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2010

Cuatro Años en la Peda...

La sabiduría no puede ser transmitida.

La sabiduría que un erudito

trata de transmitir a otro hombre,

siempre suena a estupidez (…)

El conocimiento puede ser transmitido,

pero no la sabiduría.

Hermann Hesse.
En uno de los primeros semestres una profesora nos dijo que a lo largo
de la carrera íbamos a vivir muchas cosas; nos íbamos a enamorar, a
desenamorar, perderíamos nuestra virginidad, haríamos nuevos amigos,
posteriormente nos pelearíamos con ellos o en el mejor de los casos los
conservaríamos a lo largo de la carrera, que no iba a faltar el profe
gandaya que quisiera aprovecharse de nosotras y más en una escuela
donde abundan las mujeres y carecemos de hombres que de una u otra
forma puedan protegernos; aunque eso de que los hombres nos
protejan tengo mis dudas, creo que entre mujeres es más factible que
nos protejamos a que ellos lo hagan.

Por otra parte nos dijo que encontraríamos excelentes profesores que
harían grandes aportes a nuestra formación como Pedagogas; escribo
en femenino pues como ya lo mencione los hombres en esta universidad
escasean.

También nos menciono que nos casaríamos, que las casadas


probablemente terminarían divorciándose, y toda una serie de
situaciones, relacionadas con nuestra vida personal y académica, que de
una u otra manera nos iban a hacer crecer.

La verdad no creí mucho en lo que dijo, pero al parecer tiene boca de


profeta, pues reflexionando acerca de mi formación como pedagoga
puedo decir que he encontrado todo tipo de profesores; desde los que
han hecho grandes aportes a mi vida hasta los que pasaron sin pena ni
gloria.

Uno de los principales profesores fue Fernando Juárez, pues aunque


siempre se le considero el malo de la película creo que él nos enseño a
pensar de manera diferente, a no dejarnos llevar por lo superficial de un
texto, que las cosas no siempre son lo que parecen y por tanto hay que
ser más críticos al momento de leer.

La profesora Lourdes Cuevas también fue una profesora que aporto


mucho a mi vida, jamás olvidare las actividades de investigación que
nos asigno en primer y segundo semestre como ir a la hemeroteca a
investigar diversas temáticas y la investigación que tuvimos que hacer
al interior de nuestras familias para construir nuestro árbol genealógico,
aquí muchas personas descubrieron varias situaciones que desconocían.

El profesor David Magaña que considero su mejor momento fue en


quinto semestre cuando nos forzó a aprender y a dominar programas
para la realización de diálogos radiofónicos, esto considero me ayudo a
ser tolerante ante la frustración.

La profesora Sonia Lorena que aporto bastante a mi formación y a quien


le agradezco profundamente que haya aceptado ser mi asesora de tesis.
Con ella aprendí a elaborar cursos y/o talleres a partir de la metodología
de Frida Díaz Barriga. Además de analizar planes y programas de
estudios.
Además de estos profesores existen otros que por falta de espacio no
me es posible describir extensamente, así que solo mencionare
brevemente:

Ángel Vázquez, aunque ya no esta en el mundo de los vivos le


agradezco todas las experiencias que compartió en el salón de clase.

San Gabriel, de él aprendí a elaborar ensayos, aprendí a expresarme por


diversos medios: escrito, oral y corporalmente, este último punto fue
debido a que representamos el mito de la caverna (de Platón).

Fernando Chaves Arredondo propicio el aprender a trabajar en equipo, a


investigar y conocer más acerca de la educación, así como los diversos
paradigmas de esta, comenzando por la prehispánica, conductista,
humanista, constructivista, etc.

Guadalupe Chediac propicio el trabajo en equipo y la investigación,


específicamente respecto a la historia de la educación.

Martha Tepos con ella conocí a Moacir Gadotti, discípulo de Paulo Freire,
así como la experiencia de una escuela de Paraná, Brasil. Con esta
profesora realice una práctica en una escuela primaria, la cual consistía
en hacer un análisis de la práctica docente de una profesora de cuarto
año.

Álvaro Elpidio Morales es un excelente profesor, me ayudo a ver la


historia de una manera diferente, a ser más critica y a que ningún hecho
esta aislado, sino por el contrario siempre existe un por qué.

Víctor Javier Raggi me ayudo a saber pedir ayuda, ya que nunca entendí
su clase y por tanto me vi forzada a solicitar a ayuda de otra persona
para no reprobar el curso, pues la probabilidad de reprobar el curso era
significativamente alta.
William Gallardo con él aprendí a ser tolerante, pues en su clase solo
nos dedicábamos a resolver la guía de estadística.

Paulo César Deveaux aunque no fue uno de mis maestros favoritos,


supongo que algo aprendí, sigo investigando que fue, pues sentí que
repetí el curso que nos dio la profesora Martha Tepos. Pero dentro de lo
bueno es que él me ayudo a ser tolerante ante la frustración.

Miguel Elorza es uno de los profesores preocupados por sus alumnos,


siempre mostrándonos nuevas técnicas grupales, por si algún día
decidimos ser docentes mínimo no hay que abrumar a los alumnos con
clases monótonas y tediosas. Una de las actividades que más me gusto
es cuando elaboramos una institución.

Daniel Poblano aunque al principio se mostro como un profesor “malo”,


con el transcurrir de las clases fue mostrándonos que realmente era un
pan de Dios, el fue el encargado de enseñarnos toda la parte de la
gestión que discurre dentro de los centros escolares.

Valentina Cantón me ayudo a analizar los contenidos curriculares que se


manejan en muchas películas pero que pocas veces los tomamos en
cuenta. Fue una profesora que compartió con nosotros su gran amor a
la pedagogía y al currículum.

Luis Eduardo Primero fue, considero, el primer profesor que nos incito a
seguir formándonos, por lo menos en mi caso puedo decir que me incito
a continuar preparándome pues ahora dentro de mis planes he incluido
cursar una maestría.

Armando Carmona y el profesor Raymundo Ibáñez fueron dos


personajes que me proporcionaron conocimientos acerca del área de
Orientación: su historia, su importancia, las ventajas y deficiencias en
los centros escolares, etc.
Rosa Cristina Soto al igual que el profesor Juárez me ayudo a ver la
ciencia con otros ojos, la importancia de los fundamentos teóricos en la
Pedagogía.

Alejandro Gallardo me mostro la importancia de la comunicación dentro


de la pedagogía y más aun la relevancia que tiene la imagen en el
proceso educativo. Él me ayudo a comprender el proceso de
decodificación y codificación de la imagen.

Juan Carlos Rangel es a quien le debemos este blog, pues fue nuestra
herramienta de trabajo a lo largo de un año.

Rita Dromundo es una profesora que sin duda alguna sabe mucho,
lamentablemente no somos compatibles, ella puso en juego mi disciplina
y mi paciencia, afortunadamente supere el reto.

Pilar Cardoza le agradezco haberme aceptado en su campo, así como


mostrarme el otro lado de la moneda de la educación sexual.

Alicia Lily Carvajal es quien me ha apoyado significativamente en mi


protocolo de tesis pues lo que no pude hacer en semestres anteriores de
investigación educativa, lo logré con ella.

Por otra parte haciendo una reflexión de mi vida personal puedo decir
que estos cuatro años he madurado. Tuve la oportunidad de conocer a
personas fuertes, inteligentes, además de grandes amigas que en este
proceso de mi vida me han acompañado, han estado conmigo en las
buenas, en las malas y en las peores. Cabe aclarar que aunque no ha
sido siempre de manera presencial, gracias a Dios existe el Messenger,
el teléfono, celular y otros medios que ayudan a mantener la
comunicación, gracias a esto me atrevo a decir que puedo contar con
ellas y creo que ellas saben que pueden contar conmigo.
Una de las personas que tuve la oportunidad de conocerla y aprender de
ella es Judith, una mujer entera en toda la extensión de la palabra,
quien desde los primeros días de la estancia en la universidad nos
mostró ser una mujer fuerte e inteligente, nos compartió su experiencia
de vida, nos hizo llorar pero también nos hizo reflexionar, mostrándonos
que el sufrimiento no es permanente, sino que sufres hasta que tu
quieres. Además que ningún hombre tiene derecho sobre tu cuerpo y
mucho menos sobre tu mente y alma, que las palabras no son sólo
palabras, por lo que se debe tener cuidado al decirlas porque con ellas
puedes hacer sentir bien a alguien o puedes herirla.

Unos de los pocos hombres en la universidad que tuve la oportunidad de


conocerlos son Irving y Mario Alberto, dos chicos sumamente
disciplinados, perseverantes e inteligentes.

Y bueno no puedo dejar de lado a mi amiga Ada Iris, pues ella ha sido
una de las personas que jamás me dijo sola, ya que en toda la carrera
estuvimos juntas, sólo nos despegábamos para ir al baño y para ir a
nuestras casas. Ella además de mi amiga es una gran mujer, un ejemplo
de fortaleza, aunque ha habido veces que como todas ha pasado malos
momentos.

En verdad creo que es muy difícil plasmar en unos cuantos renglones las
experiencias, lecciones de vida y todas aquellas situaciones que de una
u otra forma me hicieron crecer como profesional y como persona.

Resultaría una actividad casi titánica poder expresar lo que cada una de
las personas que durante estos años he tenido la oportunidad de
conocer y aun mas de aprender con y de ellas. Pero si me gustaría
agradecer primeramente a Dios por la oportunidad que me dio de poder
conocerl@s, de aprender de cada uno de ell@s, en los buenos y malos
ratos.
Hago un extenso agradecimiento a todos mis compañeros de la
Generación 2006-2010.

Y quisiera terminar estas líneas con la siguiente reflexión, del escritor


Brasileño Paulo Coelho titulado:

Cerrando Ciclos.

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.


Sí insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario,
pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o
cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.
Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida
que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más
en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?
Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente revolcándote en los
porqués. En devolver el cassette y tratar de entender por qué
sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo,


tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados
hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar
con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera


preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que
soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos,
ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes,
ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan
importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de
casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar
libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de


superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega
con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo
lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes


que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de
quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor
personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es
dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la


vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás
desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o
amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a
qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se
dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?

Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra


capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por
orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese
lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa
oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres


meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás
el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la
vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental,
amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni


un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú
viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es
costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a
vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele
dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se


puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es
indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra,
clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera


que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para
adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

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