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EL "CONTINUO"
Tal como es usado en la profecía de Daniel, se trata de un término críptico que señala algo que
fue quitado por un poder que en la visión de Daniel 8 se describe como "un cuerno pequeño, que creció
sobremanera" y en el capítulo 11 como el "el rey del norte". En cada caso, una forma apóstata de culto,
designada variadamente como "la transgresión de la desolación [prevaricación asoladora]" (cap. 8:13) o
"la abominación que produce desolación [abominación desoladora] " (cap. 11:31; 12:11), es puesta en
su lugar. La palabra hebrea traducida como continuo es tamîd. Aparte de sus cinco apariciones en
Daniel, ocurre casi 100 veces en las otras partes del Antiguo Testamento: normalmente como un
adverbio pero frecuentemente como adjetivo, con el significado de "incesante(mente)",
"perpetuo(mente)", "regular(mente)". En Daniel tamîd es un adjetivo usado substantivamente; es decir,
ningún nombre es provisto. Los lectores quedan en la incertidumbre acerca del nombre que debe
proporcionarse para completar el sentido. Pero tamîd es una palabra clave en las visiones de los cap. 8
y 11-12, y una correcta comprensión de la misma es relevante para la interpretación de estos pasajes
proféticos. La versión de Reina Valera 1960 provee la palabra "sacrificio"; así tenemos, "el sacrificio
continuo fue quitado" (cap. 8:11). La Versión Moderna (H. Pratt, 1893) traduce así la correspondiente
cláusula: "El holocausto continuo fue quitado". Las traducciones de la RV y la VM son idénticas en el
significado, debido a que los traductores sostienen que en Daniel tamîd se refería al "diario" o
"continuo" sacrificio ofrecido en el templo judío todas las mañanas y todas las tardes.

Historia de la interpretación.-

1. Las interpretaciones literal y simbólica. A través de los siglos, mucho antes que el movimiento
[millerista] del advenimiento apareciera en los años 1840, había habido dos clases de interpretaciones
acerca del término "diario", o "continuo". El punto de vista literal vio al "continuo" como los sacrificios
judíos en el Templo, y la toma del "continuo" como su interrupción por parte de Antíoco (segundo siglo
a.C.), o por los Romanos (70 d.C.), o por un anticristo de los últimos días. Desde este enfoque las "dos
mil trescientas tardes y mañanas" (Dan 8:14) son 2300 (o 1150) días literales, y los 1290 días (cap.
12:11) también días literales. El punto de vista simbólico, también ampliamente sostenido, vio los
períodos como días simbólicos, es decir, representando años literales que se extendían en la Era
cristiana; y el "continuo" como un símbolo del verdadero culto o doctrina sana en la iglesia, quitado por
el Papado o la conquista musulmana (o, del lado católico, como el sacrificio de la misa abolido por los
protestantes, o por un anticristo futuro).

2. Dos interpretaciones entre los Adventistas del séptimo día. Los escritores ASD han presentado dos
interpretaciones simbólicas del "continuo": (1) el así llamado 'viejo' punto de vista, heredado del
movimiento millerista, a saber, que el "continuo" significa el antiguo paganismo romano; y (2) el así
llamado 'nuevo' punto de vista, también defendido por lo menos por un escritor anónimo millerista,
aunque no adoptado por los otros, el cual entiende que el "continuo" representa la mediación sacerdotal
de Cristo en el santuario celestial. Ambos enfoques concuerdan en que el cuerno pequeño desolador,
descrito como el que quita el "continuo" y pisotea el santuario y al pueblo de Dios, representa al
Papado. De acuerdo a la primera interpretación, el "continuo" que fue quitado es la primera fase del
poder opresivo del cuerno romano (el paganismo, reemplazado por la fase papal en el papel de
pisoteador del santuario y del pueblo de Dios); pero según el segundo punto de vista el "continuo" es el
objeto, más bien que el agente, de los ataques del cuerno pequeño (la verdadera mediación de Cristo,
nuestro Sumo Sacerdote, reemplazada por la falsa mediación de un sacerdocio humano).
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3. Origen del "viejo" punto de vista. La identificación del "continuo" como paganismo se originó con
William Miller. Buscando el significado del término tal como lo encontró en Daniel, él investigó, con la
ayuda de una concordancia, las otras apariciones de la palabra "continuo" en la versión de la King
James (versión del Rey Jacobo). Él describió su búsqueda de esta manera:
Yo seguí leyendo y no pude encontrar ningún otro caso que fuese hallado, excepto en Daniel.
Entonces tomé esas palabras que estaban en conexión con él, "quitado". Él quitará el continuo, "desde
el tiempo en que el continuo sea quitado". Seguí leyendo, y pensé que no podía encontrar luz en el
texto; finalmente vine a 2 Tes. 2:7-8. "Porque el misterio de la iniquidad ya está obrando, sólo que
ahora hay quien lo detiene, hasta que él sea quitado de en medio, y entonces se manifestará aquel
inicuo". Y cuando yo había llegado a ese texto, oh, cuán clara y gloriosa aparecía la verdad. ¡Allí está!
¡Esto es "el continuo"! Bien, ¿qué quiso significar Pablo con la frase "el que detiene"? Por "hombre de
pecado" e "inicuo," se entiende que es el Papado. Bien, ¿qué es lo que impide al Papado manifestarse?
¿Por qué? Es el Paganismo; bien, entonces, "el continuo" debe significar el Paganismo" (William
Miller, citado en Apollos Hale, Manual del Segundo Advenimiento, página 66).

Los protestantes, antes de Miller, habían aplicado este texto de Tesalonicenses a la substitución
del paganismo romano por el Cristianismo apóstata; él ahora lo aplicaba de esta manera: El "continuo"
(el paganismo romano) fue quitado y el lugar de su santuario (pagano, esto es, Roma) fue echado abajo,
o contaminado; y en su lugar fue puesta la abominación (el sistema papal) en la iglesia. Luego el
santuario de Dios, que fue pisoteado primero por el paganismo y luego por el Papado, sería limpiado.
Él identificó esto al principio como "el templo en Jerusalén y los adoradores en él"; posteriormente
como "la Tierra y la Iglesia". (Ver su Evidencia. . .sobre la Segunda Venida ["Conferencias de Miller"],
ed. 1838, pp. 36-38; Carta. . . sobre la Purificación del Santuario, 1842, pág. 8).

Miller dio la fecha del 508 d.C. como el tiempo en que el "continuo" sería quitado (lo explicó
como el triunfo de la iglesia romana por sobre el paganismo romano) y el comienzo de los 1290 días
(Dan 12:11), contados como años. De acuerdo a su cómputo, la fecha del 508 d.C. también marcó el fin
de un período de 666 años (al que llegó por su aplicación del número 666 mencionado en Apoc 13:18)
durante el cual el paganismo romano dominaría al pueblo de Dios, primero a los judíos y después a los
cristianos (Evidencia, pág. 81).

4. Oposición a la interpretación de Miller. La explicación de Miller del "continuo" pronto atrajo el


fuego de sus oponentes en dos líneas: (1) su cronología y (2) su identificación. Su cronología fue
objetada en base a razones históricas y su identificación del "continuo" por razones exegéticas - lo
último especialmente de parte de aquellos que sostenían el punto de vista literal, de que el "continuo" y
los períodos de tiempo relacionados (1290 y 2300 días) significaban sacrificios literales y días literales.

5. Cambio en la posición millerista. Los colegas de Miller generalmente aceptaron su identificación


del "continuo" pero discrepaban con su aplicación del número 666. La mayoría usó ampliamente el
mapa profético millerista (diseñado por Fitch, 1842) y omitía cualquier explicación del 666 o cualquier
identificación del "continuo". En 1843 un punto de vista que variaba con el de Miller apareció en el
Midnight Cry (Clamor de Media Noche; 5:52-53, 4 de Octubre de 1843). Este enfoque, que fue
rechazado en una nota del editor, identificaba el "continuo" como la "continua mediación de Jesucristo"
quitado por el cuerno pequeño papal, que "echó abajo el lugar de su santuario evangélico" cuando él
"echó abajo los sacramentos y la verdad del evangelio" y "la verdadera doctrina de la cruz de Cristo".

Aun a pesar de las diferencias de opinión sobre la interpretación detallada de Miller, los
milleristas se mantuvieron unidos contra los oponentes que contendían por la interpretación literal en
lugar de la simbólica. Vez tras vez los escritores milleristas insistían en que la palabra "sacrificio" no
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estaba en el hebreo original sino que lo proporcionaron los traductores; que por consiguiente el
"continuo" no se refería a los sacrificios judíos literales quitados por Antíoco, y que los 2300 días no
eran días literales sino años, a ser fechados desde el 457 a.C. No fue sino hasta el período de confusión
y división que siguió al chasco de 1844, que un grupo se levantó (el partido de la "Edad por Venir")
apoyando el viejo punto de vista literalista, mientras miraban los sacrificios literales a realizarse en el
futuro en Jerusalén; este punto de vista fue repudiado por la mayoría de aquellos que permanecieron
con Miller y Himes, y también por el pequeño grupo que se convirtió en los Adventistas del séptimo
día.

6. Precursor de los puntos de vista de los ASD. Cuando los Adventistas Sabatarianos [guardadores del
sábado] se encaminaron, después de 1844, a desarrollar su nueva doctrina del santuario celestial, ellos
dejaron atrás la identificación de William Miller del santuario de Dan 8:14, de las dos bestias de Apoc
13, y del número 666 como perteneciente al "continuo," pero ellos retuvieron, en lo principal, la idea de
Miller de que el "continuo" y la "abominación desoladora" eran dos fases sucesivas del poder romano,
el pagano y el papal.
Sin embargo, en el mismo principio una sugerencia marcó una nueva dirección, cuando O. R. L.
Crosier, después de un estudio unificado con Hiram Edson y F. B. Hahn, escribió las primeras
exposiciones de la doctrina del santuario. El primer artículo de Crosier, que apareció en The Day-Dawn
(La Aurora del Día; en la primavera de 1845; reimpreso en la Review and Herald (Revista y Heraldo;
1:78-80, 5 de Mayo de 1851), no menciona el "continuo", pero señaló el santuario celestial, el lugar del
ministerio intercesor de Cristo, como el santuario que debía ser limpiado (Dan. 8:14). Su artículo
posteriormente expandido en el Day-Star (Estrella del Día, Extra, 7 de Feb. de 1846) expresamente
declaró que las varias referencias de Daniel al santuario como siendo echado abajo (Dan 8:11),
contaminado (11:31), pisoteado bajo los pies (8:13), y purificado (8:14) se aplican al santuario celestial
del nuevo pacto. Esto, decía él, puede ser pisoteado bajo los pies figuradamente, de la misma manera
como el Hijo de Dios lo ha sido.

Esta bestia "político-religiosa" contaminó el Santuario (Apoc. 13:6), y lo echó de su lugar en el


cielo (Sal. 102:19). (Jer. 17:12; Heb. 8:1-2) cuando ellos llamaron a Roma la ciudad santa (Apoc. 21:2)
e instalaron al Papa allí con los títulos, "Señor Dios el Papa", "Santo Padre", "Cabeza de la Iglesia",
etc., y allí, en el falsificado "templo de Dios" él profesa hacer lo que Jesús realmente hace en su
Santuario; 2 Tes. 2:1-8. El Santuario ha sido pisoteado bajo los pies (Dan. 8:13), el mismo que tiene el
Hijo de Dios; Heb. 10:29 (Day-Star Extra, 7 de Feb. de 1846, pág. 38).

Éste fue un paso definitivo de separación de los dos santuarios de Miller, aquel de Dan 11:31
como el santuario pagano que pertenecía al continuo, y el otro de Dan 8:13-14 como el templo de Dios.
No está claro si Crosier tomó el paso más amplio de abandonar la ecuación "continuo-paganismo" de
Miller. Su identificación de que los que contaminan el santuario son "Roma y los apóstoles de la
Cristiandad [¿padres de la iglesia?]... juntamente" (ibid.) suena más parecida a la interpretación de
Miller de las dos fases, con el "continuo" como la primera fase, esto es, el paganismo. Sin embargo, en
su discusión él no menciona el término "continuo". Él dice (ibid., pág. 39, col. 3), "El servicio diario
descrito era una clase de intercesión continua", pero el contexto de esta declaración muestra que él está
hablando claramente de los sacrificios levíticos realizados diariamente a lo largo del año en contraste
con el servicio anual especial del Día de Expiación. Crosier describe estos servicios como un tipo del
sacerdocio celestial de Cristo, que dura desde Su ascensión hasta el fin de los 2300 años; no como el
"continuo" de Daniel, quitado cuando el Papado se estableció.

7. Desarrollo del "viejo" punto de vista ASD. Crosier había identificado el santuario en Dan 8:11,13-14
y 11:31 como el santuario celestial. Los escritores Adventistas del Séptimo día concordaron tiempo
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después en que el santuario descrito en Dan 8:14, aquel a ser limpiado después de los 2300 días,
significaba el santuario celestial. En los otros tres pasajes, los autores Adventistas siguieron en general
también a Crosier (quizás con la sola excepción de David Arnold) en aplicar el santuario descrito en
Dan 8:13, aquel que fue pisoteado bajo los pies, al santuario celestial, aunque ellos continuaron
sosteniendo, con Miller, que el "continuo" era el paganismo y que el santuario referido en Dan 8:11 y
11:31 (echado abajo, y contaminado) pertenecía al "continuo", y representaba un santuario pagano. José
Bates identificó el "continuo" como el paganismo en 1846 (The Opening Heavens [Los Cielos Que Se
Abren], pág. 31), de igual modo hizo J. N. Andrews en 1853 (Review and Herald, 3:145, 3 de Feb. de
1853; cfr. pág. 129, 6 de Ene. de 1853), y posteriormente Uriah Smith (ibid., 24:180, 1° de Nov. de
1864) y James White ("El Tiempo", en sus Sermones sobre la Venida y el Reino de... Cristo, ed. 1870,
pp. 116-117; cfr. pp. 108, 118, 122-125). En un artículo temprano (Review and Herald, 1:28, 29 de
Enero de 1851) White había seguido a Crosier en argumentar finalmente que el santuario pisoteado era
aquel del cielo, pero él no definió el "continuo" en este artículo. Cuando él más tarde lo definió,
enfáticamente describió "el continuo, y la abominación desoladora" como "dos poderes desoladores; el
primero, paganismo, luego, el Papado" (Sermones, pág. 116).
Otros escritores Adventistas del séptimo día siguieron consecuentemente esta interpretación, y
Smith expuso una exposición más detallada en Pensamientos sobre Daniel y Apocalipsis, que llegó a
ser un libro de texto normativo.

8. Un enfoque diferente y sus resultados. Muy extrañamente, sin embargo, una interpretación aislada y
atípica había aparecido en Marzo de 1850, en el artículo más temprano sobre Dan 8 en cualquier revista
Adventista del Séptimo Día, un artículo escrito por David Arnold (La Verdad Presente, 1:60). Fue
significativo con relación a uno de los varios esfuerzos entre el grupo más grande de los Adventistas
no-Sabatarianos - aquellos que habían abandonado la fecha de 1844 - para encontrar un nuevo y más
tardío cómputo de tiempo para los 2300 años. Unos pocos de ellos, mientras esperaban el fin del
período en 1850, defendían que los creyentes fueran a Jerusalén (entre aquellos que se fueron estaba la
Sra. Clorinda S. Minor).
Arnold se opuso a la expectativa de 1850 pero pareció responder al común entusiasmo que
algunos tenían por la Tierra Santa. Al explicar el "continuo" como los sacrificios judíos literales
llevados en Jerusalén y que fueron quitados en el 70 d.C., él igualó el pisoteo al ejército [y las estrellas]
con la opresión de los judíos a través de los siglos, y vio la purificación del santuario como que
involucraba su liberación inmediata.
Fue la expectativa de 1850, y sus efectos en unos pocos Adventistas Sabatarianos, lo que provocó
en aquel año una declaración de Elena G. de White en que menciona el "continuo". Ella dijo que la
palabra "sacrificio" no está en el texto original y que los Milleristas habían sostenido "el punto de vista
correcto" acerca de ello. (Los Milleristas, como ya se notó, habían enfatizado repetidamente este
enfoque de la palabra "sacrificio", a saber, que el término había sido agregado; ellos habían insistido
que el "diario, cotidiano", o continuo, no significa ningún sacrificio judío real). La señora E. de White
también amonestó contra la puesta de cualesquiera nuevas fechas después de 1844 y contra la búsqueda
de una reunión de los santos en la vieja Jerusalén antes del Segundo Advenimiento (La Verdad
Presente, 1:87, Noviembre de 1850, reimpreso en PE:74-75).

9. Elena G. de White y el "continuo". Muchos años después - luego que el escenario y los errores
específicos a los que la declaración fue dirigida, fueron olvidados - la declaración de la Sra. de White
de 1850 fue citada (de PE:74-75) en la controversia como un endoso de la prevaleciente identificación
millerista del "continuo", a saber, como siendo el paganismo. Cuando se averiguaba, sin embargo,
sobre el significado del "continuo", la Sra. de White "normalmente decía que ella no tenía luz clara
sobre el tema, y que nuestros hermanos tendrían que estudiar el asunto por sí mismos" (W. C. White,
Carta a J. E. White, 1° de Junio de 1910, en los Archivos White, Patrimonio Ellen G. White, Inc.). De
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acuerdo al informe de A. G. Daniells de una entrevista tenida con E. de White acerca del "continuo",
ella dejó claro que su declaración de 1850 no intentó establecer la identidad del "continuo" y que ella
no pretendía conocerla, sino declarar que los Milleristas tenían el punto de vista correcto del "continuo"
en cuanto a aquel período de tiempo (los 2300 días); que ella había escrito con referencia a los errores
corrientes de aquel tiempo, sobre todo los esfuerzos por revisar la puesta de fechas de los 2300 días
(declaración de A. G. Daniells, 25 de Set. de 1931, en los Archivos White). El punto en discusión era el
tiempo - como lo había sido entre los Milleristas y sus opositores que concebían el "continuo" como los
sacrificios judíos literales - no la identidad del "continuo".
En 1910 la Sra. White reprendió a aquellos que disentían sobre "el verdadero significado de 'el
continuo', diciendo que era "un asunto de menor importancia", y que "no tenía ninguna instrucción
respecto al punto en discusión". Su consejo era: "Mientras exista la actual condición de diferencia de
opinión con respecto a este asunto, no se lo haga prominente". (1 MS:193-198).

10. El "nuevo" punto de vista. Al tiempo que sentían la necesidad de una base lingüística e histórica
más segura para interpretar el "continuo", un número creciente de líderes ASD hizo conocer lo que dio
en llamarse - un tanto inexactamente - el "nuevo punto de vista". Se señalaron dos fallas en el
argumento que sostenía que "el continuo" era el paganismo (ver por ejemplo, W. W. Prescott, "El
Continuo," pp. 9-11): primero, que los eventos históricos citados para la toma del "continuo" - la
victoria de Clodoveo, el rey católico de los francos, sobre los visigodos arrianos - constituyó realmente
una victoria sobre el arrianismo, no el paganismo; y segundo, que el éxito de Clodoveo no ocurrió en el
508.

Alrededor de 1900 L. R. Conradi, quien poco después llegó a ser el líder de la obra ASD en
Europa, escribió a la Sra. White en Australia pidiéndole que le diera cualquier luz que ella pudiera tener
sobre el asunto, y si no él procedería a publicar algo a lo que él y sus asociados habían arribado. Dado
que ella no tenía nada, él publicó su trabajo sobre el libro de Daniel, en alemán (ver W. C. White, Carta
a J. E. White, 1° de Junio de 1910, en los Archivos White). El trabajo de Conradi, que es el primer libro
ASD en ofrecer un sustituto para la interpretación "continuo = paganismo", se tituló Die Weissagung
Daniels [La Predicción de Daniel] que se tradujo posteriormente a varios idiomas europeos y se
recomendó en 1905 para la circulación en América entre lectores de habla extranjera.
En una carta a la Sra. de White del 17 de Abril de 1906 (en los Archivos White), Conradi recordó
cómo él llegó a sus conclusiones: (1) La palabra "santuario" significaba "el santuario de Dios
concebido como tipo en la tierra y como antitipo ahora en el cielo". (2) El "diario", o continuo, era el
verdadero servicio del santuario. (3) La toma del "continuo" fue el desplazamiento por parte de la
iglesia papal del "verdadero servicio del santuario en favor de un servicio humano particular", la misa,
cuando echa "a un lado al verdadero Sumo Sacerdote al colocar al Papa en Su lugar". (4) La profecía de
Daniel de la purificación del santuario aseguraba, en un tiempo cuando el templo de Jerusalén yacía en
ruinas, "que no sólo el servicio típico en el santuario terrenal sería restaurado, sino que habría un
verdadero servicio en el cielo que debía continuarse hasta el fin". Declaró además que se sorprendió al
hallar que algunos escritores de la Reforma pensaron que "la misa idolátrica" "era la abominación
predicha en Daniel 8"; y de esta manera él unía su "nuevo" punto de vista con una interpretación mucho
más vieja que el "viejo" enfoque de Miller.
Conradi discutió su interpretación con A. G. Daniells (quien en 1900 estaba atravesando Europa
en camino a la sesión de la Conferencia General de 1901), también con H. P. Holser, W. W. Prescott, y
W. A. Spicer. Daniells posteriormente informó que lo había escuchado en aquel tiempo de Conradi y,
además, de Prescott. En América tiempo después Prescott, y sobre todo Daniells, y otros defendieron
esta interpretación.
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Aunque durante un tiempo hubo considerable controversia en los círculos ministeriales, el


consejo de la Sra. E. de White - que se evite el argumento divisivo en un punto menor - eventualmente
prevaleció. Desde entonces el debate sobre el tema ha cesado.

Autor: Don Neufeld

Ed. Seventh-day Adventist Encyclopedia, Review and Herald Publ. Assn., Washington,
D.C., 1966. Artículo: "Daily, The" ["El Continuo"], páginas 319-323.

www.eme1888.cl; eme1888@gmail.com

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