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Escuela de Fotografía Creativa – Biblioteca de Apuntes

Materia: TOMA FOTOGRAFICA

Autor: Michael Langford


Libro: Fotografía Básica

Datos de la Edición:
Editorial Omega, Barcelona, 1984

Capítulo IV: Ángulo visual

Ahora sabemos algo sobre lo que es un objetivo fotográfico: un complejo juego de


elementos que refractan la luz, con un poder colectivo de desviación de la misma, o
distancia focal. Para una determinada distancia del objeto, la distancia focal determina
la posición y, por lo tanto, el tamaño de la imagen. La cantidad de luz que penetra por el
objetivo viene regulada por una abertura variable, y el poder de admisión de la luz que
tiene el objetivo (para objetos distantes) se indica mediante números f.
El otro aspecto que ahora nos toca determinar es el verdadero tamaño de la
imagen que producirá el objetivo. Ello nos dirá qué tamaño de negativo podemos
utilizar, y la cantidad de sujeto que quedará registrada en este negativo. Entonces
podremos estudiar por qué motivo el profesional considera que merece la pena correr
con los gastos de adquirir una serie de objetivos para su cámara, así como el efecto que
estos pueden tener sobre las fotografías que el profesional produzca.

Capacidad de cobertura

Por desgracia, hasta un objetivo compuesto forma una imagen fotográfica aceptable
sólo en una porción limitada del plano focal. Podemos comprobarlo instalando una
cámara de modo que mire por una ventana. Córranse unas cortinas opacas y sujétense
con alfileres alrededor de la cámara a fin de bloquear toda iluminación, salvo la que
penetre por el objetivo. Sitúese la parte posterior de la cámara de modo que quede
inmediatamente detrás del objetivo, y quítese la placa de enfoque. Ahora, sosteniendo
una hoja grande (50 x 40 cm) de cartulina blanca como pantalla, examínese
cuidadosamente la imagen proyectada.
El objetivo reproducirá tan sólo una imagen de la escena exterior de un círculo de
iluminación, algo así como una vista a través del ojo de una cerradura. Todo alrededor
del centro de esta porción luminosa, en el eje del objetivo, la imagen aparece definida
con claridad y sin deformación. Avanzando a través del plano focal hacia zonas más
alejadas del eje del objetivo, se ve, sin embargo, que los detalles de la imagen van
haciéndose confusos y que la iluminación disminuye rápidamente.
Existen tres razones para esta “disminución”:
1) Las aberraciones de los objetivos sólo pueden corregirse en un grado limitado,
a lo largo del plano focal. Los rayos que forman imagen cerca del eje del
objetivo son corregidos más fácilmente que los rayos oblicuos que llegan a las
zonas exteriorse.
2) La luz procedente del objetivo y que llega hasta las zonas exteriores de la
imagen, se desplaza a mayor distancia que la luz que se dirige al área central.
Cada punto objeto cuya imagen se forma oblicuamente en las zonas exteriores
resulta por este motivo cada vez mayor y más tenue (ley del cuadrado inverso).
3) Visto oblicuamente desde las zonas de imagen exteriores, el diafragma del
objetivo aparece como una elipse, en lugar de un círculo. La profundidad del
barrilete metálico del objetivo bloquea también la iluminación en proporción
creciente, hasta quedar oscurecidos todos los rayos angulares extremos. Este
efecto es conocido con el nombre de “viñeteado”.
Si diafragmamos el objetivo se reducen la mayoría de aberraciones de este último,
y la calidad de imagen de las zonas exteriores puede verse que mejora constantemente.
También se reduce algo el viñeteado, ya que al diafragmar, la mayoría de rayos que
normalmente son recibidos tan sólo por las porciones centrales de imagen y oscurecidos
para las zonas exteriores, son detenidos por la abertura.

Por lo tanto, un objetivo producirá una iluminación y una definición de imagen


aceptables sólo en una porción limitada del plano focal. A esta porción se le da el
nombre de campo “cubierto” por el objetivo. El campo cubierto por un objetivo debe
ser, naturalmente, mayor que el tamaño del negativo con el cual se quiere emplear. En
cambio, sería una tontería gastar dinero para corregir aberraciones innecesariamente,
utilizando un objetivo que tuviera un “poder de cobertura” excesivo. Tal objetivo
echaría a perder gran parte de su iluminación en el fuelle de la cámara, donde puede
reflejarse algo de luz, hasta, incluso, velar la película.
Un objetivo debe estar diseñado para un formato determinado de negativo. Debe
cubrir este formato a la abertura máxima, con una razonable superficie sobrante, a fin de
que podamos utilizar los movimientos de cámara (véase capítulo VI). Por consiguiente,
un objetivo que lleve esta indicación: “12,5 cm f/4,5” tiene sólo especificaciones
limitadas: está diseñado como objetivo de foco largo para cubrir tan sólo 14 cm2, o tiene
un poder de cobertura especialmente amplio para utilizarse con negativos de 14 x 12
cm. En las especificaciones detalladas de los catálogos es más probable que semejante
objetivo viniera indicado del modo siguiente:

12,5 cm f/4,5 para cubrir 10 x 12,5 cm.

Esta cuestión del suficiente poder de cobertura para un tamaño de negativo dado
es de gran importancia al comprar objetivos de segunda mano, ya que esta información
no va grabada en la montura del objetivo. Es aconsejable efectuar el mencionado ensayo
visual, o bien —mejor todavía— hacer una fotografía propiamente dicha con el objetivo
colocado en una cámara de formato bastante más grande que la cámara en la cual tiene
que emplearse definitivamente.
Nota: El poder de cobertura debe siempre comprobarse con la máxima abertura de
diafragma, utilizando un sujeto distante. Cuando se hace avanzar un objetivo para
enfocar objetos cercanos es menor lo que se le exige en cuanto a poder de cobertura; los
rayos más oblicuos ya no se emplean en la formación de imagen.
Definición: “Poder de cobertura”. Es la superficie de iluminación circular
proyectada por un objetivo dentro de la cual puede dar imágenes con una definición e
iluminación aceptables. El campo cubierto por un objetivo (a abertura máxima y
enfocado al infinito) debe ser mayor que el formato de negativo que se use: este exceso
debe ser considerable si se intenta emplear movimientos de cámara.

Ángulo visual

En el capítulo II ya vimos que, cuanto menor es la distancia focal de un objetivo, más


próximas (y por consiguiente más pequeñas) son las imágenes que forma. Supongamos
que preparamos una escena y obtenemos su imagen utilizando dos objetivos de
distancias focales distintas, cada uno de ellos situado a la misma distancia del sujeto e
instalados en cámaras de formato idéntico. La imagen producida por el objetivo de
distancia focal más corta se verá que abarca mucha más superficie del sujeto que su
compañero (suponiendo que el poder de cobertura del objetivo sea suficiente). Así debe
ser porque las imágenes procedentes del objetivo de foco corto son más pequeñas,
permitiendo con ello que se incluya más cantidad del sujeto dentro de un mismo
formato.
Imaginemos ahora que tenemos dos objetivos de distancia focal idéntica, y que los
colocamos en cámaras de formato muy distinto. También ahora, suponiendo en el
objetivo suficiente poder de cobertura, la cámara de mayor formato abarcará mayor
superficie del sujeto. Como es natural, ambos objetivos dan imágenes del mismo
tamaño, pero la cámara mayor reproduce más cantidad del sujeto en su plano focal, que
es asimismo mayor.
Por lo tanto, podemos decir que la cantidad de sujeto visto por una cámara
depende de dos factores:
a) La distancia objetivo-imagen (tamaño de la imagen)
b) El tamaño del formato de la cámara.
Si trazamos la trayectoria de los rayos luminosos desde los límites de la superficie
del sujeto que acaba de abarcar una combinación objetivo/formato, podemos trazar dos
líneas imaginarias que denotarán el “ángulo visual” de la cámara. En fotografía, el
ángulo visual se considera referido a un objetivo enfocado al infinito, y en relación a la
diagonal del formato negativo. Por esta razón, cuando se enfoca un objetivo a sujetos
cercanos aumenta la distancia objetivo-imagen, y su ángulo visual efectivo se reduce.
La mayoría de tamaños de negativo son rectangulares, de modo que el ángulo horizontal
visual difiere del vertical. Para evitar confusiones y la necesidad de tener que citar dos
cifras, el ángulo visual se reviere siempre a la diagonal del negativo.
Definición: “Ángulo visual”. Es el ángulo formado entre el objetivo y las partes
más separadas de un sujeto distante que quedan incluidas dentro de los límites extremos
de la diagonal del negativo. El ángulo varía con la distancia focal del objetivo y la
diagonal de los formatos dentro de su poder de cobertura.
El ángulo visual de un objetivo con relación a una serie de formatos utilizables
viene señalado por el fabicante. Por lo demás, el ángulo visual correspondiente a
cualquier combinación objetivo/formato puede determinarse rápidamente trazando un
triángulo a escala, en el cual la diagonal del negativo forma la base, y la distancia focal,
la altura. El ángulo del vértice es entonces el ángulo visual de la combinación.
La mayoría de objetivos para uso general están diseñados de modo que den un
ángulo visual de unos 60º. Los objetivos gran angulares de foco corto, construidos
especialmente, tienen suficiente poder de cobertura para dar 100º o más. (Nota: Un
objetivo que no tiene suficiente poder de cobertura cuando se usa para un sujeto distante
puede usarse satisfactoriamente para trabajo a corta distancia a causa del pequeño
ángulo visual efectivo que se requiere en este caso.)
Puesto que el ángulo visual cambia con la distancia focal, un juego de objetivos
permite al fotógrafo lo siguiente:
a) variar la cantidad de sujeto abarcada desde la misma distancia, o
b) tomar la misma cantidad del sujeto desde distancias distintas.
Volveremos a insistir más adelante sobre estos importantes puntos.

Perspectiva

La variación en el tamaño aparente de los objetos, debida a su distancia relativa del


observador, se conoce con el nombre de efecto de “perspectiva”. Por ejemplo, cuando
se mira oblicuamente a la pared de una casa, su extremo más próximo parece
considerablemente más alto que el extremo distante. Sabemos que la pared tiene una
altura uniforme, pero este efecto de perspectiva nos da una indicación visual de la
“profundidad” de la casa.
La variación entre las alturas próxima y lejana está en relación directa con la
distancia de las mismas respecto al observador. Si el extremo más próximo se encuentra
a 4 metros de distancia y el lejano a 16 m, la relación entre los dos extremos es de 4 : 1,
o sea que la perspectiva es “acentuada”; la pared da una fuerte impresión de
profundidad. Si ahora nos alejamos hasta un punto de mira situado a 40 m de distancia
del extremo más próximo de la pared, el extremo más alejado debe hallarse a una
distancia de (40 m + 12 m) = 52 metros. Las relaciones son ahora de 52 : 40, o sea,
aproximadamente, 1 1/3 : 1. En este último caso la perspectiva es más “achatada” y la
pared distante da una impresión menos visual de su profundidad.

Ángulo visual y perspectiva

La perspectiva del sujeto viene alterada por la distancia del punto de observación. Con
el cambio de distancia focal se obtiene la inclusión de la misma cantidad del sujeto
desde distancias variables. Estos dos hechos pueden estar unidos entre sí. El fotógrafo
puede alterar la perspectiva de su sujeto acercándose o alejándose, y disfrazando el
cambio de punto de observación sustituyendo su objetivo por otro de distancia focal
diferente.
Volvamos al ejemplo de la casa. Se toma una fotografía con un objetivo de 7,5 cm
desde un punto de observación cercano (4 m). A continuación nos trasladamos a otro
punto situado a 40 m de distancia, pero si cambiamos nuestro objetivo por otro de
ángulo más estrecho (75 cm), reproduciremos el extremo cercano de la pared con una
imagen que tendrá el mismo tamaño que antes. Estas maniobras nos proporcionan dos
fotografías que, “al parecer”, han sido tomadas a la misma distancia del sujeto. En una
de ellas, la pared parece enormemente larga, debido a sus horizontales fuertemente
convergentes; en la otra, la profundidad de delante a atrás está relativamente
“comprimida”. (Véanse también las láminas 6-8.)
Este control sobre el tamaño de la imagen y sobre la perspectiva mediante la
distancia focal y el punto de observación tiene extrema importancia, ya que la cámara
normal da una imagen bidimensional de un sujeto originariamente tridimensional. La
persona que vea la fotografía definitiva tiene que decidir la “profundidad” del sujeto por
deducción, basándose principalmente en los tamaños relativos de los objetos que
aparezcan en primer término y en el fondo. Con ello pueden engañarse fácilmente.
Existen muchas aplicaciones comerciales de este control:

PERSPECTIVA “ACENTUADA” (PUNTO DE OBSERVACIÓN CERCANO, OBJETIVO GRAN


ANGULAR)

1) Para dar efectos extremos de profundidad; por ejemplo, vistas de exteriores de


fincas fotografiadas desde el propio jardín: la casa aparece distante con un
primer término de arriates de flores.
2) Para dar realce espectacular a una parte del sujeto, exagerando su tamaño
relativo; por ejemplo, el puño de un boxeador levantado hacia la cámara; una
vista a ras del suelo de una pelota de golf, con un diminuto jugador en el fondo;
una vista a vuelo de pájaro de un sombrero con la modelo que lo lleva que
aparece por debajo del sombrero.
3) Para obtener líneas horizontales o verticales con fuerte convergencia; por
ejemplo, una vista de un coche en ángulo bajo, de modo que el vehículo
parezca ser más rápido y más largo; una fotografía espectacular de una persona
encaramándose por un mástil cuya altura resulta exagerada.

PERSPECTIVA “ACHATADA” (PUNTO DE MIRA DISTANTE, OBJETIVO DE ÁNGULO ESTRECHO)

1) Para reducir efectos de profundidad; por ejemplo, reducir la prominencia de la


nariz, que se produciría con un punto de mira cercano, al hacer retratos de
busto o simplemente cabezas; dar un aspecto “multitudinario” a un grupo de
objetos que se extienden alejándose de la cámara, tal como una hilera de
señales de tráfico (lámina 13).
2) Para registrar objetos lo más posible en sus verdaderas proporciones y con un
mínimo de influencias de perspectiva; por ejemplo, productos contenidos en
recipientes de distintos tamaños y dispuestos en hileras; colecciones de objetos
de cerámica; calzado.
Todo lo que dejamos anotado podría calificarse de “distorsión controlada de la
perspectiva”. Una fotografía sólo puede reproducir verídicamente la perspectiva que el
ojo del fotógrafo puede haber visto en unas circunstancias dadas. Tal ocurre cuando un
observador examina una copia por contacto desde una distancia igual a la distancia focal
del objetivo que hizo originariamente la fotografía (o contempla una ampliación desde
una distancia que representa la distancia focal multiplicada por el grado de ampliación).
Afortunadamente, en la práctica no debemos atenernos tan rigurosamente a esta
“correcta” reproducción de la perspectiva. Sin embargo, se hacen observables
variaciones extremas (disimulación máxima del punto de mira), en cuyo caso el
observador tiene una inquietante sospecha de que en aquella fotografía “ocurre algo
raro”.

JUEGOS DE OBJETIVOS

Para tener un control completo sobre el tamaño de la imagen (e indirectamente de la


perspectiva), es evidentemente útil poseer objetivos normal, gran angular y de ángulo
estrecho (teleobjetivo) para cada cámara.

Objetivo gran angular

Tiene que ser un objetivo de foco relativamente corto y considerable poder de


cobertura. Su espesor desde la parte delantera a la posterior, se mantendrá dentro de un
mínimo, o la montura deberá ser diseñada cuidadosamente para evitar el viñeteado. La
corrección de la aberración para las zonas exteriores del plano focal debe ser de primer
orden.
Puesto que las aberraciones se reducen diafragmando, los objetivos gran angulares
suelen ser de abertura máxima más reducida que los objetivos “normales”. Los buenos
gran angulares de amplia abertura son caros. Algunos gran angulares tienen tan sólo una
abertura máxima para enfocar, y otra (más pequeña) que es la mayor y considerada libre
de aberraciones para la fotografía práctica.
Para merecer el calificativo de “gran angular”, un objetivo debe poder dar un
ángulo visual de más de 70º, siendo las siguientes sus distancias focales típicas:
3 cm en formato de 24 x 36 cm (73º)
5 cm en formato de 6 cm en cuadro (77º)
10 cm en formato de 12,5 x 10 cm (77º)

Los principales usos de un objetivo gran angular son:


a) Abarcar el conjunto del sujeto cuando tiene que trabajarse en circunstancias de
espacio reducido: interiores de habitaciones, automóviles, etcétera.
b) Poder escoger un punto de mira cercano a fin de acentuar la perspectiva del
sujeto.
c) Producir una ampliación máxima al fotografiar sujetos en primer plano con una
cámara de limitada extensión del fuelle. En ete caso utilizamos el objetivo por
su corta distancia focal (cuanto mayor es el número de distancias focales a que
puede extenderse el fuelle, mayor será la ampliación posible: véase fig. 2.8).

DISTORSIÓN DEL GRAN ANGULAR. En los casos a) y b) debemos proceder con


precaución frente a un tipo de distorsión de imagen que suelen producir los objetivos
gran angulares. Ello ocurre sólo a causa de la proximidad en que se encuentra el
objetivo respecto al plano focal, y no debe confundirse con la distorsión de la
perspectiva.
Imaginemos que fotografiamos una hilera de botes cilíndricos alineados
perpendicularmente al eje del objetivo. Puesto que el gran angular está tan próximo al
centro del plano focal, las imágenes de los botes extremos son proyectadas
oblicuamente hacia los bordes de la película. Si una imagen se proyecta oblicuamente a
la superficie, se alarga su forma. (Podemos ver esta distorsión cuando un proyector de
diapositivos se apunta hacia una pantalla con inclinación angular.) Por consiguiente, el
objetivo gran angular “alarga” las formas del objeto cerca de los bordes de su campo
visual. Los botes de los extremos, en nuestro ejemplo, pueden parecer un 50 % más
gruesos que los situados en el centro de la hilera. (Véase también la lámina 10.)
El mismo efecto puede ser desastroso para los rostros de personas situadas cerca
de los bordes de la fotografía de un grupo. En fotografías de interiores, las esferas de
relojes y las lámparas de techo circulares pueden llegar a presentar forma de elipses, las
sillas pueden alargarse hasta parecer sofás, etc. Por esta razón, los objetivos gran
angulares deberían usarse únicamente después de haber efectuado una selección muy
cuidadosa del punto de mira.
Al componer la escena, debemos esforzarnos en evitar la inclusión de objetos que
podrían deformarse visiblemente cerca de los bordes del negativo, de modo especial en
los ángulos. Un techo liso, unas cortinas, o las superficies de una pared o de una
alfombra es menos probable que nos causen preocupación en este respecto. (Nota: “La
distorsión del gran angular” se reduce en algunos objetivos modernos de construcción
especial llamados “telescopios invertidos” o “de retorno”.)

Objetivo de ángulo “normal”

Un objetivo de ángulo “normal” es un término medio entre el gran angular, que lo


abarca todo, y el de foco largo, que procede por selección. Su ángulo visual está basado
en el de un ojo humano inmóvil: aproximadamente, 60º. Sus distancias focales típicas
son:

5 cm en formato de 24 x 36 mm
7,5 cm en formato de 6 cm en cuadro
15 cm en formato de 12,5 x 10 cm

(Como guía aproximada de las distancias focales típicas para una cámara de
formato conocido:

El lado corto del formato del negativo = distancia focal del gran angular
La diagonal del formato del negativo = distancia focal del ángulo normal
Doble lado largo del formato del negativo = distancia focal del foco largo.)

Cuando una cámara tiene un objetivo “no intercambiable”, éste suele ser, por
supuesto, de la distancia focal que da un ángulo visual normal.

Objetivo de foco largo (ángulo estrecho)

Un objetivo de ángulo estrecho es un sistema óptico de foco relativamente largo y de


limitado poder de cobertura, o sea, con las aberraciones corregidas de modo que dé el
mayor rendimiento óptico cerca del eje del objetivo. Estos objetivos no suelen tener una
abertura tan ancha como los de ángulo normal, debido al diámetro de cristal que se
necesita. Los objetivos de foco largo y amplia abertura tienden a ser voluminosos y
caros a la vez.
El ángulo visual de un objetivo de foco largo varía considerablemente, pero se le
suele clasificar como tal si da imágenes de unos 35º o menos.
Sus distancias focales típicas son:

9 cm en el formato de 24 x 36 cm (28º)
16 cm en el formato de 6 cm en cuadro (28º)
25 cm en el formato de 12,5 x 10 cm (36º)

Los usos principales de un objetivo de foco largo son:


a) Producir una imagen útilmente grande cuando un sujeto es inevitablemente
distante: historia natural, fotografía deportiva, etcétera.
b) Permitir la elección de un punto de mira distante, a fin de achatar la
perspectiva: especialmente, para retratos.
El nombre de “telescopio” se suele emplear a menudo en sentido general, para
calificar a objetivos de foco largo. Un telescopio es una forma muy compacta de diseño
de objetivo de foco largo. Sin embargo, no deberíamos utilizar esta denominación para
designar a todos los objetivos de ángulo estrecho y foco largo.

Cuidado de los objetivos

El objetivo es la pieza más importante y probablemente la más costosa del equipo de


nuestra cámara. El control de la imagen depende directamente de sus propiedades y
eficiencia, por lo cual merece ser manejado con cuidado. El vidrio óptico es
notablemente más blando que el vidrio normal. Además, la superficie de todos los
objetivos modernos lleva una delgada película transparente destinada a reducir la
proporción de luz reflejada. Si este revestimiento o el vidrio son dañados por rasguños
provocados por arena, o bien polvo acumulado, o grasa, la definición de la imagen
resultará perjudicada inmediatamente. Se formarán halos alrededor de las grandes luces;
las porciones claras de la imagen se extenderán hacia las porciones de sombra, dando a
éstas un aspecto neblinoso. A veces el efecto es muy sutil, no descubriéndose hasta que
se comparan negativos o copias.
Un objetivo colocado en una cámara debe protegerse por medio de un estuche de
pronto uso, o bien con una tapa especial para el objetivo. Los intercambiables en
paneles o monturas dejados en estantes o en estuches de cámara son particularmente
vulnerables, y se les debería proveer de tapas que ajusten bien, o guardarlos en cajas
herméticas al polvo. Del mismo modo, tienen que guardarse alejados del calor excesivo,
la humedad o las emanaciones químicas; estos factores pueden deformar o corroer el
barrilete del objetivo, o descomponer el bálsamo del Canadá que cementa los elementos
que están en contacto entre sí. (Nota: Los objetivos de cámara no deben emplearse en
ampliadoras de lámparas incandescentes, a causa del calor que por este motivo pueden
recibir.)
La condensación de la humedad en las superficies de un objetivo es otra causa —
más pasajera— de deterioración de la imagen. Durante el invierno, un objetivo o cámara
que entre en un edificio caldeado, procedente de la fría cartera de un coche,
frecuentemente se cubre de “neblina” de condensación. No puede utilizarse hasta que se
haya evaporado esta humedad, y en el caso de un objetivo suelto puede acelerarse este
proceso llevándolo durante un rato, cuidadosamente envuelto, en un bolsillo interior.
Una forma más molesta de condensación puede producirse cuando una cámara
cargada y provista de un objetivo inamovible experimenta los efectos de un aumento de
temperatura. La humedad puede condensarse en la superficie del objetivo que da cara a
la película, donde permanece invisible para el operador. Al ser reveladas las fotografías
de aquella película, cada una de ellas presentará menor difusión, a medida que fue
evaporándose, lentamente, la condensación, mientras el operador hacía las fotografías,
hasta que las últimas vistas aparecen relativamente claras. (Pero se da el caso de que las
primeras fotografías de un rollo suelen ser siempre las más importantes.)

Evítese:
a) los súbitos cambios de temperatura o humedad. Dése tiempo al objetivo para
que su temperatura se iguale a la del medio ambiente.
b) tocar las superficies del objetivo, con lo que puede dejar grasa y sudor en él.
c) frotar el vidrio para que se suelten los granos de polvo o arena. Un pañuelo
sacado del bolsillo es uno de los peores instrumentos en estos casos.
d) lugar húmedo o contaminado químicamente donde guardar el objetivo.
e) golpes en el barrilete del objetivo.

Las caídas o cualquier otro tratamiento brusco pueden desalinear ligeramente los
elementos ópticos, dando aberraciones muy aumentadas. No se compre jamás un
objetivo de segunda mano que presente cualquier indicio de abolladura en su barrilete.
Si ocurre un accidente, páguese a un reparador óptico calificado para que le informe de
cualesquiera defectos que se puedan presentar en la formación de la imagen. Es preciso
poder tener confianza en el equipo que se usa.
Cuando un objetivo llega a presentar realmente una acumulación de polvo, se
puede limpiar con un pincel de pelo de camello totalmente limpio y deberá guardarse en
un estuche especial. Cualquier suciedad puede barrerse suavemente hacia el borde del
objetivo, de donde se sacará con un trozo doblado de tejido fino especial. La limpieza se
puede comprobar cómodamente mirando a través del objetivo a un fondo oscuro, con
una luz que ilumine al cristal por detrás. Si se descubre polvo o huellas que no hayan
podido eliominarse por el sistema mencionado, su limpieza deberá ser dejada para una
persona especializada, que lo quitará mediante limpiadores líquidos. Unos pesos
invertidos en la conservación de una pieza de equipo que puede costar muchísimo
dinero, hace que resulte una verdadera ganancia.

Resumen del capítulo IV

1) Un objetivo se corrige para que dé una aceptable calidad de imagen o un


“poder de cobertura aceptable sobre una superficie predeterminada.
2) La distancia focal con relación a la diagonal del formato del negativo regula
el “ángulo visual” (dentro del poder de cobertura del objetivo).
3) El cambio de distancia focal altera el tamaño de la imagen, y por lo tanto el
ángulo visual. El cambio de punto de mira altera la perspectiva.
4) La perspectiva en una fotografía puede acentuarse o achatarse cambiando el
punto de mira, y recuperando luego el tamaño de la imagen cambiando la
distancia focal.
5) La perspectiva visual “correcta” sólo puede volver a crearse si se mira una
copia positiva a la distancia focal de la cámara, multiplicada por la distancia
de ampliación.
6) Un juego de objetivos da al fotógrafo la posibilidad de controlar el tamaño
de la imagen en diferentes puntos de mira, asegurando la útil inclusión del
sujeto o manipulando la perspectiva. Sin embargo, si se exagera el punto de
mira, se obtendrá una perspectiva notablemente deformada.
7) Un objetivo gran angular deberá usarse siempre con discreción, debido a la
inherente deformación de la imagen que se produce cerca de los bordes del
campo visual.
8) Tómense precauciones contra el polvo, la grasa o las arenillas, que pueden
producir rasguños en la superficie, relativamente blanda, del vidrio óptico.
téngase precaución con la condensación, de modo especial en invierno. No
se corra el riesgo de producir deterioros que resultan caros, con un
entusiasmo excesivo por la limpieza: hay que aprender el modo de quitar el
polvo con seguridad; si se presenta algo difícil, hay que dejarlo para los
expertos.

Cuestionario

1) Fotografiamos una casa utilizando un objetivo de 25 cm de distancia focal.


Sin mover la cámara de delante de la misma casa, volveremos a fotografiar
a ésta utilizando una distancia focal de 12,5 cm. Explíquese el efecto que
ello tendrá sobre los puntos siguientes:
a) Perspectiva,
b) El tamaño de la imagen.
2) ¿Por qué se usan frecuentemente objetivos de foco largo para hacer retratos,
y los “gran angulares” de foco corto para interiores arquitectónicos?
3) Un objetivo compuesto aparece mencionado en el catálogo con las
siguientes especificaciones: D.F. 15 cm f/4,5 para 12,5 x 10 cm (43º).
Explíquese el significado de cada una de las cifras mencionadas.
4) Utilizando una cámara de 12,5 x 10 cm, se toman tres vistas oblicuas de un
nuevo edificio:
a) Utilizando un objetivo de 7,5 cm, la imagen se limita a llenar el área del
negativo.
b) Utilizando un objetivo de 30 cm, ajustando la posición de la cámara hasta
que la imagen vuelva a llenar la superficie del negativo.
c) Utilizando un objetivo de 7,5 cm, y manteniendo la cámara en la misma
posición que en b). Coméntense las diferencias que es de esperar se
produzcan en las pruebas positivas por contacto.
5) ¿Qué significan las siguientes expresiones?:
Distorsión gran angular,
Ángulo visual,
Poder de cobertura de un objetivo,
“Perspectiva acentuada” en una fotografía.
7) Dense las distancias focales de un juego de tres objetivos que se podrían
llevar con una cámara de 8,75 x 11,25 cm para hacer frente a todas las
siguientes circunstancias:
a) El interior de un reloj, con la imagen reproducida al mayor tamaño
posible.
b) Un retrato de busto de un personaje, para ser reproducido en la Prensa.
c) Una fotografía para un folleto, en la que se vean una escuela y sus
campos de juego.
d) Un escaparate de tienda frente a una calle muy concurrida y con amplias
aceras: fotografía adecuada para un corredor de fincas.
e) Una serie de fotografías de una jornada deportiva.
f) Una fotografía tipo bodegón, para un catálogo, en la que aparezca una
serie de cinceles o escoplos.
¿Qué objetivo podría emplearse para cada caso? Explíquense los motivos en
que se base la decisión.
8) ¿Cuál de los siguientes puntos tiene mayor influencia sobre la perspectiva
en un positivo definitivo:
a) objetivo de la cámara,
b) punto de mira,
c) formato negativo,
d) grado de ampliación?
9) Un objetivo es muchas veces un artículo caro. Expóngase los diferentes
defectos posibles que se debe tratar de descubrir en el estado de un objetivo
de segunda mano que se ponga en venta. ¿Cómo se quitaría una delgada
capa de polvo que estuviera en la superficie de un objetivo valioso?

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