Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Porque nos brinda ese espacio temporal que, como hijos de nuestro tiempo,
no tenemos, no encontramos ni siquiera buscamos!... para esas otras
cosas
Y no hablo aqu de grandes cosas: tiempo para leer, para pensar (oh! Dios,
qu peligro pensar), o simplemente para conversar, o para estudiar
(estudiar incluso cosas que no sirven de nada, como diran algunos o
desafortunadamente, muchos)
Porque estamos inmersos en una cultura del hacer; porque nos hemos
convertido hace tiempo ya en el homo faber, el que se ha olvidado de su
SER, de su ESENCIA, y que slo hace, hace y hace. Y, como una pescadilla que
se muerde la cola, como en un crculo vicioso, sta es precisamente la principal
razn que lleva a muchos a un proceso de Coaching: no paro, y me siento
vaco no tengo tiempo ni para pensar pero no soy feliz; personas que
entran en un proceso de vrtigo(como bien le llamara el Doctor Lpez
Quints) y que necesitan de ayuda para salir de l, para parar Necesitan el
tiempo, el espacio (aunque slo sea por 60 90 minutos, aqu o all), y poder
as, por fin, parar; para pensar, para reflexionar. Este parar, verbalizar lo que
les est ocurriendo, es lo que les ayuda muchas veces a descubrir qu les est
sucediendo. Y ah est el Coach!, dispuesto, como pura y sencilla caja de
resonancia, como espejo Espejo en el que, en ese espacio, en ese momento,
como si el reloj si hubiera parado, salen a la luz las emociones. Lgicamente
Camus termina su tercera etapa, que la llama del amor, de s a la vida, a los
otros y a la tierra, defendiendo la idea de que el sentido de nuestra vida lo
encontraremos siempre a travs de los dems. Ojal y suponga esto tambin
la evolucin del hombre actual! Nosotras mantenemos la esperanza, desde
nuestro optimismo realista, de que estamos poco a poco empezando esa nueva
etapa, defendiendo el Coaching como la OPORTUNIDAD FILOSFICA del
hombre actual, que redescubre en su esencia la misin de dotar de sentido
su existencia, y su condicin como ser social. Lo que para nosotras supone la
inteligencia social. En lo personal, y en lo profesional como las dos caras de
una misma moneda; inseparables, indivisibles.