Era un hombre, sin nombre, sus compaeros de oficina le llamaban Garca.
Era otro, de miles, de personas sin rostro en las que nadie se fija. Pero en las noches cuando llegaba de trabajar, en la inmensa soledad de su pequeo hogar, Garca no dorma sino que comenzaba a soar con (Coro) La mquina de hacer pjaros, pjaros Pero un da, Garca, en medio de su locura y con tres cajas vacas. Por la tarde, en el parque, pobl el cielo de pequeas aves sorprendidas. Y de punta a punta la ciudad se inund, de aves que la gente simple no poda ver. Y Garca sonrea, se rea y volva a encender (Coro) La mquina de hacer pjaros, pjaros Hemos soado alguna vez con la Mquina de hacer pjaros, pjaros haz encendido alguna vez la mquina de hacer pjaros, pjaros Ven con nosotros a encender la mquina de hacer pjaros, pjaros haz encendido alguna vez la mquina de hacer pjaros, pjaros