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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa


Universidad Experimental Politécnica de la Fuerza Armada
Núcleo Anzoátegui
Extensión – Puerto Píritu.

Profesora: Bachilleres:

Diana Andrade. Oliveros, Leslie C.I: 27.783.931


López, Alondra C.I: 28.161.796

Puerto Píritu, Octubre, 2017.


INTRODUCCIÓN.

Para algunas personas, estudiar constituye una actividad altamente satisfactoria. En este
sentido, no sienten que están “obligadas a estudiar”, sino que poseen una inclinación natural a
la lectura y al aprendizaje en general (tal vez, producto de una incentivación temprana en el
ámbito familiar). Para otras, el estudio representa una tarea fatigosa, aburrida y rutinaria.
Pero es seguro que quienes miran al estudio como un enemigo al que hay que vencer, poseen
en su vida otras actividades a las que dedican tiempo y esfuerzo con total dedicación logrando
excelentes resultados.

¿Por qué una misma persona puede obtener excelentes resultados en ciertas actividades
pero, no así en la tarea de estudiar?

La respuesta no es otra que la motivación. Quien se encuentra motivado pone especial


interés y atención en aquello que lo motiva. El ejemplo más explícito es de los llamados
“hobbies”. Una persona pueda dar muestras de interés, organización, concentración y
retención de información respecto de todo aquello que tenga relación con el área
automovilística y su motivación puede llevarla a pasar horas leyendo sobre el funcionamiento
de un motor, los problemas que puede acarrear el empleo de un aceite inadecuado, entre otros.
Pero, es incapaz de dedicar un mínimo de tiempo al aprendizaje de otra actividad.

Su interés es evidente que se encuentra centrado en un área específica, en la cual puede


sacar a relucir su intelectualidad. Pero, cuando esta misma persona, por razones laborales, se
ve obligada a estudiar, por ejemplo, materias que están relacionas con los procedimientos y
técnicas básicas para la venta de seguros, su interés decae y, con él, la capacidad de atención,
concentración, retención de conceptos y demás factores impredecibles para un aprendizaje
exitoso.
TÉCNICAS DE ESTUDIOS.

Las técnicas de estudio son estrategias, procedimientos o métodos, que se ponen en


práctica para adquirir aprendizajes, ayudando a facilitar el proceso de memorización y
estudio, para mejorar el rendimiento académico. El aprendizaje puede relacionarse con el
manejo de un contenido teórico o el desarrollo de habilidades para dominar una actividad
práctica.

Es imprescindible conocer que no existe una estrategia de estudio única y milagrosa. Cada
persona tiene que aprender a aprender con su propio ritmo y método. Sin embargo, los
estudios realizados en esta área han permitido conocer diferentes técnicas, que al ponerse en
práctica, facilitan considerablemente la aprehensión de conocimientos.

HÁBITOS DE ESTUDIOS.

Se llaman hábitos de estudio a aquellas conductas que los estudiantes practican


regularmente, para incorporar saberes a su estructura cognitiva. Pueden ser buenos o malos,
con consecuencias positivas o negativas, respectivamente, en sus resultados.

Se incorporan con la práctica continua, y luego se vuelven naturales. Como buenos


hábitos podemos citar: cumplir horarios; establecer una metodología, diagramar el tiempo con
que se cuenta; llevar un ritmo constante; mantener el orden en el material; estudiar en un lugar
silencioso y cómodo; utilizar técnicas para aprender significativamente, como la de
subrayado, cuadros sinópticos y comparativos o mapas conceptuales; repasar; exponer en voz
alta lo aprendido; cotejar los apuntes de clase con los textos recomendados; releer si no se
entiende; ayudarse con el diccionario para realizar la lectura comprensiva; pautar descansos
cortos por cada hora de dedicación; etcétera. Se van formando en forma progresiva, ya que no
se puede pretender que un alumno de entre seis y once años aplique técnicas complejas, pero
sí que automatice el orden, la prolijidad o el manejo del tiempo. La ayuda del maestro y la
familia como guías para la incorporación de estos hábitos es fundamental.

Contar con buenos hábitos de estudio, posibilitarán que una vez que el alumno ya no
cuente con la guía permanente de sus docentes, pueda transformarse en alguien capaz de
estudiar por sí solo, que es lo que se denomina estudiante con autonomía, además de que esos
contenidos se acumulan en su memoria de largo plazo.

Se consideran malos hábitos de estudio:

 Memorizar.
 Tratar de incorporar el contenido a aprender a último momento.
 Tratar de aprender en un lugar con poca luz, desordenado y ruidoso, ser
desprolijo, estudiar cansado o con hambre, entre otros.
HABILIDADES COMUNICATIVAS.

Las Habilidades o Competencias Comunicativas se entienden como un conjunto de


procesos lingüísticos que se desarrollan durante la vida, con el fin de participar con eficiencia
y destreza, en todas las esferas de la comunicación y la sociedad humana. Hablar, escuchar,
leer y escribir son las habilidades del lenguaje. A partir de ellas, nos desenvolvemos en la
cultura y la sociedad, y a través de su desarrollo, nos volvemos competentes
comunicativamente.

El lenguaje verbal y el no verbal (cine, música, pintura, etc.), la diversidad lingüística, la


gestualidad, la emocionalidad, la comprensión de las diferencias, las semejanzas entre el habla
y la escritura y el papel mediador de la lectura, cimientan nuestra capacidad de comprender,
interpretar y elaborar contenidos comunicativos, para la interpretación del mundo, la
expresión de la subjetividad y el ejercicio de nuestra ciudadanía.

Existen diferentes clasificaciones de habilidades comunicativas. Aquí presentamos algunas


nociones básicas.

HABILIDADES VERBALES DE RECEPCIÓN.

 Escuchar:

Es la capacidad de sentir, de percibir sensorialmente lo que transmite otra


persona, comprender el mensaje; este aspecto permite al oyente, evaluar la
importancia de lo escuchado para responder acertadamente al interlocutor; exige
además tomar conciencia de las posibilidades de tergiversación de los mensajes.

 Leer:

La lectura es fundamental en el desarrollo de habilidades y competencias


comunicativas del ser humano. Como realización intelectual, es un bien colectivo
indispensable en cualquier contexto económico y social. Como función cognitiva,
permite el acceso a los avances tecnológicos, científicos y de la información. Da la
posibilidad de recrear y comprender mejor la realidad. Leer, es ser capaz de
dialogar críticamente con el texto, tomar una postura frente a él y valorarlo
integrándolo en el mundo mental propio.

HABILIDADES VERBALES DE EMISIÓN.

 Hablar:

Se denomina hablar a la capacidad que tiene el ser humano de comunicarse


mediante sonidos articulados. Estos sonidos son producidos por el aparato fonador,
que incluye lengua, velo del paladar, cuerdas vocales, dientes, etc. Esta propiedad
es distintiva en el hombre, ya que si bien está presente en distintas especies del
reino animal, es en la naturaleza del hombre en la que alcanza su más alta
manifestación, en la medida en que despliega un altísimo grado de complejidad y
abstracción en lo referente al contenido.

 Escribir:

La expresión escrita representa el más alto nivel de aprendizaje lingüístico, por


cuanto en ella se integran experiencias y aprendizajes relacionados con todas las
habilidades lingüísticas (escuchar, hablar y leer) y se ponen en funcionamiento
todas las dimensiones del sistema lingüístico (fonológica, morfo-sintáctica, léxica-
semántica y pragmática). La escritura es una habilidad compleja, que implica que el
escritor tenga conocimientos, habilidades básicas, estrategias y capacidad para
coordinar múltiples procesos.

HABILIDADES NO VERBALES.

Las habilidades no verbales son todas aquellas que incluyen el lenguaje corporal y todo lo
que no sean las palabras. Es el arte de interpretación de símbolos y señales comunicados por
los gestos, expresiones faciales, contacto visual, la postura, etc. El tono de voz por ejemplo es
una habilidad no verbal por excelencia porque no es la palabra, sino el matiz de la palabra, es
el lenguaje corporal de la palabra. La capacidad de comprender, re significar y utilizar la
comunicación no verbal o lenguaje corporal, es una poderosa herramienta para conectarse con
los demás y con la realidad circundante.

Nuestra sección Caleidoscopio es un espacio en el que periódicamente publicaremos


nuevos consejos, notas y artículos relacionados con las habilidades comunicativas en sus
diferentes aspectos.

DIFERENCIAS.

Es la cualidad que permite que algo se distinga de otra cosa. Por ejemplo: “La principal
diferencia entre ambos modelos es que el primer automóvil consume más combustible”, “Más
allá del precio, resulta muy difícil hallar diferencias entre estos dos teléfonos, lo que prueba
su poca autenticidad”, “No hay diferencia entre ir a hacer las compras ahora o después de
almorzar”.

La diferencia, por lo tanto, es lo contrario a la igualdad o la semejanza. A mayor cantidad


de características o cualidades que no son compartidas, mayor diferencia. En otras palabras:
dos cosas o dos personas muy parecidas presentan escasas diferencias.
Las diferencias pueden notarse a través de los sentidos (objetos que son diferentes a la
vista, el tacto, etc.) o ser advertidas por cuestiones simbólicas (dos gemelos pueden ser muy
diferentes si uno muestra un carácter tranquilo y el otro resulta inquieto).

SEMEJANZAS.

Es la cualidad de semejante (que se parece a alguien o algo). Dos seres vivos u objetos
semejantes comparten ciertas características. Por ejemplo: “El arquitecto creó esta mansión a
semejanza del Palacio del Louvre”, “No entiendo la demanda de plagio: ambas obras no
guardan ninguna semejanza”, “Las semejanzas entre estos libros son evidentes y nadie puede
negarlas”.

El concepto semejante también puede utilizarse con sentido de ponderación o con carácter
demostrativo: “No sé qué hacer ante semejante problema”, “Nunca he oído semejante
historia”

Para terminar hay que subrayar que existen diversas obras literarias que utilizan el término
semejanza en su título. Este sería el caso, por ejemplo, de “Las bodas de la semejanza” que
fue escrita en 1996 por John Boswell.

EL RESUMEN.

Es la exposición abreviada del contenido de un texto, esto es, que del documento que
analizamos sacamos lo que consideramos lo más importante, evitando anotar las oraciones
completas, solo las ideas principales, por ejemplo:

El subrayado: Después de leer el texto, subrayamos las ideas que consideramos más
importantes.

Simplificación: Separamos el texto en párrafos y marcamos el principio y el final de las


oraciones que lo forman, para, finalmente redactar el resumen en forma de oraciones simples
del tipo, sujeto y predicado.

Esquematización: Localizamos las ideas principales y las subrayamos, elaboramos un


esquema con el título del texto y las ideas principales escritas en forma de oraciones breves.

Las formas comunes para realizar el resumen es el siguiente:

 Leer con atención y aclarar el significado de cada una de las palabras desconocidas,
con ayuda del diccionario.
 Tener claro lo que nos quiere decir el autor y cuál es el mensaje.
 Extraer las ideas principales de cada párrafo.
 Identificar las ideas secundarias (explicaciones, ejemplos y detalles) y determinar
cuáles son necesarias para el resumen.
 Parafraseando se sigue más fielmente el texto original y proporciona más detalles
acerca del contenido de la fuente. Al parafrasear se repite lo dicho por el autor y es
útil cuando se desea comunicar sus ideas pero no parece necesario incluir una cita
directa.

LA SÍNTESIS.

Es una exposición abreviada acerca de un tema específico. Las síntesis se realizan


generalmente con la finalidad de extraer ideas principales de una exposición mayor,
generalmente para estudio o para una exposición sucinta. En general se caracterizan por su
brevedad, aunque pueden existir ejemplos de una longitud considerable si el tema lo requiere
así. Una síntesis también puede entenderse en algunos contextos como la solución a dos
nociones antagónicas; un claro ejemplo es la denominada filosofía propia de Hegel. Como
sea, siempre el concepto referirá a una simplificación de algo mayor.

Una síntesis también puede entenderse desde un punto de vista filosófico. En efecto, uno
de los enfoques teóricos de mayor relevancia dentro de la historia de la filosofía fue la
dialéctica Hegeliana. La misma consiste en dar una interpretación de la historia a partir de la
evolución de movimientos contrapuestos que a modo explicativo suelen llamarse tesis y
antítesis. Los mismos suelen dar cuenta de dos tendencias opuestas en la historia que se
resuelven en una “síntesis”. En este caso, el concepto de síntesis referirá a una instancia
superadora de ambas tendencias, instancia que de alguna manera las contiene pero de un
modo armónico, integrándolas. Este tipo de lógica se entiende desde la perspectiva de Hegel
de considerar a la evolución de todo lo que existe como la expresión de un Espíritu. Marx
tomará esta dialéctica, pero eliminará los aspectos metafísicos, haciendo únicamente alusión a
circunstancias materiales. Así, este referirá a la evolución de la historia también como un
conflicto entre antagónicos que se resuelve en una síntesis, solo que en esta ocasión este
conflicto referirá principalmente a la lucha de clases.
CONCLUSIÓN.

Es muy importante tener la necesidad de saber estudiar porque la misma realidad de la


vida nos lo exige constantemente. Hay que conseguir un aprendizaje cada vez más rápido y
perfecto que nos permita aprovechar al máximo el tiempo disponible, asimilar muchos
acontecimientos y, lo que es más importante, desarrollar técnicas y buenos hábitos que
permitan una mayor agilidad mental y una mayor seguridad en las relaciones y en el trabajo.

Que el docente tiene, por tanto, que aprender cada vez más cosas y con una mayor
profundidad. Esto exige no sólo estudiar más sino, sobre todo, saber estudiar mejor.

Así pues, considerando que no se trata sólo de retener muchos conocimientos y tener una
gran información, sino también saber manejar esta información y utilizarla conveniente y
oportunamente, reconozco que el perfeccionamiento y desarrollo de las Técnicas de Estudio
es del todo imprescindible y por consiguiente, se convertirán en Estrategia de Aprendizaje
cuando cada estudiante es consciente de que se la está empleando para lograr un objetivo.
BIBLIOGRAFÍA.

Alcina Franch, José:

1994 Aprender a investigar. Métodos de trabajo para la redacción de tesis doctorales


(humanidades y ciencias sociales). Madrid, Compañía Literaria.

Alonso Álvarez, Ángel (y otros):

1991 Manual de técnicas de estudio. León, Everest.

Álvarez, Manuel (y otros):

1988 Métodos de estudio. Barcelona, Martínez Roca.

Amat Noguera, Nuria:

1990 De la información al saber. Madrid, Fundesco.

Arnau, Jaume:

1978 Métodos de investigación en las ciencias humanas. Barcelona, Omega.

Bosque, Teresa (y Tomás Rodríguez):

1985 Investigación elemental. México, Trillas.

Bras, Florence de:

1994 Cómo tomar notas y apuntes. Barcelona, Iberia.

Currás, Emilia:

1985 Documentación y metodología de la investigación científica: cuaderno de trabajo.


Madrid, Paraninfo.

Lasso de la Vega, Javier:

1980 Técnicas de investigación y documentación. Normas y ejercicios. Madrid, Paraninfo.

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