Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Niño Enterrado PDF
Niño Enterrado PDF
de SAM SHEPARD
PERSONAJES
DODGE cerca de 70 años
HALIE su mujer, 65 años
TILDEN su hijo mayor
BRADLEY el hijo siguiente, amputado
VINCE hijo de Tilden
SHELLY, novia de Vince
PADRE DEWIS ministro protestante
PRIMER ACTO
HALIE: ¿Dodge? (DODGE MIRA LA TV. PAUSA. DOS TOSES) ¿Dodge? ¿Querés una
pastilla?
(EL NO CONTESTA. TOMA LA BOTELLA Y OTRO TRAGO. VUELVE A ESCONDER
LA BOTELLA Y SE CUBRE EL CUELLO CON LA FRAZADA)
HALIE: Ya sabés lo que te pasa, no? Es la lluvia. El tiempo. Es eso. Siempre, siempre
que te pasa esto es por la lluvia. Empieza a llover y vos empezás con la tos. (PAUSA)
¿Dodge? (EL NO CONTESTA. SACA UN PAQUETE DE CIGARRILLOS DE SU
SWEATER Y ENCIENDE UNO. MIRA TV. PAUSA) Deberías ver cómo se ve desde
aquí arriba. Cómo se la ve caer. Azul. El puente está casi inundado. ¿Cómo está allí
abajo, Dodge? (EL MIRA HACIA EL PORCHE. VUELVE HACIA EL TV.)
DODGE:(A SI MISMO) Una catástrofe.
HALIE:¿Qué? ¿Qué dijiste, Dodge?
DODGE: (MAS FUERTE) Para mí no es más que lluvia. Como la lluvia de siempre.
HALIE: Pero claro que es lluvia. Te pasa algo, Dodge? (PAUSA) Si no me contestás,
en cinco minutos bajo!
DODGE: No bajes.
HALIE: ¿Qué?
DODGE: Que no bajes! (TIENE OTRO ATAQUE DE TOS. SE DETIENE)
HALIE: Tendrías que tomar una pastilla y listo. Terminar con eso de una buena vez.
(EL TOMA DE NUEVO LA BOTELLA. OTRO TRAGO. LA ESCONDE OTRA VEZ)
HALIE: No es Cristiano, pero funciona. No sabemos si es Cristiano. Hay cosas que los
ministros no saben contestar. Yo no le veo nada de malo. El dolor es el dolor. Así de
simple. El sufrimiento es otra cosa. Completamente. Una píldora es una posibilidad tan
buena como cualquier otra. ¿Dodge? (PAUSA) ¿Qué estás mirando? No mires nada
que te excite. Nada de carreras de caballos.
DODGE: No hay carreras los domingos!
HALIE: Me asombra que todavía tengamos esas leyes. Es sorprendente. Yo hubiera
pensado que en esta época habría carreras hasta en Navidad. Con un árbol lleno de
lucecitas en la línea de llegada.
DODGE: No.(GESTO DE DISGUSTO HACIA LA ESCALERA. SIGUE CON EL
TELEVISOR.)
HALIE: Una vez fui. Con un hombre.
DODGE: (IMITÁNDOLA) Ah, con un “hombre.
HALIE: ¿Qué?
DODGE: Nada.
HALIE: Un hombre maravilloso. Un criador.
DODGE: ¿Un qué?
HALIE: UN criador. Sabía de todo. Ganaba un montón de dinero en esa época.
DODGE: ¿Qué?
HALIE: Dinero. Yo creo que ganaba todas las carreras.
DODGE: Ah, si? ¿Y cuándo fue?
HALIE: Mucho antes de que te conociera. Era verano, un sol brillante, todo lleno de
flamingos y buganvillas y palmeras.
DODGE: (LA IMITA) Buganvillas y palmeras.
HALIE: No me acuerdo en qué lugar era.
DODGE: Y nunca te puso una mano encima, me imagino. (PAUSA) ¿Halie?(PAUSA)
HALIE: ¿Vas a salir hoy?
DODGE: (REFIRIÉNDOSE A LA LLUVIA) ¿Con esto?
HALIE: Te estoy haciendo una pregunta muy sencilla.
DODGE: Casi no salgo cuando hay un sol brillante. ¿Cómo voy a salir con esta lluvia?
HALIE: Te pregunto porque hoy no voy a ir de compras. Si necesitás algo vas a tener
que pedírselo a Tilden.
DODGE: Tilden no está!
HALIE: Está en la cocina.
DODGE: Está bien.
HALIE: Qué?
DODGE: Que está bien!
HALIE: No grites. Te va a volver la tos. Pedile a Tilden lo que necesites y él te lo va a
comprar. Bradley va a venir más tarde.
DODGE: ¿Bradley?
HALIE: Sí. A cortarte el pelo.
DODGE: Yo no necesito que me corten el pelo.
HALIE: No te va a doler.
DODGE: No necesito.
HALIE: Hace más de dos semanas que no te corta.
DODGE: No necesito!
HALIE: Yo me encuentro con el Padre Dewis a almorzar. Vuelvo a las cuatro, como
máximo.
DODGE: La última vez me dejó casi pelado! Y yo estaba dormido! Me desperté y ya se
había ido! Hablá con él!
HALIE: Yo no tengo la culpa!
DODGE: Vos se lo hiciste hacer.
HALIE: ¿Yo?
DODGE: Sí! Habías planeado uno de tus estúpidos encuentros. Había tiempo apenas
como para arreglar un poquito al cadáver. Qué raro que no me hiciste poner una pipa
en la boca. Eh? ¿Y un sombrerito de paja? O si no, un diario acomodado en las faldas.
HALIE: Siempre pensando lo peor de la gente.
DODGE: ¿Esto? Es lo menos malo.
HALIE: Me paso el día escuchando cosas así. Ya basta!
DODGE: Decile. Va a ser mejor.
HALIE: Decile vos. Es tu hijo.
DODGE: Me lo cortó mientras yo dormía.
HALIE: Bueno, no lo va a volver a hacer. Te prometo que no lo va a hacer sin tu
consentimiento.
DODGE: Ni sé para qué viene aquí.
HALIE: Siente que es responsable.
DODGE: De mi pelo?
HALIE: De tu aspecto.
DODGE: Que se olvide de mi aspecto! Yo mismo me voy a olvidar! En realidad,
desaparecí. Soy un hombre invisible.
HALIE: No seas ridículo.Tilden te va a cuidar.
DODGE: Tilden no me va a proteger de Bradley!
HALIE: Sí, es el mayor.
DODGE: No se puede proteger a sí mismo.
HALIE: Hablá más bajo. Te va a escuchar. Está en la cocina.
DODGE: (A LOS GRITOS) Tilden! Vení acá!
HALIE: ¿Qué hacés?¡Cómo te gusta armar lío!
DODGE: Tilden!
HALIE: Es terrible! Estas son las cosas que llevan a la gente al límite de la tolerancia!
DODGE: Tilden! Tilden!
HALIE: Por Dios!
(DODGE EMPIEZA CON UN ATAQUE VIOLENTO DE TOS CUANDO TILDEN
ENTRA DE IZQUIERDA CON LOS BRAZOS LLENOS DE TRIGO FRESCO. TILDEN
LLEVA BOTAS PESADAS, CON BARRO, PANTALONES DE TRABAJO VERDE
OSCUROS, CAMISA Y BUZO MARRÓN GASTADO. CORTE DE PELO AL CEPILLO
MOJADO POR LA LLUVIA. HAY ALGO EN ÉL QUE ESTÁ PROFUNDAMENTE
QUEBRADO Y DESCOLOCADO. SE PARA EN EL CENTRO Y MIRA A DODGE
HASTA QUE SE LE PASA EL ATAQUE DE TOS. DODGE LO MIRA LENTAMENTE.
MIRA EL TRIGO. LARGA PAUSA MIENTRAS SE MIRAN)
HALIE: Dodge, tomá esa píldora solo porque nadie te va a obligar. (LOS HOMBRES
LA IGNORAN)
DODGE: ¿De dónde sacaste eso?
TILDEN: Lo recogí.
DODGE: Todo eso? (TILDEN ASIENTE) ¿De dónde?
TILDEN: De allá atrás.
DODGE: Atrás, ¿dónde? Si allí no hay nada.
TILDEN: Hay trigo.
DODGE: Hace 35 años que no hay trigo allí. Yo lo planté la última vez.
TILDEN: Hay trigo allí afuera.
DODGE:Halie!!
HALIE: Qué, querido?
DODGE: Tilden entró un montón de trigo! ¿Hay trigo ahí atrás?
TILDEN: (PARA SI) Hay toneladas.
HALIE: Que yo sepa...Hace 35 años que no hay.
DODGE: Es lo que yo digo. 35 años.
TILDEN: Allí afuera hay.
DODGE: Volvé a llevarlo al lugar de donde lo sacaste!
TILDEN: (LUEGO DE PAUSA) Ya está recogido. Lo recogí bajo la lluvia. Ya no se
puede volver a ponerlo en su ligar.
DODGE: Nunca tuve problemas con los vecinos. En 57 años. Ni sé quiénes son los
vecinos. NI me importa. Andá y dejalo donde estaba. (TILDEN LO MIRA. LUEGO SE
LE ACERCA Y LE TIRA TODO EL TRIGO ENCIMA Y DA UN PASO ATRAS. DODGE
MIRA EL TRIGO Y LUEGO A TILDEN. PAUSA)
DODGE: ¿Estás bien, Tilden?Contame si te pasa algo. Soy tu padre.
TILDEN: No me pasa nada.
DODGE: Supe que tuviste problemas en Nueva México y que por eso volviste.
TILDEN : No tuve ningún problema.
DODGE: Tu madre me dijo. (TILDEN SACA TABACO PARA MASCAR DE LA
CHAQUETA Y MUERDE) No me hagas repetir lo que me dijo.
TILDEN: ¿Puedo traer mi silla de la cocina?
DODGE: ¿Qué?
TILDEN: ¿Puedo traer mi silla de la cocina?
DODGE: Sí, claro. Traela. (TILDEN SALE. DODGE TIRA EL TRIGO AL PISO.
EMPUJA CON RABIA LA FRAZADA A UN EXTREMO DEL SOFÁ Y SE TOMA OTRO
TRAGO. ENTRA TILDEN CON UN BANQUITO DE ORDEÑAR Y UN BALDE.
DODGE ESCONDE LA BOTELLA ANTES DE QUE TILDEN LA VEA. TILDEN PONE
EL BANQUITO AL LADO DEL SOFÁ Y EL BALDE FRENTE A ÉL EN EL PISO.
EMPIEZA A RECOGER LAS ESPIGAS DE A UNA Y LAS DESCASCARA. TIRA LAS
CASCARAS AL CENTRO DEL ESCENARIO Y DEJA CAER LA SEMILLA EN EL
BALDE.)
DODGE: Es trigo bueno.
TILDEN: Del mejor.
DODGE: Es una especie híbrida?
TILDEN: No sé. Vos lo plantaste.
DODGE: Tilden, mirá, no te podés quedar aquí para siempre. Eso lo sabés, no?
TILDEN : NO lo voy a hacer.
DODGE: Ya sé. Eso no me preocupa. Me preocupo por lo que vas a hacer.
TILDEN: No estás preocupado por mí?
DODGE: No.
TILDEN: ¿Tampoco lo estabas cuando yo no estaba aquí?
DODGE: No. Tampoco.
TILDEN: Deberías haber estado preocupado.
DODGE: ¿Por qué? No habrás hecho nada malo allí, no?
TILDEN: No.
DODGE: ¿Y por qué debería haberme preocupado?
TILDEN: Porque me sentía solo.Mas solo que nunca antes.
DODGE: Y eso, ¿por qué?
TILDEN: ¿Me podés dar un poco del whiskey que tenés debajo del sofá?
DODGE: NO tengo.
TILDEN : Sí que tenés.
DODGE: No!No te metas con mis cosas. Por Dios! Llegás a casa, así, de la nada, hace
20 años que no sabemos nada de vos y te ponés a hacer acusaciones.
TILDEN : Yo? Acusaciones?
DODGE: Sí, me acusás de esconder whiskey debajo del sofá!
TILDEN: No te acuso.
HALIE: Dodge!
DODGE: Ahora ella ya se enteró.
TILDEN: NO se enteró de nada.
HALIE: Dodge, ¿estás hablando solo?
DODGE: Estoy hablando con Tilden!
HALIE: Tilden está allí abajo?
DODGE: Está aquí!
HALIE: ¿Cómo?
DODGE: Que está aquí!!
HALIE: Y qué hace?
DODGE: NO le contestes.
TILDEN : Yo no estoy haciendo nada malo.
HALIE: Qué está haciendo allí?
DODGE: No le contestes.
TILDEN : No.
HALIE: Dodge! (LOS HOMBRES SE SIENTAN EN SILENCIO. DODGE PRENDE UN
CIGARRILLO. TILDEN SIGUE CON EL TRIGO Y ESCUPE TABACO EN LA
SALIVADERA)
HALIE: Dodge! No estará bebiendo, no? Tenés que vigilar que no beba. Es
responsabilidad tuya. El no se puede cuidar, de manera que tenemos que cuidarlo
nosotros. Si tuviéramos mucho dinero podríamos mandarlo a alguna parte. Pero no
tenemos. Nunca vamos a tener. Por eso tenemos que mantenernos sanos. Vos y yo.
Nadie nos va a cuidar. Bradley no lo va a hacer. Apenas puede con él. Siempre tuve la
esperanza de que Tilden lo cuidara cuando fueran viejos. Después que Bradley perdió
la pierna. Finalmente Tilden es el mayor. Pero nunca me imaginé que tuviera tantos
problemas. Tilden era un americano tipo. Un fullback. O delantero. No me acuerdo.
TILDEN: Fullback. (SIGUE DESCASCARANDO)
HALIE: Entonces, cuando Tilden se transformó en un problema, deposité mis
esperanzas en Ansel. No era tan lindo pero era inteligente. Quizá el más inteligente.
Más que Bradley, seguro. Y Bradley fue y se cortó la pierna con una sierra. Yo creo que
era más inteligente que Tilden también. Sobre todo después que Tilden se metió en ese
problema. No hace falta tener seso para hacerse meter preso. Claro que cuando Ansel
murió, eso nos dejó solos. Como si se hubieran muerto todos. Era el más vivo. Hubiera
ganado un montón de plata. Un montón.
(ENTRA HALIE LENTAMENTE DESDE LA PARTE SUPERIOR DE LA ESCALERA Y
SIGUE HABLANDO. BAJA LOS ESCALONES DE A UNO. VESTIDA TODA DE
NEGRO, COMO DE LUTO. SOMBRERO CON VELO, GUANTES NEGROS LARGOS.
PELO BLANCO. SIGUE HABLANDO SIN NOTAR A LOS DOS HOMBRES QUE
SIGUEN FUMANDO Y DESCASCARANDO TRIGO)
HALIE: Nos hubiera cuidado a los dos. Era así. Era un héroe. No lo olvides. Un
auténtico héroe. Fuerte. Audaz. Y muy inteligente. Ansel hubiera sido un gran hombre.
Lo único que lamento es que no haya muerto en acción. Un hombre así, un soldado, no
puede morirse en un motel. Hablé con el Padre Dewis para ponerle una placa a Ansel y
está de acuerdo. Lo conoció cuando jugaba al basketball. Ansel era su jugador
favorito. El Padre recomendó que la Municipalidad le hiciera una estatua a Ansel. Una
estatua alta, grande con una pelota de basket en una mano y un rifle en la otra.
(LLEGA AL PIE DE LA ESCALERA Y EMPIEZA A DAR VUELTAS POR EL LUGAR
TODAVIA CON LOS GUANTES, CEPILLÁNDOSE EL VESTIDO Y SIGUE
HABLANDO) Por supuesto que todavía estaría vivo si no se hubiera casado con una
católica. La Mafia. Cómo nunca se dio cuenta no lo puedo comprender. Hasta Tilden se
dio cuenta y se lo dijo varias veces. Las mujeres católicas son la encarnación del
Diablo. Y no quería escuchar. Ciego de amor estaba. Yo me daba cuenta. Todos. Te
acordás que el casamiento parecía más un funeral, con todos esos italianos de pelo
engrasado y olor a colonia barata. Yo creo que hasta el cura tenía revolver en la
cintura. Yo sabía que nunca regresaría de la luna de miel. Lo besé y me pareció que
besaba un cadáver. Todo blanco. Frío. Los labios azules helados. El nunca besaba así.
Entonces supe que ella lo había maldecido. Le había robado el alma. En los ojos de
ella, se veía. Con la mirada, me lo dijo. Me dijo que iba a matar a mi hijo en su cama. Y
no pude hacer nada. El se iba con ella pensando que era libre. Que era amor. No podía
decirle que ella era una bruja. Me hubiera odiado. No lo hubiera soportado. Que me
odiara en su lecho de muerte. Tuve que dejarlo ir. Lo miré irse. Subir a la limusina con
ella. Vi cómo su rostro desaparecía detrás del vidrio. (SE DETIENE DE GOLPE. MIRA
LAS CASCARAS DEL TRIGO. MIRA EL LUGAR COMO SI RECIÉN SE
DESPERTARA. SE DA VUELTA Y MIRA FIJO A TILDEN Y A DODGE QUE SIGUEN
SENTADOS CALMOS.)
HALIE: Qué hace todo esto en mi casa! (PATEA LAS CASCARAS) ¿Qué es esto?
(TILDEN DEJA DE DESCASCARAR Y LA MIRA) Dodge, y vos lo impulsás!
DODGE: ( NUEVAMENTE SE TAPA CON FRAZADA) Vas a salir con esta lluvia?
HALIE: No llueve. (TILDEN EMPIEZA A DESCARAR)
DODGE: No llueve en la pista del hipódromo.
HALIE: ¿Estuviste tomando esas píldoras que te hacen decir cualquier cosa? Tilden!
TILDEN: No tomó nada. (ELLA BUSCA EN LA MESA DE LUZ)
HALIE: ¿Cuáles tomaste?
TILDEN: Ninguna. Yo estuve con él.
HALIE: Entonces tomaron algo los dos.
TILDEN: Yo estoy con el trigo.
HALIE: ¿De dónde sacaste todo ese trigo?
DODGE: Las cosas siguen su curso mientras vos estás allá arriba, sabés? El mundo no
se detiene. El trigo sigue creciendo. La lluvia cae.
HALIE: Yo sé lo que pasa en el mundo a mi alrededor! Muchas gracias. Ocurre que
desde arriba tengo una mejor visión. De todo el terreno trasero desde mi ventana. Y no
hay trigo. Nada de trigo!
DODGE: Tilden no mentiría.
HALIE: ¿Qué significa este trigo, Tilden?
TILDEN: Un misterio para mí. Estaba allí atrás. Y llovía. Y no tenía ganas de entrar.
Tampoco sentía el frío. Ni me importaba la humedad. Caminaba. Estaba barroso pero
no me importaba. Y levanté la vista y vi el trigo. Estaba parado en medio del trigo.
HALIE: Una de dos: lo robaste o lo compraste. Lo robaste!
TILDEN: No lo robé. No quiero que me echen de aquí como me echaron de Nueva
Mexico.
HALIE: Te vamos a echar de esta casa si no decís de dónde lo sacaste. (TILDEN
EMPIEZA A LLORAR SUAVEMENTE PERO SIGUE DESCASCARANDO. PAUSA)
DODGE: ¿Por qué le dijiste eso? ¿Qué importa de dónde lo sacó?
HALIE: La culpa es tuya! Vos sos el que se tiene que ocupar de esto! Supongo que
habrá resultado cómico, un buen chiste, cubrir la casa de cascaras de trigo. Mejor
limpien esto antes de que lo vea Bradley. No le gusta que la casa esté hecha un lío. Ya
sabés cómo se pone.
DODGE: Si no vive acá.
HALIE: Pero nació acá. La casa es tan suya como nuestra.
DODGE: Nació en un chiquero, no acá. Este no es su lugar.
HALIE: No digas eso! Yo no sé qué te pasa, Dodge. Te has convertido en un mal
hombre. Antes eras bueno. Cómo podés estar tan podrido como para decir una cosa así
de alguien que es carne de tu carne y sangre de tu sangre.
DODGE: El no es de mi carne ni de mi sangre. Mi carne y mi sangre está enterrado en
el terreno trasero! (SE CONGELAN. LARGA PAUSA. LOS HOMBRES LA MIRAN)
HALIE: Suficiente, Dodge. Ahora me voy. Me voy a almorzar con el Padre Dewis. Le
voy a pedir un monumento. O una estatua. O al menos una placa. Si necesitás algo,
pedile a Tilden. Es el mayor. Dejé dinero en la mesa de la cocina. (ABRE LA PUERTA)
Todavía llueve. Me encanta el olor cuando para de llover. No quiero retrasarme.
(SALE Y CIERRA LA PUERTA. SE LA VE TODAVÍA EN EL PORCHE A MEDIDA
QUE CRUZA HACIA LA PUERTA DE LA IZQUIERDA. SE DETIENE Y LE HABLA A
DODGE SIN MIRARLO)
HALIE: Dodge, decile a Tilden que no salga al terreno de atrás más. No lo quiero ahí
atrás bajo la lluvia.
DODGE: Decíselo vos.
HALIE: A mí nunca me escucha ni me escuchó jamás.
DODGE: Está bien.
HALIE: Hay que contralarlo como siempre. Sigue siendo un chico.
DODGE: Yo lo voy a hacer.
HALIE: Bien. (CRUZA A PUERTA IZQUIERDA, TOMA UN PARAGUAS Y SALE.
PAUSA. TILDEN DESCASCARA TRIGO Y MIRA EL BALDE. DODGE PRENDE UN
CIGARRILLO Y MIRA TV )
TILDEN: No tendrías que haberle dicho lo que le dijiste.
DODGE: Y vos qué sabés de eso?
TILDEN: Yo sé. Sé todo. Todos sabemos.
DODGE: Qué más da. Todos saben y todos olvidan.
TILDEN: Ella no. Para una mujer es diferente. Ella no podría olvidarse de una cosa
así.
DODGE: No quiero hablar de nada. Ni de los problemas, ni de cosas que pasaron hace
50 ni 30 años ni de la última vez que sembré trigo. No quiero hablar!
TILDEN: Si uno no quiere morirse, tiene que hablar.
DODGE: ¿Quien te dijo eso?
TILDEN: Una vez me pasó. Pensé que estaba muerto, pero sólo había perdido la voz.
Estaba solo y pensé que me había muerto.
DODGE: ¿Por qué volviste aquí?
TILDEN: No sabía dónde ir.
DODGE: Sos un hombre grande. No es natural que necesites a tus padres a tu edad. Y
nosotros no podemos ayudarte de todos modos. ¿No podés encontrar algo de qué vivir
allá? ¿Para qué volviste? ¿No pensarás que vamos a darte de comer eternamente?
TILDEN: No tenía otro lugar donde ir. No sabía qué hacer. (SE PONE DE PIE)
DODGE: ¿Dónde vas?
TILDEN: Afuera. Atrás.
DODGE: No escuchaste lo que ella te dijo. No te hagas el sordo.
TILDEN: Me gusta estar ahí afuera.
DODGE: ¿Bajo la lluvia?
TILDEN: Especialmente bajo la lluvia. Me gusta la sensación.
DODGE: Tenés que cuidarme.
TILDEN: ¿Qué necesitás?
DODGE: Nada. Pero puedo necesitar algo en cualquier momento. (EMPIEZA A
TOSER)
TILDEN: Si necesitás algo, me pegás un grito. (VA A LAS PASTILLAS) ¿Querés una?
(DODGE TOSE CON MAS VIOLENCIA Y SE TIRA CONTRA EL RESPALDO
TOMÁNDOSE LA GARGANTA. TILDEN SE QUEDA DE PIE IMPOTENTE)
DODGE: Agua! Conseguime agua!
(TILDEN CORRE A IZQUIERDA Y SALE. DODGE ALCANZA LAS PASTILLAS,
TIRANDO ALGUNAS BOTELLITAS AL PISO MIENTRAS TOSE
ESPASMÓDICAMENTE. TOMA ALGUNAS Y SE LAS TRAGA. VUELVE TILDEN
CON AGUA. DODGE LA BEBE. CEDE LA TOS)
TILDEN: ¿Estás mejor ahora?
(DODGE ASIENTE. TOMA MAS AGUA. TILDEN SE LE ACERCA MAS. DODGE
APOYA EL VASO EN LA MESA DE LUZ. CASI SE LE HA IDO LA TOS)
TILDEN: ¿Por qué no te acostás un rato? Descansá un poquito.
(TILDEN LO AYUDA A RECOSTARSE EN EL SOFÁ Y LO CUBRE CON FRAZADA)
DODGE: ¿No te vas a ir afuera, no?
TILDEN : No.
DODGE: No quiero despertarme y no encontrarte.
TILDEN: Voy a estar aquí. (LO ARROPA CON LA FRAZADA. TRATA DE SACARLE
LA GORRA DE BASEBALL)
DODGE: ¿Qué hacés? ¡Dejame eso puesto! ¡Es mi gorra!
TILDEN : (OBEDECE) Ya sé.
DODGE: Bradley me va a afeitar la cabeza si no la tengo puesta. Es mía.
TILDEN: Ya sé que es tuya.
DODGE: Quedate conmigo.
TILDEN : Me voy a quedar. (SE SIENTA EN EL BANQUITO)
DODGE: No salgas. No hay nada afuera. Todo está aquí adentro. Apagá el televisor.
(TILDEN LO APAGA) Dejalo apagado.
TILDEN : Lo voy a dejar así.
DODGE: Cuando me duerma, podés encenderlo. Y ver el partido.
SEGUNDO ACTO
TERCER ACTO
SHELLY: Esto le va a cambiar la vida, Abuelo. ¿No le importa que le diga así, no? No
le gustó cuando Vince le dijo así pero usted casi no lo conoce.
DODGE: Viste cómo se fue al pueblo con mi plata y desapareció.
SHELLY: No se preocupe que va a volver. (SE ARRODILLA CERCA DE ÉL Y LE
PONE EL TAZÓN EN LAS FALDAS)
DODGE: Ya es de mañana y no sólo no me trajo la botella. ¡También se quedó con la
plata!
SHELLY: Trate de tomar esto,¿eh? Que no se le caiga.
DODGE: ¿Qué es?
SHELLY: Caldo de carne. Le va a dar calor.
DODGE: ¡Caldo! Sacame esto de acá.
SHELLY: Acabo de preparárselo.
DODGE: No me importa que te hayas pasado una semana cocinándolo. No lo voy a
tomar. (SE LO DA) ¿Qué sabés vos de lo que me hace bien o mal?
(SHELLY SE ALEJA AL PIE DE LA ESCALERA Y SE TOMA EL CALDO)
DODGE: ¿Sabés qué me haría bien a mí? Un masajito. Un contacto.
SHELLY: Ah,no. Tuve demasiado contacto últimamente. Gracias de todos modos.
DODGE: ¿Por qué no? No tenés nada mejor que hacer. Ese chiquilín no va a volver.
SHELLY: Va a volver. Se dejó la trompeta aquí.
DODGE: ¿Qué trompeta? Vos sos su trompeta.
SHELLY: Muy gracioso. Pero va a volver.
DODGE: Mirá que sos graciosa. Estás tan llena de fe y esperanza. Los que creen,
como vos, son todos iguales. Sea en Dios o en un hombre, tienen fe. O en una mujer, o
en la tierra o en algún futuro.
SHELLY: Me alegra que haya dejado de llover.
DODGE: Eso digo. ¿Ves? Te alegrás y pensás que todo va a cambiar. Sólo porque
salió el sol.
SHELLY: Ya me siento diferente. Anoche tenía miedo.
DODGE: ¿De Bradley? Es un pelele.Lo que hay que hacer con él es agarrarle la
pierna y tirarla por la puerta de atrás. Se queda indefenso.Totalmente indefenso.
(SHELLY SE DA VUELTA Y MIRA LA PATA DE PALO. LUEGO MIRA A DODGE.
BEBE CALDO)
SHELLY: ¿Usted haría eso?
DODGE: ¿Yo? Apenas tengo fuerza para respirar.
SHELLY: ¿Pero si pudiera...?
DODGE: No seas floja, nena. No hay nada que un hombre no pueda hacer. Si te lo
imaginás, lo podés hacer. Cualquier cosa. No estés ahí sentada juzgándome. Esta es mi
casa.
SHELLY: Perdón. Me había olvidado.
DODGE: ¿Ah, si? ¿Y de quién te creías que era?
SHELLY: Mía. (DODGE LA MIRA. ELLA BEBE CALDO) Ya sé que no es mía. Pero
tuve la sensación de que podía serlo. Que todos se habían ido y que yo vivía aquí. No sé
qué es, pero es la casa o algo. Algo familiar. Como si supiera cómo moverme aquí
adentro. ¿Nunca lo sintió? (DODGE LA MIRA EN SILENCIO)
DODGE: No. Nunca lo sentí. (ELLA SE MUEVE CON EL TAZON EN LA MANO)
SHELLY: Anoche subí a dormir en el cuarto de arriba. El que tiene las fotos. Y las
cruces en la pared.
DODGE: ¿El cuarto de Halie?
SHELLY: Sí. No sé quién es Halie.
DODGE: Mi mujer.
SHELLY: ¿Entonces a ella la recuerda?
DODGE: ¿Qué decís? Por supuesto que la recuerdo. Hace un día que se fue. Doce
horas. Aunque parezca más.
SHELLY: ¿La recuerda con el cabello rojo brillante? ¿Parada delante de un manzano?
DODGE: ¿Qué es esto? ¿Un examen?
SHELLY: ¿Nunca mira esas fotos? Toda su vida está colgada en la pared. Alguien que
es igual a usted. Alguien que es igual a como usted era.
DODGE: ¡No soy yo! ¡Nunca lo fui! ¡Yo soy éste! El que está sentado en frente de vos.
SHELLY: Entonces, para usted, ¿el pasado no ocurrió?
DODGE: ¿Qué sabés vos del pasado?
SHELLY: No mucho. Sé que había una granja. Hay una foto. Un toro. Trigo. Maíz.
DODGE: ¿Trigo?
SHELLY: Todos los chicos están parados delante del trigo. Agitando unos sombreros
de paja grandes. Y hay un bebé en brazos de la mujer pelirroja. Ella parece estar
perdida, ahí afuera. Como si no supiera cómo llegó hasta allí
DODGE: ¡Ella sabe! Se lo dije miles de veces. Que no iba a ser como en la ciudad. Le
previne muchas veces.
SHELLY: Y mira al bebé como si fuera de otro. Como si no le perteneciera.
DODGE: Bueno, ¡basta! ¡Tenés cada idea! ¿Vos creés que la gente ama a su cría sólo
por el hecho de procrear? ¿Nunca viste a una perra comerse sus perritos? (PAUSA)
SHELLY: ¿Qué le pasó a esta familia?
DODGE: ¡No hagas más preguntas! ¿Qué te importa? ¿Qué sos? ¿Asistente social?
SHELLY: Soy la amiga de Vince.
DODGE: Vince. El Sr. Vince. ¡El Sr. Ladrón! Su nombre no significa una mierda para
mí. ¿Sabés cuántas mujeres embaracé? ¿Y cuántos nietos y bisnietos habré tenido
después?
SHELLY: ¿Y no recuerda a ninguno?
DODGE: ¿Qué hay que recordar? Halie es la que tiene el álbum de familia. Tenés que
hablar con ella si te interesa el árbol genealógico. Ella te puede indicar todo el camino
hasta la tumba.
SHELLY: ¿Qué quiere decir?
DODGE: Que no se puede ir muy atrás. ¡Lo que hay atrás es una larga hilera de
cadáveres! Detrás mío no hay un alma viviente. Ni una. ¿Quiénes me guardan en su
memoria?¿A quién le importan los huesos en la tierra?
SHELLY: ¿Lo que decía Tilden era verdad? (DODGE SE DETIENE. LA MIRA.
SACUDE LA CABEZA. MIRA AFUERA IZQUIERDA) ¿Era verdad?
DODGE: ¿Tilden? ¿Dónde está Tilden? (CAMBIO DE TONO. CALMO)
SHELLY: ¿Lo que contó anoche sobre el bebé?¿Es verdad?
DODGE: ¿Qué le pasó? ¿Por qué no está aquí?
SHELLY: Bradley lo echó.
DODGE: (MIRA A BRADLEY QUE ESTA DORMIDO) ¿Por qué está en mi sofá? ¿Yo
estuve aquí toda la noche? ¿En el piso?
SHELLY: El no quería dejar el sofá. Yo me quedé escondida afuera hasta que se
durmió.
DODGE: ¿Afuera? ¿Tilden está afuera? Se va a meter en problemas. No sabe
manejarse más aquí como antes. Se fue y tuvo problemas serios.
SHELLY: ¿Qué hizo?
DODGE: Se enredó. Eso hizo. No podemos dejarlo solo. Ahora no.
(SE ESCUCHA LA RISA DE HALIE AFUERA. SHELLY SE PONE DE PIE MIRANDO
EN ESA DIRECCIÓN, CON EL TAZÓN Y EL PLATO EN LA MANO. NO SABE SI
QUEDARSE O CORRER)
DODGE: ¡Sentate! ¡Volvé a sentarte! (ELLA LO HACE. MAS RISAS) ¡No me dejes
solo ahora! (EN UN SUSURRO) ¿Me lo prometés? No te vayas. No me dejes solo.
Necesito a alguien aquí conmigo. Tilden se fue. ¡No me dejes! ¡Prometelo!
SHELLY: (SE SIENTA) No me voy a ir.
HALIE: Ay, Padre,¡qué terrible! ¡Qué horror! ¿No tiene miedo de ser castigado?(RIE)
DEWIS: ¿Por los italianos? No. Están demasiado ocupados castigándose entre sí.
(ENTRE RISAS TAMBIÉN)
HALIE: ¿Y Dios?
DEWIS: Bueno, afortunadamente, Dios escucha sólo lo que quiere. Entre usted y yo,
por supuesto. En el fondo de nuestros corazones sabemos que somos tan malvados
como los católicos. (DE NUEVO SE RÍEN Y ENTRAN)
HALIE: Padre, nunca lo escuché decir una cosa así en un sermón de domingo.
DEWIS: Es que reservo mis mejores chistes para contarlos en privado.
(ENTRAN RIÉNDOSE Y PARAN CUANDO VEN A SHELLY. ELLA SE PONE DE PIE.
SE OYE LA VOZ DE DODGE DEBAJO DEL SACO)
DODGE: ¡Sentate! No dejes que te mareen.
(SHELLY SE SIENTA EN LA ESCALERA. HALIE MIRA A DODGE EN EL PISO Y A
BRADLEY DURMIENDO Y VE SU PIERNA. UN GRITO DE INCOMODIDAD POR
EL PADRE DEWIS)
HALIE: ¡Dios Santo! ¡Qué demonios está pasando en esta casa? Perdóneme, Padre.
(LE ENTREGA LAS ROSAS Y VA HACIA DODGE, LE SACA EL SACO DE ENCIMA Y
CUBRE LA PATA CON ÉL.) ¡Una deja la casa sola un instante y el Diablo entra por la
puerta!
DODGE: ¡Devolveme el saco! ¡Antes de que me hiele de frío!
HALIE: Por si no te enteraste, salió el sol. No te vas a helar.
DODGE: Dámelo. Ese saco sirve para cubrir carne viva, no madera muerta.
HALIE: ¡Tomá la frazada! Es tuya, finalmente. ¡No te podés cuidar un poco aunque
seas por una vez en la vida!
BRADLEY: ¡Dame esa frazada! ¡Devolvemela! Es mía!!
(HALIE VA HACIA EL PADRE DEWIS QUE ESTA PARADO CON LAS ROSAS.
BRADLEY SE REVUELCA INÚTILMENTE EN EL SOFÁ TRATANDO DE ALCANZAR
LA FRAZADA. DODGE SE HUNDE MÁS EN ELLA. SHELLY MIRA)
HALIE: Créame, Padre, que ni me imaginé este panorama cuando lo invité a venir.
DEWIS: No se disculpe, por favor. No podría ocupar mi lugar en la iglesia si no
pudiera enfrentar la vida real. (SE RÍE TÍMIDAMENTE. HALIE VE A SHELLY
NUEVAMENTE Y VA HACIA ELLA. LA MIRA)
BRADLEY: ¡Que me devuelvan mi frazada!
HALIE: ¡Haceme el favor de callarte, Bradley! ¡Ya! ¡Ya mismo!
(BRADLEY LENTAMENTE SE ACOMODA, SE RECUESTA, SE PONE DE ESPALDAS
A HALIE.)
HALIE: Y vos, ¿qué hacés con mi tazón y mi plato?
SHELLY: Le hice un poco de caldo a Dodge.
HALIE: A Dodge. ¿Y lo tomó?
SHELLY: No.
HALIE: ¿Lo tomaste vos?
SHELLY: Sí.
HALIE: (LA MIRA Y DE GOLPE SE DA VUELTA) Padre, hay una extraña en la casa.
¿Qué aconsejaría usted hacer? Cristianamente...
DEWIS: Bueno, yo... yo... realmente--
HALIE: Nos queda whisky todavía,¿ no, Padre? (DODGE BAJA LA FRAZADA Y MIRA
HACIA EL PADRE. SHELLY SE PONE DE PIE)
SHELLY: Escuche, yo no bebo ni nada. Yo solamente...
HALIE: Volvé a sentarte! (SHELLY LO HACE. HALIE VUELVE AL PADRE)
Yo creo que nos queda bastante whisky, verdad, Padre?
PADRE: Yo creo que sí. Va a tener que buscarlo usted porque yo tengo las manos
ocupadas. (HALIE RÍE. VA A SUS BOLSILLOS Y BUSCA LA BOTELLA.
ENTRETANTO HUELE LAS ROSAS. DEWIS ESTA DE PIE RIGIDO. DODGE
OBSERVA A HALIE DE CERCA)
HALIE: ¡Rosas, Padre! La cosa más increíble, ¿verdad?
DEWIS: Efectivamente.
HALIE: Casi llegan a disimular el hedor del pecado que se huele en esta casa.
¡Magníficas! El olor. Vamos a tener que poner algunas a los pies de la estatua de
Ansel. El día de la inauguración. (ENCUENTRA UNA PETACA EN SU BOLSILLO. LA
SACA. DODGE MIRA ANSIOSO. HALIE CRUZA HACIA DODGE, LA ABRE Y TOMA
UN SORBO)
HALIE: Va a haber una estatua para Ansel, Dodge. ¿Sabías? No una placa sino una
estatua de tamaño real. De bronce.Con una pelota de basket en una mano y un rifle en
la otra. Porque era un gran jugador. (BRADLEY RÍE IRÓNICO) Sí. Uno de los más
grandes.
DEWIS: Yo recuerdo a Ansel.
HALIE: Ya sé, Padre. (A SHELLY) No era el mismo basket que se juega hoy, que es
mucho más perverso. Se rompen los dientes. Chorrean sangre. Salvajes. (BEBE. LE
TOMA EL TAZÓN A SHELLY Y LO LLENA DE WHISKY) Ahora no entrenan como
antes. Se les permite correr frenéticamente. Drogas y mujeres. Mujeres, sobre todo. (LE
DA LA TAZA DE VUELTA A SHELLY LENTAMENTE. ELLA LA RECOGE) Mujeres.
Chicas. Chiquilinas patéticas. Es un reflejo de la época, ¿verdad Padre?
DEWIS: Supongo que sí.
HALIE: Un mal presagio. Nuestra juventud convertida en monstruos. Puede estar en
desacuerdo, Padre. Estoy abierta a la discusión, que siempre es enriquecedora. (VA
HACIA DODGE) Finalmente, ¿qué importa? Cuando vemos cómo se deteriora todo. Es
tonto pensar en la juventud.
DEWIS: No, yo creo que es importante creer en determinadas cosas.
HALIE: Sí. Sí. Es verdad. (MIRA A DODGE) Cosas básicas. Para no enloquecer.
Como mi marido. Se le ve en la mirada. Lo loco que está.
(DODGE SE CUBRE LA CARA. HALIE TOMA UNA ROSA Y SE LE ACERCA )
HALIE: No se puede dejar de creer en algo. Terminamos muriéndonos si dejamos de
creer. Terminamos muertos.(TIRA LA ROSA SOBRE LA FRAZADA. CAE SOBRE LAS
RODILLAS DE DODGE. SHELLY SE PONE DE PIE DE REPENTE PERO HALIE NO
SE DA VUELTA. SIGUE MIRANDO LA ROSA)
SHELLY: ¿No quiere saber quién soy?¿Ni qué hago aquí? ¡No estoy muerta!
HALIE: ¿Tomaste whisky?
SHELLY: ¡No! ¡Ni voy a tomar!
HALIE: Es bueno tener una decisión tan firme.
SHELLY: No tengo ninguna decisión. Trato de aclararme un poco todo esto.
HALIE: (RÍE) ¡Sorpresas, sorpresas, Padre! ¿Usted se imaginó que nos íbamos a
encontrar con este panorama?
SHELLY: ¡Vine con su nieto de visita!
HALIE: ¿Mi nieto?
SHELLY: Sí! El que nadie recuerda.
HALIE: Esto se está poniendo francamente rebuscado.
SHELLY: ¡Yo le dije que era estúpido regresar después de seis años! O diez. Lo que
sea
HALIE: ¿Y no te escuchó?
SHELLY: ¡No!
HALIE: (ALARMADA DE REPENTE) ¿Dónde está Tilden?
SHELLY: ¡No me ignore!
HALIE: ¡Dodge! ¿Dónde fue Tilden?
SHELLY: ¡¡Le estoy hablando!!
BRADLEY: (SE SIENTA EN EL SOFÁ) ¡¡No le grites a mi madre!!
HALIE: (PATEA A DODGE) ¡¡Te dije que no lo perdieras de vista!!
DODGE: Dame un trago y te digo dónde fue.
DEWIS: Yo creo que no es momento para una visita.
HALIE:(A DEWIS) No debería haberme ido jamás. Tilden puede andar por cualquier
parte ahora. No está en sus cabales. Le dije que lo cuidara especialmente a él.
(BRADLEY LLEGA HASTA LA FRAZADA, SE LA SACA Y SE VUELVE A TAPAR)
DODGE: ¡Me sacó la frazada otra vez!
HALIE: Bradley, ¡poné esa frazada donde estaba!
SHELLY: ¿Vince?
VINCE: (MIRA POR LA MALLA DE LA PUERTA) ¿Quien es? ¿Qué? ¿Vince qué?
¿Quién está ahí? (APOYA LA CARA EN LA MALLA DESDE EL PORCHE)
DODGE: ¡Dónde está mi botella!
VINCE: ¿Quién habló?
DODGE: ¡Yo! Tu Abuelo! ¡No juegues conmigo! ¿Dónde están mis dos dólares?
VINCE: ¿Tus dos dólares?
HALIE: ¿Vincent? ¿Sos vos? (SHELLY LA MIRA Y LUEGO MIRA A VINCE)
VINCE: ¿Vincent qué? ¿Quién es esta gente?
SHELLY:(A HALIE) Espere. ¡Espere un momento! ¿Qué pasa ahora?
HALIE: Pensábamos que era un asesino o algo así. Entró por la puerta con esa
violencia.
VINCE: ¡Soy un asesino! No me subestimen! Soy el Estrangulador de la Noche. (TIRA
Y ESTRELLA OTRA BOTELLA. HALIE RECULA)
SHELLY: (SE ACERCA A HALIE) Entonces usted sabe quién es.
HALIE: Claro que sí. Y no te voy a decir nada más.
BRADLEY: ¡Salí inmediatamente del porche, animal! ¿Quiénes son estos extraños?
VINCE: Voy a entrar y los voy a poner al descubierto.
HALIE: ¡No! Vincent, ¿qué tenés? ¿Por qué actuás así?
VINCE: Voy a invadir su territorio.
HALIE: Padre, no se quede parado. Todo se derrumba. ¿No puede hacer nada?
(DODGE SE RÍE, TOSE)
DEWIS: Soy un invitado aquí, Halie. No sé qué posición tomar. No estoy en la
parroquia. (VINCE TIRA MÁS BOTELLAS)
BRADLEY: ¡Yo lo pondría en su lugar si tuviera mi pierna! Le arrancaría las orejas.
(SACA LOS PUÑOS POR LOS AGUJEROS DE LA PUERTA DEL PORCHE Y
ALCANZA A VINCE. LO ALCANZA ALGUNAS VECES. OTRAS LE ERRA. VINCE SE
ALEJA DE SU ALCANCE)
VINCE: ¡¡Aaaah!! ¡Nuestras líneas han sido penetradas! ¡Animales con tentáculos!
Bestias del fondo del mar. (LE DA CON UNA BOTELLA EN LA MANO. BRADLEY
ENTRA LA MANO)
SHELLY: ¡Vince! Terminala, ¿querés? Quiero salir de aquí.
VINCE: ¿Te tienen prisionera, querida? Sos una cosita tan dulce. Una vida por
delante. Cortada en la flor de la edad.
SHELLY: Voy a salir, Vince. Y quiero que nos subamos al coche y nos vayamos. A
cualquier parte. Lejos de aquí. (RECOGE LA CAJA DEL SAXO Y EL SOBRETODO Y
DEJA LA PATA DE PALO A IZQUIERDA. VINCE LA OBSERVA DESDE AFUERA)
VINCE: Vamos a tener que negociar. Hacé algún arreglo. Intercambio de prisioneros o
algo. Algunos de los de ellos por uno de los nuestros.
SHELLY: (CRUZANDO A LA PUERTA DERECHA) Andá a buscar el coche! Voy a
salir. Nos vamos.
VINCE: ¡No salgas! ¡No salgas!
SHELLY: ¿Por qué no?
VINCE: ¡Estás fuera de los límites! Este es territorio prohibido. Ningún hombre o
mujer cruzó esta línea jamás y sobrevivó para contarlo.
SHELLY: Voy a correr el riesgo.
DODGE: (A VINCE) ¡Seguí! ¡Adelante! ¡Tomá la casa por asalto! ¡Vos podés! Es
tuya. Yo me estoy muriendo. Y quiero dejar todo arreglado. La casa queda para mi
nieto, Vincent.
DODGE: También son para Vincent los muebles y objetos que hay en ella. Todo lo que
está colgado o amurado queda bajo este techo. Mis herramientas quedan para mi hijo
mayor, Tilden. Si es que vuelve a aparecer. Mis equipos, mi tractor, mi maquinaria, mi
fertilizador automático, mis arados, mis arados de disco, mi torno... ¿ya dije mi
torno?... sí ya lo dije, mis discos de Bennie Goodman, mis arneses, mi fragua, mi
taladro, mi banquito de ordeñar, no, el banquito, no, mis martillos, mis sogas y todo
material similar deben ser arrastrados al centro del campo hasta hacer una enorme
pila. Cuando ésta sea altísima, una noche preferentemente fría y sin viento, pongan mi
cuerpo en el medio y préndanle fuego hasta que no quede más que ceniza.
(VINCE NO MIRA A SHELLY. GUARDA EL CUCHILLO EN EL BOLSILLO)
SHELLY: Me voy, Vince. Sola o acompañada. ¿Venís?
VINCE: Acabo de heredar una casa.
SHELLY: ¿Te querés quedar?
VINCE: (SIGUE EMPUJANDO LA PATA DE BRADLEY) Tengo que seguir adelante
con esto. Controlar que todo funcione.
SHELLY: ¿Qué hiciste, Vince? Desapareciste.
VINCE: Anoche estuve por salir disparando. Manejé toda la noche. Con los dos dólares
del viejo en el asiento de al lado. No paraba de llover. Yo me veía en el
limpiaparabrisas. La cara. Los ojos. Me estudiaba. Como si fuera otro. Como si
pudiera ver toda la vida del otro.Lo veía muerto y vivo a la vez. Lo observaba respirar
como congelado en el tiempo. Y de pronto su cara cambió y se hizo la cara de su padre.
Y la de su padre se transformó en la de su abuelo. Y así siguió. Cambiaba. Iba hacia
atrás, caras que no conocía pero que reconocía. Sus ojos. Su respiración. Llegué hasta
bien atrás. Hasta que todo se disolvió. Todo.
VINCE: Perdón, Padre. Estoy liberando mi casa de algunos bichos. Porque la casa es
toda mía ahora, sabe? Salvo las herramientas y algunas otras cosas. Yo voy a equipar
todo a nuevo de todas maneras. Todo flamante.
(VINCE LO MIRA APENAS. DEWIS SALE. VINCE HUELE LAS ROSAS, MIRA HACIA
ARRIBA, SE DA VUELTA Y MIRA A DODGE. VA HACIA ÉL Y SE INCLINA A MIRAR
SUS OJOS QUE ESTAN ABIERTOS. DODGE ESTA MUERTO. MURIO SIN QUE
NADIE LO NOTARA. VINCE LO CUBRE CON LA FRAZADA. SE SIENTA EN EL
SOFA, OLIENDO LAS ROSAS YMIRANDO EL CUERPO DE DODGE. COLOCA LAS
ROSAS SOBRE SU PECHO Y LUEGO SE RECLINA SOBRE EL SOFA MIRANDO EL
TECHO. SU CUERPO ESTA EN RELACION AL DE DODGE. HALIE EMPIEZA A
HABLAR Y LAS LUCES BAJAN IMPERCEPTIBLEMENTE.)
HALIE: ¿Dodge?¿Sos vos? Tilden tenía razón con lo del trigo, ¿sabés? Nunca vi un
trigo así. Con la altura de un hombre. Tan precoz en el año. Las zanahorias también.
Papas. Arvejas. Allí afuera todo parece un paraíso. Tendrías que verlo. Un milagro.
Nunca lo vi así, Dodge. Tal vez sea la lluvia. Tal vez fue la lluvia.
HALIE: ¿Qué buena lluvia! Fuerte. Arrastra todo profundamente, hasta las raíces. El
resto viene solo. No se puede forzar para que algo crezca. No se puede interferir. Todo
está escondido. Todo fuera de nuestra visión. Sólo hay que esperar a que asome del
suelo. Un brote diminuto. Blanco y pequeñísimo. Fragil pero sin embargo, fuerte. Tan
fuerte como para abrirse paso en la tierra. Es un milagro, Dodge. En mi vida vi un
cultivo semejante. Debe ser el sol. Debe ser eso. Debe ser el sol.
(TILDEN DESAPARECE ARRIBA. SILENCIO. OSCURO FINAL)