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Un servicio con entusiasmo ardiente

no seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor,


Romanos 12:11

Pablo ha estado exhortando a los cristianos en Roma al uso humilde y necesario de los dones
que han recibido de parte de Dios, poniendolos al servicio del cuerpo de creyentes y
manifestandose en dicho cuerpo un amor filial y en este contexto de la responsabilidad cristiana
de mostrar amor como marca distintiva de ser hijos de Dios, especialmente a los da la familia de la
fe, ahora apunta hacia el entusiasmo en que se deben hacer las cosas en la vida cristiana.
El apóstol les dice, no seáis perezosos en lo que requiere diligencia; Esta forma
negativa de presentar este mandato señala a una actitud que no se debe ver en aquellos a quienes
Dios ha salvado y colocado en su familia para servir a los demás y a Él mismo, estos no deben ser
tardos para actuar, indolentes ni fastidiosos sino todo lo contrario rápidos y veloces, como alguien
comentó, “Todo lo que vale la pena hacer en la vida cristiana tiene valor suficiente para que se
haga con entusiasmo y esmero”.
En las palabras que siguen el escritor añade un énfasis marcado en lo que debe
experimentarse en el ser interior que nos impulsa a actuar a favor de los demás , cuando dice,
fervientes en espíritu, esto pone en mente a creyentes que arden, hierven y se apasionan por
servir por lo que Dios en Su Gracia ya ha hecho en ellos y quien es el que primariamente debe ser
honrado como a un Señor a quien su esclavo sirve con un servicio continuo, pronto y entusiasta, es
por eso que Pablo termina con la frase, sirviendo al Señor.
Cristo nos ha comprado en el mercado de esclavos del pecado para que seamos sus siervos, y
quienes también están dispuestos a servir a otros que llevan su imagen y que en muchos casos
también fueron comprados por Él.
He aquí algunas muestras de un servicio con entusiasmo ardiente:
a. Poniendo las capacidades recibidas al servicio de los demás sin necesariamente ser
requeridas directamente.
b. Ideando formas de atender las necesidades de los demás sin esperar que alguien más lo
haga.
c. Motivando a otros a poner en acción sus dones y talentos para beneficio de alguien más.
d. Creciendo en el anhelo de glorificar a Dios en todo lo que esté al alcance para hacer.

…quien se dio a sí mismo por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y


PURIFICAR PARA SI UN PUEBLO PARA POSESION SUYA, celoso de buenas obras.
Tito 2:14

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