... < tn = b, se cumple la desigualdad
n
X
|x(tk ) x(tk 1 )| < C (18.19)
k=1
Definición 3:
El espacio lineal X se llama métrico si en él está definida una métrica, es decir, un número
⇢(x, y), donde x, y 2 X, llamado distancia entre estos elementos, que cumple:
1. ⇢(x, y) = ⇢(y, x)
2. ⇢(x, y) > 0 y ⇢(x, y) = 0 si y sólo si x = y
3. ⇢(x, y) < ⇢(x, z) + ⇢(z, y) para x, y, z 2 X
Todo espacio lineal normado puede considerarse métrico si se define la métrica como:
⇢(x, y) =k x yk (18.20)
Veremos aquı́ varias definiciones relacionadas con conjuntos de elementos de un espacio lineal
normado:
Para cualquier elemento x0 del espacio lineal normado X llamaremos bola abierta Vrx0 , cen-
trada en x0 de radio r, al conjunto de elementos x 2 X que cumplen que:
754 José Marı́n Antuña
kx x0 k< r (18.21)
kx x0 k r (18.22)
kx x0 k= r (18.23)
El número
El número
El número
Un conjunto M ⇢ X se llama abierto si, para cualquier elemento x 2 X, existe un r > 0 tal
que Vrx ⇢ M . Es decir, si todos los elementos de M son interiores.
Debemos aclarar que hemos utilizado el término ”punto” de acumulación por la analogı́a que
en estos conceptos existen con las ideas habituales que tenemos en Rn . En lo adelante usaremos
el término ”punto” indistintamente, entendiéndolo como elemento del espacio considerado.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 755
Sean L y M dos subespacios del espacio X tales que todo elemento x 2 X se representa de
forma unı́voca en la forma x = u + v, donde u 2 L y v 2 M . Entonces se dice que X es la
suma directa de L y M , lo que se representa por
X=L M (18.27)
Se llama segmento que una los puntos x, y 2 X al conjunto de puntos del tipo ↵x + y,
con ↵ 0, 0 y ↵ + = 1.
Debemos aclarar este importante concepto. Para ello, veremos la definición de sucesión con-
vergente en un espacio.
Definición:
La sucesión {xn } de los elementos xn 2 X, donde n son números naturales, se llama conver-
gente hacia x0 2 X si, para " > 0, existe una N (") > 0 tal que n > N implica que
xn ! x0 , 8n ! 1 (18.29)
lim xn = x0
n!1
Puede demostrarse la equivalencia de la definición de conjunto siempre denso, dada arriba, con
la siguiente definición utilizada, muy comunmente, por otros autores:
De ambas definiciones de conjunto siempre denso resulta evidente, por ejemplo, que ningún
conjunto acotado en Rn es siempre denso en este espacio.
1. El conjunto de las funciones continuas en [a, b] (o sea, el espacio C[a, b]) es siempre denso
en el espacio L2 [a, b].
2. El conjunto de funciones lineales seccionalmente continuas es siempre denso en C[a, b].
3. El conjunto de los polinomios es siempre denso en C n [a, b].
k x + y k=k x k + k y k
Una aplicación F : X ! Y se llama uniformemente continua si, para " > 0, existe una
f (x )
(") > 0 tal que, para todo x0 2 X y todo x 2 V x0 , se cumple que f (x) 2 V" 0 .
Hasta aquı́, en apretada sı́ntesis, hemos visto los conceptos esenciales de los espacios lineales
normados. Pasaremos al estudio de un tipo de espacio normado de gran importancia.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 757
Definición:
La sucesión {xn } de elementos del espacio lineal normado X se llama fundamental si para
" > 0 existe un N (") > 0 tal que, para todo par de números n, m > N , se cumple que
Teorema.
Demostración:
Efectivamente, si para " > 0 existe N (") > 0 tal que, para n > N , se cumple que
"
k xn x0 k< (18.31)
2
"
k xm x0 k< (18.32)
2
Demostrado el teorema.
Surge, de forma natural, la siguiente pregunta: ¿El recı́proco de esta afirmación es válido?
Ocurre que no siempre es ası́, lo que da pie a la siguiente importante definición.
Definición:
Un espacio lineal normado X se llama completo si toda sucesión fundamental en él converge
a un elemento de dicho espacio.
758 José Marı́n Antuña
Los espacios lineales normados completos se conocen con el nombre de espacios de Banach.
Está claro que, en principio, la norma en un espacio lineal normado puede definirse de forma
diferente, usando distintas leyes; de ahı́ que sea preciso el siguiente concepto.
Definición:
↵ k x k1 k x k2 k x k1 (18.34)
Definición:
Los espacios lineales normados X y Y se llaman isomorfos si sobre todo el espacio X está
definida una aplicación lineal F : X ! Y que realiza el isomorfismo de X y Y como espacios
lineales y es tal que existen dos constantes ↵ > 0 y > 0 tales que, para cualquier x 2 X, se
cumple la desigualdad
Un espacio lineal normado se llama encajado en el espacio lineal normado Y si sobre todo el
espacio X está definida una aplicación F : X ! Y lineal y biunı́voca en el campo de valores y
existe una constante > 0 tal que, para cualquier x 2 X se cumple la desigualdad
Se puede demostrar que todo espacio lineal normado tiene completamiento y que éste es único,
con exactitud hasta una aplicación isométrica que transforma a X en sı́ mismo. La demostración
de esta afirmación puede verse en los cursos especializados de Análisis Funcional y no la abor-
daremos aquı́.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 759
Igualmente, se puede demostrar que si en un espacio de Banach X está dada una sucesión de
bolas V̄rxnn encajadas una en otra, es decir,
V̄rxn+1
n+1
⇢ V̄rxnn , 8rn ! 0, 8n ! 1 (18.37)
entonces, en el espacio X existe un punto único que pertenece, a la vez, a todas las bolas.
Una vez establecidos los conceptos generales de los epı́grafes anteriores, podemos pasar al
estudio de lo que constituye el elemento fundamental de la teorı́a de este capı́tulo.
Definición:
Un espacio lineal real X se llama euclı́deo si a todo par de elementos x,y de dicho espacio
se pone en correspondencia un número real (x, y) llamado producto escalar que cumple los
siguientes axiomas:
2. (x, y) = (y, x)
3
X
(x, y) = xk yk (18.38)
k=1
Por ejemplo, de acuerdo con la definición aquı́ dada, el espacio de todas las funciones reales de
variable real seccionalmente continuas en el intervalo [a, b], con producto escalar definido por
la fórmula
Z b
(x, y) = x(t)y(t)dt (18.39)
a
Es, precisamente, en estos espacios euclı́deos donde se construyen las series de Fourier ya
conocidas por el lector; a este concepto -generalizado- regresaremos más adelante.
Definición:
Un espacio lineal complejo X se llama unitario si a todo par de elementos x,y de dicho
espacio se pone en correspondencia un número (x, y) llamado producto escalar que cumple
los siguientes axiomas:
En esta definición hay una sutileza que es importante esclarecer: La ley que define el producto
escalar correspondiente al espacio unitario tiene que ser construida de forma tal que el producto
(x, x) sea un número real; de lo contrario carecerı́a de sentido el primer axioma, toda vez que los
números complejos no son ordenables. Algunas formas posibles de definir, en las aplicaciones,
este producto escalar en los espacios unitarios que frecuentemente se utilizan son las siguientes:
(x, y) = x · y ⇤ (18.40)
Z b
(x, y) = x(t)y ⇤ (t)dt (18.41)
a
Tanto para los espacios euclı́deos, como para los espacios unitarios aquı́ definidos, se cumple la
llamada desigualdad de Cauchy-Buniakovsky:
( x y, x y) 0 (18.43)
válida por el primer axioma y desarrollémosla con la ayuda de los otros axiomas. Tendremos:
( x y, x y) = ( x, x) ( x, y) (y, x) + (y, y) =
= (x, x) ( x, y) (y, x) + (y, y) =
( x, x)⇤ (x, y) [ (x, y)]⇤ + (y, y) =
= | |2 (x, x) 2Re (x, y) + (y, y)
pues la suma de un número complejo y su conjugado siempre es igual al duplo de la parte real
de dicho número.
Para que esta desigualdad se cumpla, el discriminante del trinomio tiene que cumplir que:
p
k x k= (x, x) (18.44)
Definición:
Recordemos que ésto significa que en él toda sucesión fundamental converge.
1. La linealidad del espacio, con las dos operaciones y los ocho axiomas inherentes a ello.
2. La existencia del producto escalar de dos elementos de dicho espacio, junto con sus cuatro
axiomas.
762 José Marı́n Antuña
3. La completitud del espacio con respecto a la norma definida por la regla (18.44).
De lo visto anteriormente se desprende que, por lo tanto, todo espacio de Hilbert es separable.
Definición:
Se llama ángulo entre dos elementos no nulos x y y de un espacio de Hilbert (o sea, un espacio
euclı́deo o unitario completo) a un número ' entre 0 y ⇡, definido por:
(x, y)
cos ' = (18.45)
k x kk y k
En los espacios de Hilbert, como espacios normados, tiene lugar el concepto de convergencia
fuerte o convergencia en la norma de dicho espacio, que definimos en el epı́grafe 1 (ver fórmula
(18.28) y la definición a ella asociada).
Definición:
Teorema.
Demostración:
Por hipótesis, para " > 0, existe una N (") > 0 tal que n > N implica que
"2
k xn x0 k< (18.47)
kyk
p
|(xn , y) (x0 , y)| ⌘ |(xn x0 , y)| k xn x0 k · k y k < " (18.48)
Demostrado el teorema.
Sin embargo, el recı́proco de este teorema no es cierto. La convergencia débil de una sucesión
no implica su convergencia fuerte.
Definición:
(x, y) = 0 (18.49)
(hi , hj ) = 0, 8i 6= j (18.50)
(hi , hj ) = ij (18.51)
ij = 0, 8i 6= j
= 1, 8i = j
n
X
ak x k = 0 (18.52)
k=1
si y sólo si ak = 0.
Teorema.
k
X
'k = aki hi , 8k = 1, 2, ... (18.53)
i=1
j
X
hj = bji 'i , 8j = 1, 2, ... (18.54)
i=1
Definición:
Se llama serie de Fourier del elemento f respecto al sistema {'k } a la serie de la forma:
1
X
fk 'k (18.56)
k=1
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 765
donde fk son números llamados coeficientes de Fourier del elemento f y que se definen por
la ecuación
n
X
Sn = fk 'k (18.58)
k=1
Consideremos, ahora, a la par de la suma parcial (18.58), una combinación lineal arbitraria de
los primeros n elementos del sistema ortonormal {'k }:
n
X
Ck 'k (18.59)
k=1
Teorema.
De entre todas las sumas de la forma (18.59), la suma parcial enésima (18.58) de f 2 H es la
que tiene la menor desviación respecto a f en la norma del espacio H.
Demostración:
Tenemos que:
n n n
!
X X X
k Ck 'k f k2 = Ck 'k f, Ck 'k f =
k=1 k=1 k=1
n
X Xn n
X Xn
= Ck2 ('k , 'k ) 2 Ck (f, 'k ) + (f, f ) = Ck2 2 Ck fk + k f k2 (18.60)
k=1 k=1 k=1 k=1
n
X n
X n
X
2 2 2
k Ck 'k fk= (Ck fk ) + k f k fk2 (18.61)
k=1 k=1 k=1
766 José Marı́n Antuña
Demostrado el teorema.
Corolario 1.
n
X n
X
k f k2 fk2 k Ck 'k f k2 (18.62)
k=1 k=1
Corolario 2.
Para cualquier f 2 H arbitrario y cualquier sistema ortonormal {'k } se cumple, para toda n,
que:
n
X n
X
k fk 'k f k2 =k f k2 fk2 (18.63)
k=1 k=1
Teorema.
1
X
fk2 k f k2 (18.64)
k=1
Demostración:
n
X
fk2 k f k2 , 8n (18.65)
k=1
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 767
Pero ésto significa que la serie de términos no negativos que figura en (18.64) es convergente,
ya que tiene una sucesión de sumas parciales acotada.
Ya estamos en posesión de los elementos necesarios para abordar las siguientes consideraciones.
Definición 1:
1
X
f= fk 'k (18.66)
k=1
n
X
k fk 'k f k< " (18.67)
k=1
Teorema.
1
X
fk2 =k f k2 (18.68)
k=1
Demostración:
Sea f 2 H un elemento arbitrario de dicho espacio y " > 0 un número arbitrario. Como
el sistema {'k } es cerrado, existirá un conjunto de números C1 , C2 ,..., Cn lo suficientemente
cercanos a f1 , f2 ,..., fn tal que
n
X
k Ck 'k f k2 < " (18.69)
k=1
768 José Marı́n Antuña
n
X
2
kf k fk2 < " (18.70)
k=1
para n lo suficientemente grande. Esto significa que la serie de fk2 converge a k f k2 , es decir,
(18.67).
Demostrado el teorema.
Definición 2:
Un sistema ortonormal {'k }, con 'k 2 H, se llama completo si (f, 'k ) = 0 implica que f ⌘ 0.
Es decir, el sistema se denomina completo si ya él contiene todos los elementos ortogonales
posibles de dicho sistema, de manera que no existe en el espacio H ningún otro elemento que
sea ortogonal a los elementos del sistema {'k }, salvo el elemento nulo.
Teorema.
Demostración:
Sea el sistema ortonormal {'k } cerrado, o sea, que cualquier elemento de H se desarrolla en
serie de Fourier respecto al sistema {'k } y sea f un elemento de H ortogonal a todos los
elementos 'k del sistema. Esto es:
Esto significa que los coeficientes de Fourier del desarrollo de f en serie de Fourier respecto al
sistema {'k } son iguales a cero. Por consiguiente, f ⌘ 0, lo que implica que el sistema {'k } es
completo.
Demostrado el teorema.
Para los espacios euclı́deos o unitarios no cerrados el recı́proco de este teorema no es cierto.
Sin embargo, para los espacios de Hilbert tiene lugar este recı́proco que a continuación veremos.
Teorema.
Demostración:
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 769
Sea {'k } un sistema ortonormal completo de elementos del espacio de Hilbert H. Ello significa
que (f, 'k ) = 0 implica que f ⌘ 0. Debemos demostrar que de esto se deduce que, para
cualquier elemento 2 H, la suma parcial de la serie de Fourier
n
X
Sn = k 'k (18.72)
k=1
donde
k = ( , 'k ) (18.73)
converge al elemento en la norma de H.
1
X
2
k (18.74)
k=1
converge.
Por lo tanto, para " > 0, existe una N (") > 0 tal que, para n, m > N
1
X 1
X
2 2
k <" y k <" (18.75)
k=n+1 k=m+1
m
X
2
k <" (18.76)
k=n+1
m m m
! m
X X X X
2
k Sn Sm k=k k 'k k= k 'k , k 'k = k <" (18.77)
k=n+1 k=n+1 k=n+1 k=n+1
Como el espacio H es completo, ello implica que dicha sucesión converge, o sea, que existe un
elemento 0 2 H tal que
p p
|(Sn , 'k ) ( 0 , 'k )| ⌘ |(Sn 0 , 'k )| k Sn 0 k · k 'k k = k Sn 0 k (18.80)
Esto quiere decir que 0 tiene los mismos coeficientes de Fourier que .
Pero ello significa que el elemento 0 es ortogonal a todos los elementos del sistema {'k }
y, como éste es cerrado por hipótesis, concluimos que 0 ⌘ 0, es decir, ⌘ 0.
Ası́ pues, queda demostrada la convergencia de las sumas parciales de Fourier (18.72) a en
la norma de H, o sea, el sistema {'k } es cerrado.
Demostrado el teorema.
Este teorema, junto con el anterior, permite afirmar que, en un espacio de Hilbert, los conceptos
de sistema ortonormal cerrado y de sistema ortonormal completo son equivalentes.
Definición:
Un sistema ortonormal cerrado (y, por tanto, completo) en un espacio de Hilbert se llama base
ortonormal de dicho espacio.
Es conveniente destacar que, generalmente, los espacios con los que la Fı́sica Matemática y la
Fı́sica Teórica trabajan son espacios euclı́deos o unitarios completos, es decir, de Hilbert. En
ellos, según hemos visto, los conceptos de base cerrada (la serie de Fourier converge) y de base
completa (no existen elementos ortogonales a los elementos de la base no considerados ya en
ella) son equivalentes.
Los espacios de Hilbert más usados en la Fı́sica Matemática y la Fı́sica Teórica son los espacios
l2 y L2 [a, b] (ver ejemplos del epı́grafe 1).
El lector puede comprobar que estos espacios son de Hilbert. En el caso del espacio L2 [a, b], la
norma debe entenderse en el sentido de integral de Lebesgue, para garantizar la completitud
del espacio (ver lo expuesto más adelante, en el punto 5 de este epı́grafe).
Existen otros espacios normados y completos (o sea, de Hilbert) útiles para la Fı́sica Matemá-
tica, entre los cuales mencionaremos, brevemente, los espacios de Lebesgue y de Sóboliev.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 771
Diremos que un conjunto M ⇢ [a, b] tiene medida nula si, para cualquier " > 0, existe un
sistema finito o numerable de segmentos [↵n , n ] tal que
[ X
M⇢ [↵n , n ], ( n ↵n ) < " (18.82)
n n
Si para una sucesión xn (t), con n natural, existe en todo [a, b] -excepto, tal vez, un conjunto de
medida nula- el lı́mite igual a x(t), entonces, se dice que xn (t) converge a x(t) en casi todos
los puntos de [a, b], lo que se representa por
Sea L̃1 [a, b] el espacio de las funciones continuas en [a, b] con la norma:
Z b
k x k= |x(t)|dt (18.84)
a
Una función x(t) se llama integrable según Lebesgue en el segmento [a, b] si existe una
sucesión fundamental en media de funciones continuas xn (t) tal que cumpla con (18.83).
Z b Z b
(L) x(t)dt = lim xn (t)dt (18.85)
a n!1 a
Los elementos del espacio L1 [a, b] son funciones para las cuales
Z b
(L) |x(t)|dt < 1 (18.86)
a
Sea L̃p [a, b] el espacio de las funciones continuas sobre [a, b] con la norma:
Z b
1
p
k x k= |x(t)|p dt (18.87)
a
772 José Marı́n Antuña
El espacio L̃p [a, b] no es completo; su completamiento se denota por Lp [a, b]. Los elementos de
Lp [a, b] son funciones x(t) para las que
Z b
(L) |x(t)|p dt < 1 (18.88)
a
Z b
(x, y) = (L) x(t)y(t)dt (18.89)
a
Sea H̃ 1 [a, b] el espacio de las funciones continuamente diferenciables sobre [a, b] con el producto
escalar
Z b
(x, y) = [x(t)y(t) + x0 (t)y 0 (t)]dt (18.90)
a
Los elementos que, al completar el espacio H̃ 1 [a, b], se le unen, pueden ser identificados como
funciones x(t) del espacio L2 [a, b] que tienen derivadas generalizadas x0 (t) (ver libro de
Teorı́a de Funciones Generalizadas del autor).
Es posible demostrar que el espacio de Sóboliev H 1 [a, b] está encajado en el espacio C[a, b].
Según vimos en el punto 4, en un espacio de Hilbert, todo sistema ortogonal cerrado es completo
y viceversa.
Para un espacio euclı́deo no completo esta afirmación no es válida. El siguiente ejemplo ilustrará
este hecho.
Z ⇡
(f, g) = f (x)g(x)dx (18.91)
⇡
El espacio definido no es completo. Para convencernos de ello basta tomar una función sec-
cionalmente continua en [ ⇡, ⇡] f0 (x).
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 773
Sin embargo, su lı́mite en L2 [ ⇡, ⇡], es decir, la función f0 (x), no pertenece a C 0 . Ası́, efecti-
vamente, C 0 no es completo (y, por tanto, no es un espacio de Hilbert).
Veremos que podemos construir en L2 [ ⇡, ⇡] un sistema ortonormal cerrado '0 , '1 , '2 ,..., 'n ,...
tal que '0 (x) sea discontinua en [ ⇡, ⇡] y el resto de las 'n (x) (n = 1, 2, ...) sean continuas en
él.
Demostremos que en C 0 podemos construir el sistema ortonormal '1 , '2 ,..., 'n ,... cerrado,
pero no completo.
r
2
'2n 1 (x) = sin nx, 8 ⇡ x 0 (18.93)
⇡
= 0, 80 x ⇡
1
'2n (x) = p cos nx (18.94)
⇡
Nótese que la función '0 (x) es discontinua en [ ⇡, ⇡], en tanto que 'n (x), n = 1, 2, ... son
continuas en ese intervalo.
Veamos, ahora, el sistema {'n (x)} con n = 1, 2, ... en el espacio C 0 . Este es un sistema continuo
ortonormal.
Demostraremos que este sistema es cerrado, pero que, sin embargo, no es completo.
( , '0 ) 6= 0 (18.96)
La única forma de que esto tenga sentido es que ⌘ 0 y que, por lo tanto, (18.96) no sea
cierto, sino que ( , '0 ) = 0, pues ⌘ 0.
Este resultado, teniendo en cuenta (18.95), demuestra que el sistema '1 (x), '2 (x), ..., 'n (x), ...
es cerrado en C 0 .
Para demostrar que este sistema, sin embargo, no es completo en C 0 , tomemos los polinomios
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 775
n
X
P = ak ' k (18.102)
k=1
con coeficientes ak totalmente arbitrarios. Teniendo en cuenta la ortonormalidad de '0 (x) con
'k (x) para k = 1, 2, ..., y (18.102), resulta obvio que
p p
k '0 P k= ('0 P, '0 P) = k ' 0 k2 + k P k2 1 (18.103)
Pero, como el conjunto de las funciones continuas es completo en L2 [ ⇡, ⇡], para '0 (x) existirá
una función continua f (x) tal que
1
k '0 f k< (18.104)
2
1
kf P k⌘k '0 P f '0 k k '0 P k kf '0 k> (18.105)
2
Esto significa que un elemento de C 0 [ ⇡, ⇡] (la función continua f (x)) no puede ser aproximada
en la norma de L2 [ ⇡, ⇡] por una combinación lineal de {'n }, con n = 1, 2, ... Es decir, el sistema
{'n } con n = 1, 2, ..., si bien es cerrado en C 0 [ ⇡, ⇡], no es completo en dicho espacio.
Este ejemplo indica que hay que andar con cuidado a la hora de trabajar con diferentes espacios
funcionales.
18.4 Espacios l2 y L2
En los ejemplos del epı́grafe 1 mencionamos estos espacios. Por su importancia, los estudiaremos
más detalladamente.
18.4.1 El espacio l2
Es un espacio de Hilbert, cuyos elementos son el conjunto de todas las sucesiones x = (x1 , x2 , ...)
(vectores de dimensión infinita) tales que la serie
1
X
x2k (18.106)
k=1
converja.
776 José Marı́n Antuña
1
X
(x, y) = xk yk (18.107)
k=1
Es fácil comprobar que (18.107) cumple los cuatro axiomas del producto escalar. La norma en
l2 se define por la expresión
v
u1
p uX
k x k= (x, x) = t x2 k (18.108)
k=1
El espacio l2 ası́ definido es un espacio de Hilbert, concretamente, euclı́deo y, por lo tanto, son
válidos todos los teoremas y definiciones estudiados anteriormente.
Por sistema ortonormal aquı́ podemos tomar la sucesión de elementos {ek } definidos como
e1 = (1, 0, 0, ...)
e2 = (0, 1, 0, ...) (18.109)
e3 = (0, 0, 1, ...)
........................
Definición:
Si a cada elemento x 2 l2 se pone en correspondencia mediante una ley dada un número real l,
se dice que en el espacio l2 está dado un funcional l = l(x).
El concepto de funcional se define para cualquier espacio lineal normado de la siguiente manera:
Si a cada elemento x del espacio lineal normado X se pone en correspondencia, mediante una
ley dada, un número real o complejo l, se dice que en el espacio X está dado un funcional
l = l(x). El funcional es lineal si cumple con (18.110). En ocasiones se utiliza el sı́mbolo
El conjunto de funcionales lineales definidos para un espacio X forma un espacio que se llama
espacio dual a X y que se denota por X ⇤ .
Más adelante veremos que los funcionales son casos particulares de otros entes más generales
llamados operadores.
Sea x0 un elemento (un punto) arbitrario de l2 . Entonces, tiene lugar el siguiente concepto.
Definición:
Teorema.
Demostración:
Demostrado el teorema.
Definición:
Un funcional l(x) se llama acotado si existe una constante C tal que, para todos los elementos
x 2 l2 , se cumple que
778 José Marı́n Antuña
|l(x)| C k x k (18.114)
Teorema.
Para que un funcional lineal l(x) sea continuo es necesario y suficiente que sea acotado.
Demostración:
Necesidad:
Sea el funcional lineal l(x) continuo. Si suponemos que no existe ninguna constante C que
cumpla (18.114), entonces, existirá una sucesión no nula de elementos xn tales que
|l(xn )| n2 k xn k (18.115)
xn
yn = (18.116)
n k xn k
Como
1
k yn 0 k⌘k yn k⌘ !0 (18.117)
n
|l(yn )| n2 k yn k= n (18.119)
l(yn ) ! 1 (18.120)
para n ! 1. La contradicción entre (18.118) y (18.120) que surge de suponer (18.115) implica
que, efectivamente, l(x) tiene que ser acotado.
Demostrada la necesidad.
Suficiencia:
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 779
Entonces, en virtud de la linealidad del funcional, tendremos que l(xn ) l(x0 ) = l(xn x0 ).
Por consiguiente, de acuerdo con (18.114):
Demostrada la suficiencia.
Definición.
|l(x)|
k l k= sup (18.122)
x2l2 kxk
Teorema de Riesz.
Para todo funcional lineal continuo l(x) existe uno y sólo un elemento a 2 l2 tal que, para todo
x 2 l2 :
con k l k=k a k.
Demostración:
Tomemos el sistema ortonormal {ek } definido por (18.109) y los números ak = l(ek ). De-
mostremos que la sucesión de números {ak } es un elemento de l2 .
n
X
Sn = ak ek (18.124)
k=1
n
X n
X
l(Sn ) = ak l(ek ) = a2k =k Sn k2 (18.125)
k=1 k=1
Pero, por el teorema anterior y por la definición de norma (18.122), se tiene que
|l(Sn )| k l k · k Sn k (18.126)
n
X
a2k k l k2 (18.127)
k=1
1
X
a2k (18.128)
k=1
converge, por lo que la sucesión (a1 , a2 , ...) es un elemento de l2 que representaremos por a.
Sea, ahora, x = (x1 , x2 , ...) un elemento arbitrario de l2 . Como el sistema (18.109) es completo,
la suma parcial de la serie de Fourier
n
X
xk ek (18.129)
k=1
n
!
X
l xk ek ! l(x) (18.130)
k=1
n
! n n
X X X
l xk ek = xk l(ek ) = x k ak (18.131)
k=1 k=1 k=1
n
X
lim xk ak = l(x) (18.132)
n!1
k=1
lo que verifica la validez de (18.123) con un único elemento a 2 l2 determinado, cuyas coorde-
nadas son iguales a l(ek ).
k a kk l k (18.133)
se obtiene que
|l(x)| k a k · k x k (18.135)
k l kk a k (18.136)
Demostrado el teorema.
La importancia del teorema de Riesz radica en que establece la forma general de cualquier
funcional lineal continuo en l2 .
Definición.
Definición.
Un conjunto A de elementos de l2 se llama compacto si, para una sucesión {xn } de elementos
de A, es posible hallar una subsucesión {xnk } convergente en la norma de l2 .
782 José Marı́n Antuña
Teorema.
Demostración:
Efectivamente; sea A compacto. Si no fuese acotado, ello implicarı́a que existirı́a una sucesión
de elementos de A, cuya norma crecerı́a indefinidamente. De tal sucesión siempre se podrı́a
escoger una subsucesión divergente, lo que estarı́a en contradicción con la compacidad de A.
Demostrado el teorema.
En los espacios euclı́deos de dimensión finita el recı́proco de este teorema es válido y se conoce
con el nombre de Teorema de Bolzano- Weierstrass: todo conjunto acotado A que contenga
un número infinito de elementos es compacto.
El ejemplo clásico de lo dicho es el conjunto {ek } de los elementos del sistema ortonormal
(18.109). Este conjunto es acotado, ya que la norma de todos sus elementos es igual a uno. Sin
embargo, este conjunto no es compacto, ya que, para que una sucesión de elementos converja
en la norma de l2 , es necesario que la norma de la diferencia de dos elementos, con k y k + 1
enteros, converja a cero, para k ! 1 y, para cualquier subsucesión de elementos de (18.109)
es evidente que k ek el k2 =k ek k2 + k el k2 = 2, para cualesquiera k 6= l.
Definición.
Como quiera que l2 es un espacio de Hilbert, todo lo visto en el punto 2 del epı́grafe 3 se
traslada automáticamente hacia acá, incluido el concepto de compacidad débil allá definido.
Abundemos un poco más en las consecuencias de esta idea con el estudio de esta afirmación
fundamental.
Teorema.
Demostración:
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 783
Sea A un conjunto arbitrario y acotado de l2 y sea {xn } una sucesión arbitraria de elementos
de A. Como, por hipótesis, A es acotado, por tanto, para cierta constante M , se cumple que
k xn k M , donde xn = (xn1 , xn2 , ..., xnk , ...). Como, por definición de norma en l2 ,
1
X
2
k xn k = x2nk (18.138)
k=1
tendremos que, para cualquier k, la sucesión numérica de las coordenadas k-ésimas xnk del
elemento xn es acotada.
Del Análisis Matemático sabemos que de una sucesión numérica acotada siempre se puede
sacar una subsucesión convergente. Por lo tanto, de la sucesión {xn } podremos sacar una
(1)
subsucesión {xn }, cuyas primeras coordenadas formen una sucesión numérica convergente;
(1) (2)
de la subsucesión {xn } podremos sacar una subsucesión {xn }, cuyas primeras y segundas
coordenadas formen sucesiones numéricas convergentes y, ası́ sucesivamente, podemos sacar una
(k)
subsucesión {xn }, cuyas primeras k coordenadas formen sucesiones numéricas convergentes,
con k arbitrario.
(n)
Introduzcamos la notación zn = xn . Es evidente que {zn } es una subsucesión de la sucesión
inicial {xn } tal, que las subsucesiones numéricas formadas por cualesquiera coordenadas de los
elementos de zn son sucesiones numéricas convergentes.
{znk } ! ⌘k , 8n ! 1 (18.139)
Como k zn k M , por tanto, para toda n con cualquier N fijo, se cumple que
N
X
zn2 k M 2 (18.140)
k=1
N
X N
X
lim zn2 k = ⌘k2 M 2 (18.141)
n!1
k=1 k=1
Pero, (18.141) significa que ⌘ = (⌘1 , ⌘2 , ...) es un elemento de l2 . Sea, ahora, a 2 l2 ; es decir,
que
1
X
a2k
k=1
784 José Marı́n Antuña
converge. Esto significa que, para " > 0, existe un N (") > 0 tal que n, m > N (") implica que
m
X "2
a2k < (18.142)
k=n
M2
v
m u m m
X uX X
znk ak t 2
znk a2k < " (18.143)
k=n k=n k=n
para todos n, m > N ("). En (18.143) hemos tenido en cuenta (18.140) y (18.142). Pero esto
significa que
1
X
(zn , a) = znk ak (18.144)
k=1
converge uniformemente, lo que significa que la subsucesión {zn } de la sucesión {xn } acotada
en l2 converge débilmente.
Ası́ pues, efectivamente, del conjunto {xn } acotado en l2 con un número infinito de términos
hemos logrado sacar una subsucesión convergente débilmente; es decir, {xn } en l2 es compacto
débilmente.
Demostrado el teorema.
18.4.2 El espacio L2
Recordemos que el espacio L2 [a, b] es el espacio de Hilbert de todas las funciones cuadrado
integrables en [a, b] (en el sentido de integral de Lebesgue).
✓Z ◆ 12
b
2
p
k f k= f (t)dt ⌘ (f, f ) (18.145)
a
Z b
(f, g) = f (t)g(t)dt (18.146)
a
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 785
Como espacio lineal normado, para él es válida la definición de conjunto siempre denso que
vimos en el punto 2 del epı́grafe 1.
Por ser un espacio de Hilbert, el espacio L2 [a, b] es separable (y, en general, el espacio Lp [a, b],
con p 1).
También puede ser construido un sistema ortonormal de elementos que es cerrado y completo y
que, por tanto, constituye una base ortonormal en la que toda función de L2 [a, b] es desarrollable
en serie de Fourier.
Definición.
Una sucesión {fn (t)} de elementos del espacio L2 [a, b] se llama convergente débilmente al
elemento f (t) de este espacio si, para cualquier g(t) 2 L2 [a, b], se cumple que
es decir:
Z b Z b
fn (t)g(t)dt ! f (t)g(t)dt, 8n ! 1 (18.148)
a a
Por ser un espacio de Hilbert, se desprende que, en L2 [a, b], la convergencia de fn (t) en la norma
del espacio (o sea, la convergencia fuerte) implica la convergencia débil, pero el recı́proco no es
cierto (cualquier sucesión de elementos ortonormales en L2 [a, b] puede servir de ejemplo).
Definición.
El concepto de funcional lineal continuo en L2 [a, b] puede introducirse de manera similar a como
lo hicimos en l2 .
Definición.
Un funcional l(f ) definido sobre los elementos f 2 L2 [a, b] se llama lineal si, para f, g 2 L2 [a, b]
y dos números arbitrarios ↵ y , se cumple que
El funcional l(f ), con f 2 L2 [a, b] se llama continuo en el punto f0 2 L2 [a, b] si, para cualquier
sucesión {fn } convergente en la norma de L2 [a, b], la sucesión numérica l(fn ) converge a l(f0 ).
786 José Marı́n Antuña
El funcional l(f ) se llama continuo en L2 [a, b] si es continuo en cada punto de L2 [a, b].
De manera idéntica a como hicimos para l2 , se puede demostrar, fácilmente, que, si un funcional
lineal en L2 [a, b] es continuo al menos en un punto de este espacio, entonces es continuo en todo
el espacio, lo que, a veces, se denomina simplemente continuo.
Definición.
1. x0 + y 0 2 H 0 es la imagen de x + y 2 H.
Del Algebra Lineal sabemos que todo espacio euclı́deo de n dimensiones es isomorfo con E n .
Para establecer el isomorfismo entre los espacios de infinitas dimensiones L2 [a, b] y l2 veamos,
previamente, el siguiente teorema.
Teorema de Riesz-Fisher.
Sea {'n } un sistema ortonormal arbitrario en L2 [a, b]. Entonces, para cualquier sucesión
(c1 , c2 , ...) que cumpla la condición
1
X
c2k < 1 (18.150)
k=1
es decir, para cualquier elemento de l2 , existe una función única f (t) 2 L2 [a, b] tal que
Z b
cn = (f, 'n ) = f (t)'n (t)dt (18.151)
a
y que
1
X Z b
c2k =k f k =2
f 2 (t)dt (18.152)
k=1 a
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 787
Demostración:
Llamemos
n
X
fn = ck 'k (18.153)
k=1
m
X
k fm fn k2 = c2k (18.154)
k=n+1
y, por hipótesis, la serie (18.150) converge. Pero, como L2 [a, b] es completo, existirá un elemento
f 2 L2 [a, b] tal que
n
X
lim k fn f k= lim ck 'k f =0 (18.155)
n!1 n!1
k=1
n
X 1
X
lim c2k ⌘ c2k =k f k2 (18.156)
n!1
k=1 k=1
Por otra parte, como {'k } son ortonormales, para toda n k tenemos que
n
! n
X X
(fn , 'k ) = c l ' l , 'k = cl ('l , 'k ) = ck (18.157)
l=1 l=1
p p
|(fn , 'k ) (f, 'k )| ⌘ |(fn f, 'k )| k fn f k · k 'k k = k fn fk (18.158)
y, en virtud de (18.155):
para toda k.
Para completar la demostración del teorema, debemos demostrar que f 2 L2 [a, b] es único.
Supongamos que existe otro elemento g 2 L2 [a, b] que satisfaga las condiciones del teorema, es
decir, que también
p
|(fn f, g)| k fn f k·kgk (18.162)
(fn f, g) ! 0, 8n ! 1 (18.163)
Pero, de los axiomas del producto escalar, teniendo en cuenta (18.161), tenemos que:
n
! n n
X X X
(fn f, g) ⌘ ck 'k f, g = ck (g, 'k ) (f, g) = c2k (f, g) (18.164)
k=1 k=1 k=1
n
X
c2k = (f, g) (18.165)
k=1
1
X
c2k =k g k2 (18.166)
k=1
obtenemos que:
Demostrado el teorema.
Teorema.
Demostración:
Para completar la demostración, demostremos que si a los elementos f, g 2 L2 [a, b] les corres-
ponden, respectivamente, los elementos c = (c1 , c2 , ...), d = (d1 , d2 , ...) 2 l2 , entonces:
3. Que
1
X
(f, g) = (c, d) = ck dk (18.169)
k=1
1
X
(f, f ) = c2k (18.170)
k=1
1
X
(g, g) = d2k (18.171)
k=1
1
X
(f + g, f + g) = (ck + dk )2 (18.172)
k=1
1
X
2(f, g) = 2 ck dk
k=1
Demostrado el teorema.
1. l2 es completo.
3. Para cualquier funcional lineal continuo l(f ) donde f 2 L2 [a, b] existe uno y sólo un
elemento g 2 L2 [a, b] tal que, para todo elemento f 2 L2 [a, b]:
donde
|l(f )|
k l k= sup =k g k (18.174)
f 2L2 [a,b] k f k
El teorema demostrado, además, permite afirmar que ambos espacios, l2 y L2 , son algo que ya
sabemos: dos realizaciones especı́ficas diferentes del mismo espacio abstracto de Hilbert que
estudiamos en el epı́grafe 3.
Z b
(f, g) = f (t)g ⇤ (t)dt (18.175)
a
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 791
y en todas las fórmulas debe tenerse en cuenta ésto. Sólo ası́ la norma de los elementos del
espacio será un número real, como se requiere.
Pasaremos, a continuación, al estudio de los operadores que se definen en los espacios hasta
aquı́ estudiados y sus principales caracterı́sticas y propiedades.
Desde los cursos de Algebra Lineal se conoce el concepto de operador. Las definiciones que
a continuación veremos están referidas a operadores en espacios lineales normados en general.
Posteriormente, particularizaremos estos conceptos a espacios de Hilbert.
Sean dos espacios lineales normados X,Y . Si a cada elemento x 2 X se pone en correspondencia,
mediante una ley dada, un elemento y 2 Y , entonces, se dice que está dado el operador u
aplicación
y = Ax (18.176)
El operador A se llama lineal si su campo de definición D(A) es una variedad lineal (ver
definición en el epı́grafe 1) en X y, para cualesquiera x, y 2 D(A) y cualesquiera ↵, en
general complejos, se cumple que
El conjunto N (A) ⇢ D(A) tal que Ax = 0 se llama conjunto de ceros o núcleo del operador
A.
Se puede demostrar que un operador lineal A dado sobre todo X y continuo en el punto 0 2 X
es continuo en cualquier x0 2 X. De ahı́, un operador lineal A con D(A) = X se llama
792 José Marı́n Antuña
continuo si es continuo en 0 2 X.
Un operador lineal A con D(A) = X se llama acotado si existe un número real C > 0 tal
que, para cualquier x 2 V̄10 (para cualquier elemento perteneciente a la bola cerrada centrada
en cero y de radio uno) se cumple que
k Ax k C (18.178)
Puede demostrarse que un operador lineal A con D(A) = X es acotado si y sólo si, para
cualquier x 2 X, se cumple la desigualdad
k Ax k C k x k (18.179)
A partir de la definición (18.179) de operador lineal acotado se puede dar la siguiente definición.
El número
k Ax k
k A k= sup (18.180)
x2X,x6=0 k x k
k A k= sup k Ax k (18.181)
x2X,kxk=1
Si A y B son dos operadores lineales acotados, definidos sobre todo el espacio X, con valores
pertenecientes al espacio Y y suponemos por definición
k A k= sup k Ax k (18.183)
x2X,kxk=1
En el espacio L(X, X) = L(X) suponemos, por definición, (AB)x = A(Bx). Por lo tanto,
L(X) es un álgebra con unidad, donde ésta es el operador idéntico I:
Ix = x (18.184)
k An A k! 0, 8n ! 1 (18.185)
k An x Ax k! 0, 8n ! 1 (18.186)
También es posible demostrar que si X,Y son espacios de Banach, An 2 L(X, Y ) y la sucesión
An x es acotada para cualquier x 2 X, entonces, la sucesión k An k es acotada.
Si X,Y son espacios de Banach y An 2 L(X, Y ), entonces, para que la sucesión An converja
fuertemente a A 2 L(X, Y ) es necesario y suficiente que:
Si X,Y son espacios lineales normados y A es un operador lineal que aplica D(A) ⇢ X sobre
R(A) ⇢ Y biunı́vocamente, entonces existe el operador inverso A 1 que aplica R(A) ⇢ Y
sobre D(A) ⇢ X biunı́vocamente y también es lineal.
El operador lineal A que aplica D(A) ⇢ X sobre R(A) ⇢ Y se llama invertible continua-
mente si R(A) = Y y A 1 existe y es acotado.
Se puede demostrar que el operador A 1 existe y es acotado en R(A) si y sólo si, para una
constante m > 0 y cualquier x 2 D(A), se cumple que
k Ax k k x k (18.187)
794 José Marı́n Antuña
1 1
k (I C) k (18.188)
1 kCk
1
kB A k (18.189)
kA 1k
1 kA 1k
kB k 1 (18.190)
1 kB Ak·kA k
AAd 1 = IX (18.191)
Ai 1 A = IY (18.192)
↵1 z1 + ↵2 z2 = (↵1 x1 + ↵2 x2 , ↵1 y1 + ↵2 y2 ) (18.193)
k z k=k x kX + k y kY (18.194)
El conjunto de pares (x, Ax) ⇢ Z = X + Y se llama gráfico del operador lineal A con campo
de definición D(A) ⇢ X y campo de valores R(A) ⇢ Y .
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 795
Hasta aquı́, en este punto, hemos visto -en apretada sı́ntesis- las ideas generales sobre los
operadores lineales en espacios lineales normados.
Hemos obviado las demostraciones de las afirmaciones expuestas, pues nuestro objetivo era
hacer una introducción al tema de operadores en espacios funcionales lineales en general. El
lector interesado en profundizar en estos conceptos generales debe remitirse a la literatura
especializada que sobre el tema existe.
Pasaremos, a continuación, al estudio más detallado de los operadores en los espacios de Hilbert
estudiados anteriormente, dada la importancia que éstos tienen para la Fı́sica.
La definición general de operador dada en el punto 1 de este epı́grafe puede ser especificada
para el caso de un espacio de Hilbert H.
Ası́, diremos que si está dada la ley mediante la cual a cada elemento x 2 H se pone en
correspondencia cierto elemento y 2 H, diremos que está definido un operador A de H en H,
lo que se representa, escribiendo y = Ax (ver expresión (18.176)). Este operador es lineal si,
para dos elementos x, y 2 H, se verifica (18.177).
Para los operadores lineales definidos aquı́ para los espacios de Hilbert tienen validez las defini-
ciones de continuidad y acotamiento vistas en el epı́grafe 1. En particular, se puede tomar
como definición de operador acotado la expresión (18.179) y, por tanto, la definición de norma
de un operador expresada por (18.180) o (18.181).
Sea el espacio de Hilbert L2 [a, b] y sea K(t, s) una función definida y continua en el cuadrado
{a t b, a s b}. Entonces, el operador integral dado para los elementos x(t) 2 L2 [a, b]:
Z b
Ax(t) = K(t, s)x(s)ds (18.195)
a
es un operador lineal y continuo. La función K(t, s), comúnmente, se llama núcleo del operador
integral (18.195).
✓Z b Z b ◆ 12
M= K 2 (t, s)x(s)dsdt (18.196)
a a
Z b Z b Z b
2 2 2 2
|Ax(t)| K (t, s)ds x (s)ds =k x k K 2 (t, s)ds (18.197)
a a a
k Ax k2 M 2 k x k2
es decir:
k Ax k M k x k (18.198)
La desigualdad (18.198) significa que el operador A es acotado y que su norma k A k< M . Por
(18.180) la norma de este operador es k A k= M .
Supongamos, ahora, que en el espacio de Hilbert H está dado un operador lineal continuo
arbitrario A.
Tomemos un elemento arbitrario fijo y 2 H y analicemos el funcional definido para todos los
elementos x 2 H:
para todo elemento x 2 H. De esta manera, a cada elemento y 2 H hemos puesto en corres-
pondencia uno y sólo un elemento h 2 H tal que cumpla con (18.200). Es decir, en el espacio
H hemos definido cierto operador, que denotaremos por A⇤ , tal que
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 797
h = A⇤ y (18.201)
Definición.
De lo arriba dicho se desprende que, para cualquier operador lineal continuo A, existe un único
operador conjugado A⇤ .
(A⇤ )⇤ = A (18.203)
Teorema.
k A⇤ k=k A k (18.204)
Demostración:
k Ay k<k A k · k y k (18.205)
Sustituyendo en (18.206) x = A⇤ y:
798 José Marı́n Antuña
k A⇤ y k2 k A k · k A⇤ y k · k y k
Es decir:
k A⇤ y kk A k · k y k (18.207)
k A⇤ kk A k (18.208)
Como -al ser acotado- A⇤ es continuo, por lo tanto, existe su conjugado (A⇤ )⇤ = A; es decir,
que cumple (18.203). En este caso, se dice que A y A⇤ son operadores mutuamente conjugados.
De aquı́:
k B⇤ y kk B k · k y k
o, lo que es lo mismo:
k Ay kk A⇤ k · k y k (18.210)
k A kk A⇤ k (18.211)
Demostrado el teorema.
Definición:
A modo de ejemplo, veamos -de nuevo- el operador integral (18.195). Hallemos su operador
conjugado en correspondencia con la definición (18.202). Tenemos que
Z b ⇢Z b Z b ⇢Z b
(Ax, y) = K(t, s)x(s)ds y(t)dt = K(t, s)y(t)dt x(s)ds ⌘
a a a a
Z b ⇢Z b
⌘ x(t) K(s, t)y(s)ds dt = (x, A⇤ y) (18.213)
a a
donde, primero, hemos intercambiado el orden de integración y, luego, hemos tenido en cuenta
que las variables de integración -por ser mudas- pueden intercambiarse. Por consiguiente, el
operador conjugado es:
Z b
⇤
A x(t) = K(s, t)x(s)ds (18.214)
a
Teorema.
Demostración:
Por ser A continuo, es obvio que (Ax, x) es una magnitud acotada, por lo que su valor supremo
existe. Si llamamos
Ası́ pues,
µ k A k (18.219)
pues µ es el supremo de dicho módulo para elementos de norma unitaria, es decir, para todo
x
elemento x0 = kxk de norma k x0 k= 1: |(Ax0 , x0 )| µ.
Como, por hipótesis, A es autoconjugado -es decir, cumple (18.212)- y como, además, es lineal
y el producto escalar es lineal, tenemos que:
Ax
Tomemos en (18.225) elementos y del tipo y = kAxk
de norma unitaria y elementos x tales que
k x k= 1. Entonces, se obtiene:
(Ax, x)
µ
k Ax k
es decir,
k Ax k µ (18.226)
k A k µ (18.227)
Demostrado el teorema.
Definición.
Por la teorı́a expuesta anteriormente, esto es equivalente a decir que A es totalmente continuo
en H si de cualquier sucesión {xn } acotada de elementos xn 2 H puede sacarse una subsucesión
{xnk } tal que la sucesión {Axnk } converge en la norma de H.
Como todo conjunto compacto es acotado, resulta que todo operador totalmente continuo es
continuo.
Teorema.
802 José Marı́n Antuña
Sea A un operador lineal totalmente continuo en H. Sea, además, {xn } una sucesión arbitraria
de elementos de H que converge débilmente a x0 2 H y tal que k xn k= 1. Entonces, la sucesión
{Axn } converge a Ax0 en la norma de H.
Demostración:
Como A es lineal y totalmente continuo, por tanto, es continuo. Entonces, en virtud del punto
2, para él existe el operador conjugado A⇤ y, para xn , y 2 H se cumple que
Supongamos que no lo hace, es decir, que para cierta " > 0 se puede hallar una subsucesión
{xmk } con k = 1, 2, ... tal que
pero, como A es totalmente continuo y k xn k= 1, podemos escoger una subsucesión {xnp } con
p = 1, 2, ... de {xmk } tal que la correspondiente subsucesión {Axnp } converja en la norma de
H.
Como arriba demostramos que {Axnp } converge débilmente a Ax0 , por lo tanto convergirá a
Ax0 también en la norma de H.
Pero esto contradice la desigualdad (18.230) que era válida para todo mk y, obviamente, para
todo np .
Demostrado el teorema.
Teorema.
La demostración de este teorema puede verse en cursos más especı́ficos de Análisis Funcional.
Tomemos una sucesión arbitraria {xn (t)} de elementos de L2 [a, b] acotados en la norma de L2 ,
o sea, tales que
k xn (t) k C (18.231)
Z b ✓Z b ◆ 12
2
|yn (t)| ⌘ K(t, s)xn (s)ds K (t, s)ds k xn k (18.232)
a a
lo que significa que la sucesión {yn (t)} es uniformemente acotada en [a, b]. Por consiguiente, de
ella puede sacarse una subsucesión convergente uniformemente en [a, b] y, además en la norma
de L2 [a, b].
Como puede verse, de la continuidad -y, por tanto, de la continuidad uniforme- del núcleo
K(t, s) en el cuadrado {a t b, a s b} se deduce que, para " > 0 arbitrario, existe una
> 0 tal que
"
|K(t1 , s) K(t2 , s)| p (18.233)
C b a
Z b
|yn (t2 ) yn (t1 )| ⌘ |K(t2 , s) K(t1 , s)||xn (s)|ds
a
Z b ✓Z b ◆ 21
" "
p |xn (s)|ds p k xn k ds =" (18.234)
C b a a C b a a
La desigualdad (18.234) demuestra la equicontinuidad de la sucesión {yn (t)} en [a, b]. De esta
manera, queda establecido que el operador (18.195) es totalmente continuo.
804 José Marı́n Antuña
Definición.
Un número real se llama autovalor o valor propio del operador A si existe un elemento no
nulo x 2 H que satisface la ecuación
Ax = x (18.235)
El elemento no nulo que corresponde a se llama autovector o elemento propio del operador
A.
Por lo tanto, podemos escoger la constante ↵ de forma tal que los autovectores resulten nor-
1
malizados, es decir, que k x k= 1. Para ello, es suficiente elegir ↵ = kxk .
Nótese que (18.235) significa que la acción del operador sobre un autovector es equivalente a
multiplicar el autovector por su autovalor. En ello radica la importancia de este concepto que
en la Fı́sica tiene enormes aplicaciones.
Teorema.
Demostración:
Llamaremos M y m al supremo y al ı́nfimo del producto escalar (Ax, x), respectivamente, para
todo x 2 H tal que k x k= 1:
Para fijar ideas, consideremos que |M | > |m|, con M > 0. Demostraremos que = M es
autovalor de A.
Por definición de supremo, existe una sucesión {xn } de elementos de H con k xn k= 1 tal que
(Axn , xn ) ! (18.237)
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 805
Pero, entonces, por el teorema del punto 4, la sucesión {Axn } converge a Ax0 en la norma de
H.
(Ax0 , x0 ) = (18.241)
k x0 k 1 (18.244)
Para demostrar que es el signo igual en (18.244) el único posible, demostremos que 0 <k x0 k< 1
nos da una contradicción. Suponiendo, pues, que 0 <k x0 k< 1, tomemos y0 = kxx00 k . Entonces,
k y0 k= 1 y, como el operador es lineal:
806 José Marı́n Antuña
1
(Ay0 , y0 ) = (Ax0 , x0 ) = > (18.245)
k x 0 k2 k x 0 k2
donde hemos tenido en cuenta (18.241). Pero (18.245), teniendo en cuenta que = M , con-
tradice a (18.236), pues significarı́a que en y0 el producto (Ax, x) alcanzarı́a un valor mayor
que su supremo, lo que es absurdo.
k Ax0 x0 k2 =k A k2 2
(18.247)
k Ax0 x0 k2 = 0 (18.248)
Pero esto significa que Ax0 = x0 , es decir, que, efectivamente, x0 es un autovector del autovalor
.
En el caso en que |M | |m| se procede de manera similar, sólo que, entonces, se debe tomar
= m.
Sólo resta demostrar que si hay otros autovalores, el autovalor | | =k A k es el mayor de ellos
en valor absoluto.
Sea 1 otro autovalor del operador A y x1 el autovector normalizado que le corresponde. Esto
significa que Ax1 = 1 x1 y, por tanto, (Ax1 , x1 ) = 1 . Pero, de (18.236) se desprende -ya que
= M - que
Demostrado el teorema.
Con ayuda del teorema acabado de demostrar analicemos la llamada ecuación integral de
Fredholm de segundo tipo:
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 807
Z b
x(t) = µ K(t, s)x(s)ds (18.249)
a
Los valores de µ para los que (18.249) tiene solución no trivial se llaman autovalores de la
ecuación. Las soluciones no nulas que corresponden a esos autovalores se llaman autofunciones
de la ecuación.
Evidentemente, si analizamos el operador integral A dado por (18.195), se ve que los autovalores
de dicho operador son iguales a los números caracterı́sticos de la ecuación (18.249) y que las
autofunciones de dicho operador son las autofunciones de (18.249).
( 1 2 )(x1 , x2 ) = ( 1 x 1 , x2 ) ( 2 x1 , x2 ) = ( 1 x1 , x2 ) (x1 , 2 x2 ) =
= (Ax1 , x2 ) (x1 , Ax2 ) = (Ax1 , x2 ) (Ax1 , x2 ) = 0 (18.250)
808 José Marı́n Antuña
(x1 , x2 ) = 0 (18.251)
Demostrada la propiedad.
1
X
(xn , y)2 k y k2 (18.252)
n=1
Pero (18.253) significa que la sucesión de autovectores {xn } converge débilmente al ele-
mento nulo de H. Como el operador A es totalmente continuo, del teorema del punto 4
se deduce que la sucesión {Axn } converge al elemento nulo de H en la norma de dicho
espacio. Pero, como Axn = xn , por lo tanto,
k Axn k= | | (18.254)
La parte izquierda de (18.254) tiende a cero para n ! 1, por lo que resulta que | | =
0. Esto contradice la hipótesis de que 6= 0. Ası́ pues, el número de autofunciones
correspondientes al autovalor tiene que ser finito.
Demostrada la propiedad.
Las propiedades hasta aquı́ demostradas nos permiten concluir que todos los autovectores,
tanto los correspondientes a un mismo autovalor, como los correspondientes a autovalo-
res diferentes, son mutuamente ortogonales y con normas iguales a la unidad; es decir,
ortonormales.
| n| =k Axn k! 0, 8n ! 1 (18.255)
Demostrada la propiedad.
Esta tercera propiedad nos permite afirmar que los autovalores de un operador lineal
autoconjugado totalmente continuo tienen como único punto de acumulación = 0. Ello
significa que ellos son ordenables de acuerdo con sus valores modulares decrecientes:
y que
lim | n| =0 (18.257)
n!1
Las propiedades aquı́ estudiadas serán de utilidad, tanto en el estudio del libro de Ecuacio-
nes Integrales del autor, como en las aplicaciones de los operadores lineales autoconjugados
totalmente continuos en la Mecánica Cuántica.
Para concluir este capı́tulo daremos, de forma sintética, algunos conceptos generales que com-
plementen lo estudiado.
En los espacios de Banach y, por tanto, en sus casos particulares, los de Hilbert, se definen las
llamadas ecuaciones operacionales lineales de la siguiente manera.
Definición.
Ax = y (18.258)
x Ax = y (18.259)
Nótese que la ecuación (18.259) puede ser escrita en la forma equivalente siguiente:
(I A)x = y (18.260)
Es lógico preguntarse para qué valores de existe el operador inverso. Tiene lugar el siguiente
concepto.
Definición.
Aquellos valores de para los cuales el operador I A es invertible se llaman valores regu-
lares o puntos regulares del operador A. El conjunto de valores regulares se llama conjunto
resolvente del operador A y lo representaremos por ⇢(A).
Veamos, ahora, el concepto de autovalor para el caso general de un operador lineal totalmente
continuo en un espacio de Banach.
Definición.
(I A)x = 0 (18.261)
tiene solución no trivial, se llaman autovalores del operador A. Las soluciones no triviales
que les corresponden se llaman autofunciones o autovectores del operador A.
Vale la pena aclarar, también, que, en el caso de un operador totalmente continuo cualquiera
en un espacio de Banach arbitrario, el parámetro es, en general, complejo, mientras que en el
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 811
Es posible demostrar que ⇢(A) es un conjunto abierto, por lo que su complemento, (A), es
un conjunto cerrado.
Definición.
Teorema.
Demostración:
1
(I 0 A) = S( 0 ) (18.262)
Analicemos la ecuación
(I 0 A)x = x0 (18.263)
x = S( 0 )x0 (18.264)
Pero (I 0 A)x0 = 0, pues, por hipótesis, x0 es autovector del autovalor 0 . De (18.266), por
tanto, se obtendrı́a que x0 ⌘ 0, lo que significarı́a que no es autovector, ya que, por definición,
los autovectores son las soluciones no triviales correspondientes a los autovalores.
Hemos, pues, llegado a una contradicción. Por lo tanto, efectivamente, 0 tiene que pertenecer
al espectro.
Demostrado el teorema.
Ax = µ(t)x(t) (18.267)
1
6= (18.269)
µ(t)
y(t)
x(t) = (18.270)
1 µ(t)
De acuerdo con la definición tendremos, por lo tanto, que el espectro del operador (18.267) en
C[a, b] será
1
= (18.271)
µ(t)
1
es decir, el conjunto de todos los valores funcionales de [µ(t)] para t 2 [a, b].
Introduzcamos la notación
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 813
B( ) = I A (18.272)
Por la definición, en todos los puntos regulares ⇢(A) existe el operador inverso que denotaremos
por
B 1 ( ) ⌘ S( ) = I + R( ) (18.273)
S( ) I
R( ) = (18.274)
(I A)(I + R( )) = I (18.275)
(I + R( ))(I A) = I (18.276)
R A = AR (18.277)
y, de (18.276), que
R A = RA (18.278)
Las igualdades (18.277) y (18.278) nos permiten afirmar que, por lo tanto, para cualquier , si
R existe, entonces R y A son operadores que conmutan:
AR = RA (18.279)
Teorema.
T A = AT = TA (18.280)
Demostración:
Demostremos, primero, que T es el operador resolvente. Para ello demostremos que el elemento
x̂ definido por
x̂ = (I + T)y (18.281)
Efectivamente, tenemos:
2 2
(I A)x̂ = (I A)(I+ T)y = (I+ T A AT)y = (I+ (T A) AT)y (18.282)
2 2
(I A)x̂ = (I + AT AT)y = Iy = y (18.283)
Demostremos, ahora, que es regular. Para ello, demostremos que la solución es única.
Apliquemos T a la ecuación (18.260), donde x es la solución; tendremos:
2
Ty = T(I A)x = Tx TAx (18.284)
Ty = Tx (T A)x = Ax (18.285)
x = y + Ax ⌘ y + Ty = (I + T)y ⌘ x̂ (18.286)
Es decir, es única y coincide con x̂. Por consiguiente, queda demostrada la unicidad de la
solución para esa , lo que significa que, efectivamente, es un valor regular.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 815
Demostrado el teorema.
Teorema.
Demostración:
Sean 1 y 2 dos valores del parámetro tales que 1 6= 2. De acuerdo con (18.277) y (18.278),
podemos escribir:
1 R( 1 )A = R( 1 ) A (18.287)
2 AR( 2 ) = R( 2 ) A (18.288)
1 2 R( 1 )AR( 2 ) 1 2 R( 1 )AR( 2 )
=
= 2 R( 1 )R( 2 ) 2 AR( 2 ) 1 R( 1 )R( 2 ) + 1 R( 1 )A
Es decir:
y de (18.290)
R( 2 ) R( 1 ) R( 1 ) R( 2 )
R( 1 )R( 2 ) = ⌘ = R( 2 )R( 1 ) (18.291)
2 1 1 2
Demostrado el teorema.
816 José Marı́n Antuña
x = y + Ax (18.292)
x0 = y (18.293)
x1 = y + Ax0 ⌘ (I + A)y
2
X
x2 = y + Ax1 ⌘ (I + A + 2
A2 )y ⌘ ( A)k y
k=0
..................................................
n
X
xn = ( A)k y ⌘ Sn ( )y (18.294)
k=0
n
X
Sn ( ) = ( A)k (18.295)
k=0
Definición.
1
X
S( ) = ( A)k (18.296)
k=0
Es evidente que, si la serie de Neumann (18.296) converge en la norma del espacio de Banach
considerado, entonces el método de aproximaciones sucesivas converge. Demostraremos que, en
tal caso, el método de aproximaciones sucesivas converge a la solución de la ecuación operacional
(18.292). Es decir, demostraremos el siguiente teorema.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 817
Teorema.
Si, para cierta , la serie de Neumann (18.296) converge en la norma del espacio de Banach
considerado, entonces, para esa , existe la solución única de la ecuación operacional (18.292)
dada por el método de aproximaciones sucesivas. Además, la serie de Neumann converge en la
norma del espacio para
1
| |< (18.297)
kAk
Demostración:
x = S( )y = lim Sn ( )y (18.298)
n!1
" n
# n n+1
X X X
Ax = AS( )y = lim A ( A)k y = lim ( A)k+1 y = lim ( A)k y =
n!1 n!1 n!1
k=0 k=0 k=1
" n+1 #
X
= lim ( A)k I y = [S( ) I]y = S( )y y=x y(18.299)
n!1
k=0
Ax ⌘ x y (18.300)
Por lo tanto, queda demostrado que existe la solución de la ecuación (18.292), dada por el
método de aproximaciones sucesivas.
Demostremos que esta solución es única; para ello, basta demostrar que la ecuación homogénea
x = Ax (18.301)
sólo tiene solución trivial. Supongamos lo contrario, es decir, que x̂ 6= 0 para la dada es un
autovector de (18.301) y analicemos la ecuación
x = Ax + x̂ (18.302)
818 José Marı́n Antuña
x0 = x̂
x1 = x̂ + Ax0 ⌘ x̂ + x̂ = 2x̂
x2 = 3x̂
...................................................
xn = (n + 1)x̂ (18.303)
La expresión (18.303) del enésimo término de estas aproximaciones sucesivas nos indica que,
en este caso, las aproximaciones sucesivas divergen, salvo en el caso en que x̂ ⌘ 0.
Por consiguiente, la ecuación homogénea (18.301) sólo puede tener solución trivial, lo que
demuestra que, efectivamente, la ecuación no homogénea (18.292) tiene solución única.
Demostremos, ahora, que la serie de Neumann converge en la norma del espacio para valores
de que cumplan la desigualdad (18.297).
Como el espacio de Banach es completo, bastará con demostrar que la sucesión (18.295) es
fundamental. Sea " > 0. Tenemos que:
n
X m
X n
X n
X
k k k
k Sn Sm k= ( A) ( A) = ( A) (| | k A k)k < " (18.304)
k=0 k=0 k=m+1 k=m+1
1
X 1
(| | k A k)k = (18.305)
k=0
1 | |kAk
Demostrado el teorema.
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 819
Teorema.
1
| 0| < (18.306)
k R( 0 ) k
1
X
2 2 3
R( ) = R( 0 ) + ( 0 )R ( 0 ) + ( 0 ) R ( 0 ) + ... ⌘ Rk+1 ( 0 )( 0)
k
(18.307)
k=0
Demostración:
Por hipótesis, 0 es un valor regular del operador A. Analicemos el siguiente operador auxiliar:
B( 0 , µ) = I µR( 0 ) (18.308)
B 1 ( 0 , µ) ⌘ [I µR( 0 )] 1
= I + µR( 0 , µ) (18.309)
donde R( 0 , µ) es el operador resolvente de B( 0 , µ). En virtud del teorema del punto anterior,
podemos afirmar que los valores de µ que cumplan que
1
|µ| < (18.310)
k R( 0 ) k
1
X
x = (I + µR( 0 , µ))y ⌘ µk Rk ( 0 )y (18.312)
k=0
1
X
I + µR( 0 , µ) = I + µk Rk ( 0 ) (18.313)
k=1
de donde:
1
X
R( 0 , µ) = µ k 1 Rk ( 0 ) (18.314)
k=1
B 1( 0, 0) ⌘ [I + 0 R( 0 )]
1
=I 0 R( 0 , 0) (18.315)
1
[I + 0 R( 0 )] =I 0A (18.316)
A = R( 0 , 0) (18.317)
Ası́ pues, como 0 es un punto regular de A, quiere decir que es un punto regular de R( 0 , 0 ).
R( 0 , 0) R( 0 , 0) R( 0 , 0) R( 0 , 0)
⌘ (18.319)
0 ( 0)
R( 0 , 0) A
R( 0 , 0 )A = (18.320)
Es decir:
R( 0 , 0 )A = R( 0 , 0) A (18.321)
Ası́ pues, por la fórmula (18.274), para el operador resolvente tenemos que:
S( 0 , 0) I
R( 0 , 0) ⌘ R( ) = (18.322)
0
P1 k k 1
X
k=0 ( 0) R ( 0) I
R( ) = = Rk ( 0 )( 0)
k 1
=
0
k=0
1
X
= Rn+1 ( 0 )( 0)
n
(18.323)
n=0
con lo que queda demostrada la convergencia de la serie (18.307) (o sea, de la serie (18.314)
con µ = 0 ).
Demostrado el teorema.
El teorema que acabamos de demostrar significa que dentro del cı́rculo (18.306) centrado en 0
y de radio 1/ k R( 0 ) k que pertenece al conjunto resolvente ⇢(A) del operador A, el operador
de la ecuación no homogénea (18.260) es invertible y dicha ecuación tiene solución única y la
correspondiente ecuación homogénea (18.261) sólo tiene solución trivial.
Por lo tanto, en dicho cı́rculo no existen autovalores del operador A y el operador resolvente
R( 1) es una función analı́tica de .
Nótese que, por la definición de operador resolvente (18.274) y la expresión de la serie (18.296)
lim R( ) = A (18.324)
!0
822 José Marı́n Antuña
Por lo tanto, para 0 ! 0, el cı́rculo (18.306) se transforma en el cı́rculo (18.297), que resultará
el cı́rculo máximo de analiticidad del operador R( ).
Los cı́rculos (18.306), para distintos 0, son tales que no se salen del cı́rculo máximo (18.297).
Dentro de dicho cı́rculo el operador resolvente R( ) es una función analı́tica de y admite, por
tanto, un desarrollo en serie de Taylor.
Fuera de dicho cı́rculo el operador R( ) tiene singularidades que forman el espectro (A) del
operador A.
Dicho espectro está formado, en general, por puntos singulares aislados de R( ) (espectro
discreto, autovalores de A), para los cuales la ecuación homogénea (18.261) tiene solución no
trivial (autovectores) y por singularidades no aisladas que conforman el espectro continuo del
operador A.
Puede demostrarse que, en general, en las singularidades aisladas de R( ), es decir, para los
autovalores de A, la ecuación operacional (18.260) puede tener, o bien infinitas soluciones, o
bien no ser soluble (no tener solución).
Teorema.
Sea { n } una sucesión de puntos regulares del operador A convergente a cierto 0 y tal que
k R( n ) k< r < 1. Entonces, 0 es un punto regular del operador A.
Demostración:
Por lo tanto:
ya que, como { n} converge, para " > 0 existe una N (") > 0 tal que n, m > N implican que
"
| n m| < (18.327)
k R( n ) kk R( m) k
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 823
lim n = 0 (18.328)
n!1
Llamaremos
T = lim R( n) (18.329)
n!1
n R( n )A = n AR( n ) = R( n) A (18.330)
0 TA = 0 AT =T A (18.331)
Pero, por el primer teorema del punto 2, (18.331) significa que T = R( 0 ) es el operador
resolvente y, por lo tanto, 0 es un punto regular.
Demostrado el teorema.
Para concluir el capı́tulo, veremos, muy brevemente, los conceptos esenciales de una clase de
operadores de gran importancia en las aplicaciones fı́sicas: los operadores no acotados.
Definición.
A⇤ x = Ax (18.332)
para cualesquiera x, y 2 D(A) es válida, tanto para un operador simétrico, como para un
operador autoconjugado.
(Ax, x) 0 (18.334)
para todo x 2 D(A); positivo si cumple (18.334) y la igualdad a cero en (18.334) se cumple
sólo para x = 0.
El operador simétrico A se llama definido positivo si existe un > 0 tal que, para todo
x 2 D(A), se cumple la desigualdad
(Ax, x) k x k2 (18.335)
d dx
Ux(t) = k(t) + q(t)x(t) (18.336)
dt dt
con campo de definición D(U) compuesto por funciones x(t) dos veces diferenciables en [a, b]
y que satisfagan las condiciones de frontera
Definición.
1
G(s, t) = u(s)v(t), 8a s t b (18.338)
W0
1
= u(t)v(s), 8a t s b
W0
donde u(t) y v(t) son soluciones no nulas de la ecuación Ux(t) = 0 que cumplen, respecti-
vamente, la primera y la segunda de las condiciones de frontera (18.337); W0 = k(t)W (t) =
k(a)W (a) y
Elementos de Espacios Funcionales y Operadores 825
u(t) v(t)
W (t) = (18.339)
u0 (t) v 0 (t)
Teorema.
1. q(t) 6= 0
2. ↵1 6= 0
3. 1 6= 0
Z b
x(s) = G(s, t)f (t)dt (18.341)
a
A modo de comentario final sólo queremos destacar que el concepto de función de Green que
aquı́ hemos dado y sobre el que se profundiza en el citado libro de Ecuaciones Integrales está
fuertemente ligado al concepto de solución fundamental de un operador estudiado anteriormente
en la presente obra.
De hecho, en este libro hemos estado desarrollando la teorı́a y las aplicaciones de estos operado-
res de manera rigurosa, por lo que para el lector al que está dedicado tiene en él la información
más importante y completa que necesita para la comprensión y las aplicaciones de dichos
operadores en su trabajo profesional.
Con este último epı́grafe concluimos el estudio del capı́tulo sobre los elementos de espacios
funcionales y operadores, el que trata de complementar la teorı́a de los capı́tulos anteriores
826 José Marı́n Antuña
y dar algunas generalizaciones útiles para futuras aplicaciones en el vasto campo de la Fı́sica
Matemática.
Capı́tulo 19
donde
s✓ ◆2 ✓ ◆2 ✓ ◆2
@x @y @z
Hi = + + (19.2)
@qi @qi @qi
X3
1 @u
ru ⌘ grad u = ij (19.3)
j=1
Hj @qj
1 @ @ @
r · A ⌘ div A = (H2 H3 A1 ) + (H3 H1 A2 ) + (H1 H2 A3 ) (19.4)
H1 H2 H3 @q1 @q2 @q3
H1 i1 H2 i2 H3 i3
1 @ @ @
r ⇥ A ⌘ rot A = @q1 @q2 @q3 (19.5)
H1 H2 H3
H 1 A1 H 2 A2 H 3 A3
827
828 José Marı́n Antuña
✓ ◆ ✓ ◆ ✓ ◆
2 1 @ H2 H3 @u @ H3 H1 @u @ H1 H2 @u
r u ⌘ r · ru = + +
H1 H2 H3 @q1 H1 @q1 @q2 H2 @q2 @q3 H3 @q3
(19.6)
donde i1 , i2 , i3 son los vectores bases unitarios, A = (A1 , A2 , A3 ) es una función vectorial
arbitraria y u es una función escalar arbitraria.
q1 = x, q2 = y, q3 = z, H1 = 1, H2 = 1, H3 = 1
@u @u @u
ru ⌘ grad u = i+ j+ k (19.7)
@x @y @z
i j k
@ @ @
r ⇥ A ⌘ rot A = @x @y @z (19.9)
Ax Ay Az
q1 = r, q2 = ', q3 = z
La relación con las coordenadas cartesianas viene dada por las ecuaciones
Las superficies de coordenadas son: r = const. (cilindros), ' = const (semiplanos), z = const
(planos).
H1 = 1, H2 = r, H3 = 1 (19.12)
Principales Sistemas de Coordenadas 829
@u 1 @u @u
ru ⌘ grad u = i1 + i2 + i3 (19.13)
@r r @' @z
1 @ 1 @A2 @A3
r · A ⌘ div A = (rA1 ) + + (19.14)
r @r r @' @z
✓ ◆ ✓ ◆
1 @A3 @A2 @A1 @A3 1 @ 1 @A1
r ⇥ A ⌘ rot A = i1 + i2 + (rA2 ) i3 (19.15)
r @' @z @z @r r @r r @'
✓ ◆
2 1 @ @u 1 @2u @2u
r u= r + + (19.16)
r @r @r r2 @'2 @z 2
q1 = r, q2 = ✓, q3 = '
La relación con las coordenadas cartesianas está dada por las ecuaciones
Las superficies de coordenadas son: r = const (esferas concéntricas), ' = const (semiplanos),
✓ = const (rama de un cono).
H1 = 1, H2 = r, H3 = r sin ✓ (19.18)
@u 1 @u 1 @u
ru ⌘ grad u = i1 + i2 + i3 (19.19)
@r r @✓ r sin ✓ @'
1 @ 2 1 @ 1 @A3
r · A ⌘ div A = 2
(r A1 ) + (sin ✓A2 ) + (19.20)
r @r r sin ✓ @✓ r sin ✓ @'
1 @ @A2 1 1 @A1 @
r ⇥ A ⌘ rot A = (sin ✓A3 ) i1 + (rA3 ) i2 +
r sin ✓ @✓ @' r sin ✓ @' @r
1 @ @A1
+ (rA2 ) i3 (19.21)
r @r @✓
✓ ◆ ✓ ◆
2 1 @ 2 @u 1 @ @u 1 @2u
r u= 2 r + 2 sin ✓ + 2 2 (19.22)
r @r @r r sin ✓ @✓ @✓ r sin ✓ @'2
830 José Marı́n Antuña
q1 = , q2 = µ, q3 = z
p
x = c µ, y = ( 2 1)(1 µ2 ), z = z (19.23)
r s
2 µ2 2 µ2
H1 = c 2
, H2 = c , H3 = 1 (19.24)
1 1 µ2
Las superficies de coordenadas son: = const (cilindros de sección elı́ptica con focos en los
puntos x = ±c, y = 0), µ = const (familia de cilindros hiperbólicos con iguales focos), z = const
(planos).
s s
1 2 1 @u 1 1 µ2 @u @u
ru ⌘ grad u = 2 2
i1 + 2 2
i2 + i3 (19.25)
c µ @ c µ @µ @z
p p
2 1 @ p 1 µ2 @ p @A3
r · A ⌘ div A = 2
( 2 µ 2 A1 ) + ( 2 µ 2 A2 ) + (19.26)
c( µ2 ) @ c( 2 µ2 ) @µ @z
" p #
1 µ2 @ p @A2
r ⇥ A ⌘ rot A = 2
( 2 µ 2 A3 ) i1 +
c( µ2 ) @µ @z
p
@A1 1 @ p 2
2
+ ( µ2 A3 ) i2 +
@z c( 2 µ2 ) @
" p p #
2 1 @ p 2 2A )
1 µ2 @ p 2
+ 2
( µ 2 ( µ2 A1 ) i3 (19.27)
c( µ2 ) @ c( 2 µ2 ) @µ
p ✓ ◆ p ✓p ◆
2
2 1 @ p @u 1 µ2 @ @u @2u
r u= 2 1 + 1 µ2 + (19.28)
c( 2 µ2 ) @ @ c( 2 µ2 ) @µ @µ @z 2
Si r, ' son las coordenadas polares del punto en el plano, las coordenadas parabólicas se definen
por medio de las fórmulas:
Principales Sistemas de Coordenadas 831
p ' p '
q1 = = 2r sin , q2 = µ = 2r cos , q3 = z (19.29)
2 2
p
H1 = H2 = 2 + µ2 , H 3 = 1 (19.30)
Las superficies de coordenadas = const y µ = const son cilindros parabólicos que se cortan;
las rectas que los forman son paralelas al eje z.
1 @u 1 @u @u
ru ⌘ grad u = p i1 + p i2 + i3 (19.31)
2 + µ2 @ 2 + µ2 @µ @z
1 @ p 1 @ p @A3
r · A ⌘ div A = 2 + µ2 @
( 2 + µ 2 A1 ) + 2 + µ2 @µ
( 2 + µ 2 A2 ) + (19.32)
@z
1 @ p 2 @A2
r ⇥ A ⌘ rot A = 2 + µ2 @µ
( + µ 2A )
3 i1 +
@z
@A1 1 @ p 2
+ 2 + µ2 @
( + µ2 A3 ) i2 +
@z
1 @ p 2 2A )
@ p 2
+ 2 + µ2 @
( + µ 2 ( + µ2 A1 ) i3 (19.33)
@µ
x2 y2 z2
+ + = 1, > c2 (19.35)
a2 + b2 + c2 +
2. Ecuación de un hiperboloide de una hoja:
x2 y2 z2
+ + = 1, b2 < µ < c2 (19.36)
a2 + µ b 2 + µ c 2 + µ
832 José Marı́n Antuña
x2 y2 z2
+ + = 1, a2 < ⌫ < b2 (19.37)
a2 + ⌫ b 2 + ⌫ c 2 + ⌫
q1 = , q2 = µ, q3 = ⌫
s
( + a2 )(µ + a2 )(⌫ + a2 )
x=± (19.38)
(b2 a2 )(c2 a2 )
s
( + b2 )(µ + b2 )(⌫ + b2 )
y=± (19.39)
(c2 b2 )(a2 b2 )
s
( + c2 )(µ + c2 )(⌫ + c2 )
z=± (19.40)
(a2 c2 )(b2 c2 )
s s s
1 ( µ)( ⌫) 1 (µ ⌫)(µ ) 1 (⌫ )(⌫ µ)
H1 = 2
, H2 = , H3 = (19.41)
2 R ( ) 2 R2 (µ) 2 R2 (⌫)
donde
p
R(s) = (s + a2 )(s + b2 )(s + c2 ) (19.42)
✓ ◆ ✓ ◆
2 4 @ @u @ @u
ru = (µ ⌫)R( ) R( ) + (⌫ )R(µ) R(µ)
( µ)( ⌫)(µ ⌫) @ @ @µ @µ
✓ ◆
4 @ @u
+ ( µ)R(⌫) R(⌫) (19.43)
( µ)( ⌫)(µ ⌫) @⌫ @⌫
Principales Sistemas de Coordenadas 833
Z
d
U =A +B (19.44)
R( )
a) Para el elipsoide de rotación alargado las coordenadas elipsoidales degeneradas (↵, , ') se
definen mediante las fórmulas:
q
H1 = H2 = c sinh2 ↵ + sin2 , H3 = c sinh ↵ sin (19.46)
q1 = ↵, q2 = , q3 = '
✓ ◆ ✓ ◆
2 1 1 @ @u 1 @ @u
ru = 2 sinh ↵ + sin +
c (sinh2 ↵ + sin2 ) sinh ↵ @↵ @↵ sin @ @
✓ ◆ 2
1 1 1 @ u
+ 2 2 2 2 + 2 (19.47)
c (sinh ↵ + sin ) sinh ↵ sin @'2
x = c cosh ↵ sin cos ', y = c cosh ↵ sin sin ', z = c sinh ↵ cos ' (19.48)
834 José Marı́n Antuña
q
H1 = H2 = c cosh2 ↵ sin2 , H3 = c cosh ↵ sin (19.49)
✓ ◆ ✓ ◆
2 1 1 @ @u 1 @ @u
ru = 2 2 cosh ↵ + sin +
c (cosh ↵ sin2 ) cosh ↵ @↵ @↵ sin @ @
✓ ◆ 2
1 1 1 @ u
+ 2 2 2 2 (19.50)
c (cosh ↵ sin2 ) sin cosh ↵ @'2
⇣ c ⌘2 p
(⇢ c coth ↵)2 + z 2 = , ⇢ = x2 + y 2 (19.52)
sinh ↵
Las esferas = const:
✓ ◆2
2 2 c
(z c cot ) + ⇢ = (19.53)
sin
c c sinh ↵
H1 = H2 = , H3 = (19.54)
cosh ↵ cos cosh ↵ cos
✓ ◆ ✓ ◆
2 @ sinh ↵ @u @ sinh ↵ @u
r u= + +
@↵ cosh ↵ cos @↵ @ cosh ↵ cos @
1 @2u
+ (19.55)
(cosh ↵ cos ) sinh ↵ @'2
p
u= 2 cosh ↵ 2 cos v (19.56)
Las variables
q1 = ↵, q2 = , q3 = z
a sinh ↵ a sin
x= , y= , z=z (19.58)
cosh ↵ cos cosh ↵ cos
a
H1 = H2 = , H3 = 1 (19.59)
cosh ↵ cos
q1 = ↵, q2 = , q3 = '
↵+i p
z + i⇢ = ci cot , ⇢ = x2 + y 2 (19.62)
2
⇣ c ⌘2
(⇢ c cot ↵)2 + z 2 = (19.63)
sin ↵
✓ ◆2
2 2 c
⇢ + (z c cot ) = (19.64)
sinh
c c sin ↵
H1 = H2 = , H3 = (19.65)
cosh cos ↵ cosh cos ↵
✓ ◆ ✓ ◆
2 @ sin ↵ @u @ sin ↵ @u
r u= + +
@↵ cosh cos ↵ @↵ @ cosh cos ↵ @
1 @2u
+ (19.66)
sin ↵(cosh cos ↵) @'2
p
u= 2 cosh 2 cos ↵v (19.67)
Principales Sistemas de Coordenadas 837
q1 = , q2 = µ, q3 = '
p p
x = c µ, y = c ( 2 1)(1 = µ2 ) cos ', z = c ( 2 1)(1 = µ2 ) sin ' (19.69)
que las relacionan con las coordenadas cartesianas. Deben cumplir que
1, 1 µ 1, 0 ' 2⇡
r s
2 µ2 2 µ2 p
H1 = c , H2 = c , H = c ( 2 1)(1 µ2 ) (19.70)
2 3
1 1 µ2
El laplaciano es:
2 1 @ 2 @u 1 @ @u
r u= ( 1) + 2 2 (1 µ2 ) +
c2 ( 2 2
µ )@ @ c( 2
µ ) @µ @µ
1 @2u
+ 2 2 (19.71)
c( 1)(1 µ2 ) @'2
q1 = , q2 = µ, q3 = '
p
x = c µ sin ', y = c ( 2 1)(1 µ2 ), z = c µ cos ' (19.72)
Las superficies = const son esferoides achatados, µ = const son hiperboloides de una hoja.
r s
2 µ2 2 µ2
H1 = c 2
, H2 = c , H3 = c µ (19.73)
1 1 µ2
p ✓ ◆ p ✓ p ◆
2
2 1 @ p @u 1 µ2 @ @u
r u= 2 1 + µ 1 µ2 +
c2 ( 2 µ2 ) @ @ c2 ( 2 µ2 ) @µ @
1 @2u
+ 2 2 2 2 (19.74)
c µ @'
Las variables
q1 = , q2 = µ, q3 = '
1 2
x = µ cos ', y = µ sin ', z = ( µ2 ) (19.75)
2
p
H1 = H2 = 2 + µ2 , H 3 = µ (19.76)
✓ ◆ ✓ ◆
2 1 @ @u 1 @ @u 1 @2u
r u= + µ + (19.77)
( 2 + µ2 ) @ @ µ( 2 + µ2 ) @µ @µ 2 µ2 @'2
Bibliografı́a
5. Budak B.M., Samarsky A.A., Tı́jonov A.N. Colección de Problemas de Fı́sica Matemática.
12. Kolmogorov A.N., Fomin S.V. Elementos de Teorı́a de Funciones y del Análisis Funcional.
839
840 José Marı́n Antuña