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La madre le responde al bebé que lo ha tenido escondido en su corazón como un deseo desde su infancia, cuando jugaba con muñecas y modelaba arcilla. El bebé ha vivido en el vientre de su divinidad hogareña y en la vida de su madre y abuela por siglos. Finalmente, cuando el corazón de la madre se abrió en su juventud, el bebé flotó hasta quedar en su corazón. Ahora la madre contempla el rostro del bebé, sintiendo el misterio de tener en sus manos el tes
La madre le responde al bebé que lo ha tenido escondido en su corazón como un deseo desde su infancia, cuando jugaba con muñecas y modelaba arcilla. El bebé ha vivido en el vientre de su divinidad hogareña y en la vida de su madre y abuela por siglos. Finalmente, cuando el corazón de la madre se abrió en su juventud, el bebé flotó hasta quedar en su corazón. Ahora la madre contempla el rostro del bebé, sintiendo el misterio de tener en sus manos el tes
La madre le responde al bebé que lo ha tenido escondido en su corazón como un deseo desde su infancia, cuando jugaba con muñecas y modelaba arcilla. El bebé ha vivido en el vientre de su divinidad hogareña y en la vida de su madre y abuela por siglos. Finalmente, cuando el corazón de la madre se abrió en su juventud, el bebé flotó hasta quedar en su corazón. Ahora la madre contempla el rostro del bebé, sintiendo el misterio de tener en sus manos el tes
Esto pregunt el beb a la Madre. Ella respondi un poco llorando, un poco riendo y apretando a su hijo contra el pecho. Estabas escondido en mi corazn como un deseo mi cielo. Estabas en mis juegos infantiles de muecas Y luego con arcilla model la imagen de mi Dios cada maana Te hice y te deshice en ese momento. Estabas en el vientre de nuestra divinidad hogarea y al adorarla te adoraba a ti en mis esperanzas y amores, en mi vida y en la vida de mi madre has vivido t, en el cuenco espiritual de nuestro hogar fuiste cuidado por siglos. Y cuando en mi juventud mi corazn abri sus ptalos, lo rondabas como una fragancia. Tu ternura floreci en mi juvenil esencia como un resplandor en el cielo, como un amanecer. El primognito querido del cielo, mellizo de la luz de la maana. Has flotado por la corriente de la vida del mundo y finalmente te quedaste en mi corazn. Contemplo tu rostro y el misterio me invade t que a todos perteneces ahora eres mo y por miedo a perderte te abrazo contra mi pecho. Qu magia ha atrapado el tesoro del mundo en estas manos mas? Tagore