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SEÑORES MIEMBROS DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS

HUMANOS DE LA OEA.
PETICIÓN CONTRA EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA POR
VIOLACIÓN DEL ARTÍCULO 23 NUMERAL 1 INCISOS A Y B DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, EN LA PARTE
QUE PRESCRIBEN: TODOS LOS CIUDADANOS DEBEN GOZAR DE LOS
DERECHOS Y OPORTUNIDADES DE PARTICIPAR EN LA DIRECCIÓN DE
LOS ASUNTOS PÚBLICOS DIRECTAMENTE Y DE VOTAR.
I.PERSONA, GRUPO DE PERSONAS U ORGANIZACIÓN QUEPRESENTAN LA
PETICIÓN.
Oscar Miguel Ortiz Antelo, Senador del Estado Plurinacional de Bolivia.

Arturo Carlos Murillo Prijic, Senador del Estado Plurinacional de Bolivia.

Abogado Patrocinante: Carlos Alarcón Mondonio.


¿Desea usted que la CIDH mantenga su identidad como peticionario en reserva
durante el procedimiento?
No

1. NOMBRE DE LA PERSONA O PERSONAS AFECTADAS POR LAS


VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS.
Los peticionarios y 2.682,517 (51,30 % del total de votos válidos emitidos) millones
de ciudadanos bolivianos que votaron por la opción NO en el Referendo del 21 de
febrero de 2016 en Bolivia.

III.ESTADO MIEMBRO DE LA OEA CONTRA EL CUAL SE PRESENTA


LADENUNCIA
Estado Plurinacional de Bolivia.
1. HECHOS DENUNCIADOS
VIOLACIÓN DEL ARTÍCULO 23 NUMERAL 1, INCISOS A Y B, DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, EN LA PARTE
QUE PRESCRIBEN: TODOS LOS CIUDADANOS DEBEN GOZAR DE LOS
DERECHOS Y OPORTUNIDADES DE PARTICIPAR EN LA DIRECCIÓN DE LOS
ASUNTOS PÚBLICOS DIRECTAMENTE Y DE VOTAR.
IV.1 Hechos que configuran la violación del Artículo 23 numeral 1, incisos a) y b) de
la Convención:
 En el mes de febrero del año 2009 entró en vigencia la nueva Constitución Política
del Estado de Bolivia, que fue aprobada por los ciudadanos en referendo con el
61,43% del total de los votos válidos emitidos.
 En esta Constitución aprobada con referendo, existen dos normas relativas a
restricciones y limitaciones a la reelección del Presidente y Vicepresidente del Estado
Plurinacional de Bolivia. El artículo 168 que literalmente prescribe: El periodo de
mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente
del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de
manera continua; y la Disposición Transitoria Primera, Parágrafo II, que
textualmente dispone: Los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución
serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de
funciones.
 Por falta de un acuerdo y pacto social entre las diversas fuerzas políticas y sociales de
Bolivia, el proceso constituyente estuvo a punto de fracasar y no entrar en vigencia la
nueva Constitución, con gravísimas consecuencias para la estabilidad institucional y
paz social del país; frente a este panorama fueron estos dos artículos, el 168 y la
Disposición Transitoria Primera, Parágrafo II, los decisivos y determinantes para
destrabar el proceso constituyente y viabilizar, previo referendo aprobatorio, la
puesta en vigencia de esta Constitución. Como elemento central de esta solución de
la crisis, en calidad de observadores y garantes internacionales, participaron
representantes de la OEA y de otras organizaciones supranacionales.
 Esta garantía internacional del acuerdo fundacional en Bolivia quedó plasmada
oficialmente y por escrito en el Informe Final de la Misión de Observación Electoral
de la OEA sobre el referéndum dirimidor y de aprobación de la nueva Constitución
Política del Estado celebrado en Bolivia el 25 de enero de 2009; en el acápite D de
este informe, página 8, textualmente se señala: “A los pocos días de finalizada la
mesa de concertación en Cochabamba, comenzó el diálogo en el Congreso entre el
oficialismo y la oposición. Como resultado de este proceso se aprobó la Ley
interpretativa N° 3491, de 21 de octubre de 2008, mediante la cual se habilitó al
parlamento para realizar ajustes al proyecto de Constitución Política aprobado en
Oruro por la Asamblea Constituyente. Las reformas, significaron la modificación de
147 de los 408 artículos del proyecto aprobado por la Asamblea Constituyente e
incluyeron varios temas: ….se redujo la reelección presidencial de dos períodos
consecutivos a uno sólo…”.
 Como efecto de estos dos artículos fundacionales, el período de gobierno 2010 –
2015 de los actuales Presidente y Vicepresidente, era el segundo período de gobierno
(el primero 2005 – 2010 con la anterior Constitución), en consecuencia estaban
constitucionalmente inhabilitados para postular a estos cargos en las elecciones 2014
para el período 2015 – 2020.
 Para dejar sin efecto inconstitucionalmente esta limitación, la bancada oficialista en
la Asamblea Legislativa Plurinacional, que contaba con dos tercios de votos,
sancionó el 21 de mayo de 2013 una Ley de Aplicación Normativa, cuyo proyecto
fue remitido en consulta al Tribunal Constitucional Plurinacional, quien la declaró
compatible con la Constitución, mediante la declaración constitucional 003/2013
emitida el 25 de abril del mismo año, a pesar de que su finalidad principal era la de
habilitar inconstitucionalmente las candidaturas a la Presidencia y Vicepresidencia
del Estado de Juan Evo Morales Ayma y Alvaro García Linera en las elecciones del
año 2014, transgrediendo el límite claro y taxativo del artículo 168 y de la
Disposición Transitoria Primera, Parágrafo II de la Constitución. Esta es la primera
violación a nuestros derechos políticos invocados en esta petición, porque se dejó sin
efecto con una ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional y una declaración
confirmatoria de esta ley del Tribunal Constitucional Plurinacional el voto ciudadano
y la soberanía del pueblo expresados en el referendo constitucional del año 2009
aprobatorio de la nueva Constitución.
 Este primer golpe y atentado a la Constitución, la democracia, el voto ciudadano y la
soberanía del pueblo, fue gestado por los actuales Presidente y Vicepresidente del
Estado y ejecutado por sus operadores políticos y jurisdiccionales, la Asamblea
Legislativa Plurinacional y el Tribunal Constitucional Plurinacional, que consumaron
con la Ley de Aplicación Normativa y con la declaratoria de constitucionalidad de su
texto, la violación del artículo 168 y de la Disposición Transitoria Primera, Parágrafo
II de la Constitución y la violación del voto ciudadano y de la soberanía del pueblo
que aprobaron estas normas de la Constitución en el referendo constitucional del año
2009.
 No contentos ni satisfechos por quedarse inconstitucionalmente en el poder 5 años
más de los permitidos en la nueva Constitución, el Presidente y Vicepresidente, a
través de sus operadores políticos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, recién
concluido el primer año de gobierno del tercer período continuo 2015 – 2020,
llevaron a cabo un proceso de reforma al artículo 168 de la Constitución que culminó
con el referendo del 21 de febrero de 2016, en el que el soberano mayoritariamente
rechazó la modificación de este artículo de la Constitución, manteniendo la
prohibición de reelección por más de dos períodos continuos. En efecto, 2.682,517
millones de ciudadanos bolivianos votamos por la opción NO (51,30 % del total de
votos válidos emitidos), cuyos efectos según la ley del Régimen Electoral de Bolivia
son obligatorios, vinculantes y de inmediato cumplimiento.
 El referendo del 21 F 2016 también contó con la participación y garantía de
observadores internacionales, en el Informe de la Misión de Observación Electoral
remitido al Consejo Permanente de la OEA, de fecha 21 de febrero de 2016, en la
página 1, literalmente se señala: “Siendo la alternancia en el poder un elemento
intrínseco al ejercicio de la democracia, resulta comprensible que se consulte al
pueblo sobre la posibilidad de decidir acerca de un aspecto clave de la estructura
institucional del país”.
 Como esto impide la postulación del Presidente y Vicepresidente en las próximas
elecciones del año 2019, a los pocos días de la oficialización de los resultados por el
Tribunal Supremo Electoral, con el pretexto de que el NO ganó por una supuesta e
inventada campaña de la mentira digitada por la oposición, ambos mandatarios,
ministros y legisladores oficialistas, empezaron una campaña pública y mediática de
negación de los resultados del referendo del 21 F, cuyos momentos culminantes
fueron la declaración oficial del partido gobernante el MAS de la existencia de cuatro
vías para dejar sin efecto estos resultados y la utilización de una de estas vías para
alcanzar este objetivo inconstitucional fue la presentación de una demanda de
inconstitucionalidad al mismo Tribunal Constitucional Plurinacional para que declare
inaplicables cuatro artículos de la Constitución, entre ellos el artículo 168.
 El lunes 18 de septiembre de este año, varios legisladores oficialistas, presentaron al
Tribunal Constitucional Plurinacional una Acción de Inconstitucionalidad Abstracta
peticionando la declaratoria de inconstitucionalidad de 5 artículos de la Ley del
Régimen Electoral y la inaplicabilidad de cuatro artículos de la Constitución, entre
éstos, del artículo 168 que fue ratificado en su plena vigencia y aplicación por el
referendo del 21 de febrero del año 2016, que rechazó la reforma de su texto y
ratificó la prohibición de reelección por tres o más períodos continuos. Esta es la
segunda violación a nuestros derechos políticos invocados en esta petición, porque
con una demanda de legisladores oficialistas y otros afines al gobierno se desconocen
el voto ciudadano y la soberanía del pueblo expresados en el referendo del 21 de
febrero del año 2016 que rechazó la reforma del artículo 168 de la Constitución y la
cuarta reelección continua de los actuales mandatarios.
 Frente a este atentado a la democracia, la Constitución, el Estado de Derecho, el voto
ciudadano y la soberanía popular expresados en el referendo del 21 F, y el absurdo
jurídico que significa declarar inaplicables artículos de la propia Constitución, por un
Tribunal Constitucional cuya única razón de ser y existir es preservar y garantizar el
pleno imperio de la Constitución en todas y cada una de sus normas, nos
pronunciamos enfáticamente en contra de este nuevo atentado contra la democracia,
el Estado de Derecho y la soberanía popular, y conferimos el mandato a dos
legisladores de oposición para que presenten al Tribunal Constitucional Plurinacional
un pedido de rechazo a esta descabellada demanda que pretende forzar a toda costa
una cuarta reelección inconstitucional de los actuales mandatarios.
 Este pedido de rechazo sin más trámite fue presentado al Tribunal Constitucional
Plurinacional el día viernes 22 de septiembre de este año y en lugar de ser atendido
favorablemente como era su deber hacerlo, en fecha 29 de septiembre de 2017,
mediante auto constitucional 0269/2017-CA, éste Tribunal admitió, sin tener
atribución, competencia ni el procedimiento para declarar inaplicables cuatro
artículos de la Constitución, la demanda presentada para forzar la cuarta reelección
continua del Presidente y Vicepresidente del Estado. Esta es la tercera violación a
nuestros derechos políticos invocados en esta petición, porque con el trámite de un
procedimiento inexistente, que no se enmarca en atribuciones ni competencias legales
del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia, se desconocen el voto
ciudadano y la soberanía del pueblo expresados en el referendo del 21 de febrero del
año 2016 que rechazó la reforma del artículo 168 de la Constitución y la cuarta
reelección continua de los actuales mandatarios.
 Los mismos Magistrados del TCP que admitieron sin atribución, competencia ni
procedimiento, la demanda de inaplicabilidad de cuatro artículos de la Constitución
de Bolivia, entre ellos del artículo 168, Ruddy José Flores Monterrey, Zenón Hugo
Bacarreza Morales y Efren Choque Capuma, fueron los que mediante la Declaración
Constitucional Plurinacional 0003/2013, de 25 de abril de 2013, reconocieron la
plena vigencia, aplicabilidad y operatividad del artículo 168 de la Constitución de
Bolivia (es más aplicaron este artículo para poder emitir esta declaración, sino era
imposible emitirla), en el fallo que los habilitó inconstitucionalmente a los actuales
mandatarios para postularse en los mismos cargos en las elecciones del año 2014; y
lo propio hicieron con la Declaración Constitucional Plurinacional 0194/2015, de 29
de octubre de 2015, que declaró la constitucionalidad de la pregunta del referendo del
21 F. Con estos antecedentes, ¿cómo es jurídicamente explicable, que admitan una
demanda que tiene por objetivo dejar sin efecto el artículo 168 de la Constitución,
que ellos mismos no sólo lo reconocieron en dos declaraciones sino que además lo
aplicaron para emitir las mismas? La única respuesta a este interrogante, es que se
trata de un acto de prevaricato y de la ejecución de un golpe contra la Constitución, la
democracia, el voto ciudadano y la soberanía popular en Bolivia, que ellos juraron
defender y proteger.
 El fundamento inventado por los demandantes para forzar esta demanda y el
procedimiento ante el Tribunal Constitucional es el de una supuesta incompatibilidad
entre el artículo 168 de la Constitución de Bolivia con el artículo 23 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en lo relativo a los derechos a
elegir y ser elegido en relación al cuarto mandato continuo de los actuales Presidente
y Vicepresidente del Estado; incompatibilidad simulada, inventada e inexistente,
como consta en un precedente de la propia CIDH en su Informe N° 30/93 Caso
10.804, Guatemala, 12 de octubre de 1993, emitido en respuesta a una denuncia
presentada por el ex Presidente de Guatemala José Efraín Ríos Montt.
 Cuando el Tribunal Constitucional de Bolivia sin tener la atribución, competencia ni
el procedimiento para dejar sin efecto el artículo 168 de la Constitución, utilizando la
figura de la inaplicabilidad inexistente en el ordenamiento jurídico nacional, decide
ingresar a considerar el fondo de esta petición, viola los resultados del referendo del
21 F que, como ejercicio de la soberanía del pueblo, dentro de un proceso
constituyente de reforma, están por encima de la decisión de cualquier juez del
Estado de Bolivia. Al admitir esta demanda, el Tribunal Constitucional usurpa las
funciones del poder constituyente y del cuerpo electoral constituido en soberano que
ya tomó una decisión con efecto obligatorio, inmediato y vinculante en el referendo
del 21 F.
 Los hechos relatados precedentemente configuran un panorama de violaciones
reiteradas y sistemáticas (3 violaciones identificadas) a nuestros derechos políticos
reconocidos en el artículo 23 numeral 1, incisos a y b, de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en la parte que prescriben: todos los ciudadanos deben
gozar de los derechos y oportunidades de participar en la dirección de los asuntos
públicos directamente y de votar. Carece de sentido cualquier decisión y
participación del soberano en las urnas y el voto de los electores, si en lugar de ser
cumplidos y ejecutados, fiel y estrictamente, como corresponde a toda decisión y
votación del soberano (la de aprobación de la nueva Constitución y la del referendo
del 21 F), se los pretende dejar sin efecto para habilitar inconstitucionalmente dos
candidaturas en las elecciones del año 2019 para un cuarto período continuo de
gobierno.
 De un total de 7 Magistrados del Tribunal Constitucional, cuatro votos son
suficientes para semejante aberración política y jurídica, de jueces constitucionales
que están en la etapa final de sus funciones (vencen en enero del próximo año),
algunos de ellos suplentes y otros con antecedentes de haber asesorado antes de ser
Magistrados a instancias gubernamentales y a organizaciones sociales afines al
partido de gobierno, como lo señalan distintos medios de comunicación social en
Bolivia.
 Nos preguntamos ¿puede quedar vigente la democracia en Bolivia si 4 de estos
magistrados están por encima de la Constitución y de la soberanía popular ejercida
con el voto ciudadano de aproximadamente 6.000.000 de electores? Obviamente que
no. Por ello está en juego en esta petición la sobrevivencia de la democracia y el
Estado de Derecho en Bolivia, y además de los derechos políticos invocados, también
está en juego el respeto a la Carta Democrática Interamericana de la OEA, que en su
artículo 3, en la parte pertinente prescribe: “Son elementos esenciales de la
democracia representativa, entre otros,…; el acceso al poder y su ejercicio con
sujeción al estado de derecho…”.
 Este atentado que se está ejecutando en Bolivia contra la democracia, el Estado de
Derecho y la Soberanía Popular, con la demanda de legisladores oficialistas y la
admisión de esta demanda por parte del Tribunal Constitucional Plurinacional, tiene
analogía con la situación de Perú en el último período de gobierno del Ex Presidente
Fujimori. La CIDH ha emitido el informe sobre la situación democrática en Perú, el
informe de 2000, que en su capítulo IV. Sobre derechos políticos ha plasmado las
siguientes conclusiones:
71. “La CIDH observa que en consecuencia la elección del Ingeniero Alberto Fujimori
no se ha llevado a cabo conforme a las debidas garantías de limpieza electoral que
exige el ejercicio soberano de voluntad del pueblo peruano. Por lo señalado
anteriormente, el lapso que dure el próximo mandato presidencial estará
caracterizado por haber sido obtenido en violación al derecho de los peruanos y
peruanas de “votar…en elecciones…auténticas, realizadas por sufragio
universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la
voluntad de los electores” (el resaltado y subrayado es nuestro, en Perú se trató de
voto en elecciones, en Bolivia se trata de dos votaciones en referendo), consagrado en
el artículo 23 de la Convención Americana”.
72. “La Comisión Interamericana de Derecho Humanos estima que tanto el proceso
previo como los resultados de las elecciones del año 2000 en Perú son el
producto previsible de varios años en los que la voluntad arbitraria del
Gobierno ha prevalecido sobre las Leyes y sobre las instituciones
democráticas (el resaltado y subrayado es nuestro). De tal manera, el orden jurídico
institucional ha sido subordinado a la voluntad del Gobierno, quien de manera
autoritaria ha manipulado su autoridad para frustrar, con métodos
frecuentemente ilícitos, cualquier acto percibido como amenaza a su evidenciado
propósito de perpetuarse en el poder (el resaltado y subrayado es nuestro)”.
73. “La CIDH se encuentra sumamente preocupada por tal modelo de organización
política, en donde se pretende aparentar formas de organización democrática,
pero en la práctica se violan totalmente los postulados fundamentales de la
democracia representativa y, por lo tanto, la vigencia de los derechos
contemplados en la Convención Americana (el resaltado y subrayado es nuestro).
La Comisión Interamericana, teniendo muy en cuenta su larga experiencia en la
defensa de los derechos humanos y la institucionalidad democrática, continuará
observando con suma atención la situación de los derechos humanos en el Perú”.
IV.2 Fundamentos de derecho sobre la violación del Artículo 23 numeral 1, incisos a) y
b) de la Convención:
La Constitución de Bolivia en su artículo 7 establece que la soberanía reside en el
pueblo boliviano, se ejerce de forma directa y delegada. De ella emanan, por
delegación, las funciones y atribuciones de los órganos del poder público; es
inalienable e imprescriptible.

En nuestra condición de ciudadanos y electores bolivianos, formamos parte del


cuerpo electoral soberano que en dos oportunidades, el 2009 y el 2016, mediante
referendo decidió con el voto mayoritario la plena vigencia, operatividad y
aplicabilidad del artículo 168 de la Constitución de Bolivia que establece
restricciones, límites y prohibiciones a la reelección en los cargos de Presidente y
Vicepresidente del Estado, permitiendo una sola reelección y prohibiendo todas las
demás.

Esta prohibición clara y categórica fue burlada por los actuales Presidente y
Vicepresidente del Estado que se encuentran en ejercicio de su tercer mandato
continuo y pretenden el cuarto en las elecciones del 2019, a través de la
instrumentalización de leyes y demandas emanadas de legisladores oficialistas de
la Asamblea Legislativa Plurinacional y de declaraciones y resoluciones del
Tribunal Constitucional Plurinacional, violando y desconociendo el voto ciudadano
mayoritario y la participación directa del soberano que en el año 2009 mediante
refrendo constitucional aprobó la vigencia del artículo 168 de la Constitución y en
el año 2016 lo ratificó con otro referendo.

Los derechos de participar en la dirección de los asuntos públicos directamente y


de votar, reconocidos en el artículo 23 numeral 1, incisos a) y b) de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, pierden su esencia y carecen de sentido y
efectividad, si los resultados mayoritarios de dos referendos no se respetan y
cumplen como lo exige y manda el soberano. Estos derechos quedan aniquilados
cuando decisiones legislativas y judiciales, manipuladas e instrumentalizadas por
el gobierno de turno, se colocan por encima de la Constitución, del voto ciudadano
y de la soberanía popular.

Para forzar la inconstitucional cuarta postulación y reelección del Presidente y


Vicepresidente del Estado en las elecciones del año 2019, los legisladores
oficialistas que presentaron la demanda de inaplicabilidad del artículo 168 de la
Constitución de Bolivia se inventaron dos elementos inexistentes:

 La figura de la inaplicabilidad de artículos de la Constitución que no existe en el


ordenamiento jurídico de Bolivia, esta figura es propia de los Estados Unidos de
Norte América con relación a Leyes o normas inferiores en jerarquía a la Ley pero
nunca para dejar sin efecto artículos de la propia Constitución.
 Una supuesta contradicción entre el artículo 168 de la Constitución de Bolivia con el
artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, descarta por la
CIDH en el precedente Rios Montt.
Con relación al primer elemento cabe mencionar:
 El artículo 202 numeral 1 de la CPE únicamente le confiere atribución al Tribunal
Constitucional Plurinacional de Bolivia para conocer y resolver en única instancia,
los asuntos de puro derecho sobre la inconstitucionalidad de leyes, Estatutos
Autonómicos, Cartas Orgánicas, decretos y todo género de ordenanzas y resoluciones
no judiciales. De ninguna manera le concede atribución para conocer y resolver la
inaplicabilidad de normas de la propia Constitución.
 El artículo 72 del Código Procesal Constitucional establece que las Acciones de
Inconstitucionalidad tienen por objeto declarar la inconstitucionalidad de toda norma
jurídica incluida en una Ley, decreto o cualquier género de resolución no judicial que
sea contraria a la Constitución Política del Estado, a instancia de las autoridades
públicas señaladas en el presente Código. Es decir, que el TCP únicamente tiene
competencia para declarar la inconstitucionalidad de leyes o de normas de rango
inferior pero no tiene competencia para declarar la inaplicabilidad de normas de la
propia Constitución.
 Los artículos 77 y 78 del Código Procesal Constitucional establecen que el TCP
fundará la sentencia de inconstitucionalidad en la vulneración de cualquier precepto
constitucional, haya o no sido invocado en la Acción interpuesta, y que podrá
declarar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la Ley, Estatuto Autonómico,
Carta Orgánica, Decreto, Ordenanza y cualquier género de resolución no judicial.
Estas normas no facultan al TCP a declarar la inaplicabilidad en sus sentencias de
normas de la propia Constitución.
 La figura de la inaplicabilidad no existe en el ordenamiento jurídico de Bolivia,
responde a otro sistema de control de constitucionalidad, nace de un fallo judicial al
comienzo de la vida republicana federal de los Estados Unidos de Norte América; en
este sistema de control difuso y desconcentrado, el juez que está conociendo de un
determinado proceso judicial, si considera que un artículo específico de una Ley que
va a aplicar en su sentencia para resolver un litigio, es contrario a la Constitución,
puede inaplicarla, con efecto específico y concreto para ese caso particular, sin
efectos anulatorios ni abrogatorios de la norma en cuestión, la cual sigue vigente y
podría ser aplicada en otros casos futuros.
 En cambio en Bolivia está vigente el sistema de control concentrado y especializado
de inconstitucionalidad a cargo del TCP, en el cual la Ley o normas jurídica inferior
que resulte contraria a la Constitución no se la inaplica, sino que se la deroga o
abroga con efectos generales y permanentes, expulsándola del orden jurídico vigente.
 Pretender aplicar ambos sistemas en la misma causa y sentencia es un absurdo lógico
y jurídico, máxime si con ello se pretende dejar sin efecto el artículo 168 de la
Constitución y los otros artículos de la Constitución cuestionados, que no sólo fueron
aprobados en referendo por mayoría absoluta de votos el año 2009 (fecha de vigencia
de la nueva Constitución) sino que el artículo 168 fue ratificado en su plena vigencia,
aplicación y operatividad en el referendo del 21 F con el voto de mayoritario de los
ciudadanos.
 A ningún juez de Estados Unidos, vía inaplicabilidad, que es el sistema vigente en
ese país, y no está vigente en Bolivia, se le ocurriría dejar sin efecto una norma de su
Constitución.
Con relación al segundo elemento cabe mencionar:

Además de ello, la CIDH en su Informe N° 30/93 Caso 10.804, Guatemala, 12 de


octubre de 1993, que adjuntamos a esta petición, ante una denuncia presentada
por el ex Presidente de Guatemala José Efraín Ríos Montt con la misma esencia
de la demanda presentada al TCP por algunos legisladores, resolvió: “Que la
presente denuncia es inadmisible por no constituir los hechos sub examine una
violación a los derechos reconocidos por la Convención”.
A continuación transcribimos los fundamentos más relevantes de la resolución de
la CIDH, resaltando el aspecto crucial para el caso de nuestro país:

32. Comprueba la Comisión que el análisis de la condición de inelegibilidad aplicada al


señor Ríos Montt debe ser comparado con otras condiciones de inelegibilidad que
existen en la legislación comparada constitucional, para verificar si tiene carácter
discriminatorio o si excede los límites convencionales. Al respecto recuerda la
Comisión que varios regímenes constitucionales establecen como condición de
inelegibilidad, en casos por un período determinado, en otros como permanente, el
hecho de haber sido titular o ejercido el Poder Ejecutivo por elección.[3]
33. Tendríamos así prescripciones constitucionales por las que altos gobernantes
elegidos democráticamente en elecciones no pueden ser reelectos, sea por algún
período o de por vida. De considerar la Comisión que el artículo 186 establece una
inelegibilidad inconsistente con la Convención, pondría en situación de privilegio a
quienes rompen el orden constitucional con respecto a aquellos que acceden
constitucional y democráticamente a las altas magistraturas de un país.
34. A mayor abundamiento, considera la Comisión que el derecho constitucional
comparado indica diferentes condiciones de inelegibilidad que buscan evitar el
nepotismo, el conflicto de intereses (contratistas del Estado, etc.), condición de
miembro de órdenes religiosas, de otros poderes o servicios del Estado (magistrados
judiciales y militares activos, etc.). Es decir, la defensa de la efectividad de los
derechos políticos y de la autenticidad de las elecciones ha llevado a distintas
formas de reglamentación de la elegibilidad para ser Presidente de un país, que
deben ser consideradas como contexto de apreciación por la Comisión.
35. El mismo razonamiento debe aplicarse al carácter permanente o de por vida de la
inelegibilidad. Si es aceptable en el marco del Derecho Constitucional que el
Estado establezca constitucionalmente ese término para los Jefes de Estado
elegidos democráticamente (Honduras, México, Colombia; citados), es
perfectamente concebible que ese alcance temporal sea aplicado a quienes lideran la
ruptura constitucional.
36. Debe también considerar la Comisión la queja del recurrente respecto a la alegada
violación al derecho de los ciudadanos guatemaltecos de elegirlo como Presidente,
por la aplicación del artículo 186.a.
Considera la Comisión al respecto que dicha causal de inelegibilidad surge de un acto de
Asamblea Constituyente elegida por votación democrática en la que el pueblo guatemalteco
decidió a través de sus representantes constituyentes que era necesario mantener dicha
causal, ya existente en la historia constitucional guatemalteca (cf. punto 25) y aún más,
hacerla permanente. Estamos pues como ya se analizó ut supra dentro de aquellas
condiciones que posee todo sistema jurídico constitucional para hacer efectivo su
funcionamiento, y para defender la integridad de los derechos de sus ciudadanos.
En esta decisión de la CIDH se destacan tres conclusiones: 1.- que es aceptable,
en el marco del Derecho Constitucional, que el Estado determine con carácter
permanente o por un lapso determinado la inelegibilidad para los Jefes de Estado
elegidos democráticamente, 2.- que esta restricción obedece a la efectividad de los
derechos políticos y a la autenticidad de las elecciones, y 3) que estas
restricciones a la elegibilidad no violan los derechos de los eventuales candidatos
ni de los electores que quisieran votar por ellos.

Es decir que, a los ojos de la CIDH, el artículo 168 de nuestra CPE, que tiene una
larga y consolidada tradición constitucional, al permitir una sola reelección continua
en los cargos de Presidente y Vicepresidente del Estado, a diferencia de lo que
afirman los legisladores demandantes, preserva la efectividad de los derechos
políticos de todos nosotros y garantiza la autenticidad de las elecciones futuras en
Bolivia. Entonces, la norma del artículo 168 de la CPE es democráticamente sabia,
no permite que dos personas desempeñen estos altos cargos durante mucho
tiempo, con tres o más reelecciones consecutivas, porque quedarían en vilo o
inefectivos, principalmente, los derechos políticos de los ciudadanos frente a un
poder que en esencia dejaría de ser democrático y se convertiría en autocrático,
absoluto y tiránico, comprometiendo la propia autenticidad de las elecciones y a
todo el sistema democrático en su conjunto.

Estos cimientos de la democracia profundamente afectados y comprometidos por


estas actuaciones del gobierno de Bolivia y de sus operadores políticos y
judiciales, también contradicen los artículos 1, 2 y 3 de la Carta Democrática
Interamericana porque ponen en riesgo la vigencia de la Democracia y del Estado
de Derecho en Bolivia.

IV.3 Autoridades responsables por los hechos denunciados.


Por las violaciones invocadas denunciamos a las siguientes autoridades del
Estado Plurinacional de Bolivia:

 Presidente y Vicepresidente del Estado.


 Legisladores de la Asamblea Legislativa Plurinacional que sancionaron la Ley de
Aplicación Normativa y presentaron la demanda de inaplicabilidad contra el artículo
168 de la Constitución de Bolivia.
 Magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia que declararon
constitucional la Ley de Aplicación Normativa y admitieron la demanda de
inaplicabilidad del artículo 168 de la Constitución de Bolivia.
1. DERECHOS POLÍTICOS VIOLADOS.
Los del artículo 23 numeral 1, incisos a) y b) de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en la parte que prescriben: “Todos los ciudadanos deben
gozar de los derechos y oportunidades de participar en la dirección de los asuntos
públicos directamente y de votar”.

VII. PRUEBAS DOCUMENTALES.


En calidad de pruebas documentales adjuntamos a este documento, como anexo,
los siguientes documentos:

 Texto del artículo 168 de la Constitución de Bolivia.


 Resultados oficiales de la aprobación de la Constitución de Bolivia en el referendo
del año 2009.
 Texto de la Ley de Aplicación Normativa.
 Declaración de constitucionalidad de la Ley de Aplicación Normativa efectuada por
el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
 Resultados oficiales del referendo del 21 de febrero del año 2016, por el que se
ratificó la plena vigencia y aplicación del artículo 168 de la Constitución de Bolivia.
 Demanda de inaplicabilidad del artículo 168 de la Constitución de Bolivia presentada
por algunos legisladores oficialistas de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
 Solicitud de rechazo sin más trámite de esta demanda, formulado al Tribunal
Constitucional Plurinacional por los mismos peticionarios de esta Petición.
 Informe N° 30/93 Caso 10.804 de la CIDH, Guatemala, 12 de octubre de 1993, que
adjuntamos a esta petición, ante una denuncia presentada por el ex Presidente de
Guatemala José Efraín Ríos Montt, como precedente analógico con el presente caso.
 Auto de admisión de la demanda de inaplicabilidad del artículo 168, emitido por el
Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia.
 Informe de Observación Electoral OEA – 2099, página 8, sobre el referendo de
aprobación de la nueva Constitución.
 Informe de Observación Electoral OEA – 2016, página 1, sobre el referendo de
reforma al artículo 168 de la Constitución.
 Informe CIDH sobre caso Fujimori.
 Declaración N° 0003 – 203 del TCP.
 Declaración N° 194 – 2015 del TCP.
VIII. RECURSOS JUDICIALES DESTINADOS A REPARAR LAS
CONSECUENCIAS DE LOS HECHOS DENUNCIADOS.
La presentación del pedido de rechazo in limine de la demanda de inaplicabilidad
del artículo 168 de la Constitución de Bolivia, presentado por nosotros en el
Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia, en fecha 22 de septiembre del año
2017 y que fue rechazado por este tribunal mediante Auto Constitucional
0269/2017-CA, que admitió esta demanda en fecha 29 de septiembre de 2017.

1. INDIQUE SI EL RECLAMO CONTENIDO EN SU PETICIÓN HA SIDO


PRESENTADO ANTE EL COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE LAS
NACIONES UNIDAS U OTRO ÓRGANO INTERNACIONAL
El reclamo contenido en esta petición no ha sido presentado a ningún otro órgano
internacional establecido para la defensa de derechos fundamentales.

La Paz 2 de octubre de 2017

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