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La bestia de Lascaux

Maurice Blanchot

La bestia innombrable

La Bestia innombrable cierra la marcha


Del gracioso rebao, como un cclope
grotesco.
Ocho burlas lo adornan, dividen su
locura.
La Bestia eructa devotamente en el aire rstico.
Sus flancos henchidos y cadentes estn adoloridos,
quieren vaciarse de su preez.
Desde sus pezuas hasta sus vanas defensas, ella est
envuelta en fetidez.

As, en el friso de Lascaux,


madre fantsticamente disfrazada,
se me aparece la sabidura
ante los ojos llenos de lgrimas.

Ren Char

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