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Las ciencias sociales

EL SÍNDROME
HABERMAS
Blanca Solares

México MCMXCVII
Primera edición, mayo de 1997

© 1997, por
FACULTAD DE CIENCIAS POLíTICAS
Y SOCIALES, UNAM
Proyecto DGAPA
Prefacio: después de Adorno
IN 301195

© 1997, por características tipográficas


MIGUEL ÁNGEL PORRúA,
LIBRERO-EDITOR

ISBN 968-842-667-9
Derechos reservados conforme a la ley

IMPRESO EN MéXICO • PRINTED INMEXICO D ESPUéS de la muerte de T. W. Adorno y de la dimisión de


Max Horkheimer del Instituto para la Investigación Social
de Frankfurt, la teoría social en Alemania parecía haber entrado
en un callejón sin salida. Convertido el pensamiento en mercancía
y l a lengua en embellecimiento de la lengua, cómo seguir teori-
zando al margen de la razón y del lenguaje que son las herra-
mientas del mismo quehacer filosófico. Pero, a la vez, cómo dejar
de hacerlo, en un mundo en que la filosofía debe cumplir su
responsabilidad hasta el fin.
Luego de la crítica demoledora, que a veces tocando lo absur-
do, planteara la Escuela de Frankfurt en contra de la modernidad,
la cultura de masas y los mismos medios de análisis crítico -el
discurso científico y su lenguaje- las propias posibilidades de se-
guir teorizando parecían agotadas. Después de Auschwitz, la per-
sistencia en la intolerancia, la discriminación, la desigualdad, el
totalitarismo y la enajenación psíquica dominantes, cómo justifi-
car un quehacer teórico que en nada puede frenar la marcha hacia
el colapso.
La crítica avasalladora en contra del irracionalismo de la ra-
zón planteada en Dialéctica del Iluminismo1 así como las posibili-
dades mismas de seguir teorizando en un mundo que avanza por
medio de masacres y destrucción persistieron en los escritos de
los teóricos frankfurteanos hasta sus últimos días.
FACULTAD DE CIENCIAS POLíTICAS Y SOCIALES, UNAM ORUPO EDITORIAL
Circuito Mario de la Cueva MICJUBL ÁNGEL PORRúA
Amargura A, San Ángel •T. W. Adorno y Max Horkheimer, "Dialektik der Aufklarung", en Gesammelte
Centro Cultural Universitario, Ciudad Universitaria
04510 México, D.F. 01000 México, D.F. Schriften, vol. v, 1987, Fischer Verlag, Frankfurt, obra originalmente terminada en 1944.

[7]
8 BLANCA SOLARES PREFACIO: DESPUÉS DE ADORNO 9

El movimiento contracultural de los sesenta en nada modificó y tratando de alzar un apuntalamiento empírico de la ética de un
su visión pesimista de la historia como "eterno retorno" de lo mis- discurso universal.2
mo. Al igual que Elias Canetti en Masa y poder, para la teoría Tras el descongelamiento de la Guerra Fría, las pugnas bélicas,
crítica, torturar y matar, matar y torturar, siempre lo mismo de mil el desmembramiento de la URSS, la Guerra del Golfo y los con-
maneras, constituye la clave de una visión de la historia que con- flictos en el centro de Europa, hechos paralelos a la desesperante
siste sobre todo en crueldades diabólicas. •• .. estrategia mediática de los Estados nacionales montados en la
Es en el ámbito de este contexto intelectual que la argumen- pugna de la expasión global capitalista, Habermas retrata perfec-
tación de Jürgen Habermas en sentido opuesto, a favor del pensa- . tamente el impasse económico-político y cultural de la situación
mundial de las últimas décadas, abriendo una vía de análisis teó-
miento teórico y el proyecto de la razón ilustrada y la ciencia como
rico frente a los nudos críticos o cuellos de botella que representan
guías y luz de la modernidad, fue considerada, en un principio,
masas asimiladas y sometidas a la brutal presión de los aparatos
como una apertura de horizontes. Frente- a la resistencia estética y
de poder, político, psicológico y policiaco-militar altamente tec-
la fe mesiánica, propias de la tradición religiosa de la teoría críti-
nificados, que desde una perspectiva de investigación tradicional
ca, Habermas se lanza a la acción teórico-política, desarrollando
resultaban inexplicables.
una "teoría de la acción comunicativa", con la cual pretende rea-
El cambio del paradigma de trabajo por el de comunicación
lizar una revisión de las más posibles interpretaciones de la histo-
apareció en los años ochenta como la promesa, semejante a la del
ria de Occidente con el fin de superarlas por medio de un nuevo
cristianismo y todos los proyectos mesiánicos, de una comunidad
paradigma de análisis social.
ideal posible frente a la crítica de la modernidad y las visiones
De manera contrastante a las tesis de Dialéctica del Iluminis-
apocalípticas de la historia, sus signos de destrucción y aniquila-
mo de Adorno y Horkheimer, obra elaborada por los teóricos ju- miento progresivos. Las ciencias sociales se apresuran también a la
dío-alemanes en el exilio norteamericano durante la contienda revisión de sus categorías explicativas tratando de aplicar la teoría
mundial y en la que observan el proyecto de la Ilustración como de la acción comunicativa al análisis de sus campos de investiga-
dominio de la irracionalidad, Habermas sostiene que estos autores ción específicos, los movimientos sociales, la educación, la de-
malentendieron el proyecto de la Ilustración al tratar de analizar- mocracia, los derechos humanos, etcétera. Pero tal cambio de pa-
lo fundamentalmente como desarrollo de la "razón instrumental". radigma significa, a nuestro entender, una noción de lenguaje y de
Según Habermas, afectados por la brutal experiencia fascista, el comunicación que difícilmente puede derivarse de la teoría de la
estalinismo y la expansión de la cultura de masas norteamericana, acción comunicativa. La pretendida cualidad de la teoría de la co-
Adorno y Horkheimer dejaron de lado que la racionalización no municación -plantear el lenguaje como una forma de entendimien-
se agota en el predominio de la "racionalidad subjetiva". Despejar to social-, paradójicamente, constituye su propio límite. Pues
ese malentendido es, en gran medida, la tarea medular del especí- desde una perspectiva pragmática y universal-evolucionista, el
fico y diferencial horizonte de los esfuerzos teóricos de Habermas. lenguaje se reduce a instrumento de coordinación social consen-
A la luz de uri nuevo auge y restablecimiento del capitalismo suad razón funcional -de forma cercana en última instancia a la
en Alemania, Habermas desplazó el foco de su análisis teórico de noción de De Saussure, pero sin la originaria tensión de éste- sis-
la economía o "racionalidad instrumental de acuerdo a fines" al tema de signos convencionales.
ámbito de la cultura o interacción en términos de lenguaje. Inten-
2
tando acabar así con la idea de razón como "razón instrumental" Moralbewusstsein und kommunikativens Handelns, Frankfurt, 1983.
BLANCA SOLARES PREFACIO: DESPUÉS DE ADORNO 11
10

La concepción de Habermas del lenguaje como acción comu- su obra ha adquirido una cierta "popularidad" al convertirse en un
nicativa, lenguaje hablado, al margen del cuerpo y la imaginación, referente obligado en la discusión del estado actual de las ciencias
vinculado directamente con la racionalidad, implica un empobre- sociales y sus perspectivas que, incluso, ha desbordado los ám-
cimiento del lenguaje a medio de expresión subjetiva, encaminada bitos especializados. Mientras los viejos frankfurteanos, con ex-
al consenso, al mismo tiempo que la ratificación del entrena- cepción quizás de Herbert Marcuse, sólo fueron realmente reco-
miento de una razón abstracta, otra vez instrumental, como única nocidos después de su muerte, Habermas se ha convertido en
vida, prácticamente, en un "clásico".
forma de pensamiento válido umversalmente.
La intención de las siguientes páginas se orientan hacia este Más allá del contexto alemán y del orden del devenir social y
núcleo fuerte del desarrollo teórico de la obra de Habermas, el de- político de la Europa de la posguerra, los planteamientos haber-
masianos también han encontrado eco en Norteamérica y en el
sarrollo de una teoría de la comunicación, articulado por un tema
"tercer mundo" haciendo de su figura teórico-ideológica uno de
central que podría caracterizarse como "programa en torno a la
los paradigmas vivos para la proyectiva modernización de los ám-
modernidad" con el cual se intenta dar respuesta a la cuestión de
bitos poKticos, incluso como herramienta conceptual y axiológica
si es posible y cómo garantizar, en los marcos de la sociedad in- en la asesoría terminológica y pragmática de las instituciones po-
dustrial actual, las posibilidades de sobrevivencia cultural, la indi- líticas tanto estatales como partidarias del mundo actual.
vidualidad y los valores de la libertad y la democracia.
El horizonte sombrío de la globalización mundial del valor, la
Desentrañar las vías a través de las cuales se hace del para- creciente destrucción de la naturaleza a través del progreso técni-
digma de la comunicación la clave ideológica para la compren- co-científico acelerado en el último siglo y el encarnizamiento de
sión del futuro de Occidente es la intencionalidad del presente la violencia y las guerras que acompañan nuestro siglo, no son
trabajo. para Habermas la base de una interpretación pesimista de la histo-
Desde la década de los setenta, Jürgen Habermas se ha veni- ria, sino el lugar de prueba de sus fundamentos teóricos y prácti-
do convirtiendo en uno de los intelectuales más influyentes de la co-sociales.
REA y de los teóricos sociales más destacados de Europa. La compleja incidencia de la obra de Habermas como una
Su obra se caracteriza por polemizar con la más amplia diver- versión global de la modernidad, en este horizonte, acredita en
sidad de corrientes de pensamiento, desde las tradiciones del idea- más de un sentido la tarea de realizar un balance crítico de su sig-
lismo alemán y la filosofía analítica anglosajona hasta con los nificación y de reflexionar en torno a los límites de su horizonte
planteamientos activistas radicales de la izquierda alemana de interpretativo.
procedencia marxista y las vertientes polémicas más recientes en La desconfianza radical en el lenguaje ha caracterizado a bue-
torno al horizonte de la modernidad. En los años sesenta, partici- na parte del trabajo poético e intelectual, literalmente, desde el
paba en la disputa del positivismo alemán, la hermenéutica de pasado fin de siécle. No en menor medida, signan nuestra época
Gadamer y la Teoría de Sistemas de Niklas Luhmann. Más tarde, la pérdida de la facultad de expresarse, el caos mental, la disgrega-
interviene en las discusiones referentes al significado del pasado ción de la identidad y "el íntimo desencanto que cierra las puertas
alemán (Historikerstreit) y en contra de las corrientes del posmoder- a la acción significante" de un universo que agoniza, suponiendo
nismo. incluso su desaparición. No hay comunidad de comunicación en
La bibliografía sobre su obra cubre numerosos volúmenes y se abstracto y mucho menos puede hablarse de comunidad ahí donde
extiende a diversidad de lenguas. Lejos de ser un autor no leído, ésta ha sido convocada por la muerte.
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Sin embargo, nada es más opuesto a la teoría de la acción co- CAPíTULO I


municativa que la angustia del lenguaje y la interrogación desbor-
dante que el trabajo con las palabras suscita en pensadores como Jürguen Habermas:
Benjamín, Adorno, Horkheimer, Blanchot, Valéry, Joyce, Hof-
mannsthal, Foucault, Levinas, R Yirilio, G. Deleuze, la demoli-
aspectos biográfico-intelectuales
ción del lenguaje para fabricar, a partir de los escombros, "una
expresión nueva y más auténtica de la realidad".
Escribir sobre Habermas ha implicado así más que-exponer
la novedad de sus planteamientos, derivar de sus propios Emites la
necesidad de defender una u otra sensibilidad y su posibilidad de
intelección, a fin de comprender los fenómenos sociales lejos de la
parcialidad y empobrecimiento de un cientificismo que al dete-
S i EXISTE alguna relación entre la vida y la obra de un autor, se
puede decir que, en el caso de Habermas, su obra sería inex-
plicable sin comprender la profunda influencia del restableci-
nerse en el límite de la lógica estrecha su visión del hombre y sus
miento del capitalismo y la democracia en la Alemania de la Pos-
expresiones.
guerra.
Antes de entrar en sus planteamientos, mencionaré algunos as-
pectos biográficos necesarios para contar con un perfil del autor que
nos ponga en la línea de sus desarrollos teóricos fundamentales.
Habermas nació en Dusseldorf en 1929. Entre 1949 y 1954 es-
tudió filosofía, historia, psicología y literatura alemana. Obtuvo su
grado con un trabajo sobre la filosofía de la historia de Schelling
y las implicaciones histórico materialistas de su sistema especu-
lativo.
En 1953, el nombre de Habermas se hizo conocido pública-
mente, por vez primera, a raíz de su recensión de las cátedras de
Heidegger de 1935 en el Frankfurter Allgemeine Zeitung.2 Ha-
bermas criticaba al nacional-socialismo de la historia alemana
reciente y el contenido reaccionario del pensamiento conservador.
Años más tarde, aclaró que, en realidad, el sentido de estas discu-
siones no era otro que impulsar las ideas que dieron origen a la
formación de la República Federal Alemana: modernidad, ilustra-
ción y democracia radical.4
3
Jürgen Habermas, "Mit Heidegger gegen Heidegger denken. Zür Veroffentlichung
von Vorlesungen aus dem Jahre 1935", en Frankjiírter Allegemeine Zeitung, 25. 7. 1953.
4
Jürgen Habermas, "Die Dialektik der Rationalisierung. Vom Pauperismus in Pro-
duktion und Konsum", en Merkur, pp. 701-724.
[13]
BLANCA SOLARES JÜRGEN HABERMAS: ASPECTOS BIOGRÁHCO-INTELECTUALES 15
14

Después de su promoción, Habermas trabajó alrededor de dos son producto de las reflexiones de esos años. Es en ese periodo
años como periodista. De 1956 a 1959 fue asistente de investiga- que reflexiona sobre las posibilidades de una filosofía práctica en
ción en el Instituí für Sozialforschung, dirigido por Horkheimer y relación con una ciencia social crítica.8
Adorno, sin embargo, le fue difícil conocer el pensamiento de sus En 1964, Habermas pudo reincorporarse, como profesor de fi-
maestros. El acceso directo a los escritos político-filosóficos de losofía y sociología, en la Universidad de Frañkfurt. Participó en
estos autores, en el periodo de Posguerra, era prácticamente im- el inicio de las discusiones sobre "Reforma a la enseñanza y de-
posible en Alemania.5 mocratización de la educación superior" y se convirtió en anima-
Durante ese tiempo, se ocupó íambién de la realizacipn de un dor del movimiento estudiantil. Sin embargo, a raíz de su partici-
estudio sobre las ideas y los comportamientos políticos de los es- pación en el Congreso de Educación Superior y Democracia, en
tudiantes universitarios en la REA. Este trabajo, publicado bajo el junio de 1967 -una semana después del asesinaío del esíudianíe
íííulo de Studenten und Politík,6 será el punto de partida de sus Benno Ohnesorgs- eníró en abierto conflicto con la proíesía estu-
relaciones con el movimiento universitario de los sesenta. diantil. Habermas, que parecía estar convencido del carácter de-
De 1959 a 1961 escribió su trabajo de habilitación, Struktur- mocrático del movimiento y de su importancia en la conformación
wandel der Óffentlichkeit, publicado un año más tarde.7 En él de una instancia de opinión política pública autónoma, calificó las
reflexiona sobre el contenido del concepío clásico de "opinión propuestas de acción de Rudi Dutschke, líder del movimiento
pública" y su lugar cada vez más formal en los ordenamientos y de protesta, de "fascismo de izquierda". Pese a que más tarde rec-
las reglamentaciones del sistema social del capitalismo avanzado. tificaría esía posición, se produjo una ruptura entre el teórico de
Dadas las circunstancias del coníexío universitario de la época, la opinión democrática y los estudiantes.9
Horkheimer y Adorno no pudieron aprobar este trabajo y Haber- En Conocimiento e interés,10 obra publicada en 1968, Ha-
mas tuvo que trasladarse a Marburg, para obíener su habiliíación bermas desarrolla la tesis de que el concepto marxista de "trabajo"
como profesor universiíario, bajo la dirección de Wolfgang Aben- es insuficiente para la fundameníación de una teoría crítica de la
droth, destacado y agudo historiador del movimiento obrero eu- sociedad. Plantea la necesidad de diferenciar entre "trabajo" e
ropeo. "interacción" y entre "acción instrumental" y "acción comunica-
Un poco antes de dar término a su trabajo, le fue ofrecido un tiva".
puesto de profesor en la Universidad de Heidelberg. Lugar en el Luego, durante varios años trabajó sobre problemas de la filo-
que permaneció hasía 1964 y en donde enlró en contacto con la sofía analítica del lenguaje y de la teoría de sistemas funcionalista,
hermenéutica de H.G. Gadamer. Los años de Heidelberg, según el así como en una teoría universal de la "competencia comunicativa",
mismo Habermas, fueron un tiempo de particular productividad. basada en el hecho de que en cada acío de habla esíá contenida
Gran parle de sus trabajos político-filosóficos y íeórico-sociales una pretensión de emancipación social.11 Desarrolló esía tesis al
s
5
Por ejemplo, era de hecho imposible conseguir en Alemania ejemplares de la La síntesis de estas reflexiones se agrupan en el libro Theorie und Praxis, Surkamp
Verlag, 1963.
Zeiíschrift fiir Sozialforschung, revista que el Instituto editara en el exilio.
6 'Véase nota biográfica de Micha Brumlik sobre Jiirgen Habermas en Lexikon Link-
J. Habermas., L. v. Friedeburg, C. Oehler, F. Weltz, Studenten und Politih Eme er Leitfiguren. Bíirchergilde Gutenberg Verlag, Frañkfurt, 1988.
Soziologische Untersuchung zum politischen Bewustsein Frankfurter Studenten, Hermán 10
Érkenntnis und Interesse, Frañkfurt, 1968.
Luchterhand Verlag, Neuwied, Berlín, 1961. 11
J. Habermas y N. Luhmann, Theorie der Geselhchaft oder Sozialtechnologie, Was
1
Strukturwandel der Óffentlichkeit. Untersuchungen zur eine Kategorie der bürger- leistet die Systemforschung?, Frañkfurt, 1971.
lichen Geselhchaft, Darmstadt, Neuwied, 1982.
BLANCA SOLARES
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mismo tiempo que dirigía junto con C.F. von Weizáckers, el Insti- CAPíTULO II
tuto Max Plank para la Investigación de las Condiciones de Vida
del Mundo Científico. Más allá del marxismo:
En 1977, volvió a reincorporarse a la discusión política a partir Ciencia y técnica como "ideología",
del resurgimiento del irracionalismo político y de la amenaza a
las libertades burguesas justificadas por el combate al terrorismo
el planteamiento de un programa de trabajo
alemán. Esta circunstancia política lo impulsó a dar forma acabada
a su obra más importante, la Teoría de la acción comunicativa}'1
En esta obra que apareció en 1981, Habermas intenta hacer
una presentación sistemática dé su trabajo de investigación de los HABERMAS Y MARCUSE
últimos diez años: Problemas de legitimación en el capitalismo
tardío, 1973; sus trabajos sobre lingüística "¿Qué es la pragmáti-
ca universal?", 1976; y La reconstrucción del materialismo his-
C IENCIA y técnica como "ideología"13 texto escrito por Ha-
bermas en 1968, con motivo del 70 aniversario de Herbert
Marcuse, es un homenaje crítico que marca también los puntos
tórico, 1976.
centrales del programa de trabajo que Habermas desarrollará a lo
En lo que sigue analizaremos con detalle cómo se prefigura
largo de toda la década siguiente. Al mismo tiempo, resulta una
esta teoría, qué interrogantes teórico-políticas intenta resolver y
proposición significativa para entender la pertenencia y distancia
cuáles son los ejes de su estructura e intencionalidad analítica.
simultáneas que Habermas sostendrá siempre con la Teoría Críti-
ca de la llamada Escuela de Frankfurt.
A partir de la publicación de El hombre unidimensional,u tra-
ducido a la lengua alemana, apenas un año antes, en 1967, Herbert
Marcuse ocupaba un lugar destacado en el plano del debate teóri-
co europeo. En esta obra, Marcuse confirma de alguna manera las
tesis de la filosofía de la historia de Horkheimer y Adorno sobre
la modernidad, como un nuevo tipo de barbarie, pero no extrae las
mismas consecuencias.
Según Marcuse, la estructura social dominante basada en la
racionalidad técnico-científica, tiene como fin no sólo la produc-
tividad sino la identificación de los individuos con los valores so-
ciales preestablecidos, lo cual impide a los hombres construir su

13
J. Habermas, Technik und Wissenschaft ais "Ideologie", Frankfurt, 1968, en
español, Ciencia y técnica como ideología, Madrid, Tecnós, 1984.
l4
Herbert Marcuse, One Dimensional Man: Studies in the Ideology of Advanced
n
Theorie des Kommunikativen Handelns, Suhrkamp Verlag, 2t„ Frankfurt, 1981, en Industrial Society, Boston, 1964, en español El hombre unidimensional, México, J. Mor-
español Teoría de la acción comunicativa, Taurus, Madrid, 1987. üz, 1968.

[17]
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 19
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nes, se interroga por un curso distinto de la historia. A partir'de la
individualidad y sus relaciones colectivas, desde su voluntad y
tradición de la crítica de la civilización de Max Weber y de la fi-
conciencia propias. losofía de la historia de Adorno y Horkheimer, intenta fundamen-
El concepto teórico-central de este diagnóstico es la noción tar la posibilidad de un giro de la racionalidad científico-técnica
de "racionalidad" o "racionalización", que Marcuse toma de Max hacia un "nuevo" tipo de "dominio". En El hombre unidimensio-
Weber y que, en cierto sentido se puede equiparar con el concepto nal argumenta, en este sentido, a favor del desarrollo de una "nue-
de Adorno y Horkheimer de "razón instrumental". va" ciencia y de una "nueva" técnica:
Marcuse está convencido de que la tendencia del desarrollo
científico-técnico o modelo de la racionalidad burocrátic$t-técnica Lo que quiero demostrar es que la ciencia, en virtud de su
impregna todos los ámbitos déla experiencia social y lleva a la propio método y sus conceptos, ha proyectado y fomentado
economía, la cultura y la política hacia su fusión en un nuevo tipo un universo en el que la dominación de los hombres queda
histórico y unilateral de dominio totalitario. vinculada con la dominación sobre los hombres, lazo que
El desarrollo de las fuerzas productivas y el dominio de la clase amenaza con extenderse como un destino fatal sobre ese uni-
política, en su análisis de la época, no son variables independientes. verso en su totalidad. La naturaleza, comprendida y domeña-
da por la ciencia, vuelve a aparecer de nuevo en el aparato de
Para Marcuse, la especificidad del tipo de dominio del capitalismo
producción y de destrucción, que mantiene la vida de los in-
tardío surge del hecho de que se presenta a sí mismo como la cor-
dividuos y la mejora, y los somete a la vez a los amos del
poreización instrumental de la racionalidad técnica que tenden-
aparato. Así, la jerarquía racional se fusiona con la social. Y
cialmente se hace invulnerable frente a la crítica, a partir de argu- en esta situación un cambio en la dirección del progreso, con
mentos cientificistas. capacidad para torcer ese fatal destino, tendría que influir
Pero, dice Habermas, si la racionalidad científico-técnica se también en la estructura de la ciencia misma, en el proyecto
transforma en fundamento de legitimación ideológica, la tesis de de la ciencia. Sin perder su carácter racional, sus hipótesis
Marx del potencial de emancipación encerrado en el desarrollo de las se desarrollarían en un contexto experimental esencialmente
fuerzas productivas se pone en cuestión. En otras palabras, desa- distinto (en el de un mundo planificado); a consecuencia de lo
parece la contradicción entre fuerzas productivas (técnicas) y. cual, la ciencia llegaría a unos conceptos sobre la naturaleza
relaciones de producción (políticas) como base de las contradic- esencialmente distintos y constataría hechos esencialmente
ciones sociales. distintos.15
Marcuse, sin embargo, no observa tal contradicción y argu-
menta, más bien, que el dominio político no es posible sino con la La fusión de ciencia y técnica como "razón instrumental", no
participación misma de la conciencia de los oprimidos. Técnica y significa, para Marcuse, que no haya otra forma de relacionarse
ciencia son el motor del sistema capitalista tardío, pero ellas mis- con la naturaleza a través de los mismos medios. Es decir, que la
mas actúan, a la vez, como reflejo de lo que ambas ocultan: el "disposición técnica" sobre la naturaleza pueda un día servir a
dominio político, abriendo así la posibilidad de subvertirlo. Esta una relación de "cuidado amoroso" que la libere y la desate del
posibilidad diferencia a Marcuse de los autores de Dialéctica del dominio de la técnica misma. Curiosamente, pero también de ma-
Iluminismo,
Marcuse no se limita a la descripción de una teoría negativa 15
ídem, p. 185.
del dominio totalitario sino que, sobre la base de esas condicio-
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20

ñera bastante confusa, en Eros y civilización, Marcuse habla de Pero basta leer el capítulo V del primer tomo de El capital de
la existencia de dos formas de dominio, uno represivo y otro libe- Marx para observar la reducción de la noción de trabajo haberma-
rador. siana. El trabajo o proceso de trabajo, de acuerdo a Marx, alude a
un proceso de relación entre hombre y naturaleza a través del
Habermas se distancia del análisis de Marcuse de que las
cual, al transformarla, el hombre proyecta su figura. El proceso de
fuerzas científico-técnicas generen un "dominio excedente" que
trabajo no es dominio de la naturaleza, sino un proceso de auto-
lleve a los hombres a la concienóWde una "otra" o "nueva" ciencia
determinación y dotación de sentido. La noción de trabajo de Marx
y técnica que se desarrollará como "dominio liberador". no es una categoría económica sino filosófica y el trabajo como
De lo que Marcuse habla, dice Hkbermas, no es |ino de un producción material no es sino el soporte de otro proceso de repro-
nuevo tipo de relación "comunicativa" entre hombre y naturaleza ducción más fundamental o más allá de la sobrevivencia. El tra-
que en realidad es producto de una confusión teórica entre traba- bajo es, a la vez, una actitud y una disposición del hombre frente
jo e interacción. Esta confusión es el punto de partida de su dife- a la naturaleza; su propio autodescubrimiento. Un proceso de co-
renciación entre "acción racional de acuerdo a fines" y "acción municación y de creación de su propia figura. (Cfr. Bolívar Eche-
comunicativa", a fin de plantear un análisis de la sociedad del ca- verría, Apuntes sobre El capital).
pitalismo tardío que pueda ofrecer también perspectivas viables a Marcuse, como lector profundo de los Manuscritos económi-
la modernidad. co-filosóficos de Marx, parte de la noción de trabajo en sentido
amplio, sin verse en la necesidad de separar el trabajo (acción) de
TRABAJO E INTERACCIóN la actitud del hombre frente a la naturaleza. En términos estruc-
turales, concibe el trabajo como un proceso de interacción o de
TRABAJO e interacción, según Habermas, son dos formas distintas comunicación que en el fondo no es sino una disposición abierta
de acción humana, que comúnmente el marxismo, basándose en la del hombre a su destino.
noción de racionalidad de Max Weber, trata indiferenciadamente, En el siguiente apartado del mismo capítulo V, Marx habla del
Trabajo e interacción son acciones inmanentes al hombre, pero trabajo como "proceso de valorización". Es decir, que histórica-
que no son semejantes. mente, la estructura del trabajo se configura en el capitalismo como
A. Para Habermas, la noción de "acción racional de acuerdo a dominio instrumental o tratamiento de una naturaleza desacraliza-
fines" no es como para Weber una categoría de análisis específico da y objeto a dominar por la voluntad de los individuos. El pro-
de la modernidad sino un rasgo propio de la acción social. Haber- ceso de trabajo, dice Marx, se configura en el capitalismo como
mas equipara "la acción racional de acuerdo a fines" controlada por proceso de valorización. Pero Marx nunca hace extensiva esta
el éxito, a la "estructura del trabajo", en el sentido de Marx. Dice actitud técnico-instrumental a la historia humana en su conjunto.
que no podemos concebir al hombre al margen de esta condición La naturaleza, en Marx, aparece como un horizonte de sig-
histórica de acción con fines de control técnico sobre la naturale- nificación infinita que sólo la racionalidad instrumental, propia de
za. Y que, por lo tanto, tampoco podemos renunciar a la técnica, es Occidente, reduce a la visión de naturaleza como naturaleza esca-
decir, a "nuestra técnica sustituyéndola por una cualitativamente sa. Partiendo de la noción de Marx, Marcuse puede hablar de la
distinta, mientras no cambie la organización de la naturaleza naturaleza como interlocutor de la comunicación humana o lo que
humana y mientras tengamos que mantener nuestra vida por me- es lo mismo del trabajo como transformación de la naturaleza
dio del trabajo social." libre de dominio.
22 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 23

Habermas reduce la noción de trabajo a acción racional, "ac- '-interacción" "Trabajo" Reglas técnicas
ción instrumental de acuerdo a fines", comportamiento orientado Normas de la de Acción Racional de
Acción Comunicativa aa erd a
de acuerdo a estrategias, control eficiente de la realidad, etcétera. ' ° fi>™
Un punto de partida que reduce no sólo la noción detiabaio sino del XT. , , , c • ., T • , •. T • r, ,
r r ~i J Nivel de definición Lenguaje común mter- Lenguaje libre de con-
hombre mismo a sujeto racional, homofaber, hacedor de instru- subjetivamente compar- texto.
mentos con el único fin de satisfacer sus necesidades naturales, sin üdo.
alma y sin espíritu. AhistOliza la noción de Weber de "racionali- Mecanismos de Adqui- Internalización de roles. Aprendizaje de cualifi-
sicion C3CÍ0I16S técmc3.s
dad de acuerdo a fines" y la proyecta al inicio de la historia. Función Mantenimiento de las Solución de problemas
B. La otra idea, con la que Habermas intenta salir del embrollo instituciones sociales, técnicos.
en eli que esta
i' i j
a punto , . rí.
de caer con esta .,
simplificación, •^
es su noción Sanciones Llamada de atención,

Fracaso ante la realidad,
de "interacción simbólica" O "acción comunicativa orientada por Racionalización Obje- Emancipación, indivi- Aumento del poder de
valores intersubjetivamente vigentes". Basta este enunciado para tivos duación;
as posi 11ampliación de disposición técnica.
observar que
n la comunicación se esboza aquí n como noción redu- . .&, elibre
comunicación ,., e Udej a
cida a un lenguaje referencial que intercambia mensajes en un dominio.
contexto regido por las relaciones estables de un código, y al sím-
bolo lingüístico estrechado en su definición a un símbolo muerto. L as normas sociales se definen desde el nivel del lenguaje or-
Desarrollaré esta idea en un apartado especial. diñado que, por supuesto, lleva consigo el riesgo del malentendido,
Lo que por ahora quisiera subrayar es que, a mi entender, los p o r ejemplo, cuando la definición de una situación es poco clara
dos tipos de acción a los que Habermas se refiere, trabajo e interac- 0 cuando quienes participan en la comunicación presentan tras-
ción, tal y como él los presenta aluden tanto uno como otro, al mis- fondos socioculturales diversos.
mo proceso de racionalidad instrumental: medios, a fin de alean- Las reglas técnicas, por el contrario -utilización de maquinaria
zar un fin. Uno técnico y el otro lingüístico, los dos apuntan al 0 de aplicación de una fórmula química-, representan un tipo de
mantenimiento de un sistema social basado en el control técnico lenguaje artificial o independiente de los contextos culturales co-
y consensual de la naturaleza. tidianos en los que éstas funcionan y tienen una pretensión de valor.
Hecha esta doble reducción del trabajo a "acción racional de Las normas sociales son adquiridas por los niños a través de
acuerdo a fines" y de la "acción comunicativa" a "interacción" u n aprendizaje y de la interiorización de roles sociales; la aplica-
mediada a través del lenguaje e "integrada al menos por dos indi- c ió n de reglas técnicas a través del proceso de escolarización. La
viduos", es obvio que la primera alude a criterios técnicos, mien- función de las normas lingüísticas consiste en dar sostén al enten-
tras que la interacción, a normas establecidas socialmente. 0 tam- dimiento humano, y eventualmente fortalecerlo institucionalmente.
bien que, mientras las reglas técnicas se establecen al margen del L a función de las reglas técnicas es encontrar la solución óptima
habla, las normas se establecen a través del entendimiento habla- a un problema. Quien viola las normas sociales es castigado por
do, etcétera. El esquema siguiente muestra algunos aspectos de s u g r u p o s o c i a i de acuerdo a planteamientos morales; quien no
las diferencias fundamentales, según Habermas, entre trabajo e a t i e n d e a las reglas técnicas simplemente fracasa al intentar dar
interacción: solución a un problema específico. En conclusión, ambos tipos de
24 BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 25

acción tienen características radicalmente distintas. Las normas Aquí se hace necesario reconocer cierta agudeza de Habermas.
sociales lingüísticas aumentan, en último término, el ámbito del El desarrollo de las fuerzas productivas es condición de la trans-
entendimiento social; la técnica, el orden de apropiación de los formación social en el pensamiento de Marx tanto como en el de
hombres de la naturaleza. Marcuse. No es por lo tanto la racionalidad de la ciencia y de la téc-
Salta a la vista que los criterios de racionalidad de ambas ac- nica lo que Marcuse cuestiona sino sus valores rectores y la di-
ciones se presentan como absolutamente distintos, que trabajar rección del progreso, dejando de lado, la crítica de la noción de
y comunicarse a través del lenguaje no es lo mismo. Pero, que racionalidad. Habermas tiene razón. Marcuse como Marx tiene la
cuando el hombre transforma a la naturaleza no comunica o ex- tendencia, propia de Occidente, a restablecer la inocencia o neu-
presa en ella su propia intención interior, mental, psíquica y aní- tralidad progresiva-instrumental de las fuerzas productivas. Pero
mica; o que, cuando la consume no descifra su propio sentido, esto todavía más occidental que ellos, Habermas desenvaina la espada
sólo es claro una vez que el trabajo se ha reducido a "racionalidad a favor de la ciencia y su lógica. Para ello, se ve precisado a una
de acuerdo a fines" y el lenguaje a instrumento de consenso. Es- reelaboración de esta noción más allá de la racionalidad científi-
tas dos reducciones son la base de toda la teorización haberma- co-técnica en sentido weberiano, y como fuerza productiva ideo-
siana. lógica en el sentido de Marcuse.

L A CRíTICA DE LA CIENCIA SISTEMA SOCIAL


Y DE LA TéCNICA COMO "IDEOLOGíA" Y SUBSISTEMA DE ACCIóN RACIONAL

EL ERROR teórico fundamental de Marcuse, según Habermas, es EL ANáLISIS de Marx de la realidad reconstruye la historia de la
incurrir en la confusión de trabajo (proceso técnico de dominio especie a partir de la categoría lucha de clases y de la contradic-
de la naturaleza) con interacción simbólica en términos de lengua- ción entre fuerzas productivas y relaciones de producción. Haber-
je. Ambos son proyectos de la especie humana y no de una época
mas se propone reformular este marco categorial de los supuestos
que en un momento pudiera plantear su superación. No es posible
fundamentales del materialismo histórico: "La conexión de fuer-
ninguna "nueva técnica", ni ninguna "nueva ciencia", pues su de-
zas productivas y relaciones de producción tendría que ser susti-
sarrollo para Habermas acompaña el mismo proceso histórico de la
tuida por la relación más abstracta de trabajo e interacción", o dicho
vida. La ciencia, en nuestro moderno contexto, "se ha de conside-
de otra manera: entre "marco institucional de las relaciones o in-
rar como una ciencia obligada a mantener la actitud de una posi-
teracción y subsistema de acción racional de acuerdo a fines".
ble disposición técnica; lo mismo que en el caso del progreso
científico-técnico tampoco para la función de la ciencia es posible A partir de la diferencia entre trabajo e interacción, Habermas,
encontrar un sustituto que fuera más humano".16 Habermas no afirma que hay sistemas sociales en los que predomina la raciona-
dejará de insistir. La validez de la estructura del progreso científi- lidad de acuerdo a fines y otros en los que predomina la comuni-
co-técnico se corresponde con el mismo proceso del hombre de cación. Según él, se puede distinguir en una misma sociedad:
humanización de la "naturaleza salvaje y escasa".
a) un marco institucional o mundo socio-cultural de la vida; y
I6 b) un subsistema de acción racional de acuerdo a fines.
Habermas, "Ciencia y...", op. cit., p. 63.
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 27
26

Tanto en este trabajo como en la Teoría déla acción comuni- dan lugar a un saber técnicamente utilizable que pudo' ser al-
cativa, Habermas subraya que la diferencia entre estas dos reali- macenado y empleado con relativa independencia de las in-
dades es sólo de carácter "analítico". No existe en la sociedad una terpretaciones sociales del mundo; .. .El umbral de la moder-
forma pura de comportamiento: las relaciones familiares hacen nidad vendría entonces caracterizado por este proceso de
uso de la racionalidad social y técnica, como la fábrica de la "in- racionalización que se pone en marcha con la pérdida de la
teracción". Lo que a Habermas le interesa no es hacer la descrip- "inatacabilidad" del marco institucional por los subsistemas
ción de estas tipologías en abstracto sino, a partir de su diferencia de acción racional de acuerdo a fines.17
general, derivar los elementos de un análisis sobre la crisis y los
fenómenos de enajenación derivados de la expansión del "subsis- En las sociedades primitivas, según Habermas, el marco insti-
tema de acción racional de acuerdo a fines" sobre el "mundo de tucional coincide y subordina a los subsistemas de "acción racio-
vida". nal de acuerdo a fines". Noción, por lo demás, que proyecta hasta
Habermas observa el desarrollo social no sólo como avance de el mesolítico al concebir ya a los rituales como acción instrumen-
la racionalidad técnico-científica, sino del proceso de interacción. tal. La organización de la sociedad esclavista o de la sociedad
La sociedad, para Habermas, no se constituye sólo a partir de feudal, se realiza también con base en cosmogonías o visiones del
mundo metafísicas que establecen derechos y obligaciones acor-
los efectos del mercado y de los imperativos científico-técnicos,
des con el mantenimiento de la organización económica. Sólo
sino que intervienen también normas y tradiciones socio-culturales
el desarrollo de las sociedades modernas no acaece de la misma
de la acción "comunicativamente" orientada al entendimiento. Esto
manera:
es así, prácticamente, según él, desde el inicio de la historia.
En el parágrafo IV del texto de Habermas que comentamos, El umbral que existe entre una sociedad tradicional y una so-
el autor nos ofrece su concepción de las sociedades tradicionales ciedad que ha entrado en un proceso de modernización no
o míticas en este doble nivel. Uno no puede sino quedar descon- viene caracterizado por el hecho de que bajo la presión de
certado ante su pobre conocimiento de las sociedades arcaicas. fuerzas productivas relativamente desarrolladas venga im-
Pero veamos cómo las presenta: puesto un cambio estructural del marco institucional. .. Xa
Algunos indicios abonan la sospecha de que durante el largo novedad estriba más bien en un estado evolutivo de las fuer-
periodo inicial hasta principios del mesolítico, las acciones ra- zas productivas que convierte en permanente a la expansión
cionales con respecto afines sólo pudieron ser motivadas por de los subsistemas de acción racional con respecto a fines y
medio de una vinculación ritual con las interacciones. Un ám- que, de este modo, pone en cuestión la forma que las culturas
bito profano de subsistemas de acción ra6ional con respecto a superiores tienen de legitimar el dominio por medio de las in-
fines sólo parece haberse diferenciado de las interpretaciones terpretaciones cosmológicas del mundo".18
y formas de acción de tráfico comunicativo entre sujetos en
las culturas sedentarias que se dedicaban a la cría de animales Las sociedades "tradicionales" se diferencian de las sociedades
y al cultivo de plantas. Y sólo en las condiciones que presentan capitalistas, según Habermas, más allá del grado de desarrollo de
las culturas superiores de una sociedad de clases estamental-
17
mente organizada debió poder producirse una diferenciación a
J. Habermas, Ciencia y Técnica..., op. cit., p. 101.
Idem, p. 75.
tan amplia del trabajo y la interacción, que los subsistemas
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 29
28

las fuerzas productivas, por el hecho de que sólo en la moderni- TECNIFICACIóN DE LA POLíTICA
dad el marco institucional de los subsistemas de acción racional de Y POLITIZACIóN DE LA CIENCIA
acuerdo a fines puede ser cuestionado de manera aguda.
La legitimación de la organización social no se resuelve ya en EL DESARROLLO del capitalismo tardío, desde la perspectiva de
el ámbito de un orden de dominio trascendental, vinculado a la Habermas, se caracteriza por dos tendencias evolutivas:
tradición, sino a través de los argumentos de la ciencia. 1. Por el crecimiento drástico de la intervención del Estado en
La modernidad capitalista, por lo tanto, consiste en un proceso la circulación económica, lo que desenmascara el liberalismo
en el cual los "subsistemas de acción racional de acuerdo a fines" de las fuerzas autorreguladas de la economía de mercado;
se hacen independientes de los fines de la producción cultural- 2. por el hecho de que el desarrollo científico-técnico se ha
mente definidos, para ser sustituidos por argumentos de racionali- convertido en la primera fuerza productiva.
dad científica, posibilitando con ello el ámbito comunicativo del
entendimiento democrático ético-político.
Sin tomarse la molestia por lo menos de suponer que el pen- Punto Uno. La revalorización del capital se garantiza, emel
samiento mítico, que ha orientado la vida del hombre desde la capitalismo tardío, gracias a los correctivos estatales que suponen
aparición del hommo sapiens, hace por lo menos cien mil años, una política social y económica estabilizadora del ciclo económico.
pudiera tener una estructura y un significado aún difícil de desci- El Estado y la sociedad ya no se encuentran en una relación
antagónica, tal y como la teoría de Marx había propuesto.
frar para la mente Occidental, Habermas pasa a clasificarlo en un
La dominación económica, en términos de democracia formal,
nivel de pensamiento inferior.
» se ve ante la necesidad de una legitimación a través de la propia
Las legitimaciones resquebrajadas -mítico-religiosas, se en-
actividad estatal que compense las disfunciones del libre inter-
tiende- son sustituidas por otras nuevas que nacen de la crítica a
cambio. Tal programa vincula ahora el rendimiento individual con
los dogmas tradicionales del mundo antiguo pretendiendo tener
la garantía de un mínimo de bienestar y estabilidad en el trabajo
un carácter científico (1); y que, a la vez, juegan también fun-
y en los ingresos. Ahora bien, en la medida en que la actividad
ciones legitimadoras, pues resguardan a las relaciones existentes
estatal tiene como objetivo la estabilidad y el crecimiento del sis-
tanto del análisis como de la conciencia pública (2). La ciencia
tema económico, la política no se orienta más a la realización de
moderna en este contexto genera un saber que por su forma más
fines práctico-morales, en el sentido de Kant, sino a la resolución
no por su intención subjetiva es un saber técnicamente utilizable.
de cuestiones técnicas.
Hasta el siglo XK, no había contribuido a la aceleración del
desarrollo técnico. Por el contrario, su desarrollo posterior, no Esto, para Habermas, nos proporciona una de las claves de la
sólo ha sido efectivo en términos de productividad (económica), situación contemporánea: el hecho de que la actividad estatal se
sino que es posible que sustituya la racionalidad en otro nivel (po- restrinja a tareas técnicas resolubles admimstrativamente, dejando
lítica), la del marco institucional estatal. Para Habermas, esto no de lado la dirección de todo contenido práctico-moral. Si la "vie-
puede ser leído de manera negativa. Sin embargo, esta sustitución ja política" de cuño ilustrado, aunque sólo fuera por la forma que
sólo puede realizarse si la racionalidad técnico-científica se so- tenía la regulación del dominio, se veía obligada a definirse en
mete a la interacción lingüísticamente mediada o, en otros térmi- relación con fines prácticos (los de una "vida feliz", por ejemplo),
nos, a la discusión pública sin restricciones ni coacciones. el funcionamiento del Estado moderno excluye esas funciones.
BLANCA SOLARES MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 31
30

Por lo tanto, la orientación de la vida social hoy sólo puede ser análisis del dominio autoritario del Estado a partir de las coaccio-
nes manipulativas de una administración técnico-operativa, que
materia de una formación democrática de la voluntad política, de
erosiona la acción comunicativa orientada de conformidad con el
la discusión pública y de su impulso.19
sentido articulado lingüísticamente bajo la presión de la acción
Aunque el marco institucional de la sociedad, tienda a cienti- racional de acuerdo a fines. No que las fuerzas productivas -la
fizarse -insiste Habermas- su organización no es sólo un proble- ciencia y la técnica- cumplan funciones de legitimación estatal
ma técnico de cuño científico sino una cuestión práctica (moral) -argumento que trataré a continuación- sino algo que la tradición
ligada a la comunicación. marxista subrayaba como destrucción de toda dimensión ética,
Punto Dos. La tendencia a la cientifización de la política se en aras de la valorización del capital.
complementa con la politización de la ciencia. La investigación
industrial se asocia con la investigación nacida de los encargos LUCHA DE CLASES E IDEOLOGíA
del Estado que sobre todo fomenta el progreso técnico-científi- COMO ANACRONISMOS
co de la producción de armamentos. De manera que también en
este punto, Habermas cree poder esbozar una crítica a Marx: la EN LA medida en que el capitalismo regulado por el Estado acalla
ciencia y la técnica -y no la fuerza de trabajo- se convierten en el conflicto de clases a través de una política de compensaciones
la "primera" fuerza productiva. Para Marx, la única fuente de que asegura la lealtad de las masas asalariadas, el Estado trascien-
plusvalor es la fuerza de trabajo. Según Habermas, el progreso de los límites latentes del conflicto de clases. En las sociedades de
técnico-científico es también una fuente de plusvalor, incluso, con capitalismo tardío, en la medida en que los tímites del subprivile-
mayores perspectivas que la cada vez menos importante fuerza de gio "siguen siendo específicos de grupos y no corren transversal-
trabajo.20 Nos parece excesivo dedicar un solo párrafo a tratar este mente separando categorías enteras de la población, no se enfren-
problema que las mismas películas de ficción siempre nos repi- tan con los privilegiados como clases socio-económicas".21
ten: que pese al avance de la tecnología futurista, la única fuente Por otro lado, el hecho de que el antagonismo entre capital y
de creación de plusvalor es la mercancía fuerza de trabajo -la que trabajo se encuentre en una relación institucionalizada de domi-
genera además todo invento. Lo importante, más bien, es destacar nio, de explotación económica y de opresión política, en la que la
el énfasis que Habermas hace en el hecho de que la ciencia no es comunicación está distorsionada y restringida, hace que la legiti-
mera "ideología", como asegura Marcuse, sino una fuerza pro- mación de este dominio no pueda ponerse en cuestión. El funda-
ductiva que lejos de hacer promesas, las cumple. mento de esta legitimación, el progreso científico-técnico sometido
Aclarado lo anterior, la cientifización de la política -la cre- a control, ya no representa un potencial excedente con consecuen-
ciente intervención de la tecnocracia en la estabilización econó- cias emancipatorias sino una nueva forma de legitimación del
mica- y la politización de la ciencia, para Habermas, el énfasis de dominio. Esta nueva forma de legitimación del Estado no puede,
la dimensión económica de la reproducción social pasa en su aná- según Habermas, ser calificada de ideología.
lisis, definitivamente, a un segundo plano. La "conciencia tecnocrática", dice Habermas, lo mismo que
Dado que la propia economía tiende a cientifizarse, es decir, la "vieja ideología" impide la tematización de los fundamentos
a hacerse más racional, el problema central sería, más bien, el sobre los que está organizada la vida social. Sin embargo, es me-
l9 21
Cfr. idem, p. 85. Cfr. idem, p. 75.
20Q7-. Wem,p. 87.
32 MÁS ALLÁ DEL MARXISMO 33
BLANCA SOLARES

nos ideológica que las ideologías precedentes. No es una simple La conciencia tecnocrática confunde, tras el interés por la
ilusión o fantasía racionalizada; una ofuscación aparente o una ampliación del poder de disposición técnica, el interés práctico-
proyección desiderativa que no satisface nada. La conciencia tec- moral de la intersubjetividad. La crítica de Marcuse, al no explorar
nocrática -asegura- no es ya solamente ideología, no expresa una la forma en que la ciencia y la técnica funcionan como ideología,
"proyección de la vida feliz", sino que se pone en una conexión o en otras palabras, su reducción de la acción racional a ideología,
satisfactoria con ella.22 sin observar cómo modifica la propia comunicación social, no sólo
Dos aspectos que distinguen a la nueva ideología de la vieja emite un juicio falso de la sociedad contemporánea, sino que,
son: deduce de manera ingenua la posibilidad de transformar cualitati-
vamente sus fundamentos.
a) Que el capitalismo, por tener que legitimarse, "no es ya Habermas observa así la necesidad de un cambio de paradigma
fundamento de una explotación y opresión irrectificables"; para avanzar en el análisis científico de la sociedad, el abandono
b) que las compensaciones que genera, están destinadas a la del paradigma del trabajo por el de la comunicación. Antes de
satisfacción de necesidades neutrales en lo que atañe a la uti- ello deberá, no obstante, enfrentar también una revisión de la
lización de ellas mismas. Por lo tanto, a diferencia de la vieja filosofía de la historia de Adorno y Horkheimer.
ideología, la nueva disocia los criterios de justificación de la
regulación normativa de las interacciones ligándolas al sis-
tema de acción racional de acuerdo a fines.
IH
Es así, continúa Habermas, que la "conciencia tecnocrática"
preocupada sólo por cuestiones técnicas, "no refleja el mundo en
una totalidad ética" (Hegel), sino la represión de la eticidad como
categoría de la vida. Esta conciencia positivista que organiza de
acuerdo con los modelos cosificados de la ciencia, el mundo socio-
cultural de la vida, viola el'interés inmanente de una de las dos
condiciones fundamentales de nuestra existencia cultural: la co-
municación lingüística. Abóle el "lenguaje ordinario" como refe-
rente de la interacción lingüística y lo sustituye por un sistema
(científico) en el que el dominio y la ideología surgen bajo las
condiciones de una distorsión de la comunicación.
Esta "nueva ideología" es la que para Habermas representa un
reto: el de reflexionar no sólo en el interés técnico-científico (tra-
bajo), sino en el mantenimiento de una "intersubjetividad de la
comprensión" y el establecimiento de una comunicación libre de
dominio.
22
C/h Wem.p. 97.
CAPíTULO m

Ilustración progresiva o Dialéctica


de la Ilustración: la ruptura de Habermas
con la teoría crítica

L A COMPRENSIóN DE LA MODERNIDAD

L A NOCIóN de modernidad alude a una visión específica del


tiempo como proceso en desarrollo expansivo encaminado
hacia un fin. No es casual que la palabra modernidad de origen la-
tino surgiera en el siglo m y fuera usada por el cristianismo con el
propósito de instaurar el predominio de la Iglesia romana y su
escatología de la salvación. Frente a la destrucción del orden pa-
gano greco-romano, surgía la modernidad cristiana y la idea de la
condena irreversible del hombre. Lo contrario a la noción moder-
na de tiempo, es el tiempo cíclico del "eterno retorno" de las
sociedades míticas, luego paganas, que paralelamente a la instau-
ración del discurso agustiniano eran objeto de persecusión y ex-
terminio. La comprensión de Habermas de la modernidad alude a
la noción de tiempo en el sentido micialmente señalado, progre-
sivo y en expansión -ahora no hacia el Paraíso bíblico sino hacia
la "comunidad de comunicación ideal" casi como promesa de un
acto de fe secularizado.
La comprensión teórica de la modernidad como ámbito de la
vida social orientada por el predominio de la "razón instrumental",
desarrollada por Horkheimer y Adorno en Dialéctica del Iluminis-
mo -culminación en gran medida trágica de los esfuerzos de la
teoría crítica de la sociedad frente a las consecuencias del holo-
causto-, suscita en Habermas rasgos problemáticos que, al igual
que en el caso de Marcuse, lo orillan a distanciarse polémica-
mente. Según Habermas, Dialéctica del Iluminismo, empeñada en
[35]
36 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 37

la crítica radical de la razón de los comienzos de la historia hasta la crisis de la modernidad propuesta por ambos pensadores con-
época contemporánea, vuelve imposible la tarea que los propios duce, en la línea de su exasperado pensamiento pesimista, hacia
autores se habían propuesto: una reflexión crítica sobre el devenir un misticismo ilustrado o bien hacia una resistencia estética. Am-
de lo social. bos caminos, para Habermas y su mente lógica, contradictorios
Si la ciencia y la reflexión filosófica, como se expone en esa en sí, incomprensibles y, no en último término, aberrantes.
obra, son inevitablemente una forma inconsciente de apropiación Según Habermas, Dialéctica del Iluminismo es una descripción
instrumental, ¿por qué la teoría crítica tendría que haber escapa- unilateral del proceso destructivo de la civilización en cuanto sólo
do a su perversión?23 registra sus aspectos demoledores planteando luego salidas invia-
El planteamiento paradójico de la crítica de la Ilustración con- bles. Habermas deriva de ahí la necesidad de diferenciar teórica-
siste, según Habermas, en impulsar una praxis filosófica cuyas mente entre los elementos negativos del proyecto de la Ilustración
posibilidades al mismo tiempo impugna y que de alguna manera (tarea que comparte con la Teoría Crítica) subrayando a la vez (a
encuentra resonancias deudoras con la problemática planteada y diferencia y en contra de ella) los que la impulsan positivamente,
no resuelta por la teoría marxista respecto a la también paradojal ya sin dialéctica, en una línea ascendente y de desarrollo progre-
cuestión de cómo es posible la conformación de un sujeto revo- sivo. Su teoría de la acción comunicativa quiere identificar los
lucionario en una sociedad enajenada. efectos "innegables" de la Ilustración por la vía de la racionalidad
Para Habermas, esta crítica de la razón de Adorno y Horkhei- comunicativa del lenguaje.
mer, que bajo la realidad americana y el fascismo, no ve nada más
allá del horizonte del "inconsolable vacío" de la época moderna,
resulta exasperante. Dice admirar el acto de equilibrio precario de L A NOCIóN DE RAZóN
esta fundamental crítica de la razón, pero advierte en ello un giro
LAS PARADOJAS de la modernidad, sin embargo, según este autor, no
regresivo: colocar al propio pensamiento crítico al servicio de la
pueden ser analizadas con los medios conceptuales de la "filosofía
contra-ilustración.
de la conciencia" de la Teoría Crítica de Adorno y Horkheimer.
A la caracterización de la modernidad como barbarie del in-
En ese sentido, propone la necesidad de un cambio de paradigma
misericorde progreso, como tendencia a la "desocialización de la
a través del cual sea posible el análisis de la racionalización social
naturaleza y a la desnaturalización del mundo humano", como
exterminio de sectas paganas y gnósticas contrarias al proyecto de manera distinta a su reducción en términos instrumentales. Ha-
filosófico-científico universal, Habermas opondrá una visión bermas elabora el concepto de "racionalidad comunicativa", con
optimista de la modernidad, que para él simplemente sería más el cual promete, sobre la base de una estructura antropológica, el
imparcial.24 estudio del entendimiento humano más allá de la violencia del do-
La teoría de la acción comunicativa puede interpretarse así minio teleológico. Esta base antropológica de investigación será,
como el desarrollo de una discusión contra los argumentos de sin embargo, rápidamente sustituida, por una pragmática.
Horkheimer y Adorno, en el sentido de que la única salida a la El cambio de perspectiva teórica de Habermas respecto al
pensamiento de la teoría crítica clásica o radical supone también
23
Véase Habermas, "Horkheimer y Adorno: el entrelazamiento de mito e ilus- una comprensión distinta del trabajo científico.
tración", en El discurso filosófico de la modernidad, Tauros, España, 1989.
24
Habermas, "El contenido normativo de la Modernidad", en Discurso filosófico de
Horkheimer y Adorno consideran agotada la crítica marxista
la Modernidad, Tauros, Madrid, 1989, pp. 397-433. de las ideologías, a la vez que dejan de pensar que el desarrollo de
38 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 39

una teoría crítica de la sociedad pueda cumplirse con los recursos de co.26 Acepta que la presión ideológica arrastra a las ciencias, pero
las ciencias sociales establecidas. De ahí la extrema necesidad no que esto sea un obstáculo para la comprensión de la sociedad
de una crítica de las ideologías (incluida la ciencia) que tenga por y el mundo. Desde su punto de vista, es imposible dejar de reco-
objeto "ilustrar a la Ilustración sobre sí misma". Habermas ve la nocer hoy los avances científicos, no necesariamente positivistas,
ciencia de manera distinta. de las ciencias del espíritu y de la naturaleza. Habermas pretende
vincular sus esfuerzos teóricos con este tipo de ciencia auto-re-
L A CRíTICA DE LA CIENCIA
flexiva.
Mientras que para Adorno y Horkheimer, en su esfuerzo por
LAS CIENCIAS especializadas y sus vertientes teórico-científicas, el no hacer una sola concesión al positivismo, el trabajo teórico no
positivismo, el funcionalismo, el pragmatismo, etcétera, son para la está al margen de una tensión desgarradora, el teórico de la acción
teoría crítica aplicaciones parciales, técnico-productivistas que comunicativa parece no creer necesaria una crítica de la ciencia
tienen como fin el dominio, en algunos casos se orientan al con- establecida, una vez que el propio principio del "falibilismo" de
trol de aspectos segmentados de la naturaleza y, en otros, hacer Karl Popper ha implantado institucionalmente la revisión perma-
posible que la opresión social prosiga su curso ininterrumpido. nente de las teorías y de sus resultados. Habermas no advierte que
En el prólogo a la primera edición alemana de Dialéctica del en el fondo, esta discusión se sigue dando sobre la misma base de
Iluminismo se lee: una noción de ciencia que cree avanzar hacia la posesión acumu-
lativa del conocimiento absoluto de la vida social y natural, al que
A pesar de haber observado desde hace muchos años que en la incluso Kant criticara en su Crítica de la razón pura. Incapaz de
actividad científica moderna las grandes invenciones se pagan pensar en un tipo de conocimiento distinto del que parte de lo ob-
con una creciente decadencia de la cultura teórica, creíamos jetivo, Habermas cree equivocada la crítica de Adorno y Horkhei-
poder guiarnos por el modelo de organización científica, en el mer a la noción de ciencia institucionalizada y ordinariamente
sentido de que nuestra contribución se limitase esencialmente aceptada, poseedora de dispositivos de auto-regulación cuasi-
a la crítica o a la continuación de doctrinas particulares ... Los automáticos, en aras de una hipotética perfectibilidad a la que
fragmentos recogidos en este volumen demuestran que hemos tiene sin cuidado la envejecida idea de la quiebra de la razón
debido renunciar a aquella fe. Si el examen y el estudio aten- obsesiva.
to de la tradición científica constituye un momento indispen-
sable para el conocimiento ... por otro lado, en la fase, actual
de la civilización burguesa, ha entrado en crisis no sólo la or- E L DEVENIR DE LO POLíTICO
ganización sino el sentido mismo de la ciencia".25
EN RELACIóN con el devenir de la modernidad, habría que destacar
otra diferencia entre las tesis de Dialéctica del Iluminismo y la
A esta denuncia de la pérdida de orientación científica, Ha- Teoría de la acción comunicativa.
bermas opone la idea de que la ciencia es la única instancia La teoría crítica clásica se encuentra atravesada, en los años
social, a partir de la cual podría producirse un conocimiento críti- cuarenta, por un profundo escepticismo respecto a las posibilida-
25 26
Adorno y Horkheimer, Dialéctica del Iluminismo, Sudamericana, Argentina, 1970, Véase, Habermas, Prefacio a la Teoría de la acción comunicativa, Tauros, España,
p.7. 1987.
40 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 41

des de una vida verdaderamente humana, tal y como el mismo Kant dense en la reestructuración de la economía alemana, su posi-
lo advertía ya en su propia filosofía de la historia, en un sentido ble democratización y el establecimiento del Estado de bienestar
metafísico ligado a la idea del "hombre como fin de la naturale- social.
za", es decir, como obra de El Bien.27 Para Kant, este problema de Habermas sugiere que los nexos de acción política en las so-
carácter práctico sólo tiene como guía de solución, digamos, el ciedades modernas sólo pueden establecerse a través de "actos de
cumplimiento del imperativo categórico, "compórtate de tal mane- entendimiento colectivo". El núcleo moral de las oraciones lin-
ra que tu comportamiento pueda ser elevado a norma universal". güísticas es la fuerza sobre la que alza su idea de que, en la ac-
Pero la moral, advierten Adorno y Horkheimer, en el caso de las tualidad, sólo las instituciones políticas que garanticen el proceso
instituciones políticas modernas se ha convertido en una cuestión de coordinación comunicativa pueden exigir el respeto de los ciu-
subjetiva de segundo orden. De ahí que consideren incluso super- dadanos. Es en ese sentido que su teoría de la comunicación
ficial teorizar sobre la formación de una voluntad política a través puede perfilarse ya desde ahora, en realidad, como una teoría de
de instituciones. Para Horkheimer y Adorno tanto el aparato coer- la democracia, en abierto contraste con la crítica de la Ilustración
citivo del fascismo, como el totalitarismo socialista o la cultura de del pensamiento radical.
masas del capitalismo tardío hacen inviables toda formación de una
voluntad colectiva autónoma. El férreo individualismo privatiza- L A NOCIóN DE NATURALEZA
do y su conciencia cosificada obstruyen la esperanza que todavía
Kant depositara en los sujetos ilustrados inspirados por el impera- LA DISTINCIóN entre naturaleza y sociedad abre a Habermas la po-
tivo racional como hacedores de sus destinos propios. En Dialéc- sibilidad de trabajar consistentemente - a diferencia del concepto
tica del Iluminismo, por lo tanto, no hay espacio ni para la esfera de "proceso de reproducción social", centrado exclusivamente en
de la política institucional, ni mucho menos, para fenómenos de lo económico- el concepto de acción comunicativa como lengua-
je hablado. Pero constituye, al mismo tiempo su límite.
formación de la voluntad democrática. Más bien, se tratará en ella
La salida a la crisis de la modernidad, para Habermas, no alu-
del territorio reflexivo que desentrañan los funcionamientos his-
de a un nuevo tipo de relación entre hombre y naturaleza (armo-
tórico objetivos que han bloqueado su posibilidad y prácticamente
nía), sino al ámbito de la comunicación lingüístico-social. Todo
han degradado la democracia liberal al ilusionismo de jerga de-
lo restante, es decir, lo no comunicable en términos de lenguaje
magógica.
formal del entendimiento, deja de formar parte del horizonte de
Por lo demás, en efecto, hay hechos históricos que ni la filo- teorización habermasiana. En consecuencia, la relación entre so-
sofía de la historia de Adorno y Horkheimer, ni la teoría de la ciedad y naturaleza -en tanto vínculo no mediado por las funcio-
acción comunicativa de Habermas pueden evadir en sus teoriza- nes del lenguaje- sólo puede ser una relación que deja intacta la
! íi ciones. estrategia instrumental ("sistema").
Mientras la vieja teoría crítica se encuentra determinada por
las características de un capitalismo tardío totalitario y fascista,
ARTE Y RELIGIóN
Habermas se caracteriza a sí mismo como beneficiario de una fase
de reeducation -con lo que alude a la intervención estadouni- EN EL análisis de la modernidad de la teoría crítica clásica o ra-
27
Cfr., Kant, "Comienzo presunto de la historia humana", en Filosofía de la Histo- dical, el arte surge como una forma de entendimiento comunica-
ria, FCE, 1985. tivo que trasciende la comunicación lingüística y que ilumina una
42 BLANCA SOLARES
^f ILUSTRACIÓN 1-IUXiKIiSlVA 0 DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 43

forma distinta de relaciones humanas con la naturaleza y de los Arte y teoría no son lo mismo, dice Marcuse. La teoría trasla-
hombres entre sí. Al entender las relaciones con la naturaleza como da la realidad a su concepto. El arte representa el concepto, lo que
relación organizada de acuerdo afinesque sólo puede ser contro- significa des-realiza la realidad dada trasformándola.
lada y conducida de manera mediada a través de la racionalidad Cuando el propio concepto se ha vuelto una forma de dominio
comunicativa, Habermas teoriza las posibilidades de la obra de (Adorno), la razón no puede justificar más sus propios conceptos
arte nuevamente sólo en términos de lenguaje hablado y sistemá- normativos tales como la justicia, la belleza o la humanidad. El
tico-discursivo. arte, en contraste, tiene una raíz independiente de la teoría, la raíz
La teoría de la acción comunicativa vuelve así, a plantear y a de lo erótico o de la naturaleza instintiva.
eludir en el mismo acto un aspecto central -insistentemente in- El trasfondo de este debate estaba ya en que, para Marcuse,
dicado por la Escuela de Frankfurt en su conjunto- y no resuelto bajo ninguna circunstancia el arte podía tomar el lugar de una ra-
en la cultura contemporánea: la cuestión relativa a si es posible y zón dimisionaria y aparecer como guardián de las normas.
cómo una relación entre sociedad y naturaleza más allá del do- Por el contrario, para Habermas, el problema era si el anclaje
minio y su racionalidad instrumental. de la razón en la naturaleza instintiva del hombre no exigía a la
La teoría crítica tradicional, a través del concepto de "mime- estética como disciplina, que enseña, que sólo a partir de las obras
sis", fundamenta la posibilidad de una reconciliación momentánea de arte auténticas (Adorno) se puede hacer plausible, en general,
y siempre frágil de las relaciones del hombre con la naturaleza, lo normativo.
con su mundo y consigo mismo. A Habermas no le convencerán La teoría estética de Marcuse como, no en último término, la
estas argumentaciones. Trata la cuestión del arte a partir del ám- de Adorno era por completo distinta de esta postura. Habermas
bito de diferencia entre naturaleza y sociedad y vuelve a reducir quiere ver el arte como educación estética racional. Marcuse no
la experiencia estética a racionalidad lingüística. puede reducir el arte a racionalidad abstracta sino a un fenómeno
Ya en un debate con Marcuse en relación con el arte, en 1968, anclado en una experiencia objetiva y fundamentalmente corpo-
quedaba clara la limitada comprensión de Habermas de esta expe- ral. Sí el arte tiene un "contenido normativo", como Habermas
riencia cuando confesaba no sólo no entender a Arnold Schoenberg insistentemente planteaba ya en este debate, éste no alude a una
sino menos aún la idea de Marcuse del arte como lenguaje de rup- "normatividad en general", insiste Marcuse, sino a los datos del
tura con la realidad cotidiana y, en tanto tal, subversión de la instinto y su dinámica, más allá de la normatividad de la razón
"normalidad" de la conciencia y del inconsciente.28 Marcuse ex- dominante.
ponía su concepción del arte como lenguaje transformador de la
realidad y a la obra de arte como una fuerza imaginativa produc- ESCASEZ Y AUTOCONSERVACIóN
tiva capaz de transformar la sensoriedad "normal" en nuevas for-
mas de percepción, en un nuevo ver, oír, gustar, etcétera... Por lo LAS OBSERVACIONES de Habermas al discurso crítico, si bien agudas,
cual, en relación con la realidad, la obra de arte, nos dice Marcu- vuelven a quedar presas del mismo paradigma de la racionalidad
se, es poetización, imaginación, hallazgo, que conduce, también a y de su fundamento empírico: la escasez.
un nuevo conocer. La noción de razón de Habermas se alza una vez más sobre la
reducción de la racionalidad occidental de la noción de naturaleza
28
J. Habermas, Conversaciones con Mturusc, (¡IUIíNII, España, 1980, pp. 56 y ss. como "naturaleza escasa", amenaza, objeto de control y dominio.
T
44 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 45

El hombre apenas aparece en la tierra se guía siempre por un ob- El proceso de autoconservación, al tener ahora que satisfacer
jetivo; la sobrevivencia. las condiciones de la racionalidad de la acción comunicati-
Habermas registra la reproducción de la vida social ligada a va, pasa a depender de las operaciones interpretativas de los
las condiciones de enfrentamiento cognitivo-instrumental con la sujetos que coordinan su acción a través de pretensiones de
naturaleza externa al margen de las necesidades del espíritu; liga- validez susceptibles de crítica.30
da a las condiciones de enfrentamiento cognoscitivo-estratégico de
los individuos entre sí buscando exclusivamente sobrevivir, vege- La característica de la conciencia desmistificada moderna es
tativamente o instintualmente. Pero dice, "la socialización depen-
de igualmente de las condiciones de la intersubjetividad del en- que el plexo de la vida social se reproduce a través de las ac-
tendimiento entre los participantes en la interacción". Y si se ciones "racionales con arreglo a fines", controladas por me-
acepta esto, dice, entonces: "tenemos que reformular también el dios generalizados de comunicación, y simultáneamente a
concepto naturalista de auto-conservación."29 través de una voluntad común anclada en la práctica comuni-
La teoría de la acción comunicativa, por lo tanto, no abandona cativa de todos los individuos.31
tanto el paradigma de la escasez sino que, más bien, lo proyecta a
la acción lingüística. L A EVOLUCIóN SOCIAL
Si partimos de que la especie humana se matiene a través de
LA BARBARIE ilustrada, el fascismo, los totalitarismos del siglo xx,
las actividades socialmente coordinadas de sus miembros y
el stalinismo, la guerra, la devastación ecológica, etcétera, son
de que esta coordinación tiene que establecerse por medio de
condiciones de vida del sistema de producción moderno y amena-
la comunicación, y en los ámbitos centrales por medio de una
zas de destrucción permanentes. Para la teoría crítica, todo esto
comunicación tendiente a un acuerdo, entonces la reproducción
no puede significar sino el fracaso de la Ilustración en la etapa
de la especie exige también el cumplimiento de las condicio-
más desarrollada de su evolución histórica.
nes de la racionalidad inmanente a la acción comunicativa.
Para Habermas, la Ilustración o etapa adulta de la sociedad
parece convertirse en el nivel supremo del desarrollo social, ya sin
Para Habermas, la reproducción de la especie exige el de- dialéctica, siguiendo la realización hegeliana de la razón, sin triun-
sarrollo de la racionalidad inmanente de la acción comunicativa. falismos y a un ritmo más pausado. Es en la esfera de una socie-
Si bien "estas condiciones (sólo) se tornan accesibles a la moder- dad educada y evolucionada, dentro del proyecto de la Ilustración,
nidad. .. con la descentración de la comprensión del mundo y la que es posible la conformación de una política racional a través
diferenciación de distintos aspectos universales de validez". de la democracia. Categorías teóricas del tipo lucha de clases o
Luego de que las imágenes religioso-metafísicas del mundo enajenación del trabajo social, como componentes de análisis de
pierden su credibilidad para orientarse hacia el conocimiento y la la modernidad, pasan a un segundo plano, cual trastes envejecidos
acción orientada al éxito, la integración normativa de la acción que en su estridencia arbitraria hacen ruido al pausado entendi-
cotidiana misma "se afloja", ella misma cobra una orientación uni- miento racional de los individuos libres ilustrados.
versalista a la vez que individualista.
30
Habermas, Teoría de la..., op. cit., 1.1, p,
i. 506.
29
Habermas, Teoría de la..., op. cit., 1.1, p. 500. * ídem, p. 507.
46 BLANCA SOLARES
T ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 47

Habermas observa lo social como un proceso evolutivo de ra- Habermas no pretende explícitamente una ruptura con la Teo-
cionalización. También el fascismo, que ha marcado particularmen- ría Crítica. Al respecto, ^tratará de sostener que la sustitución del
te la historia alemana y que continúa siendo una amenaza latente paradigma del trabajo por el de la comunicación se deriva de las
-Rotschtok y el Partido Republicano- puede considerarse hoy propias "aporías" de la Teoría Crítica, a saber:
momento superable dentro del proceso evolutivo de una sociedad
ilustrada. -Sostener que la idea de reconciliación entre hombre y natu-
raleza sólo puede desarrollarse teóricamente a partir de la
Habermas insiste en continuar el proyecto de la Ilustración, "dialéctica negativa", pero que este camino no resulta discur-
confiado y resuelto en ver el "mundo de vida" como racionaliza- sivamente practicable.
ción, y en eliminar toda fatalidad de fuerzas no racionalizables en -Realizar una "crítica de la razón instrumental" que no se basa
términos de argumentación lingüística. en la crítica material de la ciencia, sino en la crítica de la "ra-
Llevar hasta sus últimas consecuencias el proyecto de la Ilus- zón subjetiva" (centrada en el hombre) desde la perspectiva
tración cultural, significa dar impulso a los límites de la autorre- de una "razón objetiva" (especie de a priori) que Habermas
flexión de la sociedad, de modo que el progreso científico-técnico considera, en la actualidad, irrevocablemente destruida.
y el sistema del Estado técnico-burocrático puedan desarrollar-
se de acuerdo a los presupuestos de una sociedad ilustrada. ¡Sor-
prendente formulación, cual candorosa y roussoniana reedición Sobre estos dos señalamientos, giran las críticas a Dialéctica
de los derechos humanos en la virgen, recién nacida, República del Ilurninismo, que a continuación apunto, y que van marcando
Alemana! el paso habermasiano hacia un nuevo tipo de teorización.
1. La teoría crítica generaliza de manera excesiva la noción
Las conjeturas de este modelo teórico respecto a la Ilustra- de cosificación. Si se generaliza la categoría de cosificación (de
ción, la razón en términos de lenguaje y la evolución de una Lukács), andándola en los propios fundamentos antropológicos
sociedad adulta son cuestiones que, entre otras, abren también el de la historia de la especie, en la forma de una existencia de la es-
debate de la Teoría de la Acción Comunicativa con las teorizacio- pecie que tiene que reproducirse, en un medio natural escaso a
nes del llamado discurso posmoderno. través del trabajo o "racionalidad de acuerdo a fines" y al margen
de la acción comunicativa, entonces, dice Habermas, sucede que:
DEL PARADIGMA DEL TRABAJO "La relación interpersonal entre sujeto y sujeto que es determi-
AL DE LA COMUNICACIóN nante para el modelo de intercambio, no tiene ninguna significa-
ción constitutiva para la razón instrumental."32
Las aportas de la teoría crítica 2. La teoría crítica confunde entre racionalidad y dominio. Ha-
cer extensivo el concepto de dominio a categoría ontológica de la
El tránsito del primer esbozo de la teoría habermasiana de la so- especie, incluyendo en esa lógica "el conocimiento al servicio de
ciedad, en Ciencia y técnica como "ideología", al desarrollo de la la autoconservación y la represión de la naturaleza pulsional", da
Teoría de la Acción Comunicativa, de principios de los años ochen- por resultado una visión catastrófica de la relación entre espíritu y
ta, supone un ajuste de cuentas de Habermas respecto a los pro- naturaleza deformada hasta lo irreconocible. Observa Habermas:
blemas que deja en suspenso la postura original de la Teoría Crí-
tica clásica. 32
Habermas, Teoría..,, op. cit., cursivas mías, 1.1, pp. 483 y ss.
TI
48 BLANCA SOLARES
T ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 49

La tesis desarrollada en Dialéctica del Iluminismo no pone al Observa Habermas:


pensamiento en la pista que hubiera resultado más obvia, a
saber: la que discurre a través del sentido propio de los diver- La crítica de la razón instrumental quiere ser una crítica en el
sos complejos de racionalidad a través de los procesos de ra- sentido de que la reconstrucción de su marcha incontenible sea
cionalización social escindidos según los distintos aspectos una rememoración del sacrificio de los impulsos numéricos
universales de validez y que nos permite presumir una unidad de una naturaleza reprimida: así de la naturaleza externa, como
de racionalidad bajo la envoltura de una práctica cotidiana ra- sobre todo, de la naturaleza subjetiva.
cionalizada y a la vez cosificada.33
Y en efecto, Horkheimer ha fijado su tarea en la crítica de una
"Horkheimer y Adorno -dice Habermas- optan por seguir forma de opresión brutal del hombre sobre la naturaleza que se
ejerce cotidianamente e incluso sin conciencia. Para ello, requie-
hacia atrás el ya desdibujado rastro que reconduce a los orígenes
re de una noción de "rememoración del sacrificio" que involucra
de la razón instrumental con el fin de sobrepasar incluso el con-
las preguntas, ¿quien soy?, ¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi destino?
cepto de razón objetiva".
Cita a Horkheimer: "Desde que la razón se convierte en ins- Por medio de tal rememoración (Eingedenkeri) de la naturale-
trumento de dominación de la naturaleza humana y no humana za en el sujeto, en cuya consumación se cifra la malentendida
por el hombre ... quedó frustrada su propia intención de descubrir verdad de toda cultura, la ilustración se opone al dominio,...
la verdad". contra un pensamiento desbocado, pensamiento que sólo po-
Como bien advierte Habermas "... esta consideración sugiere drá escapar al hechizo de la naturaleza reconociéndose como
un concepto de Verdad que habría de explicarse utilizando como el temblor que ésta experimenta ante sí misma.
hilo conductor la idea de una reconciliación universal, la idea de
una emancipación del hombre a través de la resurrección de la na- Esta cita de Adorno y Horkheimer está relacionada, en gran
turaleza".34 medida, con la filosofía de la Ilustración de Kant y su pensamiento
Pero, en realidad, Horkheimer, alude a la experiencia del hom- metafísico. Comprender y radicalizar incluso sus planteamientos,
bre como homo religiosus. Su teoricismo no le permite profun- sólo sería posible si nos asomáramos al estudio del "apriori me-
dizar en esta dimensión sino apenas enunciarla. Sugiere el con- tafísico de Kant", en otras palabras, al estudio de la experiencia
cepto de verdad como anamnesis, apenas como una vaga facultad sagrada en todas sus modalidades, hierofánicas, kratofánicas, a la
mimética que nos permita escuchar "el mudo lamento de la natu- noción de tabú, de maná, de magia, que sobre todo aparece de ma-
raleza" violentamente instrumentalizada; la anamnesis como nera fundamental en la dimensión mito genética de las culturas.
fuerza creativa, recuerdo de la felicidad pasada y de la pena no sólo En ese sentido, la oposición teórica a la opresión iluminista de la
orientada retrospectivamente, sino también como estímulo para la naturaleza, significaría el conocimiento de lo sagrado en toda su
realización de la utopía concreta (Ernst Bloch), una problemática complejidad, es decir, en su aspecto sagrado, maculado y maldito
a la que se abocara ya Walter Benjamin. a la vez, presente sobre todo en las sociedades arcaicas.35
33 5
We;n, p. 486. Cfi\, Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones, Era, México, 1992, 8a.
*Idem, p. 487. reimp.
rc
50 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 51

La teoría crítica no se plantea esta tarea, sino la de insistir en el se ha sobrevivido á sí misma el pensamiento filosófico pasa a
carácter de la historia como dominio instrumental de una natura- convertirse en gesto."37
leza no reconocida. El examen de la dimensión sagrada queda, sin La teoría crítica se convierte en gesto. En efecto, una actitud
embargo, señalado en ella como un vacío inquietante, digno, como más allá de las palabras trabadas linealmente; no se puede ha-
pensaba Benjamín, de todo un "programa de filosofía futura". blar más en términos científicos formal-consensuales y teorizar es
Habermas, por su parte, más que reflexionar en el carácter de el paso a una experiencia individual y colectiva impostergable.
la ontología arcaica, y en una forma de expresión del pensamiento
basado no sólo en conceptos, plantea la siguiente pregunta super- D E LA FILOSOFíA DE LA CONCIENCIA
ficial, si se considera, además, la profunda dimensión abierta por A LA RACIONALIDAD COMUNICATIVA
el precavido planteamiento de Adorno y Horkheimer:
PARA Habermas, sólo si se abandona el "paradigma de la concien-
... aun cuando el pensamiento pudiera extraer de sí mismo la cia" y con ello, ontofóbicamente, alude a toda reflexión que in-
idea de reconciliación, y ésta no tuviera que advenirle desde tente ir a los fundamentos transhistóricos -ya se trate del ser en
fuera, ¿cómo podría trasformar discursivamente (esto es, aten- términos heideggerianos o de la "razón objetiva" en la Escuela de
diendo a su propio elemento y no en forma puramente intui- Frankfurt, homologando así a metafísica todo intento de una filo-
tiva, en "muda rememoración") los impulsos miméticos en sofía crítica contemporánea- y se le sustituye por una teoría de la
intelectivos, si el pensamiento es siempre pensamiento iden- comunicación, es posible retomar la empresa que en un mo-
tificante y, por ende, ... etcétera, etcétera?36 mento quedó interrumpida por la crítica de la razón instrumental:

.. .el núcleo racional de estas operaciones miméticas sólo po-


Ignorante de lo que el mito, las epopeyas, las leyendas, etcé- dría quedar al descubierto si se abandona el paradigma de la
tera, son en el pensamiento arcaico y del porqué continúan hoy filosofía de la conciencia, es decir, el paradigma de un sujeto
hechizándonos en tanto que tramas simbólicas de nuestra vida que se representa los objetos y que se forma en el enfrenta-
inconsciente, imaginante y espiritualizada, Habermas las coloca miento con ellos por medio de la acción y se lo sustituye por
apresuradamente en la categoría de preracionales y continúa su el paradigma del lenguaje, del entendimiento intersubjetivo o
argumentación en contra de la Escuela de Frankfurt. Se encuentra comunicación, y el aspecto cognitivo instrumental queda in-
con ello más cercano a Lukács de lo que supone, calificando de serto en el concepto más amplio, de racionalidad comunica-
huestes irracionales toda diferencia que asalte la razón. tiva.38
Si para Adorno, la crítica filosófica, por tener que ver con
conceptos, tiene que limitarse a mostrar por qué la verdad que
Según Habermas este cambio de paradigma queda "casi al
escapa a la teoría puede, sin embargo, encontrarse en las obras
alcance de la mano" en los escasos pasajes en que Adorno se de-
de arte más avanzadas, que a su vez tampoco sería posible com-
cide a dar alguna razón de las ideas de reconciliación y libertad,
prender y proteger sin el esfuerzo estético de una teoría crítica,
pero que no lleva a cabo, como si para Adorno no hubiera sido el
Habermas observa por su parte: "A la sombra de una filosofía que
videm, p. 491.
38
^Idem, p. 489. Wem, p. 497.
52 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 53

lenguaje objeto de la crítica violenta, incluso en su expresión más se interpretan como cifras de una forma de intersubjetividad, por
sofisticada en tanto jerga filosófica.39 utópica que pueda ser, que posibilita tanto un entendimiento no
coactivo entre los individuos en su trato mutuo como la identidad
INTERSUBJETIVIDAD VERSUS RECONCILIACIóN de un individuo capaz de entenderse consigo mismo sin coacción;
una socialización sin represión. Y tal interpretación implica, por un
A FIN de continuar su argumentación a favor del cambio de para- lado, un cambio de paradigma en teoría de la acción: mudar de la
digma del trabajo al de la comunicación, Habermas señala que si la acción teleológica a la acción comunicativa; y por otro, un cam-
"reconciliación" en Adorno se hace equivalente a "intersubjetivi- bio de estrategia en la tentativa de reconstruir el concepto moder-
dad no menoscabada" derivada de la reciprocidad, el entendimien- no de racionalidad que la descentración de la comprensión del
to y el reconocimiento libre, entonces Adorno puede vincularse mundo hace posible.
teóricamente con las preocupaciones de Herbert Mead, reconocido El fenómeno que hay que explicar no es ya el conocimiento y
autor del pragmatismo y conductismo norteamericano frente a sojuzgamiento de una naturaleza objetivada, sino la intersubjeti-
quien, con toda seguridad, Adorno no hubiera dejado de reaccio- vidad del entendimiento posible... "tanto en el plano interpersonal
nar con una crítica devastadora. como en el plano intrapsíquico".41 Una formulación que, aunque
Mead establece como paradigma de la razón la "interacción parece nuevamente invitamos a ir a las raíces antropológicas del
simbólicamente mediada". La razón es una relación comunicativa hombre, se reduce a entender la psique como objeto de la ciencia
entre sujetos que descansa "en el acto mimético de asunción del pura más que de la interpretación hermenéutica.
rol, es decir, en que ego hace suyas las expectativas de compor- Habermas sostiene de esta manera el desplazamiento de su
tamiento que alter pone en él".40 Ello supone, que la individua- foco de investigación de la racionalidad cognitivo-instrumental a
ción sólo es posible por la vía de la socialización. la racionalidad comunicativa.
La "intersubjetividad" se convierte en una relación entre suje-
Las formas de entendimiento interpersonal establecidas en tos capaces de lenguaje y de acción y de entenderse entre sí sobre
una sociedad determinan la formación del super-ego, el cual algo (S-S), lejos de la concepción parcial de la relación de un su-
resulta de las interacciones del niño con sus personas de refe- jeto solitario enfrentándose con el mundo objetivo (S-O).
rencia; y de esa formación depende, a su vez, la traza de las El proceso de entendimiento comunicativo por medio del
formas de entendimiento intrapsíquico y la traza de las for- "lenguaje natural" se realiza a través de interpretaciones trasmiti-
mas en que el yo puede enfrentarse con la realidad de la natura- das culturalmente y que hacen referencia, simultáneamente, a algo
leza extema y de su propia naturaleza, la naturaleza interna. en el mundo objetivo, én el mundo social y en el propio mundo
subjetivo.
Las estructuras de la razón a las que Adorno no hace más que Es en la mecánica de esta integración Yoica de los principios
aludir, completado con Mead, observa Habermas, sólo resultan de realidad en la socialización instituida, en la que Habermas cifra,
accesibles al análisis cuando las ideas de reconciliación y libertad purificada de todo rastro instintivo espontáneo, la capacidad del
entendimiento intersubjetivo.
39
T.W. Adorno, Jargon der Eigenílichkeit, Suhrkamp Verlag, Frankfurt, 1967.
'"'Habermas, Teoría..., op. cít., 1.1, p. 498. 41
Habermas, Teoría..., op. cit., p. 499.
54 BLANCA SOLARES ILUSTRACIÓN PROGRESIVA O DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN 55

Intersubjetividad sin catástrofe intrapsíquica y sin otredad integrada al menos por dos individuos. Habermas se encamina así
(naturaleza, cuerpo, afuera); la conciencia identificante sin des- hacia una teoría nominalista del lenguaje, en la cual, las palabras
centrarse un ápice de la razón es puro lenguaje susceptible de como elementos de un juego con reglas fijas, no están afecta-
autocorregirse aflojando las presiones con el super Yo en el das tanto por la historia, el poder, y los intereses sociales como
desempeño eficiente de su interrelación arbitrada explícita, co- por la evolución. Palabras sin contenido sacral, emanaciones con-
municativamente, por las acciones de los otros actores, cumplien- geladas, signos convenidos, fundan en su teoría la relación yo-tú
do sus roles, dotados de la misma economía lingüística de auto- moderna transparente, suprapsíquica, la base de la pretendida ob-
censura, opinión y certeza pragmáticamente unlversalizante de la jetividad de la expresión.
racionalizada modernidad.
Aunque comúnmente visto como sucesor de la Escuela de
Frankfurt, Habermas mantiene un vínculo con ella que se funda en
una ruptura. Habermas se relaciona con su pensamiento social, no
porque comparta sus supuestos, sino en la medida en que estable-
ce frente a ella una lectura positiva de la modernidad que cuestiona
la visión trágica de la historia del pensamiento frankfurteano,
para oponerle la del progreso y la evolución.
Frente a la concepción de la modernidad como proceso de
autoaniquilación y muerte, Habermas en su intento de buscar sa-
lidas teóricas a la contemporaneidad, pretende que las ideas de la
Escuela de Frankfurt están dominadas por un "trauma histórico-
epocal" que no puede ser el fundamento de una visión fatal de la
historia. A partir de esto, la teoría de la acción comunicativa se
alza como intento de rebasar la concepción de la modernidad como
proceso de decadencia y lógica del desarrollo del progreso cientí-
fico, en tanto "racionalidad instrumental" que oculta y legitima el
dominio.
En ese sentido la teoría de la acción comunicativa es una con-
frontación con las filosofías del sujeto de la historia, las vertientes
derivadas de la tradición marxista y la crítica radical de la razón,
Heidegger, Nietzsche y, más recientemente, Derrida, Lyotard y
Foucault, que surge a partir de una lectura, pretendidamente hete-
rodoxa, del "proceso de reproducción social" de Marx.
El trabajo es acción instrumental; la comunicación supone
"interacción" o "acción comunicativa", orientada de acuerdo al
entendimiento de los partícipes, mediada a través del lenguaje e

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