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En esta vida tan apresurada que vivimos, a veces nos sumergimos tanto en
nuestros compromisos que nos olvidamos de dónde realmente viene nuestro
sustento.
Así mismo, nos podemos olvidar de una palabra sencilla pero maravillosa:
«contentamiento».
Cuando miramos las circunstancias que nos rodean, nos quedamos siempre
insatisfechos, nos sentimos quejumbrosos frente a lo que nos falta y esto nos
impide ver lo mucho que tenemos.
1. EL TEMOR DE DIOS
Proverbios 19:23
El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será
visitado de mal.
<< Ilustración el millonario coleccionador de tesoros >>
El contentamiento no es algo que el mundo pueda ofrecer, pero Cristo nos
lo ha dado. El temor de Dios nos guía a buscar el camino de Dios, lo cual
a su vez nos ayuda a encontrar satisfacción.
2. CONOCIMIENTO DE LA MISERICORDIA DE DIOS.
Salmo 90:14 De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos
todos nuestros días.
Por la mañana la mañana es tradicionalmente el tiempo para buscar a Dios.
El salmista dice que si Dios, al principio del día, nos inunda con su
misericordia, podemos cantar y alegrarnos, pues sólo Dios puede dar una
base para gozo verdadero.
Pero ¿Qué es conocer la misericordia de Dios? Es haber recibido el perdón
Mateo 18:23-30 »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió
poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero.
En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de
plata. No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran —junto con su esposa,
sus hijos y todo lo que poseía —para pagar la deuda.
»Pero el hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia
y te lo pagaré todo”.
Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.
»Pero, cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero,
también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata.* Lo tomó del cuello
y le exigió que le pagara de inmediato.
»El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de tiempo.
“Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó. Pero el acreedor no estaba
dispuesto a esperar. Hizo arrestar al hombre y lo puso en prisión hasta que pagara toda
la deuda.
Estas no son las cosas por las cuales deberíamos estar hambrientos.
Colosenses 3:1 Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por
eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del
cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este
mundo.
1Pedro 2:2 Más bien, busquen todo lo que sea bueno y que ayude a su espíritu, así
como los niños recién nacidos buscan ansiosos la leche de su madre. Si lo hacen así,
serán mejores cristianos y Dios los salvará,
Hebreos 13:5-6
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él
dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre .
David llegó a considerarse como una oveja en los pastos de Dios, y allí
encontró satisfacción profunda. Él escribió: “En lugares de delicados pastos
me hará descansar” (Salmos 23:2).
Filipenses 4:11
No que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con
lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de
vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco.
Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,* quien me da las fuerzas.
Conocer que Dios siempre cumple Sus promesas nos concederá paz en
medio de la dificultad.
Jesús es el “agua viva” (Juan 7:37-38) que ofrece una vida abundante a
Sus seguidores (Juan 10:10). Él promete darnos “gratuitamente de la fuente
del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6). Cuando Él se encontró con la mujer
samaritana en el pozo de Sicar, le prometió:
Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que
bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que
yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (Juan
4:13-14).
Conclusión
El contentamiento no es simplemente una sugerencia bíblica; es un
mandamiento divino.
Hebreos 13:5 No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho:
«Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré»
1Timoteo 6:6-9 Pero la verdadera sumisión a Dios es una gran riqueza en sí misma
cuando uno está contento con lo que tiene. Después de todo, no trajimos nada cuando
vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos. Así que,
si tenemos suficiente alimento y ropa, estemos contentos. Pero los que viven con la
ambición de hacerse ricos caen en tentación y quedan atrapados por muchos deseos
necios y dañinos que los hunden en la ruina y la destrucción.
Flp 4:11-12 No que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar
contento con lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido
el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho
o con poco.