Un da, una hormiga que tena mucha sed se acerc a la orilla de un ro para beber. Lamentablemente la hormiga fue arrastrada por la fuerte corriente y estaba a punto de ahogarse. Una paloma que volaba sobre el ro vio a la pobre hormiga, desprendi una ramita de un rbol y se la lanz. La hormiga se mont encima y logr salvarse. Tiempo despus, un cazador de aves estaba a punto de dispararle a la paloma. La hormiga, que vio esto, corri al taln del hombre y lo pic fuertemente, haciendo que l soltara su arma. La paloma, muy agradecida de la hormiga, alz el vuelo. El labrador y sus hijos (Fbula, Autor: Esopo) Haba una vez un labrador que estaba muy enfermo. Antes de morir, les dijo a sus hijos que en sus tierras se encontraba la fortuna que les haba dejado. Una vez que su padre muri, los hijos comenzaron a cavar por todas las vias buscando el tesoro de su padre. A pesar de buscar por mucho tiempo, no encontraron el tesoro y estaban muy decepcionados. Pero su sorpresa fue que de tanto cavar removieron la tierra de las parra y estas se llenaron de frutos. Al ver las parras cargadas, los hermanos se dieron cuenta de cul era el verdadero tesoro que les haba dejado su padre, y que la base de este tesoro era su trabajo. El Viento y el Sol Discutan un da el Viento y el Sol acerca de cul de los dos era el ms fuerte cuando vieron pasar un hombre envuelto en una capa. El Viento se ech a rer y dijo: Se abraza a su capa como si fuera a perderla. No sabe que con solo soplar un poco, yo se la arrancara. El Sol, entonces, le propuso ver quin de los dos poda quitarle la capa. El Viento comenz a soplar, cada vez con ms furia. Pero, cuanto ms fuerte lo haca, ms se envolva el hombre con la capa. Por fin, el Viento se calm y se declar vencido. Y entonces sali el Sol de entre las nubes y comenz a entibiar suavemente la tierra y a acariciar al viajero con sus rayos. El hombre anduvo un poco y luego, se sac la capa y la colg en su brazo. El Sol demostr entonces al Viento que la suavidad y el amor son ms poderosos que la furia y la fuerza. El pequeo sapo Haba una vez un pequeo sapo que viva en una charca. El sapo estaba contento y era feliz, pues tena todo lo que poda necesitar; una cama en un viejo neumtico y mucha agua limpia. Un sapo no necesita nada ms, pensaba, hasta que un da..., vio a dos ardillas que se daban un beso, en un agujero de un rbol. Qu bonito!, pens el sapo, y se sinti de pronto muy solo. Yo tambin quiero que alguien me d un beso! exclam, y empez a buscar enseguida a ese alguien.