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TEMA: EL SUICIDIO

ASIGNATURA: PSICOLOGÍA SOCIAL

DOCENTE: Ps. URCO CÁCERES SANDRO ALEX

INTEGRANTES:

 Huamani Alvarado, Gianella

CICLO: III

SECCION: “B”

HUANCAYO – PERU

2017

1
Para aquellas personas que quieren informarse
mejor del tema o pasan por una situación
crítica, para nuestros padres y familia que son
nuestro principal apoyo y sin olvidar al Ps.
Sandro que nos orienta día a día para ser unos
buenos profesionales, con el cual estaremos
agradecidos eternamente.

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ÍNDICE

PORTADA
DEDICATORIA
INDICE
INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I

1. DEFINICIONES……………………………………………………………………………….. Página 5
2. BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL SUICIDIO……………………………………... Página 6
3. EL SUICIDIO EN LA HISTORIA…………………………………………………….…… Página 7
4. EL SUICIDIO EN EL PERÚ………………………………………………………………...Página 8

CAPÍTULO II

5. TIPOS DE SUICIDIO…………………………………...………………………………… Página 9


6. FORMAS DE SUICIDIO……………………………..………………………………..… Página 10
7. TEORIAS DE SUICIDIO……………………...……..…………………………..……… Página 11
8. CAUSAS DEL SUICIDIO……………………………………………………….………… Página 16
9. IMPACTO DEL SUICIDIO EN EL ENTORNO………………………………….… Página 18
10. CONSECUENCIAS PSICOLOGICAS DEL SUICIDIO EN LA
FAMILIA….…………………………………..………………………………………........ Página 20

CAPÍTULO III

11. PREVENCIÓN…………………………………..……………………………………….. Página 24


12. TRATAMIENTO……………………………….………………………………………… Página 26
13. INTERVENCIONES………….……………..………………..……….……………….. Página 33

CAPÍTULO IV

14. CONCLUSIONES…………………….……...………………………………………… Página 38


15. BIBLIOGRAFÍA………………………….…………………………………………….… Página 39
16. ANEXOS…………………………….…………………………………………………….. Página 40

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INTRODUCCIÓN
La conducta suicida es un fenómeno multicausal y complejo que ha estado presente en
todas las épocas históricas y todas las sociedades, y que se manifiesta por una variedad
de comportamientos en un continuo que va desde la ideación en sus diferentes
expresiones, pasando por las amenazas, los gestos e intentos, hasta el suicidio
propiamente dicho. La presencia de cualquiera de estos indicadores (ideas, amenazas,
gestos e intentos) debe considerarse como un signo de riesgo.

Se ha estimado que en el mundo casi 1 millón de personas muere por suicidio. Y en


España según el Instituto Nacional de Estadística se producen alrededor de 7
suicidios/cien mil habitantes/año aproximadamente y se producen más muertes por
suicidio que por accidente de tráfico, y la cifra de suicidas sigue un ritmo ascendente.

Por tanto, suicidio es un problema trágico y prevenible de salud pública. Los esfuerzos
para prevenir el suicidio deben estar basados en las investigaciones que muestran qué
factores de riesgo y de protección pueden ser modificados, como también qué grupos
de personas son los más apropiados para la intervención preventiva.

La prevención del acto suicida no es un problema exclusivo de las instituciones de salud


mental, sino de toda la comunidad en su conjunto. La multicausalidad del fenómeno del
acto suicida sugiere que las estrategias de prevención deben ser también múltiples. El
abordaje preventivo, por tanto, tiene que partir de un enfoque multidisciplinario, y a la
vez desde un plano individual y de salud pública.

La prevención del suicidio a nivel individual enfatiza el diagnóstico, el tratamiento y


seguimiento del trastorno mental (depresión, esquizofrenia, drogodependencia y
estrés).

El enfoque de salud pública cuenta con estrategias para la prevención del suicidio como
las campañas de salud mental, despistaje en los colegios, diagnóstico precoz del abuso
de drogas, de la depresión y del estrés, el control del acceso a los medios para cometer
suicidio y el apoyo a los medios de comunicación para que la información se adecue a la
prevención.

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CAPITULO I

1. DEFINICIONES

El termino suicidio designa la acción de autoeliminación del individuo, debido a factores


psicológicos o psicopatológicos. En la actualidad, el índice de suicidios en el mundo está
en aumento debido mayormente a las presiones que soporta la persona y a la falta de
comprensión y aceptación de las diversas sociedades en las que se desenvuelve. La
estabilidad emocional y la capacidad para sobrellevar situaciones de estrés y dolor son
vitales para evitar esta situación.
o SUICIDIO: es la muerte ocasionada intencionalmente.
o SUICIDALIDAD: ideas e intentos suicidas.
o PERSONALIDAD LIMÍTROFE O LÍMITE: patrón generalizado de relaciones
personales, autoimagen y emocionalidad inestables, con impulsividad marcada
que comienza durante la adultez temprana, y que aparece en múltiples
contextos, como por ejemplo en pequeño cuadro de psicosis.
La palabra suicidio tiene sus raíces en dos términos latinos: Sui (a sí) yCidium (acto de
matar). El fenómeno suicida comprende la ideación suicida (pensamiento) y el acto
suicida en sí, esto es, suicidios fallidos y suicidios consumados (Gutiérrez, 2006).

Para explicar el suicidio analizaremos 4 factores: biológico, genético, psicológico y


sociológico:

 Factor Biológico

Las personas que tienen cierta vulnerabilidad hacia el suicidio presentan un descenso
en los niveles de serotonina (neurotransmisor) en el líquido en cefalorraquídeo. La
serotonina es un neurotransmisor que afecta los estados de ánimo y las emociones, se
desintegra en el cuerpo.

También se ha encontrado un descenso en la actividad dopaminérgica.

 Factor Genético

El estudio de los árboles genealógicos ha confirmado que hay cierta transmisión


genética.

 Factor Psicológico

Para el Psicoanálisis, el suicidio es un homicidio contra uno mismo causado por el


abandono vivido de los demás. La agresividad que siento hacia otros la dirijo hacia mí y
por eso me suicido.

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Según Shneidman las personas se provocarían la muerte por una diversidad de otras
razones psicológicas tales como:

 Búsqueda de solución a un problema que genera sufrimiento.


 Es una manera de cesar la conciencia, no necesariamente la vida.
 El dolor que no controlamos es un riesgo de suicidio para acabar con ese
dolor incontrolable.
 La emoción del suicidio es la desesperanza y el desamparo.
 Su actitud: la ambivalencia. Vivir y morir a la vez, pero uno de los
sentimientos surge con más fuerza.
 Vergüenza, culpa, desesperanza y dolor.
 El suicidio es un acto de comunicación interpersonal con "pistas" a modo de
señales que ha ido dejando el ejecutor.

 Factor Sociológico

Uno de los estudios sociológicos clásicos que ha estudiado la relación entre el individuo
y la sociedad es el análisis del suicidio que hizo Durkheim (publicado originalmente en
1897) Aunque los seres humanos se vean a sí mismos como individuos que actúan por
su propia voluntad y elección, con frecuencia es la sociedad la que conforma sus
comportamientos y la que loes ofrece un modelo. El estudio de Durkheim mostraba que
incluso un acto tan personal como el suicidio se ve influido por el mundo social.

Antes del estudio de Durkheim ya se habían llevado a cabo investigaciones sobre el


suicidio, pero él fue el primero que insistió en que había que darle una explicación
sociológica. Los escritores anteriores habían reconocido la influencia de los factores
sociales sobre el fenómeno, pero las explicaciones que habían dado al hecho de que un
individuo fuera más o menos proclive a suicidarse se habían centrado en
consideraciones raciales, climáticas o en otras relacionadas con problemas mentales. Sin
embargo, según Durkheim, el suicido era un hecho social que sólo podía explicarse
mediante otros hechos sociales. No era sólo la suma de una serie de actos individuales:
era un fenómeno en el que aparecían ciertas pautas.

Los índices de suicidio varían con la ocupación, tamaño de la ciudad de residencia,


posición socioeconómica, edad, género y situación matrimonial. En un trabajo realizado
por el sociólogo francés Emile Durkheim se pudo relacionar las diferencias en los índices
de suicidio con el impacto de las fuerzas económicas sobre la persona. Propuso tres
categorías de suicidio:

 El suicidio anónimo se produce por falta de regulación social. Con esto,


Durkheim se refería a las condiciones sociales de la anomia, situación en que las
personas se quedan "sin normas" debido a un rápido cambio en la sociedad o a
la inestabilidad de ésta. La pérdida de un punto fijo de referencia para las normas
o deseos -como la que se da en épocas de convulsiones económicas o de

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conflictos íntimos como un divorcio- puede alterar el equilibrio entre las
circunstancias de una persona y sus deseos.
 El suicidio altruista tiene lugar cuando un individuo está "demasiado integrado"
-los vínculos sociales son demasiado fuertes- y valora más a la sociedad que a sí
mismo. En este caso, el suicidio se convierte en un sacrificio que se realiza en
beneficio de "un bien superior". Los kamikazes japoneses o los "hombres
bomba" islámicos son ejemplos de este tipo de suicidio. Para Durkheim, éste era
característico de sociedades tradicionales en las que predomina la solidaridad
mecánica.
 El último suicidio es el fatalista. Aunque Durkhim lo consideraba de poca
importancia en su época, creía que se originaba cuando un individuo está
excesivamente regulado por la sociedad. La opresión del individuo produce un
sentimiento de impotencia ante el destino o la sociedad.

2. BREVE RESEÑA HISTÓRICA DEL SUICIDIO

En la Europa Antigua, sobre todo durante el Imperio Romano, el Suicidio se consentía e


incluso era considerado un acto honroso. Los antiguos romanos, bajo la influencia del
estoicismo, admitían muchas razones legítimas para su práctica. El filósofo romano
Séneca lo ensalzaba como el acto último de una persona libre.

Sin embargo, para San Agustín, el suicidio era un pecado. Varios de los primeros concilios
de la Iglesia cristiana decretaron que a aquellos que cometieran suicidio no se les podría
aplicar los rituales ordinarios de la Iglesia tras su muerte. En la Edad Media, la Iglesia
Católica Romana condenó expresamente esta práctica. En las legislaciones medievales
se ordenaba la confiscación de todas las propiedades del suicida y el cadáver sufría todo
tipo de humillaciones.

Actualmente, el suicidio, está condenado en las religiones cristiana, judía e islámica.

En 1897 Emile Durkheim postuló que el suicidio era un fenómeno sociológico, como
resultado de una falta de integración del individuo en la sociedad, más que un puro acto
individualista. Sin embargo, la tendencia actual considera el suicidio desde un punto de
vista más psicológico en un lugar de una perspectiva moralmente colectiva.

3. EL SUICIDIO EN LA HISTORIA

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El suicidio ha aparece en todas las sociedades desde los tiempos más remotos, sin
embargo, a lo largo de la historia ha variado la actitud de las sociedades hacia este acto,
sus formas y frecuencia.

En Oriente el suicidio ha jugado un papel muy diferente al occidental. Durante siglos ha


sido considerado un acto de gran valor y honra por diversas culturas.

En China había formas legalizadas de suicidio por derrotas militares o delitos. En el Japón
feudal, el suicidio era utilizado para limpiar la deshonra por no haber podido cumplir
con un papel determinado en la sociedad y en la India las viudas sin hijos se inmolaban
en las piras funerarias de sus maridos, Artiles (2003).

Según Andrés (2003) en Occidente, cuando el hombre de hoy habla de su muerte, piensa
que, si le fuera dada la capacidad de escoger, escogería una muerte súbita, sin dolor,
como un leve sueño. En cambio, el hombre del Medioevo se sentiría aterrado de ello,
porque se consideraba pecado; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo
de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres. El suicidio
comenzó a ser considerado pecado en el siglo IV con San Agustín, porque viola el sexto
mandamiento, usurpa la función del Estado y la Iglesia y evita el sufrimiento que ha sido
ordenado por Dios. El alma del suicida era condenada al infierno por toda la eternidad.
En Europa occidental la Iglesia cristiana sacralizó la muerte, la domesticó, integrándola
en un sistema de ritos y creencias que la convertían en una etapa más del destino final
de cada ser humano. La Iglesia Católica rechazaba al suicida y se le negaba la sepultura
en el campo santo. En Europa degradaban el cadáver arrastrándolo por las calles cabeza
abajo con una estaca atravesando el corazón y una piedra en la cabeza para inmovilizar
el cuerpo y para que el espíritu no regresara a dañar a los vivos. En el siglo XV, Castilla,
Aragón, Florencia, Francia, Reino Unido, Milán, Venecia y Portugal sancionaban el
suicidio, rematando incluso a los muertos suicidados.

Según Andrés en Castilla y Aragón la práctica se recoge en una constitución de 1497,


cuando un pastor almeriense se suicidó porque le despidieron, y fue rematado en
Córdoba en 1498. En la Inglaterra anglicana de 1800 el cuerpo del suicida era castigado
por la justicia públicamente siendo arrastrado por el suelo y estaqueado en el cruce de
los caminos, sus bienes confiscados y la viuda desheredada y deshonrada. Solo se
aceptaba el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor. Fue a partir del siglo
XIX que la sociedad rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al
dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido
la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo.

4. EL SUICIDIO EN EL PERÚ Y EL MUNDO ACTUAL

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Según la Organización Mundial de la Salud (2004), el suicidio representa el 1,4% de
morbilidad a nivel mundial, es decir, aproximadamente un millón de victimas al año. Las
mayores incidencias se dan en Europa del este y las menores en América latina y en los
países musulmanes.
La OMS señala que las tasas de suicidio aumentan conforme la edad, aunque
últimamente se ha registrado una mayor incidencia entre jóvenes de 15 a 25 años. A
excepción de las zonas rurales de China, se suicidan más hombres que mujeres. Se
calcula que, de seguir la tendencia, para 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5
millones.
En el Perú la incidencia de intentos suicidas es mayor en la costa, seguido por la sierra y
finalmente la selva.
Asimismo, el deseo de morir a lo largo de la vida es mayor en la Sierra, seguido por la
Selva y en menor grado en la Lima-Callao.
El suicidio en Lima Metropolitana constituye el 8% de las causas de muerte violentas.
Asimismo, se observa una mayor preponderancia de suicidios en los varones, en relación
de dos a uno con las mujeres. Las causas más frecuentes asociadas al suicidio son:
conflictos conyugales (29,6 %), conflictos familiares (27,6 %), conflictos sentimentales
(22,1%), etc. En cuanto a los trastornos asociados al suicidio tenemos: trastorno
depresivo mayor (39,4%), trastorno reactivo por síntomas recesivos (35,5%) y abuso de
alcohol y sustancias (23%) (MINSA, 2004).
El Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado- Hideyo Noguchi hizo un estudio
sobre los casos atendidos por su institución entre los meses de junio a diciembre de
2003, se observó un total de 301 casos de intento de suicidio en los cuales hubo una
mayor preponderancia femenina (de tres a uno) en relación a la masculina. Las
principales causas desencadenantes fueron los problemas conyugales / pareja,
familiares (28.4%) y sentimentales (19.3%). Asimismo, se encontró una preponderancia
de estudiantes (40,9%), amas de casa (20,7%) y desocupados (20%).

9
CAPITULO II

5. TIPOS DE SUICIDIO

Durkheim (1998), plantea tipos de suicidio desde el punto de vista social:

 El suicidio egoísta
 El suicidio altruista
 El suicidio anónimo
 El suicidio anómico
 El suicidio fatalista

 El Suicidio Egoísta

Los hombres o las mujeres tienden más a quitarse la vida cuando piensan esencialmente
en sí mismos y cuando no están integrados en un grupo social. Generan un sentimiento
de apatía, escepticismo y melancolía.

 El Suicidio Altruista

Cuando el individuo está integrado fuertemente en la sociedad y pierde su


individualidad hasta el punto de poder morir por ella.

Se subdivide a su vez en:

o Obligatorio, por un sentimiento de deber.


o Facultativo, el sujeto tiene el sentimiento del deber pero no lo impone la
sociedad.
o Agudo o suicidio místico.

 El Suicidio Anónimo

El individuo busca su continuidad en la sociedad a través de múltiples esfuerzos, es decir,


posee afán de inmortalidad; sin embargo, al no ver cumplidas sus expectativas, genera
un sentimiento de irritación, hastío y recriminaciones violentas contra la vida y/o contra
alguna persona específica.

 El Suicidio Anómico:

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En estas sociedades, la existencia social ya no está regulada por la costumbre; los
individuos compiten permanentemente unos con otros, esperan mucho de la existencia
y les piden mucho, y por lo tanto están acechados perpetuamente por el sufrimiento
que se origina en la desproporción entre sus aspiraciones y satisfacciones. Esta
atmósfera de inquietud es propicia para el desarrollo de la corriente suicidógena. Como
se ha señalado a menudo, las correlaciones no implican relaciones de causa y efecto,
por la tanto las tres categorías de Durkeim son más descriptivas que explicativas ya que
no explican porque solo ciertos miembros de cualquiera de los grupos antes
mencionados cometen suicidio y otros no.

 El Suicidio Fatalista

Se caracteriza por la presencia de una excesiva reglamentación en la vida del sujeto,


cuyo futuro esta, de esta manera, implacablemente limitado e inflexible.

6. FORMAS DE SUICIDIO

Según Moron (1980), las estadísticas oficiales facilitan datos sobre las formas o métodos
de suicido, que evolucionan con el tiempo y que en cierta medida corresponden con los
medios que el suicida tiene a su alcance. Por ejemplo, a principios de siglo la posibilidad
de utilizar las instalaciones de gas influyó considerablemente en las estadísticas y en los
últimos años han sido los sedantes y somníferos los que han captado la atención en los
suicidas en potencia.

Moron señala que las diferentes formas parecen guardar relación hasta cierto punto con
la determinación de quienes comenten el acto suicida. Los hombres prefieren medio
violentos, armas de fuego o el salto de un edificio; los otros, que son producto del
envenenamiento por medio de sedantes y drogas en general, son más comunes entre
las mujeres. No obstante, se deben tener en cuenta diferencias considerables de unos
países a otros; y dentro de un mismo país de unas clases sociales a otras.

7. TEORIAS

 Teoría Biológica

Salazar (2011; véase en Ramírez, 2011) nos presenta el suicidio desde una perspectiva
biológica, el suicidio está ligado a nuestro vínculo con otros seres vivos. William
Hamilton propuso en 1964 la teoría de la selección por parentesco que explica como
algunas especies de animales aumentan su eficiencia biológica, ayudando a que los
genes de su progenie aumenten, no en relación a su reproducción directa, sino a través
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de la de sus congéneres con quienes compartan una gran similitud genética. Dentro de
estos comportamientos tenemos el de las abejas (que mueren trabajando o
defendiendo su colmena) o el de las obreras del abejorro (que cuando son parasitadas
se alejan del grupo a fin de evitar contagiar a sus congéneres y mueren solas) etc.

Salazar explica que en la especie humana también encontramos casos que operan bajo
el mismo principio descrito por Hamilton. Por ejemplo, el caso de los kamikazes
japoneses en la segunda guerra mundial o el sacrificio que hace un padre o hermano por
salvar a algún familiar cercano, muriendo en su lugar. Sin embargo, en el hombre existe
la importante variable de la cultura que transforma este hecho en un acto altruista. En
el caso de la influencia de la depresión leve-moderada en la actitud suicida, esta puede
ser entendida desde un punto biológico al servir como alerta para avisar de un problema
en el individuo, tal y como sucede en otras especies animales, facilitando de esta manera
una ayuda oportuna.

 Teorías Sociológicas

Durkheim (1982; véase en Pulido et al. 1990), representante de la teoría sociocultural,


considera los hechos sociales deben ser estudiados como realidades exteriores al
individuo. Así pues, considera que no es el individuo quien se suicida, sino es la sociedad
quien lo hace a través de ciertos individuos. Esto se da por perturbaciones en la relación
individuo-sociedad. Determina 4 tipos de suicidio:

Egoísta: Se da cuando se produce una desintegración de la estructura social,


produciendo un exceso de individualización.

Altruista: El yo no forma parte del individuo, se confunde con lo externo.

Anónimo: Se da cuando hay una distorsión de los valores sociales, llevando al sujeto a
una falta de sentido de vida.

Fatalista: Se da debido a una excesiva reglamentación, lo que limita totalmente su


futuro.

 Teoría Teológica

Matallana (2010; véase Ramírez, 2011) en Aborda el tema del suicidio desde una
perspectiva existencial, en la generación de un sentido de vida sólido y estable, no
basado en circunstancias temporales como el dinero, el poder, los estereotipos de
belleza, etc. El sentido nos lo brinda nuestra libertad.

Según Matallana, la teología es una ciencia que estudia el sentido, aquello que nos
mueve en la vida observado desde un punto de vista religioso. La sociedad actual solo
busca el poder material, lo que genera exclusión y pobreza, genere pues un vacío

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existencial que lleva a muchos a la autoeliminación o a una vida mecánica (muerte en
vida).

 Teoría de los Constructos Personales

Kelly (1961; véase en Clemente y Gonzales, 1996) nos explica que el ser humano crea
construcciones de la realidad para poder explicársela, sin embargo, estas no obedecen
a la realidad en sí, sino a la forma como el individuo percibe el mundo. El hombre utiliza
estos constructos para predecir el futuro y a través de ello validar (dar valor a las
experiencias cotidianas) nuestro esquema del mundo. El problema radica cuando se da
una crisis en la confrontación entre la realidad y nuestros constructos, lo que nos lleva
a una crisis que puede acabar ya sea en la reconstrucción de nuestros esquemas o en el
peor de los casos en la autoeliminación.

Para Kelly existen dos condiciones límites: El realismo y el Indeterminismo. El primero


hace referencia a que, en cierto punto, todo se lleva a cabo tal y como suponemos que
lo hará, generando una situación de hastío y aburrimiento. La segunda es todo lo
contrario, cuando se nos hace imposible predecir, en menor o mayor grado, los
acontecimientos.

 Teoría de la Indefensión Aprehendida

La teoría de Seligman (1975; véase en Clemente y Gonzales, 1996) se basa en la continua


no correlación entre los objetivos y los logros, lo que genera en el individuo una
sensación de ingobernabilidad, lo que puede degenerar en un sentimiento de
indefensión.

Seligman explica que existen dos niveles de indefensión: Universal y Personal. La


primera es aquella en la que el individuo ve algo como imposible, más no solo para él,
sino para todos. En el segundo caso, la persona percibe el hecho como algo incontrolable
solo para sí mismo. Si el sentido de indefensión personal se intensifica y prolonga, el
individuo entra a un nivel depresivo total (cognitivo, emotivo y volitivo) que lo lleva a
generar un serio déficit a nivel de autoimagen y llega a un punto en que la
autoeliminación se ve como una solución a su deterioro emocional.

 Teoría Cognitiva- Mediacional- Psicodinámica

Para Casullo et al. (2000) el suicidio, más específicamente en adolescentes, se explica en


base a determinados factores:

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Primero: El sujeto integra un sistema social específico (familia) que le incorpora
nociones, valores y significaciones sobre la vida y la muerte, que operan tanto a nivel
consciente como inconsciente.

Segundo: El sujeto tiene diversas experiencias vitales, las cuales interpreta en base a su
contexto socio-cultural e histórico y a las posibilidades de su sistema neurobiológico.

Casullo et al. explican que los comportamientos concretos relacionados con el suicidio
se vinculan con factores concurrentes (historia personal y social, factores
neurobiológicos, etc.) y precipitantes (estrés situacional, dificultad o incapacidad para
resolver problemas, falta de estrategias de afrontamiento, etc.).

 Teorías Psicoanalíticas

Para Freud (1915; véase en Clemente y Gonzales, 1996) el suicidio tiene su origen en la
lucha entre los instintos de vida (Eros) y muerte (Thanatos), donde el segundo prevalece.
La persona hace propios rasgos y características del mundo que los rodea a fin de
construir el ego (conciencia) y el superego (marco moral y ético). El problema se inicia
cuando el individuo genera un deseo de matar a una persona fuertemente ligada a él a
nivel emocional, lo cual deriva en un sentimiento de culpa y lo lleva a dirigir hacia sí
mismo el deseo de autoeliminación. Los mecanismos de autodefensa activados por el
ego y el superego (proyección, sublimación e introyección) le impiden orientar tal
impulso destructivo de otra manera.

Freud también nos hace referencia al Principio de Nirvana, el cual se encuentra en


contraposición con el Principio de constancia (intentos por mantener un nivel de
excitación a un mínimo constante). El Principio de Nirvana designa a la tendencia radical
de la eliminación del placer. Este principio, junto al Principio de las pulsaciones de
muerte (Thanathos), dirige al individuo a buscar la paz, al aislamiento y hasta la
autodestrucción (Laplanche, 2004)

Menninger (1938; véase en Clemente y Gonzales, 1996) aporta a la teoría psicoanalista


con el planteamiento de 3 etapas en la conducta suicida:

 El deseo de matar: Son impulsos cristalizados de la agresividad primaria.


 El deseo de ser matado: Modificación de la agresividad primaria en la que
intervienen sentimientos de culpa y castigo.
 El deseo de morir: Búsqueda de reposo y/o alejamiento de situaciones de
conflictivas.

De Rado (1951) en Rodríguez (1990) señala:

Los estados de depresión implican una adaptación de dependencia. El repliegue interior


de la ira del paciente se interpreta como el deseo insatisfecho de depender de alguien.
También señala la naturaleza expiatoria de la ira dirigida contra sí mismo, su mal
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encausado propósito adaptativo de reparación y de la esperanza del sujeto de ser
perdonado y reconciliarse con el objeto de su frustración (p.2-6).

1. Freud postula que la depresión y el consiguiente suicidio son resultado de un


gran impulso agresivo contra un objeto interior, que era amado y ahora es
odiado.
2. Zilborg considera al suicidio como una forma de frustrar las fuerzas externas, y
de conseguir la inmortalidad.
3. Cannor dice que la sensación experimentada por la persona de alcanzar por
medio del suicidio la omnipotencia, nos retrae a un narcisismo de la autoridad.
4. Gorma hace resaltar la impotencia de la pérdida de un objeto de amor: El suicidio
sería el medio para recuperarlo
5. Bergler habla de suicidio introyectivo e histérico.

Es muy peligroso asumir que la depresión causa suicidio ya que la mayoría de las
personas que están deprimidas no comenten suicidio, los análisis no dicen que las
personas que están deprimidas tienen deseos suicidas. Por ejemplo, se ha encontrado
que los deseos de suicidio ocurrieron en el 74% de un grupo de personas deprimidas de
gravedad. Un deseo de suicidio es muy diferente a un intento de suicidio.

El suicidio está entre las diez causas principales de muerte en zonas industrializadas del
mundo y es la segunda o tercera causa más importante de muerte entre los jóvenes. El
suicidio en los jóvenes no es un acto impulsivo del momento, sino por lo general ocurre
como etapa final de un periodo de crisis interna y malestar externo, es una reacción
extrema que ocurre en especial cuando los adolescentes se sienten incapaces de buscar
ayuda en los demás.

Se cree que la desesperanza, o expectativas negativas acerca del futuro pueden ser el
catalizador principal en el suicidio y podría ser un factor aún más importante que la
depresión. El trabajo de Beck sobre el suicidio ha dado por resultado diversas escalas de
depresión y tendencia al suicidio: El inventario de depresión de Beck, La escala para
Ideación suicida, La escala de intento suicida y La escala de desesperanza.

Estos han sido empleados en numerosos estudios de resultados y usados de manera


rutinaria en un ambiente clínico para supervisar y tratar a los pacientes.

 Teoría de la Auto Invalidación

Linehan (1993; véase en Ellis, 2008) explica que las predisposiciones conductuales
biológicamente basadas también pueden llevar al suicidio de manera indirecta. Dentro
de la teoría social del aprendizaje está el principio del “determinismo reciproco”, según
el cual el ambiente y el individuo se adaptan e influyen uno al otro en un proceso
transaccional. Hay evidencias de que eventos traumáticos y condiciones extremas del

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medio pueden modificar estructuras neurales como el sistema límbico, lo que
incrementa la vulnerabilidad emocional.

Basándose en este principio, Linehan explica que la auto invalidación se desarrolla


cuando los individuos aprenden a desconsiderar, criticar y castigarse a sí mismos y a sus
emociones al observar a otros que han sido invalidados de igual manera. Los suicidas
crónicos reportan invalidación crónica permeable durante la infancia, esto es, una
incomunicación entre sus emociones y conductas. Sin embargo, es el abuso la forma
más dañina de invalidación, especialmente cuando el individuo es culpado del mismo.
Muchos estudios indican una fuerte relación entre el suicidio y las altas tasas de abuso
sexual, físico y emocional durante la niñez y la adultez.

La auto invalidación, el auto castigo, las auto heridas y las conductas suicidas son clases
de comportamiento que se refuerzan por las reacciones de otras personas. Los intentos
de suicidio mayormente están seguidos por grandes cambios en el ambiente, lo que
puede reforzar la conducta suicida o crear expectativas positivas.

8. CAUSAS DEL SUICIDIO

 Causas Sociales

El suicidio, como fenómeno social y cultural, es cada vez más frecuente en la sociedad
occidental y se hace patente en los pueblos amerindios convirtiéndose en un verdadero
problema en ciertas etnias de la región. En este artículo vamos a realizar una revisión
aproximada de los diferentes aspectos que presenta el fenómeno suicida; empezamos
realizando un análisis conceptual, para ello, en primer lugar, intentamos definir con la
mayor precisión posible el término suicidio, posteriormente se analiza la perspectiva
histórica en relación a dicho fenómeno social. Ya realizada la visión general sobre ciertos
aspectos del fenómeno suicida pasamos a describir el estado actual de la cuestión
dentro de los pueblos amerindios, analizando una muestra de pueblos indígenas de
dicha región que presentan o han presentado problemas concretos relacionados con el
suicidio.

1.Desestructuración familiar
2.Economía Desastres
3.Crisis emocional

 Causas Biológicas

Alteración de Los factores de riesgo de suicidio pueden ser fijos o modificables.


Evidentemente, ningún tratamiento modificará los riesgos fijos, tales como el intento
previo de suicidio, los factores genéticos o los de género, la edad, etnia, estado civil o

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situación económica; en cambio, los factores de riesgo modificables son,
principalmente, la ansiedad y la depresión. En efecto, la mayoría de los suicidas tiene
una historia reciente de pérdida afectiva real o imaginaria que funciona como
desencadenante. En México, un factor de riesgo relevante entre los hombres es un
ambiente familiar disfuncional; entre las mujeres, además de ello, concurren una baja
autoestima, la impulsividad y el aislamiento. El suicidio es más frecuente entre los viudos
aislados y solitarios en comparación con los casados con hijos. Son también importantes
el acceso a los medios para cometer suicidio, el aislamiento social y las enfermedades
crónicas. Es de destacar la discapacidad asociada a los desórdenes psiquiátricos que
conduce a pérdida del empleo, pobreza, ruptura de las relaciones personales y
aislamiento social.
1.Neurotransmisores
2.Personalidad Limítrofe
3.Esquizofrenia
4.Depresión
5.Herencia
6.Adicciones

 Causas Psicológicas

Afrontamiento inadecuado
Desesperanza
Culpas
Cognición rígida
Patología del narcisismo
Pérdida de objeto
Soledad

Etiologías

Suicidio

 Conductas Suicidas

Ideación Suicida - Crisis Suicida - Gestos suicidas


Tentativa suicida - Suicidio frustrado - Suicidio consumado

 Motivaciones

Duelo/Conflicto/Crisis
Petición de ayuda/Chantaje

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 Factores De Riesgo

Rupturas amorosas
Pérdida de trabajo
Problemas económicos
Personalidad
Eventos vitales estresantes
Abuso de sustancias

 Factores Protectores

Maternaje
Soporte social
Religión
Pedir ayuda

9. IMPACTO DEL SUICIDIO EN EL ENTORNO

 El duelo

Existen varios tipos de duelo:

 El duelo normal, su proceso se desarrolla así:


 Primero, el choque emotivo.
 Luego, la toma de conciencia de la pérdida (emociones agrupadas).
 Después, la aceptación progresiva.
 Finalmente, la disminución del dolor.
 El duelo difícil: el proceso es el mismo pero más lento y más doloroso.
 El duelo complicado: los síntomas persisten por más de 6 meses después de la
pérdida:
 Negativa / incapacidad a aceptar la pérdida.
 Búsqueda de la persona difunta.
 Llantos incontenibles.
 El duelo diferido: caracterizado por la negación de la muerte, un desajuste entre
la realidad y las expresiones de las emociones. Hay ausencia de expresiones en
el momento de la pérdida.
 El duelo inhibido: frecuente en niños y en personas con dificultades en expresar
sus emociones. Se manifiesta por problemas somáticos.
 El duelo crónico, también llamado el "duelo sin fin":

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 El principal síntoma es una depresión crónica.
 Puede ser consecuencia de un deceso muy traumático.
 El duelo patológico: se manifiesta por trastornos psiquiátricos.

 El duelo después del suicidio

El riesgo de traumatismo es elevado, especialmente para las personas que fueron


testigos de la escena. Este duelo se caracteriza por un síndrome de estrés traumático
que puede frenar y dificultar el proceso de duelo normal.
Además del dolor que sienten las personas por la pérdida de un familiar suicida, se
añaden preguntas y sentimientos alrededor del suicidio:

 Incomprensión.  Molestia.
 Culpabilidad.  Vergüenza y Negación
 Malestar;

 Propagación de la onda del shock del suicidio

El shock del suicidio puede propagarse en diferentes niveles.

1. En las instituciones

El suicidio puede tener un impacto:

 Sobre el entorno profesional.


 En las empresas públicas o privadas.

La FFP afirma que "el vínculo social constituye un factor de protección contra las
peripecias del duelo después del suicidio". También recomienda sensibilizar a las
"instituciones educativas, escolares, sociales o sanitarias".

2. Impacto en el entorno social

La FFP afirma que el duelo después del suicidio modifica la relación del familiar del
suicida con las personas de su entorno y lleva incluso al aislamiento social. La FFP
recomienda una valorización de las diferentes iniciativas existentes para apoyar a la
persona que ha sufrido la pérdida de un familiar en sus actividades.

 Las consecuencias inmediatas de la muerte

La FFP recomienda:

 Aspectos médico-legales:

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 Exigir a los médicos la mejor restauración posible del cuerpo después de la
autopsia judicial.
 Hacer respetar el derecho de los familiares en tener la restitución del cuerpo
del difunto en un plazo razonable.
 Tener una intervención inmediata.
 Evitar las intervenciones profesionales anticipadas.
 Preferir
 La disposición de una presencia amable.
 Verificar que las necesidades básicas de los familiares del fallecido sean
aseguradas.

Al largo plazo, la FFP recomienda:

 Una formación de profesionales en contacto con las personas en luto después del
suicidio (proceso de duelo...).
 Una información del público sobre el proceso del duelo.

 En la familia

 Aumento de riesgo de suicidio en varias generaciones.


 Aumento de patologías psiquiátricas.

La FFP recomienda una mayor atención en los factores que puedan obstaculizar el buen
desarrollo del duelo debido a un suicidio:

 Acontecimientos estresantes acumulados.


 El mayor apoyo posible en una red social...

10.CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DEL SUICIDIO PARA LA FAMILIA

En un magnífico estudio, Murray Bowen, pionero de la terapia familiar sistémica, puso


de manifiesto que la muerte, o la amenaza que ésta supone, constituyen el
acontecimiento probablemente más traumático de cuantos pueden alterar el normal
desenvolvimiento de una familia. Nada es comparable a los efectos traumáticos que
provoca en la unidad familiar la desaparición de alguno de sus miembros. Como es
obvio, las consecuencias del suicidio y la intensidad de la reacción emocional
dependerán tanto de la importancia funcional de la persona que desaparece como del
modo como ésta lo hace.

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Es evidente que no todos los fallecimientos provocan el mismo grado de impacto.
Algunos desencadenan una “fuerte onda de choque emocional” (padres jóvenes, hijos,
“jefe de familia”, niños…), mientras que a otros les sigue un periodo normal de dolor y
duelo sin que la desaparición del finado incida demasiado en el funcionamiento de la
familia. Tampoco se puede obviar que hay muertes que suponen un cierto alivio (las de
quienes provocan graves disfunciones, violentos, enfermos crónicos con pronóstico
extremadamente doloroso…) y que, pasado el normal periodo de dolor y duelo por el
pariente fallecido, la familia inicia una época de una mayor placidez y un mejor equilibrio
emocional.

 La familia ante el suicidio

Pero en lo que sí coinciden todos cuantos han estudiado a fondo el tema del duelo es
que el más traumático, más doloroso y más desequilibrante es el que sigue a un suicidio.
“La persona que se suicida, dice Caín, deposita todos sus secretos en el corazón del
sobreviviente, le condena a afrontar multitud de sentimientos negativos y, aún peor, a
obsesionarse con pensamientos relacionados con su papel real o posible a la hora de
haber precipitado el acto suicida o de haber fracasado en evitarlo”. Es absolutamente
cierto. No cabe ninguna duda de que las muertes violentas, en particular el suicidio,
son las más difíciles de aceptar. Todos los estudios al respecto certifican que son las que
tienen más riesgos de presentar complicaciones a largo plazo. En el periodo que sigue a
una pérdida traumática, y el suicidio lo es en grado máximo, no es infrecuente que los
componentes de la familia pierdan la perspectiva y acaben creyendo que sus reacciones
son patológicas.

Por eso adquiere una especial relevancia trabajar por “normalizar” sus respuestas de ira
y de pena, su incapacidad para “dejar de lamentarse”, a la vez que ayudar a los diversos
miembros de la familia a que se muestren tolerantes con las distintas formas o estilos a
que recurre cada uno para hacer frente a la situación. Sólo así podrán recorrer las
dolorosas etapas de duelo que les esperan.

 Consecuencias del suicidio para la familia

Insistimos, el dolor que experimenta una familia tras la muerte de uno de sus miembros
se incrementa hasta niveles casi insoportables cuando ésta se ha producido por decisión
del fallecido. Es entonces cuando las mentes de los sobrevivientes (del inglés survivor)
se llenan de fantasmas y sus corazones de sombras y de dudas. Se buscan explicaciones,
se pretende encontrar culpables, no se sabe como mitigar una angustia que se muestra
invasiva, aturdidora. Las consecuencias del suicidio para la familia son tan
devastadoras que provocan serios destrozos en la vida de los sobrevivientes,
introduciéndoles en un duelo, por regla general, muy traumatizante y prolongado.

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Algunas de las expresiones más destacadas, como muy bien destaca Pérez Barrerto,
serían las siguientes:

 Tristeza y rabia

En la primera fase de shock predomina un fuerte sentimiento de tristeza que coexiste


con síntomas físicos, dolores precordiales, hipersensibilidad, sentimientos de irrealidad,
trastornos de apetito y sueño… Luego aparecerá una fase de rabia que puede ir dirigida
hacia uno mismo por no haber sabido o podido evitarlo, hacia los médicos por no haber
sido capaces de impedir la trágica decisión del ser querido, hacia el suicida por haberse
dado por vencido y haber rechazado la ayuda que se le prestó o se hubiera estado en
disposición de prestarle en sus momentos más depresivos o hacia el mismo Dios, cuya
ausencia en semejante trance no se comprende… No faltará la angustia y el desconcierto
por no haber previsto el fatal desenlace, la frustración por no haber tenido oportunidad
para saldar las diferencias con el difunto, las fantasías acerca de los motivos que le
llevaron a su autodestrucción, la invasión de pensamientos obsesivos y de recuerdos del
fallecido.

 Sentimiento de culpabilidad

La muerte por suicidio no implica sólo una dolorosa ausencia, sino que es vivenciada
como una acusación por lo que se hizo o se dejó de hacer, lo que se dijo o lo que se
silenció. Es éste un sentimiento común a toda pérdida, pero se acentúa en el caso del
suicidio. La culpabilidad pesa como una auténtica losa en la familia del suicida. Se
explicaría por la sensación de fracaso que se experimenta por no haber podido evitar la
muerte del ser querido, de no haber sido capaces de detectar los pensamientos
depresivos que presagiaban la conducta autodestructiva, por no haber atendido las
llamadas de atención del finado, no haber facilitado que éste expresara sus ideas
suicidas, o por no haber sabido tomar a tiempo las medidas que hubieran podido
impedir la tragedia.

 Fracaso de rol

Unido al sentimiento de culpa, el suicidio produce una frustrante vivencia de fracaso de


rol, sobre todo en las madres que, al tener más interiorizado su papel nutricio de
cuidadoras encuentran muchas dificultades para entender que sus desvelos, sus
cuidados, sus intentos de protección y sus esfuerzos de contención hayan sido ineficaces
a la hora de evitar la tragedia.

 Miedo

El miedo es también una emoción muy presente en casi todos los familiares del suicida
y tiene que ver con una especie de vivencia que les hace sentirse vulnerables y en riesgo

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de repetir la conducta suicida o de padecer una enfermedad mental que les empuje a
ello. Este sentimiento que afecta sobre todo a los más jóvenes queda reforzado cuando
cada uno entra en contacto con los propios sentimientos autodestructivos. Aparece un
vago temor al destino o a una cierta predestinación y, en algunos ambientes, miedo
también al futuro del ser querido, “más allá de la muerte” (infierno, condena eterna).

 Sentimientos de traición y abandono

Otras de las consecuencias del suicidio en los miembros de la familia son los
sentimientos haber sido traicionados o abandonados. Preguntas como “¿por qué lo
hizo?”, “¿cómo me pudo hacer tanto daño?”, “¿acaso nos merecíamos esto?”, etc., son
redundantes en casi todas las familias de suicidas. Por eso ese tipo de muerte despierta
un angustioso sentimiento de haber sido traicionado por el suicida que con su conducta
se mostró finalmente impermeable al cariño que se brindó y ajeno a las atenciones que
se prestaron.

 Preguntas para las que no hay respuestas

Las familias se sienten perdidas en un laberinto de confusión al que no se le encuentra


salida. Se amontonan las preguntas para las que no se halla respuesta. Experimentan
una urgencia irreprimible de encontrar una justificación racional al suicidio, un motivo
o una causa que lo explique de forma mínimamente aceptable.

 El estigma

Es otro aspecto nada irrelevante al que toda familia se enfrenta más o menos
expresamente. Aunque las cosas van cambiando y la sociedad ha evolucionado y
madurado, la mayoría de las familias viven el suicidio como un verdadero estigma que
les llena de vergüenza y que no les es fácil sobrellevar. Y esto parece ser así incluso
aunque desde el entorno se evite todo señalamiento negativo, se haga el mayor
esfuerzo de comprensión y se les trasmita todo el apoyo posible.

 Pensamiento distorsionado

Es otra de las variables que se hace presente en la vivencia de la experiencia de un


familiar suicida. Hace su aparición por la necesidad de intentar ver la conducta de la
víctima no como un suicidio, sino como una muerte accidental, lo que contribuye a crear
pautas de comunicación distorsionadas que buscan enmascarar una realidad
extremadamente dolorosa. Se fabrica así un verdadero tabú respecto a lo que en verdad
le ocurrió a la víctima, ocultando la causa real de la muerte. No deja de ser una forma
de protección de algo que no se quiere aceptar porque resulta más amenazante de lo
que uno está dispuesto o capacitado para soportar.

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CAPITULO III

PREVENCIÓN, TRATAMIENTO E INTERVENCIONES

11. PREVENCIÓN

Existen diversos modelos preventivos diseñados para intervenir los factores biológicos,
socio-ambiental y psicológicos del suicidio.

 El papel de los medios de comunicación en el suicidio

Según la Organización Mundial de la Salud (2000) los medios de comunicación han


tenido una importante influencia en este fenómeno. Por ejemplo, a través de diversas
publicaciones relacionadas al tema como “Las cuitas de joven Werther” de Goethe,
“Salida Final” de Humphry o “Suicidio, modo de empleo” han generado un aumento
significativo de suicidios en diversos países. Asimismo, el suicidio de celebridades ha
generado un efecto similar debido a la fuerte publicidad de la que son objeto. La
población es aparentemente la que está en mayor riesgo debido a este tipo de
influencia. El uso adecuado de los medios de comunicación para informar de este tema
es crucial para evitar el recrudecimiento de los índices de suicidio.
Entre las recomendaciones dadas por la OMG tenemos:
o Interpretación correcta y cuidadosa de las estadísticas.
o Uso de fuentes confiables.
o Deben evitarse las generalizaciones y las expresiones alarmistas.
o No se debe informar del suicidio como una adaptación a los diversos cambios
culturales o socioeconómicos o como signo de degradación.
o En el caso de suicidios de celebridades se deberá reconocer cualquier problema
mental de la persona, asimismo se deberá evitar un excesivo cubrimiento del
hecho. Además debe evitarse la descripción detallada del método usado para
evitar imitaciones.
o Se debe tener en cuenta el impacto emocional en las familias.
o Evitar glorificar a los que cometen suicidio como un medio para alcanzar otras
metas (políticas, religiosas).
o Facilitar números y direcciones de instituciones de ayuda.
o Educar a la población en las características del potencial suicida y expresar la
posibilidad de tratamiento para muchas de ellas.

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o Ofrecer mensajes de solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas de
suicidio.

 Modelo de prevención primario, secundario y terciario

Silverman (2004, véase en García et al. 2011) nos presenta un modelo dividido en 3
niveles de la actividad suicida.

 Prevención Primaria: Está dirigida a mantener el inicio de la enfermedad y evitar


su progreso. Ejemplo de este nivel de prevención son las charlas educativas en
los colegios, entrenamiento de habilidades para la resolución de problemas,
restricción de acceso a métodos letales, entre otros.
 Prevención Secundaria: Está dirigida a la detección precoz y al tratamiento
respectivo. Ejemplo de ello son la aplicación de test para detectar a la población
vulnerable, entrenamiento dirigido a profesionales de atención primaria a fin de
facilitar la detección y tratamiento de la persona en riesgo, entre otros.
 Prevención Terciaria: Tiene como objetivo personas con ideación suicida o con
intentos previos de suicidio, además de aquellas que han perdido a un ser
querido por suicidio. Se compone por una diversidad de actividades entre las que
podemos contar accesibilidad a los centros de salud mental, participación de la
familia en la recuperación, entre otros.

 Modelo de prevención universal, selectivo e indicado

Fue propuesto por Mrazek y Haggerty (1994, véase en García et al. 2011). Esta
estratificada según el nivel de riesgo de las personas ante el suicidio.

 Estrategia Universal: Busca disminuir los factores de riesgo y aumentar los


protectores en la población en general, incluso en aquellos con mínimas o nulas
posibilidades. Un ejemplo de este tipo de estrategia seria la censura de
programas que exalten el suicidio o la limitación a instrumentos que lo faciliten.
 Estrategia Selectiva: Dirigida a los grupos de riesgo elevado. Ejemplos de esta
estrategia serían los tratamientos psicológicos a personas con discapacidad física
o con trastornos mentales en crisis, la intervención a niños que hayan sufrido
abuso sexual o que sean constantemente abusados verbal o físicamente.
 Estrategia Indicada: Dirigido personas a nivel individual que sufran trastornos
que conlleven un riesgo suicida (esquizofrenia, depresión mayor, etc.) y a
pacientes con antecedentes de intentos suicidas.

12.TRATAMIENTO

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 Tratamiento Farmacológico

Según Gómez (s/f) el uso de fármacos en el paciente con potencial suicida es necesario
para facilitar su recuperación, entre ellos recomienda:

 Antidepresivos.
Hay evidencia solida de que los antidepresivos tienen un papel antisuicidal,
especialmente en la Depresión Mayor.
No utilización en menores de 18 años por posible empeoramiento de la ideación y acto
suicida. (Black Box Warning).
Es poco efectiva en los trastornos severos de personalidad.

 Estabilizantes del ánimo.


Evidencia de mejoría con litio en estados monopolares y bipolares.
Lamotrigina.
Topiramato.

 Antisicóticos.
Flupentixol.
Trifluoperazina.
Haloperidol,
Haloperidol.
Clozapina.
Quetiapina.
Aripiprazol.

 Ansiolíticos
Empeoramiento con alprazolam en pacientes limítrofes.
Útil para reducir angustia en pacientes anímicos.
Gómez precisa que este tratamiento debe ir acompañado de una terapia cognitivo-
conductual que a grandes rasgos precisa:

o Diagnostico psiquiátrico multiaxial.


o Evaluación de riesgo suicida según indicadores, patrón temporal y nivel de
severidad.
o Evaluar apoyo social suicida y calidad de relaciones interpersonales actuales
(puede requerir entrevista a familiares u otros).
o Evaluación seriada: automonitoreo.

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 Terapia Cognitiva

La terapia cognitiva es un modelo psicoterapéutico a corto plazo, activo, directivo,


estructurado, colaborador, psicoeducacional y dinámico.
La evaluación del pensamiento o conducta suicida de los niños y adolescentes es una
parte esencial del proceso de tratamiento y persigue las mismas metas generales que
en la evaluación de adultos.
La evaluación de la conducta e ideación suicidas se realiza mediante entrevistas clínicas,
historial familiar y personal, informes de los padres, profesores, amigos y hermanos y la
información obtenida mediante escalas objetivas (Reinecke, 1992, etal).

 Evaluación

Según Bellack (1993) los pacientes suicidas pueden ser reacios a divulgar sus
pensamientos y planes. Un paciente depresivo puede subestimar el problema. La
evaluación debe tomar en cuenta tanto los pensamientos del paciente como cualquier
conducta relevante.

 Interrumpir el plan

El paciente deberá entregar al terapeuta o a un amigo o a un pariente todos los medios


que tiene para suicidarse como pastillas, pistola, etc.

 Enfocar en la desesperanza del paciente:

Según Bellack, 1993:

o El terapeuta intentará producir un contrato, verbal o escrito, de parte del


paciente de no suicidarse durante de un periodo de tiempo dado.
o Pedir y someter a juicio la evidencia acerca de la conclusión rígida que mantiene
el paciente.
o Pedirle al paciente que realice una lista de las razones para vivir y las razones
para morir o las ventajas y desventajas de vivir contra las de morir.
o Se deben identificar las situaciones que fomenten el aislamiento
o Combatir la apatía e inactividad con técnicas como la asignación de tareas en
grados, auto vigilancia y programación de actividades.

 Desafiar la rigidez cognoscitiva

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o Role- play con intercambio de roles. Es decir, se le pide al paciente que
represente el rol del terapeuta y viceversa con el fin de que el paciente (con el
rol del terapeuta) ayude al terapeuta (con el rol del paciente) nueva
encontrando una nueva solución y asi objetivamente tomara una perspectiva
diferente ante el problema.

 Estrategias de la terapia Cognitiva-Conductual

 Terapia Cognitiva

Freemann y Reinecke (1995) nos presentan la teoría cognitiva como base en el


tratamiento de la conducta suicida. Su uso es recomendado en simultaneidad con la
terapia conductiva. Nos presentan los siguientes pasos:

 Evaluación Global

El terapeuta debe realizar una evaluación clínica completa del paciente como parte
inicial de tratamiento. Dicha información debe partir de 4 fuentes fundamentales: Del
autoinforme del paciente, del las entrevistas, de la valoración del propio terapeuta y de
los informes de otras personas que formen parte del entorno del paciente.
 Conceptualización de problemas

Se inicia con la con la recopilación de una lista de problemas que se ordenan de mayor
a menor prioridad para su desarrollo durante el tratamiento. La conceptualización debe
poder explicar conductas presentes y servir como base para predecir conductas futuras.
Esto permite al terapeuta generar hipótesis en las que basar la conducta del paciente y
generar un tratamiento adecuado.

 Evaluación y Pruebas del pensamiento disfuncional

El terapeuta debe buscar que refuerza y mantiene la conducta disfuncional. Con


frecuencia el paciente considera que sus creencias disfuncionales son forman parte
indisoluble de sí mismo o no se dan cuenta de ello. Mediante técnicas de auto-
observación el paciente debe aprender a identificar sus creencias disfuncionales a fin de
poder responder con efectividad ante ellas.
Las técnicas cognitivas se usan para desarrollar respuestas adaptativas para el
pensamiento disfuncional, usando un modelo colaborador a base de preguntas a fin de
evitar que el paciente se sienta invadido y no guiado. Entre las principales técnicas para
cumplir dicho objetivo tenemos:

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 Comprensión del significado idiosincrásico: El terapeuta debe comprender con
la mayor exactitud posible las definiciones que le da el paciente a las palabras
que usa.
 Cuestionar las pruebas: El paciente es selectivo con lo que considera como
pruebas en las que fundamenta su conducta. Es imprescindible hacerlo
cuestionarse dichas pruebas.
 Reatribución: El terapeuta debe ayudar al paciente a redistribuir el sentimiento
de culpa que posee, a fin de que el paciente no lo redirija totalmente hacia sí
mismo y lo distribuya equitativamente entre todas las partes involucradas.
 Examen de opciones alternativas: Especialmente en el paciente suicida, le
generación de nuevas opciones además de la muerte aumentan
significativamente las esperanzas del paciente.
 Descatastrofizar: El terapeuta debe evaluar si el paciente esta sobreestimando
la situación. Esta técnica debe ser utilizada con mucho cuidado y amabilidad a fin
de evitar un sentimiento de ridiculización por parte del paciente.
 Ventajas y desventajas: Se basa en realizar una lista de ventajas y desventajas de
una determinada creencia o conducta, a fin de que esto facilite al paciente la
racionalización de su problema.

Convertir la adversidad en ventaja: Se busca que el paciente busque convertir


situaciones percibidas como catastróficas en situaciones que generen una nueva
posibilidad positiva.

Clasificación de distorsiones: Se busca que el paciente identifique los errores de su


pensamiento, como aquellos que suelen presentarse de manera automática ante
determinadas situaciones.

Descubrimiento guiado por asociación: El terapeuta ayuda al paciente a identificar


esquemas subyacentes a las situaciones de conflicto emocional.
Exageración o paradoja: El terapeuta busca llevar al extremo la situación que genera
perturbación en el paciente a fin de que este se dé cuenta de que las cosas no son tan
malas como pensaba.

Graduación: Se busca que el paciente gradué sus pensamientos y emociones


negativas en una escala, comparándolo con otras situaciones mejores o peores a fin de
hacerle ver que no es tan malo como parece.

Eliminación de la imaginación: Muchas proyecciones o sueños suelen tener


correspondencia con la realidad del paciente, el terapeuta debe hacer ver al paciente
que sus sueños y proyecciones imaginativas son parte de él y que él puede controlarlos
a voluntad.

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Externalización de las voces: El terapeuta toma el papel de representar los
pensamientos negativos del paciente a fin de que este pueda generar respuestas
adaptativas a ellos.

Autoinstrucción: Se enseña al paciente a controlar sus impulsos y pensamientos por


medio de la repetición de instrucciones hacia si mismo, hasta el punto en que estas se
hagan automáticas en situaciones que requieran control.

Bloqueo de pensamientos: El terapeuta enseña al paciente a detener los


pensamientos negativos en sus inicios, a fin de evitar que estos se puedan generar
problemas mayores.

Focalización: Se ayuda al paciente a ocupar su mente en pensamientos neutrales


(contar, imaginar paisajes, etc.) a fin de bloquear o alejar los pensamientos negativos
por un tiempo.

Enfrentamiento directo: En ocasiones es necesario un enfrentamiento directo con el


paciente a fin de que este “despierte” de situaciones que lo pueden llevar a estados muy
peligrosos como por ejemplo en el caso de un riesgo inminente de suicidio. Esta técnica
requiere de mucha destreza por parte del terapeuta y siempre se corre el riesgo de
poder generar una resistencia pasiva o activa al tratamiento.

Desarrollo de la Disonancia Cognitiva: Se intenta desarrollar un conflicto entre las


creencias o pensamientos y la conducta, a fin de crear ansiedad. En el caso del suicidio,
esto serviría como barrera para evitar que el individuo ejecute la autoeliminación, pues
primero tendría que superar su ansiedad.

 Terapia Conductual

Freemann y Reinecke nos presentan la terapia conductual como apoyo a la cognitiva. Se


utiliza como primera medida en los casos que requieran modificación directa e
inmediata (como en los casos de suicidio) y para recoger datos a largo plazo que faciliten
la aplicación de técnicas cognitivas. A fin de poder aplicar las técnicas conductuales se
necesita previamente haber conceptualizado el tratamiento y evaluado los recursos
disponibles para el mismo, una vez logrado esto, se pueden aplicar las diferentes
técnicas que tenemos a disposición:

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 Programación de actividades: En el paciente suicida o deprimido es constante la
sensación de impotencia o de falta de control de su entorno por lo que la aplicación de
un horario en el que planifiquen sus actividades les ayudara a percatarse de que pueden
tener control en su vida y también ayudara al terapeuta a observar que actividades
realiza en sus tiempos libres. Se debe evitar que el paciente tenga mucho tiempo
“vacio”, es decir, durmiendo o viendo televisión, etc. y que lo llene con actividades
satisfactorias y productivas. Asimismo, el terapeuta tiene que observar continuamente
el cumplimiento del programa y decatastrofizar el incumplimiento del mismo.

 Valorizaciones de Dominio y Placer: La aplicación de una medición de las


sensaciones de dominio y placer de las diferentes actividades que realiza o desea realizar
el paciente se da con el fin de estimular la adopción de nuevas actividades que
modifiquen la sensación de “no lograr hacer nada satisfactorio” y refuercen el deseo
continuidad de vida tomando como base aquello que les guste hacer.

 Asignación gradual de tareas: El paciente suicida se considera a sí mismo incapaz


de cambiar algo de sí mismo o de su entorno. A fin de cambiar esa perspectiva, se debe
iniciar una asignación gradual de tareas con el fin de modificar dicha perspectiva. Las
tareas asignadas deben ser graduales, aumentando la dificultad muy lentamente para
evitar la frustración en caso de no poder cumplirlas. Sin embrago, dicho tratamiento no
necesariamente tiene el efecto deseado sobre todos los pacientes, especialmente sobre
los que son exigentes y perfeccionistas.

 Ensayo de conductas: El terapeuta ayuda directamente al paciente a modelar


conductas ante determinados factores, como amigos o superiores, ayudándolo a
producir respuestas más efectivas y potenciando sus habilidades ya existentes.

 Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad: No siempre el paciente ha


podido desarrollar las habilidades sociales o asertivas, lo cual influye en una percepción
de desesperación por parte del mismo. El terapeuta debe desarrollar dichas habilidades
a fin de mejorar la percepción que tiene el paciente de sí mismo.

 Exposición in vivo: La intervención directa en el entorno real del paciente se usa


para evaluar y fortalecer las destrezas que contribuyen a su desesperación o tristeza.
Esta herramienta es la más efectiva en el caso de las fobias.

 Relajación, meditación y ejercicios de respiración: Los ejercicios de relajación


progresiva, la respiración focalizada y la meditación ayudan ha crear en el paciente una
sensación de control y apartan temporalmente los pensamientos suicidas que puedan
tener.

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 Tareas para la casa: La aplicación de tareas en casa debe ser progresiva, adaptada
al caso y a las habilidades del paciente, a fin de evitar la generación de ansiedad. Dichas
tareas tienen como finalidad es hacer ver al paciente los beneficios de las actividades
que realiza.

Freemann y Reinecke nos explican también que un punto importante en la terapia es la


superación de los obstáculos terapéuticos, cuando el paciente genera una resistencia al
cambio positivo y mantiene una preferencia a su estado actual. Sin embargo, dicha
resistencia no siempre deriva de una solo razón, sino de varias juntas, como por ejemplo
la falta de destreza del terapeuta, temor al cambio, cogniciones del paciente sobre el
posible fracaso, la falta de destrezas del paciente para aplicar las terapias propuestas,
etc.
13.INTERVENCIONES

 Intervención Psicológica

Según Davidson (1992) son cuatro los principios generales de manejo de los intentos
suicidas:

Asegurar la protección de la vida

Establecer una alianza entre paciente-familia.


Según Davidson (1992) recomienda:

 Comunicación con el paciente.


 Recordar la identidad del paciente.
 Involucrar a los familiares y amigos del paciente.
 Alentar al paciente hacia a una actividad constructiva.

 Apoyo psicológico

Que sea trasmitido con una actitud firme y esperanzadora. La autoestima o


autorespeto es la condición psíquica más importante a ser conservada si la vida va a
continuar. Para Schneidman (1976, en Davidson, 1992) los lineamientos prácticos de la
relación terapeuta-paciente suicida son:

 El terapeuta deberá dejar en claro su papel directo y activo ante cualquier


intento suicida del paciente.
 Los planes autodestructivos del paciente nunca deben guardarse en confidencia
cuando su apertura puede impedir la muerte del paciente.

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 El rastreo repetido del suicidio potencial es un importante aspecto de trabajo
con un paciente suicida activo.
 El terapeuta debe estar capacitado para permitir la expresión afectiva de la alta
gama de emociones que presente el paciente.
 Todos los esfuerzos por reducir el aislamiento social y el rechazo son esenciales.
 Deben evaluarse y tratarse los trastornos psiquiátricos coexistentes.

 Hospitalización

Davidson (1992) plantea que debe tomarse una decisión en cuanto a la hospitalización
del paciente.

Polaino-Lorente (1988) afirma que una opción que resulta muy difícil de valorar es si se
debe o no hospitalizar al adolescente suicida. En muchas ocasiones esta decisión debe
ser tomada en la misma sala de urgencias, donde precisamente no se dan las
condiciones óptimas para evaluar al paciente respecto de la letalidad de su intento
suicida y del posible riesgo futuro.

 Meta

Según Davidson (1992):

o Completar la evaluación
o Establecer la condición del paciente
o Retirar temporalmente a un individuo vulnerable de un sistema altamente
tensionante y deteriorante.
o Involucrar a todos los miembros importantes del sistema de apoyo del individuo;
familia, amigos.

 Indicaciones

En cualquier caso, cuando es necesario el ingreso deben seguirse las siguientes


indicaciones (Polaino- Lorente, 1988):

o El ingreso debe ser lo más breve posible y debe acortarse el tiempo que
transcurre entre si ingreso y la consulta con su especialista, de manera que el
adolescente no ponga en marcha mecanismos de defensa patógenos respecto
de su suicidio.
o Si fuese posible, el paciente debe ser tratado por un pediatra.
o El personal de enfermería debe estar debidamente capacitado para obviar la
posibilidad de que el paciente pueda volver a ingerir cualquier tipo de fármaco.

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 Precauciones

Según Fawcett y Shaughnessy (1991) el tratamiento debe ser adoptado utilizando


medidas firmes y específicas, sobre todo durante las 24 a 48 horas y tal vez durante un
tiempo más prolongado, lo que dependerá el estado emocional del paciente; en orden
decreciente de severidad, las medias a tomar son la siguientes:
o Ligaduras completas. Las ligaduras de cuero utilizadas para atar de manos y pies
al paciente deben ser de cuero para evitar que este las desate girando sobre sí
mismo en la cama.
o El paciente debe ser observado las 24 horas del día, incluso cuando utiliza el
baño.
 Intervención psicoterapeuta

En cuanto a las intervenciones psicoterapeutas realizadas en adolescentes, Mufson y


Velting (2003) afirman que este tipo de tratamiento suele ser indicado como
seguimiento del tratamiento intenso de un episodio suicida.
De este modo, la intención es que la asistencia ambulatoria del paciente se inicie cuando
éste se encuentre en un estado más estable esté garantizado un grado razonable de
seguridad.
Según Gonzáles (2004), el tratamiento psicoterapéutico para adolescentes suicidas
requiere de una modalidad flexible y múltiple cuyo objetivo sea estabilizar el estado
emocional del paciente y de su entorno, con la finalidad de disminuir el riesgo de nuevos
intentos suicidas.

 Terapia de Apoyo

Schwartz (1991) resume las indicaciones, objetivos y métodos de la siguiente manera:

Indicaciones: ocupar un lugar importante en el tratamiento.

Objetivos: contribuir a que el paciente retorne a su nivel de equilibrio, alcanzando sus


funciones sociales y laborales.

Métodos: el psicoterapeuta utiliza el método de apoyo que consiste en establecer una


buena relación con el paciente a fin de que disminuya la vulnerabilidad del adolescente.

 Tratamiento psicoanalítico

Consideraciones sobre el manejo técnico en adolescentes suicidas:


Se debe disminuir la probabilidad de que ocurran un daño autoinflingido o muerte.

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La frecuencia de las sesiones psicoterapéuticas puede ser de hasta de más de una vez al
día si es necesario, en especial durante los períodos cruciales, se recomienda permitir al
adolescente acceso al psicoterapeuta por medio del teléfono a cualquier hora del día.
Las intervenciones deben hacerse en un ambiente de confianza y empatía, sin que el
psicoterapeuta pierda su objetiva. El dialogo es esencial durante la entrevista, Gonzáles
(2004)

Este mismo autor plantea que se pueden utilizar una o varias de las siguientes medidas
terapéuticas:

 Permitir que el adolescente exprese libremente (catarsis).


 Otorgar una gratificación temporal de las necesidades y exigencias infantiles de
dependencia del adolescente.
 Manifestar al paciente una actitud directa y de autoridad.
 Utilizar la interrogación directa.
 Es útil anotar los números de teléfono de su casa para no perder el contacto.
 Hacer sentir al adolescente que es er humano apreciado. Que es una persona.

El adolescente suicida en fase de recuperación tiene un riesgo especial, pues a medida


que desaparece la depresión y redirige sus energías hacia el exterior, cobra más energía,
la suficiente para poder ejecutar sus planes suicidas (Gonzáles, 2004).
Los motivos detrás del suicidio o intento de suicidio en un adolescente pueden ser
complejos. Aunque el suicidio es relativamente raro entre niños, la cantidad de suicidios
e intentos de suicidio aumenta significativamente durante la adolescencia. El suicidio es
la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años de edad, de acuerdo con
Centers for Disease Control and Prevention (CDC), después de accidentes y homicidio.
Se cree además que por lo menos 25 intentos se hacen por cada suicidio de un
adolescente. El riesgo de suicidio aumenta drásticamente cuando niños y adolescentes
tienen acceso a armas en casa y casi el 60% de todos los suicidios en los Estados Unidos
se logran con una pistola. Por eso cualquier pistola en su hogar debe estar descargada,
bajo llave y fuera del alcance de los niños y de los adolescentes.

Sobredosis con medicamentos de venta libre, de receta médica y sin receta también es
un método muy común, tanto para el intento de un suicidio como para lograr suicidarse.
Es importante supervisar cuidadosamente todos los medicamentos en el hogar.
También tome en cuenta que adolescentes intercambiarán diferentes medicamentos de
receta médica en la escuela y los llevarán (o almacenarán) en sus casilleros o en la
mochila. Las cantidades de suicidios varían entre niños y niñas. Las niñas piensan en e
intentan suicidarse dos veces más que los niños y tienden en intentar suicidarse por
medio de una sobredosis de drogas o cortándose. En cambio, los niños fallecen por

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suicidio cuatro veces más que las niñas, tal vez porque tienden a usar métodos más
letales, como armas, colgándose o saltando desde alturas.

Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre
la niñez y la edad adulta. Por supuesto que es una época de increíbles posibilidades,
pero también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Se sienten presionados
para adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con
responsabilidad.

La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe


la necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y
expectativas que otras personas establecen. Los jóvenes con problemas de salud
mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más
altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la
vida (el divorcio de sus padres, mudanzas, un padre que se va de casa por su servicio
militar o por la separación de los padres, o cambios financieros) y aquellos quienes son
víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.

Los factores que aumentan el riesgo de suicidio entre adolescentes incluyen:

 un trastorno psicológico, especialmente la depresión, trastorno bipolar y consumo


de drogas y alcohol (de hecho, como el 95% de las personas que fallecen por suicidio
tienen un trastorno psicológico al momento de morir)
 sentimientos de angustia, irritabilidad o agitación
 sentimientos de desesperanza y de complejo de inferioridad que con frecuencia se
manifiestan con la depresión
 un intento previo de suicidio
 antecedentes de depresión o de suicidio en la familia
 abuso emocional, físico o sexual
 falta de un grupo de apoyo, malas relaciones con los padres o sus pares y
sentimientos de aislamiento social
 hacer frente a bisexualidad u homosexualidad en una familia o comunidad que no lo
apoya o en un ambiente escolar hostil

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14.CONCLUSIONES

Podemos concluir que el SUICIDIO seguirá siendo un tema que se verá en el futuro
porque no se podrá erradicar fácilmente ya que no toda la población esta informada
y es alarmante que estando en el siglo XXI no todas las personas se den cuenta de
que su hijo, hermano, sobrino, nieto, etc., pueda sufrir de intento de suicidio.

Hemos visto que el suicidio ha comenzado desde hace mucho tiempo y sigue
existiendo, es momento de concientizar a las personas y que se den cuenta lo que
tienen alrededor. Es preocupante que en la sociedad no haya charlas sobre el
suicidio, esta claro que hay artículos y libros pero solo la persona que necesita esa
información, ya sea para un trabajo u otro motivo, buscaran sobre el tema. Pero la
población que tiene que saber el tema

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15.BIBLIOGRAFIA

http://www.monografias.com/trabajos53/suicidio/suicidio.shtml

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001554.htm

http://www.psicologia-online.com/monografias/9/introduccion.shtml

http://kidshealth.org/es/parents/suicide-esp.html

http://www.monografias.com/trabajos89/el-suicidio/el-
suicidio.shtml#ixzz4kCY9KHb6

http://nancyquispepsicoe.blogspot.pe/2013/10/monografia-de-suicidio.html

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16. ANEXOS

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