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Homenaje a la literatura griega

La redacción de Adentro y Afuera inaugurará, a partir del próximo 18 de febrero de 2008, un


ciclo de lecturas breves dedicadas a la Literatura griega, la gran literatura universal,
específicamente su poesía. Incluso el más oscuro poeta griego hoy se considera miembro
de la misma comunidad literaria y lingüística de Homero. La historia de la literatura griega se
coextiende a la historia del idioma griego, y el idioma es el campo principal en el que la
memoria colectiva, la formación de un pueblo y su propia imagen propia se reafirma y
desarrolla. La lírica griega, desde la Antigüedad, es riquísima en muchos aspectos, y su
producción y calidad completamente desproporcionada para una nación de 20 millones de
hablantes de aquel idioma precioso en todo el mundo. Y dado el tamaño de esta obra
común, podría parecer difícil de presentarla. Lo primero que debe hacerse, para abordar un
patrimonio de tal tamaño hasta nuestros días, es restaurar los grandes periodos (pero muy
poco conocidos en el mundo) de las letras griegas (como el periodo Medieval), hasta darles
aquí suficiente luz y posición.

Las percepciones de la literatura griega fuera de Grecia, en gran medida, reflejan


percepciones de “grecisco” o “greco”. Si “calidad de literario” es un problema común a
todas las literaturas nacionales del mundo, es particularmente problemático en el caso
griego. La universalidad de la humanidad y del lenguaje humano (por extensión a la
literatura) no puede marcar por sí mismo una identidad nacional a la literatura. Imposible,
pues tal identidad solo puede surgir a través de la Historia, lo que muchos países
hispanoamericanos y en otras latitudes olvidan: la Historia como experiencia colectiva, la
Historia como sujeto de escritura y la Historia como fuente de inspiración. La Historia, el
idioma y la literatura contribuyen en igual medida a la formación de una reserva cultural
unificada, completa.

En vista de esto, el problema central de la literatura griega puede verse principalmente en la


relación entre la universalidad de lo que autentica y la autenticidad de la experiencia local y
particular; y en segundo lugar, al fijar una identidad griega entre los polos culturales de
Occidente y Oriente. La identidad griega se posa precariamente, en un frente periférico:
europeo, balcánico, mediterráneo. De cualquier modo, esta identidad nacional y su relación
con Occidente no pueden adecuadamente contenerse en conceptos como el Oriente, o
algunas apropiaciones injustas e imprecisas como “orientalismo”. Mucho menos, puede
hablarse de un ismo con respecto a los Balcanes, o la más amplia visión etnográfica al
bañarse Grecia en el Mar Mediterráneo. La relación de este “grecisco” o carácter de “griego”
con Occidente se basa, casualmente, en una eterna búsqueda de autenticidad, legitimidad,
pues el sello de “literatura griega” como tal abarca tanto los textos antiguos hasta Grecia
como la cuna del Racionalismo Occidental y los escritos del Nuevo Testamento. Esta sangre
noble de un país hoy muy atrasado frente a sus vecinos europeos, funciona como un campo
magnético en los horizontes entre los que se coloca la producción literaria de Grecia.

Para el público que no habla griego o no lee en griego, la literatura moderna de Grecia es
casi un tema oscuro. Lo cierto es que esta literatura fresca, especialmente la poesía,
presenta un talante diverso y dinámico que comparte características precisas con la
literatura europea general mientras al tiempo guarda otros aspectos que merecen atención e
interés de parte de los estudiosos y admiradores de la literatura griega. El futuro de la lírica
de la tierra de Homero es prometedor y hoy bastante prolífico. El pasado se extiende atrás a
muchos siglos, pasado en el que gradualmente lo “greco” se mezcló con la tradición
bizantina y, más temprano aún, con la Antigüedad. Un par de poetas del siglo pasado,
Cavafis, Seferis, Kazantzakis, Elytis y Ritsos son autores familiares fuera de Grecia, pero
para ciertas y muy estrechas audiencias. Y la literatura griega algunas veces da la
apariencia de estar marcada por vacíos, omisiones, por la impresión de que la continuidad
se interrumpió irrevocablemente en algún punto, y que el presente carece de un pasado o al
menos coherencia en el tiempo. Dicho esto, generalmente quienes tienen nociones, aceptan
que la historia moderna de la literatura griega comienza en el siglo XI con textos escritos en
un idioma que es más familiar en los oídos griegos del siglo XXI que el idioma de los
literatos bizantinos, los compiladores de los Evangelios y, por supuesto, los autores
clásicos de los siglos V y IV antes de Cristo. Y se trata de un idioma que siguió hablándose
y modelándose en los siglos siguientes, sufriendo algunas temporadas de escasa
producción literaria, y en otras épocas regalando hitos auténticos a la literatura universal.
La crónica de la literatura griega o, poniéndolo de otro modo, la historia de Grecia vista
desde la perspectiva de sus libros y escritores, es el propósito de cualquier reconstrucción
que se haga de esta bellísima cultura, y combina así la atracción académica y el análisis
narrativo.

Hoy, aparte de los dos ganadores del Premio Nobel de Literatura (Seferis y Elytis), las obras
de los demás maestros griegos pasan desapercibidas. Especialmente, en el caso griego,
resulta vital el conocimiento de su lengua, puesto que incluso las traducciones populares en
castellano de Seferis, Cavafis, Elytis y Ritsos son demasiado imprecisas y erróneas. De
algún modo, los versos, que en su griego original son imponentes, con plumas doradas
como águilas, en otros idiomas se presentan bastante desplumados y muy broncíneos. Lo
que reitera, una vez más, el carácter intraducible de la poesía, este arte tan delicado y
claramente tan superior.

En las entregas semanales, Adentro y Afuera pretende rendir un homenaje a la cultura


griega, presentándole al lector los momentos cumbre de esta literatura tan especial, y
ponerlo en contacto con los hombres y mujeres que dieron forma literaria a la lengua
Griega. Así, se busca describir, lentamente, las cualidades del arte poético griego, sus
instantes de innovación y originalidad, como reiterar su lugar en la tradición literaria
europea y más aún, en la tradición universal. Al lector conseguir para sí el verdadero
sentido de la profundidad histórica y perspectiva desde la que se ha desarrollado esta
literatura, apreciando uno a uno sus hitos, entonces los hijos legítimos de Polimnia no
habrán fallado en su objetivo final. Grecia, en libros y escritores, es el fruto de una labor
colectiva de inmenso valor. Adentro y Afuera así presentará el panorama de la literatura
griega que ha sido pasada por alto en mucho tiempo, como también, iluminará un poco más
la comprensión de los poetas griegos conocidos en todo el mundo, pero que pertenecen a
un tronco común, y a unas ramas especiales, momentos, de la poesía de un gran país.
Publicado por © La Redacción de Adentro y Afuera   

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