La danza de las hojas

Una hoja teida de color cobrizo se desprende temblorosa del rbol que le
dio vida, cae en un vaivn acompasado por la rfaga del viento que la
deposita en el marco de la ventana de la habitacin; como esa, muchas ms,
que bailan coloreando el paisaje en tonos marrones y rojizos, l las
contempla desde dentro recostado en la camilla 225 y una mueca que parece
sonrisa se dibuja en su labios bajo la mascarilla de oxgeno que an lo
mantiene con vida.

Aquella hoja de roble lo remonta a su juventud, a sus 19, cuando la

conoci leyendo bajo el frondoso rbol cmplice de sus citas furtivas. Y es
que las hojas de roble luego se convertiran en las rosas que siempre quiso
darle, ms en su condicin nunca fue posible. Ahora esa hoja que tirita en su
ventana lo hace sonrer pues sabe que la hora est prxima.

El idilio fugaz lo hizo hacer tantos planes, l se grada como mdico, ella es
abogada, tienen un noviazgo breve pero slido que los lleva a decidirse por
el matrimonio. Son felices, los ms, y su felicidad se ve completa con los
nacimientos de Bernardo, Eugenia y Fernando, ambos se realizan como
profesionistas al tiempo que ven crecer a sus hijos. Todo es miel sobre
hojuelas en aquella historia.

Hubiese sido perfecto, de no ser porque ella no fue parte de esta historia, en
la prxima vida habra dicho, ah te espero, al tiempo que soltaba su ltimo
suspiro con solo 18 aos.

l, dise esta historia, la que hubiera querido en esta vida mientras espera
por 7 dcadas la hora para contrsela a ella en la prximacuando l la
alcance aquella hoja de roble lo hace sonrer. Pues el final; apenas es el
principio.
Amante

NO S SI LA ENCONTR O ME ENCONTR,
INCLUSO IGNORO SI LA BUSCABA,
AUNQUE QUIZS LLEG A MI POR SER UNA NECESIDAD.
DE LO QUE SI ESTOY SEGURO ES QUE ME HA SORPRENDIDO LO BIEN
QUE ME HACE ESTA RELACIN;
ELLA ME HACE SENTIR CMODO, TRANQUILO, SEGURO...
AMADO, COMO NUNCA, COMO NADIE ANTES ME HIZO SENTIR
ELLA... EST SIEMPRE PARA M, AN A PESAR DE MIS DESEOS DE
ALEJARLA,
ME SIGUE, ME ACOMPAA, MERODEA MIS DAS... EN MOMENTOS ME
POSEE
Y ME HE ACOSTUMBRADO A SU PRESENCIA,
A SUS SILENCIOS, A SU PERENE COMPAA,
A MIS MUCHAS PREGUNTAS Y SUS NULAS RESPUESTAS...
LA VIVO, ME VIVE, LA RESPIRO, ME CONSUME.
ELLA, SIEMPRE DISPUESTA,
MS QUE LEAL;
MI AMANTE SOLEDAD