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INTRODUCCION

En la primer parte de este trabajo se aborda el conflicto que vive el ser humano
al ser atacado por una enfermedad grave, como esto altera no solo al individuo
que la padece, sino a su entorno, es decir, a su familia, amigos, y a su papel
dentro de la sociedad, causándole sufrimiento, angustia y sentimientos que
culpa, que son compartidos por su círculo social.

Esas complicaciones a las que se enfrenta ocasionan que el duelo que viven,
tanto el paciente como sus allegados, se complique y no se elabore
adecuadamente, dando como consecuencia problemas de tipo psicológicos,
emocionales, espirituales, económicos, y sociales. Se incluye en este apartado
puntos que nos permiten identificar dichas complicaciones a fin de que seamos
capaces de ayudar a que los enfermos y su entorno social procesen sus duelos
de un modo positivo, evitándoles aun mas sufrimiento, que el propio producido
por el dolor de la pérdida.

En el segundo tema, se desarrollará el tema del duelo por perdidas y


enfermedades enfocado de lleno a la familia. Identificando primeramente el
entorno familiar y como aborda este una situación que le impacta de manera
agresiva como es una enfermedad.

Al entender que una enfermedad causa ajustes en el núcleo familiar, se puede


identificar estrategias que tiendan a evitar que esa crisis provoque disfunciones
familiares, toda vez que debemos identificar el abordaje adecuado de una
enfermedad crónica, como elemento preventivo de dichas disfunciones.

En el tercer tema se aborda el abordaje psicológico a pacientes con


enfermedades crónicas en situación terminal, es decir, que su enfermedad es
incurable y que se encuentran próximos a su muerte, identificando el rol que el
psicólogo tiene dentro del equipo de salud, así como la clínica psicoterapéutica
enfocada a pacientes con SIDA, detallando el proceso de asesoría y
orientación, con el fin de mejorar la salud mental de dichos pacientes.
En el cuarto punto se aborda la depresión como aspecto emocional enfocada
en el paciente y su repercusión, definiendo la separación y el duelo, los
conceptos de depresión y sus efectos en pacientes terminales y somáticos,
para identificarlos y poder realizar una intervención profesional en momentos
de crisis.

El último tema de este trabajo abarca las alternativas psicoterapéuticas con las
que se cuenta, así como el papel de la ética profesional, definiendo la
psicoterapia y sus alcances en la depresión, trastornos de personalidad y la
identificación de potenciales suicidas; todo desde el punto de vista de la ayuda
y la ética del psicólogo en esos procesos.
1. EL SER HUMANO FRENTE A LA PÉRDIDA POR
ENFERMEDAD

1.1 El sujeto enfermo como depositario de la culpa persecutoria


de la familia y sociedad.

Para este trabajo entenderemos a un sujeto enfermo como aquel


individuo que padece alguna enfermedad crónica, degenerativa, incapacitante
o en estado terminal, que la OMS define como enfermedades de larga duración
y por lo general de progresión lenta. Las enfermedades cardíacas, los infartos,
el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, son las principales
causas de mortalidad en el mundo, siendo responsables del 63% de las
muertes. En 2008, 36 millones de personas murieron de una enfermedad
crónica, de las cuales la mitad era de sexo femenino y el 29% era de menos de
60 años de edad1. Por lo tanto, excluye a aquellas personas con
enfermedades sencillas o que tengan una cura inmediata y no cause ninguna
alteración significativa en ninguna nivel tanto emocional, social, familiar,
económico o espiritual.

En seguida se debe describir la culpa persecutoria, la cual es aquella que,


como lo dice su nombre, te persigue, te martiriza. Estos sentimientos de culpa
son hostigadores, tanto así, que no puedes hacer las cosas en paz, te estás
acusando y maltratando todo el tiempo. La culpa persecutoria, es como un
delincuente peligroso que está merodeando tu casa y no te deja estar en paz ni
un momento, ya que genera “Angustia Persecutoria”.

Estos Sentimientos de Culpa te acusan y te atormentan, muchas veces para


aplacarla terminas haciendo cosas que no quieres hacer y te trasgredes 2.

1
Organización Mundial de la Salud. (2018). Enfermedades crónicas. 25/01/2018, de OMS Sitio web:
http://www.who.int/topics/chronic_diseases/es/
2
Marie Louise Duhalde. (2011). ¿“La Culpa” NO Siempre es “Culpable”?. 25/01/2018, de Psicologa
Duhalde Sitio web: http://www.psicologaduhalde.cl/2011/07/30/la-culpa-no-siempre-es-culpable/
Estas definiciones nos dan pista clara de cómo el enfermo es fácilmente
depositario de la culpa persecutoria de la familia y la sociedad.

Lo anterior es fácil extrapolarlo a ámbito familiar, y se da cuando uno o más


miembros de la familia se sienten culpables por no realizar algunas actividades
de apoyo y/o cuidado a un enfermo, debido a que el desea realizar alguna
actividad alterna, por ejemplo, un hijo que tiene mucho tiempo cuidando a su
madre enferma de cáncer y que no puede ir a un viaje con sus amigos por
tener que cuidar a su madre. Este sentimiento enfrenta al adolescente a dos
alternativas, la primera es renunciar al viaje y cuidar responsablemente a su
madre, pero no por amor, sino por la culpa que siente al pensar en dejarla sin
su compañía, guardando sentimientos de rencor hacia la madre y su situación
al no poder ir a divertirse con sus amigos. Por otro lado, si decide ir la culpa
persecutoria hará que le lleguen pensamientos que lo posicionen como un
pésimo ser humano, y no lo dejará disfrutar del viaje.

Socialmente esto se aplica cuando se juzga a aquellas personas que deciden


no ser altruistas y los enfrenta a justificar las razones para no serlo, como falta
de tiempo y dinero, jamás por falta de disposición.

Estos sentimientos de culpa llegan a causar conflictos internos entre los


enfermos y sus cuidadores, ya sean familia o amigos, pues ambas partes
sienten esa culpa, y eso puede generar rencores, síndrome de burn out o
distanciamiento, que se traduce en duelos más complicados.

Como profesionales debemos estar atentos a trabajar con este tipo de


sentimientos para canalizarlos de una manera positiva y facilitar la elaboración
del duelo en nuestros pacientes.

1.2 Angustia, pulsión y culpa.

Es necesario describir las definiciones de tres términos fundamentales


en el proceso de pérdida por enfermedad como los son:
a) Angustia: Del latín angustĭa (“angostura”, “dificultad”), la angustia es la
congoja o aflicción. Se trata de un estado afectivo que implica un cierto
malestar psicológico, acompañado por cambios en el organismo (como
temblores, taquicardia, sudoración excesiva o falta de aire).

La angustia puede ser una reacción ante el peligro o ante algo desconocido.
Incluso puede sentirse angustia sin una causa precisa. En estos casos, el
concepto tiene un significado similar al miedo o la ansiedad: “Pasé angustia
cuando nos quedamos encerrados en el ascensor”, “Juan sintió angustia
con el cambio de colegio”3.

b) Pulsión: En el psicoanálisis, la pulsión es la energía psíquica profunda que


dirige la acción hacia un fin, descargándose al conseguirlo. El concepto
refiere a algo dinámico que está influido por la experiencia del sujeto. Esto
marca una diferencia entre la pulsión y el instinto, que es congénito (se
hereda por la genética.

El instinto se caracteriza por llevarnos a buscar objetos inamovibles para


alcanzar la satisfacción. La pulsión, en cambio, no tiene un objeto
predeterminado; por el contrario, está vinculada a fuerzas que derivan de
las tensiones somáticas del ser humano, con diferentes fuentes y formas
posibles de manifestaciones. La noción de pulsión fue desarrollada por el
austriaco Sigmund Freud a finales del siglo XIX cuando comenzó a
reflexionar sobre las conductas humanas que exceden a lo instintivo y que,
incluso, pueden contradecirlo.

De esta manera, Freud estableció que la pulsión es la tensión corporal que


tiende hacia distintos objetos y que se descarga al acceder a ellos, aunque
de manera momentánea, ya que la pulsión nunca se satisface
completamente.
El padre del psicoanálisis distinguió varios momentos de la pulsión, como la
fuente (el origen que radica en lo somático), el esfuerzo o drang (la tensión
que se traduce en la pulsión), la meta (en estado pasivo o activo) y el objeto
(que disminuye temporalmente la tensión).

3
Julián Pérez Porto y María Merino. Publicado: 2011. Actualizado: 2014.
Definicion.de: Definición de angustia Recuperado de https://definicion.de/angustia/
Para algunos psicoanalistas, las pulsiones se originan a partir de la falta
original de un objeto instintivo. Dicha carencia hace que el deseo se
traduzca en pulsiones, que se dirigen a metas momentáneas. Una vez
alcanzado dicho momento, la pulsión reinicia el proceso. 4.

c) Culpa: La culpa es una imputación que se realiza a alguien por una


conducta que generó una cierta reacción. También se conoce como culpa al
hecho que es causante de otra cosa. Por ejemplo: “La familia del actor
asegura que la estrella se suicidó por culpa del acoso periodístico”, “Mi
abuelo tuvo que abandonar el país por culpa de la persecución política”, “La
televisión no sirve más por culpa de la tormenta eléctrica que quemó los
circuitos”.

Para la psicología, la culpa es una acción u omisión que genera un


sentimiento de responsabilidad por un daño causado: “Siento que, por mi
culpa, mi hija sufrió demasiado”.

El sentimiento de culpa es uno de los mayores problemas que invaden


nuestra vida. Desde pequeños nos aturden con él, demostrándonos que no
somos libres y que todo lo que hagamos repercute en la vida de los otros,
aun si lo que hacemos es auténticamente nuestro. Nos enseñan a entender
la vida en base a obligaciones y responsabilidades. No nos educan para ser
libres sino para depender de los otros de una forma enfermiza. Todo esto
alimenta un circulo vicioso de infelicidad donde la felicidad individual parece
no ser importante5.

Lo anterior nos indica que estas tres afecciones se presentan en los


pacientes que al sufrir enfermedades crónico-degenerativas, o incapacitantes
que limiten su funcionamiento en sus ámbitos sociales, familiares y personales,
se presentan como consecuencia de la incapacidad de los enfermos de
enfrentar adecuadamente la realidad que viven.

4
Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Publicado: 2011. Actualizado: 2014.
Definicion.de: Definición de pulsión recuperado de https://definicion.de/pulsion/
5
Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Publicado: 2009. Actualizado: 2009.
Definicion.de: Definición de culpa Recuperado de https://definicion.de/culpa/
Si bien estos elementos antes descritos son propios de la afección de los
pacientes, y su normalización debe ser parte del proceso de la elaboración del
duelo, no puede estacionarse o dejarse llevar por esos elementos negativos, ni
permitir que estos dominen al paciente, pues ocasionarían problemas a nivel
psicológico, provocando un duelo patológico con todas sus implicaciones, como
depresión o incluso a problemas más drásticos como el suicidio.

A nivel familiar, estos elementos se manifiestan de manera similar al del


paciente, pero enfocados en la perspectiva de quien los experimenta, no es la
misma angustia que provoca en un hijo el tener a un padre enfermo, que la
provocada a los padres cuando sus hijos padecen enfermedades crónico
degenerativas, pues los intereses, los anhelos y el rol en la familia influyen en
como enfrentara el individuo la enfermedad de un familiar.

1.3 Duelo normal y patológico.

Para poder hablar sobre los conceptos de duelo normal y patológico es


necesario primero definir el concepto de duelo.

El duelo es la reacción de la psique ante la pérdida de una persona,


animal, objeto o evento significativo. Se trata de una reacción principalmente
emocional y comportamental en forma de sufrimiento y aflicción, cuando el
vínculo afectivo se rompe6.

El duelo al ser un proceso debe entenderse como algo que tiene un


principio y un fin, por lo que la duración de este es punto clave a tomarse en
cuenta cuando se pretende clasificar al mismo, por lo que surgen dos grandes
vertientes, el duelo normal o simple, y el duelo patológico.

El duelo normal es aquel en donde las 5 etapas de duelo del modelo de


la doctora Elizabeth Kübler-Ross (Negación, ira, negociación, depresión,
aceptación) (Kübler-Ross, 1969)7 con sus manifestaciones físicas y

6
Navarro Serer, Mariano (2006). «La muerte y el duelo como experiencia vital: acompañando el proceso
de morir.». Información psicológica (88). pág. 17
7
Elisabeth Kübler-Ross . (1969). Sobre la muerte y los moribundos. Aragó , 385 , Barcelona: EDICIONES
GRIJALBO , S.A.
psicológicas no toman un tiempo mayor a 6 meses posteriores a la pérdida 8.
Este proceso de duelo, también nombrado como simple, es el que los
tanatólogos pueden esperar de una persona que elabora adecuadamente su
proceso, más adelante en este trabajo ahondaré en la definición y los aspectos
de la elaboración de un duelo.

Por el contrario, podemos definir tres tipos de duelos complicados, cuando


estos superan primeramente el tiempo mencionado en el punto anterior 9. Estos
son de acuerdo con Parker y Weiss10:

a) Síndrome de Pérdida Inesperada: Es un prolongado estado de shock


que impide una reacción emocional completa. Se produce cuando la
pérdida ha sido inesperada y/o repentina (puede ser una pérdida
inesperada pero no repentina – i.e., la muerte de un niño por cáncer‐ o
repentina pero no inesperada – i.e. un ictus en un anciano‐). Con
frecuencia se expresa por un prolongado de “obnubilación”, durante el
que el doliente parece estar en una “nube”, con dificultades de contacto
con la realidad, tan difícil de aceptar. En otras ocasiones lo que
predomina es la expresión intensa de emociones (lloros incoercibles,
insomnio, angustia importante).
b) Síndrome de Duelo Ambivalente: Se trata de una reacción ante la
muerte en la que no se sabe muy bien si la persona se alegra o se
entristece por la pérdida. Se produce una primera reacción de alivio, los
sentimientos de dolor y desesperanza tardan en aparecer, pero cuando
lo hacen configuran el duelo muy intenso, de larga duración y de
características muy auto-punitivas.
Se produce con más frecuencia en aquellas situaciones en las que la
relación con el fallecido era especialmente complicada: maltrato y abuso,
etc.
c) Duelo Crónico: Es el tipo de Duelo complicado más común. Se trata de
un duelo que evoluciona en apariencia normalmente, pero de duración

8
Enrique Echeburúa, Aranxa Herrán Boix. (2007). ¿Cuándo el duelo es patológico y como tratarlo?.
Análisis y Modificación de Conducta, 33, 33-34.
9
Roberto Pereira Tercero. (2016). Evaluación y diagnóstico del duelo normal y patológico. 25/01/2018,
de Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar Recuperado de http://www.avntf-evntf.com/wp-
content/uploads/2016/06/Ev.-y-diagn%C3%B3stico-del-duelo-normal-y-pat%C3%B3gico.-R.-Pereira.-
2014.pdf
10
Parkes, C.M. y Weiss, R.: Recovery for bereavement. N. York. Basic Books. 1983.
muy prolongada. La cuestión de la duración del duelo es un tema
controvertido, ya que está muy influido por cuestiones culturales. Es
comúnmente aceptado que las expectativas de la duración de un duelo
en los países anglosajones es menor que en las del sur de Europa. En
nuestro contexto sociocultural, se trataría de un duelo de duración mayor
de dos años.

De acuerdo con lo anterior podemos observar una marcada diferencia no en


el proceso del duelo, sino en el comportamiento del individuo que experimenta
una pérdida, de acuerdo a las complicaciones que puede sufrir ante su dolor.
Existen diferentes puntos que son característicos en un duelo complicado de
acuerdo con Pereira (2006)11:

 Su duración total: como hemos señalado, de más de dos años.


 La prolongación de la etapa de estupor o shock más allá de tres
semanas.
 La ausencia total de respuesta afectiva en una persona que no se
caracterizaba por ello.
 La prolongación de las etapas de negación y/o culpa por encima
de seis meses.
 La presencia de un sentimiento desproporcionado de culpa.
 Cambios bruscos en el comportamiento: personas que antes
salían poco ahora no entran en casa, o viceversa.
 Idealización excesiva del fallecido, especialmente si hay
constancia de malas relaciones previas.
 Aparición de alteraciones diversas: insomnio pertinaz, abuso de
tóxicos, fobias, ansiedad incontrolable, estados depresivos
prolongados, ideas persistentes de suicidio.

Claramente se observa las consecuencias negativas y las repercusiones


que estas tendrán en un individuo con un duelo complicado. Como profesional
debe uno ser capaz de identificar estos datos de alarma que nos harán
identificar a alguien con duelos complicados y esto nos servirá de punto de

11
Roberto Pereira Tercero. (2016). Evaluación y diagnóstico del duelo normal y patológico. 25/01/2018,
de Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar Recuperado de http://www.avntf-evntf.com/wp-
content/uploads/2016/06/Ev.-y-diagn%C3%B3stico-del-duelo-normal-y-pat%C3%B3gico.-R.-Pereira.-
2014.pdf
partida para plantear estrategias de acción y poder auxiliar al paciente a
elaborar su duelo y que este deje de ser patológico.

1.4 Elaboración del duelo.

La elaboración del duelo se e entiende el transcurso del proceso desde que


la pérdida se produce hasta que se supera. Esta elaboración puede comenzar
antes de la pérdida, en el caso de que ésta se pueda prever con cierta
antelación12. Como ya mencionamos anteriormente hay ocasiones en las que la
mala elaboración del duelo ocasionan que se generen duelos no positivos,
mismos que se ven influenciados por diferentes puntos que sirven de
atenuantes o coadyuvantes en este proceso, en concreto 13, la experimentación
de un duelo patológico depende de una serie de factores (Echeburúa y Corral,
2001):
1. Inestabilidad emocional previa del paciente. En concreto, las personas
con antecedentes de depresión o de trastornos de ansiedad, con estilos
de afrontamiento inadecuados o con características problemáticas de
personalidad (dependientes emocionalmente, obsesivas, acomplejadas,
etcétera) corren un mayor riesgo de derrumbarse emocionalmente y de
sufrir un duelo patológico en el caso del fallecimiento de una persona
próxima emocionalmente.

Asimismo las personas con una salud delicada son las que tienden a
caer más fácilmente enfermas durante el duelo (Clayton, 1985).

2. Experiencia negativa de pérdidas anteriores. Es más probable sufrir un


duelo patológico cuando una persona ha experimentado muchas o
recientes pérdidas y cuando la reacción ante las anteriores ha sido
particularmente intensa o duradera.

3. Variables psicosociales, como estar en una situación económica


precaria, hacerse cargo de niños pequeños, no tener posibilidad de
rehacer la vida, contar con una familia muy reducida, etcétera. Las

12
Wikipedia. (2018). El duelo (Psicología). 25/01/2018, de Fundación Wikipedia Inc. Sitio web:
https://es.wikipedia.org/wiki/Duelo_(psicolog%C3%ADa)
13
Enrique Echeburúa, Aranxa Herrán Boix. (2007). ¿Cuándo el duelo es patológico y como tratarlo?.
Análisis y Modificación de Conducta, 33, 38-41.
reacciones de carácter grave ante una pérdida tienen lugar
frecuentemente entre las mujeres. Por otra parte, los niños de 3 a 5
años y los adolescentes, así como los viudos solos y las viudas con
niños pequeños y sin apoyo social, constituyen un factor de riesgo
importante.

Evidentemente muchos de los factores de riesgo pueden ser considerados


de modo inverso como factores protectores. Es el caso del apoyo familiar, de la
ocupación laboral o de la ausencia de dificultades económicas. Ya en un plano
más psicológico, los sentimientos de utilidad, el control emocional, un estilo de
vida equilibrado, un mundo interior rico, unas aficiones gratificantes, la
expresión de sentimientos y la ausencia de patologías previas facilitan la
recuperación del duelo. Las creencias religiosas y la capacidad para encontrar
un sentido a la vida han mostrado asimismo su eficacia como protectores
(Barreto y Soler, 2004; Echeburúa, Corral y Amor, 2005)
Por lo tanto, la elaboración del duelo, en condiciones ideales, es el proceso
que debe permitir al doliente superar su pérdida con el tiempo, atravesando las
etapas del duelo de manera positiva, lo que le permitirá, en un tiempo corto
recuperar su estilo de vida, aceptando su pérdida, transformado los
sentimientos negativos en positivos, lo que lo incluirá en su papel adaptado a
su nueva realidad en el ámbito familiar principalmente.
3. ABORDAJE PSICOLOGICO TERAPEUTICO EN
PACIENTES TERMINALES

3.1. El psicólogo en el equipo de salud mental

La función y uno de los papeles del psicólogo, va enfocado a evaluar


aquellos factores que generan conflictos en la vida de las personas, tanto si
tienen algún trastorno psicológico como si no. Posteriormente elaborará un
plan de tratamiento donde el objetivo principal es disminuir el malestar y el
sufrimiento del paciente. Este estado negativo puede estar justificado por
múltiples causas que deberán ser evaluadas para tratarlas posteriormente.

Si el paciente que acude a consulta es evaluado y finalmente


diagnosticado de padecer algún tipo de trastorno mental, se elaborará un plan
terapéutico específico que le ayude a conocer el porqué de sus problemas,
implementándose una terapia para la resolución de los conflictos existentes.
Así mismo, y dependiendo del tipo de problema que se trate, podría necesaria
la participación de otros profesionales, como los psiquiatras, que serán los
encargados de proponer un tratamiento farmacológico y llevar a cabo su
seguimiento.

Por otra parte, un hecho que se observa con mayor frecuencia en las
consultas de los psicólogos, gracias a la evolución anteriormente comentada
sobre el papel del psicólogo, es la necesidad que sienten muchas personas no
afectadas por un trastorno en sí mismo de resolver conflictos de “carácter
cotidiano” que no saben cómo afrontar y que les lleva a un estado emocional
negativo que no saben cómo superar.

En estos casos la demanda hacia el psicólogo va encaminada a la


mejora y el fortalecimiento de aquellas áreas en las cuales el paciente se
percibe más vulnerable y sin recursos.

Los problemas por los que una persona decide acudir a un psicólogo
pueden ser infinitos. Problemas de pareja, familiares, agresividad, ira,
depresión, ansiedad, fobias, miedos, etc., son solo algunos de tantos que una
persona puede sufrir a lo largo de la vida14.

Desde la perspectiva de la psicología de la salud, se ha tratado de dar


explicación y solución al tema de la salud y sus implicaciones en la calidad de
vida de los individuos, sobre todo cuando se hace referencia a las
enfermedades crónico-degenerativas.

Cuando un paciente es diagnosticado o padece una enfermedad crónica


se van a ver afectados aspectos físicos, psicológicos, familiares, laborales y
sociales. Esta afectación será desigual dependiendo de la naturaleza del
trastorno y de la gravedad de este, pero también de los aspectos biográficos
del sujeto, de su personalidad y de los recursos psicológicos de los que
disponga.

Es importante mencionar, que los psicólogos como profesionales de la


salud, han contribuido en parte, al sistema de salud, en el contexto de la

14
Psicoadapta. (2016). El papel del psicólogo. 25/01/2018, de Centro de psicología psicoadapta Sitio
web: http://www.psicoadapta.es/blog/el-papel-del-psicologo/
“psicología en la medicina” (Stone, 1990). El psicólogo de la salud, es el
profesional capaz de lograr:

1) La identificación precoz de personas en situación de riesgo, definido en


términos psicológicos, comportamentales y socioculturales.

2) El desarrollo de programas efectivos de promoción de conductas


saludables, considerando particularmente las cuestiones ambientales a las
cuales normalmente se somete el individuo.

3) La investigación, el entendimiento y la intervención en cuanto a los factores


que permitan una buena calidad de vida para personas portadoras de
enfermedades crónicas.

4) La inclusión imprescindible de la perspectiva de realizar estudios e


intervenciones en el campo comunitario y de salud pública en los esfuerzos de
la psicología de la salud

5) La necesidad urgente de enfocar los problemas de salud desde una


perspectiva global (American Psychological Association, APA).

Lo anterior, es muestra del importante papel del psicólogo en la aportación


de recursos al ámbito de la salud, generando:

- La educación para la salud, la promoción y el saneamiento básico y el


mejoramiento de las condiciones del ambiente.
- La prevención y el control de enfermedades transmisibles de atención
prioritaria, de las no transmisibles más frecuentes y de los accidentes.
- La atención médica, que comprende actividades preventivas, curativas y
de rehabilitación, incluyendo la atención de urgencias.
- La prevención
- El tratamiento del dolor crónico, el problema de la adherencia
terapéutica, el proceso de la calidad de la atención, la atención materno
– infantil, la salud mental, la promoción del mejoramiento de la nutrición
y de los trastornos alimentarios.
- Programas: contra el alcoholismo, contra el tabaquismo, contra la
farmacodependencia y para la promoción de la formación de recursos
humanos para la salud.
Asimismo, Becoña; Vazquez y Oblitas (1998)-, y Becoña, Oblitas y
Vázquez, (2000), señalan que las actividades a desempeñar por los psicólogos
de la salud, se pueden agrupar en tres grandes secciones: investigación,
aplicación y formación. La investigación está enfocada a indagar en factores
que intervengan en el proceso de salud- enfermedad para poder
comprenderlos y analizarlos, de tal manera que puedan generarse diversas
propuestas de procedimientos para la evaluación e intervención más
adecuados de las diferentes problemáticas en este campo.

De acuerdo con Buela (1996), el psicólogo de la salud es un profesional que


puede trabajar en ámbitos tan diversos como: tratamiento psicológico de
trastornos orgánicos, en colaboración con tratamientos médicos para diversos
trastornos, incluso para la planificación y adherencia al tratamiento,
programas de prevención y por consecuencia promoción de conductas
saludables.

Uno de los factores más importantes en el tratamiento de las enfermedades


crónicas es precisamente la adherencia al tratamiento. La importancia de la
adherencia a las prescripciones médicas, son el pilar fundamental para que
beneficien la salud de los pacientes. Brannon y Feist (2001) sugieren que el
consejo otorgado por el médico tratante debe ser preciso y os pacientes deben
seguirlo al pie de la letra.

Ambos autores plantean que estas dos posiciones son esenciales para que
se produzca la adherencia al tratamiento; además, mencionan dos condiciones
muy importantes: un consejo erróneo por parte del médico y seguido
estrictamente por el paciente puede traer consecuencias desastrosas para la
salud del mismo y provocarles más problemas de salud, mientras que un
consejo excelente, resulta esencialmente inútil, si los pacientes no le siguen
estrictamente.

En el caso de la falta de adherencia al tratamiento las variables que están


implicadas pueden ser de diversa índole, entre las que pueden mencionarse,
están las de carácter situacional, el dinero, el tiempo, la conveniencia, los
rasgos de personalidad, por mencionar alguna. Aunado a ello las
características de la enfermedad como la gravedad de la misma, los efectos
secundarios del tratamiento, la duración y la complejidad de este, son factores
de gran trascendencia para la adherencia a los tratamientos médicos.

Por esta razón, se considera que la participación del psicólogo, desde la


psicología de la salud, es imprescindible para lograr programas efectivos de
adherencia al tratamiento implicando la intervención multidisciplinaria del
médico, enfermeros, trabajadores sociales, entre otros que en conjunto
trabajen y desarrollen programas, acciones y métodos que refuercen en las
personas actitudes y cambios de conductas favorables para la propia salud del
paciente a tratar.

3.2 La clínica psicoterapéutica

3.3. Abordaje psicoterapéutico de pacientes con SIDA

En la actualidad la magnitud y la tendencia esperada de la epidemia del SIDA


son tales, que el personal de salud en algún momento de su ejercicio
profesional, se verá atendiendo a alguna persona portadora del VIH o con el
SIDA.

Con mayor frecuencia el médico, trabajador social, enfermera o psicólogo se


encuentra ante una persona a la que juzga necesario practicarle los análisis
sanguíneos para la detección de anticuerpos contra el VIH o se ve ante la
situación de tener que entregar un resultado positivo del VIH a alguna persona
y/ o familia, sin contar con el entrenamiento y los conocimientos necesarios
para dar la asesoría adecuada antes de la prueba o para bien para reducir el
impacto emocional y psicosocial que provoca el ser informado de un resultado
positivo

Recibir la notificación de algo que pone en peligro la integridad física, sin lugar
a dudas representa un impacto a la estabilidad emocional de cualquier ser
humano, más aun si la enfermedad, por su medio de transmisión, involucra la
intimidad sexual de cada individuo, y que las personas afectadas están
injustamente sujetas a estigmatización y marginación social, la
descompensación emocional provocada es mayor.

Ante una crisis o estrés psicosocial, las reacciones del individuo pueden oscilar
desde el ajuste con angustias, propia de cualquier proceso adaptativo, hasta
problemas de mayor gravedad que incluso requieran de atención psicológica
y/o psiquiátrica especifica. Pero hay muchas cosas que cualquier profesionista
o trabajador de la salud puede hacer para reducir el impacto y no provocar
mayor daño a la persona que sufre.

Desde el momento en que a una persona se le informa que se encuentra


infectada por el VIH, que tiene el SIDA o cualquier otra enfermedad mortal,
basta para que la identidad de la persona sufra cambios; la manera en que se
realicen los ajustes para enfrentar esta nueva situación, dependerá de la
historia personal previa de cada individuo, de su estabilidad emocional , de la
postura que asuma el individuo afectado y de la actitud y conducta de los
familiares, amigos, así como del personal médico y paramédico.

3.4. Fundamentación del proceso asesoría/orientación

En nuestro país, existe el Centro Nacional para la Prevención y el control del


VIH y el SIDA, el cual es una instancia permanente de coordinación de
los sectores público, social y privado para promover y apoyar las acciones
de prevención y control del virus de la inmunodeficiencia humana, del
síndrome de la inmunodeficiencia humana, así como de otras infecciones
de transmisión sexual. Este organismo se ha encargado de ofrecer
diversas guías clínicas para el abordaje y tratamiento de este tipo de
pacientes; de los cuales en la “Guía para la atención psicológica de
personas que viven con VIH/ SIDA” , nos dan una serie de lineamientos y
técnicas de abordaje que en base a la práctica clínica ha funcionado
mejor con este tipo de pacientes de los cuales destacan:
 Primera entrevista: modelo de atención psicológica para la primera
consulta

El objetivo de la primera entrevista es obtener información suficiente que


permita valorar si una persona ha estado expuesta a un posible contagio
del VIH y por lo tanto, amerita la prueba, o solo requiere información que
aclare sus dudas.

Cuando se les pregunta el motivo de consulta general, se reciben respuestas


que pueden oscilar desde racionalizaciones como: “por responsabilidad”,
“por curiosidad”, “todos se la deberían de hacer”, hasta situaciones
específicas donde se ha estado expuesto a riesgo

El primer tipo de respuesta es un indicador de que la persona desea ocultar


información, por lo que es conveniente aclararle, en ese momento, que la
información que proporcione será confidencial y anónima, y que es
necesario conocer más a fondo sus motivos para que se le pueda orientar
y ayudar.

Ante la necesidad de manejar cuidadosamente las entrevistas previas a la


entrega de un resultado de detección de VIH, será de gran eficacia seguir
los pasos que se indican a continuación, teniendo en cuenta que el orden
que se propone no es rígido; parte fundamental de su correcto manejo es
la flexibilidad y criterio con el que el personal de salud conduzca la sesión.
Esta es una guía para conducir la experiencia y no un formulario.

1. Presentación. Habitualmente se menosprecia el momento de la


presentación entre dos personas; sin embargo es de fundamental
importancia, ya que es el principio del manejo de identidad, tanto del
paciente y del entrevistador, como del centro de salud. Se considera que
los momentos importantes de la presentación son:

 Recepcion. Es conveniente que el personal de salud reciba al


paciente en la entrada del centro de información o en la recepción
de la clínica, o cuando menos en la puerta del consultorio.
Considerando que es el primer contacto con el paciente, hay que
sostener un tono de cordial bienvenida, porque las actitudes de
este tipo pueden ayudarlo a disminuir la ansiedad desde el
principio. Es importante señalar que esta actitud debe ser
asumida también por el personal que se encuentre en la
recepción, ya que es la primera impresión que el paciente tendrá
del centro de salud.

 Nombre-identificacion. Es el entrevistador quien primero debe


presentarse. En caso de que el paciente no de su nombre,
conviene preguntarle como desea ser llamado, a fin de facilitar un
manejo personalizado de la sesión. Cabe aclarar que muchos
pacientes prefieren el pseudónimo.

 Explicación del servicio que se brinda. El cual consiste en que


será anónimo, al no proporcionar datos que permitan la
localización o identificación del paciente; confidencial, ya que toda
la información pedida tiene el objetivo de mejorar el servicio;
voluntario, ya que una vez recibida la información es el paciente
quien decide hacerse o no la prueba.

 Primera entrevista con una persona que llega con un resultado positivo
En ocasiones hay pacientes que llegan con un resultado positivo previo en
pruebas de detección de VIH, y por tanto no han recibido la asesoría pre-
post prueba.

Se considera que este tipo de pacientes conforman un grupo peculiar por el


comportamiento que puedan presentar, cuyo manejo conviene ser
atendido con mayor detenimiento. Los pacientes se pueden clasificar en
dos grupos: quienes previamente han recorrido todo tipo de instituciones y
profesionistas ; y los segundos son aquellos quienes desconocen todo lo
relativo a su situación (sea por negación o por ignorancia ) y no han
tenido seguimiento con instituciones de salud, estos tipos de pacientes
tienen características comunes que son :

a) Crisis por “otros” motivos. Es común que lleguen en estado de crisis,


cuyas causas aparentes son diferentes o sin relación directa con la
seropositividad. Muchas veces estas crisis son motivadas por la partida
de un ser querido , la perdida de un trabajo, un cambio de domicilio, etc.
Estas situaciones funcionan como detonadores de la angustia e
impulsan al paciente a buscar ayuda. Para los pacientes que ya han
consultado a diferentes profesionales y aun niegan interiormente su
seropositividad, será posible pensar que tienen niveles mas elevados de
psicopatología, aunque puede darse que por lo mismo estén cercanos a
reconocer su situación.

b) Negación a largo plazo. En ocasiones, aun cuando se ha recibido una


asesoría medico-psicologica , es probable que no se pueda enfrentar la
crisis de la seropositividad , por lo que se desarrolla un periodo de
negación prolongado en el que el paciente mantiene sin cambiar sus
hábitos de vida, entre los que están aquellos que perjudican su salud o
la de otros con relación a él.
c) Tendencias destructivas y autodestructivas exacerbadas. Producto de la
negación , pueden provocarse cambios extremos en el animo del
paciente, pudiendo pasar rápidamente de un estado depresivo a la
sensación de omnipotencia e incluso de agresividad. Es común que
aparezcan tendencias destructivas que se manifiestan en agredir a
otros, romper cosas, mantener relaciones sexuales sin protección, etc;
asi como autodestructivas como aumentar la ingesta de alcohol o
enervantes, tener accidentes corporales, impactos , golpes, fracturas;
cambio en el ritmo natural del cuerpo, como el descanso, la
alimentación, entre otros.

d) Principio de realidad debilitado. El paciente se haya confuso, no sabe


con claridad que hacer en su actual situación. No sabe con que cuenta,
ni en que orden, por lo que muchas veces se propone hacer cosas que
están fuera de sus posibilidades o espera que otros hagan por êl
aquello que también esta fuera de su alcance. Para que estos pacientes
puedan discernir y para reforzar su principio de realidad tan debilitado ,
será necesario señalarles las emociones negativas que estén sintiendo ,
esto le permitirá reflexionar y darse cuenta que es necesario ampliar la
conciencia con que se vive.

e) Necesidad de información. La información adquiere mas peso en la


medida en que se logra superar la ignorancia /bloqueo. Al hablar de
información incluimos el cambio de actitudes y practicas.

El objetivo de la orientación en las sesiones es la de

 Facilitar una “tribuna” al paciente para que pueda hablar con toda
libertad.
 Utilizar propias ideas y ejemplos del paciente para rescatar los
aspectos positivos de su situación y asi reducir la angustia.

 Que el paciente salga con ideas claras, conscientes y en el mayor


estado de tranquilidad posible.

 Que el paciente pueda ajustar su estilo de vida a las nuevas


condiciones que le demanda su realidad.

Los principios metodológicos en que se basan las sesiones son los siguientes:

a. A través del discurso y / o comportamiento , detectar en el paciente


cuando, como y por que muestra angustia, se niega, se enoja o se
deprime.

b. Con las ideas anteriores hacerle comentarios para que se de cuenta de


su situación e incremente su principio de realidad.

c. No dar soluciones, sino dejar que el paciente plantee sus propias


alternativas.

d. La esperanza es importante, pero debe emplearse en su justa


posibilidad, ya que de otra manera impedirá al paciente asumir su
situación con responsabilidad y conciencia.

e. No fomentar emociones negativas que se darán de todos modos.


f. No juzgar al paciente, ni adoptar actitudes paternalistas, como son los
regaños. Es mejor establecer una relación empática a través del “te
comprendo”.

g. Valorar las condiciones reales, tanto internas como externas.

h. Conviene que mediante las preguntas el paciente valore su situación


real , tanto interior como exterior; asi podrá valorar alternativas y tomar
desiciones.

i. Repetirle la información de diferentes formas, por ejemplo usando


imágenes para lograr la asimilación- comprensión de todo lo que implica
la seropositividad.

j. Cada sesión contemplara la importancia de establecer cambios en los


habitos y practicas.

k. Llevar a cabo varias sesiones, a fin de lograr un cambio de actitudes y


habitos, pues esto no se da de la noche a la mañana, es todo un
proceso.

l. Ayudar al paciente a que logre congruencia entre lo que piensa, siente y


hace.

m. Tratar los temas directa y naturalmente, sobre todo de sexualidad.


n. Proponer que la persona elabore un plan minimo de trabajo, con
objetivos a corto plazo, en el que pueda calendarizar los cambios
paulatinos que considere llevar a cabo.

o. Llevar un diario del proceso , en el cual se registre por escrito el plan y


su realización.

p. Destacar la importancia de ser constante en el diario, resaltando la


sistematización.

q. Proponerse tiempos para cumplir las metas, de manera que el paciente


pueda detectar los avances de su trabajo medico-psicologico ; esto lo
motivara para continuar cambiando habitos.

Fijar la atención en aquello que si se desea y no “pelearse” con lo que


no se desea , sino simplemente no hacerle caso.

3.5. Salud mental y SIDA


CONCLUSION

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