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A.

aculeata es una palmera de entre 13 y 20 m de altura y de 3 a 4,5 m de diámetro de copa, con uno o
más raramente varios estípites de unos 2 a 3 dm de diámetro, cubierto de una corteza lisa y oscura,
dotada de espinas fuertes y rectas de hasta 15 cm de largo. El sistema radicular es extenso y profundo.
Muestra hojas persistentes, pinnadas, con numerosos folíolos que nacen en planos diferentes, color
verde claro, muy glabros, con el raquis duro y espinoso, de 1,5 a 3,5 m de largo. La espata también es
muy espinosa.
Las flores forman inflorescencias en espádices de color amarillo pálido o pardo, que aparecen a
comienzos del verano. Son monoicos, con las flores masculinas ubicadas en la parte superior del
espádice y las femeninas en la inferior. El fruto es una drupa globosa, de la cual aparecen desde 4 hasta
incluso 14 racimos por ejemplar; tiene de 3-4 cm de diámetro. El pericarpio o cáscara es liso, de color
verde, siendo de color amarillo o marrón cuando maduros; es quebradizo y fácil de despegar; el
mesocarpio, de consistencia fibrosa, rico en caroteno, de color amarillo y fragancia muy agradable,
resulta comestible, con un sabor que recuerda al coco. La semilla consta de un exocarpio grueso y muy
duro, de color negruzco con tres poros ecuatoriales y un endocarpio liso de color externo oscuro y
blanco por dentro, en donde se encuentra el embrión, también comestible, muy apetecido por insectos,
animales y el ser humano. El ciclo de los frutos dura 13 a 14 meses y madura hacia finales del verano.

Distribución

Vista de la planta
A. aculeata se encuentra en Mesoamérica, desde el Sur de México (Chiapas) hasta el Noroeste de Costa
Rica. Además en Suramérica en el norte de Colombia, el Sur de Brasil, Paraguay, Este de Bolivia y en
el Norte de Argentina. También ha sido recolectada en la Isla de Santa Lucía en las Antillas Menores.
Detalle del tallo y sus espinas.

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