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Enfrentando Nuevos Desafios
Enfrentando Nuevos Desafios
El reloj de pared marcó las tres de la tarde. El campeón mundial de ajedrez, Gary
Kasparov se limpió el sudor que perlaba su frente, bebió un poco de agua y movió su
ficha. Aquél era el cuarto enfrentamiento que libraba... con un computador...
Por su parte, el jugador ruso recordó la fría tarde de 1997 cuando perdió ante otra máquina. Fue "Azul Profundo",
concebida por la multinacional IBM. Ese día sintió que la partida había sido dura, pero igual, saboreó el placer de
enfrentar un complejo sistema de tarjetas y circuitos electrónicos de moderna tecnología.
Gary Kasparov asume los retos con tenacidad y una férrea disposición de ganar, así las circunstancias estén en contra...
Hace muchos siglos, David se enfrentó a Goliat, el peligroso gigante que tenía en jaque al ejército de Israel. El joven
pastor de ovejas que a la postre llegó a convertirse en rey, tuvo confianza en si mismo de que podría vencer; segundo, tuvo
confianza plena en el Dios de poder en quien había creído y, tercero, tuvo confianza en
que –como nos ocurre hoy día-- si analizamos con detenimiento los problemas,
descubrimos que no son tan grandes como parecen a primera vista.
Si su vida es integra delante de Aquél que todo lo puede, tendrá la confianza y la fe que necesita; no habrá
obstáculo que le impida vencer... “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece " Filipenses 4:13
Queridos hermanos, a medidas que avanzamos la complejidad de los desafíos parecerán complicarse, pero de ellos
podemos aprender que estamos creciendo y que Dios está desarrollando en nosotros su carácter.
Los sueños de Dios para nosotros siempre van mas allá de nuestra aparente capacidad actual, y una vez los alcanzamos,
Dios traerá nuevas visiones aun mayores y con desafíos más complejos, que nos exigirán de más crecimiento.
Hay momentos donde no se trata de si Dios quiere o puede darnos más, sino más bien si nuestra capacidad de recibir se
ha expandido.
Para poder tener más de Dios y superar nuevos obstáculos debemos ser ensanchados nosotros, en nuestros corazones,
mentes y espíritus para así estar listos para lo que es Señor quiere darnos.
Digámosle al Señor que: Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi
copa está rebosando. Salmos 23:5VR