Está en la página 1de 10

FERNANDO CHUECA GOITIA: BREVE HISTORIA DEL URBANISMO. RESUMEN.

1.- INTRODUCCIÓN. TIPOS DE CIUDADES.


CONCEPTOS

PIRENNE.- “ En ninguna civilización la vida ciudadana se ha desarrollado con independencia


del comercio y la industria”.

MUMFORD.- “ La ciudad es la forma y el símbolo de una relación social integrada”.

ALBERTI.- “ La grandeza de la arquitectura está unida a la ciudad y solidez de los muros que la
cobijan.

WHITMAN .- “ La ciudad, la más comprehensiva de las obras del hombre; lo reúne todo, y
nada que se refiera al hombre es ajeno.

DIFINICIONES DE CIUDAD.

ARISTÓTELES.- “Una ciudad es un cierto número de ciudadanos; debemos considerar a quien


hay que llamar así y qué es el ciudadano…” “Llamamos ciudadano de una ciudad al que tiene
la facultad de intervenir en las funciones deliberativa y judicial de la misma, y ciudad, en
general, al número total de estos ciudadanos que basta para la suficiencia de la vida “(Concepto
Político).

ALFONSO X EL SABIO: “ Ciudad es todo aquel lugar que es cerrado de los muros con los
arrabales et los edificios que se tiene en ellos.

CANTILLON (SIGLO XVIII) “RESIDENZSTADT”. “Si un príncipe o un señor fija su


residencia en un lugar grato, y si otros señores acuden allá y se establecen para verse y tratarse
en agradable sociedad, este lugar se convertirá en una ciudad”. CONCEPTO CIUDAD
BARROCA.

ORTEGA Y GASSET. “La ciudad es un ensayo de secesión que hace el hombre para vivir
fuera y frente al cosmos, tomando de él porciones selectas y acotadas (Diferencia entre ciudad y
Naturaleza. Concepto de ciudad mediterránea: “Ágora=Reunión”)
CIUDAD MEDITERRANEA VERSUS ANGLOSAJONA.

Diferencia entre ciudad Mediterránea y Anglosajona. Ciudades públicas y ciudades domésticas.


Una civilización sin ciudades. (En las ciudades anglosajonas será difícil asimilar la idea de que
carecen de ciudad en el sentido público)”.

LA CIUDAD EN EL ISLAM.

Son los versículos 4 y 5 del capítulo XLIX del Corán en donde encontramos la esencia
ciudadana del Islam: “ El interior de tu casa es un santuario, los que lo violen llamándote
cuando estés en él, faltan al respeto que deben al interprete del cielo. Deben esperar a que salgan
de allí: la decencia lo exige”. (La vida de harén condiciona la organización de la casa y la
ciudad musulmana, que se basa en la vida privada de sus habitantes y el sentido religioso de la
existencia.

EGLI.- Dice que la idea fundamental de una ciudad está implicada en la idea de la vivienda
particular. Íntimamente relacionado con la ciudad musulmana.

CHUECA GOITIA:

“La ciudad es una organización funcional que cristaliza en estructuras materiales. Uno de los
elementos determinantes de tal cristalización sea la casa, en ordenación con el resto de factores.
Fórmula ciudad musulmana.

Desde el punto de vista de la cercanía cultural siempre han existido tres tipos de ciudades : a.-
La ciudad pública del mundo antiguo, la “civitas romanas”, la ciudad por excelencia; b.- La
ciudad doméstica y campestre de la zona nórdica; c.- La ciudad religiosa y privada del Islam.

LA CIUDAD ESPAÑOLA, PERVIVENCIA DEL ISLAM. CIUDADES CONVENTO. Época


barroca.

LAS CIUDADES SIN ALMA. LA CIUDAD PALEOTÉCNICA Y NEOTÉCNICA


La ciudad sin alma coincide con la ciudad a la que ha dado origen la revolución industrial. El
nuevo complejo urbano.
LEWIS MUMFORD: Señala la Factoría y el “slum”(barrio-ciudad dormitorio) como origen del
hacinamiento de gente en un lugar con nombre a efectos postales. Se trata de la ciudad Paleo
técnica, que nace en la primera era técnica, era industrial, con todo su caótico y brutal
desarrollo, que no tuvo más ley ni más control que la libre competencia (nacen ahí los ejemplos
más desalmados de ciudades en donde solo impera la ley áspera de la producción y el beneficio.
Además, adopta la cuadrícula, no la de los ideólogos griegos, sino la de los traficantes de
solares).

La ciudad neotécnica nace como respuesta de las clases acomodadas a tales hacinamientos en la
sociedad occidental, en busca de parajes integrados con la naturaleza y visiones idílicas lejanas
a los núcleos de producción, como remanso de paz y tranquilidad.

EL ALMA DE LAS CIUDADES.

SPENGLER: “Lo que distingue la ciudad de la aldea no es la extensión , no es el tamaño, sino


la presencia de un alma ciudadana. El verdadero milagro es cuando nace un alma de ciudad
como alma colectiva de nueva especie, cuyos últimos fundamentos han de permanecer para
nosotros en eterno misterio… La aldeana colección de casas cada una de las cuales tiene su
propia historia se convierte en todo un conjunto que vive, respira, crece, adquiere un rostro
peculiar y una forma e historia interna. A partir de este momento, además de la casa particular,
del templo, la catedral o el palacio, constituye la imagen urbana en su unidad, el objeto de un
idioma de formas y de una historia estilística que acompaña en su curso todo el ciclo vital de
una cultura”.

LA CIUDAD Y SU DESINTEGRACIÓN ESTRUCTURAL.

Es la propuesta que hace CHUECA GOITIA: el proceso de desintegración de la ciudad, en la


que el Ágora, los elementos, en general, de enlace ciudadano, se desintegran en corpúsculos
cada vez más ajenos a un núcleo, una imagen, constituyendo ese proceso, el mismo proceso de
desintegración ciudadana, la desintegración del hombre.
2.- LA CIUDAD, ARCHIVO DE LA HISTORIA

Desde el punto de vista de la historia la ciudad se convierte en un archivo que nos ofrece cada
uno de los movimientos en los que el hombre ciudadano se adentra para la consecución de
determinados fines. Señala Chueca Goitia, que en el caso de la ciudad medieval es el
mantenimiento de las murallas desde donde se organiza un sistema de contribuciones
voluntarias, y señala a Max Weber como estudioso de la ciudad entendida como como fortaleza
y guarnición, en la regulación administrativa de la propiedad inmobiliaria netamente burguesa:
la condición jurídica de esa propiedad estaba determinada por la obligación de vigilar y
defender la fortaleza. En la mayoría de los casos origen de las finanzas medievales.

Henry Pirenne, desde un punto de vista economicista, defina la ciudad medieval como “una
comuna comercial e industrial que habitaba dentro de un recinto fortificado, gozando de una
ley, una administración y una jurisprudencia excepcionales que hacían de ella una personalidad
colectiva privilegiada”.

Advierte Chueca Goitia que esta definición se reduce a un número muy escaso de ciudades en
el occidente cristiano, ya que en la ciudad islámica y la ciudad cristiana oriental carecían de un
estatuto jurídico propio.

El proceso de cambio en el mundo moderno, en relación a las ciudades, nace con el


racionalismo, y son los mimos adalides de esa fórmula de pensamiento los que evidencian las
deficiencias que las ciudades antiguas adquieren des un punto de vista racional: René
Descartes” Así aquellas antiguas ciudades que al principio sólo fueron villorrios y se
convirtieron, por la sucesión de los tiempos, en grandes ciudades, están por lo común tan mal
compuestas, que al ver sus calles curvas y desiguales se diría que la casualidad, más que la
voluntad de los hombres usando de su razón, es la que las ha dispuesto de esta manera”.

“El racionalismo dio lugar al nacimiento de la ciudad como obra de arte, como arti-facto”.

Se entiende ahora que la ciudad se convierte en el generador de la historia, a la vez que la


historia se genera en las ciudades.
De tal forma que los alemanes definen como Weltanschauung, el proceso por el cual la ciudad
recoge en su evolución las mas importantes concepciones del mundo. Pero no solo eso, desde
el punto de vista histórico, el proceso y evolución natural de las ciudades dio lugar, no solo a
una concepción racionalizada del espacio, que ya había existido en la Grecia idealista, en la
pragmática roma o en la aplicación de la cuadrícula en las creaciones de nueva planta en
Hispanoamérica; el barroco, en su ideal de “esperpentizar” el espacio público introduce la
perspectiva como elemento natural en el desarrollo de las ciudades. En la mayoría de las
ocasiones unido – el perspectivismo- a al concepto de Residenzstädt o ciudades principescas, o
como concepción del espacio artístico.

El XIX , añade, dentro del proceso de revolución industrial, el postulado del utilitarismo. Dice
Chueca Goitia “ que con este criterio, todos los valores humanos, sociales, estéticos, se
supeditaron al despotismo de la producción y esto tuvo consecuencias materiales, no muy
agradables, por cierto, en la forma y desarrollo de las ciudades.

En la breve historia del urbanismo de Chueca Goitia, y en este capítulo concreto, se hace
referencia a las tesis de Spengler: el Alma de la ciudad. Y señala el autor, a través de la
definición sociológica que de las ciudades hace Robert E. Park, que la ciudad siempre es algo
más que un conjunto de individuos y de conveniencias sociales; mas que una serie d calles,
edificios, luces, tranvías, teléfonos etc.., algo más, también, que una mera constelación de
instituciones cuerpos administrativos, audiencias, hospitales, escuelas, policía y funcionarios
civiles de toda suerte. La ciudad es más un estado del alma (state of mind) un conjunto de
costumbres y tradiciones, con los sentimientos y actitudes inherentes a las costumbres, y que se
transmiten por esta tradición. La ciudad, con otras palabras, no es un mecanismo físico, ni una
construcción artificial solamente. Esta implicada en el proceso vital del pueblo que la compone,
es un producto de la naturaleza y particularmente de la naturaleza humana.
3.- LA CIUDAD ANTIGUA.

En el proceso que ha seguido el hombre, tras el neolítico, de sedentarismo a través del dominio
de la agricultura y la ganadería, fueron los grandes valles fluviales los elegidos por los primeros
pueblos que constituyeron ciudades, y aunque la arqueología nos deja entrever sólo algunas de
las primeras manifestaciones ciudadanas en estas localizaciones, es cierto que la mayor parte de
los restos arqueológicos descubiertos forman parte de grandes monumentos funerarios o
templarios que poco tienen que ver con el desarrollo de las ciudades, tal y como las conocemos.
Sólo algunos hallazgos fortuitos nos muestran ciudades que pueden orientarnos en el proceso
de civilización del ser humano. Las excavaciones en la ciudad de Mohenho Daro en el valle del
Indo nos muestran una ciudad con ciertos atisbos de regularidad, al igual que las de Illahum-
Kahum (ciudad de obreros construida ex profeso para la construcción de los monumentos
funerarios de Sesostris II) , en este caso encontramos características bastante regulares, de
acuerdo con un trazado geométrico. Las pequeñas casas estaban construidas por minúsculas
habitaciones en torno a un patio cerrado. Otro de los ejemplos conocidos es el de la ciudad de
Tell El Amarna, mandada construir por Akenaton, el adorador del sol, que presenta un trazado
rectilíneo y casas acomodadas construidas en piedra. No obstante en el valle del Nilo los
grandes templos-ciudad que han quedado demuestran una apuesta por el geometrismo, la
adaptación al terreno con una pretensión de efecto escenográfico que preludian las grandes
composiciones urbanas.

En Mesopotamia, entre el Tigris y el Éufrates, también encontramos ejemplos grandiosos de


ciudades de gran esplendor cuyas características esenciales son: la irregularidad de sus
trazados menos palaciegos y fortificaciones importantes, mucho más necesarias que en Egipto.
El ejemplo de Khorsabad, construida por Sargón II, es el de una ciudad fortificada y elevada
artificialmente para defenderse de las inundaciones anuales y con tendencia a crear un acrópolis
artificial de construcción laterítica.

En el siglo VI AC Babilonia, ciudad guarnecida por lienzos rectilíneos de fuertes murallas,


defendidas a su vez por un foso. Fue descrita por Herodoto como una ciudad tan grande que
parte de ella no se dio cuenta del asedio sufrido hasta después de varios días, algo desmentido
por las excavaciones más actuales.

Pero volvamos al valle del Indo en donde recientes excavaciones en Mohenjo Daro revelan la
existencia de una ciudad bastante floreciente ya en el año 3000 A.C. que presenta tres calles
principales, dirección norte a sur, y con una intersección de este a oeste. A pesar de la
construcción de adobe y ladrillo revela grandes progresos colectivos en las casas y calles
pavimentadas y con albañales de evacuación de aguas.
El desarrollo ciudadano en el Mediterráneo Oriental, en las civilizaciones del Egeo, Minoico-
micénica, también constituye un ejemplo a tener en cuenta en el proceso de formación de la
ciudad como centro político social, núcleo de la posterior ciudad estado en la que el Ágora se
convierte en el principal espacio público. Antes, en las ciudades previas a la invasión dórica, las
aglomeraciones urbanas presentan un trazado irregular, faltando grandes avenidas o
composiciones geométricas; la explicación reside en el repliegue necesario a la topografía del
terreno. Como diferencia entre las ciudades cretenses y las del Peloponeso, es que las primeras
no tienen fortificaciones , mientras que en Micenas y Tirinto se encuentran protegidas por
grandes muros fortificados, en donde la vida doméstica parecía estar mucho más desarrollada, lo
que indica una civilización más elevada y más libre que la de Oriente.

La casa es más compleja y confortable, estableciendo en torno a una habitación principal


llamada “megarón”, que solía tener el techo abierto para la iluminación de los anteriores y una
cisterna debajo para recoger las aguas pluviales (precedente del “impluvium” romano. Los
palacios se ubican en la ciudad adosados a una plaza y sus gobernadores no tienen carácter
divino y gobernaba sobre comunidades en cierto modo libres. (gurniac).

En Grecia los primitivos centros habitados se preocuparon, más que de la estética, de la defensa
y las facilidades para el comercio. Con el desarrollo de la democracia en las ciudades-estado
aparecen menos elementos urbanísticos que indican una colaboración más estrecha del pueblo
en los asuntos de la comunidad. A parte de los templos (orgullo de la comunidad) surgen
diversos edificios dedicados al bien público en torno al Ágora (centro vital de la ciudad y
mercado). Allí se construía el “ecclesiateron” (sala de asambleas públicas), el “bouleuterion”
(sala para asambleas municipales), el “prytaneion”( lugar de reunión de las cámaras
municipales) y la Stoa (construcción alargada que cerraba, a veces, uno de los costado del
Ágora, formada por pórticos de una o dos plantas que servían para la vida pública y el comercio.
También espacios para las diversiones: teatros, al aire libre, y estadios para juegos.

Apunta Chueca Goitia que Demóstenes dijo refiriéndose a los gloriosos días antiguos que en
la vida privada era ejemplar la moderación de los grandes hombres ya que pocos hubieran
descubierto en sus casas esplendor alguno.

Grecia legó a Occidente las bases del raciocinio moderno y el nacimiento de la “IDEA”, de la
“TEORÍA”, ofreció, lógicamente, soluciones teóricas racionales al desarrollo de la planta de la
ciudad. Hippodamos de Mileto (considerado el primer urbanista con criterio científico) a quien
se atribuye la reconstrucción del puerto del Pireo y Rodas. Crea la ciudad en cuadrícula y sobre
todo, su teoría se aplica a las nuevas colonias fundadas “ex nihilo” y fuera de toda atadura, de
tal forma que las ciudades ya estaban preconcebidas ante su emplazamiento y trazado.
Selimonte), Mainaké, Turrium, Mileto y Olyntos, forman parte, o de la reconstrucción en la que
pudo actuar, o ciudades creadas bajo su teoría.

Prienne, Cnido, Pérgamo, Éfeso, Magnesia, Geraza. En la época helenística, la profusión de


nuevas ciudades, gracias a las conquistas de Alejandro, que nacieron y mantuvieron la cultura
griega, una cultura evidentemente urbana y cosmopolita prosperaron y se desarrollaron en la
base de su economía capitalista.

Los miembros de la antigua y nueva aristocracia romana e italiana, trasladaron sus prácticas y
experiencias orientales a la propia península itálica: se aprovecharon de esclavos y trabajadores
que emigraban de Oriente y que fueron quienes posibilitaron la explotación científica de los
recursos del mundo helenístico. Así las civilización campesina romana se convirtió en una
civilización urbana. El desarrollo del urbanismo en roma fue un fenómeno gradual e
ininterrumpido, fomentado por todos los emperadores del siglo I DC (Augusto y Claudio).

Gracias al orden urbano y rica burguesía de las ciudades se cimentó el triunfo de Augusto (PAX
AUGUSTA) , el urbanismo estabilizó la situación de los Flavios y los Antoninos.

Cita Chueca Goitia a Rostovtzeff para quien el imperio romano fue un agregado de ciudades
griegas, itálicas y provinciales (más o menos helenizadas o romanizadas)

Las características de estas ciudades pasan por tener un propio autogobierno integrado en las
estructuras de una monarquía casi absoluta. El imperio Romano del siglo II fue así una mezcla
de federación de ciudades autónomas y, como decimos, un poder casi absoluto del emperador de
Roma. Las ciudades del imperio romano fueron herederas de las helenísticas de las que
tromaron sus refinamientos técnicos: alcantarillado, traída de aguas, baños, pavimentos,
servicios de incendios, mercados… Destacan, lógicamente, Roma, Alejandría, Antioquía, Éfeso,
Cartago, Lyon. Existen multitud de ciudades cuyos trazados originales proceden de pueblos
indígenas, es el caso de Numancia, o la misma Roma; otras, son ciudades helenísticas o
romanizadas que habían continuado con la tradición hipodámica, o de campamentos militares,
como León y Timgad (Numidia), es la aportación más original de los romanos en su búsqueda
de lo práctico y sencillo, con las que llevar a cabo grandes empresas coloniales. Utilizaba los
recursos del arte a propósito de impresionar más por la majestad que por la emoción estética.
Buscaba trazados regulares o geométricos y si no podía incluía organizaciones urbanístico-
arquitectónicas de gran esplendor como es el caso de Roma, cuya monumentalidad, nunca fue
superada (foros, palacios, templos, termas, anfiteatros, circos…) Del ánimo que reinara en
Roma dependía la paz del imperio.
Las ciudades de origen militar fueron las más regulares, Timgad en Numidia, a las que se
aplicaba el rectángulo legionense de 570X380 metros. En Hispania, debemos destacar el
trazado de algunas ciudades, como la referida León, o Mérida, que llegó a tener la undécima
importancia en el mundo antiguo y cuyas excavaciones nos permiten conocer un trazado militar
en un rectángulo de 9.400X350 metros y y cuyos restos de pavimentado, cloacas y trazado
permiten localizar perfectamente el Cardo y la Decumana. En otros lugares como Itálica,
Bolonia(Cádiz), Ampurias, Augustóbriga se han encontrado restos de calles porticadas, al estilo
alejandrino y que constituyen los ascendentes de las calles porticadas españolas.

4.- LA CIUDAD ISLÁMICA.

La velocidad de expansión e irradiación del islam le obliga a adaptarse a la cultura de los países
que encuentra a su paso y absorbe: no crea elementos culturales nuevos, ni formas artísticas
propias. Todo lo asimila y lo adopta e integra en la concepción de vida impuesta por una
religión rigorista y poco flexible: “una teocracia puritana”.

Los árabes avanzan por los territorios más urbanizados de la cuenca mediterránea. sería muy
posterior la creación de sus primeras ciudades, como Bagdad(750), Kairuan(670), Bucaría,
Samarcanda, El Cairo (969).

Lo que distingue a las ciudades islámicas es su semejanza, en ninguna otra cultura se encuentra
semejanza parecida. A la llegada del Islam se nota un visible empobrecimiento con relación a
complejos urbanos del mundo helenístico y de Roma. El Islam (sometidos a la ley) lanza a sus
adeptos a conquistar un mundo que convierten en un paraje empobrecido de las ciudades
antiguas. Muere el Ágora, los lugares para asambleas ciudadanas, los circos y teatros; lo único
que salvaron fueron las termas convirtiéndolas en organizaciones más modestas y dedicadas
exclusivamente al baño. Pero existe un elemento que se constituye en primordial en la ciudad
islámica: la puerta, en donde se establecen zocos y mercados (plazas del arrabal, como la plaza
mayor de Madrid, arrabal de la puerta de Guadalajara). Ibn Haldun, interpretado por Ortega y
Gasset a través de su ensayo “Abenhaldun nos revela el secreto….”, señala que la humanidad
nómada tiene una tendencia natural al sedentarismo y por ello a fundar ciudades. Sin embarg,
nuca acontece lo contrario. de tal forma, que para Abenjaldum, la civilización es consecuencia
inexorable de la cooperación que constituye un mal en sí misma: lleva al hombre a perder su
vigor y corromperse. Por otra parte destaca Ortega y Gasset de las palabras de Abenjaldum que
si los árabes tienen necesidad de piedras, arruinan las construcciones próximas y si han
menester maderas destruirán las techumbres de las casas, por la naturaleza misma de su vida
son hostiles a todo lo que signifique edificio. También cae en una concepción cíclica de la
historia al aseverar que los nómadas arrasan las ciudades cada 120 años.
E.R.Park divide a la sociedad humana en en dos estructuras diferentes: las sociedades bióticas y
las sociedades culturales. La estructura de la sociedad musulmana pertenecería a la primera,
además de ser la que menos atención ha reclamado de los historiadores del urbanismo. Robert
E. Dikinson: “ Estas ciudades, sin plano, amasijo de edificios y casas con calles llenas de vida,
que varían en anchura y dirección y se ramifican saliendo de otras principales terminan en “culs
de sac”, laberintos imposibles de descifra, son típicas de España.

5.- LA CIUDAD MEDIEVAL.

Señala Chueca Goitia como fundamental para entender el período el proceso de urbanización
inversa que se produce al fin del Imperio Romano, La civitas romana, desaparece y da lugar a
un paraje agrario que formula una nueva sociedad de carácter, en donde el vasallaje deja como
eslabón último de la cadena al agricultor campesino, que se convierte en pieza fundamental en
el proceso de creación de una nueva sociedad, y citando a Luis Díez del Corral, se produce un
“continuum”, un trabado y vívido entramado geográfico humano, que cambia el rostro urbano
de Europa.

“El carácter campesino de la cultura europea manifiestase de esta suerte en sus más diversas
facetas: en el arte, la vida eclesiástica, en la política y la organización social, en la economía y
en la vida militar. No implica tal actitud una actitud romántica de desvalorización de la ciudad
europea frente al campo. Es evidente que lo más excelso de la cultura europea ha surgido en la
ciudad y no en el campo –en menor grado, desde luego, que en el mundo antiguo o en buena
parte del oriental-; pero tratábase de una ciudades que eran campesinas por estar envueltas y
enraizadas en una sociedad de tal índole, de donde se les originó, paradójicamente, la
posibilidad de vacar a otros menesteres y desarrollar un tipo de vida y cultura “sui generis”, de
un carácter máximamente ciudadano” (Luis Díez del Corral).

La organización monástica adquiere una importancia abismal en el desarrollo de ese


“continuum”. Gran parte de la colonización agraria que se desarrolló en Europa en esta época
se debe al desarrollo de estos centros monacales. La ciudad se integra en este sistema de forma
comedida, no creándose grandes aglomeraciones urbanas. Además la ciudad como tal no nace
hasta el siglo XI y se desarrolla en los dos siguientes. El motivo esencial que da lugar al
desarrollo de esos centros ciudadanos es el comercio y la industria. El nacimiento de una clase
burguesa que necesita franquicias para desarrollar su negocio, y a pesar de estar en contra del
orden feudal

También podría gustarte