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DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO CAPITULO XVI I. Delitos patrimoniales de enriquecimiento. A) De apoderamiento, Hurto. Robo. Robo con fuerza en las cosas 1979; BAIO. FERNANDEZ, RDP 1976; el deierninados objets RODRIGUEZ, Llaves fa mismo, Roho eon ese de Compostela 1989: ena V, vol, 2, Madrid 1985; RODRIGUEZ, CPC 1977; ROMEO CASABONA, Madrid 1987; RUIZ ANTON, iulos para determinar la 354, VALMANA OCHAITA, EC ripo aly ‘Madrid 1993; VARIOS, ZUGALDIA BSPINA\ CPC 1986 rt propiedad y ef pat ide 1905: DE VICENTE MARTINEZ, Los de nel Cédigo per Hhuto, en Congreso ue Ds MARTIN, Observac 1. DELITOS PATRIMONIALES DE ENRIQUECIMIENO ‘La mayorfa de los delitos patrimoniales se construyen sobre la idea justo del sujeto activo a costa de un per} idea constituye el sustrato fo se exige expresamen robo; pero en otros se da por supuesto y 1e otras veces est tods caso, el enriquecimiento debe fide las exigen- trimonio lesionado por Por lo que respecta a la dinsimi riquecimiento se pueden clasificar en delites de apoderamiento y defrauda A) DE APODERAMIENTO de tomap» o «apolerarse>, aunque respecto al delito de extorsién (art. 243) y algunos supuestos de usurpacidn (arts. 245 ss,j debe en- tenderse este apoderamiento en un sentido ideal, ya que, al consis nde un acto 0 negocio ju usurpacién sobre bienes innmuebles 0 derechos reales, no cabe hablar de accidn material de apoderamiento. Lo impor ie &S que los delitos de este grupo requieren un determinado com- portamiento fisico isivos violentos 0 intimidatorios 396 preponderantemente por medios psicolé engafio. cos mis sutiles como el HURTO to se ha conceptuado siempre como [a figura bdsiea de los el patti | que, con animo de luero, tomare las cosas musbles ajenas sin la Voluntad de su duefio, serd castigado, como reo de huiro, con la pena de prision de seis a diaciocho meses, si la cuantia de lo sus- traido excede de cincuenta mil pesetas» Pussac, en Vives, Comentarios, p. Zucatola Esrinar, 1988, pp. 41 ss.; Gonz 562). Pero este derecho no siempre esta actuatizado en el momento en que se comete cl hurto; asf, por ejemplo, lt sustraceién de tna cosa petdida al depositario de ta misma es hurto aunque el propietario ne 4s, la posesién puede tener, a veces, una protec énoma ¢ incluso preferente frente a Ia propiedad. Asi, ejemplo, en el art, 236, en el tulo T que trata de los se castiga a q ‘mamente en su poder possesionis», es deci ataque a Ros, en C hurto de ta posesién, ‘que puede cometer it propietario, sgalmente de ella (deudor prendario, nuco propietario, pro posesién, que en este caso goza de proteceién preferente frente a la propiedad, Por supuesto que también cabe el supuesto contrario, es decir, que el poseedor se apo- dere de la propiedad ajena, pero en este caso el delito es una apropia- 357 ci6 Ja y no un hurto, Por todo elo, si se quiere ofrecer un bien {uridico comin a todos los supuestos de hurto tipificados en el Capi tulo I del Titulo XIII y diferenciar este delito del de apropiaciGn i debida que se regula en otro lugar (véase infra capitulo XIX), el bien jurfdico di nte protegido en cl hurto no puede ser otro que la posesién, si bien indirectamente resultard generalmente lesionado el derecho de propiedad de alguien, siempre que éste sea actualizable y de preferonte proteccién frente a la posesién en el caso conereto (de esta opinién también Garcia ARAN, pp. 44, 46 58.). Tipo objetivo Objeto material es la «cosa mueble ajena» sobre la que recae la accién del sujeto activo. Por «cosa mueble» hay que entender todo objeto del mundo exterior que sea susceptible de apoderamiento ma- muebles se comprenden los elementos de inmuebles que pueden idos y trasladados a otro lugar (estalvas adosadas a la pared, les de construceién, ete.). En d el conceplo de cosa 10 es un «concepto funcional» que no co- ide con el concepto civil (véase supra, capitulo XV). Mayores problemas plantea la determinacién del concepto de ijenidad». Ajeno es todo lo que no pertenece a una persona, en este caso, todo lo que no es propiedad del sujeto activo del deli. Pero en el Derecho privado se dan algunos supuestos de copropiedad 0 con- (0 de tipo ideal, en los que no estén perfectamente delimitadas tos copropietarios. Li mat mueble en el delito de i les que eorresponden a los dis no de los copropietarios se apoderaba de hhurto ni robo, porque no se daba el req tras. que QuiNrAN (I, P. ingufan segsin que la copropie- mo 122) y Rooriouez Deve dad fueta de tipo ideal o de cuotas proporcionales: sélo en este caso podria hablarse de hurto, siempre que uno de los copropietatios se apoderase dé una parte superior a la que le corresponde. Vives! Gonsdtie Cussac (en Vives, Comentarios, p. 1129) consideran que en asos de los arts, 3 del Codigo civil faltard ya la accién tipica del delito de hurto, ya que ef sujeto posee previamente las cosas. Pero el problema se plantea precisamente cuando fulta esa previa pose- de la cosa estén is. Para ‘estos casos propone Garcia ARkw (p. [15) que hay hurto si el sujeto se apodera del exceso respecto d Creo, sin embargo, que luso si el copropi sélo de Ia cuota que le corresponde antes de que se proceda a 1, pero perjudicando el valor ee: ar de hurto. La «ajenidad» en este caso debe -gativamente con un requisito que afee! voluntad de su duefioy. Fl tacito 0 presunto, actiia normalmente como causa de jusif peto en este caso puede considerarse ya directamente como una cau de exclusién de la 5 Gancin ARAN, pp. Yoluntad de! poscedor y la del propietario, este tl que la posesidn tenga una protec ail propietutio (ctr. art, 236), 0 que suponer que el sujeto que cons sentido Quivrero, Comen est © incapacitado es imrelevante y existe, por tanto, hurta. Si el consen- ido por el engaiio existe e le en apropiarse, es deci vente dice el art, 234. Los medios em diversos. Pero la accién debe ‘de un modo negativo, para difer el hurto det robo, es decir, debe real 2a en las cosas y sin vi nidacion en las perso que no se dice ahora expre: in que el art. 234 da del hurto, se deduce de una matica con el delito de robo, donde sf se exige que ndose el sujeto de Tipo subjetivo El «dnimo de lucro» al que se refiere ef art, 234 se entiende como enciGn de apropiarse de la cosa, en beneticio del sujeto activo 0 de un tercero. El simple hurto de uso no es Jo mas puede dar Iugar a un ilf Jo de motor (cfr. art, 244 e injra capt Natucalmente el «imo de tucto ipo de ventaja 0 beneficin conseguir mediante pero ta conducta no a de quien se opro objeto. Sino se se emplee para yo caso se dar et precisar el n sobre esto dos (esis clina por ca después de descubrir hipotéticamente disponer de lo su ido, y como intentado cuando se a tocar la cosa, 0 el apoderam sotprendimiento én fraganti o seguido de persecuci constituyen tental macién, Para la constmacién no cl sujeto activo Hegue efectivamente 2 También cabe la tentativa cuando, por ejemplo, en contra de las esperanza del sujeto activo no existe objeto materi wera est vyacfa), 0 lo sustrafdo carece de valor econsmico (titulo-valor eaduea- do). ve en ningtin momento que icrarse con la cosa hurtada, sel pol acisin que debe darse ata sustrac fa antes del sorteo, La jurisprudencin y ta doctr premio una vez eabrado, ‘hs argue es detenido justo es comprensible excasn cvant a ser premiado. Autoria y participacién aliza la acei6n tipica de «to- Autor en sentido estricto es el que mar» la cosa mueble ajena. Cube la autorfa mediata a través de un instramento no doloso, valigadose, por ejemplo, de un tereero que nada sabe, que entrega la cosi al sujeto activo creyendo que éste es st dueiio, Los casos en que el autor se vale de inimputables, por ejemplo, menores de edad, pueden construirse a veces como induecién. El ‘Tribunal Supremo, manteniendo una teorfa muy criticada, consid {que son (co}autores todos aquéllos que puestos de acuerdo previamen- te participan en el hurto, independientemente de cul sea su contribu- cién material al hecho ( , etc., véanse SSTS 14 361 cetubre 1985), pero aunque sea tervencién no ejecutiva como ue se plantea en la sla icidad, lu pena inferior en grado, no exist os de dstincién seguros, to que wo en esta materia unos ‘raduce en una jurispruder ia Coneurso La pluralidad de sustracciones realizadas en diverso tiempo y lugur debe estimare como un conci embargo, en aquellos casos en los que os di s sustracciones, no constando la 2uantia de cada una de ico el propésito que animaba a] sujeto activo, fa jurispradeneia aplica la tesis del delito continuado, considerando las diversas sustracciones como vn solo delito y_castigando por la conforme it lo dispuesto en 2l art, 74, La pena y su determinacién ants. 234 y 623,1), sistema iiica en una dis les tan impontantes come esa, El art. 234 establece la pena de prisién de seis a dieciocho meses ito de hurto, pero si concurre cualquiera de reunstansias del art, 235 se aplicard la pena de pi tes alos, El sistemade circunstancias agravantes especificas ha planteado la i6n de sideben ser tratadas como simples factores de determina- i6n de uno a cu Fijado en el 08 agravados con st or el contrario, conforman correspondiente marco penal auténomo sobre el que operan las reulas generales de determinacién de Ia pena. Entiendo que la concurrencia de las circunstancias en el tipo bisico tos tipos cualificados con su correspondiente marco s, como dicen Vives/ GoszAtrz Cussac (en Vives, Co- ios, p. 1146), s icados por circ i, como se ha dicho, cl vi do con Garcia ARAN (pp. 152 ss.) en la siguiente forma: 1°. Las cirounstancias del art, 235 deben ser abarcadas por el doto, 08 (art. 14,2 na en los casos de tentativa y nican a los par- ticipes que las conozean y, si son subjetivas (art. 235.4: abuso de las tancias personales de solo afectan a aquéllos en quienes concurran (SSTS 29 marzo 1985 y 10 diciembre 1986; en este sentido también Gowzdiuz Rus, en Curso 1, p. 581, aunque considera que éste es el régimen aplicable también cuando se aplican mente los tipos cualificados; sin embargo, Sudxez, en Ropriours, MouRutto, Comentarios, p. 683, mantiene que las rest ficaciones no pueden ser estimadas como agravantes genéricas. El problema, en verdad. sé como indica Garcia ARAX, p 169, tancia de abuso de tas circunstancias perso de abuso de superior del a ir es doble funcién) En todo abies a fos i por ello, constituyen dk ne asignada una pena de arresto de dos a seis ‘a de uno a dos meses, teniendo su propio régimen (art, 623), La falta de hurto ti de semana o im de determinacién de la pet Las circunstancias del articulo 235 en conereto lérminos generales cabe seflalar que, desde la reforma de 1983, en fa deter ién de la pena cortespondiente al delito de hurto se procura tener en cuenta el desvalor objetivo incluyendo supuestos en nbargo, esta beneficiosa super del taxativo: jema anterior se ha realizado a costa de la introduccién de el tos valorutivos que provecan 2 En todo caso, pese a que el articulo 235 sélo i junos de ellos se contiene mas de una situaci6n cua de que basta u las para elevar la pena, hay que jento de dos incisos de un mismo apartado de este neias, una de tra a computtar conforme al Y, habida eu acey 1°) Cosas de valor artistico, BI articulo 46 de la Cons que los poderes piblicas 364 schistrico, cultural y artstico de los pueblos de Espaita y de los bienes que lo integean, cualquiera que sea su 16 dad». Asimismo, y como mandato de p sancién penal de los atentados contra este patrim: En la docttina se discute si el valor histérico, cultu 1985, de 25 de a los bienes dei En mi opinién, desarrollo del ar integrantes de tal pattimonio, como ese mismo precepto establece, « uiera que sea su régimen juridico y su titularidad». Que para dotar de contenido a tal concepto haya que acudir a ts Ley de rico de 1985 no obliga a reducirlo a los bienes inventariados, puesto que esa misma Ley establece en su articulo 1 que s6lo deberin serio los més relevantes (en cl mismo sentido, SALNFRo ALONSO, 1997, pp. 53 3.) ) Cosas destinadas al servicio piiblico o de primera necesidad necesidad, si produce desabastecimiento, conceptos de notable 1 inclusién s6lo puede entenderse con la finalidad de icacién a Jos casos de mayor lesividad. in embargo, es realmente dific produzea una situacién de desabastecimiento. La doctrina reserva la icacién de hurto de cosas destinadas al servicio ptblico a los p.39l: y Soatano Soriano, p. 130). jendo al valor de los efectos sustrafdos ios de especial consideraci 3°) Especial gravedad at oa la produccién de perj straidos, dato al que se refiere esta cir ofteciendo un terreno propicio al arbitrio judicial. De f que jurisprudencia la que viene fijando desde 198: las cuales se estima esta circunstancia cualificadora (cfr. STS 27 enero 1987). En todo caso, es saludable que esta jurisprudencia fije Ins can- tidades en términos aproximados y con ello eluda que, por la via del automatismo jurispradencial, se regrese al superado sistema de cuantias. La referencia a los «petjuicios de especial consideracién» como factor agravante del desvalor del resultado cn estos delitos resulta ne en cuenta que el convepto de perju no un concepto mis amplio que el vo de otras lesiones patrimoniales no constitutivas de d (0 y evaluables econéi Puesto que el fundamento de radica de la afectacién al patrimonio, debe mantenerse respecto a este tltimo mo concepto que en los restantes delitos del Titulo (por ejemplo, a estafa) y por ello, extraer del perjuicio ocasionado el lucro ce- (en este sentido, Garcia ARAN, p. 160). Tanto éste, como los objeto de indemnizaci6n a evaluar en In correspondiente responsabi- lidad civil derivada del delivo, 4°) Grave situacién econémica de la victima o de su familia 0 abuso de las circunstancias personales de la victima La consideracién de la situacién econémica de la viet para n, que se alex i6n como un valor abso- misma posicién, conem- a de su titular. Tal esti- inciso de este apartado 4 del art. 235: la realizacién del hurto ancias personales de la vi ima. Para interpre- tarlo hay que acudir 22,2" como circunstancia agra 366 es de deseq el sujeto activo y el pas el aprovechamiento consciente por parte de aquét de o: abuso de Ia misma (STS 26 septiembre 1986). En el abuso de superioridad no es necesario interponer medios medios expresos de coaveiGn de la libertad que convierten la conducta en un delito de robo (Quixruko, Comentarios, p. 1097; y Bao TL, p, 94). Circunstancias modificativas genéricas ‘Ademés de las cualificaciones previstas en el art. 235, cabe apre- vencible, por ejemplo, creenci para disponer de las cosas pose’ al ant, 14,3. be apreciar el aprovechamiento de las cir- mpe. La agravante de abuso de confianza ito de hurto cuando se dan las nistad, etc., que fundamentan El «furtum possesionis» s se ha dicho, el art. 236 castiga con mutta de tres a le © actuando eon Como ya ani doce meses al que, «siendo ducfio de una cosa mi 367 niento de éste, la sustrajere de quien la tenga legitimamen- 10 0 de un tercero, siempre que I pesetas». Un precepto I situado entre las jo su intima relaci ido incluido desde el Pro- in embargo, frente al delito de hurto, en caso Ca yecto de 1980 (véase 9° ed. ado, bien como muestra que el bien jurfdico protegido no ma del que tiene la cosa rio, usufructuario, deposita- +, pero no en recibir la cosa con en- sin embargo, STS 30 mayo personas, sigue fe entre Jos robos y no el de robo, ya que no ex Ete, sin perjuicio del concurso a que pueda ugar el uso de fuerza en las cosas o de idtacion n constitutives de otros delitos (allanamiento de morada, \menazas, Tesiones, ete). resultado es el perjuicio del legitimo poseedor o de u ici6n, a diferencia de lo que sucede n desmesurada, La duplicidad mn fuerza en las cosas en otros Order cnire robo con f es ta que informa el art. 237: «Son re0s dol dolito de robo los que, con énimo de lucro, se apoderaren do las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las 368 cosas para acceder al lugar donde éstas se encuentran 0 violencia, is cosas (ef, aes, 240 y 242), y ste a su vex argo, e1 robo eon fuer73 en las COs ado (et. ar. 2 ‘as eircunstanclas agravantes Elementos comunes con ef hurto El bien juridico protegido tanto en ef hurto como en los robos es la posesi6n (¢ indirectamente la propiedad) sobre fos bienes muebles. (en este sentido, tambiéi Di Vicente Maxrinez, 1999, p. 32), El ob- jeto mates mueble ajentt y se exige también el elemento subjetivo en Ia accién hay elementos comunes, el verSOUsade por'el legislador al definir el robo no es en esencia diferente al empleado en el hurto: apoderarse-tomar. La dife- ia con el hurto estriba en el medio empleado para dicho apodera- pues el hurto se construye precisument concurren- cia de fuerza en las cosas o violencia o intimidacién en las personas. ROBO CON FUERZA EN LAS COSAS ‘Ya hemos visto que en el art. 237 se da una de fuerza en las co Por lo que se rofiere al robo con fuerza en las cosas dice el articulo 1238: «Son re0s del delito de robo con fuerza en las cosas los que ejecuten el hecho cuando concurra alguna de las circunstancias s- guiantes: 8 Escalamiento. 369 2 Rompimiento de pared, tech o suelo, 0 fractura de puerta 0 ven- tana, 3! Frastura de armarios, arcas u olta clase de muebles u objetos Cottatos o sellados, 0 forzamiento de sus cerraduras o descubrimicn: to de sus claves para sustraer su contenido, sea en el lugar del robo © fuera del mismo, 4° Use de llaves falsas. 5° Inutlizacién de sistemas espet icos de alarma 0 quardam, Como se desprende del texto del art. 238, el concepto grammatical de fuerza en Tas casas no coincide eon el jurfdieo, No todo empleo de leo de alguna de Estudio de Jas distintas circunstancias recogidas en el art. 238 15) Escalamiento No contiene cl Cédigo vigente una definicién de lo que ha de lerse por tal. En el Cédigo de 1932 se daba wsiderarse vigente como crites da en ef lugar del robo por una via que efecto». En Ja jurisprudencia, por Ins razones ya dichas anteriormente, icado mis ampli al entender que la entrad & jao de ventana abiet ada a uye escalamiento (fr, sin embargo, STS 20 marzo radicional, Rovricuez Devesa (p. 453) se mos-

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