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Los Cuatro Ashramas

Brahmacarya Grihastha Vanaprastha Sannyasa

Consideraciones generales

Si uno vive cien años, debe emplear veinticinco en la vida de estudiante, veinticinco en la vida de
casado, veinticinco en la vida retirada y veinticinco en la orden de vida de renuncia.

En lo que concierne a la cualidad brahmínica de la sencillez, este principio no sólo lo debe poner
en práctica una determinada orden de vida, sino todos los individuos, ya sea que se encuentren
en el brahmacari-ashrama, en el grihastha-ashrama, en el vanaprastha-ashrama o en el
sannyasa-ashrama. Uno debe ser muy sencillo y franco.
Brahmacarya (estudiante)

Luego, svadhyaya, el estudio de los Vedas, es para la vida de brahmacarya, o la vida de


estudiante. Los brahmacaris no deben tener ninguna relación con mujeres; ellos deben llevar una
vida de celibato y ocupar la mente en el estudio de la literatura védica para el cultivo del
conocimiento espiritual. Eso se denomina svadhyaya.
Grihastha (jefe de familia)

La caridad es para que la pongan en práctica los jefes de familia. Éstos deben ganarse la vida
por medios honestos, y gastar el cincuenta por ciento de sus ingresos en propagar el proceso de
conciencia de Krishna por todas partes del mundo. Así pues, el dueño de casa debe darles
caridad a las instituciones que se dedican a eso. La caridad se le debe dar al receptor indicado.
Hay diferentes clases de caridades, tal como se explicará más adelante —caridad en los planos
de las modalidades de la bondad, la pasión y la ignorancia—. Las escrituras recomiendan la
caridad en el plano de la modalidad de la bondad, pero la caridad en los planos de las
modalidades de la pasión y la ignorancia no se recomienda, porque es simplemente un
desperdicio de dinero. La caridad se debe dar únicamente para propagar el proceso de
conciencia de Krishna por todas partes del mundo. Eso es caridad en el plano de la modalidad
de la bondad.

Luego, en lo que respecta a dama (el autocontrol), no es sólo para las demás órdenes de la
sociedad religiosa, sino en especial para el jefe de familia. Aunque éste tiene una esposa, no
debe usar los sentidos para la vida sexual innecesariamente. Los jefes de familia tienen
restricciones incluso en la vida sexual, la cual de debe tener únicamente para la procreación. Si
el hombre casado no desea tener hijos, no debe disfrutar de vida sexual con su esposa. La
sociedad moderna disfruta de la vida sexual con anticonceptivos o métodos aún más
abominables, para eludir la responsabilidad de tener hijos. Ésa no es una cualidad trascendental
sino demoníaca. Cualquiera que quiera progresar en la vida espiritual, incluso una persona
casada, debe controlar su vida sexual y no debe engendrar un niño sin el propósito de servir a
Krishna. Si se es capaz de engendrar hijos que se vuelvan conscientes de Krishna, se pueden
producir cientos de hijos, pero sin esa capacidad no hay que entregarse a ello sólo para placer
de los sentidos.

El celebrar sacrificios es otra de las cosas que deben hacer los jefes de familia, porque para los
sacrificios se requiere de una gran cantidad de dinero. Aquellos que se encuentran en las otras
órdenes de vida, es decir, brahmacarya, grihastha, vanaprastha y sannyasa, no tienen dinero;
ellos viven de limosna. De manera que, la ejecución de diferentes tipos de sacrificios es función
de los dueños de casa. Ellos deben realizar sacrificios agni-hotra tal como se estipula en la
literatura védica, pero en la actualidad esos sacrificios son muy costosos y a un casado
cualquiera no le es posible llevarlos a cabo. El mejor sacrificio que se recomienda en esta era se
denomina sankirtana-yajña. Este sankirtana-yajña, el canto de Hare Krishna, Hare Krishna,
Krishna Krishna, Hare Hare / Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare, es el mejor y el
más barato de todos los sacrificios; todo el mundo puede adoptarlo y beneficiarse con ello. Así
que esas tres cosas, es decir, la caridad, el control de los sentidos y la ejecución de sacrificios,
son para el jefe de familia.
Vanaprastha (vida retirada)

Tapas, o la austeridad, es especialmente función de la vida retirada. Uno no debe permanecer


como cabeza de familia durante toda su vida; siempre debe recordar que la vida se divide en
cuatro partes: brahmacarya, grihastha, vanaprastha y sannyasa. De modo que, después de
grihastha, de la vida de casado, uno debe retirarse. Si uno vive cien años, debe emplear
veinticinco en la vida de estudiante, veinticinco en la vida de casado, veinticinco en la vida
retirada y veinticinco en la orden de vida de renuncia. Ésas son las regulaciones de la disciplina
religiosa védica. Un hombre retirado de la vida doméstica debe practicar austeridades del
cuerpo, de la mente y de la lengua. Eso es tapasya. La sociedad varnashrama-dharma por
entero está hecha para la tapasya. Sin tapasya, o austeridad, ningún ser humano puede
conseguir la liberación. La teoría de que en la vida no hay necesidad de austeridad, de que uno
puede seguir especulando y todo va a ir bien, no se recomienda ni en la literatura védica ni en el
Bhagavad-gita. Esa clase de teorías las crean espiritualistas exhibicionistas que tratan de
conseguirse más seguidores. Si hay restricciones —reglas y regulaciones—, la gente no se verá
atraída. Por consiguiente, aquellos que quieren tener seguidores en nombre de la religión, sólo
por exhibicionismo, no restringen las vidas de sus alumnos ni las suyas propias. Pero ese
método no lo aprueban los Vedas.
Sannyasa (orden de renuncia)

En la institución Varnashrama, el sannyasi, o la persona que se encuentra en la orden de vida de


renuncia, se considera que es el líder o el maestro espiritual de todos los estados y órdenes
sociales. El brahmana se considera que es el maestro espiritual de los otros tres sectores de la
sociedad, es decir, de los kshatriyas, los vaishyas y los shudras, pero el sannyasi, que está a la
cabeza de la institución, se considera que es el maestro espiritual incluso de los brahmanas. El
primer requisito que debe cumplir un sannyasi es el de no tener miedo. Como un sannyasi tiene
que estar solo, sin ningún respaldo ni garantía de respaldo, simplemente tiene que depender de
la misericordia de la Suprema Personalidad de Dios. Si él piensa: "Después de abandonar mis
vínculos, ¿quién me protegerá?", él no debe adoptar la orden de vida de renuncia. Uno debe
estar plenamente convencido de que Krishna, o la Suprema Personalidad de Dios, en Su
aspecto localizado de Paramatma siempre está dentro de uno, que Él lo está viendo todo y que
Él siempre sabe lo que uno piensa hacer. Se debe tener, pues, la firme convicción de que
Krishna en forma de Paramatma se va a ocupar de un alma que está entregada a Él. "Nunca
estaré solo" —debe pensar uno—. "Incluso si vivo en las regiones más oscuras de un bosque,
Krishna me acompañará y me dará absoluta protección". Esa convicción se denomina abhayam,
valentía. Ese estado mental es necesario en una persona que se halla en la orden de vida de
renuncia.

Luego, el sannyasi tiene que purificar su existencia. Hay muchísimas reglas y regulaciones que
se deben seguir en la orden de vida de renuncia. Lo más importante de todo es que un sannyasi
tiene estrictamente prohibido el relacionarse íntimamente con una mujer. Él tiene prohibido
incluso el hablar con una mujer en un lugar solitario. El Señor Caitanya era un sannyasi ideal, y
cuando se encontraba en Puri, Sus devotas ni siquiera podían acercársele para ofrecerle sus
respetos. A ellas se les decía que se postraran desde lejos. Ése no es un signo de odio hacia las
mujeres como clase, sino que el no tener relaciones íntimas con mujeres es una regla estricta
que se le impone al sannyasi. Uno tiene que seguir las reglas y regulaciones de un determinado
estado de vida a fin de purificar su existencia. El sannyasi tiene estrictamente prohibido el tener
relaciones íntimas con mujeres y el poseer riquezas para el goce de los sentidos. El propio Señor
Caitanya fue el sannyasi ideal, y al estudiar Su vida podemos ver que Él era muy estricto
respecto a las mujeres. Aunque se considera que Él es la encarnación de Dios más liberal de
todas, pues aceptaba a las almas condicionadas más caídas de todas, no obstante siguió
estrictamente los reglamentos de la orden de vida de sannyasi en lo que se refiere a la relación
con mujeres. Uno de Sus asociados personales, Chota Haridasa, se reunía con el Señor
Caitanya junto con Sus otros asociados personales íntimos, pero de algún modo ocurrió que, una
vez, este Chota Haridasa miró lujuriosamente a una joven mujer, y el Señor Caitanya era tan
estricto, que de inmediato lo expulsó del grupo de Sus asociados personales. El Señor Caitanya
dijo: "Para un sannyasi o para cualquiera que ambicione salirse de las garras de la naturaleza
material y que esté tratando de elevarse a la naturaleza espiritual e ir de vuelta al hogar, de
vuelta a Dios, para él, mirar las posesiones materiales y a las mujeres en aras del goce de los
sentidos —ni siquiera el disfrutarlas, sino sólo el mirarlas con esa propensión— es tan malo, que
mejor haría en suicidarse antes que experimentar esos deseos ilícitos". (1) De manera que, ésos
son los procesos de purificación.

El siguiente punto es jñana-yoga-vyasvasthiti: el estar dedicado al cultivo del conocimiento. La


vida de sannyasi es para impartirles conocimiento a los casados y a otros que han olvidado su
verdadera vida de adelanto espiritual. Se supone que un sannyasi mendiga de puerta en puerta
para mantenerse, pero eso no significa que él es un mendigo. La humildad también es una de las
cualidades de una persona que está en el plano trascendental, y es por pura humildad que el
sannyasi va de puerta en puerta, no precisamente para mendigar, sino para ver a los casados y
despertarlos en lo que se refiere al proceso de conciencia de Krishna. Ése es el deber de un
sannyasi. Si él verdaderamente está adelantado y se lo ha ordenado así su maestro espiritual,
debe predicar acerca del proceso de conciencia de Krishna con lógica y comprensión, y sin no se
está adelantado, no se debe adoptar la vida de renuncia. Pero incluso si uno ha aceptado la
orden de vida de renuncia sin suficiente conocimiento, debe dedicarse por entero a oír a un
maestro espiritual genuino y cultivar así el conocimiento. Un sannyasi, o alguien que está en la
orden de vida de renuncia, debe tener valor, sattva-samsuddhi (pureza) y jñana-yoga
(conocimiento).

Todos los textos de esta página son significados de Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami
Prabhupada extraídos de "El Bhagavad-gita tal como es", Cap.16, versos 1-3.

(1) El Señor Caitanya en Sus enseñanzas deja muy en claro que el suicidio es altamente
pecaminoso y no le traerá buenos resultados a quien lo lleve a cabo, por lo tanto, Su instrucción
no debe ser mal interpretada como una apología del suicidio, sino como una severa alerta contra
los peligros de la asociación indebida con mujeres y riquezas en la vida de un sannyasi.

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