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Como ya lo habamos preanunciado en dos artculos nuestros, lo que poda suceder con
la maternidad subrogada y los vientres de alquiler, ya est sucediendo lamentablemente,
y en claro perjuicio del inters superior de los menores, previsto por el art. 9 de la
Convencin de los Derechos del Nio. Por ello, algunos Derechos Nacionales han
regulado prontamente el tema, incluso prohibiendo determinadas acciones dentro de
esta prctica de la maternidad subrogada. Y es totalmente lgico, toda vez que el inters
de los nios pareciera ser lo que menos importa. El caso que oportunamente
comentamos fue de una pareja en Estados Unidos de Amrica que se separ durante la
gestacin del embarazo que haba contratado con una chica, implantndole un vulo no
de la esposa, fecundado con el esperma del esposo. La chica tuvo a el hijo y luego se
plante la disputa entre los esposos por el tema de la tenencia del mismo, con el
ingrediente agregado que la esposa haba pretendido antes que el vientre contratado
abortara porque ella se haba separado y por ello quera cancelar el contrato!!! Hubo
otro caso notorio en Tailandia, que si bien tiene elementos comunes, present algunas
diferencias, porque la pareja que encarga el embarazo es compuesta por personas del
mismo sexo, lo que origina dificultad agregada, pero igualmente deja al descubierto el
comn barbarismo antinatural de la prctica, que claramente va en perjuicio del sujeto
que debera ser privilegiado y protegido, que es el nio o nia.
Esto implica un revs importante para la industria de esta especie de verdadera trata
de seres humanos y una victoria de la dignidad contra el comercio del cuerpo humano.
El polmico documento para promover la legalizacin de las madres de alquiler, ms
conocido como Informe Sutter, ha sido rechazado en una votacin (16-15) del
Comit Social y de la Salud perteneciente a la Asamblea Parlamentaria del Consejo
Europeo (PACE).