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DESTRUCCIÓN DE EXPLOSIVOS
DESTRUCCION DE EXPLOSIVOS
1.- INTRODUCCIÓN
Sin embargo, puede presentarse la necesidad de tener que destruir con urgencia
algunos explosivos o accesorios, sin posibilidad de solicitar el consejo de un
especialista. Estas recomendaciones recogen una serie de conceptos básicos
aplicables en estos casos.
Los sistemas más utilizados son la destrucción por explosión y por combustión. La
destrucción por métodos químicos ofrece en general, el inconveniente de un alto
costo y una cierta dificultad. No obstante, como veremos más adelante, el sistema
más adecuado para algunos explosivos es la disolución parcial en agua.
Con independencia del sistema de destrucción que se adopte, por explosión o por
combustión, deben considerarse unas distancias de seguridad tanto respecto a zonas
habitadas y vías de comunicación como en lo relativo al lugar de refugio del
personal que realiza la destrucción.
TABLA I
Distancias mínimas a lugares habitados y vías de comunicación
En la Tabla I se indican las distancias mínimas que deben existir entre el lugar de
destrucción y las casas o lugares habitados y vías de comunicación (salvo que se
haya impedido el acceso a ellas) más próximas. Ha de tenerse en cuenta que estas
distancias mínimas no garantizan contra eventual rotura de algún vidrio; para esto,
sería necesario, al menos, triplicar las distancias indicadas, sin que, pese a esto,
pudiera obtenerse la seguridad absoluta.
PSJE. LAS FLORES 11916
LAS CONDES - SANTIAGO
FONO- FAX: 2431583
E-Mail homunoza@vtr.net
Asistencia Técnica HERNAN MUÑOZ ASTETE, Ingeniero Químico
Capacitación Lic. Prog. Calc. Reg. Nac. Nº 5603516320
TABLA II
La Tabla II corresponde a las distancias mínimas que deben guardarse entre el lugar
donde se deposite el explosivo para su destrucción y el escogido para el refugio del
personal encargado de la operación. Este lugar debe elegirse de modo que presente
adecuada protección contra eventuales proyecciones.
Los cartuchos se extienden en hilera sobre esta cama, sin formar montón, evitando
además que se caigan de la “cama” o estén en contacto con el suelo.
Nunca deben quemarse las sustancias explosivas en sus cajas o bolsas de embalaje.
En general, debe evitarse por todos los medios el confinamiento de las cargas a
destruir, ya que éste aumenta el riego de explosión. Si el explosivo no es muy
combustible (como los acuageles, emulsiones o permisibles), o la leña está algo
verde o húmeda, debe iniciarse el conjunto con petróleo para favorecer la
combustión.
En un extremo de la pira se colocará una brazada de leña, hojas o papel bien seco
(en caso contrario impregnado de combustible), en donde se prenderá el fuego, para
no hacerlo directamente. Debe tenerse en cuenta que el sentido de propagación del
fuego tiene que ser contrario a la dirección del viento, a fin de impedir que la llama,
dirigida por el viento, incida en el explosivo forzando el calentamiento del mismo,
pudiendo degenerar el proceso en explosión.
Con respecto al campo de aplicación, puede decirse que abarca todos los explosivos
y accesorios, aunque no sea el más idóneo para todos ellos. Sin embargo, cuando
los explosivos se encuentren en mal estado de conservación, o haya sospecha de
ello, especialmente si se trata de explosivos de nitroglicerina - nitroglicol, el método
de explosión es siempre el más aconsejable, pues requiere una manipulación
mínima de las sustancias explosivas, pudiéndose a veces proceder a la destrucción
sin necesidad ni de abrir las cajas de explosivo.
Este sistema de destrucción presenta dos inconvenientes: por una parte, la nube de
polvo que se origina es muy intensa y, por otra, resulta difícil, en caso de fallo,
recuperar el explosivo no destruido.
En general, salvo en casos obligados, debe evitarse este tipo de destrucción, pues, si
bien no contamina el agua, sí, por el contrario, destruye por efectos de la explosión
la vida animal acuática en radios muy amplios.
TABLA III
Este método sólo es aconsejable para aquellos productos que, siendo pulverulentos,
se disuelvan en algún líquido barato (agua por ejemplo) y no den restos peligrosos
contaminantes.
El agua no resulta apropiada para destruir este tipo de explosivos, ya que las
gelatinas no son solubles en ella, y en el caso de los explosivos permisibles, aunque
lleguen a disolverse las sales, ueda insoluble, entre otros aceites, la nitroglicerina -
nitroglicol, lo
Teóricamente, las pólvoras negras pueden destruirse por disolución en agua, ya que
al humedecerse pierden sus cualidades explosivas y uno de sus componentes, el
nitrato de potasio, es soluble. Sin embargo, la disolución es muy lenta en la práctica,
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4. DESTRUCCION DE ACCESORIOS
También, y en este caso, pueden destruirse echándolos uno a uno en una buena
fogata previamente preparada, donde se originará su detonación progresiva; siempre
habrá que estar debidamente protegido contra la proyección de metralla de los
casquillos o cápsulas metálicas y de los tubos portarretardos, en su caso si se trata
de detonadores eléctricos, no eléctricos o conectores de retado.
Asimismo, también es posible que, por la alta temperatura producida, los alambres
de conexión o tubos no eléctricos, que salen despedidos, estén incandescentes y
puedan provocar un incendio.
Si se emplea el mismo agujero para una nueva destrucción, antes de colocar un
nuevo manojo, debe inspeccionarse detenidamente el fondo, a fin de comprobar si
se ha enfriado y no queden restos de la explosión anterior.