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Nombre: Bryan Ushia

Curso: 2 B3

EL CHOLO QUE ODI LA PLATA


Sabs vos Banchn?
Qu don Guayamabe?
Los blancos son unos desgraciados.
De verd
Hei trabajado como un macho siempre. Mei Jodo, como naide en estas islas. I nunca hei
tenido medio.
Tens razn.
I no me importara eso sabs vos? Lo que me calienta es que todito se lo llevan los
blancos. Los blancos desgraciaos!
Tens razn.
Vos te acords? Yo tena mis canoas i mis hachas I hasta una balandra Viva feliz
con mi mujer y mi hija Chaba
Claro, tei conoco dende tiempissimo
Pues bien. Los blancos me quitaron todo. I no contentos con esto se me han tirao a mi
mujer
S, de verd. Tens razn Los blancos son unos desgraciaos
Hablaban sobre un mangle gateado, que clavaba cientos de races en el lodo prieto de la
orilla. Miraban el horizonte. Los dos eran cholos. Ambos fuertes i pequeos. Idntico
barro haba modelado sus cuerpos hermosos y fornidos
Banchn trabaj. Banchn reuni dinero. Banchn puso una cantina. Banchn
envenenando a su propia gente se hizo rico. Banchn tuvo islas y balandras. Mujeres y
canoas
Compaeros de antao, peones suyos fueron. Humillolos. Roboles. Los estir como redes
de carne, para acumular lisas de plata en el estero negro de su ambicin
I un da

Nombre: Bryan Ushia


Curso: 2 B3

Sabe usted don Guayamabe? Don Banchn se est comiendo a la Chaba, su hija. La
lleva pa er Posudo Creo que la muchacha no quera Pero r le ha dicho que si no lo
botaba a usted como un perro
I otro da
Sabe usted don Guayamabe? Aqu le manda don Banchn estos veinte sucres. Dice
que se largue. Que ust yast mui viejo. Que ya no sirve pa naa I que r no tiene por
qu mantener a naide!
Aj. Ta bien
Medit.
No eran malos los blancos. No eran malos los cholos. l lo haba visto: Banchn. Su
compadre Banchn, lo ba ayudao antes. Se ba portado, como naide con l
Pero
La plata. La mardita plata! se le enrosc en el corazn, tal que una equis rabo de hueso.
Ah la plata!
I despus de meditar se decidi Para que Banchn su viejo amigo no lo botara ms
nunca. Para que Banchn se casara con su hija. Para que Banchn fuera bueno
Le prendi fuego a sus canoas y balandras. A sus casas y sus redes.
I cuando en Guayaquil ante un poco de gente que le hablaba de cosas que no entenda
le pidieron que se explicara balbuce:
La plata esgracia a los hombres

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