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HOSPITALARIAS

HUMANIZACIÓN Y BIOÉTICA

Tratamiento ambulatorio
lleva a sobrecarga y en ocasiones a
situaciones desesperadas.
Se ha abierto el debate sobre la

involuntario en extensión del tratamiento involunta-


rio a la comunidad, surgiendo a nivel
internacional algunas experiencias y

psiquiatría una corriente de opinión que solicita


las correspondientes medidas lega-
les y administrativas para su regula-
Con el auge del tratamiento de los trastornos mentales en ción, como medida para conseguir
la comunidad se ha hecho evidente que un cierto número la adherencia al tratamiento sin la
de pacientes opone resistencia a dicho tratamiento y lo necesidad de un ingreso hospitala-
rio, como medida menos invasiva
abandona fácilmente. Esta es la causa de frecuentes recaídas
que éste.
en forma de episodios psicóticos agudos, que obligan
a nuevos internamientos, generalmente involuntarios, Proponen reformar la ley
conformando el fenómeno conocido como puerta giratoria. En este contexto, en España,
la Confederación Española de
FRANCISCO DEL OLMO ROMERO-NIEVA Agrupaciones de Familiares y
Director Médico de la Clínica San Miguel (Madrid)
Enfermos Mentales (FEAFES), ha
elaborado una propuesta de refor-
ma del artículo 763 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, que actual-
mente regula los internamientos
involuntarios de las personas con
trastornos psíquicos, suscitando
la presentación en el Parlamento
español, por el grupo parlamenta-
rio catalán (Convergencia i Unió),
de una propuesta de ampliación de
la citada ley, que reza como sigue:
“ART. 763-5 LEC: Podrá también el
Tribunal autorizar un tratamiento
no voluntario por razón de trastorno
psíquico o un periodo de observa-
ción para diagnóstico, cuando así lo
requiera la salud del enfermo, previa
propuesta razonada del especialista,
audiencia del interesado, informe
del Forense y del Ministerio Fiscal.
En la resolución que se dicte deberá
establecerse el plan de tratamien-
to, sus mecanismos de control y el

M
dispositivo sanitario responsable del
uchas veces, frente a sitivo de rehabilitación o a tomar el mismo que deberá informar al Juez,
esta situación, los fa- tratamiento prescrito, a los síntomas al menos cada tres meses, de su evo-
lución y seguimiento, así como sobre
miliares, la mayoría prodrómicos o a las alteraciones
la necesidad de continuar, modifi-
de las veces el único conductuales de la crisis psicótica car o cesar el tratamiento. El plazo
apoyo del paciente, asisten impoten- hasta que ésta sea de suficiente enti- máximo de duración de esta medida
tes a su negativa a acudir al dispo- dad para justificar un ingreso, lo que será de dieciocho meses”.

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HOSPITALARIAS
HUMANIZACIÓN Y BIOÉTICA

Posturas encontradas
La anterior propuesta de reforma,
aceptada por el Pleno, se encuentra
actualmente en fase de propuestas
de enmiendas, lo que ha generado
un intenso debate en nuestra socie-
dad. Por un lado, la citada FEAFES y
algunas asociaciones profesionales,
como la Asociación Española de
Psiquiatría y la Asociación Española
de Psiquiatría Legal, la han justifica-
do y defendido, a veces con matices.
Por otro lado, organizaciones como
la Asociación de Usuarios de Salud
Mental o la Asociación Española de
Neuropsiquiatría (ésta última reco-
nociendo la posibilidad de regularlo grosidad” o de “orden público”, utili- autonomía de su voluntad, constitu-
por medio de la legislación actual), zada en algunos países, poniendo en yendo un tratamiento involuntario
muestran una postura crítica al res- juego las “reglas de policía”. Frente una nueva excepción a este princi-
pecto, amparándose todos en diver- a esto, la obligación de tratamiento pio. Sin embargo, puede argumen-
sos argumentos, que se pueden cla- debería ser decidida exclusivamente tarse que el principio de autonomía
sificar bajo diferentes epígrafes: en función de criterios de salud del no es absoluto, pues tendría prima-
• Medios humanos y materia- individuo. cía la salvaguarda de la dignidad de
les: los críticos de la propuesta sos- • Generalización: existe el temor la persona cuando ésta está compro-
tienen que unos recursos de Salud ante la aplicación de la ley de forma metida por un serio riesgo para su
Mental suficientes, coordinados, y extensa a población no enferma o salud y por una clara incompetencia
centrados en las necesidades reales ante toda conducta anómala de los para la toma de decisiones acerca de
de los pacientes, la harían inne- pacientes. Sin embargo, los propo- su tratamiento asociada a una falta
cesaria, y que la propuesta podría nentes sostienen que la experiencia de conciencia de enfermedad. Sería
enmascarar la escasez de recursos, de otros países avala que la propor- necesario evaluar por tanto, si su
mientras que los proponentes, aun- ción de pacientes en que se aplica es negativa corresponde a ésta o bien a
que denuncian también dicha esca- mínima, siempre y cuando existan cuestiones como el miedo a efectos
sez, enfatizan que existe un núcleo las siguientes condiciones: diagnós- secundarios. Además, el tratamiento
de pacientes que no aceptan aún el tico de trastorno mental grave según no voluntario no exime de una pro-
mejor de los tratamientos posibles, normas internacionales, demostra- visión de información adecuada y
y que la materialización de la pro- da incompetencia del paciente para comprensible y el intento constante
puesta exigiría de hecho la provisión valorar su situación, riesgo para su de conseguir el consentimiento.
de recursos necesarios. salud, proposición terapéutica de • Alianza terapeútica: un tra-
• Evidencias científicas: se ase- eficacia contrastada y valoración de tamiento involuntario puede, para
gura que no existen las suficientes alternativas menos restrictivas. algún profesional, excusar la nece-
pruebas científicas para asegurar la • Autonomía y consentimiento sidad de una alianza terapéutica con
efectividad de la medida. Por otro informado: La exigencia del consen- el paciente, o poner en peligro la
lado, aun reconociendo las dificul- timiento informado, omnipresente ya conseguida. Frente a esto, existe
tades metodológicas, se señala la en la legislación sanitaria, se funda- la experiencia de muchos profesio-
experiencia de otros países, en los menta legalmente en el respeto a la nales que mantienen algún tipo de
que se ha demostrado su utilidad, alianza terapéutica aún en condicio-
siempre y cuando haya un buen nes de no voluntariedad. Además,
nivel de servicios. puede argumentarse que, en estos
• Estigmatización: una legisla- casos, la disyuntiva que podría plan-
ción específica para enfermos men- tearse sería, no entre buena o mala
tales introduce la “noción de peli- relación, sino entre tener algún tipo

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forzado. Parece que la experiencia
en nuestras unidades de hospitali-
zación y en tratamiento ambulatorio
involuntario en otros países mues-
tran que la mayoría de los pacientes
acepta el tratamiento aunque no
esté conforme, especialmente si se
utilizan sistemas terapéuticos como
el tratamiento asertivo en la comu-
nidad.
• Farmacología: cada día existen
más evidencias de que el tratamien-
to integral y/o combinado (farmaco-
lógico, psicoterapia y rehabilitación
psicosocial) es el mas eficaz para los
trastornos graves. Según algunos,
el carácter forzoso del tratamiento
hace que tan sólo pueda objetivar-
se el cumplimiento del tratamiento
Un tratamiento involuntario puede excusar farmacológico. Sin embargo, la apli-
cación en algunos países contempla
la necesidad de una alianza terapéutica la autorización judicial no sólo para
con el paciente, o poner en peligro la la aplicación de psicofármacos, sino
para el acudir a centros de rehabili-
ya conseguida. Frente a esto, muchos tación, permitir análisis de tóxicos,
residir en un sitio concreto, etc.
profesionales mantienen algún tipo de • Legislación específica: Los
alianza terapéutica aún en condiciones de críticos se manifiestan en contra
de la promulgación de legislación
no voluntariedad específica para las personas que
padecen trastornos mentales, por
de relación terapéutica o no tener to, alertando de las posibles conse- considerarla discriminatoria y
ninguna. cuencias que se podrían visualizar estigmatizante. Algunos sostienen
• Judicialización: se argumen- en las imágenes de pacientes espo- que , de hecho, ya existe legislación
ta que la “judicialización” del tra- sados por la policía para acudir a suficiente en nuestro país contenida
tamiento puede incluso fomentar una cita o la administración forzada en la Ley 41/2002 de Autonomía del
actitudes de inhibición o de “des- de una inyección. Para evitar esto, Paciente, que delimita las excepcio-
responsabilización” de los profe- muchos preconizan que la respon- nes al consentimiento informado
sionales sanitarios por delegación sabilidad en la administración de y las condiciones para el consenti-
en el sistema judicial. Contra este un tratamiento involuntario corres- miento por representación. Frente
razonamiento, se recuerda la dife- ponda únicamente al personal sani- a esto, se responde diciendo que
rencia entre “autorización” y “orden” tario y sólo en casos excepcionales la discriminación sería una exclu-
judicial: en el primero de los casos, se pueda pedir la colaboración de sión de derechos, y que las garan-
que corresponde con la propuesta, otros profesionales. Para analizar tías que protegen derechos no son
la iniciativa parte del médico res- éste punto, es conveniente distinguir discriminación. Desde este punto
ponsable. La intervención del juez entre tratamiento no voluntario y de vista, la especificidad de la ley
deberá ser únicamente de carácter garantizaría el control de sus indi-
instrumental. caciones y de su cumplimiento y
• Aplicabilidad: las posturas revisión, haciendo similar el trata-
críticas advierten del riesgo de no miento involuntario ambulatorio y
delimitar claramente las medidas a hospitalario, cuyas garantías no se
aplicar en caso de incumplimien- contemplan en la Ley 41/2002. ♥

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