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ANALISIS mtn y PSICOLOGIA HUMANISTA | REVISTA DE ANALISIS TRANSAGCIONAL Y PSICOLOGIA HUMANISTA (Boletin informative de ASOCIACION ESPANOLA, DE ANALISIS TRANSACCIONAL -AESPAT-) Edita: AESPAT (tundada en 1978) * Domicito soci 7, Clara del Rey, n? 44-72 A 28002 Madrid * Junta Drectiva: ~ Teléfono: 97 622 04 50 ~ Correo eloctrdnice: aespat@mundottoe.com * Apdo. Correos: 8.22 - 28060 Madi Junta Directive de AESPAT Presidente: Jests Serrano Garcia Secretaria: Rosa Serate Mayoral Tesorera: ‘iar Garmendia lzaguire Voo: Juan Cruz Moreda Perez de Eulate ‘José M? Ferran i Toreent Vocal de Publicaciones: Juan Garcia Moreno Juan Cruz Moreda Pérez de Eulate JJesis Serrano Garcia Josep M* Ferran Torrent Consejo Editorial + Direccién institucional: Junta Directiva de AESPAT + Direccién Técnica: Juan Garcia Moreno Reslizacién: _GRAFICAS DEHON La Morera, 23-25, 28860 Torrelon de Ardoz tix Depésito Legal: M-36843-1981 t5si c212 - 9876 RPL n? 1085354 (provisional) i NAF. 1095554 | El Consejo Editorial de a Revista no asume necesariamente al punto dv ‘esta Revista; son los propos autores los responables de su contenido. Os ofrecemos, en el presente N° 53 de la Revista, los siguientes articulos: “Capacidad transformadora del A.T.", de Manuel Francisco Massé Cantarero, Conferencia inaugural del Xi! Congreso Espariol de A.T. ‘en Zaragoza (17-19 septembre, 2004); “Integrando el Reprocesa- miento y Desensibilizacion por el Movimiento Ocular, el Andlisis Transaccional y la Terapia Relacional en la préctica clinica. Dos casos prdcticos’, de Elisa Magica San Emeterio; “Bases Constructivistas en la Psicoterapia Reeducativa con nifios. Tres casos précticos’, de ‘Arantxa-Nadia Coca Vila; “Andlisis Transaccional y Musicoterapia Autorrealizadora, una armoniosa integracién’, de Conxa Trallero Flix; y “Acerca de la Danzaterapia’, de la misma anterior autora; *Cémo aplicar el A.T. en ef Aula’, de M* Elvira de Dios Vidal; y “Qué es la Psicoterapia?", de Juan Garcla Moreno, que inicia con éste una serie de articulos sobre la Psicoterapia. A continuacion se publican las traducciones siguientes: “Tres esta- dos del Yo basicos: E! Modelo primario’, y “Substrato Neurol6gico de las Estados del Yo basicos", ambos trabajos de Jordi Oller Vallejo, Publicados en Inglés en la prestigiosa revista “Transactional Analy- sis Journal" y traducidos por é! mismo al Espafol: "El Guidn de Vida como defensa del Yo", de Warren D. Cheney; ‘Los Guiones en suspenso: Una segunda posibilidad para las mujeres’, de Richard G. Erskine y Tehila Selzer; y "z Qué hace usted después de cumplir su Guidn?", de Dorothy Jongeward; estos tres Litimos publicados en “Actualites en Analyse Transactionalle” (AAT) y traducidos por Casto Martin Insistimos en solicitar la publicacién de mas trabajos presentados en el titimo Congreso de Zaragoza y de otros fruto de vuestra expe- tiencia profesional tedrica y préctica para que la revista ayude, cada vez mas, a la formacién tedrico-practica de todos los amantes del A.T. y de la Psicoterapia en general. Que paséis un descansado verano recuperador de fuerzas. Fovista de AndiosTransacinal y Plelogia Humanista ‘SUMARIO CAPACIDAD TRANSFORMADORA DEL ANALISIS TRANSACCIONAL. Manuel Francisco Maseé Centerero INTEGRANDO "EL REPROCESAMIENTO Y DESENSIBILIZACION POR EL MOVIMIENTO OCULTAR (EMDR)’, “EL ANALISIS TRANSACCIONAL” YY LA “TERAPIA RELACIONAL” EN LA PRACTICA CLINICA, DOS CASOS PRACTICOS. Elisa Mugica San Emeterio BASES CONSTRUCTIVISTAS EN LA PSICOTERAPIA REEDUCATIVA CON NINOS. TRES CASOS PRACTICOS. Arantxa-Nadia Coca Vila ANALISIS TRANSACCIONAL Y MUSICOTERAPIA AUTORREALIZADORA, UNA ARMONIOSA INTEGRACION. Conxa Trallero Flix ACERCA DE LA DANZATERAPIA. Conxa Trallero Flix COMO APLICAR EL AT. EN EL AULA, M* Elvira de Dios Vidal . {QUE ES LA PSICOTERAPIA? ‘Juan Garcia Moreno ‘TRES ESTADOS DEL YO BASICOS: EL MODELO PRIMARIO. Jordi Oller Vallejo SSUBSTRATO NEUROLOGICO DE LOS ESTADOS DEL YO BASICOS: Jordi Oller vallejo EL GUION DE VIDA COMO DEFENSA DEL YO. Warren D. Cheney ns LOS GUIONES EN SUSPENSO: UNA SEGUNDA POSIBILIDAD PARA LAS MUJERES, Richard G. Erakine y Tehila Selzer .. {QUE HACE USTED DESPUES DE CUMPLIR SU GUION? Dorothy Jongeward NORMAS PARA LA PUBLICACION DE ARTICULOS 1“ at 2 35 se a 55 87 n ™ 9 CAPACIDAD TRANSFORMADORA DEL ANALISIS TRANSACCIONAL* Se; MANUEL FRANCISCO MASSO CANTARERO Psiedlogo ssentan en este articulo, tras una breve introduccién, ciertas denotaciones al respecto y el poder transformador del A.T. centréndose el autor en el diagndstico, el andlisis experiencial, la catarsis, la innova cin experiencial, ta facilidad del lenguaje, el respeto a la subjetividad, {a alianza con el Nilo y ta focalizacién del proceso. INTRODUCCION I Andlisis Transaccional (A, T. en lo su- cesivo) es una obra colectiva, desde su ini ‘io, cuando el Seminario de Psiquiatria y Psicologia Social de San Francisco, lidera- do por Berne, comenzé sus estuerz08 por acetear la Psicologia a sus usuarios y abre- Viar los procesos de curacién, otsrgando al terapeuta un papel activo, inquietud ésta {que Berne compartia con Ferenzi, Sulivan, Pers y otros, En 1997, Schlegel propuso una definicién de A. T. que, @ mi juicio, es completa, en lo felerente a su aplicacion clinica, E1A.T, dice Schlegel, es un método terapéutico que se Caracteriza por la integracion creadora de las orientaciones cognilva y psicodinémica e la psicoterapia, enriquecida con aporta- clones que conciemen 3 la tarapia dla co ‘municacién. Integra, sin contragkecién algu: ra, el incremento de la conciencia y fa est ‘mulacién del cambio de conducte, Oira ca- racteristica importante es el énfasts sobre el ‘contrato y la docisién. Por ute, algunos procedimientos terapéuticos transaccionales ‘pueden describirse como experiercias emo- Cionales correctvas, on la linea recomends- a por Franz Alexander (1996). Denotaciones 1.-La experiencia emocional correcti- va la han conseguido Bob y Mary Goulding on la terapia de redecision, y también Ar- buthnot, Greve, Thomson y Rotondo Magio- Fa, por ‘su empefo para incluir el ensuerio diigido como procedimiento de trabajo, con- {gruente con laterapia transaccional La catarsis emocional com> recurso terapéutico, de un modo u otro, la han pro- puesto English, por su aportacién sobre los ‘Ssentimientos pardsitos, Erskine, por su estu- dio sobre et sentimisnto de vergienza, y Steiner, cuya aportacién cognitiva sobre fa allabetizacion emacional puede ser intere- sante debati. 3.-La vertiente cognitiva, ha sido puesta de relieve no solo por Shiegal (1998), sino también por el trabajo de Kertész,y dol pro- pio Berne cuyo concepto de confrontacién tienen como objetivo la descontaminacién del Adulto, 0 reestructuracion cogniiva, para que pueda obtener mayor objetivicad y af CConterencia inaugural de! Xil Congreso Espafol de A.T., an Zaragoza (17-19 septembre, 2004) vista do Andis Tansacionaly Plclgia Humes cacia en el afrontamiento de los retos de la realidad. Kertész enriquece el A. T. combi néndolo con la terapia multimodal de Laza- tus, cuyos planteamientos bioligico, afect- YO, sensitive, Imaginative, cognitvo, comu: riativo y social son perfectarrente asimila- bles al languaje transaccional 4-EI cardcter psicodindmico do la psi coterapia transaccional, epistemol6gieamen- 'p, lo puso de manifesto tambien ef magnif- ‘9 ensayo de Schlegel y, por su préctica profesional, lo demuestran Novelino (1935), also y Eseribano, quien incluso, sin base ‘empitica explicit, ha asimilado las fases ‘volutwas freudianas, ofl, ancl, falico-gen- ‘al de latencia,etc., alas propuesias por Pa- mala Lewin, dentro del Ambito ransaccional Escribano, 1982). Un psiguiatra que trabajara para el ejérc- to de USA, entomo a 1945, tania muchos clientes traumatizados por la guerra, que no odian esperar a que la asociacion libre y la hnterprotacion de los suetios y de los actos falidos les proveyeran la curacién. Por eso, Beme comenz6 a efectuar procodimientos terapéutices que, en ese momento histérico, 2 consideraban helerodoxos, especialmen- 1B vistos desde la perspectiva del Psicoand- Isis ortodoxo, En clerto sentido, ol A T., igual que la Ges- tat el Psicoanslisis Social de Sulivan y la Orgonterapia de Reich, quo luego crstaliza- 'é como Bioenergética, son movimiertos que s@ generan desde la discontornidad con la figidez de achacar al proceso primario. no ‘610 Ia estructuracién del yo, sino la explica- ‘cidn de los trastomos actuales y la herme- néutica de la concucta entera do la persona, -Los recursos de la comunicacién ‘estin acreditados por el trabajo de Boyce y ‘Allen sobre el permiso, Price que estudié las ‘vansacclones paradijcas, Barbara Clark (1995) las de empatia, Menegaux la de pro- teecién y Barnes, quion propuso una defini «én de transaccién mucho més completa y cientifica que Beme, y cuya Hea del dia- ante dramético constituye una propuesia consiructvista (Constructvismo social), que Bames onraiza en el proceso de la comuni- cacion y en la enjundia misma de la tran- saccidn que propone. ‘Wes Ate 2005 6-Caréctor constructivista: EI yo es ‘autopoyéutico, un proceso ablerto a lo largo y ancho de la vida de cada persona, que no ‘sclerosa su proceso de maduracion y car bio, ni cancela sus posibildases de sogur construyéndose, deconstruyéndose y recons: truyéndose a partir de un determinado esta- dio evolutivo. El yo, como et manto de Pe- nélope, se teje y desteje contruament, in tegea pautas nuevas de adapacion y dese. cha viejos troqueles. Temas transaccionales como el de economia de carcias de Ste nef, las tesis del Adulto integrado de Ker- 1és2 y Erskine (son distntos Autos integra os), la virtualidad de a transaccion del per- miso de Boyce (1980) y los Allen, J. BA. (1991), enfatizan el carécter constructvista {del A. T., demastrado también por el ensayo {de los Allen (2000) y Gregoire (2000) 7.-Reparentalizacién: Jacqui Schiff, a quien algun dia habrd que hacer justi ppropuso un método de reparertaizacion que Conver’ a la psicoterapia en una misién ‘existencial; con Independencia de esta apor- tacién extraordinaria, nadie duda del papel teparontalizador que, ineludibiemente, con- clorne al terapeuta y al grupo como agente ‘uxllar del torapauta, Martin Grooder, que ha aplicado A. T. ala reeducacién de reclu- '806 abundé en esa linea. [Mi exposicion se ationo a los limites. de ‘mi propia préctica profesional. Los campos {de aplicacion del Andlsis Transaccional son mas abundantes y diversos que ol estricta- mente clinico: pero considero petulante abarcar otros ambitos de aplcacién dlstin- tos al que cautiva mi quehacer profesional PODER TRANSFORMADOR DEL ANALISIS TRANSACCIONAL La pregunta que pretendo responder es Dénde reside la capacidad transformadora, Get Analisis Teansaesinnal? ¥ a alla voy, 1. El diagnéstice como método de trabajo Inicialmenta, 1 método de trabajo del Andlsis Transaccional fue el diagnéstico, fa- ciltar la toma de conciencia sobre los as- ppectos del comportamiento y de la persona- lidad que, pese a estar en la sombra, eran ‘operativos y tal vez responsables de los twastomos que motivaban la paticion de psi- coterapia. Este ora un afén heredado del Psicoanélisis y compartido con la Terapia Gestalt cuyo fin esencial era, y es, promo- ver el “darge cuenta”, ‘Antes de adentramos en este bosque del siagndstico, conviene reparar en el valor y Signficaciin de la palabra diagnéstico y ver de encajaria en el marco de referencias de luna psicctarapia humanista, tal como es, © pretendié sor en un principio, el A. T. La palebra diagnéstco os una sincopa de la preposicion y adverbio griego ‘aa’, que ‘significa ¢ través de 0 por mediacion de, y "gnosis", al conocimiento. Por tanto, la et- mologia ce la palabra nos hace pensar en ‘alguna realidad que podemos obtener “me- ‘ante el conocimiento", 0 "a través del co- ‘nocimiento”. Asi pues, e! diagndstico, los re- ssullados de cualquier exploracion psicoldgi- ca, sea una anamnesis, sea un andlisis psi ‘cometrico, proyecto o clinica tiene un valor iinerante, no es un punto de llegada, sino do partida, porque @ través del conocimien- to que vayamos allegando, a través de la "aletheia’, 0 descubrimiantos que hagamos, podremos acceder a, 0 crear, ctro estado de la realidad psicoldgica. E1 conocimiento, on esta contexto, solo tiene un valor medial, os tn instrumanto que sirve de puente y faciita la realizacién de un trabajo posterior, que a buen seguro tendré cardcter reconstructive, Este concepto del diagndstico no siempre se entlende asi, De hecho, el diagnéstico rnasograico tiene un valor mas eledtico, bus- ‘ca determinar cual es la realidad y como se llama, Pero, al dictaminar, establece un an- claje que perjudica el trabajo terapéutico, porque el dictamen se constituye en lastre 0 ‘que de contencion para el proceso tera ppéutico: por ejemplo, si establecemos que festa realidad que tengo frente a mi es un fesquizofrénico paranoico, 0 que es un he- betrénico, el cliente puede identificarse con fl dagnéstico e incluso hacerle gracia una terminologia tan intrincada y cripica. Sime permiten una nota de humor negro, tener una neurosis narcisista puede resultar tan ‘presuntuoso como tener un deportvo iltimo ‘modelo. El cardcter iatrogénico del dlagnéstico ‘nosogrtic tiene dos fuentes de alimenta- lon 2) el cliente, que se pregunta: zcomo voy 8 dejar de ser lo que soy?, .cémo y po" donde voy a atrontar un cambio tar complicado? ») al terapeuta, que corre el riesgo de terrbarrancar, si confunde ala persona ‘con al sindrome que sutte y pretende fenirentarse al mismo, sin conocer la persona de su cliente, ni hacer la alian- Za terapéutica con las partes sanas ‘que sin duda conserva. A este respec- 1, conviene recordar el consejo que Hipdcrates, en siglo V antes de nues- tra era, daba a sus discipules, cuando les decia que el médico que quiera ‘cular a sus pacientes, primero ha do Cconocerlos, saber de sus habitos, de Sus gustos y del ajuste que tengan a Su trabajo y a sus diferentes medios, Socal, cultural y afectivo A mi jici, el diagnostico es util cuando sive para establecer hipdtesis que nos ‘acerquen a las esencias de la persona. Me- ante ol diagnéstco, conocemos mejor a la persona que tenemos delante, podemos prolundizar mas sobre sus multiples realida- ds estructurales y funcionales, sean histn- cas, sociales o conductuales; pero, especial mente mediante ol andlisis fenomenolégico, ademas acceder al mundo de las signifca- Clones atectvas, cognitivas y simbolicas que la persora atribuye a sus experiencias y que Iveco ha empleado para construr su identidac y todo su sistema de adaptacion. Este tabajo no puede, ni debe, hacero el terapeuta de espaldas al lente, sino en co- laboracidn con él, a fin da poder integrar los ‘conocimientos que vayan depuréndose en ‘pro del exito de Ia terapla, que no es otro {que la transformacion del sistema de adap- tacién y k reconstruccién del propio yo. ‘Operaivamente, el diagndstico, como he- rramiente de trabajo, ¢6 una propuesta de Conocimianta, un ravelado que el terapeuta propane a su cliente, que es quion mas sabe Revita do Arse Transaccenal y Piola Humariss acerca de si mismo. Por ello, os precisa ‘mente el cliante quion puede aceptar 0 re ‘chazat la propuesta del terapeuta. No es rnecesario Imponer nada a nadie, ni greten- ‘der estar en posesion de la verdad. Cuando ‘et clente aoepta la formulacion del terapeu- ta, el revelado puede servi para rebelarse ‘contra estoreotipias y clichés que tal vez lo hhayan constrahido desde muy tompreno. Si ‘2 diante ne acepta el ciagndstico propues- to, esto no equivale a que sea errénec, pero ‘el terapeuta dabe retirario inmediatamente, bbien para fundamentarlo mejor, bien para ‘esperar a que al cliente esié en acttud mas receptiva, tien a quo ol proceso acance ‘una fase de mayor madurez productva en ia colaboracién entre cliente y terapeuta. Pero, nunca el terapeuta debe aperentar ‘que sabe sobre su cliente més de lo que ‘dice, 0 mas de lo que el clionte sabe acerca ‘de si mismo, o que sabe algo que el cliente rio deba saber o que tenga que acepiar por imposicién, como si el terapeuta fuera un oréculo infalible. Los resuttados de los cuatro tpos de diagnéstico que veremos, estin siempre a cisposicién del cliente, como ayuda que se le brinda para incrementar su conciencia. El liante, parécipa en matizar aspectos, con- cretar detalles y clarficar resultados, porque €l diagnéstico estd llamado a promover cla- fidad y alojar et ofuscamiento que ha su- ‘mergido al cliente en la patologia, que surge do las eliminaciones, nominalizaciones y mailormaciones semanticas con las que la persona consiruye sus vivencias y refracta {realidad personal e interpersonal Beme apunta cuatro métodos de diag: néstico a utlizar, a saber: 1.1.-Conductual: Sigue ol paradiama de la terapia de conducta, compatible con A. T., sogin postula Kertész (1985), si asumi- ‘mas la subjetvidad del clente como compo- nente esencial dela terapia. El cliente de A TT. tiene un protagonismo irenunciable que le otorga Ia sceptacién del contrato de ne- gocies, que abarca todos los detalles relat: ‘Yos al proceso de psicoterapia, y los poste: N59 Ao 2008 anual Francisco Masse Cartareo fiores contratos mayores, intermedios y me ‘notes de curacién, que son compromises de trabajo conctetos y especticos. 1.2-Histérico: Comprende ol andlisis de los antecedentes biogréficas que hagan re- ferencia al sindrome de comportamiento que constitye el motivo de consulta. Sin ecesidad ce hacer arqueoiogia psicolégr cea, hemos ce convenir que los habitos que presenta una persona, sus rasgos idoticos y hasta su forma de’ enfermar presentan luna congrueneia interna que se enraiza en su pasado carcano y remoto, formanda “ges- taften”. Muchas de estas contindan abiertas, constituyenco focos de tensién, o factores de distorsién de la realidad psicolégica. El ‘andlsishistérico se jusifica en orden a ce- ‘rar estas “gostaiten" abiertas. 41.3--Social: Se refiere al andlisis de las transacciones entendiondo estas como in- tercambios que ofiginan la interaccion, “er tun proceso Je ajuste continuo que se des- plaza a través del desarrollo de Ja accié1 tentera” segin homos defendido en una pu- biicacsén redante (Mass Cantarero, 2003, . 138), La importancia del cardcter social del A T.,.a mijuici, ha paricitado en el plano tec- rico por completo, conforméndose con ser tun conjunto de técnicas de aplicacion inme- diata en el érea laboral, pese a que Bemn= pretendié hacer “una teorla sistemdtica oe la dindmica de la personalidad social, der- vada de las experlencias clinicas" (Berne, 1976, p. 21) 14.-Fenomenolégico: Me voy a exter der sobre esto Ultimo, aun a riesgo de repe- tir Ideas expuestas en el pasado congres2 de Barcelone, conceptuindolo no solo com> tun método de trabajo en psicoterapia, sin2 también comro una actitud ética de acompe- fhamiento del proceso. ‘La palabra Yenomenoiogia” se forma a part de dos vocablos griegos: “Taenomenon* Y "logos", “Faenomenon” deriva de ‘fanes- (Capacide vansiomadra dol Anis Tansaccional zal" qua significa mostrarse. A su vez, fal rneszar es la voz media del verbo trensitivo ‘Yaino", que signitica sacar ala luz cel dia, hacer patente y visible en si mismo. El sig- nificado de ‘Togos” no tiene secreto, 6s la palabra, la razén, el saber. Segin los antecedentes de la palebra, la fenomenologia sera ol saber que versa so- bre cémo hacer patente, cémo revelar y ha- cer visibles las realidades, o cémo acceder ® la polsemia que entrafa toda realad. En Una aproximaciin fenomenotigica, nes inter tesa saber “qué” y “como es 8 ol, y para accede’ a ese “quis” esencial nos interesa- remos por saber cémo se muestra, cémo se maniiesta, qué aspecio tiene, qué parece ser. 2. Poder transformador del diagnésticn [A través del conociniento, desentrana- ‘mos el valor del fenémero. Este, a juicio de Heidegger, ¢8 lo que se muestra, ser, su Sentido, sus modiicaciones y derivados" (. 46). El fenémeno que estudiamos en la con- ‘sulta es lo dado por nuestro cliente, no im- porta que sea real o una ilusién, lo que im- porta es que es algo que se presenta a ‘uestra consideracion, para que trabajemos. on ello. El diagnéstico sobre ese material ‘os va a permitir conseguir resultados de alto valor terapéutico. A saber: A) Extraccién de la significacién: Los itorentes métodos de diagnosis pueden re- velar un sinfin de signiicaciones de cada hecho o asunto que nos ofrece el cliente de la torapia. No podemos cbviar que cualquier realidad, aunque sea fingida y espuria, como ice Rickert, es mulivalente, compleja en su consttucién, vertientes y haces de rela- clones, a diversos niveles y en diversos mo- mentos. Por ejemplo, una persona viene con un’ rebusco de falsa tristeza; posible- mente, tal manifestacién no resista un anli- sis cxlco positivist, si buscamos la causa, ‘1 por qué del lanto; pero, si nos pregunta: ‘mos dénde, cusndo, cOmo se preducs, qué ‘efectos tiene esa manitestacion emocional ‘sobre la interaccidn que mantiene la perso- ra, cémo atecta a su identidad, etc., pode- ‘mos encontrar toda la riqueza seméntica del hecho. 8) Diferenciacién entre sintoma y pro- 6880: Todo sintoma que nos traiga nuestro lente es pura apariencia. Es decir, asi como la fiebre es una apariencia de enfer- ‘medad, el rebusco de tals tristeza puede ser, pongamos por caso, apariencia de una necesidad inmarcesible de poder. Una apro- ximacién simpliicadora del sintoma, vacia- fia de valor y significacién al proceso det {que es indicador. Es preciso ir més allé del sintoma para ccomprander el proceso, el esfuerzo de adap- tacién que contione, la creatividad que ha requerido y rescatar los beneficios adyacen- tes al mismo, Todo este trabajo constiuye tuna ayuda de primordial importancia, ‘A mayor abundamiento, pese a que el ‘proceso de adaptacién sea un fracaso, haya trastornado la vida de nuestro cliente, le hhaya hecho suftr y acarreado incomodida- des a quienes fe rodean, ontrafa valores, ue hay que ponderar. () Acceso a la subjetividad: En tercer lugar, lo que nos interesa a nosotros como Psicoterapeutas es lo que so mucstra tal Como es, la esencia, que no €6 algo ocuilto, Fi una sustancia que subyaga a las aparien- clas, sino el sero contenido fundamental con todas sus propiedades, connotaciones y de- Notaciones, que se revela a través del fend- meno. En itima instancia, ese ser es la per- ‘Sona humana con toda su complejad y pe- Cullaridades, que se construya mas allé de los sintomas y mediante multiples procesos. ‘Cualquier método de diagnosis exige al conocedor que se despoje de todo cuanto Provenga de él, sentimientos, actitudes y ‘cualesquiera otra posicién personal, para ‘estar en condiciones Sptimas de respetar la realidad. De aqui que considere el método fenomenolégico también como una acttud ética de acompafamiento. Erskine y Trat ‘mann (1996) dicen: ‘La exploracién respe- tuosa de la vivencia fenomenolégica do los. clientes permite a estos aunar coherente- ‘mente sus necesidades relacionales, sent ‘mientos y conductas actuales y anteriores”. evista de Ande Teansacconal y Plologia Humarisia 2, Poder transtormador del andlisi de la experiencia ‘A mi modo de vor, una necesidad acu- clante de quienes acuden a terapia es avert ‘Quar todo lo posible acorca de su sindrome. Conforme esta necesidad va satistaciéndo- Se, emerge una necesidad mas arrplia de ‘onocarsa a si mismos. El “gnosci soauton” de Socrates cobra dimonsién terapéutica, {que se agrega al valor que la maxima tone ‘como pauta pedagdgica y ética. De aqui que, mas alld del diagnéstico sobre el sin- drome, el andlisis dela experiencia, ncluida la propia experiencia terapéutica, es una de las claves de la capacidad transtormadora del A. T, porque facil A) Comprensién: La comprensin se refiore a las dotormi- naciones que caracterizan la experiencia de la persona déndole coherencia, incluso por ‘encima 0 por debajo de sus contradiccio- nes. Sélo cuando la persona se comprende ‘asi misma, puede empezar a amarss ‘Comprerder las connotaciones de su ex: periencia permite que el cliente deje de con- Ssidararse inutil, un estorbo, un fracaso exis- tenclal, para a continuacién reconocer su ‘capacidad creadora e ingenio, No buscamos. ‘comprender un quid ocuto, 0 misteioso como, ‘el inconsciente, ni un ente de razén como el ‘alma, sino la esencia de la propia experien- ia personal 8) Clarificacién: La terapia ademés de aumentar la con- ‘lencia del clanta, na de diferenciar sus di forentes estados del yo, sus polaridades y ccontradicciones, sus sistema de adeptacién ¥ atibuciones, para ayudarie a vivir “aqui y ‘ahora’, con todo su poder creativo, sensiti- ‘vo, emacional y aun trascendente que pue- dda asumit como persona, En este sentido, Manuel Villegas (1995), ecia que “la psicoterepia empieza all don- de se plantea la comprensién del sujeto, donde no se pretende la supresién dbl sign- ficante, sino la construccién de nuevos sig- N53 At 2005 Manu Frain Mana Cad nilicados, aii donde el concepto de curacién (28 susttvido por el de cambio" (p. 22-23) Los mismos Erskine y Trautmann (1996) decian que “os terapeutas han de partir del ‘supuesto de no saber nada acerca de la ex: periencia de sus clientes y, en consecuen- 1a, fan de luchar consiantemente para omprender la significacién subjetiva de sus onduetas y procesos psiquicos’. Efectuada la comprension de la sigiica- clon subjtiva, os concepts y diagramas de! ‘metamodelo sven para catficar el proceso ‘sobre el cus nos esta hablando el cents. En cierto sentido, el metamodelo afiade intel- ‘gencia a la compronsién que se esté produ ‘lendo. Bien usado, ol metamodelo es un referente, gira hermenéutica que se inmis- ‘cuye en ot didlogo entre terapeuta y cliente, para apuntelar la linea de Investigacion que ‘80 esta efectuando. En ningtn caso, entien- {0 yo, hia de prevalecer el metamodelo s0- bre la comprensién, ‘Aesie respecto, conviene recordar a defi- nicién de psicoterapia aportada por McLeod (1997): “Proceso en ef cual cliente y tora ppeuta trabaian juntos para descubrir la eva- fuacién de los acontacimientos sociales que conforman la historia del clionte, 2 fin de ‘conseguir una nueva evaluacién de los mis- ‘mos que resulte mas satistactoria’ ‘Nada habremos adelantado si un cliente centra en la consulta aquejado de crisis de ansiedad y sale apabullado porque ademas tiene un Padre Criico Perseguider, e! Nino ‘excluido, el Mandato ‘No disfrutes’, el Impur ‘80r “Trala mas’, un argumento de perdedor yy encima su posicion existoncial es 4, Faciltacién de la catarsis, ‘Toda psicoterapia ha de comportar la lim- pisza de la angustia, la liberacién de emo- clones nc expresadas y corrar las ‘gestal- fen’ que se quedaron a medias. En corto ‘sentido, la intersubjetvidad que crean el te= rapeuta y su cliente viene @ efectuar un ‘juste de cuentas del pasado, aunque e pa- ‘eado cea de antoayer, depurdndolo de las ladherencias que se hayan ido fraguando. La catarsis como simple desahogo emo- ional es necesaria, pero no suficiente. Des: pués de efectuar la limpieza del fondo, hay que resttuir la figura 0, quizés, conseguir ‘que la figura brile mas, una vez despejado {fondo de elementos perturbadores. Es de- cr, hay que reconstrur la realidad psiquica EIA. T. dispone del contrato menor como herramienta para recoger los efectos de la catarsis. En una de sus conferencias, nos decia Bob Goulding que, el contrato es jus tamente la gran ventaja que tiene el A. T- so bre la Gestalt, porque ésta puede verse obi- ‘gada a remover varias veces el mismo im- passe, toda vez que no trabaja fuera del pre- Bente y no previene qué hacer después de ln trabajo catético; en cambio, decia él, e Ccontrato hace responsable al cliente de la ttlizacién posterior del resultado de la tera pia, prolonga la terapia més allé dela sesion sen clerto modo revalida su efectvidad. La catarsis emocional, en tanto que expe- siencia correciva, es el Secreto dol éxito de |a torapia de redecision, porque restituye 6! poder al cliente y éste puede asi reconstruir 5 experiencia, demoliendo la construccién original Con la uilzacién del ensuefo drigido, no s6lo es posible facltar la catarsi, sino abrir otras fuentes de poder psiquica, dejar a la persona frente a sus opciones reales, des- ués de haber desarmado los fantasmas ‘isfricos en los ensuefios de bajada y he- cho las allanzas que correspondan con las fuerzas constuctoras, incluidas las aumi 5. Innovacion El principio de innovacién consiste en moviizar al cianta an ordan a que exper ‘mente emociones nuevas, retarlo a que en- ‘rorte situaciones distintas, tal vez temidas, variando ciertas condiciones 0 modificando algun habito 0 rutina de conducta. Tales re- tos han de conduciro a vivir experiencias conectivas que favorezcan el cambio dese- ado, sea éste implicito 0 explicit en el mot- vo de consulta El empleo del metamodel, a posteriori de la comprensién, lo considero necesario para ‘star el cambio y acompafiafo. Especial mente, puede ser itl retar el cambio, me- dante la paradoja que moviice al Niio Re- tele dal elonte. Esta transacciin puada pa- ‘aoemes manipuladora, si el Adulto es oje~ £0; 08 decir, sino se ha efectuato un andisis correcto respecto al asunto en. cuestion; ero no lo 8s cuando recurrimos al Nifio Re- trelde después de! oportuno andlisis. Por ejemplo, pensemos que nuestra cliente est sobreadaptada a una maldicién existencial el tipo “10 nunca tendrds éxito en la vide’ fn @80 contexto haba desarrolado mulitud ce habilidades do tracaso, empezard una y ‘ra vez esta tarea y la otra, pa‘a abandonar ‘embas al poco tlempo. Paradéjcamenta, po- ‘emos decirle que parece muy empefiada fen dar la raz6n a quienes ie larzaron la mal- ‘cid. Si, mediante esa transaccién, logra- ‘nos la alianza con el Nifo Rebelde, éste se Involuerard en damostrar lo cortraria, 6, Facilidad del lenguaje Es una constante, on las diforentos disci plinas y métodos de trabajo dela Psicologia zcadémica y empirica, que, en aras de ser pPrecisos y ganar claridad, utilzan un len- ‘quaje Intrincado, demasiado curo para los logos. Dijéramos, por ejemplo, que hablan- © do threctia, parmia, harra, premsia o ‘cualquiera de los neologismos que introdujo Catel, para denominar sus 16 factores, los sicdlogos podemos movernos como paces fen las exquisitas aguas de la oropiedad in: talectual, y sin embargo, ser perfectamente ineticaces, porque los usuarios de nuestra ciencia no nos comprenden. ELA. T. utiliza el lenguaie ordinario, el 0 ‘man patadino, en el cual suele el pueblo fa- ‘lar con su vecino", como apostaba Gonze- lo de Berooo en el Siglo XIl, al alba del naci- rriento del castellano, para defenderio de Cuienes se enrocaban en la excelencia del latin cutto. Desde él principio, la actividad dol Semi ratio de Psiquiatria y Psicologia Social de evista do Ans Transacclonaly Pica Humansta ‘San Francisco estuvo presidida por el pruri- to de no clasifcar a los clientes poniéndoles las eliquotas dol diagndstico nesogratico y, fen cambio, utlizar palabras sencilas que les permitiesen entender su propio proceso. Pianso que este fue un gran acieto, porque ‘cualquier tipo de taxonomia tiene un poder hipndtica de sugestion, que cclude con la propia. patologia del cliente en contra de ste. El cliente no sélo se cree @ pie juntilas @l dictamen del especialista, sino que, e! ‘lagnéstico resulta confimatorio de identi- dad yy la persona se considers justiticada para ejercer de acuerdo oon ol mieme. El Fenguaje sencilo del A. T. elude este probie- ma de forma creativa y lucida, porque el lenguaje permite que el cliente comprenda 'u proceso y aun su identidad, con sus pro- pias palabras, las que usa habitualmente. Beme (1976) dice: *..debido a fo reduc- 100 de su vocabulario (que en la prctica no consiste sino en cinco palabras Padre, Adulto, Nifo, juegos y guién) e\ A.T. offece tun marco de referencia de fc aprendizaje para la clanficacién”. Puede pensarse que {al pretension adoleco de simpleza; sin em- Dargo, es una de las caractorisicas que sin- gularizan a la Psicologia Humarista, Ni Ro- (er, ni Pets, ni Maslow tienen argot, ni uti- lizan jorge que los distancie de sus usuarios. naturales. ‘Ademas, 1 longuaje, al diferenciar al Yo de sus partes, favorece no sébo la alianza terapéutica inicial, sino todo € trabajo de dascontaminacién y redecisién posteriores, porque asia el drea dafada ressonsable de la perturbacién y convoca a las partes sa: nas que integran al Yo a remover el impas- ‘se soluctonar el problema. El languaje nos ayuda a situar casi topogricamente dénde ‘28td 01 bloqueo, qué estado del Yo tiene la responsabilidad del camblo y cémo pueden ayudar los otros estados 0 boicotear la ope: racién que estamos pretendiendo. En este tido, el A, T. $0 comporta como una fo nomenologia constructiva tal como pedia Hussert En ol plano de la interaccién social, des- miliica los conflictes transtormandolos en "juegos" y proves una herramienta muy mar N59 ato 2008 Manu Francisco Mass6 Contarre rnojable como es et andlsis de las transac- clones; pero quizas sea la filosofia de la ‘economia y abundancia de caricias, que de- bemos a Steiner (1980), donde ol longuale transazcional demuestra tener una mayor po- ser para transformar la dinémica de las rela- clones dentro de cualquier grup human. 7. Respeto a la subjetividad ese el primer dia, el sujeto es recono- ido y respetado como individuo dterencia- {0 y tnieo,y tal cual as participa en su pro- ‘e280 formulando el contrato mayor en par- ‘dad con el terapeuta. Hay una equiparacion fenire ol terapeuta y su cliente desde el or- ‘gen del proceso. El terapeuta pone su sa- ber, su interés y capacidad de acogida al servicio de su cliente, desechando de ante- mano toda sefal de prevalencia simbdiica, ccagritva © de autoridad formal. Son dos personas en interaccion, que hacen sinergia ‘an pro de resolver el problema que le afecta ‘una de ollas; pero subyacente, inspirando ‘al mado y el alcance de la relaciin, esta el principio “yo estoy bien, tu estas bien’, so- ‘90n el cual, toda persona, aunque esié su- ‘mergiéa en la desesperacién, contiene en si misma un enorme poder de autoayuda, que hay que desperar, evidentement, pero que ‘8 la mojor garantia para un buen pronéstio. El cambio es posible cuando el cliente cobra conciencia de ser autor de su sistema de adeplacion, aunque este haya fracasado y le esté acarreando problemas y sufrimien- tos. S1 responsabilidad existoncial abarca la adopeién de iniciatvas y la creacién dol ‘mapa de Sus creencias y de los nabitos que le han condueido hasta la situacién actual Todo ol sistema de adaptacién es una crea- cién personal, Pero, tal responsabilidad se prolonga en orden a seguir lanzando nue- vas expectatvas y aribuciones en el futur; fs decir, en orden a promover el cambio, ‘desde el convencimiento de que la persona, le guste o no, es aulor y protagonista de su propia via. {La terapia introduce en ol cliente la con- ciencie de su propia autoria antes, durante y después del proceso. En cierto sertido, antes de la terapia, construimos. nuestro mapa de tepresentacién del mundo, o nues- tra histora y la historia que nos creemos, a nuestro rrodo y con los materiales que van egando. Durante el proceso, la persona {que consulta deja de ser paciente para con- vertirse en cliente, alguien que viene porque asi lo ha decidido, pero que tiene reservado tun rol acivo, protagonista de su proceso, Porque escoge el area de trabajo, debate las opinicnes del terapeuta y decide sus ‘compromisos. Después del proceso tora- péutico, dl cliente ha de reconocer su res- pponsabilidad en dos vertientes: 1. la atibucién de sentido y signifcacio- nes a los acontecimientos reales, 0 sea a su propia vida 2. la censtruccién rellexiva del si mismo, de ective constructionist. Actualités en ‘Analyse Transactionolle, 24, 93, 7-18. Bemo, E. (1976). Andlisis Transaccional en Paicoterapia. Ouenos Alea! Ed. Paique. Erskine, FG. y Trautman, R. (1996). Les Mathodes d'une psychothérapie intogra- tive, Actualités en Analyse Transactio- nelle, 1996, Traduccién en Transactio- ‘nal Analysis Journal, 1999. Escribano, G. (1992). Analyse Transactio- alla at Psychologie Clinique. Psicom Editions, Gap. Geller, S.'y Wilson, G. ‘Les Contrats". Ac- tualites en Analyse Transactionelle, 13, 49. Heiddeger, M. E/ ser y ef tiempo. Barcelo na: Planeta James, W. Principios de Psicologia. Méxi- 00: F.C. Kortész, A. (1987). ¢Quiere hacer terapia? ‘Buenos Aires: IPPEM, Mass6 Cantarerc, M. F. (2003). Los pilares de! poder humano. Madrid: Eneida McLeod (1997) Schiegel, L. (1996). Was ist Transaktion: ‘analyse. Zaitschrift fur Transaktion- ‘sanalyse in theorle und praxis, 14, 1 5-30, Steiner, C. (1980). Libretos en que partici- pamos. Méxies: Diana, Vilogas, M. (1998), Psicoterapia. 3-4, 22.23 Wollams y Deom (1973). The Total Hand- ‘book of T.A. New York: Prentice Hall evita de Ansisis Tansacionaly Peiclogia Humanist Elsa Migia San Enotere INTEGRANDO . “EL REPROCESAMIENTO Y DESENSIBILIZACION POR EL MOVIMIENTO OCULAR (EMDR)”, “EL ANALISIS TRANSACCIONAL” Y LA “TERAPIA RELACIONAL” EN LA PRACTICA CLINICA. DOS CASOS PRACTICOS* ELISA MUGICA SAN EMETERIO Psicéloga Clinica ‘Terapeuta EMDR Se hace, en este articulo, una breve introduccién al EMDR de F Shapiro, a la Terapia Relacional de Erskine y al A.T. de E. Berne, exponiendo a ccontinuacin dos casos elinicos, tratados conforme a dichos enfoques. EI Reprocesamiento y Desensibilizacion por el Movimiento Ocular (EMDR), so roa liza por movimiento de ojos y por otfos tipos de estimulacién bilateral como tapping 0 $0- nido y es uno de los mas novedosos y po- mo funciona la inteligencia dol ser humano en los procesos de aprendi zaje, y bajo esa manera de entender se agrupan varias teorlas que la trabajan (las mas conocidas son las de Piaget, Vigotsk, ‘Ausubel y aquellas que provienen de la teo- Fie del procesamiento de la. informacisn cuyo represertante es Bruner), Todas ellas 153 ano 2005 ‘son enfoques sobre ol aprendizaje, es decir ‘explican cémo la persona entiende la real dad y cémo la aprende. Cuando tablamos de aprender no debemos pensar en el aprendizaje que se hace en la escuela, sino ‘en el aprenaizaje on el santido mds global y ‘general, sinénimo de adquirir conccimiento a través no solo de los libros y los estudios académicos, sino también de las experien- Cias que vivimos en el dia a dla Haciendo un resumen de lo que postula este paradigma a la hora de expicar como trabaja la mente humana cuando aprende, siriamos que: 1. El sujeto es activo frente a real, © interpreta la informacién proviniente del entorno. 2. Lo nuevo se construye siempre a par- tirde lo adquirido 8. Por tanto, debe existir una actividad ‘mental constructiva propia e individual para producir conocimianto. Este ultimo aspecto es el que se proten- {de desarrollar en la P.A.: la construscién de estructuras mentales o de pensamianto, es decir, desarroliar la capacidad intutiva mo- viendo estucturas mentales o de ponsa- miento det nif. En otras palabras: hacerle pensar. PSICOTERAPIA Y CONSTRUCTIVISMO £C&mo y a través de qué tipo de activida- 98 llevaremos a cabo el objetivo de la psi- coterapia? El Consiructivismo nos ensefia cémo fun: ciona la irteligencia de una persona, pero No 108 die cémo 0 qué debe enseferse para desarollarla, no prescribe qué debe ha- corse. E50 es algo que cada maestro, forma- ‘dor pslotterapeuta debe ciseriar y adaptar ‘segin los 2bjetivos de trabajo. Por lo tanto, 2! Constructvismo nos ofrece la descripcion pero no laintervencion. Sin embargo, a par- tir de sus postulados podemos intuir eéno debiera de ser ésta ultima, Teniend> en cuenta fo que el Constructi= vismo nos ensefta sobre al funcionamionto de la mente humana y partiendo, evidente- ‘mente, de los principios del Analisis Tran- ‘saccionel, las caractaristicas de la P.R. son las siguientes: * Se lleva a cabo a través de un proceso {de descubrimionto relaivamente auté- ‘Romo por parte del nifo a partir de una situacién vivencial conereta en el marco de la consulta, sa situacién vivencial que el niio est experimentando se convierte en un CONFLICTO COGNITIVO, es decir, se Convierte en un reto que fe invita a Buse ‘car una solucin, El niflo va haciendo interpretaciones sobre la situacién que vive, hasta dar ‘con una que le satstaga, que le ayude 4 llevar a cabo lo que pretende. Cuan- {0 es0 sucode, decimos que se ha pro- ‘ducido un CAMBIO COGNITIVO en el nifo, lo que en psicologia lamamos “in- sight. Es por tanto, un proceso de ensayo- error, donde el nifo prueba una y otra vvez de dar explicacisn a lo que esté su- cediendo. Por tanto se establece un didiogo entre nifio y objetostuacien, Por lo que se refiere al psicoterapeuta: * El papel del psicoterapeuta es de me- diador social en ese didlogo entre nif ¥ objeto/siuacién, Tiene que aprove- char las situaciones y experioncias es- ontdneas quo surjan para ejercitar la actividad mental e intutiva del nifo, es decir, hacerte pensar. + Es necesario que el psicoterapeuta se Site en el interior de fa mente del iio Y que intuya qué es lo que éste ultimo std entendiendo en ese momento y hhacer que dé un paso mas que le acer- ‘que at insight o cambio cognitive. + Es importante que el psicoterapeuta no proponga experiencias 0 actividades para hacer, 0 al menos no de forma directa, 88 decir, no puede facltar et conoct mmiento porque, por un lado, el Cons- tructivismo nos ensofia que el verdade- £0 aprendizaje es aquel que la persona hha construido (y experimentado “perso- nalmente’) y no aquel que proviene de luna incorporacién sin mds. Y por otro lado, el AT. nos ensefa que existe el riesgo de que el psicoterapeuta sea vis- {0 por el nifio como un Padte Criico, Es comdin en muchos nifios desarrollar una ansiedad persecutoria hacia el ps: coterapevia, a quien pueden llegar a ver come una figura autortaria y censu- radora le que temer u obedecer. Este tipo de psicoterapia puede aplicarse fen casos de tacaso escolar, tasiorno de Hiperactividad con/sin deficit de atencién (TDAH) y en general a todos aquollos ni fos con baja capacidad de simbolizactén, ‘A continuacién, se exponen iversos ca- ‘308 del trabajo realizado en alguna sesio- nes de PR, CASO 1: RAUL Rail es un nifio de nueve aos que juega con agua y unos vasitos, lendndolos y va- ‘idndolos en la bandeje donde estén, No se da cuenta de que la bandeja se liena de ‘agua y que esta mojando la mesa y el sue- lo. Cuando la mesa esta lteralmente “inun- ‘dada" de agua, Rail cae en la cuenta. RAUL.~iAndal jPensaba que no habla agual lau juega con el agua, mojéndose el pelo. RAUL —jAgual TERAPEUTA 2 Gus vas hacor con ef agua? RAUL~No sé. tres espacios ~ colectvo (dos mesas grardes) = con ajuda (dos mosas) Emeocional (cuando el alumno 0 la alumna no se encuentra en ‘armonia) alma sosiego darse tiempo + Cartoles on las paredes con mensajes generales. = “Yo contio en mis posibilidades” = "Yo puedo decrlo que pienso y sien tosin chllar, = "Aunque me equivoque no pasa ‘pada, la préxima vez lo haré de otra = "Yo soy capaz de alegrarme de los ‘éxitos de fos demas". Graficos det ye falso y del Yo Real co- lecades dentro de una caja que abren y clarran para pegar la pelota en la porte- ria del que haya marcado gol + Frases personelizedas enganchadas en us respectivas masas con el tema que 'e estén trabajando (siempre en posit vo). Estas frases cambian a lo largo del Figura 1: £1 Yo realy ! Yo falso + llustaciones temporales del tema curr- cular que estemos trabajando, PROGRAMACION Teniendo en cuenta los objetvos del cl= Go, los 15 6 20 primeros del curso, observ0, jescucio, investigo y, a partr de aqui, 00 id informacién que recibo y capio de elios/a, hago la programacién anual adapténdola sus necesidades., Procure tener siempre presente el aqui y el ahora y por ello a la large dal ao oacolar fen caso de creerlo conveniente reviso las actividades susceptbles de cambio. DINAMICA DE LA CLASE + Saludo verbal acompafiado =a veces de un apretén de mance, = soma, + Nos damos cuenta de cémo estamos = Desicamos unos momentos, con los ojos corrados, a escuchar nuestro in- terior. (Para facltaries la escucha y la posterior verbalizacion les indico a qué parte de su cuerpo prestar ater- cr). + Expresamos nuestros sentimientos: = Abrimos los ojos y cada uno de no- ssottss va diciendo qué ha sentido. (Loe alumaos con mayor dificultad se pueden ayudar de unas cartuinas con « vocabulario que defina ‘su estado personal). * Utlizando el método de pre- guntas y respuesias llega- mos a explicar lo que pen- ‘samos, lo que nosha suce- ido y cémo to hemos vi Jo para sentimos de una manera determinada, ~ Las preguntas pueden sar @ cerca de nosotrosias mismos/as y/o del entor- no dandonos cuenta qué ha pasado desde que nos hemos levantado y cémo Io hemos expermentado hasta que hemos legado a le escuela. Después de esta toma de conciencia dliferenciamos qué parte es respon- Sabllidad nuestra y {qué parte no! + Seguigamento pasamos a: = Reforzar aquella actiud 0 conducta que nos ha llevado a sentimos bien (Felictaciones, gol al yo faso, car ias positivas, puntos): = Cambiar lo que hemos visto que no ‘0s proporciona bienestar = Aceptar aquellas cosas que no de- Penden de nosotros. Cada una de estas respuestas so sintetiza en una frase, siompre en posi- tivo, (yo puedo... yo soy capaz.. yo de- ido...) se escribe en fa pizarra en la I- breta y en la agenda. + Acto seguido y sabiondo que segun como actuamos las cosas nos van de luna manera o de otra, Decidimos ‘cémo queromos pasar el dia y qué es- tamos dispuestos a hacer para conse- guido, (Esta toma de decision y su Compromiso también se pone por es- crit). Generalmente todo esto nos lleva a em- pezar el dia con una acttud positva para aprender, para sentimos mas a gusto con ‘osotros/as mismos/as y para relacionarnos ‘major con los demas, El hecho de escribir todas estas frases también nos sirve para recordar y reafirmar ladacisién que ya hahlan tomada al largo del dia Por lo que respecta a las areas currcula- res legades a este punto que ya hemos tra- ‘bajado, dentro del drea de lengua y de ma- ‘nera encubierta, la expresién y la compren- sign oral, fa expresin y la comprensién os- cfta, vocabulario, comunicacion: escuchar y ser éscuchado y evidentemente ol respet Para seguir trabajando estos y otros as- pectos de la lengua, asi como el resto de Tas materies que imparto: mateméiticas, so- ‘ciales y naturales no utiizo libros de textos sino dos ltrs de lectura (uno en castellano 'y otro en catalén) ‘A partir de estos dos libros elaboro las ac- ‘ividades sn perder nunca de vista sus inte- N59 Ato 2005 IM Eira de Dos Via esos (personales y académicos) asf como ‘sus necesidades y motivaciones. Los pe'sonajes de estos libros me siven para crear los ejercicos de fas asignaturas lantes mencionadas. con enunciados cuya resolucion requetra la practica de la asert- Vidad, la empatia, la autonomia, la autoest- ma, la confanza, la responsabilidad, Durante el dia'y en cualquier situacion que 8 dé en ol aula o en ol patio, susceptbie de corregir 0 potenciar, siempre la utlizo para aplicar el A.., por ejemplo delante de: ‘una iuatracign, ~ do una agresién verbal o fisica, = de un éxito. QUE ES LA PSICOTERAPIA? JUAN GARCIA MORENO Universidad Complutanse de Mactid “Miembro do AESPAT Inicio una serie de articulos centrados en la Psicoterepia en general, En este primero, presento, ademds de una introduccién breve, su varia- bilidad, los criterios para poder conceptuarla especificamente, sus -objetivos y su clasificacién descriptiva. Existo una gran variedad de formas de Peicoterapia, a veces tan diferentes unas de ‘otras que resulta dificil dar una definicién {que sirva para todas elias. Es preciso analizar desapasionadamente sus elementos fundamentales para halla’ lo {ue constituye lo esencial psicoterapéutco. ‘A voces, las diferencias secundarias in- dducen a algunos a pensar que “io suyo” es lo tnico, y que "lo de los demas" no consti- tuye una verdadera Psicoterapia, olVidando {que lo esencial esté en todas y une @ iguala a todas las Psicoterapias en su verdad, dite renciéndose sélo por lo accidental En ocasiones, se confunde la verdadera Psicoterapia con formas “analégicas” de la misma, Por ejemplo, se habla de "caminote- rapia" como si fuera una verdadera Psicote- rapia, no siendo sino una forma de ayuda Psicolégica generalizable a otras muchas actividades humanas, como la educacién, didlogo constructivo, la amistad, e} trabajo I, tc., que siempre han existido en toda dad y que benelician a toda cave ue personas. Es preciso ofrecer una defini de la Peicoterapia para distinguirla de las variadisimas formas de ayuda psicologica que existon on a sociedad. Una cosa es esta ayuda y otra la quo 69 ofrece en la Pei- ccoterapia, aunque una y otra benefician y ‘curan a la persona de sus desviaciones. En lugar de dar al principio una definicién ‘escueta de la Psicoterapia para diferenciar la especificarrente de las otras formas de ‘ayuda psicoi6zica, pienso que seré mejor hacer una descripcion de los diferentes ele- mentos que la constituyen en su contexto Intrinseco: variedad de formas de practcar la, eriterios basicos para conceptualizaria, ‘su proceso y sus objetivos, su clasificacién y sus cuestiones mas importantes. Después Podremos ofrecer una definicién que rocoja ‘odo cuanto dabe contener esencialmente, plicable a cualquier forma de Psicoterapia, 1. VARIABILIDAD DE LA PSICOTERAPIA Impresiona bastante el pcimorismo de la Peicoterapia. Su proliferacién en sistemas, métodos, modelos, tScnicasy wstratoyias 8s tal que ya entre 1959-1961 Frank Von Geb- sattol y J.H. Schultz recogieron en cinco Volimenes, de mas de 800 paginas cada tno, resumenes de cada una de ellas y 2 encontraron “con una yuxtaposicion de doc- ‘rinas y técnicas, sin evitar considerables ‘gunas’ en la seleccién operada’; Parlott (1976) recoge 190 formas dierentes de Psi- Coterapia: Herink (1980) esima que es po- sible elegir entre, al menos, 250 psicotera- pias diferentes; y, Goldfried (1984) mencio- Revista de Andis Transacconal y Piologla Muranista ha mas de 330 lir0s y articulos al respecto (la mitad publicados desde 1960). Esta abundancia de formas de Psicoters- pia puede interpretarse como una cierta Confusién conceatual y terminolégica res ecto de las teorlas 0 de las técnicas, 0 ‘como.una forma rica de responder a la tan polifacctica personalidad de los clientes. Pero esta exuberancia de Psicoterapias dil- ccuita su conceptualizacién, definicion y cia- sificacién, como 2s obvio. Esta cuestion es ‘muy importante resolveria para poder, des puss, lograr defn, con su impresionante ompleidad, la Psicoterapia. 2. CRITERIOS PARA CONCEPTUAR LAPSICOTERAPIA Eysenck (1961) ofrece una serie de crite- ios para entender Ia Psicoterapia: = Exste una relacién interpersocal de tuna especie prolongada entre Jos o ‘mds personas: = Uno de sus paticipantes, ha tenido tune experiencia singular y ha recibido ‘una ensefianza especial en el manejo de las relaciones humanas o una U otra de estas dos cosas; — Uno 0 mis de uno de los particiantes hha formado parte de la relacién por causa de haber experimentado un des contento con respecto a su adapiacién emocionel e interpersonal o por una w ‘otra de estas dos tiimas cosas; = Los métodos utlizados son de natura- leza psicolégica, esto es, comprenden ‘mecanismos tales como explcacién, ‘sugestion, persuasién, etc. ~ El procedimiento seguido por el psico- ferapeuta esd fundado en una cena tora formal con relacion a los trastor- nos mentalos en goneral,y a trastorno ‘efecitico en particular; ~ El objeto del tratamiento consiste en ‘21 mejoramionto de las dficultades que hhacen que el paciente busque la ayuda del psicoterapeuta, N53 Ato 205 3. OBJETIVOS La Psicoterapia, 86 aplica a un nero i- mitado de problemas psicol6gicos 0 a la pre vencion de los mismos (proflaxis). Cade sis toma taérico se orienta a la superacién espe. ializada de determinados problemas, pero {do un modo inmediato, mediato 0 ejano. Resumiendo, podriamos. especticar los ‘mds comunes: reorganizar la personalidad: adaptacion adecuada al entorno, sociedad, familia, etc. mediante el aprendizaje de ha- bitos adaptativos; reduccién de la ansiedad; alivio del sufrimiento; reencuentro de valo- res o significado a la vida; autorealizacion el individuo. La ayuda puede dirigirse a los diversos ‘mbites de la persona: a su murdo intemo ‘cognitive y afectivo, a las experiercias cons- cientes © inconscientes, 0 @ sus conductas rmaniiestas en diversas situaciones, etc. La Peicoterapia envuelve siemore aprer dizajos y reaprondizajes, renunca a patro- ‘nes de conducta negatives para adoptar ‘otros mas positives, cambios para reducir la ansiedad, mejorar la funcionalidad de la ‘conducta,incrementar la capacidad adapta- tiva a las situaciones, promover el desarro- lio personal y faciitar las relaciones satis- factorias. Haldane (1982) advierte que la Psicote- rapia deberia incluir entre sus obetivos: de lun modo general, la disolucién de dolor-an- sledad de cualquier modo expresado (expe fiencia interna, sentimiento, concuctas ne gativas, relaciones, sintomas, ete); y mas ‘especticamente, alterar la experiencia emo- la conducta, y las relaciones inter- ‘comprender las sintomas y Su Significacién; cambiar e integrar adecuada- mente la personalidad por la maduracién, independencia y autonomia, Estos cambios ‘pueden ser independientes y especificos 0 complejos y enterconexionados del émbito Psiquiatico 0 puramente psicolégico, ‘Newman y Howard (1986) afiman que la Psicoterapia es aplicada a los pacientes en orden a reparar 0 prevenir distunciones ‘cognitivas, emocionales, conductuales y so- ciales. 2006 os Peictraia? Brady (1986) aporta un objetivo a tener muy en cuenta: ayudar a actuar 0 ajustar el ‘comportamiento de tal manera que, segtin, ‘su propia o ajena apreciacién le Faga una pporsona valiosa y efectiva, Raimy (1986) dice que et objetivo princi. pal de la Psicoterapia consiste en et descu- brimiento de los concepts erréneos rele- vantes del clente, y en Su cambio verdade- ro, pues estos conceptos pueden aprender ‘0 y desaprenderse. Todas las psicoterapias tratan de lo mismo aunque de forna dite rente ‘Strupp (1986) defiende que la meta de toda psicoterapia es ayudar al paciente a onear, sentir y actuar de modo diferente. Este objetivo puede ser alcanzado de mu- chas formas diferentes. Cuestiora seria- mente el que pueda exist una técnea part- cular 0 juego de técnicas ities para todos los pacientes. Lo ut para cada une es algo idiosincrdsico. Esto es, la Psicoterapia: ha e ajustarse a las necesidades del paciente ya Sus capacidades. En todo caso ésta inte- {gra especificamente aprendizaje (desap dizaje, reaprendizaje, nuevo aprendizaje) {ue puede tomar muchas formas diierentes; y procede a través de una diversidad de mé- todos que pueden tener resultados civergen- tes. Los mismos resultados pueden mani- faesiarse como cambios_en. cogriciones, sentimientos 0 de conducta (o alguna com binacién de éatoe) Y veamos, ahora, comparativamente los objetivos de algunas Psicoterapias repre- sontatvas: a) para el psicoandlisis todo consiste en erradicar las resistencias del Paciente y hacer un examen de sus repre- siones y defensas, para lograr la maxima Lnificacién y fortalecimiento del Yo, capaci tandole asi a salvar la energia psiquica que se desgasta en conficios intemos, procu- rando al tiempo su desarralio lo mejor que ‘sus aptitudes heredadas permitan, y dest rrollando su capacidad de iniciativa afin do ue sea efciente y capaz de una vide di chosamente feliz (Lipton, 1972); b) ef con- ‘ductismo subraya directamente, desde el primer momento, las conductas objetivo a cambiar 0 remodelar, pero indrecta e impli- cclamente persigue siempre el que el sujeto logue a ser mas feliz consigo mismo y con os demas; c) fos existenciaistas buscan di- Fectamente los objetivos ttimos como auto- rrealizacion (Maslow, 1970), y funcionamion- 1 6ptimo de la personalidad (Regers, 1961), pero indirecta ©: implictamente faciltan el ‘cambio de conceplos erréneos y conductas lnadecuadas. ‘Como se puede comprobar todos buscan todos 10s objetivos, pero de forma diversa. Unos directamente los objetivos inmedkatos, pero indirectamente otros medietos o remo- tos, 0 viceversa, Para unos lo grimordial es cambiar lo interior (pensamientos, sentimien tos, acttudes, motivaciones, etc) pensando ‘que asi se resolverd lo exterior ilas conduc- tas manifiestas). Por ef contrafo, 10s con- ‘ductistas ge orientan drectamerte hacia las ‘conductas cognitivo conductuales, afitman- {do que el cambio conductual covlleva siem- pte cambios profundos. El error esté en dar ‘mas importancia a una u otra dimensién. La verdad es que todo es esencial y que todas las dimensiones interactuan ente si 4, CLASIFICACION DE LAS PSICOTERAPIAS Existen ttes modeles bésicos acerca de! hombre: 1 bioligico, cuyo representante es ‘al psiquiatra; el psicoldgico, representado por el psicslogo;y el social por el socislogo. Ls tras no son antagénicos, sino comple- ‘mentarios, referidos al Unico sujeto que es ‘ol hombre que con su realidad comploja ‘barca substancialmente los tres émbitos, inéndonos al modelo psicolégico de ta Psicoterapia, ésta se puede dividir de va- ‘ios modos: 1) Segdn Korehin (1976) las diversas formas de Psicoterapia podrian clasifcarse fen funcién de sus metas u objetvos, sus procedimentas, sus teorias, su duracion, fos sujetos y 10s psicoterapeutas con su for ‘ma espectiica de interaccién, pe = psicodinémica, conductual,cognitiva, hhumanista, existencial (segin la teoria); visa de Anise Transacconal y Psologla Humanist — exploratvas vs. fe apoyo (segun su protundiad); a laige plazo vs. a medio 0 corto piazo (eagun su duracion}; = reorganizar la personalidad por “in- sight’, modificar 0 reemplazar las. con- ‘ductas.facillar el crecimiento personal, ‘corregir las cogniciones, descargar la ‘omecienalidad (eegun eve objetivo 2) De otra manera, quizés mas especit- cativa, la Psicoterapia se puede dvici: = Segun los diversos enfoques psico- légieos en: + Peicodinémica, centrado en las di- versas fuerzas intemas psicoligicas, cconscientes © inconscientes, de la persona (psicoandlisis con sus dver- sas formas de llevario a cabo, exis: Tenciaismo, cognitviemo, etc., aun- ue el término "psicodinémico™ es re- {erido directa y principalmente por el Psicoandlisis alas Tuerzas incons- Cientes, represivas y defensivas del hombre), Conductual, centrada en las conduc: tas manitestas sobre las que habré {que intervenir para cambiarlas o mo- dolarias. ‘Algunos. psicélogos afiaden un ‘nuevo enfoque centrado, sobre todo, fon. una dimonsién “tranapersonal™ ‘centiada en la realidad trascondental sea césmica (lo absolut, el ser ak ‘s0iut0, el todo ~una especie de pan- telamo césmico o un cosmos con fos atribulos divinos de etemidad, omni- presencia, etc) 0 rligiosa centrada fen un Dios personal transcendent a todo lo fisico, 0 al menos en un Dios inmanente ala misma realidad hu: ‘mana explicado p.e. por un arquetipo ‘lo Jung de lo religioso. Aqui late un problema filoséfico referido a esa realidad transcendenta, en el que no ddebo entrar aqui, pero que retia en todo caso un fenémeno también psi- Coldgico (la psicologia de! fenéme- ‘no roligioso existencial vivido por el hombre a través de su historia) que puede y debe ser tratado por Ia mis- N53 Ato 2005 an Gala Moreno ma Psiccerapia contrada on toda fealdad psiceégica con todos sus Stemertos. siempre inferactuantes {oreigioeo,vvido de alguna manera po el pacante puede ser un olomen- to dstorsonados (necesided de la Pstoterapia) 0 integrador de foda su reakdad. La Psicoarapa ayuda al hombre, con sus valores especticos que ‘esla ‘dimension pacoligca Sea integradoray construciva + Intagracoa, 20 trata Go responder a toda las dimensiones del hombre, abareando los enfoques anteriores, y Siendollevada & cabo por un experts intgradoro por especialistas de ma- nora smuténea o sucesivarmonte, ssogin el nimero de sujeton, ia Psi- eolrapia puede ser indica! 0 grvpal Gets paces marr Sp: ‘ejay familiar, en si misma o en sus Contexos etensivos ~nstmica-) Sogin la monsién ‘saluchenforme- dag, la Pslesterapia puede ser "cura: va" © repardora (propiamenie “era- ia), profazica o preveniva y conta: 4 prncpamento en ol desarolo ce las potencaidades. ce la persona: 3 Chas formas coexistoniteracvamente. STeriendo en cuenia a edad evolutiv, pede ser fant, Juvenl de Adutos, de Tercera Ed Segin el liderazgo del psicotorapeu- ta, Poicotwrapa pucde ver arectva Semidrectve 0 siplomento no dct: ‘a (cenrada en la misma persona que 38 constuye.enautopsicoterapeuta, on interaccidn con el psiediogo que hace do simpiofactador de su prope trata ment) Seguin a entoque etoligico o caus de a condusta, puode dvs, sobre too, en 01 pasado. condilonante © “genetsa® (et Paicoandlisis entrada pincpaimens enla baequeda del pa- ado conficvo reprimido) en el pr Sete que nos condiciona “actuate” (sobre todo, los psicoterapeutas exis- tonciaistas canrados en las experion- ‘as prosones,aquty ahora, 6a lon- teen ineracoin con ol pecotoraped {Oss a Pscoerana? 1a}, yn el futuro condicionante o "tna lista" (Psicoterapia de las motivaciones 1 objetivos de vida, como la de Adler, y ‘el conducista Skinner con la busqueda de refuerzos positivos y negatvos, y la ‘evitacion de estimulos aversivos post- vos y negatives, que explican cualquier conducta). ~ Segun ta naturaleza de los procedi mientos de los que se vale la Psicote rapia, ésta puede utlizar Métodos: Fi- sicos, activando fuerzas psiquicas, por adios lisions, enmo la farmacalngia, €l shock eléctico, la expresién corpo: Fal, el bale, el ejercici fsico, el paseo, ‘al Senderismo, @! montafismo, el repo- ‘50 0 la relajacidn los masajes, la bioe- nergética centrada en deshacer las tensiones somatizadas, la misica, los Colores, el trabajo manual, el art, etc; RReflejos, basandose, sobre todo, en la adquisicién de os. condicionamientos (cldsico, operacional, estimular, vicario © social) que condicionardin refljamen- fe las conductas posteriores; Sugest- +s, por la uilizacién principal de a su- (gestion, como en la Sofrologia, la hip- Nosis, pudiendo ser éstos hetero o auto ‘aplicados: racionales, como la aplica- «én directa del andlisis, la retlexién, la persuasion, el consejo; experienciales, buscando principalmente e! conscien- lat las experiancias que tiene el sujeto faqul y ahora en interaccién con el psi- coterapeuta ~ Segun la amplitud de ta actuacién psicoterapéutica, ésta puede centrar- 2 en un problema concreto (Psicote- rapia centrada en el problema especit- co) para analizarlo y superario, 0 on toda la problematica de la personalidad {donde se ven todos los problemas inte- rrelacionados y enmarcados en la mis- ‘ma persona, ~ Psicoterapias centradas en el insight + EI Tnsigh, concienciar profundamen- te algo, tone que vor con las Psico- terapias que Duscan el tomar con- Ciencia de algo cculto mediante la ‘marvlestacion verbalizada del pacien™ ty ol andliss e interpretacién, como fen el Pscoanalisis, Terapias Exis- tencialistas, y que buscan asi la solu- cin de los problemas psicolégicos. + Psicoterapias de. ‘accion’, son las ‘que tratan de faciltar ol cambio con- ‘ductual a través de la misma conduc- ta aparenie del sujeto, como el Con- uctismo, Esta clasiicacién anterior os similar 4 la que contrapone a las Psicotera- pias “evocadoras 0 expresivas” y las Feonductualas” Las primeras propician cl cambio mediante la consclenclacion de los problemas por la evocacién 0 fexpresién cel sujelo y las segundas poor ef mismo cambio conductual que Conlleva cambios actitudinales, No siempre conscienciar un proble- ma y analizario resuelve un problema, hay, ademds, que ayudar al sujeto a ‘cambiar la conducta mediante técnica adecuadas. Y por el contrario, cambiar {de conducta no siempre da al sujeto un. ‘conocimiento contextual profundo de la misma conducta. La integracién de ‘ambos procedimientos 8 la que con Soguridad dard siempre la solucion ‘mas razonablemente humana pata un ‘cambio més consistente y permanente, 3) Clasifcaciones de la Psicoterapia ba- ‘sadas en Ia investigacién. Este tipo de clasificacién afade la invest- {gacién a la obsewacién clinica contrastada, base de las anteriores. Patterson (1978) nos oftece resumida- ‘mente unas clasiicaciones que estan basa- ds en los resuitados de varios cuestionarios {de autores representativos de este campo. 1. Psicoterapies conforme a tres factores (Andlsis", “Impersonalidad-personal- dad’, y “Ditectividad-no directvidad’), MeNair y Lorr (1964) utiizando un cuestionaric de tres factores, basado fen la “Escala de orientacion Peicotera- péutiea", de Sundiand y Barker (1962) Compuesta por las escalas A, |, D, acabadas de mencionar, hallaron’pot ‘Andlisis Factorial os tres factores: el ‘A, com las puntuaciones mas alls, 5 ue correspondia al Psicoandisis, y con las mas bajas a Sistemas Expe- Tienciales, donde no se analiza sino {que se conciencian las propias expe- riencias; ef 1, con las puntuaciones ims altas 6e relacionaba con los enfo- ‘ques contrados mas que en la relacién personal, en el tratamiente especitico “objetivo" a cambiar (Terapia Conduc- tua), y las mas bajas con les sistemas centrados en la persona del cliente (Existenciales, y sobre todo en el C. Rogers); y ol factor B, con sus puntua- Clones mas altas, correlacionaba con Peicoterapias mas activas, planifca doras, mas favorecedoras de la adap- tacién social, y las més bajas con en- foques menos directivamen'e actives. “Aunque los tres factores se relacio- ‘nan de alguna manera (tienen algo fen comdn), como es naturel, factorial. mente son diferentes 2, Psicoterapias conlorme a una relacién ‘deal de bondad. Fiedler (1950) utii- zardo una Escala con items de acuet 0", de Sunaland y Barker (1962) apl- cada a psicoterapeutas de diferentes enfoques, hallaron, a través del Anali- ‘sis Factorial, un factor comun de bon- {dad de Ia relacion psicoteragéutica con las caracteristicas de interés, acepta- in, y comprensin. 9, Terapias de mds distancie personal versus menos distancia personal (Ws- ach y Strupp, 1964). Utlizando la "Escala do Practcas Psicoterapéut- as Habituales” sobre dos grupos de Psicoterapeutas, encontraron, por And lisis Factorial, un Factor Principal de distancia-proximidad, muy postive to- rapéuticamente. 4, Terapias “analitcas” (no necesara ‘mente psicoanalicas) versus “expe- rienciales’. Sundland y Barker (1962) utiizando el “Cuestionario de Orient cién Torapéutica’, de Sundland y Ba- rer (1982), con 16 subescalas (pre- sencia de actividad, tipo de actividad, Planificacién, concepcién: do la rela” Cdn, objetivos de la terapia, teoria del N59 ano 2005 en Garcia Moreno crecimiento personal, de la neurosis y de la motivacién, y enterios de éxito), sobre 139 psicoterapeutas, miembros ela Asociacién Americana da la Psi- ccoterapia, agrupados en treudianos, sulivanianos y rogerianos, hallaron a través del Andlsis Factorial, seis tac- tores con un factor general comin ‘entre “andlisis" y ‘experiencia’. Los analistas (no s6lo los psicoanalistas) siguen un proceso de conceptualiza- cin, planiticacién, descubrimiento de lo iny sub consciente, y de menos es- ppontaneldad. Por el contrario, los ex- Perienciales faciitan un proceso mas informal y esponténeo. 4) Coordenadas de la intervencién, de ‘André Verge (1970): Este autor ofrece una interesantisima cla- sifcacisn integradora, centrada en @ Sisto- ma Nervioso, acudiendo a dos coordinas (el ser fisico al ser moral ~ordenada vert- ‘cal. del ser individual al ser social ~orde- nada horizontal-). Entre estas dos coorde- Nadas situa los procedimientos.psicotera- [péuticas referidos a 1s dlstintos niveles del Sistema Nervioso. ~ El Sistema Nervioso Auténomo (SNA) acti, de un modo casi absolut y ge- ‘eral (indrectamente se puede llegar a controlar incluso al rime cardiaco y la fensién arterial) fuera de nuest con- trol consciente retlexivo y voluntario; su {uncionamiento esté esirechamento I= ‘gato al funcionamiento endocriro-hor- ‘onal, y constiuye un proceso emo- ccna!’ profunde ¢ inconsciente en si mismo, no en sus consecuencias, El SNC a través del Hipotélamo y de la Hipéfisis (con sus ldbulos anterior adonohipetisis, y posterior © neurohi- Oisis) controla, y coordina el SNA y el Sistema endocrino, integrando de una forma radical lo fisioligico, lo naurol6- geo y To hormonal con lo psicokigico. Sore este SNA Inciden los procedi- mientos, con la palabra o sin la palabra, ‘que conilevan emacionalidad, como los Colores (Cromoterapia), la misica (mu: sicoterapia) 0 cualquier otro medio sen ‘sovial, y todas las formas de sugestion Enloque de MacLean Un enfoque mas general 5 une u otro de estos grupos neiligicos, Gorebro es una untad la que too oa imereoneclado, stondo a restr la Insopa- table cooperacién funcional que existe ene tl cerebro instinivo y al cerebro emociona hasta el punto de que profi intograros {unclonaimente en lo que denomino el core bye inetintio-omociona (Ol Valeo, 2008) (Fig, 20) En au conti, consider a este Setebro como e substratoneurologce dela crqucopsine 0 mente reactva (Fi. 22). povo, prevsmerte, “saparando"los macans- fos coebrales dota intactin (Fig. 20 22) Cayo postotordesaroto posta, en er noe polcoanalicos, no sb a ienafeactn Con eros, sino a mtrayeccin do “ro” an la propia page. ‘too mecansmos sob la ntacign(s0- bre los que la neuroienea adn ost aven- Zando en s1ivestgncén Meza & Paz, 2002) los grupo denomindndoles ol cor bro ima (Fg. 20) y los considere coro € cubotratonourléglen dela extoopsique © monte imiatva. Sogin Macuean (1980), fa imtacon (a la que denomina conducts substato rganos ‘cerebral pique entoropsique cerebro L ° ~ arqueopsique > cerebro mo | intintvo-emocinal] mento | a % Enfoque de Oter Valo La psique sogun el AT > refrios a las estates del yo Figura 2: Diversos enfoques sobre el cerebro. Pov de Andis Transaodenaly Pscdogi Mumia {sopréxica) es inicialmenta, en su oxigen, una ‘contribucién del cerebro répiileano, es decir, ‘una. contibucién instintva (esta comproba: do [Meltzoff & Decety, 2003} que los bebés {de pocas horas ya pueden imitar los gestos faciales que les hace un adulto), aunque ‘con el desarrollo vaya contribuyendo también ‘el neocértex. Por ejemplo, es el caso de las denominadas. neuronas espejo (Rizzolal, Fogassi & Gallese, 2001), situadas en un sscior del drea ventral del cbrtex premotor y las cuales se activan no sélo cuando se rea liza un gasto concreto, sino que también 10 hhacen cuando se observa a otro realzando fl mismo gesto, lo que es un mecanismo nneurokégico de ‘suma importancia no solo para la empatia, “resonando” a las necesi- dades de los demas (lo que es crucial para sintonizar), sino para “predeci” sobre su ‘conductay actitudes. Es a rosaltar on el cerebro instintvo- femocional la existencia de una colabora- cidn funcional del hipocampo con la amig- dala, memorizando entre ambas las situa ciones emocionales vividas, siendo e! hipo- campo quien memoriza la situacion y la amigdala la vivencia emocional. Y todo ello pudiendo reproducirse sin la. contribucion Cortical, asi que, por lo tanto, este sistema nemotécrico justiica neurolégicamente la existencia de los estados del yo Nito de cerebro raconal ‘ominante cerebro Tear) eo) Figura 3: Los tres estados de! Yo distuncionales. 53 Ao 2005 tipo histérico, es decir, biogrétices. Y tam- bién justia, por lo tanto, su posible mani- festacién como estados del yo regresivos 0 fjados, cuando el corebro instintvo-emocio nal “domina" excluyentomente a los otros os. Este sistema de memoria arqueocort- cal, que Berne claramente intuyd, es al que probablemente accedia Pentield (1952) en ‘sus experimentos, YY desde luego, el cerebro instintwo-emo- ional también contribuye con las emocio- nes primarias de supervivencia, o sea (Oller Vallejo, 2001): el miedo, el ena, la tris: teza, la alegra, el afecto (en ol sentido do apege aectvo) y la Wanguidad (el estado dda Nomeoestasis emacional), asi como con sus correspongientes conducias funcionalos de tipo reactivo. Beme (1961/1980, pag. 18) yya menciono la relacién de las emociones con la isiologia del arquicortex, es decir en

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