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CASO DE ESTUDIO UNIDAD 4:

REFLEXIONES SOBRE LOS EQUIPOS DE EQUIPOS DE PROTECCIÓN


INDIVIDUAL
Blog de Rafael Cordobés. 16 de febrero de 2014. Cultura preventiva, prevención de riesgos
laborales, seguridad y salud.
http://prevenblog.com/reflexiones-sobre-los-equipos-de-proteccion-individual/

Todos tenemos en mente la importancia de los Equipos de Protección Individual (EPIs) y la


obligación de utilizarlos. Quiero analizar en este post las conclusiones a las que he llegado en
los más de 10 años que llevo trabajando en prevención, sobre la polémica que siempre ha
rodeado este tema.

La práctica más extendida ha sido el suministro de todos los EPIs que se indican en la
Evaluación de Riesgos y la negativa de los trabajadores a utilizarlos porque son incómodos,
dificultan el trabajo, incluso provocan accidentes, generando frustración en ambas partes: la
empresa gasta enormes cantidades de recursos en proteger a sus trabajadores, no obteniendo
ningún resultado positivo en reducción de siniestralidad y el trabajador se siente frustrado al
sentirse obligado a utilizar algo que rechaza. Pues bien, como en casi todas las polémicas, todos
tienen su parcela de razón.

Es indiscutible que entregar y utilizar los EPIs es imprescindible; se entregan porque


técnicamente es imposible proteger el puesto o trabajo y, por tanto, la única opción es
proteger el cuerpo del trabajador. Pero también es indiscutible que el uso de EPIs puede llegar
a provocar lesiones y accidentes; sobre todo si no se utilizan los EPIs adecuados y necesarios.
Por poner dos ejemplos de los cientos que podríamos:
- Para utilizar una radial, con los equipos que hay actualmente en el mercado se puede
garantizar la ausencia de proyecciones a los ojos?.
- Es necesario utilizar guantes para evitar cortes?.

Creo que la respuestas a ambas preguntas es un NO rotundo, es decir, necesitaremos gafas


para evitar cualquier partícula que pueda provocar una lesión irreversible en los ojos, y
tendremos que incluso prohibir el uso de guantes en algunos casos por el riesgo mayor que
conlleva la inevitable pérdida de tacto que provocan.

Parece entonces que nos vemos en un callejón sin salida, hay que suministrar EPIs, de coste no
baladí, pero ello va a provocar accidentes y lesiones, por tanto, no puedo evitar accidentes y
daños.

Yo veo una solución, que es la consultoría especializada.


La solución es estudiar adecuadamente el puesto de trabajo con todas las subtareas que
conlleva, determinar que EPIs son necesarios realmente para cada tarea, incluyendo el
verdadero nivel de protección necesario, y concienciar a los trabajadores de la importancia de
su uso en cada tarea mediante talleres específicos.

Es evidente que como consultores, no nos podemos quedar en hacer Evaluaciones de Riesgos
“generales”, en las que se aportan listados interminables de EPIs a utilizar, sin especificar de
qué tipo ni en qué momentos, (ni siquiera si son realmente necesarios). Es necesario no perder
la perspectiva a que nos obliga la Ley de Prevención de Riesgos Laborales: anteponer la
protección colectiva a la individual; por lo que ante cualquier riesgo que nos encontremos, en
vez de resolver con uso de EPIs, tendremos que:
1. Estudiar su eliminación o control, empezando con medidas como la adecuación de las
máquinas o de las condiciones de trabajo y, en caso necesario, procedimientos de
trabajo.
2. Si quedan riesgos residuales, entonces será el momento de recurrir a los EPIs; para lo
cual es imprescindible eliminar medidas generales como “usar guantes”; basta con ver
un poco de un capítulo de Napo para reflexionar sobre ello.
3. Una vez decidido que la última opción es usar EPIs, se ha determinar claramente qué
tipo/s de EPI hace falta y en qué trabajos es necesario utilizarlos.

Aunque a primera vista lo pueda parecer, no es algo sencillo, pero tiene una gran ventaja, que
es mucho más rentable. Requiere abandonar viejas inercias como el obligar a los trabajadores a
portar todos los EPIs que se le da en todo momento y, sobre todo, olvidarse de que contando
con los EPIs, está todo hecho.

Pero es innegable que estudiar con detalle el puesto y, por tanto, entre la amplísima gama de
EPIs poder escoger los más adecuados y determinar cuándo es necesario utilizarlo, reduce
sustancialmente los costes de EPIs, que no son pocos y facilita su aceptación y utilización.
Es además una alternativa que en PrevenControl hemos podido ejecutar y con más que notable
éxito en todos los aspectos: La selección profesional de EPIs ha permitido a las empresas
ahorrar grandes costes al evitar comprar EPIs innecesarios o sobredimensionados, justificar con
éxito ante la Inspección de Trabajo la no necesidad de muchos EPIs que, o bien el riesgo es
mínimo o generan riesgos adicionales que los hacen desaconsejable, reducir la siniestralidad
tanto en número de accidentes como en gravedad de los mismos, e incrementar la aceptación
y uso por parte de los trabajadores, al ver que es la última solución posible y que no se les da
por darlos.

Como vemos, todo encaja perfectamente con el fin último de los EPIs, evitar los daños a los
trabajadores sin introducir riesgos nuevos. Para ello es imprescindible seleccionar
adecuadamente tanto el EPI, de forma que proteja lo necesario sin la incomodidad de uno
innecesariamente sobredimensionado y, sobre todo, concienciar al trabajador de la
importancia de utilizarlos como último remedio y que, como último remedio que es, se ha de
utilizar en todo trabajo y momento que resulte necesario sin excepción.

ANÁLISIS DEL CASO DE ESTUDIO.


 El Análisis del caso de Estudio debe resolverlo en la
plataforma.

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