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SÍNTESIS:

El Camino de Santiago ha sido durante siglos un puente de


comunicación directa entre el norte de España y el resto de Europa.
Cada año, acuden a Santiago de Compostela peregrinos llegados de
todos los rincones del mundo y, aunque son muy variados los motivos
que les empujan a emprender el viaje, todos ellos comparten un mismo
objetivo: convertir su caminar en una experiencia inolvidable.
En esta obra, un grupo de desconocidos se encuentra en una cafetería
cuando están a punto de comenzar el Camino de Santiago. La intención
de cada uno es abordar la experiencia en solitario, pero el destino hace
que se topen con una extraña caja que les mantendrá unidos en el largo
viaje a Santiago. La caja es el motor que les mueve para alcanzar su
objetivo, pero, ¿qué hay en su interior?

PALABRAS CLAVE Camino de Santiago, Peregrino, Sueño, Cordura,


Locura.

PERSONAJES: MICHELA: Chica joven, un tanto despistada y fácil


de manipular. KRISTINA: Mujer de unos 40 años. Es reflexiva,
autoritaria y siempre sabe lo que hay que hacer. ADAM: Chico joven,
con buena forma física y un apasionado del deporte. Siempre va
liderando el grupo. DESCONOCIDA: Mujer de mediana edad que está
por casualidad en la cafetería donde se forma el grupo de peregrinos.
Viaja en coche desde Francia hacia Santiago de Compostela. Es amable
aunque algo despistada. DUEÑA DEL ALBERGUE: Propietaria de un
albergue de peregrinos del Camino de Santiago. No tiene buen
despertar, ni, en general, muy buen humor. PEREGRINA: Otra persona
más que se cruza en el caminar del grupo.
Dra. MARTÍNEZ: La doctora del psiquiátrico donde está ingresado
Alejandro. Es paciente y comprensiva, racional, reflexiva y meticulosa.
ALEJANDRO: Personaje cómico. Está loco, aunque él no opine eso. Es
obsesivo, paranoico y está en muy buena forma. Hará lo imposible por
conseguir sus objetivos. VALENTINA: Chica joven que está haciendo
el Camino de Santiago porque su padre, un multimillonario, quiere que
espabile. TEODORA: La mejor amiga de Valentina, aunque no es tan
frívola como ella. PUANG LI: Chico joven, parece muy frágil
fisicamente. Es la voz de la moral en el grupo y siempre intenta hacer lo
correcto.

LA CAJA DE LA DISCORDIA
ACTO I

Entran corriendo TEODORA y MICHELA con batas blancas y el pelo


recogido (vestidas de enfermeras) cada una por un lado del escenario.
Se encuentran en el medio y se paran de golpe.
TEODORA: ¿Le has encontrado?
MICHELA: No. Ya he mirado en todas partes y no le encuentro. ¿Pero
dónde se habrá metido?
TEODORA: La psiquiatra dijo que estaba muy alterado esta mañana y
que había llegado a la terapia de grupo con una capa.
MICHELA: ¿Con una capa?
TEODORA: Sí, con una capa negra.
(Se escucha el ruido de un golpe afuera. Una voz desde fuera grita:
―¡Lo he encontrado! Llamad al médico, se ha caído y está
inconsciente.‖
TEODORA y MICHELA salen corriendo del escenario. Bajan las luces.
La escena comienza en una cafetería de gasolinera en Puente la Reina.
Suena Black is black, de fondo. Están en escena DESCONOCIDA (en
una mesa sola).
Está PUANG LI sentado en una mesa y KRISTINA llega con un café y
se sienta con él, pero sin hablar. Hay mochilas por todas partes.
VALENTINA está medio desplomada en una silla y llega TEODORA)

TEODORA: ¡Aquí están los cafés! Valentina, hija, vaya pinta que
tienes.
VALENTINA: Estoy muerta de cansancio, ¡no puedo más!
TEODORA: Pero si todavía no hemos empezado a caminar. Acabamos
de bajar de la limusina de tu padre…
ADAM: (Entra) ¡Buenos días a todo el mundo! ¿No les parece a ustedes
una mañana preciosa para comenzar el Camino? Porque supongo que
todos los presentes van a hacer el Camino de Santiago, ¿no es así?
PUANG LI: (Levanta la cabeza del mapa / diccionario que está
mirando) El Camino, oh, sí, el Camino de Santiago.
KRISTINA: Hace tres semanas que salí de Babiera, Alemania.
ADAM: ¿Y ha llegado caminando hasta aquí en sólo tres semanas?
¡Qué bárbara!
KRISTINA: Bárbara no. De Ba-bi-e-ra. Y no he venido caminando todo
el tiempo, hice parte del recorrido en tren y otra parte caminando.
Siempre me ha parecido que los viajes en tren son muy poéticos. Pero a
partid de aquí, mi objetivo es llegar a Santiago de Compostela sólo
caminando.
VALENTINA: (revive) ¿Has oído, Teodora? El Camino se puede hacer
también en tren. ¡Es nuestra salvación!
KRISTINA: No guapa, las cosas o se hacen bien, o mejor no se hacen.
TEODORA: Recuerda que tu padre quiere como prueba el Carnet del
peregrino con todos los sellos. (Valentina vuelve a desplomarse en la
silla).
ADAM: De modo, señoritas, que ustedes también van a Santiago.
TEODORA y VALENTINA: (con desgana) Sííí…
(Entra en escena MICHELA, algo despistada y mostrando incomodidad
con su mochila. Avanza hacia el grupo, pero tropieza con una mochila.)
ADAM: Cuidado, amiga. ¿Está bien?
MICHELA: (se recompone muy dignamente) Oh, sí, sí, he tropezado
con algo que había por aquí tirado…
TEODORA: Ay, perdón, es mi mochila.
VALENTINA: Teodora, nena, eres un desastre, esta chica ha podido
hacerse daño.
MICHELA: Michela, me llamo Michela. Encantada.
VALENTINA: Yo soy Valentina y esta es mi amiga Teodora
(TEODORA saluda con la mano. MICHELA se vuelve hacia ADAM).
ADAM: Mi nombre es Adam. Veo, por tu mochila que también vas a
hacer el Camino.
(MICHELA, frotándose el tobillo, asiente) Pues vamos a ser un montón,
¡qué bien!, porque vosotros (volviéndose hacia PUANG LI y
KRISTINA) también vais, ¿no?
PUANG LI: Sí, sí, yo voy a Santiago. Me llamo Puang Li.
ADAM: Encantado, Juanli.
PUANG LI: No, no, Puang - Li.
KRISTINA: ¿Pero qué clase de nombre es Puang Li?
PUANG LI: Pues es de origen… (Empieza a buscar en el diccionario)
KRISTINA: Bien, bien, no importa, yo me llamo Kristina.
(PUANG LI sale de escena)
ADAM: Kristina, Puang Li, Valentina, Teodora, Michela… y usted,
señora, ¿también va a Santiago? DESCONOCIDA: (baja el periódico y
lo deja abierto, tapando la CAJA) ¿Cómo? Ah, sí, yo también voy a
Santiago porque vivo allí, pero me temo que no les acompañaré
caminando, ahí fuera tengo mi coche.
VALENTINA: ¿Y no tendría un hueco para mí? Soy pequeña y no
ocupo mucho.
TEODORA: ¡Valentina! DESCONOCIDA: (Sonriendo) Lo siento, este
viaje debo hacerlo sola y además tardaré un par de semanas en llegar.
ADAM: ¡Qué bárbara! (KRISTINA le mira con extrañeza) ¿por qué
tanto tiempo? ¿Tan malo es su coche que va a tardar dos semanas en
llegar?
DESCONOCIDA: No, no, a mi Audi no le ocurre nada. Tardaré dos
semanas en llegar porque tengo previstas varias paradas antes.
MICHELA: Ah, ¿que está usted haciendo turismo?
DESCONOCIDA: No exactamente. Mi tía Servanda acaba de fallecer
en París y yo soy la encargada de repartir su herencia.
VALENTINA: (aparte) Servanda, Servanda… Me suena mucho ese
nombre. ¿Dónde lo habré escuchado antes?
MICHELA: ¡Oh! ¡Mi más sentido pésame! Lamento su pérdida.
DESCONOCIDA: Descuide, la tía Servanda ha tenido una larga vida.
Ahora, si me disculpan, tengo que seguir mi viaje. Les deseo un buen
camino.(Recoge su abrigo… PUANG LI vuelve a escena, se topa con
LA DESCONOCIDA y la saluda. LA DESCONOCIDA sale)
TEODORA: ¿Qué te pasa, Valentina? ¿En qué piensas? ¿Estás
buscando otro medio de transporte?
VALENTINA: No es eso, boba, es que el nombre de su tía…
PUANG LI: (se dirige a la mesa donde estaba sentado la
DESCONOCIDA para coger el periódico y al levantarlo descubre LA
CAJA) ¡Oh!, vaya, se ha olvidado esto.
ADAM: Corre, Michela, mira a ver si todavía no se ha marchado.
MICHELA: ¡Voy! (Sale. ADAM le sigue pero se detiene en la puerta y
se queda mirando hacia afuera).
KRISTINA: Qué mujer más despistada, mira que olvidarse la caja
encima de la mesa. Anda que como sea algo importante.
TEODORA: No creo que sea nada importante si está en una caja tan
pequeña.
KRISTINA Bueno, recuerda que en frascos pequeños se guardan los
mejores perfumes.
VALENTINA: Sí, eso es verdad. Yo tengo uno de Chanel en un
frasquito onísimo. (PUANG
LI agita LA CAJA) KRISTINA: ¡Cuidado, Juanli, que puedes romper lo
quellevedentro!
PUANG LI: No es Juanli, es Puang Li.
(Entra MICHELA, azorada. ADAM y ella se mueven hacia el grupo):
MICHELA: Tiene lógica, además, la inicial del apellido también
coincide.
KRISTINA: (a VALENTINA) Y ¿qué más sabes de la Marquesa de las
Navas?
VALENTINA: Pues que el año pasado la revista ―Hola‖ le dedicó el
especial de verano, y que situaba su fortuna entre las 50 mayores de
Europa. Sólo un poquito más que la de mi papi.
TEODORA: ¿Te acuerdas si decía algo de sus herederos?
VALENTINA: Creo que no tenía hijos. Sé que era viuda y vivía sola.
También recuerdo que era una coleccionista de joyas antiguas, y que
prestaba muchas de sus piezas para exposiciones en museos de todo el
mundo.
ADAM: Y ¿qué creéis que habrá en la caja? (Todos se vuelven hacia
PUANG LI, que sostiene la CAJA. Da un respingo por la sorpresa y
parece soltar la CAJA)
TEODORA: Yo propongo que la abramos para ver qué tiene.
PUANG LI: Lo correcto sería devolvérsela a su dueño.
MICHELA: Pero si ni siquiera sabemos cómo localizar a esta mujer.
PUANG LI: Sabemos que vive en Santiago de Compostela y nosotros
vamos allí, podríamos llevársela.
KRISTINA: Lo más razonable sería abrir la caja para comprobar lo que
hay dentro antes de cargar con ella. Imaginad que sea un objeto
robado… o peor aún… ¿y si fuera una bomba?
(PUANG LI se asusta y suelta la CAJA. ADAM la coge al vuelo. Todos
hacen un corro (PUANG LI se asoma después) y abren la CAJA sin que
el público pueda ver lo que hay dentro)
TODOS: ¡Ooooooooohhhhhh! (Se separan con gestos de sorpresa y
después se vuelven a juntar todavía más)
MICHELA: Pero, ¿qué vamos a hacer con esto?
VALENTINA: Deberíamos repartírnoslo.
KRISTINA: Claro, lista, y cómo lo partimos, ¿con un hacha?
PUANG LI: Tenemos que devolvérselo a esa mujer. No es nuestro.
(Agarra otra vez la CAJA y la aprieta contra sí. VALENTINA avanza
hacia PUANG LI e intenta quitarle la CAJA, pero ADAM la detiene y
se la lleva aparte)
ADAM: Por la fuerza no conseguirás nada, podría denunciarnos a la
policía. Déjame a mí. (ADAM se vuelve y se acerca a PUANG LI
poniéndole una mano en el hombro) _Puang Li tiene razón, la caja no
nos pertenece y seguro que su dueño quiere recuperarla. Yo propongo
que no olvidemos por qué estamos aquí: para hacer el Camino de
Santiago. Ahora tenemos otro motivo más para llegar a nuestra meta.
TEODORA: Entonces, ¿propones que devolvamos la caja a la
desconocida?
ADAM:(le guiña un ojo) Por supuesto, eso es lo correcto.
MICHELA: ¿Y quién la va a llevar?
VALENTINA: (tratando de coger la CAJA) ¡Me ofrezco voluntaria! En
mi mochila hay mucho sitio. (PUANG LI vuelve a agarrar con fuerza la
CAJA)
MICHELA: Será mejor que la lleve yo.
(Todos a la vez, en torno a PUANG LI (excepto KRISTINA) gritando,
dándose unos contra otros)
KRISTINA: (gritando) ¡Baaaaaaastaaa! (Todos se detienen y se la
quedan mirando) A ver, así no vamos a llegar a ninguna parte. Puesto
que todos queremos llevar la CAJA, tengo la solución perfecta. Vamos
a buscar siete cajas iguales y meter la caja de la discordia dentro de una
de ellas. Las cerraremos todas y cada uno cogerá una al azar. No
podremos abrirlas hasta llegar a Santiago, de ese modo nadie sabrá
quien lleva la auténtica.
VALENTINA: ¿Y qué haremos con las cajas cuando lleguemos a
Santiago?
KRISTINA: En la plaza del Obradoiro, delante de la catedral, abriremos
todas las cajas a la vez.
(PUANG LI hace un gesto como para decir algo pero ADAM le
interrumpe)
ADAM: … y le devolveremos la caja auténtica a su dueña.
KRISTINA: ¿Todo el mundo está de acuerdo con el plan?
TODOS: (por separado) Sí (Valentina se hace de rogar)
KRISTINA: ¿Valentina? VALENTINA: ¡Oh! Está bien, sííí.
ADAM: Decidido, pues. Vamos a buscar las siete cajas iguales. (Salen
todos)
FIN DEL ACTO I

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