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CONVENCIÓN TERRITORIAL

Calatayud, 19 de junio de 2010

“Aragoneses, territorio y autonomía”

1.- Introducción.............................................. Pág. 2

2.- La Identidad aragonesa........................... Pág. 2

3.- Los derechos históricos.......................... Pág. 4


3.1 La condición de aragonés
3,2 El territorio
3.3 La autonomía
3.4 La unidad de España
3.5 Defensa de nuestra historia, símbolos y denominaciones
originarias de Aragón.
3.6 El Derecho foral civil de Aragón
3.7 Acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado.
3.8 Presencia en la política del Estado
3.9 Relaciones con el resto de CCAA.

4.- Propuestas de desarrollo........................ Pág. 11

5.- Estrategias de comunicación.................. Pág. 13

6. - Conclusiones............................................. Pág. 14

8.- Participantes en la ponencia ……………. Pág. 16


“Aragoneses, territorio y autonomía”

1. Introducción
Hablar de aragoneses, territorio y autonomía es hablar de identidad aragonesa.

Los aragoneses somos una comunidad histórica de origen foral y nuestra


identidad se ha mantenido de forma ininterrumpida desde hace casi mil años.
De eso no hay duda, pero debemos reflexionar sobre cómo debemos dar a
conocer, proteger y potenciar nuestra identidad como aragoneses.

2. La identidad aragonesa
La identidad que nos une ¿en qué consiste? ¿en qué se fundamenta? Ser
aragonés es simplemente haber nacido en Aragón y ser conocidos por unos
valores como la constancia, la firmeza y la fidelidad (Rey Martín I el Humano).
Para nuestro partido, la identidad aragonesa es algo mucho más trascendente.

La identidad aragonesa representa el sentimiento colectivo de ser aragonés y


el compromiso por la defensa de los intereses que nos unen. Para el PAR,
Aragón es lo primero.

Los aragoneses defendemos nuestras libertades personales, una forma de vida


en sociedad y en familia, defendemos una economía en nuestro territorio del
que consideramos que nos pertenecen todos sus recursos, defendemos el
máximo autogobierno dentro de una España y una Europa unida y solidaria, y
defendemos nuestras raíces, costumbres, tradiciones, y en definitiva el respeto
por nuestra identidad.

De este modo si defendemos la identidad aragonesa estamos defendiendo


nuestros ideales, a nuestras familias, y a nuestras empresas. No nos
engañemos: si no sabemos defender nuestra identidad no podremos aspirar a
ser una comunidad cohesionada y desarrollada social y económicamente.

Y si es tan importante nuestra identidad, desde el Partido Aragonés es


imprescindible que busquemos los caminos para afirmarla y defenderla. Con
las identidades, si no se potencian y se fortalecen, ocurre lo mismo que con los

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sentimientos: desaparecen.
El Derecho foral y la Historia de Aragón son los pilares fundamentales sobre los
que se asienta nuestra identidad. Si defendemos nuestro Derecho y nuestra
historia estaremos defendiendo nuestra identidad, e insistimos de nuevo,
estaremos defendiendo también a la sociedad, la cultura y la economía
aragonesa

Respecto del Derecho o nuestros fueros, ya decía Joaquín Costa que Aragón
se define por el Derecho. A través del Derecho Foral hemos construido la
defensa de nuestra libertad personal y colectiva, la protección de la familia y su
patrimonio, y la pervivencia de nuestras instituciones. Debemos preocuparnos
para que por medio de nuestro Derecho o nuestras leyes construyamos una
sociedad más justa. Es necesario dictar leyes que protejan la familia, que
contribuyan al desarrollo económico de las comarcas aragonesas y que
faciliten los negocios a las empresas. No podemos esperar a que otros lo
hagan por nosotros, debemos tener iniciativas de cambio y de adaptación a un
mundo globalizado muy exigente y pensar que las fronteras ya no existen.

El otro pilar sobre el que se fundamenta la identidad aragonesa es nuestra


historia, la que nace con el Reino de Aragón que da lugar a la Corona de
Aragón y que más tarde construye la unidad de España.

Esta historia nos llena de orgullo, pero también conlleva la responsabilidad de


defenderla y la obligación de recuperar el protagonismo que siempre hemos
tenido en la construcción de España. La Historia nos otorga el beneficio de los
Derechos Históricos.

Y en prueba de que la identidad y la historia están íntimamente unidas nuestro


Estatuto reconoce al pueblo aragonés los derechos que como tal le hubieran
podido corresponder en virtud de su historia (DA 5ª Estatuto 1982 y DA3ª
Estatuto 2007). Y también dice nuestro Estatuto (Preámbulo) que el Reino de
Aragón es la referencia de una larga historia del pueblo aragonés que durante
siglos dio nombre y contribuyó a la expansión de la Corona de Aragón. Aragón
se construye sobre sí mismo, no es herencia de ninguna cultura anterior.

Ahora bien, los derechos históricos no solo es historia también son derechos,
es decir, los aragoneses ostentamos por nuestra historia unos derechos, que
debemos actualizar al momento presente. Cuando hablamos de derechos
históricos no pretendemos volver al pasado sino continuar manteniendo
nuestra identidad adaptada a los nuevos tiempos, es decir, a los actuales

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valores democráticos, sociales, y por supuesto a nuestra Constitución
española, que es la primera que ampara y respeta los derechos históricos de
los territorios forales como es el caso de Aragón.

La defensa de la identidad aragonesa es nuestra primera misión como partido


político aragonés. Y debe de ser una vez más el PAR el que lidere en Aragón la
defensa de nuestros valores esenciales.

Para ello debemos impulsar una Ley de actualización de derechos históricos


que nos sirva de referencia para el desarrollo de nuestra identidad.

3. Los derechos históricos

Los derechos históricos son expresión de nuestros valores de pacto, lealtad y


libertad.

Los derechos históricos no deben entenderse como más competencias sino


como más identidad.

Actualizar los derechos históricos es mantener la esencia de nuestra identidad


adaptada a los nuevos tiempos.

Tres elementos básicos definen los derechos históricos de Aragón: los


aragoneses, el territorio y la autonomía.

3.1 La condición de aragonés


La identidad aragonesa se adquiere por ser hijo de aragoneses o por
arraigo en Aragón. Los derechos históricos siempre han reconocido la
condición de aragoneses no solo a los que viven en Aragón sino también
a los que residen fuera. Nuestro mensaje aragonesista va dirigido a
todos aquellos que afirman o mantienen su identidad aragonesa, tanto si
residen en Aragón como fuera de nuestro territorio, solo de esta forma
nos podemos considerar una comunidad de personas, el pueblo
aragonés.

Quienes son aragoneses de origen y residen en Aragón tienen que


convivir con una nueva situación, la llegada de los aragoneses de
adopción. Esta nueva realidad debe ser canalizada de forma positiva.
Nuestra tradición tolerante facilita la integración de otras culturas. Sin
embargo, esta realidad no debe desdibujar nuestra identidad. Bien al

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contrario, es importante mantener la fortaleza de nuestras señas.

Por ello, ahora tal vez más que nunca se hace necesario un mensaje de
cohesión, revitalizando nuestra especial identidad. Que todos puedan
sentirse bienvenidos a una tierra con personalidad propia y carácter
definido; un territorio histórico que tiene en su haber una herencia
jurídica y cultural envidiable.

Quienes son aragoneses y se encuentran fuera Aragón, también son


aragoneses y merecen que nos acordemos de ellos porque ellos lo
hacen en todo momento en la distancia recordando con orgullo su
identidad aragonesa y transmitiendo entre su entorno sus raíces en
Aragón. Debemos luchar porque a los aragoneses que viven fuera de
Aragón se les reconozca la condición política de aragoneses y puedan
votar en las elecciones autonómicas. Si a los aragoneses que viven
fuera de Aragón se les aplican el Derecho foral aragonés en su vida
personal y familiar, deben votar en las elecciones a Cortes de Aragón.
Quienes se opongan a esto no podrán considerarse democráticos. No
tiene sentido que los aragoneses en el extranjero puedan votar en las
elecciones a Cortes de Aragón y el aragonés que vive en Madrid o
Barcelona no puedan. Desde siempre los aragoneses fuera de Aragón
hemos invocado la aplicación de nuestro Derecho foral.

3.2 El territorio
Los derechos históricos nos unen con nuestro territorio en el que durante
siglos nos hemos asentado y da nombre a nuestra comunidad. La
defensa de los derechos históricos es la defensa de nuestro territorio con
sus recursos naturales.

Y no olvidemos que “el río Ebro es cuna y centro de la nacionalidad


aragonesa” (Joaquín Costa). Debemos luchar por gestionar el
aprovechamiento de acequias, pantanos, riegos, pastos y tierras a favor
de los aragoneses de manera prioritaria. Unidad de cuenca sí, para
evitar los trasvases, pero gestión de la reserva hídrica del Ebro también.
Solo de este modo podremos aprovecharla en interés de los
aragoneses.

Aragón históricamente ha sido un territorio organizado en municipios y


comunidades que son la base de las actuales comarcas, las cuales son
eje fundamental para el equilibrio económico y social de Aragón. Y la

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ciudad de Zaragoza debe ejercer como capitalidad de Aragón y ser
motor de su desarrollo. Nuestro Estatuto permite interiorizar nuestra
organización territorial propia desplazando el actual modelo de
organización provincial.

3.3 La autonomía
Los derechos históricos son expresión de la autonomía aragonesa y
garantía de la defensa de los intereses de Aragón desde Aragón
mediante instituciones propias que basan su actuación en la primacía del
Derecho. Instituciones que injustamente fueron abolidas por los Decretos
de nueva planta, que el año que viene cumplirán 300 años. Este hecho
debe ser recordado como algo que nunca debió pasar y que no puede
repetirse.

Y tampoco puede olvidarse que fue una enmienda del PAR la que
permitió que nuestro Estatuto reconociera a Aragón sus derechos
históricos con el objeto de “garantizar los resultados de un examen en
profundidad y por ello, con el exigible detenimiento, de los derechos
históricos de Aragón, suprimidos por los Decretos de Nueva Planta y
otras disposiciones”…“es esta una tarea que trasciende a todo el
ordenamiento jurídico y que puede arrojar luz sobre la conveniencia de
reavivar disposiciones de carácter público, administrativo o fiscal, de
imposible empleo de no haberse tenido aquella precaución estatutaria.
No podemos renunciar a nuestra historia” (Hipólito Gómez de la las
Roces).
Otros elementos que conforman los derechos históricos de Aragón:

3.4 La unidad de España


Los derechos históricos son también la voluntad de Aragón por defender
la unidad de España y los intereses del conjunto de los españoles dentro
de la monarquía hispánica, de la que Aragón es fundadora a titulo
principal. El Rey de España también es rey de Aragón. Aragón desde su
nacimiento va asociado a la idea o proyecto común de España.

Pero los aragoneses aspiramos a una España diversa, autonomía es


diversidad, no queremos una España uniforme y centralista, entre otras
cosas porque eso implica que nuestras costumbres y nuestro Derecho
no se respetarán y nos impondrán las costumbres y el Derecho de otros:
ya nos ha ocurrido otras veces. Y nuestros recursos, económicos y
naturales, o para que se entienda mejor nuestros impuestos y el agua

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del Ebro, saldrán de Aragón para desarrollar otras zonas más pobladas
de España a costa de hipotecar el futuro de Aragón.

Los centralistas invocan la igualdad de todos los españoles para atacar a


las autonomías, y a eso nosotros respondemos que igualdad sí, pero de
oportunidades, valorando el esfuerzo que cada comunidad desarrolla y,
por supuesto, respetando las identidades porque igualdad e identidad no
con incompatibles, al contrario se complementan.

Pero no nos engañemos: el camino para reforzar nuestra identidad no


será fácil. El centralismo hará todo lo posible por debilitar nuestra
identidad porque con ello debilita nuestra fuerza política.

Por ello, el PAR esta obligado a luchar por la identidad aragonesa para
que nos haga fuertes políticamente y con ello alcanzaremos el progreso
de Aragón y el futuro de nuestros hijos.

En estos últimos años en que el PAR ha sido una fuerza política


respetada, Aragón ha progresado como en ninguna otra época. Al PAR
lo que le interesa es el progreso de Aragón. El debate entre izquierdas y
derechas en un mundo globalizado en el que ha triunfado el capitalismo
es cada vez más absurdo. Ahora los partidos socialistas eliminan el
impuesto sobre el patrimonio y los partidos de derechas quieren suprimir
las empresas públicas para sustituirlas por funcionarios. El PAR desde el
centro puede aportar el equilibrio necesario entre el capitalismo y la
solidaridad social.

3.5 Defensa de nuestra historia, símbolos y denominaciones


originarias de Aragón.

Los derechos históricos son el respeto por los símbolos y


denominaciones originarias de Aragón. Ya vale de oír hablar de corona
catalanoaragonesa. Nuestra Corona de Aragón nunca se llamó así. Para
ello necesitamos crear una Academia de la Historia, que desde el rigor
científico acabe con las manipulaciones de la historia de nuestro
vecinos.

También son parte de la identidad aragonesa el arte aragonés, que es la


huella de nuestro pasado. No se trata de meras obras de arte. Son parte
de nuestro camino y de nuestra historia y que por tanto debemos dar a

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conocer, explicar y profundizar en su conocimiento. San Juan de la
Peña, el Mudéjar, La Seo de Zaragoza, el Pilar, los castillos de Aragón,
los puentes sobre el Ebro, nuestros escultores, pintores, escritores, …)

Y por supuesto, respecto del arte aragonés fuera de Aragón deben


tomarse todas las iniciativas posibles, políticas y jurídicas, para que
vuelvan a Aragón, y en especial debe recordarse el contencioso
pendiente del arte sacro, las 112 piezas de arte de las parroquias
aragonesas que la diócesis de Lérida no quiere devolver a su verdadero
propietario, la diócesis de Barbastro-Monzón. El conflicto no es
meramente religioso: es un conflicto en defensa de la identidad histórica
de Aragón.

3.6 El Derecho foral civil de Aragón


Los derechos históricos son la capacidad de decidir sobre las
condiciones de la vida civil y social de los aragoneses. El derecho civil
foral aragonés es la base para la defensa de la familia y de los intereses
de nuestros hijos y así debe seguir.

La reciente ley de custodia compartida es un ejemplo de actualización de


nuestros derechos históricos, de nuestro viejo derecho civil foral. Con
esta ley pretendemos ser una sociedad en la que hombres y mujeres
sean iguales dentro de la familia y a partir de ahí será posible la igualdad
fuera de la familia. Vamos a ser la sociedad más avanzada en igualdad
en España y un ejemplo a seguir. Y esta ley tiene su fundamento en el
derecho foral porque siempre en Aragón se ha legislado en beneficio de
los hijos. En Aragón nunca ha existido patria potestad sobre los hijos,
que significa poder sobre los hijos, sino autoritas, familiar, que significa
autoridad y respeto para la educación en beneficio de los hijos.

Y en la sociedad actual en la que tanto el padre como la madre trabajan


y son iguales en derechos y obligaciones, lo más beneficioso para los
hijos en caso de divorcio es que la relación con ambos padres continúe
de forma compartida; la igualdad se enseña a los hijos con el ejemplo.
No era una ley fácil pues es un cambio muy importante en nuestra
sociedad que exigirá esfuerzos por parte de todos, pero el camino es
irrenunciable en beneficio de los hijos y de la igualdad efectiva entre
hombres y mujeres.

3.7 Acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado.

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Los derechos históricos nos permiten reivindicar una hacienda propia
acordada de forma bilateral con el Estado y solidaria con el resto de los
pueblos de España, superando el agravio comparativo con las haciendas
vasca y navarra que impiden competir a nuestras empresas en
condiciones de igualdad perjudicando al empleo en Aragón. Esta
situación cada vez es más insostenible, frena nuestro desarrollo y es un
incumplimiento intolerable de nuestro Estatuto.

3.8 Presencia en la política del Estado


La realidad política actual nos dota de un Estatuto de Autonomía que
representa la principal herramienta para gobernarnos fruto de un pacto
entre Aragón y el Estado. La Constitución de 1978 representa una nueva
forma de pactismo, con un retorno de nuevo a nuestra historia.

El principio dispositivo de la Constitución es expresión de la idea de


pacto. Y los aragoneses podemos estar orgullosos del Estatuto de
Autonomía de 2007, que por fin nos pone a la cabeza del autogobierno
en España.

Ahora bien, debemos estar atentos a la evolución del Estado y estar


desde el primer momento en los debates de reforma constitucional, que
tarde o temprano se plantearán, pues la Constitución al igual que la
sociedad debe evolucionar. Los aragoneses podremos aportar nuestra
experiencia histórica en esta España actual desorientada y sin brújula,
en la que no llevan razón ni los nacionalistas separatistas ni los
centralistas de Madrid: el equilibrio lo puede aportar Aragón porque
existe el PAR.

Aragón debe tener una voz propia en las políticas de Estado que son las
que nos afectan a todos los españoles, con responsabilidad y evitando
precios políticos que no responden al interés general. Los presupuestos
generales del Estado no pueden condicionarse por el pago de
prebendas o privilegios insolidarios.

3.9 Relaciones con el resto de CCAA.


Los derechos históricos representan un elemento diferenciador respecto
de otras CCAA y a su vez son elemento unificador de cohesión interna.

Aragón se encuentra situada entre distintos territorios con marcadas

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señas de identidad de las que en muchos aspectos ha sido partícipe. La
coyuntura actual hace que ahora más que nunca sea necesario rescatar
de nuestra memoria los valores que históricamente nos han hecho como
somos. Nuestro talante leal, pactista, tolerante y de respeto debe
hacernos sentir orgullosos de ser aragoneses y españoles.

La forma en la que algunos territorios próximos han llevado a cabo su


política a lo largo de años para desarrollar, difundir y fortalecer sus
señas de identidad choca a veces con nuestro talante conciliador. Esas
políticas en ocasiones han colisionado con nuestros intereses y ha sido
entonces cuando nuestro aragonesismo se ha activado, justo en el
momento en que hemos visto peligrar aquello que para nosotros era
importante. Sin duda, el mejor exponente de esta situación se ha dado
en la defensa de nuestros recursos hidráulicos. Nuestra lucha contra el
trasvase del Ebro debe continuar: la amenaza sigue ahí, el Partido
Popular y el Partido Socialista Obrero Español volverán a intentarlo.

Sin embargo, nuestro aragonesismo debe permanecer activo siempre.


En el Estado de las Autonomías en el que vivimos el progreso pasa por
mantener de forma permanente nuestro compromiso, nuestra
implicación, haciendo gala del aragonesismo, sin que ello signifique
adoptar posturas que no son nuestro estilo. Tenemos nuestra propia
forma de hacer las cosas, basada en nuestras propias señas de
identidad.

Necesitamos transmitir que nuestras señas de identidad no hacen falta


sólo para ‘defendernos’ de aquello que consideramos agresiones por
parte de otras CCAA. Nuestras señas nos identifican siempre –
especialmente cuando se alude a ellas en positivo- y, por tanto, deben
tener la mayor consideración por parte de todos; faltamos a nuestro
propio respeto y el de nuestros antepasados cuando las ignoramos.

Son diversas las señas de identidad que los territorios han utilizado para
cohesionarse: País Vasco a través del concierto económico, Cataluña
mediante la lengua, Navarra gracias a su condición foral. En todos los
casos el proceso ha sido largo, pero ha calado en la sociedad
fortaleciendo su identidad.

Y no somos ni debemos sentirnos aragoneses por oposición al resto,


catalanes, vascos, navarros, mallorquines o cualesquiera otros; lo somos

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porque pertenecemos a un territorio histórico en el que hemos nacido y/o
nos hemos desarrollado. Esa ‘cuna histórica’ ha conformado con los
siglos unos derechos históricos que nos hacen diferentes y nos
cohesionan como pueblo.

En este contexto Aragón debe apostar por la Historia como eje identitario
y presentarse ante el resto con orgullo, fortaleza, y seguridad en si
misma. Defendiendo nuestra autonomía que se fundamenta en la
historia de Aragón, la Constitución de 1978 y el Estatuto de 2007.

4. Propuestas de Desarrollo
El hilo conductor para hacer efectivo nuestro proyecto se encuentra en el actual
Estatuto de Autonomía de 2007, donde están contenidas las líneas maestras a
seguir. Sin embargo, la traducción en hechos es la clave para promocionar
nuestro objetivo.

 Nuestra sociedad se mueve por estímulos, por lo que es importante la


idea de ‘poner de moda’ nuestras señas de identidad. La sociedad
necesita que se traduzcan en hechos las ventajas que supone esta
identidad, y, en este sentido, tenemos una experiencia muy ilustradora
con la reciente aprobación de la Ley de Custodia Compartida en dos
aspectos:
o Traducción efectiva en una actuación novedosa que atiende a
una realidad social y que ha sido posible gracias a disponer de
unos derechos históricos que nos permiten legislar en el ámbito
del derecho civil, a diferencia de otras CCAA.
o Esta singularidad ha sido recogida ampliamente en los medios
locales y nacionales lo que ha dado publicidad a una actuación
que nos permite liderar políticas en España.
 La Corona de Aragón debe ser una realidad cultural e histórica, y hemos
de impulsar su estudio, conocimiento y divulgación para que nos sirva de
reclamo turístico mundial. El Mundo cada vez necesita más a la cultura,
y la Corona de Aragón es un ejemplo de un imperio en el mediterráneo
occidental que fue cuna de modernidad en Europa y que no es
demasiado conocido.

Un convenio con todos los territorios que integraron la Corona de Aragón


(Aragón, Cataluña, Valencia, Islas Baleares, Lanquedoc-Roussillon,
Cerdeña, Nápoles, Sicilia…) sería una meta a alcanzar para potenciar
nuestras raíces comunes, que todavía permanecen en sus símbolos

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identitarios (escudos y banderas). Nuestro Estatuto nos permite celebrar
este tipo de convenios de alcance internacional.

De esta forma, colaborando, el Archivo de la Corona de Aragón podrá


dejar de ser un elemento de división y volver a serlo de unión, que nunca
debió dejar de serlo.
 Hay que impulsar medidas en el ámbito económico que nos hagan
competitivos de manera efectiva no solo en España sino en el Mundo,
posicionándonos como una comunidad moderna y sin complejos ante
los retos de la globalización pero sin perder nuestra identidad. Para ello
necesitamos una mayor autonomía financiera, exigiendo lo que nos
corresponde de acuerdo con nuestra historia y nuestro Estatuto: el
Concierto económico o un acuerdo bilateral económico financiero con el
Estado que reconozca el esfuerzo fiscal de los aragoneses debe ser una
meta frente a la que no nos podemos rendir. El actual sistema de
financiación es muy injusto con Aragón. También deben potenciarse
incentivos a los empresarios a la hora de ampliar sus negocios y nuevas
instalaciones.
 Hemos de aplicar todos nuestros recursos, en defensa de lo propio, en
actuaciones que sabemos condicionan nuestro futuro como Comunidad
próspera y competitiva como las relacionadas con la apertura de los
pasos fronterizos, la Travesía Central y la reapertura del Canfranc son
objetivos irrenunciables para Aragón. Demostrar a la sociedad cómo
podría ser nuestra tierra con estas conexiones para que sea
completamente consciente de la realidad y conocedora de las razones
que lo impiden es imprescindible. Todo ello nos ayudará a remover los
obstáculos y alcanzar nuestro objetivo.
 Hay que apoyar la investigación y a nuestros investigadores para que se
queden en Aragón, sin los cuales nuestra capacidad competitiva está
comprometida. Es un hecho que aquéllos que promueven la innovación
están presentes con más fuerza en la economía. La apuesta por la I+D+i
es una clave para sentir que avanzamos con seguridad y confianza
hacia el futuro. Debemos fomentar la investigación en todos los ámbitos,
desde las razas autóctonas y productos aragoneses de calidad hasta la
más avanzada tecnología informática.
 Para reforzar nuestra identidad es necesario potenciar las relaciones
bilaterales con el Estado. Potenciando la bilateralidad con el Estado
podremos alcanzar los objetivos de interés para Aragón, como son las
inversiones prioritarias para Aragón, la gestión compartida del agua del
Ebro, un sistema de financiación justo para Aragón, ejecución y gestión

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de obras hidráulicas e infraestructuras de interés general mediante
convenio e impulsar otros proyectos de interés del Estado y Aragón
como los ya citados de la Travesía Central y la reapertura del Canfranc.
 Tenemos que hacer ver las mejoras de los servicios traspasados.
Describiendo cómo fueron traspasados por el Estado y cómo funcionan
en la actualidad, demostrando nuestra capacidad para hacer política y
gestionar los intereses de los ciudadanos. Es la mejor prueba de que la
descentralización política y la recuperación de nuestra autonomía ha
sido un éxito. De esta forma podremos seguir avanzando con paso firme
en traspasos y potenciar nuestra autonomía. Nuestro actual Estatuto nos
permite todavía más autonomía (becas para el fomento del estudio de
los aragoneses, permisos de trabajo de extranjeros, gestión de
aeropuertos, la policía autonómica, prisiones…).
 Hay que facilitar políticas de entendimiento con las demás CCAA, de lo
contrario el centralismo rescatará competencias. La coordinación con las
demás CCAA debe ser el nuevo paso del Estado autonómico, y Aragón,
mediante el impulso del PAR, ha sido la precursora de estas nuevas
relaciones, hasta ahora inexistentes. Además de posiciones comunes en
defensa del Estado autonómico las CCAA deben coordinar sus servicios
en beneficio de los ciudadanos. Los primeros pasos que se van a
traducir en breve en ventajas prácticas para los ciudadanos: las licencias
de caza y pesca de una Comunidad Autónoma servirán en las otras, las
mujeres maltratadas podrán ser acogidas en cualquier Comunidad
Autónoma, o la mejor coordinación de los servicios de extinción de
incendios son algunos de los ejemplos.

5. Estrategias de Comunicación
Transmitir a la sociedad estas reflexiones sobre la identidad aragonesa con el
objetivo de que se conviertan en un “sentimiento colectivo”, requiere una
especial estrategia que debe abarcar los distintos grupos sociales, medios de
comunicación y sobre todo uno de los pilares fundamentales de nuestra
sociedad: la educación.

Las tecnologías determinan una forma nueva de comunicación. Internet, las


redes sociales y en general todas las herramientas tecnológicas que
actualmente existen para relacionarse, establecen una nueva forma de vivir y
por tanto de percibir la realidad.

Sin embargo, a pesar de lo poderoso de este nuevo sistema, es importante


lograr que las personas se sientan aragoneses porque ese sentimiento les

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conecta con un origen y por tanto con una historia y una identidad determinada.

Desde el PAR debemos utilizar estos medios para divulgar nuestro mensaje y
acercarnos a las personas adaptando la comunicación de las ideas al soporte
que más utiliza el colectivo o grupo social al que nos dirigimos.

La educación determina la prosperidad de un cambio, el afianzamiento de un


proyecto que supone el reconocimiento del sentimiento de identidad aragonesa
debe estar inmerso de forma transversal en los distintos niveles educativos. Por
ello, si realmente queremos fortalecer y sobre todo consolidar nuestras señas
de identidad, es necesario desarrollar un importante trabajo en la educación.

Transmitiendo nuestras referencias de identidad desde el primer momento


lograremos que en un futuro a medio plazo, esté garantizada la supervivencia
del aragonesismo. El ámbito educativo es fundamental para inculcar nuestras
referencias, por lo que es de gran importancia apoyar y estimular medidas que
contribuyan al conocimiento, reconocimiento y valoración de ‘lo nuestro’ en
todos los sentidos: nuestra propia historia y la importancia de nuestro papel en
la historia de España y Europa. La cultura y la investigación: nuestros
aragoneses más ilustres e incluso universales que estando fuera no perdieron
de vista sus señas de identidad.

No debe haber ningún aragonés que no conozca nuestra historia, los valores
de nuestro derecho foral (pacto, lealtad y libertad). los reyes de Aragón, la
expansión por el mediterráneo, el compromiso de Caspe, el archivo de la
corona de Aragón, la lucha por las libertades de los aragoneses frente a los
monarcas absolutistas o en los sitios frente a los franceses, los aragoneses
ilustres, como el Rey Fernando el Católico, Pignatelli, Miguel Servet, el Conde
Aranda, Goya, Ramón y Cajal, Joaquín Costa, Buñuel y tantos otros.

En este terreno debemos volcarnos en la educación y en los ámbitos culturales


para dar a conocer nuestros valores aragoneses. Nuestra identidad también
debe enseñarse y cultivarse.

Dando a conocer nuestra cultura sabremos alcanzar el futuro.

6. Conclusiones
La identidad aragonesa representa el sentimiento colectivo de ser aragonés y
el compromiso por la defensa de los intereses que nos unen.

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Una comunidad sin identidad propia no impulsa su desarrollo económico, social
y cultural.

El Derecho foral y la historia de Aragón son los pilares fundamentales sobre los
que se asienta nuestra identidad. Los aragoneses defendemos desde hace
siglos nuestras libertades personales, una forma de vida en sociedad y en
familia, defendemos una economía en nuestro territorio del que consideramos
nos pertenecen todos sus recursos, defendemos el máximo autogobierno
dentro de una España y una Europa unida y solidaria, defendemos nuestras
raíces, costumbres, tradiciones, y en definitiva el respeto por nuestra identidad.

Una ley de los derechos históricos de Aragón reforzará y protegerá la identidad


aragonesa. Actualizar los derechos históricos es mantener la esencia de
nuestra identidad adaptada a los nuevos tiempos.

Los derechos históricos deben servir para que Aragón recupere su


protagonismo en la construcción de España.

Debemos construir un proyecto aragonés reformista impulsado por el PAR que


revise en época de crisis el funcionamiento de los poderes públicos y las
necesidades de nuestros ciudadanos y empresas en un mundo globalizado,
manteniendo, en todo caso, nuestra identidad.

Es prioritario promover la educación en valores aragoneses y divulgar la cultura


aragonesa.

En suma, la defensa de la identidad aragonesa es nuestra primera misión como


partido político aragonés. Y debe ser una vez más el PAR el que lidere en
Aragón la defensa de nuestros valores esenciales impulsando una ley de
actualización de los derechos históricos de Aragón.

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Participantes en la Ponencia:

Ana Teresa Vicente


José María Bescós
Miguel Ángel Gorbe
José Miguel Espada
Javier Sicilia
Joaquín Andrés
Javier Artajo
Ana Ballano
Luís Estaún
Antonio Fondevilla
Pepe Montón
Antonio Ruspira

Coordinador: Xavier de Pedro Bonet

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