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Eva de Mara Elena Walsh

Calle Florida, tnel de flores visones ofrendados por el pueblo,


podridas. sandalias de oro, sedas virreinales,
Y el pobrero se qued sin madre vacas, arrumbadas en la noche.
llorando entre faroles sin crespones. Y el odio entre parntesis, rumiando
Llorando en cueros, para siempre, venganza en stanos y con picana.
solos.
Sombros machos de corbata negra
Y el amor y el dolor que eran de
sufran rencorosos por decreto
veras
y el rgano por Radio del Estado
gimiendo en el cordn de la vereda.
hizo durar a Dios un mes o dos.
Lgrimas enjuagadas con harapos,
Buenos Aires de niebla y de silencio.
Madrecita de los Desamparados.
El Barrio Norte tras las celosas
Silencio, que hasta el tango se
encargaba a Pars rayos de sol.
muri.
La cola interminable para verla
Orden de arriba y lgrimas de abajo.
y los que maldecan por si acaso
En plena juventud. No somos nada.
no vayan esos cabecitas negras
No somos nada ms que un gran
a bienaventurar a una cualquiera.
castigo.
Se pint la Repblica de negro
Flores podridas para Cleopatra. mientras te maquillaban y
Y los grasitas con el corazn rajado, enlodaban.
rajado en serio. Hurfanos. Silencio. En los altares populares, santa.
Calles de invierno donde nadie Hiena de hielo para los gorilas
pregona pero eso s, solsima en la muerte.
El Lder, Democracia, La Razn. Y el pueblo que lloraba para siempre
Y Antonio Tormo calla "ammonos". sin prever tu atroz peregrinaje.
Un vendaval de luto obligatorio. Con mis ojos la vi, no me vendieron
Escarapelas con cogulos negros. esta leyenda, ni me la robaron.
El siglo nunca vio muerte ms
muerte.
Das de julio del 52
Pobrecitos rubes, esmeraldas,
Qu importa dnde estaba yo?

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