Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESPECIALIZACIÓN EN HIGIENE Y
SEGURIDAD EN EL TRABAJO
APUNTES DE
RIESGO ELÉCTRICO
INDICE
INTRODUCCIÓN
Equipos de medición
Clasificación de las tomas de tierra:
Puestas a tierra temporales
Código de práctica para puesta a tierra de sistemas eléctricos
Esquemas de distribución
Análisis de las fallas
Aplicación de los tres tipos de esquemas
INTRODUCCION
PELIGRO
El peligro es "real" cuando existe aquí y ahora, y es "potencial" cuando el peligro ahora no
existe, pero sabemos que puede existir a corto, medio, o largo plazo, dependiendo de la
naturaleza de las causas que crean peligro.
Con frecuencia se confunde el “peligro” con un “agente dañino”. Por ejemplo, habitualmente
se habla de "sustancias peligrosas", pero las sustancias no son "peligrosas" sino "dañinas". El
peligro no reside en las sustancias, sino en la forma insegura en que se transportan, almacenan,
procesan, utilizan, etc. sustancias dañinas. El peligro hace "probable" un incidente antecedente,
mientras que el riesgo hace "posible" el daño consecuente del incidente
MODOS DE UN PELIGRO
El término Peligro se usa normalmente para describir una situación potencialmente dañina,
aunque no el evento mismo, normalmente una vez que el incidente ha comenzado se clasifica
como una emergencia o incidente. Hay varios modos de peligro, que incluyen:
Latente: La situación tiene el potencial de ser peligrosa, pero no están afectadas todavía ni las
personas, ni las propiedades ni el medio ambiente. Por ejemplo, una colina puede ser inestable
con el potencial para un deslizamiento de ladera, pero si no hay nada bajo la colina que pueda ser
afectado.
Potencial: Esta es una situación donde el peligro está en posición de afectar a las personas, a las
propiedades o al medio ambiente. Este tipo de peligro suele necesitar una evaluación del riesgo
posterior.
Activo: El peligro ciertamente causa daños, dado que no es posible intervenir después de que el
incidente ocurra.
Mitigado: Un peligro potencial ha sido identificado, pero se han tomado medidas para asegurar
que no se convierta en un incidente. Puede que no haya una garantía absoluta de que no haya
riesgo, pero es claro que se han tomado medidas para reducir significativamente el peligro.
Público: Un peligro público es el que supone un daño moral o físico a las personas, como puede
ser una epidemia, una catástrofe natural, un asesino, un psicópata, etc...
Dada su naturaleza, un peligro envuelve elementos que pueden ser potencialmente dañinos para
la vida de las personas, para la salud, la propiedad o el medio ambiente. Hay varios métodos para
clasificar un peligro, pero la mayoría de los sistemas usan variaciones de los factores Posibilidad
de que el peligro se vuelva incidente y la Seriedad del incidente que pueda ocurrir.
Un método común es asignar valores tanto a la posibilidad como a la seriedad en una escala
numérica (con los valores más altos para los más posibles y los más serios) y multiplicar la una
por la otra para establecer una escala comparativa.
Esta escala puede usarse para identificar que peligros pueden necesitar ser mitigados. Una escala
baja de posibilidad de ocurrencia puede significar que el peligro es Latente, mientras que un
valor alto puede indicar que podría haber un peligro Activo.
¿QUÉ ES EL RIESGO?
Sin embargo los riesgos pueden reducirse o manejarse. Si somos cuidadosos en nuestra relación
con el ambiente, y si estamos conscientes de nuestras debilidades y vulnerabilidades frente a las
amenazas existentes, podemos tomar medidas para asegurarnos de que las amenazas no se
conviertan en desastres.
La gestión del riesgo no solo nos permite prevenir desastres. También nos ayuda a practicar lo
que se conoce como desarrollo sostenible. El desarrollo es sostenible cuando la gente puede vivir
bien, con salud y felicidad, sin dañar el ambiente o a otras personas a largo plazo. Por ejemplo,
se puede ganar la vida por un tiempo cortando árboles y vendiendo la madera, pero si no se
siembran más árboles de los que se corta, pronto ya no habrá árboles y el sustento se habrá
acabado. Entonces no es sostenible.
La prevención y mitigación son todo lo que hacemos para asegurarnos de que no suceda un
desastre o, si sucede, que no nos perjudique tanto como podría. La mayoría de los fenómenos
naturales no pueden impedirse; pero sí podemos reducir los daños que causa un sismo si
construimos casas más resistentes y en lugares donde el suelo sea sólido.
¿Qué es la mitigación? Son medidas para reducir la vulnerabilidad frente a ciertas amenazas.
Por ejemplo, hay formas de construcción que aseguran que nuestras casas, escuelas u hospitales
no se caigan con un terremoto o un huracán.
! Conocer cuáles son las amenazas y riesgos a los que estamos expuestos en nuestra comunidad.
! Reunirnos con nuestra familia y los vecinos y hacer planes para reducir esas amenazas y
riesgos o evitar que nos hagan daño.
! Realizar lo que planeamos para reducir nuestra vulnerabilidad.
ACTOS INSEGUROS
Son aquellas que realizan las personas o que dejan de hacer y que puedan generar un accidente;
estas acciones se pueden deber por falta de conocimientos, de capacidad física.
CONDICIONES INSEGURAS
Son aquellas condiciones físicas y materiales presentes en cualquier instalación que puedan
originar un accidente para las personas, que pueden deberse por falta o deficiente mantención.
Ejemplos:
Pisos resbaladizos.
Herramientas en malas condiciones.
Escalas con peldaños deteriorados.
Alumbrado deficiente.
ACCIDENTES DE TRABAJO
Los accidentes ocurren porque la gente comete actos incorrectos o porque los equipos,
herramientas, maquinarias o lugares de trabajo no se encuentran en condiciones adecuadas. El
principio de la prevención de los accidentes señala que todos los accidentes tienen causas que los
originan y que se pueden evitar al identificar y controlar las causas que los producen.
Causas Directas
Origen humano (acción insegura): definida como cualquier acción o falta de acción de la
persona que trabaja, lo que puede llevar a la ocurrencia de un accidente.
Origen ambiental (condición insegura): definida como cualquier condición del ambiente
laboral que puede contribuir a la ocurrencia de un accidente.
No todas las acciones inseguras producen accidentes, pero la repetición de un acto incorrecto
puede producir un accidente.
No todas las condiciones inseguras producen accidentes, pero la permanencia de una condición
insegura en un lugar de trabajo puede producir un accidente.
Causas Básicas:
Normas inexistentes.
Normas inadecuadas.
Desgaste normal de maquinarias e instalaciones causadas por el uso.
Diseño, fabricación e instalación defectuosa de maquinaria.
Uso anormal de maquinarias e instalaciones.
Acción de terceros.
No existe una clasificación única para los tipos de accidentes que ocurren en los ambientes
laborales. Las estadísticas, de acuerdo a sus características, clasifican los accidentes según su
tipo de acuerdo a sus objetivos. En todo caso se debe destacar que el tipo de accidente se puede
definir diciendo “que es la forma en que se produce el contacto entre el accidentado y el agente”.
• Por sobreesfuerzo.
• Por exposición.
La ventaja de conocer la tipología de cada accidente estriba en que a cada tipo le corresponderán
medidas específicas de prevención.
INTRODUCCIÓN
El uso de la energía eléctrica, es hoy en día algo común, como el comer, caminar, respirar, etc..
Hoy no se concibe una vida sin el uso de la electricidad. En todo el quehacer diario, en todas las
actividades del ser humano participa activamente, la usamos y muchas veces abusamos, sin
detenernos a pensar en los peligros que su uso conlleva.
El hombre a través del tiempo ha buscado mejorar sus condiciones de confort tanto en su vida
cotidiana como el campo productivo, desarrollando para ello nuevas formas de energía, desde el
vapor, pasando por el uso de combustibles en motores de combustión interna hasta llegar a la
electricidad. Esta forma de energía limpia que no despide gases ni humos, puede ser producida a
grandes distancias del punto de utilización o consumo, con un fácil y barato transporte, con un
alto rendimiento de transformación en otras formas de energía, etc.. Son muchas las ventajas que
hacen hoy a la electricidad la forma de energía más utilizable en todo el mundo, pero como toda
forma de energía debe ser tratada con respeto. Para su uso cómodo y de bajo costo, deben
considerarse ciertas precauciones, de lo contrario, todas las bondades de este tipo de energía
pasan a ser letra muerta frente a la magnitud de los siniestros y a la destrucción que también
pueden ocasionar.
De aquí entonces la enorme responsabilidad que recae sobre el ingeniero, jefe o supervisor,
operarios, el que proyecta, construye y debe efectuar la recepción de una instalación tanto en el
sentido de no aceptar la existencia de ningún riesgo eléctrico que constituya una condición
insegura, como así mismo preocuparse de que el personal adquiera los conocimientos necesarios
para que no incurra en acciones inseguras atentando contra su seguridad y la de las propias
instalaciones.
El riesgo eléctrico es aquel susceptible de ser producido por cualquier tipo de operación en
instalaciones eléctricas y/o con equipos y aparatos de baja, media y alta tensión, como pueden
ser operaciones de mantenimiento o experimentación con aparatos e instalaciones eléctricas.
Consiste en la probabilidad que una corriente eléctrica, alterna o continua, pase a través del
cuerpo de una persona, o de que se genere un proceso combustivo.
Las causas de los accidentes se clasifican en "acciones inseguras" cuando es la participación del
hombre la que origina el accidente y en "condiciones inseguras" cuando el elemento existente en
el ambiente de trabajo, es el que origina el riesgo.
Tres de cada cuatro lesiones originadas en accidentes con energía eléctrica son debido a una
condición insegura, esto significa que las lesiones pueden ser disminuidas en su frecuencia en un
75% si se corrigen todas las condiciones inseguras existentes en los lugares de trabajo. El
instalador desempeña un papel importantísimo en subsanar todas las posibles condiciones
inseguras que una instalación eléctrica presenta a los usuarios.
En cuanto a los riesgos que el personal que trabaja en instalaciones eléctricas se encuentra
expuesto, son variables, pero se pueden resumir en contactos directos e indirectos, para lo cual la
normativa vigente establece una serie de medidas. Y es precisamente este texto legal quien
define al personal calificado como: "personal que esta capacitado en el montaje y operación de
las instalaciones y equipos y familiarizado con los posibles riesgos que pueden presentarse".
Entre los elementos constitutivos de una instalación eléctrica, podemos mencionar, empalmes,
tableros, bancos de condensadores, transformadores, motores, baterías, etc. representando cada
uno de ellos sus respectivos y específicos riesgos de ocasionar un accidente.
Como vemos las instalaciones deben ser seguras y velar por el cumplimiento de dichas medidas.
El que aparezcan condiciones inseguras en una instalación, puede deberse principalmente a:
• Desgaste normal de las instalaciones y equipos. Este proceso natural producido por el tiempo
y el uso puede llegar a convertirse en una condición insegura, por lo que se debe actuar a
tiempo a través de un buen programa de mantención preventiva. Esto no solo afecta a la
instalación, también afecta a equipos y herramientas que el operador utiliza para trabajar en
los tendidos eléctricos.
• Abuso por parte de usuarios. En las instalaciones, variados son los casos de incendio y de
lesiones que una sobrecarga de un circuito han ocasionado a usuarios como operadores. Pero
el abuso por parte del usuario también se manifiesta en las herramientas de trabajo,
utilizándolas en forma inadecuada y para condiciones y circunstancias que no han sido
diseñadas.
• Diseño inadecuado. Similar a los dos casos anteriores, muchas veces se utilizan instalaciones
y herramientas cuyo diseño no han contemplado las normas de seguridad mínimas para el
personal expuesto.
• Mantenimiento inadecuado. El inadecuado mantenimiento es fuente de condiciones
inseguras, el no reemplazo de equipos o elementos viejos, la falta de repuestos y tantos otros
factores están influyendo para que los trabajadores resulten expuestos a riesgos del trabajo.
Si analizamos estas causas que dan origen a condiciones inseguras, vemos nuevamente que el
instalador juega un papel importantísimo en la detección y control de estas causas de accidentes,
las cuales pueden ser subsanadas con un correcto método de trabajo ya que "trabajar
correctamente es trabajar con seguridad".
Como ya se dijo, uno de cada cuatro accidentes por causas eléctricas, se deben a acciones
inseguras, muchas de ellas por no respetar las normas de seguridad. Por ello todo técnico
electricista debe hacer todo lo posible para protegerse asimismo y a sus compañeros de los
posibles daños. O sea que deberán respetar como mínimo las normas de seguridad, aún incluso
cuando otros sean más despreocupados y se las salten creyendo demostrar así su valentía.
"Ser valiente" no consiste en someterse a un peligro al no respetar las normas de seguridad, sino
es "revelarse contra los comentarios despreciativos de los compañeros de trabajo menos
responsables".
Al trabajar en instalaciones eléctricas pueden producirse accidentes a pesar de todas las medidas
y normas de seguridad. En este caso es imprescindible una ayuda rápida, pues los efectos de una
corriente eléctrica de duración prolongada pueden ser desastrosos. En cuanto nos ocupemos
concienzudamente de las pocas reglas de comportamiento estaremos en condiciones de prestar
una ayuda cuando las circunstancias lo requieran. Precisamente en los accidentes eléctricos un
comportamiento incorrecto puede poner en peligro al lesionado, pero también al que le pretende
ayudar.
Estos consejos no deben tomarse como sustitutos de un curso de primeros auxilios, sino
simplemente como "primera ayuda para cualquiera". Seguramente nos quedaremos con la
impresión de que estos consejos son incompletos y quizás queramos hacer más. Sin embargo,
esto sólo es posible después de seguir un curso adecuado, como los ofrecidos por una institución
autorizada.
Recordar que "en caso de duda es mejor hacer de menos que de más". Los pasos a seguir son:
• Desconectar la corriente
• Alejar al accidentado de la zona de peligro
• Apagar el fuego
• Llamar al médico
• Determinar las lesiones
• Colocar al accidentado sobre un costado
• Hacer examinar al accidentado por un médico
Desconectar la corriente
Seguro que todos intentarán, en primer lugar desconectar la corriente, pero resulta que a menudo
esto no es posible con la rapidez requerida porque el accidentado bloquea el camino hacia el
interruptor o fusible. En éste caso deberá intentarse llegar al interruptor con un objeto aislante.
Apagar el fuego
En los accidentes eléctricos se produce con frecuencia arcos voltaicos que provocan incendios.
Deberán apagarse con mantas u objetos similares. ¡PRECAUCION!, sólo podrá emplearse agua
cuando se haya desconectado la corriente.
Las quemaduras del afectado podrán enfriarse con agua, pero en ningún caso con pomadas o con
polvos talco.
Llamar al médico
Antes de pasar a otras medidas deberá llamarse a un médico o una ambulancia. Antes de su
llegada deberán realizarse aún las siguientes normas.
En ambos casos anteriores, deberán realizar los primeros auxilios personas preparadas
especialmente para ello. En el primer caso se realizará la respiración artificial y en el segundo,
un masaje cardiaco. Es necesario darse prisa, pues la falta de oxigeno provoca que las células del
cerebro mueran al cabo de unos cuatro minutos. Por ello todo operario y técnico debería haber
realizado un curso de primeros auxilios con clases especiales sobre la reanimación del corazón y
de la capacidad respiratoria.
Los riesgos eléctricos afectan tanto a las personas como a las infraestructuras (ingeniería civil,
edificaciones e instalaciones).
Los riesgos debidos a las instalaciones eléctricas pueden reducirse si se actúa correctamente en
las diferentes fases del proceso que transcurre desde la creación hasta la destrucción de las
mismas.
• Diseño
• Ejecución (montaje)
• Mantenimiento
• Uso
• Desmantelamiento (desmontaje)
Como ocurre con otros tipos de riesgos la Ingeniería de Seguridad aplicada a los riesgos
eléctricos, tiene por objeto reducir al máximo los mismos actuando en las fases mencionadas.
Definiciones
a) Electricidad
Definición General: la electricidad es un agente físico, presente en todo tipo de materia y que
bajo condiciones especiales se manifiesta como una diferencia de potencial eléctrico (cargas
eléctricas, electricidad estática) entre dos puntos de dicha materia. Si ambos puntos a diferente
nivel eléctrico se unen físicamente, ésa energía potencial se convierte en dinámica, lográndose
una circulación de corriente eléctrica, que perdurará hasta tanto subsista dicha diferencia de nivel
eléctrico.
1) Corriente continua: Se reconoce como corriente continua, a aquel tipo de corriente en la que
su intensidad, diferencia de potencial y sentido de desplazamiento son invariables.
Dentro de las corrientes alternas de uso cotidiano, podemos distinguir dos tipos fundamentales:
Dicha diferencia de potencial tendrá una sola fase de variación, cuyos valores sucesivos están
representados por una sinusoide.
c) Magnitudes Fundamentales:
1) Intensidad de corriente eléctrica –Definición: la intensidad de corriente en un circuito
eléctrico, queda determinada en forma cuantitativa por el desplazamiento de cargas eléctricas de
carácter negativo (electrones) por dicho circuito.
SIMBOLO: A
SIMBOLO: V
SIMBOLO: Ω
SIMBOLO: W
SIMBOLO: W.S
Nota: La unidad de medida de energía que se utiliza en la práctica es el WATT –hora (W.h) y
representa la energía desarrollada por una potencia de un WATT en el tiempo de una hora y
equivale al valor de la energía definida precedentemente multiplicada por 3.600.
Leyes Fundamentales
a) Ley de OHMS:
La ley de ohms establece la íntima relación existente, en un circuito eléctrico, entre la intensidad,
la diferencia de potencial y la resistencia, tres valores fundamentales, de la siguiente manera: La
intensidad de corriente circulante por un circuito eléctrico depende directamente de la tensión
aplicada al mismo, siendo por otra parte, de un valor inverso al de la resistencia opuesta por
dicho circuito.
FORMULA FUNDAMENTAL: I = E / R
b) Leyes de KIRCHOFF:
Las dos primeras leyes establecidas por Gustav R. Kirchhoff (1824-1887) son indispensables
para los cálculos de circuitos, estas leyes son:
entonces la ley establece que la suma algebraica de las corrientes en un punto de unión
es cero:
2. Para todo conjunto de conductores que forman un circuito cerrado, se verifica que la
suma de las caídas de tensión en las resistencias que constituyen la malla, es igual a la
suma de las f.e.ms. intercaladas. Considerando un aumento de potencial como positivo
(+) y una caída de potencial como negativo (-), la suma algebraica de las diferencias
de potenciales (tensiones, voltajes) en una malla cerrada es cero:
Como consecuencia de esto en la práctica para aplicar esta ley, supondremos una dirección
arbitraria para la corriente en cada rama. Así, en principio, el extremo de la resistencia, por
donde penetra la corriente, es positivo con respecto al otro extremo. Si la solución para la
corriente que se resuelva, hace que queden invertidas las polaridades, es porque la supuesta
dirección de la corriente en esa rama, es la opuesta.
Por ejemplo:
Las flechas representan la dirección del flujo de la corriente en el nudo. I1 entra a la unión,
considerando que I2 e I3 salen. Si I1 fuera 20 A e I3 fuera 5 A, I2 tendría 15 A, según la ley de
voltaje de I1=I2 + I3.
La ley de Kirchoff para los voltajes es, la suma de voltajes alrededor de un circuito cerrado es
igual a cero. Esto también puede expresarse como la suma de voltajes de un circuito cerrado
es igual a la suma de voltajes de las fuentes de tensión:
En la figura anterior, la suma de las caídas de voltaje en R1, R2 y R3 deben ser igual a 10V o sea,
10V =V1+ V2+ V3.
c) Ley de JOULE:
Si queremos desplazar una determinada carga eléctrica Q desde un potencial a otro, cuya
diferencia sea de V volt, el trabajo que desarrollaremos será tanto mayor cuanta más carga Q
queramos desplazar y también tanto mayor cuanta más diferencia de potencial haya entre los
puntos que queramos desplazar dicha carga Q.
Por lo que dicho trabajo será igual al producto de la carga Q por la diferencia de potencial V
entre los dos puntos: W = V x Q por otro lado sabemos que Q = I x t
W=VxIxt
Como hemos dicho que Potencia es igual al trabajo dividido por el tiempo: P = W / t tendremos
que
P=VxIxt/t ↔P=VxI
P=VxI
P = R x I2
P = V2 / R
Evidentemente, el trabajo: W
W=VxIxt
W = R x I2 x t
W = (V2 / R) x t
Los nombres de los múltiples y submúltiplos de las unidades se formarán anteponiendo el prefijo
indicado en la siguiente tabla, en la que se indica el factor por el que resulta multiplicada la
unidad:
Umbrales de tensión
Con el fin de normalizar, se han establecido desde el punto de vista de seguridad, los siguientes
umbrales de tensión:
Texto Legal
ART. 95 – Las instalaciones y equipos eléctricos de los establecimientos deberán cumplir con las
prescripciones necesarias para evitar riesgos a personas o cosas.
ART. 96 – Los materiales y equipos que se utilicen en las instalaciones eléctricas cumplirán con
las exigencias de las normas técnicas correspondientes. En caso de no estará normalizados,
deberán asegurar las prescripciones previstas en el presente capitulo.
Las tareas de montaje, maniobra o mantenimiento sin o con tensión, se regirán por las
disposiciones del Anexo VI.
ART. 101 – Se deberán adoptar las medidas tendientes a la eliminación de la electricidad estática
en todas aquellas operaciones donde pueda producirse. Los métodos se detallan en el Anexo VI.
Se extremarán los recaudos en ambientes con riesgo de incendio o atmósferas explosivas.
Las tomas a tierra de estas instalaciones deberán será exclusivas e independientes de cualquier
otra.
INTERPRETACIÓN
Instalaciones Eléctricas
Art. 95º – Debido al riesgo de accidente que representa la utilización de la electricidad como
fuente de energía en la actividad humana, todo establecimiento deberá cumplir y adaptarse a
todas las prescripciones establecidas en éste reglamento, con relación a sus instalaciones y
equipos eléctricos.
Art. 96º – Se determina que los materiales y equipos que se utilicen en las instalaciones
eléctricas, deberán cumplir todas las exigencias de las Normas técnicas correspondientes. Si
algún material u equipo no estuviera normalizado, se deberá asegurar que cumple con lo
establecido por el presente reglamento.
Art. 97º – Se determina que todo proyecto de instalación superior a 1.000 Volt de tensión, deberá
estará aprobado en los rubros de su competencia por el Responsable de Seguridad e Higiene en
el Trabajo del Establecimiento. Además tanto los proyectos de instalaciones y equipos el
eléctricos, como las tareas de montaje, maniobras o mantenimiento, sin o con tensión, deberán
regirse por lo dispuesto en el ANEXO VI.
Art. 98º – Se establece que todo lo referido al mantenimiento de las instalaciones eléctricas, se
deberá realizar verificando las mismas periódicamente en base a programas establecidos,
confeccionados de acuerdo a normas de seguridad y registrando debidamente los resultados.
Además todo trabajo de mantenimiento deberá será efectuado exclusivamente por personal
capacitado para tal fin y autorizado por la Empresa.
Art. 99º al 101º– Para el control de la seguridad en lugares de alto riesgo, en equipos,
herramientas, elementos, etc. y para eliminar la corriente estática en las operaciones que puedan
generarlas, se tendrá en cuenta todo lo establecido en el ANEXO Vi de esta reglamentación.
Art. 102º– Todo establecimiento expuesto a descargas atmosféricas, deberá poseer una
instalación contra sobretensiones de éste origen, para asegurar la protección de los trabajadores y
bienes.
Además todas las tomas a tierra de las instalaciones deberán será exclusivas e independientes de
cualquier otra.
ANEXO VI
Texto Legal
1. GENERALIDADES
1.1. Definiciones y terminología
En los ambientes secos y húmedos se consideran como tensión de seguridad hasta 24 V respecto
a tierra.
En los mojados e impregnados de líquidos conductores la misma será determinada, en cada caso,
por el jefe del Servicio de Higiene y Seguridad en el Trabajo de la empresa.
a) Separar mediante corte visible la instalación, línea o aparato de toda fuente de tensión.
b) Bloquear en posición de apertura los aparatos de corte o seccionamiento necesarios.
c) Verificar la ausencia de tensión con los elementos adecuados.
d) Efectuar las puestas a tierra y en corto circuito necesarias, en todos los puntos por donde
pudiera llegar tensión a la instalación como consecuencia de una maniobra o falla del
sistema.
e) Colocar la señalización necesaria y delimitar la zona de trabajo.
(1) Estas distancias pueden reducirse a 0,60 m, por colocación sobre los objetos con tensión de
pantallas aislantes de adecuado nivel de aislación y cuando no existan rejas metálicas conectadas
a tierra que se interpongan entre el elemento con tensión y los operarios.
(2) Para trabajos a distancia, no se tendrá en cuenta para trabajos a potencial.
2.1.1. Generalidades.
a) Antes de iniciar todo trabajo en BT se procederá a identificar el conductor o instalación sobre
los que se debe trabajar.
b) Toda instalación será considerada bajo tensión, mientras no se compruebe lo contrario con
aparatos destinados al efecto.
c) No se emplearán escaleras metálicas, metros, aceiteras y otros elementos de material
conductor en instalaciones con tensión.
d) Siempre que sea posible, deber dejarse sin tensión la parte de la instalación sobre la que se va
a trabajar.
c.2) En los puntos de alimentación: Una vez recibida la comunicación de que se ha terminado el
trabajo, se retirar el material de señalización y se desbloquearán los aparatos de corte y
maniobra.
2.4.3. Transformadores.
a) Para sacar de servicio un transformador se abrirá el interruptor correspondiente a la carga
conectada, o bien se abrirán primero las salidas del secundario y luego el aparato de corte del
primario. A continuación se proceder a descargar la instalación.
b) El secundario de un transformador de intensidad nunca deberá quedar abierto.
c) No deberán acercarse llamas o fuentes calóricas riesgosas a transformadores refrigerados por
aceite.
El manipuleo de aceite deberá siempre hacerse con el máximo cuidado para evitar derrames e
incendios. Para estos casos deberán tenerse a mano elementos de lucha contra el fuego, en
cantidad y tipo adecuado. En el caso de transformadores situados en el interior de edificios u
otros lugares donde su explosión o combustión pudiera causar daños materiales o a personas, se
deberán emplear como aislantes fluidos no combustibles, prohibiéndose el uso de sustancias
tóxicas o contaminantes.
d) En caso de poseer protección fija contra incendios, deberá asegurarse que la misma durante
las operaciones de mantenimiento no funcionará intempestivamente y que su accionamiento se
pueda hacer en forma manual.
e) Para sistemas de transmisión o distribución con neutro a tierra, el neutro debe unirse
rígidamente a tierra por lo menos en uno de los transformadores o máquinas de generación.
Queda prohibido desconectarlo, salvo que automáticamente se asegure la conexión a tierra de
dicho neutro en otra máquina o punto de instalación y que no haya circulación de corriente entre
ellos en el momento de la apertura. Toda apertura o cierre de un seccionador de tierra se hará con
elementos de seguridad apropiados.
f) La desconexión del neutro de un transformador de distribución se hará después de eliminar la
carga del secundario y de abrir los aparatos de corte primario. Esta desconexión sólo se permitir
para verificaciones de niveles de aislación o reemplazo del transformador.
3.1.1. Conductores.
Deberán seleccionarse de acuerdo a la tensión a las condiciones reinantes en los lugares donde se
instalarán. La temperatura que tome el material eléctrico en servicio normal no deber poner en
compromiso su aislamiento.
conductoras. Si existieran razones de fuerza mayor, se tomarán todas las medidas de seguridad
de trabajo con tensión.
seguridad. En este caso además se exige que todas las masas asociadas a un mismo relé de
protección deberán estará conectadas a la misma toma de tierra.
En el segundo caso, los disyuntores diferenciales deberán actuar cuando la corriente de fuga a
tierra tome el valor de calibración (300 mA a 30 mA según su sensibilidad) cualquiera sea su
naturaleza u origen y en un tiempo no mayor de 0,03 segundos.
3.3.2.2. Dispositivos de protección pasiva. Impedirán que una persona entre en contacto con dos
masas o partes conductoras con diferencias de potencial peligrosas.
Se podrán usar algunos de los siguientes dispositivos o modos:
a) Se separarán las masas o partes conductoras que pueden tomar diferente potencial, de modo
que sea imposible entrar en contacto con ellas simultáneamente (ya sea directamente o bien por
intermedio de los objetos manipulados habitualmente).
b) Se interconectarán todas las masas o partes conductoras, de modo que no aparezcan entre ellas
diferencias de potencial peligrosas.
c) Se aislarán las masas o partes conductoras con las que el hombre pueda entrar en contacto.
d) Se separarán los circuitos de utilización de las fuentes de energía por medio de
transformadores o grupos convertidores. El circuito separado no deber tener ningún punto unido
a tierra, será de poca extensión y tendrá un buen nivel de aislamiento.
La aislación deber será verificada a la temperatura de régimen del transformador.
Si a un mismo circuito aislado se conectan varios materiales simultáneamente, las masas de éstos
deberán estará interconectadas. La masa de la máquina de separación de circuito deber estará
puesta a tierra.
e) Se usará tensión de seguridad.
f) Se protegerán por doble aislamiento los equipos y máquinas eléctricas. Periódicamente se
verificará la resistencia de aislación.
3.4.2. En los locales donde se fabriquen, manipulen o almacenen materiales inflamables, tales
como detonadores o explosivos en general, municiones, refinerías, depósitos de petróleo o sus
derivados, éter, gases combustibles, celuloide, películas, granos y harinas, la instalación eléctrica
deber estará conectada en envolturas especiales seleccionadas específicamente de acuerdo con
cada riesgo.
Además se deberá adoptar alguno de los siguientes sistemas de seguridad:
a) Protección por medio del uso de artefactos antideflagrantes. Todas las partes de una aislación
eléctrica deberán estará dentro de cañerías y artefactos antideflagrantes capaces de resistir la
explosión de la mezcla propia del ambiente sin propagarla al medio externo.
Las características constructivas de las cajas, motores, artefactos de iluminación y accesorios,
tales como anchos de juntas mínimos, intersticios máximos, entrada de cables, aisladores
pasantes y otros, responderán a las exigencias de las normas nacionales o internacionales
vigentes referentes a este tipo de material.
Las juntas serán del tipo metal a metal perfectamente maquinadas y no se admitirá el uso de
guarniciones en las mismas.
En el caso de motores eléctricos antideflagrantes, la salida del eje se hará mediante laberintos o
bujes apagachispas. La separación entre el eje o laberinto será función de la longitud del mismo.
3.4.3. Los artefactos, equipos y materiales que se utilicen en instalaciones eléctricas especiales,
según 3.4.1. y 3.4.2., deberán estar aprobados por organismos oficiales. Los ensayos de
aprobación se realizarán según las normas que correspondan a cada caso. Se aprobará un
prototipo mediante la ejecución de todos los ensayos que indica la norma. La aprobación por
partidas se hará por muestreo. Los fabricantes de materiales eléctricos para uso en ambientes
especiales, húmedos, mojados, corrosivos o explosivos, suministrarán a los usuarios copia del
certificado de aprobación de prototipo y partida, e instrucciones de mantenimiento.
3.4.4. Es responsabilidad del usuario la selección del material adecuado para cada tipo de
ambiente, teniendo en cuenta el riesgo.
accidentes a las personas por efectos secundarios. Las medidas de protección tendientes a
facilitar la eliminación de la electricidad estática estarán basadas en cualquiera de los siguientes
métodos o combinación de ellos:
a)Humidificación del medio ambiente.
b) Aumento de la conductibilidad eléctrica (de volumen, de superficie o ambas) de los cuerpos
aislantes.
c) Descarga a tierra de las cargas generales por medio de puesta a tierra e interconexión de todas
las partes conductoras susceptibles de tomar potenciales en forma directa o indirecta.
Las medidas de prevención deberán extremarse en los locales con riesgo de incendios o
explosiones, en los cuales los pisos serán antiestáticos y antichispazos. El personal usará
vestimenta confeccionada con telas sin fibras sintéticas, para evitar la generación y acumulación
de cargas eléctricas y los zapatos serán del tipo antiestáticos. Previo al acceso a estos locales, el
personal tomará contacto con barras descargadoras conectadas a tierra colocadas ex profeso, a
los efectos de eliminar las cargas eléctricas que hayan acumulado.
Cuando se manipulen líquidos, gases o polvos se deberá tener en cuenta el valor de su
conductibilidad eléctrica, debiéndose tener especial cuidado en casos de productos de baja
conductividad.
INFORME COMPLEMENTARIO
Instalaciones Eléctricas
CONSIDERACIONES GENERALES
En la enseñanza de las lesiones producidas por la electricidad anidan dos grandes errores que se
han difundido durante años y que han sido causa de un considerable retraso en la prevención y
tratamiento de esos accidentes.
El primero de ellos fue el expresar numéricamente la magnitud del peligro, admitiendo dosis
máximos y mínimas en la descarga eléctrica y creando el concepto de que las bajas tensiones no
son peligrosas. En la tocante a este punto no hay más que examinar los trabajos técnicos hasta el
año 1924, que señalaban “las bajas tensiones (hasta 300 volt), en general, no son peligrosas”. Se
pensaba que la electricidad era como un veneno, que a dosis pequeñas puede será inofensivo
para el organismo, pero que administrado en mayores proporciones mata.
Señala Jellinek, que ha contribuido a la idea de que el peligro de un contacto eléctrico encuentre
su expresión en los valores numéricos de la tensión, el hecho de que la electrotecnia científica y
práctica siempre distingue entre alta y baja tensión, y con este criterio están redactados los
diferentes reglamentos de seguridad; además, en la práctica, los locales y conducciones de alta
tensión están provistos de indicaciones de peligro que llaman la atención del público, lo que no
sucede en las instalaciones de baja tensión.
En la segunda y tercera década del siglo actual se tendió a opinar que las bajas tensiones eran
realmente las peligrosas, porque su efecto alcanzaba directamente al corazón, fundamentándose
este criterio en el hecho de que había mayor número de víctimas por contactos con baja que con
alta tensión, Esto tampoco es exacto en términos generales; el problema es mucho más complejo.
En realidad, no hay que olvidar que si bien hay mayor número de accidentes mortales producidos
por baja tensión, también existen más personas expuestas a este tipo de contacto.
Lo verdaderamente cierto es que se deben tomar siempre las medidas apropiadas de seguridad
tanto si se trata de alta como de baja tensión.
El segundo error al que hemos aludido se debió al hecho de que cuando a fines del siglo pasado
se produjo la primera víctima de la electrotecnia, se le aplicó el diagnóstico de “muerte por
electricidad”, que se difundió por todo el mundo, repitiéndose fielmente en toda persona que a
consecuencia de una electrocución caía sin señales de vida. Como resultado de ello, ante un
accidentado de este tipo la actitud era totalmente pasiva, no prestando ayuda alguna a la víctima.
PELIGROS DE LA ELECTRICIDAD
Cuando deviene la muerte del accidentado a consecuencia de esos efectos, ese fenómeno se
denomina electrocución. Esto es la muerte debida a la electrización.
Con respecto a los accidentes provocados por la corriente eléctrica la Oficina Internacional del
Trabajo (OIT), indica que crecen a una tasa del 7% anual. Las cifras anuales de algunos países
son, en número de accidentes por millón de personas:
Inglaterra: 2,6
Dinamarca: 2,8
Francia: 2,6
Estados Unidos: 5,5
En nuestro país no existen cifras oficiales, pero según estimaciones valederas alcanzarían los 22
accidentes anuales por millón de habitantes.
El otro riesgo importante a tener en cuenta es la proporción de incendios que tienen como origen
la instalación eléctrica.
Para la Argentina se estima que el origen del 50% al 70 % de los incendios es eléctrico.
Hay que agregar que los accidentes eléctricos presentan una mayor proporción de casos graves
que de otro origen, dando lugar a muertes, inhabilitaciones o secuelas de gravedad.
En los estudios realizados acerca de los accidentes encarados desde principios de este siglo, se
cometieron frecuentemente gruesos errores de apreciación y de generalización, que invalidaron
muchas conclusiones y que condenaron a muerte a individuos que podían recuperarse.
Uno da ellos era creer que sólo eran peligrosas las altas tensiones y que aquéllas por debajo de
300 V no lo eran. En la realidad, el limite de inocuidad se halla muy por debajo de ese valor.
Otra error consistió en considerar como verdaderamente peligrosas las bajas tensiones, porque
afectaban directamente al corazón. Tampoco este resulto cierto, ya que el problema es mucho
más complejo.
El tercero partió de los médicos que atendían directamente al accidentado, ya que si eran
informados que la tensión que la había afectado era de unas miles de volt, se limitaban a
certificar la muerte, considerando el caso como fatal.
La corriente eléctrica puede tener diversos efectos sobre el organismo; es común clasificarlos así:
a) Quemaduras.
b) Paro respiratorio y cardíaco.
c) Fibrilación del corazón.
d) Daños sobre el sistema nervioso.
a) Quemaduras
Son lesiones producidas en los tejidos, por el calor desarrollado por la corriente según la ley de
Joule, ya citada.
En circuitos de medía y alta tensión pueden ser provocadas por el arco eléctrico, que origina
quemaduras de lenta curación, aunque no afectan centros vitales. Generalmente se localizan
principalmente en la piel, dado que la corriente circula superficialmente.
Si la corriente ingresa al cuerpo, se observa una marca denominada zona central en el sitio de
ingreso de la corriente, y alrededor de ella una zona perisférica de quemadura superficial, con
zonas rojizas y ampolladas.
Si la quemadura es muy leve, cura entre 10 y 15 días; en cambio, si es muy grave puede ser
necesario apelar a la cirugía, injertos, etc.
1) El centro respiratorio.
2) El centro Cardiaco.
3) El centro vasomotor.
4) El centro de la de glución.
Los centros respiratorio y cardiacos son afectadas por la circulación de una corriente eléctrica,
inhibiendo su funcionamiento y determinando paros respiratorios y cardiacos.
Si la corriente atraviesa el bulbo, es normal que afecte en primer término el centro respiratorio y
luego al centro cardíaco.
En el caso de producirse alguno de estos paros, debe procederse con suma celeridad, ya que la
falta de oxígeno pueda conducir a daños cerebrales irreparables en caso de recuperación.
Corrientes de menor intensidad producen contracción muscular refleja, que puede impedir soltar
elementos asidos. Si hay contractura de la músculos respiratorios se pueden presentar casos de
asfixia.
Se estima que corrientes del orden de los 100 miliamperes alteran el potencial normal del
corazón, dando origen a fibrilación.
Realizando experiencias con animales con sistemas circulatorios y pesos similares al humano, se
llegó a la conclusión de que no es solamente la circulación de corriente la que produce
fibrilación, sino que también es necesario que ésta circule durante un cierto tiempo.
I² . t = 0,027 = constante
Siendo:
I = intensidad en [A]
t = tiempo en [seg.]
La exactitud de lo establecido por DALZIEL se verificó a través de datos obtenidos en los casos
de ajusticiamiento por electrocución.
En base a dicha información se prepara la Tabla, en la que definen los límites de intensidad en
función de los efectos fisiológicos más notables que producen. Esta tabla contiene valores
relativos para corrientes alternas de 50–60 ciclos.
Los puntos más notables de esta curva, que interesan particularmente en el ámbito de la
seguridad son:
Cabe consignar asimismo que las corrientes continúas producen efectos análogos a los de la
corriente alterna, pero se necesitan intensidades cuatro veces superiores.
Si la frecuencia es elevada del orden de los 1000 Hz, los umbrales de acción aumentan. Los
efectos son de naturaleza térmica.
Se han detectado algunos efectos, tanto pasajeros como permanentes, entre los que se pueden
citar:
Existen varías causas que pueden originar accidentes con la corriente eléctrica. Podemos
delimitar dos grupos bien diferenciados: el de los factores humanos y el de los técnicos.
a) Factores humanos
Estas causas deben atribuirse en forma directa al usuario y no son fáciles de eliminar. Se pueden
clasificar así:
1) Confianza.
2) Ignorancia.
3) Negligencia o imprudencia.
4) Precipitación.
5) Indisciplina.
Como cada una da ellas requiere medios de prevención especiales, adecuados a ella, se van a
detallar a continuación.
1) Confianza: se adquiere una confianza excesiva hacia la corriente eléctrica cuando se hace
un hábito el ejecutar un trabajo, y frecuentemente se olvidan las precauciones elementales.
De la misma manera se procede cuando luego de sufrir descargas eléctricas de media y baja
tensión, el usuario estima falsamente que su organismo no tiene inconvenientes en seguir
recibiéndoles.
En este caso es válido el aforismo: "A la electricidad no se le debe perder nunca el respeto".
2) Ignorancia: es tal vez el factor que ocasiona el mayor número de víctimas de accidentes
eléctrico.
Frecuentemente se realizan operaciones con elementos eléctricos, con total desconocimiento del
buen uso y de los riesgos que ella trae consigo.
En este caso, la tarea es eminentemente docente. Es decir, se debe divulgar en todo momento los
conceptos fundamentales acerca de la correcta utilización de los elementos, de los riesgos que
implica la utilización y de las medidas de seguridad a tener en cuenta.
Es evidente que el nivel cultural del usuario interviene decisivamente en la reducción de los
accidentes debidos a esta causa. En todo caso la tarea de formación debe adaptarse cabalmente al
nivel de comprensión de aquellos hacia quienes va dirigida.
Es creencia general que la utilización intensiva y extensiva de elementos eléctricos, trae consigo
la adquisición de una suerte de inmunidad, de manera tal que se olvidan las medidas de
seguridad.
Se debe tender a crear conciencia de que cada una de las operaciones realizadas con elementos
eléctricos es una y única, por más que sea repetitiva.
Frecuentemente y con buenos resultados se usan letreros, carteles, afiches, etc. recordando los
peligros a que está expuesto el usuario.
En este caso debe siempre recordarlo que el ganar unas horas o minutos, puede en muchas
circunstancias, significar la pérdida de mayor tiempo o bienes de naturaleza irrecuperable, tales
como vidas humanas.
5) Indisciplina: frecuentemente a pesar de conocer los peligros y las normas mínimas a tener
en cuanta para la utilizan de elementos eléctricos se hace caso omiso de ellas.
Esta actitud deviene de la creencia de que las normas de seguridad son excesivas, y que los
peligros señalados no son ni tan graves ni tan comunes como se indican.
b) Factores técnicos:
En efecto, en muchos casos las defectos técnicos se daban a la falta de honradez profesional de
fabricantes instaladores y operarios.
La mejor manera de evitar estos problemas es utilizar elementos de calidad reconocida, avalados
por sellos que atestigüen el cumplimiento de normas tales como el sello IRAM.
Con respecto a la ejecución del montaje se recomienda que se realice con pulcritud y esmero, a
través de personas realmente capacitadas y con cabal conocimiento de las técnicas y reglamentos
constructivos.
Se va a dividir este párrafo en dos partes; normas a tener en cuanta para evitar los accidentes y
operatoria a cumplir en caso que ocurran.
a) Normas de prevención
1) Aislamiento del servicio: todas las partes bajo tensión deben ser aisladas. Si ello no fuera
posible (como en el caso de instalaciones electroquímicas) deben protegerse los elementos de
la instalación mediante técnicas especiales (cierres, dispositivos separadores de protección
etc.).
2) Aislamiento de los mangos o elementos de asir de herramientas.
3) Empleo de guantes aislantes.
4) Empleo de calzado aislante.
5) Trabajar sobra plataforma aislante.
6) Protección de máquinas que tengan elementos peligrosos.
7) Puesta a tierra de máquinas y aparatos.
8) Instalación de seccionadores eléctricos que permitan aislar al lugar del circuito donde se va a
trabajar.
Como consejos para quienes manejan equipos alimentados con electricidad, se pueden comentar
algunas normas reglamentadas oficialmente.
En asumen:
Si a pesar de todas las precauciones, el accidente se produce, hay que conservar la calma y
proceder a la interrupción del circuito eléctrico, pasando luego a la atención del accidentado.
• El accidentado es la primera prioridad, todos los demás factores pasan a segundo plano.
• En cuanto el estado del accidentado lo permita, avisar al personal especializado.
Sí el accidente se produce en bajá tensión hay que cortar la corriente lo mas rápidamente posible,
en caso de que el interruptor no estuviese a mano, tratar de rescatar al accidentado utilizando
elementos aislantes y secos. (ropa, madera, plataformas aislantes, etc.).
Si el accidente se produce en media o alta tensión, no hay más posibilidades que avisar a la
subestación o puesto de control para que interrumpan la corriente habiéndose asegurado la no
existencia de tensión y la puesta a tierra de los conductores activos, se procederá a rescatar al
accidentado.
Las diferentes reacciones que pueden producirse en el organismo humano tras el contacto con
conductores bajo tensión dependen de cierto número de elementos, que son:
- La intensidad de la corriente.
- El tiempo de contacto.
- La resistencia eléctrica del cuerpo.
- La tensión de la corriente.
- La frecuencia y forma de la corriente.
- El trayecto de la corriente en el organismo.
Aunque la acción de cada uno de estos factores sea muy conocida actualmente, gracias a
experiencias que hacen variar a uno de ellos manteniendo constantes los demás, podemos señalar
que no actúan independientemente unos de otros. Existen, por el contrario, interacciones de
algunos de estos factores con los demás.
INTENSIDAD
Los efectos de la intensidad eléctrica son diferentes en corriente alterna y en continua, siendo los
efectos de esta última menores que los de la corriente alterna para intensidades y tiempos de
exposición iguales (exceptuando los efectos electrolíticos que produce la corriente continua).
En general, la intensidad de la corriente que pasa por el cuerpo humano, unida a su tiempo de
circulación, es la causa determinante de la gravedad del accidente eléctrico.
Recientemente, por medio de estudios experimentales, se han precisado los umbrales mínimos,
es decir, los niveles susceptibles de originar ciertas percepciones y trastornos en el organismo.
Hay que advertir, y esto es importante, que los valores numéricos que señalamos a continuación
no hay que tomarlos como rigurosamente exactos, sino sólo como indicación de orden magnitud.
La acción de la corriente eléctrica sobre los músculos se detiene cuando cesa el contacto con un
conductor bajo tensión, no siendo probable ninguna perturbación grave si esta suspensión de la
respiración no se prolonga más allá del momento a partir del cual la víctima corra el peligro de
no poder será reanimada por medio de la respiración artificial. Es decir, las posibilidades de
salvar al electrocutado son máximas si se comienza la reanimación en los dos primeros minutos
que siguen al accidente.
Umbral de las corrientes peligrosas. Se considera que a partir de 80 miliamperios una corriente
alterna de 50 períodos es susceptible, si su trayecto interesa la región cardíaca, de ocasionar la
muerte de la víctima por fibrilación ventricular, ya que este fenómeno es irreversible
espontáneamente en el hombre.
Umbral de las corrientes susceptibles de determinar una depresión grande del sistema
nervioso. La determinan las intensidades superiores a 3 ó 4 amperios.
Esta acción inhibidora de la corriente eléctrica sobre el sistema nervioso, al revés de lo que
ocurre cuando actúa sobre el sistema muscular (cesan los fenómenos al terminar el paso de la
corriente), persiste durante un tiempo más o menos largo después del paso de la corriente.
Por otra parte, mientras los fenómenos de fibrilación son, en general, irreversibles, los
fenómenos de inhibición nerviosa son temporales y entraban un estado de muerte aparente. Si las
maniobras de reanimación, que pueden permitir una vida latente durante el tiempo necesario para
que cese la inhibición, son iniciadas lo suficientemente pronto y se prolongan durante el tiempo
necesario, es posible la recuperación de estos accidentados.
Se han hecho muchas clasificaciones de las corrientes eléctricas según su intensidad y su acción
sobre el organismo vamos a señalar una de las más aceptadas: la de Koeppen.
Corriente Efectos
1 - 3 mA No ofrecen peligro alguno y su contacto puede ser mantenido.
Pueden dar lugar a:
▪ Contracciones musculares.
▪ Dificultad de separarse del punto de contacto por la tetanización (parálisis)
de los músculos.
3 - 25 mA
▪ Dificultades respiratorias.
▪ Quemaduras.
▪ Peligros secundarios.
▪ Aumento de la tensión sanguínea.
Dan lugar a:
▪ Fuerte tetanización.
25 - 75 mA ▪ Parada de los músculos respiratorios (asfixia).
▪ Fibrilación ventricular del corazón (tiempo de contacto mayor de 3 minutos).
▪ Colapso.
Ocasiona:
75 mA - 3
▪ Parálisis total de respiración.
A
▪ Fibrilación ventricular irreversible.
>3A Pueden producir fibrilación ventricular y grandes quemaduras
TIEMPO DE CONTACTO
Diversas normas han establecido curvas que delimitan las zonas de peligro de la corriente
eléctrica en función del tiempo, como la IEC 479-2 y la IRAM 2371 relativa a los efectos del
paso de la corriente eléctrica por el cuerpo humano. Éstos corresponden al paso de una corriente
eléctrica de 50 Hz a través de las extremidades del cuerpo de una persona con un peso superior a
los 50 kg.
Los efectos de la corriente continua son menos peligrosos que los de la corriente alterna de 50
Hz,
TENSIÓN
Aunque el cuerpo humano no se comporta como una resistencia lineal, cuanto mayor sea la
tensión a la que se lo somete, mayor será la corriente que lo atravesará.
La tensión de la corriente y la resistencia del cuerpo son los factores que influyen en la
producción de las intensidades peligrosas, de acuerdo con la ley de Ohm: I = V / R
A este respecto queremos insistir acerca de cuál es el valor mínimo de la tensión a partir del cual
puede producir alteraciones serias en el organismo, sin llegar a la fibrilación ventricular. Si la
resistencia del cuerpo fuese de 1.000 ohm y teniendo en cuenta que intensidades de 25 mA
originan en ocasiones parálisis cardíacas y respiratorias que pueden conducir a la muerte, si no se
ponen en práctica las maniobras de reanimación, la tensión necesaria para que se produjese esa
intensidad sería:
V = I x R = 1.000 x 0,025 = 25 V.
Por otra parte, la resistencia muy elevada del organismo no evita por completo la fibrilación, si la
tensión de la corriente es del orden de 1.000 a 2.000 V.
La tensión tiene un papel esencial en la cantidad de calor desprendido por la corriente a su paso
por el organismo, viene dado por la ley de Joule:
Q = 0,24 . I . V . t
La intensidad que circule por el cuerpo humano a causa de un contacto accidental, dependerá
fundamentalmente de la resistencia total del camino de la corriente a través del cuerpo de la
persona accidentada, siendo esta resistencia la suma de:
El punto de contacto con la fuente de tensión es siempre la piel, y su resistencia puede variar
entre 100 Ohm para piel fina y húmeda hasta 100000 Ohm para piel rugosa y seca, mientras que
en los tejidos internos su valor generalmente ronda los 500 Ohm por la presencia de líquidos
conductores.
En la mayoría de los casos, la zona de salida de la corriente son los pies, así que en esos casos la
resistencia dependerá también del tipo de calzado y del material del que este fabricado el suelo.
De lo anterior se desprende que el factor determinante de la resistencia total del cuerpo humano
es la piel.
Cabe señalar que la resistencia del cuerpo humano no es constante, pues varía con la tensión
aplicada, el camino de la corriente a través del cuerpo, la presión y superficie de contacto, las
sales del sudor, el grosor de la piel, el tipo de individuo, etc.
También debe considerarse que el cuerpo humano es por un lado una resistencia ante el paso de
la corriente eléctrica y por otro lado es un sistema eléctrico independiente (sistema nervioso,
muscular, etc).
Para 125 V la resistencia puede tomar valores comprendidos entre 1600 y 2900 Ohm, y para 220
V entre 1300 y 2200 Ohm (reiteramos que estos valores dependen de los autores).
Experimentalmente se conoce de forma precisa el papel que juega la intensidad en la acción que
la corriente eléctrica ejerce en el organismo. Ahora bien, la resistencia del cuerpo humano no es
una constante, sino un elemento que varía según la influencia de diversos factores.
Para que se produzca un accidente es necesario que el cuerpo de la víctima sea atravesado por
una corriente eléctrica, para lo cual tiene que establecer contacto por dos sitios con otros buenos
conductores que estén a distinto potencial. En la práctica, esto puede ocurrir de tres formas:
• Que el cuerpo forme circuito derivado entre dos puntos de un mismo conductor, hecho
que no suele presentarse.
• Que el cuerpo establezca circuito entre dos conductores a distinta tensión, caso de corto
circuito.
• Que esté en contacto por un lado con un conductor bajo tensión y por otro, generalmente
los pies, con el suelo. Este caso es el más frecuente.
Para calcular la intensidad que atraviesa el cuerpo con una tensión dada, se debe, pues, añadir a
la resistencia propia del cuerpo la de la tierra y la del calzado que lleva la víctima.
El suelo corriente (piedra, ladrillos, cemento, madera, etc.) es mal conductor cuando está bien
seco, pero cuando se humedece, y más si está empapado de un líquido, su resistencia disminuye
considerablemente.
El elemento esencial de la resistencia del cuerpo humano está constituido por la resistencia de la
piel, y ésta puede variar desde unos centenares de ohm en casos desfavorables, como contacto
con el baño o sobre una superficie metálica grande, hasta un millón de ohm que se han medido
entre mano y mano de un obrero con la piel seca y callosa, Eliminando los valores extremos, que
son excepcionales, los límites relativamente normales de la resistencia de la piel quedan
comprendidos entre 1.000 y 100.000 ohm.
Dalziel ha esquematizado en el cuadro que sigue los distintos efectos que se producen en el
organismo en función de la resistencia para tensiones dadas:
Tiene gran importancia en las variaciones de la resistencia la diferente personalidad de cada uno.
Así como se dice, con razón, que los gustos de cada persona son distintos, del mismo modo
podemos afirmar que s igualmente distinta su resistencia a la electricidad. Esta se encuentra
notablemente disminuida en individuos enfermos, sobre todo si tienen lesiones en la piel, o con
una debilidad constitucional evidente, así como en personas sanas que por cualquier
circunstancia se encuentren en condiciones de inferioridad: hambre, sueño, sed, fatiga,
preocupaciones. Esto debe tenerse muy en cuenta, ya que puede ocurrir que la misma corriente
eléctrica que en algún momento no causó ningún daño en una persona en contacto con ella, en
otro puede llegar a producirle incluso la muerte.
Las siguientes tablas muestran valores estadísticos de impedancia para diferentes niveles de
tensión aplicada entre mano y mano, con una superficie de contacto de 50 a 100 [cm2] y piel
seca. En el caso de corriente alterna, la frecuencia correspondiente es de 50 a 60 [Hz].
Los porcentajes indicados corresponden a la cantidad de la población que se espera que tenga
una impedancia igual ó menor a la indicada para cada valor de tensión.
Insistimos en la importancia de la humedad de la piel, ya que hemos observado que por este
motivo, fundamentalmente, son más frecuentes las electrocuciones en verano. En esta época hay
que exagerar los cuidados y no exponer la piel desnuda al contacto con conductores bajo tensión.
FRECUENCIA
Los estudios indican que la resistencia con corriente alterna de baja frecuencia es menor que con
corriente continua, y que la mayor sensibilidad se encuentra en la banda comprendida entre los
40 y los 60 Hz, por los efectos de la polarización en la solución electrolítica de las células.
A altas frecuencias comienza a intervenir el efecto pelicular (skin) que hace que la corriente
tienda a circular por la piel, sin atravesar los órganos internos.
Se ha comprobado que para alcanzar los valores anteriormente definidos eran necesarias con la
corriente continua intensidades aproximadamente cuatro veces más altas que con las corrientes
habitualmente empleadas (alterna de 50 Hz). la corriente continua, muy poco utilizada, produce,
en líneas generales, efectos semejantes a los que venirnos senallando, si bien hay que advertir
que por la electrólisis puede provocar perturbaciones particulares en el organismo.
Cuando la frecuencia aumenta por encima de 1.000 Hz, los umbrales de acción de la corriente
aumentan, siendo bien conocido que la utilización médica de aparatos de alta frecuencia no
ocasiona ninguna percepción dolorosa al paciente, sino solamente un efecto térmico.
La importancia de la acción determinada por una corriente es también función, siendo iguales los
demás factores, de las distintas variedades de cada impulso de esta corriente. Cuanto más
abruptas sean las pendientes de variación, más importante será la acción.
El hecho de que la impedancia en continua sea diferente que en alterna, da indicios de que la
misma debe ser variable con la frecuencia. De hecho, la gráfica siguiente muestra esta relación
para distintos niveles de tensión. A medida que aumenta la tensión, la frecuencia tiene una
influencia cada vez menos marcada, permaneciendo la impedancia en un valor prácticamente
constante.
La resistencia del cuerpo, y por lo tanto la intensidad de corriente circulante para una tensión
determinada, depende de los puntos de contacto con la fuente, como se explica más adelante. Por
otra parte, la peligrosidad de la corriente depende de los órganos sensibles que queden
comprendidos dentro de la trayectoria de la corriente.
La siguiente imagen muestra de forma más gráfica algunas de las situaciones indicadas en la
tabla.
Esta corriente corregida Icorr es aquella que produce el mismo efecto de fibrilación que una
corriente de referencia Iref circulando entre la mano izquierda y los pies.
Por ejemplo, para un trayecto de la corriente entre la espalda y la mano derecha, el factor es 0.3;
esto significa que una corriente que pasa de la espalda a la mano derecha es 3 veces menos
peligrosa que una corriente circulante entre la mano izquierda y los pies.
CONCEPTOS PRELIMINARES
Antes de abordar el tema de la protección contra los contactos eléctricos directos e indirectos, es
conveniente definir algunos conceptos de acuerdo a las normativas y reglamentaciones vigentes.
NIVELES DE TENSIÓN
De acuerdo a la tensión más elevada presente en el circuito, las instalaciones se clasifican en:
Dentro de este último grupo, se consideran tres tipos de instalaciones: Muy Baja Tensión de
Seguridad (MBTS), Muy Baja Tensión de Protección (MBTP) y Muy Baja Tensión Funcional
(MBTF), cuyas características son las siguientes:
Clases de Equipos:
Equipo Clase O: Equipo en el cual la protección contra shock eléctrico se hace solo con
aislación básica, esto significa que no hay medios para la conexión o partes conductivas
accesibles de un conductor de protección.
En Europa la aislación del piso y paredes y hasta una altura de 2,50 m. debe ser mayor a 50 kΩ
para U de línea hasta 500 VCA para utilizarlos.
Equipo Clase I: Equipo en el cual la protección contra el shock eléctrico no se realiza solamente
con aislamiento Básica, sino que incluye una protección adicional de tal forma que se permite la
conexión de las (Masas) conductivas accesibles al conductor de protección (conectado a tierra)
de tal manera que dichas partes no alcancen un potencial eléctrico en caso de falla de la aislación
Básica.
Equipo Clase II: Equipo en el cual la protección contra el shock eléctrico no se realiza
solamente con la aislamiento Básica, sino que incluye una protección adicional consistente en:
doble aislación o aislación reforzada y que no permiten la provisión de una conexión a tierra.
Equipo Clase III: Equipo en el cual la protección contra shock eléctrico se logra con un voltaje
extra bajo (MBTS) de la alimentación y da protección contra contactos eléctricos directos o
indirectos.
Concepto General:
Consiste en tomar todas las medidas destinadas a proteger a las personas contra los peligros que
puedan resultar de un contacto con partes normalmente bajo tensión.
a1) Protección por aislación de partes vivas: Las partes vivas estarán completamente cubiertas
con aislación, la cual sólo puede removerse por destrucción y con uso de herramientas, Pinturas -
Barnices y productos similares no son considerados como aislantes adecuados para protección
contra shock eléctrico en servicio normal.
a2) Protección por barreras o envolturas: Las partes vivas estarán internas en envolturas o
atrás de barreras que provean por lo menos de un grado de protección IP2X (agujeros de ø menor
a 12 mm y distancia mayor a 80 mm = Como rejas - chapas u otras protecciones mecánicas.
Donde es necesario remover una barrera u abrir una envoltura o parte de ella, esto será posible
solo por medio de una herramienta
a3) Protección por obstáculos: Los obstáculos se utilizan para prevenir contactos no
intencionales con partes vivas, pero no contactos intencionales por deliberada superación del
obstáculo.
a4) Protección de ubicación fuera del alcance de la mano: Partes accesibles simultáneamente
con diferentes potenciales no deberán estar dentro del alcance de los brazos. Se entiende así a
partes que no están separadas, más de 2,50 m.
Este método no evita accidentes provocados por contactos simultáneos (ambas manos) con
partes vivas de distintas tensión, pero facilita la protección contra contactos indirectos, a la vez
que permite condiciones de puesta a tierra técnica y económicamente factibles y tiene la ventaja
adicional en cuanto a protecciones contra incendios, de supervisar permanentemente la Aislación
de las partes bajo tensión.
Concepto General:
Consiste en tomar todas las medidas destinadas a proteger a las personas contra peligros que
puedan resultar de un contacto con partes metálicas (masas), puestas accidentalmente bajo
tensión, a raíz de una falla de aislación del aparato o equipo eléctrico.
La actuación coordinada del dispositivo de protección (I) con el sistema de puesta a tierra (II)
permite que en caso de un falla de aislación de la instalación, se produzca automáticamente la
separación de la parte fallada del circuito, de forma tal que las partes metálicas accesibles no
adquieran una tensión de contacto mayor de 24v en forma permanente.
20 A 0,6
Sensibilidad Baja 10 A 1,2
5A 2,4
3A 4
1A 12
500 mA 24
Sensibilidad Media
300 mA 40
100 mA 40
10 mA 40
Sensibilidad Alta
30 mA 40
NOTAS:
1) Los valores de sensibilidad baja, son usados en la industria en circuitos con selectividad
vertical.
2) Los valores de sensibilidad media son usados en la industria y hasta 500 mA son aptos para
evitar incendios con corrientes superficiales sobre polvo o material inflamable (cereal,
aserrín, hulla, etc.)
3) Los valores de sensibilidad alta se usan en instalaciones de inmuebles, residenciales, oficinas,
etc.
4) El diferencial de 300 mA se ha incorporado en el reglamento de la AEA (3/2006) para
proteger contra contactos indirectos, la instalación sobre el montante que va del tablero
principal al tablero seccional (dto. en propiedad horizontal).
Toma a Tierra:
La toma a tierra está formada por el conjunto de dispositivos que permiten vincular con tierra el
conductor de protección.
Esta toma deberá realizarse mediante electrodos, dispersores, placas, cables o alambres cuya
configuración y materiales deberán cumplir con las Normas IRAM siguientes: 2309 - 2310 -
2316 y 2317. Se recomienda instalar la toma de tierra en un lugar próximo al tablero principal
(menor a 2m.).
En ningún caso la sección del conductor debe ser inferior a 2.5 mm2.
Caños - Cajas - Gabinetes Metálicos: Para asegurar su efectiva puesta a tierra se realizará la
conexión de todas las cajas y gabinetes metálicos con el conductor de protección, para lo cual
cada caja y gabinete deberá estar provisto de un borne o dispositivo adecuado. Además deberá
asegurarse la continuidad eléctrica con los caños que a las cajas acometen se realizan con
conductor aislado verde amarillo.
d) Las fichas y toma corrientes de los circuitos M.B.T.S. deberán cumplimentar lo siguiente:
Las fichas deberán tener un diseño tal que no les permita su inserción en circuitos de
mayor tensión. Los toma corrientes no deberán poseer contactos para conductor de
protección.
a) Zona de peligro:
b) Zona de protección:
c) Zona de restricciones:
a) Zona de peligro: Delimitada dentro del perímetro de la bañera y en 2,25 m de altura medida
desde el fondo de la misma.
b) Zona de protección: Delimitada por el perímetro que exceda en 0.60 m el de la bañera o
ducha hasta la altura del cielorraso.
c) Zona de restricciones: El volumen de la sala de baño exterior a la zona de protección. 1
Tipos:
a) Protección contra sobrecargas (larga duración).
b) Protección contra cortocircuitos (corta duración).
c) Protección por fallas de aislación.
El fusible actúa con una característica que con el 1, 45 veces de la corriente nominal interrumpa
la misma en menos de 60 minutos.
El termomagnético actúa por una característica que hace que con 1,45 veces de la corriente
nominal interrumpa dentro de los 60 minutos de producida la sobrecarga.
Donde:
El fusible cuando actúa interrumpiendo dichas corrientes es necesario remplazar al alambre del
mismo y en esta acción se cometen errores alterando la calibración correcta y permitiendo la
circulación de corrientes mucho mayores que las previstas para la protección de la aislación de
los cables.
El termomagnético actúa con distintas características frente a los cortocircuitos y una vez
eliminada la falla se lo puede reponer manteniendo la calibración original; de allí la mayor
difusión del mismo.
Estos elementos deberán ser capaces de interrumpir esa corriente de cortocircuito, antes que se
produzcan daños en los conductores y conexiones debido a sus efectos térmicos y mecánicos.
S ≥ Icc . √ t
K
Donde:
S (mm2) = Sección real del conductor.
Icc (A) = Valor eficaz de la corriente de cortocircuito máxima.
t = Tiempo total de operación de la protección (en seg.).
K =114 Para conductores de cobre aislados en PVC.
74 Para conductores de aluminio aislados en PVC.
142 Para conductores de cobre aislados en goma etilenoropilénica o polietileno reticulado.
93 Para conductores de aluminio aislado en goma etileonoropilénica o polietileno
reticulado.
La energía calórica que puede desarrollar un incendio en contacto con materiales inflamables se
produce solo por algunos amperes (3 a 5). Las fallas de aislación de cables, accesorios de líneas
o productos conectados a estas pueden originar dichos valores.
NORMAS GENERALES
• Antes de iniciar los trabajos, se procederá a identificar el conductor o instalación donde
se tiene que trabajar.
• Toda instalación será considerada bajo tensión mientras no se demuestre lo contrario con
aparatos destinados al efecto.
• No se deben emplear escaleras metálicas, u otros elementos de material conductor, para
trabajos en instalaciones con tensión.
• Siempre que sea posible, dejar sin tensión la parte de la instalación sobre la que deba
trabajarse.
• No se deben realizar trabajos con tensión en locales donde existan materiales explosivos
o inflamables.
• En los trabajos en instalaciones, que por proximidad o cruce con otras instalaciones,
puedan entrar en contacto accidentalmente con estas, o bien se eliminará la posibilidad de
contacto mediante pantallas, emparrillados, etcétera, o tendrá que desconectarse y
ponerse en cortocircuito y a tierra la instalación respectiva.
• En locales húmedos, mojados o de atmósfera explosiva, los dispositivos de maniobra
deben accionarse colocándose el operario sobre una plataforma o taburete de material
aislante, que no debe guardarse en locales de las características antes mencionadas.
• Para reponer los fusibles de una instalación, siempre que sea posible se interrumpirá la
tensión aplicada.
• Se evitará el empleo de conductores desnudos.
• Se prohibe el uso de interruptores de cuchillas que no estén debidamente protegidos.
• Un receptor alimentado por un transformador de 24 V no se colocará a tierra.
Para efectuar trabajos en las instalaciones eléctricas, existen 2 métodos aplicables, con sus
correspondientes medidas de seguridad:
Los trabajos en tensión deberán ser realizados por trabajadores cualificados, siguiendo un
procedimiento previamente estudiado y, cuando su complejidad o novedad lo requiera, ensayado
sin tensión, que se ajuste a los requisitos indicados a continuación. Los trabajos en lugares donde
la comunicación sea difícil, por su orografía, confinamiento u otras circunstancias, deberán
realizarse estando presentes, al menos, dos trabajadores con formación en materia de primeros
auxilios.
En los trabajos con tensión o próximos a instalaciones en servicio se emplean los siguientes
métodos de trabajo:
• A distancia
• A contacto
• A potencial
En este método, el trabajador permanece al potencial de tierra, bien sea en el suelo, en los apoyos
de una línea aérea o en cualquier otra estructura o plataforma. El trabajo se realiza mediante
herramientas acopladas al extremo de pértigas aislantes. Las pértigas suelen estar formadas por
tubos de fibra de vidrio con resinas epoxi, y las herramientas que se acoplan a sus extremos
deben estar diseñadas específicamente para realizar este tipo de trabajos.
Antes de iniciar el trabajo es preciso revisar el buen estado de las herramientas de las pértigas
aislantes. Dichos elementos han de ser verificados periódicamente mediante los oportunos
ensayos, de acuerdo con las normas técnicas aplicables.
Para llevar a cabo el trabajo mediante este método se pueden utilizar diferentes clases de
protectores aislantes, destinados al recubrimiento de conductores, herrajes, aisladores, y otros
elementos de la instalación. Estos protectores aislantes deben ser seleccionados entre los
fabricados especialmente para este fin conforme a las normas que les sean de aplicación y su
aislamiento debe estar dimensionado para soportar con garantías de seguridad las tensiones de la
instalación (ver más adelante el cuadro de normas técnicas de aplicación).
La distancia de seguridad se establece respecto a los conductores desnudos en tensión, por tanto,
no se aplica respecto a elementos en tensión protegidos mediante pantallas o envolventes que los
hagan inaccesibles al trabajador, impidiendo cualquier contacto o arco eléctrico con el mismo.
En el caso de que los trabajos no se realicen desde el suelo, los elementos de apoyo y sujeción
del trabajador, tales como plataformas, trepadores para apoyos y cinturones de seguridad, deben
garantizar un apoyo seguro y estable al trabajador, de manera que se puedan controlar con
precisión las distancias de aproximación.
Este método, que requiere la utilización de guantes aislantes en las manos, se emplea
principalmente en baja tensión. Para poder aplicarlo es necesario que las herramientas manuales
utilizadas (alicates, destornilladores, llaves de tuercas, etc.) dispongan del recubrimiento aislante
adecuado, conforme con las normas técnicas que les sean de aplicación.
En el método de trabajo en contacto las protecciones aislantes cumplen la misma función que en
el método de trabajo a distancia: recubrimiento de conductores y elementos activos, herrajes,
aparatos, etc., con los cuales pueda entrar en contacto de forma accidental el trabajador que los
realiza.
Cuando el trabajo se lleve a cabo en instalaciones de baja tensión, las principales precauciones
que deberán ser adoptadas son las siguientes:
Cuando el trabajo se realice en instalaciones de alta tensión las principales precauciones que
deberán ser adoptadas son las siguientes:
Este método requiere que el trabajador manipule directamente los conductores o elementos en
tensión, para lo cual es necesario que se ponga al mismo potencial del elemento de la instalación
donde trabaja. En estas condiciones, debe estar asegurado su aislamiento respecto a tierra y a las
otras fases de la instalación mediante elementos aislantes adecuados a las diferencias de
potencial existentes. Este método de trabajo requiere para su ejecución una alta especialización y
contar con los medios adecuados y el concurso de trabajadores especialmente entrenados.
El aislamiento del trabajador respecto a tierra (y respecto a las otras fases) es un aspecto esencial
de este método de trabajo. Los elementos que sostienen al trabajador (escalas aislantes,
dispositivos elevadores, etc.) deben proporcionar un aislamiento adecuado al nivel de la tensión
existente.
Antes de comenzar el trabajo se comprobará la corriente de fuga que circula por el elemento del
que depende el aislamiento del trabajador. En caso de que este aislamiento pueda variar debido a
las condiciones ambientales (condensaciones por humedad del ambiente, contaminación del aire,
etc.) se recomienda controlar la corriente de fuga durante la ejecución del trabajo. Esto puede
lograrse mediante un microamperímetro vigilado por un trabajador o mediante la instalación de
un dispositivo automático de alarma. El criterio de seguridad comúnmente admitido es que la
citada corriente de fuga se mantenga por debajo de 1 [µA/kV]. Por ejemplo, si la tensión nominal
es de 220 [kV], la intensidad de fuga admisible sería de 220 [µA].
Durante el acceso del trabajador hasta el elemento en tensión, por ejemplo, izado mediante un
dispositivo elevador con brazo aislante o subiendo por sí mismo a través de una escala aislante,
deben respetarse en todo momento las distancias mínimas de trabajo.
Dependiendo del método de trabajo usado, deben seguirse las siguientes recomendaciones
generales:
El proceso en cinco etapas mediante el cual se suprime la tensión de la instalación donde se van
a realizar los «trabajos sin tensión», tiene por objeto proteger a los trabajadores frente al riesgo
eléctrico derivado de la aparición inesperada de tensiones peligrosas en la instalación, debidas a
posibles maniobras erróneas, contactos accidentales de la instalación con otras líneas en tensión
o cualquier otra causa.
incluirá la señalización específica necesaria para colocar en los equipos objeto de enclavamiento
o bloqueo.
1. DESCONECTAR
La parte de la instalación en la que se va a realizar el trabajo debe aislarse de todas las fuentes de
alimentación. El aislamiento estará constituido por una distancia en aire, o la interposición de un
aislante, suficientes para garantizar eléctricamente dicho aislamiento. Los condensadores u otros
elementos de la instalación que mantengan tensión después de la desconexión deberán
descargarse mediante dispositivos adecuados.
Con el fin de aislar la parte de la instalación donde se va a realizar el trabajo sin tensión, deben
ser abiertos todos los interruptores o interruptores automáticos y seccionadores, mediante los
cuales dicha instalación se pueda conectar a las fuentes de alimentación conocidas. También
puede utilizarse para ello la extracción de fusibles y la apertura de los puentes empleados para
unir distintos tramos de una línea o instalación eléctrica.
La apertura debe comenzar accionando los aparatos preparados para abrir con carga
(interruptores o interruptores automáticos); después se abrirán los seccionadores. Lo anterior se
puede complementar con la retirada de los fusibles y, en su caso, la apertura de los puentes,
extracción de carretones, etc.
La desconexión debe incluir el conductor neutro cuando exista. En este caso, que suele ser
habitual en las instalaciones de baja tensión, si es posible, la desconexión del conductor neutro
debe ser la última en realizarse (y cuando se efectúe la conexión la primera en ser realizada).
En los aparatos cerrados, en los que no se puede comprobar a simple vista el corte, el aislamiento
eléctrico puede estar constituido por dieléctricos de aceite, hexafluoruro de azufre (SF6),
nitrógeno u otras sustancias. Estos aparatos deben disponer de un sistema seguro para señalar las
posiciones de apertura y cierre de forma clara (lo que a veces se denomina “corte plenamente
aparente”), es decir, no deben permitir conmutar a la posición de “abierto” si sus contactos no se
pueden separar.
Los dispositivos de maniobra utilizados para desconectar la instalación deben asegurarse contra
cualquier posible reconexión, preferentemente por bloqueo del mecanismo de maniobra, y
deberá colocarse, cuando sea necesario, una señalización para prohibir la maniobra. En ausencia
de bloqueo mecánico, se adoptarán medidas de protección equivalentes. Cuando se utilicen
dispositivos telecomandados deberá impedirse la maniobra errónea de los mismos desde el
telemando.
Cuando sea necesaria una fuente de energía auxiliar para maniobrar un dispositivo de corte, ésta
deberá desactivarse o deberá actuarse en los elementos de la instalación de forma que la
separación entre el dispositivo y la fuente quede asegurada.
Muchos de los aparatos de maniobra, sobre todo los utilizados en las instalaciones de alta
tensión, emplean fuentes de energía auxiliar para su accionamiento: motores eléctricos, aire
comprimido o energía acumulada mediante resortes. Todas estas fuentes auxiliares y de energía
deben desactivarse.
Para verificar la ausencia de tensión en cables o conductores aislados que puedan confundirse
con otros existentes en la zona de trabajo, se utilizarán dispositivos que actúen directamente en
los conductores (pincha-cables o similares), o se emplearán otros métodos, siguiéndose un
procedimiento que asegure, en cualquier caso, la protección del trabajador frente al riesgo
eléctrico.
Los dispositivos telemandados utilizados para verificar que una instalación está sin tensión serán
de accionamiento seguro y su posición en el telemando deberá estar claramente indicada.
De igual manera, con el fin de realizar con suficientes garantías de seguridad la citada operación
de puesta a tierra en las instalaciones de alta tensión es obligatorio comprobar el correcto
funcionamiento del equipo verificador de ausencia de tensión inmediatamente antes y después de
realizar la citada verificación. También es recomendable realizar esta comprobación en los
equipos empleados para verificar la ausencia de tensión en las instalaciones de baja tensión
La verificación de la ausencia de tensión debe hacerse en cada una de las fases y en el conductor
neutro, en caso de existir. También se recomienda verificar la ausencia de tensión en todas las
masas accesibles susceptibles de quedar eventualmente en tensión.
Las partes de la instalación donde se vaya a trabajar deben ponerse a tierra y en cortocircuito:
• En las instalaciones de alta tensión
• En las instalaciones de baja tensión que, por inducción o por otras razones, puedan
ponerse accidentalmente en tensión
Los equipos o dispositivos de puesta a tierra y en cortocircuito deben conectarse en primer lugar
a la toma de tierra y a continuación a los elementos a poner a tierra y deben ser visibles desde la
zona de trabajo. Si esto último no fuera posible, las conexiones de puesta a tierra deben colocarse
tan cerca de la zona de trabajo como se pueda.
Si en el curso del trabajo los conductores deben cortarse o conectarse y existe el peligro de que
aparezcan diferencias de potencial en la instalación, deberán tomarse medidas de protección,
tales como efectuar puentes o puestas a tierra en la zona de trabajo, antes de proceder al corte o
conexión de estos conductores.
Se tomarán precauciones para asegurar que las puestas a tierra permanezcan correctamente
conectadas durante el tiempo en que se realiza el trabajo. Cuando tengan que desconectarse para
realizar mediciones o ensayos, se adoptarán medidas preventivas apropiadas adicionales.
El riesgo de que las líneas de baja tensión puedan ponerse accidentalmente en tensión durante el
desarrollo de los trabajos ha de ser evaluado previamente en función de las circunstancias que
concurran y, en general, se deberá proceder a la puesta a tierra y en cortocircuito cuando se
presenten riesgos similares a los que pueden afectar a las instalaciones de alta tensión. Esto
puede ocurrir, por ejemplo, en los trabajos realizados en líneas aéreas de baja tensión, sobre todo
las construidas con conductores desnudos. Estas líneas podrían entrar accidentalmente en tensión
debido a varias causas:
• Por inducción debida a los campos electromagnéticos producidos por otras líneas aéreas,
de alta o baja tensión, que discurran en las inmediaciones.
• Por inducción debida a campos electromagnéticos de alta frecuencia producidos por
antenas radioemisoras cercanas.
• Por descargas atmosféricas en forma de rayo.
• Por contacto fortuito de la línea en la que se trabaja con un conductor de otra línea o
instalación en tensión, etc.
Algunas de dichas causas, u otras, pueden actuar también en instalaciones interiores de baja
tensión. En tales casos, es necesario efectuar la puesta a tierra y en cortocircuito de la instalación
sobre la que se va a realizar el trabajo. Por el contrario, en las instalaciones de baja tensión que
no puedan ponerse accidentalmente en tensión no es necesario colocar la puesta a tierra y el
cortocircuito en la zona de trabajo.
Además, es necesario elegir en cada caso el equipo dimensionado para soportar las corrientes de
cortocircuito previsibles en la instalación considerada.
Las picas de toma de tierra utilizadas habitualmente en los equipos portátiles pueden estar
constituidas por barras cilíndricas o de cualquier otro perfil con una longitud aproximada de un
metro. El material empleado puede ser cobre, acero galvanizado, acero cromado o acero
recubierto de cobre.
• En alta tensión
⇒ Comprobación visual del buen estado del equipo de puesta a tierra y cortocircuito.
⇒ Comprobar que el verificador de ausencia de tensión es el apropiado.
⇒ Comprobación visual del buen estado del equipo de protección individual, especialmente
de los guantes aislantes para alta tensión.
• En baja tensión
⇒ Comprobar el verificador de ausencia de tensión.
⇒ Comprobación visual del buen estado del equipo de puesta a tierra y cortocircuito.
⇒ Comprobación visual del buen estado del equipo de protección individual, especialmente
de los guantes aislantes para baja tensión.
⇒ Ponerse los guantes aislantes, las gafas inactínicas, la pantalla facial, el casco de
seguridad y, si procede, el arnés o cinturón de seguridad. (Si la pantalla facial es
inactínica, no son necesarias las gafas).
⇒ Situarse sobre la banqueta, tarima o alfombra aislante, cuando proceda.
⇒ Verificar la ausencia de tensión entre fases y entre cada fase y neutro, mediante un
verificador de tensión o un voltímetro (comprobar antes su funcionamiento).
⇒ Conectar la pinza de puesta a tierra en el conductor de protección o en la toma de tierra
del cuadro de baja tensión.
⇒ Conectar las pinzas del equipo al neutro y a cada una de las tres fases mediante las
pértigas adecuadas para baja tensión, si se trata de líneas aéreas, o bien, mediante los
terminales adecuados si se trata de cuadros de baja tensión (en este último caso, también
se puede realizar la conexión mediante cartuchos diseñados para insertar en los
portafusibles, una vez retirados los fusibles del cuadro).
Desde el momento en que se suprima una de las medidas inicialmente adoptadas para realizar el
trabajo sin tensión en condiciones de seguridad se considerará en tensión la parte de la
instalación afectada.
MATERIAL DE SEGURIDAD
Tanto para el trabajo con tensión como sin tensión, se requiere la utilización de herramientas
especiales y otros materiales de seguridad.
Cualquier tipo de elemento de protección individual debe reunir una serie de características para
que sea realmente útil:
• Debe ser fácil de manejar.
• Deberá permitir la realización del trabajo, sin suponer una merma en las posibilidades de
actuación.
• Debe ser cómodo, procurando si es posible que siente bien.
Se considera como material de seguridad para los trabajos en instalaciones eléctricas el que se
detalla a continuación:
• Herramientas aisladas.
• Guantes aislantes. • Material de señalización.
• Protectores faciales. • Lámparas portátiles.
• Banquetas o alfombras aislantes. • Transformadores de seguridad para 24V.
• Pértigas aisladas de maniobra. • Transformadores de separación de
• Vainas y caperuzas aislantes. circuitos.
• Comprobadores o detectores de tensión. • Interruptores diferenciales de alta
sensibilidad
Los guantes aislantes se identifican con un símbolo que consiste en dos triángulos superpuestos,
y se clasifican según la tensión para la que son diseñados:
Almacenamiento
Los guantes se deberían almacenar en su embalaje. Se tendrá cuidado de que los guantes no se
aplasten, ni doblen, ni se coloquen en las proximidades de radiadores u otras fuentes de calor
artificial o se expongan directamente a los rayos del sol, a la luz artificial o a fuentes de ozono.
Se recomienda que se almacenen siguiendo las instrucciones del fabricante.
Si alguno de los guantes de un par se creyera que no está en condiciones, hay que desechar el par
completo y devolverlo para ensayo.
Precauciones de uso
Los guantes no deberán exponerse innecesariamente al calor o a la luz, ni ponerse en contacto
con aceite, grasa, trementina, alcohol o ácidos fuertes.
Si se utilizan otros guantes protectores al mismo tiempo que los guantes aislantes para usos
eléctricos, dichos guantes se colocarán por encima de los guantes de goma. Si los guantes
aislantes se humedecen, o se manchan de aceite o grasa, hay que quitárselos.
Si los guantes se ensucian, hay que lavarlos con agua y jabón, a una temperatura que no supere la
recomendada por el fabricante, secarlos a fondo y espolvorearlos con talco.
Las verificaciones consisten en hincharlos de aire para comprobar si hay escape de aire, seguido
de una inspección visual mientras se mantienen inflados, y después un ensayo eléctrico
individual. Sin embargo, para los guantes de las Clases 00 y 0, es suficiente con la verificación
de escapes de aire y la inspección visual.
GRADOS DE PROTECCIÓN IP
IP 2 3 C H
Las siguientes tablas muestran los significados y descripciones de la primera cifra numeral, en
cuanto a la seguridad de las personas contra el acceso a partes peligrosas, y en cuanto a la
protección del equipo contra el ingreso de sólidos.
A modo de ilustración, las siguientes fotos corresponden a dos de los dispositivos de ensayo
utilizados para la determinación del grado IP de la primera cifra numeral.
A diferencia del primer numeral, la segunda cifra no contempla la seguridad de las personas, sino
solamente la protección del equipo frente al acceso de líquidos que pudieran resultar
perjudiciales. A tal efecto, se utilizan los siguientes criterios:
Como ejemplo, se muestran fotos de las duchas utilizadas para el ensayo de los numerales IPX3
e IPX4 respectivamente.
Ducha con pantalla para IPX3 Ducha sin pantalla, para IPX4
Las letras adicionales se utilizan cuando un aparato no cumple todas las condiciones requeridas
para un determinado primer numeral (p.e., en cuanto a la protección del aparato) pero garantiza
la seguridad de las personas contra el acceso. Por ejemplo, una envoltura con orificios un poco
mayores a 12.5 [mm] sería IP1X, ya que la esfera de 12.5 [mm] puede penetrar; no obstante, si al
introducir el dedo éste permanece alejado de las partes peligrosas - sea por la distancia, ó la
interposición de barreras - corresponde indicar IP1XB.
penetrar.
Protegido contra el acceso a partes El alambre de prueba de 1 [mm] de
D peligrosas con un alambre diámetro y 100 [mm] de longitud no debe
penetrar.
En algunos casos - por ejemplo, porque normas particulares así lo requieren - los ensayos deben
realizarse bajo condiciones especificadas que deben indicarse en la designación del grado IP.
Cabe destacar que el uso de estas letras es opcional, y de hecho, en la gran mayoría de los casos
no se utilizan.
Numerosos equipos se utilizan en las instalaciones eléctricas para abrir y cerrar circuitos, y
proteger tanto a las personas como a las instalaciones contra posibles riesgos. Está fuera del
alcance de este curso estudiar en detalle cada uno de ellos.
Los riesgos para las instalaciones y las personas pueden provenir básicamente de 3 defectos:
• Sobrecarga de los conductores: ocurre cuando por alguna razón se exceden los límites de
corriente admisible en los conductores, provocando calentamientos excesivos. Esto puede dar
lugar a que la aislación se ablande y aún se derrita, con el consiguiente riesgo de incendios,
contactos accidentales y cortocircuitos. En general ocurre por la conexión sucesiva de cargas
en un mismo circuito.
• Cortocircuitos: se establecen cuando conductores ó partes activas de diferentes niveles de
tensión entran en contacto entre sí, ó bien contra tierra. En general, las impedancias de falla
son muy bajas ó nulas, con lo cual la corriente de defecto está limitada solamente por la
impedancia de los cables, y es muy elevada. Estas corrientes pueden destruir el cable en
fracciones de segundo, ocasionando riesgos similares a los acontecidos durante las
sobrecargas prolongadas (principalmente incendios).
• Fugas a tierra: cuando un conductor activo entra en contacto con tierra, a través de una
impedancia suficientemente elevada (por ejemplo, el cuerpo humano), las corrientes de
defecto pueden ser demasiado bajas para ser detectadas como sobrecargas y/o cortocircuitos.
No obstante, son una fuente de riesgo elevado, en especial para las personas y otros seres
vivos, al producir tensiones en las masas de los equipos que deberían estar a potencial de
tierra.
Se entiende por sistema de distribución de energía eléctrica a la disposición adoptada por los
conductores y receptores, para lograr que la energía generada en las centrales pueda ser utilizada
en los lugares de consumo.
Distribución serie
La distribución serie o a intensidad constante, consiste en conectar todos los receptores uno a
continuación del otro, de manera que la intensidad que pasa por uno de ellos, lo hace también a
través de todos los demás.
Este sistema de distribución tiene la ventaja de utilizar un conductor de sección única, ya que la
intensidad es la misma a lo largo de todo el circuito. El principal inconveniente lo tenemos en la
dependencia que existe entre los receptores, ya que si uno cualquiera de ellos se interrumpiera,
los demás quedarían también fuera de servicio.
Otro inconveniente del sistema de distribución serie, es el de tener que utilizar receptores cuya
tensión de alimentación es variable con la potencia consumida, de manera que los receptores de
gran potencia tendrán entre sus extremos tensiones muy elevadas.
Por los motivos expuestos, la distribución serie solamente se utiliza en algunos casos muy
concretos, como pueden ser la alimentación de lámparas de incandescencia en tranvías y
trolebuses, en plantas anodizadoras y en baños electrolíticos.
Distribución en derivación
Como ya es sabido, la distribución en derivación o a tensión constante, consiste en ir conectando
en paralelo los distintos receptores a lo largo de una línea de dos o más conductores.
En los inicios de la electricidad, las tensiones de distribución eran muy bajas, 63V y 125V., pero
hoy en día, con la utilización de materiales plásticos, magnetotérmicos, diferenciales, tomas de
tierra, etc., se puede llegar a distribuir con tensiones del orden de 220 y 380V., sin riesgo
excesivo para las personas.
Las distribuciones actuales se hacen en trifásica y a tensiones que no suelen superar los 380V.
Dentro de las distribuciones trifásicas, la más interesante es la estrella a cuatro hilos, la cual nos
permite disponer de una serie de variantes que tendrán más o menos aplicación según sea el caso.
Así constituido, el sistema de distribución a cuatro hilos, y suponiendo que la tensión entre una
cualquiera de las fases y el neutro es de 220V., la tensión compuesta entre las distintas fases será:
Veamos seguidamente las variantes que podremos realizar con un sistema de distribución
trifásica en estrella, con neutro:
Se utiliza para alimentar, a 220V., receptores o grupos de receptores de pequeña potencia. Esta
disposición equivale a una conexión de receptores en estrella, tal y como más adelante
indicaremos.
Como en el caso anterior, se utiliza para alimentar, a 380 V, un receptor o grupos de receptores,
de pequeña potencia.
Esta disposición se utiliza para alimentar receptores trifásicos de gran potencia, conectados en
estrella, con o sin neutro.
También se utiliza para conectar grupos de receptores monofásicos en estrella, como es el caso
del alumbrado viario. Ahora, la utilidad del hilo neutro es evidente, ya que si por alguna causa se
produce un desequilibrio, la intensidad se cierra por el neutro, evitando con ello el
correspondiente desequilibrio de tensiones. Es por este motivo por el que nunca deben colocarse
fusibles en el hilo neutro.
El sistema de distribución a cuatro hilos es el preferido para una red trifásica, sobre todo para los
casos de alumbrado o para alumbrado y fuerza motriz. Es aconsejable la utilización de
transformadores con conexión Dy o Yz, de manera que cuando la carga esté muy desequilibrada,
este desequilibrio tenga menor influencia en el primario del transformador, en la línea y en los
generadores.
Resulta de sumo interés la comparación de los pesos de cobre o aluminio que entrarán a la hora
de realizar un sistema de distribución, según los tres sistemas tradicionales: monofásico, trifásico
en triángulo y trifásico en estrella.
Sea una distribución monofásica que alimenta a tres receptores iguales, por ejemplo tres
lámparas, y que tiene una tensión inicial U y una tensión en los receptores U´.
Llamando I a la intensidad que circula por cada lámpara, la intensidad de línea será I1 = 3 I,
siendo S1 la sección del hilo conductor, al que le corresponde una resistencia R1.
Sea ahora un sistema trifásico en triángulo que presenta una tensión inicial de línea E=U y una
tensión en los receptores E´=U´, para alimentar a tres lámparas exactamente iguales que las
utilizadas en el caso anterior. Llamando I a la intensidad que circula por cada lámpara, la
intensidad de línea I2 será la suma vectorial de las intensidades de dos de las lámparas
Cuando la alimentación de las tres lámparas la hagamos en estrella, la tensión inicial de línea
deberá ser de , para que de esta forma al final tengamos una tensión ,
correspondiéndole a cada lámpara una tensión U´. En este caso, la intensidad de línea I3 es igual
a la intensidad por cada lámpara, es decir, I3 = I, y llamando S3 a la sección de cada uno de los
tres conductores, R3 será su resistencia correspondiente.
Con estos datos de partida ya podemos comparar las tres distribuciones anteriores, teniendo
presente que los tres receptores que hemos supuesto como cargas del circuito, pueden ser otro
tipo de receptores o grupo de ellos:
Se trata de comparar las secciones de los conductores que intervienen en un sistema monofásico
(S1) con respecto a otro idéntico trifásico en triángulo (S2), para una misma caída de tensión, por
lo tanto igualando las expresiones (1) y (2), obtenemos:
Es decir, que en un sistema monofásico, la sección que habrá que colocar, para una misma caída
de tensión, será el doble que la correspondiente a un sistema trifásico en triángulo. Bien es
verdad, que uno utiliza dos conductores, mientras que el otro utiliza tres, y siendo los pesos de
cobre o aluminio, que entran en cada una de las instalaciones, P1T = K 2 S1 y P2T = K 3 S2:
y por lo tanto:
de donde:
con lo que se produce un ahorro del 67% al emplear trifásica en estrella en lugar de trifásica en
triángulo.
y por lo tanto:
Suponiendo que la distribución trifásica en estrella lleva neutro, como es lo normal, y que a éste
se le da una sección mitad que la de un hilo activo, tendremos:
y por lo tanto:
Así pues, no cabe duda de que la distribución trifásica en estrella además de tener las ventajas
que ya se expusieron, resulta ser el sistema mas económico en lo que a gasto de conductor se
refiere. Por estos motivos, esta distribución es la que más se utiliza, especialmente en los casos
de demanda de grandes potencias, utilizando la distribución monofásica únicamente en aquellos
casos en los que la potencia demandada sea relativamente pequeña, como por ejemplo en
viviendas.
REDES DE DISTRIBUCIÓN
Las redes de distribución están formadas por conductores que, procedentes de centros de
transformación (C.T.), tienen la finalidad de ir alimentando las distintas acometidas que van
encontrando a su paso.
Todo este conjunto, cuya finalidad no es otra que la de suministrar la potencia eléctrica
contratada por cada uno de los abonados, debe reunir ciertos requisitos en lo que a caída de
tensión se refiere, ya que ésta deberá estar comprendida dentro de los límites establecidos del ±
7%; es decir, que si la tensión nominal contratada es de 220V., los límites de variación máximos
admitidos serán:
Para poder cumplir esta exigencia, las caídas de tensión máxima admitidas en los distintos
tramos de la línea se hallan especificadas en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, para
su obligado cumplimiento. Así, tendremos que:
Una red de distribución alimentada por uno solo de sus extremos tiene el inconveniente de que,
si por algún motivo, fallara la alimentación al centro de transformación, el propio centro de
transformación, o la red de distribución, todos los abonados del sector afectado se quedarían sin
suministro eléctrico.
Esta compleja red de distribución que se extiende a lo largo y ancho de las ciudades, tiene como
principal objetivo conseguir una gran seguridad en el servicio, así como también obtener una
mínima variación en la caída de tensión y un gasto mínimo de cobre y aluminio
DIMENSIONAMIENTO DE CONDUCTORES
Tensión nominal
La tensión nominal es la que define el cable y debe ser apropiada para las condiciones de
operación de la red en la que el mismo va a ser instalado.
A tal efecto, en las designaciones de tensiones de cables se consideran los siguientes valores:
U: tensión nominal a frecuencia industrial entre los conductores para la cual está diseñado el
cable.
Para cada valor de la tensión U, los valores correspondientes de Uo se definen en función de las
características de la red, de la forma siguiente:
Categoría I: Comprenderá las redes en que, en el caso de falla de una fase contra tierra, el cable
es separado del servicio en un tiempo no mayor de 1 hora.
Cuando se utilicen cables con conductores aislados, individualmente apantallado, podrán ser
toleradas duraciones más prolongadas, pero en ningún caso dichos períodos serán mayores de 8
hs. Se preverá que estas situaciones anormales no se presenten frecuentemente.
Categoría II: Comprenderá todas las redes que no están incluídas en la categoría anterior.
Nota 1: Para redes cuya tensión máxima permanente no esté incluída en la tabla, se
considerará el valor inmediato superior.
Nota 2: Si el cable es usado en un sistema donde una falla a tierra no es eliminada en forma
automática y rápida (por ej. sistemas con neutro aislado), el esfuerzo dieléctrico adicional
sobre la aislación del cable durante la falla a tierra, reduce en cierto grado la vida útil de la
aislación. Por ello, si el sistema está previsto para operar regularmente con una falla a
tierra, se deberá adoptar la categoría II.
Corriente de proyecto
Es la corriente máxima permanente considerando las potencias nominales de las cargas
aplicadas. En caso de existir fluctuaciones de carga importantes, se deberá disponer del diagrama
de cargas correspondiente, o sea, la curva de variación de la corriente en función del tiempo.
Una vez conocida esta, se determina la sección por el criterio de "intensidad máxima admisible
por calentamiento" o bien, dada la complejidad de estos cálculos, se recurre a las tablas incluídas
en las hojas técnicas proporcionadas por los fabricantes de cables.
Las mismas están referidas a la tensión nominal y a los casos de instalación más corrientes: la
instalación en cañerías embutidas para los cables unipolares y al aire o en instalación enterrada
para los subterráneos, en las siguientes condiciones:
En el caso de otras disposiciones o que se deba instalar a lo largo del recorrido previsto más de
un cable tripolar o más de una terna de cables unipolares, es preciso considerar el calentamiento
mutuo y reducir la intensidad admisible de los cables mediante la aplicación de coeficientes de
reducción, cuyos valores se encuentran tabulados en dichas hojas técnicas, para las distintas
condiciones de instalación.
Uso de tablas
Como se indicaba anteriormente, la complejidad de los cálculos ha popularizado el empleo de
tablas de dimensionamiento, provistas por los fabricantes de conductores o las incluídas en el
Reglamento de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la A.E.A.
Por ejemplo, para cables en cañerías embutidas o a la vista, Pirelli Cables fabrica la línea Pirastic
Ecoplus. Se trata de cables unipolares aislados en PVC según norma IRAM 2183, cuyos datos
principales son:
(2) Cables en contacto en corriente alterna monofásica 50 Hz, cos φ =0,8 (no se considera
el de protección).
- Para dos cables en cañería los valores de intensidad admisible se deberán multiplicar por 1,10;
si los cables instalados son de 4 a 6 multiplicar por 0,8 y si son de 7 a 9 cables el coeficiente de
multiplicación será 0,7.
Por ejemplo, para cables de uso subterráneo de BT, Pirelli Cables elabora la línea SINTENAX
VIPER (bajo norma IRAM 2178) cuyos datos principales son:
Sección Diám. Espesor Espesor Diám. Peso Intensida Intensidad Resistencia Reactanci
nominal Cond. aislante de vaina exterior aprox. d de de máxima a a a 50 Hz
nominal nominal aprox. corriente corriente 70 ºC y
admisible admisible 50 Hz
en en serv.
servicio continuo
continuo enterrado
en aire en a 70 cm
reposo
mm² mm mm mm mm kg/km A A Ohm/km Ohm/km
- Cables en aire: se considera tres cables unipolares en un plano sobre bandeja y distanciados un
diámetro o un cable multipolar sólo, en un ambiente a 40 °C.
Donde:
• ∆U es la caída de tensión en %,
• Uf es la tensión de fase (V),
• UL es la tensión de línea (V),
• L es la longitud del circuito (km),
• I es la intensidad de corriente de fase del tramo del circuito (A),
• R es la resistencia del conductor (ohm / km) en C.A. a la temperatura de servicio.
• X es la reactancia del conductor (ohm / km)
• cos φ es el factor de potencia de la instalación.
La caída de tensión provocada por el pasaje de corriente en los conductores de un circuito debe
mantenerse dentro de los límites prefijados por las normas de aplicación, a fin de no perjudicar el
funcionamiento de los equipos alimentados por los mismos. La caída de tensión se considera
entre el origen de la instalación y el último punto de utilización.
• Circuitos de alumbrado: ∆U = 3%
• Circuitos fuerza motriz: ∆U = 5 % (en régimen)
• ∆U =15 % (en arranque), aunque se estima conveniente limitarlo al 10%.
• Circuitos alimentados en MT: ∆U = 7 %
Cabe aclarar que la AEA no es taxativa respecto al tramo total de cálculo de la caída de tensión,
generalmente se interpreta que basta con verificar desde la acometida hasta el tablero de usuario,
tablero de ascensor, tablero de bomba, etcétera.
A los efectos prácticos se debe considerar el valor de la reactancia sólo para conductores de
sección mayor a 25 mm²; el cos φ puede tomarse igual a 0,9 en primera aproximación.
Para cables unipolares de simple vaina (IRAM 2183) los valores aproximados de resistencia
efectiva a 70 °C y 50 Hz, considerando una separación del orden de un diámetro de conductor
entre ellos, son los siguientes:
1 19,5 0,35
1.5 13,3 0,33
2.5 7,98 0,31
4 4,95 0,29
6 3,3 0,28
10 1,91 0,27
16 1,21 0,25
25 0,78 0,24
35 0,554 0,23
50 0,386 0,22
70 0,272 0,21
95 0,206 0,20
DISPOSITIVOS DE PROTECCION
INTERRUPTORES
Inicialmente definiremos un interruptor como un dispositivo mecánico de conexión y
desconexión eléctrica, capaz de establecer, soportar e interrumpir la corriente en las condiciones
normales de funcionamiento del circuito donde va asociado.
Para interrumpir la corriente en un receptor monofásico, es suficiente abrir éste en un solo punto,
por medio de un interruptor unipolar, pero procediendo así no lograremos aislar el receptor de la
línea, puesto que éste queda al potencial de la fase no cortada.
Para lograr aislar por completo un receptor o una instalación cualquiera, es necesario abrir el
circuito por tantos puntos como conexiones tenga con la línea que lo alimenta. Así, pues, los
interruptores unipolares solamente se utilizarán en pequeños receptores de uso doméstico,
debiendo utilizar en los demás casos interruptores con tantos polos como conductores lo
alimentan.
Las condiciones exigidas a un buen interruptor deberán ser inicialmente las siguientes:
1) Que las superficies de las piezas que realizan el contacto eléctrico, sean suficientes para dejar
paso a la intensidad nominal prevista en el circuito donde ha de ser colocado, sin provocar
excesivas elevaciones de temperatura.
2) Que el arco de ruptura, que sin duda se formará cuando abramos el circuito, se extinga lo más
rápidamente posible, de manera que no forme arco permanente, ya que de lo contrario se
destruirían rápidamente los contactos.
La rápida extinción del arco se logra con gran sencillez cuando la tensión e intensidad nominal
del interruptor son pequeñas. Por el contrario, en interruptores para elevadas tensiones e
intensidades, la dificultad en extinguir el arco crece enormemente según estas dos variables.
Cuando un interruptor en servicio está cerrado, existe una cierta presión entre sus contactos que
hace que la superficie de contacto sea máxima y por tanto la corriente que por el circula lo hará
con una densidad de corriente mínima (mínima elevación de la temperatura). En la maniobra de
apertura, al iniciarse el despegue de los contactos, lo primero que se obtiene es una disminución
de presión con el consiguiente aumento de la densidad de corriente. En el instante de la
separación de los contactos, la finísima capa de aire que los separa es atravesada por la corriente,
provocando una rápida elevación de temperatura que da lugar a un resplandor azulado
extremadamente brillante de la chispa, a la vez que se tiene un elevado campo eléctrico entre los
contactos capaz de producir una fuerte emisión de electrones en el contacto que hace el papel de
cátodo.
El arco se manifiesta como una columna gaseosa incandescente según una trayectoria
aproximadamente rectilínea entre los electrodos, cuyo núcleo alcanza temperaturas
comprendidas entre 6.000 y 10.000 ºC. Al mismo tiempo, y dada la constitución de los arcos
eléctricos, podemos decir que son conductores y extremadamente móviles, es decir, que se
desplazan fácilmente bajo el efecto de corrientes de aire y campos magnéticos.
Durante el tiempo tr que dura la apertura del interruptor, existen infinitos pares de valores (er; ir)
que determinan la potencia desarrollada por el arco en cada instante, por lo tanto, el trabajo de
ruptura desarrollado por el arco en el tiempo tr, será:
Las conclusiones que podemos extraer de esta fórmula son inmediatas, pues si reflexionamos
sobre la necesidad de que el trabajo de ruptura debe ser lo menor posible, ya que de él depende la
vida de los contactos, tendremos que conseguir interruptores cuyos contactos sean capaces de
cortar el arco eléctrico en un tiempo lo más pequeño posible, y siendo tr = d/v, deducimos que la
velocidad de separación de los contactos (v) debe ser lo mayor posible y la separación necesaria
para cortar el arco (d) lo menor posible.
Sustituyendo:
En la mayor parte de los interruptores, la velocidad de separación de los contactos la dan muelles
antagonistas capaces de imprimir a los contactos velocidades de separación relativamente
grandes, y por lo tanto, tiempos de corte pequeños, del orden de centésimas de segundos.
La separación necesaria para que los contactos puedan cortar el arco, depende del medio donde
éste se produce. El medio es generalmente el aire, sobre todo en interruptores de baja tensión,
pero encontraremos casos en los que el medio es el vacío, aceite mineral, exafluoruro de azufre,
etc.
Por otra parte, dada la gran facilidad de desplazamiento del arco eléctrico, en algunas ocasiones
veremos como ciertos interruptores disponen de dispositivos para alargar artificialmente el arco,
consiguiendo una longitud del arco mayor que la que correspondería en condiciones normales. El
soplado de aire a presión o magnético, son los procedimientos más comúnmente utilizados.
CONTACTORES
Podemos definir un contactor como un aparato mecánico de conexión y desconexión eléctrica,
accionado por cualquier forma de energía, menos manual, capaz de establecer, soportar e
interrumpir corrientes en condiciones normales del circuito, incluso las de sobrecarga.
Las energías utilizadas para accionar un contactor pueden ser muy diversas: mecánicas,
magnéticas, neumáticas, fluídricas, etc.. Los contactores corrientemente utilizados en la industria
son accionados mediante la energía magnética proporcionada por una bobina, y a ellos nos
referimos seguidamente.
Un contactor accionado por energía magnética, consta de un núcleo magnético y de una bobina
capaz de generar un campo magnético suficientemente grande como para vencer la fuerza de los
muelles antagonistas que mantienen separada del núcleo una pieza, también magnética, solidaria
al dispositivo encargado de accionar los contactos eléctricos.
Por lo general, los contactores que utilicemos referirán sus características a las recomendaciones
C. E. I (Comité Electrotécnico Internacional), que establecen los siguientes tipos de cargas:
INTERRUPTORES AUTOMÁTICOS
Los interruptores automáticos son aparatos destinados a establecer e interrumpir circuitos
eléctricos, con la particularidad de que precisan una fuerza exterior que los conecte pero que se
desconectan por sí mismos, sin deteriorarse, cuando el circuito en que se hallan presenta ciertas
anomalías a las que son sensibles.
- Sobreintensidades.
- Cortocircuito.
- Sobretensiones o bajas tensiones.
- Descargas eléctricas a las personas.
Los automáticos que reaccionan ante estas anomalías se denominan respectivamente: Térmicos,
Magnéticos, de máxima o mínima tensión y Diferenciales.
INTERRUPTORES TÉRMICOS
Son interruptores automáticos que reaccionan ante sobreintensidades ligeramente superiores a la
nominal, asegurando una desconexión en un tiempo lo suficientemente corto para no perjudicar
ni a la red ni a los receptores asociados con él.
Para provocar la desconexión, aprovechan la deformación de una lámina bimetálica, que se curva
en función del calor producido por la corriente al pasar a través de ella.
Así, pues, en la curva de la figura 2, que citamos a título de ejemplo, circulando una intensidad
de 3A., el interruptor no desconectaría nunca.
Con 10A. iniciaría la desconexión a los 35 seg., y con 30 A. la desconexión se iniciará a los 15
seg.
INTERRUPTORES MAGNÉTICOS
Son interruptores automáticos que reaccionan ante sobreintensidades de alto valor, cortándolas
en tiempos lo suficientemente cortos como para no perjudicar ni a la red ni a los aparatos
asociados a ella.
Para iniciar la desconexión se sirven del movimiento de un núcleo de hierro dentro de un campo
magnético proporcional al valor de la intensidad que circula.
Así pues, para la curva ejemplo de la figura 3, cualquier intensidad menor de 4,25 A, no
provocaría la desconexión, por más tiempo que estuviera circulando. En cambio, para cualquier
intensidad mayor de 4,75 A, provocaría la desconexión inmediata.
El límite inferior de la curva (unos 4 milisegundos), viene determinado por el tiempo que
transcurre desde el instante de establecimiento de la intensidad, hasta la extinción del arco. Este
tiempo marca la inercia mecánica y eléctrica propia de estos aparatos.
INTERRUPTORES MAGNETO-TÉRMICOS
Generalmente, los interruptores automáticos combinan varios de los sistemas de protección
descritos, en un solo aparato. Los más utilizados son los magneto-térmicos.
Poseen tres sistemas de desconexión: manual, térmico y magnético. Cada uno puede actuar
independientemente de los otros, estando formada su curva de disparo por la superposición de
ambas características, magnética y térmica.
Como en casos anteriores, la zona de tolerancia delimita las dos zonas características de "no
desconexión" y de "segura desconexión". Así, para una intensidad 2,5 In podría suceder la
desconexión entre los 15 y los 60 sg, siendo correcto cualquier tiempo intermedio de disparo.
Mecánicamente, podemos decir que estos interruptores disponen de desconexión libre, es decir,
que cuando se produce una desconexión, ya sea por sobrecarga o cortocircuito, el aparato
desconecta aunque se sujete la manecilla de conexión.
Para los magneto-térmicos bipolares o tripolares, podemos decir también que cuando una fase es
afectada en la desconexión, ésta se efectúa simultáneamente en todos los polos mediante
transmisión interna, independiente de la pieza de unión entre manecillas.
Con todo lo dicho anteriormente no pretendemos descalificar los fusibles, pero sí podemos
asegurar que su utilización se vio notablemente reducida después de la aprobación, en 1973, del
Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, el cual regulaba la utilización de estos aparatos. La
fabricación masiva de los magneto-térmicos hace que su actual precio sea realmente sugestivo,
por lo que muchos proyectistas no tienen reparo en colocarlos donde hasta no hace mucho
colocaban fusibles.
CURVAS DE DISPARO
Según sean los límites que posea la curva característica de un magneto-térmico, así será su
comportamiento, debiendo adaptar en cada caso el aparato correspondiente a las peculiaridades
del circuito que se pretenda proteger.
Se especifica una serie de curvas características para los magneto-térmicos, tales como son:
A continuación se exponen cada una de las curvas por separado, estudiando para cada una de
ellas la forma que presentan y las aplicaciones en las que se utilizan.
CURVA B
Estos magnetotérmicos actuan entre 1,1 y 1,4 veces la intensidad nominal In en la zona térmica y
en su zona magnética entre un 3 In y 5 In, o 3,2 In y 4,8 In, según el tipo de aparato, de acuerdo
con las normas. Permiten realizar la protección de las personas para longitudes mayores que con
la curva C, siendo indicado para instalaciones de líneas y generadores.
Así, por ejemplo, en un magnetotérmico de intensidad nominal 10A, para una intensidad de
20A., la desconexión la efectuará el elemento térmico en un tiempo comprendido entre 20 sg. y
200 seg. Para una intensidad de 50A, la desconexión la efectuará el elemento magnético en un
tiempo del orden de comprendo entre 0,01 y 0,009 seg.
CURVA C
Estos magnetotérmicos actuan entre 1,13 y 1,45 veces la intensidad nominal en su zona térmica y
en su zona magnética entre 5 In y 10 In, o 7 In y 10 In, según el tipo de aparato, de acuerdo con
las normas. Se aplican para evitar los disparos intempestivos, en el caso de la protección de
receptores, que presentan, una vez en servicio, puntas de corriente de cierta consideración. Se
utilizan en las instalaciones de líneas-receptores.
CURVA D
Estos magnetotérmicos actuan en la zona térmica con sobrecargas comprendidas entre 1,1 y 1,4
In y en su zona magnética actúan entre 10 In y 14 In. Son adecuados para instalaciones que
alimentan receptores con fuertes puntas de arranque.
CURVA MA
Curva de disparo magnético exclusivamente, con un valor de 12 In. Se utilizan para la protección
de motores. Los interruptores automáticos equipados con esta curva no son interruptores
magnetotérmicos, ya que carecen de protección térmica.
CURVA Z
Estos magnéticos actúan entre 2,4 In y 3,6 In. Se utilizan para proteger instalaciones con
receptores electrónicos.
CURVA UNESA(ICP)
El disparo térmico actúa entre 1,13 y 1,45 veces la In, siendo éste común para todas las curvas.
El disparo magnético actúa entre 3,9 In y 8,9 In. Se emplean como Interruptores de Control de
Potencia (ICPM). En uso general equivaldría a los interruptores de curva C.
Todos los magneto-térmicos utilizados como ICPM deberán poder ser identificados por su parte
frontal y, además de estar homologados oficialmente y cumplir el Reglamento de Verificaciones
Eléctricas, llevarán grabadas las siguientes características:
Las intensidades nominales de los magneto-térmicos más corrientemente utilizados son las
siguientes:
Referente al poder de corte de los magneto-térmicos, las normas exigen un poder de corte
superior a los 4500 A., valor superado ampliamente por la mayoría de las casas fabricantes de
estos aparatos.
INTERRUPTORES DIFERENCIALES
Son interruptores automáticos que evitan el paso de corriente de intensidad peligrosa por el
cuerpo humano. La peligrosidad de los efectos que se pueden producir depende de la intensidad
de la corriente y de su duración, tal como se determina en el gráfico de la figura 1.
En dicho gráfico, si fijamos una intensidad circulante en mA., y un tiempo de duración en ms., se
nos determina un punto. Si este punto se halla en la zona A, los efectos que se producirán serán
inofensivos para personas normales. Si se halla en la zona B, ocasionará molestias que pueden
ser peligrosas, y si se halla en la zona C podrá resultar mortal, ya que puede ocasionar
inconsciencia o fibrilación ventricular.
Por ejemplo, vemos en el gráfico que una intensidad de 310 mA., según actúe durante 40, 80 o
400 ms. está situada en la zona A, B ó C.
La intensidad circulante por el cuerpo humano viene limitada por una parte, por la resistencia
propia del cuerpo (unos 550 ohm mínimo) y por otra, por la resistencia del contacto con las
zonas en tensión. Para el caso más desfavorable de resistencia del cuerpo y suponiendo un
contacto perfecto, la intensidad circulante será máxima.
Si trasladamos esta intensidad al gráfico, veremos que para que no se produzcan más efectos que
los inofensivos de la zona A, debe ser cortado en un tiempo máximo de 60 msg.
Los diferenciales se basan en una característica de los circuitos bifásicos o trifásicos, en los que
la suma de las intensidades debe ser cero cuando no existen fugas. Cuando por algún motivo la
suma de intensidades no es cero, en la bobina auxiliar aparece una tensión que aplicada a una
pequeña bobina, acciona un pivote que a su vez acciona el dispositivo mecánico que abre los
contactos principales del circuito. Según sea el valor de la intensidad de desequilibrio que
acciona el diferencial, así se definirá su sensibilidad. Normalmente se fabrican de dos
sensibilidades, 30 y 300 mA.
La intensidad nominal que puede controlar un diferencial, depende de las dimensiones de los
contactos principales, y se fabrican con intensidades comprendidas entre 25 y 63 A. , siendo el
más corriente el de 40A., por ser el que se suele utilizar en viviendas.
Se fabrican dos modelos de diferenciales, uno de dos polos para suministros bifásicos y otro de
cuatro polos para los suministros trifásicos con neutro.
Según normas VDE-0100, los diferenciales deben de disponer de un botón de prueba mediante el
cual se provoca una fuga igual a la sensibilidad del aparato y por tanto su desconexión inmediata.
Para intensidades superiores a los 63A., los diferenciales suelen utilizarse de forma indirecta, es
decir, la señal diferencial obtenida de un toroidal es utilizada para accionar un contacto
conmutado, encargado de accionar la bobina de emisión o la de mínima tensión del magneto-
térmico de línea.
Este tipo de diferenciales suele fabricarse según una extensa gama de prestaciones, por lo que
resulta difícil generalizar.
Los cortacircuitos fusibles o simplemente fusibles son de formas y tamaños muy diferentes
según sea la intensidad para la que deben fundirse, la tensión de los circuitos donde se empleen y
el lugar donde se coloquen.
El conductor fusible tiene sección circular cuando la corriente que controla es pequeña, o está
formado por láminas si la corriente es grande. En ambos casos el material de que están formados
es siempre un metal o aleación de bajo punto de fusión a base de plomo, estaño, zinc, etc.
Los fusibles de tipo gl se utilizan en la protección de líneas, estando diseñada su curva de fusión
"intensidad-tiempo" para una respuesta lenta en las sobrecargas, y rápida frente a los
cortocircuitos.
Los fusibles de tipo aM, especialmente diseñados para la protección de motores, tienen una
respuesta extremadamente lenta frente a las sobrecargas, y rápida frente a los cortocircuitos. Las
intensidades de hasta diez veces la nominal (10 In) deben ser desconectadas por los aparatos de
protección propios del motor, mientras que las intensidades superiores deberán ser interrumpidas
por los fusibles aM.
La intensidad nominal de un fusible, así como su poder de corte, son las dos características que
definen a un fusible.
Otro inconveniente de los fusibles es la facilidad que tienen de poder ser usados con una misma
disposición de base, hilos o láminas no adecuadas.
Así mismo, la independencia de actuación de los fusibles en una línea trifásica supone un serio
problema, ya que con la fusión de uno de ellos se deja a la línea a dos fases, con los
inconvenientes pertinentes que ello conlleva.
La selectividad entre fusibles es importante tenerla en cuenta, ya que de ello dependerá el buen
funcionamiento de los circuitos. Idéntico problema se nos presentara con la selectividad de los
interruptores autmáticos.
Entre la fuente de energía y el lugar de defecto suele haber varios aparatos de protección contra
cortocircuitos. Para desconectar la zona afectada, es necesario que los fusibles reaccionen de
forma selectiva, es decir, debe desconectar primero el fusible más próximo al lugar de defecto. Si
por alguna causa este fusible no responde correctamente, debe actuar el siguiente, y así
sucesivamente.
Según la norma VDE 0636, los fusibles cuyas intensidades nominales se encuentren en la
relación 1:1.6, deben de poder desconectar de forma selectiva.
La norma CEI 269-2, no es tan exigente, y dice que sólo los fusibles cuyas intensidades
nominales estén en la relación 1:2 pueden desconectar de forma selectiva.
Para tiempos de arranque de hasta 5 segundos, la intensidad nominal del fusible puede ser igual a
la intensidad nominal de empleo del motor, pero para valores iguales o superiores es conveniente
determinar la intensidad nominal del fusible, teniendo en cuenta las curvas características
intensidad-tiempo de arranque del motor y del relé térmico de protección.
Seguidamente veamos el caso de un motor cuya intensidad de arranque es seis veces el valor
nominal y el tiempo es de cinco segundos.
La intensidad nominal mínima del fusible la podemos obtener mediante la intersección de dos
líneas, la determinada por el tiempo de arranque tA y la correspondiente a 0,85 de la intensidad
nominal IA. El punto así determinado nos marca el límite inferior de la banda de dispersión del
fusible, por lo tanto el fusible elegido deberá pasar por encima de este punto.
2. Al valor de resistencia que resulte deberá sumarsele el valor del hilo neutro, cuando el
cortocircuito sea entre fase y neutro, y multiplicarlo por cuando el cortocircuito sea
entre dos fases.
3. El resultado obtenido se traslada al gráfico de la figura 5, donde en función de la potencia
del transformador, se determinará el valor de la intensidad de cortocircuito en amperios.
Así, según vemos en la figura, inmediatamente después del transformador tenemos un interruptor
automático, dividiéndose el circuito en dos ramales, con sendas derivaciones a motores y
resistencias de calefacción. Hasta llegar a los receptores, existen una serie de protecciones
selectivas y en cada uno de estos puntos deberemos calcular la intensidad de cortocircuito para
poder dimensionar correctamente cada una de las protecciones.
Estas curvas solamente son válidas para transformadores cuya tensión de salida sea de 220/380
V.
EJEMPLO DE CALCULO
Sea una nave industrial alimentada a 220/380 V. mediante un transformador de 400 kVA.
Suponiendo que el cable de salida del transformador es de cobre de sección 3,5x200 mm2. y de
23 metros de longitud, calculemos el poder de corte del interruptor automático en ese punto.
Puesto que el cortocircuito se supone entre dos fases, este resultado hay que multiplicarlo por
Según esto, elegiremos un interruptor automático con un poder de corte de 12.000 A y si este
valor no existe comercialmente deberemos elegir el inmediatamente mayor que encontremos.
Cualquier cortocircuito que se produzca después será de intensidad menor, ya que la resistencia
intercalada será mayor, debiendo seguir el mismo criterio de cálculo para los sucesivos puntos.
NH. El fusible de alta capacidad de ruptura y baja tensión, denominado NH por sus siglas
alemanas, se fabrica en siete tamaños: 00, 0, 1, 2, 3, 4 y 4a, con corrientes nominales desde 6 A
hasta 1600 A, todos con una tensión nominal de 500 A (con una excepción, el de clase gTr, que
es para 400 V nominales). Su aplicación se indica con dos letras, siendo minúscula la primera y
mayúscula la restante. La primera letra es g o a, g indica fusible capaz de cortar cualquier
sobrecorriente que lo funda, en cambio la letra a pone de manifiesto que la mínima corriente de
operación segura debe ser suministrada por el fabricante.
HH. El dispositivo de alta capacidad de ruptura y media tensión, de igual manera que en el caso
anterior es denominado HH, posee corrientes nominales desde 0,5 A hasta 400 A, y tensiones
nominales desde 2,3 kV hasta 33kV. Los tamaños se encuentran normalizados por DIN 43625,
fijando diámetro y largo del contacto cilíndrico en 45 y 33 mm respectivamente, mientras que los
largos del cuerpo son 192, 292, 367, 442 y 537 mm. ente entre 4 y 6 veces la nominal).
D y DO. Los tipos D y DO son especiales para aplicaciones de menor potencia y corriente que
los NH, con tensiones nominales 500 y 380 (o 400) V respectivamente, con corrientes variables
según el tipo, desde 2 A hasta 100 A (es muy común encontrar corrientes nominales de hasta 200
A) para el D y hasta 100 A para el DO.
Cilíndricos. Su difusión en nuestro medio esta comenzando ahora, disponiendo de los tamaños y
corrientes nominales indicados a continuación: 8,5x3,15 mm (largo total y diámetro de los
contactos), 1-20-25* A; 10,3x38 mm, 0,5-20-25*-32* A; 14x51 mm, 2-25-32*-35*-50* A y
22x58 mm, 16-80-100* A. (* no normalizados).
Indicador o percutor. Los fusibles de baja tensión poseen un indicador de operación, cuya
función es poner de manifesto en una forma fácil de detectar la actuación del dispositivo. Los
fusibles tipo D y DO disponen de un disco coloreado, el cual es expulsado por un pequeño
resorte cuando el fusible opera. En el caso de los fusibles NH, el indicador es capaz de realizar
un pequeño trabajo mecánico cerrando o abriendo un micro-contacto, el cual esta montado sobre
el mismo fusible, requiriendo su reinstalación al cambiar el fusible. Tal accesorio es de
considerable aplicación en el caso de proteger semiconductores, donde se emplean usualmente
fusibles en ramas en paralelo, por lo que se necesita conocer el estado de conducción de las
distintas ramas.
SISTEMAS DE PROTECCION
En estas condiciones existe un evidente peligro para cualquier persona que tomo contacto casual
con dichas partes de la instalación.
Por ejemplo una maquina eléctrica cuya aislación no esté en buenas condiciones (contacto a
masa), puede producir una descarga a través de su cubierta exterior. Si una persona establece un
contacto casual con dicha parte de la máquina, sufrirá el efecto de la descarga.
Resultan convenientes las medidas de seguridad para proteger al usuario contra estas descargas a
tierra en las redes normales de 380 V y son necesarias en redes da tensiones superiores.
Una puesta a tierra es una conducción eléctrica de muy baja resistencia, capaz de transformarse
en una vía de paso alternativa para la descarga, esto es, capaz de canalizar la mayor parte de la
corriente de la descarga hacia tierra sin que circule a través de la persona electrizada.
El sistema de tierra debe estar coordinado con los elementos de protección de la instalación
(fusibles, disparadores térmicos, magnéticos, etc.), de manera tal que las tensiones de contacto
no superen los valores peligrosos y que se limite el tiempo de acción de las corrientes por debajo
de los valores de la curva de seguridad.
Cada elemento de la instalación que deba ser puesto a tierra se conectará en forma individual al
conductor de puesta a tierra colectivo.
Esta tensión de seguridad no representa una tensión de servicio adecuada para la distribución
normal, ya que el transporte de grandes cantidades de energía se realiza en condiciones
económicas satisfactorias cuando se usan tensiones elevadas. Por otro lado, toda vez que se
reduce la tensión aplicada a una máquina eléctrica de potencia dada, se incrementa
consecuentemente la intensidad, la que obliga a utilizar conductores notoriamente mayores. No
obstante, en ciertas condiciones particularmente desfavorables de trabajo, se hace necesaria, a los
fines de proteger a las personas, utilizar tensiones reducidas. Por ejemplo, en la utilización de
lámparas o herramientas portátiles pequeñas, dando el cuerpo puede llegar a hacer contacto con
zonas conductoras muy, amplias. Lo mismo en los elementos de comando ubicados en zonas
húmedas o directamente mojadas.
En esos casos se utiliza un transformador de seguridad que brinda la tensión reducida necesaria
como muestra la figura .
R
220
CAR
Transformador de Seguridad
Este ejemplo puede ser extendida a un sistema trifásico, si bien su empleo es menos frecuente
que en el caso monofásico ilustrado.
El circuito de salida del transformador está totalmente aislado eléctricamente del circuito de
entrada, de manera que la tensión de salida está desvinculada completamente de la red.
R
S
T
N
CARG
A
Transformador de aislamiento
Este tipo de conexión ofrece una resistencia mínima a la corriente de falla o de descarga,
limitada al valor de la resistencia del conductor de retorno más la del conductor neutro.
Se aplica en redes de hasta 3 x 500 V, siempre que el conductor neutro esté ligado rígidamente a
tierra en la fuente.
Básicamente son elementos destinadas a detectar todas aquellas corrientes que no siguen el
circuito normal (corrientes de fuga). Son capaces de detectar desequilibrios tan pequeños como
10 mA. Su tiempo de intervención es sumamente bajo de manera que en todos los casos actúan
por debajo de la zona de seguridad dada por la CURVA DE SEGURIDAD TIEMPO–
CORRIENTE.
El circuito eléctrico de una instalación, cuanto no hay averías, es un recinto cerrado de manera
tal que toda la corriente que ingresa debe salir de él. El disyuntor posee, un elemental detector
que compara las corrientes de entrada y de salida. Cuando entre ellas existe una discrepancia o
diferencia, elabora una señal eléctrica.
Esta señal pasa a una etapa de amplificación, generalmente en base a elementos de estado sólido
en donde se transforma en una señal que lleva una cierta energía capaz de obrar sobre el órgano
de interrupción. Esto produce la apertura del circuito, dejando sin tensión a la instalación.
1 4
CONSUM
O
Disyuntor diferencial
1. Detector
2. Amplificador
3. Órganode corte
4. Verificación de
funcionamiento
Toda instalación eléctrica, excepto donde se indique expresamente lo contrario, debe disponer de
un Sistema de Puesta a Tierra (SPT), de tal forma que cualquier punto del interior o exterior,
normalmente accesible a personas que puedan transitar o permanecer allí, no estén sometidos a
tensiones de paso, de contacto o transferidas, que superen los umbrales de soportabilidad del ser
humano cuando se presente una falla.
La exigencia de puestas a tierra para instalaciones eléctricas cubre el sistema eléctrico como tal y
los apoyos o estructuras que ante una sobretensión temporal, puedan desencadenar una falla
permanente a frecuencia industrial, entre la estructura puesta a tierra y la red.
Un sistema de puesta a tierra (PAT) comprende una unión metálica directa, sin protección
eléctrica alguna, entre una parte de una instalación y un electrodo vinculado al suelo. El
electrodo se dimensiona para asegurar que la instalación esté al mismo potencial de la tierra en
ausencia de corriente y a un potencial cercano frente a una circulación de corriente de falla o de
descarga.
Se pueden distinguir varios tipos de sistemas de PAT, los cuales no deben compartir el mismo
electrodo PAT:
• Conductor de unión: debe ser de la sección adecuada para la corriente que puede llegar a
circular, para que no se produzcan calentamientos ni caídas de tensión inadmisibles. No
puede ser interrumpido con seccionadores, fusibles u otro elemento
• Electrodo de tierra: dado que la resistencia de contacto del conductor de unión (alta
conductividad) con la tierra (baja conductividad) es función de la sección de presenta en la
unión entre ambos, se intercala un electrodo con la sección suficiente para garantizar una
baja resistencia. Además el electrodo se construye para que resista la corrosión natural al
estar en contacto con la humedad y sales del suelo.
• Tierra propiamente dicha:. Definida por los componentes, naturales y artificiales, del
terreno, y la humedad y temperatura del mismo. Se define la resistividad eléctrica del suelo
como la resistencia por metro de suelo; sus valores para distintos tipos de terrenos son:
La instalación del electrodo directamente en el agua, además de dar una alta resistencia de
contacto por la mala conductividad del agua, origina una mayor corrosión del mismo.
También es perjudicial para la vida útil del electrodo la ejecución en terrenos salitrosos y con
alta humedad. Para mejorar las condiciones de contacto frente a terrenos de alta resistividad, y
además prolongar la vida útil del electrodo, se recurre a componentes químicos (gel no
corrosiva) o naturales (grafito) constituyendo una “funda” alrededor del electrodo.
Los valores aconsejables para redes eléctricas de resistencia de un sistema de PAT son:
Resistencia de Calidad
propagación Ω Instalación de B.T. Instalación de A.T.
Menos de 1 Excelente Excelente
Entre 1 y 5 Muy buena Buena
Entre 5 y 10 Buena Aceptable
Entre 10 y 15 Aceptable Regular
Entre 15 y 20 Regular Mala
Más de 20 Mala Mala
VARIACIÓN DE LA TENSIÓN
Dado que puede despreciarse la resistencia del conductor de unión frente a la de contacto y de la
tierra, la forma del electrodo, su superficie externa y la resistividad eléctrica del suelo
determinan la forma en como se difunde la corriente de falla o de descarga a través de la tierra y
por lo tanto la caída de tensión entre el electrodo y la misma.
La difusión de la corriente alrededor del electrodo de PAT crea en el terreno una caída de tensión
cuya variación es máxima en las inmediaciones del electrodo y decrece a medida que aumenta la
distancia radial con respecto a él (ya que la resistencia del suelo va disminuyendo con el
incremento del área por donde circula la corriente), haciéndose despreciable a partir de una
distancia que depende de la forma del electrodo y de la resistividad eléctrica del suelo.
Se forma así un “embudo de tensión” en la zona próxima a la PAT. Este embudo es mas estrecho
cuanto mas profundo esté enterrado el electrodo. La caída de tensión, función del valor de la
corriente circulante, puede resultar peligrosa para los seres vivos que circulan en las
inmediaciones. Esto se define como la tensión de paso admisible. En la figura 1 se representa la
variación del voltaje medido con respecto a un punto alejado de la PAT. En la figura 2 se indican
con círculos los puntos equipotenciales alrededor de la PAT.
Figura 1 Figura 2
Las normas VDE establecen los valores máximos admisibles de estas tensiones - decisivos para
el dimensionamiento de las puestas a tierra – como sigue:
Figura 3 Figura 4
Se utiliza AC para evitar efectos de electrólisis entre los electrodos y el suelo que afecten a la
medición al crearse diferencias de potencial (pila eléctrica).
ρ= 2.Π. a. U = 2.Π.a.R
I
donde R = U/I es la resistencia que se mide entre los electrodos de tensión. Los resultados
calculados con esta fórmula, llamada de Wenner, muestran una coincidencia satisfactoria con
los reales, cuando la profundidad d a que se introducen los electrodos es aproximadamente
1/20 de la distancia a entre los mismos, y la diferencia de potencial U se mide
potenciométricamente, para que no circule corriente alguna por los electrodos ES y S, y la
caída en sus resistencias de propagación no modifique el valor de U. Si la tierra tiene una
estructura uniforme, ρ es independiente de la distancia a entre los electrodos. Pero como
generalmente se compone de varios estratos de diferente constitución, depende de a y representa
un valor medio de las resistividades de los mismos llamado "resistividad aparente". Cuando más
se separan los electrodos, mayor es la cantidad de estratos alcanzados por la corriente.
EQUIPOS DE MEDICIÓN
La descripción de los equipos de medición tanto analógicos como digitales se presentan en las
respectivas notas de curso.
Los equipos utilizados solamente para la medición de resistencia de PAT vienen provistos de tres
bornes (uno para conectarse a la PAT a medir, otro para la sonda de tensión y el tercero para la
PAT auxiliar).
Para la medición de resistencia de PAT y resistividad eléctrica del suelo el equipo viene con
cuatro bornes, dos para inyectar la corriente y dos para medir la caída de tensión. En este caso la
dimensión (longitud y diámetro) de las varillas utilizadas como electrodos juega un papel
importante en la medición. Para la determinación de la resistividad a poca profundidad
(aproximadamente hasta 12 mts), se utilizan varillas finas y cortas (~ 5 x 300 mm). Para
profundidades mayores la sección y longitud de las varillas en mucho mayor (~ 12 x 500 mm)
En las
notas de curso de los trabajos prácticos de laboratorio se dan las tablas utilizadas según normas
IEC para la medición de resistencia de PAT y de resistividad eléctrica del suelo.
CLASIFICACIÓN DE
Se puede utilizar:
• Jabalina
• Placas
• Cables, alambres o flejes enterrados
Jabalinas: Las jabalinas son fabricadas en todos los diámetros comúnmente solicitados 3/8”, ½”,
5/8” y ¾” y largos de 1500, 2000, 2500 y 3000 mm.
Con los mismos diámetros y largos son fabricadas las jabalinas acoplables o roscadas que poseen
una rosca en cada extremo permitiendo la unión para alcanzar mayores profundidades.
Su núcleo de acero carbono SAE 1010/1020 y revestimiento de cobre por electrodeposición con
espesores mínimos de 254 micrones garantizan una eficaz descarga a tierra protegiendo
pequeños y medianos sistemas eléctricos, redes de transmisión y distribución, subestaciones y en
todos los casos que se necesite protección para los equipamientos y vidas humanas contra
sobretensiones.
TOMACABLES: Fabricados en latón al plomo para forja, de alta resistencia mecánica que
garantiza la fuerza de ajuste nominal necesaria entre los elementos de fijación. Su bulón es de
bronce.
Tomacables.
Modelo Jabalina Cable
T1 JL 10 16 mm.²
JL-JA 14 35 mm.²
T2
JL-JA 16 25 mm.²
T3 JL-JA 18 50 mm.²
JL-JA 14
T22 95 mm.²
JL-JA 16
T4 JL-JA 18 120 mm.²
Uniones de Acople: Fabricadas en latón al plomo para forja, poseen rosca interna y chanfles en
sus extremos de modo que permite la unión perfecta entre jabalinas acoplables o roscadas.
Uniones de Acople.
Modelo Jabalina Cable
UA 14 JA 14 50 mm.²
UA 16 JA 16 50 mm.²
UA 18 JA 18 60 mm.²
Sufrideras: Fabricadas en latón al plomo para forja, poseen rosca interna y chanfles en sus
extremos de modo que permite la unión perfecta entre jabalinas acoplables o roscadas.
Sufrideras.
Modelo Jabalina
SUF 14 JA 14
SUF 16 JA 16
SUF 18 JA 18
Placas: Las placas de cobre tendrán un espesor mínimo de 3 mm., un área mínima de 0,50 m2 y
se enterrarán 1,50 m. como mínimo debajo del nivel del suelo. La unión con el conductor de
protección se efectuará por soldadura termoquímica o autógena.
Cables, alambres, etc.: Serán de cobre electrolítico con sección mínima de 25 mm2, cada uno de
los alambres tendrá un diámetro de 2 mm como mínimo y se enterrarán a la profundidad de 70
cm. como mínimo.
a) Cable de cobre electrolítico desnudo de 35 mm2 de sección nominal (IRAM 2022) mínimo y
el diámetro mínimo de los alambres que lo componen será de 1,80 mm.
b) Alambre de acero-cobre de 5mm de diámetro con el 40% de conductividad respecto del
cobre como mínimo.
c) Planchuelas de cobre electrolítico de 20 mm por 3 mm como mínimo.
S= I √t/k
En los lugares donde el conductor de puesta a tierra pueda ser dañado, será protegido
convenientemente colocándolo en un conducto preferentemente no metálico.
Se aplicara al sistema de las viviendas unifamiliares, con la diferencia que la conexión del
electrodo dispersor de la corriente a la tierra desde la caja del toma será de 16 mm2 como
mínimo.
El objeto de un equipo de puesta a tierra temporal es limitar la corriente que puede pasar por el
cuerpo humano. El montaje básico de las puestas a tierra temporales debe hacerse de tal manera
que los pies del liniero queden al potencial de tierra, y que los conductores que se conectan a las
líneas tengan la menor longitud e impedancia posible, tal como se muestra en la Figura
La secuencia de montaje debe ser desde la tierra hasta la última fase y para desmontarlo debe
hacerse desde las fases hasta la tierra.
El equipo de puesta a tierra temporal debe cumplir las siguientes especificaciones mínimas:
a. Electrodo: Barreno de longitud mínima de 1,5 m.
b. El fabricante debe entregar una guía de instalación, inspección y mantenimiento.
c. Grapas o pinzas: El tipo de grapa debe ser el adecuado según la geometría del elemento a
conectar (puede ser plana o con dientes).
d. Cable en cobre extraflexible, cilíndrico y con cubierta transparente o translucida que
permita su inspección visual y cuyo calibre soporte una corriente de falla mínima de: En
A.T. 40 kA; en M.T. 8 kA y en B.T. 3 kA eficaces en un segundo con temperatura final
de 700 °C. A criterio del OR o del transmisor, se podrán utilizar cables de puestas a tierra
de menor calibre, siempre que la corriente de falla calculada sea menor a los valores
antes citados y el tiempo de despeje sea tal que la temperatura en el conductor no supere
los 700 ºC. Si la corriente de falla es superior a los valores indicados, se deberá usar un
cable de capacidad suficiente para soportar dicha corriente.
I) Aspectos Prácticos: Cuando se pueda se elegirá el sitio de la puesta a tierra en uno de los
siguientes tipos de suelo:
II) Se evitará: La arena, arcilla pedregosa, piedra caliza, roca basáltica, granito y todo suelo muy
pedregoso.
III) Se elegirá un suelo que no tenga un buen drenaje. Sin embargo no es esencial que el terreno
está empapado de agua (a menos que sea arena o grava), dado que por lo general no se obtienen
ventajas aumentando el contenido de humedad por encima del 15 al 20%.
IV) Se tendrá cuidado de evitar los sitios que se mantienen húmedos porque fluye agua sobre
ellos, dado que las sales minerales beneficiosas para un suelo de baja resistencia, pueden ser
eliminadas.
V) Los electrodos superficiales se usan en suelos de textura fina y que han sido compactados,
apisonados y mojados. El suelo se zarandea, los terrenos se rompen y las piedras se remueven en
la vecindad de estos electrodos.
VI) Cuando sea posible las jabalinas se hincarán directamente, esto hace que la resistencia de
contacto tierra - electrodo sea mínima. Donde ello no es posible, por ser el terreno excesivamente
duro; primero sólo se perforará y luego se va rellenando el agujero con tierra zarandeada que se
va apisonando bien y recién después de rellenado se hinca el electrodo. En todos los casos se
recomienda el hincado con inyección de agua para evitar huecos, facilitando la salida del aire.
Además se aconseja verter agua lentamente alrededor de la jabalina (por goteo) para permitir una
mejor compactación del suelo. Esto se logra cuando el agua vertida llega al extremo inferior de
la jabalina.
VII) La resistencia de una instalación de puesta a tierra: consta de tres partes, a saber:
a) La resistencia eléctrica de los conductores que constituyen la instalación de puesta a tierra.
b) La resistencia de contacto entre el sistema de electrodos de puesta a tierra y el suelo
circundante.
c) La resistencia del suelo que rodea al sistema de electrodos de puesta a tierra (Resistencia de
dispersión).
VIII) Se aplican diversos métodos para disminuir la resistividad del suelo como: 1) Utilización
de escorias del hierro aplastadas e incluso polvos metálicos, coque, riego de la zona que rodea a
los electrodos con: Sulfato de Magnesio o Sulfato de Cobre.
IX) En todos los casos de mejoras de suelo, deben adoptarse medidas especiales para asegurar un
buen contacto entre los electrodos enterrados y el suelo reconstituido.
X) Antes de aplicar cualquier tratamiento químico se debe verificar que no se ocasione un efecto
perjudicial al material del electrodo (corrosión, falso contacto, etc.). Por ejemplo: Cloruro de
sodio (o sal común), si bien esta es fácil de conseguir, es uno de los productos que más corroe el
electrodo, en especial si este es de acero cincado.
XI) La influencia del suelo puede verse en la Fig. 1) curvas a) b) y c) del suelo para tres tipos
obtenidos por el método de Weimar. La curva "a" de mayor (ohm m ) requiere de instalar
jabalinas de 35 m de longitud o más introduciéndolas verticalmente, mientras que la curva "b"
muestra que la longitud óptima de las jabalinas es de 5 a 10 m. La curva "c" indica que los
ESQUEMAS DE DISTRIBUCIÓN
TN-C
ESQUEMA TN
En los esquemas TN cualquier intensidad de defecto franco fase-masa es una intensidad de
cortocircuito. El bucle de defecto esta constituido exclusivamente por elementos conductores
metálicos.
L1
L2
L3
N
Esquema TN-S : En el que el conductor
PE
neutro y el de protección son distintos en
todo el esquema
L1
L2
L3
PEN
Esquema TN-C : En el que las funciones
de neutro y protección están combinados
en un solo conductor en todo el esquema
L1
L2
L3
N Esquema TN-C-S : En el que las
PE funciones de nutro y protección están
combinadas en un solo conductor en una
parte del esquema
ESQUEMA TT
En este esquema las intensidades de defecto fase-masa o fase-tierra pueden tener valores
inferiores a los de cortocircuito, pero pueden ser suficientes para provocar la aparición de
tensiones peligrosas.
L1
L2 El esquema TT tiene un punto de
L3 alimentación, generalmente el neutro o
N
compensador, conectado directamente a
tierra. Las masas de la instalación
PE receptora están conectadas a una toma de
tierra separada de la toma de tierra de
alimentación.
Para que el sistema realmente sea TT, la toma de tierra debe ser completamente independiente
del centro de estrella de la alimentación, es decir debe estar “suficientemente alejada de otras
tomas de tierra para que su potencial eléctrico no sea sensiblemente afectado por las corrientes
eléctricas entre la tierra y los otros electrodos de tierra” (definición del Vocabulario
Electrotécnico Internacional IEC 60050).
Se considera que una jabalina cilíndrica es independiente cuando está alejada del sistema de
puesta a tierra una distancia mínima de 10 “radios equivalentes”, siendo:
l
Radio equivalente R e =
ln(l / d)
ESQUEMA IT
En este esquema la intensidad resultante de un primer defecto fase-masa o fase-tierra, tiene un
valor lo suficientemente reducido como para no provocar la aparición de tensiones de contacto
peligrosas, razón por la cual se puede continuar el servicio ante la aparición de la primera falla.
En todos los casos siguientes, por simplicidad y por ser la condición más desfavorable, se realiza
el análisis asumiendo una impedancia de falla nula, es decir una falla franca.
ESQUEMA TN
El diagrama muestra la circulación de la corriente de defecto ID al entrar una fase en contacto
con la masa del equipo en un sistema TN-C. Esta corriente sólo está limitada por las resistencias
de los cables de fase RF y de protección RPE, ambas muy pequeñas, por lo que prácticamente es
un cortocircuito. A su vez, estas resistencias forman una especie de divisor de tensión que limita
la tensión de contacto UC a la que la persona queda sometida. En estas condiciones, la tensión de
alimentación generalmente cae a un valor del 80% de la nominal, por lo tanto:
Corriente de falla:
0.8 · U
ID =
R F + R PE
Tensión de contacto:
R PE
UC = ID · R PE = 0.8 · U ·
R F + R PE
ESQUEMA TT
Ante la aparición de un defecto a masa, la corriente en este caso se ve limitada principalmente
por la resistencia de las puestas a tierra de la alimentación RTa y del equipo consumidor RTc.
Despreciando las resistencias de los conductores por ser muy pequeñas, se calcula:
Corriente de falla:
U
ID =
R Ta + R Tc
Tensión de contacto:
R Tc
UC = ID · R Tc = U ·
R Ta + R Tc
La tensión de contacto, nuevamente del orden de ½ de la tensión simple, excede los valores de
seguridad; no obstante, en este caso la corriente es baja, por lo que resulta imposible que sea
detectada y despejada por un interruptor termomagnético.
En este caso se utilizan interruptores diferenciales para la protección de las personas. Por su
menor intensidad, estos dispositivos pueden detectar las bajas corrientes de falla que se presentan
en los esquemas de distribución TT, despejando la falla instantáneamente cuando la tensión de
contacto supera los valores establecidos. Puesto que la tensión de contacto depende de la
resistencia de tierra, ésta debe ser de un valor tal que multiplicada por la corriente de falla (en
realidad, por la máxima corriente admisible en el interruptor antes de la desconexión) produzca
una tensión menor a la de seguridad. Por ejemplo, considerando una tensión de seguridad de 25
[V] y un interruptor diferencial de 30 [mA], la máxima resistencia de puesta a tierra puede ser
de:
25 [ V ]
ID · R Tc ≤ 25 [ V ] ⇒ R Tc ≤ ≈ 833 [Ω]
0.030 [ A ]
Puesto que en cualquier aplicación se tienen resistencias de puesta a tierra muy inferiores a este
valor, la protección queda garantizada.
ESQUEMA IT
Puesto que todo el sistema de tensiones está desvinculado de tierra, la corriente de falla no tiene
un camino directo de baja impedancia para circular, por lo que retorna por las capacidades
parásitas de la línea. Este es un camino de alta impedancia, por lo que las corrientes de primera
falla en este tipo de esquemas son sumamente bajas, y posibilitan la continuación del servicio sin
interrupción, no representando riesgo para las personas ni para las instalaciones.
Para evitar este problema, se utiliza un controlador de aislamiento que mide la resistencia entre
el punto neutro y la tierra. Al detectar la primera falla (que reduce drásticamente la resistencia de
tierra) da un aviso para que el defecto pueda ser localizado y corregido.
Algunas veces el neutro no se deja totalmente flotante, sino que se vincula a tierra mediante una
impedancia de valor elevado (15000 Ω). También en este caso es fácil comprobar que las
corrientes son muy bajas y las tensiones de contacto son perfectamente seguras.
a. Las redes de distribución pública de baja tensión tienen un punto puesto directamente a tierra
por prescripciones reglamentarias. Este punto es el punto neutro de la red.
b. El único esquema posible para instalaciones receptoras alimentadas directamente de una red
de distribución pública de baja tensión será el esquema TT. La reglamentación de la AEA
prohíbe explícitamente la utilización de esquemas tipo TN para distribución en baja tensión.
c. En instalaciones alimentadas en baja tensión, a partir de un centro de transformación de
abonado, se podrá elegir cualquiera de los tres esquemas citados.
d. No obstante lo dicho en a), puede establecerse un esquema IT en parte o partes de una
instalación alimentada directamente de una red de distribución pública mediante el uso de
transformadores adecuados, en cuyo secundario y en la parte de la instalación afectada se
establezcan las disposiciones de seguridad necesarias.
e. Cuando la disponibilidad del servicio sea prioritaria (por ejemplo, en ciertas industrias con
líneas de producción que no se pueden detener) ó sea imprescindible contar con corrientes de
fuga sumamente débiles (por ejemplo en el caso de hospitales), se debe utilizar el sistema IT.
Definiciones:
Para definir a que se denomina "zona peligrosa" debemos remitimos a la NORMA IRAM IAP
A20-1 y al artículo 500 del NATIONAL ELECTRICAL CODE, que la definen como aquella en
la que pueden producirse deterioro en las instalaciones debido a la explosión o ignición de
vapores, líquidos, gases y polvos, debido a ataques de productos químicos o a propagación de
fuego, de mezclas de elementos contenidos en la atmósfera.
AMBIENTE CLASE I
Son aquellas zonas en que el aire contiene o puede contener en suspensión gases o vapores en
cantidades que puedan producir mezclas inflamables o explosivas (acetileno, hidrógeno, éter
etílico, gasolina, butano, gas natural, etc.).
DIVISIÓN I
Los lugares referidos en la CLASE I DIVISIÓN I son aquellos donde se trasvasan líquidos
volátiles o gases licuados inflamables, operaciones de pintado o rociado con líquidos volátiles,
secadores con evaporación de disolventes inflamables, lugares usados para extracción de gases
con disolventes, lavaderos que usan líquidos volátiles inflamables, plantas generadoras de gas
con posibilidad de escapes, salas de bombeo de gases inflamables y otros lugares en que la
concentración de gas o vapor inflamable puede adquirir valores peligrosos.
DIVISIÓN II
AMBIENTES CLASE II
Son aquellas zonas en que el aire presenta polvo combustible en suspensión en cantidades que
pueden producir ignición o explosión (polvo de aluminio, polvo de magnesio, negro de humo,
carbón de piedra, polvo de coque, polvo granulado de flúor, etc.).
DIVISIÓN I
DIVISIÓN II
Considera aquellos lugares donde en condiciones normales no es posible que exista polvo
combustible en suspensión en el aire pero que pueda afectar de ¡as siguientes formas:
a) Que la cantidad de polvo depositado sea suficiente para impedir la disipación del calor de los
equipos eléctricos.
b) Que por el polvo acumulado sobre y/o el interior de los equipos eléctricos éste pueda
inflamarse debido a chispas o amos producidos por el polvo.
Los lugares donde pueden darse estas condiciones son fundamentalmente las vecinas a las de
CLASE II DIVISIÓN I, además los lugares que cuentan con transportadores, ventiladores y
tolvas cerradas y equipos donde pueden desprenderse cantidades de polvos en condiciones de
funcionamiento anormales.
Son aquellas zonas en que el aire presenta en suspensión fibras y volátiles inflamables, pero no
en cantidades suficientes para producir mezclas explosivas o inflamables.
DIVISIÓN I
Son los lugares donde se emplean o fabrican fibras de fácil inflamabilidad y materiales
productores de volátiles combustibles.
Esta división incluye fábricas de rayón, algodón y textiles, carpinterías, fábricas para tratado de
lino, etc., en general fábricas que procesen fibras y volátiles fácilmente inflamables. Tales como
rayón, nyló, algodón, estopa, cáñamo, etc.
DIVISIÓN II
Incluye los lugares donde se almacenan o manipulean fibras y volátiles pero que no están en
proceso de fabricación.
GRUPOS ATMOSFÉRICOS
Para realizar los ensayos y comprobaciones se han definido y agrupado mezclas atmosféricas
según su peligrosidad en:
CLASE I
CLASE II
Los lugares con peligro de explosión o incendio, se clasifican en cuatro clases de acuerdo a lEC:
Un componente eléctrico con el cual se han tomado medidas para que no provoque la ignición de
una atmósfera explosiva, se denomina "artefacto antiexplosivo", y se lo designa con la sigla
"Ex", seguida de una letra que indica el modo de protección.
Son tipos de construcción que encierran las partes que pueden causar la ignición en una
atmósfera explosiva. Se define como "a prueba de explosiones" a un modo de protección en el
cual el material eléctrico capaz de inflamar una atmósfera explosiva está contenido en una
envolvente resistente a la presión de una eventual explosión interna, al mismo tiempo que impide
que dicha explosión se propague a la atmósfera circundante, externa a la envolvente.
Esta caja debe soportar la presión desarrollada durante la explosión interna de una mezcla y
evitar que se transmita la explosión al exterior de la misma.
Estos aparatos son incapaces de liberar energía, o producir chispas bajo las condiciones de
prueba indicada por las normas (éstas incluyen operación normal o fallas) capaces de producir
ignición en una dada atmósfera explosiva.
⇒ Los clasificados como "Ia", no deben ser capaces de causar ignición en operación normal,
con dos fallas de componentes o de otro tipo.
⇒ Los clasificados como "Ib" mantienen la protección con una falla de componentes o de
otro tipo.
En este tipo de aparato se evita que entre gas al aparato presurizándolo con aire o gas inerte para
que la presión interna ligeramente superior a la del ambiente impide el ingreso desde el exterior.
Dicha presión es mantenida con un flujo constante del gas inerte o aire limpio.
La entrada y salida del aire o gas inerte debe ser tal que asegure los valores de sobrepresión
dentro de los valores permitidos por la construcción del aparato.
El material usado para este tipo de aparato debe ser incombustible o con retardados de
combustión y autoextinguible y no debe afectarse por el gas de protección usado o por los gases
inflamables del lugar.
Se obtiene protección en estos aparatos rellenando con material de consistencia similar a la arena
de forma tal que la eventual chispa (dentro de la capacidad normal de corriente para la cual fue
derramado el aparato) no produzca la ignición exterior.
No debe haber escape de llama ni temperatura exterior del aparato que signifique riesgo de
ignición.
La caja debe ser de metal. No obstante otros materiales pueden ser usados si son no inflamables,
con retardador de combustión, inertes y estabilizados.
En este tipo de aparatos se inhibe el efecto de ignición sumergiendo las partes productoras de
área eléctrica en un aceite mineral con apropiadas características aislantes y de extinción de arco
eléctrico.
La máxima temperatura permitida para el aceite es 115 ºC para evitar la excesiva deteriorización
del aceite.
Cuando cuerpos conductores están separados por un aislante o incluso por el aire constituyen un
condensador al quedar cargados uno con una carga positiva y otro con otra carga igual pero
negativa. Al establecer una vía conductora se libera tal energía almacenada descargándose y
produciendo posiblemente una chispa. Es esta recombinación brusca mediante chispa de las
cargas separadas que constituye el riesgo.
RIESGOS
La electricidad estática aparece en las operaciones industriales y en la vida diaria, y puede ser
una fuente de riesgos, especialmente en climas secos. El principal riesgo son las explosiones e
incendios por descargas electrostáticas, aunque también existe el peligro de accidentes por shock
eléctrico.
Cuando tales descargas electrostáticas con chispa se producen en una atmósfera inflamable, es
relativamente fácil que se inicie el incendio, dado que la energía de activación que aportan
acostumbra ser superior a la que se precisa para la combustión de gases y vapores, que suele ser
del orden de 0,25 [mJ]. El peligro de inflamación existe cuando la chispa es generada por una
diferencia de potencial superior a los 1.000 [V].
Para que se produzcan incendios o explosiones deberán cumplirse conjuntamente las tres
siguientes condiciones:
Las explosiones por electricidad estática, involucran la presencia de una atmósfera explosiva.
Hay cuatro clases de atmósferas explosivas:
Las descargas electrostáticas son causadas por un proceso que tiene tres etapas:
Sólidos aislantes:
Hay tres casos a considerar:
⇒ Acumulación en objetos sólidos aislantes: por ejemplo pvc, polietileno, poliester, nylon,
etc.
⇒ Acumulación en hojas aislantes.
⇒ Acumulación en polvos.
Suspensiones gaseosas:
Pueden acumularse grandes cargas en gases que contienen partículas o gotas en suspensión.
Las descargas electrostáticas, son generadas por medios aislantes con campos eléctricos muy
elevados.
Sin embargo, también puede haber descargas por inducción electromagnética. Hay varias formas
en que se puede manifestar una descarga electrostática:
Chispas (sparks): ocurren entre dos cuerpos conductores a distinto potencial. Dado que ambos
cuerpos son conductores, prácticamente toda la carga se descarga en la chispa.
Descargas tipo cepillo (brush discharges): ocurren desde un cuerpo no conductor a un
conductor. Se caracterizan por formar un canal de plasma que termina en cepillo de
canalículos que llegan al material aislado.
Una mezcla de aire con un material inflamable en forma de gas, gotas o polvo, no puede formar
mezcla explosiva, sino está dentro de los límites superior e inferior de explosividad (LSE y LIE),
es decir dentro del rango de explosividad; a su vez la ignición de la mezcla esta relacionada con
lo que se denomina energía mínima de ignición (MIE: Mínimum Ignition Energy).
La energía mínima de ignición MIE, es la energía mínima necesaria, para incendiar una
concentración óptima de material inflamable, usando una chispa capacitiva en condiciones
ideales.
Polvos:
Se entiende por polvos a mezclas de aire con partículas de materia sólida, con tamaño variable,
desde polvos finos a gránulos.
Cuando se manipulan polvos, se genera una carga electrostática, por ejemplo: operaciones de
mezclado, transporte neumático, secado.
Para que tenga lugar una explosión de polvos, deben darse simultáneamente las siguientes
condiciones:
Mezclas híbridas:
Las suspensiones de polvos en aire que contienen una proporción de gas o vapor inflamable, se
denominan mezclas híbridas.
h) Efecto del tiempo: con productos en reposo o en movimiento muy lento, la carga eléctrica
decrece exponencialmente con el tiempo. Ejemplo: un combustible con resistividad de 1014
ohm–cm, “descarga el 39 % de su carga en 10 segundos y cerca del 63 % en 20 segundos”.
i) Estructuras interiores de un tanque: su efecto puede ser favorable o negativo, por lo tanto,
es necesario estudiar detenidamente cada caso que pueda presentarse. Por ejemplo, una
protuberancia aguda del techo del tanque puede favorecer la producción de chispas, siempre
y cuando el vértice de la protuberancia esté cerca de la superficie del producto; por el
contrario, miembros estructurales que vayan del techo al piso del tanque, pueden producir el
efecto contrario ya que pueden reducir las diferencias de potencial.
j) Efecto de la aspersión: la influencia de la aspersión en relación con la generación de cargas
estáticas no se conoce cuantitativamente; sin embargo, la experiencia ha demostrado que con
la aspersión se produce corriente estática.
Son muchos los casos en que se ha establecido en forma categórica que la electricidad estática ha
sido causa inmediata de accidentes. La mayoría de los casos estudiados son del tipo de
explosiones o incendios, que han ocurrido durante operaciones y manejo de combustibles. Por
otra parte, hay una gran diversidad de equipos envueltos en estos casos, así como también es
grande la variedad en los productos.
Para dar una idea de la magnitud del problema nos referimos a la experiencia de 80 casos de
accidentes en buques–tanques ocurridos en un período de 10 años. De esos, 12 casos fueron del
tipo “ignición durante operaciones de carga” y en 7 de esos 12 la fuente de ignición fue ajena o
externa al tanquero. De los 5 casos restantes, 2 fueron atribuidos a electricidad estática. Son
también relativamente frecuentes los casos de accidentes en tanques de almacenamiento,
operaciones de abastecimiento de aviones y múltiples de distribución. Son escasos los casos de
accidentes en operaciones de otra índole; sin embargo, hay especificaciones concretas sobre
prevención de descargas estáticas en el manejo de gases anestésicos en salas de cirugía.
Desde el punto de vista correctivo diremos que cualquier control de la corriente estática se basa
en un principio único: conducir a tierra o establecer interconexiones eléctricas en todas las
superficies en que se puedan formar cargas estáticas, de manera que dichas cargas se disipen.
Para estos efectos se recomiendan conexiones físicamente fuertes de materiales, con baja
resistencia a tierra, para evitar daños por causas externas y para proporcionar un amplio margen
de seguridad. La resistencia específica del terreno, es una variable determinante en este caso.
Desde el punto de vista preventivo, los accidentes derivados de la electricidad estática pueden
evitarse solamente eliminando las mezclas inflamables en el espacio de vapor de los recipientes
o eliminando ese espacio de vapor mediante el uso de “techos flotantes”. Sin embargo, se puede
reducir el riesgo de descargas estáticas mediante una serie de medidas de las cuales
mencionaremos a continuación sólo algunas:
a) Considerar como “poco–productores” de estática los crudos y todos los destilados que tengan
'un residuo de carbón mayor al 1 % , así como también los alcoholes.
b) Considerar como “productores de estática” todos los productos refinados, excepto los
anteriores, incluyendo el aceite de calentamiento.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Todo recipiente a vaciar o llenar debe permanecer, ya sea a través del tubo de aireación o de otra
abertura, en constante comunicación con un fluido gaseoso, que será el propio aire, a no ser que
se prevea otra sustancia gaseosa, por una simple razón de equilibrio de volúmenes. Por esto,
evitaremos la formación de atmósferas inflamables de dos formas: mediante el empleo de un gas
inertizante o mediante ventilación.
La velocidad máxima estará en función del diámetro interior del conducto de acuerdo a la
siguiente ecuación, no superándose para líquidos de elevada resistividad la velocidad de 7 m/s.
Cuando se trate de líquidos polarizables la velocidad podrá ser ligeramente superior aunque en
ningún caso se alcanzarán los 10 m/s. Cuando se transvasen suspensiones de sólidos en líquidos
inflamables, exista la presencia de agua, o bien existan mezclas insolubles, es recomendable
transvasar a una velocidad inferior a 1 m/s.
Tales aditivos son sustancias disociables de diversa naturaleza y solubles en los hidrocarburos,
tales como el dietilhexilsulfosuccinato de sodio, o el dinonilnaftaleno sulfonato de etilen diamina
que es al mismo tiempo un agente anticorrosivo.
Especial atención hay que tener en los equipos portátiles a emplear en el transvase de líquidos
inflamables, ya que por su movilidad o diversidad de uso es frecuente observar el empleo de
bombas con motor eléctrico no protegido o con insuficiente protección ante el producto que se
está transvasando. Es imprescindible verificar el tipo y grado de protección de los motores.
Las bombas portátiles de accionamiento neumático son preferibles para transvases desde
recipientes móviles de capacidad igual o inferior a los 200 [I]. Su uso en recintos confinados es
muy peligroso, ya que provocan enriquecimiento en oxígeno de la atmósfera interior facilitando
la inflamabilidad.
Los elementos metálicos de los equipos de bombeo, como los tubos de aspiración de las bombas
portátiles y las boquillas de proyección, deben estar constituidas por un material especial
antichispa, generalmente aleación de Al-Zn.
La sujeción solidaria del tubo de aspiración de las bombas portátiles al propio recipiente
metálico a vaciar es necesaria. Ello se puede lograr mediante el acoplamiento de un anillo con
rosca exterior al tubo de aspiración para su roscado a una de dos aberturas del bidón.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN
Un cuerpo conductor puede considerarse conectado a tierra cuando permanezca conectado a otro
que ya esté puesto a tierra. Por ello podemos evitar el conectar individualmente todos los
elementos a la puesta a tierra, aunque es recomendable en la medida de lo posible que los
recipientes y la propia instalación de trasvase estén por su situación unidos a tierra, sin necesidad
de efectuar conexiones manuales que siempre pueden ser descuidadas. Esto se puede lograr
conectando la instalación fija a la puesta a tierra y depositando los recipientes móviles sobre
suelo conductor durante el trasvase.
La resistencia de la puesta a tierra debe ser baja. Se considera resistencia aceptable frente al
riesgo en cuestión, la que sea inferior a 10 [Ω], ya que en realidad las corrientes eléctricas que se
pueden generar son de muy baja intensidad (del orden de los µA). En tal sentido cualquier puesta
a tierra válida para la protección contra contactos eléctricos indirectos también lo será frente a las
descargas electrostáticas, aunque es aconsejable su diferenciación. Las interconexiones y la
puesta a tierra además de tratarse de materiales conductores requieren disponer de suficiente
resistencia mecánica, protección frente a la corrosión y suficiente flexibilidad, especialmente
para aquellas conducciones que requieran su frecuente conexión y desconexión.
Las mangueras flexibles de los equipos portátiles de bombeo deben ser conductoras. Cuando se
emplee material no conductor (goma, resina, etc.) la conductividad deberá ser asegurada
mediante un alma metálica que irá sujeta a tos extremos metálicos del equipo de bombeo, como
el cuerpo de la bomba y la boquilla de descarga.
El calzado y en su caso los guantes, deberán ser conductores. Ello ofrecerá protección suficiente
siempre que el suelo sea también conductor, aspecto éste que también tiene que ser considerado.
Los zapatos corrientes, con suela de cuero, ofrecen, sobre todo si hay humedad suficiente,
conductividad elevada. No obstante en el caso de personas de piel muy seca o cuando se usen
otros materiales aislantes conjuntamente con la suela de cuero es recomendable usar remaches
metálicos que atraviesen la suela del zapato.
SOBRETENSIÓN ATMOSFÉRICA
Para familiarizarnos con el proceso de las descargas atmosféricas, es preciso conocer las
condiciones existentes en la superficie de la tierra, antes de producirse la descarga entre una nube
y el suelo. Este conocimiento es indispensable para la comprensión de las medidas que se
adoptan con fines de protección y ayuda a explicar por qué ésta no siempre se logra.
Al cargarse negativamente la parte baja de una nube, desarrolla por inducción, en la superficie
terrestre, la correspondiente carga positiva, repeliendo lejos de sí las cargas terrestres negativas
situadas debajo de ella.
Así, pues, si una nube de carácter tormentoso corre paralelamente a la superficie terrestre, la
correspondiente carga inducida por aquélla se mueve también en ésta. Las cargas positivas
terrestres, atraídas por la carga negativa de la nube, suben por los postes y castilletas de las líneas
de transmisión, por las torres de las iglesias, por los mástiles y árboles, y corren a lo largo de las
líneas de tierra, ascendiendo por sobre todos los objetos conductores y semiconductores. Cuando
el gradiente del potencial es elevado, se pueden apreciar visualmente los efluvios del efecto
Corona o Fuegos de San Telmo. Se comprende, pues, que una nube situada a gran altura, por
ejemplo, a unos 1500 m., se desarrolla, por inducción, cargas eléctricas sobre una gran expansión
de la superficie terrestre.
Rayos
a) Proceso de la descarga:
Mediante un proceso de fotografías sucesivas fue posible comprobar que el rayo se inicia por
pequeñas chispas que, partiendo de la nube, avanza hacia la tierra mediante una serie de
pequeños saltos. El conjunto de estas chispas, que progresan en sentido descendente, recibe el
nombre de descarga directriz discontinuo o descarga inicial. El tiempo que esta descarga invierte
en alcanzar la superficie terrestre es, en algunos casos, del orden de 0,01 segundos. Se ha
comprobado también, que una vez llegada al suelo, se origina una segunda descarga, llamada
descarga de retorno, que salta en sentido inverso, partiendo de la tierra, si bien algunas veces no
llega a recorrer todo el camino, no llegando por lo tanto, a la nube.
Se ha comprobado, además, que las sucesivas descargas o crestas de corriente que siguen el
camino trazado por la descarga inicial, van generalmente, precedidas por una descarga trazadora
descendiente llamada descarga directriz continua. A llegar ésta al suelo, se produce una nueva
descarga de retorno en sentido ascendente, en forma parecida a lo que ocurría en la descarga
directriz discontinuo.
La velocidad de la descarga inicial es del orden de los 50 m/µ segundo, con intervalos de tiempo
entre saltos, de alrededor de 100 m/µ segundos. La descarga directriz continua tiene una
velocidad comprendida entre 1 y 23 m. por µ segundo. La descarga de retorno viaja por el canal
con una velocidad que varía desde los 20 a los 140 m. por µ segundo, lo cual es, en valor medio,
mucho menor que la mitad de la velocidad de la luz.
Por otra parte, se ha, demostrado que en los edificios sumamente elevados el 80 % de los rayos
caídos se inician en el edificio y no en la nube. Al parecer, es tal la tensión en el extremo del
edificio, dada su gran altura, y en su configuración, que la descarga inicial parte del edificio
hacia la nube. En este caso, las velocidades son del mismo orden que cuando la descarga se
produce en sentido opuesto.
A pesar que en los edificios elevados en la generalidad de los casos, la descarga inicial es
ascendente, siempre la descarga directriz continua es descendente. Por tal razón y prescindiendo
de las descargas iniciales, el proceso de las descargas directrices continuas, es similar así se trate
de edificios elevados, o terreno llano o edificios de escasa altura.
Lo expresado evidencia que el rayo es en realidad un arco de corriente continua entre la nube y
el suelo, a la que se superponen varias crestas de corriente, que pueden presentarse de diferente
forma, según la constitución de la nube y la distribución de las cargas. Se ha evidenciado,
además, que el sentido de propagación depende más de la configuración de los electrodos que de
la polaridad, dado que cuando la tensión en una nube se eleva, se llega a un valor en la que la
chispa salta, formándose la descarga inicial, la cual avanza a saltos hacia la tierra, escogiendo en
cada momento el camino de menor resistencia, por lo cual no sigue el camino impuesto por el
campo electrostático inicial.
En efecto, la descarga inicial en su progreso, deja alrededor del canal por donde circula, una
carga especial negativa, llevando en su cabeza una gran concentración de carga. Esta descarga
inicial o directriz discontinuo, está conectada a la nube todo el tiempo que dura su progreso, pues
necesita de ésta un suministro continuado de cargas para la prosecución de su camino.
El rayo puede originar tensión en los conductores por descarga directa o por inducción. El campo
electrostático de una nube cargada, induce en la superficie del suelo debajo de ella cargas de
signo contrario, las cuales se producen también en las líneas de transmisión situadas dentro del
campo de la nube. Estas cargas inducidas pueden alcanzar un gradiente de potencial del orden de
los 250 a 3.300 volts por centímetro de extensión de la línea. Por otra parte, las cargas de igual
signo que las de la nube que posee la línea, son repelidas hacia los extremos de la misma más
alejados a través de la superficie de los aislantes, al suelo, en forma de corriente de fuga.
2) Corriente: Es de hacer notar que el 50 % de los rayos, tiene una intensidad superior a los
13.000 amperes. Sin embargo, sólo un 10 % de los mismos tiene una corriente superior a 32.000
amperes.
En esencia, un rayo consiste en uno o más impulsos de corriente superpuestos a una corriente
más o menos continua. Uno de los tantos casos típicos estudiados evidenció la constitución del
mismo por una descarga inicial, cuya duración aproximada fue de 0,26 seg., con una corriente de
250 amperes, con todas las características de un arco de corriente continua, suministrada
constantemente por la nube.
Casi al final de la descarga se registró un máximo de casi 13.000 amperes. La duración total, o
sea la duración de todas las descargas máximas registradas, alcanzó a 1,5 segundos.
c) Efectos de la descarga:
Los cuerpos no conductores, a menudo se rompen al recibir la descarga, mientras que los
conductores se funden más o menor totalmente.
Si la cresta de corriente tiene un valor elevado puede romper árboles o vigas sin incendiarlos,
mientras que una sucesión de máximos de corriente superpuestos a una componente de corriente
continua, puede provocar un incendio.
PROTECCIONES
Accidentes producidos por el rayo: Si tomamos como ejemplo datos estadísticos de los Estados
Unidos, veremos que cada año, a causa del rayo, mueren unas 400 personas y 1.000 más,
resultan heridas.
Acción del pararrayos: Tienen por objeto interceptar el rayo antes de que alcance el edificio
protegido, descargando la corriente a tierra, a través de una resistencia lo suficientemente baja
como para no dar lugar a tensiones peligrosas. Los árboles altos no brindan protección a los
edificios cercanos, sin embargo, si se los provee de pararrayos, actúan como otra construcción de
altura similar y protegen todos los objetos que caen dentro de su cono de protección.
Edificios de Techo metálico: Con relación a los pararrayos y conductores de bajada, se tratarán
como otro edificio cualquiera, salvo que las planchadas de metal que forman el techo, estarán
unidas entre sí, formando un conductor eléctricamente continuo. Debe proveerse de antena para
la recepción del rayo y conectarse a tierra en por lo menos dos puntos distintos.
Tierras: Deben presentar la resistencia más baja posible con respecto al suelo, siendo el valor
óptimo recomendado de 8 Ω. La forma y colocación de las tierras serán el resultado, en cada
caso, del estudio del carácter y conductividad del suelo que se trate.
Cono de protección: El cono de protección brindado por un pararrayo, debe estimarse de una
base cuyo radio, es el doble del valor de la altura de dicho cono. Para la protección, de áreas que
comprenden depósitos de combustible o explosivos esa relación debe ser de 1 a 1.
Protección de líneas:
Generalidades: La protección de líneas de transmisión se divide en dos métodos generales. El
primero tiende a evitar que la descarga alcance los conductores y el segundo permite la descarga
del rayo en la línea; pero evita que la corriente originada produzca una interrupción en el
servicio. El primer método utiliza conductores conectados a tierra (hilo de seguridad),
suspendidos por encima de la línea de transmisión, mientras que el segundo, emplea dispositivos
tales como tubos de protección, compensadores de defectos o interruptores de desconexión
automática ultrarrápida.
Protección por hilo de guardia: La función encomendada al hilo de guardia, es interceptar el rayo
y conducir su corriente al suelo, sin que se alcancen en la torre, ni en el vano, potenciales
suficientes para cebar el arco entre el hilo de guardia o la torre y los conductores.
Las torres deben estar suficientemente aisladas de los conductores de transmisión, para que las
tensiones que aparezcan como consecuencia de la caída por resistencia en su base, no puedan ser
causa de arco alguno.
Condiciones físicas: Los hilos de guardia deben colocarse encima de los conductores de línea, de
forma que el rayo descargue sobre aquéllos, antes de alcanzar a éstos.
Desde el punto de vista del rayo, el hilo de guardia puede ser de cualquier material, tal como
acero, cobre, aluminio o acero cobreado. La sección del hilo viene, en general, impuesta por
consideraciones mecánicas, pero si su sección es insuficiente, la corriente del rayo puede dañarlo
seriamente.
Al proyectarse una protección de este tipo, debe tenerse presente que la separación entre el hilo
de guardia y los de línea, debe ser mayor en el centro del vano que en los apoyos.
Situación y número: Se utilizan dos métodos para determinar su posición respecto de las líneas
de transmisión. El primer método hace uso del llamado cono de protección. Si se colocan dos
hilos de guardia, deben colocarse de manera que ningún conductor quede fuera del cono.
Tensiones del arco: Al proyectar la protección de una red mediante el empleo de hilo de guardia,
debe tenerse en cuenta la tensión de arco contorneando el aislador y la tensión de arco entre
varillas en el aire.
Puesta a tierra de las torres: La puesta a tierra de las torres, se realiza por dos métodos bien
definidos.
Tubos protectores: Los tubos protectores se colocan en paralelo con el aislador que deben
proteger, dejando entre ambos un espacio de aire, por donde salta el arco. El tubo consiste en un
cilindro de fibra dentro del cual existen dos electrodos a una distancia determinada. La tensión
de arco del conjunto debe ser inferior a la del aislador que se trata de proteger, con cualquier tipo
de forma de onda de corriente.
Compensador de defectos a tierra: Consiste en una reactancia conectada entre el neutro y tierra.
Su valor es proporcionado a la reactancia capacitiva del sistema, de manera que la corriente en
atraso que circula por el compensador es de igual magnitud y opuesta en fase, a la corriente de
capacidad de la línea, por lo cual la corriente en el defecto se anula y éste se subsana. Cuando el
defecto se produce entre conductores, el compensador no actúa; por lo tanto, para que en las
descargas atmosféricas el compensador actúe correctamente, es necesario evitar que abarquen a
más de un conductor.
Reconexión automática: Para que un interruptor de reconexión automática pueda reconectar con
éxito una línea que acaba de sufrir la descarga de un rayo, es necesario que haya desaparecido la
ionización del aire originada por el arco, con el fin de que al aplicar nuevamente la tensión
normal de servicio, no se cebé aquél nuevamente. Si por la acción de un interruptor se
desconecta la línea de la correspondiente fuente de alimentación, la corriente continuará
circulando a través del arco, mientras dure la descarga del rayo.
Un 20 % de los rayos que caen en campo abierto, tienen una duración de 0,6 segundos más, por
lo que esperando el tiempo correspondiente a 40 períodos, el margen probable de fracasos será
consecuencia menor al 20 %.
Antenas e hilos de guardia en las centrales y estaciones: Para proteger los conductores contra la
descarga del rayo, pueden usarse en las centrales y estaciones, antenas o hilos de guardia.
Cuando se usa una sola antena, debe situarse de modo que todo el sistema de conductores,
interruptores, etc., se encuentren dentro de un cono de protección, si bien se ha comprobado que
utilizando varias antenas se obtiene protección más eficaz que con una sola de altura mayor.
Esto es, en parte, debido a que la relación de la base del cono respecto de la altura, aumenta
cuando ésta disminuye y, además, porque en la práctica se ha comprobado que el rayo viola, en
forma más habitual, el cono de un pararrayos alto que el de uno bajo.
En, algunos casos se colocan por sobre la central, hilos de guardia, siendo su separación y altura,
la conveniente, para que su distancia a los conductores activos situados debajo, sea lo
Si se usan hilos de guardia para proteger las líneas, resultará beneficioso, para éstos y para la
central, conectar los hilos de guardia al sistema de puesta a tierra de dicha central. Las
principales ventajas son:
a) protección del último vano contra descargas directas, de gran importancia para los equipos de
las centrales;
b) reducción de la resistencia de la tierra, por existir varias conexiones en paralelo.
Antecedente:
Con el fin de ampliar la fuente de información se acompaña el siguiente antecedente:
Fuentes de origen:
Instalación integral: Se compone de una serie de antenas o pararrayos colocados a lo largo del
edificio, a una altura mínima de 3 m., sobre la parte superior del techo a proteger. Todos estos
elementos serán conectados entre sí y a la descarga a tierra.
Instalación separada tipo con mástiles o antenas. Se trata de un sistema de mástiles con antenas
instaladas separadamente de la línea de edificación a una distancia mínima de 6 m., y de altura
adecuada para que el edificio o instalación a proteger se encuentren dentro de su cono de
influencia.
Todos los mástiles estarán conectados a la red de puesta a tierra de pararrayos que contará con
dos tomas como mínimo.
Instalación separada tipo con cable de guardia. Se trata de un sistema donde por medio de un
cable de guardia o una red de cables (jaula de Faraday), suspendida sobre el edificio o instalación
a proteger, a fin de que evite no sólo la descarga directa sino cualquier descarga por inducción.
Todos los puntos de suspensión contarán con pararrayos, los que junto con la red o cables
suspendidos, se unirán al sistema de tierra, que contará con dos puestas a tierra como mínimo.
La protección ofrecida por estos sistemas, es mayor según el orden en que fueron enumerados y
la elección del mismo se deberá realizar teniendo en cuenta las características del edificio o
instalación a proteger y de acuerdo a su peligrosidad.
BIBLIOGRAFÍA