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5 (2007), 101-138
[ISSN: 1659-0139]
Resumen Abstract
En este artículo analizo la relación en- In this article I analyze the relation-
tre movimientos sociales de mujeres, jus- ship between women social movements,
ticia y la comunicación de nuevas formas justice and the communication of new
de delito sexual corporativo en Argentina. forms of corporate sexual crime in Ar-
El artículo focaliza en una dimensión fun- gentina. The article focus on one funda-
damental de la vida política, la constitu- mental dimension of the political life, the
ción de la autoridad pública en relación al constitution of public authority in relation
respeto por el sistema de derechos duran- to the respect for the law in force dur-
te el proceso de instrucción de la causa ing the preliminary investigation of the
por violación seguida de muerte de María rape followed by death of María Soledad
Soledad Morales en la provincia argentina Morales in the province of Catamarca in
de Catamarca en 1990 documentados 1990 documented by the press. The
por la prensa. El análisis de las noticias de analysis of news published by the news-
los diarios muestra que altos funcionarios papers showes that instead of contrib-
del poder ejecutivo, de la policía y del sis- uting to clear up of the circumstances of
tema judicial en lugar de contribuir con el the crime, high officers of the Executive
esclarecimiento del crimen, colaboraron power, the police force and the judicial
con las operaciones de encubrimiento system collaborated with cover up op-
de los miembros de la pandilla. En esta erations of the gang members. In that
1 Socióloga doctorada por la Universidad Libre de Berlín. Investigadora y docente del Instituto Latino-
americano de la Universidad Libre de Berlín y profesora visitante de las Universidades de Tarapacá y 101
Católica del Norte de Chile. Correo electrónico: ClaudiaLozano@daad-alumni.de.
Claudia Lozano
Introducción
8 “Algo podrido agita a Catamarca desde 9 “La causa judicial”: Clarín, 11.08.1997, p.35.
la violación de la estudiante”: Página/12, 10 “Justicia”: Página/12, 28.02.1998, p.1.
22.09.1990, p.8; Laborda Fernando: “Preocu- 103
pa al gobierno nacional el crimen de la joven 11 Idem.
siones sexuales, que dependen tanto ocurridos en otras naciones del con-
del texto legal como de otros meca- tinente, como México y Guatemala.
nismos legales y extralegales que in-
tervienen en la definición de si hubo
o no hubo delito16 Este autor afirma
que pueden imaginarse mecanismos Violencia y modelos
que reduzcan las arbitrariedades del de autoridad
sistema de justicia penal, pero que
es ilusoria la posibilidad de igualar el
tratamiento de los delitos sexuales Las instituciones públicas y los
en el marco de un poder de justicia medios argentinos han sido par-
básicamente ajeno a las mujeres.17 te de la historia de la violencia y del
La justicia penal no es ajena a la so- crimen. En la actualidad, estudio-
ciedad, sino que refleja las relaciones sos y periodistas informan periódi-
de fuerza tal como estas se dan entre camente sobre el hecho de que las
distintos grupos sociales.18 mujeres,19 jóvenes,20 trabajadores21
la violencia sexual y a los derechos 20 Para la relación entre delincuencia juvenil, ocu-
pación, lazos familiares y barriales ver, Kessler,
civiles en los años 1990 y 1991. Fina- Gabriel: “De proveedores, amigos, vecinos y
lizaré el artículo con una conclusión barderos: acerca del trabajo, delito y sociabi-
lidad en jóvenes del Gran Buenos Aires”. En:
relativa al papel de los movimientos Juventud: exclusión y violencia. México, D. F.:
sociales en relación con la capacidad CIESAS, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, pp. 60-84;
efectiva de la justicia para resolver para un análisis de la relación entre agencias
conflictos derivados de la rutinización estatales y privadas y reintegración de jóvenes
que delinquieron a la sociedad Míguez, Da-
y la espectacularización y los vincula- niel. “Inscripta en la piel y en el alma: Cuerpo
ré con los casos criminales similares e Identidad en Profesionales, Pentescostales
y Jóvenes Delincuentes”. En: Reiligao en So-
ciedade. Vol. 22, Nr. 1, 2002, pp.21-56.
16 Idem, p.229. 21 Para una historia de la relación entre delin-
17 Idem. cuencia, penalización y culturas populares
106 ver por ejemplo, Caimari, Lila. Apenas un
18 Idem. delincuente: crimen, castigo y cultura en la
39 Caldeira, op. cit., pp. 141-144 43 Ver por ejemplo, Van Dijk, Teun. Racismo y el
110 discurso político de las elites. Barcelona: Ge-
40 Sain, op. cit., pp.20-22 disa, 2003.
La justicia penal codifica los deli- 57 Bovino, Alberto. “Delitos sexuales y justicia
tos sexuales como actos que expre- penal”. En: Las trampas del poder punitivo.
El género del derecho penal. Buenos Aires:
san un conflicto restringido en la rela- Biblos, 2000, p. 221.
ción entre dos personas, establecida
114 58 Idem, p.221.
59 Idem.
los por las calles, los culpables ideológico que hace responsables a
deben ser castigados’, dicen los las mujeres de su propia opresión.
padres de los compañeros de En la nueva narración, la aceptación
María Soledad (…) del destino de sometimiento de las
mujeres visible en los rituales colec-
Hace quinientos años la fe tivos correspondientes al duelo y a la
en nuestro Señor llegó a nuestra expectativa de sumisión frente a un
bendita tierra y es nuestro mayor modelo de autoridad paternalista y
tesoro que nadie nos podrá arre- moralizante dramatizado por el go-
batar’, se insiste en cada marcha bernador y el comisario, es cuestio-
que termina frente a la catedral nado por la Hermana Martha Pelloni,
de la Virgen del Valle. la directora de la escuela y por los
padres de las alumnas. A diferencia
En el hall del Colegio del Car- del editorialista del diario El Ancasti,
men y San José están las fotos quien en el artículo citado previamen-
de la primera marcha (…) ‘Por te, destaca que los organizadores
nuestra compañera María Sole- de las marchas querían distinguirse
dad pedimos justicia’. Se reunie- a través de un cambio de estilo ex-
ron entonces unas mil personas. presivo y de presentación pública de
En la segunda ya eran tres mil sus metas –reconocimiento mutuo,
quinientas las convocadas por la respeto por los derechos civiles y por
comisión de padres y el obispo las diferencias-, métodos racionales
llegó a opinar que algo raro su- –diálogo, reflexiones, investigaciones
cedió en Catamarca. El gober- de los hechos-, el periodista de Bue-
nador se puso nervioso, pegó un nos Aires privilegia otros aspectos.
manotaso [sic] sobre su mesa y
sangró por la nariz al saber que Ernesto Tenenbaum destaca que
habían sido diez mil las perso- la convocatoria hecha por la Herma-
nas que marcharon tomadas de na Marta Pelloni a los padres de las
la mano y en silencio la tercera alumnas fue un acto basado en la ac-
semana. La bola de nieve creció titud de una mujer, que no está orien-
hasta reunir quince mil de los no- tada ni por el interés personal – fue al
venta mil catamarqueños el últi- rectorado para morirse -, ni por la fe
mo jueves(…)”.68 religiosa –suspendió los rezos-, pero
no explica qué orienta sus actos, más
Focalizar en los actos y en las ex- allá de un cambio circunstancial de la
presiones de las autoridades permite rutina. Mi pregunta es, ¿qué es en-
redefinir el eje del conflicto personal tonces, desde el punto de vista del
y mostrar cómo la violencia refuer- diario Página/12, lo que diferencia el
za lealtades y el entramado social e accionar y las metas de los organi-
zadores de las Marchas de las reac- 123
68 Idem.
de los afectos, fervor numérico, sen- una construcción del poder basada
saciones de presión, presencia cre- en los abusos y las trasgresiones.
ciente y desafiante de las masas.
Este registro de los hechos se vincula En un artículo titulado “Catamar-
al modelo periodístico basado en la ca. Una sociedad contra el poder”,
exigencia de transparencia de los ac- aparecido en el mes de enero de
tos de los funcionarios públicos, so- 1991, su autor, el sociólogo Alberto
bre la que volveré luego. Tasso describe al crimen de María
Soledad Morales69 rompiendo con el
En lo que sigue me ocuparé de eje “centro-periferia”, “capital-provin-
mostrar, cómo explica la prensa a tra- cias”, “orden-caos” al que persisten-
vés de las noticias, las cartas de lec- temente refieren los diarios de circu-
tores y los artículos editoriales, qué lación nacional:
motiva el crimen sexual y cómo se ar-
ticula con la construcción de poder. “...Puesto que ciertas cosas
pueden suceder hasta en los lu-
gares que, convencionalmente
llamamos “apartados” el reflujo
Historia criminal de las noticias introduce vuelta
y economía política y vuelta topónimos correspon-
dientes a parajes, regiones o
países secundarios respecto de
Durante los primeros meses de aquellos otros sitios donde se
instrucción de la causa, la prensa dio deciden los destinos (...) Que los
cuenta de la relación intrínseca entre lugares centrales parezcan próxi-
abusos de autoridad y delito organi- mos y los “laterales” distantes es
zado en Catamarca. Pasados esos consecuencia de un reflejo de
meses, el diario El Ancasti y el diario hipersensibilidad hacia la gran-
Página/12 dedicaron una serie de ar-
tículos al papel de los medios nacio- 69 Catamarca está atravesada por 4 cordones
montañosos que registran alturas entre 2000
nales, al contexto social y político lo- y 6000 y ocupan más del 70 % del territorio
cal y los vincularon con la historia de provincial. El 30 % restante del territorio lo
constituye una franja o valle bajo de clima sub-
la violencia y del sometimiento sexual tropical con estación seca donde está ubica-
de las mujeres. Para facilitar la expo- da la ciudad Capital y donde se concentran
dos tercios (cerca de 250.000) de la población
sición voy a comenzar con el análisis
provincial (340.000 en 2001) compuesta por
de un artículo periodístico que plantea inmigrantes europeos y árabes y población
la relación marginal de las provincias mestiza mezcla de indígenas y españoles. El
40% de la población económicamente activa
respecto de los centros del poder. esta empleada en 1990 en el sector público
Luego retornaré la mirada hacia artí- Fuente: Censo Nacional de Población y Vivien-
da). En Catamarca había en 1990 32 partidos
culos previos que dan cuenta preci- políticos registrados en la Secretaría Electoral
samente de la crisis de autoridad de conforme a una nota publicada por el diario El 125
Ancasti, el 27.01.91 en la página 3.
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