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Escuadrón 731

La ciencia nos ha provisto de muchas de las mejores cosas de la vida, desde salud,
hasta entretenimiento, poco o nada hay donde no intervenga en beneficio de la
especie humana, nos ha dado una mejor civilización y nos promete un futuro brillante,
pero también lamentablemente la ciencia algunas veces ha sido usada para cosas
atroces.

El famoso doctor Josef Mengele conocido como “El Ángel de la Muerte”, fue un
doctor nazi que experimento con judíos durante la Segunda Guerra Mundial,
haciéndoles toda clase de operaciones siniestras en los campos de concentración
nazis. Como, por ejemplo:

Experimentos genéticos, congelación e hipotermia, interrogatorios con tortura,


inyecciones con virus de enfermedades, esterilización, y experimentación de nueva
cirugía sin anestesia y mutilación de extremidades

Pero no todos saben lo que sucedió del otro lado del mundo, en bases militares de
origen japonés que fue todavía mucho peor que los campos de concentración de los
nazis.

Esto sucedió en territorios de Manchukuo en la ciudad de HARVIN en china que en


aquel entonces estaba ocupada por el ejército japonés quien en paralelo con la gran
guerra librada en Europa ocupaban cada vez más territorios en el coloso asiático

En ese tiempo, los japonés estaban deseando de hacer lo mismo que Alemania o sea
incursionar a pasos agigantados en el campo de la tecnología militar en término de
armas biológicas, ya que no sólo estaba de moda sino que atraía enormemente el
gobierno nipón por lo que despacharon a sus mejores doctores y científicos para un
proyecto secreto bautizados ahora como el escuadrón 731 como algunos de los
momentos más oscuros y míseros de la especie humana,

Entre las numerosas atrocidades cometidas por los nipones durante estos años, los
civiles eran encerrados en numerosas fosas comunes infectadas de cólera, parásitos,
peste bubónica, tuberculosis y fiebre tifoidea, entre otros males, para observar cómo
evolucionaban en el cuerpo humano. Los distintos patógenos también se liberaban en
las ciudades con las mismas finalidades.

También a diario se efectuaban operaciones donde a los sujetos de pruebas de


todas las edades se les removió el esófago los intestinos los pulmones y el hígado
esto servía como entrenamiento para los doctores que buscaban ver no sólo cuál era
el límite de la resistencia humana sino cuánto podían manipular un cuerpo vivo sin
matar al paciente lamentablemente todo esto era sin anestesia

También estaba el laboratorio de pruebas de armamentos donde los prisioneros


morían mas rápido pero en circunstancias mas atroces: se amarraban personas a
palos o se encadenaban a paredes y se les arrojaba granadas de manufactura
japonesa nada más para probar la efectividad de las mismas, sin embargo no sólo
probaron granadas en seres humanos también hicieron test con otro tipo
rearmamentos como por ejemplo bombas y lanzallamas.

Algunas de las víctimas eran llevadas a experimentar temperaturas mínimas para


determinar así cúal era el mejor método de congelamiento, se probaron distintos tipos
de gases venenosos, se colocaba a los prisioneros en cámaras de presión —hay
registros en los que se menciona que se los colocaba allí hasta que sus ojos salieran
volando— y, entre otras tantas atrocidades, se los disecaba en vida.
Quizás uno de los aspectos más intrigantes de estos crueles experimentos es que no
se sabe realmente cuántos civiles perecieron tras el intenso sufrimiento de las
pruebas. Aún así, se estima que la cifra seguramente supera las 200 000 muertes.

El doctor Shiro Ishii fue encarcelado temporalmente poco tiempo después el general
Douglas MacArthur pautó una reunión secreta conIshii en la cual le ofreció un trato
que no podía rechazar recibiría un indulto por todos sus crímenes atroces pero sólo si
compartía sus conocimientos con el ejército estadounidense

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