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Lo que nos toca

Encuentros, descubrimientos, emociones y conquistas en la música medieval

IESO Princesa Galiana 2017

Proyecto Galiana Presenta 201.7 Estación Emoción

Personajes:

Narrador / Fray Presentador

Hildegard von Bingen Vestuario:


Guido d’Arezzo 10 trajes de monja
Sor / Fray Estricto 18 trajes de monje
Leonin 1 traje de Papa
Perotin 3 trajes de altos cargos eclesiásticos
Sor/ Fray Alegría Ropas de aldeanos medievales
Sor / Fray Tristeza

Sor / Fray Asco

Sor / Fray Miedo


Atrezzo:
Sor / Fray Ira
Atril
Sor Empanada
Un gran libro de coro
Sor Desastre / Fray Empanao
Un papiro con una partitura a gran
Sor Caótica
tamaño
Fray Preguntas
Un guante gigante de cartón
Juglar callejero
Instrumentos
Fray Colesterol / Papa
Aperos de labranza para seis personas:
Fray Manequin pala, pico, cestas, rastrillo, carretilla

Obispo Mesa pequeña

Embajador Seis sillas

Nuncio

Fray Follonero
ESCENA 0

[Todas las emociones dormidas y a oscuras en el escenario. Cada una lleva una luz que se va
encendiendo a medida que van interviniendo. La primera luz que se enciende es la de miedo]

Sor Tristeza ¿Qué hacéis? ¿Quién ha encendido la luz?

Sor Miedo Ah, he soñado que

Sor Ira Miedo, tristeza, apagad la luz, que no me dejáis dormir

Sor Asco Ahhg, de verdad, o sea, yo tengo sueño…

Sor Alegría Tranquila Sor Miedo, no ha pasado nada

Sor Ira He dicho que os calléis

Sor Asco A ver, Ira, ¿desde cuándo hacemos caso a lo que tú dices?

Sor Miedo Callaos, se va a despertar Sor Estricta…Sor Ira, Sor Asco, dejad de discutir

Sor Alegría Chicas, Sor Miedo tiene razón.

(Sor Asco y Sor Ira discuten, entra Sor Estricta con una luz)

Sor Estricta ¿Qué hacéis despiertas?

Todas ¡Sor Estricta!

Sor Estricta A dormir, que mañana hay que madrugar.

(Sor Estricta se va retirando y a Alegría le da la risa)

Sor Estricta ¡Sor Alegría! ¿Qué pasa? ¿estamos de cachondeo? ¡A rezar a la capilla!

(entra la presentadora, hace un chasquido con los dedos y toda la escena queda paralizada)

Presentadora Esta historia se está descontrolando un poco. No era esto lo que nos ha traído
aquí, sino una historia de héroes…de héroes musicales…lo que nos toca es una
historia de encuentros, descubrimientos, emociones y conquistas en la música
medieval.

(hace un chasquido con los dedos y los personajes cobran vida, pero miran a la narradora y se retiran
“huyendo” del escenario)
ESCENA 1

[La escena es un convento medieval. La sala está vacía. Después de hablar el narrador entra Sor Estricta]

Narrador Estamos en pleno siglo XII en un monasterio a orillas del Rin, en Alemania. El
coro se compone de cinco monjas muy particulares: Sor Alegría, Sor Tristeza, Sor
Miedo, Sor Asco y Sor Ira. [luz de escenario]

[Entran en escena las cinco monjas “emocionales”, colocándose cada una el mandil con su color
característico; se nota que se acaban de organizar; una de ellas lleva un atril.
Cuando se colocan en torno al atril entra por el lado contrario Sor Estricta]

Sor Estricta Hermanas, hoy llega la nueva abadesa.

Sor Miedo Ay…seguro que es una tirana…

Sor Tristeza O una señora muy mayor, como siempre.

Sor Asco Bah, ¿qué más da? Da igual quien mande. Nunca haremos nada que valga la
pena.

Sor Alegría ¿Por qué decís eso? Nuestro monasterio va a despegar con ella.

Sor Ira Hala, a repetir los mismos cantos, los mismos trabajos, las mismas oraciones…
estoy un poquito harta…

Sor Estricta Aquí llega. Demos la bienvenida a la hermana Hildegard [desde aquí, Sor Estricta
permanece un poco apartada del grupo]

Hildegard Buenos días.

Todas Buenos días.

Sor Estricta A la hermana le acompañan los famosos organistas de París Leonin y Perotin.

Leonin y Perotin Bonjour

Hildegard Bueno, vamos a cantar el salmo 142. Abramos el libro de coro. [abre el gran libro
y lo pone en el atril]

Sor Alegría Síí, el 142 es uno de mis favoritos.

Sor Tristeza A mí me pone muy triste.

Sor Asco Yo no me acuerdo cuál es.

Sor Miedo ¿Y si lo hacemos mal?

Sor Ira Siempre cantando los salmos dichosos. ¿Nunca va a haber nada diferente?

Hildegard Comencemos. Organista…

[se canta] Nosotras somos las emociones, cada una tenemos rasgos diferentes…

Hildegard No está mal. Pero ahora vamos a cantar esta melodía que os traigo [saca una
gran partitura]

Sor Alegría [mira la partitura] ¿Has escrito tú esto hermana?


Sor Asco Qué va. Todas las obras religiosas son anónimas.

Sor Tristeza Y no hay mujeres compositoras. Lo sabe todo el mundo.

Sor Miedo Ay madre. Como lo haya escrito ella, la van a excomulgar.

Hildegard Comencemos.

[se canta; comienza Perotin marcando la nota pedal y Leonin canta el inicio, se incorporan las monjas]

Sor Estricta [acercándose] Hermana, qué bonita melodía. Pero ¿no decía San Agustín que no
había que escribir música bonita para no distraerse?

Hildegard Yo creo que la música debe emocionar.

Sor Alegría Sí, sí. De acuerdo.

Sor Ira Jeje, ¡toma ya!! nos ha tocado una abadesa compositora. Se van a enterar las del
convento de al lado.

[se apaga la luz; las monjas emocionales salen por un lado y Sor Estricta y Hildegard por el otro]
ESCENA 1,5

[luz sobre el órgano]

LEONIN Perotin, a ver qué te parece esta melodía que se me ha ocurrido.

PEROTIN ¿A cuántas voces es?

LEONIN Un organum a dos voces. Hazme el bajo.

[tocan Viderunt Omnes de Leonin]

PEROTIN Estás un poco anticuado, amigo. Hay que meter más voces, y ritmo. Haz tu ahora
el bajo.

[tocan Sederunt Principes de Perotin]

NARRADORA [entrando] Muy bonito, muy bonito. Pero vosotros sois personajes
SECUNDARIOS.

La narradora hace un chasquido y se apaga la luz, Perotin sale Leonin se esconde detrás del órgano y se
enciende la luz de la narradora]
ESCENA 2

[La escena representa una biblioteca. Debe haber al menos una mesa con tres sillas en un extremo del
escenario. Están en escena Hildegard y Sor Estricta]

Narradora: Hildegard von Bingen era una persona muy sabia y además le interesaban
muchos temas diferentes. [luz de escenario]

Hildegard: Hermana, necesito una persona que me ayude.

Sor Estricta: Mmmh…a ver…tenemos una hermana que podría ayudarte. Que venga sor
Empanada…

Sor Empanada: [entra] Buenos días.

Sor Estricta: Las dejo, Sor Empanada, ayude a la hermana Hildegard en todo lo que necesite.
Yo me voy, que tengo que tocar la campana.

Sor Empanada: [a Hildegard] ¿Sí, hermana?

Hildegard: Hermana necesito su ayuda. Vamos a escribir muchas cosas, hay que extender el
conocimiento por el mundo. Usted va a ser mi secretaria.

Sor Empanada: ¿Qué hay que escribir? ¿Oraciones? [Hildegard le indica que se siente y Sor
Empanada se sienta y saca una libreta donde apunta; Hildegard se pasea]

Hildegard: No, no. Por ejemplo, del arte de los sonidos. Me interesa profundizar en la
monodia religiosa basada en los tonos eclesiásticos…

Sor Empanada: [levanta la cabeza de la libreta] ¿De qué?

Hildegard: De música

Sor Empanada: Ah, de música [apunta]

Hildegard: También de medicina. Hay que hablar de las propiedades terapéuticas de los
elementos…

Sor empanada: ¿De qué?

Hildegard: Sí, lo de curar a la gente

Sor Empanada: Ah, de medicina

Hildegard: De herbología. La riqueza del mundo vegetal es inmensa y debe ser clasificada…

Sor Empanada: ¿De qué?

Hildegard: Sí, de plantas

Sor Empanada: Ah, de plantas.

Hildegard: Y de lingüística. Estoy desarrollando un idioma universal con un nuevo alfabeto…

Sor Empanada: ¿De qué?

Hildegard: Mmmmh…[desesperada] lengua

Sor Empanada: Ah, de lengua


[entra Sor Estricta con dos monjas más]

Sor Estricta: ¿Qué tal con Sor Empanada? ¿Todo bien? Si tiene mucho trabajo he pensado
que también podrían ayudarla Sor Desastre y Sor Caótica.

Hildegard: [Resignadísima] Está bien, entonces comencemos cuanto antes. Sentaos,


hermanas.

Sor Estricta: Os dejo, que tengo que ir… a tocar la campana.

Hildegard: Tomad nota: capítulo I. La música. El método para escribir las melodías.

Sor Desastre: Un momento…¿se escriben las melodías?

Sor Caótica: ¿No se cantan?

Hildegard: [gran suspiro] Ay…A ver, cómo lo hago…Mirad, os voy a contar una historia.

Las tres: Sí, sí, una historia.

Hildegard: Tenemos que viajar más de cien años hacia atrás. Los monjes anglosajones lo
llaman “hacer flashback”.

Sor Empanada: ¿Viajar? Entonces…nos tenemos que ir…vamos, hermanas [se levantan]

Hildegard: No, no. Os voy a contar cómo un monje muy listo inventó la escritura musical.

[se levanta Leonin, que estaba detrás del Órgano]

Leonin ¡Hermana Hildegard!

Hildegard ¡Leonin!

Leonin Una pregunta, como vais a hacer flashback, ¿yo me tengo que ir?

Hildegard [piensa un poco] mmh, mejor quédate, que en la historia que vamos a contar
también necesitan un organista…eso sí, tenéis que hablar a partir de ahora con
acento italiano.

Leonin ¿eh?

[Las monjas quedan a oscuras en un extremo. Hildegard pasa a ser NARRADORA]


ESCENA 3

Hildegard Estamos en el año 1017, catedral de Arezzo, Italia. Están reunidos los miembros del coro,
que por cierto, son un grupo muy especial: Fray Alegría, Fray Tristeza, Fray Miedo, Fray
Asco y Fray Ira. [luz de escenario]

[Entra el grupo de frailes, entre ellos los cinco “emocionales”, armando jaleo. Poco después entra Fray
Estricto]

Fray Estricto Hermanos, tranquilidad. Os voy a presentar al nuevo profe de música

Fray Tristeza Ay, si no hay manera. Nunca vamos a poder con el canto gregoriano

Fray Miedo ¿Y si es un tirano? ¡Nos va a hacer aprender todos los salmos de memoria!

Fray Asco Llevamos un mes sin profesor. ¿Ahora hay que volver a cantar? Yo paso

Fray Ira Sí, va a ser un desastre. Todos los profes que hemos tenido han sido horribles. A este le
vamos a montar un buen pollo.

Fray Alegría Tranquilos, tranquilos. Seguro que es muy majo.

Fray Estricto Hermanos, demos la bienvenida al padre Guido. [a partir de ahora, Fray Estricto se
aparta un poco del grupo]

Guido Buenos días.

Todos Buenos días.

Guido Vamos a ver qué tal va este coro. Empezaremos con el salmo 221.

Fray Tristeza Ay…el 221… ¿el de Mater Dei…?

Fray Miedo Lo sabía. Nos iba a preguntar alguno para pillarnos.

Fray Asco No tienes ni idea. El 221 es el de Venite adoremus

Fray Ira ¿Venite adoremus? Aaaggh. ¡No me acuerdo, no me acuerdo!

Fray Alegría Maestro, ¿es el de venite adoremus?

Guido No, el 221 es el Studium pessimus. Bueno, es igual. Cantemos, por ejemplo, el 142.

Fray alegría A ver, el 142…el de Tua Mater

Fray ira Tua mater mala burra est. ¡Ese me gusta!

Fray tristeza No me acuerdo de nada…

Fray asco ¡Qué desastre! Cantad vosotros, que yo paso. Yo hago como que canto…No sé cómo se
llama eso. Seguro que hay una palabra.

Fray miedo ¡Nos van a echar! ¡Nos van a echar! Con lo calentitos que vivimos aquí. Nos van a hacer
campesinos.

Guido Empezamos. Organista…

Todos: [cantan un poco; con la melodía de Dies Irae] “Este coro es una ruina, si uno canta otro
desafina”
[mientras los monjes cantan Guido pone gesto de extrañeza y niega con la cabeza]

Guido A ver, a ver. El 142 es sanctus patientium. ¿no os acordáis?

Fray estricto [acercándose] Hermano Guido. Disculpad a este grupo de incompetentes. Serán
castigados con 200 rosarios.

[Se apagan las luces; los monjes se retiran por un lado y Guido y Fray Estricto por el otro]
ESCENA 4 A

[luz del órgano; entra Fray Teclas, que es el mismo Perotin, aunque él no lo sabe; se va a sentar pero
está Leonin tumbado en la banqueta y se despierta, los dos se llevan un susto]

Leonin y Perotin ¡Ahhh!

Leonin ¿Qué hacéis?

Perotin ¿Qué hacéis vos ahí tirado?

Leonin ¿Yo?...Eh…pues…atornillar el pedal

Perotin Vaya susto que me habéis dado

Leonin Pero si tú eres…¡Perotin! Hombre, amigo…

Perotin ¿Eh? Os equivocáis. Yo soy Fray Teclas. Me han llamado para tocar el órgano,

Leonin Perotin, que yo soy tu amigo Leonin. Lo que no sé es qué haces aquí, que hemos
hecho flashback y estamos en el siglo XI.

Perotin Os digo que os equivocáis, soy fray teclas y vengo a tocar el órgano, que me han
dicho que el organista que hay es muy malo.

Leonin [de repente con acento italiano] Eh, il organista sono io!

Perotin Ya, pues yo es lo que me han dicho. Supongo que no te sabes bien el repertorio.

Leonin [indignado] ¿Qué? Pero si soy una leyenda de la Edad Media.

Perotin ¿Os sabéis el salmo Para Elisum? [toca un poco; Leonin lo continúa]

Correcto. ¿Esta otra, del maestro Beethovenus? [comienza Himno a la Alegría;


Leonin lo continúa]

Muy bien ¿Qué me decís de esta? [toca la Marcha Turca]

Leonin Sí, la Marchum Turcus [toca la continuación]

Perotin Vale, muy bien, ¿y esta? [toca “despacito”]

Leonin no caigo…

Perotin [sigue un poco de “despacito”] Sí, hombre, el salmo “despacitum”, del libro
Regetonensis.

Leonin Me habéis pillado

Perotin Es imposible que no lo conozcáis, está de moda en todos los conventos.

Leonin [suspira derrotado] No conozco “despacitum”…soy un rarito…

Hildegard [se acerca] Dejad de discutir. Preparaos, que en esta escena tenéis que hacer de
músicos callejeros.

[se apaga la luz hasta que pasamos a la luz de narradora]


ESCENA 4

[la escena ahora representa una calle de una ciudad medieval. En un extremo están los músicos,
preparándose para tocar. En el otro aparecen Guido y Fray Preguntas]

Hildegard: Unos días después, Guido se da un paseo por el centro de Arezzo.

Sor Desastre: Un momento…quietos todos…aaahhh…acabo de descubrir algo…os lo tengo que


contar…Guido d’Arezzo…¿no lo pilláis?...[Empanada y Caótica, no lo pillan] Se
llama de Arezzo porque vivía en Arezzo…[las tres con la boca abierta]

Hildegard Señor, dame paciencia…porque como me des fuerza…Continuamos. Unos días


después Guido se da un paseo por el centro de Arezzo. [luz de escenario]

Guido: Fray Preguntas, vengo dándole vueltas a un sistema…

Fray Preguntas: ¿A qué te refieres, hermano Guido?

[empieza la percusión de los músicos callejeros]

Guido: Es imposible aprenderse todas las canciones de memoria.

Fray Preguntas: ¿Y qué podemos hacer? ¿Endurecer los castigos?

Guido: No, no. Creo que tengo la solución. Vamos a escribir las melodías

Fray Preguntas: ¿Qué?

[Los dos siguen caminando, de repente, los músicos callejeros comienzan a tocar la melodía sobre la
percusión que ya estaba sonando]

Guido: Un momento, Fray Preguntas [se detiene ante los músicos]

Fray Preguntas: Hermano, ¿No vamos a llegar tarde? No deberíamos saltarnos las vísperas, ¿no?

[los músicos continúan con la obra, por ejemplo, Quen a omagen]

Juglar callejero:
Escuchad niños y niñas esta historia legendaria También había un ilustre profesor

De un instituto de secundaria Bueno, un desastre de señor

En él un alumno había tan bruto ¿Era un profesor entusiasta?

Que era famoso en el instituto Más bien era un plasta

Llegó muy altanero y repitió primero ¿Un profesor prestigioso?

Iba a comerse el mundo Qué va, era espantoso

Y repitió segundo ¿Un hombre de ciencia?

En tercero ¿qué ocurrió? No, un sabio en decadencia

Que también repitió A pesar de ser huraño,

El pobre ya estaba harto Truño, chusco y protestón

Y aunque repitió cuarto Sus alumnos con los años

De tanto repetir cansado Le querían un montón

Decidió sacar el graduado.


Guido: Mmmh. Me gusta.

Fray Preguntas: Hermano, ¿no crees que…?

Músico Tristeza: Una ayudita para unos pobres músicos…

Músico Alegría: Sí, una ayuda, hermanos, por favor…

Guido: Me gusta vuestra música, juglares.

Músico Asco: Ya, eso dicen todos y luego no nos dan ni una moneda.

Músico Ira: Aaaaghhh. Los frailes son unos rácanos…

Músico Miedo: Señor…no tenemos ni para afinar las flautas.

Guido: ¿Os habéis fijado, Fray Preguntas? la música de la calle tiene instrumentos…y un
ritmo que se repite… Y no recitan en latín, sino en la lengua del pueblo.

Fray Preguntas: Ya…¿Tiene eso algún sentido?

Músico Tristeza: Una ayudita…

Guido: [a los músicos] ¿Vosotros os tenéis que aprender las canciones de memoria?

[todos se miran]

Músico Asco: Pues claro, vaya pregunta

Músico Ira: Sí, los romances enteros…miles de versos…

Músico Miedo: A veces se me olvida. Me lío entre Carlomagno y Pipino.

Músico Alegría: ¿Qué otra forma hay de aprendérselo, hermano?

Guido: Venid un día a la catedral, que os tengo que enseñar unos trucos. [todos se
miran] Haremos un trato. Vosotros me enseñáis a tocar instrumentos y esos
ritmos que hacéis y yo os puedo enseñar a escribir la música.

Fray Preguntas: Hermano, ¿en qué año vives? ¿No sabes que la gente de la calle ni siquiera sabe
leer?

Músico Asco: Eh, nosotros sí sabemos…

Músico Alegría: Sí, sabemos leer

Músico Miedo: Sí, sí…sabemos.

Guido: Un momento [se les queda mirando] ¡Vosotros sois los frailes de la catedral!

Músico Tristeza: ¿Eeehh?

Músico Alegría: Te equivocas, hermano Guido [se da cuenta que ha metido la pata] ¡uy!

Músico Ira: Melón, has metido la pata, eres un inútil.


Músico Miedo: Ay, nos habéis pillado. No se lo digáis a Fray Estricto.

Guido: Pero ¿qué hacéis aquí?

Músico Asco: La vida en el monasterio es un poco aburrida.

Músico Tristeza: Sí, y venimos a divertirnos.

Músico Alegría: Pero no pasa nada, ¿verdad, hermano? ¿a que es un pecado muy pequeño?

Guido: Esto quedará entre nosotros. Fray Preguntas, seamos discretos…eh…nada de


preguntas.

[los músicos salen por un lado y Guido y Fray Preguntas por el otro]

[Perotin, que se ha quedado solo en el órgano, toca despacio la melodía de Quen a omagen]
ESCENA 5:

[En la escena, vacía, trabajan los frailes “emocionales” y Fray Colesterol, cada uno con un apero de
labranza]

Hildegard: Los frailes trabajan en el huerto del monasterio.

Sor Empanada: Hildegard, una pregunta…¿por qué salían los frailes con esas ropas?

Sor Desastre: ¿Qué es eso de un instituto?

Sor Caótica: Fray Preguntas es un desastre, eh, no se entera de nada…

Hildegard: Sí, no sé a quién me recuerda. En fin, continuamos. Los frailes trabajan en el


huerto del monasterio. [luz de escenario]

Fray Alegría: Ánimo, hermanos. Este año vamos a mejorar la producción.

Fray Asco: (irónico) Sí, lo nunca visto…kilos y kilos de pepinos, de berenjenas…de brócoli…

Fray Miedo: Hay que darse prisa en recolectar, que como caiga la pedriza se estropea la
cosecha…

Fray Tristeza: Ora et labora, ora et labora…todo el día “ora et labora”, ora et labora”…

Fray Colesterol: ¡Quién pillara un buen asado!

Fray: Fray Colesterol, siempre estás con lo mismo.

Fray Tienes que pensar que la fruta y la verdura son buenísimas para el cuerpo.

Fray Miedo: Como solo comas grasas te va a dar una miaja de apechusque y la roscas…

Fray Colesterol: Exagerados. No será para tanto.

Fray: ¡Haznos caso! …

Fray No te pases con los dulces, que te hemos pillado muchas veces en la cocina del
monasterio.

Fray Ira: ¡Te la estás jugando!

Fray Alegría: ¿Os acordáis de aquella melodía que cantaban los estudiantes en aquella
taberna?

Fray Tristeza: Ay, los estudiantes…esos sí que viven bien…

Fray ¿La de las comidas?

Fray Asco: Bah, era una interpretación mediocre.

Fray Alegría: Cantémosela a Fray Colesterol para que se lo piense.

O fortuna (La fortuna del huerto)

1. Pon atención, a esta canción, va de comida sana…


2. Puedes comer, a mogollón, la fruta y las verduras
3. Hay que cuidar, el corazón, mejorarás tu vida
4. Tanto jamón, tanto bombón, tendrás que ser más sano
5. La coliflor, un buen melón, tomate y berenjena
6. Calabacín, col y maíz, pepino y lechuga
7. Hay que intentar, no abusar, de las patatas fritas…

8. ¿Qué quieres ser? ,agricultor, es un trabajo duro,


9. Es un placer, el cosechar, todo lo que has plantado.
10. Hay que regar, luego abonar, tener el huerto a punto
11. Hay que regar, luego abonar, que maravilla es el huerto monacal.

[sobre la última sílaba todos van hacia fray Colesterol, que retrocede entonando “bueno vale, bueno
vale, vale yaaaaaaaa” y se retiran; se apaga la luz]

[cuando se queda solo el organista toca un poco la melodía de o fortuna; luz de órgano]
ESCENA 6

[la escena es una biblioteca; en un extremo está Fray Manequin leyendo, llegan Guido y Fray Estricto
por el otro extremo]

Sor Caótica: ¡Hildegard!

Hildegard: ¿Qué queréis, Sor Caótica?

Sor Caótica: Yo creo que esta escena era de relleno.

Hildegard: ¿Cómo?

Sor Caótica: Sí, sí, que yo sé de teatro, que he actuado en autos sacramentales. Esta escena
no tiene enlace argumental con la historia de Guido.

Hildegard: Oye, pero bueno, ¿quién te has creído?

Sor Caótica: Le falta ritmo, la construcción de los personajes es débil, la escenografía adolece
de…

Hildegard: Para, para, para…todo tiene su explicación. En fin, continuemos. Guido conoce a
otros monjes del monasterio catedralicio. [luz de escenario]

Fray Estricto: Hermano Guido, esta es la biblioteca del monasterio.

Guido: Ah, la biblioteca de Arezzo…un templo del saber…Un momento…si no hay


nadie…

[se acercan a Fray Manequin]

Fray Estricto: Este es el responsable, Fray Manequin. Viene de Francia.

Fray Manequin: Bonjour, hermano Guido. Su fama de buen maestro le precede. [se queda de
piedra]

Fray Estricto: Fray Manequin tiene un pequeño problema, como veis. Nada grave. [le da una
colleja y fray Manequin reacciona] ¿Véis? Bueno, os dejo, que tengo que ir a
tocar la campana. [sale Fray Estricto]

Guido: Buenos días, Fray Manequin.

Fray Manequin: O, lala, si necesitáis ayuda en cualquier cosa no dudéis en decírmelo. [se queda]

Guido: [Da vueltas a su alrededor] ¡Qué curioso…! [después de un rato] A ver si


funciona…[le da, como con miedo, una colleja]

Fray Manequin: Bien [pero en francés], enchantee, voy a seguir con mis cosas. Mirad, en mi
pueblo, en Francia tenemos un saludo especial…nos damos la mano…así…[se
dan la mano y Fray Manequin se queda de piedra]

[Guido retira su mano y se fija en la mano de Fray Manequin, con los cuatro dedos un poco separados y
estirados, se queda pensando, como de piedra también. Entonces aparece Fray Preguntas]

Fray Preguntas: Hermano Guido, ¿estáis aquí?

[Guido sigue absorto]


Fray Preguntas: ¿Qué ha pasado? Ah! [expresión de susto] ¿Debería ir a buscar a Fray Estricto?

[Fray Preguntas sale]

Guido: [sigue elucubrando mirando a la mano de Fray Manequin; le toca los dedos de
abajo a arriba y tararea un arpegio ascendente] mh-mh-mh-mh, sí, sí, eso es…[se
queda otra vez quieto pensando, igual que antes]

[Entran Fray Preguntas y Fray Estricto]

Fray Estricto: ¿Qué ha pasado?

Fray Preguntas: Es horrible, Fray Estricto, yo diría que la tontería de…digo la enfermedad de Fray
Manequin es contagiosa…¿no le parece?

Fray Estricto: ¡Esto hay que arreglarlo de inmediato!

[Fray Estricto se dirige hacia Guido con la intención de darle una colleja…cuando está casi a punto, Guido
reacciona]

Guido: ¡Eso es! [Guido, muy contento; Fray Estricto y Fray Preguntas se llevan un buen
susto] ¡Ya lo tengo, Fray Preguntas! ¡Ya lo tengo, Fray Estricto!

Fray Preguntas: ¿Qué? ¿Qué tenéis?

Fray Estricto: Debéis alejaros de Fray Manequin. Haremos que os vean los médicos.

Guido: [eufórico] El sistema…el sistema definitivo para aprender a leer música. Va a


triunfar, porque es más simple que el mecanismo de un chupete…

Fray Preguntas: ¿De un qué?

Guido: Venid, que os lo explico…

[Salen los tres y queda solo Fray Manequin, hasta que Fray Estricto se acuerda de él, vuelve y le da una
colleja]

Fray Manequin: Mon Dieu, ¿Por dónde íbamos? ¿Y Fray Guido?

Fray Estricto: ¡Fray Manequin, parece ser que se ha perdido usted un momento histórico!

[Se retiran]

[el organista toca un fragmento de una cantiga: mia irmana fremosa]


ESCENA 7

[Sala de ensayos del coro. Entran los monjes “emocionales”, uno de ellos con el atril]

Hildegard: El sistema de escritura de Guido está siendo un éxito.

Sor Desastre: Un momento. ¿Pero qué le pasaba a ese fraile?

Sor Caótica: ¿A Manequin? ¿No lo has visto? Que le daban patatuses

Sor Empanada: ¿Pero y a Guido también?

Sor Desastre: No sé, estaba muy raro

Sor Caótica: Yo no me he enterado bien qué pasaba con eso de los dedos.

Hildegard: A ver…ya lo veréis. Dejadme continuar. Decía que el sistema de escritura de Guido está
siendo un éxito. Sólo falta un último detalle. [luz de escenario]

Guido: [Entra] Bien, hermanos, vamos a cantar

“Este coro ya se anima, y a todos nos sube la autoestima” [con la música de Dies Irae; Guido va
marcando las notas con su mano]

Fray Follonero: [desde el público] ¡Guido, Guido!

Guido: ¿Qué queréis, Fray Follonero?

Fray Follonero: No se ve desde aquí. No se ve bien eso de la mano ¿No podéis hacer nada? No sé,
proyectar con una cámara…así, en pantalla gigante…

Fray Estricto: [entrando enfadado] ¡Fray Follonero! ¡Estamos en el siglo XI! Dejad de decir
barbaridades

Guido: Un momento…creo que tengo la solución…[sale y vuelve con una mano gigante]

Fray Follonero: Vale, muy bien…venga, podéis continuar.

Guido: Cantemos de nuevo

“Este coro ya lo peta, cantando vísperas nona y completa”

Fray Alegría: El sistema del maestro es fantástico.

Fray No tendremos que volver a aprender las canciones de memoria.

Fray Asco: Si, vaya. A ver cómo hago ahora…eso que no sé cómo se llama…lo de no cantar…

Fray Tristeza: Sí, pero yo todavía me lío.

Fray ¿Por qué, por qué, fray Tristeza?

Fray Miedo ¿Ay, Algo va mal?

Fray Ira: Vete a saber qué le pasa ahora. Me pone de los nervios.

Fray Tristeza: No sé, no puedo leer bien la música…

Fray Asco: ¡Siempre negativo!¡Nunca positivo!


Guido: Fray Tristeza tiene razón.

Todos: ¿eh?

Guido: Es un lío, pero no os preocupéis. Tengo la solución. A ver, ¿cómo se llaman las notas?

Fray: Pues…con las letras del alfabeto…

Fray: El hexacordo mol A, B, C, D, E, F.

Fray El hexacordo natural C,D,E,F,G,A

Guido: Es muy difícil leer así. Tenemos que inventar un nuevo nombre para cada nota. ¿Os
acordáis del himno a San Juan Bautista? “Doce frailes cantan” …

Fray: “Recuerdan la letra”

Fray: “Míralos qué contentos hoy”

Fray: “Famosos vamos a ser”

Fray: “So, so, solo tienen que esforzarse”

Fray: “La gloria les espera”

Fray: [llega en ese momento] “Si se ponen les saldrá”

Guido: Cada verso empieza en una nota. Vamos a usar la primera sílaba para nombrar las notas.
Tutti conmigo:

Todos: [cantan ]Doce frailes cantan, recuerdan la letra, míralos qué contentos hoy, famosos se
van a hacer, solo tienen que esforzarse, la gloria les espera, si se ponen les saldrá.

Fray Asco: [despacio, como entendiendo] ¿Do-re-mi-fa-sol-la?

Fray Miedo: Esto no puede ser tan fácil. Tiene que haber algún pero…

Fray Alegría: Es fabuloso, hermano Guido

Fray Ira: Años y años aprendiendo canciones de memoria…aagghhh

Fray Alegría: Vamos a celebrarlo a la taberna [mira a Fray Estricto]¡perdón, quiero decir al refectorio!

[se van retirando]

Fray Estricto: Hermano Guido, podrías escribir todas tus ideas en un libro.

Guido: ¿Libro? Si nadie lee…

Fray Tristeza: Do, Re, Mi, Fa…No tiene gancho, no va a funcionar… Bueno…alomejor sí funciona…ya
solo nos falta cantar bien…

[Queda el organista tocando lentamente la melodía de Ut queant laxis]


ESCENA 8

Hildegard: Guido se decide a poner sus ideas en un libro…

Sor Empanada: Hermana Hildegard

Hildegard: ¿Qué pasa?

Sor Empanada: ¿De verdad inventaron así el nombre de las notas?

Hildegard: Pues sí, pues sí, con la canción de San Juan Bautista…bueno, lo único que creo
que la letra era algo diferente, pero sí…Decía que Guido se decide a poner sus
ideas en un libro un tratado que fue muy famoso en su época y se llamó
Micrologus. [susurrando a Sor Desastre] ¡¡Te toca salir!!

Sor desastre: [entusiasmada] Ole, lo voy a clavar…[sale nerviosa] [luz de escenario]

Guido: Hermano, necesito una persona que me ayude para escribir mi libro.

Fray Estricto: Mmmh…a ver…tenemos un hermano que podría ayudarte. Que venga Fray
Empanao…

Fray Empanao: Buenos días.

Fray Estricto: Les dejo, Fray Empanao, ayude al hermano Guido en todo lo que necesite.

Fray Empanao: Sí, hermano.

Guido: Hermano necesito su ayuda. Vamos a escribir muchas cosas, hay que extender el
conocimiento por el mundo. Usted va a ser mi secretario.

Fray Empanao: ¿Qué hay que escribir? ¿Oraciones?

Guido: No, no. Va a tratar del arte de los sonidos. Me interesa profundizar en la
monodia religiosa basada en los tonos eclesiásticos…

Fray Empanao: ¿De qué?

Guido: De música

Fray Empanao: Ah, de música

Guido: También debemos estudiar la polifonía…

Fray empanao: ¿La qué?

Guido: Sí, cuando cantan varias voces cosas diferentes a la vez

Fray Empanao: Ah, qué lío.

Guido: Vamos a estudiar la manera de llegar al unísono en las cadencias de la música.

Fray Empanao: ¿En las qué?

Guido: Sí, las cadencias, las paradas, los descansos.

Fray Empanao: Ah, cuando hacen chimpún…

Guido: Pero sobre todo tenemos que escribir las melodías de los cantos gregorianos
Fray Empanao: ¿Cantos qué?

Guido: Mmmmh…los del Papa Gregorio.

Fray Empanao: Pero si son del Papa…habrá que pedirle permiso, ¿no?

Guido: Ese Papa murió hace varios siglos.

Fray Empanao: ¿Y por qué no escribimos las canciones del papa de ahora?

Guido: El Papa Gregorio fue el que reunió todos los cantos que utilizamos en la iglesia.

Fray Empanao: Los reunió a todos…(se queda pensando)…¿y qué les dijo?

[entra en ese momento Fray Estricto]

Fray Estricto: ¿Qué tal con Fray Empanao? ¿Todo bien? Si tiene mucho trabajo he pensado
que también podrían ayudarle Fray Desastre, Fray Caótico o Fray Insulso.

Guido: No, gracias, no es necesario, es suficiente por hoy…[luz apagada, Guido, Estricto y
Empanao salen]

[El organista comienza unos arpegios de hoy puede ser un gran día, que continúa la escena siguiente]
ESCENA 8 y MEDIO

[Leonin y Perotin realizan un acompañamiento suave sobre “Hoy puede ser un gran día” que durará
toda esta escena]

Hildegard: Los frailes de Arezzo convencieron a Guido para que se presentara a una especie
de concurso de talentos en el que se proponían novedades para la música de la
época. Así que Guido se prepara para presentar sus ideas ante el alto tribunal
eclesiástico.

Guido: [aparece solo en el escenario, como repasando antes del examen] Hoy puede
ser un gran día para la música. Tengo que hacerlo bien. A ver, concentración. Me
gusta la paz de este monasterio. Este silencio, esta soledad.

[de repente, entran todos los amigos de Guido: todos los frailes y personajes que han aparecido en las
escenas anteriores; cada uno recita un par de versos de la siguiente canción]

Hoy puede ser un gran día, Hoy puede ser un gran día
plantéatelo así, donde todo está por descubrir,
aprovecharlo o que pase de largo, si lo empleas como el último
depende en parte de ti. que te toca vivir.

Dale el día libre a la experiencia Saca de paseo a tus instintos


para comenzar, y ventílalos al sol
y recíbelo como si fuera y no dosifiques los placeres;
fiesta de guardar. si puedes, derróchalos.

No consientas que se esfume, Si la rutina te aplasta,


asómate y consume dile que ya basta
la vida a granel. de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día, Hoy puede ser un gran día
duro con él. date una oportunidad.

[a partir de aquí, un verso cada uno]

Hoy puede ser un gran día


imposible de recuperar,
un ejemplar único, Que todo cuanto te rodea Pelea por lo que quieres
no lo dejes escapar. lo han puesto para ti. y no desesperes
No lo mires desde la ventana si algo no anda bien.
y siéntate al festín. Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
ESCENA 9

[Sala del Obispado de Arezzo. En una mesa, en un extremo, están sentados los tres miembros del
jurado. Los tres llevan barba]

Fray Presentador: [entrando] Bienvenidos a una nueva edición de “la voz de la Edad Media”.
Hoy tenemos un aspirante que viene dispuesto a marcar una época…¡y
solo con una mano! Pero deberá para ello convencer a nuestro jurado:
Obispo Alegría, Embajador Melancólico y Nuncio Tiquismiquis. Veremos lo
que pasa…

Tribunal 1, Obispo: Adelante, fray Estricto, haga pasar al maestro.

Fray Estricto: [entra por un lateral, pero se queda en el extremo] Reverendísimo…

[Guido avanza hacia el centro de la escena y saluda con un gesto al tribunal]

Tribunal 2, Embajador: Maestro Guido, ay, [suspira] nos han hablado mucho de su sistema de
escritura musical. ¿Nos puede hacer una demostración?

Guido: Muy bien. Es muy sencillo. Cada dedo es un sonido diferente, cada vez
más agudo.

Tribunal 3, Nuncio: Parece sencillo, pero tienes que saber contar. No lo veo del todo claro…

Guido: Ah, sí, se me olvidaba…Por favor, Fray Estricto…[Fray Estricto se adelanta


y le da la mano gigante] Ahora seguro que lo ve su excelencia
reverendísima mucho más claro.

Tribunal 3, Nuncio: [irónico] Sí, sí, dónde va a parar…

Guido: Vamos a cantar…

[escala – arpegio – sirena – campanitas - …]

Guido: Espera un momento…pero si…¡vosotros sois otra vez los frailes del
convento!

Tribunal 1, Obispo: ¿Qué?

Guido: Yo creo que ya está bien. Primero os hacéis pasar por músicos callejeros.
Ahora por miembros de un tribunal…

Tribunal 2, Embajador: ¿Pero qué dice?

Guido: No me la pegáis. Os he reconocido. Siempre sois los mismos: uno alegre,


otro siempre triste, otro así con cara de asco…

[mientras va diciendo esto llegan los frailes de verdad, pero Guido no les ve]

Guido: Además, vaya barbas postizas que os habéis puesto…

Todos los frailes: Noooo [hacen gestos y aspavientos, pero Guido no les ve, pues están a su
espalda]

Guido: Qué bromistas. Ay qué ver…

[Guido tira de las barbas de un tribunal]

23
Tribunal 1, Obispo: Ayyyyyyy

Tribunal 2, Embajador: Pero…¡hermano! ¿Qué hacéis?

Guido: Muy bien puesta, esta barba. A ver esta otra…

[tira de la barba de los otros]

Tribunal 3, Nuncio: Ayyyyyyyyyy

Fray Manequin: Hermano Guido, nooooo. No quiero verlo [se arrodilla de frente al
público, se tapa con el brazo derecho la cara] Allí, allí [casi sollozando,
estira el brazo izquierdo hacia donde están los frailes y se queda clavado]

Guido: ¡Fray Manequin! ¿Qué hacéis aquí? [Le ve el dedo apuntando y mira hacia
ese lado, donde están los frailes; mientras tanto los tribunales siguen
doliéndose del tirón] ¡Hermanos!...¿Hermanos?

[Guido mira a unos y a otros y se da cuenta de la que ha armado]

Fray Estricto: Ay, la que se avecina…

Tribunal 1, Obispo: Ay hermano…tienes suerte que todavía no existe la inquisición…

Tribunal 2, Embajador: Pues yo creo que es buen momento de inventarla…

Tribunal 3, Nuncio: Un atentado contra el Nuncio, el enviado del Papa

Fray presentador: [aparece de improviso en mitad de la escena] Atiendan todos. Viene su


Santidad, el Papa…

Todos: Aaaahhhhh [cada grupo se retira a un lado, el Papa avanza por el centro;
todos se arrodillan; uno se da cuenta que Fray Manequin sigue inmóvil y
le da una colleja]

Tribunal 1, Obispo: ¡El Papa Benedicto VIII!

Papa: Hermanos, la paz esté con vosotros.

Todos: Y con tu espíritu

Papa: Quería ver cómo se desarrollaba esta sesión, pero veo que hay mucho
alboroto.

Tribunal 1, Obispo: Santidad, el hermano Guido merece un castigo ejemplar.

Papa: ¿Cuál ha sido su pecado?

Tribunal 2, Embajador: Han atacado nuestras santísimas barbas…

Tribunal 3, Nuncio: Y nos ha ofendido, nos gritaba algo de…[duda] ¿era cara de anchoa?... No,
de asco, nos decía “cara de asco”…

Papa: Bueno, bueno…creo que como mucho es un pecado venial. Cualquiera se


puede confundir.

Tribunal 1, Obispo: Con vuestro permiso, Santidad. ¿Creéis que un religioso puede andar
disfrazándose por ahí?

24
Papa: Pues la verdad, yo mismo he estado unos días infiltrado en un monasterio
para conocer la vida de los monjes

Guido y el resto: (asombrados) ¿Cóóóóómo?

Fray Manequin: “¿¿El jefe infiltrado??” [se queda clavado con cara de asombro]

Papa: Y ha estado bien. He aprendido unas canciones nuevas que me han


enseñado para combatir el pecado de la gula y comer un poco más sano…

Frailes y Guido: ¡¡¡¡Fray colesterol!!!!

Papa: Hermano Guido su sistema de escritura musical es un gran invento.

Hermano Guido: Muchas gracias…Con su permiso, Santidad, he preparado un arreglo para


instrumentos, con percusión, coreografías…para la canción que aprendió
en el monasterio, la de “pon atención a esta canción”…

Tribunal 1, Obispo: ¿Instrumentos en la iglesia?

Tribunal 2, Embajador: ¿Ritmos y coreografías?

Tribunal 3, Nuncio: ¿Utilizar la lengua del pueblo?

Papa: Bueno, a ver, hermano…van a ser muchas novedades juntas. Ya sabe que
nosotros avanzamos…despacio…poco a poco…tal vez dentro de unos
(cientos) de años…

Fray Estricto: Santidad, déjenos interpretarla, aunque sea la última vez.

Papa: Me sorprende, Fray Estricto

Fray Miedo, Asco, Alegría, Tristeza e Ira: Sííí, por favor.

Fray Alegría: Es música…(se queda sin completar la frase, buscando la palabra)

Fray Asco: (ya sin expresión de asco) Emocionante…

Fray Ira: (sin expresión de ira) Sí, emocionante…

Papa: Bueno, como estamos solos, supongo que no pasa nada porque lo
oigamos una vez, esto no va a salir de aquí. Adelante Fray Presentador,
imagínese que esto está lleno de gente y presente la obra como se
merece.

Fray Presentador: (duda) eeeh..bueno…está bien…(se viene arriba y ya en modo presentador


de TV)…Bienvenidos…

Papa: [le interrumpe] Un momento. Esas hermanas que están en el extremo del
escenario, ¿quiénes son?

Hildegard: [sorprendidísima] ¿Nosotras?

Papa: Sí, claro, canten con todos.

Hildegard: Es que, le tengo que explicar…nosotras…es que no somos de esta


época…venimos del futuro…

Papa: ¿Eh? ¿Del futuro? No me dirá que mi hábito no es blanco blanquísimo…


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Sor Empanada: [a Sor Caótica y Sor Desastre] ¿Venimos del futuro?

Sor Desastre: No sé, eso dice la hermana.

Sor Caótica: Ay madre, ¡que paradoja espacio-temporal!

Hildegard: [acercándose al Papa] Yo soy Hildegard von Bingen, una monja


compositora del siglo XII…

Papa: Ah, bueno, pues…ale, ale, a cantar…¿no dice además que usted es
música? Venga, Fray Presentador, continúe.

Fray Presentador: Buenos días, querido público de Arezzo, Italia. ¡Tienen el honor de
presenciar, solo por esta noche, una reunión de grandes músicos de la
Edad Media…a mi derecha, desde Alemania, la gran compositora
Hildegard von Bingen…y a mi izquierda, el ídolo local, el inventor de la
escritura musical…el que ha dado nombre a las notas…el maestro de
maestros…Guido d’Arezzo!!!

[O Fortuna versión completa; final diferente]

1. Pon atención, a esta canción, va de comida sana…


2. Puedes comer, a mogollón, la fruta y las verduras
3. Hay que cuidar, el corazón, mejorarás tu vida
4. Tanto jamón, tanto bombón, tendrás que ser más sano
5. La coliflor, un buen melón, tomate y berenjena
6. Calabacín, col y maíz, pepino y lechuga
7. Hay que intentar, no abusar, de las patatas fritas…

8. Hay que reír, hay que llorar, sentir las emociones.


9. Hay que explorar, y disfrutar, y no tener más miedo.
10. Aprovechar y compartir todo lo que has sentido.
11. Aprovechar y compartir, todo en la vida debería emocionar.

[Telón]

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