N° 2- junio 2009 Carabobo

Carabobo
Colectivo de mujeres por la explosión del poder popular

editorial
Desde INSUMISAS celebramos que se cumple Aquí no hay término medio, ni concesiones que
un año más del fin de la concesión a RCTV e valgan, todos los espacios que no conquistemos
invitamos a todas las mujeres revolucionarias las clases explotadas, los mantendrán las
a arreciar la lucha por la recuperación de los clases explotadoras para seguir exprimiendo
medios de comunicación y específicamente a nuestras vidas e hipotecando el futuro de la
unirnos para exigir la socialización de todo el humanidad.
espacio radioeléctrico y de las plataformas de
prensa escrita. Por eso desde INSUMISAS animamos a avanzar
en la socialización de todos los medios de
Aquí no hablamos de derechos universales, comunicación e invitamos a todos los colectivos
porque al ser de propiedad privada la gran revolucionarios a sumarse al esfuerzo de
mayoría de los medios de comunicación, generar medios alternativos que estén al
el “derecho” es exclusivo de los que tienen servicio del pueblo y en pro de la lucha por
el dinero para comprarlo y nunca del la conquista de todos los espacios políticos,
pueblo. Aquí hablamos de una económicos y culturales que mientras no
manifestación de la lucha de sean de todo el pueblo seguirán siendo
clases, con especial incidencia “ESPACIOS PARA LA LIBERTAD DE
en el mantenimiento de los OPRESIÓN”.
esquemas de dominación
hacia la mujer.
O los medios de
comunicación siguen
siendo de la oligarquía
y los siguen utilizando
para perpetuar en lo político,
económico y cultural su sistema
de explotación y opresión, o
pasan a ser del pueblo y los
asumimos como instrumentos
de nuestra liberación.
 Feminismo vs. Hembrismo
Por: Yhosmary Franco

Muchas mujeres se preguntarán lo que

realmente es el feminismo, cuestionarán
si será una posición extremista, es que no
por casualidad al termino feminismo se ha
confundido, o más bien se han dado la tarea
de confundirlo e igualarlo, con el hembrismo.
El hembrismo es la contraposición del
machismo, la verdadera posición extremista de
creer que los males que padecen las mujeres es
por culpa de los hombres, y por ende se dirige
la lucha en contra de ellos. Este concepto
desvirtúa y desvía lo que debería ser la lucha de
las mujeres, esa lucha que se alza en contra de
sistemas opresores como lo son el patriarcado
y el capitalismo, y es eso precisamente lo que
los “medios de comunicación” en su conjunto
intentan reprimir.
El feminismo es el movimiento que está a El machismo que reina en esta cultura opresora
favor del progreso de la mujer, impulsa la no sólo se palpa en los hombres, si no que
defensa de sus derechos y critica la desigualdad también lo reproducen nuestras madres,
entre hombres y mujeres. Ser feminista no es nuestras abuelas, tías y hasta nosotras mismas,
más que negarse a vivir bajo un sistema que cuando pasamos por alto nuestras necesidades
coloca a la mujer en el último escalón de la y subestimamos nuestras capacidades de crear.
sociedad, donde a las mujeres se les pisotea su
Decir que no somos feministas es decir que
libertad. Ser feminista es oponerse a que las
estamos en contra de las conquistas que
mujeres sean tratadas como objetos sexuales,
han logrado los movimientos de mujeres al
menospreciando sus capacidades y haciendo
transcurrir la historia, como lo es el derecho al
de ellas seres vacíos. Ser feminista es querer una
voto, el derecho a la educación, el derecho a la
sociedad donde hombres y mujeres caminen
ciudadanía, el derecho a tener voz en muchos
de la mano en busca de su felicidad, en donde
ámbitos de nuestras vidas, es negarnos a
la igualdad sea una realidad. Tanto hombres
continuar las muchas luchas que aún faltan por
y mujeres que luchan día a día por construir
librar y los muchos derechos que conquistar.
un futuro mejor deben alzar las banderas del
feminismo, teniendo en claro que la lucha no La igualdad entre hombre y mujeres sólo se
es contra de los hombres, si no en contra de logrará en una sociedad donde no existan
una sociedad donde predomina el dinero y se clases sociales, y esa sociedad es precisamente
deja a un lado lo humano. la que debemos construir.
 ¡Rechazamos la pornografía!
¡Rechazamos la violencia!
Por Eglims Peñuela
Si investigamos un poco el origen de la
palabra pornografía, nos damos cuenta que su
significado es claramente el de: prostituta en
gráficos, pues “porno” viene del griego “porné”,
que significa: prostituta, y “grafía” viene
de “grafos”, que quiere decir: representar
gráficamente. Es un claro y simple ejemplo
de lo que realmente es la pornografía, la
reproducción de la prostitución, la esclavitud
sexual, donde como de costumbre la mujer
es la principal/única víctima. La pornografía
tiene como único fin una enajenación social
que reduzca a la mujer a ser sólo un objeto
de placer, una esclava sexual, la más débil y
sumisa que pueda existir.
Existe una postura lejana de toda racionalidad
que expone que oponerse a la pornografía en
estos tiempos es tener una visión conservadora.
Si bien es cierto que la salud sexual ha tenido
el rango de tabú durante mucho tiempo, que su
desarrollo es muy reciente y que la sexualidad
femenina siempre estuvo reprimida, el sistema
capitalista y patriarcal intenta convertir a
la lucha feminista por una vida sexual plena
para las mujeres en la mercantilización del
cuerpo femenino, de su sexo, de su imagen,
contaminando la mente de las sociedades
con publicidades sexistas que disminuyen el
valor de la mujer al de un objeto sexual. En
este juego, la industria pornográfica se ha
encargado de reflejar a las mujeres como
esclavas sexuales, como maquinas capaces
de reproducir incluso conductas vejatorias y
humillantes.
Además del objetivo ideológico-social que
acabo de mencionar, la industria pornográfica
tiene un objetivo económico, pues la ganancia
anual de miles de millones de dólares que logra
la producción pornográfica la convierte en uno
de los negocios más enriquecedores del mundo,
junto con el narcotráfico, la industria del
armamento, y la industria de los fármacos. No
es casual que cada uno de estos negocios estén
manejados por las mafias que mundialmente
más le hacen daño a nuestros pueblos.
Los pornógrafos crean estereotipos sexuales
vejatorios a la naturaleza humana, despojan
a las personas de todo valor moral, mientras
pretenden naturalizar la violencia, el
sufrimiento, el maltrato, el sadismo, llegando
incluso a producir y reproducir las más crueles
torturas sexuales. De todas estas situaciones,
como siempre, las mujeres son las principales
y únicas víctimas, por eso es importante
mantenernos firmes en la batalla contra este
mal que es una manifestación de la opresión
a la que históricamente hemos estado
sometidas. Por eso es de gran valor que los
compañeros hombres, que sean revolucionarios
verdaderamente, reconozcan la violencia a
la que somos sometidas y rechacen junto a
nosotras esta perversa manifestación del
capital.
 p
Violación, expresión feroz del Machismo d
r
s
Por: Rebeca E. Madriz Franco
sexual no es limitativa de la penetración, h
El acceso carnal violento a una mujer, y por ende no puede equiparse con la e
en una sociedad patológica y enferma violación de un objeto, pero sin embargo es m
como la capitalista, parece no pasar de un lo que se hace. Así, en los delitos contra d
comentario de asombro o de la banalización la propiedad como el hurto o el robo, se q
de una de las bestialidades más grandes habla de tentativa cuando el hecho no o
de la que puede ser víctima un ser humano, se consuma, porque la persona no saca l
especialmente la mujer, por ser el principal de ella el provecho a la apropiación que s
blanco de este tipo de violencia. pretende. Es decir, se equipara la mujer a
Forzar a una persona, por medio de la la propiedad, despojándonos de nuestra p
coacción o la propia violencia, a someterse a humanidad. Esto se naturaliza en este tipo c
los deseos sexuales de otro, se corresponde de expresiones porque en el capitalismo, p
con la lógica de funcionamiento del sistema las mujeres somos una mercancía más. d
patriarcal, cuya expresión más común es el Y es que cuando se trata de una mujer, a
machismo. Y es que cuando estamos en la víctima se encuentra en una posición s
presencia de una situación de este tipo, se demasiado débil como para cuestionar las s
pretenden tejer sobre ellas cualquier clase razones que dieron lugar a esa violación. En (
de justificaciones para salvaguardar la
condición de superioridad del hombre.
Argumentos como: la mujer tuvo la culpa,
ella debió vestirse adecuadamente, ella
tiene una actitud de provocación, ella se lo
buscó, quién sabe en qué andaba, él no tuvo
la culpa, él es un enfermo mental y no tiene
conciencia, seguro ella quiso y después lo
acusó por celos, son sólo algunos de los
absurdos que pretenden restarle importancia
al significado de una violación.
El hombre que viola a una mujer es un
transgresor y no puede ser justificado, es
una persona que desprecia a la mujer por
su condición de mujer. Y esta realidad no
es exclusiva del hombre en abstracto, sino
que es parte estructural del capitalismo y
se expresa por ejemplo, cuando el derecho
burgués en la tipología penal, justifica y
enmascara la violación en la “tentativa de
violación” para disminuir la pena. La relación
primer lugar, el sentimiento de culpabilidad
de la propia mujer que le hace dudar si en
realidad ella fue corresponsable, la escasa
significación social que se le da a este
hecho, la impunidad en el sistema de justicia
el cual es incapaz de garantizar celeridad y
mucho menos la integridad de la mujer que
denuncia, y peor aún, la propia incapacidad
que tenemos las mujeres en términos de
organización y movilización, así como todos
los elementos de índole ideológico que
sobre una situación como ésta se tejen.
Ahora bien, precisamente desde el
punto de vista ideológico, la violación se
corresponde y responde a “la gestión de
prácticas de socialización y de formación
de subjetividades que colocan a los
actores sociales en situación de apropiar o
ser apropiados, de dañar o ser dañados,
según la posición en que se encuentren”
(Ossa, Otty. 1996), y ésta lógica opresiva
y explotadora cobra mayor significado
cuando se trata de la mujer.
Para dar un ejemplo, basta mencionar el
papel que juegan los “intocables” medios
de comunicación frente a nuestra situación
como mujeres, y que actúa como mecanismo
que perpetúa la opresión; y es que se
utiliza el cuerpo como un vulgar producto o
mercancía, con sus respectivos atributos de
uso, goce y provecho, lo que se traduce en
nuestra realidad concreta en una sexualidad
que es para el hombre y en la cual el cuerpo
femenino está a disposición de todos menos
de la propia mujer. Es por eso que en la
relación sexual el hombre es el sujeto, y
la mujer, el objeto que se puede comprar,
del cual se puede disponer, y que se usa
y desecha al antojo de quien se considera
en condición de superioridad, bien sea por
razones económicas o de género.
La violación es el equivalente a la
expropiación de la dignidad femenina, que
es degradada mediante prácticas aberrantes
producto de las necesidades que crea el
capitalismo a través de sus medios de
dominación y opresión, que nos han dicho,
que nuestras frustraciones pueden ser
canalizadas en nuestra sexualidad, y que
esa sexualidad le pertenece al hombre: que
es el que siente, que es el que debe ser
complacido, que es, finalmente, el sujeto.
Debe insistirse en el papel de los medios
de comunicación porque mientras sigan
estando al servicio de intereses mercantiles,
serán trasmisores de una ideología muy
potente que lejos de ser liberadora es, por
el contrario, generadora de opresión.
Para graficar un poco esta realidad, vale
decir, que muchos estudios realizados
sobre los violadores y su personalidad, han
arrojado que éstos atacan a sus víctimas
luego de haberse excitado con una revista
o película pornográfica (La Esclavitud de la
Mujer, Ossa, O.).
 Por otra parte, hay que señalar que
la violencia sexual cuya expresión
física es la más aberrante, también
tiene expresiones que a veces se
tornan imperceptibles, pero en
realidad son lacerantes de nuestra
sexualidad y dignidad. Por ejemplo,
el acoso sexual que se traduce
en tocamientos indeseados, en
mostrar imágenes de contenido
sexual sin nuestro consentimiento,
entre muchas otras.
Las mujeres estamos obligadas
a combatir la idea de que los
delitos sexuales son “delitos contra
la moral y las buenas costumbres
de la sociedad”, porque de esta
manera se nos sigue invisibilizando.
Si un delito sexual es perpetrado
en la persona de una mujer, es un
delito contra su dignidad, contra su
sexualidad, contra su libertad, contra
su derecho a decidir libremente
sobre su cuerpo; es finalmente, un
delito contra su humanidad.
El llamado a la sociedad es a
combatir y rechazar con contundencia
este flagelo, que ni es privado, ni
es exclusivo de la mujer. Por otro
lado, las soluciones para combatir
las violaciones no son cuestiones
que se plantean para defender a
una sola mujer. Son objetivos que
debemos plantearnos las mujeres
comprendiendo que cuando se
atenta contra UNA, se atenta
contra TODAS. Sólo organizadas,
movilizadas y en una búsqueda
permanente de nosotras mismas,
daremos pasos acertados por
erradicar ésta anacrónica e
inhumana invasión de la Dignidad
de las Mujeres.
Los concursos de belleza
y la denigrante
industria de la imagen
Por: Eglimar Melero y Susana Gómez
Los concursos de belleza y la industria de la imagen
que hay alrededor de ellos, obligan a la mujer que
participa en ellos, a renunciar a su capacidad de
análisis, de reflexión y de crítica, confinándola a una
situación en la que sólo se le permite preocuparse
por su imagen física. Lo peor es que , al convertirse
a través del mercado, en un modelo de referencia
ética y estética para el resto de las mujeres, se tornará
ella misma en un instrumento de dominación que el
capitalismo usará en su afán de convertirnos en una
meras mercancías.
Desde niña, la mujer que acepta ser parte de este ne-
gocio, se verá condenada a un adiestramiento a través
del cual se le colocará un férreo corsé que limitará su
posibilidad de ejercitar el musculo más importante en
el ser humano, el cerebro.
Este adoctrinamiento tiene la finalidad de impedir
que cuestione y se rebele contra las posteriores
degradaciones y humillaciones que sufrirá en su tortuosa
carrera profesional. Y las degradaciones serán muchas.
Quitarle carne aquí, ponerle otro poco allá, sacarle los
dientes para ponerle la sonrisa perfecta, emparejarle
las orejas. Ordenarle qué comer, qué vestir, qué color
de cabello usar, cómo llorar, cuánto reír y hasta con
quién dormir. Jamás poder decidir nada por sí misma. Un
sinisestro camino, al final del cual, como en una cadena
de montaje, saldrá la mercancía ideal, el objeto de
consumo moldeado según las necesidades del sistema:
la mujer dócil de belleza uniforme. La muñeca perfecta
con la que nos deberemos comparar las demás mujeres
a fin de localizar nuestras “taras”, los desperfectos que
las ávidas industrias de la cosmética y la En este sentido, la imposición de
cirugía plástica se prestarán presurosas a determinados cánones de belleza obedece
corregir. también al mantenimiento de los privilegios
de clase. Por eso sólo hay un tipo de belleza
Sólo piensa un poco ¿Por qué todas las en las pantallas de televisión. Pero nosotras
mises se ven tan iguales? ¿Porque son y nosotros estamos llamados a construir
tan rubias, tan delgadas, tan simples, tan una belleza más integral, más amplia, más
operadas, tan maquilladas, tan cabello inclusiva, más diversa, más humana, más
liso, tan blancas? ¿Porque una miss es tan rebelde. Una belleza que nos dignifique y
diferente a la mujer de a pie? ¿Por qué está que no nos reduzca a cuerpo, tetas y cara
tan lejos de lo que somos las mujeres? de maniquí.
La institución de la belleza consumista y Para terminar, el más rotundo rechazo a:
mercantil hace que las mujeres nos frustremos,
y que nuestros mayores esfuerzos se nos Miss Venezuela; Mi Belleza Latina; La
vayan tratando de imitar un estereotipo guerra de los Sexos; Miss Universo; Miss
de belleza que definitivamente no abarca Mundo; Qué clase de Amor; Portadas;
a la gran diversidad de las mujeres. Nos Sábado Sensacional.
han sometido a ser “bellas” no por decisión
propia, sino por obligación. Y es que esta
sociedad es tan discriminadora y opresiva
que hasta para tener la posibilidad de
acceder a un trabajo te exigen “buena
presencia”, que no es más que la excusa
para colocar unos criterios estéticos
(y éticos, ya que la “buena presencia”
no servirá de nada si eres rebelde)
funcionales al capitalismo, por delante de
la capacidades profesionales.
Veo con preocupación lo que estos
concursos y programas de televisión hacen
a la sociedad, a la mujer. Nos alienan,
nos alejan de la realidad, nos invitan a
no pensar, a bajar la cabeza ante las
humillaciones que sufrimos. Nos hacen
creer que todo en la vida es belleza: una
belleza vacía y ajena, que tiene como
característica principal, la de validarse
en el mercado.

Tiene tantas raíces el árbol de la rabia

 J A N E
MAR RAPI
S AT
Colocamos la siguiente declaración de la dibujante iraní Marjane Satrapi (1969) extraídas
de un artículo de LADINAMO para romper con algunos tópicos que nos formamos de otras
culturas. La viñeta anterior pertenece a ella.
SEXO
“Si lees la versión original de Las mil y una
noches verás que se pasan todo el rato teniendo
sexo. También están los cuarenta ladrones, las
alfombras mágicas y todo eso, pero básicamente
está repleto de encuentros sexuales.
Pese a tener un gobierno mucho más conservador,
me da la sensación de que, para algunas cosas, los
iraníes están más liberados que los occidentales.
No hay más que oírles hablar sobre el aborto,
el divorcio o el sexo. En Irán, practicar el sexo
no es pecado. Tampoco lo es el aborto. Incluso
cuando estaba ilegalizado, si una mujer decía
Envíanos tus artícul
os o comentarios:
insumisas@hotmai
l.com
que había abortado no pasaba nada. Nadie la
juzgaba. Se consideraba algo normal. Además, en
la República Islámica de Irán, una mujer puede
solicitar el divorcio si prueba que su marido no la
satisface. El divorcio no está mal visto. De hecho,
en Teherán se divorcia una de cada dos parejas.
Mi propio divorcio no fue nada especial. La vida
continuó. Casi todo el mundo en mi familia se ha
divorciado al menos una vez. No pasa nada. Por
regla general los segundos matrimonios han sido
mucho más felices. Pero si el segundo tampoco
funciona puedes casarte seis o siete veces. Lo
único que prueba eso es que estás vivo, que tu
vida no es un completo aburrimiento”.
es
n la s r eunion
ipar e en la
it a d a a par tic s a las 4 p.m.
v
Estás in tivo, los vierne Canaima
c e
del c o le er oes d
Aldea H