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"Theory Rider Waite Hermetic Revelation version alliance 2",

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"la filosofia hermetic Riders Waite tarot alliance 2": ¿por by


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TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL


LOCO-0"

NOMBRES: El Loco, El Tonto, El Bufón de Dios, El Chiflado, El


Mísero, El Discípulo.

NOMBRE MÍSTICO: El Espíritu.


ELEMENTO: Aire, asociado al aspecto mental del hombre.

NÚMERO 0: este dígito es una figura autocontenida ya que


carece de principio y de fin, por ello simboliza el "mundo" del
que venimos y al que volvemos, la eternidad, el infinito, el
eterno presente.

REPRESENTA: el espíritu encarnado, puro e inconsciente


debido a su falta de conocimientos. El Loco se reencarna en el
mundo material dispuesto a adquirir experiencias vivenciales
necesarias para su crecimiento espiritual, la evolución de su
alma y el logro de la sabiduría.

SIMBOLOGÍA

El sol blanco, que vemos sobre "El Loco", representa el


mundo del que todos procedemos, además de gran protección
de Arriba.

El palo, que sostiene sobre su hombro, es la Vara del Poder.


Lo lleva descuidadamente y sólo lo utiliza para llevar una
bolsa porque él no es consciente de sí mismo ni de su propio
poder.

El color negro, del bastón, simboliza lo que se está gestando


en la oscuridad, la potencialidad de todas las cosas, es decir,
aquello que podría ser posible pero que aún no se ha
materializado. Este color también representa todo cuanto
tiene existencia real y no podemos ver ni conocer debido a
nuestras limitaciones.

En el hato (bolsa colgada de la vara) lleva sus recuerdos, las


experiencias vividas, sus anteriores reencarnaciones.

El el hato vemos una cabeza de águila, encarnación del signo


zodiacal Escorpio, el cual representa la manifestación de una
enorme energía, el deseo y la pasión.
El Loco viste una camiseta blanca. El color blanco se refiere a
la pureza, la inocencia, la bondad, las pasiones limpias.

Lleva un vestido adornado con estrellas, que son la imagen


del cielo; hojas verdes, en alusión a la naturaleza y a la
fertilidad; y llamas de fuego que se vinculan a la energía vital
o de deseo, la cual impulsa a vivir experiencias vivenciales.

La pluma roja, al igual que las llamas de fuego, figura la


energía vital o de deseo.

En su mano sostiene una rosa blanca. La rosa roja es la flor


de la pasión y el color blanco el de la pureza, por lo que la
rosa blanca refleja pasiones puras y limpias. Esto señala que
El Loco es un ser inocente que ha venido al mundo material a
aprender.

El animal que le acompaña (no siempre es el mismo animal


en los diferentes Tarots, pero el significado sí lo es) encarna
las fuerzas de la naturaleza que son inherentes en todo ser
humano, la parte instintiva del hombre, la inteligencia
emocional, la voz interior que advierte a la mente consciente
de posibles peligros.

El precipicio, que vemos ante El Loco, es la "caída" entendida


como error vital y las consecuencias que hay que pagar por
ello.

Calza botas amarillas, color representativo de la mente


consciente, la claridad y la lucidez mental, la lógica y la razón,
la verdad y la luz, la energía, el dinamismo, la vitalidad. El
Loco lleva este color en los pies, lo que indica que él no
piensa con la cabeza. Este Arcano es el emblema del
"movimiento sin pensamiento", o sea, de la irreflexión.

El fondo amarillo figura el Sol. Este astro es fuente de vida,


de luz y claridad, de fortaleza interior y potencia física.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

MAGO-I"

NOMBRES: El Mago, El Juglar, El Prestidigitador, El Joven.

NOMBRE MÍSTICO: El Mago del Poder Mercurio.

PLANETA REGENTE: Mercurio, símbolo del contacto con el


mundo a través del conocimiento, de la inteligencia, la mente
lógica y racional, de la versatilidad y el talento para adaptarse
a las diferentes circunstancias.

DÍA DE LA SEMANA: miércoles.

ESTACIÓN: primavera.

NÚMERO 1: unidad, comienzo, impulso primario y creador,


coraje, entusiasmo, voluntad, iniciativa, determinación,
autosuficiencia, individualismo, aptitud de mando y liderazgo,
ambición, capacidad para asumir riesgos.

REPRESENTA: la conciencia, el poder de la voluntad, la


creación, la manifestación, la capacidad para hacer que algo
real emerja de las posibilidades de la vida.

SIMBOLOGÍA

Las manos de El Mago encarnan la dualidad, los principios


opuestos: la mano derecha representa la energía masculina,
la mente consciente y la razón, la actividad, el día, la luz, la
claridad; la mano izquierda simboliza la energía femenina, la
mente subconsciente y la intuición, la pasividad, la noche, la

oscuridad, la sombra.

Con su mano derecha levanta la Vara del Poder para atraer la


energía de la vida que es energía creativa. Esta es la misma
vara que portaba "El Loco-0". Pero a diferencia de éste, El
Mago la sostiene cuidadosamente con el fin de usar sus
capacidades. Esto indica que El Mago, al contrario de El Loco,
tiene plena conciencia de su propio poder. Esta vara otorga
voluntad, poder personal, ideas creadoras, iniciativa y
optimismo.

Con el dedo índice (imagen de mando y voluntad) de la mano


izquierda señala la tierra, desparramando en ella toda la
energía creativa que ha canalizado con su derecha a fin de
que se dé creación.

Sobre la cabeza lleva un "ocho en posición horizontal",

llamado Lemniscata. Representa la repetición incesante de los


ciclos de la vida, el eterno presente, el infinito y la vida
eterna, lo que significa que la vida no termina con la muerte
física.

Una cinta blanca enmarca su frente, signo de actividad y


claridad mental.

Viste una túnica blanca, el color de la bondad, la pureza y las


pasiones limpias.

Luce una túnica roja sobre la blanca. El rojo es el color de la


mente consciente, de la fuerza vital o de deseo que impulsa a
vivir experiencias vivenciales. Sugiere vitalidad, actividad,
movimiento, deseo, ambición, coraje, confianza en uno
mismo, atracción, amor, pasión.

Ciñe su cintura una serpiente que se muerde la cola, llamada


Ouroboros oUroborus. Es la imagen del infinito y de la vida
eterna. La cola figura el pasado y la cabeza el presente. Allí
donde la cabeza muerde la cola se origina el eterno presente,
que en realidad es lo único que existe. Con este símbolo,

El Mago nos indica que el hombre que es consciente de su


eternidad encontrará en sí mismo la fuerza necesaria para
encarar todas y cada una de las pruebas a las que le someta
el destino.

Hay numerosas flores ante él y a sus pies, símbolos de


creación, de florecimiento de todo lo positivo, de posibilidades
que se materializan y se afirman en la realidad física.

Delante del Mago hay una mesa con los símbolos de los
cuatro elementos que conforman el Cosmos y el Hombre:

Una vara, asociada al elemento Fuego, vinculado a la energía


vital o de deseo.

Una copa, asociada al elemento Agua, vinculada al mundo


emocional.

Una espada, asociada al elemento Aire, vinculado al mundo


mental.

Un pentáculo, asociado al elemento Tierra, vinculada al


mundo físico.

Con estos símbolos el Mago nos enseña que las personas


estamos constituidas de energía vital, emociones, mente y
cuerpo físico, dones que posee todo individuo para poder
crear "cosas" constructivas y positivas. Él es consciente de
estas capacidades e intenta utilizarlas para producir
situaciones afirmativas en el mundo material.

El fondo de la carta es amarillo, color de la conciencia, de la


claridad y la lucidez mental, de la lógica y la razón, de la
verdad y la luz, de la energía, el dinamismo y la vitalidad.

El pentáculo es una moneda de oro que lleva en su centro una


estrella de cinco puntas. La moneda simboliza la riqueza
externa; la estrella, la riqueza interna o del alma.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

PAPISA-II"

NOMBRES: La Papisa, La Papesa, La Sacerdotisa, La Suma


Sacerdotisa, Isis con Velo.

NOMBRE MÍSTICO: la Sacerdotisa de la Estrella de Plata.

ELEMENTO: Agua, asociada a la energía femenina, al mundo


del sentimiento y la emoción, a la mente subconsciente, a la
intuición. Es la profundidad del mundo inmaterial, la vida
interior, el reino onírico, el infinito, la verdad eterna e
inmortal.

PLANETA REGENTE: Luna, símbolo de la infancia, la


adolescencia, la fertilidad, la madre, la esposa, la feminidad,
la mujer, los cambios, el alma, la memoria, las fuerzas de la
naturaleza y las percepciones extrasensoriales.

DÍA DE LA SEMANA: lunes.

NÚMERO 2: la dualidad, los opuestos.

REPRESENTA: la energía femenina, la intuición, la


clarividencia, la inteligencia emocional, la gran sabiduría que
se encuentra latente en todo ser humano, el reino de la
mente subconsciente, lugar en el que están ocultas tanto las
potencialidades creativas como las destructivas, es decir, la
dualidad o principios antagónicos:

masculino y femenino, actividad y pasividad, claridad y


oscuridad, el bien y el mal... Simboliza la noche, la matriz, y
la semilla, o sea, aquello que permanece en estado potencial.
Ella posee el secreto del destino del individuo, el cual se gesta
en la oscuridad del inconsciente hasta que se cumple el
tiempo de su manifestación.

Este Arcano personifica el aspecto mental del arquetipo


femenino y es el emblema de la "verdad interior".

SIMBOLOGÍA

La Papisa está sentada, símbolo de pasividad externa.

Tiene la mano derecha oculta, lo que indica que la actividad


no tiene lugar en el mundo exterior, pues la zona derecha del
hombre se asocia a la mente consciente, al día, a la claridad.

Sólo muestra la mano izquierda, signo de actividad interior,


ya que la zona izquierda del hombre se asocia a la mente
subconsciente, a la noche, a la oscuridad.

Está vestida con la vestimenta simbólica de las sacerdotisas


de la diosa egipcia, Isis con Velo. La Papisa es la
personificación de esta diosa lunar virgen, guardiana del
mundo subconsciente y sus secretos, cuya virginidad se
asocia con el inconsciente sin explorar.

Viste una túnica azul, color asociado al elemento Agua y a


todo lo que éste simboliza (ver arriba, Elemento). Refleja
emociones placenteras, actividad sentimental y afectiva,
fidelidad, serenidad, sosiego, quietud.

El velo, que lleva sobre la túnica, representa la pureza y lo


que es sagrado. Es un elemento de resguardo y ocultamiento
que establece una clara distinción entre el exterior y el
interior, y este último es precisamente lo que se pretende
cubrir.

En su cabeza luce una corona lunar triple, atributo de la


diosa Isis. Figura el poder femenino de la inteligencia
emocional y las diferentes fases de la luna:

La luna creciente se vincula con la primera edad del hombre


(infancia), con el crecimiento, la regeneración y la luz.

La luna llena, con la segunda edad del hombre (juventud),


con la plenitud, la fuerza y el poder.

La luna menguante, con la tercera edad del hombre


(madurez) y con todo lo que decrece.

La luna nueva se asocia a la cuarta edad del hombre (vejez).


Al no ser visible se vincula con la oscuridad y la muerte.

Las fases lunares simbolizan la renovación perpetua y, por


tanto, la inmortalidad y la eternidad.

En sus manos sujeta un pergamino enrollado o papiro de la


sabiduría. Es el Libro de la Vida, la Torá o Ley de Dios, signo
de sabiduría, del reino oculto y de la magia, en el que está
escrito el conocimiento superior. La Papisa lo mantiene
enrollado porque no podemos leer su contenido, ya que
comprenderlo es el cometido de los Arcanos Mayores en su
totalidad.

En el pecho tiene una cruz solar. Los brazos de la cruz son


iguales, tienen la misma longitud. El brazo vertical representa
el mundo de la conciencia y la razón, la energía masculina y
activa; el brazo horizontal, el mundo del subconsciente y la
intuición, la energía femenina y pasiva. La cruz, por unir estas
dos energías y estos dos mundos antagónicos, figura armonía
y equilibrio entre principios opuestos, perfecta unión entre los
contrarios, y la resolución de la dualidad en el mundo físico.

A sus pies descansa una luna amarilla en cuarto creciente.


Representa el cumplimiento de todos los deseos debido a que
la Sacerdotisa sigue las Leyes de Dios o Leyes Cósmicas, las
cuales permiten la realización de todas las aspiraciones.

Detrás de ella hay dos pilares o columnas que figuran la


entrada al templo de Isis y al antiguo templo de Jerusalén, el
lugar que es morada de Dios sobre la Tierra. Simbolizan la
dualidad, los opuestos, el acceso al ámbito del inconsciente, a
la sabiduría y al conocimiento interior. La de color negro se
llama "Boaz" y la de color blanco, "Jakin". Estos son los
nombres que recibían los dos pilares principales del templo de
Jerusalén.

Boaz (columna negra) es el rigor, la pasividad, la oscuridad,


la energía negativa y femenina, el misterio, el subconsciente,
lo que yace bajo la conciencia y que, por tanto, es
desconocido a la mente consciente pero que no por ello
carece de existencia.

Jakin (columna blanca) simboliza la misericordia, la actividad,


la claridad, la energía positiva y masculina, lo revelado, la
mente consciente, es decir, lo que podemos ver con los ojos y
escuchar con los oídos.

Las letras de las columnas corresponden a la indicación


inversa: la "B" es blanca y la "J" es negra. Esto significa que
la dualidad es ilusoria y que cada uno de los extremos lleva
incorporado en sí mismo al otro.

El velo que hay detrás de la Papisa aparenta lo que está


velado a los cinco sentidos y que solamente el tercer ojo
(sexto sentido) puede descubrir.

Las granadas, que podemos ver en el velo, encarnan la


matriz, el útero femenino.

Las palmeras encarnan el falo masculino.

Detrás del velo podemos ver un estanque. Representa el


mundo que yace bajo la conciencia: el subconsciente o
"mundo de la potencialidad", en el que se guardan las
semillas de toda manifestación y el lugar que encierra una
gran sabiduría. La parte visible del estanque representa la
zona superficial del inconsciente. Su profundidad simboliza el
inconsciente en sí y el gran subconsciente colectivo, es decir,
la unión de todos los seres que se encuentra más allá de la
razón. Es aquí donde se esconde esa inestimable sabiduría,
los misterios que permanecen velados a los cinco sentidos y
verdades muy hondas. En la parte más abismal del están que
se encuentran los miedos más recónditos y la parte más
degradante de la naturaleza humana. El hombre, al llegar al
nivel del arcano mayor "La Luna -XVIII" estará preparado
para enfrentarse a esta parte de sí mismo y transformar esta
energía negativa en positiva, liberándose de lo malo de su
naturaleza de una manera definitiva.

El agua del estanque está tersa e inmóvil porque en esta


lámina sólo podemos ver la parte superficial del mundo
interior, lo que significa que la Sacerdotisa no nos puede
mostrar la profundidad del subconsciente. Se limita a
indicarnos que dentro de nosotros hay mucho más de lo que
podemos percibir con la mente consciente y racional, que
todo ser humano posee en su interior una parte que le es
desconocida. Es a causa de este desconocimiento que el
inconsciente se nos aparece como algo oscuro y misterioso.
Gracias a las lecciones de los 22 Arcanos Mayores podremos
acceder a las profundidades de este estanque y conocer la

sabiduría que allí se esconde.

Ver simbología del arcano mayor, "La Luna-XVIII"

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA


EMPERATRIZ-III"

NOMBRES: La Reina, Urania, Deméter, Cibeles, Isis sin Velo,


La Emperadora.

NOMBRE MÍSTICO: la Hija de los Poderosos.

PLANETA REGENTE: Venus, símbolo del amor, la estética, los


placeres y su disfrute.

DÍA DE LA SEMANA: viernes.

NÚMERO 3: producción, creación, realización, nacimiento y


fructificación, el fruto, el hijo, síntesis y armonía.

REPRESENTA: el aspecto emocional del arquetipo femenino, la


naturaleza, el matriarcado, la madre, la matriz, la fecundidad,
la fertilidad, todo lo que está en crecimiento, la envoltura
material de los seres espirituales.

SIMBOLOGÍA

Al igual que "El Mago-I", "La Emperatriz" es símbolo de


creación activa. Pero ahora la creación es el resultado de
acciones anteriores y no solamente una idea o un comienzo
como ocurría en la carta de El Mago. Además, el Arcano I no
siempre implica realización física de la idea y la Emperatriz sí.

La Emperatriz está embarazada. El embarazo es la actividad


gestante, la envoltura material de los principios espirituales.
Representa todo lo que está creciendo y desarrollándose,
fecundidad, fertilidad y materialización.

Enseña su pie derecho, signo de actividad, ya que la zona


derecha del hombre se asocia a la acción, a la mente
consciente, al razonamiento lógico, al día y la claridad.

Ella es puro sentimiento y emoción, es la fuerza que hace


crecer y germinar.

Lleva un vestido adornado con granadas. Esta fruta, por


estar llena de semillas, simboliza la fertilidad, la matriz y el
útero femeninos, la simiente dadora de vida y el aparato
genital femenino ya fecundado.

El cetro de forma redondeada, que La Emperatriz sostiene


con su mano derecha, representa poder sobre la tierra y la
capacidad de crear cosas en el mundo físico. Tiene forma de
esfera porque todo lo redondo (excepto el nº0) se asocia a lo
femenino y maternal. Es la representación del matriarcado y
de la potestad de la energía femenina sobre las cosas de este
mundo.

Lleva un collar de 9 perlas en alusión a los nueve planetas y


a su influencia sobre la Tierra y el hombre.

Sobre la cabeza luce una corona de doce estrellas que figura


los doce signos del zodiaco y su influjo sobre las personas.

Las estrellas de la corona son de seis puntas. Esta estrella


combina el triángulo de Fuego (vértice hacia arriba), asociado
a la energía masculina, al mundo de la conciencia y la razón,
y a la fuerza vital o de deseo que impulsa a vivir experiencias
vivenciales, y el triángulo de Agua (vértice hacia abajo),
asociado a la energía femenina, al mundo del subconsciente y
la intuición, al reino del sentimiento y la emoción. La estrella
de seis puntas une estos dos triángulos, expresión de la
actuación conjunta de los principios opuestos que ellos
simbolizan y, por tanto, su equilibrio y armonización.

Debajo de la corona hay una diadema de laurel, emblema de


éxito y triunfo.

Detrás de la Emperatriz vemos un cojín color naranja. El


naranja es el color del Sol -alegoría de la fortaleza que
entraña la energía masculina. Es una alusión al Sol (símbolo
masculino) fecundando la Tierra (símbolo femenino), o sea, la
energía masculina fecundando la femenina.

El escabel, la tela y los zapatos son rojos. El rojo es el color


del deseo, de la pasión, de la acción, del movimiento. Aquí
significa la fuerza del deseo que hace posible las realizaciones
materiales y la actividad en el mundo concreto.

El Escudo en forma de corazón con el símbolo de Venus


representa a Venus-Afrodita, diosa del amor, de la belleza y el
placer.

Los árboles de forma redondeada se asocian a la energía


femenina; los de forma alargada a la energía masculina.
Representan las dos fuerzas, la masculina y la femenina
actuando juntas.

El río, que corre detrás de La Emperadora, simboliza la


fuerza de la vida y la unidad de estabilidad y cambio.

El campo de trigo es la imagen de la Madre Tierra dando sus


frutos, lo cual es un signo de fertilidad.

El fondo de la carta está iluminada por el Sol. Este astro es


fuente de vida, de luz y claridad, de fortaleza interior y
potencia física, de abundancia y felicidad.

En su conjunto, la Emperatriz enseña que sin que se unan las


dos formas de energía que conforman el cosmos (masculina y
femenina) no puede haber creación.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

EMPERADOR-IV"

NOMBRES: El Emperador, El Faraón, El Soberano, La Piedra


Cúbica.

NOMBRE MÍSTICO: El Sol de la Mañana; Jefe entre los


Poderosos.

SIGNO ASTROLÓGICO: Aries. Este signo confiere fuerza,


capacidad de progreso, espíritu competitivo, empuje,
iniciativa.

NÚMERO CUATRO: lo concreto, el mundo de la materia, el


mundo físico, la realización y materialización en el mundo
terrenal, el logro de la labor realizada, el resultado de la
acción, los éxitos mundanos y su conservación.

REPRESENTA: el patriarcado, el padre, la sociedad y sus


normas, el civismo, la ley y el orden, el raciocinio, el
pensamiento lógico, el dominio de la razón sobre las
emociones.

NOTA: el arcano mayor "El Mago-I" o principio masculino


(reino de la razón y la lógica), más el arcano mayor "La
Papisa-II" o principio femenino (reino de la emoción y el
sentimiento) dan lugar al número 3, es decir, al arcano mayor
"La Emperatriz-III". Ella es el resultado de la unión de estas
energías opuestas, representadas por "El Mago" y "La Papisa".
Personifica, por tanto, el fruto resultante de esta unión, que
da lugar a la fecundidad y la fertilidad. "El Emperador", al ser
el nº4, supone la superación del nº3, gracias a lo que
consigue dar una gran solidez al fruto creado por "La
Emperatriz".

SIMBOLOGÍA

El Emperador viste una túnica roja, el color de la actividad.


Aquí la actividad se ejerce sobre el mundo emocional, mental
y físico, intentando dirigirlos.
Lleva una armadura, símbolo de autoprotección y defensa, de
control sobre las emociones y los pensamientos.

La armadura es azul. Este color se asocia al elemento Agua,


emblema del mundo emocional. Esto significa que "El
Emperador" tiene sus emociones y sentimientos bajo control,
que no se deja arrastrar por ellos.

Un pequeño río serpentea detrás del sillón. Por una lado,


simboliza la fuerza de la vida y la unidad de estabilidad y
cambio. Por otro, el elemento Agua se asocia a la energía
femenina, sin la cual la masculina no podría existir.

Con su mano derecha sostiene un cetro en forma de Ank o


cruz Ansada egipcia, símbolo de la búsqueda de la
inmortalidad, atributo del triunfo de la vida sobre la muerte y
de control sobre el mal.

Tiene un globo en su mano izquierda, representación del


planeta Tierra, por lo que simboliza poder sobre el mundo
físico.

Estos dos símbolos unidos, el cetro y el globo, indican que se


ejerce una influencia activa sobre las cuestiones materiales y
las situaciones mundanas, que "El Emperador" dirige y
gobierna.

Lleva barba y su cabello es cano, símbolos de decisión,


autoridad, madurez y experiencia.

En la cabeza luce una corona, emblema de la sabiduría y el


conocimiento superior, del poder material, de la autoridad y el
gobierno de la razón sobre los instintos.

Las cinco piedras preciosas incrustadas en la corona aluden


al poder de los cinco sentidos (la razón y la lógica) para dirigir
los acontecimientos y controlar las pasiones.
Sobre la corona lleva el símbolo del signo astrológico, Aries,
imagen de progreso, fuerza, impulso, iniciativa y acción.

El Soberano está sentado sobre un trono de piedra. El trono


es símbolo de gobierno y autoridad. La piedra es el emblema
del plano físico, de las realizaciones concretas en el mundo
terreno, de la solidez, el orden y la estabilidad.

En el trono hay cuatro cabezas de carneros que hacen


alusión al número cuatro y al signo zodiacal, Aries.

Detrás del Emperador hay montañas áridas, asociadas al


patriarcado y al poder masculino que se aferra a la autoridad.

El fondo de la imagen es naranja. Este color, al estar


asociado al sol (símbolo del principio masculino), es la
expresión de la energía y la fuerza masculinas.

Asimismo, el color naranja, lo mismo que el sol, es fuente de


vida, de luz y claridad, de fuerza interior y potencia física, de
abundancia y felicidad.

Hay en esta carta una clara preponderancia de la energía


masculina sobre la femenina. Es decir, del raciocinio y el
pensamiento lógico sobre el mundo del sentimiento, y de las
reglas y el orden sobre lo que es emotivo.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

HIEROFANTE-V"

NOMBRES: El Hierofante, El Maestro de los Arcanos, El


Pontífice, El Sacerdote, El Sumo Sacerdote, El Jerarca, El
Maestro Sagrado, El Gran Iniciado, El Patriarca, El Papa.

NOMBRE MÍSTICO: El Mago de lo Eterno.

SIGNO ASTROLÓGICO: Tauro. Este signo confiere del carácter


conservador, reflexivo, respetuoso, estable, tenaz.

NÚMERO CINCO: el hombre, los cinco sentidos, lo que es


temporal, mutable y perecedero. El cinco representa la
espiritualidad porque trasciende el número cuatro, que es el
símbolo de la materia.

REPRESENTA: la ley divina, el poder espiritual, Dios


manifestándose en el mundo de la forma, la palabra y la
sabiduría escrita que comunica la voluntad divina, la ley
sagrada revelada en las escrituras, el poder espiritual que
gobierna y obra en lo temporal, el conocimiento del bien y del
mal, la religión, la ética, la moral.

SIMBOLOGÍA

El arcano mayor "El Emperador-IV" provee las necesidades


físicas; El Papa, al ser el guía del crecimiento espiritual,
provee las necesidades espirituales. El Emperador representa
el comportamiento correcto ante la sociedad; el Papa, el

comportamiento correcto ante los ojos de Dios.

El Papa lleva una camiseta blanca. El color blanco simboliza


pureza, bondad, pasiones limpias.

Viste una túnica roja sobre otra de color azul. El color rojo
representa la actividad, la mente consciente, el mundo de la
razón; el azul se asocia a la pasividad, a la mente
subconsciente, al mundo emocional e instintivo. El hecho de
que el color rojo cubra al azul indica actividad sobre las
emociones y sobre el instinto; es el reflejo de la actividad
racional que hace inteligible y permite comprender los
misterios encerrados en el subconsciente.

En el cuello porta una luna azul. La luna es el emblema del


reino instintivo e inconsciente. Este símbolo une al Hierofante
con el arcano mayor "La Papisa-II" (asociada a la Luna)
debido a que él pone palabras, hace inteligible el mundo del
subconsciente, simbolizado por ella.

El color rojo de la tarima indica que el mundo de la


conciencia, sobre el que se mueve El Sacerdote, está en
continuo movimiento.

En su vestido hay cruces solares. La cruz solar es aquella


cuyos brazos son iguales, tienen la misma longitud. El brazo
vertical se asocia al reino de la conciencia y la razón, a la
energía masculina y activa; el horizontal, al reino del
subconsciente y la intuición, a la energía femenina y pasiva.
La cruz, al unir estas dos energías y estos dos mundos
antagónicos, es signo de equilibrio y armonía entre principios
opuestos, de perfecta unión entre los contrarios, y de la
resolución de la dualidad en el mundo físico.

Cinco son las cruces que lleva en su indumentaria: tres en la


túnica y dos en los zapatos, por alusión al número cinco.
Como se ha mostrado anteriormente, es un dígito espiritual
porque que trasciende el número cuatro o materia.

Sobre la tarima hay cuatro cruces solares más. El número


cuatro representa el mundo físico y material. Ello indica que el
poder espiritual, representado por el Papa, gobierna sobre lo
material.

Vemos dos cruces solares más en las cabezas de las llaves


cruzadas que hay en la parte frontal del entarimado. El
número dos se asocia a la dualidad (consciente-inconsciente,
razón-emoción...), lo que simboliza, una vez más, unión
armónica entre principios opuestos.

Las llaves cruzadas de la tarima, al ser iguales y del mismo


color, simbolizan la unión de lo que es dual, la solución a las
contradicciones. Estas llaves abren el libro que contiene la ley
divina que fue revelada a los hombres. El Papa es quien
comprende esta ley y el que la transmite a los hombres para
que puedan entenderla. O sea, estas llaves abren la caja de la
doctrina secreta en la que se encuentran las creencias
morales que ayudan a encontrar la paz. Este es el poder del
Papa.

El suelo ajedrezado del entarimado nos dice que la vida es


dual y ambigua.

En la cabeza luce una tiara papal dorada. El color dorado o


amarillo simboliza claridad y lucidez mental, verdad y luz,
lógica y razón, energía, dinamismo, vitalidad.

La tiara presenta cuatro niveles:

1. Sobre la frente del Papa está la almena inferior con cinco


tréboles, representación del plano material, del mundo físico
que percibimos a través de los cinco sentidos.

2. La almena central, con siete tréboles, es el mundo de las


emociones y el plano astral.

3. La tercera almena, con tres tréboles, representa el mundo


mental y el espiritual, el cual equilibra, gobierna y dirige los
restantes planos o mundos.

4. El cuarto nivel o remate de la tiara simboliza el mundo del


espíritu, al que todos estamos unidos.

Las orejas del Papa están tapadas por la tiara, lo que


significa que el Hierofante sólo escucha y obedece la ley
divina.

La mano derecha del Sacerdote está elevada en bendición,


signo de entrega, de amor humano y fraternal.
En la mano izquierda lleva una cruz de tres travesaños
rematados por una esfera. Representan, empezando desde
abajo, el mundo físico, el emocional y el mental gobernados
por el mundo espiritual (o esfera). El conjunto simboliza el
poder de la experiencia y el dominio del alma sobre la
materia.

Ante el Papa vemos dos acólitos o iniciados:

El sacerdote de la izquierda viste una capa de rosas rojas. El


lado izquierdo del hombre y las rosas rojas se asocian al
aspecto emocional e instintivo de la naturaleza humana.

El sacerdote de la derecha va vestido con una capa de lirios.


El lado derecho del hombre y los lirios se asocian al aspecto
mental del hombre, a la razón y la lógica.

Los dos sacerdotes juntos hacen alusión a la dualidad, a los


principios opuestos.

El Papa se sitúa entre los dos iniciados porque es el poder


que une estos dos principios contradictorios, consiguiendo que
puedan vivir perfectamente armonizados.

Detrás del Papa hay dos columnas. La de la izquierda


representa la ley divina y la ley moral; la de la derecha, la
libertad de obedecer o no.

Las dos columnas unidas son símbolo de sabiduría y


conocimiento.

El trono representa gobierno y autoridad.

El trono y las columnas son grises. El color gris surge de la


fusión del blanco (mundo consciente-energía masculina) y el
negro (mundo subconsciente-energía femenina). Esto
significa, otra vez, unión de opuestos y solución de
contradicciones, equilibrio entre corazón y mente, en suma,
armonía interior y exterior.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR


"LOS ENAMORADOS-VI"

NOMBRES: Los Enamorados, El Enamorado, Los Amantes, La


Atracción, Los Dos caminos, Los Dos Senderos, Las Dos
Rutas, La Elección, La Encrucijada, El Indeciso, La Duda, La
Prueba.

NOMBRE MÍSTICO: El Oráculo de Los Dioses Poderosos; Los


Hijos de La Voz.

SIGNO ASTROLÓGICO: Géminis, emblema de la dualidad, de


la versatilidad del pensamiento, de adaptabilidad.

NÚMERO SEIS: belleza, armonía y equilibrio, progreso y


evolución, atracción mutua entre los opuestos.

REPRESENTA: la adolescencia, época en la que emerge la


sexualidad y aparece el ansia de independencia, además de la
capacidad de tomar decisiones basadas en la propia
evaluación de deseos y responsabilidades, el poder del amor y
la atracción sexual, el conocimiento adquirido a través del
amor, la facultad discriminatoria de la mente, la necesidad de
elegir y excluir, el libre albedrío (libertad de elección).

SIMBOLOGÍA

El hombre y la mujer encarnan la dualidad y los principios


opuestos que conforman la existencia: masculino-femenino,
actividad-pasividad, claridad-oscuridad, luz-sombra...

El hombre personifica la energía masculina, vinculada al


elemento fuego (que representa la energía vital o de deseo
que impulsa a vivir experiencias vivenciales), a la mente
consciente, al pensamiento lógico y práctico. Está regido por
la razón.

La mujer personifica la energía femenina, vinculada al


elemento agua (que representa el reino emocional), a la
mente subconsciente, al mundo emotivo e intuitivo. Está
regida por la pasión.

El ángel representa la mente supra-consciente. Esto significa


la unión equilibrada del mundo de la conciencia y el mundo
del subconsciente, lo que da lugar a la sabiduría. Por su
naturaleza, la razón controla y contiene, en tanto que la
pasión tiende a avasallar todos los límites. La pasión necesita
estar guiada por la razón, lo mismo que la razón precisa de
las pasiones para ser liberada. El ángel une estos dos
principios en perfecta armonía.

El ángel de la imagen encarna al Arcángel Rafael, llamado


Señor del Sol. Este astro es fuente de vida, de luz y claridad,
de fortaleza interior y potencia física, de abundancia y
felicidad.

Los ángeles son intermediarios entre Dios y su creación, y los


guardianes protectores de la humanidad. Irradian energía
cósmica al plano físico y ayudan al hombre en el "despertar
de la conciencia".

El hombre mira a la mujer porque que la razón sólo puede ir


más allá de sus límites por mediación de la pasión.

La mujer mira al ángel porque consigue, de esta manera,


elevar los sentidos, los deseos y pasiones a un nivel superior.

El ángel lleva una túnica color violeta. Este color es una


alegoría de las energías antagónicas, constituyentes del
Hombre y el Cosmos, en perfecta unión y equilibrio. Esto se
debe a que el violeta surge de la fusión del rojo (asociado a la
energía masculina, al mundo de la conciencia, a la razón) y el
azul (asociado a la energía femenina, al mundo
subconsciente, a la intuición). Figura la unión indiferenciada
de estos dos mundos y energías, llamada supraconsciencia,
estado que permite la sublimación de los sentidos. Por ello, es
el emblema de los opuestos en completa armonía y equilibrio,
del deseo, el amor y la sexualidad maduros y elevados, y de
los estados más altos de la conciencia.

Las alas del ángel se relacionan con el aspecto positivo de la


vida y del hombre, con la liberación de todo lo negativo.
Aluden a un sentimiento interno de libertad, a la capacidad de
trascender los límites de la condición humana, de
desprenderse de las ataduras de la materia con el fin de
acceder a los estratos superiores y a los más sublimes
estados de conciencia.

Las alas del ángel son de color rojo, lo que indica que el
amor aquí representado es de origen pasional.

Los cabellos del ángel son de tres colores:

Amarillo, reflejo de claridad y lucidez mental, de energía,


dinamismo y vitalidad.

Rojo, el color de la actividad, lo que señala que el amor está


en movimiento.

Verde, expresión de fertilidad, esperanza y curación.

Estos tres colores están unidos en perfecta combinación, lo


que conduce al amor puro y feliz.

Detrás del hombre se encuentra el Árbol de la Vida con doce


llamas. Simboliza los doce signos del zodiaco, los cuales
caracterizan la personalidad humana.
Representa la vida externa (experiencias externas).

Detrás de la mujer está el Árbol del Conocimiento del Bien y


del Mal, con cuatro frutos y la serpiente enroscada en él.
Representa la vida interior (experiencias internas).

Los cuatro frutos del árbol son el signo de las cuatro energías
básicas que conforman el Cosmos y el Hombre:

Fuego, asociado a la energía masculina y activa, al mundo de


la conciencia y la razón, a la fuerza vital o de deseo que
impulsa a vivir experiencias vivenciales.

Confiere fuerza de voluntad, poder personal, entusiasmo,


optimismo, imaginación creadora, audacia para idear
proyectos y luchar por ellos, empuje para afrontar riesgos.

Agua, asociada a la energía femenina y pasiva, al mundo del


subconsciente y la intuición, al reino del sentimiento y la
emoción. Confiere poder para empezar a dar forma a las ideas
creadas por el fuego, ya que es el útero que recibe la semilla
masculina para gestarla.

Aire, asociado al mundo mental, el cual es fruto de la unión


del fuego y el agua, por lo que contiene cualidades de ambas
energías. Representa el poder del pensamiento para
proporcionar una estructura a las ideas creadas por el fuego e

irrigadas por el agua.

Tierra, asociada al mundo terrenal y al cuerpo físico del


hombre. Es el resultado de la unión del fuego, el agua y el
aire, por lo que contiene cualidades de estas tres energías.
Confiere poder para materializar lo que estaba en estado
potencial, para dar envoltura física a las ideas en proceso de
gestación.
La serpiente encarna el infinito, la eternidad y la sabiduría del
inconsciente.

La montaña (que podemos ver detrás del hombre y la mujer)


simboliza seguridad, inmutabilidad y grandeza. Por estar
siempre en contacto con el aire (elemento asociado al nivel
mental) pertenece al reino del pensamiento y la razón, por lo
que representa conocimiento superior y sabiduría.

El sol ilumina toda la imagen. Como hemos visto antes, es


fuente de vida, de luz y claridad, de fortaleza interior y
potencia física, de abundancia y felicidad.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

CARRO DEL TRIUNFO-VII"

NOMBRES: El Carro, El Carro del Triunfo, El Carro Triunfal, El


Carro de Osiris (dios egipcio de la resurrección), El Carro del
Destino, El Carro de la Providencia, La Carroza, El
Conquistador, El Vencedor.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor del Triunfo de la Luz; El Hijo de


los Poderes de las Aguas.

SIGNO ASTROLÓGICO: Cáncer, emblema de protección, de


fecundidad, de sensibilidad.

NÚMERO SIETE: es el número místico de la "Divina Armonía".


Simboliza el dominio de lo espiritual sobre lo material y la
perfección.

REPRESENTA: el poder de la voluntad, la madurez, el adulto,


la construcción de la personalidad, la autodisciplina, el
discurso, la mente lógica y racional, el orden, la civilización.

SIMBOLOGÍA
El Carro tiene forma cuadrada. El cuadrado figura el mundo
material, el cuerpo físico del hombre, la mente consciente y el
raciocinio.

La piedra, de la que está formada la carroza, es el distintivo


del mundo tangible, de las realizaciones concretas en el
mundo terrenal, de la solidez, el orden y la estabilidad.

Las cuatro columnas que tiene el carro simbolizan las cuatro


energías que conforman el Cosmos y el Hombre:

Fuego, asociado a la energía masculina, a la mente


consciente, a la fuerza vital o de deseo que impulsa a vivir
experiencias vivenciales. Confiere voluntad, poder personal,
optimismo, entusiasmo, imaginación creadora, audacia para
idear proyectos y luchar por ellos, empuje para afrontar
riesgos.

Agua, asociada a la energía femenina, a la mente


subconsciente e intuitiva, al mundo del sentimiento y la
emoción. Confiere poder para empezar a dar forma a

las ideas creadas por el fuego, ya que es el útero que recibe


la semilla masculina para gestarla.

Aire, asociado al mundo mental, el cual es fruto de la unión


del fuego y el agua, por lo que contiene cualidades de ambas
energías. Representa el poder del pensamiento para
proporcionar una estructura a las ideas creadas por el fuego e

irrigadas por el agua.

Tierra, asociada al mundo terreno y al cuerpo físico del


hombre. Es el resultado de la unión del fuego, el agua y el
aire, por lo que contiene cualidades de estas tres energías.
Confiere poder para materializar lo que estaba en estado
potencial, para dar envoltura física a las ideas en proceso de
gestación.

El palio o dosel, sobre las columnas, alude a la divinidad y a


su unión con el hombre, al dominio sobre los impulsos, y a la
victoria de lo espiritual sobre lo carnal.

Las ruedas del carro tocan el agua -emblema del reino


subconsciente- porque el auriga extrae la energía de este
mundo interior. Sin embargo, descansan en la tierra -
emblema del mundo físico- debido a que no hay un contacto
directo con la gran fuerza que se esconde en el inconsciente.

El escudo, en la parte frontal del carruaje, representa la


fuerza del deseo y la victoria sobre el mal. Se compone del
"Lingam", símbolo fálico masculino, y el "Yoni", símbolo de los
genitales femeninos, unidos en una sola figura. Personifica al
hombre y a la mujer en el acto sexual para reconciliar los
opuestos de su naturaleza.

El "globo alado" o "esfera volante" de los egipcios, sobre el


escudo, es el signo de la sexualidad madura y, por tanto,
satisfactoria. También se refiere a la eternidad del alma y a lo
infinito de la naturaleza humana.

El auriga, llamado El Príncipe, encarna el poder de la


voluntad que permite dirigir y dominar las situaciones
mundanas.

Lleva una corona, signo de sabiduría y conocimiento


superior, de poder material, de la autoridad y el gobierno de
la razón sobre los instintos.

De la corona sobresalen cuatro triángulos que representan,


cada uno de ellos, una de las cuatro facetas que forman la
personalidad humana: Fuego o energía vital, Agua o aspecto
emocional, Aire o aspecto mental, y Tierra o cuerpo físico. En
su conjunto significan que estos cuatro aspectos del hombre
viven en armonía.

La diadema de laurel, justo debajo de la corona, simboliza


victoria y triunfo.

La estrella de ocho puntas, que podemos ver sobre la corona,


es símbolo de fuerza. Se asocia al arcano mayor "La Fuerza-
VIII", imagen de control sobre las pasiones elementales, lo
que indica que la energía mental rige las pasiones.

El cetro, que sostiene El Príncipe, representa poder de mando


sobre los asuntos terrenales y las diferentes circunstancias.
Su forma de lanza se relaciona con la fuerza de voluntad.
También es la imagen del poder fálico masculino y de la

potencia sexual femenina, al mismo tiempo.

La "luna triste", llamada Tummim, se encuentra en el


hombro derecho del auriga. Es el lado de la severidad y la
verdad.

La "luna feliz", llamada Urim, está en su hombro izquierdo.


Es el lado de la misericordia y la luz.

Estas dos lunas son las hombreras que llevaba el antiguo


sacerdote del templo de Jerusalén.

El cuadrado, en el pecho de El Príncipe, hace alusión a la


naturaleza, al mundo material, al cuerpo físico del hombre, a
la mente consciente y racional.

El peto protector, que viste el auriga, más la muralla que


defiende la ciudad son atributos de defensa y autoprotección.

En su falda encontramos los símbolos de la magia


ceremonial, vinculados al impulso primario y creador. En el
cinturón, sobre la falda, vemos los símbolos de los siete
planetas, los cuales rigen nuestra existencia temporal en el
mundo físico.

Los brazos y la cabeza del auriga forman un triángulo de


fuego (vértice hacia arriba), imagen de espiritualidad.

Este triángulo de fuego sobre el cuadrado (mundo concreto)


que forma el carro, simboliza el dominio de lo espiritual sobre
lo material.

Las esfinges, blanca y negra, que tiran del carro, figuran


nuestras debilidades y contradicciones, las tendencias
antagónicas y las luchas internas, la potencialidad tanto para
el bien como para el mal (que es inherente a todo ser
humano), lo que está en pugna dentro de nosotros y debe ser
manejado con firmeza a riesgo de perder el poder para
defendernos en la vida. Es por ello que las esfinges, al igual
que nuestra naturaleza, son de colores opuestos, no están
reconciliadas entre sí. Por esta causa miran en direcciones
contrarias. La voluntad del auriga las mantiene unidas, pero
en un equilibrio tenso. Un fallo de esa voluntad provocaría
que el carro y el conductor volcaran acabando
desmembrados.

La ciudad, detrás de La Carroza, se relaciona con las reglas


de la sociedad, el orden cívico y la existencia de unión entre
las personas.

La Carroza es más grande que la ciudad del fondo, lo que


significa que la voluntad del auriga es más poderosa que las
reglas de la sociedad. Este es un signo de personalidad. El
hecho de que el carruaje no esté en movimiento indica que el
conductor no es un rebelde que viva por encima de las
normas sociales.

La tierra verde, bajo las ruedas de la carroza, señala


fertilidad y materialización.

El fondo es amarillo, el color de la claridad y la lucidez


mental, de la conciencia, la lógica y la razón, de la verdad y la
luz, la energía, el dinamismo y la vitalidad.

Este arcano reúne a los arcanos mayores anteriores:

La vara, los símbolos de los siete planetas y los de la magia


ceremonial representan a "El Mago-I".

El agua, las esfinges y el velo del dosel representan a "La


Papisa-II".

La tierra verde y el cuadrado del peto representan a "La


Emperatriz-III".

El peto protector, la piedra del carro, la muralla más la


ciudad representan a "El Emperador-IV".

Las hombreras, Tummim y Urim, representan a "El Sumo


Sacerdote-V".

El Lingam y el Yoni y el globo alado representan a "Los


Enamorados-VI".

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

FUERZA-VIII"

NOMBRES: La Fuerza, la Fortaleza, El León Vencido, La


Hechicera.

NOMBRE MÍSTICO: La Hija de La Espada Llameante.

SIGNO ASTROLÓGICO: Leo. Este signo confiere autoestima,


coraje, iniciativa, energía, vitalidad, ambición, poder de
mando.

ELEMENTO: Fuego, asociado a la energía vital y a la fuerza


del deseo que impulsa a vivir experiencias vivenciales.

NÚMERO OCHO: evolución y crecimiento personal.

REPRESENTA: el autocontrol, el dominio del sí mismo, la


fortaleza interior, la autoconfianza, la capacidad de lucha y de
vencer obstáculos, la búsqueda interior, el buen uso de la
energía, el control sobre las pasiones elementales llamadas
"la bestia interna", que utilizadas bien son fuente de gran
poder.

SIMBOLOGÍA

El arcano mayor "El Carro-VII" es la racionalidad, la conquista


y el poder de la voluntad; "La Fuerza-VIII" es la emoción, la
entrega y el poder de la fuerza interior.

El león es un antiguo símbolo de las energías primordiales y


de la infancia del mundo, por lo que representa la suma de las
fuerzas naturales que la mente debe domeñar. Encarna el
reino del inconsciente, las pasiones, los instintos primarios,
los sentimientos, emociones, deseos, miedos, dudas
confusiones, etc., que son suprimidos por el ego en su intento
de controlar la vida.

Nota: en la alquimia el león representa, al mismo tiempo, el


azufre, el oro y el sol.

El azufre es un elemento inferior, mientras que el oro es el


elemento supremo. El proceso mediante el cual el azufre se
convierte en oro es precisamente el proceso de
transformación del "yo inferior" o león. El Sol es fuente de
vida, de luz y claridad, de fortaleza interior y potencia física,
de abundancia y felicidad. Figura la transformación de las
malas energías en positivas.

La Fuerza personifica la mente consciente y la energía


espiritual. Con sus manos y sin utilizar la fuerza física abre las
fauces del león. Somete, utilizando su fuerza interior, su
propio aspecto animal, inherente en el subconsciente de todo
ser humano. Consigue, así, liberarlo y domarlo al mismo
tiempo.

El león no es una bestia destructiva sino una poderosa


energía que vive en el inconsciente, una gran fuerza espiritual
que bien dirigida consigue fructificación en nuestras vidas. Es
por ello que La Fuerza pretende transmutarla con el fin de
usarla para el bien. Pero en esta lámina la liberación de la
energía del subconsciente es sólo parcial, ya que el león debe
estar controlado y dirigido por la mente consciente para que
no lleve a las emociones a donde quiera que éstas deseen ir.
La liberación absoluta de esta gran energía es la finalidad de
los arcanos mayores en su totalidad. Con La Fuerza lo que
conseguimos es que las pasiones sean conquistadas y
dirigidas por el buen juicio de la razón.

En este arcano no es la voluntad la que dirige, como ocurría


en la carta de El Carro, sino la fuerza interior. Es gracias a ese
poder que proviene de adentro que somos capaces de
enfrentar nuestras dudas y temores con calma y sin miedo. La
Fuerza permite que las pasiones íntimas afloren, que emerjan
para que libremos esas emociones profundas que no nos
atrevíamos a ver ni a encarar. Lo hacemos porque hemos
encontrado la fortaleza interior necesaria para hacerles frente
con amor, fe, coraje y una gran confianza en el resultado
final.

El león domesticado es la representación de los "deseos


animales" liberados y amansados. Nuestros sentidos se
encuentran a nuestro servicio, por lo que ya no somos sus
esclavos. Por ejemplo, adicciones, pasiones sin freno,
obsesiones, etc, han dejado de ser más fuertes que nosotros.

La cadena de rosas rojas, que une a la mujer y al león,


simboliza el amor y la pasión. Que las dos figuras estén
unidas por esta cadena indica no son dos entidades
diferentes, sino solamente una. O sea que, en realidad, La
Fuerza (consciencia) y el león (inconsciente) son uno sólo.

Ella porta una corona de rosas rojas, que al igual que la


cadena floral, simboliza el amor y la pasión.

Viste de blanco, el color de la pureza, la bondad y las


pasiones limpias.

Sobre su cabeza podemos ver un ocho en posición horizontal,

Llamado lemniscata. Es el emblema de lo que es eterno e


infinito. Aquí indica el poder ilimitado que todos llevamos
dentro, el cual permite dominar los instintos de la fiera
interna.

La tierra fértil, que pisan La Fuerza y el león, señala


fecundidad, la tierra dando sus frutos, materialización.

La montaña, al fondo de la lámina, simboliza seguridad,


estabilidad, inmutabilidad y grandeza. Por estar siempre en
contacto con el elemento aire (asociado al nivel mental)
pertenece al mundo del pensamiento y de la razón, por lo que
figura el conocimiento superior y la sabiduría.

El color azul, de la montaña, se asocia a la energía femenina,


a la intuición, al mundo del subconsciente, de la emoción y el
sentimiento. Es la profundidad del mundo inmaterial, la vida
interior, el reino onírico, el infinito, la verdad eterna e
inmortal. Refleja emociones placenteras, actividad
sentimental y afectiva, fidelidad, serenidad, sosiego, quietud.
El fondo color amarillo representa la mente consciente,
claridad y lucidez mental, lógica y razón, verdad y luz,
energía, dinamismo, vitalidad.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

ERMITAÑO-IX"

NOMBRES: El Ermitaño, El Anciano, El Sabio, Cronos (dios de


las Edades en la mitología griega), Diógenes, El Capuchino, El
Pobre, El Tiempo, El Jorobado.

NOMBRE MÍSTICO: El Mago de La Voz del poder; El Profeta de


lo Eterno.

SIGNO ASTROLÓGICO: Virgo. Este signo confiere


introversión, minuciosidad, carácter selectivo, capacidad de
análisis.

ELEMENTO: Tierra, asociada al mundo terreno y al cuerpo


físico del hombre.

NÚMERO NUEVE: entrega a los demás, amor incondicional y


universal, perdón y sanación espiritual.

REPRESENTA: la evolución personal, la búsqueda de la verdad


interior, el encuentro con la luz del inconsciente que nos llama
a descubrir sus secretos, el contacto con la "voz interior" y
con nuestro guía interno, la soledad que conduce a la
sabiduría, retraimiento del mundo exterior con el propósito de
activar la mente inconsciente.

SIMBOLOGÍA

El pico de la montaña, en el que se encuentra El Ermitaño, se


asocia a la divinidad griega, Zeus, rey de los dioses, por ser
una deidad de altura mental y espiritual. Este signo, la
cumbre montañosa, expresa que la fuerza de la voluntad es
más poderosa que la esclavitud del cuerpo y las limitaciones
de la naturaleza humana.

El anciano está en la cima de la montaña porque ha


alcanzado la meta que perseguía: paz y armonía interior. Se
ha detenido para alumbrar, con la luz de su linterna, el
camino a los que le siguen, con el fin de que ellos también
puedan lograr este objetivo, y lo hace con una paciencia
infinita.

La montaña está helada haciendo alusión a una mente quieta


y tranquila.

El Anciano se apoya en una bastón, símbolo de fuerza y


poder espirituales; también representa a las personas
humildes. Lo usa por prudencia: con el báculo tantea el
camino que está andando intentando esquivar posibles
obstáculos que podrían provocarle una caída vital.

El bastón es amarillo, el color de la conciencia, de la mente


lógica y racional, de la claridad y la lucidez mental, de la
verdad y la luz, de la energía, el dinamismo y la vitalidad.

En la mano porta una linterna encendida. Es la luz de la


Verdad, la cual muestra el camino positivo, y la luz del
discernimiento y el entendimiento. Estos dones sólo se
consiguen en soledad y haciendo uso de la paciencia.

La luz de la linterna tiene forma de estrella. Este cuerpo


celeste figura la luz del inconsciente que nos llama a descubrir
sus secretos y el objetivo de resolver los opuestos de la vida.
Es el emblema de la esperanza y la fe, de la claridad que nos
guía y orienta.

La estrella (de la linterna) tiene seis puntas. Es la llamada


Estrella de David o Hexagrama. Este símbolo combina dos
triángulos, uno de Fuego y otro de Agua:

El triángulo de fuego es el que tiene el vértice hacia arriba.


Se vincula a la energía masculina, al mundo de la conciencia y
la razón, a la fuerza vital o del deseo que impulsa a vivir
experiencias vivenciales.

El triángulo de agua es el que tiene el vértice hacia abajo. Se


vincula a la energía femenina, al mundo del subconsciente y
la intuición, al reino del sentimiento y la emoción.

La Estrella de Seis Puntas une estos dos triángulos, por lo que


es la expresión de la acción conjunta de ambos y de lo que
ellos representan. Esto significa la unión de las energías y
principios opuestos en perfecta unión y armonía.

El Anciano tiene una larga barba, señal de decisión,


autoridad, sabiduría, madurez y experiencia.

La capa, que viste el Ermitaño, simboliza autodefensa y


autoprotección.

La capa del Anciano y el fondo de la lámina son grises. Este


color es el resultado de la unión del blanco (mundo
consciente-mente lógica y racional) y el negro (mundo
subconsciente-reino intuitivo y emocional), lo que significa -al
igual que la estrella de David- unión de principios contrarios,
resolución de contradicciones, equilibrio entre corazón y
mente, en suma, armonía interior y exterior.

Diógenes: filósofo griego que vivió como un vagabundo en las


calles de Atenas, convirtiendo la pobreza en una virtud. Se
dice que de día caminaba por las calles con una lámpara
encendida diciendo que "buscaba hombres", refiriéndose a

personas honestas. Elogiaba la autosuficiencia, la vida ajena a


los lujos, y decía que la virtud es el soberano del bien. Según
Diógenes, los honores y las riquezas son falsos bienes que
hay que despreciar: el sabio debe tender a liberarse de sus

deseos y reducir al mínimo sus necesidades.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

RUEDA DE LA FORTUNA-X"

NOMBRES: La Fortuna, La Retribución, La Esfinge, El Giro de


la Vida, La Rueda de la Vida, La Rueda de La Fortuna, La
Rueda del Mundo, del Universo o del Firmamento, La Rueda
Zodiacal, La Rueda de La Suerte, El Ciclo de la Suerte, La

Mano del Destino.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor de la Rueda de La Vida.

PLANETA REGENTE: Júpiter, símbolo de suerte, entusiasmo,


optimismo, ambición, fe en la vida y el destino.

DÍA DE LA SEMANA: Jueves.

NÚMERO DIEZ: por adición mística 10=1+0=1. Este dígito


nos remite al arcano mayor "El Mago-I", signo de unidad, de
comienzos, de impulso primario y creador.

REPRESENTA: la Ley cósmica de cambio, los ciclos de la


evolución humana y planetaria, los giros azarosos de la
suerte, el misterio del destino del hombre.

SIMBOLOGÍA

Los cuatro animales, en las cuatro esquinas de la lámina, son


los "Animales Místicos": el Toro, el León, el Águila y el
Hombre o Ángel. Se asocian a las cuatro fases de la luna, a
las cuatro edades del hombre, a los cuatro signos fijos del

zodiaco, y a los cuatro elementos o energías básicas que


conforman el Cosmos y el Hombre.

Las cuatro fases de la Luna son las siguientes:

La Luna creciente, asociada a la primera edad del hombre


(infancia), al crecimiento, a la luz y a la regeneración.

La Luna llena, asociada a la segunda edad del hombre


(juventud), a la plenitud, a la fuerza y al poder.

La Luna menguante, asociada a la tercera edad del hombre


(madurez) y a lo que decrece.

La Luna nueva se asocia a la cuarta edad del hombre (vejez).


Al no ser visible, se vincula con la oscuridad y la muerte.

Las fases lunares simbolizan la renovación perpetua y, por


tanto, la inmortalidad y la eternidad.

Los cuatro signos fijos del zodiaco son los siguientes:

Tauro, signo fijo de Tierra. Corresponde al Toro y al Palo de


Oros de los arcanos menores. Otorga generosidad, fiabilidad,
paciencia, persistencia, estabilidad, seguridad, sentido
práctico y lógico. Este signo da mucha importancia al aspecto

material de la vida y al disfrute de sus placeres.

Leo, signo fijo de Fuego. Corresponde al León y al Palo de


Varas de los arcanos menores. Otorga fidelidad, creatividad,
entusiasmo, personalidad, deseo de destacar y de ser
admirado, capacidad de liderazgo, necesidad de controlar las

circunstancias, seguridad en uno mismo.

Escorpio, signo fijo de Agua. Corresponde al Águila y al Palo


de Copas de los arcanos menores. Otorga magnetismo
personal, espíritu comprensivo, reservado, sensible, emotivo,
apasionado, enérgico, valeroso, capacidad de observación, de
autocontrol y decisión.

Acuario, signo fijo de Aire. Corresponde al Hombre o Ángel y


al Palo de Espadas de los arcanos menores. Otorga
honestidad, lealtad, filantropía, sentido humanitario, espíritu
original, brillante, libre e independiente, necesidad de
estímulos intelectuales y de luchar por ideales.

Las cuatro energías que conforman el Hombre y el Cosmos


son las siguientes:

Fuego, asociado al León y al signo Leo, a la energía


masculina, al mundo de la conciencia y la razón, a la fuerza
vital o del deseo que impulsa a vivir experiencias vivenciales.
Confiere imaginación creadora, audacia para idear proyectos y
luchar por ellos, empuje para afrontar riesgos.

Agua, asociada al Águila y al signo Escorpio, a la energía


femenina, al mundo del subconsciente y la intuición, al reino
del sentimiento y la emoción. Confiere poder para empezar a
dar forma a las ideas creadas por el fuego, ya que es el útero
que recibe la semilla masculina para gestarla.

Aire, asociado al Hombre o Ángel y al signo Acuario, al


mundo mental, el cual es fruto de la unión del fuego y el
agua, por lo que contiene cualidades de ambos elementos.
Representa el poder del pensamiento para proporcionar una
estructura a las ideas creadas por el fuego e irrigadas por el
agua.

Tierra, asociada al Toro y al signo Tauro, al mundo terreno y


al cuerpo físico del hombre. Es el resultado de la unión del
fuego, el agua y el aire, por lo que contiene cualidades de
estos tres elementos. Confiere poder para materializar lo que
estaba en estado potencial, para dar envoltura física a las
ideas en estado de gestación.
Estos animales representan el zodiaco en su totalidad.
También simbolizan el mundo físico, dada la influencia que
ejercen sobre éste y sobre el destino de cada individuo.

Los libros abiertos, que cada animal tiene ante sí, simbolizan
las lecciones que el ser humano tiene que aprender de cada
signo zodiacal y de cada tipo de energía.

La serpiente (en el lado izquierdo de la Rueda) es Set, dios


egipcio del mal y de la oscuridad, y la personificación de todo
lo que termina o muere. Por ello, hace girar la rueda en
sentido descendente. También se le llama Tifón o la fuerza
que pretende hundir al hombre.

El hombre-chacal (en el lado derecho de la Rueda) es el dios


Anubis del Antiguo Egipto, vinculado a la momificación y a los
rituales de enterramiento. También era conocido por
Hermanubis o Cinocéfalo. Era el dios que guiaba el alma de
los muertos hacia el "Inframundo", lugar al que iban las
ánimas de los fallecidos. Fue considerado "El dador de nueva
vida" porque ayudaba al hombre a elevarse y regenerarse.
Por ello, hace girar la rueda en sentido ascendente. Anubis, al
ser hijo de Set, simboliza que sólo la muerte puede aportar
nueva vida.

La esfinge (en la parte superior de la Rueda) es la


gobernadora y controladora del destino, que está latente en el
fondo de cada personalidad humana. Porta la espada del
arcano mayor "La Justicia-XI", símbolo de la resolución justa
e imparcial. Con esta espada hace cumplir el destino (karma)
a toda persona reencarnada, y dispone que la rueda sea
volteada en una u otra dirección. La esfinge une el mundo
físico con el espiritual y es el emblema de la vida después de
la muerte. Es, asimismo, la imagen de los cuatro elementos
que conforman el Hombre y el Cosmos
(mencionados arriba): su cuerpo de toro representa la Tierra
y el cuerpo físico; sus garras y cola de león de león, el fuego y
el impulso creador; sus alas de águila, el agua y el cuerpo
emocional; su cabeza antropomorfa, el aire y el cuerpo
mental.

Set es el emblema de la mente subconsciente; Anubis de la


mente consciente; y La Esfinge de la supra-consciencia, la
cual es la unión indiferenciada de consciente y subconsciente.

.La Rueda consta de tres espacios:

1. El espacio exterior es el mundo físico.

2. El espacio central es el mundo astral.

3. El espacio interior es el mundo espiritual.

El punto central de la rueda representa la mano


incomprensible que mueve la vida y el destino de cada
individuo.

En el espacio exterior de la rueda podemos ver las letras T A


R O, que pueden combinarse de diferentes maneras:

. TARO: camino real.

. TORA: ley.

. ROTA: rueda, en latín.

. ORAT: orar o hablar, en latín.

. ATOR: diosa egipcia de los muertos y la personificación de la


"Ley de de la Vida Eterna", oculta en el mundo natural.

En el mismo espacio están las letras hebreas del


Tetragrammaton, el Yod, He, Vav, He. Estas letras son la
representación del nombre de Dios, y de los cuatro elementos
o energías básicas que conforman el Hombre y el Universo:

.Elemento Fuego, asociado a la Yod

.Elemento Agua, asociado a la He

.Elemento Aire, asociado a la Vav

.Elemento Tierra, asociado a la segunda He

.En el espacio central de la Rueda encontramos los símbolos


del azufre, el mercurio, la sal, y del signo zodiacal Acuario:

.El azufre simboliza la fuerza vital o del deseo, vinculada al


elemento fuego.

.El mercurio representa al planeta mercurio y el pensamiento


lógico.

.La sal es símbolo del mundo concreto y material.

.El signo de Acuario representa al hombre.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

JUSTICIA-XI"

NOMBRES: La Justicia, Las Balanzas, La Balanza y La Espada,


La Retribución.

NOMBRE MÍSTICO: La Gobernadora del equilibrio.

SIGNO ZODIACAL: Libra. Este signo confiere equilibrio,


medida, equidad.

PLANETA REGENTE: Venus, símbolo de armonía, y de la


capacidad de dominar el raciocinio y la intuición al mismo
tiempo.

DÍA DE LA SEMANA: viernes.


NÚMERO 11: por adición mística 11=1+1=2. Este dígito nos
remite al arcano mayor "La Papisa-II", emblema de la
dualidad y de los elementos opuestos que conforman la vida
(masculino y femenino, mente consciente y subconsciente,
activo y pasivo, luz y oscuridad...) El número 11 armoniza la
dualidad y los elementos antagónicos de la existencia.
Permite, de esta manera, la adquisición de conocimientos y
realizaciones en un plano superior.

REPRESENTA: la "Ley del Karma" o "Ley de causa y efecto".

SIMBOLOGÍA

.La Justicia representa la "ley del Karma", es decir, la "ley de


causa y efecto", siempre justa e ineludible. Esta ley, que rige
nuestro paso por el mundo físico, explica que estamos
formados por las acciones que hemos realizado en el pasado,
y que sólo nosotros creamos nuestro futuro con las acciones
que hoy emprendemos.

Esta lámina supone la comprensión del misterio que encierra


el arcano mayor "La Rueda de la Vida -X" (que muestra el
enigma que supone el destino), al enseñarnos que sólo
nosotros somos responsables de nuestra vida y de nosotros

mismos, que cada persona crea su propio destino.

Está sentada en un trono, símbolo de gobierno y autoridad.

Las dos columnas, que hay detrás de ella, son las columnas
del bien y del mal, siempre presentes en nuestra vida interior
y exterior.

La piedra, de la que están formados el trono y las columnas,


figura el mundo físico y tangible, las realizaciones concretas
en el mundo terreno, la solidez, el orden y la estabilidad.
El velo, que hay detrás de La Justicia, es el signo de la
pureza y de todo lo que es sagrado.

El velo es de color púrpura, el color de la sabiduría y el


conocimiento superior.

En su mano derecha porta una espada, la cual se asocia al


elemento Aire, que es el emblema del aspecto mental del
hombre. Representa el poder cortante de la mente, la visión
aguda y la firmeza propias del reino de la razón, la sabiduría
que traspasa las ilusiones y apariencias engañosas hasta
encontrar la verdad, la capacidad de la mente para generar
ideas y decisiones claras. Por todo ello, es el símbolo de la
resolución justa e imparcial, y de la expiación que reconstruye
el orden y el equilibrio.

La espada es de dos filos para señalar la dualidad de la


mente: las posibilidades positivas y constructivas, y las
negativas y destructivas. Esto significa que el cielo y el
infierno están en nosotros mismos, que tenemos la libertad
individual de usar unas u otras posibilidades, es decir, de usar
la espada para el bien o para el mal.

La balanza, que sostiene en su mano izquierda, es el


distintivo de los juicios equilibrados, justos e imparciales, en
los que no se tienen en cuenta diferencias de raza, sexo,
religión, etc. Uno de los platillos representa la benevolencia y
el otro la severidad. La balanza pesa nuestros actos, mientras
que la espada resuelve y dictamina.

La espada más la balanza simbolizan el dominio de la razón y


la lógica.

Lleva un vestido rojo, expresión de actividad. En esta carta,


este color expresa que el Karma siempre se encuentra en
movimiento, que no se detiene jamás.
Sobre el vestido luce un chal verde, color que es reflejo de
fertilidad, esperanza y curación. Y que muestra que la misión
de la Justicia no es castigar sino enseñar. Es el color del
planeta Venus, regente de este naipe.

La Justicia sólo enseña su pie derecho porque la zona


derecha del hombre representa el razonamiento lógico.

Su cabeza ciñe una corona de triple almena, signo del


razonamiento deductivo. Es decir, ante una toma de decisión
en primer lugar se pesan los pros y los contras, y después se
dictamina. Una almena representa la tesis, otra la antítesis y
otra la síntesis.

El cuadrado azul que podemos ver en la corona es el "tercer


ojo" que todo lo ve. Simboliza lo que es verdad, la realidad, la
objetividad.

El color amarillo de la corona, del pelo de la mujer, de la


empuñadura de la espada, la balanza y el fondo de la imagen,
simboliza el mundo de la conciencia, la mente lógica y
racional, claridad y lucidez mental, verdad y luz, energía,
dinamismo, vitalidad.

Ver simbología del arcano mayor "La Rueda de la Vida-X"

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

COLGADO-XII"

NOMBRES: El Colgado, El Ahorcado, El Marinero Egipcio


Ahogado, El Mártir, La Picota, El Inmovilizado.

NOMBRE MÍSTICO: El Espíritu de las Aguas Poderosas.

ELEMENTO: Agua, asociada al mundo del subconsciente y la


intuición, a la profundidad del mundo inmaterial y a la vida
interior.
PLANETA REGENTE: Neptuno, símbolo de espiritualidad, y de
la disolución de los límites ordinarios de la vida para ir al
encuentro de la esencia divina.

NÚMERO DOCE: este dígito representa a los doce signos del


zodiaco, los cuales rigen el destino del individuo y son el
reflejo de las vivencias kármicas (el destino que todo hombre
debe cumplir) que no se pueden eludir.

Por adición mística 12=6+6=12. El seis nos remite al arcano


mayor "Los Enamorados-VI", emblema del amor pasional. Ello
indica que en esta lámina el amor se ha elevado al nivel
espiritual.

Por reducción mística 12=1+2=3, el número del arcano


mayor "La Emperatriz-III", imagen de la emoción que conecta
al hombre con el mundo exterior. Al llegar al nivel de El
Colgado ocurre todo lo contrario, porque él es puro
sentimiento espiritual que conecta al hombre con el mundo
interior.

REPRESENTA: el espíritu en sacrificio, la abnegación que


supone la aceptación del destino, el despertar a la
espiritualidad, el dominio de los valores espirituales sobre los
materiales.

SIMBOLOGÍA

La postura de El Colgado, cabeza abajo, simboliza inversión


de actitudes y valores, la experiencia del despertar espiritual,
la paz y la libertad que se consiguen aceptando el destino.

El hombre permanece colgado por un pie, lo que representa


martirio por una causa.

Las piernas, al cruzarse, forman un cuatro en posición


invertida, símbolo de sacrificio, de la renuncia en favor de
algo o alguien.

El cuatro en posición normal figura el raciocinio y el


pensamiento lógico; en posición invertida, simboliza el
pensamiento intuitivo, atributo de El Colgado y contrario al
razonamiento.

La posición de las piernas forman, también, una T,


representación del dominio del espíritu sobre la materia y del
sacrificio ya realizado.

Los brazos forman un triángulo con el vértice hacia arriba: es


un triángulo de fuego, imagen de la energía masculina, del
aspecto consciente del hombre y de la espiritualidad.

La cabeza más los brazos forman un triángulo con el vértice


hacia abajo: es un triángulo de agua, imagen de la energía
femenina, del aspecto inconsciente del hombre y del reino de
la intuición.

La energía femenina y la masculina son las dos formas de


energía que conforman el hombre.

El triángulo de fuego y agua unidos representan la fusión de


elementos opuestos en perfecta unión y armonía. E indican
que El Colgado conecta directamente con la gran fuerza que
se esconde en el subconsciente.

Las piernas de El Colgado forman una cruz sobre el triángulo


de fuego que forman sus brazos. La unión de estos dos
símbolos representa el descenso de la luz en la oscuridad.

.El Ahorcado tiene los brazos atados a la espalda, lo que


indica que él no puede escoger su propia vida, echo que le
convierte en un instrumento del destino.

La aureola que tiene en la cabeza es el aura humana,


primera capa del cuerpo energético que envuelve el cuerpo
físico. Significa la experiencia de sentir la fuerza del
submundo (reino inconsciente) como un gran poder y una
calma total al mismo tiempo.

El árbol del que cuelga El Ahorcado tiene forma de Tau o


Cruz en T, representación del Árbol Cabalístico de la Vida.
Este árbol comienza en el submundo o inconsciente, se eleva
a través del mundo físico o conciencia, y llega hasta el cielo,
la supra-consciencia o unión indiferenciada de los dos mundos

anteriores. Este árbol es el reflejo del Universo y el Hombre,


del poder de la vida y la importancia de echar raíces; ilustra la
idea de la vida espiritual y material simbolizando, a la vez, al
hombre espiritual y al hombre encarnado, además de la
interconexión de toda vida en el planeta y su evolución.

El árbol tiene una única columna, a diferencia del arcano


mayor "La Papisa-II", en cuya lámina podíamos ver dos
columnas. Una de ellas simbolizaba el rigor; la otra, la
misericordia. También eran la representación de la dualidad y
de los principios opuestos y antagónicos (energía masculina y
femenina, mente consciente y subconsciente, materia y
espíritu...). En realidad, los dos pilares de La Papisa en esta
lámina se han convertido en uno solo. Esto significa, armonía
entre elementos opuestos, superación de la dualidad, de
luchas y conflictos internos, cuyo resultado es el equilibrio
interior. Asimismo, representa que se utilizan en su justa
medida el rigor y la misericordia, ya que ahora ambos
conceptos se encuentran unidos en consonancia.

El Colgado viste de azul y rojo. El color azul corresponde al


elemento Agua, asociado al reino del subconsciente y la
intuición, a la profundidad del mundo inmaterial y a la vida
interior. El color rojo expresa energía vital, actividad y
movimiento, que en esta carta tienen lugar en el interior del
ser humano.

Sus zapatos son amarillos, el color de la conciencia, de la


claridad y la lucidez mental, de la verdad y la luz, la energía,
el dinamismo y la vitalidad.

El fondo de la carta es gris. Este color es el resultado de la


fusión del blanco (mundo consciente, mente lógica y racional)
y el negro (mundo subconsciente, reino de lo intuitivo y
emocional), lo que significa unión de principios antagónicos,
resolución de contradicciones, equilibrio entre corazón y
mente, en suma, armonía interior y exterior.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

MUERTE-XIII"

NOMBRES: La Muerte, El Arcano Sin Nombre, La Guadaña, El


Esqueleto, El dios de La Oscuridad, La Siega Humana, El Más
Allá, La Hora Suprema.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor del Portal de la Muerte.

SIGNO ASTROLÓGICO: Escorpio, emblema del deseo de ver y


comprender lo que está oculto, e imagen de todo lo que
pertenece al mundo del inconsciente.

PLANETA REGENTE: Plutón, dios del "Inframundo" (el "Más


Allá"), del "reino oculto", del subsuelo, de lo subterráneo.

NÚMERO TRECE: creación nueva que desorganiza las viejas


formas y abre paso a las nuevas. Por reducción mística
13=1+3=4. Este dígito nos remite al arcano mayor "El
Emperador-IV", representación de la ley y el orden. Esto
significa que tras la muerte física existe una cabal
organización.

REPRESENTA: el espíritu transformándose, el perpetuo


movimiento de creación, destrucción y renovación.

SIMBOLOGÍA

El esqueleto personifica el "ser eterno", esa parte del ser


humano que nunca muere.

La armadura negra, que viste el esqueleto, simboliza la


oscuridad que acompaña la muerte física, ya que no sabemos
que viene después. El color negro absorbe todos los demás
colores, al igual que la muerte absorbe la vida terrena y todo

cuanto es transitorio y temporal.

La pluma roja caída y desteñida, que sobresale del casco de


la muerte, indica la extinción de la fuerza vital o del deseo
que impulsa a vivir experiencias vivenciales, ya que dicha
fuerza se encamina hacia otro lado.

La rosa blanca de la bandera, que el esqueleto sostiene en su


mano derecha, es

La Rosa Mística, la cual es símbolo de Vida. En su parte


central está repleta de semillas que contienen, en potencia, la
próxima vida terrenal (karma o destino) de toda persona
desencarnada. Esto indica que después de esta existencia
vendrá otra que ya queda decidida por los actos y acciones
cometidos en la vida actual.

El caballo blanco, sobre el que monta la muerte, encarna la


pureza del alma, la temporalidad del cuerpo físico y de todo
cuanto existe sobre la tierra.

El rey tendido en el suelo y con su corona caída señala que


las riquezas y los poderes terrenos son pasajeros. Por esta
razón aparece muerto en la imagen.

Representa el cuerpo físico.

El sacerdote personifica las creencias que nos ayudan a


superar el miedo a la muerte. Por eso está de pie frente a
ella, mirándola a la cara. Representa el cuerpo mental.

La doncella personifica el miedo a enfrentar la muerte, causa


de que retire su mirada del esqueleto. Representa el cuerpo
astral o de emociones.

La niña personifica la total inocencia que, al no temer a la


muerte, no siente miedo ante El Esqueleto. Es por ello que le
ofrece flores. Representa el cuerpo etérico o vital.

Los cuerpos citados son vehículos solamente necesarios


durante nuestra encarnación y mueren con el cuerpo físico.

El paisaje, que rodea las figuras, es el país de los muertos,


descrito en todas las mitologías.

El río, que podemos ver tras La Muerte, es el Estigia, narrado


en la mitología griega. Es el río que tienen que atravesar las
almas de los fallecidos, ya que constituye el límite entre la
Tierra y el mundo de los muertos o Inframundo.

El barco, que navega en el río, figura la mente subconsciente


y su poder.

Las dos torres, al fondo de la imagen, constituyen el portal


que conduce a la ciudad de los muertos.

La ciudad de los muertos, situada tras las torres y bajo un sol


radiante, figura la vida eterna, la cual (al contrario de la vida
terrena) no está sujeta a la Ley del Karma, o sea, al
cumplimiento de un destino.
TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

TEMPLANZA-XIV"

NOMBRES: La Templanza, La Moderación, El Mensajero Alado,


El Arcángel, El Ángel Anunciador, El Alquimista, Las Dos
Urnas, El Arte.

NOMBRE MÍSTICO: La Hija de los Reconciliadores.

SIGNO ASTROLÓGICO: Sagitario. Este signo confiere


sociabilidad, comprensión para con los demás, sed de
aspiraciones, entusiasmo, optimismo.

NÚMERO CATORCE: por adición mística 14=1+4=5, el dígito


de la "Divina Proporción". Simboliza la dimensión temporal, es
decir, todo lo que es pasajero, perecedero y transitorio,
además de la transmutación (cambiar o convertir una cosa en
otra), que son el pasaje del Tiempo (mundo físico) a la
Eternidad (mundo del espíritu).

REPRESENTA: la moderación, la mezcla armoniosa de los


contrarios, la unión de los reinos consciente e inconsciente.

SIMBOLOGÍA

El estanque (en la parte frontal inferior de la imagen)


representa el mundo del subconsciente o "reino de la
potencialidad", en el que se guardan las semillas de

toda manifestación y el lugar que encierra una gran sabiduría.


La parte visible del estanque figura la zona superficial del
inconsciente. En cambio, su profundidad simboliza el
inconsciente en sí y el gran subconsciente colectivo, es decir,
la unión de todos los seres que se encuentra más allá de la
razón. Es precisamente aquí donde se esconde una
inestimable sabiduría, los misterios que permanecen velados
a los cinco sentidos, y verdades muy hondas. En la parte más
abismal del estanque se encuentran los miedos más
recónditos y la parte más degradante de la naturaleza
humana. El hombre, al llegar al nivel del arcano mayor "La
Luna-XVIII" estará preparado para enfrentarse con esta parte
tan sombría de sí mismo. Podrá, entonces, transformar toda
esa energía negativa en positiva, liberándose de lo malo de su
naturaleza de una manera definitiva.

La tierra firme, rodeando el estanque, simboliza el mundo


concreto y terrenal, el cuerpo físico del hombre, la firmeza, la
solidez, la realización de lo que estaba en estado potencial, la
envoltura física de lo que se encuentra en proceso de
gestación.

El Ángel de la Templanza (en el centro de la imagen),


también llamado Genio del Sol, es el mensajero del mundo
espiritual, y el ser inmortal liberado por el arcano mayor "La
Muerte -XIII".

Tiene una copa en cada mano, que representan las energías


y los polos opuestos de la vida. Una de ellas representa la
mente consciente, la energía masculina, el polo positivo, la
actividad, la luz... La otra, la mente subconsciente, la energía
femenina, el polo negativo, la pasividad, la oscuridad...

El ángel mantiene un pie en la tierra mientras introduce el


otro en el agua.

Ha conseguido penetrar suficientemente el estanque (o


subconsciente) para poder verter la savia de la vida de una
copa a otra, o sea, de la mente consciente a la mente
subconsciente. Esto le permite manipular el fluido vital que
corre entre las energías y polos opuestos de la vida con el fin
de conseguir la adaptación mutua de estas energías
antagónicas. Por ello, personifica la moderación, la mezcla
armoniosa de los contrarios, la unión de los reinos consciente
e inconsciente.

Las copas, que el ángel sostiene, son de igual color y tamaño


porque indican la unificación de estas energías antagónicas,
las cuales conforman el Hombre y el Cosmos, así como su
participación por partes iguales en el establecimiento y

mantenimiento de un equilibrio en la naturaleza.

La corriente de agua doble que va de una copa a otra señala,


al igual que las copas, que la personalidad humana está
formada por las mentes autoconsciente y subconsciente. El
ángel combina adecuadamente estos elementos
contradictorios consiguiendo, con ello, la transmutación de lo
antiguo en vida renovada. Esto permite que el interior de la
persona y su mundo exterior fluyan juntos en perfecta
armonía. Gracias a esta armoniosa combinación de elementos
discordantes se logra la unión completa de todos los aspectos
del hombre (físico, emocional, mental y espiritual), lo que
desencadena una fuerza positiva equilibradora invencible.

El ángel viste una túnica blanca, color que simboliza pureza,


inocencia, bondad, pasiones limpias.

En la túnica podemos ver un cuadrado con un triángulo de


fuego en su interior (vértice hacia arriba). El cuadrado figura
la mente racional; el triángulo de fuego, la espiritualidad. La
unión de ambos símbolos representa el "Ojo que todo lo ve",
el cual nos dice que El Señor de las Pruebas no pondrá jamás
a ninguna criatura dificultades superiores a sus fuerzas.

Sobre el cuadrado están las letras hebreas del


Tetragrammaton: Yod, He, Vav, He, que representan el
nombre sagrado de Dios y lo incomprensible. También
simbolizan las cuatro energías constituyentes del Cosmos y el
Hombre:

La Yod, asociada al elemento Fuego, emblema de la energía


vital o del deseo que impulsa a vivir experiencias vivenciales.

La He, asociada al elemento Agua, emblema del mundo


emocional.

La Vav, asociada al elemento Aire, emblema del mundo


mental.

La segunda He, asociada al elemento Tierra, emblema del


mundo terreno y del cuerpo físico del hombre.

Según la Cábala (enseñanza judía que expresa el


funcionamiento del mundo), Dios se manifiesta a través de
estas cuatro energías.

El ángel lleva el símbolo solar en la frente, representación del


Yo Superior o Ser Eterno.

Las alas del ángel se relacionan con el aspecto positivo de la


vida y del hombre, y con la liberación de todo lo negativo.
Hacen alusión a un sentimiento interno de libertad, a la
capacidad de trascender los límites de la condición humana y

desprenderse de las ataduras de la materia, con el fin de


acceder a los estratos superiores y alcanzar los más sublimes
estados de conciencia.

Son de color violeta, imagen de las energías antagónicas en


perfecta unión y equilibrio. Esto se debe a que este color
surge de la fusión del rojo (asociado a la energía masculina, al
mundo de la conciencia, a la razón) y el azul (asociado a la
energía femenina, al mundo subconsciente, a la intuición).
Figura la unión indiferenciada de estos dos mundos y
energías, llamada supraconsciencia, estado que permite la
sublimación de los sentidos. Por ello, el violeta simboliza a los

opuestos en completa armonía y equilibrio, el deseo, el amor


y la sexualidad maduros y elevados, y los estados más altos
de la conciencia.

El sendero, que podemos ver detrás del ángel, nos conduce


al Paraíso Eterno del Mundo del Espíritu, donde todo es
equilibrio y paz.

Las dos montañas, al fondo de la imagen, son las dos


columnas del arcano mayor "La Papisa -II, las cuales figuran
la dualidad que escinde la vida en dos.

El Ángel de la Templanza las transforma en montañas, lo que


significa resolver la lucha entre energías contrarias, logrando
la armonización entre corazón y mente.

Estas montañas son, asimismo, el emblema de los deseos que


se convierten en realidad porque se actúa a favor de las leyes
cósmicas o Leyes divinas.

Ver simbología del arcano mayor, La Luna -XVIII

Ver simbología del arcano mayor, La Muerte -XIII

Ver simbología del arcano mayor, La Papisa -II

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

DIABLO -XV"

NOMBRES: El Aker, El Brujo, El Mago Negro, El Maligno, El


Espíritu del Mal, El Tentador, El Demonio, El Diablo.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor de las Pruebas de la Materia.

SIGNO ASTROLÓGICO: Capricornio. Este signo confiere


tenacidad, realización, ambición, pesimismo.

PLANETA REGENTE: Saturno. Este astro es el emblema de las


debilidades humanas, de las limitaciones y restricciones que
impone la vida. Nos enfrenta directamente con las
consecuencias de errores cometidos.

NÚMERO QUINCE: por adición mística 15=1+5=6. Esta carta


nos remite al arcano mayor "Los Enamorados-VI",
representación del amor, la pasión y la atracción sexual. El
Diablo invierte a Los Enamorados convirtiéndose en el
distintivo de las atracciones negativas, del sexo y las pasiones
ciegas sin amor.

REPRESENTA: el espíritu encadenado, el materialismo que


niega la espiritualidad y la inmortalidad del alma, el egoísmo
extremo, el mal en todas sus manifestaciones.

SIMBOLOGÍA

El Diablo es el Macho Cabrío, Bafomet o Satanás, la antítesis


del Cordero de Dios. Personifica al hombre que vive sometido
al instinto y a la degradación, que únicamente puede sentir
deseos carnales, materialistas y egoístas.

Su cuerpo es una mezcla de la parte negativa de los cuatro


elementos o energías que conforman el Cosmos y el Hombre
(fuego, agua, aire y tierra):

El color marrón de su cuerpo se asocia a la parte oscura del


elemento tierra (reino físico): la codicia, la dependencia de las
posesiones materiales.

Sus alas de murciélago corresponden a la parte oscura del


elemento aire (reino mental): la división de la mente que crea
confusiones caóticas.
Sus patas de cabra se asocian a la parte oscura del elemento
fuego (energía vital o del deseo que impulsa a vivir
experiencias vivenciales): el desear sin juicio ni sentido
común.

Sus garras de águila se vinculan a la parte oscura del


elemento agua (reino emocional): dejarse controlar por las
emociones.

En la frente lleva una Estrella de Cinco Puntas o Pentáculo


Invertido, también llamado Pentagrama. El pentáculo, en
posición normal, simboliza el hombre regido por la cabeza. En
cambio, en posición invertida representa el hombre cabeza
abajo, o sea, con el juicio entorpecido. Este símbolo es uno de
los atributos de la magia negra.

El gesto que el Demonio hace con su mano derecha expresa


que el fin justifica los medios. En la palma de la mano está
representada la "línea de la cabeza" (quiromancia) surcada
por otras líneas, lo que significa obstaculización de la facultad
de pensar. En ella podemos ver, también, el anagrama del
planeta Saturno, regente de esta lámina.

Con la mano izquierda sostiene una antorcha encendida en


posición invertida, que simboliza el aplastamiento de toda
resistencia a fin de conseguir deseos egoístas. Esta antorcha
no da luz, sino el fuego de las bajas pasiones.

El Diablo está sentado sobre un cubo reducido. El cuadrado


es el símbolo de lo material, lo físico y terrenal. El cuadrado
reducido se refiere a las personas que únicamente persiguen
deseos personales, al materialismo extremo, a la creencia de
que no existe nada más allá de la materia, de lo que es
tangible y visible. Este es precisamente el poder del Diablo:
manipular las mentes de la gente carente de toda
espiritualidad.

El hombre y la mujer (situados en la parte frontal inferior de


la lámina) son personas capturadas por el Demonio. Por esta
razón, tienen cuernos y cola. Son esclavos del mal en
mayúsculas, o sea, en cualquier forma que éste se manifieste.

Unas cadenas alrededor de sus cuellos los mantienen atados a


la argolla del cubo reducido sobre el que se sienta el Diablo.
Pero estas cadenas, que rodean sus gargantas, son lo
suficientemente amplias para que ellos mismos se las puedan

quitar. Sin embargo, no lo hacen, lo que indica que


únicamente ellos, el hombre y la mujer, se esclavizan a sí
mismos.

El hombre tiene la cola encendida, símbolo de las pasiones


destructivas.

La cola de la mujer tiene forma de racimo de uva,


representación de los malos frutos que producen estas
pasiones dañinas.

El fondo de la carta es totalmente negro. Esto simboliza que


no se ve en ningún caso la luz. Es la oscuridad que engaña
nuestros sentidos y no nos permite ver la verdad sobre uno
mismo ni de la realidad que nos rodea. Se trata de un estado
interno de negrura total que genera un gran padecimiento.
Refleja la negatividad y el sufrimiento del mundo material,
ausencia de vida y vacío interior.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

TORRE-XVI"

NOMBRES: La Casa De Dios, La Torre de la Destrucción, La


Torre de Faros, La Torre de Fuego, La Torre Hendida por el
Rayo, El Torreón Herido por el Rayo, El Castillo o La Fortaleza
que se Derrumba, La Destrucción, El Relámpago, La
Fragilidad, La Flecha, El Hospital, El Castillo de Plutón, La
Atalaya.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor de las Huestes de los Poderosos.

PLANETA REGENTE: Marte, símbolo de la energía con la que


nos ponemos en acción en busca de nuestras metas y
objetivos, del valor que nos impulsa a afrontar los peligros, de
la cólera, la agresividad, la ambición, la soberbia, el deseo de
poder.

DÍA DE LA SEMANA: martes

NÚMERO DIECISÉIS: por adicción mística 16=1+6=7. Este


número nos remite al arcano mayor "El Carro del Triunfo-VII".
Aquí, este dígito hace referencia a las caídas que sufre El
Carro, entendidas como accidentes vivenciales y errores
vitales.

REPRESENTA: el "Rayo de la Verdad", que irrumpe


destruyendo las construcciones falsas y las formas engañosas
creadas por la conciencia.

SIMBOLOGÍA

La torre es derrumbada por el rayo de la verdad porque es


un edificio que fue fundado sobre falsos cimientos y su base
está podrida. Muestra el momento mismo en que el velo del
arcano mayor "La Papisa -II" (guardiana de la verdad interior)
se desgarra, lo que permite traspasar definitivamente las
barreras irreales y las formas engañosas erigidas por la mente
consciente. Es la imagen de la destrucción de todo lo que no
es auténtico en la vida de una persona, para dar paso a lo
real y verdadero.
La corona en forma de cúpula que cae de la torre representa
el hundimiento de los poderes terrenales por ser efímeros y
perecederos, de las ilusiones engañosas, de las apariencias
sin fondo auténtico y, en definitiva, de todo lo que es mutable
y temporal.

El rayo procede del mundo de la supraconsciencia: el reino


de la sabiduría o unión indiferenciada de consciente y
subconsciente. Figura la percepción fulgurante de la verdad,
que con su descarga abate la cúpula e incendia el torreón
destruyendo todo lo que simbolizan.

Dos personas caen de la construcción. Una de ellas viste de


azul, el color del mundo subconsciente, del reino emocional e
intuitivo. En su cabeza lleva una corona, emblema de los
poderes materiales. Al caer con ella, significa el fin de estos
poderes. La otra persona viste una capa roja, el color del
mundo consciente, de la razón y la lógica. Ambas personas
representan la dualidad y las contradicciones internas en
plena lucha, además del derrumbamiento de "algo".

La torre tiene tres ventanas. Una de ellas representa el


mundo mental y el razonamiento; otra, el mundo emocional,
con sus emociones tanto placenteras como dolorosas; la
última simboliza el mundo material y concreto, el cual es
consecuencia de los otros dos.

Del lado derecho de la torre caen diez lágrimas que


simbolizan los asuntos mundanos, ya que el número diez se
asocia al planeta Tierra.

Del lado izquierdo caen un grupo de doce lágrimas en alusión


a los doce signos del zodiaco, los cuales rigen nuestras
experiencias vivenciales en el mundo físico.

El color gris de la torre expresa tristeza de ánimo y


pesimismo.

Las nubes (que podemos ver tras la torre) más el color negro
del fondo de la lámina señalan tormenta, tanto a nivel interno
como externo, confusión mental y bajón anímico.

Ver simbología del arcano mayor "La Papisa -II"

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA

ESTRELLA-XVII"

NOMBRES: La Estrella, Las Estrellas, La Esperanza, La Estrella


de los Magos, Los Astros.

NOMBRE MÍSTICO: La Hija del Firmamento.

SIGNO ASTROLÓGICO: Acuario. Este signo confiere


filantropía, altruismo, generosidad, amor a la humanidad,
solidaridad, progreso.

NÚMERO DIECISIETE: por adición mística, 17=1+7=8. Este


dígito nos remite al

arcano mayor "La Fuerza-VIII", representación de la fortaleza


interior del ser humano. Con el número 17 elevamos a La
Fuerza a un nivel superior, transformándola en fuerza
espiritual pura.

REPRESENTA: el encuentro con la luz interior que guía y


orienta, la capacidad de percibir la vida a través de los
sentidos internos, lo cual llena de esperanza y fe.

SIMBOLOGÍA

El estanque, que vemos ante La Estrella, representa el gran


inconsciente colectivo, es decir, la unión de todos los seres,
que se encuentra más allá de la razón. Este es el estanque
que podíamos ver en el arcano mayor "La Papisa-II".
Pero entonces, únicamente se nos mostraba la parte más
superficial del mismo para indicarnos que en toda persona
existe un mundo subconsciente que yace bajo la conciencia, y
en el que se encierra una inestimable sabiduría. Gracias a las
lecciones de todos los arcanos mayores anteriores, La Estrella
puede penetrarlo hasta acceder al inconsciente colectivo
(ubicado en su profundidad), desvelándose, así, la gran
sabiduría que en él se esconde.

La desnudez de la mujer personifica la inocencia, la pureza y


la libertad que supone poder percibir la vida a través de los
sentidos internos. Esta es la virtud que otorga el poder
alcanzar las profundidades del estanque y sus conocimientos.

La Estrella derrama un jarro de agua sobre la tierra,


dividiéndose en cinco regueros. Simbolizan los cinco sentidos,
el aspecto consciente del hombre y la vida exterior
(experiencias externas).

Derrama el agua de otro jarro en el agua, la cual es el


emblema de la intuición, del aspecto subconsciente del
hombre y de la vida interior (experiencias internas).

La tierra fértil, que rodea a la mujer, simboliza fecundidad, la


tierra dando sus frutos, materialización.

Las estrellas figuran la luz del inconsciente que nos llama a


descubrir sus secretos, y el objetivo de resolver los opuestos
de la vida. Son el emblema de la esperanza y la fe, de la luz
que nos guía y orienta.

Todas las estrellas tienen ocho puntas en alusión al arcano


mayor "La Fuerza -VIII", símbolo de la fortaleza interior.

La mayor de las estrellas se identifica con el Sol, el cual es


fuente de vida, de luz y claridad, de fortaleza interior y
potencia física.

Las siete estrellas pequeñas representan los siete planetas


más la influencia que ejercen sobre las personas, ya que rigen
las experiencias vivenciales que todo espíritu encarnado debe
vivir por el bien de su evolución espiritual.

Las estrellas en su conjunto hacen referencia a las influencias


astrales que ejercen sobre la naturaleza y las personas.

Detrás de la mujer vemos un ibis sobre un árbol. Este pájaro,


que fue venerado por los antiguos egipcios, encarna a Thoht,
dios de la sabiduría e inventor de todas las artes creativas y
adivinatorias. También simboliza la tranquilidad mental y el
alma inmortal.

En el fondo de la imagen podemos ver una montaña.


Representa seguridad, estabilidad, inmutabilidad y grandeza.
Al estar siempre en contacto con el aire (elemento asociado al
reino mental) pertenece al mundo del pensamiento y la

razón, por lo que alude al conocimiento superior y a la


sabiduría.

La montaña es violeta. Este color es una alegoría de las


energías antagónicas, constituyentes del Cosmos y el
Hombre, en perfecta unión y equilibrio. Esto se debe a que el
violeta es el resultado de la fusión del rojo (mundo
consciente-razón) y el azul (mundo subconsciente-intuición).
Figura la unión indiferenciada de estos dos mundos, llamada
supraconciencia, estado que permite la sublimación de los
sentidos. Por ello, es el emblema de los opuestos en completa
armonía, del amor, el deseo y la sexualidad maduros y
elevados, y de los estados más altos de la conciencia.

El fondo es azul, color asociado a la intuición, al mundo del


subconsciente, del sentimiento y la emoción. Es la
profundidad del mundo inmaterial, la vida interior, el reino
onírico, el infinito, la verdad eterna e inmortal. Expresa
emociones placenteras, actividad sentimental y afectiva,
amistad, fidelidad, serenidad, paz, quietud.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "LA


LUNA-XVIII"

NOMBRES: La Luna, La Noche, Las Tinieblas, La Oscuridad del


Sueño, El Cangrejo, El Cielo Nocturno, La Diosa Lunar, El
Crepúsculo, El Atardecer.

NOMBRE MÍSTICO: La Regidora del flujo y el reflujo.

SIGNO ASTROLÓGICO: Piscis. Este signo confiere


vulnerabilidad, sensibilidad, imaginación, poesía, artes
musicales y bellas artes en general. Este signo rige las

profundidades del mundo interior del hombre.

ELEMENTO: Agua, emblema del mundo del sentimiento y la


emoción, de la mente subconsciente y la intuición. Representa
la profundidad del mundo inmaterial, la vida interior, el reino
onírico, el infinito, la verdad eterna e inmortal.

NÚMERO DIECIOCHO: por reducción mística, 18=1+8=9. La


Luna nos devuelve al arcano mayor "El Ermitaño-IX". El
número dieciocho profundiza en la sanación espiritual que
comenzó El Ermitaño buscando la curación absoluta a nivel
físico, anímico, psicológico y espiritual.

REPRESENTA: la zona más recóndita del inconsciente, donde


se esconden los temores más abismales y lo más degradante
de la naturaleza humana. También representa lo
psicosomático: procesos psíquicos y emocionales que tienen
influencia en lo somático (cuerpo material de los seres
animados).

SIMBOLOGÍA

La Luna simboliza la mente universal subconsciente. Está


dormida porque es durante el sueño cuando realiza su trabajo
sobre nuestro cuerpo físico, trabajo que consiste en ir
ejecutando nuestro destino.

Tiene treinta y dos rayos que representan los puntos del


Árbol de la Vida y sus senderos.

Es de color amarillo porque refleja la luz oculta del sol, ya


que La Luna no posee luz propia. Por esta causa, la
iluminación que ofrece es pobre y no puede iluminar con
claridad. Este hecho deforma la realidad y hunde a la persona
en la incertidumbre.

De la luna caen quince lágrimas. Quince es el número del


arcano mayor "El Diablo" y su maligno mundo, que en esta
carta hay que terminar de transformar.

El estanque simboliza la zona más profunda del mundo


subconsciente, los miedos más hondos y la parte más
denigrante de la naturaleza humana.

El cangrejo encarna al hombre que se enfrenta con esta


parte de sí mismo con el fin de transformar su propia energía
negativa en positiva. Para poder cumplir su tarea tiene que
alcanzar el nivel más abisal del estanque. Por ser una criatura
que no pertenece totalmente al reino acuático ni al terrestre,
sino que vive entre ambos, es una imagen del mundo onírico
que se introduce en el mundo visible a través de imágenes y
sentimientos.

El cangrejo es violeta. Este color es una alegoría de las


energías antagónicas, constituyentes del Cosmos y el
Hombre, en perfecta unión y equilibrio. Esto se debe a que el
violeta surge de la fusión del color rojo (energía masculina,
mundo consciente, razón) y el azul (energía femenina, mundo
subconsciente, intuición).

Figura la unión indiferenciada de estos dos mundos, llamada


supraconciencia, estado que permite la sublimación de los
sentidos. Por ello, es el emblema de los opuestos en completa
armonía, del amor, el deseo y la sexualidad maduros y
elevados, y de los estados más altos de la conciencia.

El crustáceo se dispone a seguir un camino amarillo, el color


de la mente consciente, lógica y racional, de la claridad y la
lucidez mental, la energía, el dinamismo y la vitalidad. Este
sendero nos permite atravesar el paisaje tenebroso de La
Luna conduciéndonos al territorio relajante del Sol, astro que
es fuente de vida y luz, de fuerza interior y potencia física.

El perro, a la derecha de la luna, encarna la naturaleza


sojuzgada por el hombre.

Es el ser que empieza a tener autoconciencia, a ser


responsable de sí mismo y de su propia evolución, de ahí su
color amarillo. Simboliza el aspecto consciente del hombre.

El lobo, a la izquierda de la luna, personifica la naturaleza


salvaje y libre, tal como fue creada. Simboliza el mundo
instintivo del hombre.

Las dos torres, justo debajo de La Luna, representan el fin


del territorio de La Luna y el comienzo del territorio del Sol.

ÁRBOL CABALÍSTICO DE LA VIDA

La cábala es una disciplina y escuela de pensamiento


esotérico relacionada con el judaísmo (religión, tradición y
cultura del mundo judío), que investiga y define la posición
del ser humano en el universo.

El Árbol de la Vida, símbolo cabalístico de gran importancia en


el judaísmo, es una forma de representar el Universo y el
Hombre. Ilustra la idea de la vida espiritual y material;
representa, a la vez, al hombre espiritual y al hombre
encarnado, además de la interconexión de toda vida en el
planeta y su evolución. Describe el desarrollo de un propósito
desde que es ideado hasta que se plasma en la realidad física.

Se divide en tres Columnas o Pilares. El de la derecha es el


Pilar de la Misericordia, que representa el amor; el de la
izquierda es el Pilar del Juicio, que representa el rigor; y el del
centro es el Pilar del Equilibrio, el cual armoniza los dos
anteriores.

Se compone de diez esferas o centros de vida llamados Sefirá


o Sefirot. Cada Sefirá se conecta con los demás a través de
unas líneas denominadas Senderos.

Los senderos son 22, los cuales se corresponden a los 22


arcanos mayores del Tarot y a las letras que componen el
alfabeto hebreo. Cada Sefirá representa la manifestación de la
divinidad y una etapa de la evolución universal.

Los diez Sefirot son los siguientes:

1. Kéter (la Corona, la Unidad de todas las cosas), asociado al


planeta Plutón.

2. Chokmah (la Sabiduría), asociado al planeta Neptuno.

3. Binah (la Inteligencia siempre activa), asociado al planeta


Saturno.

4. Chesed (la Misericordia, la Grandeza), asociado al planeta


Júpiter.

5. Geburáh (la Justicia, la Fuerza), asociado al planeta Marte.

6. Tiphareth (la Belleza), asociado al Sol.

7. Netzach (la Victoria de la Vida sobre la Muerte), asociado al


planeta Venus.

8. Hod (la Eternidad del Ser, la Gloria), asociado al planeta


Mercurio.

9. Yesod (el Fundamento, la piedra angular de la estabilidad),


asociado a la Luna.

10. Malkuth (el Reino, el principio de las formas), asociado a


la Tierra.

El Árbol muestra los cuatro niveles o mundos de la existencia,


que son los siguientes:

El primer mundo o Aziluth es el mundo de la Emanación, la


primera manifestación de existencia. Se asocia al elemento
Fuego y al nivel divino.

El segundo mundo o Briah es el mundo de la creación, en el


que aún no hay forma dada. Se asocia al elemento Aire y al
nivel mental.

El tercer mundo o Yetzirah es el mundo de la formación. Es el


reino de las formas que siempre está en continua
transformación. Se asocia al elemento Agua y al ámbito
emocional.

El cuarto mundo o Assiah es el mundo de la materia, de la


acción. Es el nivel más denso. Se asocia al cuerpo físico y al
elemento Tierra.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL


SOL -XIX"

NOMBRES: El Sol, La Luz, La Energía, La Vitalidad, La


Luminosidad, El Día, El Brillo, La Luz Universal, La Luz Divina,
La Luz Espiritual, La Luz de la Razón, La Luz de La Concordia.

NOMBRE MÍSTICO: El Señor del Fuego del Mundo.

CORRESPONDENCIA ASTROLÓGICA: Sol, símbolo de


voluntad, energía, autoridad, autoafirmación, capacidad de
organización, dignidad, lealtad, nobleza, generosidad,
idealismo.

DÍA DE LA SEMANA: domingo.

ELEMENTO: Fuego, signo de la fuerza vital o de deseo que


impulsa a vivir experiencias vivenciales.

NÚMERO DIECINUEVE: por reducción mística,


19=1+9=1O=1+O=1. Este naipe nos devuelve a los arcanos
mayores, "El Mago-I", "El Ermitaño-IX" y "La Rueda de la
Fortuna-X". El Mago nos habla de comienzos positivos, que en
este naipe adquieren firmeza; la luz contenida en la linterna
de El Ermitaño es la luminosidad del Sol, que al alcanzar el
nivel 19 ilumina con toda su plenitud; La Rueda, emblema de
los cambios del destino para bien y para mal, al llegar a este
nivel habla únicamente de cambios positivos. Aquí
conseguimos la unión de estos tres arcanos: la realización
completa de los comienzos simbolizados por El Mago, la
llegada a la meta tras la búsqueda iniciada por El Ermitaño, y
los cambios simbolizados por La Rueda convertidos en éxitos
auténticos.

REPRESENTA: felicidad, abundancia, vitalidad, lucidez mental,


el poder de la fuerza interior, la evolución personal, el espíritu
en paz, la capacidad afectiva y de relación con el entorno, la
energía masculina o mente consciente en relación opuesta a
la Luna, emblema de la energía femenina o mente
inconsciente (las dos formas de energía que conforman el
Hombre y el Cosmos).

SIMBOLOGÍA

El Sol simboliza el yo consciente, que es la parte iluminada


de la mente (en contraposición al yo inconsciente o aspecto
velado de la mente). Es energía radiante, fuente de vida y
bienestar, de luz y claridad, de fortaleza interior y potencia
física. Se trata de un astro bienhechor, muy activo, lleno de
sana ambición, que colma a las personas de alegría ante la
vida y de valentía ante las adversidades. Es el emblema de
las grandes acciones y los triunfos en todos los aspectos de la
vida.

Tiene once rayos rectos que representan la polaridad


masculina y once rayos curvos que figuran la polaridad
femenina.

En total consta de veintidós rayos que corresponden a los


veintidós arcanos mayores del Tarot.

El muro, que hay detrás del niño, hace alusión al mundo


físico y a la existencia terrenal.

Al niño se le llama el Niño del Sol. Personifica la unión de las


energías o polos opuestos que conforman el Hombre y el
Cosmos: la energía masculina o mente consciente, y la
energía femenina o mente subconsciente. Esta fusión de
energías antagónicas posibilita alcanzar la supraconciencia,
estado que permite la sublimación de los sentidos.

Al niño le representa ante el muro o mundo físico porque ha


conseguido fundir dentro de sí estos dos aspectos de su
naturaleza, superando, así, el "muro" de las limitaciones de lo
personal. Ello supone paz, felicidad y una enorme libertad

interna. Él es el Hombre Nuevo que algún día tiene que poblar


el planeta.

La pluma roja, que el niño lleva en la cabeza, es el atributo


de la fuerza vital o de deseo, la cual impulsa a vivir
experiencias vivenciales.

Porta una corona floral con seis rosas que unida a la pluma

roja representan los siete chakras (puntos energéticos


principales del cuerpo humano) actuando en perfecta
armonía. Esto significa que tanto el cuerpo como la mente se
encuentran en equilibrio.

El caballo, que monta el niño, es el emblema del cuerpo físico


y del mundo concreto, y la encarnación de la fuerza, la
energía y la nobleza. Su color blanco indica pureza de alma.

El caballo obedece al niño, lo que significa que él dirige sus


circunstancias y su propio destino.

La ausencia de brida y de montura figura la identificación


total entre la naturaleza humana y la bestial, que es inherente
a todo ser humano. Esto es posible gracias a que se han
transformado completamente las malas energías que

contiene el arcano mayor "El Diablo -XV" en energía


espiritual. Y a que se ha purificado la profundidad del
estanque del arcano mayor "La Luna -XVIII", el lugar

donde se ocultan los miedos más hondos y la parte más


denigrante de la naturaleza humana.

El niño sujeta una bandera anaranjada. Este es un color


asociado al sol, por lo que es la expresión de la fortaleza de
este astro y de la energía masculina, el signo de la
abundancia y la satisfacción.

Los cuatro girasoles, detrás del muro, son las flores del sol.
Representan vigor y arrojo para consumar los propósitos, y
los cuatro niveles del mundo natural:

mineral, vegetal, animal y humano.

Ver simbología del arcano mayor, "El Diablo -XV"

Ver simbología del arcano mayor, "La Luna -XVIII"

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

JUICIO -XX"

NOMBRES: El Juicio, La Resurrección, El Despertar, El Aeón,


El Sarcófago, El Ángel de La Trompeta, El Ángel Gabriel, El
Ángel del Juicio Final.

NOMBRE MÍSTICO: El Espíritu del Fuego Primordial.

PLANETA REGENTE: Plutón. Simboliza la eliminación de lo


necesario con el fin de posibilitar una transformación, pasar
de una forma a otra y la fuerza que motiva este cambio,
muerte y descomposición, regeneración y elevación.

ELEMENTO: Fuego, signo de espiritualidad.

NÚMERO VEINTE: por reducción mística, 20=2+0=2. Esta


lámina nos remite al arcano mayor "La Papisa-II", emblema
de la dualidad, de los polos opuestos que conforman el
Cosmos y el Hombre: femenino y masculino, consciente y

subconsciente, luz y oscuridad, el bien y el mal... En esta


carta el número dos es elevado a un nivel superior porque
conseguimos la completa unión de estas energías
antagónicas, lo que supone un perfecto equilibrio interior y
exterior.

Por otro lado, 20 es igual a 2 veces 10. Este naipe también


nos remite al arcano mayor "La Rueda de la Fortuna-X", lo
que indica que al fin podemos comprender el misterio del
destino del hombre que nos mostraba dicha lámina.

REPRESENTA: la resurrección, el retorno al mundo del que


procedemos, el mundo espiritual, el espíritu dotado de
conciencia cósmica.

SIMBOLOGÍA

El ángel de la imagen es el Arcángel Gabriel. Personifica el


mundo espiritual y la verdad esencial que solamente podemos
conocer tras la muerte física. Con este Ángel se interrumpe la
actividad física en el mundo terrenal para nacer en el mundo
del "Más Allá", donde serán juzgados nuestros pensamientos,
nuestros actos y nuestras experiencias vividas durante la
existencia terrena.

La trompeta del ángel simboliza la llamada del Cielo. El


Arcángel Gabriel, con el sonido de su trompeta, llama a los
muertos para que abandonen sus tumbas y puedan resucitar
en el Mundo del Espíritu.

En la trompeta hay una bandera con la Cruz de Malta,


imagen de la unión de los polos opuestos de la vida que, a la
vez, son complementarios. Los brazos de la cruz son iguales,
tienen la misma longitud. El brazo vertical figura el polo
positivo de la vida: la energía masculina o activa, la mente
consciente, la luz... El brazo horizontal representa el polo
negativo: la energía femenina o pasiva, la mente
subconsciente, la oscuridad... La cruz une estos dos extremos
de una forma indiferenciada, lo que significa el retorno hacia
lo incomprensible, es decir, hacia el mundo del que
procedemos.

El Arcángel viste una túnica azul claro, color que representa


la pureza, la fe, la espiritualidad y el cielo.

Sus alas se relacionan con el aspecto positivo de la vida y del


hombre, con la liberación de todo lo negativo. Hacen alusión a
un sentimiento interno de libertad, a la capacidad de
trascender los límites de la condición humana, de
desprenderse de las ataduras de la materia con el fin de
acceder a los niveles superiores de la existencia y a los más
elevados estados de conciencia.

Las alas son de color violeta. Es una alegoría de las energías


antagónicas, constituyentes del Cosmos y el Hombre, en
perfecta unión y equilibrio. Esto se debe a que el violeta surge
de la fusión del color rojo (energía masculina, mundo
consciente, razón) y el azul (energía femenina, mundo
subconsciente, intuición).

Figura la unión indiferenciada de estos dos mundos, llamada


supraconciencia, estado que permite la sublimación de los
sentidos. Por ello, este color es el emblema de los opuestos
en completa armonía, del amor, el deseo y la sexualidad
maduros y elevados, y de los más altos estados de la
conciencia.

El cabello del ángel es amarillo y rojo. El color amarillo es


signo de claridad y lucidez mental, de verdad y luz, de
dinamismo, energía y vitalidad. El color rojo es el signo de la
mente consciente, que en este naipe indica el despertar de la

conciencia.

Los ataúdes señalan quietud, el reposar de los conflictos y las


luchas mundanas (tanto a nivel interno como externo), el final
de un ciclo, y la resurrección, gracias a la cual se puede
volver a los orígenes.

Los baúles flotan sobre el mar, representación del gran


inconsciente colectivo que no es otra cosa que la unión de
todos los seres, el cual se encuentra más allá de la razón.

El interior de los ataúdes es de color negro, ejemplo de la


negatividad y el sufrimiento del mundo material.

Las personas que salen de los baúles personifican el


momento de renacer al Mundo del Espíritu, un mundo pleno
de luz y paz. Definitivamente, dejan atrás la "tumba
mundana", entendida como la oscuridad de la existencia
material.

Entre estas personas que vemos renacer se destacan, en


primera plana, un hombre, una mujer y un niño:

El hombre encarna el mundo de la conciencia.

La mujer encarna el mundo del subconsciente.

El niño personifica la supraconsciencia o unión definitiva de


los dos mundos anteriores, los cuales habían permanecido
separados mientras duraba la encarnación (tiempo destinado
a la vida en el mundo físico), lo que significa felicidad,
armonía y libertad interior.

El color gris, que inunda la carta, es el resultado de la unión


del blanco (mundo consciente, energía masculina) y el negro
(mundo subconsciente, energía femenina). Indica, unión de
opuestos y solución a las contradicciones, equilibrio entre
corazón y mente, en suma, armonía interior.

Las montañas, en el fondo de la imagen, indican seguridad,


estabilidad, inmutabilidad y grandeza. Por estar siempre en
contacto con el aire –elemento asociado al nivel mental-
pertenecen al mundo del pensamiento y la razón, por lo

que simbolizan conocimiento superior y sabiduría. Están


heladas haciendo alusión a una mente quieta y tranquila.

TAROT RIDER-WAITE: SIMBOLOGÍA DEL ARCANO MAYOR "EL

MUNDO-XXI"

NOMBRES: El Mundo, El Universo, El centro del Universo, El


Cosmos, La Fuente de la Naturaleza, El Alma del Mundo, La
Gran Fortuna.

NOMBRE MÍSTICO: La Grande de La Noche del Tiempo.

PLANETA REGENTE: Saturno. Este planeta simboliza afrontar


la vida haciendo uso del raciocinio, estabilidad, perseverancia,
construcción y conservación.

DÍA DE LA SEMANA: sábado

ELEMENTO: Tierra, asociada al mundo físico, concreto y


terrenal, a la solidez, a la firmeza. Este elemento confiere
poder para materializar lo que estaba en estado potencial,
para dar envoltura física a lo que se encuentra en proceso de
gestación.

NÚMERO VEINTIUNO: por adición mística 21=2+1=3. Este


dígito nos remite al arcano mayor "La Emperatriz-III", signo
de realización y fructificación.

Por otro lado, 21=2+1. Este número une a los arcanos


mayores "La Pasisa-II" (mente subconsciente) y "El Mago-I"
(mente consciente), fusión que da lugar a la
supraconsciencia, es decir, a la plena armonía y libertad
interior y exterior.
REPRESENTA: el fin del Karma, que supone la elevación del
espíritu, con su consiguiente liberación de la existencia
material y de las ataduras que impone el cumplimiento del
destino.

El karma es la "Ley de causa y efecto" que rige nuestro paso


por el mundo físico.

Explica que estamos formados por las acciones que hemos


realizado en el pasado y que sólo nosotros creamos nuestro
futuro con las acciones que hoy emprendemos.

SIMBOLOGÍA

La mujer, que podemos ver en la lámina, danza alegre y


jubilosa porque es completamente libre. Esto se debe a que
ha dejado atrás las limitaciones del mundo material tras
haber superado todas las pruebas representadas por los

arcanos mayores anteriores. En suma, se ha librado, al fin, de


seguir pagando el karma de la existencia física.

Con su cabeza y sus brazos forma un triángulo con el vértice


hacia arriba (triángulo de fuego), y con sus pies forma una
cruz. El triángulo de fuego indica espiritualidad; la cruz,
equilibrio entre tendencias opuestas, propias del mundo
material. El conjunto representa la liberación del alma y la
regencia del espíritu sobre la materia.

Sostiene dos varas de igual color y tamaño. Representan la


dualidad y las energías antagónicas, pero a la vez
complementarias, que conforman el Cosmos y el Hombre
(polo femenino-subconsciente-oscuridad; polo masculino-
conciencia-luz) en una unión perfecta e indiferenciada.

El color de las varas es blanco como símbolo de pureza. Estas


varas poseen poder en los dos mundos, el divino y el
humano.

La estola, con la que la mujer cubre su cuerpo, es el cordón


de plata, el cual une el espíritu al cuerpo físico. Es de color
violeta, signo de amor elevado y de los más sublimes estados
de conciencia.

El Toro, el León, el Águila, y el Hombre o Ángel son los


animales místicos. Representan al arcano mayor "La Rueda de
la Vida-X", emblema de los giros azarosos de la suerte y del
misterio del destino del hombre.

El Toro se asocia al signo zodiacal Tauro y al elemento Tierra


(mundo concreto).

El León, al signo Leo y al elemento Fuego (energía vital que


impulsa a vivir experiencias vivenciales)

El Águila al signo de Escorpio y al elemento Agua (mundo


emocional)

El Hombre o Ángel al signo de Acuario y al elemento Aire


(mundo mental).

Estos son los cuatro signos fijos del zodiaco que simbolizan a
éste en su totalidad y el destino que todo hombre debe
cumplir.

La mujer está completamente rodeada de una corona de


laurel, la cual la mantiene fuera del alcance de los animales
místicos y de lo que ellos representan:

estar sujeto a un karma. La persona ha realizado el destino


que tenía predeterminado y aprendido las lecciones de cada
experiencia vital en el mundo físico. Gracias a ello, el espíritu
puede romper las cadenas que lo mantenían ligado a la
reencarnación en el mundo material.
La corona de laurel señala la victoria que supone trascender
el mundo terreno.

El color verde de la corona habla de esperanza y curación.

La corona tiene forma de huevo o de número 0, lo que


representa ideas y deseos convertidos realidad.

Los lazos rojos, en cada extremo de la corona, tienen forma


de ocho en posición vertical, llamado "lemniscata". Este
símbolo es el emblema del infinito y la vida eterna, lo que
significa que la vida no termina con la muerte física. El color
rojo sugiere, vitalidad, actividad, movimiento, optimismo,
coraje, confianza en uno mismo, amor y pasión por la vida.

El fondo azul claro figura la pureza, la fe, la espiritualidad y


el cielo.

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